Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Hemos estudiado soluciones que se usan para los problemas de diseño de la comunicación, y
dentro del código, hemos adoptado un planteamiento minimalista, suponiendo que el conjunto
de datos que una persona debe conocer de memoria para usar el código es el mínimo necesario. Pero
el código lingüístico y la comunicación se enfrentan a problemas de procesamiento. El estudio de
estos problemas nos revelará restricciones generales sobre cuáles son los mecanismos o procesos
mentales que utilizan los conocimientos descritos en los temas anteriores.
La exigencia de rapidez en el procesamiento varía con la modalidad del lenguaje, oral o escrito. El
habla es volátil, el estímulo auditivo desaparece instantes después de que ha sido captado por el
oído. Por ello, la comprensión del lenguaje oral debe realizarse sobre la marcha, a medida que la
onda acústica va siendo captada y los fonemas identificados. En cambio, la lectura permite volver
atrás y recapacitar sobre si se ha comprendido bien o no una oración o párrafo. Del mismo modo, a
la hora de la producción, el habla es más espontánea: no se puede borrar lo dicho para decirlo
correctamente. La escritura, en cambio, da tiempo al escritor para revisar lo escrito y hacer cambios
antes de presentar el resultado a sus lectores. Cuando consideramos las señales no codificadas, la
rapidez con que funciona la comunicación se hace aún más impresionante. Dependiendo del apoyo
contextual con que contemos, muchas veces un brevísimo gesto puede transmitir una idea muy
compleja, que se capta como una totalidad. De todos es conocida la impresión que tiene la gente
que se conoce muy bien de ser capaces de entenderse incluso sin que medie señal alguna. De algún
modo, uno es capaz de saber qué está pensando el otro aunque no se lo haya dicho.
RESISTENCIA A LA AMBIGÜEDAD
Los datos incompletos con gran frecuencia son también datos ambiguos. Es decir, se corresponden
con más de una posible opción y no tenemos seguridad completa de cuál es la opción que
realmente se va a tomar. Pero este problema es más amplio: datos perfectamente completos aún
muestran correspondencias con más de una opción posible. Existen multitud de tipos de
ambigüedades con los que rutinariamente nos encontramos al intentar comprender el lenguaje: En
la interpretación de las intenciones de los demás, si consideramos las señales no codificadas (la
falta de un significado literal de la señal hace que las posibles interpretaciones de la misma sean aún
más numerosas y abiertas), a nivel sintáctico (oraciones con más de una agrupación posible de
palabras en sintagmas), ambigüedad de función sintáctica (un cierto grupo de palabras puede
estar realizando más de una función sintáctica, y esto lleva a dos interpretaciones diferentes del
significado de la oración), uso de anáforas (ambigüedad en la determinación del antecedente,
como “la cigarra, la hormiga y su amigo” dd no se sabe de quién es el amigo), ambigüedad léxica
(banco: diferentes significados, o significado de palabras no ambiguas que es ambiguo en cuanto a
la determinación de su extensión, como “alto”), segmentación del habla y otros problemas
fonológicos (no marcamos los comienzos y finales de las palabras con pausas, palabras no
pronunciadas, condiciones de ruido), ortográficos (cómo se escribe: ¿hecho o echo?...)
LIMITACIONES DE MEMORIA
Muchas oraciones que son sintácticamente correctas son muy difíciles de comprender y de
producir porque su estructura no ayuda a almacenar su significado en memoria a medida que se va
analizando la oración. El límite de la MT son unos 4 o 5 elementos sueltos, y cuando no podemos
agruparlos (como en alemán, que el verbo va al final de la oración, y hasta que no sabemos el verbo
no sabemos el sentido de la frase) no recordamos bien la frase. El problema varía en las modalidades
oral y escrita del lenguaje: La naturaleza volátil del habla hace que comprenderla sobrecargue más la
memoria que el lenguaje escrito. Además, el texto escrito contiene señales que ayudan a descubrir
más fácilmente la estructura morfosintáctica, con lo que los fallos debidos a sobrecarga de memoria
se pueden corregir. El habla cuenta con una variedad de señales fonológicas que también ayudan a
realizar su comprensión y que no están disponibles en el texto escrito, como las pausas y entonación
PROCESAMIENTO EN PARALELO
Otro modo de ganar velocidad en la realización de un conjunto de procesos consiste en realizarlos
simultáneamente. Si fuese posible realizar las etapas semántica, sintáctica y fonológica a la vez, el
tiempo total necesario para producir una oración sería solamente el tiempo de la etapa más lenta.
Esto es procesamiento en paralelo, y es aún más rápido que el procesamiento incremental. No es
posible construir una oración en paralelo, pero hay otras tareas de procesamiento del lenguaje que
se hacen en paralelo. Esto se descubre con el modelo de redes neuronales, conexionismo, modelos
de procesamiento distribuido en paralelo o redes de propagación de la activación. Los modelos de
redes neurales nos permiten comparar simultáneamente una serie de letras con todas las palabras del
castellano de una sola vez. Cada palabra y letra estarán representadas por un nodo, unidos entre sí
mediante conexiones, de modo que cada palabra conecte con las letras que la componen.
COARTICULACIÓN
Es una solución clave a la hora de aportar velocidad a las series de conductas. Es un factor que
acelera directamente la conducta articulatoria.
Soluciones al problema de la ambigüedad
La estrategia general para hacer el sistema del lenguaje más resistente al problema de la ambigüedad
es recurrir al contexto. Esta estrategia es un principio general aplicable a la percepción en cualquier
modalidad y de cualquier tipo de estímulo. En la literatura sobre percepción se distinguen dos
grandes maneras de llegar a determinar la identidad de un estímulo:
Ψ Procesamiento ascendente: Analizar el estímulo en sí mismo, hasta descubrir qué es. Se llama
ascendente porque va desde la señal estimular hasta la representación mental del objeto que se trata.
Ψ Procesamiento descendente: consiste en suponer la identidad del estímulo, basándonos en
otras cosas que conocemos, pero que no son la propia señal estimular. Se le llama descendente
porque aplicamos conocimientos extra para ayudarnos a identificar el estímulo, y esos
conocimientos son representaciones mentales más abstractas que la propia señal estimular.
Soluciones oportunistas
Aquellas que se apoyan en cualquier característica peculiar de la tarea, la modalidad del lenguaje o el
propio lenguaje que se utiliza como ayuda para la resolución de cualquiera o de todos los problemas
de procesamiento anteriores, sea en sus versiones más generales o en las formas concretas que tomen
en esos casos. Un campo en el cual se ha realizado mucha investigación es cómo se aprovechan las
peculiaridades rítmicas del lenguaje concreto que se habla para ayudar a solucionar el problema de
la ambigüedad en la segmentación del habla: Cómo ciertas características del ritmo propio de unos
idiomas frente a otros se utilizan para ayudar a descubrir dónde están los límites entre palabras.
La investigación psicolingüística
Dentro del estudio multidisciplinar de una temática como la del lenguaje y la comunicación, con
tantas disciplinas interesadas y aportando cosas, lo que caracteriza a una determinada disciplina es
más el modo de estudio que el contenido de lo que se estudia. La característica más definitoria de la
psicolingüística dentro del conjunto de disciplinas interesadas en el lenguaje y la comunicación es el
método que usa. La psicolingüística usa el método científico, y en concreto, mide siempre la
conducta del individuo como variable dependiente. Su objetivo principal es inferir la estructura y
procesos subyacentes que dan lugar a esa conducta. Además del método, cada disciplina desarrolla
una preferencia por una serie de cuestiones concretas que le son más propias y características. La
primera de ellas para la psicolingüística es la cuestión de la “realidad psicológica” de las ideas
presentadas en los capítulos anteriores. Hasta ahora, la visión del sistema de la comunicación
humana que hemos presentado en este libro se apoya fundamentalmente en argumentos racionales
y en intuiciones muy amplias y generales que todos tenemos acerca de la comunicación y el
lenguaje. Hemos considerado desde un punto de vista racional cuáles son los problemas de diseño y
de procesamiento que debe solucionar el sistema de la comunicación, y hemos planteado cuáles
pueden ser sus soluciones. Pero una argumentación racional, aunque sea de gran peso, no es
suficiente para un psicólogo: es necesaria la demostración empírica de la “realidad psicológica” de
esas ideas.