GRATITUD POR JESÚS

Bienvenida: Estamos en vísperas de un año nuevo, está por iniciar el 2024, y nos sentimos con un
corazón profundamente agradecido con nuestro buen Dios.En esta mañana hemos venido a adorar
en comunidad, como una gran familia, porque nos amamos los unos a los otros modelando la
gracia de Dios. En este Santuario, no hay barreras de división o separación que nos limiten a
hacerlo, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca (Hebreos 10:24,25). Nuestro
Padre Celestial nos afirma diciendo que, “con amor eterno nos ha amado” (Jeremías 31:3). Por
tanto, “Levanta tus ojos en derredor y mira: todos se reúnen, vienen a ti; tus hijos vendrán de lejos,
y tus hijas serán llevadas en brazos …” Isaías 60: 4,9. Los Departamentos Infantiles de nuestra
Iglesia Adventista del Séptimo Día de la iglesia central, hoy se gozan en dar una cálida bienvenida a
cada presente. (Profita Patsy)

Himno: # 164 “Jesús pronto volverá”

Lectura bíblica y oración. “Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo”
(Salmo 92:1) (Eileen)

Nuevo horizonte-------

A lo largo de las historias hemos aprendido a dar gracias por el precioso regalo que Dios nos dio a
través de su hijo Jesús, hoy, recordaremos ese hermoso acontecimiento a través de la siguiente
escena: Representación del nacimiento de Jesús. Al finalizar cantan “Venid y Adoremos”

Maria_ Michelle

Jose_Miguel

Animalitos cuna e infantes.

Angeles (2) Carlos y Celine

Pastores. Alizza, Zuri y Shidel.

Misionero mundial-----------

Jesus vino a esta tierra hace muchos años pero hoy tenemos la esperanza de su pronto regreso, se
fiel hasta la muerte y El te dará la corona de la vida.

Galería de fieles hasta el fin

Se van presentando, hablan y Jesús les va colocando una corona en sus cabezas.

Abel, oferente. El Señor pidió que nos presentáramos delante de él. No lo haríamos con las manos
vacías, sino como nuestros padres nos habían enseñado; así que preparé el mejor de los corderos y
lo presenté como una ofrenda en agradecimiento por todo lo que él me había dado. En cambio mi
hermano Caín creyó que ofrecer algo diferente sería más apropiado, después de todo el era el
producto de un gran trabajo. Como todos saben, Dios se agradó de la adoración por medio de la
obediencia, y rechazó la pretención de mi hermano. Eso no le agradó, y como venganza me
engañó, me llevó al campo y me mató. Pero hoy, en el reino puedo estar feliz y adorarle por
siempre, porque a pesar de las injusticias de la vida, ¡Dios es fiel! Adorémosle por siempre.
(Carlitos)

Abraham, fidelidad. Yo no fui un mártir, y mi fe fue generalmente escasa, pero el Padre amante me
dio todo. Una promesa, un hijo, una nación, todo. Hubo un gran momento de prueba que todos
conocen, en el monte Moriah. Dios me pidió entregar lo más preciado en sacrificio, a mi hijo
amado. Confié en el Señor, y estuve dispuesto a hacerlo; pero en la hora más cruenta, la gracia se
manifestó en un carnero, el cual anunció al verdadero Cordero que hoy me dio la salvación. Valió la
pena adorarle hasta el fin. (Luis David)

Esther, ayuno y oración. Fui una mujer, por muchos despreciada. Después de todo era huérfana en
un país extraño. Pero Dios que era fiel, no nos dejaría abandonados. Su providencia me hizo reina,
y lo fui con gran honor. Pero la prueba se mostró ante una amenaza de muerte, ¿qué haría el
pueblo de Dios? ¿Se levantaría en armas? ¿Haría acaso alguna huelga? No, ayunó con fe. Fuimos
ante el Señor, y él se manifestó ante los señores de la tierra. Sí, dije: “Si perezco que perezca”, pero
toda la gloria se la lleva mi Señor, quien honró a los que en la hora de la prueba fueron fieles hasta
(Monsse)

Pablo, cantante. Me conocieron como Saulo, luego Pablo. Hoy me dicen que fui un gran
predicador, toda la gloria para Dios. Pero no les vengo a contar de mí, sino de una experiencia de
adoración que viví junto con Silas. Habíamos sido azotados cruelmente, maltradados e insultados.
Nos pusieron en la prisión más oscura y nos ataron de pies y manos. ¿Qué podríamos hacer sino
lamentarnos? Pero ¿por qué lamentarnos?, ¿acaso nuestro Señor Jesús no sufrió aun más?
Decidimos cantarle, alabarle… adorarle. Y allí, a media noche, en el frío y el dolor, las alabanzas se
elevaron como oración y el Señor obró un milagro. La gloria solo a él. Yo te puedo decir que no hay
nada mejor que adorarle. ¡Adorémosle por siempre! (David, Kenneth)

Adventista predicador: Yo fui un adventista en la útima generación. Ya no había permiso para

predicar, las iglesias estaban cerradas, pero los niños y jóvenes aun podíamos hablar. ¿Nos
quedaríamos callados? Fueron momentos de prueba, pues perdí a mis papás, y los que no nos
creían nos acusaban. Sin embargo muchos seguimos adelante, predicamos a los demás, ¡Jesús
viene pronto! ¡Jesús viene pronto! […] ¡Y llegó ese día, gracias Jesús porque aquí estás! (Alizza)

Jesús: Bien hecho siervo bueno y fiel, en lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pondré. (Miguel)

Directora del MIA: Qué momento feliz será llegar al reino de los cielos para poder disfrutar de la
adoración total a Dios. Allí, podremos agradecerle por todo lo que él nos ha brindado; por mamá y
papá, por ayudarnos a crecer y también por su protección. Patsy

Niño de infantes: ¿Saben? Él ha prometido dar a cada fiel hasta el fin una corona con muchas
estrellas, así como ropas blancas para estar junto a él. Será glorioso… será feliz. Deseo verte
conmigo allí. (Johnny)

Canto Maranatha.

Repiten sus versículos de memoria.

Oración Final