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UNIVERSIDAD NACIONAL
FEDERICO VILLARREAL
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
ESCUELA
DERECHO
AÑO
4TO - DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
ALUMNA
YENICA FRANCIS MAYORGA RAINERO
DOCENTE
ESTELA HUAMAN
LIMA – PERÚ
2019
INDICE
INTRODUCCION.......................................................................................................................2
CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA..........................................................3
1.1 Formulación del problema....................................................................................3
1.2 ¿Cómo influye la globalización en los Derechos Humanos?.......................3
1.3 Hipótesis....................................................................................................................3
1.4 Objetivos....................................................................................................................3
1.4.1 Objetivo General..............................................................................................3
1.4.2 Objetivo Específico...............................................................................................3
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO..........................................................................................4
2.1 Primera Unidad: ‘GLOBALIZACION’........................................................................4
2.1.1 Introducción............................................................................................................4
2.1.2 Definición.................................................................................................................5
2.1.3 Antecedentes..........................................................................................................7
2.1.4 Características.......................................................................................................9
2.1.5 Causas y efectos de la globalización...............................................................9
2.1.6 Ventajas de la globalización.............................................................................10
2.1.7 Desventajas de la globalización.......................................................................11
2.2 Segunda Unidad: “DERECHOS HUMANOS”........................................................12
2.2.1 Introducción..........................................................................................................12
2.2.2 Antecedentes........................................................................................................14
2.2.3 Características de los Derechos Humanos...................................................15
2.2.4 Clasificación de los Derechos Humanos.......................................................16
2.3 Tercera Unidad: LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACION EN LOS
DERECHOS HUMANOS....................................................................................................18
2.3.1 Introducción.........................................................................................................18
2.3.2 La globalización y los Derechos Humanos convertidos en
internaciones..................................................................................................................19
2.3.3 La universalidad de los Derechos Humanos................................................20
2.3.4. El efecto de la globalización económica sobre el prevalecimiento de
los Derechos Humanos................................................................................................24
CONCLUSIONES....................................................................................................................29
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................30
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INTRODUCCION
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CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.3 Hipótesis
A través del tiempo nos damos cuenta como la tecnología ha avanzado y ha
tenido cambios en la humanidad, la globalización es un tema de suma interés y
la pregunta que me plantee fue, si influye o no, la globalización en los
Derechos Humanos y la respuesta es sí.
1.4 Objetivos
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CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
2.1.1 Introducción
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económica mundial, repercusión de la misma en América Latina e integración
de nuestros países frente al fracaso del modelo neoliberal, para ello vamos a
basarnos en las experiencias y reflexiones de varios autores interesados en
este tema.
2.1.2 Definición
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fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico
la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte
y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la
masificación de las TIC y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores
colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo
terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Los
medios de comunicación clásicos, en especial la prensa escrita, pierden su
influencia social (cuarto poder) frente a la producción colaborativa de
información de la Web 2.0 (quinto poder).
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La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de
definiciones alternas o características adicionales para resaltar la inclusión de
algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto
porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos
sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo
(antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
2.1.3 Antecedentes
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Con toda esta problemática de la mano de obra y producción en Europa y
Norteamérica, el poder y la inversión de capital comenzaron a pertenecer a las
empresas más grandes.
Las pequeñas empresas no tuvieron oportunidad y creció el proteccionismo. El
liberalismo o libre comercio pasó a un segundo plano.
El proteccionismo y nacionalismo cobra vida y surge la Primera Guerra
Mundial; un tiempo después inicia la Segunda Guerra Mundial.
Ambas guerras causaron mucho sufrimiento y un gran daño a la economía.
Esto trajo como consecuencia la gran depresión del año 1929.
Años antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas —
aun no constituidas bajo ese nombre— crearon el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial, con el fin de brindarle ayuda económica a los
países afectados por ambas guerras.
2- La creación de los bloques político-económicos
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la gran mayoría de los países optó por
dividirse en dos grupos. Uno era capitalista, liderado por los Estados Unidos; el
otro bloque era comunista, liderado por la Unión Soviética.
La división fue básicamente político-ideológica, siendo el área económica la de
mayor disputa. Asimismo, estos dos bloques tenían gran poder atómico, y un
encuentro expuso a la humanidad a una guerra nuclear. Esto dio inicio a la
Guerra Fría.
Por otra parte, algunos de los pueblos de Europa comenzaron una lucha por
independizarse económicamente. Así fue como más de 100 naciones a nivel
mundial se insertaron en el comercio y la industria.
Muchos de estos países llamados independientes prefirieron mantenerse en
estado neutral entre los bloques. Allí surgió el movimiento de Países No
Alineados.
Los países de este tercer bloque mantenían relación con uno o ambos bloques,
pero siempre con una posición neutral.
Esto les era muy favorecedor, debido a que podían mantener relaciones
económicas con ambos sin ser dependientes de algún bloque.
Este movimiento basó su importancia en el desarrollo económico; para ello, los
países pusieron en práctica políticas económicas orientadas a llevar la
industrialización a sustituir las importaciones.
Durante este proceso, en 1973, se vivió una crisis protagonizada por el
petróleo. Esta crisis causo un nuevo orden en la economía, dándole origen a la
innovación tecnológica, que fue la semilla para todas las creaciones
tecnológicas de la actualidad.
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2.1.4 Características
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metas de interés común. Esto ha abierto puertas al diálogo y la
compresión de problemas ajenos al país perteneciente.
Pérdida del poder por parte de los estados emergentes: Con la
globalización un gran número de países que tenían una cantidad
elevada de poder, la han ido perdiendo por la distribución
realizada a través de los años. Dichos estados no solo han
perdido una parte de su poder anterior, sino que pierden
consecuentemente su autonomía, capacidad para decidir por sí
solos en la solución a sus problemas y soberanía. Uno de estos
ejemplos es la pérdida de la soberanía monetaria de los países
europeos en favor de la Unión Europea.
Avances tecnológicos y nacimiento de otros recursos: Con el
auge de internet y el aumento de la velocidad a la hora de
compartir la información de una manera mucho más sencilla y
fluida, se ha logrado que los avances tecnológicos estén a la
vanguardia. Los países con éxito centran el desarrollo de su
economía en la tecnología y la innovación, para diferenciarse y
generar mayores rentas que los países seguidores que basan su
desarrollo en la aplicación de tecnologías ya creadas por otros.
Supe concentración de ingresos: Una de las consecuencias
negativas más destacadas de la globalización es que genera una
concentración desproporcionada de ingresos en algunos puntos.
Dicho de otra forma, que la riqueza se encuentre en pocas
manos. Por lo que se entiende con ella que los ricos se hacen
cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Por igual,
aquellos países que son lentos a nivel tecnológico van perdiendo
poco a poco la capacidad de compra.
Segmentación presente: Con este proceso se crean definidos
límites sobre las personas, grupos sociales y actividades entre las
regiones o países. La segmentación, diferenciación y marginación
de los individuos es una posibilidad que siempre se encuentra allí.
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La globalización se ha encargado en especial de incentivar las
tecnologías de la información y la comunicación (TICS), con las cuales
es posible realizar una comunicación por medio de texto, voz o video de
modo instantáneo, donde se quiera y cuando se quiera. Así mismo, se
puede mencionar que debido a la implementación de carreteras, puertos
y aeropuertos, un individuo puede con facilidad movilizarse de una
ciudad, estado, país o continente a otro sin complicaciones.
Desarrollo de la tecnología y ciencia: La globalización ha sido la
encargada de romper las fronteras sobre las metas a alcanzar en las
áreas de ciencia y tecnología. A lo que se refiere es que se han unido
fuerzas entre los distintos países con el propósito de lograr los mejores
resultados posibles en estas áreas. La cooperación de las naciones ha
sido una de las claves para que numerosas invenciones y desarrollos
tecnológicos hayan tenido lugar.
Aumento del turismo: Y por último, si un sector se ha beneficiado
evidentemente del proceso de globalización, ese ha sido el del turismo
mundial. Gracias a esta, es posible que el turista pueda viajar a
cualquier parte del mundo con relativa facilidad. Es posible obtener
información sobre alojamientos, transporte, comida a pocos clics, así
como hacer reservas de estos servicios desde el país de origen usando
internet.
Toda la información necesaria para planificar un viaje está en internet; solo
basta con planificar y pagar. El turismo es un sector de vitalidad para muchos
países, además de una excelente fuente de ingresos porque es una actividad
económica que tiene la capacidad de dejar una enorme cantidad de divisas a
los países. Aunque también existen muchos detractores ya que muchas zonas
se han visto inundadas por turistas, encareciendo el nivel de vida de las
personas que realmente viven en estos países y ciudades.
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importante del país. En algunas ocasiones la influencia de estas
empresas extrajeras puede ser excesiva, por lo que el Estado debe
tomar medidas para cultivar un sistema económico nacional fuerte. En
donde esas influencias sean aprovechadas como ventajas, y no como
desventajas.
Pérdida de empleo: Así como la globalización puede ser un aliado del
comercio nacional, también puede ser su peor enemigo. La razón es que
es capaz tanto de generar millones de empleos como de destruirlos. Un
ejemplo es el de la deslocalización de empresas transnacionales en
aquellos países donde la regulación del Estado es más laxa con las
compañías y los salarios son más bajos. Cuando se pierden gran
cantidad de puestos de trabajo por este proceso, muchas personas
tendrán dificultades para encontrar un nuevo empleo y, por lo tanto, para
consumir y pagar impuestos; por lo que el consumo interno y por ende la
economía del país se verán negativamente afectados.
2.2.1 Introducción
Universales e inalienables
El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular
del derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se
destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se
ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones
internacionales de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos celebrada en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los
Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas políticos,
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económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos
y las libertades fundamentales.
Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos
cuatro o más, de los principales tratados de derechos humanos, reflejando así
el consentimiento de los Estados para establecer obligaciones jurídicas que se
comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una
expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos
gozan de protección universal en virtud del derecho internacional
consuetudinario a través de todas las fronteras y civilizaciones.
Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en
determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por
ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia
dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.
Interdependientes e indivisibles
Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como
el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los
derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la
seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos
al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles,
interrelacionados e interdependientes. El avance de uno facilita el avance de
los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta
negativamente a los demás.
Iguales y no discriminatorios
La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de
derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de
derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones
internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos
humanos y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista
no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente.
El principio de la no discriminación se complementa con el principio de
igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos”.
Derechos y obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los
Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho
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internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La
obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de
interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación
de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos
humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que
los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los
derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer
respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos
humanos de los demás.
2.2.2 Antecedentes
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El 26 de junio de ese año, en la carta de las Naciones Unidas será la primera
vez que aparezca el término de “derechos humanos”. En la carta fundacional
aparece 7 veces a lo largo del texto.
1948 | Declaración Universal de los Derechos Humanos
El 10 de diciembre de 1948 fue proclamado en la Asamblea de la ONU en
París este hito en la historia de los derechos humanos. Es la primera vez en la
historia que se establecen los derechos humanos fundamentales que deben
protegerse en todo el mundo.
Siglo XXI | Un largo camino por recorrer
A pesar de que todos los países se han adscrito a la Declaración Universal,
ésta no cuenta con el peso de la ley y millones de personas se ven negadas de
sus derechos más básicos. La esclavitud sigue estando presente, millones de
personas son perseguidas y discriminadas por motivos de etnia o religión y 10
millones de personas no tienen una nacionalidad, lo que les priva a su vez de
gran parte de los derechos más básicos como el de la educación, el matrimonio
o la igualdad
Los derechos humanos son universales, lo que permite que todo ser humano
sin excepción alguna tenga acceso a ellos.
Los derechos humanos son normas jurídicas que deben ser protegidas y
respetadas por los Estados. Y si los Estados no los reconocen, se les puede
exigir que lo hagan porque los derechos son innatos al individuo desde el
momento de su nacimiento.
Los derechos humanos son indivisibles. Cada uno de ellos va unido al resto de
tal modo que negarse a reconocer uno o privarnos de él, pondría en peligro el
mantenimiento del resto de derechos humanos que nos corresponde.
Los derechos humanos hacen iguales y libres a todo ser humano desde el
momento de su nacimiento.
Los derechos humanos no se pueden violar: ir contra ellos supone atacar la
dignidad humana.
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Son irrenunciables e inalienables, dado que ningún ser humano puede
renunciar a ellos ni transferirlos.
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contratos de adhesión (en los que su voluntad no es tenida en cuenta, sino que
solo firma las condiciones de quien realiza la oferta, sin darse cuenta de
algunas, colocadas en “letra chica”). Así también surgen los derechos del
consumidor. O sea, que entre estos derechos de tercera generación se
incluyen: el derecho a la paz, el derecho a la solidaridad, el derecho a un
ambiente sano, y los derechos del consumidor.
2.3.1 Introducción
Para el pensamiento jurídico, la globalización significa antes que nada que los
fenómenos económico-sociales alcanzan dimensiones mundiales. Es debido a
esto, que los diferentes problemas económico-sociales alcanzan carácter
internacional, y su resolución requiere también unión y cooperación
internacionales. En un mundo en proceso de globalización crece la necesidad
de apoyarse entre sí de los Estados, los pueblos y de las personas. El
acontecimiento y procesos que ocurren en los distintos países no se detienen
en la frontera del Estado, sino que traen consigo consecuencias que se sienten
también en otros países del mundo.
Debido a la globalización, las relaciones entre los Estados se vuelven más
intensivas y en consecuencia el Derecho internacional también se desarrolla de
manera considerable. Una consecuencia de la globalización sobre el Derecho
internacional es la "soberanía transformada": cada vez está pasando más a
primer plano la capacidad de validación de intereses a nivel internacional como
medida del grado de soberanía. Esta capacidad se puede aumentar con la
restricción voluntaria de la soberanía tradicional y con la adhesión a órganos
internacionales.
Como respuesta a los desafíos de la globalización, el círculo y el terreno de la
reglamentación del Derecho internacional ha ido ensanchándose. En las
relaciones exteriores, los Estados se interponen unidamente en cada vez más
cuestiones que antes pertenecían únicamente a los asuntos internos, como
sucede con el respeto de los derechos humanos. Además, buscan juntos las
respuestas a problemas cuya resolución queda fuera de su alcance debido a la
globalización. Nos referimos a problemas como la contaminación, el crimen
organizado que rebasa sus fronteras (como el generado por el narcotráfico) o
incluso la división de la sociedad, la lucha contra la pobreza.
La globalización abarca varios procesos de efectos contrarios. Se suele
analizar su dimensión económica como su forma de manifestación primaria.
También se suele aludir a la relación entre la globalización y los derechos
humanos desde el punto de vista de los efectos que producen los procesos
económicos internacionales en los derechos humanos. Pero además se tiene
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que mencionar sin falta el efecto que producen los derechos humanos en la
globalización, y los demás efectos de la revolución técnica e informática y no
sólo desde el punto de vista del desarrollo económico, sino desde el punto de
vista del funcionamiento de la sociedad civil.
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puede concebir como un derecho individual, es más, de que a través de un
proceso judicial se puede validar corno derecho. Si interpretamos el derecho a
un medio ambiente sano como el derecho a la conservación del ambiente,
entonces como derecho "procesal" incluye el derecho a la información sobre
las decisiones y planes que afecten al medio ambiente, además del derecho a
tomar parte en las decisiones y de tener en relación a esto el derecho a una
justicia eficaz. De esta manera, el derecho a un medio ambiente sano queda
formulado como un derecho cuyo sujeto es el individuo pero cuyo usufructuario,
cuyo beneficiario, es la comunidad, toda la humanidad. Silvio Marcus Helmont
ya escribe sobre la cuarta generación de los derechos humanos y, examinando
la relación de la
Dignidad humana y la jerarquía de los valores, formula la siguiente pregunta:
"Completa assurer le respect de la dignité humaine dans le
développement parfois arachique de notre époque? Comment réaliser une
véritable universalité dans le respect des droits fondamentals?'
En todo caso, está claro que la relación entre la globalización y los derechos
humanos no es de una sola dirección: no sólo la globalización tiene influencia
sobre los derechos humanos (en la conversión de ciertos derechos en
internacionales y en la formación de otros), sino que los derechos humanos
también tienen influencia sobre la globalización, con la conversión de los
derechos humanos en universales y la globalización de la sociedad civil
promovida por éstos.
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exigen que en las relaciones internacionales se aplique el principio clásico de la
no intervención.
La universalidad de los derechos humanos se puede interpretar de varias
maneras. Se puede establecer diferencias, por ejemplo, entre la universalidad
de la constitución de normas y la universalidad de la realización de éstas. La
constitución de normas de derechos humanos en los marcos de la ONU es
verdaderamente universal en el aspecto que todos los Estados miembros de la
ONU pueden tomar parte en la elaboración de los proyectos de acuerdos y del
texto de las normas. En cambio la aceptación de las normas tiene un círculo
mucho más reducido: mucho menos Estados los reconocen como obligatorios
para ellos, y aún se cumple menos la universalidad en la práctica, en el plano
de la ejecución. O sea: la universalidad es verdad en la constitución de normas,
pero no lo es en el prevalecimiento y en el respeto de los derechos humanos.
La universalidad de los derechos humanos en el plano ideológico significa ante
todo que estos derechos les corresponden a las personas sin importar su raza,
sexo, color de piel, convicciones religiosas o morales o de otro tipo,
procedencia, situación económica, etc., además de no importar en qué región,
país o tipo de estructura social viven. Como el concepto de los derechos
humanos se creó en las corrientes ideológicas (ante todo en la Ilustración y en
el iusnaturalismo) del Occidente del siglo XVIII, además de que la
reglamentación jurídica es también occidental, y es en los sistemas jurídicos
europeos donde se encuentra más desarrollada, los representantes de otras
civilizaciones (especialmente de los países en vías de desarrollo) han alegado
con frecuencia que estos derechos no son sino productos de la civilización
occidental e instrumentos del imperialismo cultural, que tienen como fin
imponerles los valores culturales y las concepciones político-sociales de
Occidente. Estos países profesan el relativismo cultural contra la universalidad
de los derechos humanos.
Esta tensión entre universalidad y relativismo cultural refleja que además de la
globalización están presentes en el momento actual pujantes procesos de
fragmentación en las relaciones internacionales.
Los principales representantes del relativismo cultural provienen del ámbito del
Islam y de los países asiáticos; sin que esto sea óbice para que uno de los
reflejos más singulares de esta ideología sea la actitud de rechazo de los
Estados Unidos de América frente a muchos de los acuerdos internacionales
en materia de derechos humanos. Una de las principales ideas del relativismo
cultural es que a pesar de que los derechos humanos fundamentales y las
libertades públicas son de validez universal, corresponde a la esfera de acción
de los gobiernos hacer validar estos derechos de acuerdo al sistema de valores
de cada país.
La globalización se alimenta de interdependencias y refuerza éstas. En relación
a esto es menester apuntar la interdependencia entre los derechos humanos,
en virtud de la cual ciertos derechos humanos, y las diferentes generaciones de
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éstos, se relacionan tanto entre sí que no se puede garantizar que se disfrute
de manera eficaz uno de ellos sin el otro. También es importante recordar que
en ninguna parte del mundo se pueden garantizar enteramente los derechos
humanos si en otras partes son multitudinarias las infracciones de éstos.
Allende de peligrar la paz, es suficiente pensar en las tensiones que provocan
las olas de refugiados "exportando" al país de destino las infracciones de
derechos cometidos en su país de procedencia, provocando además tensiones
sociales en el país de acogida con la presión ejercida sobre el sistema de
abastecimientos de beneficencia, con las condiciones inhumanas de los
campos de refugiados y con las cada vez más frecuentes manifestaciones de
racismo y xenofobia.
Estas correlaciones estrechas también se manifiestan en las influencias mutuas
entre las culturas. La cultura jurídica y la concepción occidental de los derechos
humanos se basa en un fuerte individualismo y tradicionalmente acentúa los
deberes frente a los derechos, mientras en las sociedades no occidentales
reciben tradicionalmente mayor importancia las obligaciones para con la
comunidad que las licencias individuales. Como consecuencia del diálogo y la
interacción entre las culturas pudiera resultar que en la concepción no
occidental se crease un nuevo complejo de obligaciones frente a las decisiones
individuales, así como que la occidental acabara nutriéndose con las
obligaciones comunitarias característica de otras culturas. La filosofía budista
ya influenció la forma del pensar occidental, dejando su impronta —entre otros
— en los movimientos de defensa del medio ambiente, en la profesión de los
derechos de las generaciones entrantes en relación con la naturaleza. En los
últimos tiempos se ha intensificado la idea de las obligaciones para con la
comunidad con la generalización de los derechos económicos y sociales, cuya
garantía se basa en la solidaridad social (por ejemplo, por medio de la
redistribución social y de la actividad de las organizaciones civiles). En los
Estados occidentales la aceptación y la garantía de los derechos económicos y
sociales —junto a los políticos y civiles— es un ejemplo que demuestra que los
derechos individuales y de libertad, considerados inventos occidentales, no son
incompatibles con los valores de la comunidad, y que el reconocimiento del
valor de la individualidad no es incompatible con la responsabilidad de unos por
otros miembros de la sociedad. Claro está que la concepción liberal reconoció
desde el principio los límites que impone la comunidad a la libertad y al
comportamiento del individuo: ya en la teoría de contrato social se hizo patente
que los derechos funcionan dentro de la comunidad. Naturalmente, incluso hoy
en día los derechos de libertad tienen sus límites: ello se refleja en todos los
documentos internacionales de derechos humanos, que respecto a los
derechos civiles y políticos admiten que se puedan establecer ciertos tipos de
limitaciones en defensa de los valores de la sociedad y de los derechos de
otros. En relación con estas limitaciones se puede tomar en cuenta las
peculiaridades socioculturales de los Estados.
Una de las proyecciones de la cuestión de la universalidad de los derechos
humanos es —desde punto de vista del ámbito de acción de las instituciones—
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el juego entre universalidad y regionalismo en la reglamentación internacional
de los derechos humanos. Y es que junto a la reglamentación universal de
derechos humanos y de los mecanismos de inspección de su cumplimiento,
hallamos también la existencia de sistemas regionales de protección que, aun
sin poner en duda la universalidad de los derechos humanos, aducen razones
de eficacia y subrayan el papel que juega la homogeneidad sociocultural
regional. La comparación entre los acuerdos universales de derechos humanos
y los de ámbito regional muestra que en lo que respecta a los derechos
garantizados, unos y otros no muestran diferencias básicas filosóficas y de
valores, sino únicamente ciertas particularidades regionales. Así por ejemplo el
Acuerdo Americano de Derechos Humanos garantiza más que la ONU o
cualquier otro acuerdo regional el derecho a la vida cuando declara que "en
general desde el momento de la concepción" hay que protegerla, mientras que
la Carta Africana pone gran énfasis en los derechos de los pueblos y en las
obligaciones de los individuos.
En el campo de los mecanismos de control y de garantía de los derechos se
hallan a menudo verdaderas diferencias que muchas veces son las que
provocan diferencias en el contenido de éstos. En el sistema europeo es muy
fuerte el carácter jurídico del proceso por lo cual éste es el remedio jurídico
ideal para casos aislados de infracción de concretos derechos individuales,
mientras que es menos eficaz para el planteamiento de casos de infracciones
multitudinarias, graves y estructurales. En el sistema americano es el Comité el
que juega un papel importante con las inspecciones realizadas en el lugar de
los hechos, mientras que el papel de la Corte hasta ahora no ha tenido gran
importancia, o más bien ha tenido el papel de dar consejos 'O. También en el
sistema africano es débil la componente judicial. Suele citarse como una de las
razones para ello que las tradiciones y conceptos jurídicos africano —al igual
que en el caso asiático— quedan muy lejos de la solución de los problemas por
vía judicial por lo que prefieren usar otros tipos de intermediarios y resolver el
conflicto fuera de las cortes H.
Además de los sistemas regionales también tienen gran importancia los
mecanismos de nivel universal de defensa de las leyes surgidos dentro del
ámbito de la ONU. No sólo sirven para la protección de los derechos en ciertos
lugares donde no existen acuerdos regionales y mecanismos de defensa de los
derechos, sino que también refuerzan y complementan los procedimientos
regionales allí donde existen. El mecanismo de control más importante en este
plano es el procedimiento de rendición de cuentas. Su ventaja es que los
comités encargados —tomando en cuenta además de los informes del país,
informaciones de diversa procedencia— pueden revelar los problemas
estructurales básicos en los países, sin tener que esperar a la presentación
individual de una queja, o incluso a que se produzca la verdadera infracción de
derechos individuales. El mecanismo de rendición de cuentas supone una
defensa preventiva de los derechos. Al mismo tiempo puede ser una ventaja
del sistema universal el hecho de que en ciertos casos los representantes de
distintas culturas pueden observar de manera más objetiva y crítica las
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costumbres regionales arraigadas —tal y como un órgano regional puede
señalar en un país que algunos fenómenos arraigados e instituciones jurídicas
tradicionales pueden ser erróneos a pesar de que sean naturales para los que
viven en esa cultura- y así. A través de la diversidad cultural puede contribuir a
la mejora de la defensa de los derechos humanos.
La universalidad de los derechos humanos es compatible con la multiplicidad
de las sociedades y de las culturas porque universalidad no significa
uniformidad. La universalidad no implica la uniformidad cultural porque los
derechos humanos sólo definen las condiciones mínimas de bienestar del
individuo y de la comunidad. La universalidad significa, más bien, que existen
ciertos valores básicos que en virtud de la naturaleza biológica y social del
hombre son importantes e indispensables —inalienables—para cada persona.
Valores entre los que se cuentan, por ejemplo, la vida (libre de miedo y
privaciones), la dignidad humana y la integridad física. Los derechos humanos
representan estos valores, sin perjuicio de que su formulación concreta y su
cumplimiento puedan variar según cada cultura. Dos principios básicos del
círculo de ideas de los derechos humanos es la prohibición de la discriminación
y la tolerancia, o sea el respeto a los derechos de los demás, por lo que la
universalidad también se tiene que interpretar en base de estos principios
básicos y valores. La universalidad es tolerante con todas las culturas hasta el
punto en el que éstas anulen los valores básicos de los (derechos) humanos,
que finalmente son valores comunes vigentes en la mayoría de las
civilizaciones.
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órganos jurisdiccionales para garantizar un proceso digno, o en el caso del
derecho de sufragio el coste de llevar a cabo las elecciones, y en términos más
amplios el funcionamiento de las instituciones democráticas. Tomando en
consideración la interdependencia de los derechos humanos sería apropiada,
pues, reclamar que ambos grupos de derechos debieran ser garantizados
juntos. En todo caso, queda claro que la liberalización y la integración
económica, mientras tengan una influencia positiva en el desarrollo económico,
pueden también tener una influencia positiva en la defensa de los derechos
humanos.
El otro aspecto de la relación entre la economía y los derechos humanos es
que el prevalecimiento de éstos también puede influir en aquélla. La limitación
de los derechos clásicos puede a largo plazo influir de manera
contraproducente en el rendimiento económico, tal y como lo muestra el
ejemplo de los Estados ex-socialistas. Por otro lado se necesita estabilidad
política para la estabilidad económica —tanto a nivel estatal como mundial—
para lo que es necesario la garantía de los derechos civiles y políticos. En
consecuencia el crecimiento económico refuerza la exigencia social de
derechos democráticos, mientras la garantía total de los derechos humanos
refuerza la estabilidad política, lo que define en grandes proporciones el ánimo
de inversión de los protagonistas de la economía contribuyendo de esta
manera al crecimiento económico.
Las investigaciones politológicas han revelado que un crecimiento económico a
largo plazo conduce a una disminución en la importancia de los valores
tradicionales y materiales (como el trabajo, ingresos, familia, prestigio), al
tiempo que conduce al crecimiento del apoyo a los valores postmodernos y pos
materiales (democracia, derechos humanos, defensa del medio ambiente).
Este cambio de valores ha contribuido a la consolidación de la democracia en
numerosos países latinoamericanos y asiáticos. Sin embargo este
desplazamiento de valores no es estable, y una recaída económica —incluso
en las sociedades occidentales— puede traer consigo un incremento en el
apoyo de los valores tradicionales y materiales, y así hacer que pierdan
importancia los valores democráticos. Esta circunstancia también ilustra la
inseparabilidad e interdependencia de los derechos humanos, además de la
igual importancia de los derechos cívico-políticos y económico-sociales. Esto
es debido a que la atención de las personas siempre se inclina hacia los
derechos de los que carecen. La vida humana únicamente puede ser completa
teniendo el conjunto de valores que expresan estos derechos. A pesar de esta
correlación de los derechos humanos, los derechos económicos y sociales no
son considerados de influencia positiva para la economía ya que aumentan las
cargas públicas, el precio de la mano de obra, disminuyendo así la eficacia y la
capacidad de competición. Sin embargo es posible atenuar estos problemas
con la protección internacional coordinada de los derechos económicos y
sociales.
La globalización influyó de manera negativa a los derechos humanos en
numerosas áreas, por lo que aumentaron así las desigualdades. Naturalmente
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ya existían desigualdades antes de los inicios de la globalización, pero los
procesos globalizadores empeoraron la situación. Va creciendo el abismo
social y la pobreza, crece la distancia entre la ciudad y el campo, y la
desigualdad de posibilidades ya no sólo crece según el límite "norte-sur", sino
dentro del mundo desarrollado también. Se va intensificando el fenómeno de la
discriminación racial.
La globalización no es únicamente consecuencia de las fuerzas del mercado,
sino que sobre ella influyen en gran medida también los procesos políticos.
Esto es debido a que los límites del mercado están políticamente determinados
y las reglas del juego son forjadas por las relaciones de las fuerzas de poderes
tanto en las negociaciones directas entre los gobiernos, como en los foros
multilaterales, y así en los ámbitos de la Organización Mundial del Comercio.
También señala la dimensión política de la globalización el hecho de que cada
vez emerja con más frecuencia la idea de gobernar de forma global; siendo los
promotores de dicha idea partidarios de darle a los órganos de la ONU
mayores márgenes de acción para la resolución de problemas globales.
Las instituciones actuales de la gobernación global han dado pruebas de
niveles distintos de susceptibilidad ante los problemas globales. La mayoría de
las instituciones globalizadas de la ONU ya se han ocupado de un modo u otro
de los diferentes aspectos del desarrollo y de la globalización. También el
Programa de Fomento de la ONU (UNDP) ha llamado la atención sobre la
necesidad de que se alíen las reformas político-económicas con las políticas
sociales necesarias para contrarrestar los efectos negativos de las fuerzas del
mercado. En su Human Development Report de 1999 también hizo referencia a
que se debe cambiar la orientación de las instituciones de la gobernación
global de manera que garantizen mejor la equidad en las negociaciones
internacionales.
Entre los órganos de derechos humanos, los fundados según el Documento
Básico de la ONU (ECOSOC y sus sub-comisiones) se ocupan frecuentemente
en el orden del día de la discusión de las diferentes cuestiones de la
globalización. Fue el ECOSOC el que puso más atención a esta cuestión. En
mayo de 1998 pidió al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a la
OMC que elaborasen métodos apropiados para tomar en cuenta el efecto que
sus medidas producían sobre los derechos económico-sociales (social
monitoring). La Comisión declaró que al examinar los informes de los Estados
tomaría en cuenta el efecto de la práctica de la política económica internacional
sobre la actitud de defensa de los derechos sociales en éstos.
Los movimientos de defensa de los derechos humanos han sido
particularmente críticos con las instituciones económicas y financieras
internacionales. El Banco Mundial y el FMI han recibido varias críticas por
proponer la ejecución de medidas de recorte del presupuesto y de los
programas de transformación estructural. También criticaron a la OMC porque
la liberalización comercial condujo a la disminución del nivel de los sistemas de
previsión social. Para contrarrestar estos efectos, los países desarrollados y los
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movimientos sindicales solicitaron la inserción de la llamada cláusula social a
los acuerdos comerciales. Los paises en vías de desarrollo se oponen a estos
tipos de medidas y acusan a los países desarrollados de proteccionismo
encubierto. Sin embargo ciertos estudios hechos por organismos económicos
internacionales afirman que aunque algunas empresas basan sus decisiones
en las ventajas de gastos producidos por la opresión, no es evidente el efecto
de estímulo para invertir el nivel bajo o nulo de exigencia de derechos
laborales. Para muchas empresas esto proyecta el peligro de inconformidad e
intranquilidad de la sociedad, además de llevar aparejado el riesgo de un boicot
del consumidor. Numerosas empresas multinacionales establecieron directivas
de derechos humanos para su política comercial, cuyo cumplimiento es
fomentado por los gobiernos de los Estados industriales desarrollados, como
por ejemplo en el terreno de las compras estatales. Sin embargo estas
iniciativas pueden chocar fácilmente con las exigencias establecidas por la
OMC respecto a la abolición de las barreras comerciales y los requisitos
establecidos para con las compras estatales. Esto puede traer consigo la
aplicación de sanciones por parte de la OMC. Es una aspiración importante que
las normas de derechos humanos estén por encima de las demás obligaciones
contractuales: por esto, los acuerdos de libre comercio también tienen que ser
estudiados en base a las exigencias de derechos humanos.
Las instituciones internacionales de economía y finanzas también son
criticadas por parte de las organizaciones formales por ignorar los principios de
derechos humanos. Por causa del dominio de los países desarrollados, la
posición de negociación de los países en vías de desarrollo en los procesos de
la toma de decisiones es marginal.
Cada vez se plantea con más frecuencia en la lucha contra los efectos
negativos de la globalización el problema de que los organismos
internacionales y las empresas multinacionales que, al igual que los Estados,
disfrutan totalmente las ventajas económicas de la ésta, apenas garanticen su
cooperación en la lucha contra sus desventajas. Su fuerza económica
frecuentemente es mayor a la de muchos Estados pequeños, muchos de los
cuales apenas pueden garantizar su influencia jurídica sobre la actividad de las
multinacionales debido a su gran movilidad.
Para mantener dentro de adecuados márgenes de respeto a los derechos
humanos la actividad de las empresas multinacionales o transnacionales, el
Secretario General de la ONU puso en marcha en 1999 el programa llamado
"Global Compact", que garantiza un margen reforzado para la cooperación
entre el mundo internacional de los negocios y la ONU, además de incluir al
sector empresarial directamente en cumplimiento de las normas establecidas
en los documentos sobre derechos humanos de la ONU. Entre los márgenes
del Global Compaci las empresas forman una política de negocios y un código
de comportamiento que toma en cuenta las exigencias internacionales de
derechos humanos y de derechos laborales, garantizando así para los
empleados un ambiente y unas condiciones de trabajo acordes con éstos,
además de exigir lo mismo de sus proveedores. Además pueden incluir en su
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política laboral la norma de que solo invertirán en países donde se respeten los
derechos humanos básicos. El sector de negocios toma parte en este
programa, ya que es cada vez más fuerte el reconocimiento de que la
promoción de los derechos humanos desde el punto de vista de la mejora del
rendimiento económico es una herramienta importante. La creciente toma de
conciencia de los consumidores es una de las razones que incita a las
empresas a respetar los derechos mínimos de los trabajadores al igual que los
aspectos de conservación ambiental y protección de animales. Asimismo los
principios básicos comprendidos en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos ayudan a formar una sociedad estable de Estados de Derecho que
forman un ambiente de negocios más eficaz y estable. A la vez se está
volviendo más aceptada la idea de que los empleados trabajan más
eficazmente si se sienten bien, si se respeta su dignidad. En los países
receptores de inversión y en los estados-socios de comercio el fomento del
respeto de los derechos humanos le conviene al sector de negocios porque los
países desarrollados cada vez aplican con más frecuencia distintas sanciones
comerciales contra quienes violan gravemente los derechos humanos. Estas
sanciones obstaculizan las relaciones comerciales libres. Es conveniente para
las empresas multinacionales que las sanciones no limiten las posibilidades
comerciales globales, que los mercados permanezcan abiertos, y para
garantizar esto, deben cooperar promoviendo en estos países la mejora de la
situación de los derechos humanos, apoyando las infraestructuras de bienestar,
de salud y de enseñanza o difundiendo los conocimientos sobre derechos
humanos y el fortalecimiento de la sociedad civil.
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CONCLUSIONES
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BIBLIOGRAFÍA
Bobbio, Norberto, Teoría general de la política, 3ª ed., Madrid, Ed., Trotta, 2009
Carbonell, Miguel, Los Derechos Fundamentales en México. México, UNAM-
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 2004.
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