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Jacques Derrida nació el 15 de Julio de 1930 y murió el 8 de octubre de 2004.

Nación e una familia judía sefardí, al norte de África en el país de Argelia, de una clase media
acomodada. Sufrió la represión del gobierno de Vichy, que fue un gobierno títere instaurado por
los nazis durante la segunda guerra mundial, y fue expulsado de su instituto en 1942 por,
claramente, cuestiones racistas.

Mientras fue joven, Derrida, participó en varias competencias deportivas; soñó inclusive con ser
futbolista profesional. Sin embargo, por esa época descubrió autores como Albert Camus, Antonin
Artaud, Paul Valéry, Rousseau, Nietzsche y André Gide.

En 1952 ingresó a la Escuela Normal Superior Francesa E.N.S. cuyo objetivo principal, o al menos
uno de los principales, es la formación de profesores. En esta Escuela, además de descubrir a
Kiekegaard y Heidegger, conoció a Louis Althusser (un filósofo marxista considera como un
estructuralista) que fue su tutor. Se hizo amigo de éste, al punto de que Louis dijo que Derrida es
“un gigante” de la filosofía francesa.

Fue becado en Harvard, dio clases en universidades como la de Johns Hopkins, la universidad de
Yale y la Universidad de New York. En 1957 se casó con una señora llamada Marguerite
Aucouturier (una futura psicoanalista) con quien tuvo dos hijos. Unos meses después Derrida
volvió a Argelia (su país natal) como recluta para cumplir su servicio militar. En esto Jaques pidió
ser un profesor de escuela para hijos de soldados; durante dos años fue así como cumplió con su
servicio militar, siendo un soldado, pero sin uniforme.

En 1962 escribió su primera obra, “introducción a el origen de la geometría de Edmund Husserl”,


la cual es un prólogo a la traducción de algunos documentos de Husserl. En 1967 escribe tres
libros: La voz y el fenómeno (La voix et le phénomene); de la gramatología (De la Grammatologie)
y la escritura y la diferencia (L'Éscriture et la différence).

En 1983 fundó un el Colegio Internacional de Filosofía. En 1984 lo nombraron directos de estudios


en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales donde trabajo hasta el último de sus días.

CHISMES:

- Apoyo las protestas del 68


- Manifestó su oposición a la guerra de Vietnam.
- En 1981 fundó la asociación Jan Hus para ayudar a los intelectuales disidentes.
- En ese mismo año fue encarcelado en Praga tras un seminario de filosofía clandestino.
Manipularon su maleta ocultando droga en ésta. Sin embargo, fue liberado gracias a las
protestas de la primera línea… no, jaja, fue gracias a que unos intelectuales y un político
francés llamado Mitterrand que Derrida fue liberado.

LOGOCENTRISMO Y PHONÉ.

Derrida hace una reflexión sobre la escritura, sobre su alcance, sus condiciones y sobre cómo toda
una tradición la ha ignorado y casi que pasado por alto. Él mantiene que varios autores,
especialmente Saussure, Strauss y Rousseau, mantienen algo en común: el rechazo a la escritura.
¿Por qué dice esto?
Bueno, resulta que la condena de la escritura es algo que se da por el habla. Esto porque el habla
viene acompañada de varios valores que muestran la escritura como una mera cuestión de
instrumentalización o una repetición de lo ya dicho por una voz. Así pues, la ontología, la teología
clásica, el racionalismo-idealismo moderno, la fenomenología y teorías estructuralistas han
suprimido la escritura mientras priorizan el lenguaje fonético.

Ahora, según el poderosísimo Jimmy, la denuncia que aquí hace Derrida tiene raíces análogas al
reproche por el olvido del ser de Heidegger. Éste dice que la filosofía al concentrarse en el ente,
por medio de categorías y representaciones, toda la tradición filosófica ha entendido el ser como
presencia. Haidi dice que esto no debe ser así, que el sentido del ser no puede seguirse bajo
condiciones de presencia, pues, si se hace, se estaría siguiendo la misma forma de operar de la
tradición óntica-teológica.

Con lo anterior, el tesista, dice que se puede ver como se le ha dado privilegio al habla, “pues
reproduce la idea de un origen/ correspondencia dirigida al ser”. En pocas palabras, al igual que
Haidi, Derrida considera que la metafísica ha sido jerarquizante y ha reprimido la escritura al
asumir que el Logos es el origen de la verdad.

Podemos decir que el logo centrismo es una metafísica de la escritura fonética, o sea, una
escritura que depende de un habla interior que rechaza una escritura exterior y la toma nada más
como algo que repite lo primario, el logos. Ahora, comprender cómo es que el habla ha reprimido
la escritura es algo que se puede hacer por medio de los diálogos platónicos ya que en estos hay
una gran exposición de cómo la escritura es degradada a algo bastante chambón.

En el Fedro Sócrates cuestiona al escritor, diciendo que la escritura tiene un papel artificial, poco
adecuado, corrosivo, que solo repite aquello que ella no sabe sin ningún destinatario, sin punto de
llegada, maldita sea de día y maldita sea de noche; maldita cuando se acuesta y maldita cuando se
levanta la escritura. Sócrates llega a esta conclusión mientras describe a Fedro otro mito en el cual
un tal Thamus cuestiona todas las artes, viendo cuál puede ser de mayor provecho para su pueblo;
al llegar a la escritura, Theut, que le está ofreciendo las diferentes artes, le presenta la escritura
como un fármaco para la sabiduría y la memoria del pueblo egipcio. Sin embargo, Thamus dice
que la escritura sólo traería olvido a su pueblo, no cuidaría la memoria de las personas, las
corrompería pues todo lo que verían escrito vendría de algo externo y no del alma. En otras
palabras, la comunicación, la memoria y la cultura difieren de la escritura pues se pierde la
relación con el Logos puro. La escritura, en este mito, es el cadáver del habla, algo, de nuevo,
instrumental y secundario; de ahí que Sócrates vea la escritura como una corrupción de la verdad,
del pensamiento, del logos.
SEGUNDA PARTEEEEE
El problema del lenguaje: Recientemente, al menos para Derrida, alcanzó un
estatus, un nivel muy importante. A ese crecimiento respecto a la
importancia del lenguaje para nuestros tiempos él la llama “inflación del
signo”. O sea, lo que quiere decir es que hay una tendencia a entender el
signo. Antes se solía entender el signo como la copia de algo real. Por
ejemplo, si yo tengo una PC GAMER Master Race con una tarjeta 3080 TI, el
signo puede ser la tarjeta gráfica. Ahora, en vez de centrarse tanto en la
representación del objeto real, se le quiere dar más importancia al signo, sin
quitarle importancia al objeto real.
Esto porque el signo nos ayuda comprender y aprender lo que puede ser ese
objeto, no es una mera representación de “banano”. O sea, Derrida no es
que quiera quitar por completo el objeto, sino que le quiere dar más
importancia al signo. Recordando un poco lo que ya habíamos dicho la sesión
anterior, el lenguaje se veía como algo que solo representaba lo que provenía
de la Phoné, como si fuera algo exclusivamente cerrado a eso, pero Derrida
quiere demostrar que la gramática no es así de cerrada, rompe con las
fronteras puestas por el Logo-centrismo y el fono-centrismo.
Detallando un poco más este punto, Derrida dice algunas cosas curiosas
respecto a este “desbordamiento” de la escritura. Para empezar, dice que “el
juego” (esto supongo yo que se refiere al desbordamiento del lenguaje)
destruye el concepto de signo y su lógica. Esto, aparentemente, no es una
cuestión de azar, sino que justamente sucede cuando el extiende el concepto
del lenguaje. A esto Derrida lo llama “borradura”, que es, con el
“desbordamiento” un mismo fenómeno.
Esto está de alguna manera ¿Determinado? No, lo que quiere decir Derrida
es que hay alguna clase de economía de la vida que va anunciando desde
hace tiempo la muerte del libro (libro entendido como esa totalidad cerrada
del lenguaje).
Detallando un poco más el detalle, Derrida con esta tendencia a degradar la
escritura a la fonética (que igual está determinada a fracasar) la llama
“película exterior” o también lo que es el “significante del significante”. Esto
se remonta a Sussier que dice que el significado está en la cabeza, incorrupto,
estático, chimbaaa. Y que el significante es como fonéticamente hablamos de
eso. Si digo Plátano yo tengo el concepto de lo que es un plátano, conocido
también como banano, plátano, guineo maduro, guineo, cambur o gualele,
es un fruto comestible, de varios tipos de grandes plantas
herbáceas del género Musa. A estas plantas de gran porte que tienen aspecto
de arbolillo se las denomina plataneras, bananeros, bananeras, plátanos o
bananos.
El caso es que ese fonema lo distingo de cebolla, que suena diferente. Por lo
que si escribo “plátano” este significante del significante fonético “plátano”
queda por fuera del lenguaje, de nuevo, una mera copia que escribo por
fuera de lo que hablo y pienso. Por eso película exterior, es algo que sin la
phoné puede mal interpretarse y no entenderse, como el ejemplo que dijo
Cami sobre Kant. Cosas como “el concepto de libertad alterno al humano”
son cosas que suceden, desde Sussier, porque la escritura es confusa y nada
clara por sí misma, en cambio si aquella eminencia nos hubiera dicho
¿quéééé? Significaba eso, todo habría sido más claro y distinto.
Volviendo a Derrida, él se quiere alejar de esa tendencia del significante del
significante peeero no con la intención de destruirla, sino de reacomodarla o
reinterpretarla. La escritura tiene una doble operación. No solo se limitará a
replicar, sino que además puede ayudar a encontrar fallas dentro de la
misma fonética y la forma en cómo nos comunicamos. O sea, es una
reinterpretación de la escritura que muestra cómo la gran conexión, o lo tan
perfecta y geométricamente demostrado, de la phoné, en realidad tiene
ciertas fallas, ciertas malas conexiones. La escritura no es el mero dictado del
habla, se puede saber cuales son los errores del lenguaje inclusive antes de
que nosotros los pensemos, esa idea logo-céntrica de que todo es puro acá
arriba, pailas = chambón. Los errores se ven incluso antes de la phoné. Así
que nada, la tarea es comprender de una nueva manera la escritura en la
metafísica.
Es un poco como Heidegger volteado, Derrida no quiere preguntarse por el
ser para llegar después al signo, sino que quiere preguntarse primero por el
signo.
Por último, tenemos algunos otros ejemplos de cosas que escapan a
conceptos metafísicos pero que, sin embargo, no escapan a la gramática.
Derrida menciona el PRO-GRAMA OOOH cibernético. Que no trata conceptos
metafísicos como “alma, ser” entre otros, pero sí mantiene de todas maneras
una noción de escritura, una grama. Lo impactante de esto es que nunca
hubo una producción fonética en el lenguaje cibernético, esto es, según
Derrida, por una sencilla razón: La escritura fonética está limitada en el
tiempo y en el espacio.

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