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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA

LA MOLINA

FACULTAD DE CIENCIAS - DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE QUÍMICA

CURSO: QUÍMICA AMBIENTAL - LABORATORIO

INFORME DE LABORATORIO N° 9

Título de la práctica: Determinación de cloro residual y de la demanda de cloro.

Integrantes:

APELLIDOS Y NOMBRES DEL GRUPO CÓDIGO

Beuzeville Calderón, Alexandra 20210670

Cerna Chiroque, Pedro 20210682

Mejía Pineda, Rosalinda 20210703

Ulloa Cavero, Ana Lucía 20210723

N° de grupo: 2

Profesor de laboratorio: Diego Alonso Suárez Ramos

Fecha del experimento: 9 de Junio del 2023

Fecha de entrega del informe: 16 de Junio del 2023

LA MOLINA - LIMA - PERÚ


I. OBJETIVOS
1. Objetivo general

● Comparar la concentración de cloro residual en muestras de agua


recolectadas de diferentes distritos de Lima.

2. Objetivos específicos

● Determinar la concentración de cloro de una muestra de lejía de la marca


Clorox.

● Determinar la concentración de cloro libre disponible en las muestras de


agua de cada uno de los distritos mediante el método de titulación
yodométrico.

● Analizar los indicadores de alto y bajo contenido de cloro residual en el


conjunto de muestras.

II. MARCO TEÓRICO


1. Química de la cloración

El cloro se usa como agente desinfectante en forma de cloro libre o como


hipocloritos donde actúa como un potente agente oxidante que se disipa de forma
rápida si no se usa en cantidades superiores a la demanda de cloro. Por ello, la
demanda de cloro de las reacciones debe quedar satisfecha antes de que quede
disponible para llevar a cabo la desinfección.

El cloro molecular reacciona con el agua de la siguiente forma con el agua


para formar ácidos hipocloroso y clorhídrico:

Figura 1. Reacción del cloro con el agua.

Fuente: Sawyer et al. (2001)

El cloro tiende a disminuir el pH, mientras que los hipocloritos tienden a


aumentarlo.

1.1. Reacciones con las impurezas en el agua

Ambos, el cloro y el ácido hipocloroso reaccionan con una gran


variedad de materiales, especialmente con agentes reductores, como el
2+ 2+ −
amoniaco, 𝐹𝑒 , 𝑀𝑛 y el 𝑁𝑂2 y los materiales húmicos de origen natural,
siendo con éstos últimos que forma varios productos halogenados.
Figura 2. El ion amonio existiendo en equilibrio con el amoniaco y el ion
hidrógeno.
Fuente: Sawyer et al. (2001)

El amoniaco reacciona con el ácido hipocloroso, con una velocidad


de reacción dependiente del pH y la temperatura, para dar paso a
monocloraminas y dicloramidas con gran poder desinfectante, de la siguiente
manera:

Figura 3. Formación de monocloramidas, dicloraminas y tricloraminas.


Fuente: Sawyer et al. (2001)

El cloro puede reaccionar también con otros halógenos en agua,


como con bromuro:

Figura 4. Formación de ácido hipobromoso a partir de ácido hipocloroso y


bromuro.
Fuente: Sawyer et al. (2001)

El ácido hipobromoso también es un desinfectante, pero al


reaccionar más rápidamente que el cloro, tener bromo en una muestra de
agua equivale a resultados donde el cloro parece más reactivo.

El cloro puede reaccionar con fenoles para producir mono-, di- o


triclorofenoles que dan sabor y olor al agua.

El problema de usar cloro como desinfectante son las reacciones


colaterales en las que se ve involucrado, sobre todo con agentes reductores,
formando numerosos compuestos orgánicos clorados que causan
preocupación por sus efectos en la salud. Por ejemplo, los trihalometanos
3
(𝑇𝐻𝑀) , como cloroformos, bromodiclorometano, dibromoclorometano, etc,
que se sospecha son carcinógenos humanos. Pero, la parte positiva es que
es el único método de desinfección reconocido que es capaz de formar
residuales protectores dentro del sistema de distribución para evitar
contaminación bacteriana inadvertida.

Según Jenkins et al. (2002) nos menciona que las soluciones acuosas de
cloro no son estables en luz solar debido a que la radiación en la región
ultravioleta recibida proporciona energía para que reaccione el cloro con
agua de la siguiente forma:
Figura 5. Reacción del cloro con agua
Fuente: Jenkins et al (2002)

1.2. Cloro residual

1.2.1. Cloro residual total

Se usa el método de almidón-yoduro, basado en la


capacidad oxidante del cloro residual libre y combinado para
convertir el yoduro a yodo libre. Esto se logra titulando con tiosulfato
de sodio y usando de indicador al almidón que formará un complejo
azul con el yodo.

Figura 5. Prueba del cloro residual


Fuente: Sawyer et al. (2001)

Hay que tener cuidado porque cualquier oxidante actúa


como interferencia, siendo los más comunes el manganeso con
valencias por encima de dos y los nitritos.

Hay una diferencia de poder desinfectante entre el cloro


residual libre y el cloro residual debido a cloraminas. Antes de tener
esto en cuenta se usaban métodos de medición de cloro total, pero
ahora ya hay métodos que permiten la medición de las formas libre y
combinada.
Figura 6. Curva de cloro residual que muestra el punto de quiebre típico,
siendo el contenido de nitrógeno amoniacal del agua de 1.0 mg/L.
Fuente: Sawyer et al. (2001)

2. Demanda de cloro

Como se ha mencionado previamente, al añadir cloro al agua se espera que


presente poder desinfectante. Sin embargo, antes de ello reacciona con la materia
orgánica y los agentes reductores disueltos en el agua. Por ello, la cantidad de cloro
que se agrega al agua debe ser suficiente para satisfacer las reacciones con materia
orgánica y dichos iones reductores, a esto se le conoce como demanda de cloro, y la
cantidad de cloro para posteriormente eliminar microorganismos (poder
desinfectante) es llamado cloro residual (Anónimo, 1998).

Por lo tanto, para determinar la dosis de cloro necesaria para desinfectar, es


fundamental calcular la demanda de cloro como se muestra a continuación:

Demanda de cloro = Dosis de cloro - Cloro residual

3. Curvas de dosificación cloro-cloro residual

3.1. Sin presencia de amoniaco

Si se tiene un recipiente de agua libre de amoniaco y se le va añadiendo


cloro, al inicio este cloro va a ser consumido para reaccionar con la materia
orgánica en el agua, pero una vez que se excede esta demanda, el cloro
residual es igual la dosis de cloro (HachLange, 2014). Por ello, se grafica una
recta con pendiente de 1.
Figura 7. Gráfica de la dosis de cloro (Ds) vs. cloro residual (rs).
Fuente: HachLange (2014).

3.2. Curva de cloraminación (reacción cloro-amoniaco)

Al agregar cloro a un recipiente de agua que contiene amoniaco, primero, se


consume la cantidad de cloro que reacciona con los agentes reductores.
Luego, el cloro procede a reaccionar con el amoniaco formando
monocloraminas, dicloraminas y tricloraminas. Después, continúa con la
destrucción de dichas cloraminas gracias al ácido hipocloroso, el cual actúa
de la siguiente manera:

2 NH2 + HClO → N2 + H2O + 2 HCl

En esta sección del gráfico se visualiza una pendiente negativa, lo que indica
que el poder desinfectante disminuye. Posterior a ello, se alcanza un punto
de ruptura, y es a partir de aquí que se cuantifica el cloro residual (Anónimo,
1998).

Figura 8. Curvas de cloraminación.


Fuente: Anónimo (1998).

4. Determinación de la demanda de cloro


Según Suárez (2022):

1. Tomar 10 fiolas de 100 mL cada una y añadirle un 2, 2.5, 3, 3.5, 4, 4.5 mL de


la solución estandarizada de cloro respectivamente.
2. Enrasar cada fiola.
3. Agitar y dejar en reposo a oscuras durante 1 hora.
4. Determinar el cloro residual mediante el método yodométrico.

Para el cálculo de la demanda de cloro los resultados obtenidos deberán


cumplir con los siguientes criterios:
a) rs < Ds - 1.4*Rmín
b) rs > Rmín
c) Rmín ≥ 1 mg/L

Donde:
rs: cloro residual (mg/L)
Ds: dosis de cloro (mg/L)
Rmín: cloro residual mínimo (mg/L)

Cabe destacar que el pH también influye en la medida de la demanda de


cloro, puesto que en aguas donde el pH se encuentra entre 6 y 7.5, se permite una
proporción de ácido hipocloroso y cloro libre entre 50-95%. A diferencia de las aguas
blandas con pH alto, donde son necesarias mayores dosis de cloro ya que disminuye
el poder desinfectante del ión hipoclorito (Universidad Politécnica de Cataluña, 2007).

5. Normativa peruana

Tabla 1.

Parámetros bacteriológicos, parasitológicos y físicos.

Fuente: Ministerio de Salud. (2010)

Se recomienda el uso de los métodos de Comparador colorimétrico o de N.N. Dietil


-p-fenilendiamina (DPD1) para determinar el cloro residual libre.

III. RESULTADOS
1. Cloro residual

Tabla 2
Determinación de cloro residual por distritos.
Concentración
Molaridad de Volumen gastado Volumen de
Mesa Distritos 2− 2− estimada de 𝐶𝑙2
𝑆2 𝑂3 de 𝑆2 𝑂3 (ml) muestra (ml)
residual (ppm)

1 La Molina 0.01 0.05 100 0.18

2 San Borja 0.01 0.3 100 1.06

3 Lurín 0.01 0.1 100 0.35

4 Villa María 0.01 0.2 100 0.74

5 La Molina 0.01 0.2 100 0.88

6 La Molina 0.01 0.1 100 0.35

Figura n. Gráfico de barras del cloro residual según los distritos evaluados.
Fuente: Elaboración propia (2023).

Tabla 3
Recopilación de datos de lejía comercial

Marca Clorox

Porcentaje masa/masa 4%

Densidad 680/639 g/ml

Porcentaje masa/volumen 42.6%

Concentración de 𝐶𝑙2 40536.8 ppm

Tabla 4
Cálculo de la dilución de lejía
Concentración inicial Concentración diluida Volumen a extraer
Volumen de fiola
de botella de lejía
aprox de 𝐶𝑙2 ppm aprox de 𝐶𝑙2 ppm (mL)
(mL)

40536.8 100 1000 2.47

2. Demanda de cloro

Tabla 5
Datos del experimento de demanda de cloro

Volumen a
Conc. diluida
Conc. de Cl2 Volumen de extraer de conc.
Mesa estándar de
(ppm) fiola (mL) diluida estándar
Cl2 (ppm)
de Cl2 (mL)
1 40536,8 2 100 2
2 40536,8 2,5 100 2,5
3 40536,8 3 100 3
4 40536,8 3,5 100 3,5
5 40536,8 4 100 4
6 40536,8 4,5 100 4,5

Fuente: Elaboración propia (2023).

Tabla 6
Determinación de la demanda de cloro

Dosis Cl residual Demanda


Mesa Ds - 1,4*Rmín
(mg/L) (mg/L) Ds-rs
1 2 1,24 0,76 0,60
2 2,5 0,89 1,61 1,10
3 3 1,772 1,228 1,60
4 3,5 1,595 1,905 2,10
5 4 0,709 3,291 2,60
6 4,5 1,595 2,905 3,10
Nota: Considerando un Rmín = 1 mg/L

Fuente: Elaboración propia (2023).


Figura 9. Gráfica de cloración.
Fuente: Elaboración propia (2023).

IV. DISCUSIONES
1. Cloro residual

En la tabla N°2 se puede observar los resultados de la concentración estimada de


CL2 residual en ppm para los distritos de La Molina, San Borja, Lurín y. Villa Maria. En
particular se registraron dos valores diferentes para el distrito de La Molina, con
concentraciones de cloro residual de 0.18 ppm, 0.88 ppm y 0.35 ppm. Esta discrepancia
podría deberse a diferentes factores, como la ubicación en donde se tomó la muestra dentro
del distrito, errores en la precisión al momento de realizar la titulación yodométrica o las
características de la fuente de origen del agua. Con respecto a las fuentes de origen del
agua, por ejemplo, las fuentes de agua subterráneas, como pozos o acuíferos, pueden tener
características diferentes en términos de contenido mineral y presencia de contaminantes.
Las fuentes de agua superficiales, como ríos o lagos, también pueden presentar variaciones
en la calidad debido a la influencia de actividades humanas y la exposición a agentes
contaminantes. Es importante investigar más a fondo esta variación para garantizar una
desinfección efectiva y consistente en todo el distrito.

En primer lugar, es fundamental tener en cuenta los estándares y regulaciones


establecidos por organizaciones de salud y organismos reguladores. El ministerio de Salud
(2010) establece mantener una concentración de cloro residual de al menos 0.5 ppm en el
punto de consumo para asegurar una desinfección efectiva. De este modo, podemos
observar en la tabla N°2 que en el distrito de San Borja se registra una concentración de
cloro residual de 1.06 ppm, lo cual se encuentra dentro de los límites establecidos por el
Ministerio de Salud. Esto indica una buena dosificación de cloro y una desinfección adecuada
en este distrito.

En el distrito de Lurín, se encontró una concentración de cloro residual de 0.35 ppm.


Esta cifra indica que existe cloro disponible para la desinfección, aunque no cumpliría con el
valor mínimo de 0.5 mg/L establecido por DIGESA; por lo que sería necesario monitorear
cuidadosamente esta concentración para garantizar una protección adecuada contra
microorganismos nocivos y una buena calidad del agua. Además, es posible que se
requieran ajustes en los procesos de tratamiento del agua para mantener niveles óptimos de
cloro residual más altos en el distrito.
Por otra parte, la concentración estimada de cloro residual en Villa María fue de 0.74
ppm. Este valor sugiere una presencia adecuada de cloro para la desinfección del agua. No
obstante, tal como en los casos anteriores, sería importante realizar un proceso de
supervisión de los procesos de tratamiento de agua para controlar mejor las cantidades de
cloro residual para garantizar la calidad y seguridad del agua potable.

En síntesis, los resultados de la tabla N°2 nos indica que en algunos distritos se
encuentran niveles adecuados de cloro residual, mientras que en otros distritos no se cumple
con el valor mínimo para el parámetro de cloro residual; por tanto, sería necesario realizar
ajustes en los procesos de tratamiento del agua para garantizar una desinfección efectiva y
segura.

2. Demanda de cloro

Se espera que la demanda de cloro sea constante debido a que se trata de la misma
muestra. No obstante, el cloro residual (rs) puede variar por la demanda de cloro que ejerce
la formación del grupo de las cloraminas. Pero como nuestro estudio tiene un rango de dosis
de cloro de 2 a 4.5 mg/l, entonces se espera que el cloro residual aumente a medida que se
administre una mayor dosis de cloro. Sin embargo, al analizar los resultados del experimento
(Tabla 5), se evidencian inconsistencias que indican la presencia de errores. Por ejemplo, se
puede inferir que existe una relación proporcional entre la dosis administrada de cloro y los
niveles de cloro residual; sin embargo, los resultados muestran fluctuaciones irregulares sin
razón alguna. Esto podría atribuirse a posibles errores de titulación durante el proceso
experimental, donde se podrían haber agregado más gotas de tiosulfato de sodio de lo
necesario. Este exceso de tiosulfato de sodio podría haber ocasionado una sobreestimación
de los niveles de cloro residual en ciertos grupos de muestras.

Al analizar la Figura 9, se observa que su comportamiento no es similar a la figura 7


(gráfica de cloración) ni a la figura 8 (curva de aminocloración). Sin embargo, podría parecer
que existe alguna similitud con la figura 8 debido a la presencia de curvas. No obstante, esta
suposición es altamente improbable por dos razones fundamentales. En primer lugar, de
acuerdo al estudio de Mejia, et al. (2022), la curva de aminocloración se observa en un rango
de dosis de cloro mayor al utilizado en nuestro estudio. Mientras ellos realizaron el análisis
en un rango de 2 a 12 mg/L de cloro añadido (Anexo 1), nosotros nos restringimos a un
intervalo de 2 a 4.5 mg/L. Este intervalo tan estrecho dificulta la posibilidad de observar el
comportamiento descrito en la figura 8. En segundo lugar, al interpretar la figura 3, se aprecia
un patrón poco coherente. Inicialmente, se observa una demanda de cloro debido a la
presencia de varios compuestos que requieren ser oxidados. Luego, la demanda disminuye
para luego volver a aumentar, lo cual carece de sentido. Por lo tanto, podemos concluir que
no se trata de una curva de aminocloración. Una vez más, el problema radica en los datos
irregulares que no siguen un comportamiento definido.

Es así como se eliminan los datos que no cumplieron con los criterios establecidos
para obtener una demanda representativa. Considerando que el cloro residual mínimo
(Rmín) establecido es de 1 mg/L, se descartaron los valores correspondientes a la mesa 2 y
5 (marcados en rojo). Además, siguiendo la segunda condición establecida (rs < Ds -
1.4*Rmín), se excluyeron los valores de la mesa 1 y 3 (marcados en azul). Como resultado,
los datos de cloro residual se limitaron a los de la mesa 4 y 6, siendo necesario eliminar los
datos de la sexta (marcados en anaranjado). Esto se debe a que los niveles de cloro residual
en la mesa 4 y 6 no pueden ser iguales, ya que se espera que el de la mesa 6 sea mayor
debido a la mayor dosis de cloro aplicada. Por todo ello, la demanda de cloro sería 1.905
mg/L, ya que es el único que cumple con todas las condiciones.

Finalmente, al considerar los datos de cloro residual de todos los grupos (Tabla 5), se
puede observar que todos ellos superan el valor mínimo de 0.5 establecido por la DIGESA.
Este valor mínimo garantiza que el agua esté suficientemente desinfectada y sea segura
para su consumo.
V. CONCLUSIONES
● En conclusión, en base al experimento de cloro residual el distrito de San Borja
presentó un alto contenido de cloro residual, ya que su concentración fue mayor al
resto de muestras de agua de los distritos de La Molina,Villa María y Lurín.

● Los resultados nos indican errores significativos respecto a la relación esperada de


dosis de cloro y los niveles de cloro residual. Estos errores pudieron deberse a
impresiones en el proceso de titulación yodométrica, en que el exceso de volumen
de tiosulfato (valorante), pudo haber influido en una sobreestimación de los niveles
de cloro residual en algunos grupos de muestras.

● La falta de consistencia en los resultados y la probabilidad de errores de titulación


dificultan la obtención de una curva representativa de las muestras frente a las dosis
de cloro seleccionadas. Estos factores podrían investigarse a mayor profundidad
para obtener explicaciones más precisas acerca de los valores obtenidos en el
experimento.

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Anónimo (1998). Cloración de agua potable. ITC dosing pumps.
https://www.itc.es/wp-content/uploads/article-Cloracion_agua_potable-ES.pdf

HachLange (2014, 17 de septiembre). Explicación sobre la curva de cloro y cloraminación


[Video]. Youtube. https://youtu.be/Jtbi-tr3D4Q

Mejía, L., Cornejo, K., Salas C., Valverde P. (2022). Construcción de una curva de demanda
de cloro en la planta potabilizadora San Cristóbal, Cantón Paute.
https://www.dspace.espol.edu.ec/handle/123456789/54244

Ministerio de Salud (2010). Guía Técnica para la Implementación, Operación y


Mantenimiento del "Sistema de Tratamiento Intradomiciliario de Agua para Consumo
Humano - MI AGUA”Guía Técnica para la Implementación, Operación y
Mantenimiento del "Sistema de Tratamiento Intradomiciliario de Agua para Consumo
Humano - MI AGUA”.
http://www.digesa.minsa.gob.pe/publicaciones/descargas/Guia%20Tecnica%20MI%2
0AGUA.pdf

Suárez, D. (2022) Guía de laboratorio de química ambiental 2022-II. Universidad Nacional


Agraria La Molina.

Universidad Politécnica de Cataluña (2007). Gestión de la calidad del agua.


https://ambientonline.es/wp-content/uploads/2021/07/Edicion-GQA-2006-07.pdf#pag
e=23
VII. ANEXOS
Anexo 1: Curva de demanda de cloro en la planta de tratamiento “El Descanso”.

Fuente: Mejia, et al. (2022).

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