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Clases especiales sobre el cultivo de maní

Introducción

En el marco del Seminario de Cultivos Agrícolas se llevaron a cabo distintas


jornadas donde se expusieron diferentes temas relacionados al cultivo de maní. Se
abordaron temas como aspectos relacionados a su comercialización, manejo y
producción. A continuación se abordara lo referido a la primera clase donde el
representante de la CAM (Cámara Argentina de Maní) nos comentaba distintos
aspectos relacionados al comercio del maní y la influencia que tiene dicho cultivo en la
economía regional y nacional, como así también la importancia que tiene éste
producto a nivel mundial.

Posteriormente el desarrollo de éste trabajo seguirá con la clase dada por el


Ing. Agr. Javier Giraudo, donde fueron expuestos temas como la importancia zonal del
maní, su fisiología, cultivo, sanidad, cosecha e industrialización.

Y por último la clase del Ing. Agr. Claudio Oddino en la cual se dieron a
conocer las diferentes enfermedades del cultivo de maní.
Desarrollo

1° clase

Desde hace ya un tiempo la industria manisera se ha transformado en uno de


los sectores agro-industriales más importantes de la provincia de Córdoba. Lugar
donde se ha desarrollado el clúster manisero y que está compuesto por una gran
cantidad de empresas como son AGD, Lorenzati Ruestch y cia., Manisel, Maniagro
Argentina, Manisur, entre otros. Junto con los sectores de logística, los productores,
los laboratorios, el sector de investigación científica y demás.

La provincia de Córdoba participa en el 92.75% de la producción del total de


dicho cultivo. Siguiendo las provincias de San Luis y La Pampa con el 7,25% restante
(datos año 2015). Las exportaciones de la industria manisera, en lo que respecta al
maní confitería, están encabezadas por los departamentos de Juárez Celman con el
72,1% de la participación, seguidos en segundo y tercer lugar por Gral. San Martín con
14,9% y Tercero Arriba 9,9%. Siendo estos tres los mar significativos (datos año
2013).

En lo que respecta al área sembrada, los departamentos más importantes en


este año 2015 son Gral. Roca con el 28%, Río cuarto con 27% y Juárez Celman 15%.
Siguiendo Pte. R. S. Peña y Tercero Arriba con el 7%.

También la industria manisera tiene un alto impacto en la generación de


puestos de trabajo. A través de dato obtenidos por IERAL de fundación mediterránea
en base a datos de la CAM se pudo determinar que en lo que respecta a servicios
terciarizados se generan 5985 puestos de trabajo lo que es un 54% del total, en la
industria 3872 puestos de trabajo permanentes (35%) y en el mismo sector con
puestos de trabajo temporarios con 1183 puestos (11%). Todo esto también indica la
importancia a nivel socioeconómico que tiene el sector, dando un gran número de
puestos de trabajo. Y también el sector está caracterizado por darle valor agregado a
los insumos y servicios necesarios para la producción.

El maní confitería tiene su destino principal en la exportación. De manera que


el 92% de la producción es llevado afuera (destino principal Unión Europea),
quedando solo un 7% para el mercado interno. Generando, solo en la provincia de
Córdoba, divisas por el monto de $9166690000. Y solo se exporta el 7% del total
producido mundialmente. Otro dato importante que refleja la magnitud de la influencia
de la producción Argentina en el mundo es que nuestro país tiene una participación en
el comercio mundial del 23%.

En lo relacionado al mercado interno, el consumo de maní ha ido en constante


aumento. Desde el año 2007 hasta el 2012 ha habido un incremento del 60% en el
consumo (25,86 a 49 mil toneladas anuales). Siendo éste el segundo producto
preferido, dentro de los aperitivos, a nivel nacional después de las papas fritas. Con un
consumo per cápita anual de 1,25 kilos. Teniendo en nuestro país una amplia gama de
productos como el maní frito salado sin piel, maní tostado pelado sin sal, garrapiñada,
maní recubierto con chocolate, maní crocante, crocante de maní, etc. Lo que le da al
consumidor una amplia variedad de productos para elegir.
Como se mencionó anteriormente, Europa es el mercado más grande que tiene
Argentina. En aquel lugar el consumo de maní confitería viene en aumento debido a
cambios en los habito alimenticios de sus habitantes. En el Reino Unido el 41% de
personas entre 15 y 24 años tienen un estilo de vida agitado, lo que trae aparejado
poco tiempo para sentarse a comer una comida apropiada. Lo que ha llevado a estas
personas a tener preferencias por los snacks.

Otros mercados importantes son África, Rusia, Países Bajos y China donde ha
habido un gran incremento de la demanda en los últimos años.
2° clase

El cultivo de maní es una planta dicotiledónea, de la familia de las leguminosas,


herbácea, de tipo erectas o rastreras. Hoy podemos encontrar, entre otros, los
cultivares tipo alto oleico. Con un sistema radicular que mantiene una relación de
simbiosis con Rizobium Leguminosarum.

Existen diferentes variedades comerciales. Están el tipo colorado con el


Colorado irradiado INTA. Cultivares rosado pálido tipo español como son el Blanco Río
Segundo y el Manfredi 68. Y también cabe mencionar por su importancia productiva el
tipo runer: Florunner, Florman, Asem, Tegua, Granoleico, EC 98. Estos últimos se
caracterizan en que el fruto, en su composición química, está compuesto en forma
predominante por ácidos grasos insaturados (líquidos a temperatura ambiente),
principalmente Ac. Oleico (46,92%) y Ac. Linoleico (34,78%). Y en menor proporción
por ácidos grasos saturados, principalmente el Ac. Palmítico (9,6%). La importancia
de esto último radica en que la relación de ácidos grasos, principalmente
oleico/linoleico, entre mayor sea esa relación mejor es la calidad de su aceite. Lo que
lo hace un alimento bueno para la salud humana.

El maní tiene necesidades especiales de nutrición y características propias del


suelo como textura y estructura, debido a que es el lugar donde frutos crecen y se
desarrollan. Por lo tanto, es muy importante su fertilidad. De manera que éste cultivo
tiene un adecuado desarrollo en suelos profundos, bien drenados, ligeramente ácidos
donde desarrolla un amplio sistema radicular. Los suelos recomendados para maní
son aquellos que son sueltos, con bajo porcentaje de arcilla debido a que el clavo
penetra fácilmente, se producen vainas de buen tamaño, se arranca fácilmente y
permite cosechar vainas relativamente limpias. El inconveniente de estos suelos
arenosos es que al almacenar poco agua y nutrientes lo hacen susceptible a carencias
hídricas y nutricionales, y esto es importante porque el maní tiene requerimientos
hídricos altos y el periodo de humectación es más largo que el de otros cultivos. En
suelos donde nunca se sembró maní es necesario en forma obligatoria inocular ya que
las bacterias nativas no se han desarrollado allí, en lo que respecta al fosforo sus
requerimientos son moderados y tiene una gran capacidad de extraerlo del suelo a
través de su extenso sistema radicular, el potasio es generalmente cubierto con las
riquezas naturales que aportan nuestros suelos pampeanos. Además es importante
mencionar que el maní tiene una mejor repuesta a la fertilidad residual que a la
aplicación directa de fertilizantes.

La implantación, el cultivo y el manejo general del maní tienen gran importancia


ya que de estos tres aspectos depende que se llegue a madurez fisiológica con un
cultivo sano, el surco bien tapado y con un buen stand de plantas. En la preparación
de la cama de siembra se debe recurrir al barbecho para acondicionar la tierra para la
siembra del maní, y conservar humedad y nutrientes del suelo. Este puede ser químico
o mecánico, dependiendo del tamaño de las malezas a controlar. Una vez hecho esto
lo siguiente es la implantación, donde el espaciamiento entre hileras puede ser de 70 o
52 cm, con buena humedad en el perfil del suelo, profundidad de siembra de 3 a 4
veces el largo de la semilla o no más de 5 a 7 cm dependiendo del tipo de suelo y
temperatura (18 °c durante 3 días a 5 cm de profundidad). En casos necesarios a la
hora de labrar la tierra se deben usar máquinas tipo doble acción o paratil, y en
siembra directa se debe tener cuidado con la cobertura pre existente ya que puede
traer problemas en la emergencia y puede influenciar en la temperatura del suelo.

La siembra debe ser en un lote con poca cobertura, utilizar semilla curada y
sana, con máquinas de alta precisión o neumáticas, el arrancado debe ser sin
agresividad, con un trillado limpio sin tierra y si se llega a hacer con alta humedad
puede traer problemas ya que es necesario un secado lento para no perjudicar la
calidad de la semilla.

Es de suma importancia tratar la semilla con fungicidas (apron max, maxim


quattro) ya que la mayoría de las enfermedades que hay en un lote son llevadas por
ella, insecticida (potenza) y bio estimulantes que son hormonas (auxinas) que aceleran
el crecimiento de los ápices utilizado para condiciones de suelos fríos.

Ante presencia de malezas en pre-emergencia y aun en post-emergencia


temprana, el tratamiento con herbicidas es de suma importancia debido a que el maní
corre con desventaja porque es un cultivo más bien rastrero. En barbecho largo que va
desde abril (luego de la cosecha del cultivo) utilizar productos residuales que cubran
hasta mayo inclusive debido al tema de las lluvias y en barbecho corto (ej. Sumisoya,
authority) 30 días antes de la siembra va al suelo con hasta 30% de masa verde.

En relación al control de insectos. Aquellos considerados como no específicos


para esta planta son los que resultan ser más problemáticos (Diloboderus Abderus).
Las isocas cortadoras se deben controlar bien antes de siembra, las tucuras en
implantación, se debe tener sumo cuidado con las defoliadoras principalmente en
período reproductivo de la planta, ya que no va a generar más hojas. Las arañuelas se
asocian generalmente a sequía y es necesario aplicar antes de que forme una tela
protectora en el cultivo, donde el momento de buena eficacia del insecticida es
después de una lluvia.
3° clase

Históricamente el principal problema sanitario en el cultivo de maní son las


enfermedades. Las cuales pueden ser foliares (viruela, sarna, mancha en v) o de suelo
(moho blanco, tizón, podredumbre de raíz, carbón, dumping off, carbón). De éstas el
carbón es de alto riesgo ya que no existe forma de controlarla. Aquellas enfermedades
que afectan las hojas de la plana son policíclicas y no se puede actuar antes de su
aparición. En las de suelo lo principal es disminuir el inoculo inicial si no luego no se
puede hacer mucho para su control.

Existen cuatros factores que definen la importancia de una enfermedad a nivel


del lote. La primera es su prevalencia (o porcentaje de lotes con presencia de la
enfermedad), incidencia (o porcentaje de plantas enfermas), severidad (o porcentaje
de la planta afectada) y pérdidas (o disminución de la producción).

La principal enfermedad que afecta al maní a nivel mundial es la viruela. Que


afecta al cultivo formando manchas circulares que pueden tener un halo clorótico a su
alrededor, causando defoliación provocando así mermas en el rendimiento. La misma
tiene un nivel alto en los cuatro términos que define la importancia de una enfermedad
mencionados anteriormente.

La viruela temprana o Cercospora arachidicola provoca conidios hialinos en la


cara superior de la hoja. Fructifica en el estroma fúngico que se forma en el tejido
foliar, con marcada ruptura de la epidermis. Se produce desecado de la lesión y por
ello alta dependencia de la humedad ambiente para producir los conidios. Las
condiciones predisponentes son 20-25 °c con 98% de humedad relativa (hoja mojada
humeda). La viruela tardía o Cercosporidium personatum genera conidios colorados
en cara inferior sobre el estroma fúngico que se forma en el tejido foliar, con mínima
ruptura de la epidermis. Las lesiones tienen condiciones más favorables a la
producción de conidios, por lo tanto, menos dependencia de la humedad ambiental.
Las condiciones predisponentes para su desarrollo y crecimiento son 16-25 °c con
93% de humedad relativa. Es importante mencionar que la movilidad de los fungicidas
en la hoja es sólo en la hoja donde la gota impactó, por eso para controlarlas es
necesario hacer una aplicación eficiente. Entre aplicaciones siempre aparecen
conidios que no son tratados. Por eso con sólo el 8 al 15% de severidad final se cubre
el costo de tres aplicaciones (Nivel de Daño Económico). Los fungicidas más usados
son aquellos que pertenecen a los grupos de carboxamidas,estrobirulinas, triazoles,
bencimidasoles, bencimidasoles, etc; siendo el más usado el clorotalonil. Es necesario
aplicar al 2% de severidad.

La sarna (Sphaceloma arachidis) es una enfermedad fúngica que afecta al


maní causando pequeños cancros en las hojas deteniendo así el crecimiento de la
misma. Sus condiciones predisponentes son elevadas lluvias, elevada temperatura
(diciembre), presencia de tejido vegetal joven y que el hospedante presente
susceptibilidad a la misma. El difenoconazole es el producto de mayor eficiencia en su
control.

La enfermedad vulgarmente denominada mancha en v (Leptosphaerulina


crassiasca) presenta una prevalencia mayor al 50% en las regiones productivas del
país. El síntoma que manifiesta el hospedante infectado es una mancha en la hoja en
forma de v. Es un patógeno que solo enferma aquellas hojas que tienen algún daño
físico, que hace de puerta de ingreso al inóculo. Una de las características más
importantes para su desarrollo es la temperatura, de la cual el rango óptimo va de 25 a
28 °c. Y 2 horas de mojado foliar. No se hacen aplicaciones para su control.

El marchitamiento u hongo blanco (Sclerotium rolfsi) es una enfermedad del


rizoplano. Que presenta esclerocios redondeados, color marron, ubicados tanto en el
suelo como en el fruto del maní. Puede causar la muerte de la planta. Sus
hospedantes son soja, maní y girasol. Para infectar el cultivo necesita períodos de
sequía y para crecer necesita lluvias. La labranza entierra los esclerocios y disminuye
si incidencia.

El tizón del maní (Sclerotinia sclerotium-S. minor) necesita de suelos saturados


de agua y baja temperatura ambiental para desarrollarse y crecer. La labranza no tiene
ningún efecto en su erradicación y control. La variedad de maní “pronto” es
considerada resistente a ésta enfermedad por ser una planta de porte pequeño, sin
ramas secundarias lo que dejaría el surco más descubierto y expuesto elevando así la
temperatura deteniendo la enfermedad.

El carbón (Thecaphora frezii) actúa reemplazando el interior de los granos. La


falta de movilidad por floema que presentan los fingicidas complica su control. El
control genético es una herramienta de suma importancia.

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