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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE INGENIERIA DE PRODUCCION Y SERVICIOS


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA MECANICA

CURSO: REALIDAD NACIONAL

DOCENTE: YAÑEZ FERNANDEZ, TERESA EDITH


TEMA: “GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA”
PRESENTADO POR:
- Murguia Sisa Franco Murguia

AREQUIPA – 2023
INTRODUCCION

En la sociedad contemporánea, la gobernabilidad se ha convertido en un tema de vital


importancia que abarca diversos aspectos de nuestra vida en sociedad. La forma en que se
gobierna un país o una comunidad tiene un impacto directo en la estabilidad política, la
calidad de vida de los ciudadanos y el desarrollo económico y social. Es por eso que resulta
fundamental comprender y analizar el concepto de gobernabilidad en su amplitud y
complejidad.

Antonio Camou, en su definición amplia de gobernabilidad, destaca su carácter


multidimensional y relacional. Para él, la gobernabilidad no se limita a la capacidad de un
gobierno para mantener el orden y la estabilidad, sino que implica un estado de equilibrio
dinámico entre las demandas societales y la capacidad del sistema político para responder a
ellas de manera legítima y eficaz. En otras palabras, la gobernabilidad se trata de encontrar un
punto de equilibrio entre las necesidades y expectativas de la sociedad y la capacidad de los
actores políticos para satisfacerlas.

En este artículo, exploraremos la importancia de la gobernabilidad en la sociedad actual y


cómo afecta a diferentes aspectos de nuestra vida. Analizaremos cómo la gobernabilidad
influye en la estabilidad política de un país, en la toma de decisiones y en la implementación
de políticas públicas. También examinaremos cómo la gobernabilidad puede impactar en la
legitimidad de un gobierno y en la confianza de los ciudadanos en las instituciones políticas.

Además, abordaremos la relación entre gobernabilidad y desarrollo económico y social. Un


entorno de gobernabilidad sólida y estable es fundamental para atraer inversiones, fomentar
el crecimiento económico y garantizar una distribución equitativa de los recursos. Asimismo,
exploraremos cómo la gobernabilidad puede influir en la calidad de vida de los ciudadanos, en
la protección de los derechos humanos y en la promoción de la igualdad de oportunidades.

A lo largo del artículo, examinaremos diferentes perspectivas y enfoques sobre la


gobernabilidad, incluyendo las contribuciones de otros estudiosos como Joan Prats y Michel
Coppedge. También reflexionaremos sobre los desafíos y obstáculos que pueden surgir en la
búsqueda de una gobernabilidad efectiva y cómo se pueden superar.

La gobernabilidad juega un papel crucial en la sociedad contemporánea. Comprender su


importancia y analizar sus diferentes dimensiones nos permite reflexionar sobre cómo
mejorar la calidad de nuestros sistemas políticos y promover sociedades más justas, estables y
prósperas. A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle estos aspectos y esperamos
generar una reflexión enriquecedora sobre el tema.

DESARROLLO

En efecto, Antonio Camou sostiene que es esencial superar la visión dicotómica de


gobernabilidad versus ingobernabilidad para comprender mejor la complejidad de este
concepto. En lugar de considerar únicamente dos extremos opuestos, Camou propone
analizar los diferentes grados y niveles de gobernabilidad que existen en una sociedad.
Para ello, es necesario tener en cuenta una serie de factores que influyen en la
gobernabilidad. En primer lugar, la cultura política desempeña un papel fundamental. La
cultura política se refiere a las actitudes, valores y creencias compartidas por los miembros de
una sociedad en relación con el sistema político. Estas creencias culturales pueden influir en la
forma en que los ciudadanos participan en la política, cómo perciben a sus líderes y cómo se
relacionan con las instituciones políticas.

Además, las reglas e instituciones del juego político son otro elemento crucial para la
gobernabilidad. Estas reglas establecen los límites y procedimientos que rigen la participación
política, la toma de decisiones y la resolución de conflictos. Un sistema político con reglas
claras y transparentes puede generar confianza y legitimidad en las instituciones, lo que a su
vez fortalece la gobernabilidad.

Asimismo, el papel del Estado y sus políticas públicas estratégicas es fundamental para
garantizar una gobernabilidad efectiva. El Estado tiene la responsabilidad de promover el
bienestar y el desarrollo de la sociedad a través de la implementación de políticas públicas que
aborden las necesidades y demandas de los ciudadanos. Estas políticas deben ser diseñadas
de manera estratégica, teniendo en cuenta los recursos disponibles y los objetivos a largo
plazo.

Superar la dicotomía de gobernabilidad versus ingobernabilidad implica reconocer que la


gobernabilidad es un concepto complejo que abarca diferentes grados y niveles. Para
comprenderla adecuadamente, es necesario considerar la cultura política, las reglas e
instituciones del juego político y el papel del Estado y sus políticas públicas estratégicas. Al
hacerlo, podemos analizar con mayor precisión cómo se establece y mantiene el equilibrio
dinámico entre las demandas societales y la capacidad del sistema político para responder de
manera legítima y eficaz.

En efecto, la participación de las élites dirigentes es un factor crucial en la gobernabilidad de


una sociedad. Las élites dirigentes son los actores estratégicos que tienen influencia y poder
en la toma de decisiones políticas y en la configuración de las políticas públicas. Su
participación es necesaria para establecer acuerdos y compromisos que permitan mantener
un equilibrio dinámico en el sistema político.

Sin embargo, la mera presencia de élites dirigentes no garantiza automáticamente una


gobernabilidad efectiva. Es fundamental que estas élites sean capaces de responder a las
demandas societales de manera legítima y eficaz. Esto implica que las élites deben estar
comprometidas con el bienestar y el desarrollo de la sociedad en su conjunto, y no solo con
sus propios intereses o los de su grupo de referencia.

Además, las élites dirigentes deben ser capaces de establecer acuerdos y compromisos que
permitan la resolución de conflictos y la toma de decisiones consensuadas. Esto implica la
capacidad de negociar, escuchar diferentes perspectivas y encontrar soluciones que sean
aceptables para todas las partes involucradas. La habilidad de las élites dirigentes para
fomentar el diálogo y la cooperación es esencial para mantener la estabilidad y la
gobernabilidad en una sociedad.
Asimismo, la legitimidad de las élites dirigentes es un factor crucial en la gobernabilidad. Los
ciudadanos deben percibir a estas élites como legítimas y confiables, lo que implica que sean
elegidas de manera transparente y que actúen de acuerdo con los principios democráticos y
los valores fundamentales de la sociedad. La falta de legitimidad de las élites dirigentes puede
generar desconfianza y descontento en la población, lo que puede socavar la gobernabilidad y
dar lugar a tensiones sociales.

Si bien la participación de las élites dirigentes es considerada como una condición necesaria
para lograr adecuados niveles de gobernabilidad, no es suficiente por sí sola. Estas élites
deben ser capaces de responder a las demandas societales de manera legítima y eficaz,
estableciendo acuerdos y compromisos que permitan mantener un equilibrio dinámico en el
sistema político. Además, es fundamental que las élites dirigentes sean percibidas como
legítimas y confiables por parte de la población.

La distinción entre gobernabilidad y gobernanza es muy importante. La gobernabilidad se


centra en cómo se gobierna un país y en la estabilidad política, es decir, la capacidad de un
gobierno para gobernar eficazmente y mantener la paz y el orden. Por otro lado, la
gobernanza se refiere a la forma en que se lleva a cabo el proceso de gobernar, tanto por
parte del gobierno como de otros actores, como la sociedad civil y el sector privado.

En los últimos años, ha habido un creciente interés en la gobernanza, ya que se reconoce que
la gobernabilidad por sí sola no es suficiente para abordar los desafíos complejos que
enfrentan las sociedades modernas. La gobernanza se enfoca en la participación de múltiples
actores en la toma de decisiones, la transparencia, la rendición de cuentas y la colaboración
entre diferentes sectores de la sociedad.

Este enfoque de gobernanza busca promover una mayor inclusión y participación ciudadana
en la toma de decisiones, así como una mayor responsabilidad por parte de los gobiernos y
otros actores. Se reconoce que la gobernanza efectiva requiere una colaboración y
coordinación efectivas entre diferentes partes interesadas para abordar los problemas
complejos y lograr resultados sostenibles.

La gobernabilidad se centra en la estabilidad política y en cómo se gobierna un país, mientras


que la gobernanza se refiere a la forma en que se lleva a cabo el proceso de gobernar e
involucra a múltiples actores en la toma de decisiones. La gobernanza busca promover la
participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas para abordar los desafíos
complejos de nuestras sociedades.

Según Joan Prats, la gobernabilidad se refiere a un atributo de las sociedades que se han
estructurado sociopolíticamente de manera que todos los actores estratégicos se
interrelacionan para tomar decisiones y resolver conflictos conforme a un sistema de reglas y
procedimientos. Por otro lado, Michel Coppedge define la gobernabilidad como el grado en
que las relaciones entre los actores estratégicos obedecen a fórmulas estables y mutuamente
aceptadas.

La perspectiva de Prats destaca la importancia de la estructura sociopolítica y las reglas en la


gobernabilidad, mientras que la definición de Coppedge resalta la estabilidad y el consenso en
las relaciones entre los actores estratégicos.
En los últimos años, ha habido un mayor enfoque en la gobernanza, que implica la
participación de múltiples actores en la toma de decisiones y la colaboración entre diferentes
sectores de la sociedad. La gobernanza busca promover la transparencia, la rendición de
cuentas y la inclusión ciudadana en el proceso de gobernar.

Los modelos de gobernabilidad se refieren a cómo se estructuran las sociedades y cómo se


toman decisiones y resuelven conflictos, mientras que la gobernanza se enfoca en cómo se
lleva a cabo el proceso de gobernar e involucra a múltiples actores y la colaboración entre
ellos.

CONCLUSIONES

La gobernabilidad es un aspecto fundamental en la sociedad contemporánea, ya que permite


mantener un equilibrio dinámico entre las demandas societales y la capacidad del sistema
político para responder de manera legítima y eficaz. La importancia de la gobernabilidad
radica en su capacidad para garantizar la estabilidad política, la toma de decisiones efectiva y
la resolución de conflictos de manera pacífica.

La gobernabilidad se basa en la interrelación de todos los actores estratégicos de la sociedad,


quienes participan en la toma de decisiones y en la resolución de conflictos de acuerdo con un
sistema de reglas y procedimientos establecidos. Esto implica que tanto el gobierno como
otros actores relevantes deben colaborar y trabajar juntos para garantizar un funcionamiento
adecuado del sistema político.

Por otro lado, la transparencia y la rendición de cuentas son elementos clave en la


gobernabilidad. La transparencia implica que los ciudadanos tienen acceso a la información
sobre las acciones y decisiones del gobierno, lo que contribuye a la confianza y la legitimidad
del sistema político. La rendición de cuentas implica que los actores políticos son responsables
de sus acciones y deben dar cuenta de ellas ante la sociedad.

En este sentido, la gobernabilidad democrática se basa en la participación ciudadana, la


transparencia, la rendición de cuentas y el respeto por el Estado de derecho. Estos elementos
son fundamentales para garantizar un gobierno legítimo y efectivo, así como para promover la
confianza de los ciudadanos en las instituciones políticas.

En conclusión, la gobernabilidad es esencial para el buen funcionamiento de una sociedad


contemporánea. Permite mantener un equilibrio entre las demandas de la sociedad y la
capacidad del sistema político para responder de manera efectiva. La transparencia, la
rendición de cuentas y la participación ciudadana son elementos clave en la gobernabilidad
democrática. Es importante seguir investigando y debatiendo sobre la gobernabilidad para
garantizar el desarrollo y el bienestar de nuestras sociedades.
Bibliografía
Arciniegas Romero, F. (2017). Gobernabilidad, gobernanza y su relacion con la administración.
academia.edu.

Benavente Urbina, A., & Alvarez Aravena, A. (1991). Buchanan el enfoque individualista del
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Gerardo, A. (2023). Gobernabilidad y gobernanza. Enfoques en tensión. Estudios Políticos.

Lópes Leyva, M. A. (abr./jun. de 2013). Gobernabilidad y gobernanza en los albores del siglo XXI y
reflexiones sobre el México contemporáneo . Mex. Sociol.

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