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SEMANA 3_

DIMENSIONES DEL SER HUMANO

Física

Esta dimensión se refiere al cuerpo en términos de su estructura y función. Nuestro cuerpo


representa la herramienta física que nos permite llevar a cabo acciones, interactuar con los demás
y desempeña un papel crucial en nuestra identidad y autoimagen. Dentro de esta dimensión, se
engloban los hábitos que las personas adoptan para asegurar el mantenimiento y la preservación
de su cuerpo, tanto desde el punto de vista externo como interno, con el fin de prevenir daños o
enfermedades. Entre las prácticas que pueden contribuir a proteger la dimensión física de manera
positiva se encuentran el mantener una alimentación saludable, participar en actividades deportivas
y someterse a exámenes médicos regulares para evaluar el estado de salud corporal.

Social o sociopolítica

La interacción con los demás es una de las dimensiones más significativas en la vida del ser
humano, dada su naturaleza sociable. Como integrantes de una sociedad y, de manera más
específica, de grupos familiares, étnicos, amistosos, o de cualquier otra índole, resulta esencial
mantener relaciones con otras personas para asegurar nuestra supervivencia. La construcción de
vínculos afectivos, la formación de amistades sólidas y la convivencia en entornos familiares
saludables son factores que contribuyen significativamente al logro del bienestar y la felicidad
individual.

Cognitiva

Dado nuestro intelecto, los seres humanos hemos dedicado esfuerzos considerables a la tarea de
comprender nuestro mundo y discernir las leyes que lo rigen. A lo largo de la historia, hemos
aspirado a alcanzar el mayor conocimiento posible, con el propósito de anticipar los eventos en
nuestro entorno y aplicar los nuevos aprendizajes obtenidos para mejorar nuestra supervivencia.
La dimensión cognitiva alude a la habilidad intrínseca de la especie humana para emplear su
intelecto, generando nuevos conceptos, adaptando su entorno y avanzando a partir de estas ideas.

Emocional o afectiva

Las emociones desempeñan un papel de vital importancia en la adaptación de los seres humanos.
De hecho, en las últimas décadas ha surgido la noción de inteligencia emocional como resultado
de esta comprensión. No solo el temor ante un león garantiza nuestra supervivencia, sino que
también experimentar tristeza en un funeral o expresar orgullo y alegría ante un logro personal son
elementos cruciales que facilitan una interacción social efectiva y nos motivan a seguir creciendo
como individuos. Las emociones son respuestas a estímulos, ya sean internos o externos. Mejorar
esta dimensión implica desarrollar un mayor autoconocimiento. La dimensión emocional no solo se
relaciona con la capacidad de sentir emociones, sino también con la habilidad de identificarlas en
otros y de discernir cuál emoción estamos experimentando en un momento dado y cuál es su
origen.

Comunicativa o lingüística

El lenguaje, sin lugar a duda, representa la capacidad más sobresaliente de los seres humanos. Ha
sido la fuerza impulsora detrás de la formación de civilizaciones a lo largo de la historia y es lo que
posibilita la transmisión de conocimiento a larga distancia a través de sistemas escritos. La
dimensión comunicativa se refiere a esta habilidad única de los seres humanos para crear sistemas
de signos y símbolos, más o menos complejos, que les permiten interactuar con otros. El lenguaje
es la herramienta que utilizamos para compartir nuestras ideas, opiniones y experiencias sin
necesidad de representarlas físicamente. Basta con que el interlocutor conozca el mismo código
que estamos empleando para que se produzca un intercambio de información. De manera
asombrosa, el lenguaje no solo nos permite compartir conocimiento, sino que también tiene el
poder de modificar la realidad. Emitir una orden, invitar a la reflexión o explicar cómo realizar una
tarea son actos comunicativos que, a su vez, se traducen en acciones que alteran el entorno y las
acciones de quienes nos rodean.

Espiritual o trascendente

A pesar de que el término "espiritual" pueda sugerir connotaciones religiosas, en realidad, abarca
un espectro más amplio que incluye reflexiones filosóficas, como la búsqueda del sentido de
nuestra propia existencia. Los seres humanos, dotados de una inteligencia altamente desarrollada,
anhelamos comprender aspectos que trascienden lo puramente físico, aspirando a alcanzar niveles
de conocimiento más profundos. Nos encontramos con fenómenos que escapan a las
explicaciones proporcionadas por las leyes físicas, lo que a menudo se convierte en un enigma
intrigante y, paradójicamente, aún más fascinante. Como evidencia de este anhelo, a lo largo de la
historia, los seres humanos han creado religiones y supersticiones con la finalidad de atribuir
significados, aunque en ocasiones fantásticos e irracionales, a lo desconocido. La concepción de
un ser supremo, la creencia en espíritus, fantasmas y la idea de la reencarnación son solo algunos
ejemplos de cómo los seres humanos han buscado dar sentido a aquello que no pueden percibir ni
comprender plenamente desde una perspectiva física.

Estética

La belleza, siendo una noción abstracta y subjetiva, ha adquirido una significativa relevancia a lo
largo de la historia de la humanidad. La cultura no solo ha sido instrumental en la creación de
bienes que satisfacen las necesidades esenciales de los seres humanos, sino que también ha
servido como plataforma para la creación artística, destinada a ser admirada. La apreciación de
algo hermoso tiene el poder de evocar una amplia gama de emociones y sensaciones que
enriquecen la experiencia humana. La dimensión estética se manifiesta no solo en todas las
culturas del mundo, sino que también cada individuo posee su propia percepción de la belleza.
Incluso aquellas personas que afirman no tener habilidades en las artes han experimentado en
algún momento de sus vidas la creación artística, demostrando así la universalidad de esta
dimensión en la expresión humana.

Ético Moral

Las personas necesitamos saber cómo comportarnos para evitar un mundo de incertidumbre y
anarquía, lo que inevitablemente conduciría al caos y a la supremacía de la ley del más fuerte. La
dimensión ética se refiere a la capacidad de los seres humanos para discernir lo que es más
apropiado, ya sea a través de criterios personales o de acuerdo con las normas sociales. Los seres
humanos deben esforzarse por actuar de manera que promueva el bienestar general. Reconocer
que los demás tienen derechos similares a los nuestros, comprender que la libertad de uno no
debe poner en peligro la de otro y entender que es esencial regular nuestras acciones para vivir en
paz y armonía son aspectos clave dentro de esta dimensión ética.

BIOBLIOBGRAFIA

Hernández, D. (2015). Educación: una visión desde las dimensiones del ser humano y la
vida. Acta Académica, 57.
Martínez, M. (2009) Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral. Polis, Revista
de la Universidad Bolivariana.

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