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Política, democracia

y participación ciudadana
Aproximaciones teóricas desde la
comunicación
Davide Matrone / Roberto Rosero / Mauro Ruiz / Nelly Valbuena
(Coordinadores)

Política, democracia
y participación ciudadana
Aproximaciones teóricas
desde la comunicación

2022
Política, democracia y participación ciudadana
Aproximaciones teóricas desde la comunicación
© Davide Matrone / Roberto Rosero / Mauro Ruiz / Nelly Valbuena (Coordinadores)
Autores: María Belén Ávalos Torres / Claudius Ceccon / Nicolle Morales Guerrero
Miguel Chamorro Maldonado / Davide Matrone / Narcisa Medranda Morales
Amanda Pinto / Emanuele Profomi / Rafael Roncagliolo (†)

1ra edición: © Universidad Politécnica Salesiana


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CARRERA DE COMUNICACIÓN

Foto de portada: Shutterstock


Diseño, diagramación Editorial Universitaria Abya-Yala
e impresión Quito-Ecuador
ISBN UPS: 978-9978-10-736-2

ISBN Digital: 978-9978-10-739-3


Tiraje: 300 ejemplares
Impreso en Quito-Ecuador, noviembre de 2022

Publicación arbitrada de la Universidad Politécnica Salesiana

El contenido de este libro es de exclusiva responsabilidad de los autores.


Índice

Presentación..................................................................................... 9
Davide Matrone, Mauro Ruiz

Primera Parte
Jornadas de la Comunicación 3
Comunicación y política: democracia y ciudadanía
2-3 de julio de 2020

Democracia participativa y participación ciudadana.................... 17


Narcisa Medranda Morales

El papel de la prensa en la disputa política:


el caso Casale.................................................................................... 29
Davide Matrone

La mutación de la política por la acción


de los medios: el fenómeno de la mediatización........................... 47
Amanda Pinto

Comunicación contrahegemónica: medios comunitarios


y movimientos sociales hacia un modelo
de comunicación desde la subalternidad........................................... 67
María Belén Ávalos Torres

Imaginario político y comunicación:


común igualdad y verdad no violenta............................................ 87
Emanuele Profumi
D av i d e M at r o n e , R o b e r t o R o s e r o , M au r o R u í z , N e l ly V a l b u e n a ( C o o r d i n a d o r e s )
6

Segunda Parte
Jornadas de la Comunicación 4
Participación ciudadana, democracia y comunicación
en contexto de incertidumbre
9-10 de diciembre de 2020

Complejidades del periodismo tradicional en Chile:


una propuesta para mejorar la calidad informativa
con una mirada ciudadana y social................................................ 105
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero

Una experiencia de comunicación y educación


para la democracia........................................................................... 123
Claudius Ceccon

Transparencia, democracia y comunicación:


perspectivas de una relación inconclusa......................................... 131
Rafael Roncagliolo (†)

Entrevistas........................................................................................ 139
A la memoria de Nelly Valbuena Bedoya, docente de la Carrera de Comunica-
ción de la Universidad Politécnica Salesiana, sede Quito, quien inició la coordi-
nación de este libro pero que por su estado de salud no pudo concluir la obra.

Descansa en paz querida Nelly.


Presentación

En el año 2020, la Carrera de Comunicación, de la Universi-


dad Politécnica Salesiana (UPS) de Quito, llevó a cabo dos ediciones
de las Jornadas de la Comunicación (JORCOM). La JORCOM 3, ti-
tulada “Comunicación y política: democracia y participación”, en los
días 2 y 3 de julio, con la colaboración de Miguel Fernández (politó-
logo español) y la JORCOM 4 con el título “Participación ciudadana,
democracia y comunicación en contexto de incertidumbre”, los días
9 y 10 de diciembre, con la participación de los claustros docentes de
la Carrera de Comunicación.

Las JORCOM tienen la finalidad de generar reflexión acadé-


mica con la participación de diferentes docentes y estudiantes de
universidades del Ecuador, de la región latinoamericana y del mun-
do. Esta conexión permite el desarrollo y fortalecimiento del debate
teórico, que conlleva nuevas prácticas educativas y pedagógicas den-
tro de la academia.

A partir de estos eventos surge el presente libro, que está com-


puesto por dos partes. La primera documenta la JORCOM 3 y con-
tiene cinco artículos.

En el primero, “Democracia participativa y participación ciu-


dadana”, Narcisa Medranda reflexiona sobre el valor de la política
pública y el papel del Estado, además de la importancia de temas
como la ineficiencia de este para dar respuesta a las necesidades de
la sociedad y la corrupción, que han abierto la discusión acerca de la
pertinencia de avanzar del modelo de la democracia representativa a
D av i d e M at r o n e , M au r o R u i z
10

la democracia participativa, donde la ciudadanía se convierta en ac-


tor clave para la toma de decisiones, la definición de las políticas que
afectan directamente su calidad de vida y el control del desempeño
del Gobierno nacional, regional y local.

Davide Matrone, en el segundo artículo, “El papel de la prensa


en la disputa política: el caso Casale”, trata del asunto político-judicial
del poderoso exponente político Alberto Agnello Casale, en el periodo
comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX. En este
periodo, Nápoles se vio sacudida por una grave crisis de las institucio-
nes locales, que provocó la disolución del ayuntamiento, sancionando
la quiebra de toda una clase dominante. Fue un hecho inédito que tra-
jo como resultado una investigación del Gobierno, presidida por Giu-
seppe Saredo, sobre la ciudad de Nápoles y el juicio de Casale, con el
consecuente fin político del diputado. A través de la investigación rea-
lizada en la prensa de la época y la revisión de una serie de periódicos
locales y nacionales como Il Mattino, Il Don Marzio, La Propaganda y
La Tribuna —que siguieron con atención e interés toda la historia—
se logra reconstruir el proceso penal contra Casale de 1902-1903. Los
periódicos jugaron un papel importante, al ser protagonistas y caja
de resonancia de un duro enfrentamiento político entre el naciente
Partido Socialista y la vieja nomenclatura de la izquierda liberal. Este
texto trata de subrayar la atención diferenciada que los periódicos de
la época —a favor o en contra de Casale— prestaron al hecho, pues
la prensa fue utilizada como un instrumento de lucha política, en un
conflicto que no solo decidía el destino del diputado Casale, sino tam-
bién el futuro de una ciudad y tal vez de todo el sur de Italia.

El siguiente texto, “La mutación de la política por la acción


de los medios: el fenómeno de la mediatización”, de Amanda Pinto,
analiza el fenómeno de la mediatización de la política, que ha dado
lugar a cambios estructurales, pues ha permitido que los medios de
comunicación actúen desde el núcleo de la política y creen una esfera
pública basada en ellos. Es decir, los procesos políticos se realizan con
la participación e influencia de los medios. Los efectos de la media-
P r e s e n tac i ó n
11

tización como la “espectacularización”, la fragmentación del discur-


so o la elaboración de la agenda, condicionan la comunicación y el
discurso político; mientras que la personalización, la “liderización” o
la selección de las elites políticas, supeditan las decisiones y acciones
de los actores políticos. Esta realidad hace necesario tener en cuenta
la mediatización en los estudios de la comunicación política, pues el
grado de influencia y la perspectiva que ofrece la mediatización, pro-
porcionan los contextos en que se produce la comunicación política.
Así, este trabajo facilita los elementos para determinar de qué mane-
ra la mediatización ha marcado el quehacer comunicativo y cómo ha
decidido dicho quehacer.

María Belén Ávalos contribuye el cuarto trabajo: “Comuni-


cación contrahegemónica: medios comunitarios y movimientos
sociales hacia un modelo de comunicación desde la subalternidad”.
Aquí se teoriza el “modelo de comunicación contrahegemónica”,
propuesta que surge de analizar el levantamiento indígena de 1990,
un episodio histórico de movilización social y la acción colectiva en
el Ecuador. Este hecho hizo posible cimentar espacios alternativos
de comunicación popular y comunitaria, donde los micrófonos de
una radio popular sirvieron no solamente para amplificar demandas
en torno al movimiento indígena, sino para constituir un espacio en
donde las interacciones y dinámicas manifestadas en aquellos días y
desde ese lugar, dieron paso a nuevas formas de hacer comunicación
desde la subalternidad y de disputar escenarios hegemónicos.

El último texto de esta parte, “Imaginario político y comuni-


cación: común igualdad y verdad no violenta”, de Emanuele Profu-
mi, propone pensar la relación entre política y comunicación. Gra-
cias a algunos pensadores contemporáneos como Arendt, Habermas,
Galtung y Castoriadis, el autor abre un recorrido fuera de formas de
violencia e injusticia, desde un nivel prepolítico hasta el nivel más
propiamente político de la sociedad. La búsqueda de la verdad y de
la igualdad es el horizonte emancipador que comparten política y
comunicación en esta perspectiva.
D av i d e M at r o n e , M au r o R u i z
12

Para la JORCOM 3 tuvimos el gusto de recibir los aportes de


docentes y estudiantes de academias e instituciones ecuatorianas, la-
tinoamericanas e internacionales como la Facultad Latinoamerica-
na de Ciencias Sociales (FLACSO-Ecuador), la Universidad de Pisa
(Italia), la Universidad Central del Ecuador (UCE), el Centro Inter-
nacional de Estudios Superiores de Comunicación para América La-
tina (CIESPAL), la Universidad Nacional de Chimborazo (UNACH),
la Universidad Católica de Temuco (Chile), la Universidad Central
de Guayaquil (UG), la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES), la
Universidad Andina Simón Bolívar (UASB-Ecuador), la Federación
de Estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana (FEUPS) y la
Federación Estudiantil de la Universidad Central (FEUE). Además,
contamos con la participación de representantes del pueblo warauka
(Ecuador) y un representante de CiberAmazonas (Perú).

La segunda parte del libro documenta la JORCOM 4 y contie-


ne tres artículos más un grupo de entrevistas.

Miguel Chamorro y Nicolle Guerrero profundizan en el pri-


mer texto, “Complejidades del periodismo tradicional en Chile:
una propuesta para mejorar la calidad informativa con una mirada
ciudadana y social”, la crisis del periodismo como algo no nuevo.
Resulta interesante ver las causas y posibles soluciones al descrédito
que tiene la disciplina, al perderse la confianza de las audiencias en
los medios tradicionales y al desplazarse a las redes de información
digital, considerando que el estallido social en Chile agravó aún más
dicha crisis. El objetivo de los autores es cruzar la información ob-
tenida de ciudadanos comunes y profesionales del periodismo, para
analizar la presente crisis. Para ello se realiza un estudio exploratorio,
a través de técnicas mixtas, en el que se busca identificar los antece-
dentes de la actual crisis del periodismo, dando cuenta de los factores
que influyen en el escenario actual, para así levantar una propuesta
de mejoramiento. A partir del análisis de la información de los ins-
trumentos aplicados, se organizan los antecedentes y se inicia con la
conceptualización de datos para la sistematización abierta de ideas.
P r e s e n tac i ó n
13

Así encontramos cuatro propuestas fundamentales para pensar en un


cambio hacia la condición de poder que tienen los medios y superar
el deterioro de la calidad informativa de los productos periodísticos.

El segundo artículo, “Una experiencia de comunicación y


educación para la democracia”, de Claudius Ceccon, analiza el caso
de la TV Maxambomba, un proyecto de comunicación y educación
popular creado en uno de los territorios más pobres y vulnerables de
Río de Janeiro: la Baixada Fluminense, con el apoyo de la Diócesis de
Nova Iguaçu y el Movimiento de Amigos de los Barrios (MAB) de
esa región. El proyecto contiene, en germen, todo lo que el CECIP
logró en las décadas pasadas, con la intención de ayudar a las per-
sonas a reflexionar sobre su situación y, en un proceso colectivo de
toma de conciencia, actuar para cambiar dicha situación, en la línea
del pensamiento de Paulo Freire, uno de los fundadores de CECIP.

En el tercer artículo, “Transparencia, democracia y comuni-


cación: perspectivas de una relación inconclusa”, Rafael Roncagliolo
analiza el déficit de transparencia que ha sufrido el Perú en los últi-
mos 25 años, con los diferentes Gobiernos, y que afecta directamente
a los procesos democráticos, que no pasan de ser buenas intenciones
pero que en su ratio y profundidad no modifican la cotidianidad de
la vida ciudadana. El texto describe la concentración de la produc-
ción de sentidos en grupos de poder, locales y regionales, desde la
perspectiva de la sociedad del conocimiento y de la información, a
partir de los aportes de Manuel Castells.

Finalmente, adjuntamos las entrevistas a Alejandro Lanz


(ONG Temblores de Colombia), Fernanda Villavicencio (actriz y
pedagoga teatral de Chile) y Apawki Castro (responsable de comu-
nicación de la CONAIE) durante la mesa “Transparencia y redefini-
ción del espacio público: jóvenes, movilización social, violencia de la
fuerza pública y justicia”. Ellos describen a nivel latinoamericano la
participación de jóvenes en los espacios sociales durante las movili-
zaciones de los últimos años, frente a las crisis políticas y económicas
de la región, y al sometimiento de la fuerza de un Estado opresor.
D av i d e M at r o n e , M au r o R u i z
14

En la JORCOM 4 contamos con la participación de docentes


y estudiantes de las siguientes academias e instituciones de Ecuador
y el mundo: Universidad Autónoma de Barcelona (España), Corpo-
ración de Participación Ciudadana, Partido Izquierda Democrática,
CONAIE, Colectivo Artivismo del Movimiento Feminista Chileno,
Temblores de Bogotá, Universidad de Ferrara (Italia), Centro de
Criacao de Imagen Popular (CECIP) de Río de Janeiro, Universidad
Estatal de Guayaquil, Universidad de Santiago de Compostela (Chi-
le), Universidad Nacional de la Plata (Argentina), Editorial Chacana,
LUQU y Cinemateca Nacional del Ecuador.

El debate de las ciencias sociales, alrededor de la acción po-


lítica y la participación ciudadana, son los ejes de las JORCOM 3
y 4, que cumplen con el propósito de provocar la reflexión argu-
mentativa desde la comunicación, para enriquecer y contribuir en
los estudiantes a encontrar —en medio de los discursos hegemóni-
cos globalizantes— soluciones a la incertidumbre cualitativa, con un
pensamiento y epistemologías propias de la región.

Estos eventos académicos fortalecen la interacción entre los


actores universitarios a partir de un proceso de gestión académica
y administrativa, que fomenta la participación y el papel protagó-
nico de estudiantes, mediante la representación de la FEUPS, para
democratizar las temáticas tratadas en niveles de horizontalidad, con
intelectuales ecuatorianos y latinoamericanos.

Las lecciones aprendidas, debido a los contextos políticos, eco-


nómicos, sociales y de pandemia, no son justificativos para limitar la
producción de conocimiento desde la academia y dejar de soñar con
nuevos procesos de un quehacer político, con una verdadera partici-
pación ciudadana, en busca de un desarrollo humano que disminuya
las desigualdades sociales y económicas.

Davide Matrone
Mauro Ruiz
Primera Parte
Jornadas de la Comunicación 3
Comunicación y política:
democracia y ciudadanía
2-3 de julio de 2020
Democracia participativa
y participación ciudadana

Narcisa Medranda Morales


Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
nmedranda@ups.edu.ec

Introducción
El debate acerca de la gestión pública se ha intensificado du-
rante los últimos años no solo en América Latina y el Caribe, sino
en toda Iberoamérica. El valor de la política pública y el papel del
Estado, además de la importancia de temas como la ineficiencia del
mismo para dar respuesta a las necesidades de la sociedad y la co-
rrupción, han abierto la discusión acerca de la pertinencia de avan-
zar del modelo de la democracia representativa a la democracia par-
ticipativa, donde la ciudadanía se convierta en un actor clave, tanto
en la toma de decisiones en la definición de las políticas públicas que
afectan directamente su calidad de vida como en el control del des-
empeño del Gobierno (nacional, regional y local).

Por otro lado, existen evidencias del empleo del concepto de


participación ciudadana como argumento para desmantelar las insti-
tuciones del Estado, con la finalidad de lograr un control hegemónico
por parte del poder ejecutivo, afectando los sanos contrapesos entre
los poderes públicos en las sociedades democráticas y desembocando
en el extremo opuesto de los objetivos de participación y transparen-
cia, sin servir al ejercicio de gobierno, como es el caso de Venezuela.
N a r c i s a M e d r a n da M o r a l e s
18

El reclamo de las sociedades contemporáneas por alcanzar la


democratización de la gestión pública para mejorarla y, en conse-
cuencia, perfeccionar la democracia como sistema político, pasa por
la necesidad de fortalecer las bases en las cuales se sustenta. En otras
palabras, “en los derechos de información, participación, asociación
y expresión sobre lo público, esto es, en el derecho genérico de las
personas a participar colectiva e individualmente en la gestión pú-
blica” (CLAD, 2009).

Garantizar esta participación requiere el compromiso por


parte de las distintas instituciones e instancias del Estado, que son
las responsables de: facilitar el acceso a la información, su difusión
activa y la posibilidad de consulta mediante medios físicos, audiovi-
suales y electrónicos; la difusión pública de los canales de comuni-
cación abierta y permanente; la invitación pública a la ciudadanía a
vincularse con la Administración; la respuesta oportuna en tiempo
y forma adecuada a toda consulta, solicitud o propuesta presentada;
la provisión de mecanismos participativos especiales para incluir a
todo ciudadano y ciudadana, entre otras (CLAD, 2009).

De allí que el acceso a la información pública y su transparen-


cia sean fundamentales en el fortalecimiento de la participación de la
ciudadanía, las políticas públicas, la gestión pública y, en definitiva,
de la democracia (OEA, 2013). Tal como señala Ruiz Rico (2019), este
acceso “presenta una dimensión multinivel como principio, norma,
deber y derechos”, en tanto “la transparencia tiende a erigirse en un
principio informador del sistema constitucional y de orden público”
(p. 257) representando, además, un principio anticorrupción.

Sin el pleno acceso a este derecho, se restringe la posibilidad


de los distintos actores de la sociedad, ya sea de forma individual o
colectiva, para involucrarse en el diseño de políticas públicas, plani-
ficación de proyectos, presupuestos, control, entre otros, y contribuir
a la prevención y el control de prácticas corruptas.
D e m o c r ac i a pa r t i c i pa t i va y pa r t i c i pac i ó n c i u da da n a

19

En los últimos años, los avances experimentados por Amé-


rica Latina en materia de políticas públicas para la transparencia y
el acceso a la información por parte de la ciudadanía, constituyen
factores cruciales para la estabilidad democrática dentro del Estado,
cuyo resultado se ha reflejado en una disminución en la corrupción
estatal. En este punto es necesario aclarar que aún no se ha probado
si son el efecto del mayor acceso a la información pública por parte
de la ciudadanía.

También se deben mencionar los retrocesos presentes en la


región en cuanto a estos aspectos, como ocurre en Gobiernos abso-
lutistas como los de Venezuela, Nicaragua y Cuba, caracterizados por
la opacidad y falta de acceso a la información pública, a diferencia de
otros países.

En las siguientes líneas se presenta una revisión teórica acerca


del abordaje de la democracia participativa, el concepto de participa-
ción ciudadana y los distintos enfoques desde los cuales esta se conci-
be; los objetivos que se persiguen y los mecanismos a través de los cua-
les la participación se materializa en los diferentes ámbitos de acción;
así como el acceso a la información y la participación como derechos
fundamentales. Todo esto con la finalidad de establecer las bases que
permitan sustentar los diversos textos que conforman este libro.

Democracia participativa,
participación ciudadana, enfoques
En el proceso de renovación y evolución, que es inherente a
todo sistema complejo de organización social, la democracia par-
ticipativa es la opción más clara para la solidez y legitimidad de la
democracia actual (Ramírez, 2013; Canto, 2016). Resulta eficiente en
el control del poder de los gobernantes (Contreras y Montecinos,
2019) en tanto que el pueblo tiene la oportunidad de decidir en los
asuntos políticos y se afianza la voluntad popular (Rodríguez, 2017;
Cordourier, 2015). En consecuencia, la democracia participativa se
transforma constantemente, siempre bajo regulaciones legales, y se
N a r c i s a M e d r a n da M o r a l e s
20

convierte en la posibilidad de consolidar el Estado de derecho y fo-


mentar los derechos humanos (García y León, 2018).

En este sentido, la democracia participativa tiene su concre-


ción en la participación de la ciudadanía. Esta ya no solo tiene la
función de elegir a sus representantes, sino de tener información,
deliberar y tomar decisiones de acuerdo a sus intereses y necesidades.
Sus acciones voluntarias tienen impacto en el sistema en la medida
en que se sustentan en un sistema de libertades: libertad de expresión
y de asociación (Cordourier, 2015).

Según Canto (2016), se pueden considerar diversos enfoques


de la participación ciudadana. En el enfoque gerencial, es un medio
para optimizar la eficiencia, a través de la comunicación, la infor-
mación, la opinión, la transferencia de experiencias, sin llegar a la
toma de decisiones. De acuerdo al enfoque pluralista, la participación
ocurre sobre la base de la organización social y colectiva, con actores
asociados de acuerdo a sus rasgos e intereses, que se activan en po-
sible conflicto y negociación. Finalmente, en el enfoque democrático,
la ciudadanía asegura la igualdad política, ya que la participación
es abierta; además, goza de la redistribución del poder, por lo que
toma decisiones vinculantes y de obligatoria ejecución por parte de
los organismos públicos.

Mecanismos de participación
Ahora bien, la participación ciudadana, como toda práctica
democrática, se define y caracteriza de acuerdo a las circunstancias
sociales, culturales e históricas (Sorribas y Garay, 2014). Ella se de-
termina por la formación y la cultura política (Hurtado y González,
2019), de manera que el reto es la formación de un discurso político
acorde a las experiencias, a través de diversos medios (Canto, 2016).
Un aspecto importante de la participación ciudadana en las
democracias bien constituidas es su incorporación a las leyes. Es
necesaria una normativa oficial que la sustraiga del caos y la haga
D e m o c r ac i a pa r t i c i pa t i va y pa r t i c i pac i ó n c i u da da n a

21

efectiva; requiere reglas, procedimientos formales e instituciones que


la regulen (Canto, 2016). Sin embargo, la participación también se
puede concretar a través de ONG como asociaciones, comisiones,
consejos (García y León, 2018).

No está circunscrita la inclusión de las personas en los pro-


cesos de participación. En ellos pueden accionar pocos individuos
o una amplia cantidad de ellos. Esto depende de la modalidad de
participación, los objetivos buscados y las condiciones del entorno.
Al respecto, también hay que señalar cómo el ámbito de la participa-
ción determina la dimensión del involucramiento ciudadano. En la
democracia representativa, al ser de curso especialmente electoral, la
participación ciudadana suele pautarse a nivel nacional.

Los procesos electorales regionales o locales son propicios


para la manifestación de una participación más directa y natural.
Es en estos ámbitos restringidos donde la participación ciudadana
cobra mayor fuerza. En consecuencia, es el espacio en el que surgen
formas e instrumentos más concretos, novedosos y evolucionados de
participación (Ramírez, 2013). Sin embargo, su presencia se percibe
“en los planes de desarrollo municipal, estatal, regional y federal”
(García y León, 2018, p. 483).

Varios pueden ser los objetivos de la participación: intercam-


bio de argumentos, formulación de políticas, acceso a la informa-
ción, fin consultivo, delegación, colaborativo o decisivo (Contreras
y Montecinos, 2019). Ciertamente, se cuenta con nuevas vías de
participación, al lado de mecanismos largamente implementados a
lo largo de la histórica trayectoria democrática. Algunos de ellos se
describen a continuación.

El referéndum, como mecanismo, supone la formulación de


una pregunta que la ciudadanía debe responder. El tema de la cuestión
puede ser político o legislativo. En la consulta, los ciudadanos aceptan
o rechazan una propuesta de creación, una derogación, una modifi-
cación, una revocación (Ramírez, 2013; Rodríguez, 2017; Hurtado y
González, 2019; Olivos, 2015).
N a r c i s a M e d r a n da M o r a l e s
22

No es definida la línea que separa el referéndum del plebis-


cito y la consulta popular. Algunos señalan que está en el contenido
legislativo (referéndum) o político (plebiscito) de la pregunta, o en
el alcance territorial nacional (referéndum) o local (consulta popu-
lar) (Ramírez, 2013). Hay quien asimila los términos referéndum y
consulta popular (Rodríguez, 2017) o quien solo los circunscribe a la
ratificación o modificación de leyes (Olivos, 2015). Sin embargo, hay
que tomar en cuenta que el plebiscito es una figura referida frecuen-
temente para señalar la posibilidad de que los ciudadanos acepten o
rechacen propuestas sobre asuntos de importancia excepcional. Por
ejemplo, cuando se sometió a la sociedad chilena, en 1988, a una
consulta sobre la conveniencia de continuar con el Gobierno militar
de Augusto Pinochet.

Otro mecanismo de participación es la iniciativa popular, en la


que la ciudadanía no es llamada a responder una cuestión, sino que
es ella la que realiza una solicitud a la instancia gubernamental. Para
llevarse a cabo, se recoge una cantidad significativa de firmas y se exi-
ge, por ejemplo, la realización de un referéndum, la legislación sobre
algún asunto de interés colectivo, el sometimiento de proyectos de
ley, etc. (Ramírez, 2013; Rodríguez, 2017; Hurtado y González, 2019).

Uno de los objetivos de la iniciativa popular podría ser conse-


guir la revocatoria de mandato, de manera que el funcionario electo
se separe de su cargo antes de culminar el período para el cual fue
seleccionado. Según Ramírez (2013), es un mecanismo que goza de
popularidad en América, mas no en Europa. Igualmente, es más ha-
bitual la apelación de sentencia del tribunal de justicia.

El presupuesto participativo resulta en un instrumento útil a la


hora de que la colectividad se involucre en la administración y con-
trol de los recursos que le corresponden de forma colectiva. Opera
principalmente en el ámbito municipal, en colaboración con los ve-
cinos, como es el caso de Brasil en los años 80 (Ramírez, 2013), y fun-
ciona con específicas reglas y promoción de diálogo (Canto, 2016).
D e m o c r ac i a pa r t i c i pa t i va y pa r t i c i pac i ó n c i u da da n a

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Las asambleas, abiertas y populares, son la contrapartida de las


asambleas restringidas de la democracia representativa. Reúnen a la
totalidad de los miembros de una comunidad, en torno a los asuntos
importantes de la organización y convivencia social. Se realizan a
partir de convocatorias amplias a todos los ciudadanos, por lo que
garantizan la inclusión y la igualdad. Se observa con mayor frecuen-
cia en poblaciones pequeñas y, por ser susceptibles al riesgo de la
espontaneidad y la pérdida de dirección, son de vital importancia las
normas en sus deliberaciones (Ramírez, 2013; Canto, 2016; Hurtado
y González, 2019).

Otras formas de participación ciudadana más acotadas son el


consejo consultivo, el consejo vecinal, el consejo sectorial y el cabildo
abierto.

En Latinoamérica son loables los intentos de asentar la parti-


cipación ciudadana como vía de consolidación y revitalización de la
democracia. La sociedad civil busca el control, diseño y ejecución de
políticas, perspectiva estimulada desde el Estado (Sorribas y Garay,
2014). Las reformas constitucionales de Colombia, Venezuela, Boli-
via o Ecuador, en la última década del siglo XX, son muestra de ello,
aunque se evidencian contradicciones en su práctica, como en el es-
cenario venezolano. En Argentina, particularmente, la Constitución
de 1994 incorpora la iniciativa y las consultas populares.

Canto (2016) señala el caso de México como problemático.


Por un lado, porque los funcionarios, incluso municipales, no ter-
minan de aceptar la intervención de la ciudadanía en la formulación
de políticas, por otro, porque la oferta participativa tuvo problemas
de representatividad. Sin embargo, Hurtado y González (2019) pro-
ponen observar la experiencia que se rige por usos y costumbres en
comunidades mexicanas, tradicionalmente, durante muchos años.
En este caso, la participación activa se orienta por los principios de
compromiso, conservación cultural y defensa de la propia cosmovi-
sión de mundo.
N a r c i s a M e d r a n da M o r a l e s
24

El caso de Chile es particular. El discurso de la participación


emerge con la vuelta de la democracia, pero sin una incorporación
real de la ciudadanía. Sin embargo, en la década de los 90, con la
promulgación de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalida-
des, tienen lugar iniciativas de participación. Ya en 2011, con la Ley
sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública,
se tiene un contexto institucional propicio para los mecanismos de
participación (Carrasco, 2019).

No está recorrido el camino definitivamente en la región. La


solidez de la democracia participativa en Latinoamérica se sustenta
en la voluntad política, que no siempre está disponible para el fo-
mento y aceptación cabal de los procesos participativos. Los miem-
bros de los equipos de gobierno deben estar sensibilizados hacia la
participación, pero, al lado de ellos, los movimientos y organizacio-
nes sociales deben vigilar la fortaleza de esa voluntad (Canto, 2016).

Acceso de la ciudadanía a la información y la participación


Se hizo referencia a algunos mecanismos importantes de par-
ticipación ciudadana. Todos ellos son susceptibles de aceptación,
adaptación o implementación según los contextos y circunstancias
políticas, sociales y culturales de los grupos sociales. Varias son las
determinantes para la realización de estos mecanismos, pero la in-
formación y la comunicación de la ciudadanía emergen como condi-
ción sine qua non para la implicación de la ciudadanía en los asuntos
públicos. El derecho a la libertad de información y expresión está
calificado como fundamental. Su solidez es natural a un estadio de-
mocrático de desarrollo social, por lo que las diversas instancias de
organización, control y ejecución deben regular las instrumentacio-
nes para su goce.

Lo anterior significa que la ciudadanía debe tener un perma-


nente acceso a la información. Necesita conocer clara y oportuna-
mente cuáles han sido las decisiones tomadas o por tomar en torno
a su vida en comunidad, cómo se administran los fondos públicos,
D e m o c r ac i a pa r t i c i pa t i va y pa r t i c i pac i ó n c i u da da n a

25

de qué manera las instituciones ejecutan sus funciones (Sánchez La-


bella et al., 2017). En este sentido, la transparencia es fundamental
y los poderes públicos deben promoverla y ejercerla con verdadera
voluntad política (López y Medranda, 2016).

Para que el derecho a la información se manifieste eficazmente,


la ciudadanía no solo debe tener acceso a la información, sino que esta
debe ser estructurada y transferida con transparencia. Esta determi-
na la responsabilidad, efectividad y confiabilidad de los gobernantes
y la idónea participación en democracia (Moreno Sardà et al., 2017a).
La transparencia es un principio democrático, las entidades guberna-
mentales están obligadas a hacer accesible la información necesaria
para que la ciudadanía tome parte en cualquiera de las modalidades
de participación que disponga (Sánchez Labella et al., 2017).

Actualmente, estas modalidades cuentan con las tecnologías di-


gitales de la comunicación y la información; facilitan la participación
amplia, abierta, plural y libre, sobre la base del conocimiento adquirido
a través de diversas y útiles aplicaciones (Moreno Sardà et al., 2017b).

En Latinoamérica, los requerimientos de los ciudadanos im-


pulsaron reformas administrativas que derivaron en modificaciones
legislativas y nuevas prácticas para garantizar el acceso a la informa-
ción. Se produjeron 21 leyes de acceso y transparencia (OEA, 2013),
que regulan la disposición de la información por parte de los orga-
nismos públicos. Tales son los casos, por ejemplo, de Ecuador con la
Ley de Transparencia y Acceso a la Información, Colombia con la Ley
de Transparencia y del Derecho de Acceso a la Información Pública
Nacional, Argentina con la Ley Acceso a la Información Pública de
Argentina y México con la Ley General de Transparencia y Acceso a
la Información Pública.

A pesar de estos instrumentos, Transparencia Internacional


(2021) señala en su índice anual que ningún país latinoamericano
realizó en 2020 una gestión efectiva en materia de transparencia. No
existen claros mecanismos para la rendición de cuentas, lo que deri-
N a r c i s a M e d r a n da M o r a l e s
26

va en falta de transparencia, bajo involucramiento ciudadano e im-


posibilidad de combate a la corrupción (PNUD, 2018).

Ampliando el escenario a Iberoamérica, España cuenta con la


Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Go-
bierno, cuyo objeto se centra en la ampliación y fortalecimiento de la
transparencia en la función pública, regular y garantizar el derecho
de acceso a la información y establecer las obligaciones a cumplir por
parte de los funcionarios públicos, así como las sanciones aplicables
debido a su incumplimiento (Jefatura de Estado, 2013).

Es de destacar en España la iniciativa de la Universitat Autò-


noma de Barcelona: Mapa Infoparticipa, Calidad y Transparencia de
la Información Pública. Este programa ha sido efectivo en el análisis
de la transparencia de las administraciones municipales, sobre todo
a partir del estudio del funcionamiento del acceso digital a la infor-
mación (López y Medranda, 2016).

Conclusiones
En definitiva, queda claro que la evolución hacia la demo-
cracia participativa no tiene otro objetivo que el perfeccionamiento
de la democracia como sistema político, en procura de un Estado al
servicio de la ciudadanía, mediante la definición de políticas públi-
cas orientadas a satisfacer las necesidades de la sociedad de manera
eficaz, oportuna y eficiente. Así, garantizar en la legislación el acceso
a la información pública, su transparencia y los mecanismos que po-
sibiliten la participación de la ciudadanía, son fundamentales para
avanzar en esa dirección.

Reconociendo los avances que se han logrado en América La-


tina, al igual que sus retrocesos, Ecuador se inserta en esta dinámica,
y los resultados del estudio de la situación en la cual se encuentran
diversas municipalidades del país, en cuanto al acceso a la informa-
ción y la transparencia, así lo demuestran.
D e m o c r ac i a pa r t i c i pa t i va y pa r t i c i pac i ó n c i u da da n a

27

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El papel de la prensa en la disputa
política: el caso Casale

Davide Matrone
Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador
dmatrone@ups.edu.ec

Nápoles: de la crisis administrativa de fines


del XIX a la ley especial de inicios del XX
En julio de 1898, el alcalde de Nápoles, Emilio Capomazza,
incapaz de dominar las corrientes políticas en el ayuntamiento, re-
nunció justificando su retirada con el hecho de que se había llevado a
cabo la parte más exigente de su programa. Fue sucedido como alcal-
de por Celestino Summonte, elegido el 22 de julio, con la abstención
de la oposición católica.

La elección del alcalde Summonte fue recibida con escaso apo-


yo por parte de la opinión pública. En realidad, el nuevo alcalde era
creatura del diputado Alberto Casale, quien se hizo muy influyente
en esos años por la habilidad con la que se había formado una gran
clientela electoral, con medios pocos transparentes.

A pesar de las acusaciones de negocios que se dirigieron a Ca-


sale, los rumores de corrupción circularon respecto a las nuevas con-
venciones para tranvías y alumbrado, y la posición de Summonte no
se debilitó en las elecciones del 9 de julio de 1899 para la renovación
del concejo municipal.
D av i d e M at r o n e
30

La superación de la situación creada en el municipio, que llevó


a favorecer los intereses de los grupos privados en contra de los in-
tereses públicos, no pudo venir de las fuerzas políticas tradicionales.
La mentalidad clientelar llevó a la formación de feudos personales,
como el que creó Gennaro Aliberti.1 En estas condiciones, la denun-
cia por mala praxis administrativa quedó a nivel del chisme y en la
protesta estéril. La indicación del estancamiento de la vida política
napolitana fue la reconfirmación de todos los diputados salientes en
las elecciones generales del 3 de junio de 1900. El ataque a la camari-
lla que dominaba la vida político-administrativa de la ciudad, lo lle-
varon a cabo los socialistas, que desde 1899 se habían reorganizado
en torno a un nuevo núcleo, en el que sobresalía Arnaldo Lucci. Ins-
truidos por experiencias pasadas, los socialistas pretendían presentar
a la opinión pública un programa concreto que adaptara los ideales
del partido a la situación local: su órgano de partido era el semanal
La Propaganda, estrenado por primera vez el 1º de mayo de 1899. La
fundación del periódico representó sobre todo una operación po-
lítica, dada la prohibición de construir un club socialista. El grupo
de La Propaganda cumplía una función puramente política: por un
lado, el diario abrió el debate sobre la función del partido socialista
en el sur de Italia y por otro se inició una dura lucha contra el favo-
ritismo y la corrupción, especialmente en la ciudad de Nápoles. El
grupo La Propaganda inició el ataque contra la mafia administrativa
y política que dominaba la ciudad de Nápoles desde el primer nú-
mero del diario y mientras la lista unitaria de “partidos populares”
conseguía un importante resultado electoral en las elecciones admi-
nistrativas, el diputado Alberto Agnello Casale venía identificado por
el mismo diario como “el tipo políticamente más bajo de la escala
[…] el dueño del Municipio” (La Propaganda, 05/07/1899), el mayor
responsable de la corrupción y del desorden administrativo. Contra

1 Nació en 1858, en una familia burguesa napolitana del barrio Mercato,


demostró desde joven su propensión a la vida pública, a la que se dedicó con
perseverancia e inteligencia y alcanzó la meta de la representación política (cf.
Machetti, 2004, p. 323).
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
31

el poderoso diputado Casale, el diario socialista dedicó una serie de


artículos inequívocos:
¡Un diputado famoso, al que llamaremos el Palizzolo2 napolitano, se
ocupa de las concesiones de trabajos, contratos y honores a través de
su secretaria! La secretaria se ocupa de los clientes y la principal tra-
baja con el ministerio y otras administraciones: ¿Quieres obtener un
contrato del ayuntamiento, de la provincia, del Gobierno? Recurra
al Palizzolo de Nápoles, pague una tarifa considerable y quedará
satisfecho. Y eso no es todo, el célebre diputado ingresa a todas
las administraciones, a las comisiones tributarias y allí ejerce su
misión de cierta manera especial para la función, para el cargo elec-
toral. Pregunta al diputado Casale que es diputado al Parlamento
y miembro de muchas Comisiones y Juntas Directivas, dado que
actualmente es el partidario de la administración, evidentemente es
un hombre que debe ofrecer su vida al escrutinio público.

Por otro lado, La Propaganda continuó su acción de denun-


cia creando una sección especial: “Contra la mafia”, lo que dio lugar
a la demanda por difamación interpuesta por el honorable Casale.
Mientras tanto, el grupo socialista napolitano se había expandido y
estaba organizando el primer congreso regional para el 14 de enero
de 1900. El éxito socialista fue tanto más significativo, que eligió un
asambleísta como representante del sur al parlamento nacional. La
lucha contra la mafia encontró, por tanto, un primer éxito no solo en
un ámbito municipal, sino que se conectó también con los proble-
mas fundamentales de la sociedad del sur del país. La solución de los
problemas de la sociedad sureña estuvo, pues, íntimamente ligada al
fortalecimiento y expansión de un partido socialista, fundado en la
organización sindical y política de las masas campesinas y los prime-
ros núcleos del proletariado de fábrica.

2 Fue un político siciliano y diputado del parlamento italiano desde 1882 a 1900.
Fue acusado del homicidio del Marqués Emanuele Notarbartolo, presidente
del Banco de Sicilia. El caso Palizzolo trasparenta la colusión que existe entre la
mafia y la política. Fue sentenciado a treinta años de cárcel en el primer grado
de juicio y recibió la absolución plena en apelación.
D av i d e M at r o n e
32

Mientras tanto, el 22 de octubre de 1900 se inició el juicio por


demanda interpuesta por el honorable Casale contra La Propaganda.
El objeto de disputa estuvo representado por las acusaciones que el
diario socialista, durante una larga campaña de prensa, había hecho
al diputado napolitano y al sistema de poder que instauró en la ciu-
dad. La importancia política del juicio también surgió claramente
de la composición de los colegios de defensa: para el diario los di-
putados eran todos socialistas, para Casale los diputados eran todos
conservadores. El juicio produjo el derrocamiento inmediato de los
partidos. Después de varias fases del juicio, el 31 de octubre, Casa-
le renunció como diputado y consejero provincial. Fue el segundo
gran éxito de los socialistas napolitanos. El sensacional resultado del
juicio tuvo una gran resonancia a nivel nacional y la presión de la
opinión pública, expresada en la prensa de todas las tendencias, em-
pujó al Gobierno de Saracco a crear una Comisión de Encuesta para
Nápoles, con el decreto del 8 de noviembre de 1900. La Comisión
fue coordinada por el parlamentario Giussepe Saredo, que conocía
bien el entorno napolitano por haber sido comisario real del muni-
cipio en 1891-1892. El Gobierno había decidido encomendar a una
comisión de funcionarios (no parlamentarios) la tarea de investigar
la validez de las acusaciones formuladas contra los administradores
de la ciudad. En particular, el decreto dio a la Comisión la tarea de
“proceder con la investigación más amplia de todos los actos de la
administraciones municipales en Nápoles”.

“La Comisión escuchó a más de 1300 personas y redactó el


acta de las declaraciones”. Entre los interrogados se encontraban los
exprefectos de la ciudad, los excomisarios reales, los exalcaldes y con-
cejales, diputados, senadores, altos funcionarios, personalidades de
la vida cultural y económica, y publicistas. Todos los actos de las ad-
ministraciones municipales de Nápoles también fueron estudiados,
con especial atención en los de la administración que surgió de las
elecciones del 96. Se examinó el desempeño de los servicios públicos
y las finanzas municipales, y se llamó la atención sobre los distintos
contratos estipulados por la municipalidad y su conveniencia.
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
33

El informe de la Comisión publicado en octubre de 1901 resultó


ser una dura acusación contra la clase dominante napolitana; se
confirmó la denuncia de corrupción y favoritismo realizada por
“La Propaganda” e incluso en las gestiones anteriores de los alcaldes
Campolattaro y Summonte que fueron a menudo remontados de
incapacidad e imprevisibilidad. (Machetti, 2004, p. 133)

La publicación del informe de la Comisión de Encuesta, pre-


vista para mayo de 1901 y dado a conocer en octubre del mismo año,
para una investigación adicional, puso definitivamente en crisis al
bloque de poder que había dominado indiscutiblemente en Nápoles.
Abrió al camino, en la debilidad objetiva de la presencia socialista
y democrática, al predominio del cuerpo político de la parte cleri-
cal-moderada. Así, las propuestas encaminadas a asegurar un ade-
cuado rol productivo a la primera ciudad del sur, fundamentales en
la presencia de la industria moderna, fueron adquiriendo cada vez
más terreno. Esto pronto conduciría al nombramiento de una co-
misión para el aumento industrial de Nápoles y al resultado parcial
pero significativo de una ley especial en 1904.

La ley especial para Nápoles se publicó el 8 de julio de 1904,


poniendo en marcha el complejo mecanismo de exenciones fiscales,
desgravaciones aduaneras, creación de infraestructuras, reservas de
materiales y pedidos. El objetivo era solicitar la iniciativa capitalis-
ta local hacia las inversiones industriales y recuperar una parte del
capital del norte, disponible en la fase de expansión acentuada de
la economía italiana y desplazada en Nápoles por las importantes
concesiones prometidas. La ley especial de 1904, esencialmente, dio
impulso a la armadura industrial de la ciudad, hasta 1945, y fue otro
importante éxito político logrado por la batalla “moral” de los so-
cialistas napolitanos contra uno de los mafiosos municipales más
poderosos del sur.
D av i d e M at r o n e
34

El papel de la prensa en la crisis


de fin de siglo en Nápoles
El papel desempeñado por la prensa en Italia entre finales del
siglo XIX y principios del XX fue de gran importancia. Los perió-
dicos, en la temporada en cuestión, eran prácticamente una herra-
mienta de comunicación e información de elite, sobresaliendo como
el único medio de comunicación disponible en ese momento. Como
sucedió en el resto de Italia, incluso en la ciudad de Nápoles la prensa
logró ser “un vehículo de información y juicios esparcidos tanto por
la sociedad como por el territorio” (Civile, 2004, p. 299).

Fu un periodo histórico en el que la prensa intentó conquistar


a un público cada vez más amplio y articulado, y cada vez más curio-
so de recibir y tener información de todo tipo, siempre actualizada.
Estamos en el periodo de la belle époque,3 caracterizado por un gran
fervor cultural y artístico en el que se registró el máximo crecimien-
to y afirmación de los periódicos italianos. Las iniciativas editoriales
industriales más importantes nacieron a principios de los dos siglos.
En la mayoría de los casos, estas iniciativas se dieron gracias a la in-
tervención de grandes familias emprendedoras que fueron casi una
constante en la edición italiana. La conexión entre la edición y el alto
espíritu empresarial fortaleció la relación de contigüidad y entrelaza-
miento entre los periódicos y la actividad política. Solo en los periódi-
cos locales se encontraba la rara figura del editor puro. El nacimiento
de los periódicos nacionales y locales más importantes tuvo lugar, por
tanto, en el último cuarto del siglo XIX, como se puede ver:

3 Término francés que se refiere a un periodo de la historia europea que va


desde la conclusión de la guerra franco-prusiana de 1871 a la Primera Guerra
Mundial.
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
35

Tabla 1
Periódicos fundados durante el siglo XIX

Periódico Lugar de publicación Año de publicación


La Nazione Florencia 1859

Giornale di Sicilia Palermo 1860

L’Osservatore Romano Roma 1861

Il Sole Milán 1865

Il Secolo Milán 1866

Corriere della Sera Milán 1876

Il Messaggero Roma 1878

Il Piccolo Trieste 1881

La Tribuna Roma 1883

Resto del Carlino Boloña 1885

Il Secolo XIX Génova 1886

Il Gazzettino Venecia 1887

Il Mattino Nápoles 1891

Il Don Marzio Nápoles 1893

La Stampa Turín 1895

L’Avanti! Génova 1896

Gazzetta dello Sport Milán 1896

La Propaganda Nápoles 1899

Nota. Adaptado de https://bit.ly/3Sxm4Rj

Periódicos que, además de tener un papel informativo, tam-


bién actuaban como instrumento de lucha política y social. En ellos
se hacían referencia los candidatos administrativos y políticos en los
procesos electorales, muchas veces realizados en medio de la difa-
mación y el insulto. Pero insultos y difamaciones en la prensa no
D av i d e M at r o n e
36

ocurrieron solo durante las contiendas electorales. Por lo tanto, ha-


bía casos judiciales presentados por los sujetos difamados. Sobre este
aspecto, Giuseppe Civile (2004) subraya:
No se puede dar información sistemática a los juicios por difa-
mación en la prensa, sin embargo, en ocasiones parecen abrir
interesantes vislumbres. De hecho, la necesidad, durante la fase
de investigación, de reconstruir el camino por el cual las noticias
potencialmente difamatorias llegaron a su publicación lleva en oca-
siones a explorar los mecanismos de funcionamiento del periódico,
aportando algunas pistas interesantes sobre el personal periodístico,
el trabajo de las redacciones, la construcción de noticias. (p. 300)

Y es precisamente a través del uso político de los periódicos


que surgió la primera polémica política y luego judicial entre el di-
putado Alberto Casale y La Propaganda. El influyente diputado Ca-
sale se vio obligado a demandar al periódico por difamación, pero
el juicio que siguió terminó en su desventaja y los periodistas de La
Propaganda fueron todos absueltos. Fue una gran victoria política
para el periódico socialista que, aunque con una circulación limita-
da, le dio un amplio espacio. La reacción de Il Mattino a la sentencia
fue de índole completamente diferente, dedicando una pequeña co-
lumna a la historia en una página interna del diario. Siguiendo esta
historia, unos años después, se celebró el juicio Casale.

Un largo proceso en el que la prensa local y nacional fue pro-


tagonista, despertando curiosidad e interés entre sus lectores. Cada
periódico siguió las distintas audiencias, centrándose en los diferen-
tes aspectos que caracterizaron las fases procesuales del debate. Hubo
quienes dieron una mano a las alegaciones de la acusación contra los
poderosos del momento, relazando su batalla política, como en el
caso de La Propaganda. Sin embargo, hubo quienes adoptaron una
defensa total contra los principales acusados en el juicio, como Il
Mattino e Il Don Marzio. Finalmente, hubo quienes se concentraron
en los aspectos técnico-judiciales como La Tribuna. La prensa, que
desde un principio había denunciado las ineficiencias e irregularida-
des de toda la administración de la ciudad, que podríamos calificar
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
37

de “culpables”, libró una dura batalla política y moral para revivir la


suerte de la ciudad. Por otro lado, hubo una prensa “inocente” que,
en cambio, utilizó todas las herramientas para defender no solo a
Casale, sino también el honor de la ciudad de Nápoles, enturbiado
por las investigaciones de la Comisión del Gobierno.

Entre los periódicos “culpables” se encontraban Il Roma e Il Co-


rriere di Napoli que aplaudieron la iniciativa de la Corte de iniciar un
juicio contra Casale, después de haber aceptado las pruebas de la acu-
sación, así como La Propaganda. Entre la prensa “inocente”, un papel
central tuvo Il Mattino de Eduardo Scarfoglio e Il Don Marzio de Giu-
seppe Turco. Para comprender las razones de las diferentes posiciones
políticas de los distintos periódicos, es necesario detenerse en algunos
pasajes de la historia de estos. Empecemos por el diario socialista y
principal partidario de la Encuesta Saredo: La Propaganda.

La Propaganda

En 1898, en Nápoles y por orden de la Jefatura de Policía, se


llevó a cabo una acción persecutoria encaminada a eliminar cual-
quier órgano de información republicano-socialista. Las oficinas
de La Giustizia Sociale, La Terra, L’Apostolo, Il Grido dei Lavoratori
Napoletani e I Maggio fueron clausuradas (Alosco, 1996, pp. 71-72).
Posteriormente, los exponentes socialistas napolitanos, a su regreso
de prisión y domicilio forzoso, incapaces de realizar actividades polí-
ticas de manera evidente, se enzarzaron en la batalla por la concesión
de la amnistía a los condenados políticos y por el restablecimiento de
la normalidad constitucional.

En esta batalla, la izquierda no se quedó aislada, de hecho, la


mayor resonancia al tema en Nápoles la dio la aprobación unáni-
me en el ayuntamiento, el 14 de noviembre de 1898, de una agenda
presentada por Carlo Altobelli, elegido de las listas liberales. El texto
invocó la amnistía no por indulto, sino por razones de derecho y de
justicia, ya que las sentencias fueron pronunciadas “por jueces que el
D av i d e M at r o n e
38

Estatuto no reconoce ni admite” (pp. 71-72). Los primeros síntomas


de una reanudación de la actividad política socialista y republicana
en Nápoles llegaron con una exitosa reunión en febrero de 1899, en
la Universidad de Enrico Leone, en defensa de las libertades demo-
cráticas y por la amnistía.

Las distintas iniciativas convergieron en marzo de ese año en


la publicación de un único número proamnistía, en el que colabora-
ron escritores socialistas, republicanos y liberal-democráticos. Entre
otras cosas, la hoja anunciaba la inminente publicidad de La Pro-
paganda, semanal socialista. La iniciativa podría tener lugar el 1 de
mayo de 1899, incluso si el término “socialista” se hubiera eliminado
del periódico para no incurrir en la prohibición de las autoridades.
A partir del número 7, del 11 de junio, reapareció el adjetivo “socia-
lista”, que calificaba abiertamente al diario. Sus fundadores fueron,
entre otros, Enrico Leone, Serafino Ippolito (detenido por los distur-
bios de 1898) y el director Arnaldo Lucci.

La dirección de Lucci fue formal, ya que en repetidas ocasiones,


en los meses siguientes, en el mismo diario se reiteró que la gestión
era obra colectiva de toda la redacción.4 La fundación del periódico
representó sobre todo una operación política, dada la prohibición
de construir un club socialista y la falta de un lugar de reuniones.
Cuando se reconstituyó la sección en Nápoles, los órganos ejecutivos
del periódico (director, director ejecutivo y administrador) fueron
nombrados por el comité ejecutivo del mismo. Unos meses después,
Lucci, en una reseña inicial de la actividad del diario, subrayó la re-
presión de mayo de 1898 como el principal motivo de su nacimiento,
que más que demoler “había refrescado las energías de viejos com-

4 Lucci fue uno de los más autorizados y asumió un papel importante en el


socialismo napolitano, ingresando a la Dirección Nacional al año siguiente,
al concluir el Congreso de Roma, en septiembre de 1900. La elección de
Lucci también tuvo que ver con el distanciamiento de Labriola, quien volvió a
Nápoles en enero de 1900 y fue encarcelado por unos meses en la prisión de S.
Eframo, antes de ser absuelto, luego de lo cual tomó su lugar como el principal
escritor de La Propaganda (Alosco, 1996, p. 99).
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
39

pañeros, fecundando el entusiasmo de los nuevos combatientes” (La


Propaganda, 07/01/1900). En el artículo de presentación del primer
número —quizás parafraseando el vigoroso artículo de Bissolati en
el número de debut de Avanti, titulado “De aquí pasamos”— Lucci,
dirigido a los opositores políticos de los socialistas, señaló el papel
que debe asumir la hoja: “¿Entonces quieres volver? Bloquearemos
su camino y La Propaganda resueltamente toma su lugar” (La Pro-
paganda, 01/05/1899).

Posteriormente, el semanario se transformó en uno quincenal,


al tiempo del juicio de Casale y la investigación de Saredo. Durante
este período, el periódico pudo tener una relación estable y pagar,
aunque modestamente, a sus reporteros y empleados. A parte de las
cuestiones teóricas y políticas abordadas por La Propaganda, cercana
a la ideología socialista, la atención principal se centró en el problema
de la moralización del poder político, administrativo y burocrático
de la ciudad. El fuerte impulso moralizador del periódico socialista,
en la práctica, tuvo un doble efecto para la ciudad de Nápoles: plan-
teó el trágico problema de la mala gestión política administrativa de
Nápoles y llamó la atención de la opinión pública sobre el tema de
relanzamiento económico industrial de la ciudad industrial.

Con respeto al proceso penal por corrupción contra Casale y


la administración municipal, La Propaganda siguió todas las fases de
manera útil. A partir del 28 de septiembre de 1902, cuando anunció
con el siguiente artículo en portada “para este colosal proceso que
llevará meses y meses creemos útil publicar el diario todos los días”
(La Propaganda, 28/09/1902), la pasión que el diario puso en el juicio
de Casale se pondrá de manifiesto con claridad cuando aparezca, en
la segunda página, una columna muy interesante titulada “Contra la
camorra”. La atención del periódico no experimentó momentos de
fracaso, de hecho, a medida que se acercaba la sentencia del juicio,
aparecían artículos que anunciaban la segura victoria final. Al final
del juicio, La Propaganda, en una edición extraordinaria, publicó la
sentencia completa en la primera página. En esencia, se puede decir
D av i d e M at r o n e
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con certeza que La Propaganda fue el periódico que, más que ningún
otro, brindó al lector un panorama completo y exhaustivo del infor-
me del juicio.

Il Mattino

Salió por primera vez en Nápoles, el 16 de marzo de 1892, apa-


reciendo a los lectores en un formato claro y moderno, con cuatro
páginas, cada una con cinco columnas. La sede estaba en la céntrica
Galleria Umberto I de Nápoles, con la maquinaria en el sótano. El di-
rector fue Eduardo Scarfoglio, quien en 1891 decidió, con su esposa
Matilde Serao, dar vida a este periódico.

La línea periodística y política de Scarfoglio era defender al


pueblo napolitano, abogando por un proceso que, sin embargo, creía
que debía ser apoyado y guiado. De vez en cuando fue a favor de los
Gobiernos que se comprometieron a darle importancia a la cuestión
del sur. Con la llegada del Gobierno liberal de Giolitti (expresidente
del Consejo de Ministros del Reino de Italia), la primera armonía
entre Scarfoglio y el nuevo Ejecutivo comenzó a surgir de inmediato.
Sin embargo, esta luna de miel entre Giolitti y Scarfoglio se vio pre-
cisamente perturbada por la coyuntura política. De todas formas, el
director de Il Mattino se propuso alcanzar un verdadero puesto de
preeminencia a nivel local.

En Nápoles, a finales del siglo XIX, mientras surgía una se-


rie de dificultades para la coalición clerical-moderada, maduraba
un proceso de unificación entre las diversas clientelas bajo la direc-
ción del trío Sandonato, Billi y Casale, y en el centro de este bloque
de intereses muy concreto estaba Eduardo Scarfoglio. A fines de la
primavera de 1897, Scarfoglio asumió como líder de las filas crispi-
nas en las elecciones anunciadas por el ministro Rudini. Absoluto y
constante fue el apoyo de Il Mattino a Casale. La extensa documen-
tación recopilada por la Comisión Saredo demostró con gran detalle
la transformación del ayuntamiento de Nápoles en una verdadera
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
41

agencia comercial, dirigida por un grupo sin escrúpulos de dipu-


tados, concejales y periodistas, especializada en el cobro de grandes
sobornos para la definición de acuerdos en los principales servicios
públicos (agua, luz y transporte). Con el lanzamiento del juicio de
Casale en 1902, Il Mattino inició una agotadora batalla defensiva.
El diario brindó amplia documentación de las audiencias, los docu-
mentos del juicio y los testimonios.

El proceso, a través del periódico, pasó por una serie de fases


muy interesantes. En la primera fase —hasta el interrogatorio del acu-
sado Casale— Il Mattino dio amplio testimonio de lo sucedido dentro
de la sección XI de la Corte de Nápoles. Los artículos se publicaron
en las primeras páginas, caracterizadas por titulares en negrita y le-
tra grande. Posteriormente, entre los primeros días de noviembre y
mediados de diciembre, aparecieron artículos pequeños y breves, cada
vez más delgados y relegados a páginas internas. La atención decayó y
desapareció en las últimas semanas de diciembre, dando la impresión
de que el juicio no tenía importancia. Solo con la muerte de Giuseppe
Saredo, a finales de 1902, se renovó el interés por el proceso en curso.
Efectivamente, a decir verdad, Il Mattino aprovechó la oportunidad
para atacar nuevamente al que había encabezado la Comisión de In-
vestigación en la ciudad de Nápoles con un editorial venenoso contra
Saredo, por sus irresponsabilidades hacia a la ciudad de Nápoles.

Con el nuevo año (1903), el 8 de enero, se reanudó la crónica


del juicio, con la publicación de unos breves artículos relegados a
la columna “El día en el juzgado”, en los que, de forma sucinta, se
actualizaban periódicamente varios juicios dispersos publicados en
toda Italia. Con la deposición en la sala de audiencias del honorable
Carlo Altobelli, reaparecieron en el periódico las páginas dedicadas
al juicio. Después de un largo y aburrido juicio, se llegó a la fase de
los argumentos de los abogados e Il Mattino dedicó una columna
titulada “Los grandes argumentos del juicio de Casale” a las largas y
apasionadas intervenciones de todos los abogados. Luego se llegó a
la sentencia, de la que surgió la culpabilidad de los imputados más
importantes del juicio, entre ellos el propio Casale.
D av i d e M at r o n e
42

Il Don Marzio

Fue fundado en 1893 por Eugenio Sacerdoti, a quien sucedió


Giuseppe Turco, quien ya era colaborador del periódico napolitano
Padre Rocco. El nombre Don Marzio no fue casual, ya que fue elegi-
do para rendir homenaje al nombre del caballero napolitano de la
famosa ópera de Goldoni: “La Bottega del Caffè”. La figura de Don
Marzio, indiscreto pero, a pesar de sí mismo, sembrador de cizaña,
inspiró la línea política y editorial del diario. Un periódico que se
alejó de los patrones de la época, proponiendo escabullirse por todas
partes en busca de noticias y hechos que condimentaran la noticia.
Entre sus colaboradores contó con personalidades ilustres como el
poeta Libero Bovio, mientras que el responsable de la crónica judi-
cial era Enrico de Nicola, futuro presidente de la república italiana.

Don Marzio siguió el proceso del juicio con considerable inte-


rés. Al ser un periódico local, ayudó a informar y formar la opinión
pública napolitana sobre lo que estaba sucediendo en la Corte. Las
páginas dedicadas al juicio fueron relegadas a la segunda o tercera
página, presentándose de forma más concisa que el resto de perió-
dicos. Hubo muchas fases de atención: cuando los principales acu-
sados del juicio se estaban presentando, Don Marzio le dedicó un
espacio especial en la segunda página, en cambio, solo había párrafos
breves en la tercera página o incluso nada para los testimonios me-
nores, hasta llegar a la sentencia, que se publicó en la segunda página.

La Tribuna

Fue un diario impreso en Roma, fundado en 1883 como un


órgano político de izquierda, también conocido como “pentarquía”.5

5 En la historia de la política italiana, pentarquía es el nombre de la oposición


de izquierda moderada durante la llamada “transformación”, bajo el Gobierno
de Agostino Depretis. Se llama así porque estaba dirigida por cinco “jefes”:
Francesco Crispi, Giuseppe Zanardelli, Alfredo Baccarini, Benedetto Cairoli y
Giovanni Nicotera.
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
43

Propiedad del príncipe Maffeo Sciarpa, tenía entre sus directores a


Luigi Roux y Olindo Malagodi, que abandonaron el periódico con
la llegada del fascismo. Durante el periodo liberal, así como durante
el juicio de Casale, entre 1902 y 1903, solo había tres periódicos na-
cionales que superaban los 100 000 ejemplares en circulación y estos
eran: Il Secolo e Il Corriere della Sera de Milán y La Tribuna de Roma.
En mérito al juicio, el 29 de septiembre de 1902, este diario anunció
su inicio a través de un párrafo breve y objetivo, relegado a la tercera
página; se limitó a mencionar el lugar dónde se desarrolló el juicio,
los principales imputados y la constitución del tribunal. La Tribuna
se interesó, sobre todo, en los aspectos técnico-legales, estos elemen-
tos surgieron en varias ocasiones, como en el caso del interrogatorio
en Casale y en el caso de la sentencia. Al final del juicio, el diario
romano comentó la sentencia:
Después de la indiferencia y el desinterés, que sus largas fases habían
inducido en el público durante mucho tiempo el juicio Casale-
Summonte, arrastrándose por el aburrimiento general desde hace
casi un año, desde que esta mañana la ciudadanía, ante la inmi-
nencia de la sentencia, ha sido apresada por una curiosidad febril,
agudizada por todos los “rumores” de quienes pretenden estar bien
informados sobre el contenido de la misma. La multitud espera
ansiosamente escuchar, todos se ponen de puntillas para observar
el comportamiento y la apariencia de los jueces. Los periódicos
vespertinos que salieron temprano y que llevaban el informe de la
sentencia del juicio de Casale se agotaron. (La Tribuna, 06/08/1903)

Este detalle confirma sustancialmente la gran atención presta-


da por la opinión pública local y nacional al juicio Casale.

La sentencia del juicio


Esta sentencia fue esperada con gran trepidación por la opi-
nión pública, por los peritos, pero sobre todo por la prensa “culpa-
ble”, como lo demuestran estas palabras: “Entonces el presidente
anuncia que el tribunal se retira a deliberar. En toda el aula, en me-
dio del silencio absoluto, hay un estremecimiento” (La Propaganda,
D av i d e M at r o n e
44

06/08/1903). El periódico socialista, que había luchado para que las


fechorías de los distintos administradores napolitanos fueran cas-
tigadas, finalmente fue testigo de la sentencia suprema de la Corte.
En el largo editorial que apareció en La Propaganda, pendiente de
sentencia, se específica que el epílogo de este proceso:
Sella la importante y compleja obra de la revolución civil a partir
de un solemne juicio que duró casi un año y tras el cual, con loable
amplitud, el ejercicio más ilustrado del sagrado derecho de la defen-
sa fue otorgado por el magistrado, los principales hombres, que
fueron golpeados por nuestra pública y valiente denuncia, reciben
la prohibición definitiva de esas mismas leyes burguesas por las que
el amor y la defensa declararon ser el objetivo de calumnias subver-
sivas. (La Propaganda, 06/08/1903)

La condena de casi todos los principales imputados en el jui-


cio representó, sin duda, para el Partido Socialista una gran y pres-
tigiosa victoria política y moral, para ser extendida a todos: “Quería
defender a un país en su patrimonio y reputación” (La Propaganda,
06/08/1903).

Conclusiones
La investigación gubernamental sobre la administración mu-
nicipal, el juicio del honorable Alberto Casale y su consecuente fin
político, así como los múltiples escándalos que llamaron la atención
de la opinión pública, especialmente del diario socialista La Propagan-
da, no afectaron al sistema político que se había formado en Nápoles
a partir de los últimos veinte años del siglo XIX, cuando la izquierda
logró conquistar sus primeros éxitos en el campo administrativo. Se
puede decir que, además de Casale, no se vieron afectados muchos
otros exponentes que, como él, habían abusado de la maquinaria ad-
ministrativa para atender las necesidades de su clientela electoral.

La investigación y el juicio a Casale sacaron a relucir esta grave


situación y fueron la ocasión para abrir un debate sobre el futuro
de la ciudad de Nápoles y el sur en general. Las conclusiones de es-
El pa p e l d e l a p r e n s a e n l a d i s p u ta p o l í t i c a : e l c a s o Casale
45

tas iniciativas produjeron principalmente una condena “moral” de


la mala práctica política, que tenía profundas raíces en la sociedad
napolitana. Sin embargo, la victoria moral no fue seguida por una
victoria política, pronto se agotó el consenso electoral, proveniente
de la campaña moralizadora y, en la práctica, los socialistas y republi-
canos tuvieron una caída en el apoyo electoral, así como una reduc-
ción sustancial en el número de concejales dentro de este municipio.

Si en las elecciones de 1901 los resultados electorales fueron fa-


vorables a los socialistas, que vieron elegidos por primera vez a todos
sus candidatos, es decir, 12 concejales —que junto a los 3 republicanos
trastocaron la composición tradicional del ayuntamiento— esta cifra
se redujo a 4 en 1904 y 3 en 1906, mientras los concejales republica-
nos pasaron de 3 en 1901 y 1904, a solo 1 en 1906. Por su lado, las
fuerzas clericales-moderadas mantuvieron su hegemonía dentro del
municipio de Nápoles, cosa que sucedió entre 1901 y 1907, es decir, en
el periodo en el que había terminado la agotadora batalla de moraliza-
ción por la ciudad. La única victoria política, si se quiere entender así,
lograda por los socialistas napolitanos fue el proyecto de reactivación
económica e industrial de la ciudad, que resultó en la ley especial para
Nápoles en 1904. Un proyecto importante para esta ciudad y todo el
sur de Italia, apoyado y teorizado por Francesco Saverio Nitti (1903).

Referencias bibliográficas
Alosco, A. (1996). Radicali, Repubblicani e Socialisti a Napoli nel mezzogior-
no tra ottocento e novecento, 1890-1902. Manduria.
Civile, G. (2004). La tutela del nome. Un sondaggio sui processi per di-
ffamazione a mezzo stampa. En La Cittá e il Tribunale. Diritto,
pratica giudiziaria e societá napoletana tra ottocento e novecento.
L’Orientale.
Machetti, G. (2004). “La vita e i miracoli di Don Gennaro Aliberti” Pratiche
politiche e relazioni sociali tra Ottocento e Novecento. En La Cittá
e il Tribunale. Diritto, pratica giudiziaria e societá napoletana tra
ottocento e novecento. L’Orientale.
Nitti, F. S. (1903). Napoli e la questione meridionale. Guida.
D av i d e M at r o n e
46

Periódicos analizados
La Propaganda. (1899, 1º de mayo).
La Propaganda. (1899, 5 de julio).
La Propaganda. (1900, 7 de enero).
La Propaganda. (1902, 28 de septiembre).
La Propaganda. (1903, 6 de agosto).
La Tribuna. (1903, 6 de agosto).
La mutación de la política
por la acción de los medios:
el fenómeno de la mediatización

Amanda Pinto
Universidad Rovira i Virgili, España
ampv.apv@gmail.com

Los medios como el nuevo espacio público


Los medios de comunicación se han convertido en el elemen-
to dominante del espacio público o de la esfera pública. Para Aren-
dt (1958), el espacio público nace en la polis griega, en donde los
ciudadanos comparten un espacio, un lenguaje e intentan influirse
mediante actos persuasivos.

Los conceptos de espacio público y de opinión pública surgen


en el siglo XVIII, recuerda Jürgen Habermas (1981), quien alude a los
salones, los círculos de Londres y los cafés París como equivalentes a
las plazas y asambleas públicas de la antigua Grecia. Habermas con-
sidera que en estos espacios era posible la esfera pública: el espacio
compartido en donde tenía lugar la discusión, la contraposición de
argumentos y puntos de vista (Thompson, 1995 en Mazzoleni, 2010).

Podemos decir que los medios no solo han venido a reempla-


zar las plazas públicas de la antigua Grecia y los cafés a los que hace
alusión Habermas, sino que gracias al desarrollo e importancia que
han alcanzado, se han transformado en el eje alrededor del cual giran
A m a n da P i n t o
48

los actores sociales de diferentes ámbitos, como el de la política, y los


procesos de la comunicación.

Este estatus del que gozan los medios significa que se ha pro-
ducido un proceso de mediatización, que es conceptualizada como el
“desplazamiento de los medios hacia el centro de los procesos socia-
les” (Blumler y Kavanagh, 1999, pp. 210-211), un fenómeno propio
de las sociedades actuales, como lo son también la individualización,
la modernización y la secularización, entre otros (Blumler y Kavana-
gh, 1999; Hjarvard, 2016). Por lo tanto, los medios son más que un
canal a través del que se expresan y manifiestan los actores sociales,
los medios producen contenidos, y se constituyen también en actores
de la comunicación.

Para referirnos a cómo inciden los medios en la comunicación


política es importante recordar que esta disciplina es definida como:
La actividad de determinadas personas e instituciones (políticos,
comunicadores, periodistas y ciudadanos), en la que, como resulta-
do de la interacción, se produce un intercambio de mensajes con los
que se articula la toma de decisiones políticas, así como la aplicación
de estas en la comunidad. (Canel, 2006, p. 27)

También se la conceptualiza como “el intercambio y la con-


frontación de los contenidos de interés público-político que produce
el sistema político, el sistema de los medios y el ciudadano-elector”
(Mazzoleni, 2010, p. 36). A pesar de que Mazzoleni precisa que esta
definición de la comunicación política no es ecuánime con la comple-
jidad del fenómeno, por ubicarse entre la comunicación y la política.
Asimismo, manifiesta que este intercambio y confrontación de con-
tenidos se produce preferentemente a través de los medios, situación
“que los convierte en el eje en torno al cual gira el discurso político, es
decir, el debate público característico del debate democrático” (p. 51).

El intercambio entre los actores de la comunicación política


se ha equilibrado en favor del sistema de los medios y el sistema po-
lítico, mientras que el público es relegado a cumplir el papel de es-
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

49

pectador y no de actor de la comunicación política, como lo señala


Murray Edelman (1976). Esto ocurre a pesar de que los ciudadanos
—es decir, el público— constituye un elemento clave dentro de la
comunicación política, ya que, en definitiva, es al público a quien,
tanto el sistema político como el sistema de los medios, pretenden
llegar (Mazzoleni, 2010). Esta nueva centralidad, y los esfuerzos de
los medios para influir en el público, corroboran el papel de actores
que cumplen los medios en la comunicación política.

La mediatización: los medios en el centro


de los cambios sociales
Para comprender la mediatización de la política se debe indicar
que esta sucede luego de haberse producido una mediatización de
la sociedad (Mazzoleni, 2010). Además, es importante establecer la
diferencia que existe entre mediación y mediatización. Stig Hjarvard
(2016) define a la mediatización como “un proceso de cambio social
a largo plazo debido a los medios de comunicación” y a la mediación
como “la comunicación a través de un medio específico” (p. 235).

Se debe precisar que la mediación —es decir, la emisión de un


mensaje a través de un canal determinado— condiciona el mensaje,
la forma y hasta quién puede participar en el acto de comunicación,
pero no influye en la relación que pudiera existir entre el medio la
política o la cultura o la sociedad ni en la forma en que funciona la
institución política, educativa o cultural. En cambio, el fenómeno de
la mediatización afecta las estructuras de la relación entre la sociedad
y los medios de comunicación, y en al funcionamiento de diferen-
tes áreas. En el campo de la mediatización de la política, Hjarvard
(2016) precisa que:
Atañe a los cambios estructurales que se producen a largo plazo en
la relación entre la política y los medios de comunicación a través
de los cuales se reconfiguran las relaciones entre las instituciones
implicadas y se crean nuevas condiciones para la comunicación y la
interacción. (p. 235)
A m a n da P i n t o
50

El autor señala que la mediación influye en la mediatización


y que la mediatización influye en la mediación. Así, las prácticas de
mediación continuas conducen a la mediatización de un ámbito de-
terminado. Por ejemplo, el uso generalizado de Twitter por parte de
los políticos en temas políticos conduce a una mediatización de la
política. En el segundo caso, en el que la mediatización influye en la
mediación, el autor manifiesta que conforme los medios de comuni-
cación integra más espacios sociales o culturales, se instauran nue-
vas condiciones de comunicación e interacción. Los medios pasan a
ser un elemento importante y su gestión dependerá tanto del propio
medio como de las lógicas institucionales ya sea política, educativa
o deportiva. Esta situación dará paso a nuevas circunstancias que
influirán en la mediación de mensajes de un ámbito concreto.

Es importante también considerar que el fenómeno de la


mediatización no es uniforme en todas las culturas. Tiene un desa-
rrollo diverso y se ha producido a través de un proceso que ha ad-
quirido variadas formas y características en los diferentes contextos
nacionales (McQuail, 1985). Por tanto, en un proceso de análisis se
debe considerar el funcionamiento de los sistemas de medios y de
las instituciones políticas existentes en un contexto específico. Sin
embargo, a pesar de que el proceso varía según la sociedad y la cul-
tura, la mediatización es uno de los cambios que experimentan las
sociedades actuales de forma general —como ocurre con la indivi-
dualización, la modernización o la secularización—. Prueba de ello
son los cambios en la organización social que la lógica de las redes
sociales ha ocasionado. Este fenómeno puede entenderse como una
mediatización más global, que no afecta únicamente a determinadas
áreas de la sociedad y la cultura, sino a toda la sociedad, tanto en su
estructura general como en la práctica individual (Hjarvard, 2016).

La mediatización consigue que los procesos políticos se reali-


cen con la intervención de los medios, pues ya se ha mencionado que
el fenómeno de la mediatización ha dado paso a una esfera pública
construida por los medios lo que consolida el concepto de democra-
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

51

cia mediática, como indica Swanson (1992). Esto significa, según el


autor, que los procesos políticos deben estudiarse considerando las
dinámicas impuestas por la lógica mediática.

Esta esfera pública, creada por los medios, consolida su in-


fluencia en los procesos políticos. Afianza la interdependencia entre
medios y política, al punto que la política no puede prescindir de los
medios, no así los medios de la política. La mediatización da lugar a
que la política y otros ámbitos dependan cada vez más de los medios
y de sus lógicas, lógicas que difieren según los intereses del medio.
Altheide y Snow (1979) definen la lógica mediática como una gra-
mática que da estructura a los procesos de producción periodística y
a los mensajes, es una gramática “evocativa, encapsulada, altamente
temática, familiar con las audiencias y fácil de usar” (p. 294). Se dis-
tinguen tres lógicas en los medios que se complementan y que a la
vez pueden ser conflictivas entre sí: la profesional, la comercial y la
tecnológica (Esser y Stromback, 2014).

Esser y Stromback (2014), señalan que la lógica comercial tiene


que ver con la rentabilidad de los contenidos. La lógica profesional se
refiere a la rutina de las prácticas y a la normativa; mientras que, el
cambio tecnológico es la adaptación de los mensajes a la tecnología
que les da soporte. La lógica profesional ubica al periodismo como
una disciplina que se interesa por la verdad y se identifica con la ne-
cesidad de la comunidad de estar informada, es decir que su activi-
dad está determinada por normas éticas. La lógica comercial entra en
pugna inevitable con la profesional ya que su razón de ser es el bene-
ficio económico del medio y llega a condicionar la información según
los intereses de la corporación mediática, accionistas o anunciantes.

Es importante mencionar que, debido a la mediatización de la


política, se ha creado una afinidad entre los medios y los actores políti-
cos, al punto que los medios han llegado a ser considerados una cuarta
rama del Gobierno, un poder vinculado a los tres poderes del Estado
(ejecutivo, legislativo y judicial), de forma que dichos poderes no pue-
den funcionar sin interactuar con la institución-medios, pues esta crea
A m a n da P i n t o
52

un contexto permanente en el cual y para el cual operan los actores


políticos (Cook, 1998; Sparrow, 1999). Sparrow, además, indica:
En cuanto institución, los new media condicionan las decisiones de
los otros actores políticos, es decir, estructuran, orientan y limitan
los actos de los sujetos que operan en las tres ramas formales del
Gobierno, en la administración pública y en las distintas fases y los
distintos ámbitos del proceso político […]. Los new media son una
parte íntima e ineludible del sistema político […]. Su actuación influ-
ye en los restantes sujetos políticos con efectos duraderos. (pp. 9-11)

Es importante destacar que el autor se refiere a los medios


como actores que condicionan las decisiones de los otros actores de
la comunicación política, por lo tanto, debemos reiterar que los me-
dios han pasado de ser mediadores, a ser quienes hablan de política
y quienes controlan el poder político.

Los medios son necesarios para la política y la política es ne-


cesaria para los medios, argumenta Timothy Cook (1998), además,
manifiesta que no se puede evitar hablar de esfera política ya sea por-
que la actividad de los medios está reglamentada, ya sea porque en
algunas sociedades, medios y política son parte de la misma elite de
poder o porque al producir información política los medios depen-
den de fuentes de ese sector. Por tanto, el autor concluye que existe
una “negociación de la noticiabilidad”, puesto que la información
política es una coproducción de políticos y medios (p. 12).

Los efectos del influjo de los medios deben considerarse en el


estudio de un proceso político, en la comunicación gubernamental
y de la oposición ya que son eventos que no pueden entenderse ais-
lados del fenómeno de la mediatización. Abordar la mediatización
proporciona contextos y contribuye a comprender como los proce-
sos políticos llegan a estar condicionados por la lógica de los medios.
Aporta elementos para dilucidar de qué manera la mediatización ha
marcado y definido el quehacer comunicativo y sobre todo cómo ha
delimitado y decidido la política en su esencia.
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

53

Es también importante considerar que los medios son insti-


tuciones que tienen intereses particulares que se evidencia en la in-
formación que transmiten y en la forma cómo abordan los asun-
tos políticos. Es así como los medios discriminan lo que es noticia
y deciden si la emiten o no y la forma cómo será emitida, tal como
manifiestan Reyes et al. (2011).

Los investigadores agregan que se debe tomar en consideración


la relación existente entre los políticos, los dueños de los medios de
comunicación y los periodistas, pero, además, los intereses y valores
que mueven a cada uno de estos actores. Por ejemplo, los políticos
quieren que sus acciones se conviertan en mensajes y el periodista tie-
ne la potestad de transformarlas en eso para difundirlas en los medios.
En cuanto a los valores, “a los dueños de los medios los mueve el valor
económico; a los periodistas, informar veraz y objetivamente; a los po-
líticos, el reconocimiento y validación” (Reyes et al., 2011, p. 97).

Y si nos hemos referido a los medios de comunicación masi-


va como actores de la comunicación política, debemos considerar
también a los medios de comunicación móvil e interactiva y a las
redes sociales que ejercen influencia desde comienzos del siglo XXI.
La omnipresencia de estos nuevos medios influye en la forma como
funcionan las sociedades y en su forma de comunicarse. Su uso se ha
extendido y ha pasado a formar parte de las actividades familiares,
sociales, educativas, de negocios, sanitarias, y también de la política
(Hjarvard, 2016). Y como hemos indicado en párrafos precedentes,
también han contribuido a la mediatización de la política.
Todo el influjo de los medios al que hemos hecho referencia
se produce a pesar de que los medios no son instituciones políti-
cas. Esta particularidad no ha impedido que la mediatización haya
llevado a los medios a convertirse en centros vitales de la política
(Deutsch, 1969) y que su irrupción haya introducido “mutaciones en
el código genético de la política” (Mazzoleni, 2010, p. 110).
A m a n da P i n t o
54

Aunque no se puede hablar del poder formal de los medios,


ya que como indica McQuail (1985) estos no están dotados jurídi-
camente de ninguno de los poderes formales de la democracia, su
influencia se ha consolidado en los sistemas políticos. Es decir, se-
gún el autor, los medios no ejercen el poder político, pero tienen
la posibilidad de influir en el ejercicio de poder, en el desarrollo de
los acontecimientos, en la agenda, en los personajes políticos, en las
decisiones políticas y en la opinión pública. Por lo tanto, la mediati-
zación es sinónimo del poder de los medios o “es el conjunto de los
efectos empíricamente observables que producen los medios en el
sistema político” (Mazzoleni, 2010, p. 103).

Se trata, por tanto, de efectos sistémicos que pueden ser peque-


ños y limitados, que afectan a contextos determinados y otros más
grandes, que pueden influir a un nivel más elevado y en todos los con-
textos nacionales e internacionales (Mazzoleni, 2010). El autor agrupa
los efectos en dos clases: los efectos mediáticos y los efectos políticos.

Los efectos mediáticos, es decir, las manifestaciones de la me-


diatización de la política que se produce en un contexto mediatizado,
son la espectacularización, la fragmentación del discurso, la cons-
trucción de la agenda o tematización (agenda setting y agenda buil-
ding). En cambio, los efectos políticos, es decir, las manifestaciones
que inciden directamente en la práctica y ejercicio de la política son:
el efecto de selección de las elites políticas, efecto de la personaliza-
ción de la política y efecto de “liderización”.

La pauta la marcan los medios:


espectacularización de la política
Además de constituir un prototipo de la lógica mediática, la
espectacularización es también un efecto mediático. La política ha
dejado de ser una exclusividad de formatos noticiosos y ha debido
adaptar su forma de comunicación con el fin de llegar a más perso-
nas y diversificar sus públicos, mediante la apelación a las emociones.
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

55

La espectacularización tiene relación con la dramatización de


la política, tal como lo indican Nimmo y Combs (1990). Para estos
autores los medios aprovechan la predisposición del público a creer
en las cosas “más por lo que parecen que por lo que son” y junto con
los políticos que aceptan las lógicas de la comunicación mediatizada,
“construyen el espectáculo de la política” (p. 16). Al espectáculo en
la política acuden la derecha y la izquierda, tanto quien está en el
Gobierno como quienes están en la oposición.

Por lo tanto, a través de la espectacularización se pretende lle-


gar a las emociones del público, y la información, su procesamiento
y la comprensión de la política, estarían moldeados por las emocio-
nes, como manifiesta Manuel Castells (2009), además, señala que no
existe contradicción, sino integración entre cognición y emoción en
la toma de decisiones políticas:
El procesamiento de la información (cognición) puede funcionar
con o sin ansiedad (emoción), llevando a dos formas diferentes de
toma de decisiones: la toma de decisión racional como proceso de
evaluación de la nueva información o modelos rutinarios de deci-
sión basados en experiencias anteriores procesadas en los mapas
cerebrales. (Castells, 2009, p. 202)

La prioridad la definen los medios


La agenda política significa que un tema o asunto político
se encuentra entre las prioridades de la discusión pública. Existen
dos efectos mediáticos originados en la agenda: la agenda setting y la
agenda building.

La agenda setting se refiere a la influencia que los contenidos


de los medios ejercen sobre las preferencias de la audiencia, sobre sus
argumentos, preocupaciones y sobre cómo gestionar dichos conte-
nidos. Los medios ofrecen al público más que una serie de noticias,
le proporcionan también las categorías y los niveles de significación.
Bernard Cohen (1963) puntualiza que puede ser que “la prensa no
tenga mucho éxito en indicar a la gente qué pensar, pero tiene un
A m a n da P i n t o
56

éxito sorprendente a la hora de decir a sus lectores sobre qué pensar”


(p. 13). Los medios, para este autor, trazan el mapa a través del cual
las personas se forman una imagen del mundo.

McCombs y Shaw (1972) acuñaron el concepto agenda setting


o establecimiento de agenda para referirse al poder de los medios de
dirigir el interés de las audiencias a determinados temas, considerados
como más importantes respecto a otros que son relegados o ignora-
dos. Esta discriminación deriva en una percepción sesgada, por parte
de la audiencia, respecto a la importancia de determinados temas po-
líticos y sociales. La categoría que otorga el público a las cuestiones que
ponen en escena los medios, está influida por el grado de importancia
que los medios les han concedido; como resultado de esta acción, los
públicos discriminan los elementos de la realidad de acuerdo con lo
que los medios han incluido o excluido (McCombs y Shaw, 1972). El
público presta atención y discute de los temas de los que hablan los
medios, como indican McCombs y Shaw, que además manifiestan:
El público es consciente o ignora, presta atención o descuida, resalta
o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos.
El público, además, tiende a conceder a las cosas una importancia
que refleja el énfasis atribuido por los medios de comunicación a
los acontecimientos, a los problemas, a las personas. (McCombs y
Shaw, 1972, p. 96)

En definitiva, la agenda setting presenta al público una rea-


lidad creada por los medios, “una realidad de segunda mano, que
viene estructurada por las informaciones que dan los periódicos (y
otros medios de comunicación) de esos hechos” (McCombs, 2006,
p. 24). Es decir, los medios son la fuente de creación de imágenes del
mundo exterior en la mente de los públicos, pero estas imágenes no
siempre coinciden con la realidad (D’Adamo et al., 2000).

Así como sucede con los temas, los medios destacan unos per-
sonajes, y al hacerlo, también relegan otros. “Los medios fuerzan la
atención hacia ciertos asuntos, refuerzan la imagen pública de las fi-
guras políticas y presentan objetos sugiriendo a los individuos sobre
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

57

qué deben pensar, saber y sentir” (McCombs y Shaw, 1972, p. 177).


Así también puede ocurrir que los medios, en lugar de crear al héroe,
al personaje que capte la simpatía de la audiencia gracias a las emo-
ciones, pueda crear el antihéroe, el político a quien el público rechace
en base a los asuntos que han resaltado los medios.

La agenda building se refiere a la influencia de los medios en


la política y en los políticos, mientras la agenda setting se refiere al
influjo de los medios en el público.

La selección de los temas de debate público, en los que debe


intervenir el sistema político, está también a cargo de los medios,
es decir, los medios tienen la capacidad para estructurar y definir
la realidad política durante las campañas y en otros ámbitos de la
actividad política. Pero también ocurre que los medios se interesan
por temas o hechos que surgen de la agenda política. Esto signifi-
ca que la agenda building es considerada como un proceso colectivo
con cierto grado de reciprocidad: tanto la agenda política como la
electoral, surgen de un proceso interactivo en el que intervienen los
periodistas y comunicadores políticos. También es conocida como
agenda shaping y tematización.

La composición de la realidad:
efecto de fragmentación del discurso
Otro efecto mediático en la política es la fragmentación del dis-
curso y se refiere a que la lógica de los medios tiende a simplificar la
realidad y también la política. Este efecto se refiere a la reducción del
debate político y público según las necesidades y las relaciones pro-
ductivas de la industria mediática. La fragmentación se evidencia tan-
to en los cortes de las declaraciones que el periodista elije, como en las
frases impactantes de los actores políticos, en las citas breves que se ha-
cen del discurso del político que se ajustan a los espacios y ritmo de los
programas de información. Esta práctica es aceptada con satisfacción
por los políticos que no dudan en contratar a expertos que elaboren
eslóganes y frases impactantes para caracterizar su discurso.
A m a n da P i n t o
58

Estamos ante un fenómeno que es natural a los medios que


fragmentan la realidad en todos los ámbitos sociales y culturales. Ha-
bermas (1981) señala que, desde sus orígenes y bajo la influencia de
los cambios tecnológicos, los medios representaron la realidad so-
breponiendo y ensamblando relatos como si se tratase de un collage
que es presentado con una composición coherente y ordenada.

Recapitulando, tenemos que la simplificación de la realidad y


de la política es una manifestación de la fragmentación del discurso.
Y la fragmentación del discurso es un recurso de los medios, los co-
municadores políticos y periodistas que buscan que los contenidos
políticos sean atractivos y divertidos.

Los medios en las estructuras de la política:


efectos sobre el sistema político
La mediatización llega a influir en la identidad y el quehacer
político, es decir, los efectos políticos de la mediatización son efec-
tos sistémicos que afectan al ámbito de la acción e interacción entre
los distintos componentes del sistema político. Esta influencia de
los medios en la esencia de la política se da porque han asumido
la función de centros vitales de la política. Esto ocurre cuando, por
ejemplo, presta atención a aspectos como las gestas de los políticos,
cuando dramatiza la política, y transforma el debate político en cho-
que de personalidades (Deutsch, 1969). Los efectos políticos de la
mediatización son: efecto de la selección de las elites políticas, efecto
de la personalización y efecto de la liderización.

Los medios en el lugar de los partidos:


efecto de selección de las elites politicas
Un efecto de la mediatización de la política constituye la
agrupación de la clase política por agentes externos a los partidos
políticos. Aunque esta práctica no es homogénea ni se desarrolla al
mismo ritmo en los diversos países y sociedades, es consecuencia de
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

59

la degradación de los partidos, lo que también ha llevado a que los


políticos tomen distancia de ellos.

El desplazamiento de los partidos ha facilitado que el sistema


de medios ejerza influencia más o menos directa en la selección de
las elites políticas, tanto en la fase de búsqueda del candidato como
en la captación del voto (Mazzoleni, 2010). Y si la selección de quie-
nes serán parte de la elite política ha dejado de depender de los par-
tidos políticos y ha pasado a ser incumbencia de los medios, las ca-
racterísticas del líder deben corresponder a la lógica de los medios.

Así, la cara visible del partido debe ser un personaje telegé-


nico, tener un perfil mediático, ser parte de la política-espectáculo
y lograr notoriedad en los medios de comunicación. Quien reúna
estas características tendrá mayores posibilidades de ser el candidato
o el líder del partido que aquellas personas que pueden tener muchas
cualidades, pero que no están dentro de los parámetros de la políti-
ca-espectáculo. Llegarán a ser parte de la elite política las personali-
dades mediáticas (Mazzoleni, 2010).

La intimidad al espacio público:


efecto de la personalización de la política
La personalización de la política se refiere a la construcción
del político en base a sus características no políticas. Se fundamenta
en la visibilidad del líder a base de explotar la vida privada y ca-
racterísticas personales del político. Karvonen (2010) sostiene que,
debido a la personalización, las identidades colectivas han perdido
espacio, mientras ganan importancia los individuos, de tal mane-
ra que las campañas se centran en los candidatos y líderes, y no en
los partidos. Los medios transforman el proceso político electoral
en una competición entre individuos y ocultan que en un proceso
electoral se juegan intereses colectivos. Por tanto, podemos decir que
la personalización es el fenómeno que concede una especial impor-
tancia a la persona de los actores políticos lo que ha llevado a la in-
A m a n da P i n t o
60

dividualización y a la personalización de la representación política


(Van Zoonen, 1998).

Mediante la personalización se destacan cualidades como la


simpatía, la humildad, la amabilidad del personaje político, para así
no mencionar sus planes y programas; es decir, la base de la personali-
zación de la política la conforman aquellos aspectos del personaje que
no tienen contenido político y nada tienen que ver con las propuestas
ni resultados en el campo de la política (Rico, 2009). Así, se explota
la vida privada del personaje, cuentan su familia, su apariencia física,
cómo viste, la religión que profesa, su estilo de vida y sus rutinas dia-
rias, entre otros elementos de su vida privada (Holtz-Bacha, 2004).

Esta forma de hacer política, en lugar de ser cuestionada, es


aceptada por el sistema político, que entiende que necesita de los
medios. La política depende de los medios y los políticos aceptan sus
reglas ya que consideran que si no están en los medios no existen:
El político no puede evitar el sometimiento a la regla de la populari-
dad televisiva, porque si no se convierte en estrella, no existe […]. La
televisión es el medio que más insiste en la personalización y la riva-
lidad entre personajes. (Mouchon, 1989, p. 52 en Mazzoleni, 2010)

La personalización ha ganado espacio y, así como varios au-


tores atribuyen este fenómeno a la mediatización, otros consideran
que es una consecuencia del debilitamiento de los partidos. Este de-
bilitamiento ha traído la pérdida de vigencia de la tesis de la división
de clases, ya que precisamente unos partidos han defendido dicha
teoría, aunque otros la han negado.

Ante la falta de argumentos e ideas profundas, la política ofre-


ce información fácil de digerir como la relacionada con la vida pri-
vada del personaje. Así, los contenidos de los medios han dejado de
depender de la articulación de ideas y han dado paso a la exaltación
de los sentidos. Las ideas, los argumentos y el rigor son reemplazados
por manifestaciones sentimentales (Maffesoli, 2007).
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

61

Otro aspecto que contribuye al fortalecimiento de la personali-


zación es la individualización de la sociedad. Autores Bennett (2012)
sostienen que la política personalizada tiene una larga historia y que
se ha manifestado en los vínculos emocionales que se han creado con
ciertos líderes carismáticos y también en los levantamientos populis-
tas. Destacan que la fragmentación social generalizada ha dado lugar
a una creciente individualización, que a su vez constituye un rasgo
de las democracias postindustriales. Aunque Bennett y Segerberg
(2011) señalan que aún es importante la política que se fundamenta
en la identificación con ideologías, partidos y luchas comunes, pese a
ello, gana terreno y se impone la política personalizada.

La personalización ha conseguido que lo privado haya ocu-


pado lo público y el espacio público ha sido invadido por la intimi-
dad, en palabras de Arendt (1958), “el descubrimiento moderno de
la intimidad parece un vuelo desde el mundo exterior a la interna
subjetividad del individuo, que anteriormente estaba protegida por
la esfera privada” (p. 75).

Este fenómeno explica el auge de un discurso basado en con-


tar historias y el uso de la intimidad, al punto que un tema público
expresado en ideas se ha vuelto incomprensible (Bauman, 2002). La
personalización de la política, para Popkin (1995), constituye la racio-
nalidad de poca información, en el comportamiento de los electores.
Esto significa, para el autor, los votantes son “avaros cognitivos” que
sienten incomodidad al tratar y tocar temas políticos complicados, por
lo que deciden su voto en base a experiencias de la vida diaria, como
la información que emiten los medios. También podríamos decir que
fuera del proceso electoral se enteran de los asuntos políticos mediante
contenidos superficiales, que apelan a las emociones.

Para concluir se debe hacer referencia a los efectos de la per-


sonalización que para algunos autores puede ser positiva y para
otros negativa. Los autores que consideran positiva la incidencia de
la personalización, defienden que esta traslada la política a sectores
escépticos y desinteresados, con lo cual contribuiría a potenciar la
A m a n da P i n t o
62

participación y la democracia. Para Joshua Meyrowitz (1985), la in-


timidad mediada a través de la cual los políticos hacen confesiones
y hablan de su vida, ha desplazado a una imagen impersonal y faci-
lita la comunicación con el pueblo. Pero existen posiciones que son
contrarias a estos argumentos y defienden la tesis de que la persona-
lización desvirtúa, simplifica y banaliza la política. Sostienen que la
personalización solo se ocupa de la apariencia externa y desestima
los contenidos y los argumentos, hecho que conduce a la despolitiza-
ción (D’Adamo et al., 2000).

En los medios se elige al líder:


efecto de liderización
Mediante la personalización de la política también se forja el
líder desde los medios de comunicación. Laguna (2011) señala que
el liderazgo constituye un elemento fundamental e indiscutible en la
ciencia política, en la teoría democrática de las elites y en el sistema
representativo ya que es el vínculo entre los militantes, y es la voz y
el rostro del partido. Además, sostiene que el líder es una manifesta-
ción del estilo hiperpersonalista, producto del sensacionalismo que
impera en los medios y representa la simplificación que establece el
lenguaje audiovisual.

Un líder, producto de la mediatización, orienta los esfuerzos


del partido a la competencia mediática y a la explotación de la ima-
gen. Si están centrados en la competencia mediática también descui-
dan la captación y formación de militantes. Laguna (2011) apunta
que la batalla electoral se da en los medios, y que, de acuerdo con su
lógica, la competencia se produce entre las imágenes de los líderes.

Conclusiones
A manera de síntesis, podemos mencionar que, gracias a los
efectos políticos de la mediatización —que es el desplazamiento de
los medios hacia el centro de los procesos políticos— asistimos a una
La m u tac i ó n d e l a p o l í t i c a p o r l a ac c i ó n d e l o s m e d i o s

63

teatralización de la política y “refeudalización” de la esfera pública,


como indica Habermas (1989, p. 81). El autor señala que la esfera
pública ha adoptado características teatrales, pensadas en un público
desinteresado en la política. Califica este fenómeno como la “refeu-
dalización de la esfera pública, entendida como la transformación
de la política en una especie de teatro, orientado a dotar a los líderes
políticos de un prestigio y aura que en el pasado se otorgaba a los
miembros de las cortes feudales, siempre en busca del interés de pú-
blicos escépticos con la política.

Nos hemos referido al poder de los medios que, gracias al fe-


nómeno de la mediatización y sus efectos, han logrado no solo in-
fluir en la comunicación política, sino en las estructuras del sistema
político. Estos conceptos proporcionan un contexto al estudio de la
comunicación de los actores políticos y permiten establecer si se ha
fabricado un personaje, si este responde a la lógica de los medios, si
tanto su discurso como otras acciones se fundamentan en elementos
emocionales. Es decir, se podrá determinar hasta qué punto la muta-
ción de la política por influencia de los medios ha podido determi-
nar unas elecciones y diversas acciones políticas.

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Comunicación contrahegemónica:
medios comunitarios y movimientos
sociales hacia un modelo de
comunicación desde la subalternidad

María Belén Ávalos Torres


Universidad Nacional de Chimborazo, Ecuador
maria.avalos@unach.edu.ec

Introducción
El presente trabajo analiza los momentos de discusión, orga-
nización e interacción entre indígenas, comunicadores populares y
sacerdotes en torno al levantamiento indígena de 1990, que constru-
yeron las condiciones de posibilidad para generar un nuevo modelo
de comunicación contrahegemónica. Esta categoría la planteamos a
través de Antonio Gramsci, que nos ayuda a comprender el proceso
de interrelación emergente en las Escuelas Radiofónicas Populares
del Ecuador (ERPE) y que logró disputar la hegemonía del poder
mediático comercial y visibilizar la dominación en la que estos acto-
res habían permanecido durante años.

Gramsci plantea que los procesos construidos por un grupo


social dependen de su propia concepción del mundo y que al po-
seer un lenguaje, sentido común y sentidos propios, pueden lograr
diferentes formas de liberación. De esta manera, se apela a que las
clases subalternas —categoría que Gramsci propone para referirse
a las clases dominadas— han construido a lo largo de la historia,
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
68

con sus acciones, diferentes formas de emancipación a esta forma de


dominación permanente.

Es importante explicar el proceso de construcción de la hege-


monía a la que los indígenas estaban sometidos, para desde allí defi-
nir cómo se suscita la contrahegemonía, pero a través de un proceso
de comunicación popular y de un lenguaje de lucha y reivindicación.
De esta manera se podrá comprender el recorrido de ERPE, indíge-
nas y sacerdotes, que colocaron todo su empeño para poder hacerse
visibles, para construir un lenguaje y pensamiento propios, que eclo-
sionó en el levantamiento de 1990.

Contrahegemonía desde la comunicación


Varias nociones de Gramsci, así como autores de la teoría de
la acción colectiva, movimientos sociales y de la comunicación po-
pular y comunitaria, sustentan teóricamente la construcción de co-
municación contrahegemónica. Es imprescindible determinar cómo
los procesos previos al levantamiento indígena de 1990 dieron pauta
para entender a la comunicación desde nuevos sentidos de acción
colectiva, generando de esta manera, procesos contrahegemónicos.

Se plantea un proceso contrahegemónico no solo como pro-


ceso político —hacia donde se han enfocado la mayoría de estu-
dios— sino también como proceso comunicacional que se inserta
en el sistema cultural al que apunta Gramsci para disputar la hege-
monía vigente. “La comunicación es uno de los espacios centrales
de disputa cultural y de sentidos frente a un sistema que tiene mo-
nopolios y oligopolios mediáticos y ha consolidado el pensamiento
hegemónico capitalista” (López, 2011).

No es solo plantear un ejercicio diferente de producción de


información o de acceso a medios alternativos frente a los medios
dominantes. El proceso de comunicación contrahegemónica debe
estar presente, tanto en los medios populares como en el sentido de
lucha y contienda social que mantienen los movimientos sociales.
No se trata, según nuestra perspectiva, de competir con los medios
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

69

establecidos como parte de un sistema de dominación hegemónico,


reproduciendo sus nociones sobre qué es comunicar, ni sus lengua-
jes y técnicas, sino de aportar otra visión de la comunicación que
tenga en cuenta realmente los sectores populares y no solo las ideas
y propósitos de los medios y los intereses que están detrás de estos.
Damos cuenta críticamente de cómo —inclusive desde los proyectos
y movimientos emancipadores— se tiende, en la generalidad de los
casos, a reproducir el modelo comunicativo hegemónico y con ello
nuevas formas de enajenación y dominación (Vidal, 2009).

La comunicación contrahegemónica no se encarga solo de di-


fundir contenidos diferentes, se diferencia por los procesos que im-
pulsa y por los sentidos que va construyendo al momento de comu-
nicar. El proceso de comunicación contrahegemónica debe pasar de
la cotidianidad del mundo de la vida, que plantea Habermas, por la
preexistencia de un sentido común habitual, que menciona Gramsci,
a detonar procesos de construcción de significados colectivos, dota-
dos de buen sentido, concientizando y acumulando todas las deman-
das y formas de expresión de la gente para poder difundirlas con un
modelo diferente.

La comunicación contrahegemónica no se relega al proceso


de comunicación popular, pasa de ser alternativo o llamado “tercer
sector” para disputar el espacio de los dominantes. No se queda en
el proceso de creación de agendas de información diferentes o en el
intento de disputar frecuencias y medios, sino que salta a configurar
un sector propio. Nathalia Vinelli (2014) menciona que no “no hay
pureza en lo alternativo, dejando de lado las lecturas esencialistas o
románticas que ven resistencia a toda práctica popular por el solo
hecho de venir desde abajo” (p. 64). Es decir, no todo medio comu-
nitario o proceso de comunicación popular es contrahegemónico.
De todas maneras, el sistema hegemónico capitalista sigue vigente y
la contrainformación1 planteada por Vinelli espera que la creación

1 “Entendemos por contrainformación no solo el proceso de dar vuelta la


información hegemónica sino también, y, sobre todo, a las maneras en que los
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
70

de contenidos diferentes genere un nuevo modelo de comunicación,


que dé paso a un cambio cultural, con procesos de concientización,
participación y vinculación de nuevos actores sociales y colectivos,
con la capacidad de producir nuevos lenguajes y discursos.

El estudio del lenguaje está presente en la obra de Gramsci. Le


preocupaba cómo las clases hegemónicas logran mantener el domi-
nio bajo la imposición de una lengua nacional por sobre los dialectos
populares (Balsa, 2011, p. 71). Gramsci menciona en los Cuadernos
de la cárcel (2000) que “todos los hombres son filósofos, porque par-
ticipan aun inconscientemente, de una determinada concepción del
mundo” y porque cada “lenguaje es una filosofía” (p. 204). Menciona
que el “lenguaje significa también cultura y filosofía (aunque sea en
grado de sentido común)” (p. 10). Y señala que “todo hombre que
puede hablar tiene su propio lenguaje individual, es decir, su propia
forma de pensar y de sentir” (p. 44).

También dice que los grupos dominantes y los grupos sub-


alternos están en constante disputa y lucha. No asume a los grupos
subalternos como pasivos, pero entiende que su accionar es producto
de repertorios previos y no siempre autónomos. La hegemonía tra-
baja siempre buscando las formas para ejercer el dominio, Roseberry
(1994) plantea que las maneras en que las “palabras, imágenes, símbo-
los, formas, organizaciones, instituciones y movimientos” utilizados
por los grupos subalternos para “hablar sobre, comprender, confron-
tar, acomodarse a, o resistir su dominación”, están configuradas por los
procesos de dominación y los esquemas interpretativos previos (p. 7).
Tarrow (2013) señala que las palabras casi nunca vienen del
lugar en donde se las usa, los lenguajes cambian, se acomodan y mu-
tan hacia el contexto en el que se encuentra su emisor y con la fina-
lidad que tenga al expresarlas. Además, pueden sustraer términos de
las mismas clases dominantes, pero cambiarles el sentido y subvertir

medios populares forman sus propias agendas y construyen otra subjetividad”


(Vinelli, 2014, p. 66).
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

71

las instancias de poder por los mismos canales y configurar otro mo-
delo de comunicación.

Será realmente contrahegemónica la comunicación que rei-


vindique el valor de las historias y las culturas diversas e interconec-
tadas que cohabitan en este espacio y tiempo que nos acoge, la que
estimule el pensar, la que forme la capacidad crítica para el discer-
nimiento. No depende, entonces, solo de discursos ni de medios, es
sobre todo de ética, de comprensión real del horizonte emancipador
que preconizamos que no se puede reducir a quién ostenta el poder,
sino sobre todo a cómo se socializa este (Vidal, 2009, p. 24).

Método de trabajo
Se realizaron 13 entrevistas a profundidad a actores que fue-
ron protagonistas de estos episodios históricos en junio de 1990, antes,
durante y después del levantamiento indígena. Fueron seleccionados
de acuerdo a su relación con la radio, la Iglesia y el movimiento indí-
gena. Se elaboró la matriz de análisis de discurso recogiendo lo más
importante de las versiones rendidas en cuanto a su interacción en el
levantamiento indígena y del papel que les pareció que cumplió ERPE.

Las versiones de cada actor permitieron reconstruir los epi-


sodios de junio de 1990 en Chimborazo y tuvieron como epicentro
las instalaciones de la radio. Los trabajadores de ERPE dan cuen-
ta de su interacción en aquellos días en la cobertura que realizaron
de las huelgas, bloqueos de carreteras por parte de los indígenas y
en las propias instalaciones. Para los comunicadores populares, es-
tos episodios de acompañamiento a la lucha indígena hicieron que
se profundizara su compromiso por realizar otra comunicación, la
que en aquellos días estaba disputando los cercos hegemónicos de
poder y de medios de comunicación fuertes que invisibilizaban sus
acciones. Su accionar constituyó un pilar fundamental para que esta
lucha crezca y llegue a la dimensión que lo hizo, la radio fue sin duda
el canal por el que los subalternos lograron difundir sus demandas.
Tabla 1
Matriz de análisis de discurso de trabajadores ERPE

Elemento del proceso


Levantamiento
Actor Rol que cumplió ERPE de comunicación
indígena 1990 contrahegemónica

En el episodio de levantamiento de 1990, ERPE


venía acompañando toda la lucha, pero eso era una Si nosotros damos una vista hacia atrás, en
cosa totalmente normal que los dirigentes del mo- toda su historia, hemos visto que ERPE tuvo
vimiento indígena vengan a la radio, porque siem- un proceso muy fuerte de acompañamien-
Juan Pérez
pre lo hicieron. Esta vez, se tomaron la oficinita to en todas las luchas indígenas. Cuando ERPE como canal (medio
(Director
que tenían los comunicadores quichuas. Y nosotros Chimborazo era una de las provincias con popular y comunitario).
ERPE)
72

sin medir las consecuencias realmente dimos toda mayor analfabetismo, ERPE a través de
la apertura porque nunca se había dado un levan- la alfabetización enseñó a leer y escribir a
tamiento de tales magnitudes. De a poco llegaba miles de indígenas.
más y más gente llenó el patio.
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s

Desde el año 88 que comenzamos con el micrófo-


Cansado de la opresión de las haciendas,
no abierto llegaron los indígenas de sus comuni-
nadie tenía tierras propias, eso fue una
dades ya planteados como Federación de Cabildos Los indígenas y organi-
Rubén causa grande para el levantamiento, donde
con sus metas y con sus objetivos y nosotros hemos zaciones sociales como
Viñán se dio un paso firme para que nos vean a los
defendido eso y difundido todo lo que nuestras emisores.
indígenas y conozcan la ley desde la radio
demandas. Toda la documentación de los dirigen-
hacia las comunidades.
tes, nos entregaron a nosotros.
Nosotros estuvimos acompañando todo el levan-
ERPE ha cumplido la opción preferencial
tamiento, porque los primeros días los dirigentes Estas formas de comu-
por los indígenas cumpliendo su rol de estar
vinieron a utilizar la máquina de escribir y les nicarse en clave fueron
Manuela junto a ellos hacer lo que ellos necesitan y
prestamos cosas y ya por la confianza después ellos constituyendo un nuevo
Cuji lo que ellos proponen, también con nues-
se quedaron aquí y se tomaron la radio organizan- código como lenguaje de
tra programación e información todo el
do las acciones y resguardándose de la policía que contienda.
tiempo.
los perseguía.

La gente permanecía en la radio día y noche en Los indígenas lograr implementar economía
aquellos días, y había que extremar la seguridad, sustentable, política propia y religiosidad
Los deseos de tener polí-
atendiendo y resguardando las instalaciones por- propia. Por eso se fueron creando diáconos,
tica, territorio y religión
que había demasiada gente y nosotros no teníamos vicariatos y estructuras de la pastoral indí-
C o m u n i c ac i ó n

propia era la fuente como


Fernando ni guardianes, ni seguridad, sino que la gente venía gena que hasta ahora siguen funcionando.
esquena de interpretación
73

Amores como si esta fuera su casa. El equipo informativo Uno de sus sueños fue el construir la Casa
de marcos que configura-
trabajaba en diferentes niveles, estaba la gente Indígena que después la construyó monse-
ban nuevas realidades de
que salió a las comunidades y desde allí mandaba ñor Corral, pero ya la idea y la organización
resistencia y lucha.
reportes, la gente que cubría las manifestaciones del movimiento indígena fue creado por
aquí en Riobamba. Proaño.
contrahegemónica
Tabla 2
Matriz de análisis de discurso de sacerdotes

Elemento del proceso


Actor Levantamiento indígena 1990 Rol que cumplió ERPE de comunicación
contrahegemónica

Ese fue un momento extraordinario donde la


sociedad ecuatoriana, unos con miedo y otros con
Los dirigentes de ERPE en ese sentido
admiración, vieron que se estaba gestando una
fueron sensibles y abrieron las puertas a la Los sacerdotes como parte
alternativa política bastante fuerte.
organización, porque si lo indígenas hubie- de las organizaciones
Estuardo En el levantamiento cuando la gente marcha no-
sen tomado hasta ahora bien sido dueños civiles que fueron emisores
Gallegos sotros estuvimos ahí con ellos también para que
de la radio pero fue un sentido positivo de en estos días de acción
la gente esté tranquila, porque decían si los curas
74

los directivos abrir las puertas y ser solida- colectiva.


están ahí con nosotros no nos pasará nada. Nos
rios con ellos.
hemos preocupado por que lleguen al templo para
que duerman ahí.
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s

La radio ha sido fundamental para todo el


En ERPE nos reuníamos dos veces al día durante ERPE como canal, desde
levantamiento y para el movimiento in-
los días que duró el levantamiento indígena. Pero donde se difundió accio-
dígena del Ecuador, porque el trabajo que
trabajábamos en la misma línea que Proaño, ellos nes organizativas.
Julio ha venido haciendo radiofónicas ha sido
eran los que se organizaban y decidían todo, no- Agentes externos como
Gortaire importante primero en cuanto a la misma
sotros quizás sugeríamos algo, pero ellos eran los brokerage o mediadores
educación y formación, no solo en Chim-
protagonistas de sus propias acciones. Así fuimos que lograron sin saber
borazo sino en otras provincias con presen-
haciendo Iglesia, así fuimos haciendo patria. ayudar a la lucha indígena.
cia de indígenas.
El levantamiento fue progresivo, porque no fue una
Radiofónicas ayudó a romper el cerco de
cosa que salió al unísono, sino que se fueron dando
desinformación que existía en toda la pro-
de a poco. La radio servía de portavoz y amplifi-
vincia, porque los periódicos y radios que
cador porque tenían programas y programación ERPE no llegó solamente
existían en ese entonces eran totalmente
que ayudaba a generar opinión y eso fue algo muy al movimiento indíge-
Pedro contrarios al movimiento indígena, contra-
importante aún dentro de la crisis que mantuvo la na, sino también a la
Torres rias a las luchas populares, contrarias a las
radio en 1986, hubo momentos y oportunidades en sociedad civil como sus
reivindicaciones de los indígenas. Por eso
que la radio generaba a través de su programación destinatarios.
el primer papel que cumplió ERPE, desde
puntos de vista de conciencia ciudadana de opción
los años 80 fue el de ser un vocero de todas
por los pobres y había programación que les llevaba
estas luchas.
y ayudaba a tomar conciencia sobre todas esas cosas.

Tabla 3
C o m u n i c ac i ó n

Matriz de análisis de discurso de dirigentes indígenas


75

Elemento del proceso


Actor Levantamiento indígena 1990 Rol que cumplió ERPE de comunicación
contrahegemónica
ERPE ha hecho muchísimo por los pobres,
Nos fuimos reuniendo poco a poco con los com-
por las organizaciones, por los indígenas,
contrahegemónica

pañeros dirigentes indígenas aquí en Chimborazo,


se mantuvieron en la persecución de León
luego con los de las otras provincias. Después
Febres Cordero, porque decía que eran
llegaron de la Amazonía y también de la Costa. El movimiento indígena
comunistas que eran guerrilleros. Para mí
Aurora Salíamos todas las noches por las comunidades a logró transmitir sus men-
ERPE fue fundamental para el levantamien-
Chinlli anunciar cuando sería el levantamiento indígena y sajes en su propia lengua
to porque nos pudimos comunicar en clave
lo que tenía que hacer cada compañero. Sabíamos y sentido.
y después del levantamiento nos dieron la
en qué puntos de la carretera nos íbamos a tomar y
educación bilingüe, un paso gigante porque
también hacíamos armas caseras con ají para poder
difundían a toda la población cómo estába-
defendernos.
mos y qué necesitábamos.
Nosotros en estos años no teníamos nada, nosotros
La radio ha cumplido un papel de convo-
solo íbamos con palos a los levantamientos y a la
catoria muy grande en estos años. La radio
toma de carreteras. Pero cuando mataron a nuestro
vivía bastante persecución del Gobierno y ERPE era un canal que
compañero Oswaldo Cuvi de Gatazo, fue una des-
Maxi- de los militares de ese entonces, amenaza- difundía mensajes de las
gracia para nosotros, porque no teníamos armas
miliano ban con quitarles la frecuencia. Pero a pesar comunidades y sector
como el ejército para defendernos, nos decían que
Asadobay de eso la radio sigue trabajando, es el único rural, que otros medios no
llevemos sal en grano porque si votaban bombas
medio en Chimborazo que recoge las noti- lo hacían.
lacrimógenas, teníamos que ponernos la sal debajo
cias desde las comunidades, para los otros
de la lengua y taparnos con el poncho o bayeta
medios solo vale lo urbano.
remojados.

La radio fue importantísima porque era


En el levantamiento de 1990, la gente se volcó por-
como si no tuviera dueño, la radio estaba Los indígenas como emi-
que llegamos a cansarnos de tantos problemas: el
Valeriana tomada por los indígenas. Todas las perso- sores a través de su radio
agua tan necesaria para los cultivos, la tierra donde
Anaguar- nas que querían comunicar o decir cual- que fue un canal de difu-
76

nosotros vivimos, todo nos estaba afectando y a


qui quier mensaje, la radio estaba día y noche, y sión importantísimo para
nadie le preocupaba, por eso con sabiduría toma-
ahí estaban llenos los indígenas de diferen- todas sus luchas.
mos la decisión de organizarnos y salir a las calles.
tes comunidades de todo Chimborazo.
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

77

Los sacerdotes y religiosos se mantuvieron también junto a los


indígenas en estos días de convulsión política, fueron los actores que
la historia juzgaría por haber sido los opresores que mantuvieron a
los indígenas en su situación por largos años, pero que a través de la
“teología de la liberación”, esta misma historia los redimiría por haber
creado las condiciones para su liberación. Se mantuvieron a su lado,
pero como mencionó el padre Julio Gortaire, no buscaban imponer
ninguna acción que no la hayan pensado desde su propia organización.

El movimiento indígena logró visibilizar sus luchas y accionar


frente a sus demandas solo cuando las condiciones estuvieron dadas.
A pesar de que su estrategia no fue milimétricamente pensada, los
repertorios de acción colectiva utilizados fueron exactos para lograr
los días de movilización y bloqueo que generaron una importante
incidencia política y social. Este actor subalterno estaba disputando
la hegemonía y el sentido político comunicacional en un contexto
adverso, que miraba con interés lo que estaba sucediendo en el Ecua-
dor. Lo sucedido sin duda delimitó un antes y un después para la
población indígena, y su interacción con los medios de comunica-
ción popular y comunitarios dio paso a una nueva forma de hacer
comunicación e insurgencia que no tenía precedentes.

ERPE como modelo de comunicación


contrahegemónica
Después de investigar cómo se suscitaron los hechos en leva-
miento indígena de 1990 y de hacer una revisión teórica, se plan-
tea proponer un “modelo de comunicación contrahegemónico” que
será un proceso colectivo que refleje las acciones de reivindicación
y procesos de lucha de un movimiento social. Se desarrolla inmerso
en el sistema hegemónico dominante, que es el capitalista y está en
constante disputa frente a un escenario mediático monopólico y oli-
gopólico, saturado de medios de comunicación privados. Para ello se
plantean los siguientes elementos que componen el modelo y bajo
los cuales se puede analizar los distintos escenarios sociales.
Figura 1
Gráfica del modelo de comunicación contrahegemónica
78
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

79

Contexto

El contexto en el que se desarrolla el modelo de comunicación


contrahegemónico aunque pareciere adverso, tiene sus rupturas y el
movimiento social puede aprovechar las oportunidades de apertura
que el sistema provee y que el movimiento social crea. Las oportuni-
dades, dice Tarrow (1998), se dan cuando los movimientos sociales
crean las condiciones y demuestran sus fuerzas para enfrentarse a las
clases dominantes. Las oportunidades pueden aparecer por varios
factores cuando estas aparecen es el momento de los movimientos
sociales de crear nuevas situaciones y palabras. “Cuando las personas
están lanzándose juntas en nuevas combinaciones contra objetivos
nuevos o diferentes bajo nuevas configuración de oportunidades y
amenazas, ambos producen nuevas formas de acción y nuevas pala-
bras para describirlo” (2013, p. 14).

Emisor

El emisor de este modelo será un grupo subalterno, un mo-


vimiento, organización, colectivo, institución, un actor dotado de
conciencia propia y experiencias previas que le permitan expresar
todos los mensajes, pensamientos, sentimientos, discursos, un actor
que ponga en práctica su “agencia”. Gramsci dice que la agencia “se
refiere al entendimiento con el que los actores son capaces de mo-
dificar las situaciones sociales a través de la acción colectiva” (Chihu
Amparán y López Gallegos, 2007, p. 451).

Los emisores contrahegemónicos serán intelectuales orgánicos,


dirigentes y guías culturales con la capacidad de formar un intelectual
colectivo. El emisor debe hacer uso de su buen sentido, cuestionador,
inconforme y potencialmente transformador. El buen sentido, en tér-
minos de Habermas, representa una forma distinta de acción comu-
nicativa, un emisor con capacidad cognoscitiva de lenguaje y acción
para poder transformar el sentido del mundo de la vida cotidiana y
convertirlo en acciones de contrahegemonía liberadora.
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
80

Fuente

Se constituye del cúmulo de conocimientos y experiencias


previas que tiene el movimiento social. Es el depósito cognitivo del
proceso de alineación de marcos que los actores han interpretado
mediante encuentros, actos organizadores y la micromovilización.
Todos los momentos vividos en el pasado y que hicieron posible des-
pués de un proceso de concientización, organizar la experiencia y
orientar la acción. La fuente, en este modelo, son los marcos de inter-
pretación en común, que definen por lo que se lucha y que impulsan
al emisor a tomar acciones y emitir un mensaje de reivindicación.
Los marcos de injusticia determinados por todos los procesos pre-
vios llevados a cabo por los actores en los ciclos de discordia y reper-
torios es desde donde los actores seleccionaran sus contenidos para
construir los mensajes de contienda.

Código

Es el tipo de lenguaje con el que se transmite el mensaje. En


un proceso de comunicación contrahegemónica el lenguaje será de
contienda, un conjunto de nociones y conceptos formados desde el
impulso de reivindicación y de disputa de hegemonía. El lenguaje de
contienda está constituido por palabras que “pueden movilizar, unir,
dividir e incluso conquistar, palabras que se vuelven herramientas,
a menudo armas” (Tarrow, 2013, p. 12). Estas palabras pueden ser
ambiguas y polisémicas, esto ayuda para que puedan adaptarse a di-
ferentes contextos y circunstancias con el mismo poder de convenci-
miento y denuncia. A esto Tarrow (2013) llama resonancia simbólica
y modularidad estratégica. El idioma utilizado también es código,
en este modelo, el idioma es un elemento de mucha importancia.
Es la idea de prevalecer el idioma propio en un sistema que quiere
ocultarlo, el idioma por el que se expresan los mensajes contener de
igual manera un lenguaje de contienda. El idioma es el sostén donde
se almacena el lenguaje de contienda.
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

81

Mensaje

Es el conjunto de signos utilizados por el emisor para cons-


truir un contenido que debe ser emitido al destinatario. El mensa-
je se formula a partir de los conocimientos previos adquiridos de
la fuente y se transmite mediante la codificación del lenguaje de
contienda y un idioma. Será el discurso en concreto que los grupos
subalternos quieran dar a conocer y emitirlo a la luz de la opinión
pública, un mensaje dotado de otro sentido que confronte al sistema
hegemónico vigente y que construya una conciencia social para la
nueva dirección cultural que se quiere implementar.

Canal

Es el medio por el cual es transmitido el mensaje, es el soporte


por donde los mensajes son conducidos hacia el receptor. En el mo-
delo de comunicación contrahegemónica es uno de los elementos
clave que hace la diferencia frente a la hegemonía marcada de los
medios de comunicación tradicionales. La comunicación contrahe-
gemónica es un tipo de comunicación pública y colectiva que quiere
cambiar de concepción la forma de mirar la comunicación de masas.

En un proceso de comunicación contrahegemónico los cana-


les son aquellos que estén junto a los grupos subalternos y no los
vean como simples audiencias, sino como actores sociales capaces de
emitir sus propios mensajes. Los medios de comunicación hegemó-
nicos frente a los populares y comunitarios tienen fuertes diferencias
que han hecho que los segundos estén relegados a un minúsculo es-
pacio dentro del sistema mediático. Sin embargo, estos canales “son
herramientas de construcción de poder implica que una de sus ta-
reas principales está al servicio de los movimientos sociales como di-
fusores de las construcciones de sectores subalternos” (López, 2011).
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
82

Destinatario
No es lo mismo que el receptor, el destinatario en el modelo
contrahegemónico tiene dos objetivos: las clases dominantes y la so-
ciedad civil. Los mensajes construidos y emitidos por los grupos subal-
ternos, prioritariamente con contenidos de interpelación y demanda,
se dirigen hacia quien puede hacer posible que estos requerimientos se
cumplan, las clases dominantes con sus autoridades, grupos de poder,
elites de poder. Los mensajes se dirigen hacia ellos porque son con
quienes se disputa la hegemonía y son quienes mantienen la situación
de dominación y subordinación de las clases subalternas.

Retroalimentación o feedback
Se refiere a la respuesta o condición que, según la teoría co-
municativa, cierra el proceso de comunicación. Se dice que al existir
una respuesta es que se ha comprendido el mensaje por parte del
destinatario, que el lenguaje, código y canal utilizados han cumplido
sus funciones a cabalidad. La retroalimentación es la condición que
permite que exista comunicación, porque de otra manera el mensaje
sería lineal, solo de una vía. Sin existir respuesta no habría comuni-
cación, sino solo información. En nuestro proceso contrahegemóni-
co, recordando que tenemos dos destinatarios, tendremos también
dos tipos de respuesta y además en dos sentidos: positiva o negativa.

La una está enfocada en la reacción que tengan las clases domi-


nantes frente a las demandas de los grupos sociales, pueden establecer
un canal de vuelta para negociar o simplemente pueden bloquear toda
comunicación, no manifestarse y no dar paso a los requerimientos. La
otra respuesta, que debería venir desde la sociedad civil, sería, por un
lado, ganar simpatizantes y militantes para los movimientos sociales si
los mensajes que fueron emitidos por los grupos subalternos organi-
zados logró concienciar sus mentes para unirse al trabajo en colectivo;
por otro lado, que la población permanezca impávida frente a los con-
flictos de reivindicación social y siga con su vida sin darse una opción
de cambiar de sentidos y objetivos de vida.
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

83

Ruido

Existen modelos de comunicación que consideran al ruido


como un elemento más del proceso de comunicación, apuntando
que el ruido vendría a ser la interferencia, interrupción o entorpe-
cimiento del proceso normal de comunicación. Significaría un ele-
mento obstructor por decirlo así entre el emisor y destinatario que
no permitiría que el mensaje llegue a su meta y que cumpla su misión

El ruido en el modelo de comunicación contrahegemónica


tiene que ver con la “ventriloquía”. Ese proceso que no permite que
el mensaje que desean transmitir los grupos subalternos llegue de
forma íntegra al destinatario. Las formas ventrílocuas que se pueden
dar en el proceso de comunicación tienen que ver con la injerencia
de terceros en el transcurso de la contienda, es decir, querer influir en
el discurso, en las intenciones, inclinar intereses personales dentro de
la intencionalidad de la reivindicación social que se esté planteando.
Es la llegada de un tercero no orgánico al movimiento social, que
quiere construir los discursos o mensajes aduciendo que los quiere
plantear de mejor manera o hacerlos políticamente correctos. Quien
quiere figurar como actor de las demandas sociales para ganar prota-
gonismo público para sus intereses políticos. El ventrílocuo que cau-
sa ruido en el proceso de comunicación contrahegemónica es todo
aquel que no demuestra tener compromiso con la causa militante
del movimiento social, pero que manifiesta su intromisión en los
procesos de organización y comunicación de las acciones colectivas
de los movimientos sociales.

Brokerage o mediador

En el sentido original del “corretaje” o “correduría” viene a ser


un agente especial del mercado o de la bolsa que se permite tratar
con las dos partes de un conflicto o un posible contrato, para lograr
acercar a ambas partes a un acuerdo. Tarrow (2013), en su obra sobre
el lenguaje de contienda, retoma este concepto inicial para explicar
M a r í a B e l é n Á va l o s T o r r e s
84

cómo lograr a través de este tercer actor en mecanismo de difusión


del lenguaje de contienda. Aquí Tarrow (2013) vuelve sobre dos au-
tores para explicar mejor este concepto:

De esta manera, decimos que el brokerage, sería un elemen-


to del proceso de comunicación contrahegemónico por cuanto hay
circunstancias en las que es necesario contar con un mediador que
logré difundir y hacer llegar los mensajes de contienda de los grupos
subalterno hacia el destinatario. Este mediador tiene que obligato-
riamente comulgar con los compromisos, ideología y forma de pen-
sar de la organización o movimiento social. Tiene que ser un tercero
sí, pero simpatizante, quizás no militante a tiempo completo de esa
causa social, pero una persona en la que el movimiento social ten-
ga confianza para atribuirle la concesión de entregar o mediar en el
proceso de comunicación con las clases hegemónicas.

Conclusiones
Desde la concepción teórica de este trabajo, nos atrevemos a
decir que ERPE planteó un modelo de comunicación contrahegemóni-
co, que se esgrime en el apartado anterior, y este modelo debe ir más
allá de una forma alterna de producción de contenidos para llegar a
una verdadera producción de sentidos.

Un modelo debe explicar un fenómeno social en torno a un


esquema interpretativo. Beltrán (2000) señala que “las definiciones
son el producto de las reflexiones sobre la experiencia y hasta cier-
to punto, orientan la práctica” menciona que “la conceptualización
tradicional de la comunicación y su paradigma clásico fueron el re-
sultado de la experiencia en comunicación en los Estados Unidos de
América y en Europa Occidental” (p. 6).

Este modelo ha sido el resultado de la experiencia comunicacio-


nal colectiva lograda en 28 años de trabajo de ERPE, fundada desde el
impulso de la teología de la liberación, corriente eclesiástica surgida en
Latinoamérica. Para fines de este trabajo, se plantearon las bases para
C o m u n i c ac i ó n contrahegemónica

85

la formulación del modelo de comunicación contrahegemónico desde


la teoría de la hegemonía y la propuesta de contrahegemonía plantea-
da por Gramsci, como teoría general de estudio. Desde las teorías de
la comunicación, este trabajo se enfocó en la perspectiva de la acción
comunicativa de Habermas, para quien “la dinámica de entendimien-
to intersubjetivo que funda tanto la naturaleza de la sociedad como la
condición de posibilidad del conocimiento, se explicita desde el uso
del lenguaje” (en Aguado, 2004, p. 73). Es decir, el lenguaje como pro-
ductor de sentido, de otra concepción del mundo.

Referencias bibliográficas
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Vinelli, N. (2014). La televisión desde abajo: historia, alternatividad y perio-
dismo de contrainformación. El Río Suena; El Topo Blindado.
Imaginario político y comunicación:
común igualdad y verdad no violenta

Emanuele Profumi
Università di Pisa, Italia
emanuele.profumi@unitus.it

Introducción
Identificar las condiciones sociohistóricas de posibilidad que
ayudan a la nueva fundación del poder colectivo y de la normatividad
comunicativa, sobre la base de un imaginario democrático renovado,
lejano del abrazo mortal con el universo capitalista y revitalizado por
la lucha contra las viejas y nuevas formas de dominio social, es el
horizonte dentro del cual debemos preguntarnos: ¿cómo entender la
relación entre comunicación y política y, más precisamente, qué es la
comunicación política?

Para contestar habría que considerar el análisis crítico del so-


ciólogo francés Jean Baudrillard, porque nos permite captar algunos
fenómenos centrales de la sociedad contemporánea del consumismo
global en donde vivimos. Este pensador francés, de hecho, identifi-
ca dos aspectos del imaginario de nuestra sociedad que constituyen
dos escollos mortales para la formación de cualquier movimiento de
creación política (Profumi, 2013) y que tienen que ver directamen-
te con la comunicación en diferentes niveles de existencia (desde el
nivel interpersonal al de la opinión pública organizada y comercial).
Ambos toman forma y son llevados por las masas (la mayoría silen-
Emanuele Profumi
88

ciosa) y por la espectacularización de la comunicación mediática,


produciendo una condición general de imposible participación en el
poder colectivo (Baudrillard, 2005, p. 28).
Según su análisis, un inmenso proceso de simulación está reem-
plazando la realidad social e histórica contemporánea, y eso es
funcional al modelo burocrático y consumista que ha trasformado
cualquier relación humana en algo espectacular, comercial y natu-
ralizado, o sea, en un conformismo violento todo impregnado de
lógica publicitaria. (Baudrillard, 2010a, pp. 14-16, 34, 52, 91, 107,
127, 138-145, 193, 215, 233, 240; Baudrillard, 2010b)

Es en este contexto que él afirma que los dos escollos que se


cuelan en el ámbito de la política y de la comunicación en la socie-
dad consumista actual no se reducen al problema de la violencia. Es
decir, por un lado, la imposibilidad de reconocer la manipulación y
el engaño en el plano comunicativo y, por el otro, la correlativa desa-
parición del “principio de realidad” en el nivel de la política.1

Para redescubrir el “principio de realidad” en la relación entre


comunicación y política, es necesario restablecer lo que Baudrillard
ha abandonado en parte, es decir, una perspectiva crítica, aún más ne-
cesaria en el horizonte problemático que acabamos de mencionar. Es
necesario, pues, indagar en los diferentes ámbitos en los que trazar
cuánto tienen en común la comunicación y la política: lo que ambas
comparten, para ir al esencial, es lo que emerge en el momento de la
actividad política emancipadora, es decir, cuando nos encontramos en
la creación de lo que se considera “común”. Es allá que hay que pregun-
tar: ¿qué relación existe entre política y comunicación en el momento
de la creación de lo común (o de este como creación de la realidad)?

1 Entiendo por “política” un principio vital que es la principal herramienta capaz


de mostrarnos cómo el tejido de las relaciones e instituciones humanas es en últi-
ma instancia sociohistórico y sin el cual todos estamos encerrados en la prisión
de la naturalización de lo existente, es decir, en la reificación de la organización
social y en un perpetuo cortocircuito entre el presente, el pasado y el futuro.
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

89

Para responder, es bueno abandonar algunas ideas que aún


pueblan el imaginario político contemporáneo, para iniciar una pri-
mera reflexión en espiral, que aborde los marcos de esta relación des-
de el plano prepolítico al de la actividad política propiamente dicha,
para intentar identificar lo que puede haber de emancipador en el
vínculo entre la comunicación política, propia de los actores e ins-
tituciones de poder, y la específica “política de comunicación” de la
opinión pública organizada. En particular, es bueno dejar de lado lo
que en su momento afirmaba el filósofo cristiano Agustín de Hipo-
na (1980, XI, XX, p. 26), cuando considera que el tiempo y sus for-
mas temporales (presente, pasado y futuro) solo pueden entenderse
gracias al alma, ignorando la decisiva dimensión sociohistórica en el
nivel del imaginario, y también dejar de lado a uno de los padres del
liberalismo moderno, John Locke (2005, p. 151), cuando afirma que
en la fundación de la organización política la mayoría retiene todo el
poder de la comunidad, ignorando que el poder político para ser ver-
daderamente democrático debe expresar la totalidad del poder social.

Verdad e igualdad: Arendt y Habermas


Siguiendo el análisis de Baudrillard sobre la sociedad consu-
mista, el problema de la manipulación y del engaño comunicativo
y político está vinculado a la creación de un mundo independiente
de la realidad social, según él, producto de un mecanismo semióti-
co e imaginario que reafirma la jerarquía y la competencia social al
proponer una homogenización en la diferencia, es decir, un código
de signos diferenciados que responda ante todo a la necesidad del
imperativo del consumo y no a la del sentido y de la comprensión de
las relaciones sociales. Lo decisivo es que lo que se sacrifica de forma
sistemática, por tanto, es, en primer lugar, el sentido crítico, el único
que nos permitiría evitar sumergirnos por completo en una realidad
cosificada en la que los marcos sociales e históricos no simplemente
saltarían, sino que están sistemáticamente escondidos.

En una realidad en la que la alienación histórico-social se ha


radicalizado y se erige como fundamento del sistema, fuente de toda
Emanuele Profumi
90

narrativa colectiva, la melaza indistinta de un universo de significa-


do único en el que es difícil ver lo falso de lo que no lo es, donde la
ficción puede convertirse en un engaño sistemático, recuerda dra-
máticamente la realidad totalitaria descrita hace varias décadas por
Hannah Arendt (2004).

Por eso, es bueno volver a su reflexión sobre las verdades de


hecho o fácticas, y a la investigación que tiene un interés exclusivo
en llegar a afirmar una verdad, no solo porque es lo que falta en
una realidad como la que describe Baudrillard, sino también porque
parece ser la forma más eficaz para confutar a un cierto pluralismo
posmoderno que parece ser el correlativo filosófico más adecuado
para defender la construcción ficticia de la que nos habla Baudri-
llard, representada de manera ejemplar por Gianni Vattimo (2009,
pp. 7-46, 49-57, 85, 104-121).

Lo que más nos interesa aquí, en todo caso, es el aspecto colecti-


vo de las verdades de hecho y, por tanto, su vínculo con el pensamiento
y la acción política.2 Saber distinguir entre un hecho, una opinión y
una interpretación es decisivo para entender que las verdades de he-
cho se subordinan a una construcción narrativa orientada a defender
o afirmar específicos intereses de poder o, peor aún, de dominación,
como cuando en la guerra, en la dictadura o en los Estados totalitarios,
se construyen mentiras sistemáticas para ocultar la responsabilidad
pública de determinadas acciones políticas o institucionales. De otro
modo, sería imposible identificar el desprecio por los hechos y la rígida
adhesión a las reglas de un mundo ficticio, así como denunciar la ideo-
logía que justifica y defiende el poder establecido. Además, la asunción

2 “La verdad de hecho, por el contrario, siempre está conectada con otros, se refie-
re a hechos y circunstancias en las que muchos están involucrados, se establece
por testigos y se basa en testimonios; existe solo en la medida en que se habla
de ella, incluso si ocurre en privado. Es política por naturaleza […]. La libertad
de opinión es una farsa, excepto cuando la información sobre los hechos está
garantizada y los hechos en sí mismos no están en duda. En otras palabras, la
verdad de hecho informa el pensamiento político del mismo modo que la verdad
racional informa la especulación filosófica” (Arendt, 2004b, p. 44).
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

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de responsabilidad, pública o privada, necesita reconocer lo sucedido,


independientemente del sentido, de la intención o de la interpretación
del sujeto que vive el hecho considerado, como en el caso de Eichmann
(Arendt, 2005, p. 282). La facilidad con la que se pueden manipular
los hechos o su comprensión inmediata en un mundo de significados
imaginarios y en una red simbólica, no nos exime de conocerlos y te-
ner que identificarlos, independientemente de nuestro interés perso-
nal o del interés de Estado, por ejemplo.

Por eso queda más claro, gracias a Arendt, cómo una política y
una comunicación que busca respetar las verdades de hecho y la bús-
queda de estas verdades, así como el pluralismo de interpretaciones
y cosmovisiones que se encuentran implicadas por ellas, constituyen
prácticas importantes para ayudar a reconocer la manipulación y la
mentira en el contexto de la actual construcción de mundos virtuales
“más reales que la realidad”, como los que nos recuerda Baudrillard.
Arendt, además, tiene razón cuando cree que lo opuesto a la verdad
fáctica no es el error, la ilusión o la opinión, que siempre están en-
trelazados de una forma u otra con ella, sino la falsedad deliberada
(la mentira), que se basa en su eliminación. Cualquier manipula-
ción, entonces, parece moverse en un terreno tan difícil de identificar
como decisivo para cualquier política y comunicación de la emanci-
pación, porque se encuentra a medio camino entre la interpretación
y la mentira, allá donde el hecho se cuenta de tal manera que el signi-
ficado del evento lleva a enmascarar algunos de sus aspectos funda-
mentales. No saber distinguir entre interpretación y verdad de hecho
es, en otras palabras, un terreno fértil para la mentira (Arendt, 2004,
p. 60) que, cuando se vuelve sistemática, puede generar un aumento
del nihilismo entendido como el vaciamiento cínico y la destrucción
total de cualquier significado, como en el caso de la sociedad de con-
sumo de la que nos habla Baudrillard.
En otras palabras, el resultado de una substitución coherente y total
de la verdad de hecho por la mentira no es que las mentiras ahora
serán aceptadas como verdades, ni que la verdad será denigrada al
Emanuele Profumi
92

convertirla en mentira, sino que el significado con el que nos orien-


tamos en el mundo real […] se destruye. (Arendt, 2004, p. 69)

Lo que no podemos cambiar a voluntad, el respeto por lo que


se da a pesar de nosotros mismos en el plano común y en el mun-
do, el reconocimiento de los límites de las verdades fácticas, es por
tanto un requisito previo para cualquier entendimiento y libertad
de transformación y de búsqueda de justicia. En este primer nivel,
prepolítico y preinterpretativo, pero en todo caso social e histórico,
y fuertemente ligado a lo que reconocemos y creamos como común,
se da una primera “igualdad negativa”: el reconocimiento igualita-
rio de verdades que son independientes de una arbitraria visión del
mundo, del sentido que damos a la vida y de las interpretaciones y
transformaciones específicas de la sociedad. En otras palabras, esta
igualdad parece una precondición real del poder colectivo concebido
como emancipador (Arendt, 2006, p. 83).

En la comunicación y en la acción social que apunta a la crea-


ción común también hay que reconocer un segundo nivel donde la
verdad y la igualdad se entrelazan, esta vez orientada consciente y posi-
tivamente hacia la afirmación de la solidaridad y de la transformación
de la realidad colectiva. Es Jürgen Habermas (1997, pp. 387-394) quien
lo deja claro cuándo cree que, junto con Baudrillard, sabemos forjar la
lógica que sustenta la sociedad de consumo y la actividad productiva
contemporánea, y que fundamentalmente la acción instrumental no es
social mientras que la acción comunicativa se orienta hacia el acuerdo
racionalmente motivado es el comportamiento más eminentemente
social (y por lo tanto solidario), y es allá donde encontramos verdad e
igualdad entrelazados.
Más precisamente, Habermas (1997) analiza las condiciones
regulativas en los actos lingüísticos que establecen las relaciones in-
tersubjetivas en las que los interlocutores plantean pretensiones de
validez racionalmente justificables hacia otros que, si se respetan,
conducen al entendimiento, al acuerdo: con la parte ilocucionaria
del acto se plantea una pretensión que puede ser aceptada o no. El
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

93

filósofo crítico alemán necesita aclararlo porque cree que esta com-
prensión es la base para el funcionamiento de interacciones sociales
desprovistas de lógica estratégica, que es aquella que impide el real
compartir basado en el acuerdo racional (pp. 387-405).

A partir de dos importantes implicaciones derivadas de esta


tesis, podemos afirmar que esta perspectiva nos aclara una esfera
emancipadora más amplia, frente a la que vimos gracias a Arendt.
No podemos ignorar lo que ya existe en común, aunque no haya
pasado el escrutinio de la racionalidad crítica o de nuestra creación
consciente compartida. Es solo sobre esta base que podemos desa-
rrollar un acuerdo motivado por el reconocimiento de las pretensio-
nes de validez racionalmente justificables: comprensibilidad, verdad,
sinceridad, corrección normativa (Habermas, 1997, pp. 405-33).

Lo que nos predispone a considerar las condiciones de verdad


y sinceridad dentro de una comunicación de cualquier tipo (verbal o
no), así como a intentar ser comprendidos y a comprender los otros,
es una actitud que permite a los actores de la comunicación con-
siderarse como iguales. La búsqueda de la comprensibilidad en la
relación es una consecuencia directa de lo que informa la búsqueda
de la verdad en la comunicación orientada al acuerdo. Sin embargo,
ya que considerar al otro como igual ayuda a hacer comprensible un
acto de habla, porque nos inclinamos a evitar ocultar nuestras inten-
ciones, a no inventar nada para poderlo convencer de lo que nos gus-
taría de él de manera estratégica, y nos sentimos libres de criticarlo y
también capaces de aceptar su crítica como un instrumento de trans-
formación de la condición social compartida, podemos decir que es
especialmente en base a todo esto que tratamos de ser comprensibles
en una comunicación orientada al entendimiento y no al revés (a dife-
rencia de lo que ocurre en la comunicación orientada al éxito).

En definitiva, ¿cuál es la actitud preliminar que es, al mismo


tiempo, también el principal efecto de la comunicación que respeta
estas cuatro condiciones de validez? Es el reconocimiento de la igual-
dad de los demás en la comunicación.
Emanuele Profumi
94

Conflicto y poder: Galtung y Castoriadis


Baudrillard nos sugiere también que la violencia en la socie-
dad consumista está directamente relacionada con la desafección ge-
neralizada por la política y por la historia, y que este fenómeno no
es marginal sino una expresión constitutiva de la organización de la
sociedad. La violencia social y la despolitización, en otras palabras,
son fenómenos relacionados que deben entenderse simultáneamente.
Esto nos brinda un campo más amplio para reflexionar sobre el vín-
culo entre comunicación y política de los dos que acabamos de ver.
Un campo vinculado al tejido social-institucional y, en particular, al
momento en el que está atravesado por una violencia generalizada
(que desgarra, elimina, polariza, etc.) (Baudrillard, 2009a, pp. 41, 44).

En este nivel, el del conflicto violento, es el filósofo noruego


Johan Galtung quien nos muestra lo que puede acontecer con una
comunicación y una acción íntimamente política capaces de tratar y
transformar esta violencia en un nuevo tejido común. Galtung está
convencido de que la violencia es una violación de esta dimensión
común, que nadie debe apropiarse o destruir si queremos respetar
la igualdad y la diferencia que caracterizan el proceso de generación
continua del tejido social. Galtung cree que esta creación común no
es el resultado de alguien en particular, sino el momento en el que se
restablece lo común, trascendiendo el mutuo desgarro del conflicto
violento gracias al compartir una nueva realidad inclusiva y respe-
tuosa con todos. En esencia, para él la práctica no violenta tiende a
la recreación de lo común bajo ciertas condiciones, y necesita de un
método específico que establezca, facilite y fortalezca este proceso.

El razonamiento de este filósofo parte de la idea central de que


la violencia es una enfermedad social y relacional que niega necesi-
dades básicas, como la empatía, la cercanía, la solidaridad y la segu-
ridad, porque se sustenta en una lógica de exclusión (Aut/Aut) que
informa el poder colectivo en diferentes niveles. El sufrimiento físico
y mental que daña y lesiona nuestra propensión a la solidaridad, es
expresión del impedimento de las necesidades básicas y de una po-
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

95

larización que bloquea la comprensión del otro, deshumanizándolo,


reduciendo su vida y autonomía (Galtung, 2008, p. 194). La preven-
ción, reducción o negación de la violencia es, positivamente, la cura
de una humanidad3 incapaz de potenciar la vida (alegría y placer)
y de asegurar un sistema cooperativo (fruto de armonía en las rela-
ciones). Para ello es necesario utilizar un método que trascienda los
diversos problemas que nos impiden iniciar un proceso que potencie
el renacimiento común de la creatividad y de la autonomía en la base
de la humanización (Galtung, 2008, p. 163).

El método que desarrolla para restaurar el respeto por la hu-


manidad, el “método Transcend”, como era de esperar, vincula inse-
parablemente la afirmación no violenta del conflicto con su trans-
formación creativa, que despolariza y desarma, y en la que cada uno
encuentra su lugar en la “transformación” del conflicto, para hacer
de este algo en lo que participó directamente junto con aquellos a
quienes consideraba como enemigos a combatir y vencer (la fuente
de su problema) (Galtung, 2008, p. 152).

De hecho, trascender significa superar la contradicción en-


contradas en una realidad común a partir de la voluntad de ver algo
válido en nuestro “enemigo”. Esta actividad tiene como objetivo la
superación de una cultura del absolutismo y de la lógica del Aut/Aut,
gracias a la aceptación de la copertenencia entre nosotros y nuestro
“enemigo” a un mismo mundo y destino, para solucionar el proble-
ma del conflicto que tenemos con él, logrado a través de un diálo-
go que nos ensena puntos de interés en común con él, gracias a la
imaginación y a una empatía restaurada, herramientas para captar

3 Galtung (2008, pp. 49-67, 132) apoya una acción de cuidado triangular, que
toma en cuenta el diagnóstico (explicitando las condiciones de violencia), el
pronóstico (aclarando los procesos de violencia, evaluando si aumentan, se
estabilizan o disminuyen) y la terapia (proceso de reducción o eliminación
de la violencia y mejora de la vida) para sanar la dimensión violenta en la
que vivimos. La capacidad para hacerlo requiere la posibilidad de saber cómo
sostener transformaciones de una manera aceptable y sostenible para todos los
involucrados en el conflicto.
Emanuele Profumi
96

la particularidad del sujeto en conflicto y luego realizar un proyecto


común, gracias a la garantía del reconocimiento de la igualdad de
participación entre todos los actores en la resolución del conflicto.

Conectar el conflicto con la creación significa aceptar que la


otra parte presente en el conflicto tiene derecho a expresar su discon-
formidad, su crítica e incluso su oposición a lo que es importante o
necesario para nosotros. O sea, básicamente, otorgarle el mismo po-
der para transformarnos (esto es lo que reclamamos hacia el otro en
condición de conflicto y no solo que el otro nos reconozca).

Lo que hace al conflicto no violento es, en última instancia,


esta íntima conexión entre conflicto y creación: haber sometido el
conflicto excluyente a la creación común de una nueva realidad com-
partida legitima al conflicto con miras a su solución. O sea, permite
una aceptación mutua del conflicto considerado como la base del
sufrimiento común, vinculándolo a una teleología compartida, la de
crear una nueva realidad construida en conjunto sobre la base de
la igualdad y del respeto por nuestra existencia específica (Galtung,
2008, pp. 84, 93, 137, 147-152, 192, 208, 228). También en este caso,
como en los anteriores, la igualdad juega un papel primario.

Galtung, de hecho, cree que la violencia tiene una dimensión


colectiva específica y que abandonar la venganza y la represalia en los
conflictos tiene una relación intrínseca con la afirmación de la igual-
dad y la equidad entre las partes. Como otros ilustres no violentos
(Gandhi y Mandela) y como algunos importantes “filósofos de la paz”
(Bobbio y Calogero), también para Galtung la ley, entendida como
norma común, es central y debe ser defendida como recurso decisivo
para superar la imposición de una normatividad que no sea producto
de la participación (que no sea compartida), expresión de la ruptura
de la solidaridad primaria entre las partes o violación de nuestra hu-
manidad, que son las verdaderas consecuencias de la exclusión-explo-
tación-opresión violenta llevada por un conflicto destructivo.
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

97

No es casualidad que la voluntad de entendimiento, el deseo


de compartir, la capacidad de creación común, la voluntad de cam-
biar los objetivos privados frente a los objetivos comunes respetuo-
sos de la diversidad y de la igualdad, no sean solo o principalmente el
fruto de un diálogo socrático necesario para activar el proceso tras-
cendente. Que es lo que Galtung desarrolla en todo caso. También es
necesario considerar la progresiva difusión de un imaginario plas-
mado en prácticas e instituciones capaces de hacerlo efectivo, real, de
dar al diálogo el apoyo normativo-institucional necesario.

Es en esta perspectiva que hay que considerar que lo que se


vuelve común, por tanto, es ante todo un tejido normativo que se
había desgarrado y debe ser reconstituido. Por esta razón, parece
posible argumentar consistentemente que el aspecto emancipato-
rio-creativo del método se encuentra realmente en la reapropiación
de la dimensión normativa común, que garantizó la armonía de la
cooperación pacífica antes del conflicto violento, y que solo puede
ser restaurada de forma creativa y en conjunto.

¿Cómo comprender este ámbito a nivel comunicativo y po-


lítico? Para responder a esta pregunta hay que abandonar Galtung
y considerar la filosofía de Cornelius Castoriadis, que radicaliza la
consciente distancia creativa hacia la formación de lo común pre-
sente en el método Transcend, porque la reconoce como la base de
nuestra capacidad general de auto-creación social.

Castoriadis reformula algunas tesis de Freud y se acerca a las


tesis de la psicoanalista Piera Aulagnier (en Profumi, 2013, p. 65),
haciendo de la teoría psicoanalítica la piedra angular para aclarar la
idea de “lo transindividual” a la base del discurso de Galtung y que
él asumió implícitamente al enfrentarse a Marx y Hegel. Es desde
este recorrido que él afirma que lo “social-histórico” es la verdadera
realidad ontológica de la sociedad y, por tanto, es el campo en el que
se capta lo que ya es producto de lo común en la existencia humana,
como hemos visto en el caso de las verdades fácticas destacadas por
Arendt. Es a partir de esta orientación que este filósofo identifica
Emanuele Profumi
98

las posibilidades de la autonomía humana y aclara el movimiento


específico que informa al social-histórico, o sea, lo que él llama “la
dialéctica social entre el instituido y lo instituyente”; que no es más
que la expresión más clara de las formas colectivas que se crean, cam-
bian, nacen y mueren a través del movimiento del imaginario radical
(unión entre imaginario social e imaginación radical).

Para comprender rápida y sucintamente lo que quiere decir


Castoriadis con imaginario radical, basta pensar en la institución
como una red simbólica con capacidad para fijar sentido y sancionar
socialmente, cuyo carácter profundo es su relativa indeterminación,
evidenciada por los fenómenos de sobredeterminación de los símbo-
los y de sobresimbolización del significado. Todo esto sugiere que en
la raíz del fenómeno simbólico, en su centro pulsante, hay algo más:
el imaginario radical, porque se le atribuye la capacidad de inventar
sentido, una posibilidad elemental de poner una cosa y una relación
entre las cosas y hacerlo en forma de representación (Castoriadis,
1975, pp. 105-248). Toda sociedad tiene la necesidad universal y total
del sentido, y es un mundo de significados que la mantiene unida.
Mundo realizado por el “colectivo impersonal anónimo” y por su
“imaginario social” establecido, cada vez específico, que es el campo
peculiar de la creación común o de lo común como tejido sociohis-
tórico en el que vivimos y que continuamente recreamos (Castoria-
dis, 1975, pp. 160-161).

Castoriadis se acerca ahora a Galtung, porque comparte la


idea de que lo común es, en definitiva, una creación colectiva que
se puede reactivar conscientemente, un terreno común a reconocer
como tal para poder intervenir al mismo tiempo en nuestra trans-
formación individual y en el cambio social. Sin embargo, a diferen-
cia del filósofo no violento, hemos visto que Castoriadis sitúa esta
creación precisamente en el contexto social-histórico del imaginario,
haciendo más compleja la comprensión de la creación y recreación
de lo común.
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

99

Mientras Castoriadis desarrolla un pensamiento filosófi-


co-político relevante y utiliza términos fundamentales para la com-
prensión de la transformación política de la realidad como la distin-
ción entre “lo político” y “la política”, cuando él se refiere al imagi-
nario político no lo trata como un área específica, donde es posible
rastrear las condiciones de posibilidad para la creación común. Sin
embargo, siguiendo algunas de sus consideraciones al respecto, po-
demos identificar los contornos de un imaginario político que hay
que considerar como una esfera más en la que ubicar y desarrollar la
relación entre comunicación y política.

Es en este contexto, de hecho, que, para facilitar el nacimiento


de un tejido normativo emancipado de la dominación y de la violen-
cia gracias al esclarecimiento de lo ya establecido y del movimiento
que radicalmente lo cuestiona (el movimiento instituyente), la rela-
ción entre estas dos prácticas puede ayudar al nacimiento de todas
las capacidades que hemos enfatizado hasta ahora (búsqueda de la
verdad, igualdad y creación común no violenta).

Así, podemos trazar la posibilidad concreta de creación co-


mún entendida por Castoriadis como una nueva institución de la
sociedad, su autocreación original, explícita, generada por “la polí-
tica” y su imaginario especifico. “La política” hace que “lo político”,
es decir, la esfera del poder explícito y, de manera más general, la del
poder colectivo, sea participable. Así, ella permite que todos tengan
el poder de contribuir a la transformación de la sociedad y a la crea-
ción común (Castoriadis, 1996, pp. 239-240, 1990, pp. 139-149). Por
eso, para él, “la política” es una praxis de autonomía que socializa la
institución como tal y se orienta a la cuestión de la justicia, verda-
dero motor de toda actividad que apunta a la institución general de
la sociedad (Castoriadis, 1978, pp. 325-413, 1990, pp. 209-234). En
suma, la política es ese movimiento instituyente que democratiza el
poder social, convirtiéndolo en “el poder de todos”, porque sometido
a procesos de reflexividad y deliberación en los que todos participan
de cara a la reorganización de la sociedad (Castoriadis, 1979, pp. 18-
Emanuele Profumi
100

26, 1999, pp. 142, 149-153). Si “la política” es la actividad que por ex-
celencia se ocupa de la creación común es porque apunta al corazón
de la organización de la sociedad exclusivamente gracias al principio
de igualdad efectiva en la participación de todos en los poderes es-
tablecidos e instituidos en la sociedad. Es una práctica que entra en
contacto con el “infrapoder”, el poder del conjunto social, y trata de
hacerlo lo más explícito y participativo posible (aunque esto nunca
se pueda hacer del todo).

Como el imaginario instituido no podría pensarse en lo más


mínimo sin basarse en un imaginario político atravesado por la au-
tonomía específica de la política, es legítimo pensar que este tipo
de imaginario político juega ante todo un papel de contestación, de
crítica y apertura del imaginario establecido y, en consecuencia, de
guía y orientación para todo el movimiento creativo instituyente. En
fin, dado que la política se refiere ante todo a la participación igua-
litaria en el poder colectivo, y esta participación es el valor bueno y
democrático para invertir para crear un nuevo tejido institucional
que constituya nuestro mundo común, podemos concluir que, en
este caso, el universo de significados necesarios para la creación de
un mundo común se encuentra ante todo en el imaginario político.

Para continuar la búsqueda


Llegamos así a una conclusión provisional: la raíz comparti-
da de comunicación y política, si se piensa en ellas como prácticas
emancipadoras en los cuatro ámbitos considerados, es la capacidad
de identificar, practicar y fortalecer —en la organización de la so-
ciedad— la igualdad que se activa como principio y práctica de una
nueva creación del mundo común: presente en el reconocimiento de
lo que ya es común en el mundo en el que vivimos, pero también en
la base principal de una búsqueda no violenta de verdad y justicia.
I m ag i n a r i o p o l í t i c o y c o m u n i c ac i ó n

101

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Segunda Parte
Jornadas de la Comunicación 4
Participación ciudadana, democracia
y comunicación en contexto
de incertidumbre
9-10 de diciembre de 2020
Complejidades del periodismo
tradicional en Chile:
una propuesta para mejorar
la calidad informativa con
una mirada ciudadana y social

Miguel Chamorro Maldonado


Universidad Viña del Mar, Chile
miguel.chamorro@uvm.cl
Nicolle Morales Guerrero
Universidad Viña del Mar, Chile
nicolle.moralesguerrero@gmail.com
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero

Introducción: complejidad
del periodismo tradicional
En Chile no se han realizado estudios sobre la situación actual
del periodismo: la literatura existente es la evidencia de la crisis que
afecta en la actualidad al periodismo a través de informes de prensa,
columnas de opinión u ensayos. Por otra parte, no existen estudios
desde una mirada regional nacional, salvo informes de despidos. No
obstante, la literatura evidencia que el periodismo en Chile pasa por
un mal momento, reflejo del espejo que tiene la disciplina en todo
el mundo ante la falta de credibilidad, concentración de monopolio,
una industria mediática que produce otros formatos de comunica-
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
106

ción y un sinnúmero de variables que afectan directa e indirecta-


mente al periodismo y, de alguna forma, a los profesionales que ejer-
cen esta profesión que apela al derecho a la información y libertad de
expresión con el uso de la tecnología que lo hace todo.

Pero para establecer un diagnóstico de cómo se encuentra el


periodismo en la actualidad, sobre todo en el cono sur, específica-
mente en Chile, hay que señalar que la crisis no es algo nuevo a nivel
mundial. Ramón Reig (2015) establece que no se trata de algo des-
conocido, sino más bien de un fenómeno que deviene de los años
2007-2009 como consecuencia de la avaricia, la codicia, la corrup-
ción, el desarrollo mismo de la tecnología y los males que se aprecia
en el periodismo al priorizar el sistema mercantil por sobre el real
oficio que es informar, olvidando lo social y el alcance para todos,
dejando sus beneficios a sectores privilegiados.

Para Aladro (2013), el periodismo ha pasado por cinco fases


de crisis sucesivas que han ido asolando su diseño y función profe-
sional y su valor social, hasta llegar a la situación actual de pérdida
acelerada de peso en la sociedad del siglo XXI. Señala una primera
crisis reflejada en lo moral y ético a partir de 1920, luego un aspec-
to socioprofesional visualizado en 1960, posteriormente en materia
política a partir de 1980, lo tecnológico a partir de 2000 y finalmente
en pleno apogeo de la tecnología agravando la crisis lo financiero a
partir de 2010.

Los planteamientos de Aladro tienen sentido desde una mira-


da de la historia del periodismo en sus diversas etapas de tiempo y
espacio, pero a esto se agrega una visión interesante que aporta Reig
(2015) con la seis “p” que enfrenta el periodismo como crisis: la “pro-
piedad” de los medios que proyectan información, la “publicidad”, la
“política”, la “producción” de la noticia sobre redacciones pasivas en
el que la búsqueda de la noticia e investigación para contar una his-
toria que se diluye, el “público”, el más olvidado en los últimos años,
porque busca qué oír y no aquello que sucede. Y la misma “p” del
“periodismo”, que en la actualidad está más cercana a esa formación
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
107

de periodistas lobbies de empresas y, posiblemente, a redes políticas,


cultura que mantienen los medios tradicionales.

A nivel latinoamericano hay diversos estudios y artículos que


hablan del tema, todos ambientados en los respectivos escenarios de
cada país, pero que se unen, de alguna manera, en un denominador
común: el mercado que muestra intereses en oportunidades de ne-
gocios por sobre un rol social de informar e integrar a la comunidad.

A esto se suma una herencia cultural occidentalizada, donde


los medios que durante periodos antisistema neoliberal —como ocu-
rrió en los tiempos de Chávez en Venezuela (1998), Lula da Silva en
Brasil (2003), Rafael Correa en Ecuador (2006), Evo Morales en Boli-
via (2006), Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007), Pepe
Mujica en Uruguay (2010), Ollanta Humala en Perú (2011)— pro-
tegen los intereses liberales, resguardando la economía y geopolítica
de los segmentos altos para salvaguardar la democracia (Reig, 2015).

El caso chileno es muy particular por proteger el sistema de


intercambio comercial, los negocios, los terrenos de ganancias del
neoliberalismo y el mercado donde los medios se han hecho eco de
aquello, con concentraciones encabezadas por dos grupos: El Mercu-
rio y COPESA (Consorcio Periodístico de Chile) que concentran un
98 % del mercado de medios. Una alta concentración de propiedad,
integrada por producciones multimedia con fuertes contenidos en la
ciudad de Santiago y noticias centrales distribuidas en medios regio-
nales pertenecientes al mismo conglomerado, y una alta participación
de capital extranjero (Flores, 2018). A esto se agrega un mercado de
carácter centralizado y centralizador, donde el Estado-nación se re-
produce en la misma estructura de los medios (De Valle et al., 2011).

El escenario chileno no es muy auspicioso frente a la crisis del


periodismo, porque limita el fortalecimiento de la democracia y la
libertad de expresión de los ciudadanos que, ante lo ocurrido el año
2019 con el estallido social que afectó gravemente la credibilidad del
presidente Piñera, los medios tradicionales y los profesionales de la
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
108

prensa fueron cuestionados por la cobertura y manipulación de la


información que afectó al país.

Como expresa Herrscher (2019):


Desde que estalló la revuelta popular en Chile en octubre, las paredes
de las ciudades del país se llenaron de mensajes contra los podero-
sos: al inicio, la furia se centraba en el presidente, Sebastián Piñera, y
su entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick. Después, la ira
de las paredes fue contra la policía y las fuerzas armadas, contra los
bancos y la Iglesia católica. A medida que la protesta popular crecía,
surgió un nuevo culpable: los medios de comunicación con frases
como “Apaga la tele”, “Periodismo traidor”, “Medios cómplices”, “La
prensa miente”.

En este contexto y con los antecedentes señalados, se presenta


un levantamiento de los estudios y material que devienen desde el
año 2015 en adelante, respecto a la temática de la investigación ya
que, para fines de esta, se desea observar las diferentes perspectivas
de la actual crisis en el periodismo y posibles propuestas de mejora-
miento a su calidad, las que se dividen en los siguientes temas: crisis
económica y laboral del periodismo, sin libertad no hay democracia,
y estado del periodismo.

Objetivos y metodología
Este estudio propone conocer la impresión de la ciudadanía
del Gran Valparaíso, en Chile, en materia de la crisis del ejercicio
periodístico y su función social en la actualidad, tomando en cuenta
el análisis y visión de periodistas y académicos de cara a evidenciar la
situación del ejercicio profesional en un escenario complejo, afecta-
do por el estallido social, cierre de medios de comunicación y pérdi-
da de credibilidad en el país.

Para el desarrollo de esta investigación se ha optado por un pa-


radigma sociocrítico, basado en un estudio de tipo exploratorio, que
se fundamenta en la crítica social con un marcado carácter reflexivo.
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
109

Se considera que el conocimiento se construye siempre por intereses


que propician la autonomía racional y liberadora del ser humano, y se
consigue mediante la participación y transformación social.

De esta forma, para el análisis cuantitativo se escogió traba-


jar con una encuesta sobre el estado del periodismo, desarrollada a
través de Google Forms, aplicada en forma digital debido a la pan-
demia del COVID-19 vivida en 2020. El instrumento fue contesta-
do por una población de 41 personas de diversas edades. El criterio
de selección para esta muestra consistió en la búsqueda aleatoria de
personas, en un rango amplio, residentes en la provincia de Valparaí-
so,1 cuya muestra representara el sentir ciudadano ante el objeto de
estudio analizado. La encuesta fue aplicada para ver la percepción o
juicio de los ciudadanos comunes y corrientes ante el estado actual
del periodismo en sus formas de divulgar información a través de los
medios tradicionales y digitales.

El método de ponderación de este instrumento fue a través de


la escala de Likert para evaluar el sentir sobre un determinado tema o
asunto de percepción o creencia para analizarla estadísticamente (Her-
nández Sampieri et al., 2014). Las unidades de análisis a observar en la
encuesta fueron crisis del periodismo y la función social del mismo.

Por otro lado, para desarrollar el análisis cualitativo se aplicó el


instrumento entrevistas en profundidad a un grupo de profesionales
con experiencia en medios, docencia e investigación (tabla 1). El cri-
terio de selección de cada uno se realizó basado en la búsqueda de pe-
riodistas que hoy trabajan en diversos campos profesionales, a nivel in-
formativo y académicos, de modo de captar diferentes perspectivas res-
pecto a la temática tratado en el estudio a nivel de experticia y estudio.

1 Para el cumplimiento de los objetivos de gobierno y administración, el país se


divide en quince unidades territoriales menores llamadas regiones y cada una
de ellas está a cargo de un intendente, quienes son designados por el presidente
de la república. Las regiones se dividen, a su vez, en provincias, las cuales están
a cargo de un gobernador, y estas finalmente se dividen en comunas, las que
son dirigidas por un alcalde que es electo por votación popular.
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
110

Tabla 1
Lista de entrevistados

Nombre Reseña
Decano de la Facultad de Ciencias Sociales en la Universi-
dad de Playa Ancha, periodista, licenciado en Ciencias de
Felip Gascón i Martín la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona
y doctor en Ciencias de la Comunicación por la misma
universidad.

Periodista y presidente regional del Colegio de Periodistas


Danilo Ahumada
de Chile, región de Valparaíso.

Periodista con gran trayectoria en medios nacionales


(televisión y radio), actualmente se desempeña en medios
Alejandra Valle digitales y es conductora de “La voz de los que sobran”, en
El Desconcierto, junto a Daniel Stingo y Mauricio Jürgen-
sen, donde conversan acerca de la contingencia nacional.

Especialista en comunicación corporativa, inbound mar-


keting, social media y relaciones públicas. Tiene amplia
Mariela González
experiencia en redes sociales, redacción y marketing de
contenidos.

Periodista chileno por la Universidad Finis Terrae y máster


en periodismo por la Universidad Complutense de Ma-
Matías del Río Covarrubias
drid. Actualmente trabaja en el Área de Prensa de TVN y
en “Hablemos en off ” de Radio Duna.

Discusión y resultados
Como se mencionó anteriormente, con el objetivo de analizar
de forma conjunta los resultados de los instrumentos aplicados en
el presente estudio, se hizo un cruce de las respuestas de la encuesta
con aquellas declaraciones más representativas del instrumento en-
trevista en profundidad. Tanto las preguntas de la encuesta como las
entrevistas, se vincularon a la búsqueda de respuesta con el objeto de
analizar las unidades observadas mencionadas.

Con los datos cuantitativos y cualitativos se diseñó un diagra-


ma con el flujo de respuestas entre ambos instrumentos, a partir de
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
111

la teoría fundamentada, cuyo funcionamiento explica Abric (2001 en


Alveiro, 2013) al decir que las representaciones sociales son:
Conjuntos organizados y estructurados de creencias, opiniones,
informaciones y actitudes en torno a un determinado objeto social y
por tanto toda representación social posee una organización interna
en la cual se presenta una jerarquización de los elementos que la
componen y de las relaciones que se establecen entre ellos. (p. 125)

Con esto observamos las complejidades del periodismo en la


actualidad, para llevar a cabo una significación de la organización
del periodismo en la sociedad, ante la actual crisis vista por inter-
locutores medidos de forma natural, donde la observación es inter-
pretada de acuerdo a las significaciones que asignan los individuos
al objeto de estudio, en la trasformación del escenario de las redes
conectadas al mundo de las redes de autocomunicación de masas
(Castells, 2009), en el que las técnicas tecnológicas, como consecuen-
cia de internet, ya sea como artefacto cultural y espacios de repre-
sentación, han adoptado un seguimiento en forma constante desde
que la comunicación en la era digital inserta en una globalización
industrial y económica, cambiando el ritmo de la comunicación en
todo el mundo, por los web-actores.2

A continuación, se detallan las categorías con la información


brindada por las encuestas y las entrevistas en profundidad, a partir
de las unidades de análisis observadas y medibles:

Crisis del periodismo

En relación a la crisis del periodismo, de acuerdo a la percep-


ción de los ciudadanos, en términos del resultado de las respuestas
de la encuesta, el periodismo, entendido como aquel que se informa
en los medios tradicionales, “todos muestran lo mismo”, lo que sig-

2 Concepto aplicado por Pisani y Piotet (2008) en el que postulan que los actua-
les internautas se implican mucho más bajo la fórmula de 1+1, como efecto del
cambio que tiene el mundo producido por la web.
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
112

nifica que los medios y el grupo de profesionales no tiene un modelo


creativo al momento de elaborar o informar a la comunidad, de ma-
nera distinta a la pauta tradicional.
Figura 1
¿Cuál de las siguientes frases representa mejor la causa de la crisis
que hoy vive el periodismo en Chile?

Desde la conversación con periodistas es posible dar cuenta de


distintas aproximaciones con respecto al origen de la crisis, identifi-
cándose como un conjunto de factores internos y externos que han
llevado a la profesión a este momento crítico. De acuerdo al análisis
desarrollado por los profesionales, este es el resultado:
Como vemos, la crisis del periodismo actual no es una crisis mono-
causal, sino una crisis compleja, y es una crisis de transición, donde
además no nos tenemos que sentar solamente en esta dimensión
histórica y tecnológica, sino también cultural, social y política.
¿Cuáles son las otras dimensiones del factor cultural y político?
Bueno, la aparición de todo lo transmedial y lo digital conlleva
también a una corrección de los actores comunicacionales, pasando
de quienes controlaban las tecnologías y monopolizaban de alguna
manera los discursos públicos y la opinión pública eran los medios,
que tenían la capacidad de invertir en esas tecnologías y —por
ende— controlarlas, a un nuevo contexto en el que cada uno y
cada una de nosotros y nosotras somos capaces de ser productores
de contenidos, y de contenidos transmediales incluso [y prosigue].
Poner en el centro la lógica de bien público en el sistema de comuni-
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
113

caciones es también interrogarse de qué manera, no solo en Estado


sino la sociedad en su conjunto, se plantea qué tipo de derecho es la
comunicación. Recuerden que estamos hablando del contexto his-
tórico y normativo, y el derecho a la comunicación no está reconoci-
do en la Constitución chilena […] las normativas jurídicas internas
chilenas. El quehacer de los medios de comunicación siempre ha
tenido un enfoque punitivo; es decir, nunca se ha reconocido posi-
tivamente el derecho a la comunicación, sino más bien el control y el
castigo hacia los excesos en la libertad de expresión. (Felip Gascón)

De esta forma, es posible dar cuenta de que otra forma de vi-


sualizar el problema es desde la responsabilidad estatal en este con-
flicto, debido a la carencia de políticas públicas que permitan salva-
guardar ámbitos tales como la pluralidad de los medios, las garantías
laborales para los profesionales y el derecho a la comunicación.
La responsabilidad de que hoy tengamos ante esta precariedad y
que tengamos un periodismo tan sesgado no es responsabilidad de
los periodistas; es responsabilidad de un Estado que no ha logrado
proteger de alguna forma esa pluralidad. Y esa mirada eso que nos
hace, nos hace tener una mirada más positiva, y decir bueno, junté-
monos, organicémonos, metámonos en la docencia, en la academia,
discutamos y debatamos con los futuros colegas donde veamos
cómo nos articulamos o cómo avanzamos juntos en una propues-
ta de ley de medios. El escenario es súper triste. Súper complejo.
(Danilo Ahumada)

Periodismo y su relación social

La ciudadanía considera que la calidad del periodismo social tie-


ne una baja credibilidad, lo que denota la desconfianza del 56,1 % en
comparación a las otras alternativas. Sin embargo, en la mirada de los
profesionales del periodismo, llama la atención que se considere que el
periodismo debe abrir su mirada a un carácter investigativo, solicitan-
do así que se señalen las causas de los conflictos sociales e informe la
percepción del conflicto por parte de la comunidad. No se considera a
los medios con un rol fiscalizador del Estado por sobre el informativo.
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
114

Figura 2
¿Cree que la calidad del periodismo social ha presentado
una baja de credibilidad?

Respecto a este apartado, a través de las entrevistas realizadas,


podemos destacar que los desafíos en el quehacer del periodismo son
numerosos e inician desde la relación actual de la profesión con la
ciudadanía, la cual está enfrentando una latente desconexión con la
otra parte. Desde esta perspectiva, los entrevistados destacan alter-
nativas para reconectar a través de mecanismos que generen cambios
en aquellos aspectos que hoy generan distanciamiento, todo en pro
de la credibilidad periodística. Estas son sus visiones, cuyas respues-
tas se conectan con la unidad de análisis estudiada:
Hemos podido ver a raíz de la crisis del estallido social o la revuelta
como se llama hoy desde octubre, es que la gente estaba muy desilu-
sionada verdaderamente de los medios de comunicación y yo creo
que esa desilusión que tenía era porque, efectivamente, no estaba
diciendo lo que las personas querían escuchar. (Mariela González)

El periodismo más serio, de más largo plazo, que tal vez se demora un
día más en chequear la información, pero prefiere perder el golpe por
ganar en calidad, a largo plazo yo creo que puede ser positivo, porque
creo en la inteligencia de la ciudadanía y creo en el público y en la
audiencia, el público va a terminar, ni a largo plazo, premiando a esos
periodistas que a los incendiarios que están denunciando todo el rato
a la autoridad, solamente por ser autoridad. (Matías del Río)
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
115

Creo que para retomar la confianza en la ciudadanía el periodismo


debería tener mayor libertad de ser ejercido entendiendo que debe
ser plural […] debe tener una pluralidad de discursos. Llegar también
a personas que no aparecen generalmente en los medios de comu-
nicación. Tener una diversidad de estereotipos en pantalla también.
No alejarse tanto de cómo somos los chilenos y acercarnos más a
los territorios. Para hacer periodismo social también hay que ir a los
territorios. Hay que conocer los territorios. No quedarnos con una
sola mirada y centralista, porque Chile es muy largo y sus diversos
territorios tienen necesidades muy diversas también […]. Yo creo que
hay que acercarse a las personas y a la sociedad. Si queremos mostrar
cómo es nuestra sociedad entonces, tenemos que estar cerca de quie-
nes más sufren y tratar de entender también cuáles son los fenómenos
que los llevan a ciertos lugares. (Alejandra Valle)

Por su parte, Matías del Río subraya el criterio periodístico


que debe tener la profesión en la actualidad frente a la crisis:
tú buscas el periodismo que a ti te da confianza: de calidad, de
honestidad, pero también de criterio periodístico por eso que es
muy importante ser muy leídos, estar muy atentos con las “antenas
paradas”, con el Wi-Fi encendido […] es un periodismo ciudadano
al final. Hoy día el periodismo ciudadano: ¿Se le llama solamente
al que va a un campamento? ¿Eso es periodismo ciudadano? ¿El
que va a la esquina a ver si la a señora le está pasando la micro o
no?, —que también lo es— pero hay una distorsión: el periodismo
ciudadano es todo. El periodismo es ciudadano por esencia, porque
el periodismo tiene que ser capaz de sintonizar con los intereses de
la gente y poder contarte y seleccionar desde mil millones de hechos
que pasan en el día. (Matías del Río)

En tanto, de los profesionales entrevistados, solo dos plantean


que lo esencial del periodismo es fiscalizar, específicamente, al po-
der: “El periodismo es la bisagra entre la ciudadanía y el poder, por
lo tanto, esa bisagra del periodismo y su rol tiene que cuestionar al
poder” (Danilo Ahumada).
Hay que ser un Crítico del poder. Un fiscalizador del poder. Estar
permanentemente preocupado de que el poder no corrompa […].
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
116

No caer en la trampa de aquellos a veces incluso son los dueños de


los medios en los que trabajamos, es importante que tengamos muy
claro que nuestra labor es fiscalizar. (Alejandra Valle)

A partir de la teoría fundamentada (Alveiro, 2013), sustentada


en los propios datos del estudio, la codificación permitió generar ca-
tegorías y subcategorías relacionadas con el propio desarrollo creativo
motriz de los sujetos que dieron respuesta a las unidades de análisis
asociadas al objeto de estudio: la crisis del periodismo actual. Poste-
riormente, se elaboró un nivel de sistematización y saturación de los
datos que, mediante la codificación axial y la codificación selectiva,
posibilitaron sistematizar las respuestas entre encuestas y entrevistas.

De esta forma, a partir del análisis de la información, se or-


ganizaron los datos para proceder a la codificación, en un procedi-
miento que inicia con la conceptualización de datos para la codi-
ficación abierta, estableciendo categorías que son relacionadas por
medio de un proceso de codificación axial. Este proceso fue realizado
a partir de la transcripción de cinco entrevistas en profundidad y
las 41 respuestas de los encuestados cuyo esquema de redes permite
visualizar las categorías y sus relaciones establecidas con el análisis.

Una vez realizado el cruce de los datos obtenidos en la encues-


ta y la valoración que dan los periodistas entrevistados, se realizó
la codificación de las palabras clave que dan sustento a las familias
para, finalmente, construir las categorías emergentes y el detalle de
cada una de las dimensiones. Desde esta base y con el objetivo de
representar de forma más concisa el análisis realizado, se desarrolló
un mapa conceptual que representa de forma gráfica las conexiones
conceptuales existentes entre los instrumentos metodológicos utili-
zados en el estudio.
Figura 3
Diagrama de codificación
C o m p l e j i da d e s
117
del periodismo tradicional en
Chile

Nota. Familia de palabras análisis técnica mixta. El color rojo representa la propuesta levantada en el estudio a partir de la aplicación
de los instrumentos utilizados.
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
118

Conclusiones
Al analizar los alcances de esta investigación, es posible afir-
mar que la condición de poder por parte de los medios de comuni-
cación puede generar un deterioro de la calidad informativa de los
productos periodísticos. Lo anterior, debido a la relación existente
entre las malas prácticas de la profesión, caracterizadas principal-
mente por una ausencia de pluralidad pública y la falta de rigurosi-
dad en el quehacer profesional.

Desde la mirada conceptual de los objetivos planteados al ini-


cio, se da cuenta de los siguientes desenlaces y propuestas a conside-
rar en el mejoramiento de la calidad frente a la baja credibilidad y el
accionar de la profesión ante sus públicos:

• Las temáticas principales que han afectado al periodismo y que


lo ha llevado hacia una crisis, están caracterizadas por múltiples
factores que afectan desde lo externo a lo interno de la profe-
sión. Con una mirada al exterior, es posible destacar la ausencia
de políticas públicas que garanticen el derecho a la comunica-
ción, así como establecer los lineamientos laborales y éticos de
la profesión. Analizando, por otra parte, sus factores internos,
es posible identificar la ausencia de pluralidad pública en los
contenidos periodísticos, la falta de profundidad y discusión
ética, la falta de rigurosidad en el quehacer, lo cual afecta direc-
tamente la calidad periodística y, finalmente, la influencia del
poder ya sea político o económico, mediando y controlando los
contenidos.
• A través de la conversación con periodistas profesionales que
trabajan desde diferentes áreas y contextos, es posible identi-
ficar numerosos desafíos para la profesión, así como permite
también visualizarlas desde distintas realidades y miradas. A
partir de ello, elaborar una propuesta de mejoramiento para la
calidad del periodismo y su cercanía a la comunidad, se enri-
quece gracias a los matices que provienen de la experiencia de
cada profesional.
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
119

• Se considera que en la elaboración de propuestas para recom-


poner la cercanía y credibilidad del periodismo hacia la comu-
nidad deben estar orientadas las perspectivas, éticas y sociales,
así como también hacia sus proyecciones y prácticas que garan-
ticen la calidad de su quehacer.

Así, se propone una serie de medidas para el mejoramiento


de la calidad del periodismo. Realizando una revisión a lo largo de
los antecedentes teóricos y considerando el análisis de los corres-
pondientes instrumentos, orientamos cuatro propuestas de mejora-
miento en la calidad del periodismo en los siguientes aspectos:

1. Reformular la perspectiva ética desde las aulas. En primera


instancia, entender que la formación ética que proviene desde la uni-
versidad no está estandarizada. Reconociendo esto, se hace necesario
replantear la ética desde las bases académicas pues, es en ese origen
donde se requiere potenciar a las generaciones de futuros periodis-
tas, permitirles poner en práctica y complementar su formación en
esta materia.

Sumado a lo anterior, se debe replantear los espacios estudian-


tiles para la generación de medios universitarios donde pongan en
práctica estas perspectivas éticas. Ya, desde el escenario laboral, se
debe fortalecer de forma constante la noción de ética periodística
continuamente ante la falta de sensibilidad del periodismo que debe
tener respeto no solo a las fuentes oficiales, sino a aquellas que no
tienen el rol de conducir la pauta informativa. Esto se conecta con el
siguiente punto

2. Repensar la comunicación y el periodismo desde lo social. Tra-


bajar en una propuesta de política pública que nazca desde una refor-
ma Constitucional que sea garante del derecho de la comunicación
tanto de ciudadanos como de profesionales de las comunicaciones. En
segunda instancia, se hace fundamental la composición de una “ley
de prensa” (de acuerdo con lo planteado por los entrevistados) que
resignifique, entregue lineamientos y genere soporte a las problemá-
Miguel Chamorro Maldonado / Nicolle Morales Guerrero
120

ticas laborales actuales de los periodistas. Desde allí, hay que articular
un escenario que permita establecer una relación directa y horizontal
entre editores de medios de comunicación —que velen por la plurali-
dad de contenidos y productos periodísticos de calidad— y periodis-
tas que hagan un trabajo riguroso y que puedan poner en la palestra
sus problemáticas y desafíos laborales. Finalmente, se debe incorporar
en esta conversación a la comunidad y las audiencias, generando una
retroalimentación constante a la percepción de los medios, a la vez que
se trabaje en la revalorización de sus narrativas territoriales, donde es
necesario no teledirigir las pautas oficiales de las instituciones políti-
cas, económicas y sistemas públicos del Gobierno.

El trabajo conjunto entre estos tres actores (editores, periodistas


y audiencias) podría resultar profundamente fructífero no solo para
mejorar el escenario actual de la crisis del periodismo, sino también
para recomponer su compromiso social. Es necesario levantar un me-
canismo donde se generen espacios de conversación horizontal entre
estos tres subgrupos, en donde se puedan plantear las inquietudes,
problemáticas, experiencias y propuestas… un espacio de colabora-
ción, entendiendo la realidad y los desafíos de cada uno de ellos.

3. Proyectar colectivamente los nuevos escenarios digitales para


el periodismo. El desarrollo tecnológico y el empoderamiento de las
audiencias para poner en perspectiva problemáticas sociales a tra-
vés de la red, representa un desafío para el trabajo periodístico. Por
un lado, debe trabajarse desde una rigurosidad en su quehacer para
hacerle frente y acompañar a esta audiencia que hoy tiene una voz y
comunidad en los espacios públicos digitales. Por otra parte, existe
una verdadera instancia en las herramientas digitales para generar
oportunidades laborales de los periodistas.

Este escenario cobra hoy más importancia que nunca, frente


al contexto social que nos enfrentamos. Entendiendo este desafío,
entonces, es necesario articular de forma colectiva —como periodis-
tas— instancias de reflexión y aprendizaje, que permitan orientar de
C o m p l e j i da d e s del periodismo tradicional en Chile
121

mejor manera a nivel técnico, económico y ético a los profesionales


en este nuevo escenario.

4. Restablecer los lineamientos en la calidad periodística. Con el


objetivo de mejorar el desempeño y calidad de los productos perio-
dísticos, los medios de comunicación deben orientar el quehacer ha-
cia un contenido que se separe de la influencia generada por el poder
político o económico, que limita o gestiona; hay que orientarlo a tra-
vés de la búsqueda de rigurosidad, profundidad en la investigación,
responsabilidad y ética.

Referencias bibliográficas
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cambiando el mundo. Paidós.
Reig, R. (2015). Crisis del sistema, crisis del periodismo: contexto estructural y
deseos de cambio. Gedisa.
Una experiencia
de comunicación y educación
para la democracia

Claudius Ceccon
Centro Creación de Imagen Popular CECIP, Brasil
ceccon.claudius@gmail.com

Introducción
A principios de los 80 enseñé Metodología de la Comunica-
ción Visual, en el curso de Educación Artística, en la Universidad
Bennett de Río de Janeiro. Le propuse a la clase que aprendamos
juntos a escribir un guion. No solo las películas y las obras de teatro
tenían un guion: también los cuentos para niños lo tienen. Conocer
ciertas leyes que componen un guion sería muy útil cuando se trata
de crear historias para niños. Dije que era importante comenzar con
el título. Después de dar tiempo a todos para pensar, empecé a escri-
bir en la pizarra las diversas sugerencias que surgieron. Una de ellas
parecía prometedora para trabajar juntos: “La esperanza de una ge-
neración”. Pregunté de quién fue la idea. Una joven levantó la mano.
“Cuéntanos: ¿cuál es la esperanza de tu generación?”. Su respuesta
fue “ninguna”. Sorprendido, le pregunté por qué. ¿Por qué una joven
que quería ser educadora no tenía esperanzas? Ella respondió que su
generación había crecido durante la dictadura y sufrió censura, per-
secución, imposibilidad concreta de discutir ideas. Mis argumentos
de que había esperanzas de que ese régimen terminase en breve no lo
C l au d i u s C e cc o n
124

disuadieron. Le planteé la pregunta al resto de la clase: todos estuvie-


ron de acuerdo con la colega.

Esta historia expresa uno de los motivos que llevaron a un


grupo de amigos a materializar el Centro de Creación de Imagen
Popular (CECIP). Queríamos aportar nuestra experiencia y nuestros
conocimientos diversos para que la democracia, restaurada en el país
en 1985, poco después del episodio que relaté, pudiera crecer y for-
talecerse. La información sobre los derechos debe llegar al público lo
más ampliamente posible. Se debe educar a todas las personas para
que crean en su poder de transformar colectivamente la realidad y
que los jóvenes nunca más pierdan la capacidad de soñar y esperar.

Aquí hablaré de TV Maxambomba, un proyecto de comunica-


ción y educación popular que creamos en uno de los territorios más
pobres y vulnerables de Río de Janeiro, la Baixada Fluminense, con
el apoyo de la Diócesis de Nova Iguaçu y el Movimiento de Amigos
de los Barrios (MAB) de esa región. Comenzamos a fines de los 80,
cuando el video era una novedad en la labor de educación y sen-
sibilización popular, y ese proyecto estuvo vigente hasta principios
de los 2000. Contiene, en un germen, todo lo que el CECIP lograría
en las próximas décadas, con la intención de ayudar a las personas
a reflexionar sobre su situación y en un proceso colectivo de toma
de conciencia, a actuar para cambiarla, en línea del pensamiento de
Paulo Freire, uno de los fundadores de CECIP.

Los programas de la TV Maxambomba, producidos por nues-


tro equipo, se mostraron a cientos de personas que se reunían en
plazas de las comunidades de la Baixada Fluminense. Usamos una
Combi como unidad de visualización móvil, con una pantalla ins-
talada en la parte superior. Fueron alrededor de cuarenta puntos de
exhibición, elegidos con el apoyo de líderes locales, que marcaron la
agenda de los temas más importantes. La realidad cotidiana de los
habitantes no era tratada con foco en sus carencias, sino en base a su
riqueza, su cultura, su arte, sus recuerdos, sus sueños y las soluciones
que inventaron. La gente venía a reunirse en la plaza, dejando sus
Una e x p e r i e n c i a d e c o m u n i c ac i ó n y e d u c ac i ó n pa r a l a d e m o c r ac i a

125

televisores en casa, durante la telenovela o el fútbol, para ver los pro-


gramas de la TV Maxambomba. No querían ver solo ellos mismos, o
el lugar donde vivían, lo que sería natural, pero también venían por
curiosidad por conocer lo qué era interesante en otros barrios.

Cada sesión finalizaba con una rueda de diálogo donde to-


dos, adultos, jóvenes y también niños, podían expresar su opinión o
agregar algo a lo que acababan de ver. La cámara abierta proyectaba
su imagen en la pantalla y su palabra se ampliaba para que todos
pudieran escucharla, lo que fue una experiencia de interactividad sin
precedentes.

En una parte de los programas creamos una serie que contaba


la historia de los barrios, en la que buscamos el testimonio de los ve-
cinos más antiguos de la zona. Toda una historia olvidada de inicia-
tivas de la población cobró vida de repente: actual, inspiradora, ha-
ciendo la conexión con las producciones artísticas actuales del lugar.

En la pantalla de la TV Maxambomba, los habitantes de la


periferia se veían a sí mismos de una forma muy diferente a lo que
se mostraba en los canales de televisión comerciales. Ya no se les veía
como un pueblo pobre, victimizado, sin iniciativa, sino como perso-
nas creativas, mostrando sus talentos, sus iniciativas, expresándose
articuladamente sobre sus problemas y exigiendo sus derechos.

En ese momento, el video era un misterio al que pocos te-


nían acceso. La manipulación de los equipos estaba prácticamente
reservada a especialistas. Uno de nuestros objetivos fue democratizar
su uso, lo que respondió al deseo reprimido de activistas de movi-
mientos sociales como Mujeres, Conciencia Negra, educadoras en
guarderías y escuelas. Todos querían aprender a utilizar este nuevo
medio de comunicación para dar a conocer sus luchas. Creamos una
metodología en la planificación de talleres para la producción de vi-
deos que, además de enseñar los secretos de todas las etapas de cómo
producir, brindaron una experiencia real de networking y discusión
de problemas comunes en equipo.
C l au d i u s C e cc o n
126

También apoyamos a los maestros de secundaria para que


pudieran usar mejor los dispositivos de video y televisión que el
Gobierno comenzaba a distribuir en las escuelas. Para responder al
interés de los educadores en seguir discutiendo la comunicación y
la educación desde una perspectiva crítica, creamos un kit llamado
“Botando a Mão na Mídia” (apoderarse de los medios) que enseñaba
cómo resolver problemas técnicos al reproducir videos (un miedo
muy generalizado) y traía una serie de reflexiones de los expertos en
comunicación, quienes ayudaron a ver críticamente lo que mostraba
la televisión y aumentaron el uso del video en el contexto escolar.

Adueñarse de un medio de comunicación, saber cómo utili-


zarlo, es expandir la voz y aumentar el poder de los que están al mar-
gen de la democracia para unos pocos. Como en este ejemplo:

Aceptando la sugerencia de uno de los líderes del movimiento


Asociaciones de Vecinos, en un barrio comenzamos a grabar un pro-
grama sobre el medio ambiente. Se organizó una reunión de líderes
locales para tener imágenes de gente discutiendo, pero la discusión
que tuvo lugar fue real, abordando el problema de la basura, que
nunca se resolvía porque, alguien dijo, la gente no creía que se pu-
diera hacer nada. En esta ocasión, los participantes decidieron llevar
una petición al ayuntamiento que, a la semana siguiente, ya contaba
con cientos de firmas. Se programó su entrega a las autoridades y la
TV Maxambomba fue invitada a estar presente. El funcionario reci-
bió a la comisión en la puerta y, al ver que estaba en “televisión”, pro-
nunció un discurso fogoso, prometiendo que “el lunes” se instalarían
latas en el barrio y pasaría regularmente un camión para recoger la
basura. Todos se fueron felices, pero el lunes no pasó nada, la pro-
mesa no se cumplió. Solo que esta vez había un documento grabado
y las palabras se darían a conocer a todos. La presión de los vecinos
hizo que el alcalde acudiera a una exhibición de TV Maxambomba y,
en un diálogo con líderes del movimiento, grabado por “televisión”,
se comprometió a cumplir lo prometido por el anterior funciona-
rio… y así se hizo. Seis meses después, cuando informamos del éxito
Una e x p e r i e n c i a d e c o m u n i c ac i ó n y e d u c ac i ó n pa r a l a d e m o c r ac i a

127

de nuestra acción a la entidad que nos apoyaba, llegó la noticia de


que el contrato con el camión que recogía la basura no había sido
renovado y todo había vuelto a su estado anterior, pero ahora los
líderes locales sabían qué hacer para obligar a las autoridades a cum-
plir con sus obligaciones.

Historias como esta han hecho que el lingüista, filósofo y ac-


tivista político Noam Chomsky, quien conoció el Proyecto Maxam-
bomba en 1996, lo califique como una de las experiencias más intere-
santes que había visto en su visita a Brasil y una fuente de inspiración
para los grandes medios de comunicación.

La experiencia de TV Maxambomba sentó las bases para futu-


ros proyectos del CECIP. En todos ellos están presentes los mismos
principios freireanos que nos inspiraron en 1986:

• Poner a las personas en el centro, escucharlas, creer en su poder


para crear, de forma autónoma y cooperativa, los caminos del
cambio.
• Promover una lectura crítica de la realidad, “enseñando apren-
diendo y aprendiendo enseñando”, a través del diálogo horizon-
tal entre diferentes personas, adultos, jóvenes y niños.
• Fomentar el uso crítico de las tecnologías de la información y
la comunicación, para que las personas pasen de consumidores
a productores de información, buscando la realización de los
derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Participamos en un movimiento nacional para el florecimien-


to de la democracia en Brasil, creando proyectos para expandir y
universalizar esta democracia, a partir de los lineamientos estableci-
dos por TV Maxambomba. Queríamos sumar nuestra voz a las voces
de quienes hacen que los cambios sucedan, creando instrumentos
y permitiendo que las personas los usen. Creamos el Estatuto del
Futuro, sobre la ley para la protección de la niñez y la adolescencia,
con el apoyo de la Unión Europea, premiado y distribuido en todo
Brasil. También produjimos otras herramientas de acción ciudadana
C l au d i u s C e cc o n
128

en una variedad de temas: economía solidaria, legislación ambiental,


justicia restaurativa, prevención en salud para adolescentes, racis-
mo, violencia doméstica, trabajo infantil y lineamientos curriculares
nacionales de educación infantil, entre otros. Todos estos proyectos
incluyeron, además de materiales impresos escritos de manera acce-
sible, videos para ser utilizados en círculos de diálogo colectivo de
sensibilización y movilización. Creamos una metodología de capaci-
tación para su uso, para que estos productos del CECIP se traduzcan
en acciones en los territorios y avances en logros democráticos.

Nuestra experiencia ganó reconocimiento y motivó una invi-


tación de la Fundación Oi Futuro para dirigir una Escuela de Arte
y Tecnología. Ese es un proyecto audaz e innovador que ofrece a
adolescentes y estudiantes de bajos ingresos, estudiantes de escuelas
públicas, capacitación calificada en áreas estratégicas para el merca-
do de la comunicación. Aceptamos este desafío, donde invertimos lo
mejor de nuestro esfuerzo y experiencia. En esta escuela, el aprendi-
zaje se da a través de proyectos colectivos, la creación de productos
culturales, exposiciones e intervenciones públicas. La dirección de
esta escuela representó un paso decisivo para nuestro trabajo: entrar
en la era digital.

En 2012, un nuevo desafío fue la invitación a administrar un


centro cultural ubicado en Complexo do Alemão, una de las favelas
más grandes de Río de Janeiro. Transformamos esa oportunidad en
ofrecimiento de oportunidades de capacitación a personas de todas
las edades, en laboratorios de video y computación, con tecnología
digital avanzada. En nuestra gestión, hasta 2015, se registraron casi
cien mil accesos en la Mesa Lan y más de mil alumnos asistieron a los
cursos ofertados.

Hoy, al ampliar y profundizar el uso de nuevas formas y he-


rramientas de comunicación en todos sus proyectos, el CECIP se
inspira en los mismos principios y valores que dieron origen a la TV
Maxambomba, buscando fortalecer la democracia, en el momento
Una e x p e r i e n c i a d e c o m u n i c ac i ó n y e d u c ac i ó n pa r a l a d e m o c r ac i a

129

en que se encuentra bajo ataque en nuestro país. Nuestro antídoto es


el diálogo, con escucha y crítica.

Uno de los nuevos ejemplos de nuestra acción es el Proyecto


Movilidad para la Primera Infancia (MobPI), que en 2019 llegó a
442 gestores públicos de 203 ciudades brasileñas y 4 ciudades inter-
nacionales. Este curso online tiene como objetivo crear conciencia,
ayudándoles a incluir las opiniones de los niños y sus familias sobre
sus ciudades. Esta participación colectiva permite la construcción
de políticas públicas de movilidad y urbanismo, indispensables para
mejorar la vida de todos sus habitantes. Como trabajo para concluir
el curso, se recibieron 110 planes de acción, con proyectos orientados
a la participación infantil y la experiencia del niño en los espacios
públicos, con las características que ellos determinaron. En 2020 co-
menzamos a monitorear los planes de acción con mayor potencial
de replicabilidad.

La organización de estos cursos incluye el repertorio de ex-


periencias que el CECIP ha acumulado a lo largo de los años, desde
sus inicios con TV Maxambomba. Hay un cuidado especial con cada
participante, ayudándolos a superar las dificultades que puedan exis-
tir, animándolos a continuar, brindándoles asistencia y plazos flexi-
bles para la consecución de los objetivos. Esta actitud nos hizo crear
una forma de educación a distancia que llamamos “educación de
proximidad”: una característica de la “forma de hacer CECIP”.

A lo largo de estas experiencias el CECIP se ha ido revitalizan-


do, buscando dominar las diversas posibilidades y aprovechando las
oportunidades que ofrece este nuevo mundo. La producción de con-
tenidos y el uso de los medios a través de internet y las redes sociales
llevaron a una verdadera democratización del acceso a la informa-
ción. Hoy, en Brasil, los datos muestran que el 79,3 % de los brasi-
leños, de 10 años o más, tiene teléfonos celulares para uso personal,
con o sin internet. Este porcentaje era del 78,2 % en 2017 y el 84,4 %
de las personas con dispositivos móviles también tenían acceso a la
red a través de ellos. En 2020, prácticamente todo el mundo produce
C l au d i u s C e cc o n
130

fotos, vídeos y tiene acceso a todo tipo de información, pero, lamen-


tablemente, también a todo tipo de desinformación.

Las fakenews creadas y enviadas por miles por robots han in-
fluido en campañas políticas en todo el mundo y han elegido a perso-
nas oportunistas en varios países. La acción de Cambridge Analytica,
utilizando algoritmos y big data fue decisiva en procesos como el
Brexit en Inglaterra, la elección de Trump en 2016 o la de Bolsonaro
en 2018. Ante estos hechos no hay más alternativa que entender lo
que sucede, apropiarse de la tecnología para luchar contra la mentira
y hacerlo con determinación para que el internet gratuito, que tantas
posibilidades ofrece, sea utilizado para el bien de todos.

El CECIP persigue este objetivo, en contacto con jóvenes bra-


sileños que creen que algo se puede hacer y saben que tener esperan-
za en el futuro es la única forma de crearlo. La palabra design, que
tiene muchos significados, abre la posibilidad de diseñar, proyectar,
prever ese futuro, realizar lo que Freire llama “inédito viable”: algo
que nunca sucedió, pero que, juntos, podemos hacer que se convier-
ta en realidad.

Queremos una democracia plena y sin restricciones que real-


mente incluya a todos en la realidad del bienestar.
Transparencia, democracia
y comunicación:
perspectivas de una relación
inconclusa

Rafael Roncagliolo (†)1

Me siento muy honrado de poder acompañarlos. Tengo una


vinculación y un cariño muy particular con el Ecuador, con los estu-
dios de comunicación en Quito y con la organización Participación
Ciudadana. Hace muchos años me tocó dar un curso como profe-
sor invitado en una maestría de comunicaciones en una universidad
quiteña y luego acompañé la gestación y los primeros años de Parti-
cipación Ciudadana en Ecuador, transmitiendo la experiencia de la
Asociación Civil de Transparencia en Perú, de manera que siento y
agradezco esta invitación porque es como un rencuentro que real-
mente me honra muchísimo.

La Asociación está cumpliendo 26 años en esta inmensa ac-


tividad. Creo que ha conseguido, a través de su participación inin-
terrumpida durante estos 26 años, un cierto lugar en la sociedad

1 Perteneció a la Asociación Civil de Transparencia, Perú. La presentación que


realizó el autor en el marco de las Jornadas de la Comunión 4 fue transcrita
y editada por Roberto Sánchez Montoya y María Gracia Guzmán. Rafael
Roncagliolo, sociólogo y periodista, falleció el 1 de mayo de 2021, fue académi-
co, político y excanciller del Perú.
R a fa e l R o n c a g l i o l o ( †)
132

peruana, especialmente un reconocimiento por parte de las fuerzas


políticas y sociales. Los que creamos esta organización hace 26 años
nos sentimos muy orgullosos de que la Asociación siga teniendo una
presencia relevante para afirmar la democracia en el Perú.

Nosotros en Perú tuvimos, durante diez años, en la década de


1990, el Gobierno autoritario del presidente Fujimori. En el año 1992
el presidente disolvió el Congreso y convocó a un Congreso Consti-
tuyente que redactó una nueva Constitución en 1993, que aún está
vigente, pero hoy día es profundamente cuestionada por el movi-
miento de los jóvenes y los ciudadanos en las calles. Esa Constitución
fue aprobada en un referéndum, en el que un miembro del tribunal
electoral que lo presidió sacó una documentación demostrando que
el referendo, en que la nueva Constitución ganó por pocos votos, ha-
bía sido fraudulento. Entonces se estableció en Perú la preocupación
por la necesidad de tomar medidas para asegurar que las consultas
populares y las elecciones fueran transparentes.

En ese contexto creamos la Asociación Civil de Transparencia,


para observar las elecciones presidenciales y parlamentarias de 1995,
en la cual desplegamos algunos miles de voluntarios observadores en
todo el país para vigilar el acto electoral, pero también para vigilar
el proceso electoral incluido la política del uso de recursos estatales
en general.

La Asociación fue fundada por un grupo de maestros univer-


sitarios muy destacados en el Perú: Luis Jaime Cisneros, Felipe Mac
Gregor y Francisco Miró Quesada. Desde el principio se definió que
la observación electoral tenía dos objetivos: que la elección sea lim-
pia y —tanto más importante— la educación de los jóvenes en la
defensa de la democracia. Es decir, tuvimos un objetivo educativo y
efectivamente los jóvenes quedaron muy satisfechos de la experien-
cia, porque era una forma de participación política para asegurar
la transparencia electoral, que era cívica, aunque no partidaria. Se
trató de una iniciativa para la defensa de la democracia y no para la
defensa de un partido en concreto. Fue muy interesante porque esto
T r a n s pa r e n c i a , d e m o c r ac i a y c o m u n i c ac i ó n

133

mantuvo la trayectoria de la Asociación hasta el día de hoy. La actual


presidenta es una joven que fue voluntaria en 1995 y prácticamente
la mayoría del consejo directivo, aunque quedan un par viejos no
tan viejos como yo, son jóvenes que han sido voluntarios en Lima y
en el interior del país. Entonces, esto aseguró una continuidad y una
vitalidad muy importantes.

Lo otro que quiero destacar es que en la creación de la Aso-


ciación Transparencia utilizamos muchas experiencias previas. Por
ejemplo, la movilización de voluntarios que preservó las elecciones en
Filipinas: con la caída del dictador filipino Marcos (1965-1986) se or-
ganizó una brigada de voluntarios para esa finalidad. Luego, en Amé-
rica Latina se utilizaron mecanismos de este tipo, cuando Pinochet or-
ganizó el plebiscito de 1990. En Paraguay también hubo un interesante
movimiento tras la caída de Stroessner. Asimismo, hubo una experien-
cia primigenia muy importante en México con la Alianza Cívica, de
manera que en el Perú tratamos de acumular todas estas experiencias.

Con el apoyo del Instituto Nacional Demócrata de Estados


Unidos conseguimos que vinieran los protagonistas de estas expe-
riencias de otros países, luego nosotros también asesoramos la parti-
cipación ciudadana de República Dominicana y tratamos de acom-
pañar experiencias como la del Ecuador y similares en El Salvador,
Nicaragua, Guatemala y Colombia. De esta manera, hoy día existe
una red cívica de estas asociaciones para apoyarse mutuamente. Por
cierto, también participamos en misiones en países distantes como
Bulgaria, de manera que había una especie de reforzamiento hori-
zontal como colectivo.

En la Asociación desarrollamos una técnica de conteo rápido


para procesos electorales más o menos sofisticada que, sin entrar en
detalles estadísticos, nos permitió alcanzar una enorme precisión en
los conteos rápidos. De alguna manera fue uno de los elementos que
influyó en la repercusión que tuvo la Asociación en las elecciones de
2000 en Perú: el día de las elecciones generales se emitió una evalua-
ción crítica del proceso electoral y esta evaluación fue tomada en cuen-
R a fa e l R o n c a g l i o l o ( †)
134

ta por el Departamento de Estado en Estados Unidos y por la Unión


Europea en Bruselas. Nuestro trabajo fue utilizado por la comunidad
internacional e incluso llevó a la instalación de una mesa de diálogo
auspiciada por la OEA entre el Gobierno de Fujimori, la oposición y la
sociedad civil. Finalmente, vino la caída de Fujimori, principalmente,
porque se revelaron unos videos terribles de cómo se estaban com-
prando los parlamentarios para crear una falsa mayoría a favor de Fu-
jimori en el Congreso. Esta situación terminó con la huida de Fujimori
y el establecimiento de un Gobierno de transición muy importante en
la historia del Perú. El Gobierno de Valentín Paniagua duró exacta-
mente ocho meses. Tiene mucho sentido recordar esto porque el ac-
tual Gobierno de transición presidido por Francisco Sagasti, después
de una conmoción muy grande, coincide con el de Paniagua, quien fue
elegido el mismo día y va a terminar en la misma fecha.

Hoy estamos lidiando con la necesidad de refundar, una vez


más, un sistema democrático con transparencia, en el cual la Aso-
ciación Civil de Transparencia está jugando un papel importante.
Creo que estamos asistiendo a una movilización de la sociedad civil,
que ha sido preámbulo de las grandes movilizaciones que se viven
en países como Chile, Perú, Ecuador y Colombia. En mi opinión son
movilizaciones destinadas a asegurar una democracia de mayor cali-
dad no solo formal y electoral, sino democracias que sean sustantivas
y que atiendan a las grandes mayorías de los países. El sentido de las
democracias no es solo elegir gobernantes cada cinco o cuatro años,
cuando los que toman las decisiones cotidianamente son otros. En-
tonces, esta demanda democrática me parece que está en la agenda
este momento. Creo que las movilizaciones ciudadanas, por lo me-
nos en el Perú, están orientadas a que haya una mayor profundidad
democrática y permita ascender a la educación, la salud o la seguri-
dad a todos, no solo para los que tienen capacidad económica. Que
haya una mayor transparencia y una menor corrupción en el Estado.
T r a n s pa r e n c i a , d e m o c r ac i a y c o m u n i c ac i ó n

135

Movimientos sociales en la actualidad


Quisiera referirme a algunos acontecimientos, pues despier-
tan la impresión de que tenemos un paisaje común y también una
perspectiva común. Si miramos los últimos procesos en Chile y Bo-
livia, vamos a encontrar que, por ejemplo, en Chile ha habido un
terremoto político. Chile tiene unos de los sistemas partidarios más
sólidos de la región. Los partidos chilenos son partidos realmente
institucionalizados y el régimen chileno es uno de los pocos que pue-
de considerarse un régimen de partidos. Hoy día están en eclosión y
el proceso de una nueva Constitución seguramente será un hito de
renovación muy grande de la política chilena.

En Bolivia, la elección de 2020 se ha realizado superando mil


trabas, mil obstáculos. También ha expresado una voluntad colecti-
va muy clara y una oposición muy racional en el predominio de la
oposición a Carlos Meza. Entonces, es un país que también ha dado
un salto adelante y que puede ser visto con optimismo. En Perú creo
que lo que hemos vivido en las primeras semanas de noviembre no
solo con la caída de un Gobierno ilegitimo, el Gobierno del efímero
presidente Merino, sino el fin de un ciclo en el cual tenemos la im-
presión de que se jubilan las figuras y los figurones, que hicieron la
política peruana en los últimos veinte años, así como, felizmente,
una generación a la que pertenezco.

Estoy citando a mi amigo Manuel Castells, me parece que él


está aproximándose con mucha inteligencia a lo que está ocurriendo.
Yo creo que estos movimientos sociales no expresan y son distintos
a los partidos políticos, pero en algún momento las fuerzas políticas
nuevas tendrán que ser capaces de articularse con estos movimientos
sociales, para que esto se transforme en políticas públicas. Los mo-
vimientos sociales son movimientos identitarios culturales y no son
por sí mismos suficientes para administrar el poder del Estado, por
eso se requiere de nuevas organizaciones políticas que tengan empa-
tía con los movimientos sociales y que puedan encargarse de la tarea
política que estos movimientos están reclamando.
R a fa e l R o n c a g l i o l o ( †)
136

La razón de ser de los Gobiernos no es el crecimiento econó-


mico. La razón de ser de los Gobiernos, la razón por la cual existen
los Gobiernos, es solucionar los problemas de la gente. El crecimien-
to económico tiene sentido en la medida que ayude a solucionar los
problemas de la gente, de lo contrario no sirve para nada; creo que es
el desafío en común que tenemos en esta hora.

Contexto global
En el contexto internacional no dejemos de observar lo que su-
cede en Estados Unidos después de cuatro años tenebrosos para esta
nación y para el mundo, y luego de movilizaciones muy importantes,
por ejemplo, contra el racismo que se mantiene en la cultura nortea-
mericana con la idea de la supremacía blanca. Tenemos un Gobierno
que no diré que sea, digamos, el tipo de Gobierno ideal para América
Latina, pero que significa una renovación y una recuperación muy
importante de valores en los que estamos comprometidos.

Si bien Estados Unidos sigue ejerciendo como la primera he-


gemonía mundial, con el costo que eso tiene para América Latina,
sin embargo, es una hegemonía en deterioro porque hay otras hege-
monías emergentes como la de China. Hay un cambio general donde
China, India e Indonesia van a ser hacia mitad del siglo XXI las pri-
meras economías del mundo, junto con Estados Unidos, que no va a
desaparecer, pero dejará en la mente de ser la primera. Lo importante
es que Estados Unidos participe en este proceso de una manera cons-
tructiva, que es lo que espero signifique el Gobierno de Biden.

Lo que pasó en el Gobierno de Trump es que Estados Unidos


se dedicó, digamos así, a patear el tablero, acabar con nuestro mul-
tilateralismo, abandonar la OMS… lo que ha hecho con el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) es impresionante. El BID puede
tener la crítica que sea, pero fue siempre fue un banco de desarrollo
y al poner ahí al señor Claver-Carone está convirtiendo el banco en
una agencia de política partidaria. Es terrible. El comportamiento
de la mayoría de los países latinoamericanos, frente a la elección de
T r a n s pa r e n c i a , d e m o c r ac i a y c o m u n i c ac i ó n

137

este señor Claver-Carone fue vergonzoso, lo apoyaron como mana-


da. Se ha roto toda la tradición de que esa presidencia siempre debía
ser para un latinoamericano. Ese era el acuerdo inicial: el banco no
podía volver a ser instrumento de política partidaria. A mí me dan
vergüenza los Gobiernos de América Latina, con pocas excepciones.

Con todo esto, lo que quiero decir es que asistimos a un mo-


mento en que hay evidencias de importantes cambios:

• La primera evidencia es que, al lado de los partidos políticos


que tienen diversos grados de crisis, en todas partes han surgi-
do movimientos sociales que no son partidos políticos, porque
no aspiran a la organización del poder, pero son expresión de
entidades culturales, que van a renovar la política. Creo que en
el caso peruano está muy claro: en las elecciones del 10 de abril,
quienes se identifiquen con estos movimientos sociales tendrán
posibilidades electorales y creo que los viejos políticos tendrán
que pasar a sus cuarteles de invierno. Ojalá no me equivoque.
• La otra evidencia, es que hay un creciente descontento con la
democracia, hay una creciente ilegitimación de la democracia
y esto es uno de los grandes males que habrá que afrontar el
siglo XXI, junto con otros, pero cómo recuperar la confianza
en la democracia. Solamente esto se logrará, si conseguimos
democracia de mayor calidad que no se reduzca a la elección
periódica de gobernantes, sino que atiendan a la búsqueda de
una mayor igualdad y de satisfacer no solo las aspiraciones de lo
poco. Creo que es lo que tenemos en común en este momento
en toda la región y ojalá podamos enfrentar esta nueva situa-
ción juntos, porque lo otro que hay que agregar es que nunca
América Latina estuvo tan desintegrada.

Entonces, no basta con culpar al imperialismo yanqui, hay


que saber cuáles son nuestros propios errores y hay que ser capaces
de desarrollar una política de no alineamiento activo entre Estados
Unidos y China. Hay que velar por nuestros propios intereses, no
tenemos que ser corte ni cortejo de nadie y para eso tenemos que
R a fa e l R o n c a g l i o l o ( †)
138

unirnos. Espero que el cambio de la política exterior estadounidense


pueda servir para una política más respetuosa, pero sobre todo para
que América Latina recupere alguna capacidad de actuar en conjun-
to, alguna capacidad de autonomía.
Entrevistas

Participación en la mesa “Transparencia y redefinición del espacio


público: jóvenes, movilización social, violencia de la fuerza pública y
justicia” en el eje temático “Democracia y comunicación en contexto
de incertidumbre”.

Entrevista al abogado Alejandro Lanz, defensor de derechos huma-


nos, director ejecutivo de la ONG Temblores-Colombia:

¿Cuáles son las razones de la movilización


en Colombia, Ecuador y Chile?
Muchísimas gracias por la invitación y por estar en este es-
pacio. Para nosotros es muy importante poder compartir con com-
pañeros de Latinoamérica sobre este tema. Para contestar concreta-
mente a la pregunta, hay que considerar el contexto histórico que
nosotros hemos vivido a partir de la firma del acuerdo de paz en el
año 2016.1 Desde entonces se ha generado, además, un incremento
de participación de los movimientos sociales en el espacio público
que se ha visibilizado mucho a partir del año 2018 cuando estalló
el movimiento estudiantil con unos requerimientos muy específi-
cos sobre la gratuidad de la educación. El 21 de noviembre del año

1 El acuerdo de paz se firmó en Cartagena, Colombia, el 26 de septiembre de


2016, entre el presidente de la república Juan Manuel Santos y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). Las
negociaciones empezaron el 4 de septiembre de 2012, con la participación de
Cuba y Noruega como mediadores.
E n t r e v i s ta s
140

pasado hubo un gran estallido social en toda Latinoamérica2 y en


Colombia una pluralidad de voces reclamó un cambio muy impor-
tante. Estas movilizaciones se caracterizaron por ser contundentes y
sostenidas en el tiempo y en el espacio. A partir del 21 de noviembre,
cuando empezó el paro nacional, se generaron una serie de peticio-
nes de alrededor de más de 150 puntos entre los cuales: la gratuidad
de la educación pública, el acceso al agua potable, las reformas es-
tructurales a los cuerpos policiales y las reformas tributarias. Todas
estas solicitudes sociales enriquecieron y diversificaron los puntos
del movimiento social que se movilizó en las calles. Por lo tanto, con-
testando a la pregunta, las razones por las cuales se salió a protestar
en estos últimos tres años en Colombia han sido muy diversas; pero
una reivindicación precisa es apunto el derecho a protestar y a salir
marchando. Esta reivindicación es muy sentida por el movimien-
to en cuanto ha sido violentado y restringido por parte del Estado
colombiano. El derecho a la movilización pacífica en el espacio pú-
blico ya no debe ser reprimido por la policía y hay mucha gente que
solicita la desaparición u abolición del cuerpo policial ESMAR en-
cargado de reprimir la protesta social en Colombia. El ESMAR es
el escuadrón móvil antidisturbios que tiene la función de disolver
un motín o acompañar los procesos judiciales de despojo de tierras.
Es un grupo que, en sus veinte años de existencia, documentado en
nuestro informe denominado “Silencio oficial”, ha asesinado al me-
nos a 34 personas afectando principalmente a tres grupos sociales:
campesinos, indígenas y estudiantes. Además, esos homicidios han
coincidido específicamente con marchas contra los TLC3 y la libera-
ción de la economía contra las imposiciones de aranceles a campesi-
nos que no pueden vender sus productos y también contra reformas

2 Desde el mes de octubre de 2019 hasta marzo de 2020, en América Latina se


registraron una serie de movilizaciones populares en algunos países: Ecuador,
Chile, Colombia, Bolivia, Haití y Brasil por las consecuencias de las políticas
económicas neoliberales y por las crisis institucionales y políticas. Un papel
protagónico en las movilizaciones la tuvieron los movimientos estudiantiles,
feministas y de los trabajadores.
3 Tratado de Libre Comercio.
E n t r e v i s ta s
141

educativas que ha empeorado el sistema educativo. Estos homicidios


han afectado a la movilización social y han restringido el derecho
de las personas a poder protestar. Nuestra ONG ha realizado un se-
guimiento porque los cuerpos policiales que están utilizando, cada
vez más, armas letales contra la ciudadanía. Además, nuestra misma
organización actúa para poder garantizar el acceso a la justicia de las
víctimas de violencia policial. Por estas razones, la organización hace
producción de literaturas críticas, documentación e investigación
periodística muy fuerte sobre estos homicidios y sobre estos hechos
de violencia para poder fomentar un cambio estructural al interior
del Estado colombiano.

¿Cuáles son los espacios públicos en los que se han dado


estas protestas?
Desde el año 2018 se han generado unos cambios en los luga-
res de la movilización social en Colombia. El propósito principal de
cualquiera de las movilizaciones estudiantiles, campesinas e indíge-
nas es llegar a la Plaza de Bolívar en el centro de la ciudad de Bogotá.
De esta forma, hemos tenido los recorridos de la minga indígena que
después de haber cruzado varias partes del país, este año ha llega-
do a la Plaza de Bolívar. El año pasado hubo una orden expresa del
alcalde de la ciudad de impedir que la movilización llegara hasta a
la Plaza de Bolívar y dispersar la movilización pacífica que terminó
con la muerte de Dilan Cruz,4 de 19 años. Este tema me parece muy
importante y relevante en el contexto de los últimos tres años porque
hemos visto un cambio en el repertorio de la movilización social.
Concretamente en Colombia en el año 2018 vimos como los estu-
diantes de las Universidades privadas y públicas se unieron en una
sola movilización a luchar por la educación pública, universal y gra-
tuita para todo el estudiantado del país. En aquella ocasión no deci-
dieron marchar hacia a la Plaza de Bolívar, sino bloquear otras calles

4 Estudiante de bachillerato que fue asesinado el 25 de noviembre del 2019 por


mano del ESMAD.
E n t r e v i s ta s
142

para impactar a otros grupos sociales. Entonces en dos semanas los


estudiantes se tomaron las autopistas y las avenidas en la ciudad de
Bogotá para bloquear la zona norte-occidental e inclusive hubo al-
gunos que se dirigieron hacia al aeropuerto. Estos cambios han sido
importantes porque han cambiado los repertorios de los espacios
públicos para poder impactar a otras personas dentro de la ciudad.
En este año, además, cuando arrancó la pandemia la movilización
social se dispersó en las zonas periféricas de todo el país y de las
ciudades y ya no más solo hacía a las plazas centrales. La gente salió
a protestar por el hambre y por el derecho al trabajo. Después del 8
de septiembre, día en el que asesinan a Javier Ordoñez,5 se activa una
movilización espontánea en menos de 12 horas en donde la gente
sale a quemar con furia muy fuerte, todos los CAI de los cuales 16
fueron absolutamente destruidos. Los CAI en Colombia son unos de
los principales lugares en los que se perpetúa la violencia policial. La
respuesta de la policía fue brutal disparando indiscriminadamente
contra las personas dejando un saldo de 14 muertos en la ciudad de
Bogotá y en su mayoría las personas que protestaban eran pacíficas.
Además, acabaron con la vida de otras 6 personas que simplemente
transitaban por el lugar donde se dio la movilización.

Las protestas, las movilizaciones tienen también un objetivo


entre otros: realizar reformas, incidir en el marco legal. Cada
país tiene su orden constitucional que regula el orden y reco-
noce la legitimidad a la manifestación y a la protesta social.
¿Cómo están consagrados en la Constitución de Colombia?
El derecho a la protesta social en nuestra Constitución está
consagrado en su artículo 37 y debe estar garantizado por el Estado
y en cualquier tipo de gobierno y no puede ser restringido. Afortu-
nadamente, ha sido protegido en varias ocasiones por nuestra Corte
Constitucional que ha declarado que la protesta social, como derecho

5 Primero fue torturado con una pistola Teiser y después fue asesinado al interior
de un CAI en Villa Luz.
E n t r e v i s ta s
143

fundamental, no puede ser restringido durante el Estado de excepción


y que la protesta social no tiene la obligación de pedir el permiso a las
autoridades para hacerse, sino simplemente debe notificarse. En ese
sentido tenemos un andamiaje dentro del ordenamiento jurídico muy
desarrollado e importante. Además, como consecuencia de la muerte
de Dilan Cruz, el año pasado un grupo de cuarenta organizaciones
—entre ellas nosotros— ha realizado una acción legal para pedirle al
Estado y a la Corte Suprema de Justicia que restringiera el uso de ar-
mas específicas como la que había asesinado a Dilan Cruz. Se trata de
un arma letal llamada Truflay calibre 12 que tiene un boquete enorme
con alrededor de 600 balas que se usa para dispersar la movilización
social. Entonces, estos mecanismos legales que tenemos, han sido muy
efectivos al momento de hacer demandas como organización social.
Hoy hay una sentencia que prohíbe el uso de esta arma en las movi-
lizaciones y desde este momento el Gobierno tiene la obligación de
crear un protocolo que garantice la protesta social a la ciudadanía que
debe ser construido con las organizaciones y con la participación am-
plia de la ciudadanía. Nosotros ahora nos encontramos en ese proceso,
en unas mesas de trabajo que están integradas por distintas organiza-
ciones e instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría,
el Gobierno Nacional y las personerías distritales. Sin embargo, existen
muchos problemas todavía que tratar y resolver al momento como,
por ejemplo, el alto número de detenidos en los centros de detenciones
durante las movilizaciones y el ejercicio de violencia contra la ciuda-
danía dentro de estos centros. Hemos visto también como la policía
utilizó armas no convencionales para maltratar a la ciudadanía en-
tregando, además, armas de fuego a personas que estaban vestidas de
civil para que dispararan contra de las multitudes. A todo eso existe un
aparato dentro del ordenamiento jurídico que garantiza la impunidad
para la fuerza pública al momento de ser ajusticiados por el sistema
penal. Esto no va a cambiar hasta a que nosotros no logremos cambiar
la estructura entera.
E n t r e v i s ta s
144

¿Qué nos comenta acerca del asesinato de decenas de líderes


sociales por parte del Estado durante los últimos años?
Lamentablemente, después de la firma del acuerdo de paz, ha
ganado nuevamente el uribismo y perdimos el plebiscito. El partido
de gobierno que ganó esas elecciones fue el partido que le dijo “no”
a la paz y que nunca estuvo comprometido con el cumplimiento de
los acuerdos como parte de esos primeros problemas estructurales.
Este año ya se han cometido 74 masacres como en los peores tiem-
pos de la guerra en Colombia. Es un número altísimo de asesinato a
líderes sociales y tenemos también una falta de justicia y de repara-
ción para las madres de Suacha y para todas las personas familiares
de quienes fueron víctimas de los mal llamados falsos positivos que
fueron ejecuciones extrajudiciales realizadas por el Estado colom-
biano contra jóvenes de bajos recursos. Justo ayer en el Congreso
se estaba discutiendo si hacer una mención de honor a las mujeres
madres que habían sido víctimas de estos hechos atroces. El Congre-
so hundió este reconocimiento. El panorama es bastante complejo
para nosotros desde la ONG Temblores. Hemos venido documen-
tado en un informe que se llama “Bolillo dios y patria” que vamos a
publicar muy pronto y se trata de un informe que habla de tres años
de violencia homicida física y sexual por parte de la fuerza pública,
concretamente de la policía. Hemos documentado la muerte de al
menos 639 personas a manos de la policía en los últimos tres años.
Además, 40 431 personas han sido heridas físicamente por la policía
y 241 personas han sido violadas por la fuerza pública

¿Cómo cambió el repertorio de la acción colectiva


en el contexto de la pandemia?
Frente a los repertorios de acción y a cómo la pandemia ha
venido modificando las formas en que la gente se moviliza en el es-
pacio público, creo que este fue el año en el que murió el espacio
público y en que la ciudadanía perdió la posibilidad de apropiarse y
de construir identidad. En el tiempo, hemos tenido gobernantes que
E n t r e v i s ta s
145

siempre han tratado de convertir los espacios ciudadanos abiertos al


público, como espacios solamente transitables y espacios en los que
no se puede construir ciudadanía. Ahora con esta pandemia se van
a profundizar muchísimo todas esas formas de construir identidad
dentro de las calles y, además, agudizado por un problema muy gra-
ve, es decir, lo de otorgar más poder a las policías incrementando la
violencia policial. Creo que todas estas nuevas formas de apropia-
ción en términos de construcción del espacio público van a estar de-
terminadas por lo que permitan hacer los ciudadanos a la policía. Es
un reto muy grande para las organizaciones de la sociedad civil para
la construcción de resistencias frente al incremento de restricciones.

¿Cuál ha sido el papel de los medios de comunicación


durante estas movilizaciones?
Creo que está dividido en dos partes. Por un lado, están los
medios alternativos que hacen un trabajo en los territorios durante
las movilizaciones sociales y documentan en tiempo real todo lo que
está sucediendo. Es impresionante también el trabajo que hacemos
desde Temblores para poder después documentar y denunciar la vio-
lencia policial y tener las pruebas de esos medios alternativos que se
están reportando en tiempo real. Por el otro lado, tenemos los me-
dios de comunicación masiva que se han encargado de estigmatizar
la protesta social y criminalizarla de una forma muy fuerte. Según
nuestros datos, a pesar de que el 98 % de las movilizaciones sociales
en Colombia son movilizaciones pacíficas, estos medios de comuni-
cación resaltan los hechos violentos que se producen al interior de
las mismas movilizaciones.
E n t r e v i s ta s
146

Participación en la mesa “Transparencia y redefinición del espacio


público: jóvenes, movilización social, violencia de la fuerza pública y
justicia” en el eje temático “Democracia y comunicación en contexto
de incertidumbre”.

Entrevista a Apawki Castro, responsable de la comunicación de la


CONAIE:

¿Cuáles son las razones de las movilizaciones sociales


en Ecuador?
¡Buenas tardes!

Yo creo que en todo este tiempo se ha generado una convul-


sión social por el incumplimiento y la falta de respuesta, por parte
del Gobierno, a los pedidos que han surgido desde los sectores so-
ciales populares y también desde el sector del movimiento indígena.
Aquí en el país y el resto de los países, creo que hay una ola potente
de movilizaciones que exige el cumplimiento a los planteamientos
del estallido social de octubre de 2019. Hubo una clara evidencia
de implementación, por parte del Gobierno, de unos ajustes que no
estaban apegados a la realidad de los pueblos y de los sectores socia-
les y populares del Ecuador. Se sintió la instauración de un modelo
económico que no estaba acorde a las necesidades y a las realidades
de cada uno. Si bien esta liberación de los precios de los combusti-
bles tiene su necesidad y su razón de ser, pero representó el punto
de quiebre por su manejo. No fue en sí la eliminación de subsidios
lo que provocó esa revuelta, sino la actuación de una agenda de los
movimientos sociales que es totalmente alternativa al modelo de de-
sarrollo extractivista en construcción.
Otro factor que ha acumulado esa indignación viene desde la
población estudiantil que ha planteado la exigencia del libre ingreso
a las universidades. Me parece que no se garantizan estos derechos en
toda la sociedad. Hay varios elementos más en la agenda que plan-
tean las mujeres del sector indígena, agrario y campesino que es el
tema de la leche y del transporte comunitario que sin respuestas han
E n t r e v i s ta s
147

sido los elementos que juntos a los demás han provocado este esta-
llido social. Nosotros desde la CONAIE habíamos pasado dos años
dialogando de ministerio en ministerio, de café en café, pero nunca
vimos resultados concretos y por esta razón el 23 de agosto de 2019
se decidió romper ese proceso del diálogo e implementar los proce-
sos de movilización. Además, no debemos dejar de lado el tema de la
justicia indígena, el tema de la redistribución del espectro radio eléc-
trico no solamente para las 14 nacionalidades, sino también para las
organizaciones representativas. Podríamos tener nuestros propios
medios de comunicación. Lamentablemente se dio esta reforma a la
LOC1 donde no se incorporaron los planteamientos que habíamos
hecho desde el sector comunitario, si bien haya una cláusula donde
se da la disposición para otorgar las frecuencias directamente a los
pueblos y nacionalidades, sin embargo eso no cubre las necesidades
que se tiene desde los espacios representativos de la misma CONAIE,
de las tres organizaciones regionales de la costa como la CONAISE,
de la sierra de la ECUARUNARI y de la amazonia de la CONFE-
NAIE. Luego se decidió participar en el concurso público donde la
CONFENAIE y ante a la ineptitud del Gobierno central en respon-
der a esta ola de planteamientos que hemos tenido, se fomentaron las
bases del estallido social.

¿Cuáles son los espacios públicos en los que se han


generado estas protestas?
Creo que hay una diversificación a partir del sujeto operante,
del actor convocante que se toma sus espacios. Por ejemplo, el sector
estudiantil tiene esta facilidad de acoger sobre todo las calles, las pla-
zas centrales como por ejemplo en la Universidad Central en Quito
que siempre se toma la Plaza Indoamericana. El movimiento indíge-
na tiene esta particularidad de tomarse las calles y las arterias prin-
cipales de conectividad entre el campo y la ciudad. Pero en la ciudad

1 En el mes de mayo de 2021, durante el Gobierno de Guillermo Lasso, se modi-


ficó la Ley Orgánica de Comunicación (LOC).
E n t r e v i s ta s
148

de Quito se ha logrado posicionar, dentro del imaginario social y de


la ciudadanía en general, el espacio del Parque del Arbolito como el
parque de la resistencia. Si hay una movilización fuerte, el Parque
del Arbolito es el lugar en donde se logra concentrar y aglomerar la
multitud. En las acciones del 2019 la Casa de la Cultura, la zona uni-
versitaria en la que se encuentra la Universidad Católica, la Universi-
dad Politécnica Salesiana y la Universidad Politécnica Nacional, que
además dieron acogida a todos los que participaron en los 13 días de
acción en la ciudad de Quito,2 fueron los lugares de la expresión del
paro nacional. Esta movilización representó una apropiación y resig-
nificación de estos espacios públicos a pesar de las restricciones y del
control por parte del Municipio. Sin embargo, la fuerza de la movi-
lización hace que estos aspectos se vayan desencadenando en otras
acciones como por ejemplo pasó en el levantamiento indígena de
1990 cuando se tomaron las iglesias, las plazas centrales en donde se
permita aglutinar las diversidades de voces que están actuando. Estos
espacios como los parques, las plazas, las calles son como los elemen-
tos centrales que faculta también a retomar una cierta pertenencia
hacia la ciudadanía y en el octubre de 2019 hubo la toma simbólica
de las gobernaciones de algunas provincias de donde surgen las ins-
tancias institucionales de recepción y de atención para la ciudadanía.

Las protestas, las movilizaciones tienen también un objetivo


entre otros: realizar reformas, incidir en el marco legal. Cada
país tiene su orden constitucional que regula el orden y reco-
noce la legitimidad a la manifestación y a la protesta social.
¿Cómo están consagrados en la Constitución del Ecuador?
Los sustentos jurídicos que posibilitan la huelga, el derecho
y otras acciones similares están estipulados en el artículo 98 de la
Constitución que es el componente macro de toda la normativa jurí-
dica. Con eso se posibilita triangular con otros actores como son los

2 Durante el paro nacional, la zona universitaria se declaró zona de paz y huma-


nitaria, dando hospedaje y alimentos a los manifestantes del paro nacional de
octubre 2019.
E n t r e v i s ta s
149

organismos de derechos humanos que permiten al movimiento in-


dígena o al sector indígena ampararnos a los tratados internaciona-
les. Estos organismos internacionales posibilitan garantizar acciones
de resistencia y de desacuerdo con el orden establecido y nos permite
posicionar las demandas sociales del movimiento indígena que his-
tóricamente han sido ocultadas.

Durante las manifestaciones de octubre no se quiso eli-


minar solo el decreto 883,3 sino también se criticó fuerte-
mente la injerencia del FMI en las políticas económicas del
Ecuador. Últimamente recordemos que seguimos firmando
acuerdos con el FMI y prácticamente algunas de las medi-
das se siguieron aplicando en el tiempo.
Creo que la acción de octubre de 2019, como lo dije al prin-
cipio, fue expresión de la indignación para eliminar el subsidio. Sin
embargo, el mayor componente ha sido la implementación del mo-
delo neoliberal ejecutado en el país y presionado por los acuerdos con
el Fondo Monetario Internacional y ahora, en tiempos de pandemia,
se aprovechan para liberar los precios de los combustibles. En prác-
tica, el decreto 883 logró pasar a través de estas estrategias durante la
emergencia sanitaria, durante la cuarentena cuando todos y todas nos
encontramos encerrados en nuestros espacios cuidándonos y el Go-
bierno logró implementar lo que planteó con el decreto 883.

Desde el paro nacional de 2019, con la estigmatización de


los mass media, ¿cómo ha cambiado la opinión pública
hacia al movimiento indígena? Y pensando a los comicios
para las elecciones de 2021: ¿cómo se puede estratégica-
mente utilizar la protesta de octubre para conquistar a nivel
político en el escenario electoral?

3 El 1º de octubre de 2019, en la TV el presidente del Ecuador, Lenin Moreno,


anunció la aplicación del decreto 883 que liberalizaba el precio de los combustibles.
E n t r e v i s ta s
150

En octubre el cerco mediático de los grandes medios posicio-


nó al movimiento indígena y a los sectores populares y sociales como
sujetos vandálicos. Esa ha sido unas de las características predomi-
nantes del paro de octubre de 2019. Desde los medios alternativos,
comunitarios y populares con el uso de las plataformas virtuales se
posicionaron otros discursos acciones que se venían dando desde
cada uno de los territorios y de los espacios de la ciudad de Quito.
Quienes estuvimos por el sector Alameda veíamos como se practi-
caba la represión del aparato represivo del Estado, pero los medios
sacaban y colocaban otro imaginario. Yo creo que eso se sostiene has-
ta ahora en el imaginario colectivo, aunque los medios tradicionales
nos posicionan como los sujetos vandálicos, como los responsables
de todo lo acontecido. Somos solo los que provocaban el saqueo,
quienes provocaban el desorden, quienes provocaban el caos en la
ciudad de Quito. Pero nosotros desde la comunicación alternativa,
comunitaria y popular hemos logrado romper ese cerco mediático
y colocar otros elementos que visibilizan al sujeto operante como
exigentes de los derechos tanto colectivos.
E n t r e v i s ta s
151

Participación en la mesa “Transparencia y redefinición del espacio


público: jóvenes, movilización social, violencia de la fuerza pública y
justicia” en el eje temático “Democracia y comunicación en contexto
de incertidumbre”.

Entrevista a Fernanda Villavicencio, actriz, comediante y pedagoga


teatral de Chile:

¿Cuáles son las razones de la movilización social en Chile?


Hola a todas y todos, y gracias por la invitación. Estoy muy
feliz de acompañarlos desde acá, desde Chile. Me hacía mucho sentir
de lo que decía Alejandro y creo que en Latinoamérica hay un punto
donde convergen demandas sociales que son claras y que son bastan-
te similares. Acá en Chile desde el 18 de octubre del año pasado, se
vivió una revuelta importante que tenía que ver con la agudización
—cada vez más profunda— del sistema capitalista extractivista y he-
teropatriarcal que se relaciona con la precarización de la vida. Esta-
mos en un país en el que tenemos muy poco derecho a la educación,
si bien siempre y cuando tú tengas la plata para poder pagar tu carre-
ra. Somos el único país que tiene el sistema de agua privado. El agua
pertenece a un porcentaje bastante minoritario de unos empresarios.
La liberación del Wallmapu se vincula a una tremenda militarización
en Temuco, en el sur de la capital. Seguimos con las demandas y las
luchas del movimiento feminista que tiene que ver con la precari-
zación de nuestras vidas, con el rol productivo y reproductivo y el
tema de los cuidados. Además, hay varios temas que también com-
peten con la representatividad de la política. Acá, desde el quiebre
de la dictadura y el inicio a una democracia entre comillas se han
precarizado mucho nuestros derechos básicos. Todas estas luchas y
reivindicaciones se han llevado a nuestro II Encuentro Plurinacional
de los y las que luchan contra la violación sistemática de los derechos
humanos. Hay poco o inexistente derecho a poder expresarnos en las
calles libremente, tenemos una fuerte represión policial con una to-
tal impunidad. Además, en el país hoy no hay una representatividad
vinculante con los representantes. El actual presidente Piñera fue ele-
E n t r e v i s ta s
152

gido con una muy poca representatividad y el estallido que culminó


el 18 de octubre lo debilitó más y dio paso a un proceso constituyen-
te en el cual votamos ahora el 26 de octubre para acabar con todo lo
que Pinochet nos había dejado también en la dictadura. Hay mucha
desconfianza porque hay mucha letra chica, no hay escaños reser-
vados por ejemplo para los pueblos originarios, hay un montón de
torniquetes —como decimos nosotros— donde las personas que son
independientes no pueden postularse como constituyentes, sino que
deben estar dentro de un partido político. Son todos esos temas que
estamos tratando y queremos resolver, movilizándonos en la calle y a
través de nuestra huelga general feminista.

¿Cuáles son los espacios públicos en los que


se han generado estas protestas?
Se me vienen tantos lugares. Lo hermoso que ha ocurrido acá,
desde la revuelta popular del 18 de octubre, es que justamente es un
movimiento popular que, si bien no tiene un representante fijo, las
personas empezaron a organizarse desde sus territorios como decía
también Apawki, con diferentes demandas desde las organizaciones
indígenas, las redes de mujeres mapuches en Santiago, las mujeres
feministas, los estudiantes, los sindicalistas, las y los trabajadores y
trabajadoras. Yo vivo en la capital y en Chile en casi todos los lugares
de la región tienen una plaza que se llama Plaza de Armas y antes se
llamaba Plaza Baquedano en “honor” al general genocida Baqueda-
no. Hay otra plaza que se llama Plaza Italia que hoy es la Plaza de la
Dignidad hasta que se hizo costumbre. En estos cuarenta años de
precarización de la vida, la gente comenzó a manifestar y comen-
zó a disputar ese espacio público y se empezaron a realizar acciones
callejeras, se organizaron colectivos de arte, colectivos de música,
colectivos de madres encapuchadas, colectivos de estudiantes donde
también hay una mescolanza y convergencia de todos estos proce-
sos sociales. La gente también en sus territorios comenzó a generar
asambleas, se unieron para poder apoyarse. Luego nos llegó la crisis
sanitaria y eso dejó en evidencia mucho más la crisis que estamos
E n t r e v i s ta s
153

viviendo y la desigualdad en nuestro país. Entonces las organiza-


ciones comenzaron a tomarse estos espacios públicos, comenzaron
a ocupar los muros también como espacios simbólicos. Yo trabajo
con la Brigada Laura Rody, donde utilizamos la acción y el artivis-
mo callejero para poder manifestarnos y para también ocupar estos
lugares de disputa como un lugar de denuncia, como un lugar de
comunicación hacia estos medios de comunicación que también son
hegemónicos y que atienden a solamente a las noticias que les con-
viene mostrar. Nosotras como brigada nos hemos unido a esta fuer-
za popular, hemos creado nuestro espacio también en el Encuentro
Plurinacional donde participaron más de 3000 mujeres de 28 países
diversos en donde hicimos visible nuestros planes de lucha y nues-
tro programa feminista. La gente también está manifestando en sus
propios territorios y eso ha consentido que la misma gente se vuelva
a comunicar y también se vuelva a organizar como por ejemplo con
las ollas comunes que representa una organización bastante impor-
tante porque gente no tenía que comer. Así se organizan las personas
donde cada una va a llevar su alimento para compartirlo con lo que
no tiene. Creo que el espacio público común para nosotros no ha
sido solo las calles, sino también el metro. Recordemos que el 18
de octubre partió con una revuelta de los estudiantes secundarios
que empezaron a pasar el metro sin pagar porque hubo un alza de
30 pesos de los boletos. De ahí surgió nuestra consigna que era “No
son 30 pesos, son 30 años”1 que para nosotros también tiene tanta
poética y tanto sentido. Desde entonces, los metros también fueron
un lugar de disputa, que son además lugares tan recorridos, tan tran-
sitados por todos y todas acá al menos en Santiago pero que también
son privatizados y que tienen un costo muy alto. Creo que todos los
lugares para nosotros son de disputa. Luego puedo mostrar algunas
fotos quizás algunas unas fotos.

1 Es uno de los slogans usados por el movimiento de protesta en Chile en las mar-
chas de 2019 y 2020. Con este lema se quería visibilizar las enormes desigualda-
des que se han creado en los treinta años de políticas neoliberales en Chile.
E n t r e v i s ta s
154

Esa era el frontis de la biblioteca nacional y ahí tiramos ese


pendón, ese lienzo por la verdad, la justicia, reparación y libertad de
los presos políticos. Acá hay una fuerte criminalización para las per-
sonas que protestan, las tienen encarceladas. Además, hay también
un tema sobre el trauma ocular. Comenzaron a sacarnos los ojos los
policías cuando disparaban, nos apuntaban a los ojos. Entonces nos
comenzamos a dar cuenta que había una violación sistemática de los
derechos humanos y no solo de represión en la marcha. Comenza-
mos a movilizarnos con mujeres, con compañeros y con otras perso-
nas ayer y nosotras como Brigada Laura Rody hicimos un pañuelazo
masivo con más de 640 pañuelos que visibilizaban los diez años de
femicidios desde 2010 y este año ya registramos cuarenta mujeres
que han sido asesinadas. Ayer hicimos esta acción en la que canta-
mos una canción que se llama “Sin miedo”, hicimos una versión local
que visibiliza también como arrebatan a nuestras mujeres, a nuestras
hermanas, a nuestras amigas, a las disidentes, a las trans, a los niños
del CENAME. Es lo que ha pasado en el Centro de Santiago La Ala-
meda llamado también “Bernardo Giges” en honor a un dictador, a
un militar de la colonización. Y se llama también Alameda porque
antes había muchos álamos en ese lugar. Bueno ese era el lugar en el
que hicimos este pañolazo para poder visibilizar a todas las detenidas
desaparecidas, a las prisioneras políticas violadas y quemadas desde
el año 73 hasta hoy.

Ese fue un mural donde también hicimos un trabajo sobre


las personas que habían muerto en revuelta. Es un muro que está
también en la Plaza Dignidad y visibilizamos a los compañeros que
habían muerto también a manos de agentes del Estado. En síntesis,
eso ha sido nuestro trabajo en los espacios públicos mencionados y
hemos ido a unos lugares fuera de la región metropolitana haciendo
otros muros y haciendo otras intervenciones.

Las protestas, las movilizaciones tienen también un objetivo


entre otros: realizar reformas, incidir en el marco legal. Cada
país tiene su orden constitucional que regula el orden y reco-
E n t r e v i s ta s
155

noce la legitimidad a la manifestación y a la protesta social.


¿Cómo están consagrados en la Constitución de Chile?
En Chile también pasa algo muy similar a lo que contaban
nuestros compañeros anteriormente. Acá la Constitución chilena en
su artículo 19 numeral 13 dice que es derecho a reunirse pacífica-
mente sin permiso previo y sin armas y que, además, nos podemos
reunir en las plazas, en las calles y en otros lugares de uso público.
Sin embargo, todo está regulado en base a las disposiciones gene-
rales de la policía. Entonces este inciso establece claramente que la
palabra sin permiso previo y sin armas represente la segunda parte
del artículo, sin embargo, hay un decreto supremo que es el número
1086 que se dictó en plena dictadura en el año 83 en el que hay un
sistema de autorización previa para cualquier reunión o manifesta-
ción pública. El artículo 2, por ejemplo, dice que el decreto establece
que el aviso indicado debe ser por escrito y firmado por los organi-
zadores de la reunión, se debe indicar su domicilio, su profesión, su
número de cédula de identidad y también deben expresar quienes
organizan dicha reunión, que objetivo tiene, donde se va a iniciar y
cuál va a hacer el recorrido de esa manifestación, quien va a hablar y
donde se va a disolver la manifestación. Entonces todo este régimen
de autorización previa no permite que tengamos una manifestación
espontánea y también el no cumplimiento de estas condiciones. La
no autorización por ejemplo va a ocasionar la disolución inmediata
de toda la reunión por la fuerza pública. Hay una clara contradicción
porque si revisamos la Constitución en el artículo 19 dice que uno
tiene la libertad de emitir opinión sin censura previa en cualquier
forma y por cualquier medio. Eso ahora no está pasando en cuanto
están inculpando a muchas personas, a los presos políticos. Además,
el derecho a poder usar el espacio público para poder manifestarse
viene limitado porque las fuerzas policiales llegan de inmediato re-
primiéndonos con un gas muy químico desde los tanques que, ade-
más, vale 1200 millones de pesos. Los químicos que usan son muy
peligrosos, la gente ha tenido quemaduras de tercer nivel.
E n t r e v i s ta s
156

¿Con referencia a Chile, quisiera preguntarte acerca de las


opiniones que a veces surgen cuando el movimiento femi-
nista en sus manifestaciones mancha las paredes o se sacan
la ropa desnudándose y de un sin número de formas de
protestar para que les dejen de matar?
Gracias Frank por la pregunta que, además, nos hacen mucho,
pero creo que tiene que ver de cómo nuestro cuerpo ha sido hiper-
sexualizado y ha sido relegado siempre al espacio privado. Hay mu-
chas diferencias que veo mucho en los talleres de comedia que hago
para poder resignificar ciertas experiencias traumática de las com-
pañeras y poder tomar el micrófono y subirse a un escenario para
hacer estándar comedia y contar cosas que han pasado a nosotras
como los casos de violencia. Creo que tiene que ver con la utilización
de nuestros cuerpos en las calles cuando no es para consumo mascu-
lino mientras que en muchos programas de televisión las chicas son
expuestas en biquini, con poca ropa, pero cuando una manifiesta en
las calles para poder pedir un aborto libre legal y seguro, para po-
der tener derecho al voto, eso se llama acto violento. Entonces creo
que la forma en cómo una se pueda manifestar tiene que ver con la
reivindicación del cuerpo, en donde uno dice “este es mi cuerpo, mi
primer territorio, soy libre de mostrar mis pechos”. Hay una disputa
muy importante con respecto a la educación sexual integral en don-
de los lugares más conservadores del país no quieren que nuestros
colegios tengan educación sexual integral. Creo que para nosotras ya
salir con los pechos al aire a manifestarnos es un acto artístico donde
también lo hemos hecho. Nos hemos pintado los cuerpos para poder
manifestarnos y para poder caminar por la calle como uno quiera,
con un short con una pollera sin que nadie te pueda decir nada en-
tonces. En síntesis, creo que por ahí va el tema como la hipersexuali-
zación del cuerpo femenino

Chile hace poco tiempo acaba de cambiar parte de su


Constitución de origen pinochetista y en gran parte se
podría decir que esta reforma tiene que ver con la presión
E n t r e v i s ta s
157

que desarrollaron los movimientos sociales. Tú como una


activista que está constantemente en la movilización y en el
cambio social, ¿qué opinas al respeto?
Gracias Diego por tu pregunta. Nosotras como coordinado-
ras feministas hemos tenido unos debates intensos de muchas ho-
ras, en muchas plenarias y en muchas asambleas sobre este tema. Ha
sido, pero bastante intenso y eso surgió también en nuestro marco
del proceso constituyente de la nueva Constitución que aprobamos.
El proceso constituyente no terminó ahora con este plebiscito, sino
que se abre el 8M con nuestra huelga general feminista en donde
también ahí hacemos una lectura en clave feminista que tiene que
ver con ciertos hitos que son importantes como: la constitución de
una asamblea popular constituyente, libre, soberana, anti racista,
plurinacional, democrática y feminista. Por esta razón, sentimos que
es necesario seguir movilizándonos en la calle, seguir participando
a través de organizaciones sociales. Hay una necesidad efectiva de
construir una nueva Constitución que nos da derecho a la educa-
ción de calidad y gratuita, al derecho a las aguas hoy militarizada del
Wallmapu del territorio mapuche. Sin embargo, nosotras también
tenemos muchos que defender que está planteado en nuestro pro-
grama feminista como: la violencia patriarcal, la educación feminis-
ta, la disidencia, el antirracismo, la migración, el uso de las artes, de
la cultura y del patrimonio.

¿Cuál ha sido el papel de los medios de comunicación


durante estas movilizaciones?
Por un lado, están los medios de comunicación instituciona-
les que marcan una postura que criminaliza la protesta y replica estos
criterios patriarcales sobre las movilizaciones feministas. Acá se da en
un programa que se llama “Informe especial” en el que se exponen
unas actitudes machistas y es bastante terrible verlo, y por otro lado
están los medios de comunicación alternativos que logran incidir en
las demandas sociales y eso para nosotros es muy importante y logran
ser una primera fuente de movilizaciones. Entonces estos medios polí-
ticos quedan para nuestra historia y además también las personas que
cumplen el rol de conservadores de memoria y eso es muy importante
porque hay recordar que mucha gente que cumplía este rol en la dicta-
dura fue perseguidos y desaparecidos. Por ende, para nosotras los me-
dios de comunicación alternativos como el periódico digital Primera
son importantes para realizar contra información.

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