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Una tarea es aquello que el coach pide a su cliente que haga como resultado del progreso de cada
sesión. Las tareas son siempre precisas y específicas. Tienen que estar claras en cuatro áreas:
Las tareas están siempre orientadas a la acción, implican hacer algo. La comprensión cognitiva
viene después. En este sentido, las tareas representan un acto de fe, y ahí es donde la sintonía
es sumamente importante. Las tareas no siempre son agradables para el cliente, y no las
aceptará a menos que le sean planteadas dentro del marco del aprendizaje por la experiencia,
nunca como deberes que tiene que hacer, y además hacer bien.
Las características más importantes de las tareas consiste en que mediante ellas el cliente
aprende algo acerca de sus propios recursos, independientemente de que las haga “bien” o “mal”.
El aprendizaje está en el feedback, no en el buen resultado.
Las tareas pueden presentarse de dos modos
distintos: como retos y como peticiones
El reto:
El reto fuerza al cliente más allá de los límites que se impone. Cuando desafías al cliente con una
tarea, le demuestras que crees en él y su potencial para hacer más de lo que hace. El reto tiene que
ser realista y no imposible, pero procura que fuerce lo suficiente a tu cliente para que ponga a
prueba las creencias sobre sí mismo.
Es posible que el cliente contemple con franca incredulidad que la tarea que le propones, en cuyo
caso tendrás que negociar otro reto. No obstante, aun en el caso de que de entrada no se plantee
realizarla, aprenderá mucho simplemente probando, y su éxito puede ser mucho mayor de lo que
espera.
La petición:
Una petición es más simple y está más al alcance que un reto. Consiste en pedirle al cliente
que favorezca sus objetivos mediante alguna acción concreta. La petición no fuerza tanto al
cliente como el reto pero aun así a menudo se mostrara reticente a llevarla a cabo.
La petición debe ser precisa, el cliente tiene que saber con exactitud lo que tiene que hacer y qué
resultado tendrá.
Lo más recomendable suele ser formular alguna frase introductoria antes de cualquier reto o
petición, como por ejemplo: “Tengo algo que pedirte…” El cliente entonces te dará permiso para
proseguir y se mostrara más receptivo porque ya está advertido de que le vas a pedir algo.
Es muy importante que la petición contenga un plazo, por ejemplo: “Tengo algo que pedirte.
¿Puedes hablar con tu hijo sobre este asunto antes de nuestra próxima sesión, la semana que
viene?”
Enseñar al cliente a hacer él mismo peticiones claras puede ser algo extremadamente poderoso en
una relación de coaching. Muchos clientes son incapaces de mostrarse asertivos o experimentan
resentimiento cuando alguien les pide que hagan algo. También puede que se sientan culpables por
decir “no”. Junto con todo ello, tal vez también sientan que no consiguen de la vida todo lo que
desean porque no saben expresar con claridad sus peticiones a quienes les rodean. Cuando el
coach proporciona al cliente un modelo de petición clara, le esta ayudando también a él a pedir
claramente lo que desea.
Diseño, revisión y seguimiento del plan de acción.
• Estableciendo un plan de acción:
El plan de acción es el camino que nos va a llevar desde nuestra realidad actual hasta
nuestra situación deseada. Punto A -> Punto B.
Si es importante trazar nuestro camino en un mapa en cualquier viaje que emprendamos,
imagina lo importante que puede ser el diseño del camino en el viaje más importante, el viaje
hacia la realización de tus metas personales y profesionales.
Mucha gente piensa que el que consigamos nuestras metas es cuestión de azar, pero esto
es totalmente falso. Conseguir nuestras metas, depende como en cualquier otro viaje de
saber a dónde vamos, el camino y el medio de transporte que vamos a tomar.
• Dividido en etapas
Otro factor importante para mantener la acción, además de un plan agradable de llevar, es
la motivación. Para mantener esta motivación divide todo el plan en pequeñas etapas. Estas
pequeñas etapas supondrán pequeños logros que te motivarán a seguir adelante.
Cuando logres cada etapa prémiate de alguna manera. No importa el cómo, lo importante es
que hagas algo para celebrar ese logro que te mantendrá motivada.
• Plan B
Tener siempre un plan B, te va a ayudar a superar esas inseguridades que te pueden asaltar
durante el camino, pero que no sirven para nada más que para entorpecer el camino hacia tus
metas. Diseña un plan B, para el caso en que el plan actual no salga como esperas, esto te
aportará seguridad. Sigue estas estrategias y tu plan de acción será la senda que te llevará directa
hacia tus metas.