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Introducción

Con la realización del siguiente trabajo se quiere dar a conocer aspectos relacionado con el
sistema autónomo simpático y parasimpático del sistema nervioso para lograr una
explicación clara de su papel en las conductas simples.
Como el Alzheimer afecta parte del cerebro, siendo el hipocampo una de las principales
áreas afectadas por esta enfermedad.
PATOGENIA Y TRATAMIENTOS ACTUALES DE LA ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro


cognitivo y trastornos conductuales; Algunos de los síntomas son pérdida de memoria,
cambios de estado de ánimo, problemas de atención y orientación. En un cerebro con
Alzheimer se produce una importante pérdida neuronal; siendo el hipocampo la principal
área afectada a causa de esta enfermedad. Por esta razón, en las fases iniciales de la
enfermedad, las personas con Alzheimer suelen tener dificultades para recordar cosas que
han sucedido recientemente o para retener nueva información.
La enfermedad del Alzheimer se caracteriza por cambios neuropatológicos degenerativos
progresivos, con un deterioro global asociado del funcionamiento cognitivo y la
personalidad. Los síntomas empeoran con el tiempo y la enfermedad es mortal. La
neuropatología de la EA es muy compleja y aún no está del todo esclarecida. Existen
numerosas hipótesis que intentan explicar los mecanismos patológicos de la enfermedad.
La hipercolesterodemia se considera un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer.
Además, se piensa que numerosos agentes ambientales que incluyen metales como, el
aluminio, mercurio, plaguicidas, factores dietéticos y daños en el cerebro pueden contribuir
a la aparición de la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer (EA) se ha convertido en un grave problema de salud pública
por la inmensa carga sobre el individuo, la familia, la comunidad y el costo de los recursos
de atención de salud que requieren los pacientes aquejados. Afecta al 2 % de la población
de los países industrializados. Según datos recientes, más del 10 % de la población mayor
de 65 años y el 50 % de la población mayor de 85 años sufre de esta enfermedad. Se espera
que hacia el 2040 haya 80 millones de nuevos casos cada año.
El Alzheimer es una enfermedad del sistema nervioso que hasta el momento no tiene cura.
Se prevé que en las próximas décadas aumente el número de casos. Actualmente se
continúa investigando acerca de esta enfermedad y el desarrollo de tratamientos apropiados.
Estas estrategias están dirigidas a ralentizar el progreso de la enfermedad y mantener la
calidad de vida del paciente. Sin embargo, no hay tratamiento eficaz para detener la
progresión de la Enfermedad del Alzheimer.
Aunque la etiología exacta sigue siendo un misterio, el diagnóstico definitivo sólo puede
hacerse después de la muerte y los tratamientos actuales sólo pueden retrasar la progresión
de la enfermedad temporalmente. La edad, el género femenino, bajo nivel educativo y
ocupacional, lesiones previas en la cabeza, apnea del sueño, terapia del sueño, terapia de
reemplazo estrogénica y factores de riesgo vasculares, tales como la diabetes, el
hipercolesterolemia y la hipertensión, todos estos han sido considerados como causales de
la enfermedad de Alzheimer.
Para el diagnóstico de la enfermedad del Alzheimer no existe un test premorten, sino que se
basa en la historia y observación clínica del profesional de la salud más la información
referida por la familia del paciente. Hasta el momento solo se ha logrado aproximar la
certeza del diagnóstico en un 85%, pero el definitivo debe hacerse con pruebas histológicas
sobre tejido cerebral, generalmente obtenido en la autopsia.
Tampoco hay intervenciones terapéuticas establecidas que ayuden a detener la progresión o
revertir el deterioro neuronal causado por la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo,
existen fármacos aprobados por FDA (food and Drug administration, EE.UU.) que detienen
o ralentizan temporalmente el deterioro cognitivo, funcional y conductual, como es el caso
de, Donezepilo, rivastigmina y galantamina, que han sido efectivos en el mejoramiento
cognitivo y estabilizan las funciones físicas de los pacientes con EA leve a moderada.
También existen otros medicamentos que ayudan a los pacientes a mejorar su calidad de
vida, sin embargo, la eficacia de estos dura muy poco, aproximadamente un año y solo en
la mitad de los pacientes a los cuales se les prescribe.
Hablar de este tema nos parece de suma importancia debido a que en muchas ocasiones la
enfermedad de Alzheimer y cualquier forma de demencia, desgraciadamente, aún conlleva
cierto estigma social, contribuyendo a que la vivencia aún sea más complicada para todos
los que conviven diariamente con ella. Si queremos tratar a las personas afectadas con
naturalidad y respeto, y eliminar las barreras y prejuicios asociados a estas enfermedades,
que todavía persisten, es importante emplear un lenguaje positivo cuando hablemos de
ellas.
Conclusión

A través de la realización del anterior trabajo, luego de un análisis y construcción a partir


de diversas fuentes, se pudo ampliar el conocimiento acerca de las diferentes enfermedades
que afecta el cerebro.
Entender que las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer se enfrenten
diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades
habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre la calidad de vida de los
pacientes y de sus familiares. 

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