Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los enfoques competitivos en los que las empresas se basan a la hora de definir sus
actividades de marketing son los siguientes: el enfoque de producción, el de producto, el
de ventas, el de marketing y el enfoque de marketing holístico.
Conceptos fundamentales
Los expertos en marketing deben intentar comprender las necesidades, los deseos y las
demandas de su mercado meta.
Las necesidades son los requerimientos básicos del ser humano. Las personas necesitan
alimento, aire, agua, vestimenta y cobijo para sobrevivir; también tienen fuertes necesidades
de educación, ocio y entretenimiento. Cuando estas necesidades se dirigen hacia objetos
específicos que pueden satisfacerlas se convierten en deseos. Estos vienen determinados
por la sociedad en que se vive.
Las demandas son deseos de productos específicos que están respaldados por una
capacidad de pago. Las empresas deben calcular no sólo cuántas personas desean su
producto, sino también cuántas estarían dispuestas o serían capaces de adquirirlo.
Por lo tanto, los profesionales del marketing no crean necesidades, sino que éstas les
preceden. Los mercadólogos, junto con una serie de factores sociales, influyen en los
deseos.
No siempre es fácil entender las necesidades y los deseos de los clientes. Algunos
consumidores tienen necesidades de las que no son plenamente conscientes, o quizás no
son capaces de expresarlas, o utilizan palabras que requieren interpretación.
Veamos el ejemplo de un cliente que quiere un “automóvil económico”. Podemos distinguir
cinco tipos de necesidades:
Si sólo se responde a las necesidades declaradas por el cliente, éste puede no quedar
satisfecho del todo.
Las empresas atienden las necesidades de los consumidores ofreciéndoles una propuesta
de valor, es decir, ofrecen a los consumidores un conjunto de ventajas para satisfacer sus
necesidades. La propuesta de valor intangible se materializa en una oferta que puede ser
una combinación de productos, servicios, información y experiencias.
Una marca es una oferta de una fuente conocida. Una marca como McDonald’s despier-
ta numerosas asociaciones de ideas en la mente de los consumidores: hamburguesas,
diversión, niños, comida rápida, comodidad y arcos amarillos. Estas asociaciones
conforman la imagen de marca. Todas las empresas intentan crear una imagen de marca
sólida, favorable y exclusiva.
La satisfacción refleja los juicios comparativos que hace una persona, a partir del
desempeño (o resultados) que obtiene de un producto, en relación con las expectativas que
tenía del mismo. Si los resultados no están a la altura de sus expectativas, el cliente queda
insatisfecho o decepcionado. Si los resultados están a la altura de las expectativas, el
cliente queda satisfecho. Si los resultados superan las expectativas, el cliente queda muy
satisfecho o encantado.
Entorno del marketing
La competencia representa tan sólo una de las fuerzas del entorno en la que operan los
mercadólogos. El entorno de marketing está formado por el entorno funcional y por el
entorno general.
El entorno funcional incluye a aquellos agentes inmediatos que participan en la
producción, distribución y promoción de la oferta. Los agentes principales son la empresa,
los proveedores, los distribuidores, los intermediarios y el público meta. En el grupo de los
proveedores también se incluyen los proveedores de materiales y servicios como las
agencias de investigación de mercados, agencias de publicidad, instituciones financieras y
aseguradoras, empresas de transporte y las de telecomunicaciones. Entre los distribuidores
y los intermediarios podríamos citar a los agentes, a los corredores comerciales, a los
representantes del fabricante y a todas aquellas personas que facilitan la identificación y la
venta al consumidor.
El entorno general está compuesto por seis elementos: el entorno demográfico, el
económico, el físico, el tecnológico, el político-legal y el sociocultural. En estos entornos
existen fuerzas que pueden influir considerablemente sobre los actores del entorno
funcional.
Los agentes del mercado deben prestar especial atención a las tendencias y a los
acontecimientos de estos entornos y ajustar sus estrategias de marketing en consecuencia.