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Bachillerato en ciencias
Proyecto de grado
Estudio de caso tipo descriptivo
La democracia
DEMOCRACIA: CAUSAS Y EFECTOS EN LA PARTICIPACIÒN
DEMOCRÀTICA DE LA COMUNIDAD “EL AGUACATE” E INCIDENCIA EN LO
SOCIAL Y CULTURAL.
1.1. INTRODUCCIÓN
Se puede decir que en la actualidad la democracia sugiere una forma de gobierno donde el
poder llega a ser determinado por el pueblo a través de mecanismos legítimos de
participación en la toma de decisiones políticas. En el año 2008 se aprobó la Constitución
vigente el Ecuador fue declarado como un Estado democrático, pluricultural, constitucional
y de derechos. Por lo tanto, la democracia ecuatoriana está respaldada por un texto
constitucional, el cual tiene como función principal la protección y el respeto por los
derechos.
La democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas
son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que
confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de
convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se
establecen conforme a mecanismos contractuales y para muchos, en especial aquellos en
las democracias más nuevas, es un término complejo que requiere tiempo para que se pueda
traducir en la práctica. Existen muchos documentos sobre la democracia y el deber de lo s
educadores consiste en lograr que los individuos tengan claro el significado y valor de la
democracia- para ellos mismos, para sus familias y para sus comunidades. (htt24)
1.2. ANTECEDENTES
La democracia existe para otorgarle a la gente una forma de vivir en comunidad de manera
que resulte beneficiosa para todos. A pesar de que muchas de las democracias modernas no
existían antes de la Segunda Guerra Mundial, en la mayoría de las sociedades tradicionales
existen precedentes de formas de gobierno en que los ideales en que creían la mayoría de
las personas eran los que guiaban a los gobernantes y comunidades en el proceso de toma
de decisiones y en la construcción de las reglas, al igual que en la forma en que los
miembros de la sociedad eran tratados y vivían en comunidad. (Alejandro Monsivàis
Carrillo, 2013)
El Consejo Supremo de Gobierno tomó una política represiva en contra de varias protestas
civiles. La comunidad internacional presionó al gobierno militar para que viabilice el retorno
a la democracia, con lo cual se designaron tres comisiones jurídicas: la primera con la misión
de redactar un nuevo texto constitucional, la segunda con el objetivo de plantear reformas a
la constitución de 1945, y la tercera para que reestructure el sistema de partidos. Se decretó
la Ley de Referéndum y posteriormente se creó el Tribunal Supremo del Referéndum, el cual
convocó para el 15 de enero de 1978 una «consulta popular» para que el pueblo decida entre
el nuevo texto constitucional o la reforma de la constitución de 1945. (Bàez Rene , 2018).
Los altos porcentajes de pobreza, las hirientes injusticias sociales, la abusiva presencia de
privilegios y la ausencia de igualdad en la comunidad “El Aguacate” les niega oportunidades,
particularmente para los que más las necesitan. Esto ha provocado un sentimiento de
exclusión social que ha llevado al sector que se consideren excluidos a cuestionar el sistema
democrático y a descalificar la política económica de estabilidad y crecimiento. Sentimientos
agravados en razón de los modestos resultados ofrecidos por las autoridades de paso
normalmente no se cumplen y el círculo vicioso que el país no ha logrado romper y que se
apresta a recorrer, una vez más, como consecuencia de las reformas legales aprobadas por el
Gobierno y el Congreso en materia fiscal y en el campo de la Seguridad Social.
La participación ciudadana está naturalmente ligada a la democracia por ser ésta la principal
forma de gobierno que se sustenta en el diálogo e interacción entre los ciudadanos y los
asuntos del Estado. En esta investigación se hace una revisión sobre los modelos de
democracia, conceptualización y enfoques de causas y efectos de participación de la
Comunidad “El Aguacate” que se manifiesta en cada uno de ellos, con el objetivo de
identificar y caracterizar los distintos mecanismos que permiten materializarla en la gestión
pública. La metodología utilizada fue el análisis y revisión cualitativa de la literatura
científica en la materia. Como resultado se sintetizaron aspectos sobre la discusión teórica de
la democracia y se presentó una tipología sobre niveles y mecanismos de participación
ciudadana, junto con algunos elementos para su efectividad, de tal forma que sea un aporte a
la discusión teórica y puesta en práctica de los mecanismos de participación en la gestión
pública. Se concluye, considerar elementos que permitan la óptima ejecución de dichos
mecanismos, como la existencia de metodología de trabajo, disponer de información básica,
control de expectativas, tomadores de decisión involucrados en el proceso y definición de los
alcances de la participación de la comunidad.
En la mayoría de los casos, las organizaciones que existieron fueron inducidas desde arriba
por los gobiernos autoritarios, y tenían poco arraigo popular. A lo largo del siglo XX las
organizaciones con mayor fuerza y capacidad para influir en las políticas estatales fueron las
de los grandes propietarios, que a menudo controlaban las fuerzas políticas y las instituciones
gubernamentales en sus regiones. (Ortiz Pablo, Villalba Veronica, 2002)
Su mecanismo puede definirse con mayor precisión como un modelo político que facilita
a la ciudadanía su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer
una influencia directa en las decisiones públicas. En la actualidad se manifiesta usualmente
por medio de una diversidad de procedimientos, como presupuestos participativos,
consejos vecinales o comunales o consultas populares.3 En una etapa más avanzada, el
proyecto fundamental de la democracia participativa es la creación de un mecanismo de
deliberaciones mediante el cual el pueblo, con su propia participación, esté habilitado para
manifestarse por igual con puntos de vista tanto mayoritarios como minoritarios. Sin negar
que todo sistema democrático finalmente ha de descansar en decisiones mayoritarias, los
mecanismos o instituciones de participación tienen el propósito de hacer hincapié en el
pleno respeto a las minorías, sus opiniones y su amplia manifestación a través de un
mecanismo participativo e institucionalizado. (Alberich T, 2004)
La democracia cultural se refiere a la idea de que los hombres y mujeres son entes culturales
que se deben formar de manera autónoma y libre, motivamos por sus intereses particulares
respecto a los temas culturales que hay en su interior. La democracia cultural pone énfasis
en la necesidad de dejar que sea el propio individuo quien participe de la vida cultural sin
limitaciones impuestas.
En este orden de ideas, cuando hablamos de que existe democracia cultural nos estamos
refiriendo a que claramente son los propios individuos quienes se motivan a conocer
determinados aspectos culturales, sin la necesidad de una dirección externa o imposiciones
gubernamentales o empresariales. No hacen falta planes estratégicos para que las personas
se involucren culturalmente en actividades programadas por el estado o por algún otro grupo
social que las promueva. Los incentivos para hacer que la población participe en actividades
culturales pueden ser vistos como una forma de manipulación o sesgo que discrimina ciertas
expresiones culturales para dar voz a otras. (Gombrich E, 2004)
Las relaciones sociales y culturales que se dan en este ámbito y lo que supone la
transformación de estas a través de prácticas de democracia participativa dan a notar los
métodos utilizados para la práctica de la democracia participativa en el ámbito de las políticas
públicas locales. Se define precisamente como un método para la “planificación participativa
desde la creatividad social y cultural” que puede aplicarse no solamente para iniciativas
institucionales, sino también otras de carácter instituyente promovidas por movimientos
sociales, instituciones sociales, o por colectivos de diferente tipo y nivel de organización
(escuelas, asociaciones, autogestión de espacios de uso público, etc.).
Además, el análisis y recomendaciones generales en relación a las causas y efectos, con la
finalidad de integrar las soluciones y respuestas que las prácticas de las metodologías
participativas han demostrado. Esto no supone más pretensión que aportar para el futuro
elementos de debate a lo que tiene que ser una labor colectiva de reflexión y experimentación
en torno a, por un lado, las cuestiones reflejadas en los resultados de esta investigación y, por
otro lado, en relación a las nuevas experiencias participativas que en el ámbito de las políticas
públicas locales se están dando actualmente como consecuencia de determinados cambios
culturales, sociales y tecnológicos.
Para visualizar esta situación, se analizó el porcentaje de cargos ocupados por reelección para
las dignidades de alcalde, prefecto, diputado y/o asambleísta. En la dignidad de alcalde, según
datos del CNE, del total de candidatos electos en el periodo 2000-2009, en cada uno de los
cantones del país, alrededor de 21% corresponde a alcaldes reelectos en al menos una
ocasión, y 3% del total, a alcaldes reelectos en al menos dos ocasiones. En la dignidad de
prefecto, cerca de 34% de los cargos han sido ocupados por reelección en al menos una
ocasión, y 9%, en al menos dos ocasiones. Aun considerando los argumentos a favor de la
continuidad, 34% de cargos ocupados por reelección resulta una cifra bastante alta y podría
calificarse como negativa, pues apenas 66% de prefectos se renueva, lo que limita las
posibilidades de participación de nuevos representantes, incluso del mismo movimiento
político. Para el caso de las dignidades de diputados y asambleístas provinciales y nacionales,
el 16% de escaños fueron ocupados por la misma persona en dos o más periodos electorales,
y el 2% de escaños, en tres o más periodos.
Se puede realizar el mismo análisis y de hecho resulta más interesante para observar la
«reelección cruzada», esto es el porcentaje de cargos ocupados por una misma persona en
más de una ocasión en las diferentes dignidades (alcaldes, prefectos, diputados o asambleístas
provinciales y nacionales). Esta proporción corresponde a 20% del total de los cargos,
mientras que 3% del total de cargos ha sido ocupado por una misma persona en más de dos
ocasiones. Según datos del CNE, cerca del 30% de los candidatos reelectos llega al poder
con un partido o movimiento distinto del que lo auspició en su primera elección; y, en muchos
casos, de una ideología muy diferente. Entre las dignidades objeto del análisis, la de mayor
porcentaje corresponde a alcalde, con 39%. En este ámbito de participación, dichos estudios
incluyen las formas de protesta social (manifestaciones, huelgas, levantamientos, protestas,
etc.),
Estas aproximaciones muestran que la consolidación de una democracia plena supone una
activa participación de las diversas expresiones de la ciudadanía en la vida pública, la
existencia de organizaciones sociales autónomas y el fortalecimiento de un tejido social
articulado a las instituciones de la democracia con la participación de la comunidades y en
especial comunidad “El Aguacate”. Cabe indicar que los niveles de institucionalización de
las dinámicas participativas y sus efectos concretos no son homogéneos. Sin embargo, en
este momento de consolidación democrática del Estado, la demanda y la oferta de canales
participativos propicia la reconfiguración de fuerzas sociales necesarias para contribuir al
control colectivo, institucionalizado de las condiciones y decisiones políticas que afectan su
destino común.
3.1. CONCLUSIONES
3.2. RECOMENDACIONES
4.1. REFERENCIAS
(s.f.). Obtenido de https://aceproject.org/main/espanol/ve/vec05b01.htm.