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EBAU: Larga 3 Siglo XIX Mario Sánchez Reyes

martes, 26 de diciembre de 2023

El Carlismo y las Guerras Carlistas

El carlismo surge en la crisis sucesoria al trono de la monarquía hispánica, en la que


se da una división política en absolutistas moderados, partidarios de Fernando VII,
y absolutistas intransigentes, partidarios de Don Carlos. En 1830, Fernando VII,
mediante la Pragmática sanción, deroga la Ley Sálica, permitiendo así reinar a las
mujeres para que su hija, futura Isabel II, nacida en octubre del mismo año, pudiera
acceder al trono cuando este abdicara, puesto que no tuvo hijos varones. En 1832
el gobierno, con Cea Bermúdez a la cabeza, amnistía a los liberales moderados en
busca de apoyos para la Reina Regente, pues Fernando VII moriría en 1833.

Las guerras carlistas fueron con ictos civiles con un gran contenido social en los
que se diferencias principalmente dos bandos.
En primer lugar, el bando carlista o absolutista, formado por los realistas puros
rmantes del Mani esto de los Persas donde se de ende la monarquía absoluta, la
legitimidad de la Iglesia y la correlación de ambas mediante “el trono y el altar”. Los
objetivos ideológicos de este bando fueron la defensa de los fueros de País Vasco,
Navarra, Cataluña, Valencia y Aragón frente al centralismo liberal, y la legitimidad de
la sucesión de Don Carlos a Fernando VII en el trono, apoyados por una parte de la
nobleza, el sector ultraconservador de los cargos públicos, el bajo clero, el
campesinado y el artesanado, que defendía la existencia de los talleres frente a las
industrias, además de las zonas rurales del norte peninsular. También recibió
simpatías de los imperios ruso y austriaco y de Prusia.
En segundo lugar, el bando cristino o liberal, formado por los sectores moderados y
reformistas del absolutismo y las tendencias liberales, a los que se unieron los altos
cargos del ejército, la administración y el clero; la burguesía, el campesinado del sur
de la península y los obreros. Este bando también fue apoyado militarmente desde
fuera de la monarquía por Francia, Inglaterra y Portugal.

En la 1ª Guerra Carlista (1833-1839), pese a la superioridad liberal, la guerra se


prolongó por las di cultades de nanciación del propio bando liberal y la e cacia de
la organización de Zumalacárregui en el bando carlista. Finalmente, en 1839 se
rma el Convenio de Vergara por el cual Espartero y Maroto consiguen la rendición
carlista a cambio de respetar los fueros de Navarra y País Vasco, permaneciendo el
carlismo como oposición a la monarquía liberal que llevó a cabo el bando cristino.

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EBAU: Larga 3 Siglo XIX Mario Sánchez Reyes
En la 2ª Guerra Carlista (1846-1849), se dio la Guerra dels Matiners desarrollada en
Cataluña, Aragón y Valencia con el general Cabrera al mando del bando carlista,
que tuvo que replegarse hacia Francia dada su gran inferioridad. Durante esta
guerra se buscó matrimonio a Isabel II.

La 3ª Guerra Carlista (1872-1876) se desarrolló principalmente en País Vasco y


Navarra, y posteriormente en Cataluña tras la llegada al trono de Amadeo de
Saboya frente a Carlos VII, autoproclamado rey sin éxito. Amadeo presentó su
abdicación en 1873 y la misma noche se proclamó la I República durante la que el
bando carlista trató de formar un estado alternativo en la ciudad navarra de Estella,
que fue reprimido por el general Serrano y terminó cayendo tras la restauración de
la monarquía en 1874 de la mano de Alfonso XII y la huida de Carlos a Francia.

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