¡Llegamos al cuarto módulo!, hasta este punto ya hemos profundizado no solo en el
desarrollo de los sistemas sensoriales, también hemos hablado de como se ve la disfunción sensorial. Nuestro siguiente tema es de gran importancia, pues muchas veces las principales “detectoras” de trastornos sensoriales son las maestras del preescolar. Estos pequeños con disfunción pueden presentar algunas de estas características; Una respuesta a la estimulación sensorial inapropiada o inconsistente, puede tener días donde llega muy regulado y otros donde desde que llega se muestra irritable o desorganizado. También podemos observar que se comporta diferente dependiendo del ambiente en donde se encuentre; muy ansioso o temeroso en clase de música, pero cómodo en el salón de juego simbólico, por ejemplo. Muchas personas en el ambiente escolar pueden notar que estos pequeños presentan dificultad para utilizar la información sensorial para planear y ejecutar acciones, se observa una clara dispraxia durante actividades de mesa o en la clase de deportes. Notamos un trazo inadecuado o problemas con la lectoescritura. Un niño con un desorden sensorial puede mostrarse irritable, retador, con necesidad de constante movimiento o con un nivel de alerta muy bajo o alto dependiendo de la alteración, por ello, es que la mayoría de estos pequeños con problemas sensoriales presentan reportes dentro del aula por no comportarse como es debido, y estas respuestas, pueden confundirse con problemas conductuales y comienzan a utilizarse estrategias poco efectivas en el aula. El objetivo de nuestro módulo será conocer los instrumentos que nos ayuden detectar a niños con problemas sensoriales y elaborar herramientas que ayuden a una mejor organización del ambiente, es importante recalcar que estas herramientas no suplen el trabajo terapéutico sin embargo servirán como un andamiaje para que los alumnos logren respuestas adaptativas con éxito. Las invitamos a pensar en alguno de sus niños dentro del salón de clases, ¿cómo se organiza?? ¿Qué actividades le parecen atractivas y cuáles rechaza? ¿Como se autorregula frente actividades displacenteras? A partir de las actividades que el niño disfruta y de un análisis detallado de su perfil sensorial se elabora una “DIETA SENSORIAL” Este término hace referencia a una serie de actividades o estrategias físicas y adaptaciones diseñadas para propiciar la estimulación que se requiere; esta dieta puede utilizarse como parte del proceso de integración sensorial con el fin de propiciar la atención y el socializar, pues permitirá que los niños sobre excitados, se muestren más regulados y los que presentan poca energía y parecen aletargados, pasará de un estado de mucha tranquilidad a uno de excitabilidad (regulada). Wilbarger y Wilbarger (1995) desarrollaron una intervención para generar una combinación “justa” del input sensorial, para lograr y mantener los niveles óptimos de activación y desempeño del sistema nervioso, es así, que la dieta sensorial ayuda a reducir las repuestas sensoriales defensivas o protectoras que pueden afectar el contacto social y la interacción de la persona. Para Wilbalguer y Wilbarger (1995), la dieta sensorial es muy poderosa como herramienta conductual., por ello, si ésta se encuentra adecuadamente diseñada e implementada, puede ayudar a prevenir muchas de las conductas desafiantes ya que una de las metas de la dieta sensorial es prevenir la sobrecarga sensorial y emocional satisfaciendo las necesidades sensoriales del sistema nervioso. DIETA Y HERRAMIENTAS SENSORIALES ¿SON LO MISMO? Imaginamos que esta pregunta viene a tu mente cuando empiezas a leer sobre herramientas y dieta sensorial, parece que hablamos de lo mismo pero nos referimos a conceptos diferentes, una dieta sensorial es un programa de actividades planeadas y programadas para brindar y responder antes las necesidades sensoriales de los niños ( estas actividades pueden ser; lavarse las manos antes de entrar al salón para incrementar el nivel de alerta o llegar saltando al salón para dar información propioceptiva que calme y organice). Las herramientas sensoriales son materiales que aportan mayor o menor información al nervioso central (audífonos, sillas con textura, entre otros) y que ayudan a regular determinado comportamiento, dando calma o elevando el nivel de alerta (mordederas, tiras para mecerse en la silla, etc.) estas herramientas forman parte de LA DIETA SENSORIAL. Las herramientas y actividades sensoriales pueden ser implementadas por el propio docente, la mayoría se basan en movimiento y experiencias significativas, por lo que pueden ser implementadas en grupo o de manera particular, favoreciendo los procesos de atención, inhibición, autorregulación y alerta de sus alumnos. Estamos seguras de que en este módulo maestros, psicólogos, terapeutas y médicos podremos elaborar las herramientas sensoriales para nuestros niños a partir de nuestra propia experiencia profesional. Sabemos que será muy enriquecedor para todos los puntos de vista desde los diferentes campos de acción en el que nos desenvolvemos.
Cualquier duda no duden en escribirnos; espacioterapeuticointegralsur@gmail.com
¡¡¡Nos vemos el sábado 17!!!
PAU Y GABY
*** Referencias Bibliográficas***
− Ayres, J. (1973). La integración sensorial y el niño. México: Trillas. − Ayres, J. (1974). Integración sensorial y trastornos del aprendizaje. México: Trillas. − CEI (sf). “Dieta sensorial y modificación ambiental. Una combinación ganadora”. En Centro de integración sensorial. Valencia − Dunn, W. y O. Faota. (1999). Manual de Perfil sensorial. EUA.
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