Está en la página 1de 13

ALZHEIMER

Inicio de síntomas

Los síntomas iniciales de la enfermedad de Alzheimer suelen incluir problemas de memoria,


dificultad para realizar tareas cotidianas, desorientación en tiempo y espacio, cambios en el
estado de ánimo, y dificultad para encontrar las palabras adecuadas al hablar. Estos síntomas
pueden ser leves al principio, pero con el tiempo tienden a empeorar y pueden interferir
significativamente con la vida diaria de la persona afectada. Es importante buscar atención
médica si se observan estos síntomas, ya que un diagnóstico temprano puede permitir un mejor
manejo de la enfermedad y una planificación adecuada para el futuro.

Progresión de la enfermedad

La enfermedad de Alzheimer es progresiva, lo que significa que empeora con el tiempo. En las
etapas iniciales, los síntomas suelen ser leves y pueden incluir problemas de memoria y
dificultad para realizar tareas cotidianas. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas se
vuelven más graves e incluyen dificultades de comunicación, cambios en la personalidad,
desorientación en tiempo y espacio, y dificultad para realizar actividades básicas como vestirse
o comer.

En las etapas avanzadas de la enfermedad, los pacientes pueden volverse completamente


dependientes de otras personas para el cuidado diario. La progresión de la enfermedad puede
variar en cada individuo, pero en general, con el tiempo, la capacidad de la persona para
funcionar de manera independiente se ve cada vez más afectada.

Es importante tener en cuenta que la velocidad de progresión de la enfermedad puede variar de


persona a persona, y el tratamiento médico y el apoyo emocional pueden ayudar a mejorar la
calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.

Problemas de memoria

Los problemas de memoria son uno de los síntomas más comunes y tempranos de la
enfermedad de Alzheimer. En las etapas iniciales, las personas pueden experimentar
dificultades para recordar información reciente, como eventos recientes, conversaciones o
nombres de personas. Conforme la enfermedad progresa, la pérdida de memoria puede
volverse más pronunciada, afectando la capacidad de recordar información a largo plazo,
reconocer a familiares y amigos, e incluso recordar detalles personales básicos, como la
dirección de casa o el número de teléfono.

Los problemas de memoria en la enfermedad de Alzheimer son causados por cambios en el


cerebro, incluyendo la formación de placas de proteína beta-amiloide y ovillos neurofibrilares,
que afectan la comunicación entre las células cerebrales y provocan la pérdida de conexiones
neuronales.

Es importante buscar atención médica si se experimentan problemas de memoria significativos,


ya que un diagnóstico temprano puede permitir un mejor manejo de la enfermedad y una
planificación adecuada para el futuro.

Cambios conductuales

La enfermedad de Alzheimer puede causar cambios conductuales en las personas afectadas.


Estos cambios pueden incluir:

● Agitación y ansiedad
● Confusión y desorientación
● Depresión y apatía
● Irritabilidad y agresión
● Problemas para dormir
● Comportamiento repetitivo, como pasear o reorganizar objetos
● Delirios y alucinaciones

Estos cambios conductuales pueden ser causados por la pérdida de conexiones neuronales en
el cerebro, así como por la frustración y la ansiedad que pueden sentir las personas afectadas
por la enfermedad. También pueden ser el resultado de cambios en el entorno social, como la
pérdida de amigos o la incapacidad para realizar actividades que antes disfrutaban.

Es importante que los cuidadores y familiares de las personas con enfermedad de Alzheimer
estén preparados para manejar estos cambios conductuales y sepan cómo responder a ellos de
manera efectiva. Los tratamientos médicos y las terapias no farmacológicas, como la terapia
ocupacional y la terapia conductual, pueden ayudar a manejar estos síntomas y mejorar la
calidad de vida de las personas afectadas.

Trastornos del sueño

Los trastornos del sueño son comunes en las personas que padecen la enfermedad de
Alzheimer. Estos trastornos pueden incluir dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante
la noche, y cambios en los patrones de sueño, como dormir durante el día y estar despierto por
la noche.

Los trastornos del sueño en la enfermedad de Alzheimer pueden ser causados por una variedad
de factores, que van desde cambios en el reloj interno del cuerpo hasta la ansiedad y la
agitación asociadas con la enfermedad. Además, los cambios en el cerebro que afectan el ciclo
de sueño-vigilia también pueden contribuir a estos trastornos.

El manejo de los trastornos del sueño en personas con Alzheimer puede incluir estrategias no
farmacológicas, como establecer una rutina regular para acostarse, limitar la cafeína y la
actividad física antes de acostarse, y crear un ambiente propicio para el sueño. En algunos
casos, los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a regular los patrones de sueño,
pero esto debe hacerse con precaución debido a los posibles efectos secundarios en personas
mayores.

Es importante trabajar con un médico para abordar los trastornos del sueño en personas con
Alzheimer, ya que un sueño adecuado puede tener un impacto significativo en la calidad de vida
tanto del paciente como de los cuidadores.

Problemas motores

La enfermedad de Alzheimer no es principalmente un trastorno motor, pero a medida que


progresa, puede afectar los movimientos y la coordinación de una persona. Algunas personas
con Alzheimer pueden experimentar problemas motores como dificultad para caminar,
movimientos lentos, rigidez muscular y problemas de equilibrio. Estos síntomas son el resultado
de los cambios en el cerebro que afectan las funciones motoras y la coordinación.

Es importante tener en cuenta que los problemas motores en la enfermedad de Alzheimer no


son tan prominentes como en otras enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson, pero
pueden ser significativos a medida que la enfermedad progresa.

El tratamiento de los problemas motores en la enfermedad de Alzheimer puede incluir terapia


física y ocupacional para ayudar a mantener la movilidad y la independencia en la medida de lo
posible. También es importante asegurarse de que el entorno en el que vive la persona sea
seguro y esté adaptado para sus necesidades, para reducir el riesgo de caídas y lesiones.
Alucinaciones y delirios

Las alucinaciones y los delirios son síntomas comunes en personas con enfermedad de
Alzheimer avanzada. Las alucinaciones son percepciones sensoriales que no tienen base en la
realidad, como ver, oír o sentir algo que no está presente. Los delirios son creencias falsas o
irracionales que no están basadas en hechos o evidencia.

Estos síntomas pueden ser causados por cambios en el cerebro que afectan la percepción y el
pensamiento, así como por la ansiedad y la confusión asociadas con la enfermedad. También
pueden ser el resultado de la pérdida de conexiones neuronales en el cerebro que regulan la
percepción y el pensamiento.

El manejo de las alucinaciones y los delirios en personas con enfermedad de Alzheimer puede
incluir estrategias no farmacológicas, como la terapia conductual y la terapia ocupacional, que
pueden ayudar a reducir la ansiedad y la confusión y mejorar la calidad de vida de la persona.
En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar estos síntomas, pero esto debe
hacerse con precaución y bajo la supervisión de un médico, ya que algunos medicamentos
pueden tener efectos secundarios no deseados en personas mayores.

Es importante trabajar con un médico para abordar las alucinaciones y los delirios en personas
con Alzheimer, ya que estos síntomas pueden ser angustiantes tanto para la persona como para
los cuidadores.

DEMENCIA DE CUERPOS DE LEWY O PARKINSON

La demencia de cuerpos de Lewy (DCL) y la enfermedad de Parkinson son dos condiciones


relacionadas que afectan el sistema nervioso y pueden causar síntomas similares, incluida la
demencia. La DCL se caracteriza por la acumulación de cuerpos de Lewy en el cerebro, que son
depósitos anormales de proteínas. Mientras tanto, la enfermedad de Parkinson es un trastorno
neurodegenerativo que afecta el movimiento y puede provocar demencia en etapas avanzadas.

Ambas condiciones comparten síntomas como problemas de memoria, confusión, alucinaciones,


dificultades para realizar tareas cotidianas y cambios en el estado de ánimo. Sin embargo, la
DCL tiende a presentar síntomas cognitivos más prominentes en las primeras etapas, mientras
que la enfermedad de Parkinson se manifiesta principalmente con síntomas motores, como
temblores y rigidez.

Aunque son condiciones distintas, la DCL y la enfermedad de Parkinson a menudo se


superponen, lo que puede dificultar el diagnóstico preciso. El tratamiento para ambas
enfermedades generalmente se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del
paciente. Es importante consultar a un médico especialista para obtener un diagnóstico preciso
y un plan de tratamiento adecuado.

inicio de síntomas

Los síntomas iniciales de la demencia de cuerpos de Lewy (DCL) y la enfermedad de Parkinson


pueden variar, pero ambos trastornos comparten algunos signos comunes. Algunos de los
primeros síntomas de la DCL pueden incluir problemas de memoria, dificultades para prestar
atención, cambios en el estado de ánimo, alucinaciones visuales, problemas de sueño y
fluctuaciones en la alerta y la atención. Por otro lado, los síntomas iniciales de la enfermedad de
Parkinson suelen incluir temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos, problemas de
equilibrio y coordinación, y cambios en la escritura.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para obtener
un diagnóstico preciso. Ambas condiciones pueden ser difíciles de diagnosticar en las primeras
etapas, por lo que es fundamental buscar la opinión de un médico especialista en neurología.
Un diagnóstico temprano puede permitir un tratamiento más efectivo y una mejor gestión de los
síntomas.

progresión de la enfermedad

La progresión de la demencia de cuerpos de Lewy (DCL) y la enfermedad de Parkinson puede


variar de una persona a otra. En general, ambas condiciones son progresivas y empeoran con el
tiempo, aunque la velocidad de la progresión puede ser diferente en cada caso.

En la DCL, los síntomas cognitivos como la confusión, los problemas de memoria y las
alucinaciones suelen empeorar con el tiempo. Los síntomas motores, como la rigidez muscular y
los temblores, también pueden estar presentes, pero suelen ser menos prominentes que en la
enfermedad de Parkinson. La DCL también puede causar fluctuaciones en el estado de ánimo y
la alerta, lo que puede ser un desafío para los cuidadores y familiares.

En la enfermedad de Parkinson, los síntomas motores suelen empeorar con el tiempo, lo que
puede dificultar la realización de tareas cotidianas como vestirse, comer y caminar. La rigidez
muscular, los temblores y la lentitud de los movimientos pueden afectar la calidad de vida del
paciente. Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson también puede causar problemas
cognitivos y demencia.

Es importante tener en cuenta que la progresión de ambas condiciones puede ser diferente en
cada persona, y el tratamiento y la gestión de los síntomas pueden ayudar a retrasar la
progresión y mejorar la calidad de vida del paciente. Es fundamental trabajar con un equipo de
atención médica especializado en neurología para obtener un plan de tratamiento adecuado y
una atención integral.

problemas de memoria

Tanto la demencia de cuerpos de Lewy (DCL) como la enfermedad de Parkinson pueden causar
problemas de memoria. En la DCL, los problemas de memoria suelen ser uno de los síntomas
iniciales y pueden empeorar a medida que la enfermedad progresa. Los pacientes con DCL
pueden experimentar dificultades para recordar eventos recientes, olvidar conversaciones o
nombres, y tener dificultades para realizar tareas que requieren memoria, como seguir
instrucciones o recordar eventos pasados.

En la enfermedad de Parkinson, los problemas de memoria también pueden estar presentes,


pero suelen ser más prominentes en las etapas avanzadas de la enfermedad, cuando la
demencia se desarrolla como parte de la progresión de la enfermedad.

Es importante destacar que los problemas de memoria en ambas condiciones pueden ser
desafiantes tanto para el paciente como para sus cuidadores. Es fundamental buscar la atención
de un médico especialista en neurología para obtener un diagnóstico preciso y un plan de
tratamiento adecuado. El tratamiento puede incluir terapias cognitivas, medicamentos y
estrategias de manejo de la memoria para ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente y su
entorno.

cambios conductuales

Tanto la demencia de cuerpos de Lewy (DCL) como la enfermedad de Parkinson pueden estar
asociadas con cambios conductuales. En la DCL, los cambios conductuales pueden incluir
fluctuaciones en el estado de ánimo, irritabilidad, agitación, apatía, ansiedad y alucinaciones
visuales. Estos cambios pueden ser desafiantes tanto para el paciente como para sus
cuidadores y familiares.
En la enfermedad de Parkinson, los cambios conductuales también pueden manifestarse,
especialmente a medida que la enfermedad progresa. Los pacientes con Parkinson pueden
experimentar depresión, ansiedad, apatía, irritabilidad y cambios en la personalidad.

Es fundamental abordar estos cambios conductuales de manera integral, lo que puede incluir la
participación de un equipo multidisciplinario de atención médica, que puede incluir médicos,
neurólogos, psicólogos y trabajadores sociales. Además, el apoyo de los cuidadores y familiares
es crucial para ayudar a manejar estos cambios conductuales y mejorar la calidad de vida del
paciente. El tratamiento puede incluir terapias conductuales, medicamentos y estrategias de
manejo del comportamiento.

trastornos del sueño

Los trastornos del sueño son comunes en la demencia de cuerpos de Lewy (DCL) y la
enfermedad de Parkinson. Algunos de los trastornos del sueño que pueden estar presentes
incluyen:

1. Trastorno del comportamiento del sueño REM (RBD): En este trastorno, el paciente
actúa sus sueños de forma vívida y puede ser peligroso para ellos mismos y para sus
parejas. Pueden gritar, golpear o patear durante el sueño.
2. Insomnio: Dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido.
3. Somnolencia diurna excesiva: El paciente puede sentirse extremadamente somnoliento
durante el día, lo que puede afectar su capacidad para realizar actividades cotidianas.
4. Trastornos del ritmo circadiano: Los pacientes pueden experimentar cambios en sus
patrones de sueño, como despertarse temprano en la mañana o tener dificultades para
conciliar el sueño por la noche.

Estos trastornos del sueño pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del
paciente y de sus cuidadores. Es importante abordar estos problemas de sueño de manera
integral, lo que puede incluir cambios en el estilo de vida, terapias conductuales y, en algunos
casos, medicamentos.

Es fundamental trabajar con un médico especialista en neurología para evaluar y tratar los
trastornos del sueño de manera adecuada. El médico puede recomendar estrategias para
mejorar la higiene del sueño, terapias conductuales y, en algunos casos, medicamentos
específicos para tratar los trastornos del sueño asociados con la DCL y la enfermedad de
Parkinson.

problemas motores

La enfermedad de Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy (DCL) son trastornos


neurodegenerativos que pueden afectar significativamente la función motora de un paciente. Los
problemas motores que pueden estar presentes en ambas condiciones incluyen:

1. Temblor: El temblor es un síntoma común de la enfermedad de Parkinson y puede


afectar las manos, los brazos, las piernas y la cabeza.
2. Rigidez: La rigidez muscular es otra característica común de la enfermedad de
Parkinson y puede hacer que los movimientos sean lentos y difíciles.
3. Bradiquinesia: La bradiquinesia es una disminución en la velocidad y fluidez de los
movimientos.
4. Marcha inestable: La marcha inestable y la dificultad para mantener el equilibrio son
síntomas comunes de la enfermedad de Parkinson y pueden aumentar el riesgo de
caídas.
5. Dificultad para realizar tareas cotidianas: La enfermedad de Parkinson y la DCL pueden
afectar la capacidad de un paciente para realizar tareas cotidianas, como vestirse,
asearse y comer.

Es importante trabajar con un médico especialista en neurología para evaluar y tratar los
problemas motores de manera adecuada. El tratamiento puede incluir medicamentos para
mejorar la función motora, terapia física y ocupacional, y cambios en el estilo de vida para
mejorar la calidad de vida del paciente.

alucinaciones y delirios

Las alucinaciones y delirios son síntomas comunes en la demencia con cuerpos de Lewy (DCL)
y también pueden presentarse en la enfermedad de Parkinson, especialmente a medida que la
enfermedad progresa. Estos síntomas pueden ser desafiantes tanto para el paciente como para
sus cuidadores.

Las alucinaciones en la DCL y la enfermedad de Parkinson pueden involucrar la percepción de


cosas que no están presentes, como ver, escuchar o sentir cosas que no existen en la realidad.
Los delirios, por otro lado, son creencias falsas e irracionales que el paciente sostiene
firmemente, incluso cuando se les presenta evidencia en contrario.

Es fundamental abordar las alucinaciones y delirios de manera integral. El manejo de estos


síntomas puede incluir la participación de un equipo multidisciplinario de atención médica, que
puede incluir médicos, neurólogos, psicólogos y trabajadores sociales. El tratamiento puede
incluir el uso de medicamentos específicos para tratar los síntomas psicóticos, así como terapias
conductuales y estrategias de manejo del comportamiento.

Además, es importante brindar apoyo y educación a los cuidadores y familiares sobre cómo
manejar las alucinaciones y delirios de manera efectiva, lo que puede contribuir
significativamente a mejorar la calidad de vida del paciente.

respuestas a medicamentos

En el caso de la enfermedad de Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy (DCL), las


respuestas a los medicamentos pueden variar significativamente entre los pacientes. Algunos
pacientes pueden experimentar una mejoría significativa en sus síntomas motores y no motores
con ciertos medicamentos, mientras que otros pueden tener respuestas limitadas o experimentar
efectos secundarios no deseados.

En el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, los medicamentos más comúnmente


utilizados incluyen levodopa, agonistas de la dopamina, inhibidores de la MAO-B y
medicamentos anticolinérgicos. En el caso de la DCL, los médicos pueden recetar
medicamentos para tratar los síntomas motores y no motores, como las alucinaciones y delirios.

Es fundamental trabajar en estrecha colaboración con un médico especialista en neurología


para evaluar la respuesta del paciente a los medicamentos y ajustar el tratamiento de manera
adecuada. Los médicos pueden realizar ajustes en la dosis, cambiar los medicamentos o
introducir terapias complementarias para abordar los síntomas de manera más efectiva.

Es importante que los pacientes y sus cuidadores comuniquen cualquier cambio en la respuesta
a los medicamentos, así como cualquier efecto secundario experimentado, para que el médico
pueda tomar decisiones informadas sobre el tratamiento. Además, es fundamental seguir las
indicaciones del médico y no realizar cambios en la medicación sin su aprobación.

DEMENCIA VASCULAR
Inicio de síntomas
Los síntomas de la demencia vascular pueden aparecer de repente y progresar lentamente. Algunos

signos de la demencia vascular incluyen:

● Tener dificultad para realizar tareas que antes eran fáciles, cómo pagar facturas.

● Tener problemas para seguir instrucciones o aprender información o rutinas nuevas.

● Olvidarse de eventos actuales o pasados.

● Extraviar artículos.

● Perderse en rutas familiares.

● Tener problemas con el lenguaje, como no encontrar la palabra correcta o usar una palabra
incorrecta.

● Sufrir cambios en los patrones de sueño.

● Tener dificultad para leer y escribir.

● Perder interés en las cosas o las personas.

● Mostrar cambios en la personalidad, la conducta y el estado de ánimo, como depresión,


agitación y enojo.

● Tener alucinaciones o delirios (creer que algo es real cuando no lo es).

● Mostrar falta de juicio y pérdida de la capacidad para percibir peligros.

Los síntomas pueden depender del tamaño, la ubicación y la cantidad de áreas dañadas del cerebro.

Progresión de la enfermedad

En la demencia vascular se pueden distinguir tres etapas importantes (media, temprana y avanzada),

pero cada paciente es diferente y existen otras clasificaciones con más etapas para conseguir una

mayor precisión en cuanto a los síntomas.

Generalmente los síntomas son agudos y luego empeoran gradualmente. Es posible que durante un

cierto período de tiempo (incluso años) la condición del paciente se mantenga estable o incluso

mejore, pero a medida que pasa el tiempo, la demencia definitivamente empeorará.


Problemas de memoria

Las primeras en verse afectadas son la memoria pública y la memoria anterógrada y las

últimas la autobiográfica y la semántica.

Cambios conductuales

➔ Algunos de los cambios conductuales comunes incluyen:

➔ Cambios en la personalidad:

➔ Irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, como depresión o ansiedad, falta de inhibiciones

sociales,

➔ Desinhibición:

➔ Conductas impulsivas o inapropiadas, Falta de juicio en situaciones sociales, comentarios o

acciones socialmente inaceptables.

Agitación y agresión:

➔ Agresión verbal o física,

➔ inquietud constante, respuestas exageradas a situaciones cotidianas.

Apatía:

➔ Falta de interés o motivación, pérdida de iniciativa, reducción en la participación en

actividades previas.

Problemas en la toma de decisiones:

➔ Dificultades para tomar decisiones razonadas, juicio deteriorado, falta de conciencia de los

propios déficits.

Cambios en la marcha y la movilidad:

➔ Dificultades para caminar de manera segura, problemas de coordinación motora, mayor

riesgo de caídas.

Problemas de comunicación:
➔ Dificultades para encontrar las palabras adecuadas, problemas para seguir o participar en

conversaciones, disminución de la capacidad para expresar pensamientos.

Cambios en los hábitos alimenticios:

➔ Pérdida de apetito, problemas para reconocer alimentos o utensilios, dificultades para tragar.

Trastornos del sueño

Insomnio:

➔ Dificultad para conciliar el sueño.

➔ Despertares frecuentes durante la noche.

➔ Problemas para volver a dormir después de despertar.

Fragmentación del sueño:

➔ Sueño interrumpido con despertares frecuentes.

➔ Periodos de sueño ligero.

➔ Dificultad para mantener un sueño continuo.

Somnolencia diurna excesiva:

➔ Tendencia a quedarse dormido durante el día.

➔ Fatiga constante.

➔ Puede deberse a interrupciones en el sueño nocturno.

Trastorno del comportamiento del sueño REM (RBD):

➔ Movimientos físicos violentos o agresivos durante el sueño.

➔ Hablar o gritar durante el sueño.

➔ Puede aumentar el riesgo de lesiones durante la noche.

Inversión del ritmo sueño-vigilia:


➔ Dificultad para distinguir entre el día y la noche.

➔ Mayor actividad y agitación durante la noche.

➔ Somnolencia durante el día.

Apnea del sueño:

➔ Interrupciones en la respiración durante el sueño.

➔ Ronquidos fuertes.

➔ Puede contribuir a problemas cognitivos y aumentar la fatiga diurna

problemas motores

La demencia vascular puede afectar los sistemas motores y llevar a una variedad de problemas

motores. Estos problemas pueden variar según la ubicación y la extensión de los daños cerebrales

causados por la falta de flujo sanguíneo al cerebro. Algunos de los problemas motores comunes

asociados con la demencia vascular incluyen:

Dificultades en la marcha y equilibrio:

Inestabilidad al caminar, marcha lenta y arrastrada, mayor riesgo de caídas.

Problemas de coordinación motora:

dificultades para coordinar movimientos precisos, pérdida de destreza manual, problemas para

realizar tareas que requieren coordinación.

Rigidez muscular:

Rigidez en los músculos, especialmente en las extremidades, dificultad para realizar movimientos

fluidos, puede afectar la capacidad para realizar actividades diarias,

Temblor:

Movimientos involuntarios y rítmicos en las extremidades, puede afectar la escritura, la alimentación

y otras actividades,
Debilidad muscular:

Pérdida de fuerza en los músculos, dificultad para levantar objetos o realizar actividades que

requieren fuerza, puede llevar a la fatiga rápida.

Problemas con la deglución:

➔ Dificultades para tragar, conocido como disfagia.

➔ Mayor riesgo de aspiración, lo que puede llevar a infecciones respiratorias.

Apraxia:

➔ Dificultades para realizar movimientos intencionados a pesar de la preservación de la fuerza

y la sensación.

➔ Problemas para realizar tareas motoras complejas.

➔ Problemas oculares:

➔ Alteraciones en la visión.

➔ Dificultades para enfocar objetos.

➔ Problemas con la coordinación ojo-mano.

Alucinaciones y delirios

Las alucinaciones y delirios son síntomas que pueden presentarse en algunas personas que sufren

de demencia vascular. Estos síntomas pueden ser particularmente desafiantes para los afectados y

sus cuidadores.

Alucinaciones:

Definición: Las alucinaciones son percepciones sensoriales que no tienen una base en la realidad.

Pueden involucrar la vista, el oído, el tacto u otros sentidos.

Ejemplos: Ver personas, animales o objetos que no están presentes, escuchar voces o sonidos

inexistentes, sentir sensaciones táctiles sin estímulo externo.

Delirios:
Definición: Los delirios son creencias falsas y persistentes que no se basan en la realidad. Pueden

abordar diversos temas, como persecución, celos, identidad equivocada, entre otros.

Ejemplos: Creer que alguien está robando, que hay conspiraciones en su contra, que se encuentra

en un lugar diferente al real, etc.

Respuestas a medicamentos

El tratamiento farmacológico de la demencia vascular está dirigido principalmente a gestionar los

síntomas y abordar algunas de las complicaciones asociadas, ya que la demencia vascular en sí

misma no tiene una cura farmacológica específica. La respuesta a los medicamentos puede variar

según la persona y la etapa de la enfermedad.

Inhibidores de la colinesterasa:

Medicamentos como donepezilo, rivastigmina y galantamina se utilizan para tratar los síntomas

cognitivos en la demencia vascular y en otros tipos de demencia. Estos medicamentos pueden tener

un impacto modesto en la mejora de la función cognitiva y en la gestión de los síntomas

conductuales.

Memantina:

La memantina es otro medicamento que se utiliza en el tratamiento de la demencia vascular. Actúa

de manera diferente a los inhibidores de la colinesterasa y está destinado a tratar los síntomas

moderados a graves de la enfermedad.

Medicamentos para controlar la agitación y la agresión:

En casos de agitación, agresión u otros problemas de comportamiento, se pueden prescribir

medicamentos antipsicóticos, aunque se debe tener precaución debido a los posibles efectos

secundarios y al riesgo de complicaciones, especialmente en personas mayores.

Medicamentos para controlar los trastornos del sueño:

Si la demencia vascular está causando problemas de sueño, se pueden recetar medicamentos

específicos para tratar la dificultad para conciliar el sueño o la somnolencia diurna excesiva.

También podría gustarte