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Cómo Influye El Sistema Vestibular en Las Personas Con Autismo
Cómo Influye El Sistema Vestibular en Las Personas Con Autismo
CON AUTISMO
Hoy en día, la mayoría de los padres de niñ@s con autismo ha oído
hablar sobre Integración Sensorial, ya que un alto porcentaje de
las personas con TEA presentan alteración a la hora de procesar
este tipo de información. Ninguna persona es capaz de procesar
toda la información sensorial que nos llega del exterior y de
nuestro cuerpo de forma perfecta, pero sí podemos decir que lo
puede hacer de una manera funcional, ya que le permite participar
en las actividades del día a día de una manera satisfactoria.
Según el libro de Jean Ayres, creadora de la Teoría de Integración
Sensorial, citamos textualmente: […] Hay una parte del cerebro
(en el sistema límbico), que “decide” qué datos sensoriales deben
registrarse y atraer nuestra atención… Esta parte no funciona bien
en el cerebro del niñ@ con autismo […]
La información sensorial, nos llega a través de 7 sentidos: gusto,
olfato, oído, vista, tacto, propioceptivo y vestibular. Se están
investigando nuevos sentidos como el interoceptivo (dolor y
temperatura). Cuando hay una disfunción sensorial en cualquiera
de ellos, se ve reflejado en la conducta que presenta el niñ@.
Hay una parte del cerebro (en el sistema límbico), que “decide” qué
datos sensoriales deben registrarse y atraer nuestra atención… Esta
parte no funciona bien en el cerebro del niñ@ con autismo.
Jean Ayres
La importancia del sistema vestibular en el
autismo
El sistema vestibular tiene sus receptores en el oído interno y es
el encargado de procesar toda la información relacionada con el
movimiento. Nos aporta conocimiento sobre nuestra postura en
relación con la posición en el espacio según la gravedad, el
equilibrio, la orientación espacial, el control postural, o de cómo
estabilizar nuestros ojos para poder tener una buena percepción
visual, entre otros.
· Respeta mis temores. No me obligues a moverme si no quiero hacerlo, ya que eso aumenta
mi ansiedad y no resuelve el problema.
· Déjame tener mis pies sobre el suelo. Eso me hace sentir muy seguro.
Respetar y no imponer: empieza con actividades que impliquen movimiento desde el nivel del
suelo: rodar, arrastrarse, caminar o correr; luego incluye obstáculos, velocidad y saltos.
Vete introduciendo de forma progresiva otras actividades y guíalo físicamente: subir a un escalón
muy bajito y ayudarle a bajar, mecerlo sentado en nuestras rodillas o saltar agarrados de la mano
en una mini cama elástica.
El triciclo también puede ser aliado, pues apoya las manos al desplazarse y puede empujarse con
los pies.
Juegos simbólicos, de roles, teatro... incluyendo imitación de movimientos.