Está en la página 1de 13

1

LA PRIMERA FILOSOFÍA MODERNA:


FILOSOFÍA RENACENTISTA

I. ANTECEDENTES: JACOB BURCKHARDT

Se empleó por primera vez la palabra “rinascita” como instrumento lingüístico para
diferenciar dos períodos históricos caracterizados fundamentalmente del siguiente
modo:

- La Edad Media, larga era decadente y bárbara, que se alzó sobre las ruinas de la
civilización romana.
- Y frente a esa época oscura, Italia produjo una “rinascita” de la civilización, gracias
al rescate y traducción de las obras originales del mundo clásico.

Vasari, el primero que lo manifestó, seguía la línea de autocomprensión propia del


Humanismo desde sus inicios. Pero será Jacob Burckhardt , en 1860 donde en su obra
“La cultura del Renacimiento en Italia”, como el primer texto moderno en donde se
trazaron unas líneas de comprensión sobre qué fue el Renacimiento que perduran hasta
la actualidad.

La principal característica que le atribuyó al Renacimiento fue su talante individualista,


frente al comunitario, estamental y reglado de la Edad Media, en donde el individuo
como tal no existiría. De este modo, en su obra ofrece una imagen de individualidades (el
tirano, el humanista, el pintor, el retórico…) que se expresan en diferentes esferas de
acción, pero siempre dentro del mundo italiano (el Renacimiento fue un movimiento
específicamente italiano, según él), frente al resto de Europa.

Pero la efectiva emergencia de individuos seguros de sí mismos, con voluntad de


diferencia no sirve como norma genérica para establecer qué es la Filosofía del
Renacimiento. No deja de ser fundamental conocer el significado que le dio como uno de
los momentos fundacionales de la modernidad, como un tiempo con un estatuto único y
autónomo. Pero también debemos reflexionar para establecer una adecuada relación

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


con el texto como antecedente de legitimación de la existencia de una Filosofía
renacentista.

Junto al individualismo el segundo pilar fue el regreso activo de los humanistas en su


vocación de recuperar el Mundo Antiguo, reconfigurando el espíritu clásico donde
hallaban las formas de una vida nueva rompiendo con el despreciable pasado.

Para Burckhardt el tránsito se produce de manera radical, una reacción total al pasado
inmediato. También interpreta de manera radical l dicotomía Italia/resto de Europa
(gracias al “genio itálico”). Los italianos vislumbraron, descubrieron y ejercieron el
sentido individual del sujeto.

Frente al sublime italiano, contrapone al atrasado y perverso español, artífice de la


neutralización del Renacimiento. Si no hubiera sido por la Contrarreforma española, Italia
habría logrado los mismos objetivos que la Reforma luterana.

Por tanto, según B, las principales características del Renacimiento (italiano) fueron:

 Individualismo
 Mundo antiguo redivivo
 laicismo
 Igualdad social
 espíritu nacional (nacionalismo)

Elaboró una imagen muy viva y atractiva de la cultura renacentista que aún perdura, pero
no tematizó expresamente la cuestión de una filosofía peculiar del Renacimiento. Hay
posiciones que niegan su existencia.

II. NEGACIÓN DE LA EXISTENCIA DE LA FILOSOFÍA RENCENTISTA

Durante el siglo XX se desarrollan dos posiciones opuestas acerca del carácter filosófico
del Humanismo. Paul Oskar Kriteller, representante de la corriente que lo niega, frente a
Eugenio Garin, quien defiende el estatuto específicamente filosófico de los humanistas,
auténticos creadores de la primera filosofía moderna.

Kristeller restringe el concepto humanismo justo a lo que los actores de la época lo


aplicaban: estudios de gramática, historia, retórica, poesía, moral. Se excluye la filosofía
porque los humanistas no aportaron nada digno de tal nombre a la historia del
pensamiento, ni pueden ser considerados como fuente del pensamiento moderno.; lo
describe como un programa cultural y pedagógico. Pero no niega la existencia de la
producción filosófica del Renacimiento, sin duda la hubo, sólo que los humanistas no
representaron la suma total de a renovación renacentista, sólo su parte literaria,

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


curiosamente una parte que ignoraba como disciplinas propias la Lógica y la Metafísica.
Para K, el Humanismo sólo fue una parte del Renacimiento, pero nunca una parte
filosófica.

Lo que diferencia al Renacimiento de la Edad Media y de la Modernidad es la centralidad


que adquieren los estudios clásicos. Redujo al Humanismo a una fase de la “tradición”
retórica de la cultura occidental, lo que restringe el concepto de humanismo, pero
también la Filosofía. LA cuestión es si el Humanismo definió todo el período del
Renacimiento y, por tanto, también constituyó la esencia de su filosofía, o sólo fue un
elemento más entre otros de los que se produjeron en el Renacimiento. Consideramos
que fue lo suficientemente importante y extenso para considerarlo clave en todo el
Renacimiento incluida su filosofía.

Kristeller defiende que fue todo aquello*, y también filosofía moral, pero nunca filosofía
metafísica o lógica, ni ninguna disciplina fuera de los studia humanitatis, y remonta a los
sofistas esta tradición humanista, al margen de la verdadera filosofía, negando con ello el
estatuto filosófico a las humanidades, del mismo modo que lo hiciera Platón con la
sofística. Filosofía y retórica son enemigas seculares, del mismo modo cuando los
humanistas se alzaron como enemigos de la filosofía de su tiempo, que no era otra que la
escolástica aristotélica.

Considera que los tratados humanistas revelan un pensamiento ecléctico de migajas de


conocimiento. Reconoce, no obstante, que hubo grandes filósofos en el Renacimiento
con gran formación humanista, como Cusa, Ficino y Pico, pero a su juicio, su altura
filosófica no procedía de su formación humanista, o no sólo de ella, y sería un error
considerar que representaran una filosofía humanista. En un fragmento lo resume: “…no
he logrado descubrir en la literatura humanista ninguna doctrina filosófica general, a no ser
la creencia en el valor del hombre y de las humanidades y en la renovación de la sabiduría
antigua”

Lo que hicieron los humanistas fue el descubrimiento y traducción directa de obras


latinas y griegas desconocidas, pero esto no los convierte en filósofos, únicamente
ofrecieron un marco retórico y unos materiales a los que la filosofía del renacimiento no
fue inmune y de los cuales se benefició, construyendo la identidad del período,
permitiendo el renacimiento de la mejor Antigüedad frente a la escolástica. Fue una
contribución cultural, no filosófica, Las numerosas filosofías renacentistas tienen sus
fuentes y están en deuda con la Edad Media, no con el Humanismo.

III. DEFENSA DE LA LEGITIMIDAD DE LA FILOSOFÍA


RENACENTISTA

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


Eugenio Garin, recordamos, mantuvo una posición opuesta a Kristeller, para quien la
filosofía del período no participaría del espíritu innovador, único y diferente del pasado
inmediato, sino que sería una derivación dependiente de la escolástica. Si lo
genuinamente moderno y único del Renacimiento respecto a la época anterior fue el
Humanismo, no podemos desgajarlo de la filosofía.

El rechazo al carácter filosófico se hace desde una anticuada noción reduccionista de la


filosofía. Ésta so consiste en construcciones sistemáticas omniabarcadoras. Siempre ha
existido otro tipo de especulación abierta, problemática, al margen de aspiraciones
sistemáticas, pero críticas, racionales y radicales. Si había algo con lo que la filosofía
humanista quería romper era con los grandes sistemas especulativos de la filosofía
escolástica que prometían una visión completa de la realidad., estrategia teológica que
nada tenía que ver con la filosofía ironista griega, y de carácter dialógico. Por tanto, el
humanismo creó una filosofía parcial, limitada, finita, pero la filosofía clásica en buena
medida fue eso desde sus orígenes griegos.

La perspectiva filológica del humanista permitió la emergencia de una nueva filosofía,


que hizo del pasado un objeto de estudio, creación del ser humano. Objetivó y redujo a
su carácter histórico aquello que la escolástica y los grandes sistemas afirmaban como
ontología. La filosofía del renacimiento era resultado de la experiencia, finita, parcial,
frente a la filosofía en el sentido de “oráculo de la naturaleza o de Dios”

Humanismo y Renacimiento son un fenómeno unitario: el humanista quiere renacer, y el


renacimiento se hace a través de la humanitas. Ello produjo una filosofía renacentista,
fuente y cristalización del programa, que se sostenía sobre una ideología muy
determinada que afectaba a todos los órdenes de la vid. El Humanismo sintetizó el
estado de ánimo de la época.

IV. ESTATUTO HISTÓRICO DE LA FILOSOFÍA RENACENTISTA.

1. EDAD MEDIA Y RENACIMIENTO: RUPTURA, CONTINUIDAD, CONTIGÜIEDAD


Tradicionalmente la consideración del estatuto histórico del Renacimiento ha sido
determinada por su relación con la Edad Media, lo que ha producido dos perspectivas
encontradas.

 Una defendería la “tesis de la ruptura”, según la cual el Renacimiento


supuso una quiebra absoluta respecto a su pasado medieval.
 La tesis opuesta o “tesis de la continuidad”, que sostenía la continuación
de la Edad Media, a pesar de las protestas retóricas de los humanistas

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


contra la barbarie escolástica de la que no habrían sido capaces de
desprenderse.

Pero la posición más aceptada es que el Renacimiento fue una época en sí misma, que
creó una filosofía específica, propia, pero que ni implica que fuera una época desgajada y
contraria a la Edad Media; sería la “tesis de la contigüedad”. Entre ambas hubo fuertes
vínculos así como profundas rupturas.

Sin duda, el origen de la Modernidad está ya en el Renacimiento la primera modernidad.


Fue un período diferenciado, con un estatuto propio y una filosofía aneja, al que la Edad
Media ofreció elementos para su surgimiento. La filosofía renacentista no puede
subsumirse a un mero capítulo final de una Filosofía de la Edad Media, un minúsculo
peldaño donde emplazar los enormes cimientos de la Filosofía Moderna.

2. MODERNIDAD E ILUSTRACIÓN
Debemos ahora señalar su ubicación en relación a la Modernidad. En el Renacimiento
nació la primera filosofía moderna. Por tanto, la primera filosofía moderna habría sido la
filosofía humanista. El Humanismo integró en sí mismo ya una filosofía, la primera
filosofía moderna. Aquellas características ya señaladas, suscitaron pautas mentales
como la crítica, la ruptura del principio de autoridad, la independencia de criterio, el
sentido histórico, pasaron a la modernidad, que no podría haber emergido sin los
humanistas. Hay quienes pretenden encubrir el inequívoco papel de la teología católica
como verdadero poder retardador y hostil de la ciencia moderna. La dicotomía entre
humanismo y ciencia es falsa. La dicotomía real fue la que se estableció entre teología
cristiana y ciencia, de hecho, el humanismo fue una etapa decisiva en la preparación
conceptual de la ciencia moderna. El rescate de obras antiguas olvidadas o desconocidas
ayudará a la ciencia moderna.

No sólo el medievalismo radical ha negado valor a la filosofía renacentista, también el


Romanticismo, y la razón reside en que veían en este período el origen de la Ilustración.
Al menos es congruente la conexión que establecieron entre humanismo e Ilustración
como épocas interconectadas con el valor de la racionalidad frente a la barbarie.

El humanismo creó una filosofía en sí misma; en su base, una nueva visión del mundo,
que quería refutar la del pasado, atacando sus formas expresivas. Se dio cuenta de que la
forma literaria determina la posibilidad de éxito.

La filosofía renacentista se rebeló ante la pretensión de reducir todo discurso a sistema y


a una visión global del universo y autosuficiente, que en realidad llega hasta el siglo XIX,
incluso a la actualidad. Pretende una filosofía más humilde, menos pretenciosa de
ofrecer una verdad sistemática. Es en esa ´poca cuando Montaigne crea el género
ensayo..

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


La filosofía humanista desarrolla las grandes estructuras binarias que marcarán toda la
filosofía posterior, rescatadas y profundizadas durante la Ilustración. Civilización y
barbarie, la luz de la razón y el oscurantismo de la fe, la libertad del individuo y la
esclavitud de las masas, librepensadores y poderes fácticos, el amor a los antiguos y el
desprecio a los medievales, fueron los esquemas básicos sobre los que nació y se
desarrolló la Ilustración hasta la Revolución Francesa El Renacimiento aparece como un
período crucial que viene a explicar nuestro propio presente.

3. ACTUALIDAD DE LA FILOSOFÍA RENACENTISTA


El final del mundo medieval a manos del Renacimiento generó el principio de lo que Max
Weber llamó el desencantamiento del mundo. La seguridad del mundo limitado entra en
crisis. El hombre es dueño de su destino, busca nuevos sentidos, festiva angustia ante el
infinito, lo porvenir indefinible.

Uno de los elementos más definitorios es la reactualización de la virtus, cubriendo todos


los aspectos del humanismo (págs 26-27)

Según Garin la filología, la ciencia, la política, el arte, representan la esencia del


Renacimiento, no la filosofía en sentido metafísico. Quizás por eso, los filósofos fueron
los que se sintieran fascinados por la alquimia y la astrología, para compensar el final del
mundo lleno de sentido medieval, compensando un sentimiento de orfandad de la
despedida de filósofos y artistas, del ejercicio de finitud que provocó su huida al infinito
con pasión lógico-metafísica y mística.

V. CONCLUSIÓN
La Filosofía del Renacimiento tiene estatuto propio y diferenciado respecto a la Edad
Media, guardando imbricaciones y contigüedades. El programa humanista tuvo
repercusiones en la filosofía, contiene en sí ya una filosofía propia, una nueva mirada del
mundo, engendrando un discurso propio: una filosofía de la finitud, de la ironía frente al
relato escolástico que cerraba el mundo en una forma reductiva de la dialéctica. El
Humanismo creó el espíritu de la Filosofía Renacentista.

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


2

EL HUMANISMO

I. PETRARCA: EL PUNTO DE PARTIDA DEL HUMANISMO


Francesco Petrarca es considerado el primer humanista, y supone una reacción crítica
contra el presente. Sólo un retorno hacia la subjetividad lírica y hacia los cásicos podía salvar
al ser humanos de la decadencia provocada por la escolástica y el averroísmo. La filosofía
contemporánea dejaba de lado la realidad existencial del hombre (la escolástica), mientras
que el averroísmo expandía un naturalismo que despojaba de alma al ser humano
individual.

Defiende un tipo de filosofía introspectiva, y como antecedentes Sócrates y Agustín de


Hipona. Si el averroísmo y Aristóteles habían servido para conformar un pensamiento de la
exterioridad, una filosofía reducida a filosofía de la naturaleza, el humanismo petrarquista
se alzaba como un pensamiento de la subjetividad, del sí mismo, que quiere rescatar lo
humano a través del pensamiento y el arte. Encuentra en las humanidades, y especialmente
en Cicerón el mejor vehículo para iniciar una nueva filosofía con el ser humanos como
centro y como punto de partida.

No se trata de un regreso sin más a las formas agustinianas de indagar en el sujeto, es decir,
Petrarca promueve un replegarse hacia sí mismo, no para buscar la fe y al margen de la
razón, sino a través de los estudios humanísticos de los clásicos. Un conocimiento interior a
través del lenguaje, de la retórica ciceroniana, a través de las humanae litterae. Esta
necesidad del autoconocimiento tuvo repercusiones de alcance moral y político. El auto-
conocimiento socrático tiene su culminación en la vida práctica, ese saber de sí no puede
activarse sin la alabra y el diálogo, cobrando preeminencia la vida activa sobre la
contemplativa.

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


El humanismo de Petrarca pone las bases para un humanismo ciceroniano, la vida del sabio
ha de ser activa y, por tanto, política. La restauración del buen decir ciceroniano tuvo como
corolario el deseo de restauración del buen gobierno, como el recobramiento de la unidad y
engrandecimiento de Italia. Pese a que invocaba a Agustín para señalar que los hombres se
ufanan por conocer el mundo, mientras se olvidan de sí mismos, no podemos quedarnos en
la falsa idea de que quiere restaurar el pensamiento agustiniano. Aunque fuera un
apasionado defensor de la vida contemplativa sobre la vida activa, entraña una dimensión
política de primer orden.

En Sobre la vida solitaria, el poeta desarrolla el motivo de la elección existencial: cada


hombre ha de elegir entre estos dos géneros de vida: activa o contemplativa. Entre una y
otra hay cuatro tipos de virtud, siguiendo El comentario al sueño de Escipión de Macrobio:

 En el grado más bajo se encuentra la virtud política, propia de la vida activa; quien
elige vivir de este modo lo hace en bien de la felicidad pública.
 Los siguientes tres tipos de virtud se corresponden con otros tres grados de
alejamiento de la vida activa en os de la vida contemplativa:
o La virtud purificadora purga de los afectos sensitivos del mundo material y
prepara el ánimo para la filosofía
o La virtud perfeccionadora supera los restos de vida afectiva y abre al hombre
al camino de la santidad
o La virtud ejemplar abre el espíritu del solitario hacia la comunión con la idea,
que en su nivel es Dios

Al margen del cosmos neoplatónico de esta interpretación y de la defensa teórica del


camino ascendiente hacia la luz, el propio Petrarca confiesa que transcurre entre la virtud
política y la virtud filosófica, es decir, en los dos estadios supuestamente más bajos de la
escala de la virtus. Petrarca no describe la vida apartada en los términos de santidad, en
donde el ser humano se encuentra a solas con Dios.

Todos estos aspectos serán el germen del humanismo inmediatamente posterior. El carácter
lírico y existencial del humanismo petrarquista no estuvo exento de una dimensión social y
política, todo lo contrario..

De hecho dio paso a un humanismo de corte más sociopolítico en la generación siguiente de


Bruni o Alberti, cuya corriente ha sido denominada “Humanismo cívico-florentino”, por
Hans Baron.

II. EL HUMANISMO ITALIANO


1. LEONARDO BRUNI

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


Discípulo DE Coluccio Salutati, quien había recibido con entusiasmo el redescubrimiento
petrarquista de la Antigüedad clásica aumentó los valores clásicos ciceronianos de la vida
activa y de la antigua libertad republicana, fundó la primera cátedra de griego en Europa,
fundamental en la recepción de Platón con consecuencias decisivas para toda la filosofía
humanista posterior.

En Bruni se observa la transformación del programa cultural petrarquista en un programa


político. La potencialidad pública del espíritu lírico y bibliófilo de Petrarca se actualizó en un
espíritu público marcadamente político, con la intención de mostrar que la gloriosa
corriente de republicanismo ciceroniano se había mantenido viva en el republicanismo de
Florencia.

Sostenía Bruni que el buen gobierno dependía del buen decir, es decir, de la elocuencia,
considerando necesario llevar a cabo un trabajo filológico, una depuración del latín, de
manera que el decir bárbaro de la escolástica quedara arrinconado gracias a la recuperación
del buen latín de Cicerón. Su dominio del latín y del griego le facultó para realizar las
primeras traducciones directas y depuradas de las obras de Platón, Aristóteles, Jenofonte,
Plutarco…, ninguneando la traducción medieval de la obra.

Quiere reconstruir la imagen que la Edad media había propiciado acerca de la filosofía
aristotélica, que había servido para justificar el valor superior de la vida contemplativa sobre
la vida activa, ideal que contradecía la revalorización de la vida social y política que el
humanismo quería fomentar.

Bruni acusa a los teóricos medievales de haber alterado el verdadero sentido que Aristóteles
hace de la vida contemplativa en su Ética, señalando la imposibilidad de comprender a
Aristóteles sin asumir al ser humano como animal político, cuya vida se cumple dentro de la
comunidad. El sumo bien es ser virtuoso, pero depende de la efectiva realización del deber
social y público, desde el punto de vista aristotélico , el ser humano virtuoso no puede
desarrollarse al margen de la vida pública. Es desde luego una vida dedicada al cultivo
intelectual, pero no en soledad, siempre virada hacia la responsabilidad cívica. Según el
Aristóteles de Bruni, la felicidad del ser humano se cifraría en el cultivo intelectual por pate
de un ser humano comprometido con sus semejantes políticamente. Bruni revalorizará la
noción de placer como elemento fundamental de la vida buena.

Hasta el momento, la historia del poder se había explicado en base a argumentos abstractos
donde Dios tenía un papel importante,, su interpretación hace del pueblo y de sus valores
republicanos el verdadero sujeto de la historia; privilegia los elementos psicológicos de lo
político, teniendo en cuenta las relaciones internacionales de poder, sin acudir a
explicaciones abstractas. El artífice de la historia del poder no es Dios sino los pueblos
quienes construyen su destino según su virtus. Será ésta la que defina el sentido de su
sistema de gobierno, y simpre buscará la manera de imponerse.

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


Para Bruni la virtus del pueblo florentino era el amor a la libertad, fruto de circunstancias
históricas que la habían provocado.. Maquiavelo tomará buena cuenta de estas hipótesis y
recordará que el único modo de vencer a un pueblo cuya virtus se cifra en la libertad es a
través del aplastamiento del recuerdo de la libertad.

2. POGGIO BRACCIOLINI
También del entorno de Salutati, llegó a descubrir valiosos textos de la Antigüedad.

Una idea fuerte de su pensamiento, eje definitivo del Humanismo, es su noción de virtud
como mérito. Pone en tela de juicio la nobleza de sangre estamental, el hombre virtuoso es
aquel que conquista su propio destino a través de sus obras, aunque deja abierta la cuestión
sobre cuál tipo de vida es mejor, la activa del político o la contemplativa del intelectual. Esta
virtud se fundamenta en méritos intelectuales pero también públicos. El virtuoso es aquel
que hace méritos en bien de la libertad de su patria, una idea de virtud en base al mérito
individual. Debe sortear a la fortuna, caprichosa, a través de su esfuerzo y su inteligencia, lo
que lo desvincula del misticismo de la salvación, conque el cristianismo medieval dotaba de
seguridad a los seres humanos.

En Sobre la inconstancia de la fortuna ofrece los dos modelos al respecto, sin definirse por
ninguno de ellos:

-aquel que considera la fortuna como sinónimo de providencia divina


-aquella noción de fortuna como una fuerza maleable que los hombres pueden
someter para hacer de sus vidas comedias o tragedias.
Hay como una síntesis indefinida entre vida activa y contemplativa bajo la imagen del
contemplar y el imperar sobre el mundo por parte de los seres humanos.(Bacon, pág.36)
Para Bracciolini incluso la vida retirada, cuando es intelectual, no mística, tiene
consecuencias notables en el bien común. “Filósofos y hombres doctos no sólo son hombres
nobles sino nobilísimos”

Esto entroncaba con los valores cívicos públicos romanos, cada ciudadano era artífice de su
propia suerte, esfuerzo que la fortuna podía desbaratar. El precio de la liberación del
determinismo estamental y la virtud de la sangre, fue la pérdida de la seguridad personal y
la necesidad del esfuerzo por construir su propia virtud.

Maquiavelo nuevamente extraerá as consecuencias. De la conciencia de esta nueva


evidencia emerge el sustrato ironista de la mejor filosofía del Renacimiento.

3. LEÓN BATTISTA ALBERTI

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


Encarna el ideal del hombre renacentista como sabio total, abarcando innumerables
ámbitos en los que alcanza el más alto nivel técnico e intelectual.

La idea humanista de virtus adquiere en Alberti su dimensión práctica fundamental. El


elemento práctico de la virtus se sustancia en la actividad pública y social del ciudadano que
pone al servicio de los demás sus dotes, especialmente en favor de la libertad de la
república.

Arte y política se encuentran en la idea de virtus de Alberti. Del mismo modo que la libertad
política de la república se funda en el orden y proporción de sus clases de manera que
ninguna somete a las demás, todas se equilibran, el arte representa la proporción y el
equilibrio de la naturaleza.

Frente a esta idea de virtus se contraponía la tradición escolástica, a la que Alberti ataca por
sus investigaciones metafísicas que en nada aprovechan al ser humano. Para él, la filosofía,
en buena línea humanista, debía ser indagación moral y política., y ha de poner sus mejores
dotes intelectuales en disposición del bien común. Ignora la virtud cristiana como bien
abstracto, se inspira en la noción clásica de virtud como areté, virtuoso es el ciudadano que
se ejercita intelectualmente en el pensamiento, en la expresión pública del mismo a través
de la elocuencia y el actuar técnico para bien común.

Tanto la metafísica escolástica y la ideología cristiana como la visión antropológica


positivista daban una visión del ser humano cerrada por una metafísica sustitutiva. Alberti
cree que la filosofía debe ofrecer pautas de acción. Lejos del sueño de la omnipotencia
racional posterior de Descartes, la filosofía humanista de Alberti asume el elemento
absurdo, inestable de la vida, en la que la razón no siempre sale vencedora. La finitud de la
vida y el aspecto no racional de la existencia son elementos fundamentales de la
antropología albertiana. Las pasiones e intereses pueden derribar cualquier edificio político.
No se puede recomendar la retirada del ciudadano a la vida privada. El deseo de paz y
tranquilidad debe ir más allá de lo propio, es deseable mucho más para el país y la república.

4. LORENZO VALLA
a) Epicureísmo
Convierte a la filología en el método propio de la filosofía., el espíritu crítico de la filosofía
moderna comienza a través de la filología renacentista. Denuncia de lo falso y del error
mediante técnicas que permiten neutralizar los supuestos ideológicos de sus adversarios,
fundamentalmente escolásticos, a quienes acusa de basar sus argumentos en errores, como
por ejemplo, les acusa de ignorar el verdadero concepto de placer y de ahí vilipendiar la
defensa neoepicúrea de la relación entre placer y cristianismo. Un error de traducción tuvo
consecuencias conceptuales y doctrinales devastadoras para comprender la relación del
cristianismo con lo material (restablecimiento de la dignidad del cuerpo).

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


Es falso que el hedoné y su traducción por voluptas y de ahí placer, tengan en modo alguno
un matiz vergonzante, los rasgos deshonestos e inmorales le son atribuidos por la tradición
cristiana basada en los escolásticos. La palabra se refería al estado de ánimo que brota de
del alma así como el goce de los sentidos, es decir, tanto al placer moral que brota de los
buenos actos, como del placer corporal que emana del correcto disfrute de la naturaleza.
Valla lo reivindica como la consecuencia de dar el mejor cumplimiento al alma y al cuerpo.

Se trataba de revalorizar la vida natural y demostrar que el placer es consecuencia tanto de


una acción buena como de una necesidad natural bien satisfecha. Esta perspectiva fue
atacada por muchos de sus contemporáneos que veían incompatible un nuevo epicureísmo
con el cristianismo.

Valla intenta unir la tradición clásica con el cristianismo. Dada la naturaleza dualista del
hombre, reconoce dos tipos de placeres, según se refieran al cuerpo o al alma:

- los placeres naturales, se dan a través de los sentidos y generan satisfacción natural
- los placeres del espíritu, aquellos que se satisfacen a través del trabajo intelectual.
Considera un tipo de placer más alto, el que se obtiene a través del amor a Dios.

b) El poder de la filología
Los textos debían ser depurados para acceder al verdadero sentido. El tiempo sacralizaba el
pasado y también corrompía la verdad misma. Valla quiere extraer el sentido originario, la
verdad primigenia del documento. Se aleja de la hermenéutica jurídica que sometía el texto
al contexto del lector, con el fin de extraer un sentido acorde a los intereses interpretativos
del presente. El texto era considerado una realidad del pasado, que nos llegaba
distorsionado por falsas interpretaciones acumuladas en el tiempo. El filólogo debía
devolverlo a su voz original, de modo que hablara al presente sin perder su genuina voz del
pasado.

Sin la filología, la filosofía humanista no hubiera podido llevar a cabo su profunda crítica a
las falacias y prejuicios aceptados universalmente.; algo que el Renacimiento comparte con
la Ilustración.

La filología se convierte en un arma filosófico-política, como vemos a Valla derrumbar las


argumentaciones que la Iglesia había venido invocando para defender su derecho a ejercer
el poder temporal sobre todos los pueblos de la cristiandad.

III. ERASMO: EL HUMANISMO IRONISTA

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]


Erasmo quería despojar de corrupciones y falacias la vida cristiana como Valla quiso hacerlo
de los textos. A su juicio, la escolástica y el poder escolástico habían llenado el cristianismo
de ritos y costumbres alejados de la sencillez original. De ahí su lucha por una reforma
inspirada en el ideal del cristianismo primitivo de un vida sencilla, muy alejado de la lucha
por el poder y la riqueza de la Iglesia de Roma, que habían corrompido la virtud cristiana, y
la teología tuvo su responsabilidad en ello (espíritu reformista piadoso).

Creía que los embrollos dialécticos no servían para nada cuando la verdad (que es la verdad
de la fe cristiana) se obtiene a través de la vida sencilla. L a teología escolástica había
llenado la fe de pomposas definiciones de las cosas que nada tenían que ver con el mensaje
original del cristianismo. Observa en la escolástica una soberbia de la razón en su intento
por definir y reducir a concepto el misterio de la vida y la salvación.

El humanismo cristiano de Erasmo tiene como misión devolver el cristianismo a su origen, y,


de nuevo, la filología cumpliría un papel fundamental, ya que era imprescindible una
comprensión filológica de la Biblia para su depuración y acceder a la verdad además de
recuperar el buen estilo que aprendieron de los clásicos. Pero detectó en los humanistas
una suerte de corrupción del lenguaje

ESTHER RUS [Escriba aquí] [Escriba aquí] [Escriba aquí]

También podría gustarte