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Eulalia era una chica guapa, rubia y de ojos claros que siempre demostró gran
profesionalismo y diligencia. Profesaba una dedicación que a veces iba más allá del mero
deber y ni hablar de su inigualable apariencia siempre muy limpia y con el uniforme blanco
perfectamente planchado.
Sin hacer caso de los consejos y el qué dirán, Eulalia se sentía la mujer más dichosa del
mundo y al pasar un tiempo el doctor le pidió matrimonio. Antes de la boda, el doctor debía
partir a un seminario de 15 días, prometiéndole que a su regreso se casarían de inmediato.
A los pocos días de la partida del doctor, un enfermero se acercó a ella para confesarle algo
que ya todos sabían: que el doctor renunció a su cargo y en realidad había partido de Luna de
Miel con su ahora esposa. Eulalia quedó convencida cuando pasó más del tiempo pactado de
su regreso y no habían señales de su amado.
LA ISLA DE LAS MUÑECAS
El dueño de esta macabra chinampa fue Julián Santa Ana por 50 años,
hasta que falleció.
Su sobrino Anastasio Santa Ana, fue quien reveló la historia real detrás
del macabro hecho.
Cuando Julián recién llegaba a la isla, una joven se ahogó en sus orillas.
Desde entonces oyó voces, pasos y lamentos de mujer, por lo que
decidió protegerse con muñecas.
Don Julián nunca dejó de escuchar las voces, de igual forma se dice que
cuando salía a pescar con su sobrino le hablaba una sirena, ella se lo
quería llevar, incluso predijo el lugar de su muerte.
Un día Anastasio dejo solo a su tío y cuando regreso había caído víctima
de una insuficiencia cardíaca, justo en el mismo lugar que la supuesta
sirena dijo lo iría a buscar.
LA MULATA DE CORDOBA
La Mulata de Córdoba fue una mujer condenada a la hoguera por el
Santo Oficio, cerca de la costa al este de México. Se le atribuía el
poder de la eterna juventud y ser la abogada de los casos imposibles,
como los de obreros desempleados y mujeres solteras. Se encontraba
siempre rodeada de hombres que con facilidad se enamoraban de ella
y perdían el camino de la rectitud. Ante todo lo anterior, decían que
tenía pactos con el diablo y que incluso lo recibía en su propia casa.