Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Deleuze habla sobre Foucault; el cual escribió sobre tres tipos de sociedades; las de
soberanía, las disciplinarias y las de control. Por su parte, las sociedades de
soberanía, son las antecesoras de las disciplinarias y de control; son aquellas donde
el poder y las decisiones eran de una persona o un grupo reducido, para ser más
específicos estamos hablando de la época de la monarquía. Estas sociedades
estaban caracterizadas por utilizar máquinas simples, poleas, relojes, básicamente
cosas simples y casi sin riesgos. (El estudio de los tipos de máquinas que posee
cada sociedad, expresan las formaciones sociales que las crearon y que las utilizan)
Por otro lado tenemos a las sociedades disciplinarias, que Foucault las situó en el
siglo XVIII y XIX, pero tuvieron su grado máximo en el siglo XX; son las cuales
operaban mediante la organización de grandes centros de encierro. En esta
sociedad el individuo pasa sucesivamente de un círculo cerrado a otro, cada uno
con sus propias leyes: la familia, la escuela, el cuartel, la fábrica, a veces el hospital
y otras veces la cárcel (el centro de encierro por excelencia). Estas sociedades
presentan dos polos, la marca que identifica al individuo y el número o matrícula que
indica su posición en la masa. Las disciplinarias se equiparon con máquinas
energéticas con el único riesgo del sabotaje. Y por último encontramos a las
sociedades de control, las cuales sustituyen lentamente a las disciplinarias. En estas
sociedades podemos observar que los centros de encierro son moldeables, cambian
constantemente y nunca terminan. Esta sociedad moderna está basada en un
sistema capitalista mutado que ya no se basa en la producción sino en los
productos: intenta vender servicios y comprar acciones; al mismo tiempo podemos
observar que el control del mercado es a corto plazo y el control social lo posee el
marketing. Pero eso no es todo, la fábrica fue reemplazada por las empresas, las
cuales incentivan la brecha salarial y la competencia entre los trabajadores; la
escuela pasó a estar a manos de estas empresas y es por esto que ha decaído la
formación de profesionales. Pero el ámbito escolar y del trabajo, no es lo único que
cambió; en el régimen carcelario se puede observar la aparición de las “penas
sustitutorias” que utilizan una tobillera electrónica para que el condenado pueda
permanecer en su domicilio; y por su parte, en el régimen hospitalario, podemos ver
la nueva medicina “sin médicos ni enfermos” ya que localizan a los enfermos
potenciales y grupos de riesgo y los tratan como una materia que se debe controlar.
También se menciona a los sindicatos, los cuales se dice que su lucha histórica fue
contra las sociedades disciplinarias y sus centros de encierro; y ahora con la
sociedad de control (la cual ya no posee esos centros de encierro) su
funcionamiento ya no tiene sentido. Con todos estos fenómenos (capitalismo,
marketing, empresas) surge un nuevo encierro para el individuo: el endeudamiento.
En estas sociedades vemos el uso de máquinas informáticas y ordenadores, que
poseen como único riesgo el virus y la piratería. Ya no es esencial el número,
matrícula o marca sino una cifra: la contraseña.