Está en la página 1de 7

Curso La Ansiedad

Introducción
la mayoría de las personas saben lo que sentir la ansiedad. Y aunque la prevalencia de los
trastornos por ansiedad en la población constituye a uno de los problemas mas frecuentes de
la sociedad actual, partiremos de un concepto de la ansiedad basado en la normalidad.
Vamos a desarrollar una serie de características generales sobre ella, ofreciendo una visión
global e interconectada con las diferentes esferas del individuo.
Abordaremos las principales particularidades, síntomas y causas, con el objetivo de poder
aumentar nuestro conocimiento sobre ella. Describiremos el concepto de ansiedad y
desarrollaremos su relación con el cuerpo humano, la conducta y la mente. Para así poder
comprender el funcionamiento que origina y mantiene un proceso de ansiedad y como se
relación con los pensamientos, las emociones y las respuestas físicas. Asimismo, también
aprender a diferenciar la ansiedad normal de la ansiedad toxica o patológica, mostrando sus
diferencias y realizando una revisión de los diferentes tipos de trastornos de ansiedad y sus
características principales.

CONCEPTO DE ANSIEDAD
Tiene su origen en el termino latino anxietas, que expresa la sensación de angustia y aflicción
que puede experimentar una persona.
La podríamos definir, como una “respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente
a estímulos que pueden ser externos o internos y que son percibidos por el individuo como
amenazantes”.
Se trata de una señal de alerta adaptativa que advierte sobre un peligro inminente y que
permite a la persona movilizar las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.
La ansiedad comprende las reacciones de las personas ante situaciones que perciben como
negativas o inciertas.
Por ej; ante los exámenes finales o dar una charla en público, es normal sentir síntomas de
ansiedad, ya que el sujeto ha de enfrentarse a una situación nueva y reaccionar de una forma
adaptativa.
La ansiedad, nos ayuda a poner en marcha nuestros propios recursos para hacer frente a
una circunstancia difícil.
Si significado es amplio, y encontraríamos múltiples definiciones de la ansiedad,
dependiendo de la dimensión desde la que se utilice. Puede ser usada para explicar el miedo,
la preocupación excesiva, la tensión, una reacción de hiperactividad física, la angustia, etc.
El concepto de ansiedad que vamos a definir, esta fuertemente vinculado a la percepción que
tiene el sujeto sobre una situación de amenaza y a la respuesta que desencadena para
compensarla.
Como concepto, la ansiedad no ha de referir un estado negativo del sujeto, sino una
normalidad que veremos depende de diversos factores.
No debemos confundir la ansiedad natural normalizada, con el concepto de trastorno de
ansiedad, ya que en este caso estamos hablando de un problema de salud mental.

¿QUE ES LA ANSIEDAD?
Las personas interaccionamos con nuestro entorno constantemente, y en el medio se nos
presentan oportunidades para satisfacer nuestras necesidades, pero también nos ofrecen
situaciones de riesgo y amenazas que intentamos compensar.
Con el paso del tiempo, se ha desarrollado el mecanismo de adaptación para preservar nuestra
especie en diferentes circunstancias. Uno de los mecanismos de alerta y defensa que cumple
esta función de la ansiedad.
Ante una situación que nos provoca tensión incrementamos nuestra actividad cognitiva,
emocional, física y conductual. Y son reacciones adaptativas a las demandas del medio en
que vivimos.
Ej; una persona que padece una enfermedad y ha de someterse a una operación. La reacción
de sentir signos de ansiedad esta totalmente dentro de la normalidad. Preocuparse por que
todo salga correctamente no deja de ser una parte del proceso para hacer frente a la
situación amenazante.
La ansiedad es un mecanismo adaptativo que nos ayuda a activar una alerta ante sucesos que
vivimos como peligrosos. Y este grado de alerta nos aporta un equilibrio para afrontar los
diversos desafíos que vamos encontrando. Pero cuando una circunstancia nos afecta en
exceso, las reacciones pueden acompañarse de emociones desagradables como el miedo, la
ira, la tristeza, etc.; en otras ocasiones, se acompaña de síntomas físicos como notar el
corazón acelerado o la musculatura (ejemplo). Ya que el estado emocional esta muy ligado a
nuestra respuesta, y delante de una misma situación cada persona puede reaccionar de forma
diferente. Ya que no existen patrones exactos de niveles de ansiedad ante una misma
situación.
La personalidad, los pensamientos y las emociones ejercen un papel de filtro y predisponen a
cada sujeto a reaccionar de forma distinta. En el momento en que el sistema de respuestas de
ansiedad es desmesurado o se presenta sin ningún tipo de amenaza, entonces podríamos
considerar la opción de que ha evolucionado hacia un proceso insano.

LAS FUNCIONES QUE CUMPLE LA ANSIEDAD


La ansiedad, como ya hemos comentado, cumple la función de activar los sistemas de alerta y
de defensa en los individuos. Este sistema de alerta se acciona en situaciones percibidas como
amenazantes, es decir, en circunstancias en que tenemos algo que ganar o que perder. Y esta
ansiedad activa al organismo frente a situaciones que la persona vive como peligrosas, ya
sean reales o no; estas respuestas, funcionan como un mecanismo interno que nos permite
defender nuestros intereses delante de estímulos adversos.
Una respuesta de ansiedad nos dispone para:
 Huir de la amenaza (ej. alejarse en caso de fuego)
 Evitar situaciones tímidas (ej. no pasear por un lugar peligroso que nos produce
temor)
 Luchar contra el problema (ej. aprender técnicas de relajación para hablar en público)
 Buscar protección (ej., demandar ayuda en caso de un atropello)
 Desarrollar instrumentos para hacerle frente (ej. practicar meditación para equilibrar
la ansiedad en un conflicto personal)
El tipo de respuesta que un sujeto manifiesta depende de sus características particulares y de
sus circunstancias personales. Así de esta manera en la que el sujeto percibe la amenaza
influye en su tipo de reacción. Y de esta manera los pensamientos negativos que
experimentan las personas marcan la línea entre la reacción sana o la evolución hacia una
patología.
Frente a un accidente de tráfico por ejemplo, es lógico sentir signos de ansiedad en los días
posteriores y que vayan desapareciendo gradualmente. Pero también, nos podríamos
encontrar con individuos, que a raíz del accidente desarrollen un miedo extremo a volver a
conducir por el temor a que se repita la misma situación. El mismo factor externo, un
accidente, puede ser vivido de forma distinta en cada persona y evolucionar hacia un
trastorno de ansiedad o no.

Ante una demanda es necesario movilizar un cierto estado de alerta que nos permita una
activación psicológica y física, para poder reaccionar con capacidad de anticipación. Esta
anticipación es necesaria para poder prepararnos con tiempo, y nos ayuda a equilibrar los
signos de alerta de forma natural.

Si los pensamientos de anticipación se convierten en negativos dejan de ser una ayuda y se


transforman en un desencadenante que provoca un aumento de la sintomatología ansiosa.

LA ANSIEDAD SANA

La OMS define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de enfermedad o dolencia.

Partimos de la idea de que las reacciones de ansiedad no estan vinculadas a una patología y
que son reacciones que habitualmente estan dentro de la normalidad. Es cierto, que la
ansiedad puede manifestar síntomas desagradables, como temor, preocupación, dificultad
para decidir, intranquilidad, etc. son reacciones adaptativas cuando se manifiestan ante una
amenaza real y nos ayudan a enfrentarlas.

Ej. En el examen para obtener el carnet, es lógico sentir síntomas ansiosos, ya que nuestras
capacidades de conducción estan siendo evaluadas para decidir si eres una persona apta o no.

En ese caso, la ansiedad actúa como una reacción sana y nos ayuda de forma eficiente a
contrarrestar el desequilibrio de una amenaza donde o se pierde o se gana.
Un ápice de ansiedad mantiene a las personas con un componente apropiado de precaución y
alerta en situaciones complicadas. Pero existe una escalera en el grado de intensidad de las
manifestaciones ansiosas.

La ansiedad moderada nos moviliza para permanecer concentrados y para hacer frente a los
retos. En niveles normales es necesaria e imprescindible para responder de forma eficiente
frente a un peligro.

Observamos múltiples situaciones en que las ansiedades aparecen de forma normalizada,


como en los preparativos de una boda, la preparación de un jugador ante la final de liga o en
una primera entrevista de trabajo.

Esta ansiedad sana, mantiene a la persona atenta y preparada para los acontecimientos. Actúa
como señal de alarma para que el sujeto desencadene reacciones y afronte el peligro. Y así
nos ayuda en el desarrollo concreto de nuestra personalidad desde la infancia y nos aporta un
aprendizaje positivo para conseguir nuevos retos. Ya que, si estas estrategias se realizan con
éxito, la ansiedad desaparece.

Cuando se manifiesta en exceso y es perjudicial para nuestro bienestar, podríamos


considerarla como nociva.

LA ANSIEDAD TOXICA

La ansiedad, como la hemos visto, esta vinculada a la supervivencia y nos moviliza para
responder en situaciones amenazantes; se da en todas las personas y por si misma no es
insana ni patológica. Pero el problema aparece cuando la ansiedad se convierte en un
funcionamiento de respuesta crónica nociva que el sujeto no sabe como controlar.

Sentir ansiedad puntualmente es normal. Pero en ocasiones, se presenta de forma continuada


junto a la sensación de no tener control sobre ella.

La persona ansiosa se llega a preocupar por todo lo que sucede a su alrededor, interpretando
cualquier situación como un peligro. “La percepción de amenaza puede surgir, aunque no sea
real”.

La ansiedad patológica no esta provocada forzosamente por un peligro autentico y puede


manifestarse a partir de los pensamientos negativos o las anticipaciones malsanas sobre un
hecho. En estas situaciones, es cuando la ansiedad se convierte en una conducta toxica.

Para poder evaluar si la ansiedad es sana o toxica, nos debemos fijar en si ayuda realmente a
resolver el problema que nos preocupa.

La dificultad de responder adecuadamente a situaciones normales es uno de los primeros


aspectos que nos hacen ser conscientes de que nuestras reacciones no son apropiadas.

La ansiedad toxica, genera un circulo vicioso entre los pensamientos, las respuestas y las
emociones.

Los pensamientos negativos influyen directamente en la sintomatología ansiosa, aumentado


su nivel de intensidad. Este tipo de pensamientos perjudican asimismo que las reacciones
futuras sean afectivas; entonces, la ansiedad se puede presentar como causa de una valoración
excesiva de la amenaza y una depreciación de las aptitudes personales para hacerle frente.

“si reaccionamos de forma no efectiva en una situación, desbordados por el temor y la


preocupación por ej. Nuestra anticipación frente a la misma amenaza se ve alterada por
nuestra experiencia anterior. El sujeto, mediante el aprendizaje real o imaginario, la percibe
asociada a síntomas ansiosos y modifica su respuesta futura”.

Un sistema de pensamientos negativos distorsionados, preceden a conductas desadaptadas y a


conflictos emocionales que pueden evolucionar en un trastorno de ansiedad.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ANSIEDAD TOXICA

Si se manifiesta en exceso o de forma alterada, es negativa para una correcta evolución


personal y se convierte en desadaptativa. Esta ansiedad, cuando aparece de forma toxica,
suele presentarse como una vivencia dolorosa y condiciona nuestra vida cotidiana. Por ej. Si
nos sentimos preocupados constantemente y sin capacidad para resolver de manera eficaz a
los problemas, esta ansiedad deja de cumplir su función de ayuda y se convierte en nociva.

Son múltiples los factores que pueden influir en su evolución, aunque por su importancia, se
puede destacar los siguientes:

 La intensidad: la ansiedad presenta niveles graduales en la manifestación de los


síntomas. Por ej. Sentir un ápice de ansiedad antes un examen no es lo mismo que
sufrir vómitos, migraña, taquicardia, hipertensión y ataques de angustia, etc.

 La frecuencia: sentir síntomas ansiosos ante una situación puntual difiere de


manifestarla constantemente sin razón lógica alguna. Por ej. En el caso de un
deportista de elite, es lógico sentirse ansioso por la proximidad de una competencia.
La dificultad se presenta cuando el sujeto debido a sus altos niveles de síntomas
constantes ve afectado su rendimiento en general.

 La presencia de pensamientos negativos asociados: origina en el individuo un


sistema de indefensión ante los síntomas, ya que se siente superado por sus propios
razonamientos.

 La situación: sentir ansiedad ante una situación de amenaza real difiere de


experimentarla en un abanico de situaciones distintas donde no existe peligro
verídico.

 El tiempo: es importante valorar si la ansiedad aparece y desaparece cuando la


situación de amenaza disminuye, o por el contario la sintomatología persiste durante
meses. Es vital conocer el inicio de los síntomas y la evolución que el sujeto
experimenta a lo largo del tiempo.

 La afectación sobre la vida del sujeto: es significativo observar cómo el proceso


ansioso influye en la vida diaria del sujeto.
 La sensación de control: un aspecto primordial es valorar si el individuo tiene la
capacidad de controlar o no su sintomatología. En los trastornos de ansiedad se
manifiesta una perdida del control casi absoluto sobre el dominio de los pensamientos
y las respuestas.

Estos aspectos nos pueden orientar sobre si la ansiedad que sentimos se puede convertir en un
problema mas grave a largo plazo. En cada persona se puede manifestar de diferentes formas,
aunque estos factores son vitales para descubrir el grado de ansiedad que muestra un
individuo. Y cada persona posee un historial propio de vivencias y seria complicado
generalizar.

La ansiedad se revela como un proceso complejo donde intervienen numerosos elementos


dispares entre cada individuo. Esta ansiedad toxica puede evolucionar en un trastorno de
ansiedad de mayor o menor gravedad.

COMPONENTES DE LA ANSIEDAD Y SU CONEXIÓN

Estos componentes de la ansiedad presentan una notable conexión entre ellos. Aunque los
organizamos en tres grandes grupos para explicarlos mas específicamente, cada uno esta
relacionado con los otros dos.

La ansiedad implica tres tipos de aspectos o componentes:

1. Cognitivos (pensamientos)

2. Fisiológicos (físicos)

3. Motores o conductuales

1. El componente cognitivo: engloba el conjunto de pensamientos o imágenes que el


sujeto interpresa como amenazantes a partir de su percepción subjetiva.

Ej. Anticipaciones, miedos, inseguridad, pensamientos automáticos negativos, etc.

Los aspectos cognitivos tienen un papel muy importante en la evolución de la


ansiedad. Y este factor marca la influencia de los pensamientos y emociones sobre la
respuesta que cada sujeto muestra.

2. El componente fisiológico: Se refiere al conjunto de sensaciones físicas e internas del


organismo que pueden aparecer en situaciones donde se vive un momento de
ansiedad.

Ej. Palpitaciones, sudoración, temblores, tensión muscular, sequedad de boca,


presión en el pecho, etc.

En general se produce una activación de los centros del sistema nervioso. Y en cada
individuo las manifestaciones pueden ser diferentes; hasta cuando la ansiedad es muy
excesiva suele manifestarse una elevada activación fisiológica del cuerpo, hecho que
ayuda a aumentar todavia más la sensación subjetiva de ansiedad.
3. El componente motor o conductual: dentro de este incluimos al grupo de conductas
que realiza un sujeto dirigidas a evitar, huir, luchar, etc. para liberarse de la
percepción de amenaza.

Ej. Conductas como el comportamiento defensivo, la sumisión, la sobre activación


motora, la agresividad, las conductas de evitación, etc.

Existe una relación muy vinculante en la ansiedad entre estos tres grandes aspectos,
ya que la aparición de uno de ellos influye en el incremento del otro directamente.

Pongamos un ejemplo práctico de cómo se conectan los diferentes componentes:

Juan ha empezado un nuevo trabajo. Su función es explicar a un grupo de empresarios las


ventajas de asociarse a su nueva empresa. Los días anteriores se prepara una presentación
oral. Cuando llega el momento, se sitúa en la tarima y empieza su exposición. Nota como el
corazón le palpita intensamente y sus pensamientos empiezan a alterarse con frases como
"los demás están notando que me tiembla la voz", "mi tono no es el adecuado", "no les
interesa mi enfoque", etc.

Estos pensamientos producen que su ansiedad aumente y le cause temblores en el habla,


rubor y palpitaciones más intensas.

Se produce un proceso de retroalimentación entre los pensamientos que Juan siente y la


activación que nota en su cuerpo. Si se intensifican sus pensamientos, se produce una mayor
activación física. Al crecer la activación física, aumentan sus pensamientos negativos y
mayor es su estado de ansiedad.

los diferentes componentes de la ansiedad crean una estrecha conexión entre ellos cuando se
manifiestan. Pueden aparecer de forma independiente, pero habitualmente muestran un
vínculo en su funcionamiento influyendo unos sobre los otros.

En los tratamientos terapéuticos se intenta que los sujetos que padecen un cuadro sintomático
aprendan a detectar los factores que inician el proceso, para así poder frenar la activación
posterior.

Reconocer los primeros indicios de ansiedad permite al individuo evitar que el proceso
progrese.

SINTOMAS COGNITIVOS

También podría gustarte