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COMPETITIVIDAD SISTÉMICA - NIVEL META

Intro y (qué es competitividad sistémica)

El crecimiento y desarrollo económico no se debe solamente a un “factor clave” aislado.


Todos los factores están integrados en un sistema y funcionan porque se respaldan entre sí.
Esto es conocido como competitividad sistémica, para comprender el desarrollo económico
es importante observar el sistema y no solo uno de sus componentes.

La competitividad sistémica es la interacción de cuatro niveles económicos y sociales de un


país o región determinada: el macro, meta, meso y micro, entre los cuales se presenta la
necesidad un trabajo en conjunto bajo el esquema de colaboración mutua, ya que sí se
impulsan de manera coordinada y coherente estrategias, políticas u otros esfuerzos, se
tendrá como resultado una competitividad, fortaleciendo así la economía de los países o
regiones donde se desarrolle y por ende mejorando las condiciones sociales de su
población

La existencia de un negocio exitoso (que ofrezca productos o servicios) no solo requiere del
esfuerzo individual de los empresarios u organizaciones, sino que su éxito se debe también y
con énfasis, a la capacidad de una sociedad, a través de la acción colectiva, de dar forma a
un entorno que no solo hace que todo el mecanismo del mercado funcione, sino que
también ayuda y promueve el desarrollo empresarial de manera más individualizada.

¿Por qué los actores de una sociedad tienen éxito o no en la creación de un entorno
favorable para las empresas privadas? ¿Pueden ponerse de acuerdo el gobierno y los actores
no gubernamentales respecto a una visión de hacia dónde dirigir la economía? ¿Conocen
todos los actores de la sociedad la importancia del mecanismo del mercado, coordinación u
orientación del comercio? Este nivel de análisis es llamado META. Este nivel nos lleva aún
más allá del ámbito de los factores macroeconómicos.

DEFINICIÓN DE META
Este nivel expresa la gobernabilidad y competitividad industrial. Constituido por los patrones
de organización política y económica orientados al desarrollo y por la estructura competitiva
de la economía en su conjunto.
Este nivel se refiere a los objetivos y metas que un sistema económico o una región busca
alcanzar en términos de su posición competitiva a nivel global. Implica definir estrategias y
políticas para mejorar la competitividad en todos los niveles, promoviendo la coordinación y
asignación efectiva de recursos.
COMPONENTES DEL NIVEL META
Visión estratégica: El nivel meta implica tener una visión clara y orientada al futuro sobre el
posicionamiento competitivo deseado. Esta visión abarca objetivos estratégicos a largo
plazo y se utiliza para guiar el desarrollo y la implementación de estrategias y políticas.

Innovación y capacidad de adaptación: La capacidad de innovar y adaptarse a los


cambios tecnológicos, económicos y del mercado es fundamental en el nivel meta. Esto
implica promover la investigación y el desarrollo, fomentar la creatividad y la colaboración, y
adoptar nuevas tecnologías y prácticas comerciales para mantenerse a la vanguardia.

Capital humano y educación: El nivel meta reconoce la importancia de una fuerza laboral
altamente capacitada y educada. Se enfoca en promover la educación de calidad, el
desarrollo de habilidades relevantes para la industria y la retención del talento para impulsar
la competitividad a largo plazo.

Infraestructura y logística: Una infraestructura moderna y bien desarrollada es esencial


para el nivel meta de competitividad. Esto incluye la construcción y mejora de carreteras,
puentes, puertos, aeropuertos, redes de comunicación y sistemas logísticos eficientes para
facilitar el comercio y la conectividad.

Ambiente empresarial y marco regulatorio: El nivel meta busca establecer un entorno


empresarial favorable y un marco regulatorio transparente y eficiente. Esto implica la
promoción de políticas que faciliten la creación y el crecimiento de empresas, la protección
de la propiedad intelectual, la simplificación de trámites y la reducción de barreras
burocráticas.
Colaboración público-privada: En el nivel meta, se fomenta la colaboración entre los
sectores público y privado, así como la participación de la academia y la sociedad civil. La
cooperación y la sinergia entre estos actores son fundamentales para promover la
innovación, la transferencia de conocimientos y el desarrollo de proyectos estratégicos.

Evaluación y seguimiento: El nivel meta implica la evaluación constante y el seguimiento


de los indicadores de competitividad. Esto permite medir el progreso, identificar áreas de
mejora y realizar ajustes en las estrategias y políticas implementadas.
de progreso que mantiene ese delicado equilibrio hoy, sin poner en peligro los recursos del
mañana”.

Sostenibilidad como meta

La sostenibilidad se refiere a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la


capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio
entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social.

De acuerdo con Oxfam, “de aquí nace la idea del desarrollo sostenible, como aquel modo
Así mismo, destacan que de aquí podemos extraer varios conceptos más, como la
definición de sostenibilidad ambiental, que es aquella que pone el acento en preservar la
biodiversidad sin tener que renunciar al progreso económico y social; la sostenibilidad
económica, que se encarga de que las actividades que buscan la sostenibilidad ambiental y
social sean rentables, y la sostenibilidad social, que busca la cohesión de la población y una
estabilidad de la misma.

Inclusión social y equidad como meta

Una sociedad inclusiva y equitativa es esencial para lograr una competitividad sostenible a
largo plazo.
La inclusión social se refiere a garantizar que todas las personas, independientemente de
su origen socioeconómico, género, raza o cualquier otra característica, tengan igualdad de
oportunidades y participen plenamente en el desarrollo económico y social. La equidad, por
otro lado, implica asegurarse de que se reduzcan las brechas y disparidades existentes
para lograr una distribución justa de los recursos y beneficios.

Desarrollo humano como meta

El desarrollo humano puede considerarse como un nivel meta en la competitividad


sistémica, ya que implica la creación de condiciones favorables para que las personas
puedan alcanzar su máximo potencial. En el contexto de la competitividad, el desarrollo
humano se refiere a la mejora de las capacidades y oportunidades de las personas, así
como a la promoción de su bienestar y calidad de vida.

En un enfoque sistémico de la competitividad, se reconoce que las personas son un factor


clave en el desarrollo económico y social de una sociedad. Por lo tanto, es fundamental
invertir en su desarrollo y bienestar para lograr un crecimiento sostenible y una mayor
competitividad en el largo plazo.

El desarrollo humano implica proporcionar acceso a una educación de calidad, servicios de


salud adecuados, oportunidades de empleo digno, protección social, igualdad de género y
respeto a los derechos humanos. Estas dimensiones son fundamentales para que las
personas puedan desarrollar sus habilidades, talentos y capacidades, y participar
activamente en la sociedad y en la economía. Un

Mejora continua como meta

Mejora continua: Disponer de un enfoque coherente de la globalidad de la organización,


formar a los recursos humanos en cuanto a los métodos y herramientas de mejora continua,
promocionar internamente una cultura basada en la calidad con objetivos definidos para
orientar estas acciones.

II. Algunos Referentes Teóricos que Anteceden el Enfoque de Competitividad


Sistémica
El análisis del tema de la competitividad o de las ventajas competitivas en el comercio
internacional es relativamente nuevo y responde a la necesidad de encontrar explicación a
los importantes cambios que se vienen produciendo en el desempeño de los países en el
comercio exterior y en el liderazgo de las distintas naciones industrializadas. Sin embargo,
la primera dificultad que se encuentra al intentar definir lo que es la competitividad es que
no existe un solo concepto, sino que las definiciones son muy variadas, dependiendo del
grado de agregación, del marco teórico y en especial del enfoque de medición que se
utiliza. Por ejemplo, para la teoría neoclásica, la competitividad es un problema que debe
resolver la empresa mediante una eficiente asignación de los factores de la producción que
le permita controlar un determinado nicho del mercado. A su vez, al Estado le corresponde
diseñar y aplicar una política macroeconómica que brinde señales correctas a los
empresarios. Como respuesta al enfoque anterior, han surgido otras explicaciones que
insisten en la complejidad del tema y en la necesidad de tomar en cuenta otros factores que
también influyen en el desempeño competitivo de las empresas. Así, de acuerdo con la
OECD (OECD, 1992: 243) la competitividad es estructural, al ser resultado de una serie de
condiciones relacionadas con el nivel de innovación, la organización empresarial y el marco
institucional de la economía. Pero son los neoestructuralistas (Fajnzylber, Ramos, Peres,
Esser, entre otros) los que han desarrollado un análisis mas completo de este fenómeno al
abordarlo desde una perspectiva mas amplia que tiene que ver tanto con el entorno
económico, social y político de las empresas. Además estos autores proponen un análisis
particular de los problemas de competitividad de las empresas en economías en desarrollo.
Es por estas razones que abordaremos el estudio de la competitividad siguiendo el enfoque
neoestructuralista para el que "la competitividad está asociada con la capacidad que tiene
una nación, sector productivo o empresa, de incrementar su participación en los mercados
donde compite, a partir de la creación y realización de mayor valor agregado en sus
procesos productivos, aumentando la retribución a los factores productivos y manteniendo e
incluso mejorando las condiciones del stock de capital natural existente" (Fajnzylber, 1990:
65).

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