Está en la página 1de 77

Andrea S.

Netri DE NUESTRO SELLO

CARBONE CARLOS A.
La prueba penal ante la coerción del

Caducidad
imputado. Un estudio jurisprudencial
El imputado y la coerción penal ante
los fines del proceso. El art. 18 de la
CN: ¿tótem y tabú? El imputado como
medio de prueba. Identificación

de Instancia dactiloscópica. Exámenes médicos.


Reconocimiento de personas.
128 págs.

GHERSI - WEINGARTEN
Un Instituto Siempre Vigente Código Civil
Análisis jurisprudencial. Comentado,
concordado y anotado. 2a edición.
5 Tomos - 4212 págs.

♦ REQUISITOS DE LA CADUCIDAD ♦ PROCEDIMIENTO GHERSI - WEINGARTEN


Código de Comercio
PARA LA DECLARACIÓN DE CADUCIDAD ♦ TRÁMITE DEL
Análisis jurisprudencial. Comentado,
PEDIDO DE CADUCIDAD ♦ INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO
concordado y anotado. Normas
FISCAL ♦ CADUCIDAD Y RECONVENCIÓN ♦ CADUCIDAD DEL complementarias: Leyes de
INCIDENTE DE CADUCIDAD ♦ COSTAS ♦ RESPONSABILIDAD Seguros, Concursos y Sociedades.
5 Tomos
DE LOS ABOGADOS POR LA DECLARACIÓN DE CADUCIDAD

♦ RECURR1BILIDAD DE LA CADUCIDAD

PRÓLOGO DEL DR. JORGE W. PEYRANO

NOVA TESIS
EDITORIAL JURIDICA S.R.L.
MONTEVIDEO 2020
TE. 0341-4487160
www.novatesis.com.ar
2000 - ROSARIO
EDITORIAL JURIDICA QANTTA KF _ ARCPMTTKA
Caducidad de Instancia
Andrea Susana Neto

Caducidad
de Instancia
Un Instituto Siempre Vigente

♦ REQUISITOS DE LA CADUCIDAD ♦ PROCEDIMIENTO


PARA LA DECLARACIÓN DE CADUCIDAD ♦ TRÁMITE DEL

PEDIDO DE CADUCIDAD ♦ INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO

FISCAL ♦ CADUCIDAD Y RECONVENCIÓN ♦ CADUCIDAD DEL

INCIDENTE DE CADUCIDAD ♦ COSTAS ♦ RESPONSABILIDAD


DE LOS ABOCADOS POR LA DECLARACIÓN DE CADUCIDAD

♦ RECURRIB1LIDAD DE LA CADUCIDAD

Prólogo del Dr. Jorge W. Peyrano

EDITORIAL JURÍDICA
NOVA TESIS
Netri, Andrea
Caducidad de instancia - 1- ed. - Rosario : Nova Tesis Editorial
Jurídica, 2007.
152 p. ; 23x16 cm.

ISBN N° 978-987-635-002-0 A mis padres, Mario Netri y Susana Z.eano,


por hacerme quien soy y darme fuerzas
1. Derecho Civil. I. Título para encarar este proyecto.
CDD 346
A mis hermanas, Arianay Cecilia, por creer
Fecha de catalogación: 03/10/2007 siempre en mí.

A mi esposo, Mariano Busso, por estar a mi lado.

Y al coautor de este libro, quien durante toda


su elaboración estuvo en mi panza y me daba
empujoncitos cuando me sentía cansada,
al amor de mi vida, mi hijo Bautista Santiago.

© Copyright by
NOVA TESIS Editorial Jurídica S.R.L.
Montevideo 2020. T. E. 0341 - 448 - 7160
2000 - Rosario, Santa Fe.
Argentina.

La composición y armado
se realizó en NOVA TESIS,
en el mes de octubre de 2007.

Hecho el depósito que marca la ley 11.723.


Derechos Reservados.
Prohibida su reproducción total o parcial.

Impreso en Argentina.
PRÓLOGO

Sabido es que un prologuista es un crítico elegido por el au­


tor para que analice, sumariamente, su obra. Se trata, entonces, de
un crítico que puede ser sospechado porque si se lo ha elegido fue,
posiblemente, en razón de algún vínculo amistoso.
En lo que me atañe, digo que he sido prologuista muchas
veces y no siempre se me ha elegido por mis vínculos con el autor.
Confieso, además, que he procurado ser objetivo, aunque —eso
sí— cuando he advertido que lo comentado no goza de mayores
prendas, no he cargado demasiado las tintas.
Hecha la propedéutica de mi desempeño en la materia, me
toca ahora admitir que conozco a la autora no sólo por ser hija de
mi amigo Mario Netri, sino también por haber sido una muy aven­
tajada graduada del Posgrado de Derecho Procesal Civil que diri­
jo, desde hace varios años, en la Facultad de Derecho de la Univer­
sidad Nacional del Litoral.
Ya tiene, pues, el lector el cuadro de situación completo. Pa­
saré, ahora sí, a concretar la misión encomendada.
Prologar la opera prima de una joven abogada sobre asun­
tos que tanta tinta han hecho correr, no es tarea sencilla. Sin em­
bargo, la lectura de las líneas que siguen me permitieron compro-
Andrea Susana Netri

bar que había prejuzgado cuando en un primer momento me dije


"qué puede decir de nuevo sobre caducidad de la instancia, quien
ejerce la profesión de abogado desde hace un tiempo relativamen­
te breve?". Es que se trata de una obra salida de una pluma que
parece ya madura y avezada; y si bien aborda una temática cono­
cida sucede que recorre poco transitados caminos (hasta llega a
examinar el desértico y espinoso asunto de la responsabilidad abo­
gadil por mala praxis derivada de la circunstancia de haber con­
tribuido el letrado, con su inacción, a la declaración de la caduci­
dad de la instancia), descubriendo atajos impensados.
Capítulo Primero
Decía el inolvidable crítico de arte Jorge Romero Brest: "el
INTRODUCCIÓN
crítico que no ve los brotes, no ve nada". Dado que, como he afir­
mado, la tarea de un prologuista es afín a la de un crítico, señalo
que veo los brotes no sólo de una vocación, sino también de méri­
tos suficientes para ocupar un lugar empinado entre los que dedi­
can sus afanes al estudio de lo procesal desde una perspectiva
operativa. Esto último (es decir, colocar la mirada preferentemen­
Mucho tiempo estuve pensando el tema a elegir para mi tesi­
te sobre lo operativo), no puede sorprender porque la autora hace
na de posgrado en la carrera de especialización en derecho proce­
orgullosa profesión de fe de su condición de abogada litigante. De
sal civil, y al comienzo creía conveniente e interesante escribir so­
todos modos, no se confunda el lector: no tiene en sus manos una
bre una de las tantas figuras nuevas que los grandes estudiosos
obra ramplona sólo preocupada por la praxis, habida cuenta de
del derecho procesal, que no creen en su estática y que pregonan
que también contiene muchos pasajes dedicados a formalizar acer­
la figura de un juez activo y no sólo espectador, han creado a los
tados marcos teóricos de las distintas y numerosas cuestiones es­
efectos de hacer más ágiles, y sobre todo más prácticos, los distin­
tudiadas.
tos trámites del procedimiento civil (ej.: las medidas autosatisfac­
Juan José Saer enseñaba que "la crítica es una forma supe­
tivas; la prueba dinámica, la revocatoria in extremis\
rior de lectura, más alerta y más activa". Tenga el lector la seguri­
Sin embargo, a medida que avanzaba en la lectura de los
dad de que he cumplido en el caso con dicha recomendación y por
tópicos estudiados en clases, y efectuado un rápido repaso de mis
haberla satisfecho es que me siento legitimado para sugerir la lec­
siete años de profesión, descubrí que algunos institutos, aunque
tura del presente volumen. Rectius: no exclusivamente la lectura
viejos, seguían en la actualidad generando muchas controversias
sino también la utilización de los conocimientos que contiene, para
entre los autores y fallos contradictorios en la jurisprudencia.
así mejor navegar en las procelosas aguas de la perención de la
Y entre tantos de esos institutos viejos elegí la caducidad de
instancia.
la instancia, por varios motivos: en primer lugar, porque encontré
que existen muchas diferencias entre el código procesal nacional y
Jorge W. Peyrano

10 11
Andrea Susana Netri

el de Santa Fe, provincia en la cual litigo y en la cual se desarrolló


el posgrado; en segundo lugar, porque aún en el más mínimo de
los puntos referidos a ella existen discusiones doctrinarias intere­
santísimas, que incluso han obligado a los magistrados, en mu­
chos casos, a reunirse en Tribunales Plenos y Plenarios; y en tercer
lugar, y principalmente, porque en base a un supuesto no plantea­
do ni en doctrina ni en jurisprudencia creo fervientemente en la
recurribilidad del auto que rechaza la perención de la primera ins­ Capítulo Segundo
tancia en juicio ordinario, posición que considero original, atracti­
va y, sobre todo, sumamente práctica.
CONCEPTOS GENERALES
En consecuencia, trataré muy humildemente de abordar los
temas relacionados con la caducidad de la instancia en donde más
controversia existe entre los autores, y aquellos sobre los cuales
menos tinta se ha escrito, siempre comparando los regímenes del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y el de la Provin­
cia de Santa Fe, y fijando en cada uno de ellos mi fundada posi­ 1. Concepto de caducidad. Definiciones de los autores
ción.
NACIONALES. COINCIDENCIAS Y PLANTEO DE LAS PRIMERAS

DIFERENCIAS

El primer paso para comenzar nuestro trabajo sobre la ca­


ducidad de instancia es referirnos a su concepto, y ello porque de
la propia definición surgen sus características principales, sus re­
quisitos y, lo más interesante para nosotros, las primeras discre­
pancias entre los autores.
Así, para Leguisamón1, la caducidad de instancia "es un
modo anormal de terminación del proceso basado en una presun­
ción de abandono o desistimiento tácito del proceso, por el mero
transcurso del lapso indicado en la ley sin que la parte que lo pro­
movió lo impulse hacia la sentencia".
Palacio y Alvarado Velloso2 se refieren al "modo anormal de

1 Leguisamón, Héctor Eduardo, Algunos aspectos de la caducidad de instan­


cia y del recurso de nulidad. LL 18/12/2002, 1 - DJ 2003-1, 447.
2 Palacio, Lino, E., Alvarado Velloso, Adolfo, CPCC de la Nación. Ed. Ru-
binzal-Culzoni, Santa Fe, 1993, T. 7-, p. 70.

12 13
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

conclusión del proceso generado por el hecho consistente en la vos, surge la primera diferencia entre los conceptos brindados. En
inacción absoluta tanto de las partes cuanto del órgano judicial (o efecto, mientras algunos autores se refieren "a la parte que pro­
de los auxiliares de unos y otros) durante el transcurso de deter­ movió el proceso", otros "a las partes"5, otros "a los sujetos proce­
minados plazos previstos en la ley". sales"6 y finalmente otros "tanto a las partes como al tribunal".
Vargas3 la define como "uno de los modos anormales de ex­ Nos planteamos entonces si la inactividad que da lugar a la
tinción del proceso, solución legal que se adjudica como conse­ caducidad proviene sólo de las partes del proceso, esto es "de aquel
cuencia condicionada a las condiciones antecedentes constituidas que pretende algo en juicio (actor), a aquel de quien o contra quien
por la inactividad de las partes, o bien el desarrollo de actividad se pretende algo (demandado)"7, sólo de la parte que promovió el
inidónea para impulsar el procedimiento, sumada a la existencia proceso (instancia principal, incidental o recursiva) o bien tanto
de una instancia y al transcurso de un plazo determinado por la de las partes como del juez y sus auxiliares.
normativa vigente para cada procedimiento en el cual las partes Otro punto de inflexión que encontramos entre los distintos
tenían la carga o facultad de actuar". doctrinarios es que mientras algunos refieren a la caducidad de la
Como podemos observar, en donde no encontramos disen­ "instancia", otros hablan de la del "proceso" y algunos pocos de
so entre los autores es en el hecho de que la caducidad de instan­ las "peticiones".
cia es un modo "anormal" de conclusión del proceso, siendo que Todas estas discusiones serán analizadas en profundidad al
el "normal" es la sentencia, "resolución judicial que resuelve el referirnos a los presupuestos de la caducidad en el capítulo se­
fondo de la relación jurídica sustancial controvertida, admitiendo gundo de este trabajo.
o rechazando la pretensión o la que, aún sin emitir pronuncia­
miento sobre el mérito de la pretensión, pone fin al proceso; cons­
tituye el resultado típico y diferenciador de la función jurisdiccio­ 2. Fundamentos. Motivos de orden subjetivo y objetivo.
nal, o, más específicamente, el resultado del ejercicio del principal Reflexión de la autora
deber del órgano jurisdiccional que es, precisamente, el deber de
Este instituto tiene como fundamentos, "por un lado, la pre­
fallar"4.
sunción de abandono de la instancia basada en la inactividad o
Otro requisito de la caducidad en el que todos coinciden es
desinterés procesal prolongado de las partes; y, por el otro, que
que es necesario que haya habido inactividad procesal o actividad
inidónea por el plazo que establece la ley para cada caso en parti­
cular. Pero en cuanto a quiénes deben haber permanecido inacti­
5 Es una institución procesal por la cual, ante la inactividad de las partes, se
extingue el procedimiento. Falcón, Enrique, Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, T. II, p. 499; comentario al artículo 310, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires 1992.
3 Vargas, Abraham Luis, Cuestiones actuales sobre la caducidad de instan­ 6 Es un modo de terminar el proceso a causa de la inactividad de los sujetos
cia; distinción conceptual entre "Contumacia " y "Rebeldía " y efectos procesales del procesales después de transcurrido el plazo legal, mediante resolución judicial que así
comparendo del demandado "A estar a derecho". LL Litoral, 19981-934. lo decreta. Fenochietto, Carlos. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Co­
4 García Solá, Marcela, comentario al artículo 244 del CPCCSF en la obra mentado, anotado y concordado con los códigos provinciales. T. 2, p. 183. Ed. Astrea,
colectiva dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civil y Comercial Buenos Aires, 1999.
de la Provincia de Santa Fe. Análisis exegético. Jurisprudencia. Legislación. Doctrina. 7 Couture, Eduardo, Estudios de Derecho Procesal Civil, Tomo 111 ElJuez, las
Ed. Juris, 2a ed. reelaborada, Rosario, 2003, T. 1, p. 661 partes y el proceso, Lexis Nexis, Buenos Aires, 2003, 3a ed., p. 294.

14 15
Andrea Susana Netri
Caducidad de instancia

frente a tal situación, el órgano jurisdiccional quede liberado de litigantes han hecho de este instituto y las consecuencias negati­
los deberes que le impone el hecho de mantener indefinidamente vas que en definitiva se suceden cuando la caducidad no importa
una instancia. la prescripción de la acción y con ello la posibilidad de entablar
"La intención se extiende más allá del interés de las partes, una nueva demanda, incluso aprovechando las pruebas ya produ­
puesto que lo que se persigue es evitar la prolongación indefinida cidas, lo que acarrea más desgaste jurisdiccional y mayores cos­
de los procesos judiciales, en detrimento de los valores jurídicos tos, siendo en definitiva peor el remedio que la enfermedad.
de paz, seguridad y, principalmente, de una buena administra­ Otros autores incluso sostienen que, a diferencia de los otros
ción de justicia"8. modos anormales de conclusión del proceso, como el allanamien­
Es decir, encontramos "un motivo de orden 'subjetivo', que to, la transacción y el desistimiento, en donde "el conflicto se re­
ve en la presunta intención de las partes de abandonar el proceso suelve por imperio de actos positivos de las partes y en donde en
la razón íntima de la extinción, y otro motivo de orden 'objetivo' consecuencia el conflicto ha sido resuelto de tal manera que, des­
que se fija, por el contrario, en la necesidad de evitar la pendencia de el punto de vista de la paz social que se pretende lograr a través
indefinida de los procesos, por el peligro que esto lleva consigo de la resolución de conflictos, la misma ha sido reanudada; la pe-
para la seguridad jurídica"9. rención de instancia no significa aporte alguno pues mantiene los
Por supuesto que no hablaríamos de estos fundamentos si interrogantes sobre la verdad jurídica objetiva residente en el meo­
no nos encontráramos inmersos en un proceso regido por el prin­ llo del caso. Es la obtención de la solución por la solución misma,
cipio dispositivo. Recordemos que este principio procesal que rige con las consecuencias disvaliosas de que la paz social no ha sido
la materia civil y comercial, a diferencia del principio inquisitivo reanudada ni el conflicto ha sido resuelto" n.
que está presente en la penal, equivale al "señorío ilimitado de las Creo que si bien han existido y seguirán existiendo supues­
partes tanto sobre el derecho sustancial motivo del proceso litigio­ tos en los que se abusa de esta figura, no podemos decir que la
so, como sobre todos los aspectos vinculados con la iniciación, caducidad no sea un instituto útil y necesario, pues de lo contra­
marcha y culminación de este"1011 . rio, de no existir el mismo, nos encontraríamos frente a la posibili­
En consecuencia, si las partes no impulsan elproceso, es dable dad cierta de que las acciones se tomen imprescriptibles, en clara
presumir que ya no tienen interés en su prosecución y por tanto violación a disposiciones expresas del Código Civil, lo que en de­
corresponde declarar su caducidad; siempre, obviamente, que se finitiva crearía más situaciones abusivas que la que aquellos auto­
den también los demás presupuestos. res tratan de evitar.
Finalmente, para concluir con este tópico creo propicio ha­ En cuanto a los que ven en la conclusión del proceso por
cer una última reflexión. Mucho se ha dicho de los abusos que los perención la consecuencia negativa de no haberse llegado a la ver­
dad jurídica objetiva, cabe formularles el siguiente interrogante:
¿un acuerdo conciliatorio que pone fin al pleito revela la verdad
jurídica objetiva?En muchos casos ciertamente no.
8 Saiz, Diana Graciela, La caducidad de la instancia y el servicio de justicia.
LL 1993-A, 99.
9 Guasp, Jaime, Derecho procesal civil, T, I, ps. 539/540, Ed. Instituto de Estu­
dios Políticos, Madrid 1968, citado por Vargas, Abraham, Cuestiones actuales..., ob. cit. 11 Carrillo, Hernán G., Perención de la instancia y feria judicial: una relación
10 Material clase del posgrado de fecha 2/4/04 impartida por Peyrano, Jorge W. que debe legalizarse. LL Litoral, 1997-407.

16 17
Capítulo Tercero

REQUISITOS DE LA CADUCIDAD

1. Enumeración
De las distintas definiciones brindadas y de los artículos de
los códigos procesales que legislan al respecto, podemos extraer
los siguientes cuatro requisitos o presupuestos:
1) Existencia de una instancia;
2) Inactividad procesal o actividad jurídicamente inidónea;
3) Transcurso de un plazo; y
4) Resolución judicial que declare la caducidad de instancia.
Analizaremos cada una por separado, advirtiendo al lector
desde ya que dentro de cada uno de estos presupuestos encontra­
remos más de una discrepancia doctrinaria que muy humildemente
trataremos de resolver fijando nuestra posición.

19
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

2. Primer requisito: Existencia de una instancia una tercera instancia o instancias extraordinarias, sino pretensio­
nes principales —vía demanda y reconvención—, incidentales y
2.a) ¿Caduca la instancia, el proceso o las pretensiones? recursivas, o bien peticiones extracontenciosas, que abren espa­
Distintas posturas. Posición de la autora cios de actuación para los justiciables y los órganos jurisdicciona­
He aquí definitivamente una de las discusiones más acalo­ les (el proceso como un todo, o los procedimientos en que se frac­
radas que se han suscitado entre los autores. En efecto, y confor­ ciona), contando cada una de esas pretensiones con órganos com­
me lo anticipáramos ut-supra, mientras una parte de la doctrina petentes propios para su tratamiento y decisión. Concluye, pues,
entiende que lo que caduca es la instancia, otra habla del proceso que "caducidad de la instancia es caducidad de la petición.
— terminología que emplea el código procesal de Santa Fe—y otra "Caducidad de la petición significa desistimiento tácito de
de perención de las peticiones. la petición por presumirse legalmente iuris et de iure, debido a la
Palacio12 se refiere a instancia y la define como "el conjunto falta de impulso dentro del plazo legal, la desaparición sobrevi-
de actos procesales que se suceden desde la interposición de una niente de interés procesal. Y caída la petición, pierde sustentación
demanda (originaria o reconvencional), la promoción de un inci­ y consecuentemente virtualidad toda la actuación procesal que con-
dente o la resolución mediante la cual se concede el recurso (ordi­ catenadamente le siguió, esto es, el proceso cuyo objeto era esa
nario o extraordinario), hasta la notificación del pronunciamiento petición. Lo cual no significa que todos los actos procesales com­
final hacia el que dichos actos se encaminan". prendidos en el proceso pierdan validez y eficacia, pues algunos
Martínez Álvarez13 también entiende que caduca la instan­ pueden conservarlas para ser, entonces, utilizados en otro proce­
cia, conceptuándola como "una serie de actos, hechos o peticiones so. En suma, cuando se produce la caducidad de la instancia lo
que demandan la actividad jurisdiccional". que pasa es que, por presumida falta de interés procesal ante la
Otros autores, en cambio, entienden que no caduca la ins­ falta de impulso procesal por un cierto tiempo fijado en la ley, se
tancia sino el proceso, "la instancia, concepto, no puede abando­ extingue la pretensión y por principio también la actividad proce­
narse; el proceso, materialidad jurídica, puede ser abandonado"1415 . sal consecuente".
Finalmente, en un trabajo muy interesante dedicado exclu­ Es posible advertir, de lo expuesto, que existe similitud en­
sivamente a este tópico, Toribio Sosa13, luego de advertir que el tre quienes afirman que lo que caducan son las peticiones y quie­
uso de la voz instancia tiene sólo una utilidad eufemística, basada nes hablan de caducidad del proceso, pues ambos refieren en de­
en la costumbre y la comodidad de la expresión, manifiesta que en finitiva a la perención del procedimiento, iniciado a través de una
realidad no existe una primera instancia, una segunda instancia, pretensión.
Muy distinta, entonces, resulta la postura que habla de ca­
ducidad de instancia, a la cual adhiero.
En efecto, de considerar que lo que perime es el proceso y
12 Palacio, Lino Enrique, Derecho procesal civil, T. IV, 24 reimpresión, Abele- siendo que éste comprende todas las instancias del juicio, tanto la
do-Perrot, Buenos Aires, 1984, p. 219. tramitada ante el juez de grado como ante los tribunales superio­
13 Martínez Alvarez, Eduardo, Caducidad de la instancia, obra colectiva diri­
gida por Isidoro Eisner, Editorial Depalma, Buenos Aires, 2000, p. 22. res, es decir, que la relación que existe entre el proceso y la instan­
14 Rosas Lichstein, citado por Vargas, ob. cit. cia es la que existe entre el todo y la parte, se daría la paradoja,
15 Sosa, Toribio, Caducidad de la ¿instancia?, LL 20/08/2004, 1.

20 21
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

como bien expusiera Vargas16, de que perimido un recurso de ape­ que vertiré seguidamente, fija su postura afirmando que es erró­
lación, muriera todo lo actuado en primera instancia. nea la segunda de las tesis mencionadas, pues "si una demanda
está presentada en regla, hasta el momento de la resolución del
traslado, el único que podría decretar la caducidad es el tribunal
2.b) ¿Cuándo comienza la instancia? Distintas posiciones de oficio, ya que la parte a la que no se le ha corrido traslado no
DOCTRINARIAS. POSICIÓN DE LA AUTORA. REFORMA AL ART. 310 DEL puede presentarse"18, concluyendo entonces que "hay que contem­
CPCN. Elogios y críticas plar los diversos casos que pueden presentarse". Así, por ejemplo,
si se dicta resolución de traslado, el plazo no puede computarse
Fijada nuestra postura de que lo que perimen son las instan­
desde la demanda, ya que esa resolución, por ser impulsoria, hace
cias, cabe preguntarse entonces desde cuándo se considera que
que el plazo comience a correr nuevamente desde ésta; en cambio,
hay una a los fines de comenzar a computar el plazo correspon­
si se dicta resolución que requiere que se aclare la competencia o
diente.
cualquier acto que no impulse el procedimiento, en estos casos sí
Y a este respecto, he aquí sin lugar a dudas una de las discu­
corresponde contar el plazo de caducidad desde la presentación
siones doctrinarias más nutridas y trascendentes, al punto que la
de la demanda.
Nación en el año 2001 reformó su código procesal y una de las
Como lo adelantara, no comparto esta postura. En primer
modificaciones fue precisamente con relación a este tema.
lugar, porque quien ha sido demandado mediante el ejercicio de
Falcón17 distingue tres posiciones con relación al comienzo
una pretensión en la esfera judicial tiene derecho a comparecer en
de la instancia:
el juicio aunque no se le haya corrido aún traslado, de igual modo
1) La primera es la tesis antigua, que sostiene que la instan­ que tiene derecho a contestar la demanda aunque no se lo haya
cia queda expedita desde la contestación de la demanda. Esta con­ decretado.
cepción viene de una errada apreciación de De la Colina, que con­ En segundo lugar, y principalmente, porque entiendo que la
fundió las palabras juicio y controversia, aspectos hoy totalmente función primordial del derecho es otorgar seguridad jurídica a la
superados. sociedad en general, lo cual nunca se lograría si un instituto tan
2) La segunda establece que la instancia comienza con la mera importante y con consecuencia a veces tan gravosa como es la pres­
cripción de la acción no está regido por normas claras y aplicables
presentación de la demanda.
a todos los casos por igual; lo que obviamente no ocurre si, como
3) La última posición indica que la instancia se inicia con la sostiene este autor, la instancia tiene distintos comienzos.
notificación de la demanda; es una variante de la primera tesis. Finalmente, porque el concepto mismo de instancia, el cual
Seguidamente, este prestigioso autor, al que admiro mucho analizáramos en el punto anterior, nos da la pauta precisa de que
pero con quien me permito disentir conforme los fundamentos es suficiente la mera interposición de la demanda para dar comien­
zo a la instancia ("conjunto de actos procesales que se suceden

16 Vargas, Abraham, Cuestiones actuales..., ob. cit.


17 Falcón, Enrique M., Caducidad o Perención de Instancia, Ed. Rubinzal-
Culzoni, 3a ed. ampliada y actualizada, Santa Fe 2004, p. 109/110. 18 Falcón, Enrique M., Caducidad o..., ob. cit., p. 110/111.

23
22
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

desde la interposición de una demanda —originaria o reconven­ reforma al Código Procesal Civil y Comercial de la Nación intro­
cional—, la promoción de un incidente o la resolución mediante la ducida por la ley 22.488 (22/11/01), incorporó como último párra­
cual se concede el recurso —ordinario o extraordinario—, hasta la fo del artículo 310 lo siguiente: "La instancia se abre con la promo­
notificación del pronunciamiento final hacia el que dichos actos se ción de la demanda aunque no hubiera sido notificada la resolu­
encaminan"). ción que dispone su traslado".
Como ya puede advertirse de la crítica que he efectuado a la Pero he aquí que, como sucede con casi todas las reformas
posición del gran maestro Falcone, adhiero a la segunda de las que se introducen, la misma dejó otra vez abierta la puerta del
teorías mencionadas ut-supra, esto es, que la instancia comienza debate, pues al establecer que no es necesario que se haya notifica­
con la mera interposición de la demanda, no siendo necesaria su do "la providencia que corre traslado de la demanda", muchos
notificación, ni menos aún que se encuentre trabada la litis. autores han entendido que es requisito para que se abra la instan­
En efecto, de entender que resulta necesaria la notificación cia el dictado de aquel decreto. Lo que nos regresa otra vez a la
de la demanda para dar comienzo a la instancia y así al inicio del discusión de la cual habláramos anteriormente, y en cuyo sentido
cómputo del plazo de caducidad, se estaría decretando la muerte negativo nos pronunciamos21.
del instituto de la prescripción, pues bastaría con presentar una
demanda al tribunal para transformar un derecho prescriptible en
imprescriptible, en clara violación a disposiciones expresas del c)
2. ¿Cuándo culmina la instancia? Diferencias entre el
Código Civil. RÉGIMEN NACIONAL Y EL DE LA PROVINCIA DE SANTAFe. POSTURA
En forma coincidente se expiden Loutayf Ranea y Ovejero INTERMEDIA DE LA AUTORA
López19 al sostener que "se llama instancia a toda petición inicial
de un proceso, trámite o procedimiento dirigido a un juez, para Creo interesante analizar este tópico comparando las nor­
que satisfaga un interés legítimo del peticionante, y la misma se mas que regulan al respecto en la Nación y en Santa Fe, a los efec­
inicia desde la aludida presentación". tos de mostrar dos regímenes diferentes y concluir cuál es el mejor
En igual sentido, Martínez Álvarez20 sostiene que "si la sola desde mi punto de vista.
presentación de la demanda interrumpe el término de la prescrip­ Así, el último párrafo del art. 310 del CPCN dispone que la
ción, es evidente que no se requiere la controversia o el conoci­ instancia termina "con el dictado de la sentencia".
miento de la otra parte para que se produzcan sus efectos". Por su parte, el artículo 236 del CPCSF establece que "cuan­
Finalmente, importante resulta destacar que el legislador do la caducidad se produjere antes de la sentencia de primera ins­
nacional, haciéndose eco de estas discrepancias doctrinarias y ju­ tancia o antes de su notificación a las partes.
risprudenciales y a los efectos de poner fin a las mismas, en la Como puede apreciarse, mientras que para el código nacio­
nal y en consecuencia para todos los pleitos regidos por él, la pri-

19 Loutayf Ranea, Roberto y Ovejero López, Julio, Caducidad de la instancia,


21 En este sentido Maurino afirma que "elplazo computable en primera ins­
Ed. Astrea, Buenos Aires, 1991, 1® reimpresión, p. 21.
tancia, a los fines de la caducidad, comienza desde la presentación de la demanda,
20 Martínez Alvarez, Eduardo, en Caducidad de la instancia, obra colectiva
aunque no se haya conferido traslado o no haya sido notificada". Maurino, Alberto
dirigida por Isidoro Eisner, Ed. Depalma, Buenos Aires, 2000, p. 22.
Luis, Perención de la instancia en el proceso civil, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1991, p. 98.

24
25
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

mera instancia culmina con el dictado de la sentencia, en Santa Fe, cada la resolución que concede el recurso, y finalmente otros des­
en cambio, aquella recién termina con su notificación. Es decir que de su interposición. Amén de la diferencia entre estas posturas,
a nivel provincial puede decretarse una caducidad ya dictado el las tres coinciden en tomar como punto de referencia para el cóm­
fallo de primera instancia, si transcurre el plazo que dispone la ley puto del plazo de perención el recurso interpuesto contra el fallo
para cada juicio en particular sin que la misma sea notificada. dictado por el a-quo.
Justificando la norma de nuestro código local, García22 afir­ En consecuencia, siguiendo estos lineamientos, ¿quésucede
ma que "si la institución de la caducidad responde a la necesidad con elplazo que transcurre entre el dictado de la sentencia de pri­
de evitar la prolongación indefinida de los pleitos por la inactivi­ mera instancia y su notificación? Si la primera instancia se cierra
dad de las partes, parece razonable que aquélla corra después de con el dictado de la sentencia y la segunda instancia recién se abre
dictada la definitiva, pero antes de su notificación, ya que la sen­ con la interposición del recurso, entonces las partes podrían estar
tencia no notificada no hace cesar la jurisdicción del tribunal, des­ sin notificar el fallo por más de veinte años, pues al no haber plazo
de que éste tiene el deber de retener la causa para entender el pe­ de perención en curso, ninguna consecuencia les traería la falta de
dido de aclaratoria o en la admisibilidad de los recursos ordina­ impulso procesal.
rios o extraordinarios que deduzcan las partes". Esto último, entiendo, resulta más grave y aún más atenta­
En lo personal, si bien apenas comenzado a estudiar el tema torio del principio de celeridad procesal, que el hecho de que una
creía orientarme a favor de la postura del código nacional por en­ sentencia quede sin efecto por no haber sido notificada dentro del
contrar contrario al principio de economía procesal y atentatorio plazo de ley.
de la seguridad jurídica que una sentencia pudiera ser dejada sin Ahora bien, no porque entienda que la doctrina y jurispru­
efecto —hacer como si no hubiera sido dictada—, permitiendo ini­ dencia nacionales están erradas, la norma santafecina es la acerta­
ciarse una nueva acción sobre el mismo tema y obligando a otro da. No hay que conformarse con lo "menos peor", sino buscar lo
magistrado a evaluar lo que ya hizo un par suyo con anterioridad; mejor. Y en esa búsqueda, creo que la solución estaría dada por
más grave aún me resulta el vacío que han creado la jurispruden­ una postura intermedia: la sentencia de primera instancia marca
cia y la doctrina nacionales. el fin de esa instancia y el comienzo de la segunda. Es decir, si
En efecto, todos los autores coinciden en que, atento la letra desde que el a-quo dicta su fallo las partes no lo notifican dentro
expresa del Código Procesal de la Nación, la primera instancia del plazo correspondiente, se puede declarar la caducidad de la
culmina con el dictado de la sentencia. Ahora bien, en cuanto a segunda instancia y en consecuencia quedar firme la sentencia.
cuándo comienza a computarse el plazo de caducidad en segunda Así, si la parte vencedora no se notifica y deja pasar el tiem­
instancia, la mayoría de la doctrina nacional entiende que ello ocu­ po, ningún pequicio se le ha ocasionado, pues ha quedado firme
rre con la concesión del recurso, otros desde que se reputa notifi­ el fallo a su favor, y si la parte vencida no ha mostrado interés en
impulsar el proceso notificándose y recurriendo la sentencia dic­
tada en su contra durante todo el plazo que dispone la ley, resulta
justo presumir que ello es porque no tiene interés en acudir a una
22 García, Alicia, comentario al artículo 236 del CPCCSF en la obra colectiva
dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Codigo Procesal Civil y Comercial de la Pro­ segunda instancia, la que de ningún modo es obligatoria.
vincia de Santa Fe, Análisis exegético. Jurisprudencia. Legislación, Doctrina. Ed. Juris, Y de este modo no corremos el riesgo de que un acto juris­
T. I, 2a ed. reelaborada Rosario, 2003, Director Jorge W. Peyrano, p. 632.

27
26
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

diccional tan importante como la sentencia pueda quedar sin efec­ emitir una resolución), correlativamente cesa el deber de las par­
to como consecuencia de la inactividad de las partes. Más aún, tes de instar y se detiene el cómputo del plazo de caducidad.
evitamos que un magistrado deba juzgar la misma causa en la que "Aunque las partes puedan instar, por ejemplo, requiriendo
ya falló un juez con anterioridad pero cuya sentencia fue dejada al órgano jurisdiccional que cumpla con su deber, ello no troca en
sin efecto a raíz de la declaración de caducidad, lo que no sólo deber de las partes lo que es mera facultad. No es deber de las
atenta claramente contra los principios de economía y celeridad partes instar para que el tribunal haga lo que debe hacer. No cabe
procesal, sino que crea más inseguridad jurídica, dado que el nue­ aplicar a nuestro procedimiento en materia de caducidad de la
vo fallo podría llegar a ser diametralmente distinto al anterior. instancia, el principio del derecho francés según el cual la justicia
debe 'ser rogada' para que se cumpla con un acto procesal de in­
cumbencia del propio tribunal. Las partes no pueden ser responsa­
2.d) ¿Sobre quiénes pesa el deber de instar el procedimiento? bilizadas y perjudicarse irreparablemente con el simple argumen­
to que debieron suplir la inactividad del responsable directo".
Conforme lo adelantáramos al analizar el concepto de cadu­
Y esta resulta ser, además, la postura que adoptan tanto el
cidad en el punto 1) de este trabajo, uno de los requisitos de este
código de procedimiento de la provincia de Santa Fe como el de la
instituto en el que hay coincidencia en la doctrina, es que es nece­
Nación. Así, el artículo 232 último párrafo del CPCSF dispone que
sario que haya habido inactividad procesal o actividad inidónea
el término de caducidad "no correrá mientras los autos estuvieren
por el plazo que establece la ley. Pero la diferencia surge en cuanto
pendientes de resolución judicial", mientras que el artículo 313
a quiénes deben haber permanecido inactivos, pues mientras al­
del CPCN establece que "No se producirá la caducidad: 3. cuando
gunos autores se refieren "a la parte que promovió el proceso",
los autos estuvieren pendientes de alguna resolución y la demora
otros se refieren "a las partes", otros "a los sujetos procesales" y
en dictarla fuere imputable al tribunal, o la prosecución del trámi­
finalmente otros "tanto a las partes como al tribunal". A fin de no
te dependiere de una actividad que este Código o las reglamenta­
reiterar las definiciones dadas por cada uno de los autores de don­
ciones de superintendencia imponen al secretario o al oficial pri­
de se extraen estas discrepancias, sugerimos remitirse al capítulo
mero".
primero, punto 1), de esta tesina.
Ahora bien, no debe confundirse el deber que pesa sobre las
En lo personal, adhiero a la postura de quienes afirman que
partes de instar el procedimiento con la fecha desde la cual deben
el deber de instar el procedimiento pesa sobre las partes.
computarse los plazos de caducidad, lo cual analizaremos en pro­
En este sentido, Sosa23 sostiene que "cuando comienza el de­
fundidad más adelante. Sólo valga un ejemplo para comprender a
ber del tribunal (en sentido amplio, desde el juez, pasando por sus
lo que me estoy refiriendo: si una vez contestada la demanda vie­
colaboradores permanentes y llegando a los auxiliares de la justi­
ne el actor y solicita se abra la causa a prueba, esa petición de la
cia) para producir determinada actividad procesal (por ejemplo
parte interrumpe el plazo de caducidad; pero si el tribunal días
después provee dicho pedido y decreta la apertura de la causa a
prueba, entonces el nuevo plazo de caducidad que comienza a
correr se computa desde la fecha de esa providencia y no desde la
23 Sosa, Toribio E., Caducidad de la instancia: deber del tribunal - deber y
carga de las partes. LLC 2005 (julio), 615. del pedido de parte hecho por escrito o manifestación.

28 29
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

Continuando con el tema que en este punto nos ocupa y fija­ que dio comienzo al mismo, el provincial distingue entre la pri­
da nuestra posición de que la correcta definición de caducidad mera y las demás instancias, siendo que en aquélla la carga pesa
debe referirse sólo a la "inactividad de las partes" y no a la "de las sobre ambas partes, mientras que en las restantes sobre quien la
partes y el tribunal", pues de lo contrario no se entiende por qué la promovió; lo que no impide que también en estos casos el litigante
perención no corre estando pendiente de resolución los autos, o sobre quien pesaba el impulso procesal pueda solicitar la peren­
por qué en ningún caso se le imponen las costas al juez, además de ción, aunque deberá cargar con las costas.
ser una directa consecuencia del principio dispositivo, cabe anali­
zar la postura de quienes al definirla hablan de la falta de impulso
procesal "de la parte que promovió el proceso"24. 3. Segundo requisito: Inactividad procesal o actividad
Pero aquí fácil resulta desentrañar el por qué de la diferen­ JURÍDICAMENTE INIDÓNEA
cia con quienes se refieren a las partes en general, pues la misma
proviene exclusivamente del tratamiento dado a la caducidad en
3.a) Importancia de este presupuesto
el código procesal nacional, a diferencia, y lo que en este trabajo Lo trascendente de este segundo requisito de la caducidad
nos importa, del código procesal de Santa Fe. de instancia es que de él derivan temas tan importantes como su
En efecto, el artículo 315 del CPCN al referirse a quiénes interrupción y suspensión. Mientras no haya habido durante el
pueden pedir la declaración de caducidad, dispone que "en pri­ plazo que establece la ley actividad procesal alguna, no habrá pro­
mera instancia, por el demandado; en el incidente, por el contra­ blemas en aplicar este instituto y declarar perimida la instancia,
rio de quien lo hubiera promovido; en el recurso, por la parte re­ pero cuando sí ha habido un acto de alguna de las partes, lo im­
currida". portante será analizar si el mismo es idóneo o no para impulsar el
En cambio, el artículo 233, 28 párrafo del CPCSF dispone proceso y así declarar operada o no su caducidad.
que: "Los litigantes podrán pedirla declaración de caducidad... ", Dada las graves consecuencias que puede acarrear este ins­
y el artículo 241 al referirse a las costas del juicio perimido estable­ tituto y que tratándose de un modo anormal de culminación del
ce que en primera instancia serán en el orden causado. proceso su aplicación es restrictiva, dilucidar cuándo estamos frente
Es decir, mientras que en la Nación el único que puede soli­ a un acto impulsorio o no del proceso es de suma importancia.
citar la caducidad de la primera instancia es el demandado, esto
es, la parte que no promovió el proceso, siendo las costas a cargo
del actor, en Santa Fe las dos partes pueden pedir en todas las 3.b) Interrupción del plazo de caducidad. Inactividad procesal
instancias (principal, incidental, recursiva) su caducidad, y si la Y ACTIVIDAD PROCESAL INIDÓNEA. ANÁLISIS DE SUPUESTOS

misma es en la primera, las costas serán por su orden. emblemáticos: orden de reponer el sellado de ley y acompañar
Lo que nos da la pauta de que en tanto el código nacional LA BOLETA COLEGIAL.
entiende que la carga de impulsar el proceso pesa sobre el sujeto Comencemos entonces por dejar en claro que la inactividad
que produce la caducidad puede consistir en una inacción total o
en una acción o acciones inoperantes.
24 Leguisamón, Héctor Eduardo, Algunos aspectos de la caducidad..., ob. cit.

30 31
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

Para Martínez Álvarez25 se insta el proceso cuando se tiene pues de ningún modo puede considerarse que el acompañar bole­
la intención de mantenerlo vivo mediante una manifestación de ta colegial constituya, como dijéramos en nuestra definición, un
voluntad atinente al mismo, que tienda a lograr el progreso de la paso que inevitablemente deba darse para que el proceso llegue
hasta la sentencia. Si una de las partes o ambas incumplieron con
relación jurídico procesal.
Colombo26 dice que el acto, para ser interruptivo de la cadu­ dicha obligación y el juez les ordena que abonen las mismas, no
cidad, tiene que reunir dos tipos de requisitos: deber ser cumplido puede considerarse que ello paraliza el proceso, pues de lo contra­
en el momento razonablemente esperado, porque con ello se hace rio estaría beneficiándose a la parte incumplidora, que dejaría de
el desarrollo oportuno y progresivo del proceso y a la igualdad de hacerlo exprofesso para demorar el pleito, pues contaría con una
las partes en el mismo y, por otro lado, el acto debe tender a llevar etapa del proceso no prevista por la ley, cuyo cumplimiento reves­
el proceso hacia la sentencia. tiría la característica de interrumpir el plazo de caducidad.
En definitiva, y para no continuar citando autores dado que Con igual sentido, el actor que interpone la demanda sin
en este punto no vamos a encontrar diferencias, se está ante un abonar el correspondiente sellado y al que el justiciante le ordena
acto impulsorio cuando el mismo constituye un escalón necesario que previo a proveerla lo pague, podría un día antes de vencido el
para que el proceso pueda continuar hacia su punto final, esto es, plazo de caducidad acompañar un escrito mediante el cual única­
el dictado del fallo que resuelve la controversia planteada. mente lo repone y entonces, si entendiéramos que dicho acto re­
Obviamente que en el gran espectro que es el derecho, pue­ viste la cualidad de interrumpir la perención, contaría con otro
den plantearse múltiples situaciones en las que establecer si el acto plazo igual para solicitar se provea la demanda, paso que es el
reviste o no esa característica no resultará una tarea nada sencilla. único que por ley tiene la idoneidad de impulsar el proceso.
Así, ninguna duda cabe de que no constituye un acto impul­ Asimismo debe tenerse presente, como bien destaca Legui-
sorio del proceso, por ejemplo, el pedido de que se extraigan foto­ samón27, que el acto debe ser apropiado para impulsar el procedi­
copias del expediente. Ahora bien, si solicitado se llamen autos miento acorde el estado de la causa, pues podemos encontrarnos
para sentencia el tribunal ordena que previamente se acompañen frente a un acto procesal que, aunque de naturaleza impulsoria,
las boletas colegiales, el acompañamiento de las mismas al expe­ no sea un acto de impulso. Así, el pedido de sentencia en un juicio
diente mediante una manifestación sin reiterar aquella solicitud, ordinario, de indiscutible naturaleza impulsoria, efectuado antes
¿interrumpe elplazo de la caducidad?. de comenzada la etapa probatoria, durante la misma o aún des­
Este es sólo un caso de los muchos que pueden presentarse pués de ser clausurado pero antes de que venza el plazo para la
en los que determinar si el acto es o no idóneo para impulsar el presentación de los alegatos, no está adecuado al estado de la cau­
proceso no es una cuestión fácil y da lugar a interpretaciones en­ sa para que se dicte sentencia y, por tanto, no puede ser considera­
contradas tanto en doctrina como jurisprudencia. do particularmente un acto procesal impulsorio.
"No creemos que la mera ostentación de voluntad de que el
Respecto del ejemplo dado me pronuncio por la negativa,
proceso no se extinga basta para cumplir los fines de la ley. No se

25 Martínez Alvarez, Eduardo, ob, cit, p. 23.


26 Colombo, Carlos J., Perención de instancia y acto procesal anticipado, en
27 Leguisamón, Héctor Eduardo, Algunos aspectos de la caducidad..., ob. cit.
E.D. 51-480.

33
32
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

trata de mantener alproceso en estado de vida latente, en hiberna­ produce el evento suspensivo, pero se cuentan el tiempo anterior
ción o catalepsia. Se necesita actividad vital, dinámica y condu­ y el posterior.
cente"23 . Al respecto es importante comenzar estableciendo que la
Es decir, como adelantáramos ut supra, los problemas se suspensión tiene carácter excepcional por cuanto "la paralización
presentan no cuando nos encontramos frente a una inactividad de los trámites del juicio, no mediando acuerdo de partes o una
absoluta de las partes, sino cuando se discute si un acto procesal regla general que la imponga, es inconciliable con el fundamento
es idóneo o no para impulsar el proceso. En esos casos, habrá que y objeto de laperención"30.
analizar cada supuesto en particular, pero sin olvidar que, no por­ En consecuencia, siendo la suspensión del curso de la cadu­
que la caducidad sea de interpretación restrictiva, siempre ante la cidad admitida sólo en forma excepcional, es de interpretación
duda debe estarse por su no aplicación, endilgándole carácter in- restrictiva.
terruptivo a un acto que en realidad no lo tiene. El Código Procesal Nacional prevé expresamente las causa­
les de suspensión en el artículo 311, 2- párrafo:

c)
3. Suspensión del plazo de caducidad. Definición. Normas Para el cómputo de los plazos se descontará el tiempo
del CPCN y CPCSF. Agrupación de la autora de las distintas en el que elproceso hubiera estado paralizado o suspendi­
CAUSALES do por acuerdo de las partes o por disposición del juez,
siempre que la reanudación del trámite no quedare supe­
Hasta aquí vinimos analizando en qué casos se entiende que ditada a actosprocesales que deba cumplirla parte a quien
estamos frente a un acto procesal impulsorio del proceso y por incumbe impulsar elproceso.
tanto útil a los fines de interrumpire\ plazo de caducidad, es decir
que, ocurrido ese acto interruptivo, se borra e inutiliza el tiempo Por su parte, el artículo 157 del mismo cuerpo legal dispone
transcurrido con anterioridad. que:
Ahora veremos, en cambio, en qué casos estamos frente a
un acto suspensivo "que no borra sino que detiene el curso de la Los apoderados no podrán acordar una suspensión ma­
perención, manteniendo útil e intangible su pasado. La interrup­ yor de veinte días sin acreditar ante el juez o tribunal la
ción produce efectos extintivos y por consiguiente definitivos, conformidad de sus mandantes. Las partes podrán acor­
mientras que la suspensión sólo produce efectos dilatorios y en dar la abreviación de un plazo mediante una manifesta­
consecuencia provisorios" 28 29. Es decir, en los supuestos de suspen­ ción expresa por escrito. Los jueces y tribunales deberán
sión del plazo de caducidad sólo desaparece el lapso en que se declarar la interrupción o suspensión de los plazos cuan­
do circunstancias de fuerza mayor o causas graves hicie­
ran imposible la realización del acto pendiente.

28 Eisner, Isidoro, Caducidad de la instancia, Ed. Depalma, Buenos Aires 2000,


p. 13.
29 Palacio, Lino, Derecho Procesal Civil, Tomo IV, Actos Procesales, Ed. Abe- 30 Loutayf Ranea, Roberto y Ovejero López, Julio, Caducidad ..., ob. cit, p.
ledo-Perrot. Buenos Aires, 1984, p. 239/41. 215.

34 35
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

Conforme el texto de las normas podemos distinguir cuatro veinte días se requiere la conformidad expresa en el expediente de
supuestos de suspensión del plazo de caducidad: 1) acuerdo de los mandantes.
partes; 2) disposición del juez, siempre que la reanudación del trá­ Es decir, el acuerdo de partes a los efectos de suspender el
mite no quedare supeditada a actos procesales que daba cumplir plazo de perención debe ser efectuado por escrito en el expediente
la parte sobre quien pesa el impulso procesal; 3) fuerza mayor; 4) y si es por más de veinte días es necesario que esté firmado por los
impedimentos de hecho. poderdantes.
En Santa Fe el artículo 239 del CPC establece que "en nin­ Santa Fe, en cambio, no cuenta con ninguna norma similar,
gún caso, se decretará la perención cuando el pleito se hubiera por lo que no puede exigírseles a las partes que cumplan con un
paralizado por fuerza mayor o disposición de la ley". Asimismo, requisito que no dispone la ley; en consecuencia, entiendo que a
la doctrina y jurisprudencia local han entendido que también se nivel provincial es viable presentar un escrito mediante el cual los
aplica por analogía el artículo 71 que dispone que los plazos pro­ litigantes acuerdan suspender el procedimiento firmado sólo por
cesales "no se suspenden sino por fuerza mayor declarada discre­ los apoderados.
cionalmente por eljuez o por acuerdo de partes". Ahora bien, ¿pueden acordar las partes suspender el plazo
En definitiva, también en Santa Fe podemos hablar de sus­ de caducidad por tiempo indefinido? Como podemos observar,
pensión del curso de la perención por disposición del juez, fuerza los códigos nada dicen al respecto.
mayor, acuerdo de partes e imperio de la ley. Mi respuesta es ciertamente negativa. Así como al inicio de
A mi entender, y a los fines de estructurar este trabajo, las este trabajo, cuando analizando los fundamentos de este instituto
causales de suspensión del proceso y por ende el plazo de caduci­ critiqué a aquellos autores que propugnan su eliminación, aquí
dad pueden ser agrupadas en las siguientes cuatro categorías: 1Q) creo que el plazo máximo en el que las partes pueden acordar la
acuerdo de partes; 2-) disposición judicial; 3S) situaciones de he­ suspensión delproceso debería ser el que fija el respectivo código
cho y fuerza mayor (estas dos juntas, pues ambas refieren a cir­ para que se opere la caducidad.
cunstancias que independientemente de la voluntad de las partes En efecto, no debemos nunca olvidar que si bien los dueños
hacen que las mismas se encuentren imposibilitadas de proseguir del pleito son las partes y seguramente esa suspensión del proceso
con el trámite del proceso); y 4-) disposición legal. está dada por la intención de las mismas de llegar a una solución
del litigio por fuera del expediente, la caducidad no está creada
sólo en su beneficio sino que es de orden público. Por otra parte,
3.
C.1) Acuerdo de partes. Diferencias entre el CPCN y el CPCSF. no me parece que los plazos de caducidad que disponen los códi­
Vacío legal. Opinión de la autora gos sean tan cortos como para frustrar el acuerdo de partes; si las
Como vimos, a nivel nacional el código legisla específica­ mismas tienen intención firme de arreglar el pleito, ese tiempo les
mente sobre esta causal de suspensión en dos artículos. Uno de los será suficiente, y si no, entonces mejor que se continúe el proceso
puntos en donde no encontramos discrepancias entre los autores, cuanto antes, porque de lo contrario, de haber estado, por ejem­
pues el texto de la norma es claro, es que para que los apoderados plo, paralizado el expediente por más de diez años, muchas prue­
de las partes puedan suspender el plazo de caducidad por más de bas serán de difícil o imposible producción, e incluso puede ser

36 37
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

que el juez que deba dictar sentencia sea otro que el que comenzó da, no corriendo por ende durante ese lapso el plazo de caduci­
entendiendo en la causa. dad.
En este sentido los códigos procesales de las provincias de
Salta, Jujuy y Mendoza prevén expresamente el plazo máximo por
el cual las partes pueden acordar la suspensión del proceso, el que 3.
C.2) Disposición judicial
en ningún caso supera el de la caducidad que esos mismos orde­
Esta causal no reviste complicaciones. La suspensión del
namientos establecen.
En una postura contraria a la expuesta, Colombo3132 entiende procedimiento y, en consecuencia, del plazo de caducidad, tam­
bién puede estar dado por una resolución judicial que así lo dis­
que las partes pueden acordar la suspensión de los procedimien­
tos en el orden nacional por tiempo ilimitado; aclara que la Comi­ ponga "por mediar alguna circunstancia que impide el trámite"31.
sión Redactora consideró la posibilidad de establecer un límite
máximo a toda suspensión, que podría haber sido el que corres­
3.
C.3) Situaciones de hecho y fuerza mayor
ponde al plazo de caducidad de instancia del respectivo proceso,
pero no lo acogió porque, salvo en la hipótesis de un proceso frau­ Tiene dicho la jurisprudencia que:
dulento, si los adversarios convienen en la suspensión prolonga­
da será porque existen razones atendibles (si es in fraudem legis, El plazo de caducidad se suspende cuando por causas
mejor será que se suspenda indefinidamente). independientes de la voluntad de las partes, éstas se en­
En conclusión, en mi entender tanto a nivel nacional como cuentran en la imposibilidad jurídica absoluta de formu­
en Santa Fe, en donde no se prevé expresamente plazo por el cual lar peticiones tendientes a activar la marcha del proceso, o
las partes pueden acordar la suspensión del procedimiento, el mis­ relativa, derivado de las contingencias que hacen que la
instancia no pueda ser proseguida33.
mo debe estar dado como máximo por el de caducidad que esti­
pulan dichos códigos para el respectivo juicio.
En doctrina, Rambaldo34 considera que la expresión "fuerza
Finalmente creo conveniente hacer mención a un supuesto
mayor" tiene un sentido unívoco, asimilable al caso fortuito, y cuyo
especial que puede darse en la práctica judicial: si los litigantes —
significado debe encontrarse en el contenido de la norma del art.
obviamente por escrito y si es a nivel nacional con firma de ellos y
514 del CC y su nota explicativa.
de sus apoderados— presentan en el expediente una solicitud de
Para Peyrano35 hay fuerza mayor cuando existe "cualquier
suspensión del procedimiento por dos años y el juez —no obstan­
te que para nosotros debería ser rechazada—, dicta una resolu­
ción haciendo lugar a la misma, entonces ya no nos encontramos
32 CNCom., Sala C, 30/11/73, ED, 54-357.
frente a la causal de suspensión por acuerdo de partes sino por
33 CNFed. CAdm., sala I, 10/2/2000, "Gutman Doris c. Ministerio de Trabajo y
disposición judicial, y en consecuencia la misma debe ser respeta­ Seguridad Social". La Ley Online.
34 Rambaldo, Juan, comentario al artículo 71 del CPCCSF en la obra colectiva
dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civil y Comercial de la Pro­
vincia de Santa Fe. Análisis exegético. Jurisprudencia. Legislación. Doctrina. Editorial
31 Colombo, Código Procesal, t. I, p. 490; SCBA, 26/2/80, Rep. LL, XL-1818, n-’ Juris, 2° edición reelaborada, Rosario, 2003, T. 1, p. 274.
142, citado por Loutayf Ranea y Ovejero López, ob. cit., p. 221. 33 Peyrano, Jorge W., citado por Rambaldo.

38 39
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
cuciones judiciales y extrajudiciales (art. 9), de los trámites de los
circunstancia que perturbe seriamente, o en su caso impida, el ple­
pedidos de quiebra (art. 11) y de la totalidad de las ejecuciones
no funcionamiento del principio de contradicción o, utilizando
judiciales o extrajudiciales (art. 16), todas suspensiones que se apli­
terminología más recibida de nuestro medio, la garantía de defen-
caron desde la entrada en vigencia de la ley, independientemente
sa en juicio". de que en el expediente en particular hubiera o no una resolución
Es importante destacar que en estos casos, si bien siempre
judicial que así lo declarase.
hará falta una resolución judicial que haga mérito de la ley o las
Más aún, dicha ley también preveía la extensión del período
razones fácticas impedientes del normal curso de las actuaciones,
de exclusividad, y en todos los casos en que un acreedor solicitó se
la eficacia de la suspensión no depende de su previo dictado, pues
dicte la quiebra por vencimiento del mismo sin que el deudor haya
puede ocurrir que la cuestión recién sea merituada cuando el juez
acompañado las conformidades, los jueces lo rechazaron por en­
deba resolver sobre la procedencia o no del pedido de perención
tender que la ampliación del plazo operaba de pleno derecho, sin
de la instancia, la que se desestimará si, pese a la ausencia de pre­
necesidad de petición del concursado ni resolución judicial que
via suspensión judicial formal de las actuaciones, se reconociere
así lo dispusiere.
expostipso la incidencia de un factor impediente del impulso pro­
cesal ajeno a la voluntad de las partes e insuperable para éstas.
4. Tercer requisito: transcurso de un plazo
4.a) Introducción. Plazos del CPCN y CPCSF
3.C.4) Disposición legal
Esta causal de suspensión del proceso se presenta cuando El tercer presupuesto para la procedencia de la declaración
existe una ley que expresamente prohíbe el ejercicio de acciones de caducidad es que la inactividad o actividad inidónea de las
partes, a la cual nos referíamos en el punto anterior, debe haberse
específicas durante un determinado plazo.
Maurino36, citando a Peyrano, entiende que cuando se alude producido durante todo el plazo que estipula el código procesal
a la ley como óbice suspensivo de la caducidad no sólo se com­ para el tipo de juicio del que se trata. Es decir, la instancia no debe
prende el supuesto arriba señalado, sino también los casos en que haber sido instada durante un determinado tiempo que establece
se han suscitado cuestiones incidentales con virtualidad legal para expresamente la norma para cada tipo de proceso.
Así, el código procesal nacional habla de seis meses en pri­
detener la marcha del principal.
Cabe preguntarnos ahora si la suspensión opera sin necesi­ mera o única instancia, tres meses en segunda y tercera instancia y
dad de una resolución judicial que así lo disponga. en los juicios sumarísimos, ejecutivos, ejecuciones especiales e in­
La repuesta es que sí, y el ejemplo más claro y reciente lo cidentes; un mes en el incidente de caducidad de instancia; o en el
tenemos con el dictado de las leyes de emergencia económica. Así, que se opere la prescripción de la acción si el plazo fuere menor a
la ley 25.563 que reformó la de concursos y quiebras disponía la los anteriormente indicados.
suspensión en los concursos preventivos de la totalidad de las eje­ En cambio, el código procesal santafesino dispone únicamen­
te dos tipos de plazos: un año para los juicios ordinarios y seis
meses para los de la justicia de circuito. Además de prever expre­
samente que no caduca el incidente de perención.
36 Maurino, Alberto Luis, Perención de la...., ob. cit., p. 208.

41
40
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

4.b) Caducidad de la instancia vs. obligación de impulsar el za una nueva espera hasta el nuevo plazo (hasta se podría inter­
proceso. Novedosa postura de Lynch. Crítica de la autora pretar como una incorrección que quien no tiene el impulso del
Mucha tinta se ha derramado en derecho comparado justifi­ proceso lo active haciéndole perder a su cliente la chance de que
cando o criticando la extensión de los plazos de caducidad. Así, se opere la perención en su favor).
mientras algunos autores defienden con firmeza la brevedad de ♦ Los Juzgados están en la misma actitud, esperando que se
los plazos que estipulan los códigos argentinos, otros se inclinan produzca la perención para declararla de oficio; no hacen nada: si
por plazos más prolongados como los de Francia, Uruguay y Ca­ intiman a las partes a activar le contestarán que los plazos no han
nadá. transcurrido. En teoría, bien podrían activar el proceso, pero la
A este respecto, y por su original propuesta, creo oportuno inercia y la lógica del sistema indican que el impulso corresponde
mencionar y analizar la opinión de Lynch37, a la cual adelanto no a las partes, generalmente a la actora.
adhiero pero respeto por su loable finalidad.
En efecto, este importante doctrinario comienza su trabajo ♦ Entonces, los plazos no son adecuados: resultan exiguos si
describiendo las actitudes negativas que pueden plantearse en la acarrean la caducidad (especialmente cuando puede ser acompa­
práctica como consecuencia de nuestra regulación de la caduci­ ñada de la prescripción), y resultan extensos si lo que se busca es
dad: agilizar.

♦ Por un lado, quienes tienen que impulsar aprovechan los ♦ Por otro lado, las discusiones sobre la ocurrencia o no de
plazos en su máxima extensión. Los de 6 meses sólo requieren prác­ la perención insumen tiempo precioso de la Justicia. Y si la acción
ticamente una intervención impulsoria por año, lo cual puede ser no hubiera prescripto, se vuelve a iniciar todo el juicio (aunque se
un plazo absurdamente largo si el objetivo es agilizar. Muchos es­ aprovecha la prueba) con el consiguiente dispendio de recursos.
tudios de abogados, agobiados de trabajo, sólo se preocupan por ♦ Cuando ha pasado el tiempo en que prescribe la acción (y
activar dentro de los plazos máximos (lo que es facilitado por los obtener la declaración de caducidad cristalizaría la prescripción),
softwares de administración de juicios que alertan sobre los pla­ tal circunstancia representa un poderoso incentivo para acusar la
zos de caducidad). perención, con o sin razón, y así se multiplican los planteos infun­
♦ Desde otro punto de vista, la actitud que adopta quien no dados en esta etapa del pleito en la búsqueda de una resolución
está obligado a impulsar, es igualmente negativa: mantenerse aga­ judicial favorable (que, a veces, por cansancio del Tribunal, se ob­
zapado esperando que los plazos transcurran y no hacer nada para tiene).
agilizarlos ("eso le corresponde a la otra parte"). Muchas veces los En la práctica, un instituto cuyo objetivo primario es impe­
días y meses pasan y, acercándose el vencimiento, se encuentran dir que los pleitos se eternicen y el secundario contribuir a agilizar
con un escrito de la contraria que purga la perención y así comien­ los pleitos, se convierte, por la confusión de objetivos, en un factor
de dilación con resultados opuestos a los que se buscan.
En consecuencia, Lynch propone que se distinga entre la
caducidad y la obligación de impulsar con plazos más cortos, y
37 Lynch, Horacio, Caducidad o perención de instancia, la prescripción y la
agilización de los pleitos. La obligación de impulsar. LL 2004-C, 1365. que las consecuencias del incumplimiento de los plazos para im­

42 43
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

pulsar recaigan sobre el responsable (generalmente el profesio­ dad" debe recaer sobre el profesional y no sobre el titular del de­
nal) y no sobre el cliente, cuya única culpa es no haber tenido cri­ recho, salvo que sea atribuible al cliente;
terio (o información adecuada) al elegir abogado. Es decir, propo­
6. Las sanciones para el profesional pueden ser desde sim­
ne que la inactividad produzca efectos diferentes de la caducidad
ples advertencias hasta pecuniarias (desde la pérdida del derecho
del proceso, salvo en los casos y plazos excepcionales donde real­
a honorarios, hasta multas proporcionales), llegando inclusive a
mente la culpa es del cliente. En esta idea, como segunda conclu­
la intimación al cliente a sustituirlo;
sión debería constatarse fehacientemente que la inactividad, desi­
dia, desinterés, etc. sea del titular de la acción y no del abogado. 7. El profesional que en forma reiterada sea sancionado den­
Uniendo todos los conceptos, Lynch considera que debe es­ tro de un determinado período de tiempo podría hasta perder la
tablecerse una obligación de impulsar imponiendo plazos más matrícula.
breves; que sea autónoma e independiente de la caducidad; que 8. Cuando se está ante una prescripción operada, el Tribu­
su incumplimiento acarree sanciones para el abogado, salvo que nal sólo podría decretar la caducidad cuando tiene la seguridad
sea atribuible al cliente; distinguir esta obligación del tema de la de que la responsabilidad es del cliente y no de su abogado.
caducidad y, en relación con la prescripción, el tribunal debe ser
muy cuidadoso cuando la caducidad se decreta ya operada la mis­ Como puede advertirse, el trabajo de Lynch resulta suma­
ma, y sólo declarar la caducidad con prescripción cuando se tenga mente original y sin lugar a dudas de muy loables intenciones,
la absoluta seguridad que la culpa ha sido del titular de la acción y pero desde mi punto de vista demasiado complicado, lo cual esti­
no de su abogado. mo, en lugar de mejorar y acelerar el proceso, produciría más in­
Las nuevas pautas podrían ser: convenientes y retrasos.
En efecto, analizando punto por punto de las pautas que
1. Cuando exista evidencia de desatención y desinterés com­ propone Lynch implementar en el régimen de caducidad, me sur­
probadas por parte del actor, el juicio debe caducar, pero con pla­
gen las siguientes dudas:
zos más largos (volviendo al antiguo de dos años que existe en la
mayoría de los países) y con avisos previos; l2) ¿Cuándo existe "evidencia"de desatención y desinterés
comprobada por parte del actor? ¿Ello no ocurre siempre en los
2. Deberían existir plazos más cortos —mensuales quizás— mismos supuestos, esto es, cuando no se insta el curso de la ins­
obligatorios para impulsar, transcurridos los cuales los Juzgados tancia o hay supuestos en los que esa inactividad es más "eviden­
podrían intimar a quien tiene el impulso del proceso a activarlo,
te"? El no hacer es siempre el mismo.
bajo las penalidades que se establezcan;
29) Si alargamos los plazos de caducidad, ¿por qué dar aviso
3. Esto permitiría al Juzgado y a la parte que no tiene el im­
previo?
pulso obligar al responsable a activarlo;
3Q) ¿No demoramos el proceso si los tribunales deben revi­
4. Si hay razones fundadas para la inactividad, por ejemplo,
sar todos los días el expediente para ver si transcurrió un mes sin
negociaciones entre las partes, éstas deberían exponerlas al Juez; que se impulse el proceso e intimar a las partes a que lo hagan? Y
5. El castigo por el incumplimiento a los "plazos de activi­ si transcurrido ese plazo el juez no intima, ¿debe sancionarse al

44 45
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
En conclusión, no obstante lo interesante de la postura de
tribunal?, ¿no estamos poniendo en cabeza del juzgador una car­
Lynch por cuyo motivo creí oportuno mencionarla en mi trabajo,
ga que no es acorde con el principio dispositivo?
en lo personal considero que distinguir entre plazos de caducidad
4Q) ¿Cómo podemos saber "con certeza"si el incumplimien­ y plazos de actividad, y entre responsabilidad del cliente y del
to de los plazos de actividad es atribuidle al cliente o al profesio­ abogado, en lugar de acelerar los procesos (finalidad a la que apun­
nal? No podemos pecar de incrédulos. Muy bien podría ocurrir ta el autor), alargará los mismos y, peor aún, tornará inaplicable la
que ante una intimación que recibe el abogado, éste le haga firmar caducidad cuando ella acarree también la prescripción del dere­
al cliente un escrito en donde reconoce su responsabilidad en la cho.
inactividad. De lo contrario, el tribunal debiera llamar a las partes
en persona a una audiencia a fin de interrogarlas, pero ello es un
absurdo. Si a la infinidad de audiencias testimoniales, confesiona­ c)
4. Días inhábiles. Feria Judicial. Paros judiciales. Análisis de
les, de conciliación, etc., existentes, le tuviésemos que sumar ésta, LAS NORMAS DEL CPCN Y CPCSF. POSICIÓN DE LA AUTORA.
tal vez hasta una vez por mes en muchos pleitos (recordemos que Necesidad de una reforma
Lynch propone que los plazos de actividad sean de un mes), en­
El art. 311 del CPCN, último párrafo, establece que los pla­
tonces los tribunales no darían abasto y los procesos en lugar de
zos "correrán durante los días inhábiles salvo los que correspon­
acelerarse se demorarían y mucho. dan a las ferias judiciales".
5Q) Finalmente, y reiterando los interrogantes expuestos an­ Esta exclusión del cómputo del plazo de caducidad de los
teriormente, ¿cómo podemos saber "con certeza"que la responsa­ días de la feria judicial que ha hecho expresamente el legislador en
bilidad es del cliente y no de su abogado a fin de decretar la pres­ la última reforma al código procesal nacional fue con la finalidad
cripción operada? de homogeneizar el criterio jurisprudencial existente hasta enton­
Este ciertamente es el punto que más me preocupa de las ces. En efecto, antes de la reforma los tribunales no eran contestes
propuestas que el autor hace, pues si sólo pudiera decretarse la en incluir o excluir la feria del término de perención, lo que obvia­
caducidad de la instancia si ella acarrease la prescripción de la mente generaba mucha inseguridad jurídica.
acción, cuando la responsabilidad es del cliente y no del abogado, Pero no obstante que este cambio en la legislación ha sido
entonces aquel podría siempre echarle la culpa a su mandatario o sumamente positivo a fin de unificar la jurisprudencia nacional,
este reconocer su responsabilidad, y asi las acciones se tornarían los problemas se siguieron suscitando, ahora a raíz de los nume­
imprescriptibles, en clara contradicción con una norma expresa rosos paros efectuados por elpersonaljudicial que tuvieron lugar
del Código Civil. en los últimos años.
Además, si bien es cierto que cuando la caducidad implica Así, mientras algunos tribunales manifestaron que "la pre­
también la prescripción del derecho las consecuencias son mucho tensión de que se descuenten los días inhábiles no comprendidos
más negativas, no por ello debe dársele un tratamiento distinto, la en la feria judicial, resulta improcedente por estar claramente li­
ley debe siempre juzgar de igual manera las situaciones iguales. mitado el objeto de la reforma implementada por la ley 22.434
Es decir, ante la inactividad o actividad inidónea de las partes por (Adía, XLI-B, 2822), a aquellos lapsos más o menos prolongados,
el plazo que establece la norma, el apercibimiento debe ser el mis­ en que el litigante se ve privado de impulsar el proceso debido al
mo, esto es, debe declararse la caducidad de la instancia.
47
46
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

receso tribunalicio"38; existieron también fallos que receptaban de la instancia— quisiera agregar un escrito en una causa, éste
doctrinas opuestas. Así la sala B de la Cámara Civil en los autos será recibido en la Mesa de Entradas del respectivo Juzgado im­
caratulados: "Cirrilli, Víctor c. Izzo, Juan s/daños y perjuicios" del pulsando así el expediente y logrando que la instancia permanez­
26 de setiembre de 1990 expresó: ca viva. No puede esta cuestión equipararse a los días de feria, por
cuanto en aquéllos les está vedado a las partes el impulso del pro­
Esta sala considera que a los fines del cómputo del pla­ ceso por causas ajenas a ellas mismas, no revistiendo estas carac­
zo de caducidad de la instancia deben descontarse los días terísticas los días de paro conforme lo expuesto precedentemente.
que abarcaron los paros del personal judicial, por los pro­ Por ello participo de la postura de la inclusión de los días de paro
fundos trastornos que provocaron en la actividad de los dentro del cómputo del término de la caducidad, so pena de caer
Tribunales, máxime teniendo en cuenta el criterio restric­ en la ficción de desconocer la práctica tribunalicia".
tivo que rige en esta materia y que fueron finalmente de­ En sentido opuesto, Santiago40 entiende que "la diferencia­
clarados inhábiles por la Corte Suprema de Justicia. ción que intenta hacer la norma procesal nacional, entre los días
inhábiles de la feria judicial y los demás, refiere a que debe com­
Por su parte, la doctrina tampoco ha sido uniforme al res­
putarse el plazo de caducidad en días corridos —aun inhábiles—
pecto. Imatz39 considera que "si bien es cierto que el art. 311 del
(sábados, domingos, feriados, etc.) diferenciando los plazos admi­
Código establece que los plazos indicados en el art. 310 correrán
nistrativos de los judiciales. Y que aquella excepción de los inhábi­
durante los días inhábiles y que la Suprema Corte de la Nación
les de las ferias judiciales radica en la imposibilidad en que se en­
declaró a la mayoría de ellos como tales y que por esta razón al­
cuentra el litigante para instar la causa. Por ello colegimos, que
gún sector de la doctrina y jurisprudencia sostienen que deben
igual criterio debe aplicarse para las hipótesis de declaración por
excluirse del cómputo, no lo es menos que de la práctica tribunali-
la Corte Suprema de Justicia de suspensión de plazos, es decir, no
cia se extraen otras conclusiones. Creo que el tema en el que debe
deben computarse. Así, no deben computarse los días declarados
centrarse el análisis, es en discernir si las partes —durante esos
inhábiles por el Alto tribunal como corolario de medidas de fuer­
períodos— se han visto impedidas de instar el procedimiento. En
za".
primer término, destaco que aun en los días de paro, en los juzga­
A mi humilde entender, aun en el caso de que la Corte Su­
dos se aceptan —en algunos— todo tipo de escritos y en otros, al
prema de Justicia de la Nación declare inhábiles los días de paro
menos aquellos que tengan algún vencimiento. Del mismo modo,
del personal judicial, los mismos deben incluirse en el cómputo
los funcionarios y magistrados no se adhieren a estas medidas de
delplazo de caducidad, pues la norma del artículo 311 del CPCN
fuerza, permaneciendo en el tribunal. En virtud de ello, si alguno
es sumamente clara al excluir únicamente a los días correspon­
de los litigantes —a los efectos de evitar los efectos de la perención
dientes a la feria judicial, esto es, un mes en enero y quince días en
julio o agosto.
Ahora bien, no obstante que mi posición es la misma que la
38 CNCom., sala E, julio 8-987, "Shejman, Alicia s/tercería en Impresiones
Gráficas Tabaré S.A. c. Alvarez, Luis s/ ejec." y diciembre 29-988, "Yet Cargo S.A. c.
Díaz, Bonilla, Marcelo. La Ley Online. ■*° Santiago, Alicia Noemí, Caducidad de instancia. ¿Son inhábiles los días
39 Imatz, Andrea Alejandra, Caducidad de instancia. LL 1995-A, 677. cuya suspensión ordenara la Corte Suprema?. LL 1994-E, 673.

48 49
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

de Imatz, no comporto sus fundamentos, pues considerar que los Los días inhábiles correspondientes a las ferias judicia­
días de paro judicial no se excluyen del cómputo del plazo de pe­ les de los meses de julio y enero no son deducidles del
rención por el hecho de que en la práctica los juzgados admiten término anual genérico de caducidad de la instancia, en
mérito a la falta de previsión normativa singular en el Có­
los escritos, llevaría al absurdo de que si un tribunal, por equis
digo Procesal Civil y Comercial de Santa Fe41.
causa (por ejemplo porque también se adhirieron al paro los ma­
gistrados titulares del mismo), no permitiera el ingreso de escri­
Los días inhábiles correspondientes a las ferias judicia­
tos, entonces respecto de ése sí debiera descontarse ese día y no
les no son deducidles del plazo trimestral de caducidad
con relación a los demás expedientes tramitados en igual jurisdic­ aplicable al pedido de quiebra por acreedor, pues en la
ción pero en otros juzgados. Lo que, además de generar inseguri­ materia es subsidiariamente aplicable el art. 232 del Cód.
dad jurídica, produciría una injustificada desigualdad entre los Procesal de Santa Fe, que manda contar los días inhábiles
justiciables. en los plazos procesales expresados en meses42.
Considero que este supuesto puede asimilarse al caso de la
"suspensión de términos", que si bien suspende el plazo que se En el régimen procesal vigente en la Provincia de Santa
encuentra corriendo para la parte que lo solicita, como por ejem­ Fe, supletoriamente aplicable en materia concursal por vía
plo para contestar la demanda, no suspende el plazo de la caduci­ del art. 278 de la ley 24.522 (Adía, LV-D, 4381), la feria
dad, el cual sigue corriendo. judicial no impide que durante su lapso corran los térmi­
Traspolado ello al caso que aquí estamos analizando, si la nos de caducidad (art. 232, Cód. Procesal local)43.
Corte declara inhábil un día por paro judicial, ello significa que
por un día se suspenden los términos que están corriendo para las En sentido contrario, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y
partes (ej.: para contestar traslados, ofrecer pruebas, alegar), pero Comercial de Santa Fe, sala II, en los autos "Banco Francés del Río
no el plazo de caducidad. de La Plata SA c. Insumos Litoral SRL"44 sostuvo que:
Refiriéndonos ahora a la provincia de Santa Fe, nos encon­
tramos con que nuestro código procesal no contiene una norma Los plazos de caducidad de la instancia no corren du­
rante las ferias judiciales porque: 1. Las partes se hallan
similar a la del art. 311 del nacional que resuelva expresamente la
impedidas de realizar actos de impulsión del proceso, por
cuestión de la feria judicial. Así, el art. 232 del CPC sólo establece
una situación que no provocan (Colombo, "Código Proce­
que el término de caducidad "corre durante los días inhábiles".
sal", t. 1, p. 484) y, 2. No es clara la opinión de Maurino,
En consecuencia, es mi postura que no habiendo en nuestra
legislación una disposición que específicamente excluya del cóm­
puto del plazo de perención de instancia a la feria judicial, la mis­
ma debe ser computada. En efecto, el art. 232 establece que dicho 41 CCiv. y Com. Santa Fe, sala I, 07/05/1997, Banco Provincial de Santa Fe -hoy
término corre durante los "días inhábiles", y los días de la feria Banco de Santa Fe S. A.- c. Miro, Jorge E. y otros, LL Litoral, 1997-408.
42 CCiv. y Com. Santa Fe, sala I, 02/06/1999, Versalles Alimentos Congelados
judicial lo son. ' S.A. c. Alimentos Congelados S.A., LL Litoral 2000, 130.
En este sentido se han expedido distintos tribunales santa- 43 CCiv. y Com. Rosario, sala I, 01/09/1998, Cartán S.A., con. prev. -hoy quie­
bra-, LL 1999-F, 788, (42.211-S) - LL Litoral, 1999-366.
fesinos: 44 Publicado en LLLitoral, 1997-564.

51
50
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

cuando se trata como aquí de un plazo perencional "bre­ cial del cómputo del plazo de caducidad, pues ello evitaría la enor­
ve", en cuanto a que suscribe esta tesis, pues de otro modo, me cantidad de fallos contrapuestos que generan inseguridad ju­
se operaría una reducción sustancial del plazo, afectando rídica y conducen a situaciones verdaderamente injustas.
la inteligencia de la norma misma (Maurino, ob. cit. p. 215
y las citas conforme con lo expuesto de Scarano (81), Liá-
cono (82 y 84) y Palacio (85), p. 214); sin desconocer la falta 4.d) Comienzo del cómputo del plazo
de previsión normativa singular en nuestro ordenamiento
procesal sobre el tema, que lo diferencia del Cód. Procesal Tanto el código nacional como el de Santa Fe son coinciden­
de la Nación, que en su art. 311 exceptúa del plazo de ca­ tes al disponer que los plazos de caducidad se cuentan desde la
ducidad a las ferias judiciales. última actuación o diligencia judicial tendiente a impulsar el pro­
cedimiento (arts. 311 CPCN y 232 CPCSF).
Analizando los fundamentos dados por quienes consideran No se toma en cuenta el día en que el acto tuvo lugar sino
que también en Santa Fe la feria judicial debe ser excluida del cóm­ que comienza a computarse el curso de la caducidad al día siguien­
puto del plazo de caducidad, pese a la norma expresa del art. 232 te, sea hábil o no, pues de lo contrario se estaría contando como
del CPCC, quiero manifestar que si tal exclusión debe justificarse plazo de inactividad procesal "justamente aquel día en que se efec­
porque durante dicho período los litigantes no pueden realizar tuó una actividad impulsora de los trámites del procedimiento:
actos de impulso del proceso y porque lo contrario produciría una dies a quo non computator en término"46.
manifiesta desigualdad según el momento en que deban aplicarse Por otra parte, unánimemente sostienen la doctrina y la ju­
los plazos, entonces con dicho criterio todos los días inhábiles de­ risprudencia que no se contabiliza el día en que quedó notificada
berían descontarse, incluidos los sábados y domingos, porque la providencia o resolución judicial, ni la fecha en que quedaron
durante los mismos las partes no pueden impulsar la instancia y firmes las mismas, ni el vencimiento del plazo para contestar el
porque también se verían beneficiados aquellos sujetos cuyo pla­ traslado, sino la fecha en que tuvo lugar el acto notificatorio.
zo de caducidad corriese durante meses con más días hábiles (por En este sentido, la Corte Suprema de Justicia provincial, en
ejemplo, febrero tiene mucho menos días hábiles que marzo). la causa "Fíat Diesel S.A. c. Provincia de Santa Fe", rechazóla de­
Finalmente considero, siguiendo a Maurino45, que nuestro fensa planteada por el actor contra el pedido de caducidad de la
código ritual consagra plazos de caducidad largos, por lo que no contraria, consistente en que encontrándose los actuados en la eta­
produce consecuencias negativas relevantes la aceptación déla tesis pa probatoria hubiera correspondido esperar que precluyese para
no suspensiva. avanzar hasta la próxima y a partir de ésta recién comenzaría a
No obstante lo expuesto, creo sería sumamente importante correr el plazo de caducidad, afirmando que "losplazos de cadu­
que en la próxima reforma al código procesal civil y comercial de cidad comienzan a contarse a partir de la última actuación efecti-
Santa Fe sea incorporada una norma o un párrafo al art. 232 que
expresamente establezca la inclusión o exclusión de la feria judi­

46 Parry, Adolfo E., Perención de !a instancia, Bs. As., Bibliografía Omeba,


43 Maurino, Alberto Luis, Perención de la ob cit., p. 215. 1964, p. 128.

52 53
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

vamente realizada, siempre que ostente idoneidadpara hacer a van- En suma, la caducidad no opera a partir del vencimiento del
zar el proceso hacia la sentencia de mérito" plazo, sino a partir de la resolución judicial que la declara.
Concluyendo con un ejemplo: si envío cédula judicial al de­ Sólo encontramos como excepción a este sistema al Código
mandado el 01/02/06 corriéndole traslado para oponer excepcio­ Procesal de Jujuy, para el cual la perención es declarativa por ope­
nes en el término de tres días y la recibe el 05/02/06, el día a partir rarse de pleno derecho (art. 200).
del cual debo comenzar a computar el plazo de caducidad no es ni
el 05/02/06 ni el 09/02/06 (tres más uno de gracia para contestar el
traslado, suponiendo que todos son hábiles judiciales), sino el 01/
02/06 (mejor dicho a las 24 horas del mismo), es decir, la fecha en
que tuvo lugar el último acto impulsorio del proceso, cual es el de
notificar la providencia de autos.

4. e) Finalización del plazo de caducidad


El plazo de caducidad comienza a las cero horas del día si­
guiente al acto impulsorio o a las veinticuatro horas de ese mismo
día y finaliza, conforme los artículos 24 y 27 del Código Civil, a la
medianoche del día en que se cumplen, esto es, el mismo día en
que se iniciaron, con independencia de los días que tenga cada
mes.

5. Cuarto requisito: Resolución judicial que declare la


CADUCIDAD DE INSTANCIA

Este cuarto y último requisito de la caducidad de instancia


implica que siempre se requiere de una resolución judicial que la
tenga por producida.
El instituto de la caducidad de la instancia no opera en for­
ma automática ni de pleno derecho, aunque puede ser declarada
de oficio. No produce efectos por el mero vencimiento del plazo
sino que es consecuencia de una decisión del órgano jurisdiccio­
nal que la declara. En consecuencia, dicha resolución reviste ca­
rácter constitutivo.

54 55
Capítulo Cuarto

PROCEDIMIENTO PARA LA
DECLARACIÓN DE CADUCIDAD

1. A PEDIDO DE PARTE

1.a) Semejanzas y diferencias entre el CPCN y el CPCSF


Conforme el art. 233 del CPCC de Santa Fe, los litigantes
pueden pedir la declaración de caducidad por vía de acción o de
excepción antes de consentir cualquier trámite del procedimiento,
dándose, previa resolución, vista por tres días a la parte contraria
y al fiscal.
Por su parte, el art. 315 del CPCC nacional dispone que el
demandado en primera instancia o la parte contraria a quien in­
terpuso un recurso o un incidente, puede pedir la caducidad antes
de consentir cualquier actuación del tribunal o de la parte poste­
rior al vencimiento del plazo legal y se sustanciara únicamente
con un traslado a la parte adversaria.
Como se advierte, las diferencias existentes entre la legisla­
ción nacional y la provincial son sólo dos: l2) respecto de quiénes
pueden pedir la declaración de caducidad -tópico tratado en el

57
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

capítulo tercero, punto 2.d) de este trabajo, al cual nos remitimos— En el segundo de los supuestos anunciados, el consentimien­
y 29) mientras que en la Nación del pedido de caducidad sólo se to se configura cuando se ha dejado transcurrir un plazo (legal­
corre traslado a la parte contraria, en Santa Fe también al Fiscal. mente predeterminado en forma expresa o, bien analógicamente
Por lo demás, ambos códigos coinciden en que la solicitud delimitado en base a otras normas legales aplicables del mismo
de perención sólo puede tener lugar antes de consentir el peticio­ cuerpo procedimental) sin que se acuse la caducidad de instancia.
nante cualquier actuación, posterior al vencimiento delplazo, que No hay una manifestación expresa de voluntad de continuar con
tenga por efecto impulsar el procedimiento. Es lo que en doctrina el proceso, sino una implícita al no alegarse la perención, pudién­
ha dado por denominarse "purga o convalidación déla caducidad". dolo haber hecho.

I.b) Purga o convalidación de la caducidad l.


c) Plazo para acusar la caducidad de instancia. Distintas
POSTURAS A NIVEL NACIONAL Y PROVINCIAL. POSICIÓN DE LA AUTORA
Loutayf Ranea47 afirma que en realidad no se trata de con­
sentir el acto de impulso procesal sino de consentir que la instan­ La gran discusión que se ha suscitado en tomo al tema de la
cia continúe: hay un plazo desde la realización del acto de impul­ purga de la caducidad es con relación al plazo que tiene la parte
so posterior al vencimiento del plazo de caducidad para que el para alegar la perención. Discusión trascendente pues resulta fun­
interesado manifieste su voluntad de que la instancia continúe o damental determinar luego de qué término transcurrido se entiende
no; como ese plazo se computa desde el acto de impulso —o mejor que la contraria ha consentido —tácitamente— la prosecución de
dicho, desde el conocimiento o notificación de ese acto de impul­ la instancia.
so—, por ello se habla de consentimiento del acto; pero no se pres­ A nivel nacional existen distintas posturas, que de una ma­
ta consentimiento al acto sino que se consiente que la instancia nera clara y concisa Vargas48 nos resume. Así, expone este autor
continúe. que "dentro del arco expositivo hay que distinguir dos situacio­
Este consentimiento puede ser expreso o tácito. nes: 1) cuando se consiente la notificación de la demanda y 2) cuan­
En el primero de los casos, la parte se presenta en el expe­ do se consienten, en su caso, los restantes actos o actuaciones del
diente y expresamente manifiesta que, no obstante la caducidad tribunal o de las partes.
operada, es su intención que se prosiga con las actuaciones. De Sobre el primero de los tópicos enunciados existen tres ten­
más está señalar que en los años que tengo litigando en los tribu­ dencias:
nales de Santa Fe, no he sido parte en ningún proceso en lo que 1) Según una teoría, la notificación de la demanda, acto im-
esto haya ocurrido, ni tampoco encontré, ahora que he pregunta­ pulsorio e interruptivo por excelencia, queda consentida, y por
do a los fines de la elaboración de este trabajo, que a algún colega ende expurgada la instancia si luego del vencimiento del plazo
le haya sucedido. legal de caducidad, pero dentro del plazo de 5 días de practicada
la diligencia no se la acusa. Los 5 días precitados surgen del art.

47 Loutayf Ranea, Roberto, Subsanación de la caducidad de ¡a instancia, LL,


1979-C-754. 48 Vargas, Abraham Luis, Cuestiones actuales sobre ..., ob. cit.

58 59
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

170 del Cód. Procesal Civil y Com. Nacional y así lo ha resuelto la Mucho más pragmático —y según sus palabras atento a lo
jurisprudencia mayoritaria en innumerables fallos; "dudoso de la materia" — Kielmanovich se alinea en una postura
intermedia, según la cual "el consentimiento debe ser analizado
2) Otra corriente sostiene que la notificación de la demanda
en cada caso, como se ha dicho, a partir de la clase de resolución o
como acto de impulso e interruptivo se consiente si la caducidad
actuación judicial de que se trate, y, por ende, de la impugnabili-
no es acusada dentro del plazo previsto para la contestación de la
dad de la cual puedan ser objeto (recurso de reposición, apela­
demanda o acto equivalente; tesis que también tiene el aval de
ción, incidente de nulidad), sin perder de vista que en este asunto
alguna jurisprudencia;
campea una interpretación restrictiva, que bien puede aconsejar la
3) Finalmente, en algún sentido minoritario Kielmanovich oposición de la perención, en las condiciones que indica el art. 36
afirma que la notificación de la demanda se consiente no sólo si del Cód. Procesal, dentro del plazo máximo de 3 días, pues siem­
dentro del plazo fijado para contestarla no se opone la perención, pre podrá argüirse —y de hecho se sostuvo — que en la duda debe
sino también si se efectúa algún acto o actuación procesal anterior estarse por la interpretación que favorezca la continuación, y no la
sin articularla, por aplicación del consentimiento vinculado con la extinción de los procedimientos judiciales.
prórroga de competencia a que hace referencia el art. 7- del Cód. Frente a esta tesis "relativista" se divisa una que podríamos
Procesal Civil y Com. de la Nación. llamar "absolutista o unificadora" que es la que postula Loutayf
Ranea, para quien el plazo del art. 170 del Cód. Procesal Civil y
Respecto del segundo de los problemas anunciados, la juris­
Com. de la Nación (5 días) puede utilizarse por analogía en todo
prudencia se halla dividida entre quienes sostienen que: 1) un acto
caso, ya que "es más lógico que el plazo sea uno solo, cualquiera
procesal se consiente dentro del 5to. día; 2) los que fijan ese plazo
sea la naturaleza del acto y que abarque tanto a los actos realizados
en 3 días y, 3) aquellos que pregonan que el consentimiento debe
por la parte o de oficio por el tribunal o alguno de sus auxiliares, y
ser analizado en cada caso.
no que se trate de plazos diferentes, según correspondiera interpo­
Los que avalan que sean 5 días se dividen a su vez entre
ner recurso de reposición o apelación, o del plazo para realizar el
quienes lo hacen en base al plazo señalado para la interposición
acto respectivo, como ser el plazo para contestar la demanda".
del recurso de apelación, sin perjuicio de que no les interesa si el
Y ello es así por cuanto "no se advierte justificativo alguno
acto motivo del no-consentimiento es o no susceptible de ser ata­
para admitir que el plazo respectivo sea diferente según cuál sea
cado por dicho remedio, y aquellos que entienden que se aplica
el acto de impulso procesal que se realice o el estado del procedi­
aquí el plazo previsto en el art. 170 del Cód. Procesal Civil y Com.
miento; en cualquier circunstancia, a los efectos que nos ocupa, la
de la Nación por ser éste el genérico y común del Código.
situación de quien solicita la perención es la misma, y por ello el
Por su parte, quienes hablan de 3 días, razonan que si se
plazo de consentimiento debe también ser igual. Además, como
afirmara el plazo de 5 días con base en el lapso fijado para la inter­
ya se tiene señalado, no se consiente el acto impulsorio, sino que
posición de los recursos, se tendría que distinguir si la actuación
se consiente que la instancia continúe, y por ello, a efectos del pla­
en cuestión puede ser objeto del recurso de apelación o simple­
zo de consentimiento, resulta irrelevante la naturaleza del acto
mente del de reposición, e indicar en tales casos que aquélla con­
impulsorio o el estado del procedimiento".
siente si la caducidad no es opuesta dentro del 5e o del 3Q día,
"De todas maneras, en lo único en que concuerdan todos los
según el tipo de recurso que admita.

60 61
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

autores y la jurisprudencia es en cuanto a que el acuse de caduci­ la Nación y tres en la provincia de notificado del acto de impulso
dad sólo es tempestivo si es formulado en la primera intervención del proceso, por aplicación del término que establecen los respec­
asumida en el juicio". tivos códigos como genérico y común (arts. 170 CPCN y 89 CPCSF),
A nivel provincial, podemos afirmar que existen dos posi­ y ello sin importar si el acto es atacable por vía de reposición, ape­
ciones: 1) quienes entienden que hay que acusar la caducidad de lación o nulidad, pues lo que se está cuestionando es la continua­
la instancia dentro de los tres días de notificados del acto impulso- ción de la instancia y no el acto en sí mismo. Comparto totalmente
rio, ya que ese es el plazo genérico de las vistas y traslados, inter­ los fundamentos dados por Loutayf Ranea, que se transcribieran
posición del incidente de nulidad y planteo del recurso de revoca­ más arriba y a los cuales me remito en honor a la brevedad.
toria; y 2) quienes sostienen que el plazo para deducir o acusar la Más aún, no me parece aceptable el fundamento dado por
perención de instancia depende de la casuística, debiendo anali­ quienes se posicionan en la postura contraria a la que adhiero,
zarse el consentimiento a partir de la actividad impulsora —pro­ considerándola "peligrosa". En efecto, estos autores enumeran dis­
veniente del tribunal, sus auxiliares o de las partes— y de la situa­ tintas situaciones que se plantean dentro de un proceso y que, se­
ción jurídico procesal derivada de ella. Desde allí, habrá que veri­ gún ellos, de seguirse nuestra postura llevarían a soluciones ilógi­
ficar la clase de resolución o actuación judicial de que se trate, y, cas. Uno de los ejemplos mencionados es el del juicio sumarísimo
por ende la impugnabilidad de la cual puedan ser objeto (recurso en el cual se adopta como primera medida el traslado de la de­
de reposición, apelación, incidente de nulidad, etc.), así como si se manda por el término de diez días, y así entienden irrazonable
ha conferido un traslado para realizar un acto procesal determina­ que se obligue a quien aún no conoce las actuaciones y recibe una
do (v. gr. un traslado de la demanda, un traslado para oponer ex­ cédula en donde se le fija como regla de juego que tiene aquel
cepciones, un traslado para ofrecer pruebas, un traslado para ale­ plazo, a que dentro de los tres primeros deba plantear la caduci­
gar, etc.) o una citación y emplazamiento particular, siendo este dad. Lo mismo consideran podría argüirse que sucede en los jui­
plazo amplio dentro del cual aquél podrá analizar su estrategia (y, cios orales (donde no hay citación a estar a derecho separada y
para ello deberá compulsar las actuaciones) y, si es que quiere, previa, sino que se la hace conjuntamente con el traslado de la
"consentir" la caducidad de la instancia operada o bien "acusar­ demanda, que debe contestarse dentro del término de 20 días —
la" luego de verificar que prefiere aniquilar ese proceso y no de­ cfme. art. 548, Cód. Procesal Civil y Com. de Santa Fe—), en las
fenderse dentro de él. ejecuciones hipotecarias (donde se publican edictos por cinco ve­
En lo personal, me permito disentir con quien fuera mi pro­ ces en cinco días citando al deudor y terceros adquirentes, etc., "a
fesor y coordinador de posgrado, Abraham Vargas, y adherir a la fin de que dentro de cinco días contados desde la última publica­
primera de las posturas mencionadas. Considero que tanto a nivel ción paguen el importe del crédito, intereses y costas prudencial­
nacional como provincial deben existir reglas claras a fin de con­ mente estimados u opongan excepción legítima" —cfme. art. 511,
tribuir a la seguridad jurídica y evitar así desigualdades que sólo Cód. Procesal Civil y Com. de Santa Fe — ), en las ejecuciones pren­
llevan a aumentar el desprestigio que la justicia tiene actualmente darias, etc.
frente a los ojos de sus usuarios. Ahora bien, considero que de compartirse este razonamien­
Y con esa finalidad, me parece razonable que el plazo para to y siguiendo el ejemplo dado por los autores respecto del juicio
acusar la caducidad de la instancia sea dentro de los cinco días en sumario, entonces también podría cuestionarse el plazo para opo-

62 63
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
Con una norma similar cuenta el código procesal nacional,
ner excepciones de previo y especial pronunciamiento, pues las
mismas deben ser articuladas dentro de los tres primeros días (art. pero el plazo, en lugar de ser de seis meses, es de tres, y la cédula
140 CPCSF), y por ende tampoco resulta razonable para el sujeto no debe ser dirigida al domicilio real sino al legal. Obviamente
que recibe la cédula donde se le fija como regla que tiene diez días que la estipulación de un término más corto que el del código pro­
vincial tiene su fundamento en que los plazos de perención en
para contestar la demanda.
Así como los abogados saben que cuentan con tres días en el aquél son más breves.
juicio sumario y diez en el ordinario para oponer excepciones di­
latorias, o que tienen tres días para atacar vía recurso de reposi­
ción un decreto dictado sin sustanciación, como por ejemplo el 2. De oficio
que abre la causa a prueba, pese a que el mismo otorga un plazo Nuestro código de rito provincial establece que es obliga­
más amplio para presentar el ofrecimiento respectivo, y nadie ja­ ción del secretario dar cuenta al tribunal luego de que transcurra
más ha cuestionado su legitimidad, entonces deviene lógico pre­ el término de caducidad sin que se haya instado el proceso, y el
guntarnos por qué habría de resultar peligroso que se fijara como juez, previa vista al fiscal, lo tendrá por extinguido (art. 233 1B
pauta que dentro de los tres primeros días de notificada de un párrafo).
acto de impulso la parte deba acusar la caducidad de la instancia. La Nación también prevé la declaración de oficio de la ca­
En consecuencia, y reafirmando la postura a la cual adhiero, ducidad, pero no dispone que es el secretario quien tiene la obli­
entiendo que fijar un plazo igual para todos los casos (de cinco gación de anoticiar tal hecho ni establece una vista al fiscal (art.
días en la Nación y de tres en la provincia) resulta ser no sólo lo 316).
más ajustado a derecho sino lo más conveniente para contribuir a En cuanto al informe actuarial, la jurisprudencia santafesina
la seguridad jurídica. ha dispuesto que no es condición indispensable para la declara­
Finalmente, cabe mencionar que, con muy buen criterio, el ción de oficio de caducidad, sino que basta la comprobación del
código procesal de Santa Fe dispone en su artículo 62 inc. 32 que vencimiento de los plazos señalados en la ley, lo que puede verifi­
debe notificarse por cédula al domicilio real "la primera provi­ car el juez directamente. No debe confundirse la obligación que
dencia que se dicte después que el expediente haya vuelto del ar­ pesa sobre el secretario del juzgado de dar cuenta al tribunal cuan­
chivo o haya estado paralizado por más de seis meses". do hubiese transcurrido el término señalado para la perención,
Y digo que dicha disposición es acertada por cuanto, como con una exigencia ineludible de la existencia de tal informe para
lo ha dicho nuestro Máximo Tribunal provincial, "evita la sorpre­ poder resolverla, ya que la finalidad de éste es sólo la de que el
sa que causaría al litigante la purga que la perención ocasionaría juez tome conocimiento de que pasó el término de caducidad, para
por el transcurso del plazo para oponerse a la continuación del que ejerza la facultad de declararla oficiosamente y con sólo dar
trámite sin haber tenido la oportunidad de alegar la misma" intervención al agente fiscal4950.

49 CSJSF, A y S t. 168 p. 334-337, 27/12/00, Molina María del Valle c/Municipa-


lidad de Rosario s/Recurso contencioso administrativo de plena jurisdicción, Expte. 50 CCivCom Rosario, Sala I, 31/3/80, Juris, 63-65; id. Sala II, 26/2/84, Juris, 76-
CSJ N° 536, año 1986. 87.

64 65
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

También se ha resuelto que "si bien el art. 233 CPCSF dispo­ 3. Un caso especial. Análisis y crítica de la autora al
ne que es obligación del secretario dar cuenta al tribunal que trans­ NUEVO RÉGIMEN DEL CÓDIGO PROCESAL ClVIL Y COMERCIAL DE
currió el término de caducidad a los fines de tener por extinguido LA PROVINCIA DE BUENOS AlRES
el proceso, dicha normativa no es de orden público procesal"^.
Hasta ahora analizamos las dos formas de declaración de la
Si nos remontamos al comienzo de este trabajo, cuando ana­
caducidad de instancia que prevén los códigos procesales civiles y
lizamos los fundamentos de la caducidad de la instancia, podre­
comerciales de la Nación y Santa Fe, similares a los de las provin­
mos deducir que la declaración oficiosa de la misma tiene su ra­
cias de Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Neuquén
zón de ser en el motivo de orden "objetivo que se fija en la nece­
y Santiago del Estero.
sidad de evitar la pendencia indefinida de los procesos, por el pe­
En Córdoba, por su parte, no se autoriza la declaración de
ligro que esto conlleva para la seguridad jurídica.
oficio de la caducidad (art. 1125).
De lo contrario, si sólo entendiéramos a la perención desde
En Buenos Aires, la ley 12.357 reformó el art. 315 del código
el punto de vista del interés de las partes, no podríamos nunca
procesal y agregó que previo a la declaración de caducidad debe
comprender el por qué de su declaración de oficio.
intimarse a las partes para que en el término de cinco días mani­
Es importante también destacar que la sentencia que decla­
fiesten su intención de continuar con la acción yproduzcan activi­
ra de oficio la perención debe estar fundamentada, bajo pena de
dad procesal útil para la prosecución del trámite, bajo apercibi­
nulidad; esto es, debe exponer desde cuándo rige la inactividad
miento en caso de incumplimiento, de declararse la caducidad de
procesal y la última actuación impulsora del procedimiento.
Finalmente, debe tenerse presente que la caducidad de ofi­ la instancia.
Algunos autores, con los cuales desde ya adelanto que di­
cio sólo puede decretarse "antes de que cualquiera de las partes
siento, vieron este nuevo régimen legal instaurado con muy bue­
impulse elprocedimiento". Es decir, aun habiendo transcurrido el
nos ojos, pues recepciona las críticas que aquellos mismos doctri­
plazo de ley con total inactividad procesal de los sujetos involu­
narios le hacían al sistema de declaración de oficio de la caduci­
crados, si uno de ellos lo impulsa ya no puede el juez declarar la
dad.
perención (obviamente que la otra parte sí podría, antes de con­
En efecto, en 1990 Güeller51
52, en un artículo publicado en La
sentir el acto, solicitar la caducidad). Y esto me parece sumamente
Ley, y refiriéndose a la perención oficiosa, manifestaba la conve­
razonable, pues si bien este instituto tiene su razón de ser no sólo
niencia de mejorar el instituto, pudiendo el tribunal, en uso de las
en el interés de las partes sino también en el interés público, nunca
facultades conferidas por el art. 34 inc. 5S b) del Cód. Procesal,
debemos olvidarnos que el proceso civil está regido por el princi­
pio dispositivo y, en consecuencia, no puede el magistrado desoír ordenar en forma previa y saneatoria se corra traslado a las partes
a fin de que las mismas peticionen lo que haga a sus derechos, bajo
y contrariar la voluntad de los sujetos de continuar con el pleito.
apercibimiento de declarar la caducidad de la instancia, en caso
contrario.

51 CCiv.y Com. Rosario, sala 49, 7/2/95. Jiménez J.R. c/Manto Negro S.A. y
53 Güeller, Isidoro, La caducidad declarada de oficio. LL 1990-A, 481.
otros s/Recurso -Reconstrucción-. T- 60, R-l (na 13824). Rep. Zeus T. 10, p. 848.

66 67
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

Entendía este autor que el tribunal no puede ponerse en cus­ "Nada hace presumir que esta norma haya previsto la cadu­
todio de los valores en juego más allá del interés de los particula­ cidad oficiosa, o la de pleno derecho, pues se limita a expresar 'si
res involucrados y que por ende la recepción de tal despacho sa- ha tenido lugar la deserción de la instancia según las disposicio­
neatorio en una reforma legislativa futura mejoraría el perfil del nes del Código de Procedimientos', que en esa fecha no se había
instituto, perfeccionándolo. dictado, en la joven Nación.
Güeller apoyaba su postura exponiendo los numerosos per­ "La ley procesal ha podido constitucionalmente determinar
juicios que la perención declarada de oficio ocasionaba a todos los la posibilidad de caducación de sus instancias, así como la legisla­
sujetos involucrados en el proceso: "al actor: a) Ocasiona nuevos ción sustantiva la prescripción de sus acciones, pero la primera no
gastos para iniciar otra demanda, como bono profesional, tasa de puede jerárquicamente pequdicar derechos de fondo que la se­
justicia, etcétera; b) Puede plantear la necesidad de iniciar nueva gunda reconoce. No obsta a ello la empeñosa jurisprudencia que
demanda, no terminada la anterior (por ejemplo en apelación), trata de hacer pie en la afirmación de que la caducidad no perjudi­
ante el peligro que opere en su transcurso la prescripción de la ca no solo las pruebas producidas, art. 318 del Cód. Procesal, sino
acción; c) Puede determinar que cese la interrupción de la pres­ que tampoco lo hace respecto de reconocimiento de derechos he­
cripción, que se tiene por no sucedida. chos en el juicio. Ello no alcanza a cubrir la hipótesis de demanda
"Respecto del demandado tales gravámenes, pueden ser: a) no notificada, en la cual por no haberse trabado la litis, no se pue­
Impedir el interés del demandado de que se llegue a una sentencia de dar tales reconocimientos".
a su favor que dé certeza a sus derechos, por la forma en que fue­ Otros autores también aplaudieron la reforma pero por en­
ron cuestionados en esa demanda; b) Obtener costas a su favor; c) tender que la misma se justificaba en atención a la dimensión geo­
Puede nulificar o vaciar de contenido excepciones y defensas. gráfica de la provincia de Buenos Aires, que marca la gran distan­
"Respecto de los profesionales intervinientes, tales gravá­ cia entre los distintos distritos judiciales por los que deben transi­
menes pueden ser: a) hacer responsable al apoderado de los per­ tar los letrados para defender los intereses que le fueran confia­
juicios que la caducidad oficiosa puede producir; b) haber perdi­ dos.
do la chance de tener como obligado a la contraparte respecto de Falcón53, por su parte, cree que "el legislador no quiso avan­
su regulación de honorarios. zar con la línea de los anteproyectos que eliminan el instituto, sino
"Respecto de ambas partes también es posible registrar gra­ que aparentemente quiso conformar los derechos de las partes y
vámenes potenciales, como ser: a) Imposibilidad de sanear el los intereses del tribunal".
procedimiento, impulsando el procedimiento o consintiendo el im­ En lo personal creo que la reforma introducida por la ley
pulso de la contraparte; b) Obtener el progreso de puntos en que 12.357 al artículo 315 del Código Procesal Civil y Comercial de
no hubiese disenso con la contraparte como acumulación de au­ Buenos Aires hace que, lisa y llanamente, desaparezca el instituto
tos, mantenimiento de la instancia, etc. de la caducidad de la instancia.
"La norma que habría originado el instituto sería la del art. En efecto, la ley ha incorporado un nuevo requisito de pro­
3987, instituido por ley 340 de 1869 (Adía, 1852-1880, 505). Es ob­
viamente una ley sustancial de carácter nacional, que no puede
ser afectada por normas procedimentales que son locales.
’3 Falcón, Enrique M., Caducidad o...., ob. cit., p. 39.

68 69
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

cedencia de la perención, restándole todo valor jurídico a la inacti­ con la acción 'y' producir actividad procesal útil", le bastará a la
vidad de las partes, la que hasta entonces la ley presumía equiva­ misma realizar un acto impulsorio, entendiéndose implícita aque­
lía a la voluntad de abandonar la instancia. lla voluntad. Sería absurdo declarar la perención por el sólo hecho
Peor aún, temo que la exigencia de la intimación previa lle­ de que se efectuó una actividad procesal útil pero no se realizó la
ve a situaciones abusivas. Así, por ejemplo, un sujeto podrá inter­ manifestación expresa de seguir el proceso. Entraríamos dentro
poner una demanda a fin de interrumpir la prescripción de su de­ de la teoría del exceso ritual manifiesto.
recho e incluso embargar un bien del demandado, y no instar el
proceso sino hasta cada oportunidad en que el tribunal lo notifi­
que conforme el art. 315 CPCN, haciendo de ese modo que el ac­
cionado se vea inmerso en un pleito que puede durar años, con el
daño que ocasiona una medida cautelar y obligándolo a ser él quien
impulse el proceso cuando sobre quien pesa la carga es su contra­
ria.
Más aún, la nueva redacción de la norma, aunque no lo dice
expresamente, implica eliminar la posibilidad de la declaración
de caducidad de oficio, pues los jueces frente a la inactividad de
las partes deberán siempre intimarlas previamente.
En igual sentido, Resnick Brenner54 considera que la exigen­
cia incorporada al art. 315 "no hace más que violentar los princi­
pios de la buena fe, y en especial el romper con la regla 'venirte
contra factum propium non valet', al aceptar una manifestación
contraria a la declaración de voluntad tácita, exteriorizada por su
conducta anterior de no cumplir con la carga impuesta.
"La pasividad frente al régimen instaurado por la ley 12.357,
importa resistir el detrimento de la dinámica impuesta a los prin­
cipios más caros del derecho procesal, dejando la puerta abierta al
menoscabo de la seguridad jurídica y de las garantías constitucio­
nales comprometidas, como ser la del debido proceso".
Finalmente cabe advertir que si bien el texto legal dispone
que la parte intimada debe manifestar "su intención de continuar

54 Resnick Brenner, Rafael, Provincia de Buenos Aires: ¿Paraíso donde las cau­
sas nunca prescriben? LLBA 2006 (febrero), 6.

70 71
Capítulo Quinto

TRÁMITE DEL PEDIDO DE CADUCIDAD


DE LA INSTANCIA

1. A PEDIDO DE PARTE

Tanto a nivel nacional como provincial, el trámite que se le


imprime al pedido de caducidad de la instancia es el de los "inci­
dentes".
Ello conforme surge del art. 310 del CPCN, que dispone que
el "incidente" &e caducidad de instancia caduca al mes, y del art.
240 del CPCC de Santa Fe, que establece que la perención también
tiene lugar en los "incidentes", excepto en el de caducidad.
Pero, no obstante que pareciera entonces que debiéramos
dirigimos a los capítulos donde los códigos regulan sobre "inci­
dentes" para analizar el procedimiento del pedido de caducidad
(arts. 175 al 187 del CPCN y 326 al 328 del CPCSF), lo cierto es que
en los mismos artículos que se refieren a la perención, se disponen
los pasos a seguir.
En efecto, el art. 315 del CPCN establece que el pedido de
caducidad se sustanciará únicamente con un traslado a la parte

73
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
CPCN, el acuerdo de partes a los efectos de suspender el plazo de
contraria, mientras que el CPCSF en su art. 233 exige además una
perención debe ser efectuado por escrito en el expediente y si es
vista al Fiscal por tres días.
por más de veinte días es necesario que esté firmado por los po­
El pedido de perención debe deducirse ante eljuez o tribu­
derdantes; en consecuencia, ninguna relevancia tiene a los fines
nal donde radican los autos, aun en el caso que se trate de la cadu­
de la declaración de caducidad que las partes hayan acordado la
cidad de la 2da. instancia por no haberse elevado el expediente al
paralización del procedimiento, si dicho acuerdo no fue presenta­
superior cuando ya se hubieran concedido los recursos respecti­
do en los autos. Por lo expuesto, considero que en ese caso en par­
vos.
ticular no correspondería la apertura de la causa a prueba.
El traslado a la contraria se notifica por cédula, conforme lo
Lo que no ocurre en Santa Fe, donde el código no cuenta con
dispuesto por los artículos 135 inc. 16 del CPCN y 62 inc. 2 del
ninguna norma similar, por lo que en esta provincia sí podría ale­
CPCSF, y se corre por el plazo de cinco días en la Nación (art.150)
garse el acuerdo extrajudicial a fin de rechazarse el pedido de ca­
y de tres en Santa Fe (art. 233).
ducidad presentado por la contraria, y en consecuencia solicitarse
A este respecto debe tenerse en cuenta que "la omisión del
y abrirse la causa a prueba.
traslado previo delpedido de caducidad trae aparejada la nulidad
Finalmente, en cuanto a la resolución judicial que decide la
de la resolución que se dicte"33.
perención, la misma "debe tener la forma de un auto, con sintéti­
Asimismo alguna doctrina55 56*sostiene que si bien no está pre­
cos fundamentos de hecho y de derecho y pronunciamiento sobre
vista la apertura de la causa a prueba, ella es procedente "cuando
las costas de la instancia incidental, y en caso de hacerse lugar a la
se aducen hechos que no pueden verificarse en el expediente",
caducidad, también déla instanciaperimida"37.
como por ejemplo si al correrse el traslado el interesado alega que
los autos han estado paralizados por acuerdo de partes.
En lo personal creo que si bien pueden presentarse situacio­
nes en donde se requiera de alguna actividad extra que justifique 2. De oficio
la apertura de la causa a prueba (por ejemplo, si se aduce que un A nivel nacional la caducidad de oficio se declara sin otro
acto fue consentido por la contraria por ser su proveído de notifi­ trámite que la comprobación del vencimiento de los plazos de ley.
cación automática, y se requiera en consecuencia copia certificada En cambio, en la provincia de Santa Fe se le corre previamente
del Libro de Firmas del juzgado), entiendo ello no ocurre en el una vista al Fiscal por tres días.
ejemplo dado anteriormente por los autores citados si nos referi­
mos al código nacional.
En efecto, conforme lo expusiéramos en el punto 3.C.1), ca­
pítulo tercero de este trabajo, atento lo dispuesto por el art. 157 del

55 CNEsp. CivCom, Sala III, 9/9/80, BCNECyC, 691, nro. 12.275; CNCom, Sala
B, 15/4/77, LL, 1978-A-28; CCivCom SFe, Sala II, 22/9/71, Juris, 42-154.
56 Parry, Adolfo E., Perención de ob. cit., p. 575. Podetti, Humberto A.,
57 Maurino, Alberto Luis, Perención de la ..., ob cit., p. 345.
Tratado de los actos procesales, T. II, p. 734.

75
74
Capítulo Sexto

INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO


FISCAL EN EL INCIDENTE DE
CADUCIDAD DE INSTANCIA

1. En la provincia de Santa Fe. Diferencias doctrinarias y


JURISPRUDENCIALES A PARTIR DE LA LEY 10.160. POSICIÓN DE LA

AUTORA

A fines del año 2004, Vargas58 publicó un artículo muy inte­


resante en el cual analiza si en la provincia de Santa Fe, a partir del
dictado de la mal llamada Ley Orgánica de Tribunales — Ns
10.16059—, corresponde o no dar intervención al Fiscal de Cámara

58 Vargas, Abraham Luis, Intervención del Fiscal en ¡os incidentes de caduci­


dad de instancia, comentario al artículo 233 del CPCCSF en la obra colectiva dirigida
por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Santa Fe. Selección de doctrina y jurisprudencia procesal relevante. Editorial Juris, Ro­
sario, 2004, Tomo 3 A, p. 477.
59 Mal llamada Ley Orgánica de Tribunales pues expresamente el inciso 7a del

77
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

o de Primera Instancia en los incidentes de caducidad. Tengamos ción (ibídem), pudiendo sólo dictaminar cuando se trate de inhi­
presente al respecto que el artículo 233 del CPCSF prevé la vista al bitorias deducidas como acción y, en los conflictos de competencia
Fiscal en dichos incidentes tanto en la declaración de oficio como a suscitados entre jueces de la provincia y otros fuera de ella y, entre
dos o más jueces o Tribunales de la misma jurisdicción"61.
pedido de parte60.
Dada la extensión y profundidad de dicho material, y adelan­ Asimismo, y a raíz de las discrepancias jurisprudenciales,
tando desde ya que adhiero a la postura fijada por el autor, intenta­ en fecha 21/05/90 las Cámaras de Apelación Civil y Comercial de
ré únicamente en este punto sumar mi humilde opinión en apoyo a Rosario se reunieron en Tribunal Pleno a fin de resolver la siguien­
la tesis que comparto, y comparar nuestro régimen con el de la Na­ te cuestión: ¿Debe intervenir el Ministerio Público Fiscal en las de­
ción, tal como venimos haciéndolo a lo largo de este trabajo. clinatorias de competencia? Sentando como doctrina legal, por ocho
Conforme anticipáramos, las diferencias doctrinas y juris­ votos contra dos, que: "En las declinatorias de competencia el Mi­
prudenciales nacieron en Santa Fe a partir del dictado de la ley nisterio Público queda relevado de intervenir".
10.160, que absorbió a la ley 8.141 de Ministerio Público, y especí­ Así, el Dr. Zara por la mayoría sostuvo que:
ficamente con relación al trámite de las declinatorias de compe­
tencia, pues aquella eliminó las normas de la ley 8.141 que dispo­ De acuerdo al principio de temporalidad —última ley—
suprimida de las atribuciones y deberes de los fiscales en­
nían la intervención de los Fiscales en estas cuestiones y dispuso,
tender en las cuestiones de competencia y deviniendo de
además, que "se deroga toda norma que se oponga a la presente',
las pautas generales establecidas por el legislador no ser la
con lo cual también quedarían sin efecto los artículos del Código
misma de orden público — salvo casos excepcionales—, no
Procesal Penal que contienen igual disposición. corresponde a los Fiscales dictaminar en las cuestiones de
Recuerda Vargas que "asi las cosas y, en el encuadrante pro­
competencia.
cesal civil que nos interesa, en un antiguo artículo fechado en 1989,
dos Fiscales de Primera Instancia santafesina interpretaron que si También por la mayoría Peyrano expuso que:
bien el artículo 139 inciso 7°- de la ley 10.160 establece que le com­
pete al Fiscal 'intervenir en las cuestiones civiles' dicho canon li­ De la mera lectura del artículo 2 de la ley 10.160 se des­
mita su intervención a los 'casos que por ley corresponda . prende que las cuestiones de competencia están someti­
"En esa línea de ideas sostuvieron que el Fiscal de l2 Instan­ das en la actualidad a un mucho más libre juego de dispo­
cia no interviene en las cuestiones de competencia planteadas por nibilidad de partes que en el régimen anterior. De ahí que,
vía de declinatoria (porque los artículos 138/141 no contemplan su quizás, resulte válido hablar que la regla hoy es la de la
intervención) ni tampoco en la inhibitoria planteada como excep "prorrogabilidad" de la competencia. Si todo ello es así, y
siendo que, a todas luces, la participación del Ministerio
Público Fiscal en las suscitadas cuestiones se explicaba
artículo 344 prohíbe nombrarla de esa manera indicando que se citara a partir de esta pretéritamente en tanto y en cuanto se le encomendaba la
ley con la exclusiva mención de su número.
60 Art. 233 CPCCSF: "Es obligación del secretario dar cuenta al tribunal luego
que transcurra el término señalado. Este, previa vista fiscal, tendrá por extinguido el
proceso. (...) Cuando sea alegada por una de las partes, el tribunal oirá a la contraria y
61 Vargas, Abraham, Intervención delob. cit, p. 478/9.
al fiscal, mediante vistas por tres días y procederá a resolver .

79
78
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
dentes de mención, lo cierto es que dicha nómina no es taxativa
tutela del "orden público procesal", resulta que en la ac­
toda vez que precisamente su encabezado actúa a modo de man­
tualidad (a mérito de lo expuesto) ya no parece que dichos
dato de remisión cuando expresamente indica que Además de las
asuntos sigan cayendo de igual modo dentro del recorda­
funciones que les acuerdan otras leyes, les compete...' (y, dentro
do "orden público procesal".
del giro de 'otras leyes' va de suyo que se incluye el CPCSF).
A partir de ello y no obstante que se refería únicamente a las "Finalmente, siendo que el artículo 139 inciso 7- de la ley
cuestiones de competencia, nos relata Vargas que prestigiosas 10.160 discierne como atribución y deber de los Fiscales de Prime­
voces se hicieron eco del argumento por analogía que postula que ra Instancia el de 'intervenir en las cuestiones civiles en los casos
a partir del dictado de la Ley 10.160 también debe interdictarse la que por ley corresponda', entendemos que el dispositivo de ma­
participación del Ministerio Fiscal en los casos previstos por el rras precisamente reafirma la necesidad de que en el tramite del
CPCSF donde sólo se debaten intereses meramente privados . artículo 233 del CPCSF se permita su actuación".
Así, muchos autores62 concluyeron que no correspondería El segundo punto de vista se refiere a la "hermenéutica teo­
intervención del Fiscal en los incidentes de caducidad pues "ha lógica" y en ella Vargas sostiene que dado que la caducidad de
dejado de ser parte necesaria en todo lo atinente al régimen pura­ instancia es una institución de "orden público" o, al menos, que
ella interviene el "interes publico del Estado, corresponde la
mente procedimental".
Ahora bien, en la posición contraria, Vargas justifica la in­ intervención del Ministerio Público Fiscal cuyo primera función
tervención del Fiscal en los incidentes de caducidad desde dos pun­ es precisamente la "tutela del interes publico ante los órganos ju
risdiccionales
tos de vista.
El primero de ellos refiere a la "hermenéutica literal por co­ Entonces, concluye este doctrinario, "la intervención del
ordinación normativa sistemática" y afirma que "a poco que se Ministerio Público Fiscal en los incidentes de caducidad es obliga­
practique una exégesis sistemática de las normas en juego puede da y, en caso de que no se le diera participación se podría incurrir
verse que en la ley 10.160 no existe canon alguno que prohíba di­ en alguna 'nulidad' eventualmente calificable como absoluta , ya
cha intervención. Tampoco se advierte que obre allí alguna norma que de proscribirlo se dejaría indefenso nada menos que al 'inte­
que expresamente modifique el artículo 233 del CPCSF en la parte rés público' que, y vaya descubrimiento, es superior a los 'priva­
dos' debatidos en el proceso".
que nos interesa.
"No debe olvidarse que si bien respecto del Fiscal de Cama- Como ya adelantara utsupra, adhiero a esta última postura
ra hay un catálogo de Atribuciones y Deberes que le endilga el y en consecuencia considero que debe dársele participación al Fis­
artículo 131 en el cual no figura ahora la participación en los inci­ cal, tanto de primera como de segunda instancia, en el incidente
de perención, a través de una vista.
Y ello por dos claras razones:
l9) Porque así está establecido expresamente en el art. 233
“ Alvarado Velloso, Adolfo; Concordancias explicadas del Código Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Fe, 2a edición actualizada, Editorial Rubinzal Cul- del CPCSF, el que de ningún modo ha quedado modificado por la
zoni, p. 144, citado por Vargas, ob. cit., p. 480. García, Alicia; comentario a los artículos ley 10.160, pues ésta prevé que el Ministerio Fiscal debe actuar en
232 a 242 en la obra colectiva dirigida por Jorge Peyrano intitulada Código Procesa las cuestiones civiles en los casos que por ley corresponda, y el
Civilob. cit., p. 658 in fine, citada por Vargas, ob. cit., p. 480.

81
80
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri ______________________

código de procedimientos es precisamente una ley que ordena di­ dar conforme el 22 de los argumentos mencionados. Es decir, a
pesar de que no existe una norma expresa en el Código de Proce­
cha intervención.
dimientos nacional que disponga se corra vista al Fiscal en los in­
2S) Porque el Fiscal debe actuar cuando se encuentra com­ cidentes de caducidad, la misma debería ordenarse por encontrar­
prometido el orden público y la caducidad de instancia reviste tal se comprometido el orden público.
carácter.
Recordemos que precisamente porque el fundamento de la
caducidad de instancia va más allá de mero interés de las partes —
es de orden público—, es que nuestros legisladores han previsto
la posibilidad de que no sólo pueda ser acusada por las partes
sino que el propio tribunal puede declararla de oficio.

2. En la Nación
A diferencia de Santa Fe, en el Código Procesal Civil y Co­
mercial de la Nación no encontramos ninguna norma que prevea
se corra vista al Fiscal en los incidentes de caducidad de instancia.
En efecto, dice el artículo 315 que cuando la perención es solicita­
da por la parte "se sustanciará únicamente con un traslado a la
contraria"; y el artículo 316, que refiere a la caducidad de oficio,
dispone que será declarada "sin otro trámite que la comprobación
del vencimiento de los plazos señalados".
Es decir, no obstante que a nivel nacional tiene plena vigen­
cia la Ley Orgánica del Ministerio Público N2 24.946, que al igual
que la Ley 10.160 santafesina, prevé que le corresponde "repre­
sentar y defender el interés público en todas las causas y asuntos
que conforme a la ley se requiera" (art. 25 inc. b), como en este
caso no existe una ley que ordene se otorgue intervención al Fiscal
en los incidentes de perención, la jurisprudencia y doctrina nacio­
nales en forma unánime han entendido que no corresponde se lo
haga.
En lo personal, entiendo que si bien no corresponde la inter­
vención fiscal por la razón expuesta como n2 1 al fundamentar la
posición que he adoptado a nivel provincial, sí considero se la debe

83
82
Capítulo Séptimo

CADUCIDAD Y RECONVENCIÓN

1. Planteo del problema


Una cuestión muy discutida en doctrina y que ha dado lu­
gar a variada jurisprudencia, ha sido si la caducidad de la deman­
da principal acarrea la de la reconvencional y viceversa.
Y más interesante aún se nos plantea a nosotros, pues a dife­
rencia de la Nación, la provincia de Santa Fe no contiene ninguna
norma que regule al respecto.

2. Caducidad y reconvención en el CPCN. Distintas


posturas. Costas
No obstante que el CPCN en su artículo 318 prevé específi­
camente el supuesto que estamos estudiando, la redacción de la
norma dio lugar a distintas interpretaciones, por lo que el debate
continúa abierto.
En efecto, dispone dicho artículo que "la caducidad de la

85
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

instancia principal comprende la reconvención y los incidentes; "siendo el origen de la reconvención la instancia principal, y ca­
pero la de éstos no afecta la instancia principal". yendo ésta en perención, es lógico admitir que la instancia de re­
Precisamente la confusión deviene por la ambigüedad del convención no tiene base alguna para servirse de sostén para sub­
pronombre "éstos", que no se sabe si refiere a los incidentes o a los sistir. Lo accesorio sigue a lo principal, principio reconocido y ad­
incidentes y la reconvención, lo que dio lugar a dos tesis. mitido en derecho. La reconvención forma parte de la demanda
La primera de ellas indica que la caducidad de la reconven­ principal y debe seguir por el mismo camino que ésta. Pero si se
ción arrastra la de la demanda. La segunda tesis impone que la verificara la perención de la reconvención, no puede decirse que
perención de la demanda reconvencional no la arrastra porque no se produzca el mismo efecto para la instancia principal, pues ésta
impide que el demandado haga valer su pretensión en un nuevo subsiste y tiene su razón de ser, con absoluta independencia de la
proceso, y además porque lo contrario otorgaría al demandado la reconvención".
posibilidad de paralizar a su voluntad la acción en su contra. Palacio67, siguiendo también esta tesis, entiende que la de­
Falcón63 afirma que "la primera tesis es la que debe triunfar, claración de caducidad de la reconvención no ejerce ninguna in­
especialmente ahora que el código ha limitado la reconvención fluencia sóbrela instancia principal, pero la caducidad de ésta com­
solamente a la conexa (art. 357). Lo impone la unidad de instancia prende la reconvención, aun en el caso de que el demandado haya
de modo que si la misma se extingue lo hace para todos los actos . realizado actos procesales tendientes al impulso de la pretensión
En igual sentido expresa Peyrano64, siguiendo a Cario Carli, reconvencional, ya que ésta no puede resolverse con independen­
que "la caducidad de instancia no se opera en forma independien­ cia de la pretensión originaria.
te para la demanda y la reconvención". Esta es precisamente la interpretación mayoritaria que la
Podetti65, por su parte, manifiesta que "cuando existe con­ doctrina y la jurisprudencia le han dado al artículo 318 in fine del
trademanda (reconvención) pareciera que se trata de dos instan­ CPCN. Aunque algunos fallos aislados expresaron lo contrario:
cias, pero como deben sustanciarse simultáneamente, en la misma
forma, no resulta fácil admitir que pueda instarse una separada­ El Código Procesal actualmente vigente (Adía, XXVII-
mente de la otra y que los efectos de la caducidad o de la inactivi­ C, 2649), ha adoptado —en el art. 318— el criterio de que
la reconvención sigue la suerte de la demanda, puesto que
dad de la demanda, no se extiendan a la reconvención o viceversa".
sirve como medio para la composición de un nuevo liti­
En la posición contraria, esto es, adhiriendo a la segunda de
gio, sin por ello modificar la unidad del proceso. De ahí
las posturas mencionadas, encontramos a Scarano66, para quien
que la caducidad de la demanda arrastra la caducidad de
la reconvención y viceversa, la caducidad de la reconven­
ción arrastra ineludiblemente la de la demanda68.
63 Falcón, Enrique M., Código Procesal Civil y Comercia! de la Nación, Tomo
II, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992, p. 516.
64 Peyrano, Jorge W., Compendio de reglas procesales en lo civil y comercial,
67 Palacio, Lino E, Derecho procesal civil, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1977,
Zeus, Rosario, 1983, p. 167. T. IV, p. 253, citado por Maurino, Alberto Luis en Perención de la instancia en el proce­
65 Podetti, J. Ramiro, Tratado de los actos procesales, Ediar, Buenos Aires, 1955,
so civil, ob. cit., p. 242.
T. II, p. 355 y 378/9. 68 CNCiv., sala C, 30/10/1980, Schahab Rachid c. Representante de Almagro
66 Scarano, Emilio, La perención de la instancia. Claudio García, Montevi­
Construc., S. A., ED, 92-191.
deo, 1936, p. 42/43.

87
86
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
den", pues ambas partes asumen el carácter de actores72, el impul­
Dado que la instancia es indivisible en razón de la uni­
dad de la relación procesal, no procede la caducidad refe­ so del proceso corresponde en forma concurrente a ambos conten­
rida a la demanda o a la reconvención por separado69. dientes73 y las dos han resultado vencidas en sus respectivas pre-
tensiones74*.
En conclusión, a nivel nacional el artículo 318 del CPCN no Finalmente, un tema interesante que ha debido resolver la
deja lugar a dudas acerca de que la caducidad de la demanda prin­ jurisprudencia se presentó en los casos en que el demandado soli­
cipal implica también la de la reconvención; pero en cuanto si a la citaba se mantenga "viva" la reconvención y se declare caduca la
inversa surte los mismos efectos, esto es, si la perención de la de­ demanda principal. En esos supuestos unánimemente se entendió
manda reconvencional implica la de la principal, encontramos dos que debe rechazarse el pedido de perención, "puesto que acepta­
posiciones opuestas, siendo mayoritaria, tanto en doctrina como da la unicidad de la relación procesal, el acto impulsor debe pre­
jurisprudencia, la que da una respuesta negativa. valecer sobre el pedido de perención"73.

Abierta la instancia por la demanda, ésta tiene vida pro­


pia independientemente de la reconvención. En consecuen­ 3. Caducidad y reconvención en el CPCSF. Vacío legal.
cia puede perimir ésta, sin que afecte a aquélla, lo que no Distintas posturas. Posición de la autora
ocurre con la reconvención, que tiene un vínculo congéni-
to o un cordón umbilical que la liga a la demanda y cuya Analizando ahora lo que ocurre a nivel provincial, como el
vida no se concibe sin esta última. Ello así, perimida la código procesal santafesino no contiene ninguna norma que regu­
instancia abierta con la demanda, arrastra necesariamente le respecto de la caducidad y la reconvención, contamos sin lugar
a la demanda reconvencional70. a dudas con mayor libertad que la Nación para movernos de una
tesis a otra, con el agravante de que aquí podemos agregar la de
La perención de la reconvención no importa la de la de­ aquellos autores que entienden que la caducidad de instancia se
manda, pues de lo contrario al demandado le bastaría re­ opera independientemente para la demanda y la reconvención .
convenir y permanecer inactivo para paralizar cualquier Uno de los doctrinarios que suscribe a esta teoría es Lythgoe76,
acción en su contra71. para quien "la reconvención constituye una acción diferente a la

En cuanto a las "costas" en el supuesto de caducidad de la


demanda principal y la reconvención, unánimemente la jurispru­
72 CNCom., sala A, 31/07/1981, Peleterías del Plata c. Umexport, S.R.L. La Ley
dencia nacional ha decidido que deben ser impuestas por su or­
online.
73 CNCom., sala A, 22/10/1999, Rampelini, Daniel B. y otro c. Bujan de Szer-
man, A. C. y otros., LL 2000-C, 882, (42.587-S).
74 CNCom., sala A, 25/02/1999, Viacart S.A.C. c. Rusca de Hep, Herminia D.
La Ley online.
73 CNCiv., sala A, 30/10/1979, Gutiérrez, Abel c. Idelson, Rubén, LL 1980-A,
69 CNCiv., A, 30/10/79. LL, 1980-A-219.
70 CCiv. y Com. Bell Ville, 02/12/1992, González, Miguel A. c. Abrate Bernar- 219.
76 Lythgoe, Martín, Sobre la caducidad de la instancia abierta por la recon­
di, Aldo A., LLC 1994, 120
71 CNCom., D, 15/6/84, LL, 1984-C-472. vención. LL 2003-F, 1199.

89
88
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

ejercida por el actor. Asimismo, y como consecuencia de lo ante­ tienen su independencia y puede producirse la caducidad de una,
rior, esta acción se ejercita por medio de una contrademanda que sin que ocurra en la otra".
abre, a su vez, su propia instancia y por lo tanto su propio proce­ En lo personal adhiero a la teoría según la cual la caducidad
so. En resumidas cuentas, se trata de una nueva acción o preten­ de la demanda principal implica la de la reconvención pero no a la
sión independiente y autónoma pero que tramita acumulada en inversa. En efecto, siendo que uno de los requisitos de proceden­
un mismo expediente con la demanda primera. cia de la reconvención, conforme artículo 144 del CPCSF, es la co­
"También se desprende de lo analizado que debido a la falta nexión con la demanda o excepción, extinguida estas por peren
de influencia entre la instancia de la demanda y la reconvencional, ción resulta lógico que aquella también lo haga. Pero tratándose
es posible escindirlas en orden a la declaración de caducidad por de la demanda principal, como ni su admisibilidad ni su proce­
separado de cada una de ellas. Esto nos permite concluir que en la dencia dependen de la reconvencional, no veo por qué si caduca
medida en que los actos impulsónos que se deban realizar en am­ ésta debiera también extinguirse aquélla.
bos procesos sean claramente diferenciables, los plazos previstos
en el art. 308 del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación se
computan en forma independiente y, consecuentemente, la cadu­
cidad de la instancia podría ser decretada tanto para la demanda
como para la contrademanda sin acarrear la caducidad de la otra.
En caso de que las instancias abiertas no sean pasibles de ser dife­
renciadas, la conclusión es distinta en tanto no se podrían escindir
los actos de impulso entre ellas, importando cualquiera de ellos el
impulso de ambos procesos.
"Esta conclusión no afecta el principio de 'indivisibilidad'
de la instancia en la medida en que decretar la caducidad de la
abierta por la reconvención no afecta a la abierta por la demanda,
es decir, que se basa en la distinción de instancias y no en su frac­
cionamiento".
Otro de los autores que propugna esta tesis es Parry77, con
fundamento en que "son dos instancias separadas, distintas. Cuan­
do existe reconvención, ambas partes revisten, a los efectos peren-
cionales, el carácter de actores. La demanda y la reconvención man­

77 Parry, Adolfo E., Perención de la instancia, 3a ed., Ameba, Buenos Aires,


1964, p. 59-60.

90 91
Capítulo Octavo

CADUCIDAD DEL INCIDENTE DE


CADUCIDAD

1. Diferencias entre el régimen de la nación y el de la


provincia de Santa Fe. Posturas a favor y en contra de la
ADMISIBILIDAD DE LA CADUCIDAD DEL INCIDENTE DE PERENCIÓN

Otro tópico también muy interesante para analizar es el de


perención del incidente de caducidad, pues constituye otro supues­
to en el que la provincia de Santa Fe se diferencia de la Nación y,
en general, del resto del país.
En efecto, mientras que el artículo 310 inciso 4Q del CPCN
dispone que el plazo de caducidad es de un mes en el incidente de
caducidad, el artículo 240 del CPCSF establece que "la perención
tiene lugar también en los incidentes, excepto en el deperención
Nótese que la diferencia se acentúa aún más si tenemos en
cuenta que el plazo de caducidad que prevé la Nación para el inci­
dente de perención es el más breve de todos. Es decir, el legislador
nacional no sólo entendió que, como todos los incidentes, el de
caducidad también puede perimir sino que, además, por sus espe-

93
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

cíales características dispuso para ello un plazo verdaderamente que la "ratio legis de esta excepción al principio general consiste
en procurar que el incidente de caducidad no muera por su propia
corto.
¿Y a qué características me estoy refiriendo? Pues a la de ser arma, la inactividad".
uno de los incidentes típicamente suspensivos del principal, lo que
significa que el curso del procedimiento sólo se reanuda una vez
resuelto definitivamente el acuse que lo motiva. 2. Posición de la autora
Quienes apoyan a los ordenamientos procesales que prevén En mi opinión, varios son los fundamentos a favor de la pro­
expresamente esta caducidad, afirman que "la demanda de pe­ cedencia de la caducidad del incidente de caducidad. En primer
rención es una instancia principal distinta e independiente de la lugar, no encuentro diferencia entre los incidentes en general y el
que tiene por objeto extinguir, y que como tal puede caer en pe­ de perención que justifique la exclusión de éste del principio ge­
rención"78. "El incidente de perención es suspensivo del procedi­ neral que dispone que aquéllos son susceptibles de perención.
miento, pudiendo a su vez caer en suspensión. Y el actor se halla En segundo lugar, tratándose de un incidente suspensivo
legitimado para solicitar la caducidad, a fin de eliminar el obstá­ del proceso principal, su no caducidad podría implicar que el ex­
culo que impide la prosecución del juicio principal"79. "El pedido pediente se encuentre paralizado por tiempo indefinido.
de caducidad de la instancia implica la promoción de un inciden­ La jurisprudencia local ha tratado de resolver esto dispo­
te, que como todo acontecimiento que sobreviene accesoriamente niendo que en caso de encontrarse paralizado el incidente de ca­
durante el curso de la instancia, puede a su vez caer en peren­ ducidad por más de un año (procedimiento ordinario), lo que pe-
ción"80. rime no es el incidente sino el principal83.
En la posición contraria, esto es, a favor de la inadmisibili­ No estoy de acuerdo con esta jurisprudencia. Si bien es cier­
dad de la perención en el incidente de caducidad, se sostiene que to que la misma resuelve el problema planteado ut-supra, resulta
"la instancia de perención no puede nunca extinguirse, porque la contradictoria. Si, como todos acordamos, el incidente de caduci­
perención de ella no tendría otro efecto que el de dar nueva vida al dad es suspensivo del proceso principal porque origina una cues­
procedimiento"81. tión previa que imposibilita su proseguimiento, no se puede de­
Alicia García82*al analizar el artículo 240 del CPCSF afirma cretar la perención de éste sin antes pronunciarse sobre aquél, pues
es recién a partir de dicho pronunciamiento que se reanuda el pla­
zo de caducidad en el principal.
78 Reynaud, De la peremtion, p. 65, citado por Maurino, Perención de la ins­
tancia en el proceso civil, ob. cit., p. 278.
79 Jofré, Tomás, Manual de procedimiento (civil y penal), 5a edición actualiza­ vincia de Santa Fe. Análisis doctrinario y jurisprudencial. Director Jorge Peyrano. Edi­
da por Halperin. Bs. As, La Ley, 1941, T. IV, p. 30. torial Juris, Rosario, 1996, Tomo I, p. 678
80 CCiv. y Com. Azul, sala II. Flores de Fernández, Alicia L. y otros c. Peñin, 83 CCiv. y C. Rosario (SF), Sala 3a, 10-8-81, José Nallín y Cía SCC c. Camiscia
Emeterio y otro, 13/07/1999. LLBA 1999, 1318 - DJBA 157, 5995. A. s. Prepara vía ejecutiva. Zeus, Tomo 25, R-35, citado en Código Procesal Civil y
81 Ricci, Procedura civile, 1.1, p. 597, citado por Maurino, Perención..ob. cit., Comercial de Santa Fe. Anotado y concordado. Tomo I, p. 524, Jorge A. Prividera, Edi­
p. 279. torial Zeus SRL, Rosario, 2002. La paralización por un año del incidente no afecta al
82 García, Alicia, comentario al artículo 240 del CPCCSF en la obra colectiva principal; la única excepción a la regla, es la que se refiere al incidente de perención.
dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civil y Comercial de la Pro- Éste no es susceptible de ello y lo que perime en caso de paralización, es el principal.

94 95
Andrea Susana Netri

Es decir, hasta tanto no desaparezca la causal que dio lugar


a la suspensión del procedimiento, resulta improcedente declarar
su caducidad: ¿cómo podemos acusar al actor o al demandado de
no haber instado el proceso principal (recordemos que en el pro­
cedimiento civil santafesino, a diferencia del de la Nación, ambas
partes se encuentran legitimadas para acusar la perención de ins­
tancia) si el mismo se encontraba paralizado como consecuencia
de la interposición del incidente de caducidad?
Entiendo, en conclusión, que tal como está legislado en San­
ta Fe, las partes se encuentran obligadas a tramitar todo el inci­ Capítulo Noveno
dente de caducidad hasta el dictado de la sentencia que lo resuel­
ve, para poder recién a partir de allí, en caso de fallarse por su COSTAS
rechazo, continuar con el procedimiento principal. Ahora bien,
debemos tener presente que si precisamente se resolvió que el pla­
zo de caducidad no había transcurrido, no comienza uno nuevo
sino que continúa el anterior.
No obstante mi posición a favor de los sistemas que prevén
la perención del incidente de caducidad, también en ellos encon­ 1. Del juicio principal en caso de declaración de
tramos una falla, y es que como a su vez éstos pueden perimir, CADUCIDAD DE LA PRIMERA INSTANCIA. DIFERENCIAS ENTRE EL

podría la caducidad en este orden extenderse en el infinito, toda CPCN y el CPCSE Posición de la autora
vez que se inicie uno nuevo frente al anterior caduco. Falcón84 en­
Este es verdaderamente un punto interesante para analizar
tiende que esto puede solucionarse "si la jurisdicción, con el po­
por la diferente regulación que existe entre la Nación y Santa Fe.
der que le otorga el código, puede cortarla cadena inmediatamen­
Así, mientras que el artículo 73 del CPCN dispone que "de­
te, dictando la caducidad de oficio".
clarada la caducidad de la primera instancia, las costas del juicio
Finalmente, y no obstante que este tema está tratado in ex­
deben ser impuestas al actor", el art. 241 del CPCSF las establece
tenso en el capítulo decimoprimero de este trabajo, adelanto que
"en el orden causado".
la resolución que declara la caducidad del incidente de caducidad
Por supuesto que esto no debe sorprendernos si recordamos
—siempre refiriéndonos a la Nación, pues conforme lo expuesto
lo que expusiéramos al analizar los sujetos sobre quienes pesa el
en Santa Fe ello no es posible—, dado que implica desestimar la
deber de instar el procedimiento y los legitimados para solicitar la
perención es inapelable, atento el artículo 317 del CPCN; no así la
declaración de caducidad, pues mientras que en la Nación sólo
que la rechaza.
puede pedirla en primera instancia el demandado, en Santa Fe
están habilitadas ambas partes.
Es decir, mientras que el código nacional entiende que la
84 Falcón, Enrique, Caducidad o ob. cit., p. 273. carga de impulsar el proceso pesa sobre el sujeto que dio comien­

96
97
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

zo al mismo, el provincial distingue entre la primera y las demás el actor o el recurrente; pues colocar a una de las partes en situa­
ción de tener que perjudicarse para evitar el peso de sus propias
instancias, siendo que en aquella la carga pesa sobre ambas par­
costas importaría, además de una flagrante injusticia, la lesión del
tes, mientras que en las restantes sobre quien la promovió; lo que
principio del equilibrio de las partes. Cambia, en tales supuestos,
no impide que también en estos casos el litigante sobre quien pe­
saba el impulso procesal pueda solicitar la perención, aunque de- la carga común del impulso, que es puesta en cabeza de uno de los
litigantes".
berá cargar con las costas.
De lo expuesto resulta razonable que al regular sobre las
costas del juicio perimido en Ira. instancia, el código santafesino
las imponga en el orden causado mientras que el nacional a la Jurisprudencia nacional

actora. La obligación de mantener viva la instancia incumbe a


Personalmente considero que si bien nuestro código provin­ quien la abrió con su demanda y, por tanto, al ser causante
cial es congruente consigo mismo, no es correcto, pues no es lógi­ de la perención, soportar las costas de su contrario corres­
co poner en cabeza del demandado la misma carga de impulsar el pondientes a la actuación perimida85 86.
proceso de aquel que lo promovió. No es justo que quien obligó a
Si se decretó de oficio la caducidad de la instancia, las
un sujeto a acudir a la justicia y dejó morir el proceso demostran­
do falta de interés, no deba hacerse cargo del total de las costas del costas se le deben imponer al actor, aunque el demanda­
do, al allanarse a la acción, solicitara la imposición de cos­
mismo. .z r ui tas en el orden causado87.
Justamente por lo expuesto comparto la opinión favorable
que Vargas hace al fallo de la Sala II de la Cámara de Apelación en
lo Civil y Comercial de Rosario que impuso las costas del juicio
Jurisprudencia local
perimido en Ia instancia al actor, pues "no estando el demandado
ni siquiera anoticiado del proceso promovido en su contra, mal Sólo pueden ser objeto de distribución, las costas del
incidente de la perención producida; las costas del juicio
podría impulsarlo"^.
Y este autor continúa citando a Rosas Lichtschein quien en perimido en primera instancia deben correr por su orden88.
una nota a fallo tuvo ocasión de anticiparse a casos como el pre­
sente, señalando que "en principio nuestra ley procesal pone so­
bre los hombros de las dos partes la carga del impulso procesal. 2. Del juicio perimido en segunda o ulterior instancia
Pero se aparta de él en aquellas ocasiones en que una razón de En estos supuestos no hay diferencias entre el régimen na­
ecuanimidad aconseja una solución distinta, así, cuando se trate cional y el de Santa Fe: las costas deben ser soportadas por el recu-
de apelante y del deudor de tributos fiscales, si el obligado fuera

86 CNCom. B, 29/5/79, JA, 1979, IV, 233.


85 Fallo comentado por Vargas, Abraham Luis en LLLitoral, 19981-934. Ray- 87 CNCiv., B, 26/2/82, ED, 98-691.
88 CCCSFe, Sala II, Juris T. 8, N“ 2522, p. 288.
mundo e Hijos S.A. c. Márquez, Valentina.

99
98
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

rrente, pues sobre él pesaba la carga de impulsar el procedimien­ 4. Del incidente de caducidad. Ausencia de regulación
to. específica. Remisión a las normas generales

Como no existe ni en la legislación nacional ni en la provin­


cial una norma que regule específicamente el tema, en ambos regí­
3. Del incidente perimido. Régimen del CPCN. Confusión
menes corresponde remitirse a las reglas generales sobre imposi­
EN EL RÉGIMEN DEL CPCSF. POSICIÓN DE LA AUTORA
ción de costas.
Considero interesante tratar este caso, pues entiendo que en Así, el art. 69 del CPCN establece que en los incidentes rige
Santa Fe la respuesta no es clara, pudiendo dar lugar a soluciones lo dispuesto en la norma anterior, esto es, que la parte vencida
contradictorias. debe cargas con las costas.
A nivel nacional, en cambio, no hay lugar para las discre­ También en Santa Fe se ha sostenido que las costas del inci­
pancias: dado que sólo la parte contraria a la que hubiera plantea­ dente de caducidad deben ser soportadas por la parte vencida,
do el incidente puede solicitar su caducidad (art. 315), sobre aque­ por aplicación de la norma general contenida en el art. 251 del
lla se cargarán las costas, pues sólo sobre ella pesaba la carga de CPCSF.
impulsarlo. Por el contrario, el código santafesino no contiene una Ahora bien, en caso de allanamiento al pedido de caduci­
norma que específicamente se refiera a este supuesto, por lo que la dad, una de las excepciones a la aplicación del principio de costas
respuesta debemos obtenerla del juego de varios artículos. al vencido que prevén ambos códigos, en Santa Fe unánimemente
En lo personal, creo que al momento de analizar las costas la jurisprudencia ha resuelto que corresponde se impongan en el
de un incidente perimido, tenemos que hacer el siguiente distin­ orden causado89.
go: si aquél suspendía o no el curso deljuicio principal (art. 326). Entiendo esto es correcto tratándose de la primera instancia,
En el primero de los casos, y si el incidente fue interpuesto pero no si nos encontramos frente a un pedido de caducidad de la
en primera instancia, dado que para nuestro código sobre ambas segunda o ulterior instancia o de un incidente, pues siendo que
partes pesa la carga de impulsar el procedimiento principal y pues­ sobre la recurrente o incidentista pesaba la carga de impulsar el
to que éste sólo podía continuar una vez que se resolviera aquél, proceso, debe aplicarse la excepción de la excepción, esto es, cos­
corresponde las costas sean impuestas por su orden. tas al vencido cuando "por su culpa haya dado lugar a la reclama­
En el mismo supuesto, pero si el incidente se entabla en se­ ción" (art. 251 inc. ls del CPCSF).
gunda o ulterior instancia, las costas le deben ser impuestas al re­ En la Nación, por su parte, entiendo que en ningún caso co­
currente, aunque no hubiera sido su promotor, pues a él le incum­ rresponde la eximición de costas por allanamiento, pues como sólo
bía impulsar el trámite. sobre la parte contraria a la que solicita la perención pesa la carga
En cambio, en el segundo supuesto, es decir, cuando el inci­ de impulsar el proceso, siempre resulta de aplicación la excepción
dente no paraliza el procedimiento principal, entonces entiendo de la excepción a la cual nos referimos ut-supra (art. 70 inc. le del
las costas deben serle impuestas a quien lo promovió, con inde­
pendencia de la instancia de la que se trate, con el mismo funda­
mento por el cual el código se las impone al que interpone un re­ 89 CCCRos., Sala 2a, 3/6/87, "Cirribe c. Nocelli". CCCRos., Sala 4a, 18/9/86, Z„
curso, esto es, porque sólo sobre él pesa la carga de instarlo. 43-R/30.

100 101
Andrea Susana Netri

CPCN). En efecto, siendo que fue la otra parte quien dejó morir el
proceso obligando a la contraria a interponer el incidente de cadu­
cidad, corresponde se le impongan las costas, no obstante el alla­
namiento.

Capítulo Décimo

RESPONSABILIDAD DE LOS
ABOGADOS POR LA DECLARACIÓN
DE CADUCIDAD

1. Importancia del tema. Jurisprudencia


Un tema sumamente interesante, controversia! y poco trata­
do en doctrina, lo constituye la atribución o no de responsabilidad
civil al letrado apoderado o patrocinante por la declaración de
caducidad del proceso en el cual interviene. Y obviamente ello es
importante pues de la contestación dependerá la obligación o no
del mandatario de responder contra su cliente por daños y perjui­
cios.
Claro está que el panorama es aún más complicado si nos
encontramos frente al supuesto de perención seguida de prescrip­
ción liberatoria.
Ahora bien, de más está señalar que los casos que se han
dado en la práctica procesal respecto de este tópico son casi nulos,
pues como es de público y notorio conocimiento, muy pocos pro-

102 103
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

fesionales del derecho están dispuestos a iniciarle juicio a sus cole­ Respecto del segundo caso, la Cámara resolvió que:
gas.
A nivel nacional he podido encontrar dos fallos que han re­ Cuando la defensa se realiza con manifiesta ligereza se
suelto al respecto y a los cuales adhiero en todos sus fundamen­ ha establecido, en forma reiterada, que los gastos genera­
tos. dos por dicha actitud deben recaer sobre el apoderado o el
letrado (conf.: art. 52, Cód. Procesal; CNCiv., sala E, 7./10/
En el primero de ellos, la Cámara Nacional de Apelaciones
93, ED, 108-147 —La Ley, 1984-D, 464—; Fassi-Yañez, "Có­
en lo Civil, Sala F90, impuso en forma solidaria una multa a los
digo Procesal...", t. 1, p. 364).
letrados de la parte actora por aplicación de lo que dispone el art.
45 del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación, e hizo res­
Las razones que ilustran este decisorio, denotan —además
ponsable a su letrado apoderado juntamente con su mandante, de
de lo dicho— ligereza por parte del letrado apoderado del actor
las costas de la segunda instancia a mérito de lo que señala el art. ya que no podía ignorar que dicha incidencia iba a generar costas
52 de dicho cuerpo normativo. a cargo de su cliente; por tanto, aquél debe soportar —junto con
Respecto de lo primero, la Alzada entendió que una nota éste— las costas generadas por su actuación".
obrante a fs. 218 vta. del expediente, crucial a los fines de la defen­ Kielmanovich al comentar este fallo sostiene que: "En el pri­
sa del pedido de caducidad y que menciona el apelante en su ex­
mer caso nos hallamos dentro del terreno de las sanciones proce­
presión de agravios, no existía al momento de contestar la peren­ sales, multas por inconducta genérica contra el 'improbus litiga-
ción, sino que fue agregada con posterioridad. tur' y/o sus letrados patrocinantes, en lo esencial, por violación a
Expresa la Sala que de la conducta descripta a la temeridad los deberes de lealtad, buena fe y probidad procesal (art. 34 inc.
que menciona el art. 45 del CPCCN, sólo hay un paso. 5o, apart. letra d, e inc. 6o, Cód. Procesal Civil y Comercial de la
Nación), sobre la base de una conducta calificada, en definitiva,
El art. 45 del Cód. Procesal contempla la llamada incon­
como temeraria o maliciosa.
ducta procesal genérica, ya que se refiere a la conducta
"En el segundo caso, no cabe hablar de multas o sanciones
contraria a los deberes de lealtad, probidad y buena fe (art.
procesales, sino de resarcimiento, de hacer efectiva la responsabi­
34 inc. 5o, d) del rito). Sus fines son moralizadores, ya que
—sin coartar el derecho de defensa— tiende a sancionar a lidad del mandatario (procurador o letrado apoderado) y, even­
quien formula defensas o afirmaciones temerarias sabedor tualmente y en forma solidaria, del letrado patrocinante, por las
de su falta de razón, es decir, al litigante cuyo desconoci­ costas causadas por su exclusiva culpa o negligencia profesional,
miento de la situación real no puede serle admitido, de en el mismo proceso y en forma inmediata, ello por razones de
acuerdo con las circunstancias del caso (conf.: Fassi-Yañez, exquisita economía procesal.
ob. cit., 1.1, p. 322). Consecuentemente, y dado la gravedad "La imposición de las costas al letrado apoderado importa
de la conducta reseñada por los doctores..., el tribunal con­ así una forma de establecer su responsabilidad civil, por aplica­
sidera adecuado fijar en forma solidaria una multa de $ ... ción de lo que previene el art. 1904 del Cód. Civil, desde que den­
tro del concepto de 'daños y pequicios' a que alude dicha norma,
se comprende también el reintegro de lo que el mandante debió o
90 Carabajal, Víctor A. c. Fronteras, Tomás R., 12/06/1995. LL 1996-A, 381.

104 105
1

Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

habrá de pagar por las costas ocasionadas por culpa o negligencia responsabilidad del requerido. Sin embargo, sostuvo que en el
del mandatario". marco de este proceso y negada por los demandados la posibili­
El segundo de los fallos encontrados fue dictado por la Cá­ dad de obtener una sentencia favorable a los intereses de su repre­
mara Nacional de Apelación en lo Civil, Sala H91, en un juicio por sentado y aún cuando pudiera presumirse por aplicación de la
daños y perjuicios iniciado por un profesional ingeniero contra doctrina de los actos propios que aquéllos confiaban en la proce­
los abogados que lo patrocinaban en un juicio por cobro de hono­ dencia de la acción intentada, lo cierto era que incumbía al accio­
rarios en el cual se decretó la caducidad de instancia. El actor re­ nante en esta causa acreditar tales extremos, lo que no ocurrió ante
clamaba la suma por la cual se había iniciado el proceso perimido la falta de prueba sobre el particular, circunstancia que de tal ma­
y que tenía fundadas expectativas de cobrar mediante una senten­ nera, avalaba la postura de los letrados demandados. Prosiguió
cia favorable a su pretensión, las sumas abonadas en concepto de señalando que esta ausencia de prueba quitaba certeza al daño
costas y los daños ocasionados como consecuencia del embargo por el que se reclamaba tomándolo hipotético, por lo cual no po­
trabado sobre su cuenta corriente. día pretenderse su reparación. Concluyó entonces que si bien —
En la sentencia de primera instancia, el A-Quo había señala­ como lo había adelantado— la conducta negligente de los requeri­
do que "acreditada la caducidad de instancia, tal modo anormal dos que determinó la frustración del proceso por determinación y
de terminación del proceso debía pesar sobre los demandados, cobro de honorarios se encontraba en relación causal jurídicamen­
quienes independientemente de los roles que se habían atribuido te relevante con los honorarios y gastos devengados, no ocurría lo
en la tramitación del proceso —lo que resultaba inoponible al ac­ mismo con la frustración de las expectativas de aquél juicio y ello
cionante—, debían responder por los daños consistentes en el pago por dos razones: la primera, ya que no podía sostenerse que se
de las costas de aquel juicio frustrado". hubiere logrado el resultado presumido ante la mencionada au­
Por el contrario, consideró que no se habían acreditado los sencia de prueba, y la segunda, por cuanto el reclamante no de­
restantes perjuicios objeto de reclamo. mostró —ni podía presumirse— que la negligencia en que incu­
En cuanto a la frustración de obtener un pronunciamiento rriera el letrado resultara causa jurídicamente relevante de la frus­
favorable mediante aquella demanda, consideró que había existi­ tración de aquella expectativa, ante la ausencia de prueba idónea
do un accionar negligente a título de culpa por parte del abogado, en ambos procesos que demostrara la viabilidad de la primigenia
en tanto la viabilidad de la acción intentada y la posibilidad de pretensión.
demostrar los hechos sustento de la pretensión con la prueba que Finalmente y también por ausencia de prueba rechazó el re­
verosímilmente el cliente tenía a su alcance había sido valorada clamo deducido por daños derivados de la traba del embargo en
recién con posterioridad a la contestación de la demanda que obli­ los autos de referencia.
gó al letrado a modificar la postura adoptada en el proceso, lo que La Alzada confirmó el fallo de primera instancia, resultan­
— consideró— constituía un descuido en el planteo del reclamo y do interesante remarcar lo que dijera en su voto el vocal preopi­
que por tratarse de una cuestión netamente jurídica resultaba de nante doctor Giardulli:

Si bien es evidente que no puede exigírsele al abogado


que tenga conocimiento sobre cuestiones técnicas que es­
91 M„ R.A. c. A., D. L. y otro. LL 22/02/2006.

106 107
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

capan a su profesión, lo cierto es que la evaluación de las 2. Nuestra posición


restantes pruebas con las que contaba su cliente debió efec­
En lo personal, y como ya adelantara anteriormente, com­
tuarse con anterioridad a la presentación de la demanda.
parto plenamente los fundamentos brindados por el tribunal en
Los deberes que le imponía el buen ejercicio de la profe­
sión exigían, como mínimo de prudencia y diligencia, no los fallos citados, a los cuales considero justos y equitativos.
sólo el formular una demanda que contuviera los hechos Entiendo que si bien la obligación del abogado no es de re­
conducentes para el posible reconocimiento de la preten­ sultados sino de medios, es decir, aunque el profesional no puede
sión de su cliente y el derecho que correspondía aplicar, garantizar el éxito del pleito, sí debe poner de su parte todo su
sino que se requería que junto con ello se evaluara la viabi­ conocimiento, diligencia y prudencia, en los términos del art. 902
lidad de la acción lo que evidentemente sólo podía reali­ del Código Civil, con el fin de obtener un fallo, lo que obviamente
zarse mediante el estudio integral de las pruebas con las no se cumple si deja transcurrir el plazo de ley sin instar el proce­
que contaba el Ingeniero Marengo. dimiento.
En estos casos creo justo que el abogado responda civilmen­
Y, aún admitiendo que el proceso que culminó con la cadu­ te haciéndose cargo de las costas del proceso perimido; más aún si
cidad de la instancia contaba con escasas posibilidades de éxito, ella importó la prescripción de la acción.
ello no excluye la responsabilidad del profesional interviniente por
las costas derivadas de la tramitación de ese proceso. Se trata de
dos aspectos diferentes del daño que puede configurarse en este
tipo de juicios: uno, atiende a la llamada pérdida de la "chance";
el otro a un daño cierto, como lo son las costas de esejuicio que el
perdidoso debió abonar (v.gr. tasa de justicia, honorarios de pro­
fesionales intervinientes, etc.).
El haber deducido la demanda, pese a que estaba condena­
da al fracaso, determinó la existencia de las costas, y este daño,
cierto y no meramente hipotético, es el que debe ser resarcido por
el profesional demandado.
Mosset Iturraspe92 comenta este fallo y menciona como un
destacable acierto que el tribunal haya juzgado "que el abogado
debía cargar con las costas del juicio mal emprendido, por no con­
tar con las pruebas necesarias, no haberlas evaluado en su mo­
mento, antes de actuar, y no haber informado al cliente de la sinra­
zón del reclamo".

92 Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad del abogado. LL 22/02/2006, 5.

108 109
Capítulo Undécimo

RECURRIBILIDAD DE LA CADUCIDAD

1. Planteo de la hipótesis de trabajo


Sin lugar a dudas este es para mí el más interesante de todos
los temas relacionados con el instituto de la caducidad y por ello
lo he reservado para el último capítulo. Y esto no sólo porque al
día de hoy se sigue discutiendo, tanto en doctrina como en juris­
prudencia, si la sentencia que rechaza la caducidad de primera
instancia es o no apelable, sino porque mi análisis parte de una
hipótesis original y perfectamente posible de acontecer en la prác­
tica, a saber:

El demandado plantea en primera instancia caducidad,


la misma le es rechazada, y como para el tribunal dicha
resolución no es apelable pues: 1) en la Nación: el CPCC
expresamente así lo dispone, y 2) en Rosario: lo estable­
ce un Fallo Pleno.
Posteriormente, el a-quo dicta fallo rechazando en su
totalidad la demanda.

111
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

Apela el actor, y por supuesto el demandado no lo hace o ulterior instancia, la resolución sólo será susceptible de
ni puede hacerlo pues no ha sufrido ningún gravamen. reposición si hubiese sido dictada de oficio.
Elevado el expediente a la Alzada, el actor expresa
agravios respecto de la cuestión de fondo rechazada y el
demandado los contesta, no haciéndose obviamente nin­ 2. b) Código Procesal de Santa Fe
guna mención de la caducidad de la primera instancia
Art. 233 último párrafo: En el caso del primer apartado
no admitida, pues el apelante no sufrió respecto de ella
(caducidad declarada de oficio), procederán los recursos
ningún agravio y el demandado, como resultó totalmen­
de reposición y apelación en subsidio si el auto fuera de
te vencedor, no apeló por carecer de interés.
primera instancia, y sólo de reposición si fuere de segun­
Finalmente, el Tribunal de Alzada revoca la sentencia
da.
de primera instancia y hace lugar a la demanda, sin en­
trar a analizar el tema de la perención, porque sabido es
que "los agravios son el fundamento y la medida del
recurso, que limitan así, los poderes decisorios del tri­ 3. Marco doctrinario
bunal de alzada, que tiene que concretarse a los requeri­ 3.a) A nivel nacional
mientos del respectivo memorial".
Nos encontramos, entonces, con que el demandado, ♦ Leguisamón93: "Unicamente es pasible de apelación la re­
ahora vencido, no puede interponer recursos extraordi­ solución que declara la caducidad. Por tanto, la que rechaza el acuse
narios contra el fallo de la alzada a fin de que se trate la de caducidad no es apelable, salvo en lo atinente a la imposición
perención, pues, amén de que ella no es materia de los de costas. Esto fundamenta su razón se ser en que si se decidió
mismos, si la caducidad no se analizó no fue ni por arbi­ que la instancia había fenecido, cabe una revisión de tal decisión
trariedad ni por olvido del tribunal, sino simplemente ante la eventualidad de que fuese errada, habida cuenta de las
porque esa cuestión no estuvo sometida a su estudio. funestas consecuencias que se pueden derivar (v.gr. prescripción
de la acción); mientras, en el caso contrario ello no se da, pues se
debe estar a la subsistencia de la instancia con miras a que el espí­
2. Marco normativo ritu del instituto radica en una presunción de abandono del proce­
Como primer paso para el estudio de este último tópico de so y no en una forma de ganar el pleito.
mi trabajo, debemos comenzar por conocer cuáles son las normas "Ahora bien, cuando la caducidad es declarada de oficio, la
que regulan la materia, tanto a nivel nacional como de la provin­ resolución tiene la forma de una providencia simple. En tal inteli­
cia de Santa Fe. gencia, a mi modo de ver, también es pasible de recurso de revo­
catoria la decretada en primera instancia, y ello no obstante que
de la segunda parte de art. 317 pareciera que únicamente sería
2.a) Código Procesal Nacional
Art. 317: La resolución sóbrela caducidad sólo será ape­
93 Leguisamón, Héctor Eduardo, Lecciones de derecho procesa] civil, Editorial
lable cuando ésta fuere declarada procedente. En segundo Depalma, Buenos Aires, 2001, p. 660/1.

112 113
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

procedente tal recurso contra las declaraciones de oficio en segun­ instancia; no puede, por consiguiente, alegarse en este caso que
da o ulterior instancia. Creo que no se apega al principio de eco­ exista indefensión".
nomía procesal que obligatoriamente se haga entender a la cáma­
ra de apelaciones en una cuestión apta sencillamente para ser co­
rregida en primera instancia". 3. b) A nivel provincial

♦ Falcón94: El recurso de reposición o revocatoria es inadmi­ ♦ García96: "El artículo 233 establece el régimen de recurri-
sible en primera instancia, porque está "previsto única y exclusi­ bilidad sólo con relación a la caducidad declarada de oficio, pero
vamente para las resoluciones que no sólo tienen la forma de sim­ nada dice respecto de aquella resuelta a pedido de las partes.
ple, sino que su función es la de providencia simple", "reserván­ "a) Declarada de oficio. No ofrece dudas interpretativas la
dose en la segunda para los casos en que la resolución sea dictada claridad del texto que alude inequívocamente al supuesto de ca­
de oficio y en los excepcionales supuestos de error material de ducidad declarada: reposición y apelación en subsidio si el auto
cómputo o causa justificada que resulte de las aplicaciones de la fuere de primera instancia, y sólo de reposición si fuere de segun­
ley. El recurso de apelación no presenta mayores problemas, en da.
atención a que sólo es apelable la resolución que admite la peren­ "En primera instancia, la posibilidad de interponer previa­
ción. Si bien el criterio es restrictivo, el mismo no vulnera el prin­ mente revocatoria se ajusta a lo dispuesto en el artículo 344, ya
cipio constitucional de igualdad ante la ley". que siempre se trataría de un auto dictado sin substanciación. La
apelabilidad, a su tumo, encuadra cabalmente en el artículo 346.
♦ Loutayf Ranea y Ovejero López95: refiriéndose al rechazo
"En segunda instancia, la posibilidad de reposición encuen­
in límine del incidente de perención, es decir, sin haberse corrido
tra su justificación en la posibilidad de error de cálculo en el cóm­
traslado, manifiestan que "tal resolución sería igualmente inape­
puto del término o de marginación de una causa justificada que
lable porque, en definitiva, marca la improcedencia de la caduci­
resulte de la aplicación de la ley (v. gr., error manifiesto cuando
dad de la instancia y resulta de aplicación la norma específica con­
hay una suspensión de hecho conocida, pero omitida por error).
tenida en el art. 317. No corresponde tampoco el recurso de repo­
"b) A pedido de parte. En primera instancia, la laguna legal,
sición; no es una providencia simple y por lo tanto insusceptible
en este aspecto, no presenta problemas con relación a la admisibi­
de revocatoria (art. 238); este código sólo la admite excepcional­
lidad del recurso de apelación si la caducidad es declarada, pues
mente en los casos de caducidad declarada de oficio, dado que es
se trataría de un caso encuadradle en el inciso 1) del artículo 346.
el único caso en que no ha habido intervención de parte en el asunto;
Sí, en cambio, ha sido motivo de ardua controversia lo concer­
pero en el supuesto de rechazo in límine, el incidentista ha inter­
niente a la apelabilidad en el supuesto de que la caducidad hubie­
venido en el asunto pidiendo, precisamente, la caducidad de la
re sido rechazara.

94 Falcón, Enrique M., Caducidad o ob. cit., p. 268 y sgtes. 96 García, Alicia, comentario a los artículos 232 a 242 en la obra colectiva diri­
95 Loutayf Ranea, Roberto y Ovejero López, Julio, Caducidad de ob. cit., p. gida por Jorge Peyrano intitulada Código Procesal Civilob. cit., Tomo I, p. 622 y
437. sgtes.

114 115
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

"En segunda instancia, la declaración de caducidad a pedi­ ción Argentina c. lanello de Taddia, Ana M. y otros, LL
do de parte no es susceptible de recurso ordinario alguno". Online).

En una decisión que desestimó el pedido de caducidad


de instancia el pronunciamiento sobre las costas es inape­
4. Marco jurisprudencial
lable, pues este es accesorio a la regla de inapelabilidad de
4.a) A nivel nacional la resolución principal. (CNCom., Sala A, 10/09/2003, Ban­
A mi entender, los fallos más interesantes que encontramos co Sudameris c. Italia S.R.L., LL 2003-F, 566).
en la Nación respecto de la recurribilidad de la sentencia que re­
La regla de inapelabilidad que en materia de perención
suelve la caducidad, están relacionados con los fundamentos brin­
de instancia afecta a la decisión principal, involucra el pro­
dados para avalar la constitucionalidad de la norma del art. 317 y
nunciamiento sobre las costas, toda vez que no resulta fac­
la declaración de inapelabilidad de las costas fijadas en una reso­
tible emitir juicio acerca de las mismas sin hacerla también
lución que rechaza la perención, atento su carácter de accesorias respecto de aquélla. (CNCom., Sala A, 14/05/1999, M'Cber
del principal. SRL).

Respecto de la constitucionalidad de la disposición ana­ Es improcedente el recurso de apelación mediante el cual


lizada, en cuanto establece la apelabilidad sólo en el caso se pretende la revisión del régimen de costas impuesto en
de que fuera declarada procedente la perención, se ha re­ la resolución que rechazó la denuncia de caducidad de la
suelto que no vulnera los principios constitucionales de instancia, pues el tema tiene íntima vinculación con el re­
igualdad ante la ley y defensa en juicio, toda vez que res­ sultado del planteo. Así, la revisión de la alzada implica­
ponde al propósito de acelerar los trámites, así como tam­ ría elípticamente considerar la cuestión principal resuelta,
bién de restringir el modo de operarse la caducidad, incli­ por lo cual indirectamente se podría llegar a rever sus fun­
nándose por la subsistencia del proceso, en vista de una damentos (CNCom., Sala B, 29/03/1996, Yolanda SRL s/
mayor garantía en la defensa de los derechos. (CNCiv., Sala quiebra s/inc. de verif, prom. por: Buenos Aires Embote­
C, 29/8/89, Rep. JA, 1987-690, ne6). lladora SA, LL 1996-C, 790, (38.781-S) - DJ1996-2, 88, SJ.
1027).
Resulta inadmisible el recurso de queja por denegatoria
del recurso de apelación interpuesto con carácter subsi­
diario respecto del de reposición deducido con fundamento 4.b) A nivel provincial
en la existencia de un error material en la resolución de
rechazo el planteo de caducidad de la instancia ya que, el En la provincia de Santa Fe, a diferencia de la Nación, pues­
art. 317 del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación to que no existe norma alguna que específicamente decrete la ina­
determina la inapelabilidad de la decisión que declara pelabilidad de la resolución que rechazada la caducidad de la pri­
improcedente la caducidad de la instancia solicitada. mera instancia, se ha dado en jurisprudencia un debate sumamen­
(CNCiv. y Com. Fed., Sala I, 01/11/2005, Banco de la Na­ te interesante, que habiendo dado lugar a fallos contradictorios,

116 117
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

obligó a las Cámaras de Apelaciones en lo Civil y Comercial de no es subsumible en ninguna de las hipótesis del art. 346 del CPCC,
pues no se trata de sentencia definitiva (inciso 1-), ya que esa nor­
Rosario y Santa Fe97 a dictar fallos Plenos.
Precisamente lo más destacable y valioso para nosotros, es ma aclara que se refiere a la que recae sobre lo principal, concepto
que del debate que mantuvieron los camaristas que integraban las insusceptible de alcanzar a autos interlocutorios que resuelven
distintas salas de la respectiva jurisdicción, surgen todos los fun­ incidentes, ni de auto o providencia que determina la paralización
damentos brindados tanto por la doctrina como por la jurispru­ del juicio o incidente (inc. 3Q), por el contrario, permite que se lo
dencia en apoyo de cada una de las posturas, esto es, de la que prosiga, ni de auto que resuelva incidente que cause gravamen
propicia la procedencia de la apelación contra el auto que rechaza irreparable, ya que el supuesto agravio que impone al peticionan­
el pedido de caducidad de la primera instancia y la de la que de- te de ella el rechazo de la caducidad, puede ser reparado por me­
dio del recuro de nulidad contra la sentencia en caso de serle des­
clara su improcedencia.
Así, en Rosario se dictaron dos Plenos referidos a este tema favorable (inciso 2e, a contrario).
en fechas 05/ll/86 y 26/02/99 (renovado este último por Acuerdo — La inapelabilidad se condice con los principios de econo­
nQ 3 del 22/03/07) que, aunque integrados los Tribunales por dis­ mía y celeridad procesal.
tintos jueces, sentaron la misma doctrina legal: "Es inapelable el
Por el contrario, los argumentos de la minoría en favor de la
auto que rechaza la pretensión de caducidad del proceso .
apelabilidad del auto que rechazada la caducidad, fueron:
Los principales argumentos de la mayoría fueron:
— El auto que rechaza la caducidad es apelable, desde que
— El auto que resuelve un pedido de caducidad decide una
encuadra dentro de la previsión de recurribilidad contemplada
cuestión de procedimiento. Como tal no es apelable, partiendo de
por el inciso 2Q del artículo 346 del Código Procesal Civil y Comer­
lo dispuesto por el art. 326 del CPCC, salvo que se declare la pe­
cial, ya que el agravio no podría encontrar reparación por la sen­
rención, en cuyo caso sí lo es por estar subsumida en la disposi­
tencia definitiva. Sustentar un criterio contrario significaría admi­
ción del inc. 3Q del citado art. 346.
tir la existencia de un recurso diferido que nuestra ley no sanciona
— Si no ha sido consentida por la parte afectada la resolu­ y que por consiguiente, no puede ser creado, en contradicción con
ción que rechaza la caducidad, ésta tiene el derecho de lograr su las normas expresadas de ella, por la jurisprudencia, cualquiera
revisión vía recurso de nulidad que puede interponer contra la fuera la buena intención con que se lo haga.
sentencia, por haber sido dictada luego de haberse seguido un pro­
— De acuerdo al procedimiento del artículo 362 in fine del
cedimiento que puede estar viciado de nulidad, como consecuen­
CPCCSF, por no generarse la nulidad en la forma o contenido de
cia de aquella errada resolución inapelable.
la sentencia, declarada la nulidad por el supuesto vicio procedi-
— La sentencia que rechaza la caducidad es inapelable pues mental al no admitir la caducidad, que no sería sino el error del a-
quo, habría que remitir los autos al juez que le corresponda enten­
der en su lugar, para que dicte otra resolución, en el sentido en
que habría decidido el Superior que nulificó el procedimiento por
97 Acuerdo Pleno de fecha 28/12/04. Tribunal integrado por los Dres. Cordini,
Genesio, Saux, Müller, Drago, Excharte, Miró Pía, Aletti de Tarchim y Villagi. Pubhca-
haber caducado el proceso, porque de otra manera llevaría a una
do en Zeus, 98-J, 369.

119
118
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

nueva nulidad. Evidentemente se trataría de un camino tortuoso 5. Opinión de la autora


para llegar a la solución que se podría lograr más rápida y senci­ Debo contarles que al comenzar a escribir este trabajo, a prin­
llamente mediante el recurso de apelación, sin el inútil desgaste cipios de 2006, sabía que llegado a este punto final y al tratar el
jurisdiccional que provocaría la tramitación de todo un juicio, ya tema de la recurribilidad del auto que rechaza el pedido de cadu­
caduco, con los posteriores recursos contra la sentencia, y nuevo cidad, me iba a encontrar en la ciudad en la cual litigo —Rosario —
trámite ante el juez inferior subrogante. con la fuerza obligatoria de un fallo pleno al cual no adhería. Es
— A través del recurso de nulidad se persigue subsanar de­ decir, tenía plena conciencia de que todos los argumentos que sos­
fectos procesales (errores in procedendd) y no errores de juzga­ tendría en pro de la apelabilidad se verían inevitablemente parali­
miento (errores in indicando) como serían los relacionados con zados ante una jurisprudencia que no podría jamás hacerlos pro­
una defectuosa interpretación de los hechos litigiosos o de la prueba pios, a menos, claro estaba, que se modificara dicha doctrina legal
y/o la equivocada interpretación y aplicación del derecho sustan­ por medio de un nuevo fallo pleno.
cial. Pues bien, cuando se deniega la caducidad, no hay retaceo de Y ello a pesar de que el Acuerdo al cual me estaba refiriendo
la defensa o de la prueba, las cuales permanecen incólumes; lo que era de fecha 26 de febrero de 1999, lo que significaba que ya ha­
se ha vulnerado es el derecho de concluir con el proceso en el esta­ bían transcurrido más de cinco años desde su dictado, debiendo,
do en que se encuentra, y tal problema no hace a la perfección del conforme lo dispuesto por el art. 28 de la Ley 10.160, haber perdi­
procedimiento sino a la facultad de poner fin al proceso. Enton­ do vigencia.
ces, salvo algunos supuestos, quizás más académicos que reales, Pero, no obstante la claridad del texto de la norma citada,
en los cuales se haya incurrido en el incidente de caducidad en por Acuerdo Ne 16 de fecha 13 de febrero de 1998, las Cámaras
alguna de las hipótesis descriptas en doctrina, el auto que rechaza Civil y Comercial de Rosario en Tribunal Pleno habían resuelto
la perención sería insusceptible de ser revisado por el recurso de "declarar que la interpretación que en lo sucesivo ha de darse al
nulidad deducido contra la sentencia de mérito. Es que los errores art. 28 de la ley 10.160 es: después de transcurrido cinco años de
in indicando que podrían haber sido reparados por la apelación su dictado, el fallo pleno que no fuese expresamente modificado
contra el auto que rechazo la caducidad, no podrán ser reparados continúa siendo obligatorio".
por el ulterior recurso de nulidad contra la sentencia, destinado Fallo que nunca compartí, no sólo porque contrariaba abier­
claro está, a subsanar errores in procedendo. tamente el art. 28 de la ley 10.160, sino porque implicaba equipa­
rar los fallos plenos a los plenarios, lo que resulta inaceptable pues
— Aún en la hipótesis de admitir la reparabilidad por vía de
la integración de éstos últimos, en lo que refiere a su número y
recurso de nulidad contra la sentencia definitiva, no puede dejar convocatoria, justifica su perdurabilidad.
de considerarse que la tardía decisión de la caducidad, en la sen­ Pero, para gran satisfacción en lo personal, durante el curso
tencia definitiva, podría determinar en algunos casos la prescrip­ de la redacción de este trabajo, los vaivenes a que nos tiene acos­
ción de la acción, con el consecuente irreparable perjuicio para su tumbrado el derecho —lo que hace precisamente que nos apasio­
titular, lo que quizás pudo haberse resuelto en su momento conce­ ne tanto y nos obligue a continuar siempre estudiando—, me die­
diendo la apelación de la resolución de primera instancia que re­ ron una gran satisfacción.
chazara indebidamente la caducidad, riesgo que debe ser evitado.

121
120
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
devolutum, debe existir correspondencia entre los agravios y sus
En efecto, en Rosario, a los 18 días del mes de mayo de 2006
se reunieron en Tribunal Pleno los Sres. Vocales de las Cámaras de contestaciones en la Alzada y lo resuelto por el ad querrí®.
Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, a fin de revisar el En consecuencia, si a quien le fuera rechazado el planteo de
Acuerdo Pleno NQ16/98, y resolvieron que: "la interpretación efec­ caducidad en la primera instancia luego en la cuestión de fondo
tuada por un tribunal pleno obliga por el lapso de cinco años". resultara totalmente vencedor, no podrá en la alzada reeditar el
Feliz estuve, entonces, de saber que podía plantear en cual­ estudio de la perención, pues al carecer de gravamen no apelará ni
quier juicio en el que interviniera la apelabilidad del auto que re­ expresará agravios y por tanto el Tribunal superior no se pronun­
chaza el planteo de caducidad de la primera instancia, la que con­ ciará al respecto.
sidero plenamente procedente, conforme los argumentos que se­ Lo que tampoco puede ser resuelto mediante la denomina­
da "apelación implícita", pues ella, a mi entender, no se aplica al
guidamente expondré.
Pero lamentablemente, esa felicidad me duró apenas 10 me­ supuesto que describo.
ses, pues el 22 de marzo de 2007, por Acuerdo ne 3, se renovó el Quiero aclarar al lector que traigo a colación esto, porque
cuando elegí el tema de la caducidad para mi tesina, y planteé en
pleno del 26/02/99 por cinco años más.
Es decir, en Rosario nos encontraremos hasta marzo de 2012 el posgrado la hipótesis en base a la cual fundamentaba mi posi­
con la valla de este fallo pleno para plantear lo que considero justo ción a favor de la recurribilidad, el profesor que en ese momento
impartía la clase sostuvo que la solución estaba dada a través de
y legítimo.
En primer lugar, por todos los fundamentos expuestos ante­ esta figura.
riormente a favor de esta postura, los cuales comparto en su tota­ La apelación implícita, creación jurisprudencial, es aquella
lidad, resaltando que si dos de los principios rectores del derecho que "permite al Tribunal de Alzada considerar para el caso de in­
procesal son el de economía y celeridad, no encuentro razón que clinarse por revocar lo decidido, todos los argumentos que haya
justifique la conveniencia de tramitar todo un proceso para que empleado la vencedora, la que, por no causarle agravio la decisión
luego en segunda instancia se declare mal rechazado el planteo de que apela su contraria, no está en condiciones de recurriría"98 99.
caducidad efectuado, por ejemplo, recién comenzado el juicio. La Cámara de Apelación Civil y Comercial de Mar del Pla­
En segundo lugar, y principalmente, porque considero, con­ ta, en fallo del 07/09/99100, se expidió a este respecto y sostuvo que:
forme el ejemplo brindado al comenzar a tratar este tópico, el que
En supuestos como el de autos no se considera violado
si bien hipotético no es de ningún modo de laboratorio sino suma­
el principio tantum apellatum, quantum devolutum que
mente práctico, que la denegación de la perención opuesta en pri­
restringe la actuación de alzada a los únicos temas que han
mera instancia sípuede ocasionar un gra vamen insusceptible de
ser reparado vía recurso de nulidad contra la sentencia definitiva.
A este respecto no debemos olvidar que conforme el princi­
98 García Solá, Marcela, Código Procesal ...ob. cit., Tomo I, p. 736.
pio dispositivo y, más precisamente, de una de sus principales 99 Vargas, Abraham, Recurso de apelación adhesiva, Código Procesal Civil y
derivaciones: el principio de congruencia, que en segunda instan­ Comercial de la Provincia de Santa Fe. Selección de doctrina y jurisprudencia procesal
relevante. Editorial Juris, Tomo 3B, Rosario, febrero 2006.
cia se enuncia a través del aforismo: tantum apellatum, quantum 100 CCiv. y Com. Mar del Plata, sala II, 7/9/1999, Ramírez, Carmen c. Antífona,
Mario y otro s/ejecución hipotecaria, ED, T. 187, p. 520 y sgtes.

123
122
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

sido materia de agravio, por la circunstancia de tratar as­ alegaciones de hecho y de derecho que propenden a la fundamen-
pectos del decisorio apelado que no fueron incluidos en la tación de la pretensión u oposición"102, y no a incidentes referidos
memoria del recurrente.
al trámite del proceso que ninguna relación tienen con el objeto de
Aquellas defensas, argumentos o motivos alegados por
la demanda.
el vencedor en primera instancia que fueron rechazados o
Un ejemplo claro de lo que expongo lo configura el fallo ci­
no considerados por el a quo quedan — mediante el recur­
tado ut-supra. En efecto, allí se discutía la procedencia o no del
so concedido al vencido— implícitamente sometidas al
conocimiento del tribunal de segundo grado. De tal modo pedido de sobreseimiento de juicio ejecutivo (art. 573 del CPCN)
que, si la Cámara revoca la decisión de primera instancia solicitado por quien devino acreedora ejecutante en autos por su­
no debe devolver la causa al juez para que se pronuncie brogación en los derechos y acciones que correspondían al deman-
sobre las otras defensas o argumentos no analizados por dado/condenado/ ejecutado. El adquirente en subasta se opuso a
este último en su sentencia, sino que el tribunal ad quem tal pedido en base a dos argumentos: 1) falta de legitimación del
debe resolver directamente todos los temas que integran tercero ya que, a su criterio, conforme la norma del código proce­
la relación procesal, sin que con ese proceder se vulnere la sal sólo puede hacer uso de la facultad allí contenida el sujeto que
defensa en juicio, ni el principio de igualdad, ni el régi­ revista la condición de deudor; y 2) extemporaneidad de la peti­
men de la doble instancia. Esto se conoce con el nombre de ción, pues ya estaba pagado el saldo de precio.
"apelación implícita", aunque, en rigor, no se debería con­ El a quo consideró que el pedido de sobreseimiento no era
siderar "recurso" (no hay expresión de voluntad en tal sen­ extemporáneo pero sí que el tercero carecía de legitimación, por lo
tido por parte de los litigantes) sino más bien el ejercicio que rechazó el pedido de sobreseimiento.
de un deber impuesto por la ley al tribunal revisor.
Apelada la sentencia por el acreedor subrogante, éste expre­
sa sus agravios fundamentando su legitimación y obviamente nada
Ahora bien, a poco que uno lee todos los artículos doctrina­
dice respecto de la temporaneidad del pedido pues en ese sentido
rios que hablan de la apelación implícita y los fallos en los que la
el fallo le fue favorable.
figura ha sido utilizada, advierte que la misma se aplica con rela­
Pasado a resolución el recurso, la Cámara entendió que el
ción a "cuestiones conducentes para la decisión de la causa", "de­
apelante sí tenía legitimación para solicitar el sobreseimiento, y
fensas oportunamente opuestas ante el inferior", "cuestiones que
entonces la pregunta que se hicieron fue si revocado el sostén jurí­
fueron desestimadas por la sentencia de primera instancia" y "pre­
dico que el juez de grado utilizó para desestimar el pedido, po­
tensiones y oposiciones oportunamente interpuestas en el proce­
dían avocarse a revisar el otro argumento referido a la tempora­
so"101, esto es, todas referidas a la cuestión de fondo y no a cuestio­
neidad de la petición. Lo que finalmente hicieron echando mano a
nes incidentales yprocesales como es la caducidad de la instancia.
la figura de la "apelación implícita", con los fundamentos que ex­
Es decir, "las omisiones que nos ocupan están referidas a las
pusiéramos más arriba.

101 Palacio, Lino, Derecho Procesal Civil, Tomo V Actos procesales, Abeledo 102 Azpilicueta y Tessone, citados por Peyrano, Jorge en Apostillas sobre la de­
Perrot, Buenos Aires 1979, p. 466/7. nominada "apelación implícita", El Derecho, t. 187, p. 523.

124 125
Andrea Susana Netri

Como se advierte claramente del fallo analizado y como les


adelantara, la figura de la apelación implícita refiere a argumen­
tos o defensas relativas a la cuestión de fondo que fueron rechaza­
das o no consideradas por el a quo, y no a cuestiones como la
caducidad de instancia que sólo hace al trámite del proceso y la
cual no analizó en su sentencia el a quo no por olvido ni por arbi­
trariedad sino simplemente porque no correspondía, dado que se
trata de una cuestión incidental ya resuelta con anterioridad.
En conclusión, considero apelable el auto que rechaza el plan­ Capítulo Duodécimo
teo de caducidad de la primera instancia pues, además de todos
los argumentos expuestos a su favor por la minoría en los Fallos CONCLUSIÓN FINAL
Plenos de las Cámaras de Apelación Civiles de Rosario de fechas
05/11/86 y 26/02/99 que comparto en su totalidad, en el caso de
que la perdidosa en el incidente de perención resultara totalmente
vencedora en la cuestión de fondo, la caducidad no podría ser re­
visada por la Alzada vía recurso de nulidad, ni tampoco remedia
ble mediante la figura de la apelación implícita, lo que dejaría al A lo largo de todo este trabajo he brindado mi opinión per­
sujeto totalmente indefenso en el supuesto de que el ad quem re­ sonal en cada uno de los temas tratados. Por lo tanto, es mi deseo
vocara el fallo del a quo. mostrarles en las conclusiones finales el instituto de la caducidad
Por suerte este planteo podré efectuarlo en el resto de la pro­ de instancia desde la perspectiva de la autora:
vincia de Santa Fe en donde, a diferencia de Rosario, no hay nin­ 1) La caducidades el modo anormal de culminación del pro­
gún pleno o plenario que expresamente disponga la irrecurribili-
ceso que se sucede por el hecho de que las partes permanecen sin
dad de la resolución que rechaza la caducidad de la primera ins­ activar la instancia —no el proceso ni las peticiones—, durante un
tancia, no así en la Nación donde sí existe una norma que lo dispo­
plazo determinado que dispone la normativa legal para cada tipo
ne (art. 317 del CPCN). de proceso. Entendiéndose por instancia el conjunto de actos pro­
Finalmente, también cabe destacar que la apelabilidad del
cesales que se suceden desde la interposición de una demanda
auto que rechaza la caducidad sólo puede plantearse en el juicio (originaria o reconvencional), la promoción de un incidente o la
ordinario, y no en los sumarísimos y ejecutivos, donde si existen resolución mediante la cual se concede el recurso (ordinario o ex­
normas que la restringen (arts. 484 y 414 del CPCSF, respectiva­ traordinario), hasta el dictado del pronunciamiento final hacia el
mente). que dichos actos se encaminan.
2) La caducidad tiene su razón de ser en dos fundamentos,
uno de orden objetivo y el otro subjetivo. El primero refiere a la
necesidad de evitar la pendencia indefinida de los procesos, por el

127
126
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

peligro que ello conlleva para la seguridad jurídica, y el segundo 10) A nivel nacional, el acuerdo de partes a los efectos de
parte de la presunción legal de que si las partes no han instado la suspender el plazo de perención debe ser efectuado por escrito en
instancia durante el plazo determinado, es porque ya no tienen el expediente, y si es por más de veinte días es necesario que esté
interés en su prosecución. firmado por los poderdantes.
Santa Fe, en cambio, no cuenta con ninguna norma similar,
3) El primer presupuestóle la caducidad es la existencia de
por lo que no puede exigírseles a las partes que cumplan con un
una instancia. requisito que no dispone la ley. Por lo tanto, a nivel provincial es
4) La instancia comienza con la mera interposición de la de­ viable presentar un escrito mediante el cual los litigantes acuer­
manda, no siendo necesario que se haya dictado la providencia dan suspender el procedimiento firmado sólo por los apoderados.
que corre traslado, ni menos aún su notificación. En lo que refiere al tiempo por el cual pueden los litigantes
convenir la suspensión de la perención, aunque los códigos nada
5) La sentencia dictada por el a-quo debería marcar el fin de
dicen, entiendo que el plazo máximo debería ser el que fija la res­
la primera instancia y el comienzo de la segunda.
pectiva normativa para que se opere la caducidad.
6) Mientras que en la Nación el deber de instar la instancia
11) El tercer requisito de la caducidad es el transcurso de un
pesa sobre el sujeto que la inició, en Santa Fe se distingue entre la
plazo. El código procesal nacional habla de seis meses en primera
primera y las demás instancias (incidental, recursiva), siendo que
o única instancia, de tres meses en segunda y tercera instancia y
en aquélla el deber pesa sobre ambos litigantes y en las restantes
en los juicios sumarísimos, ejecutivos, ejecuciones especiales e in­
sólo sobre quien la promovió.
cidentes; y de un mes en el incidente de caducidad de instancia; o
7) El segundo requisito de la caducidad es la existencia de inac­ en el que se opere la prescripción de la acción si el plazo fuere
tividad procesal o actividadjurídicamente inidónea, es decir, inváli­ menor a los anteriormente indicados. En cambio, el código proce­
da para que el proceso pueda continuar hacia su punto final que es sal santafesino dispone únicamente dos tipos de plazos: un año
el dictado de la sentencia que resuelve la controversia planteada. para los juicios ordinarios y seis meses para los de la justicia de
8) Cuando las partes realizan un acto procesalmente idóneo circuito. Además de prever expresamente que no caduca el inci­
para impulsar la instancia, se interrumpe el plazo de caducidad, dente de perención.
es decir que comienza a correr uno nuevo. 12) A nivel nacional el art. 311 del CPC establece que los
9) La suspensión, en cambio, no borra sino que detiene el plazos correrán durante los días inhábiles salvo los que corres­
curso de la caducidad, manteniendo útil e intangible su pasado. pondan a las ferias judiciales, dentro de las cuales entiendo no se
Las causales de suspensión del plazo de perención son cuatro: 1) encuentran incluidos los paros efectuados por elpersonaljudicial.
acuerdo de partes; 2) disposición judicial; 3) situaciones de hecho Por su parte, el art. 232 del CPCSF dispone que el término de ca­
y fuerza mayor. Estas dos juntas pues ambas refieren a circunstan­ ducidad corre durante los días inhábiles, por lo que en la provin­
cias que independientemente de la voluntad de las partes hacen cia tanto la feria como los paros judiciales deben ser computados.
que las mismas se encuentren imposibilitadas de proseguir con el 13) El plazo de caducidad se cuenta desde la última actua­
trámite del proceso; y 4) disposición legal. ción o diligencia judicial tendiente a impulsar el procedimiento.

129
128
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
19) La caducidad de instancia también puede ser decretada
Comienza a las cero horas del día siguiente al acto impulsono o a de oficio, pero siempre antes de que cualquiera de las partes im­
las veinticuatro horas de ese mismo día y finaliza, conforme los pulse el procedimiento. En la Nación basta con la comprobación
artículos 24 y 27 del Código Civil, a la medianoche del día en que del vencimiento de los plazos de ley, en cambio el código procesal
se cumplen, esto es, el mismo día en que se iniciaron, con indepen­
santafesino prevé una vista al Fiscal por tres días.
dencia de los días que tenga cada mes.
20) En Santa Fe, a partir del dictado de la ley 10.160, mal
14) El cuarto y último requisito de la caducidad es la exis­ llamada Ley Orgánica de Tribunales, se ha discutido en doctrina
tencia de resolución judicial que la declare. La perención no opera si corresponde o no la intervención del Fiscal en los incidentes de
en forma automática ni de pleno derecho, aunque puede ser de­
caducidad. Entiendo dicha vista debe ser corrida por dos razones:
clarada de oficio. No produce efectos por el mero vencimiento del
1Q) porque así está establecido expresamente en el art. 233 del
plazo sino que es consecuencia de una decisión del órgano juris­ CPCSF, el que de ningún modo ha quedado modificado por la Ley
diccional que la declara, la que, en consecuencia, reviste carácter
10.160, pues ésta prevé que el Ministerio Fiscal debe actuar en las
constitutivo. cuestiones civiles en los casos que por ley corresponda, y el código
15) La caducidad puede ser declarada a pedido de parte o de procedimientos es precisamente una ley que ordena dicha in­
de oficio. tervención; 2S) porque el Fiscal debe actuar cuando se encuentra
comprometido el orden público y la caducidad de instancia revis­
16) El plazo para acusar la caducidad de la instancia es de
cinco días en la Nación y de tres en la provincia de Santa Fe, de te tal carácter.
Precisamente por este último fundamento también creo debe
notificado del acto de impulso del proceso, por aplicación del tér­
dársele intervención al Fiscal en los incidentes de perención regi­
mino que establecen los respectivos códigos como genérico y co­
dos bajo el código procesal nacional, aunque en ellos no existe nin­
mún (arts. 170 CPCN y 89 CPCSF), y ello sin importar si el acto es
guna norma similar a la de Santa Fe.
atacable por vía de reposición, apelación o nulidad, pues lo que se
está cuestionando es la continuación de la instancia y no el acto en 19) Un caso particular lo configura la provincia de Buenos
sí mismo. Aires, que en su reforma al art. 315 del código procesal agregó
que, previo a la declaración de caducidad, debe intimarse a las
17) La caducidad cumplida puede purgarse o convalidarse,
partes para que en el término de cinco días manifiesten su inten­
ya sea en forma expresa o tácita. Este último supuesto se configu­
ción de continuar con la acción y produzcan actividad procesal
ra cuando notificada la parte del acto de impulso efectuado con
útil para la prosecución del trámite, bajo apercibimiento en caso
posterioridad al vencimiento del plazo, no la alega dentro del tér­
de incumplimiento, de declararse la caducidad de la instancia.
mino de ley. En definitiva lo que se hace es consentir que el proce­
Creo que la reforma introducida por la ley 12.357 hace que,
so continúe. lisa y llanamente, desaparezca el instituto de la caducidad de la
18) Al pedido de caducidad de instancia efectuado por la instancia.
parte se le imprime el trámite incidental. A nivel nacional se corre En efecto, la ley ha incorporado un nuevo requisito de pro­
un traslado a la contraria y en Santa Fe también una vista por tres cedencia de la perención restándole todo valor jurídico a la inacti­
días al Sr. Agente Fiscal.

131
130
Andrea Susana Netri
Caducidad de instancia

vidad de las partes, la que hasta entonces la ley presumía equiva­


sulta lógico que aquella también lo haga. Pero tratándose de la
lía a la voluntad de abandonar la instancia.
demanda principal, como ni su admisibilidad ni su procedencia
Peor aún, es posible que la exigencia de la intimación previa
dependen de la reconvencional, no veo por qué razón si caduca
lleve a situaciones abusivas. Así, por ejemplo, un sujeto podrá in­
ésta debiera también extinguirse aquella.
terponer una demanda a fin de interrumpir la prescripción de su
derecho e incluso embargar un bien del demandado, y no instar el 21) Mientras que el art. 310 inciso 4e del CPCN dispone que
proceso sino hasta cada oportunidad en que el tribunal lo notifi­ el plazo de caducidad en el incidente de perención es de un mes,
que conforme el art. 315 CPCN, haciendo de ese modo que el ac­ el art. 240 del CPCSF expresamente dispone que no perime dicho
cionado se vea inmerso en un pleito que puede durar años, con el incidente. Entiendo que el régimen de Santa Fe no es el correcto
daño que ocasiona una medida cautelar y obligándolo así a ser él pues, en primer lugar, no encuentro diferencia alguna entre los
quien impulse el proceso cuando sobre quien pesa la carga es su incidentes en general y el de perención que justifique la exclusión
contraria. de éste del principio general que dispone que aquellos son suscep­
Finalmente, la nueva redacción de la norma, aunque no lo tibles de perención. En segundo lugar, porque tratándose de un
dice expresamente, implica eliminar la posibilidad de la declara­ incidente suspensivo del proceso principal, su no caducidad po­
ción de caducidad de oficio, pues los jueces frente a la inactividad dría implicar la paralización del expediente por tiempo indefini­
de las partes deberán siempre intimarlas previamente. do.

20) A nivel nacional, el artículo 318 del CPC dispone que la 22) En cuando a las costas del juicio principal en caso de
caducidad de la demanda principal implica también la de la re­ declaración de caducidad de la primera instancia, mientras que el
convención; pero en cuanto si a la inversa surte los mismos efec­ artículo 73 del CPCN dispone que le deben ser impuestas "al ac­
tos, esto es, si la perención de la demanda reconvencional implica tor", el art. 241 del CPCSF las establece "en el orden causado".
la de la principal, encontramos dos posiciones opuestas, siendo Personalmente considero que si bien nuestro código provin­
mayoritaria, tanto en doctrina como en jurisprudencia, la que da cial es congruente consigo mismo, no es correcto, pues no es lógi­
una respuesta negativa. co poner en cabeza del demandado la misma carga de impulsar el
En cuanto a las costas en el supuesto de caducidad de la proceso de aquel que lo promovió. No es justo que quien obligó a
demanda principal y la reconvención, unánimemente la jurispru­ un sujeto a acudir a la justicia y dejó morir el proceso demostran­
dencia nacional ha decidido que deben ser impuestas "por su or­ do falta de interés, no deba hacerse cargo del total de las costas del
den", pues el impulso del proceso corresponde en forma concu­ mismo.
rrente a ambos contendientes. 23) En cuanto a las costas del juicio perimido en segunda
El CPC santafesino no contiene, en cambio, ninguna norma instancia, no hay diferencias entre el régimen nacional y el de San­
como la del 318 del CPCN. Entiendo que la caducidad de la de­ ta Fe: las costas deben ser soportadas por el recurrente, pues sobre
manda principal implica la de la reconvención pero no a la inver­ él pesaba la carga de impulsar el procedimiento.
sa. En efecto, siendo que uno de los requisitos de procedencia de
la reconvención, conforme el artículo 144 del CPCSF, es la conexión 24) En cuanto a las costas del incidente perimido, a nivel
con la demanda o excepción, extinguida éstas por perención re­ nacional dado que sólo la parte contraria a la que hubiera plantea-

132
133
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
pulsar la instancia, siempre resulta de aplicación la excepción de
do el mismo puede solicitar su caducidad (art. 315), sobre aquella
la excepción, a la cual nos referimos en el párrafo anterior (art. 70
se cargarán las costas, pues sólo sobre ella pesaba la carga de im-
inc. I2 del CPCN).
pulsarlo. .
Por el contrario, como el código santafesino no contiene una 26) En cuanto a la responsabilidad del abogado por la decla­
norma que específicamente se refiera a este supuesto, creo que ración de caducidad, considero que si bien la obligación de éste no
debe efectuarse el siguiente distingo: si aquel suspendía o no el es de resultados sino de medios, es decir, aunque el profesional no
curso del juicio principal (art. 326). En el primero de los casos, y si puede garantizar el éxito del pleito, sí debe poner de su parte todo
el incidente fue interpuesto en primera instancia, dado que para su conocimiento, diligencia y prudencia, en los términos del art.
nuestro código sobre ambas partes pesa la carga de impulsar el 902 del Código Civil, con el fin de obtener un fallo, lo que obvia­
procedimiento principal y puesto que éste sólo puede continuar mente no se cumple si deja transcurrir el plazo de ley sin instar el
una vez que se resuelva aquél, corresponde las costas sean im­ procedimiento. En esto casos considero justo que el abogado res­
puestas por su orden. En el mismo supuesto pero si el incidente se ponda civilmente haciéndose cargo de las costas del proceso peri-
entabla en segunda o ulterior instancia, las costas le deben ser im­ mido; más aún si ella importó la prescripción de la acción.
puestas al recurrente, aunque no hubiera sido su promotor, pues a 27) Pese a que el art. 317 del CPN y el Fallo Pleno de Rosario
él le incumbía impulsar el trámite. del 26/2/99, renovado mediante Acuerdo n2 3 del 22/03/07 dispo­
En cambio, en el segundo supuesto, es decir, cuando el inci­
nen lo contrario, entiendo que es apelable el auto que rechaza el
dente no paraliza el procedimiento principal, entonces entiendo
planteo de caducidad de la primera instancia en juicio ordinario
las costas deben serle impuestas a quien lo promovió, con inde­
porque, principalmente, el agravio no podría encontrar repara­
pendencia de la instancia de la que se trate, porque sólo sobre él
ción vía recurso de nulidad contra la sentencia definitiva. Asi, en
pesa la carga de instarlo. el caso de que la perdidosa en el incidente de perención resultara
25) En cuanto a las costas del incidente de caducidad, por totalmente vencedora en la cuestión de fondo, la caducidad no
aplicación de las normas generales deben ser soportadas por la podría ser revisada por la Alzada vía recurso de nulidad, ni tam­
parte vencida. poco remediable mediante la figura de la apelación implícita, lo
En caso de allanamiento al pedido de perención, entiendo que dejaría al sujeto totalmente indefenso en el supuesto de que el
que en Santa Fe si se trata de la primera instancia corresponden se ad quem revocara el fallo del a quo.
impongan en el orden causado, pero en las demás instancias, las Además, existen otros fundamentos de peso: a) en caso de
costas deben cargarse sobre quien interpuso el recurso o inciden­ ser errado el decisorio, el agravio que se producirá al recurrente
te, pues sobre él pesaba la carga de impulsar el proceso, debiendo no podrá ser reparado, ya sea por la sentencia a dictar por el a
aplicarse la excepción de la excepción, esto es, que las costas son al quo, puesto que cuando el art. 346 inc. 2o CPCC habla de sentencia
vencido "cuando por su culpa haya dado lugar a la reclamación definitiva, se refiere a la principal de primera instancia; ni a través
(art. 251, inc. I2 del CPCSF). de los recursos contra ella, en sentencia de alzada, si se interpreta
En la Nación, por su parte, en ningún supuesto corresponde que esta es la definitiva, a la que alude aquella disposición; b) en lo
la eximición de costas por allanamiento, pues como sólo sobre la que hace al de segunda instancia, tampoco existe la perspectiva de
parte contraria a la que solicita la perención pesa la carga de im­

135
134
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

solución reparadora mediante el recurso de nulidad que lleve a En segunda o ulterior instancia la resolución sobre la cadu­
ella, porque éste procede ante los defectos de procedimiento que cidad sólo es susceptible de reposición si fue declarada de oficio.
importan un retaceo de la defensa o la prueba y cuando se denie­
ga la caducidad, no hay tal retaceo; la defensa y la prueba, en cuanto
tales, permanecen incólumes; c) de acuerdo al procedimiento pre­
visto en el art. 362 "in fine" CPCC —por no generarse la nulidad
en la forma o contenido de la sentencia — declarada la nulidad por
el supuesto vicio procedimental —que no sería sino el error del a
quo— habría que remitir los autos al juez que le corresponda en­
tender en su lugar, para que dicte otra resolución, en el sentido en
que habría decidido el Superior que nulificó el procedimiento por
haber caducado el proceso, porque de otra manera se llevaría a
una nueva nulidad; d) ello conlleva un camino tortuoso para lle­
gar a la solución que se podría lograr más rápida y sencillamente
mediante el recurso de apelación planteado directamente contra
la decisión denegatoria, sin el inútil desgaste jurisdiccional que
provocaría la tramitación de todo un juicio —ya caduco—, con los
posteriores recursos contra la sentencia, y nuevo trámite ante el
juez inferior subrogante; e) aun de admitirse la reparabilidad por
vía del recurso de nulidad contra la sentencia definitiva, no puede
dejar de considerarse que, estando vinculado el tema de la caduci­
dad con el de la prescripción de las acciones, porque la interrup­
ción de la prescripción por la promoción de la demanda se tendrá
por no sucedida si se declarase la caducidad de la instancia (art.
3987, Cód. Civil), la tardía decisión de la caducidad, en la senten­
cia definitiva, podría determinar en algunos casos la prescripción
de la acción, con el consecuente irreparable perjuicio para su titu­
lar, lo que quizás pudo no haber ocurrido de haberse resuelto en
su momento concediendo la apelación de la resolución de primera
instancia que rechazara indebidamente la caducidad; f) es incon­
cebible que un auto que resulta apelable en cierto caso (si declara
la caducidad, o si la perención devino de oficio) no lo sea en todas
las hipótesis; y g) en caso de dudas, debe concederse el recurso en
razón del antiguo principio in dubio pro appellatione.

136 137
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Concordancias explicadas del Código Civil


y Comercial de la Provincia de Santa Fe, 2a edición actualizada, Editorial
Rubinzal Culzoni.
AMADEO, José Luis. Perención del incidente de perención de instancia. La
Ley 1986-D,470.
CARRILLO, Hernán G. Perención déla instancia y feria judicial: una relación
que debe legalizarse. LLLitoral, 1997-407.
COLERIO, Juan Pedro. La caducidad de la instancia (entre la carga de la parte
y el deber del tribunal). La Ley 1993-C,85.
COLOMBO, Carlos J., Perención de instancia y acto procesal anticipado, en
E.D. 51.
COUTURE, Eduardo. Estudios de Derecho Procesal Civil, Tomo III. El Juez,
las partes y el proceso, Lexis Nexis, Buenos Aires 2003, 3- edición.
EISNER, Isidoro, Caducidad déla instancia, Editorial Depalma, Buenos Aires
2000.
FALCON, Enrique M. Los actos interruptivos déla caducidad déla instancia y
el comienzo del plazo. La Ley 1990-B, 199.
FALCÓN, Enrique M. Caducidad o Perención de Instancia, Editorial Rubin-
zal-Culzoni, 3a Edición ampliada y actualizada, Santa Fe 2004.

141
Andrea Susana Netri Caducidad de instancia

FALCÓN, Enrique M. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, Tomo LYNCH, Horacio. Caducidad o perención de instancia, la prescripción y la
II, Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992. agilización de los pleitos. La obligación de impulsar. La Ley 2004-C, 1365.
FENOCHIETTO, Carlos. Código Procesal Civil y Comercial déla Nación. Co­ LYTHGOE, Martín. Sobre la caducidad de la instancia abierta por la recon­
mentado, anotado y concordado con los códigos provinciales. Tomo 2. Edi­ vención. La Ley 2003-F, 1199.
torial Astrea, Buenos Aires 1999. MARTÍNEZ ÁLVAREZ, Eduardo, Caducidad de la instancia, obra colectiva
GARCÍA, Alicia, comentario al artículo 236 del CPCCSF en la obra colectiva dirigida por Isidoro Eisner, Editorial Depalma, Buenos Aires 2000.
dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civil y Comercial
MAURINO, Alberto Luis, Perención de la instancia en el proceso civil, Edito­
del°a Provincia de Santa Fe, Análisis exegético. Jurisprudencia. Legislación,
rial Astrea, Capital Federal, 1991.
Doctrina. Editorial Juris, Tomo I, 2a edición reelaborada Rosario, 2003, Di­
rector Jorge W. Peyrano. MOSSET ITURRASPE, Jorge. Responsabilidad del abogado. La Ley 22/02/
GARCÍA, Alicia, comentario al artículo 240 del CPCCSF en la obra colectiva 2006, 5.
dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civily Comercial PALACIO, Lino, E„ ALVARADO VELLOSO, Adolfo. CPCC de la Nación. Edi­
de la Provincia deSanta Fe. Análisis doctrinario yjurisprudencial. Director torial Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1993, Tomo 7S.
Jorge Peyrano. Editorial Juris, Rosario, 1996, Tomo I.
PALACIO, Lino Enrique. Derecho procesal civil, Tomo IV Actos Procesales, 29
GARCÍA SOLA, Marcela, comentario al artículo 244 del CPCCSF en la obra reimpresión, Abeledo-Perrot, Buenos Aires 1984.
colectiva dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civil y
PARRY, Adolfo E., Perención de la instancia, 3a ed., Ameba, Buenos Aires,
Comercial de la Provincia de Santa Fe. Análisis exegético. Jurisprudencia.
1964.
Legislación. Doctrina. Editorial Juris, 22 edición reelaborada, Rosario, 2003,
Tomo 1. PEYRANO, Jorge W., Compendio de reglas procesales en lo civily comercial,
Zeus, Rosario, 1983.
GUELLER, Isidoro. La caducidad declarada de oficio. La Ley 1990-A, 481.
PEYRANO, Jorge, Apostillas sobre la denominada "apelación implícita", El
IMATZ, Andrea Alejandra. Caducidad de instancia. La Ley 1995-A, 677.
Derecho, t. 187, p. 523.
JOFRÉ, Tomás, Manual de procedimiento (civily penal), 5a edición actualiza­
PODETTI, J. Ramiro, Tratado de los actos procesales, Ediar, Buenos Aires,
da por Halperin. Bs. As, La Ley, 1941, T. IV.
1955, Tomo II.
KIELMANOVICH, Jorge L. Caducidad de instancia y actividad procesal idó­
POSTM A, Hernán F. Referencias normativas actuales en relación a la caduci­
nea. Conducta procesal: responsabilidad del letrado por las costas causa­
dad de la instancia en el proceso civil. Boletín Zeus N9 7658 del 07/04/05.
das. La Ley 1996-A, 380.
RAMBALDO, Juan, comentario al artículo 71 del CPCCSF en la obra colectiva
LEGUISAMÓN, Héctor Eduardo, Algunos aspectos de la caducidad de ins­
dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civily Comercial
tancia y del recurso de nulidad. La Ley 18/12/2002, 1 - DJ 2003-1, 447.
de la Provincia de Santa Fe. Análisis exegético. Jurisprudencia. Legislación.
LEGUISAMÓN, Héctor Eduardo, Lecciones de derecho procesal civil, Edito­ Doctrina. Editorial Juris, 29 edición reelaborada, Rosario, 2003, Tomo 1.
rial Depalma, Buenos Aires, 2001.
RESNICK BRENNER, Rafael. Provincia de Buenos Aires: ¿Paraíso donde las
LOUTAYF RANEA, Roberto. Algunas reflexiones sobre la interrupción y sus­ causas nunca prescriben?. LLBA 2006 (febrero), 6.
pensión del plazo de caducidad de la instancia. LLLitoral, 1981-584.
SAIZ, Diana Graciela. La caducidad de la instancia y el servicio de justicia. La
LOUTAYF RANEA, Roberto. Subsanación de la caducidad de la instancia, LL, Ley 1993-A, 99.
1979-C-754.

142 143
Andrea Susana Netri

SANTIAGO, Alicia Noemí. Caducidad de instancia. ¿Son inhábiles los días


cuya suspensión ordenara la Corte Suprema?. La Ley 1994-E, 673.
SOSA, Toribio, Caducidad de la ¿instancia?. La Ley 20/08/2004,1.
SOSA, Toribio E., Caducidad de la instancia: deber del tribunal - deber y car­
ga de las partes. LLC 2005 (julio), 615.
VARGAS, Abraham Luis. Cuestiones actuales sobre la caducidad de instan­
cia; distinción conceptual entre "Contumacia"y "Rebeldía"y efectos pro­
cesales del comparendo del demandado "A estar a derecho". LLLitoral, 1998-
1-934. ÍNDICE GENERAL
VARGAS, Abraham Luis, Intervención del Fiscal en los incidentes de caduci­
dad de instancia, comentario al artículo 233 del CPCCSF en la obra colecti­
va dirigida por Jorge W. Peyrano intitulada Código Procesal Civily Comer­
cial de la Provincia de Santa Fe. Selección de doctrina yjurisprudencia pro­
cesal relevante. Editorial Juris, Rosario, 2004, Tomo 3 A.
VARGAS, Abraham, Recurso de apelación adhesiva, Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Fe. Selección de doctrina yjurispruden­
cia procesal relevante. Editorial Juris, Tomo 3B, Rosario, febrero 2006.
VIEL TEMPERLEY, Facundo. La caducidad de la instancia como última salva­
guarda del instituto de la prescripción. La Ley 2005-A, 1333.

144
INDICE GENERAL

Prólogo

Capítulo Primero
INTRODUCCIÓN
.......................................................................................... 11

Capítulo Segundo
CONCEPTOS GENERALES

1. Concepto de caducidad. Definiciones de los autores


nacionales. Coincidencias y planteo de las primeras diferencias...............
2. Fundamentos. Motivos de orden subjetivo y objetivo. Reflexión
de la autora..........................................................................................................

Capítulo Tercero
REQUISITOS DE LA CADUCIDAD
1. Enumeración 19

147
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri
Capítulo Cuarto
20
2. Primer requisito: Existencia de una instancia.......................................
PROCEDIMIENTO PARA LA
a) ¿Caduca la instancia, el proceso o las pretensiones?
2.
DECLARACIÓN DE CADUCIDAD
Distintas posturas. Posición de la autora................................................
2.
b) ¿Cuándo comienza la instancia? Distintas posiciones 1. A pedido de parte................................................................................................ 57
doctrinarias. Posición de la autora. Reforma al art. 310 del 1 .a) Semejanzas y diferencias entre el CPCN y el CPCSF............................. 57
CPCN. Elogios y críticas............................................................................. l.b) Purga o convalidación de la caducidad.................................................... 58
c) ¿Cuándo culmina la instancia? Diferencias entre el régimen
2. c) Plazo para acusar la caducidad de instancia. Distintas
l.
nacional y el de la provincia de Santa Fe. Postura intermedia posturas a nivel nacional y provincial. Posición de la autora.................. 59
.25
de la autora............................................................................... 2. De oficio................................................................................................................. 65
2. d) ¿Sobre quiénes pesa el deber de instar el procedimiento..................... 3. Un caso especial. Análisis y crítica de la autora al nuevo
3. Segundo requisito: Inactividad procesal o actividad régimen del Código Procesal Civil y Comercial de la provincia de
jurídicamente inidónea....................................................................................... Buenos Aires......................................................................................................... 67
3. a) Importancia de este presupuesto..............................................................
b) Interrupción del plazo de caducidad. Inactividad procesal
3.
y actividad procesal inidónea. Análisis de supuestos Capítulo Quinto
emblemáticos: orden de reponer el sellado de ley y acompañar la
TRÁMITE DEL PEDIDO DE
boleta colegial.................................................................................................... CADUCIDAD DE LA INSTANCIA
3. c) Suspensión del plazo de caducidad. Definición. Normas
del CPCN y CPCSF. Agrupación de la autora de las 1. A pedido de parte............................................................................................... 73
distintas causales.............................................................................................. 2. De oficio................................................................................................................ 75
3.
C.1) Acuerdo de partes. Diferencias entre el CPCN y
el CPCSF. Vacío legal. Opinión de la autora............................................ 36
3.
C.2) Disposición judicial............................................................................... Capítulo Sexto
c.3) Situaciones de hecho y fuerza mayor................................................
3. INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO FISCAL
3.
C.4) Disposición legal.................................................................................... EN EL INCIDENTE DE CADUCIDAD DE INSTANCIA
4. Tercer requisito: transcurso de un plazo........................................................
4. a) Introducción. Plazos del CPCN y CPCSF................................................ 1. En la provincia de Santa Fe. Diferencias doctrinarias y
b) Caducidad de la instancia vs. obligación de impulsar
4, jurisprudenciales a partir de la Ley 10.160. Posición de la autora............. 77
el proceso. Novedosa postura de Lynch. Crítica de la autora.................. 42 2. En la Nación.......................................................................................................... 82
4.
c) Días inhábiles. Feria Judicial. Paros judiciales. Análisis
de las normas del CPCN y CPCSF. Posición de la autora.
4/ Capítulo Séptimo
Necesidad de una reforma...........................................................................
d) Comienzo del cómputo del plazo.............................................................
4. CADUCIDAD Y RECONVENCIÓN
e) Finalización del plazo de caducidad.............................. .........................
4.
5. Cuarto requisito: Resolución judicial que declare la caducidad 1. Planteo del problema.......................................................................................... 85
de instancia....................................................................................................... 2. Caducidad y reconvención en el CPCN. Distintas posturas. Costas......... 85
3. Caducidad y reconvención en el CPCSF. Vacío legal. Distintas
posturas. Posición de la autora.......................................................................... 89

149
148
Caducidad de instancia
Andrea Susana Netri

Capítulo Octavo 3. Marco doctrinario............................................................................................. 113


3.a) A nivel nacional......................................................................................... ^3
CADUCIDAD DEL INCIDENTE DE CADUCIDAD 3. b) A nivel provincial.....................................................................................
1. Diferencias entre el régimen de la nación y el de la provincia 4. Marco jurisprudencial......................................................................................
de Santa Fe. Posturas a favor y en contra de la admisibilidad de 4. a) A nivel nacional.........................................................................................
la caducidad del incidente de perención......................................................... 93 4.
b) A nivel provincial......................................................................................
QC 5. Opinión de la autora......................................................................................... 121
2. Posición de la autora...........................................................................................

Capítulo Duodécimo
Capítulo Noveno
CONCLUSIÓN FINAL
COSTAS
............................................................................................................ 127
1. Del juicio principal en caso de declaración de caducidad de la
primera instancia. Diferencias entre el CPCN y el CPCSF. Posición
rde la autora............................................................................................................ 97 Bibliografía consultada
Jurisprudencia nacional...................................................................................... 99 ............................................................................................................... 141
Jurisprudencia local..............................................................................................99
2. Del juicio perimido en segunda o ulteriorinstancia...................................... 99
3. Del incidente perimido. Régimen del CPCN. Confusión en Indice general
el régimen del CPCSF. Posición de la autora................................................. 1^0 ............................................................................................................ 147
4. Del incidente de caducidad. Ausencia de regulación específica.
Remisión a las normas generales...................................................................

Capítulo Décimo
RESPONSABILIDAD DE LOS ABOGADOS
POR LA DECLARACIÓN DE CADUCIDAD

1. Importancia del tema. Jurisprudencia............................................................ 103


. ., 109
2. Nuestra posición................................................................................................ u

Capítulo Undécimo
RECURRIBILIDAD DE LA CADUCIDAD

1. Planteo de la hipótesis de trabajo ................................................................... 111


11?
2. Marco normativo................................................................................................. 1
2.a) Código Procesal Nacional..........................................................................H2
2.b) Código Procesal de Santa Fe..................................................................... H3

151
150
OTROS TITULOS
DE NUESTRO SELLO

HOTHAM RICHARD A.
El prejuzgamiento
La imparcialidad. Juicio, prejuicio,
sentencia prematura, preopinión y
prejuzgamiento. Efectos en el juez y
en los litigantes. Causas subjetivas.
Momentos de peligro. Ejemplos
típicos. Remedios. 128 págs.

LEDESMA ANGELA ESTER


La reforma procesal penal
Ejes rectores y perspectiva. Alcance
del denominado modelo de
enjuiciamiento acusatorio. Medidas
de coerción personal. Consenso y
proceso penal. La crisis de eficacia de
la investigación penal. Procesos
penales complejos. 192 págs.

PEYRANO JORGE W.
Los tiempos del proceso civil
La paralización del proceso civil. La
cuestión prejudicial penal. Suspensión
e interrupción de términos.
Suspensión del curso de la caducidad
de la instancia.
128 págs.

Se terminó de imprimir el 26 de octubre de 2007


en Talleres Gráficos Leograf
sito en la calle Rucci 408, Valentín Alsina,
Buenos Aires, República Argentina,
tirada 750 ejemplares
NOVA TESIS
EDITORIAL JURIDICA S.R.L.
MONTEVIDEO 2020
TE. 0341-4487160
www.novatesis.com.ar

También podría gustarte