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LOS FUNDAMENTOS SOCIALES DE LA EDUCACIÓN.

La educación sólo es posible dentro de la sociedad. La educación constituye un fenómeno


eminentemente social, tanto en sus fundamentos como por sus funciones. El hecho educativo se
nos presenta como un fenómeno que atañe al individuo pero considerado éste dentro del marco
de la vida sociocultural histórica a que pertenece.
La educación del individuo está siempre condicionada sociológicamente; de igual manera, todo
conformación de la vida social está condicionada por una educación determinada de los
individuos que han de integrarla.
La sociedad. Características
Primera Toda sociedad supone una agrupación de individuos.
Segunda Dicha agrupación ha de tener una carácter duradero. Supone una convivencia con
cierto carácter permanente.
Tercera Toda sociedad tiene necesidades comunes que han de ser satisfechas mediante un
sistema de interacción de grupo. Estas necesidades comunes primordiales que han de ser
satisfechas para que dicha sociedad continúe, implican la adaptación y organización de la
conducta de los individuos que integran esa sociedad. Esta adaptación comienza por la división
de las actividades necesarias para el bienestar del grupo. De tal manera, la agrupación se
transforma en un todo funcional. El comportamiento social de los animales está rígidamente
preestablecido por impulsos instintivos que se transmiten por mecanismos hereditarios. Las
sociedades humanas no presentan tal uniformidad. Sus pautas difieren extraordinariamente y no
están determinadas por la herencia genética sino por los dominios de la cultura.
Definiremos a la sociedad humana como a la agrupación de individuos relacionados entre sí por
determinadas pautas, formas de vida, hábitos y sentimientos comunes.
Suele hacerse la distinción entre sociedad y comunidad. La comunidad implicaría un conjunto
de individuos que tienen una forma de vida común y que están sometidos a la vigencia de las
mismas valoraciones. La sociedad sería resultado del predominio de elementos racionales, de
relaciones conscientes y voluntarias. Así, si las relaciones brotan de la convivencia íntima y
espontánea de una agrupación de individuos, estaríamos en presencia de una comunidad
(familia, aldea). Si las relaciones surgen artificialmente, de la reflexión consciente acerca de los
fines, estaríamos frente a una sociedad (estado).
Sin embargo, la mayoría de las relaciones sociales participan de las características de la
comunidad y de la sociedad. Por ejemplo, en la sociedad moderna, la familia tiene a la vez que
las características de una comunidad natural y espontánea, las de una agrupación social regida
por elementos conscientes y deliberados.

La sociedad humana no es un conjunto homogéneo y uniforme. Está constituida por diversos


grupos, por clases, por masas y minorías.
Todo individuo pertenece a varios grupos sociales. El número de estos grupos aumenta con la
creciente complejidad de la vida social. Así, un individuo puede ser al mismo tiempo miembro
de una familia, de una comunidad local, de una iglesia, de un partido político, de una asociación
profesional, etc.
Estos grupos han sido clasificados en primarios y secundarios. Los grupos primarios se
caracterizan por la relación espontánea, íntima, directa, entre sus miembros. Son en general
grupos en los que la vinculación entre sus integrantes es más duradera (familia, vecindario). Los
grupos secundarios pueden tener una duración muy extensa y continua, pero las relaciones entre
sus miembros suelen ser por lo general breves, indirectas, impersonales (ciudadanos de un país,
miembros de una gran asociación cultural). Todo grupo social implica un conjunto de
individuos dentro de un sistema de interacción pautada.

Los grupos o capas de individuos que se superponen, mediante una organización jerárquica
determinada, determinan la estratificación de la sociedad en clases.
El status de un individuo significa su posición en relación a toda la sociedad. Las sociedades
han organizado dos tipos de status: el adscrito y el adquirido. Los status adscritos son aquellos
que se asignan a los individuos independientemente de sus aptitudes o cualidades individuales.
Pueden iniciarse desde que el individuo nace. Los status adquiridos son los que se alcanzan
mediante las aptitudes y el esfuerzo individual.
Podríamos considerar dos sistemas opuestos en función de la estratificación de la sociedad: uno,
basado totalmente en la desigualdad rígidamente heredada (sistema de “castas” de la antigua
India); el otro, basado totalmente en la igualdad de oportunidades para todos (sistema
democrático de la sociedad moderna).
¿Qué elementos son los que caracterizan las clases sociales abiertas de las sociedades
modernas? La riqueza, la renta o la naturaleza de la profesión no bastan por sí solas para
diferenciarlas. Las clases sociales modernas no son exclusivamente económicas: son clases
socioeconómicas. Además del factor económico entran otros elementos integrantes para
determinar una clase social: un estilo de vida, la extensión y tipo de educación, los usos y
costumbres, los gustos estéticos, etc. Así, importa menos la cantidad y la forma de riqueza que
el uso que se hace de ella. Pero también es evidente que todos estos elementos están
profundamente ligados entre sí: las diferencias económicas inciden en la cultura, la educación y
la elección de las profesiones.
Grupos sociales, clases y educación
La educación constituye hoy un factor decisivo en la dinámica social, haciendo posible el
ascenso de los individuos de unas clases sociales a otras. El libre acceso a la enseñanza media y
superior, sin las limitaciones impuestas por los factores económicos o sociales, constituye el
ideal democrático, tendente a impedir la estratificación rígida de las clases, mediante el ascenso
de individuos de las capas inferiores a las superiores, teniendo en cuenta únicamente las
aptitudes y capacidades personales
En las sociedades modernas prevalece hoy la tendencia a establecer sistemas educacionales
unitarios, que aseguren la igualdad de oportunidades para todos, mediante una formación común
de base y una orientación que no implique imposición, hacia ulteriores especializaciones. El
ascenso de las masas en las sociedades actuales ha originado el fenómeno de la educación de
masas. Todo en el quehacer educativo necesita hoy revisión. El ideal educativo individualista
del siglo pasado se torna ilusorio e inoperante frente a la explosión escolar actual. De ahí la
necesidad urgente de encarar nuevas estructuraciones que, sin dejar de lado las finalidades de
formación individual, puedan al mismo tiempo satisfacer las perentorias exigencias de una
escuela de masas.

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