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UNIDAD DIDÁCTIVA 2: EL SER HUMANO

INDICE
1. La concepción del ser humano en la filosofía.
1.1. La concepción clásica del ser humano.
1.2. La concepción moderna del ser humano.
2. La teoría de la evolución.
3. Visión Antropológica del ser humano.
4. El ser humano desde la perspectiva sociológica.
5. La psicología: ciencia del alma.

1. LA CONCEPCIÓN DEL SER HUMANO EN LA FILOSOFÍA.


Concebir es adoptar una perspectiva, elegir un punto de vista, desde el cual observar las
cosas que tratamos de comprender. Por ejemplo, “para un guarda forestal, un señor que
pesca truchas ilegalmente es un furtivo a que multar, para las truchas es un monstruo, y
para el oso hambriento es comida”.

Dado que todo conocimiento depende de la perspectiva que adoptemos, el filósofo Michel
Foucault (1926-1984) afirmó que las ciencias no estudian al ser humano de forma global,
sino que lo fragmentan en categorías. Por ejemplo, un biólogo estudia al ser humano como
organismo vivo, mientras que un economista estudia su comportamiento como
consumidor. Sin embargo, según Foucault, la filosofía es la única disciplina científica que
aspira a comprender al ser humano en su globalidad.

1.1. La concepción clásica del ser humano.


El estudio de la naturaleza humana comienza en la antigua Grecia. Para los filósofos griegos
lo que distinguía al ser humano de los animales era la racionalidad. Aristóteles decía que el
hombre es un animal racional, que busca la verdad a través de la razón y el pensamiento
crítico.

Para los filósofos clásicos el objetivo del ser humano es alcanzar la felicidad, y esta solo se
alcanza a través de la vida plena y en armonía en la sociedad.

A partir de esta concepción clásica, también en la Antigüedad, nace la concepción cristiana


del hombre, que afirma que el instrumento para alcanzar la verdad es la fe en Dios, antes
que la razón.

Ambas concepciones comparten que el hombre tiene un alma inmortal y una naturaleza
invariable.

Estas dos concepciones del hombre, la clásica y la cristiana, serán dominantes hasta la edad
moderna, e influirán en el desarrollo de nuestra cultura occidental.
1.2. La concepción moderna del ser humano.
A medida que avanzó la ciencia y el conocimiento humano, la filosofía va a cuestionar la
concepción clásica del ser humano, como ser racional y de naturaleza invariable.

Para los filósofos modernos la razón y la lógica no bastan para explicar la complejidad del
comportamiento humano.

En cuanto a la concepción invariable de la naturaleza humana, que consideraba que las


especies eran eternas, inmutables y que no evolucionaban, esta concepción cambiará con
la teoría evolutiva de Charles Darwin y con la aparición de la Antropología como ciencia. A
partir de entonces la identidad humana se ve como un producto de la evolución biológica y
cultural.

El antropólogo Lévy-Strauss (1908-2009) dice que las diferentes culturas han creado
distintos sistemas de significados y valores, que influyen en el modo en que los seres
humanos se perciben a sí mismos y perciben el mundo que los rodea.

En el siglo XXI, la globalización y las nuevas tecnologías de la comunicación obligan a los


filósofos a cuestionarse quién es el hombre. Para el filósofo coreano Byung-Chul Han, la
sociedad actual es una sociedad del rendimiento y del consumo. Vivimos de forma
hiperactiva, atados a aplicaciones de productividad, sesiones de gimnasio y vídeos que nos
repiten “Sí, se puede”. Hay consumo y juegos, vivimos a solas con nuestro Smartphone, ha
desaparecido el otro. Para Han lo que define al ser humano del s. XXI es el narcisismo
(enamorado de su propia imagen)

2. LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN.
La aparición de la teoría de la evolución de Charles Darwin cambió totalmente la
concepción que los seres humanos tenemos de nosotros mismos.

En 1859, Charles Darwin publica “El origen de las especies por medio de la selección
natural”, causando una gran conmoción en la sociedad.

La tesis fundamental de la teoría de la evolución es que las especies mantienen una lucha
por la existencia, bien de unos animales contra otros (ejemplo: los machos entre sí en
época de celo), entre cazadores y cazados, y una lucha frente al medio en el que viven. Así,
los más fuertes, los más veloces, los más aptos sobreviven y transmiten sus características
a los descendientes.

Poco después, Gregor Mendel (1822-1884) formuló las leyes de la herencia. A través de
sus experimentos con guisantes en la huerta de su monasterio, descubrió el mecanismo del
proceso evolutivo, iniciando así la ciencia de la genética.
Los humanos somos primates del género “homo” y de la especie “Homo sapiens”. Somos
anatómicamente similares a otros grandes simios, pero con un mayor desarrollo cerebral,
capacidad para el lenguaje y para el pensamiento simbólico.

El humano moderno, Homo sapiens, nació en África y desde ahí colonizó los demás
continentes, desplazando al resto de homínidos. Toda la humanidad tenemos ese origen
común.

La adopción de la dieta carnívora resultó fundamental para conseguir proteínas, así pudo
permitirse un intestino más pequeño que los herbívoros, lo que le permitió ahorrar energía
para alimentar un cerebro más grande.

El dominio del fuego y la caza nos independizaron del medio, aumentando nuestra
capacidad de subsistencia y de organización social.

Por tanto, la teoría de la evolución nos ha hecho concebirnos como animales inteligentes,
con capacidad para el pensamiento simbólico, el lenguaje articulado, y la capacidad de
crear cultura a través de los rituales.

Un ritual es una conducta realizada de forma repetitiva para cumplir un determinado


propósito.

En los animales los rituales son pautas de conductas instintivas. Por ejemplo, los perros
después de defecar hacen el intento de tapar los excrementos con sus patas, aunque no
haya tierra.

En el ser humano, en cambio, el ritual es simbólico y cumple una función social. La vida
humana está marcada por pautas ceremoniales. Por ejemplo: dejar flores en las tubas de
nuestros seres queridos, los aplausos al finalizar un concierto, un apretón de manos para
saludarnos o llegar a un acuerdo.

Los seres humanos vivimos inmersos en un mundo repleto de ritos simbólicos que
organizan nuestra sociedad.

Actividad 2.2.1 - Los homínidos


Actividad 2.2.1 - La Teoría de la evolución

3. VISIÓN ANTROPOLÓGICA DEL SER HUMANO.

La antropología es la ciencia que estudia las características biológicas, sociales y culturales


del ser humano, buscando un conocimiento integral y global de la humanidad.

La sociología estudia el comportamiento de los grupos humanos centrándose en las


relaciones sociales que establecen.
La historia estudio los hechos vividos por los seres humanos en el pasado, intentando
conocer los motivos por los que se produjeron.

La psicología es la ciencia que estudia cómo las personas pensamos, sentimos y nos
comportamos, en relación con el medio físico y social que nos rodea.

La antropología se apoya en el resto de ciencias sociales y humanas para el conocimiento


del ser humano, y lo que la diferencia del resto es el estudio del ser humano teniendo en
cuenta su diversidad cultural. La antropología considera al hombre como un ser cultural.

3.1. El ser humano como ser cultural.

La cultura es la adquisición de conocimientos, valores y creencias que ha recibido el ser


humano a lo largo de su historia.

Todas las sociedades humanas se caracterizan por transmitir su cultura a través del
lenguaje. Lo que nos lleva a considerar que el ser humano es una construcción cultural,
porque es el resultado de valores, creencias e ideas que ha ido adquiriendo a lo largo del
tiempo, creando una imagen de su propia persona y del mundo que le rodea.

La cultura es algo específicamente humano, es decir es patrimonio de la humanidad, y


existen diferentes culturas entre unas sociedades y otras.

En la evolución del ser humano son fundamentales dos aspectos: por un lado los cambios
biológicos que dieron lugar al proceso de hominización, y por otro lado, los cambios
culturales que permitieron a los homínidos adaptarse al medio y dieron origen a la
humanización.

La hominización es el proceso biológico que transformó a los primeros homínidos en el ser


humano actual La evolución del ser humano ha propiciado que posea un sistema nervioso,
un aparato locomotor y un aparato fonador que nos diferencia de los seres vivos con los
que compartimos el mundo.

La humanización es el proceso de transformación cultural que se produce en la conducta


de los homínidos desde los orígenes de la especie y que ha constituido las diferentes
culturas humanas. Los acontecimientos principales que contribuyeron al proceso de
humanización fueron la aparición del lenguaje, el aprendizaje, el descubrimiento del
fuego, la fabricación de herramientas, y el comportamiento social (es la cooperación de
los individuos del grupo para realizar actividades cotidianas).

3.2. Etnocentrismo y relativismo cultural.

Las distintas formas de interpretar el mundo han dado lugar a la aparición de diferentes
culturas. Esto es porque cada grupo social puede entender el mundo de diferentes formas,
dando lugar a la diversidad cultural.
La cultura es algo concreto y particular de cada sociedad o comunidad. No obstante, las
culturas no son herméticas, ya que frecuentemente se entremezclan unas con otras,
haciendo que surjan cambios y dando lugar al multiculturalismo, que es la convivencia de
varias culturas en el mismo lugar.

Las personas desarrollamos nuestra personalidad en el ámbito de nuestra cultura. Nuestros


valores, actitudes y creencias están fuertemente influidos por aquellos que predominan en
nuestra sociedad. Por ejemplo, si nacemos en el Tibet es poco probable que amemos el
surf, seamos musulmanes o cristianos, que toquemos la guitarra o que comamos paella.
Por lo tanto, quiénes somos, cómo vemos el mundo y qué creemos que es verdad,
depende en gran medida de algo tan azaroso como el lugar donde hemos nacido.

Ante la diversidad cultural, la humanidad ha adoptado distintas actitudes o visones hacia


las otras culturas:

a) Etnocentrismo. Es la tendencia de juzgar a otras culturas desde la perspectiva de la


nuestra, considerando que nuestra cultura es superior a las demás.

Esta perspectiva del mundo, a lo largo de la historia, ha desencadenado políticas


imperialistas y colonialistas, y ha llevado a algunos grupos sociales al racismo y la
xenofobia. Otros ejemplos del etnocentrismo es considerar que los ingleses conducen al
revés, o que comer estofado de rata vietnamita es muy desagradable. Esta perspectiva
surge de la teoría de la evolución.

Nunca debemos olvidar que nuestra cultura nos otorga una perspectiva del mundo, pero
que existen otras perspectivas. Y que todas las culturas satisfacen las mismas necesidades
básicas de los individuos por diferentes medios.

b) Relativismo. Considera que cualquier cultura es válida y respetable, y que por


tanto, no se puede hablar que culturas superiores e inferiores.
Tiene sus críticas y objeciones, pues algunos filósofos y antropólogos argumentan que las
culturas que se basan en principios como la dignidad y los derechos humanos, la libertad
individual, y la igualdad ante la ley son superiores a otras que no los valoran.
c) Universalismo. Defiende que hay algunos elementos comunes a todas las culturas.
Mantiene una actitud de rechazo frente al etnocentrismo.
d) Interculturalismo. Propone que es posible la convivencia pacífica entre las distintas
culturas mediante el diálogo y la tolerancia.
e) Racismo. Es la convicción de sentirse superior a otra cultura por cuestiones de raza.
f) Xenofobia. Rechazo hacia lo extranjero por miedo o desconocimiento.
g) Presentismo. Es la tendencia a juzgar los hechos históricos del pasado a partir de
los valores y estándares del presente, en lugar de entenderlo en su propio contexto
histórico y cultural. Esto puede ser causado por la idea de que nuestras propias
creencias y valores son universales y atemporales. Pero la historia nos demuestra
que no es así. Las sociedades y las culturas cambian con el tiempo, y lo que hoy es
moral y aceptable mañana podría no serlo, y a la inversa.

Actividad 2.3.1 - El Trabajo en grupo (Dilema moral)


Actividad 2.3.2 - El dilema de Ana (Dilema moral)
Actividad 2.3.3 - Película: ASÍ NOS VEN (racismo)

4. EL SER HUMANO DESDE LA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA.

La sociología estudia el comportamiento de los grupos humanos centrándose en las


relaciones sociales que establecen.

4.1. El ser humano como ser social. Concepto de sociedad y tipos.


El ser humano es un ser social por naturaleza, pues necesita de los otros seres humanos
para sobrevivir. Cuando una persona nace viene al mundo con unas cualidades sociales
innatas, que lo predisponen a relacionarse con los demás. Pero será a través del proceso
de socialización como el individuo entrará a formar parte de su sociedad.

La sociedad es un conjunto de personas que se unen de una manera estable para lograr un
objetivo común.

Cada sociedad se caracteriza porque los individuos comparten una cultura determinada,
unas normas de convivencia, unos deberes y obligaciones personales y colectivos, y unos
valores que determinan la moral del grupo y del individuo. Cuando un individuo no sigue el
orden moral establecido por la comunidad surge el conflicto, que deberá solucionarse
mediante la justicia, la cooperación o la responsabilidad.

La sociología clasifica los tipos de sociedades atendiendo a tres características:

a) Sociedades según la escritura.


- Sociedad primitiva que carece de escritura.
- Sociedad civilizada que posee escritura.
b) Sociedades según el grupo predominante.
- Sociedad económica. Se basa en valores materiales que determinan el estatus
de la personas.
- Sociedad familiar. Basada en el respeto a las personas mayores. El estatus viene
determinado por el orden de ascendencia.
- Sociedad religiosa. Centrada en las relaciones entre Dios y el ser humano.
- Sociedad política o totalitaria. El Estado controla a los demás grupos.
c) Sociedades comunitarias o asociativas.
- Las sociedades comunitarias o simples formadas por pequeños grupos, con una
relación de parentesco, donde existe poca especialización del trabajo. Se
caracterizan por la solidaridad, el respeto a las tradiciones.
- Las sociedades asociativas o complejas están formadas por grandes grupos de
individuos, gran presencia de la industrialización y la especialización del trabajo.
Se caracterizan por que hay menos solidaridad entre sus miembros y menor
estabilidad.

4.2. Normas, roles y estereotipos.


Actualmente vivimos en sociedades rodeados de normas y roles que fomentan la aparición
de estereotipos de género, que generan desigualdades entre el hombre y la mujer.

Los estereotipos limitan a las personas, ya que no permiten desarrollar libremente sus
facultades personales o restringen la toma de decisiones.

Un estereotipo de género es una opinión o prejuicio generalizado que atenta contra las
características que posee un hombre o una mujer o sobre las funciones sociales que deben
realizar.

Aunque existen leyes que garantizan la igualdad de género, lamentablemente la


discriminación contra la mujer sigue existiendo en todo el mundo, tanto en países
desarrollados como en países en vías de desarrollo y, además, es fomentada por parte de la
sociedad.

La mejor herramienta que poseemos para erradicar los estereotipos de género es la


educación. Por lo tanto, las familias y la escuela desempeñan un papel fundamental.

La ONU define la igualdad de género como “igualdad de derechos, responsabilidades y


oportunidades de las mujeres y de los hombres, de las niñas y de los niños”.

Las desigualdades de género se producen en cualquier ámbito de las sociedades: en el


ámbito laboral, político, educativo, en el de la salud, las relaciones afectivas, etc…

Son factores que pueden crear contextos de desigualdad: la situación socioeconómica, la


religión, la orientación sexual, la raza, la etnia, la ideología, los micromachismos, o el país
de procedencia, entre otros.

Los micromachismos son una forma de violencia de género, que incluye actitudes o
conductas machistas en la vida cotidiana que son sutiles, casi imperceptibles. Son
aceptadas socialmente y se perpetúan y transmiten constantemente, de forma consciente
e inconsciente.

4.3. Relaciones sociales en la adolescencia.


Las relaciones que se establecen en la adolescencia son de tres tipos: familiares, sociales y
de pareja.
a) Relaciones familiares. Las relaciones suelen ser menos fluidas que en la niñez y más
tensas. Pueden aparecer discusiones debido a que el adolescente demanda más
libertad, se rebela contra las normas establecidas y ve a sus padres y madres con
una perspectiva más crítica.
b) Relaciones sociales. Las relaciones sociales de amistad, compañerismo, se dan en el
grupo de iguales, que se convertirán en su punto de apoyo y referencia. Los
adolescentes suelen buscar la aprobación de su grupo de iguales. Las relaciones que
establece con el grupo fomentarán su autoestima, la expresión libre de sus ideas, y
la generación de expectativas.
c) Relaciones de pareja. Las primeras relaciones sentimentales suelen ser cortas, y se
suelen producir dentro del grupo de amigos/as. El amor suele idealizarse y puede
ser el motivo para que, en ocasiones, se produzcan comportamientos inadecuados,
como los celos, la falta de confianza, el chantaje o la violencia. Para evitar estas
conductas es importante una adecuada educación sexual.

4.4. El proceso de transición a la vida adulta.


En nuestra sociedad la adolescencia es una etapa que se prolonga cada vez más, puesto
que no es tarea fácil asumir el papel de persona adulta y todas las responsabilidades de
conlleva.

Durante la adolescencia el ser humano comienza una búsqueda de autonomía mediante la


cual intenta desligarse de los adultos. Normalmente, el adolescente quiere autonomía,
pero sin asumir las responsabilidades que esa independencia conlleva. Esto suele conllevar
problemas en el ámbito familiar. Una vez que el adolescente es consciente de los
compromisos y obligaciones con la familia, la escuela y los valores sociales surge la armonía
entre autonomía y responsabilidad.

La responsabilidad es la capacidad de elegir entre varias opciones y aceptar las


consecuencias que generen nuestras decisiones y actos.

La responsabilidad la vamos adquiriendo a lo largo de la vida, y varía en función de la edad


y la capacidad de las personas.

Durante la transición a la vida adulta se producen dos procesos fundamentales:

a) El logro de la autonomía. Para lograr la autonomía el adolescente utilizará su


capacidad cognitiva, que le permitirá superar los conflictos que le surjan, junto con
los valores y las reglas aprendidos.
b) La configuración de la identidad personal. El adolescente forma su identidad
personal tomando como referencia las ideas y los valores de su grupo.

La transición a la vida adulta abarca diferentes cambios, que van desde la incorporación al
mundo laboral hasta la emancipación de la familia, así como la posibilidad de comenzar a
participar en la comunidad a través de distintas instituciones u organismos.
En España la emancipación de los jóvenes es más tardía que en otros países desarrollados.
Las causas son: las dificultades para el acceso a la vivienda y al primer empleo, el abandono
escolar y la falta de políticas sociales de juventud y género.

5. LA PSICOLOGÍA: CIENCIA DEL ALMA.

La psicología es la ciencia que estudia cómo las personas pensamos, sentimos y nos
comportamos, en relación con el medio físico y social que nos rodea. Etimológicamente,
significa ciencia del alma (lógos, psyché)

Esta ciencia nació de la introspección, es decir, de la observación de nuestras propias


emociones, la percepción interna de nuestros estados de ánimo. El alemán Wund, fue el
primero que defendió la introspección como método en psicología. Pero a finales del s. XIX,
otras ciencias revolucionaban el mundo con el método científico y la psicología se estaba
quedando atrás.

5.1. El conductismo.
En 1913, el norteamericano John Watson se da cuenta que la psicología debía cambiar su
metodología si quería equipararse con las demás ciencias. Por ello abandonó la
introspección y convirtió la psicología en la ciencia de la conducta, y es así como surgió el
conductismo.

La psicología conductista observa lo que hacemos y, a partir de la observación, trata de


medir las conductas como manifestaciones de los hechos psíquicos.

El conductismo es la corriente de la psicología que se centra en el estudio del


comportamiento de las personas observable y medible.

Dentro del conductismo aparecen diferentes corrientes o teorías que tratan de explicar el
comportamiento humano. Las más importantes son el condicionamiento clásico y el
condicionamiento operante o instrumental.
a) El condicionamiento clásico. https://youtu.be/JH2_Fr9DePU
La psicología conductista comienza su estudio a partir del reflejo condicionado. En
todos los animales existen los llamados reflejos innatos o incondicionados. Por
ejemplo, si nos acercan una cerilla (estímulo) a la mano, la retiramos (respuesta) sin
siquiera tener que pensar conscientemente en el peligro. La conducta de los
animales se fundamente en gran medida en este tipo de pautas instintivas, que
tienen como base un esquema de estímulo-respuesta.
¿Pero podemos conseguir asociar esa respuesta con un estímulo no innato? El
profesor de fisiología ruso Ivan Paulov (1849-1936) observó que el reflejo salivar y
la secreción de jugos gástricos (respuesta) de un perro se producían antes de que
éste viera el alimento, simplemente con oír los pasos de la persona que traía la
comida. A partir de esta observación ideó un experimento que consistía en
presentar un estímulo condicionado (el sonido de una campana) junto con un
estímulo incondicionado (la comida). Al principio el perro solo salivaba al ver la
comida, pero al repetirse la secuencia sonido-comida el perro empezaba a salivar al
oír el sonido de la campana, antes de ver la comida.

Watson, tomó de Paulov su modelo de reflejos condicionados y lo colocó en la base


del comportamiento humano. Para Watson el ser humano aprende sus conductas
por una asociación aprendida entre una conducta y un premio o un castigo.

Ejemplo de reflejo innato. Bit.ly/reflejo_innato


(Los seres humanos, como los animales, estamos programados para manifestar este
tipo de pautas instintivas.)

b) El condicionamiento operante o instrumental. https://youtu.be/exCq8XJ01mo


https://youtu.be/-tWf4VTN5r0
El principal exponente de esta corriente de pensamiento es Skinner, que al igual
que Watson deseaba comprender las leyes que rigen el aprendizaje en los animales
y los hombres.

Skinner tomó un concepto del psicólogo Thorndike llamado ley del efecto, según el
cual “el aprendizaje consiste en la formación de hábitos que se afirman en la mente
si van seguidos de un refuerzo”.

Para el condicionamiento operante el aprendizaje de una respuesta voluntaria se


refuerza o debilita según sean sus consecuencias, positivas o negativas. Esta teoría
vincula el estímulo con la respuesta y sus consecuencias.

Para demostrar su teoría, Skinner ideó un experimento conocido como las cajas de
Skinner. En estas cajas que contenían palancas, luces y aparatos eléctricos, se
introducían animales (ratas, ratones, palomas, patos…). Al principio el animal
actuaba por azar, pero, cuando accionaba una determinada palanca recibía comida.
Las repeticiones sucesivas hacían que presionase la palanca inmediatamente para
conseguir el alimento. El refuerzo del premio consolidaba la conducta hasta
convertirla en un hábito. Por lo tanto, la conducta se adquiere, mantiene y modifica
en función de las consecuencias que la siguen.

Para que el aprendizaje (respuesta) sea exitoso, el estímulo en forma de premio o


castigo (refuerzo) debía ser proporcional, coherente e intermitente.
5.2. La psicología cognitiva o constructivista. https://youtu.be/jVV3N4T7X7s
Como alternativa al conductismo surgió la psicología cognitiva, y su máximo exponente es
Piaget (1896-1980), quien decía que nuestra mente no se limita a aprender de forma
pasiva a partir del esquema estímulo-respuesta, sino que organiza y estructura de forma
activa los estímulos que recibimos.

Para los cognitivistas el mundo no es lo que vemos: es cómo interpretamos lo que vemos
a partir de nuestras experiencias y nuestra subjetividad.

5.3. El aprendizaje social. https://youtu.be/CWdIG21czR8


https://youtu.be/CWdIG21czR8

Para esta corriente de la psicología las personas aprendemos observando el


comportamiento de otra persona o animal. También se denomina aprendizaje por
imitación.

Esta forma de aprendizaje es especialmente poderosa; por ejemplo, es mucho más


probable que un niño se aficione a la lectura por ver a su padre y su madre sentados
leyendo un libro, que por ser obligado a leer. La aprobación o condena de las personas
cercana influyen en gran medida en la consolidación de los comportamientos por
imitación.

5.4. La teoría psicoanalítica. https://youtu.be/v2hDEhQnCzA


Tradicionalmente distinguimos la vida psíquica con la vida consciente. Es decir, creemos
que nuestra vida mental no es más que aquella de la que nos damos cuenta. Pero esta idea
es incorrecta. Bajo aquello que percibimos se esconden pensamientos, emociones y
recuerdos que no percibimos, pero que operan sobre nosotros, influyendo en nuestras
emociones y comportamientos.

Sigmund Freud (1856-1939) es el autor más importante de esta teoría. Para Freud los seres
vivos tenemos dos instintos, a los que denomina pulsiones: el de autoconservación y el
sexual o libido. Ambos instintos se rigen por el placer, pero están sometidos al principio de
realidad. Por ejemplo, si un gato quiere comer un ratón (placer) y llega un perro, el gato
abandona el ratón, aunque tenga hambre (realidad).

Freud trata de explicar cómo nuestro inconsciente influye en la manera de pensar y


comportamos. Para explicar el funcionamiento mental o psíquico de las personas ideó su
teoría del psicoanálisis. Nuestro aparato psíquico está formado por tres instancias
interrelacionadas: “el ELLO, el YO y el SUPERYO”. Estas instancias interactúan entre sí,
dando lugar a nuestra vida mental.

a) El Ello, son los instintos y pulsiones primarios de nuestra naturaleza, que no son
controlados por la conciencia. Aquí están las pulsiones sexuales y de agresión. Se
rige por el principio del placer.
b) El Yo, es el componente de nuestra mente que media entre el ello y las
circunstancias. Dirige nuestra actividad consciente y se rige por el principio de la
realidad.
c) El Superyó, es el yo social y normativo, la conciencia moral. Es en parte consciente y
en parte inconsciente, y se opone al ello cuando entra en conflicto con la moral
social que hemos aprendido.

5.5. La teoría de la atribución.

La teoría de la atribución estudia cómo interpretamos causalmente el comportamiento,


es decir, cómo buscamos el porqué de las cosas.

Esta teoría trata de explicar el modo en que intentamos superar los problemas y
dificultades. Por ejemplo, si atribuimos nuestro suspenso a saber poco, sabremos que la
solución será aprender más. Sin embargo, si atribuimos nuestro suspenso a que el profesor
nos tiene manía, seguramente la solución más probable será quejarnos al profesor.

Uno de los descubrimientos de esta teoría es el rasgo prominente. “Las personas tendemos
a atribuir la causa de la que observamos a los rasgos más llamativos que nos son
mostrado”. Por ejemplo: un estudio demostró que los acusados objeto de un interrogatorio
eran juzgados culpables el doble de veces cuando aparecían en vídeo en primer plano
frontal, a cuando eran mostrado desde un punto de vista lateral.

Esta teoría también ayuda a explicar el fenómeno del “cabeza de turco”, es decir, cuando
alguien es considerado culpable de una situación de la que no es responsable, por el mero
hecho de destacar, ser diferente o estar en un lugar más visible.

Actividad 2.5 - El juego de la atención.

5.6. La disonancia cognitiva.


Las personas experimentamos una disonancia cognitiva cuando simultáneamente
sostenemos dos pensamientos que son psicológicamente inconsistentes e incompatibles
entre sí. Cuando sufrimos esta situación, nuestra mente trata de reducir la inconsistencia, a
menudo alterando nuestros recuerdos o nuestras creencias.

El fenómeno de la disonancia cognitiva ayuda a comprender, por ejemplo, por qué


tendemos a juzgar mejor a las personas después de haber tenido una relación con ellas que
antes, o por qué justificamos más fácilmente las malas acciones en las personas que
apreciamos.

Experimento disonancia cognitiva. Bit.ly/Festinger_disonancia

https://youtu.be/lUzabjJeVbk
5.7. La obediencia y conformidad.
Esta teoría trata de explicar como en ocasiones nos comportamos en contra de nuestros
principios por la obediencia a alguien a quien atribuimos autoridad, o por la presión de
sentirnos conformes con el comportamiento del grupo, sin necesidad de una coacción
explícita.

Experimento de Milgram. Bit.ly/Milgram_experimento https://youtu.be/K2hm_aAXy5c

Experimento de Solomon Asch. Bit.ly/Asch_experimento https://youtu.be/xO8xv6dtWO4

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