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LA RESPONSABILIDAD
DEL ESTADO
PRIMERA PARTE
FRAGMENTOS DE DERECHO
ADMINISTRATIVO
Responsabilidad del Estado
Primera parte.
INTRODUCCIÓN.
1. El tema de la responsabilidad del Estado registra una extensa evolución. En
términos de síntesis puede señalarse que en una primera etapa rigió la regla de
la irresponsabilidad del Estado anudada también a la indemandabilidad de
aquél. Un Estado indemandable es un Estado irresponsable. Tal como veremos
en próximas clases –y como recuerda Gordillo- el soberano no podía, en el
Estado de policía ser llevado ante los tribunales como un litigante común y
tampoco pudo serlo en el estado contemporáneo durante mucho tiempo,
exigiéndose en Argentina hasta 1900 –en que se sancionó la ley 3952- que
contara con un permiso especial del Congreso denominado venia legislativa. Un Estado
indemandable
es un Estado
En la actualidad aunque este requisito ha sido suprimido subsisten otros que, a irresponsable
the king can do no wrong y su vigencia llegó hasta bien entrado el siglo XX.
Recién en 1933 la Corte Suprema en la Argentina reconoció la responsabilidad
extracontractual del Estado. Sólo para contar con una referencia al derecho
extranjero se dirá que la in –esto es, la de la
responsabilidad del Estado- se efectuó mediante la sanción de leyes: en el
Reino Unido en 1947 la Crown Proceeding Act; en Estados Unidos de
Norteamérica con la Federal Tort Claims Act de 1946; en España mediante la
1
idea de irresponsabilidad estatal con sustento en la soberanía del Estado, hasta
1933 la Corte Suprema admitía su procedencia ante los llamados actos de
gestión, excluyendo, de este modo, los denominados actos de imperio.
También se responsabilizaba al Estado por sus incumplimientos contractuales
y en los casos en que una ley especial lo previera. El sustrato legal de esa
postura se ubicaba en la vieja redacción del artículo 43 del Código Civil que
impedía demandar a las personas jurídicas (Comadira). Tres aclaraciones. La
primera es que el artículo citado disponía en su redacción originaria –
recuérdese que fue objeto de reforma recién en 1968- q : “No se puede
ejercer contra las personas jurídicas, acciones criminales o civiles por
indemnización de daños, aunque sus miembros en común, o sus
administradores individualmente, hubiesen cometido delitos que redunden en
beneficio de ellas” q C h í
especiales que permitían responsabilizar al Estado por algunas de sus
actividades. Mencionaremos una que probablemente será fácil de recordar: se
trata de la ley 750 ½ -sí, setecientos cincuenta y medio- del año 1875 que
organizaba el servicio de telégrafos de la Nación –en una apresurada
comparación, nuestra actual telefonía celular- uno de cuyos artículos disponía
que “la responsabilidad impuesta a las empresas, por faltas cometidas por
ellas o sus empleados, es extensiva a la Nación, en la misma forma establecida
para aquéllas”. La última, es que pese a las ideas dominantes en la época se
registra un caso -“B S k Cí ” (“ ” :2 decidido por la Corte
Suprema prácticamente al momento de su instalación como tribunal en 1864-
en el que reconoció la responsabilidad del Estado por los daños y perjuicios
sufridos en los depósitos de la aduana debido a un temporal que provocó una
inundación que afectó las mercaderías allí colocadas. Se trató de una excepción
para el momento histórico. Tan es así que inmediatamente después la misma
composición del tribunal abandonó ese criterio que suponía considerar al
Estado demandable y responsable. Así lo hizo e “S S h”
(“ :3 7 . Allí dijo que uno de los atributos de la soberanía es que el que
la inviste no puede ser arrastrado por particulares ante los tribunales sin su
expreso consentimiento, es decir, consagró el principio de la
indemandabilidad del Estado que regiría durante las décadas siguientes.
Aclaramos aquí que las cuestiones vinculadas con los requisitos para
La tríada
demandar al Estado y su también larga y dificultosa evolución serán jurisprudencial:
“Devoto”,
examinadas en las clases siguientes (Proceso administrativo I, II y III). “Ferrocarril
Oeste” y
La jurisprudencia de la Corte Suprema –finalmente- abandonó el dogma de la “Vadell”.
3
En primer lugar debe tenerse en cuenta que el artículo 1764 del CCyC dice que:
“Las disposiciones del Capítulo 1 de este Título no son aplicables a la
responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria” Y
76 : “
principios del derech v ú ”
í RD q “
Una ley
por los daños que su actividad o inactividad les produzca a los bienes o autónoma regla a
nivel federal la
h ” q “las disposiciones del Código Civil no son responsabilidad
del Estado.
aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni
” De esta manera en la Argentina se ha terminado por consagrar
un enfoque administrativista y no civilista con relación a la responsabilidad
del Estado. Y en este sentido la Nación ha sancionado la ley referida pero -cabe
advertir- las provincias conservan competencia para hacerlo en su ámbito.
En otros términos, la ley no comprende a los daños provocados por las
provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios. Sólo
comprende a la responsabilidad del Estado Nacional y a la de sus funcionarios
y agentes públicos. Y, en armonía con ello, el artículo 11 invita "a las provincias
y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a los términos de esta ley
para la regulación de la responsabilidad estatal en sus ámbitos respectivos".
Esta invitación puede conducir a algunas de estas situaciones: a) la aceptación
y adhesión a la ley, esto es, una suerte de reproducción a nivel local de la ley
federal; b) el silencio y, con ello, la continuidad del régimen jurisprudencial de
la responsabilidad o c) la sanción de una ley consagrando su propio régimen de
responsabilidad.
3. Pero aceptada la responsabilidad del Estado la discusión giró en torno a sus
fundamentos. Cada autor o escuela generó su propia teoría al respecto.
Nosotros –de acuerdo a los propósitos de esta clase- no nos detendremos en
cada uno de ellos. Estimamos que no existe un único fundamento y que es
plausible la explicación que sobre f M h ff: “Tal fundamento
no es otro que el Estado de Derecho y sus postulados, cuya finalidad es
proteger el derecho. Es de esos principios, o postulados, que forman un La
responsabilidad
complejo y que tienden, todos, a lograr la seguridad jurídica y el respeto del del Estado y sus
fundamentos: el
derecho de los administrados, de donde surge el fundamento de la Estado de
Derecho y sus
responsabilidad estatal en el campo del derecho público. Los principios postulados.
ACLARACIÓN METODOLÓGICA.
Aquí y en la siguiente clase haremos frecuente referencia a la ley que gobierna
la responsabilidad del Estado. Por ese motivo iremos transcribiendo los
pasajes pertinentes. Pero es tan relevante conocer el texto de la ley como los
precedentes -fundamentalmente de la Corte Suprema- que mencionamos o
sintetizamos y cuya íntegra lectura es imprescindible para la comprensión del
tema. En esta clase apuntaremos básicamente a describir el régimen legal
vigente. En la siguiente nos detendremos en la jurisprudencia empleando los
casos más emblemáticos.
“ ñ q
actividad o inactividad les produzca a los bienes o derechos de las
personas.
La responsabilidad del Estado es objetiva y directa.
Las disposiciones del Código Civil no son aplicables a la
responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria.
La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado,
f ”
Y añadió: "quien contrae la obligación de prestar un servicio lo debe realizar en actuado. La falta
de servicio
prescinde de la
condiciones adecuadas para llenar el fin para el que ha sido establecido, siendo noción de culpa
6
“S casos:
a) Por los daños y perjuicios que se deriven de casos fortuitos o
fuerza mayor, salvo que sean asumidos por el Estado
expresamente por ley especial;
b) Cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un
tercero por quien el Estado no debe ”
”
í 73 :“
hecho de un tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres
f ”
2. Estas eximentes –recuerda Lamoglia- “en distintos
precedentes jurisprudenciales con anterioridad destacando que verificados los
supuestos de caso fortuito o la actitud asumida por la víctima con relación al
daño la obligación de responder por parte del Estado desaparecía o se
relativizaba, debiendo en cada caso cotejar la incidencia de estos en la ruptura
” f q “
excluye la responsabilidad estatal en los casos en que el daño haya sido
ocasionado no solo por la actividad de la administración, sino también por el
hecho de un tercero, o la acción de la propia víctima o un supuesto de caso
fortuito. En tales casos, corresponde exonerar parcialmente a la
administración de su responsabilidad y hacerla responder proporcionalmente
v ñ ”
7
El artículo 3 dice así:
“S q v
inactividad ilegítima:
a) Daño cierto debidamente acreditado por quien lo invoca y
mensurable en dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un
órgano estatal;
c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad
del órgano y el daño cuya reparación se persigue;
d) Falta de servicio consistente en una actuación u omisión
irregular de parte del Estado; la omisión sólo genera
responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber
v ”
del arma que el Estado proveyó a uno de sus agentes con la finalidad de
mantener el orden público (Fallos 327:5295).
Desde el pensamiento de los autores se ha interpretado que “un acto es
imputable directamente al Estado y lo hace responsable, en su caso, cuando es
ejecutado por el órgano dentro de sus funciones o tareas, sin importar que
haya sido hecho o no dentro de sus atribuciones o límites legales”. “En el
derecho público, es un error pensar que sólo los actos legítimos son propios del
Estado y comprometen, por lo tanto su responsabilidad directa” por el
contrario, “también los actos ilegítimos pueden ser propios del Estado y
comprometer su responsabilidad directa, cuando han sido realizados dentro
del ejercicio aparente de la función encomendada al agente del Estado, sea
dicha función regular o irregularmente ejercida, legítima o ilegítimamente
manifestada” (G
3. Relación de causalidad adecuada. También debe concurrir este requisito Relación de
esto es, la acreditación de una relación o nexo causal directo entre la conducta causalidad
adecuada.
especializada, sobre la base de postular una concepción más amplia que expreso
determinado.
y
permita imputar a los órganos del Estado los daños que provengan del
incumplimiento de deberes u obligaciones aun cuando los mismos no se
encuentren previstos de manera expresa en la legislación, pero la obligación
puede tener cabida o sustento analizando otras fuentes del ordenamiento
j í h ”
Puede pensarse el tema en estos términos, si las omisiones vinculadas al deber
genérico de seguridad bastasen para responsabilizar al Estado, la comisión de
delitos contra la propiedad –para expresarlo del modo más simple, frente a
cada robo o hurto ocurrido en la vía pública o en un sitio privado- además de
las acciones penales pertinentes, habilitarían a perseguir la condena pecuniaria
del Estado. Éste sería un gran garante, frente a los daños sufridos por los
h v q “
cumplir un deber indeterminado –como el poder de policía- por sí sólo no
debería imponer responsabilidad al Estado. Pero lo cuestionable es la
exigencia de que ese deber sea expreso, excluyendo la intervención ante una
situación en la que resulte razonabl q ú ” (M I
W j í “ h h
implícitamente establecido. Todo depende de las circunstancias del caso
” (M h ff C
En la próxima clase veremos la aplicación jurisprudencial de la
responsabilidad del Estado por actividad e inactividad ilegítima. A modo de
ejemplos se puede pensar, por ahora, en las lesiones sufridas por las personas
privadas de su libertad en establecimientos carcelarios o por simples
Algunos
transeúntes que en la vía pública reciben un disparo por un arma policial; en ejemplos de
responsabilidad
por actividad o
10 inactividad
ilegítima.
los perjuicios derivados de la emisión errónea de un certificado por parte del
Registro de la Propiedad; en un accidente padecido por un ciclista derivado de
existencia de un profundo pozo en el pavimento de una avenida que, además,
no contaba con la señalización adecuada; en la muerte de bañistas en una
playa en la costa Atlántica que no fueron socorridos por ausencia de
guardavidas; en las lesiones sufridas por un grupo de jovenes en un centro
nocturno por haber cedido la estructura de uno de los balcones tras
comprobarse el ingreso de mayor cantidad de personas que las que permitía la
habilitación municipal, etc.
Es claro que si existe una norma que priva de protección al patrimonio del especial.
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5. Sacrificio especial. Existen casos –explica Garrido Falla- en que el sacrificio
del derecho del particular se realiza por la Administración legítimamente, es
decir, el daño que el particular sufre no es en ningún caso la consecuencia de
una actividad administrativa ilegal, lo que significa simultáneamente que el
particular está obligado a soportar dicha actividad administrativa; en
compensación surge su derecho a reclamar una indemnización compensatoria.
Su fundamento se encuentra en la idea jurídica de la igualdad de los
ciudadanos ante las cargas públicas que hace odioso el sacrificio especial sin
indemnización.
En la próxima clase –tal como dijimos con la reponsabilidad por actividad
ilegítima- veremos la aplicación jurisprudencial de la responsabilidad del
Estado por actividad legítima. También aquí pueden ofrecerse algunos
ejemplos: las autoridades municipales dictan una ordenanza que prohíbe a
partir de cierta fecha la explotación de locales comerciales en una zona
determinada y ello afecta al propietario de uno de ellos que debe cerrarlo; la
construcción de una autopista ha alterado notoriamente la fisonomía del Algunos
ejemplos de
barrio, se han trasladado los comercios que existían, se han demolido edificios responsabilidad
por actividad
y los terrenos baldíos se han convertido en basurales afectando la calidad de legítima
“ v í
carácter excepcional. En ningún caso procede la reparación del
lucro cesante.
La indemnización de la responsabilidad del Estado por actividad
legítima comprende el valor objetivo del bien y los daños que sean
consecuencia directa e inmediata de la actividad desplegada por la
autoridad pública, sin que se tomen en cuenta circunstancias de
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carácter personal, valores afectivos ni ganancias hipotéticas. Los
daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no
h ”
“
responsabilidad extracontractual es de tres (3) años computados a
partir de la verificación del daño o desde que la acción de daños
é ”
El plazo para demandar al Estado. La extensión del plazo guarda armonía con
lo prescripto por el Código Civil y Comercial que en el art. 2561 establece que el
“ ñ v v
ñ ”
El plazo para demandar a funcionarios y agentes públicos. El plazo también es
D f : “
f ú (3 ñ ”
El plazo para acción de repetición del Estado. La ley consagra el mismo plazo.
D f : “
funcionarios o agentes causantes del daño prescribe a los tres (3) años de la
f q ”
“ j
con la de nulidad de actos administrativos de alcance individual o
general o la de inconstitucionalidad, o después de finalizado el
proceso de anulación o de inconstitucionalidad que le sirve de
f ”
16
Según las circunstancias resultará posible que el afectado promueva una
demanda en la que cuestione la validez de un acto administrativo individual o
general y además pretenda el resarcimiento por los perjuicios sufridos. Esto es,
acumular ambas pretensiones. También será posible –como acontece en el
ámbito bonaerense- que el interesado deduzca la pretensión de daños y
perjuicios luego de finalizado el proceso de anulación que le sirve de
fundamento y dentro del plazo de prescripción.
“ v v f ú
en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una manera
irregular, incurriendo en culpa o dolo, las obligaciones legales que
les están impuestas, los hace responsables de los daños que
”
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LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL.
El artículo 10 dice así:
“
en las normas específicas. En caso de ausencia de regulación, se
aplica esta ley en forma supletoria. Las disposiciones de la
presente ley no serán aplicadas al Estado en su carácter de
”
Como se puede observar las disposiciones de la ley reglan con mayor extensión
la responsabilidad extracontractual. La contractual cuenta con esta única
disposición que armoniza con el Régimen de Contrataciones de la
N (D 083/200 q : “Toda
contratación de la Administración Nacional se presumirá de índole
administrativa, salvo que de ella o de sus antecedentes surja que está sometida
é j í h v ”(
RECAPITULACIÓN.
En el final de esta clase a modo de síntesis –pero también de reiteración- nos
parece útil destacar que:
1. La ley comprende la responsabilidad del Estado Nacional por los daños
causados por su actividad o inactividad pero sin distinguir como
tradicionalmente se efectúa entre el Estado-Administración, el Estado-
Legislador y el Estado-Juez, aunque con relación a este último, el art. 5 efectúa
una referencia. La jurisprudencia más relevante por actividad administrativa,
legislativa y judicial será examinada en la próxima clase.
2. La ley excluye la responsabilidad de otros sujetos, como los concesionarios y
contratistas de servicios públicos. El Estado no debe responder de modo
directo ni subsidiario por los perjuicios ocasionados por aquéllos.
3. La responsabilidad del Estado es objetiva y directa.
4. Los requisitos de la responsabilidad por su actividad ilegítima son: 1) daño
cierto; 2) imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano
estatal; 3) relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del
órgano y el daño cuya reparación se persigue y 4) falta de servicio consistente
en una actuación u omisión irregular de parte del Estado.
5. Los requisitos de la responsabilidad por su actividad legítima son: 1) daño
cierto; 2) imputabilidad material de la actividad a un órgano estatal; 3)
relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal
y el daño; 4) ausencia de deber jurídico de soportar el daño y 5) sacrificio
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especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la
comunidad, configurado por la afectación de un derecho adquirido.
6. El Estado se exime de responsabilidad por caso fortuito, el hecho de la
víctima y de un tercero por quien no deba responder.
7. Los daños causados por la actividad judicial legítima no generan derecho a
indemnización.
8. Los plazos de prescripción son coincidentes para las distintas situaciones:
tres años.
9. Los agentes y funcionarios públicos son responsables por los daños causados
por cumplir de una manera irregular sus obligaciones legales, sea por dolo o
por culpa. La responsabilidad es subjetiva.
10. La responsabilidad contractual del Estado se rige por sus propias normas,
pero en caso de ausencia de regulación se aplica supletoriamente la ley que
comentamos.
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ORIENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA.
El texto de la clase constituye una guía para el estudio que requiere necesariamente lecturas
complementarias.
Todos los tratados clásicos de la materia examinan la cuestión de la responsabilidad del
Estado. Pero la sanción relativamente reciente de una ley que regula la cuestión hace más
aconsejable referir los estudios específicos que surgieron para comentar la nueva norma.
Rosatti, Horacio Daniel (Director), Ley 26944 de Responsabilidad del Estado. Análisis
crítico y exegético, Buenos Aires, Rubinzal-Culzoni, 2014; Perrino, Pablo, E., La
Responsabilidad del Estado y los funcionarios públicos, Buenos Aires, La Ley, 2015 (índice y
prólogo) y Ávila, Santiago M., Responsabilidad del Estado. Aportes doctrinarios para el
estudio sistemático de la ley 26.944, Buenos Aires, Infojus, 2015.
De la extensísima bibliografía que consignamos a los fines del estudio inicial de la materia
pueden verse: La responsabilidad del Estado en Argentina: breve comentario a su régimen
legal por Carlos Marcelo Lamoglia; Responsabilidad del Estado: características generales del
sistema vigente por Patricio M. Sammartino; La nueva ley de responsabilidad del Estado por
Pedro Aberastury; La responsabilidad del Estado por la omisión del ejercicio de sus funciones
de vigilancia por Pablo E. Perrino y Control judicial de la responsabilidad del Estado por
omisión. Pautas jurisprudenciales para una interpretación de la ley 26944 por Fabián Canda.
Aunque no contiene referencias a la nueva ley mantiene interés por sus reflexiones, La
responsabilidad del Estado y de sus concesionarios y licenciatarios por Agustín Gordillo.
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ORIENTACIÓN LEGISLATIVA.
Ley de responsabilidad del Estado
ORIENTACIÓN JURISPRUDENCIAL.
Tres casos emblemáticos: Tomás Devoto; Ferrocarril Oeste y Vadell
El Estado es responsable por el disparo de un arma de fuego empleada por un policía
El Estado no incurre en omisión que lo responsabilice por los daños sucedidos luego de un
partido de fútbol
El Estado es responsable por la muerte de una persona alojada en el servicio penitenciario
que recibió heridas por una pelea entre internos
El Estado no es responsable por la denuncia efectuada por los funcionarios de un organismo
que dio lugar a una causa penal que finalizó con la absolución del imputado
El Estado es responsable por el disparo efectuado por un policía fuera de servicio que mató a
su compañera con la que estaba en un local de comidas y luego se suicidó.
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