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MAGISTRADA PONENTE: CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

Mediante oficio N° 346 del 17 de octubre de 2012, recibido en esta Sala


Constitucional el 19 de octubre de 2012, el Tribunal Superior Tercero del Circuito Judicial
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional remitió el expediente
contentivo de la acción de amparo constitucional interpuesta, el 3 de octubre de 2012, por
la ciudadana YOLANDA ANDREINA ALVARADO BAJARES titular de la cedula de
identidad N° 3.751.937, quien dice actuar en su condición de accionista mayoritaria y
directora presidente del INSTITUTO ESCUELA S.A., inscrita originalmente en el
Registro Mercantil de la Circunscripción Judicial del entonces Distrito Federal y del Estado
Miranda, el 19 de septiembre de 1958, bajo el N° 36, Tomo 2-A y actualmente signado el
expediente bajo el N° 13.834, de la nomenclatura interna llevada por el Registro Mercantil
Segundo de la Circunscripción Judicial del Distrito Capital y Estado Bolivariano de
Miranda, carácter de Presidenta que se evidencia plenamente del Acta de Asamblea
debidamente inscrita en el ya identificado Registro Mercantil, el 16 de abril de 2012, bajo
el N° 27, Tomo 95-A SDO; en su carácter de madre del niño, cuya identificación se omite
conforme al artículo 65 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, y en representación de sus legítimos derechos e intereses, ya que según
señala ha sido “expuesta al escarnio público”, asistida por el abogado en ejercicio Henri
Rodríguez Carrera, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el N°
140.787, contra la sentencia dictada el 13 de agosto de 2012 por la Jueza Decimo Quinto de
Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del referido Tribunal de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes y otras actuaciones de la misma jueza, con motivo de “la
ACCIÓN DE PROTECCIÓN que tiene interpuesta en mi contra, ante la agraviante, la
ciudadana JOSEFINA TRIVISON BRITO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula
de identidad N° 6.388.187, en su carácter de Presidenta del INSTITUTO AUTÓNOMO
CONSEJO MUNICIPAL DE DERECHOS DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOSLECENTES DEL
MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA, y los ciudadanos
ANSELMO ALVARADO DORATO y RAFAEL ALVARADO MORENO, venezolanos,
mayores de edad, de este domicilio y titulares de la cédulas de identidad números 30.156 y
14.123.302 en franco abuso de derecho, -hecho ilícito contemplado el artículo 1.185 del
Código Civil-…”.

Tal remisión obedece al recurso de apelación ejercido el 15 de octubre de 2012,


contra la decisión dictada, el 10 de octubre de 2012, por el referido Tribunal Superior, que
declaró inadmisible la demanda de amparo constitucional interpuesta.
El 5 de noviembre de 2012, se dio cuenta en Sala y se designó ponente.
En reunión de Sala Plena del 8 de mayo de 2013, se eligió la Junta Directiva de este
Tribunal Supremo de Justicia, quedando la Sala Constitucional constituida de la siguiente
manera: Gladys M. Gutiérrez Alvarado, en su condición de Presidenta, Francisco Antonio
Carrasquero López, como Vicepresidente, y los Magistrados Luisa Estella Morales
Lamuño, Marcos Tulio Dugarte Padrón, Carmen A. Zuleta de Merchán, Arcadio Delgado
Rosales y Juan José Mendoza Jover; ratificándose en la ponencia a la Magistrada Carmen
Zuleta de Merchán, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.

Realizada la lectura individual del expediente, esta Sala pasa a decidir, previas las
siguientes consideraciones:

I
FUNDAMENTO DE LA ACCIÓN

Para fundamentar su acción la accionante señaló que “frente a la inconstitucional e


ilegal acción de Protección” había realizado unos alegatos y que, no obstante tal alegación,
la agraviante había desechado “las defensas que afectan los presupuestos de la
pretensión y convocó a la audiencia de sustanciación”.

Que en “…dicha audiencia, la agraviante en total y absoluto contubernio con los


demandantes en desprecio olímpico de la Tutela Judicial Efectiva, por el derecho a la
defensa y el debido proceso, incurriendo en omisión de pronunciamiento y violación de la
cosa juzgada ordenó, que se pasara a la fase de juicio en un procedimiento que se
encuentra inficionado de Nulidad Absoluta”.

Que “…antes de dictar la parcializada sentencia del 14 de agosto de 2012, donde


sin más y en forma inmotivada incurrió la agraviante en VIOLACIÓN DEL DERECHO A
LA DEFENSA Y AL DEBIDO PROCESO, INCONGRUENCIA OMISIVA: FRENTE A LA
SOLICITUD DE FRAUDE PROCESAL, VIOLACIÓN DEL DERECHO A LA PRUEBA,
VIOLACIÓN A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA, todas violaciones constitucionales
que afectaban los presupuestos de la pretensión y que en consecuencia hacían a la
demanda improponible, en fecha 13 de agosto la agraviante en forma insólita, decretó
medida cautelar en contra de nuestra representada, donde proveyó lo solicitado en el
juicio principal, por la parte actora, es decir adelantó opinión al fondo de ese juicio y con
el mayor desparpajo, ordenó a nuestra mandante no acercarse a la sede del INSTITUTO
ESCUELA S.A., violentando con ello derechos constitucionales de su hijo, quien es alumno
de esa institución escolar y quien frente a semejante sentencia, no puede ser llevado ni
buscado por su madre a ese centro escolar y además en forma insólita, violenta el derecho
de rango constitucional de todo ciudadano a participar de manera directa en la elección
de representantes de los órganos estatales, en virtud de que la igualdad jurídica-formal de
todos los ciudadanos está garantizada en la ley y en la Constitución y es que, nuestra
mandante ejerce su derecho al sufragio en ese centro escolar, tal y como se desprende de
constancia, emanada de la pagina Web del Consejo Nacional Electoral”.

Seguidamente, la parte accionante se refirió a la competencia del Tribunal Superior


de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional para conocer de la acción
de amparo incoada. Asimismo, se refirió a las violaciones constitucionales supuestamente
cometidas, por lo que resaltó que “…la agraviante al decretar su descabellada medida
cautelar, lo hizo afectando en forma ostensible los derechos de un niño, el hijo de nuestra
mandante, quien a consecuencia de tan descabellada sentencia, no puede ser llevado ni
buscado por su madre a la sede de la escuela, pues su hijo estudia en el INSTITUTO
ESCUELA S.A., sometiéndolo al escarnio publico (sic), afectándolo emocionalmente,
resulta inconcebible que una juez de niños, niñas y adolescentes, proceda a afectar de tal
forma los derechos de un niño, o ¿será que ese niño es menos que los otros?”

Aseguró que “…la sentencia dictada por la agraviante, y que se impugna mediante
el ejercicio de la presente acción de amparo constitucional, resulta discriminatoria y
afecta la imagen y reputación del hijo de nuestra representada al haberlo sometido a
violencia sicológica y seguir sometiéndolo a ella, conducta indigna en un juez, que
presuntamente se encarga de proteger y preservar los intereses superiores de niños, es de
observar que al haber decretado semejante medida cautelar, sin parar en mientes, que el
hijo de nuestra mandante, es educando del INSTITUTO ESCUELA S.A. y ordenarle a su
madre, alejarse de la institución educativa, no permitiendo así, que el niño pueda ser
llevado y buscado al colegio, por su madre, resulta violatorio de lo establecido en los
artículos 75, 76, 78 y 79 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela”. Infracción ésta que -a su decir- acarrea la nulidad del fallo accionado por
encontrarse involucrado el interés superior del niño, lo cual es de eminente orden público.

Alegó también la violación del derecho al sufragio contemplado en el artículo 63


constitucional, “…al impedirle abusivamente ejercer el derecho al voto, pues como ya lo
citamos supra, nuestra representada ejerce su derecho en el referido centro educativo,
resultando inconcebible que la agraviante prohíba acercarse a nuestra representada al
centro de votación, cuando el mismo poder electoral determinó que ‘Usted está habilitado
para sufragar en las Elecciones Presidenciales del 7 de Octubre del 2012 y en las
Elecciones Regionales del 16 de Diciembre de 2012’”.

Que el derecho a la participación política es el derecho estelar de los venezolanos


dentro del sistema establecido en la Constitución que desde su Preámbulo, señala como
objetivo el propósito de refundar la República para establecer una sociedad democrática,
participativa y protagónica. Esta participación aparece consagrada en el artículo 5 de la
Carta Magna, que expresamente señala que la soberanía reside intransferiblemente en el
pueblo quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución y en la Ley.
Asimismo, el artículo 6 señala que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y
de las entidades políticas que la componen es y será democrático, participativo, electivo. En
consecuencia solicitó que se declare la nulidad absoluta de la sentencia accionada.

Por otra parte, la quejosa se refirió en su escrito a la admisibilidad de su demanda,


para lo cual descartó que la misma estuviera incursa en cualquiera de las causales de
inadmisibilidad previstas en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales

Alegó igualmente que las violaciones de los derechos y garantías constitucionales


denunciadas, “…amenazan con causar graves daños por lo que la misma requiere con
urgencia el restablecimiento del orden jurídico infringido, en base a la norma contenida en
el artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que impone a
los Tribunales la obligación de amparar a todos los habitantes de la República en el goce
Y ejercicio de los derechos y garantías previstos en la Constitución”.

Adujo que era “obvio, además, que los derechos y garantías constitucionales cuya
infracción denunciamos, están referidos a la actuación proferidas (sic) por un Tribunal de
la República, siendo este el JUZGADO DÉCIMO QUINTO DE PRIMERA INSTANCIA DE
MEDIACIÓN Y SUSTANCIACIÓN DE PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA
METROPOLITANA DE CARACAS Y NACIONAL DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL,
corresponde a ese Juzgado Superior, conocer de la presente causa de Amparo”.

Por los fundamentos de hecho y de derecho expuestos, interpuso la presente acción


de amparo constitucional contra la sentencia dictada el 13 de agosto de 2012, por la Jueza
Décimo Quinto de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y
Nacional de Adopción Internacional, “…en contra de las actuaciones ejecutadas por la
misma jueza, que conculcan, los derechos y garantías constitucionales que hemos
fundamentado en el texto de esta demanda, a fin de que a tenor de lo previsto en el citado
artículo 27 de la Constitución Nacional, en concordancia con los artículos 1, 2 y 4 de la
mencionada Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, se
decrete el Amparo y se restablezca, breve y sumariamente, la situación jurídica infringida
y por consiguiente se declare la Nulidad de la referida sentencia y se suspenda la medida
cautelar decretada”.

Finalmente, pidió “medida precautelativa innominada y en consecuencia, decrete


la suspensión temporal de la sentencia definitiva dictada el (sic) dictada el 13 de agosto de
2012 por la JUEZA DÉCIMO QUINTO DE PRIMERA INSTANCIA DE MEDIACIÓN
Y SUSTANCIACIÓN DE PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE
LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
Y NACIONAL DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL y en contra de las actuaciones
ejecutadas por la misma jueza, basado en los irrebatibles argumentos de derecho
explanados y en las pruebas documentales que acompañaremos cuando la agraviante o
usted le ordene expedir, puesto que, no se nos ha expedido dicha copia certificada, ya que
la agraviante fue recusada y hasta la presente fecha no se le ha asignado el conocimiento
a otro Tribunal de protección, lo que no ha impedido obtener dicha copia certificada, la
cual acompañamos en copia simple”.
II
ACTUACIÓN ACCIONADA EN AMPARO

La decisión judicial impugnada a través de la presente acción de amparo


constitucional fue pronunciada por el Tribunal Décimo Quinto de Mediación y
Sustanciación del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, el 13 de agosto de 2012, con motivo de la acción de protección incoada por
la ciudadana Magaly Josefina Trivison Brito, actuando como Presidente del Instituto
Autónomo Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del Municipio
Baruta del Estado Bolivariano de Miranda, a favor de los intereses colectivos y difusos de
los niños, niñas y adolescente que cursan estudios en la U.E.P. Instituto Escuela, contra la
ciudadana Yolanda Andreina Alvarado Bajares, y en atención a las medidas cautelares
requeridas por las partes. Dicha providencia acordó cuanto sigue:
“…
• Negar la Medida solicitada en el Capítulo III del escrito presentado por el
ciudadano ANSELMO ALVARADO DORATO, en fecha 11/07/2012, en cuanto a
las cuentas bancarias del Instituto Escuela S.A, aperturadas en las entidades
bancarias: Nacional de Crédito, Provincial Universal, Mercantil y Banesco, puesto
que de las actas que se desprenden (sic) que el Tribunal Décimo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de esta Circunscripción
Judicial, en fecha 27 de Junio de 2012, Decretó como Medidas Cautelares
Innominadas la NULIDAD (sic) de las ACTAS, entre ellas, la señalada como
número 2, celebrada en fecha 04 de abril de 2012, inscrita en el expediente registral
N° 13.834, llevado ante el Registro mercantil Segundo del Distrito Capital, en fecha
16 de abril de 2012, bajo el N° 27, Tomo 95-A sdo, en la cual la ciudadana
YOLANDA ANDREINA ALVARADO, propuso a la Asamblea que se constituyó,
ejercer el cargo de Directora Presidente etc., dicho acto que deja sin efecto cualquier
otra actuación jurídico–legal naciente de la misma, con la simple consignación de la
decisión arriba mencionada. –
• Por otra parte, y en virtud de que cursan a las actas los requisitos de procedencia a
los fines de decretar la Medida Cautelar de conformidad con lo expuesto en los
artículos 465, 466 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes en concordancia con lo estipulado en los artículos 585 y 588 del
Código de Procedimiento Civil, contextos que textualmente explanan:

“Artículo 465. Poderes del juez o jueza.


El juez o jueza, a solicitud de parte o de oficio, puede dictar diligencias
preliminares, medidas preventivas y decretos de sustanciación que no
hubieren sido ya objeto de pronunciamiento en el auto de admisión y que se
consideren necesarios garantizar derechos de los sujetos del proceso o a fin
de asegurar la más pronta y eficaz preparación de las actuaciones que sean
necesarias para proceder a la audiencia de juicio.
Artículo 466. Medidas Preventivas.
Las medidas preventivas pueden decretarse a solicitud de parte o de oficio,
en cualquier estado y grado del proceso. En los procesos referidos a
Instituciones Familiares o a los asuntos contenidos en el Título III de esta
Ley, es suficientemente para decretar la medida preventiva, con que la parte
la solicite, señale el derecho reclamado y la legitimación que tiene para
solicitarla. En los demás casos, sólo procederán cuando exista riego
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se
acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta
circunstancia y del derecho que se reclama.”
Este Despacho en aras de garantizar el Interés Superior de los Niños, Niñas y
Adolescentes, tal como lo establece el artículo 8 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes:

Artículo 8: “El Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes es un


principio de interpretación y aplicación de esta Ley, el cual es de obligatorio
cumplimiento en la toma de todas las decisiones concernientes a los niños,
niñas y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el desarrollo
integral de los niños, niñas y adolescentes, así como el disfrute pleno y
efectivo de sus derechos y garantías, Parágrafo Primero, literales a, b, c, d, e;
y Parágrafo Segundo”.

Y con el objeto de proteger el acervo moral, el honor y reputación de los niños,


niñas y adolescentes que cursan estudios en el antes citado centro de educación, esta
Juzgadora teniéndose a lo legado y probado en autos, en la cual no consta
documentación alguna en la cual acredite a la ciudadana demandada, como socia,
comisaría y/o como cualquier otra figura jurídica en la cual sea indispensable u
obligatoria la presencia de la misma en dicha institución escolar, sin que esto
signifique un pronunciamiento al fondo de la presente causa, DICTA MEDIDA
CAUTELAR INNOMINADA, en contra de la ciudadana YOLANDA ANDREINA
ALVARADO BAJARES, titular de la cédula de identidad N° 3.751.937, y se
prohíbe la presencia de la misma en el Instituto Escuela S.A, ubicado en Prados del
Este.-

III
SENTENCIA APELADA

La sentencia objeto del recurso de apelación, dictada por el Tribunal Superior


Tercero del Circuito Judicial del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, el 10 de octubre de 2012, actuando en sede constitucional, declaró
inadmisible la acción de amparo constitucional interpuesta por la ciudadana Yolanda
Andreina Alvarado Bajares, asistida de abogado, contra las presuntas violaciones de
derechos y garantías constitucionales por parte del Tribunal Décimo Quinto (15°) de
Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del mismo Circuito Judicial de
Protección, el cual dictó sentencia interlocutoria el 13 de agosto de 2012, consistente en una
medida cautelar innominada en su contra, prohibiéndole la presencia de la misma en el
Instituto Escuela S.A, ubicado en Prados del Este, de conformidad con lo establecido en el
artículo 6 numerales 1° y 5°, de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, por no haber agotado la vía ordinaria, por una parte, y por haber cesado la
presunta violación Constitucional aducida, sin que se hubiese menoscabado su derecho al
sufragio.
En este sentido, indicó la apelada que la recurrente justifica “la idoneidad de la
acción de amparo como medio para impugnar la decisión de la Juez a quo, en virtud que
la misma al dictar la medida cautelar innominada le prohibió el acceso al instituto escuela
S.A, vulnerándosele de esta manera el derecho al sufragio y el derecho de su menor hijo de
ser llevado por su progenitora al colegio”.
Seguidamente, señaló la sentencia impugnada:

“Antes de entrar a conocer el fondo del asunto considera oportuno quien suscribe,
hacer uso de la herramienta sistemática “Sistema JURIS 2000” como medio
expedito para ubicar y acceder con precisión a las actuaciones que conforman el
expediente Nº AP51-V-2012-009393 y determinar así, que actos procesales se
realizaron en el mismo, ello en virtud que la parte accionante no consignó copias
fotostáticas del mismo, para lo cual esta Juzgadora se fundamenta, en el
denominado “Hecho Notorio Judicial”, el cual fue establecido por la
jurisprudencia emitida por la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia en fecha dieciséis (16) de mayo del año dos mil (2000), por el Magistrado
CARLOS ESCARRA MALAVE, mediante la cual se estableció lo siguiente:

…omissis…

En este orden de ideas, se observa de las actuaciones del sistema documental juris
2000, que en el juicio principal relativo a la Acción de Protección que incoaran
contra la ciudadana YOLANDA ANDREINA ALVARADO BAJARES, se aperturó
(sic) un cuaderno de medida signado con el N° AH52-X-2012-000464,
evidenciándose del mismo que en efecto fue dictada la medida aducida por la parte
accionante, no obstante a ello, se pudo observar con detenimiento, que no existe
actuación alguna realizada tanto por la parte accionante en amparo, ni por el
Tribunal a quo con posterioridad a la fecha en que se dictó la medida cautelar.
Es importante acotar sobre este particular, que el Juez de Protección esta (sic)
ampliamente facultado para dictar medidas preventivas en cualquier estado y
grado del proceso, tal y como lo establece la sección tercera de la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en sus artículos 465 al 466-E.
Asimismo, resulta importante destacar que nuestro legislador patrio previo (sic) el
mecanismo procesal para que las partes ejercieran su defensa en el supuesto que
no estuviesen de acuerdo con las medidas preventivas que decretara un Juez de
Protección, lo cual se ejerce a través del procedimiento previsto en el artículo 466-
C de nuestra Ley especial, es decir, el procedimiento dispuesto por el legislador
para que las partes se opongan a las medidas preventivas dictadas por el Juez de
Protección en caso de desavenencia.
Expuesto lo anterior, esta Juzgadora llega a la libre convicción razonada, de que la
parte querellante no agotó las vías ni los recursos ordinarios dispuestos en la Ley,
para poder optar por la vía extraordinaria de la acción de Amparo Constitucional,
observándose claramente que ésta tenia (sic) la opción de oponerse a la medida
dictada en el lapso previsto por el legislador, de la manera indicada en el artículo
466-C de la norma especial que rige nuestra materia, siendo que en el supuesto
negado de haberse tramitado la oposición a la medida, de esta decisión la parte
perdidosa podría apelar de la misma, y en el ultimo (sic) supuesto en que no se
oyese la apelación aún podría recurrir de hecho, agotando de esta manera la vía
ordinaria, lo cual no ocurrió en el caso de marras por lo que no debió intentarse la
acción extraordinaria de Amparo Constitucional, sin antes haberse agotado la
respectiva via (sic) ordinaria antes mencionada.
Como corolario de lo anterior, considera quien suscribe que al no agotar la parte
querellante los recursos ordinarios previstos en la Ley, hacen que forzosamente
deba declararse la inadmisibilidad in limini litis de la Acción de Amparo
Constitucional incoada de acuerdo a lo dispuesto en el numeral quinto (5) del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales que dispone:
Artículo 6: LOA:

“No se admitirá la acción de amparo:


(…)
5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales
ordinarias o hecho uso de los medios judiciales preexistentes. En tal caso, al
alegarse la violación o amenaza de violación de un derecho o garantía
constitucionales, el juez deberá acogerse al procedimiento y a los lapsos
establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la presente Ley, a fin de ordenar
la suspensión provisional de los efectos del acto cuestionario.
(…)”

Sobre el particular anterior, es pertinente traer a colación un extracto de la


sentencia N° 1.496, dictada en fecha 13 de agosto de 2001, por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual estableció las condiciones
necesarias para que operara la vía de la acción de amparo Constitucional, ante la
falta de agotamiento de la vía judicial previa, a tal efecto se transcribe lo siguiente:
“(...) la acción de amparo constitucional opera bajo las siguientes
condiciones:
a) Una vez que los medios judiciales ordinarios han sido agotados y la
situación jurídico constitucional no ha sido satisfecha; o
b) Ante la evidencia de que el uso de los medios judiciales ordinarios, en el
caso concreto y en virtud de su urgencia, no dará satisfacción a la
pretensión deducida.
La disposición del literal a), es bueno insistir, apunta a la comprensión de
que el ejercicio de la tutela constitucional por parte de todos los jueces de la
República, a través de cualquiera de los canales procesales dispuestos por
el ordenamiento jurídico, es una característica inmanente al sistema judicial
venezolano; por lo que, en consecuencia, ante la interposición de una
acción de amparo constitucional, los tribunales deberán revisar si fue
agotada la vía ordinaria o fueron ejercidos los recursos, que de no constar
tales circunstancias, la consecuencia será la inadmisión de la acción, sin
entrar a analizar la idoneidad del medio procedente, pues el carácter tuitivo
que la Constitución atribuye a las vías procesales ordinarias les impone el
deber de conservar o restablecer el goce de los derechos fundamentales, por
lo que bastaría con señalar que la vía existe y que su agotamiento previo es
un presupuesto procesal a la admisibilidad de la acción de amparo.
La exigencia del agotamiento de los recursos a que se refiere el aludido
literal a), no tiene el sentido de que se interponga cualquier recurso
imaginable, sino sólo los que permitan reparar adecuadamente lesiones de
derechos fundamentales que se denuncian. No se obliga, pues, a utilizar en
cada caso todos los medios de impugnación que puedan estar previstos en el
ordenamiento procesal, sino tan sólo aquellos normales que, de manera
clara, se manifiesten ejercitables y razonablemente exigibles. En
consecuencia, por ejemplo, ante el agotamiento de la doble instancia en un
juicio civil, el actor tendrá la posibilidad de recurrir en casación o en
amparo constitucional, pues es sabido que aquélla constituye una vía
extraordinaria de revisión.
De cara al segundo supuesto, relativo a que la acción de amparo puede
proponerse inmediatamente, esto es, sin que hayan sido agotados los medios
o recursos adjetivos disponibles, el mismo procede cuando se desprenda de
las circunstancias fácticas o jurídicas que rodean la pretensión, que el uso
de los medios procesales ordinarios resulta insuficiente al restablecimiento
del disfrute del bien jurídico lesionado.
Alguna de tales circunstancias podría venir dada cuando, por ejemplo, la
pretensión de amparo exceda del ámbito intersubjetivo para afectar
gravemente al interés general o el orden público constitucional; en caso de
que el recurrente pueda sufrir una desventaja inevitable o la lesión devenga
irreparable por la circunstancia de utilizar y agotar la vía judicial previa
(lo que no puede enlazarse el hecho de que tal vía sea costosa o menos
expedita que el procedimiento de amparo); cuando no exista vía de
impugnación contra el hecho lesivo, o ésta sea de imposible acceso; cuando
el peligro provenga de la propia oscuridad o complejidad del ordenamiento
procesal; o ante dilaciones indebidas por parte los órganos judiciales, tanto
en vía de acción principal como en vía de recurso”.(…)
(Subrayado y negrillas de esta Alzada).

Se erige entonces, que en razón a que la acción de amparo Constitucional tiene


carácter extraordinario, no es ésta una vía supletoria de las ordinarias ni depende
de ellas, y es sólo cuando no existan éstas o cuando las mismas no sean idóneas
para restablecer en forma rápida, breve, expedita, eficaz y sin formalismo alguno
la situación jurídica infringida, que procede la acción de Amparo Constitucional.
En este mismo orden de ideas la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia en sentencia Nº 09 del 15 de febrero de 2005, expediente Nº AA50-T-2005-
000086, con ponencia de la Magistrada LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO,
señaló con respecto a este tema lo siguiente:
“(…)Esta Sala estima necesario examinar respecto a la tutela constitucional
invocada las causales de inadmisibilidad establecidos en el artículo 6 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, tal
y como lo hizo el a-quo. En este orden de ideas, se observa que de acuerdo
con el numeral 5 de la citada disposición, “no se admitirá la acción de
amparo: (…) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías
judiciales ordinarias o hecho uso de los medios judiciales preexistentes”.
Dicha causal de inadmisibilidad del amparo ha sido interpretada por esta
Sala en el siguiente sentido: “…para que el artículo 6.5 no sea inconsistente
es necesario, no solo admitir el amparo en caso de injuria constitucional,
aún en el supuesto de que el agraviado haya optado por la jurisdicción
ordinaria sino también inadmitirlo si éste pudo disponer de recursos
ordinarios que no ejerció previamente.”
De modo que la acción de amparo no será admisible cuando el
ordenamiento jurídico prevea la posibilidad de ejercer recursos ordinarios
contra un acto que presuntamente lesiona derechos de rango constitucional,
con la finalidad de que ésta no se convierta en una acción que haga
inoperante el ejercicio de los recursos ordinarios, salvo que éstos hayan
sido agotados y persista la violación de los derechos constitucionales
invocados (Vid. Sentencia de esta Sala N° 2581 del 11.12.2001, caso:
“Robinson Martínez Guillén”).
Por lo tanto, debe concluirse que en el caso in comento la acción de amparo
intentada resulta inadmisible, de acuerdo con el artículo 6, numeral 5 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, por
cuanto la parte accionante en la presente acción de amparo constitucional
disponía de los medios procesales idóneos, como lo es recurso de apelación
contra la resolución que declaró el decaimiento de la acción, y siendo que
la decisión pone fin al proceso, dicho recurso se oye en ambos efectos, lo
cual garantiza el derecho a la defensa del Justiciable. (Destacado de este
Tribunal)
Siendo ello así, la inadmisibilidad se configura no sólo cuando el accionante ha
hecho uso de los medios judiciales ordinarios preexistentes para reclamar su
derecho, sino también cuando pudiendo disponer de tales recursos judiciales no lo
hizo oportunamente, como sucedió en el caso de marras.
De manera que debe este Tribunal acoger los criterios jurisprudencialmente antes
mencionados, al entender que la acción de amparo se constituye como un
mecanismo residual de tutela privilegiada de los derechos y garantías
constitucionales, admisible únicamente cuando el legislador no ha previsto otra
forma o mecanismo idóneo para la salvaguarda de estos derechos, o cuando
habiendo sido prevista la posibilidad de tales mecanismos, estos no pueden ser
alcanzados por el justiciable o resulten claramente nugatorios.
En tal sentido, esta Juzgadora se acoge al criterio establecido en materia
Constitucional interpretando en forma extensiva la causa de inadmisibilidad
prevista en el ordinal 5° del Artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, señalando que no sólo es inadmisible el
amparo cuando se ha acudido a la vía judicial ordinaria, sino también, cuando
teniendo abierta la posibilidad de acudir a dicha vía para ejercer los mecanismos
establecidos para tal fin, no lo hace, utilizando este medio extraordinario de
manera errada.
Observa igualmente esta Juzgadora, que la Acción de Amparo Constitucional fue
interpuesta en fecha 03/10/2012, y es posterior a la publicación del presente fallo
que se celebraron las elecciones presidenciales en nuestro país, vale decir, las
mismas se llevaron a cabo el día 07/10/2012, lo cual a todas luces deja en
evidencia que la presunta violación constitucional aducida por la parte querellante
cesó, puesto que ya fue llevado a cabo el proceso electoral. No obstante, es
importante destacar que en el supuesto negado en que la parte accionante pensara
que dicha medida le afecta su derecho Constitucional al sufragio, es el criterio de
esta Juzgadora que dicha medida es aplicable únicamente en relación al objeto en
que fue interpuesta la Acción de Protección, no siendo aplicable para prohibirle a
la ciudadana YOLANDA ANDREINA ALVARADO BAJARES, que ejerza su
derecho al sufragio en ese centro electoral, y así se hace saber.
Como se dijo anteriormente, habiendo cesado la presunta violación Constitucional
aducida por la parte querellante, resulta forzoso para quien suscribe indicar
igualmente que decae la Acción de Amparo tal y como lo prevé el numeral 1 del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, resultando igualmente inadmisible la misma, y así se decide.
En consecuencia, resulta forzoso para quien suscribe declarar la inadmisibilidad
de la presente acción de amparo Constitucional, antes de trabarse la litis, por las
razones antes expuestas en esta motiva, y así se decide”.

IV
DE LA COMPETENCIA

Debe previamente esta Sala determinar su competencia para conocer de la presente


apelación, y a tal efecto observa que, conforme a lo dispuesto en el artículo 25 numeral 19
de Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, esta Sala Constitucional es competente
para conocer las apelaciones contra las sentencias que recaigan en los procesos de amparo
constitucional autónomo que sean dictadas por los Juzgados Superiores de la República,
salvo que se incoen contra la de los Juzgados Superiores en lo Contencioso Administrativo.
Ahora bien, en el caso sub iudice la sentencia apelada fue dictada por el Tribunal
Superior Tercero del Circuito Judicial del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y Nacional
de Adopción Internacional, actuando en funciones constitucionales como Tribunal de
primera instancia, tomando en cuenta la reiterada jurisprudencia sobre este aspecto, así
como lo señalado en el mencionado dispositivo de la vigente Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia y el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, esta Sala resulta competente para conocer de la presente
apelación, y así se declara.

V
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN

Determinada como fue la competencia de esta Sala para resolver el presente asunto,
estima imprescindible esta Sala referirse expresamente a la tempestividad del ejercicio del
recurso de apelación por parte de la ciudadana Yolanda Andreina Alvarado Bajares, parte
accionante, contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior Tercero del Circuito
judicial del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional, el 10 de
octubre de 2012. A tales efectos, observa que la diligencia en la que propone el recurso en
cuestión fue consignada ante al Tribunal que dictó la sentencia cuestionada el 16 de octubre
de 2012; advierte igualmente la Sala que según se desprende del auto dictado, el 17 de
octubre de 2012, por la Jueza del referido Tribunal Superior se ordenó que se realizara por
Secretaría cómputo de los días de despacho transcurridos desde la oportunidad en que se
dictó el fallo apelado, hasta el día 16 de octubre de 2012, oportunidad en la que se apeló del
mismo; ahora bien, dando cumplimiento a dicho auto la Secretaria del tribunal hizo constar:

“Que desde el día miércoles diez (10) de octubre del año dos mil doce (2012)
(exclusive), fecha en la cual fue publicada la sentencia, hasta el día miércoles
dieciséis (16) de octubre del año dos mil doce (2012) (inclusive), fecha en la que
culminó el lapso para que las partes ejercieran los recursos de Ley correspondientes,
transcurrieron tres (03) días de despacho discriminados de la manera siguiente: Mes
de octubre de 2012: Miércoles diez (10) (exclusive), jueves once (11), lunes quince
(15), martes dieciséis (16) (inclusive). En Caracas, a los diecisiete (17) días del mes
de octubre del año dos mil doce (2012)”.

De tal manera que, de la transcripción del anterior cómputo realizado por la


Secretaría del Tribunal Superior Tercero del Circuito Judicial de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y
Nacional de Adopción Internacional resulta evidente para esta Sala que la apelación
ejercida, lo fue en tiempo hábil, razón por la cual esta Sala considera correcto el proceder
del a quo al haber escuchado el recurso de apelación, conforme a lo dispuesto en el artículo
35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales por cuanto
el mismo es tempestivo Así se decide.-
Ahora bien, procede esta Sala a decidir el recurso de apelación ejercido por la
quejosa, ciudadana Yolanda Andreina Alvarado Bajares, contra la sentencia dictada por
el Tribunal Superior Tercero del Circuito Judicial del Tribunal de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y
Nacional de Adopción Internacional, el 10 de octubre de 2012, que declaró inadmisible la
acción de amparo constitucional incoada por esa misma ciudadana contra la decisión
emitida por el Tribunal Décimo Quinto de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional, el 13 de agosto de 2012,
con motivo de la acción de protección incoada por la ciudadana Magaly Josefina Trivison
Brito, actuando como Presidenta del Instituto Autónomo Consejo Municipal de Derechos
de Niños, Niñas y Adolescentes del Municipio Baruta del Estado Bolivariano de Miranda, a
favor de los intereses colectivos y difusos de los niños, niñas y adolescente que cursan
estudios en el la U.E.P. Instituto Escuela, contra la quejosa, en atención a las medidas
cautelares requeridas por las partes en dicho procedimiento.
En este sentido, se observa que la quejosa sostuvo que la presunta agraviante
infringió la tutela judicial efectiva, el derecho a la defensa y el debido proceso, cuando
incurrió en omisión de pronunciamiento y violación de la cosa juzgada, toda vez que
ordenó que se pasara a la fase de juicio en un procedimiento que se encuentra inficionado
de nulidad absoluta. No obstante la solicitud de fraude procesal, violación del derecho a la
prueba, violación a la tutela judicial efectiva, violaciones constitucionales éstas que
afectaban los presupuestos de la pretensión y que, en consecuencia, conducían a la
improponibilidad de la demanda.
Que la agraviante de “forma insólita”, había decretado medida cautelar en su
contra, “donde proveyó lo solicitado en el juicio principal, por la parte actora, es
decir adelantó opinión al fondo de ese juicio y con el mayor desparpajo, ordenó a nuestra
mandante no acercarse a la sede del INSTITUTO ESCUELA S.A., violentando con ello
derechos constitucionales de su hijo, quien es alumno de esa institución escolar y quien
frente a semejante sentencia, no puede ser llevado ni buscado por su madre a ese centro
escolar y además en forma insólita, violenta el derecho de rango constitucional de todo
ciudadano a participar de manera directa en la elección de representantes de los órganos
estatales, en virtud de que la igualdad jurídica-formal de todos los ciudadanos está
garantizada en la ley y en la constitución y es que, nuestra mandante ejerce su derecho al
sufragio en ese centro escolar, tal y como se desprende de constancia, emanada de la
pagina web del Consejo Nacional Electoral”.
Por su parte, la sentencia objeto del presente recurso de apelación, dictada por el
Tribunal Superior Tercero del Circuito Judicial del Tribunal de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y
Nacional de Adopción Internacional, el 10 de octubre de 2012, actuando en sede
constitucional, declaró inadmisible la acción de amparo constitucional interpuesta contra
las presuntas violaciones de derechos y garantías constitucionales por parte del Tribunal
Décimo Quinto de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Ejecución del mismo
Circuito Judicial de Protección, el 13 de agosto de 2012, contentiva de una medida cautelar
innominada en contra de la quejosa, prohibiéndole la presencia de la misma en el Instituto
Escuela S.A, de conformidad con lo establecido en el artículo 6 numerales 1° y 5° de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, por no haber agotado la
vía ordinaria al no haber ejercido recurso de apelación, por una parte, y por haber cesado la
presunta violación Constitucional aducida, sin que se hubiese menoscabado su derecho al
sufragio, toda vez que las elecciones para el momento en que se produjo la decisión
definitiva en segunda instancia, las elecciones ya se habían efectuado. Aunado ello a la
circunstancia de que el alcance de la medida cautelar no era el de prohibirle el derecho al
sufragio.
Ahora bien, visto el objeto de la presente acción de amparo esta Sala observa que,
en efecto, tal como lo sostuvo la apelada, contra la sentencia supuestamente lesiva podía la
quejosa hacer oposición, de acuerdo con lo establecido y regulado en el Capítulo IV
Procedimiento Ordinario de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, en cuyo contenido se dispone, en la Sección Tercera, “Facultades de
dirección y Tutela instrumental” lo siguiente:

“Artículo 466-C. Oposición a las medidas preventivas.


Dentro de los cinco días siguientes a que conste en autos la ejecución de la medida
preventiva, si la parte contra quien obre estuviere ya notificada, o dentro de los
cinco días siguientes a que el secretario o secretaria deje constancia en autos de su
notificación, la parte contra quien obre puede oponerse a la medida preventiva,
presentando escrito de oposición en el cual consten las razones o fundamentos a que
hubiere lugar, indicando todos los medios de prueba con los que cuente y aquellos
que requiera materializar para demostrar la procedencia de sus alegatos. Los
primeros pueden ser consignados con el escrito de oposición o en la audiencia de
oposición. Los segundos serán preparados antes y durante la audiencia de
oposición”.

De tal modo que, de la norma antes transcrita se desprende claramente que la


quejosa contaba con una vía especial a los fines de enervar la actuación o actuaciones que
consideraba lesivas.

En este sentido, considera la Sala preciso advertir que el artículo 6.5 de la Ley

Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, dispone que: “No se

admitirá la acción de amparo: Omissis... 5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir

a las vías judiciales ordinarias o hecho uso de los medios judiciales preexistentes. En tal

caso, al alegarse la violación o amenaza de violación de un derecho o garantía

constitucionales, el Juez deberá acogerse al procedimiento y a los lapsos establecidos en

los artículos 23, 24 y 26 de la presente Ley, a fin de ordenar la suspensión provisional de

los efectos del acto cuestionado”.


Disposición legal ésta que ha sido amplia y pródigamente interpretada por esta Sala
Constitucional en el sentido siguiente:
“La Sala estima pertinente señalar que la norma prevista en el artículo 6, numeral
5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
consagra simultáneamente el supuesto de admisibilidad e inadmisibilidad de la
acción de amparo.
Así, en primer término, se consagra claramente la inadmisión de la acción cuando
el agraviado haya optado por recurrir a la vías ordinarias o a los medios judiciales
preexistentes, sobre el fundamento de que todo juez de la República es
constitucional y, a través del ejercicio de los recursos que ofrece la jurisdicción
ordinaria, se pueda alcanzar la tutela judicial efectiva de derechos o garantías
constitucionales.
No obstante, la misma norma es inconsistente, cuando consagra que, en el caso de
la opción por la vía ordinaria, si se alega violación o amenaza de violación de un
derecho o garantía constitucionales, la acción de amparo será admisible, caso en el
cual el juez deberá acogerse al procedimiento y a los lapsos previstos en los
artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, y su decisión versará exclusivamente sobre la suspensión o no, de
manera provisional, sobre el acto cuestionado de inconstitucionalidad.
En otras palabras, la acción de amparo es inadmisible cuando el agraviado haya
optado por recurrir a vías ordinarias o hecho uso de los medios judiciales
preexistentes; por argumento a contrario es admisible, entonces, si el agraviado
alega injuria constitucional, en cuyo caso el juez debe acogerse al procedimiento y
a los lapsos establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, a fin de ordenar la
suspensión provisional de los efectos del acto cuestionado. Ahora bien, para que el
artículo 6.5 no sea inconsistente es necesario, no sólo admitir el amparo en caso de
injuria inconstitucional, aun en el supuesto de que el agraviado haya optado por la
jurisdicción ordinaria, sino, también, inadmitirlo si éste pudo disponer de recursos
ordinarios que no ejerció previamente. De otro modo, la antinomia interna de
dicho artículo autorizaría al juez a resolver el conflicto de acuerdo con las técnicas
integrativas de que dispone el intérprete (H. Kelsen, Teoría Pura del Derecho,
Buenos Aires, Eudeba, 1953, trad, de Moisés Nilve)”. (sentencia N° 2369 del 23 de
noviembre de 2001 (caso: Parabólicas Service´s Maracay C.A.).

Siendo ello así, y constatado en las actas del expediente que la parte accionante en
amparo pudo recurrir sin problema alguno al medio específico que le otorga la Ley, esto es,
hacer formal oposición a la medida cautelar que consideraba lesiva, no puede la quejosa
pretender la sustitución, con el amparo, de los medios o recursos que dispone el
ordenamiento procesal para enervar los efectos de las actuaciones supuestamente lesivas
del órgano jurisdiccional, pues el mismo constituye la vía idónea para la garantía de la
tutela judicial eficaz y sólo cuando no obtenga una respuesta o haya una dilación procesal
indebida, el interesado o interesada podrá acudir a la vía del amparo. Así se establece.-
En todo caso, se observa que tratándose la decisión cuestionada de una medida
preventiva, que se caracteriza por su instrumentalidad, accesoriedad y temporalidad, lo que
desde luego no obsta para que sean controladas a través de un proceso de amparo
constitucional, se encuentra sujeta a un desenlace posterior dentro del juicio principal que
eventualmente resultaría modificada de resultar desvirtuado el “humo de buen derecho” que
la sustentó, sin perjuicio igualmente de que el Tribunal que la dictó la revoque si lo
considera conveniente. Así se establce.-
Debe por último esta Sala señalar, tal como lo hiciera el a quo, que de cualquier
modo, la decisión cuestionada no estaba dirigida a perturbar, amenazar o infringir el
derecho fundamental de la quejosa al sufragio y de participación política, contenidos en los
artículos 62 y siguientes de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Se
trata de una interpretación, descontextualizada y errada de la quejosa sobre una presunta e
inexistente infracción por parte de la jueza señalada como agraviante. Así se establece.-
Visto el anterior análisis, y la procedencia de la referida causal de inadmisibilidad
esta Sala prescinde de cualquier examen respecto a cualquier otra causal de inadmisibilidad
por ser inoficioso. Así se decide.-
De allí, que esta Sala considere ajustada a derecho la declaratoria de inadmisibilidad
efectuada por el juzgado constitucional en primera instancia. Bajo esta argumentación, la
Sala declara sin lugar el recurso de apelación ejercido, y confirma la sentencia dictada el 10
de octubre de 2012, por el Tribunal Superior Tercero del Circuito Judicial del Tribunal de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional, que declaró inadmisible la
acción de amparo constitucional, de conformidad con lo establecido en el cardina 5 del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Así
se declara.

VI
DECISIÓN

Por las razones que se expusieron, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley,
declara
Primero.- SIN LUGAR la apelación por la ciudadana YOLANDA ANDREINA
ALVARADO BAJARES, contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior Tercero del
Circuito Judicial del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción
Internacional, el 10 de octubre de 2012.
Segundo.- CONFIRMA, en los términos expuestos en el presente fallo, la referida
sentencia, que declaró inadmisible la acción de amparo constitucional incoada por la
ciudadana YOLANDA ANDREINA ALVARADO BAJARES, quien dijo actuar en su
condición de accionista mayoritaria y directora presidente del INSTITUTO ESCUELA
S.A.; en su carácter de madre del niño, cuya identificación se omite conforme al artículo 65
de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, y en nombre y
representación de sus legítimos derechos e intereses, contra la decisión emitida por
el Tribunal Décimo Quinto de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y Nacional de Adopción Internacional, el 13 de agosto de 2012,
con motivo de la acción de protección incoada por la ciudadana Magaly Josefina Trivison
Brito, actuando como presidente del Instituto Autónomo Consejo Municipal de Derechos
de Niños, Niñas y Adolescentes del Municipio Baruta del Estado Bolivariano de Miranda.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente al tribunal de origen.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 20 días del mes de junio de dos mil trece
(2013). Años 203º de la Independencia y 154º de la Federación.
La Presidenta,
GLADYS M. GUTIÉRREZ ALVARADO
Vicepresidente,

FRANCISCO A. CARRASQUERO LÓPEZ

Los Magistrados,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO

MARCOS TULIO DUGARTE


PADRÓN

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN


Ponente

ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER

El Secretario,
JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

Exp: 12-1176
CZdeM/megi.-

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