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Capítulo 4.
4 ..................................................................................................¡Error!
¡Error! Marcador no definido.
4.7 BIBLIOGRAFÍA................................
BIBLIOGRAFÍA ................................................................
..............................................................................................
.............................................................. 313
227
4 .................................................................................................................................. 227
GRÁFICO
GRÁFICO 4.7. PORCENTAJE DE IMPORTACIONES
IMPORTACIONES INTRARREGIONALES
INTRARREGIONALES
SOBRE IMPORTACIONES TOTALES (1960-
(1960-1990) ..............................278
.............................. 278
1 Ver el estudio del periodo que hace Pérez Brignoli (1985), capítulo 3.
2 Valle, Marco A. (1992), página 24.
3 En su contribución El PARLACÉN y la integración centroamericana en Sánchez y
Delgado (1993), p. 441.
4 García Laguardia J. M. hace también una revisión de los principales intentos en La
frustrada vocación federal de la región y el proyecto del Parlamento
Centroamericano, en Federación Liberal y Centrista de América Central y el Caribe
(1988). pp. 39-112.
231
Saliendo de esta crisis que, como todas las crisis vividas por los pueblos
en todo tiempo, ha obligado a la reflexión sobre nuestra propia realidad
y el lugar que la historia nos asigna dentro del concierto internacional,
para los centroamericanos está claro que el objetivo estratégico más
importante de nuestros pueblos es rehacer su integración y unidad, a
efecto de participar en el mundo que se está conformando con los gran-
des cambios a que asistimos (...).
dose en los fallos del mercado a nivel internacional y, especialmente, en el marco del
modelo centro-periferia, Raúl Prebisch12 y la CEPAL sugerían una protección temporal
de los sectores industriales frente a la competencia de terceros países. Esta protección
tendría un carácter transitorio y se reduciría progresivamente hasta mantener un nivel
que no afectara a la expansión del comercio internacional y que permitiera corregir los
efectos negativos estructurales generados por los mecanismos de protección de los países
industrializados. Entonces, se completaría el tránsito hacia unas economías con cierto
grado de industrialización y orientadas a la exportación.
La experiencia del MCCA estuvo marcada también por la estrategia ISI, tanto
por la voluntad de los gobiernos centroamericanos como, sobre todo, por la influencia de
la CEPAL en su creación y desarrollo. Así valoraba Eduardo Lizano13 el papel de la
CEPAL:
Según este principio, definitorio del proceso junto a la integración limitada, los
países centroamericanos debían facilitar las condiciones necesarias para el correcto
desarrollo de la política industrial, aceptando la instalación de industrias en otros países
y fomentando la vinculación regional de todas ellas.
El modelo ISI ha recibido numerosas críticas desde las décadas de los cincuenta y
sesenta en los que se aplicó de forma generalizada en el mundo subdesarrollado. Más adelante,
cuando hagamos balance de su aplicación en Centroamérica, resumiremos brevemente algunas
de las principales. Pero el cuadro 4.1, que por su interés reproducimos, resume las principales
diferencias entre el modelo ISI de la CEPAL y los planes más recientes de ajuste estructural,
analizados en capítulos anteriores y fundamentados en los modelos neoliberales que se han
mostrado extremadamente críticos con las propuestas cepalinas de los años sesenta.
primario de los planes de fomento industrial en cada país dejaba un amplio margen para
sugerencias y evitaba el conflicto con intereses ya creados en torno a ellos.
19 Ver el análisis que, sobre este aspecto, realizó el reconocido autor guatemalteco
Alberto Fuentes Mohr, que ejercía el cargo de Jefe de integración económica del
Ministerio de Economía de su país en 1960, durante la firma del tratado que creaba
el MCCA. Fuentes Mohr, pp. 97-99.
241
En primer lugar, las discusiones en el seno del CCE dieron lugar a la creación de
dos instituciones todavía presentes en el entorno de la integración regional. La segunda
reunión del CCE en octubre de 1953 aprobó la creación de la Escuela Superior de Admi-
nistración Publica para América Central (ESAPAC) con funciones de docencia,
investigación y asesoramiento y con el objetivo de mejorar las administraciones públicas
en su calidad de agentes destacados del proceso de integración. La ESAPAC se
transformó en el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP) en 1967 y
mantiene actualmente esta denominación.
La reunión del CCE de mayo de 1955 aprobó, tras la respuesta favorable de las
Naciones Unidas a la solicitud centroamericana de asesoría y medios, la creación del
Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI) con la
función de unir esfuerzos en la política de I+D, en una iniciativa evidentemente
impulsada por la CEPAL.
En segundo lugar, los acuerdos en el seno del CCE tuvieron una repercusión
bilateral, fomentando la firma y puesta en vigor de acuerdos bilaterales de libre comercio.
Desde 1916 había un acuerdo de libre comercio en vigor entre El Salvador y Honduras; y
entre 1941 y 1943 existió un acuerdo entre El Salvador y Guatemala. Pero la resolución
nº 9-IV de la CEPAL dio lugar a un período que en párrafos anteriores caracterizábamos
como etapa del bilateralismo y que se da por terminado en 1958.
centroamericana.
El TGIE entró en vigor el 4 de junio de 1961 (para los países que lo habían
ratificado) y fue ratificado el 5 de mayo de 1961 por Guatemala, el 8 de mayo de 1961 por
El Salvador, el 26 de mayo de 1961 por Nicaragua, el 27 de abril de 1962 por Honduras y
el 23 de septiembre de 1963 por Costa Rica. El TGIE por el que se crea el marco jurídico
de la integración económica centroamericana está estructurado en 11 capítulos, que
contienen 33 artículos y uno transitorio, y dos anexos. El cuadro 4.2 resume la estructura
del Tratado. Aunque más adelante nos referiremos a estos aspectos, en la estructura del
Tratado se aprecia la ausencia de referencias a políticas sociales o de compensación y
cohesión regional. Igualmente destaca la ausencia de apartados dedicados al sector
agrícola regional.
los acuerdos dañaran la industria nacional sin ofrecer ventajas que compensaran los efec-
tos negativos. Era un episodio más en la tradicional desconfianza hacia la integración con
sus vecinos por parte de Costa Rica, un país con una concepción diferente del Estado y la
economía, determinada por los rasgos distintivos de su evolución histórica, como vimos en
el capítulo 3.
El Consejo Ejecutivo está formado por un funcionario titular y uno suplente por
cada país centroamericano. Tiene la función de aplicar y administrar el Tratado y de
realizar las gestiones necesarias para llevar a la práctica la unión económica de
Centroamérica. Según el artículo 22 del TGIE, el Consejo ejecutivo:
... dictará las medidas que sean necesarias a fin de asegurar el cumpli-
miento de los compromisos establecidos en este Tratado y de resolver
los problemas que se susciten con motivo de la aplicación de sus dispo-
siciones. Asimismo, podrá proponer a los gobiernos la suscripción de los
convenios multilaterales que adicionalmente se requiera para alcanzar
los fines de la integración económica de Centroamérica, inclusive una
unión aduanera entre sus miembros.
El TGIE no crea ningún otro organismo pero el Consejo Económico acordó en 1962
la creación de la Misión Conjunta de Programación que contó con la participación de
OEA, BID, CEPAL, SIECA y BCIE hasta que en 1967 fue integrada a la SIECA como su
División de Desarrollo.
La Carta constitutiva de la ODECA firmada en 1951 fue sustituida por una nueva
Carta firmada en Panamá el 12 de diciembre de 1962 pero que conserva su nombre de
Carta de San Salvador.
h) Consejo de Defensa: formado por los Ministros de Defensa o titulares del ramo
equivalente30.
31 Este arreglo, que parece obvio pero no había sido recogido en la nueva Carta de la
ODECA en 1962 y exigió un acuerdo específico, manifiesta diferencias de
planteamientos sobre las prioridades de la integración y, al mismo tiempo, pone en
evidencia una cierta rivalidad entre los Ministros de Asuntos Exteriores y de
Economía por conducir el proceso.
32 En el marco institucional de la integración europea, el Tribunal de Justicia y la
Comisión de las Comunidades europeas desarrollan una importante actividad como
órgano indiscutible en la solución de diferencias y conflictos y como representante de
los intereses regionales frente a los nacionales, respectivamente. Su eficaz
funcionamiento tiene mucho que ver con los avances del proceso de integración
europeo y con la compensación de los intereses nacionales representados por los
gobiernos de los Estados Miembros. En la comparación del modelo europeo y
centroamericano de los años sesenta destaca también la ausencia en Centroamérica
de instituciones como el Parlamento Europeo y el Comité Económico y Social que,
aunque con carácter consultivo y no obligatorio, intentan incorporar al desarrollo del
proceso al conjunto de agentes políticos y económicos de los Estados Miembros.
253
Artículo 2º: Para los fines del artículo anterior las partes contratantes
se comprometen a perfeccionar una zona centroamericana de libre co-
mercio en un plazo de cinco años y a adoptar un arancel centroameri-
cano uniforme en los términos del Convenio Centroamericano sobre
equiparación de gravámenes a la importación.
La aspiración de los firmantes del Tratado es, sin embargo, más ambiciosa y en el
artículo 21º, sobre las funciones y características del Consejo Ejecutivo, se determina que
éste realice todas las gestiones y trabajos que tengan por objeto llevar a la práctica la
unión económica de Centroamérica.
Pero la formulación de los dos primeros artículos del TGIE revela cierta confusión
en los términos al definir las etapas del proceso de integración económica. Así lo indica
Dada Hirezi33:
concepto básico de mercado común que recogíamos en el capítulo segundo de este trabajo,
no se puede afirmar que el MCCA reúna las características de un mercado común sino,
más bien, las de una unión aduanera.
del Consejo Ejecutivo en la solución de los conflictos sobre el origen de las mercancías y la
elaboración de un Reglamento al respecto que, sin embargo, no llegó a crearse en esta
etapa. De todas formas, entre 1960 y 1968 sólo se produjeron 50 casos de dudas de origen.
Como se observa, las causas de las excepcionalidad excluían del libre comercio en
El cuadro 4.4 muestra los cálculos realizados en el trabajo coordinado por W.R.
Cline y E. Delgado sobre el esfuerzo de reducción de la protección arancelaria con motivo
de la adopción del arancel común centroamericano.
a) Ponderado en función
función de las importaciones del sector
Tarifas legales
* Guatemala 53.8 28.1 27.9
* El Salvador 25.2 28.9 26.2
* Honduras 34.4 28.5 36.0
* Nicaragua 30.7 25.5 34.5
* Costa Rica 52.9 28.9 28.1
Tarifas ajustadas (a)
* Guatemala 48.8 19.5 10.4
* El Salvador 13.3 23.4 12.6
* Honduras 28.7 22.9 14.2
* Nicaragua 15.4 14.9 12.0
* Costa Rica 47.4 15.2 8.5
b) Ponderado en función
función del consumo de productos industriales
Tarifas legales
257
La evolución del arancel promedio del sector industrial según los datos del estudio
mencionado sugiere las siguientes apreciaciones sobre la unificación arancelaria en el
MCCA:
41 El acuerdo europeo para la puesta en marcha del Sistema Monetario Europeo (SME)
es de 1979, mucho después del Tratado de Roma. Las dificultades técnicas y políticas
de los acuerdos de armonización y unificación en el ámbito monetario exigen una
especial prudencia al abordarlos. La tormentosa historia del SME es un buen
ejemplo de ello.
260
DESARROLLO EQUILIBRADO
(Objetivo general)
POLÍTICA DE DESARROLLO
INDUSTRIAL
(Estrategia)
UNIÓN ADUANERA
(Instrumento)
Hay consenso entre los autores que han analizado el período al señalar la
importancia de la intervención estadounidense en este cambio de rumbo del proceso. En
el recorrido histórico de la gestación de la integración económica centroamericana que
estamos realizando en este capítulo, situábamos su intervención en 1959 al fomentar la
firma del Tratado tripartito entre El Salvador, Honduras y Guatemala, quebrando así la
línea que el proceso de integración mantenía. Según Guerra-Borges49 la forma final del
TGIE se adaptó a los planteamientos de EEUU con los que coincidían los intereses de
sectores empresariales de la región:
AÑO ACUERDO
1951 ♦Cuarto período de sesiones de la CEPAL - Resolución nº 9(IV).
♦Carta Constitutiva de la ODECA (Carta de San Salvador)
1953 ♦Creación del ICAP
♦Creación del ICAITI
1958 ♦Tratado Multilateral de libre comercio e integración económica
♦Convenio sobre régimen de industrias centroamericanas de integración
1959 ♦Convenio centroamericano sobre equiparación de gravámenes a la impor-
tación
♦Protocolo sobre preferencia arancelaria centroamericana
1960 ♦Tratado de asociación económica (Tripartito) entre Guatemala,
Honduras y El Salvador
♦Tratado General de Integración Económica Centroamericana
1961 ♦Acuerdo de la Cámara de Compensación Centroamericana
1962 ♦Adhesión de Costa Rica al TGIE
Pero pese a los primeros efectos positivos generados por los acuerdos
centroamericanos (ver cuadro 4.6), pronto empezaron a manifestarse problemas que
alteraron el funcionamiento del MCCA. Los problemas desembocaron en una crisis
abierta cuando estalló, el día 14 de julio de 1969, el conflicto militar entre Honduras y El
Salvador que es conocido como la guerra de las cien horas51. El conflicto provocó el cierre
de las fronteras de Honduras y El Salvador y supuso una ruptura del status quo del
MCCA.
51 También conocido como la guerra del fútbol aunque esta denominación causa
disgusto en ambos países por lo que tiene de trivialización del conflicto. El 8 de junio
de 1969 Honduras ganó a El Salvador el partido de ida de la eliminatoria para la
clasificación del Campeonato mundial de fútbol y los hinchas salvadoreños sufrieron
agresiones físicas y verbales. El Salvador ganó el partido de vuelta y la eliminatoria
y en la celebración fue profanada una bandera hondureña tras lo cual se desató una
campaña de amenazas y represalias contra los salvadoreños residentes en Honduras
que provocó su huida masiva a El Salvador. El 14 de julio de 1969, el ejército
salvadoreño invadió Honduras y comenzó una guerra que duraría aproximadamente
100 horas hasta la interrupción de las hostilidades el día 18 de julio.
269
Por otra parte, las condiciones que facilitaron los procesos de integración a
principios de los cincuenta habían cambiado notablemente. Si entonces hablábamos de
ausencia de conflictos entre los países, de bonanza de la economía internacional y del
vigor de los nuevos equipos técnicos incorporados al gobierno; a finales de los sesenta el
panorama cambia radicalmente y se manifiestan los siguientes fenómenos que se
señalarán como causas del declive del MCCA:
Sin embargo, como veremos, la discusión sobre los efectos del MCCA ha suscitado
y suscita una gran polémica que refuerza la polarización de los planteamientos teóricos
sobre las estrategias de desarrollo que hemos mencionado en capítulos anteriores. Para
realizar el balance del proceso será preciso detenerse en el análisis de sus efectos sobre
los intercambios comerciales en la región, sobre el desarrollo industrial y sobre el
crecimiento económico y su distribución regional y nacional. El apartado siguiente tratará
de analizar los efectos del MCCA en los aspectos mencionados para aproximarnos a un
juicio sobre su repercusión global en las economías centroamericanas, tanto desde una
perspectiva coyuntural como estructural.
1960
1965
1970
0 20 40 60 80 100 120
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: Anexo 6.
ganancias tradicionales de una unión aduanera son, sin embargo, insignificantes para
Centroamérica al lado de ganancias dinámicas como la atracción de inversión extranjera
o de ganancias estáticas no tradicionales como el ahorro de divisas; o frente a efectos de
menor repercusión cuantitativa que los citados como la mayor utilización de la mano de
obra con bajos costes de oportunidad, la explotación de las economías de escala (también
considerada estática por los autores citados) o la mejora en el bienestar derivada del
desarrollo industrial.
Los años setenta son años de expansión muy acelerada de las importaciones y las
exportaciones. Sin embargo, este crecimiento no dio lugar al fomento de la competitividad
de las empresas centroamericanas ni a la incorporación del progreso tecnológico e incluso
contribuyó a la generación de los graves desequilibrios que, alrededor del problema de la
deuda externa, justificaron la denominación de década perdida que reciben los años
ochenta en América Latina y que, como vimos en el capítulo tercero de este trabajo, se
manifestó con especial intensidad en Centroamérica.
275
7.000
6.000
5.000
millones de pesos CA
4.000
3.000
2.000
1.000
0
1960
1965
1970
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Totales Intrarregionales
Fuente: Anexo 6.
4.000
millones de pesos CA
3.000
2.000
1.000
0
1960
1965
1970
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Totales Intrarregionales
Fuente: Anexo 6.
vitalidad de la producción industrial. Según sus datos57 (ver cuadro 4.10) el 46,9% de las
importaciones totales en 1970 correspondían a materias primas y productos intermedios
para la industria, lo que suponía un fuerte incremento con respecto a los años anteriores.
57 Ver también el detallado análisis del comercio intrarregional durante los años
setenta en el trabajo de J. A. Fuentes K. (1989).
58 Rómulo Caballeros (1993), p. 3.
59 A. Guerra-Borges (1991), p. 112.
277
(18,57% en 1978 y 18,47% en 1980). Estos años marcan el período de mayor importancia
del comercio intrarregional en el comercio exterior de los países de la región. Durante los
años ochenta, el comercio intrarregional pierde importancia relativa y disminuye también
en términos absolutos hasta la mitad del volumen alcanzado en 1980. Las exportaciones
se reducen de un volumen de 1.129 millones de pesos centroamericanos (equivalentes a
dólares norteamericanos) en 1980 a 413 millones en 1986; mientras las importaciones se
reducen de 1.100 millones en 1980 a 462 millones en 1986.
40
% exportaciones intrarregionales sobre totales
35
30
25
20
15
10
0
60
65
70
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
Fuente: Anexo 6.
intrarregional
Por países la evolución de los porcentajes del comercio intrarregional es similar
aunque presenta ciertas variaciones según cada caso.
caso El Salvador ha demostrado siempre
un notable dinamismo en el aprovechamiento del mercado centroamericano. Lo
demuestran datos como los que recogíamos en el cuadro 4.4 referido a la mayor apertura
comercial relativa salvadoreña a las importaciones de productos industriales y el cuadro
4.10 referido al porcentaje de importaciones de bienes intermedios y materias primas
para la industria sobre las importaciones totales. El porcentaje de exportaciones
278
30
% importaciones intrarregionales sobre totales
25
20
15
10
0
60
65
70
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
Fuente: Anexo 6.
Con respecto a las importaciones intrarregionales (ver gráfico 4.6), destaca desde
1960 hasta ahora el porcentaje de importaciones de El Salvador, el país con mayor grado
de industrialización antes de los acuerdos de integración, que en 1980 hizo la tercera
parte de sus compras externas en los mercados centroamericanos. Lo mismo ocurrió con
Nicaragua cuyo porcentaje sufrió desde ese mismo año un brusco descenso debido al
triunfo revolucionario y al comienzo de las tensiones con los países vecinos. Ni Costa Rica
ni Guatemala han concentrado sus importaciones en los mercados vecinos excepto en los
primeros años del MCCA. Honduras muestra una reducción significativa en su
participación en el mercado regional desde 1969.
1.000
500
0
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: Anexo 6.
280
1.500
1.000
500
0
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: Anexo 6.
GRÁFICO 4.10.
4.10. EVOLUCIÓN DE LAS EXPORTACIONES
EXPORTACIONES
INTRACENTROAMERICANAS
INTRACENTROAMERICANAS 1950
1950--1990 ((precios
precios corrientes en
millones de $CA)
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Fuente: Anexo 6.
Como muestra el gráfico 4.10, Guatemala, Costa Rica y El Salvador son los
principales exportadores en el mercado intrarregional en el que Costa Rica ha desplazado
281
del segundo lugar en los últimos años a El Salvador. Las exportaciones de Nicaragua y
Honduras no superan en los ochenta los 100 millones de pesos centroamericanos en
términos corrientes.
300
250
200
150
100
50
0
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: Anexo 6.
Pero hay dos indicadores que nos permiten establecer una cierta jerarquía en el
aprovechamiento por los países centroamericanos
centroamericanos de las ventajas otorgadas por los
acuerdos regionales
regionales de integración económica:
económica: la participación relativa de cada país en el
comercio intrarregional
intrarregional y el saldo de cada país en el comercio intrarregional. Esta jerar-
quía está basada únicamente en la evolución del comercio intrarregional pero responde a
otras variables relacionadas con el potencial económico de cada país. Asimismo, coincide
con los parámetros habituales de medida de la riqueza a partir del PIB global y per cápita
y, también, con la percepción de los agentes sociales en los distintos países sobre el
reparto de los beneficios generados por el MCCA.
40
30
20
10
0
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Fuente: Anexo 6.
pasando del 35,5% de 1960 al 72% de 197560. Guatemala y Costa Rica siguen en
importancia a El Salvador por su participación relativa en las importaciones
intrarregionales.
50
40
30
20
10
0
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: Anexo 6.
Dos países, El Salvador y Costa Rica, alternan períodos con déficit comercial
intrarregional y períodos con superávit. El comercio intrarregional de Costa Rica es
eminentemente superavitario desde 1978 y El Salvador no ha recuperado los superávits
intrarregionales desde el recrudecimiento de la guerra civil a finales de los setenta. Los
datos correspondientes a la década de los noventa, a los que nos referiremos en el capítulo
siguiente, no muestran una disminución de los saldos negativos pese al final del conflicto
y la relativa recuperación de la economía salvadoreña por lo que se puede afirmar que el
déficit intrarregional podría haberse convertido en una característica estructural en la
relación comercial con la región.
INTRACENTROAMERICANOS
INTRACENTROAMERICANOS 1960-
1960-1990 (precios
(precios corrientes en
millones de $CA)
200
100
-100
-200
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: Anexo 6.
Como también mencionábamos, otros autores han realizado críticas más radicales
a la desviación del proceso de sus planteamientos originales. El salvadoreño Héctor Dada
Hirezi63 realizaba este análisis sobre la integración centroamericana de los años sesenta
y setenta centrándose en los desequilibrios generados por un MCCA basado en el libre
comercio irrestricto por la presión de determinados intereses:
único efecto del MCCA aunque cuantitativamente parece ser el más evidente. Hay otros
efectos cualitativamente muy importantes como hemos indicado anteriormente. Uno de
los más polémicos, por constituir inicialmente el objetivo prioritario del proceso de
integración, es el desarrollo industrial que pudo haber generado el MCCA.
Sin entrar, por ahora, en la valoración de los efectos negativos del modelo ISI, su
repercusión en Centroamérica estuvo condicionada por la modificación de los planes
iniciales en los tratados de integración, como explicábamos en páginas anteriores.
El trabajo coordinado por W.R. Cline y E. Delgado, cuyas medidas de los efectos
del MCCA venimos utilizando a lo largo de este capítulo, destacaba la importancia del
cambio estructural fomentado por el MCCA. Si bien, como veremos, el bienestar generado
por ese cambio estructural es reducido frente al generado por otros factores, su
constatación es un argumento a favor de la eficacia de los acuerdos de integración
regional que tenían como objetivo básico la disminución de la dependencia
centroamericana de la producción y exportación de productos primarios. En el cuadro
4.12 se pueden observar los cálculos de Cline y Delgado sobre el porcentaje de crecimiento
relativo del sector industrial que es atribuible a los acuerdos de integración. Según estos
cálculos, la existencia del MCCA contribuyó a aumentar en un 5,7% adicional la im-
portancia relativa de la industria frente a los sectores primarios. Destaca especialmente
el aumento superior a la media en El Salvador y Guatemala, y el reducido incremento de
la industria en Honduras.
Incremento
adicional de la
importancia
relativa de la 6,9 8,3 1,4 4,5 3,8 5,7
industria
debido al
MCCA
Fuente: W. R. Cline y E. Delgado (1978), p. 100.
Por otra parte, la valoración que la SIECA67 realiza sobre el éxito o fracaso de los
instrumentos de política industrial creados por los acuerdos de integración, destaca la
poca efectividad del régimen de industrias centroamericanas de integración, que sólo am-
paró a tres industrias68. Los beneficios otorgados por el régimen fueron anulados en la
práctica por la tendencia a la universalización del libre comercio en los Tratados de
integración. El sistema especial de promoción de actividades productivas, menos rígido,
ya que eliminaba, por ejemplo, el control de precios, tuvo una incidencia algo mayor (12
industrias se acogieron a él) y fomentó la instalación de plantas industriales de
producción de envases de vidrio, bombillas eléctricas, ácido sulfúrico, herramientas de
mano para la agricultura y la construcción, resinas y compuestos de cloruro de polivinilo
y alguna otra más.
Por último, la valoración de los efectos del MCCA sobre el sector industrial debe
incluir una llamada de atención a la unidimensionalidad del proceso de integración
centroamericano. Primero en su planificación, por la priorización absoluta del desarrollo
industrial frente a otros sectores y por la relativa marginación de políticas de sanidad,
educación o investigación, menos centradas en el crecimiento económico pero
imprescindibles para el desarrollo. Y segundo, porque tras imponerse las concepciones
cercanas a la universalización del libre comercio, el fomento de éste se convirtió en
protagonista casi exclusivo del proceso.
10
5
% de crecimiento
-5
1960/65 1965/70 1970/75 1975/80 1981/85 1985/89
Costa Rica El Salvador Guatemala
Honduras Nicaragua Centroamérica
Fuente: Anexo 5.
500
400
300
200
100
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969
Costa Rica El Salvador Guatemala
Honduras Nicaragua Centroamérica
Fuente: Anexo 5.
I. Beneficios
43.275 33.544 4.308 16.479 13.080 110.686
estáticos
II. Beneficios
dinámicos
Transformació 604 290 70 22 59 1.045
n estructural
Aumento de la 29.800 4.790 12.420 27.240 4.400 78.650
inversión (b)
III. Menos ajuste -13.821 -3.440 -1.471 -4.101 -2.786 -25.619
(c) doble
cuantificación
IV Beneficios
59.858 35.184 15.327 39.640 14.753 164.762
. netos
V. Porcentaje por
36,3 21,4 9,3 24,1 9 100
país
VI Ganancia
. relativa en 1,03 0,94 0,55 1,8 0,78 ---
función del %
de población
(a) Los datos de Honduras corresponden a 1968.
(b) El trabajo distingue entre dos supuestos para evaluar el efectos de la integra-
ción sobre el bienestar. O considera que el aumento de la inversión doméstica
es atribuible en un 100% a la integración o que lo es sólo en un 50% y el resto
se explica por otros factores. El cuadro recoge la segunda opción.
(c) Ajuste para deducir la doble cuantificación de los costes de oportunidad de la
mano de obra.
Fuente: W. Cline y E. Delgado (1978), p.111.
293
Para iniciar el balance de los efectos del MCCA es preciso hacer mención a
algunas valoraciones sobre la aplicación del modelo ISI en general y en América Latina
durante esos años aunque su análisis detallado sobrepasa las posibilidades de esta tesis.
El modelo de sustitución de importaciones en el que se basaba el programa de desarrollo
industrial de la CEPAL y que se extendió en todo el continente latinoamericano debido al
impulso de esta organización, tuvo una accidentada aplicación sobre la que existe abun-
dante bibliografía. José Manuel Salazar76, desde Costa Rica y analizando el pensamiento
cepalino, señalaba entre los principales defectos del modelo ISI el exceso de
proteccionismo y la limitación de progreso técnico que conlleva la limitación de
importaciones y la desviación de comercio.
Estos desequilibrios, junto a otros, están en la raíz de la crisis del MCCA a finales
de los años sesenta. Como indicábamos en páginas anteriores, el conflicto Honduras-El
Salvador, con origen también en los desequilibrios generados por la integración regional,
supuso la retirada de Honduras del marco institucional y, por tanto, la ruptura del status
quo del MCCA. Desde entonces, éste se dividió en dos submercados comunes en función
de la ruptura de relaciones comerciales y diplomáticas entre los dos países en conflicto.
Durante los años setenta, pese a este importante obstáculo y en medio de los diversos y
fallidos intentos de reestructuración que explicaremos, el MCCA siguió fomentando la
interrelación económica entre los países centroamericanos. Las tormentas de los ochenta
hicieron más difícil aún el proceso de integración que, pese a todo, no desapareció. Pese a
las conflictivas relaciones políticas entre unos países y otros, determinados órganos
siguieron reuniéndose y tomando decisiones comunes sobre aspectos como la unificación
arancelaria, aunque tanto el nivel de los acuerdos como su aplicación práctica fueron muy
reducidos en comparación con los períodos precedentes.
81 Caballeros, R. (1993), p. 6.
82 Ver Cohen y Rosenthal (1980), pp.25-26. Gert Rosenthal era en 1980 Director de la
Oficina de la CEPAL en México y como tal coordinaba de los estudios de
reestructuración del MCCA.
297
El otro eje del proceso era la industrialización que, como hemos señalado en
ocasiones anteriores en este mismo capítulo, se debía fomentar en Centroamérica
reservando el mercado regional para las industrias nacionales mediante un conjunto de
medidas de protección arancelaria y de fomento de determinadas importaciones. La
protección arancelaria que proponía la CEPAL tenía como objetivo proporcionar un
período de maduración a las empresas regionales para disminuir su dependencia de
factores y de mercados externos y para que pudieran afrontar la competencia interna-
cional con mejores garantías. El marco de maduración tenía que ser un mercado regional
de tamaño suficiente para el desarrollo de empresas competitivas. Sin embargo, el
Por otra parte, Marco Antonio Villamar86, quinto Secretario General de la SIECA
hacía una valoración muy optimista del proceso:
86 M. A. Villamar (1990), p. 437. Este autor afirmaba que los beneficios netos del
MCCA entre 1960 y 1980 alcanzaron una cifra estimada de 10 mil millones de pesos
centroamericanos tanto por rentas derivadas del tráfico comercial como de la
inversión. Ver su intervención ante la reunión de donantes para el Plan especial
para Centroamérica de la ONU en Carta informativa de la SIECA nº 333 de julio de
1989, p.30.
300
Por último, otros autores han analizado el proceso en función precisamente de los
objetivos iniciales en torno a la transformación de la estructura económica y su
incumplimiento les hace considerar el MCCA como una experiencia fracasada. Ese es, por
ejemplo, el crítico planteamiento de Rodolfo Cardenal87:
1. Hay áreas concretas en que la acción regional tuvo una gran eficacia. El caso más
evidente y exitoso es la construcción en la región de una notable red de
infraestructuras de comunicaciones y telecomunicaciones, ahora bastante
deterioradas.
Tras este primer intento de reforma se produjeron tres más en los años setenta
con la voluntad de frenar el deterioro del proceso91: las negociaciones del Modus
Operandi (1970); la Comisión Normalizadora del Mercado Común (1970); y el Comité de
alto nivel (CAN) en 1973 que dio lugar al Proyecto de Tratado de la Comunidad
Por tanto, al comienzo de 1971 los acuerdos de integración económica habían sido
vulnerados y la institucionalidad del MCCA estaba en suspenso por la ausencia de
Honduras en los órganos comunitarios lo que invalidaba las reuniones celebradas a
cuatro.
305
La situación se complicó cuando Costa Rica llevó a cabo una serie de medidas
defensivas como la modificación unilateral de los aranceles de diversos rubros y de
determinados aspectos de la política cambiaria. La actitud costarricense dio lugar a
intensas negociaciones que culminaron con el acuerdo el 22 de junio de 1971 de los
Ministros de Economía de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua de crear una
Comisión Normalizadora del Mercado Común con el objetivo de recomponer su
funcionamiento y de estudiar su reestructuración.
La Comisión, que se había reunido 13 veces desde julio de 1971, tuvo su última
reunión en agosto de 1972, cuando, tras una nueva crisis provocada por medidas
cambiarias unilaterales de Costa Rica, cesó en sus labores sin haber llegado a cumplir su
objetivo de normalizar el MCCA. Después, solamente la Reunión de Ministros de
Economía y la Reunión de Viceministros de Economía se mantenían como órganos
transitorios de la integración gracias a la participación parcial de los representantes
hondureños en ellas.
Este esfuerzo común dio lugar a un interesante documento que ya hemos citado y
que fue presentado por la SIECA93 a los Ministros de Economía en octubre de 1972: El
desarrollo integrado de Centroamérica en la presente década: bases y propuestas para el
perfeccionamiento y la reestructuración del Mercado Común Centroamericano.
95 Ver Nicolás Mariscal (1983), p. 139. Ver también la valoración que en los mismos
términos realiza Guerra-Borges (1993), pp. 72-73.
308
96 Según la descripción de las negociaciones que hace la SIECA (1985a), pp. 64-70.
97 El Anteproyecto contempla 8 miembros y exige para el quórum las ¾ partes de los
votos. Como en otros aspectos, el anteproyecto se vio modificado por la negociaciones.
N. Mariscal (1983), analiza también las diferencias entre ambos. La bibliografía
sobre el proyecto de la CESCA es muy amplia. Ver, por ejemplo, los dos tomos de la
obra de E. Lizano (1975).
98 N. Mariscal (1983), pp. 188-189, recoge testimonios en este sentido de Dante G.
(Continúa)
309
Eduardo Lizano99 resume en este párrafo las virtudes y defectos del proyecto:
Durante los años ochenta, por tanto, se mantienen los problemas institucionales y
jurídicos del proceso de integración con la participación solamente parcial de
Honduras101 en los órganos de la integración y con cierta confusión tras las medidas
integración.
102 Rosenthal (1987), pp. 14-15.
103 En el próximo capítulo haremos mención del Proceso de negociaciones y cooperación
de San José entre los países centroamericanos y la Unión Europea.
104 Los períodos de recesión económica son especialmente proclives a las actitudes
(Continúa)
311
el Convenio sobre el Régimen Arancelario y Aduanero de 1984 que entró en vigor en 1986
en cuatro países y por el que se reformaba la nomenclatura arancelaria unificada
centroamericana (NAUCA) y se sustituía por la NAUCA II. El Convenio creó también el
Consejo Arancelario y Aduanero Centroamericano que estaba formado por los ministros
responsables de los asuntos relativos a la integración económica y cuyas resoluciones
tenían la base jurídica y, por tanto, el poder vinculante del que carecían los foros creados
por el Tratado que estaban afectados por la cuestión hondureña.
4.7.
313
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