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Ella nació en 1939 y vivía en Alemania. Creo que ya sabes, querido lector, de que se tratará este
relato.
Sus padres vivían en Berlín, en plena guerra. Ella tiene horribles recuerdos de esa época.
Su padre era parte del ejército, pero lo único que quería era proteger a su familia, así que debía
hacer caso a todo lo que le ordenaba su “jefe”: Hitler.
El padre trabajaba hace 20 años en el ejército, y cuando empezó el atroz conflicto bélico ya era
demasiado tarde para renunciar, a menos que quisieras morir.
El padre de mi omi estaba obligado a trabajar, él odiaba con toda su alma su trabajo.
Un día tocaron la puerta de su casa. Esperando lo peor, la madre de mi oma abrió la puerta. Los
soldados entraron, registraron la casa y luego de eso informaron el propósito de la inesperada
visita: serían trasladados a Auschwitz, en donde trabaría su esposo.
Llanto, tristeza y dolor. Más dolor y sufrimiento. Llanto de nuevo. Mi oma dice que fueron días
horribles.
Su padre llegaba rojo a casa lleno de dolor y sufrimiento. Mi omi estaba preocupada por su padre,
era tan inocente que no sabía porque él lloraba, por qué llegaba rojo, ¿acaso le pegaban? ¿lo
maltrataban? Ella se prometió averiguarlo, asi que le preguntó cómo se vestían allá …
Había gente desnutrida, sin pelo y algunos hasta muertos. Era lo peor que había visto en su vida.
Dio uno pasos y vio a una madre con su hijo, tomados de las manos, mientras un soldado agarraba
la mano de ella, empujándola y llevándosela. El hijo corre y tira de su mamá, desesperado. El
soldado le pega una patada y lo agarra. Mi omi se quedó paralizada. ¿ Podía llegar a ser así de
cruel la gente? ¿Su padre hacia eso también?
Mi omi corrió, para luego encontrarse con una señora con aspecto de bruja. Ella estaba agarrando
a una mujer del cuello y pegándole sin piedad. Sangre había en todas partes, era horroroso. A la
mujer la tiraron afuera, al crudo invierno, lista para morir de una hipotermia. Ella gritaba, lloraba y
pegaba. Mi oma corrió y se juntó con uno señores que estaban haciendo una especie de marcha.
Estaban entrando a un lugar lleno de gas. Mi abuela se dio cuenta y corrió mientras unos soldados
la perseguían. Tras entrar a una oficina, vio a su padre. Él estaba frente a un señor desnutrido,
escribiendo su nombre, cuando la oma gritó “Vater”. Él padre se dio vuelta y la agarró en brazos.
En casa él tomó una decisión, escapar de este cruel lugar y salir de Alemania.
Escribí esta historia para que la gente se dé cuenta que pasó en Auschwitz, y que no es una broma
la 2 guerra mundial, es una época de sufrimiento, no la inspiración de un chiste.
PD: mi oma nunca paso por esto, es una historia para que se tome conciencia