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- AÑO XLV - Nº 500

PSICOLOGICA
Periódico Mensual
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Leonardo Peskin - Gisela Calderón, Luis Darío Salamone - Gabriela Abad


Osvaldo Bodni - Jorge Marincioni - Eduardo Burga Montoya
Elizabeth Jorge - Inés V. Negreira
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Beneficios de “Lo más seguro es vivir al azar, según cada uno


pueda. Tú no sientas temor ante el matrimonio con
tu madre, pues muchos son los mortales que antes se
minario La ética en psicoanálisis y toma los dife-
rentes tiempos de la tragedia de Edipo contrapo-
niendo el supuesto bienestar inicial de Tebas, al
unieron también a su madre en sueños”. momento en que ese bienestar se transforma en el
Yocasta en Edipo Rey. doloroso reconocimiento de lo que subyacía. Con-

la enfermedad (https://www.biblioteca.org.ar/libros/133636.pdf) sideremos que el deseo, desde la perspectiva freu-


diana, es una búsqueda de alejarse de la

E
l título de este escrito ya nos pone experiencia de dolor. Si bien esto mueve toda pro-
frente a una paradoja a resolver: ducción humana, no deja de ser una “defensa” y
¿cómo puede una enfermedad precisamente en la neurosis muestra en qué me-
Leonardo Peskin dar beneficios, si como tal, solo dida, como pasa con Edipo, al no poder consti-
acarrea problemas y hace difícil la tuirse muestra la contracara de angustia que
vida? Además, tanto la definición de enfermedad siempre subyace. En este punto es ilustrativo el
como la de beneficio, tomadas en un sentido co- diálogo entre Edipo y su madre, Yocasta, donde él
rriente, se contraponen a los fundamentos psico- se esfuerza en reconocer su involucramiento en la
analíticos, ya que estos cuestionan lo que se tragedia originariamente como víctima de su
considera enfermo y lo que es bueno o malo. El padre, para luego asesinarlo. Yocasta trata de con-
debate acerca de lo sano y lo enfermo se vuelve vencerlo de su inocencia. En ese caso tomemos a
conflictivo para el enfoque psicoanalítico por lo Yocasta como vocera narcisista del bienestar encu-
dificultoso de establecer parámetros que permitan bridor y como madre inductora del incesto, en esta
usar estas categorías. Sin embargo, en términos de segunda vertiente vocera del goce desenfrenado.
sufrimiento y de restricciones vitales podemos lle- Lo mismo acontece con la madre de Hamlet, a la
gar a referirnos a lo más saludable que otra alter- que él acusa de su conducta encubridora por sus
nativa. Con relación a la idea del bien para intereses gozosos-placenteros. Son casos donde
calificar de beneficio se complejiza. Si lo defini- sería interesante discutir la “función” de la madre.
mos con relación al placer como bueno, siguiendo
a Freud, lo que sería placentero para una instancia La angustia que atormenta a Edipo mueve la
psíquica sería displacentero para otra y también evolución de la tragedia, siendo que todo su bie-
puede ser necesario tolerar el displacer para poder nestar estaría construido sobre lo encubierto y no
más tarde alcanzar el placer. En realidad, hay en logra contenerse narcisísticamente por recursos
la evolución teórica del psicoanálisis una jerarqui- de negación o desmentida. Esto suele acontecer
zación de la dominancia de la tendencia al displa- cuando el beneficio secundario pretende sostener
cer en la medida en que la pulsión de muerte se el conflicto originario como si no fuese un pro-
torna en la principal tendencia a resolver. La ga- blema para “robar” ventajas de placer.
nancia, ventaja o beneficio de la enfermedad se di-
rige a buscar el placer inmediato, evitando En contraposición al placer y el beneficio se-
ahondar en el displacer que siempre es lo que cundario, ocupémonos de la angustia, la que se
causa la enfermedad. Desde la perspectiva del nar- presenta cuando asoma lo real, cuando la pulsión
cisismo siempre se procura consolidar el placer al no logra encauzarse por vía del deseo. Esto es una
costo de encubrir lo tanático. O, lo que es peor, se cierta caracterización de las neurosis, por eso en-
produce una alianza entre el narcisismo y lo taná- contraremos que estas se definen por los diferentes
tico intentando transformar el goce en supuesto modos de fracaso de la posibilidad deseante. La
placer. Esta sería la variedad primaria del benefi- fobia como “deseo prevenido”, la histeria como
cio secundario. Basta observar cualquier cuadro “deseo insatisfecho”, la obsesión como “deseo im-
de adicción y veremos la complacencia narcisista posible”. Frente a este fracaso, en lugar del deseo
al acto adictivo y al estado adictivo. Incluso las emerge el síntoma como aquello que emblematiza
promesas imaginarias que muchos adictos plan- cada entidad neurótica. En la fobia como localiza-
tean de que ellos dominan la adicción, que es solo ción de un objeto temido y un universo evitativo,
por esta vez, o para divertirse en fiestas o que la histeria con su expresividad corporal, ya sea en
cuando lo decidan lo superarán. Esto abarca todos las conversiones o en el despliegue actuado histrió-
los capítulos de tendencias adictivas a drogas nico y el obsesivo con sus cavilaciones, rituales y
blandas y duras, desde el tabaco pasando por la las durezas que se le imponen en el contacto con
marihuana y el alcohol, hasta la cocaína, el paco, el mundo. Sería muy extenso caracterizar todos los
la heroína, etcétera. matices que muestran desde las formas activas de
las neurosis hasta esas cristalizaciones sintomáticas
Sabemos que la ética del bienestar o del “bien que configuran el capítulo de lo que podríamos
supremo” no es tan benéfica, ya que se basa en ca- denominar caracteropatías.
tegorías que suelen subordinarse a un Ideal que
define desde una conveniencia de poder lo que Entonces nos vemos llevados a la cuestión que
está bien y lo que está mal. No es que no se pueda se denomina beneficio del síntoma. Y se nos ge-
vivir en bienestar pero depende de sobre qué nera un nuevo problema, ya que el síntoma se
bases se apoya. En algún momento Freud describe aleja de lo sano y lo enfermo dado que la propia
el problema de lo que fue la American Prosperity constitución subjetiva es un síntoma. Es decir, el
como un obstáculo para el psicoanálisis, ya que en síntoma siempre es fruto de una solución transac-
la búsqueda de confort imaginario se procura cional entre tendencias, entre la pulsión, el deseo
apurar la cura apelando al Yo y eso va en contra y la represión entendida como el límite modera-
de la búsqueda de la causa inconsciente. dor de estas tendencias. Pensado desde esta pers-
pectiva, poder alcanzar la subjetividad tendría el
Este es un tema que desarrolla Lacan en el se- beneficio de orientar de la mejor manera posible
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una tendencia pulsional y deseante. Y separo pul- Le “ganó” al conflicto merced al síntoma. Una vez del arreglo que hasta el momento de la consulta no
sión y deseo ya que tienen necesariamente una in- formado genera una vía facilitada y una formación podía ser resuelto. Aquí se nos abren varios proble-
terrelación pero no son una misma cosa. La que ya es utilizada para muchos usos. Esto lo lleva mas; uno es que no es tan sencillo el abandono del
pulsión en alguna medida se puede resolver cau- a Freud a denominarlo como un odre viejo que síntoma completamente, además se genera la de-
sando el deseo, pero también tendrá que resol- puede recibir vinos nuevos. Aquí vale la pena aclarar pendencia del analista para aliviar lo que antes, mal
verse, si lo logra, por vía de otros destinos, ya que que lo que puede ser ventajoso en un momento o bien, aliviaba el síntoma. Además, hay que consi-
no toda la pulsionalidad es transformable en de- porque evita males mayores, en otro momento derar que la auténtica solución debe incluir la idea
seante. Algunas se frenarán parcialmente por me- puede ser lo que se transforma en un obstáculo. de fin de análisis, lo que supone desmontar el dis-
canismos reactivos pre represivos, para bien o Nuestra expectativa como analistas es que un ana- positivo transferencial y que el síntoma sufra la su-
para mal, porque ese freno puede repercutir en in- lizante se replantee lo que hasta el momento de la ficiente transformación como para que opere casi
hibiciones. Quizás el destino que más podemos consulta era una cierta solución que restringía su más como herramienta de la subjetividad que como
valorar es el de la sublimación, la que se puede al- vida o que ya era insuficiente para estabilizarse. En impedimento. Destaquemos la tarea intrínseca del
canzar si las cosas andan bien. esta línea esperamos que abandone el síntoma y análisis del desmontaje del síntoma, instalación de
Freud nos enseña que lo puede hacer sobre la base la transferencia y lograr que avance el análisis a par-
Entiéndase que cada vez que uso bien o mejor de que este se transforme en la entrada en análisis tir de la posición neurótica que se organizó a otra
lo hago quizá con el riesgo de esos deslices ideo- al crearse la transferencia. Es decir, que la transfe- posición que implica afianzar la subjetividad y sus
lógicos que advertí de entrada. Pero tal vez ven- rencia diluye el síntoma y la transferencia pone en propios recursos. Es con relación a esto que tene-
dría “bien” usar lo que voy comentando en la línea escena los términos que subyacen en conflicto. Esto mos que considerar el denominado beneficio se-
que desarrolla Lacan cuando nomina a un semi- daría oportunidades a que el análisis modifique algo cundario.
nario Ou… pire, donde de alguna forma se define
como bien lo que no sería peor, justamente juega
con la homofonía padre en francés, el padre o
peor. Una forma culta de referirse a “peor es
nada”. Y de aquí emergen un sinnúmero de deri-
vaciones, pero la idea de mencionarlo es para que
se pueda apreciar un modo de plantear, inten-
tando eludir un idealismo ingenuo, que algo
puede ser mejor que otra cosa. Por otro lado in-
troducimos algo de la función paterna; se supone
que lo paterno no se refiere al padre como per-
sona, aunque alguna persona como agente puede
ejercer esa función. Se enriquece el concepto al
pluralizarse los nombres del padre en la obra de
Lacan, entonces el logro de la función puede pro-
venir de cualquiera de los registros, imaginario,
simbólico o real, y el propio síntoma puede ejer-
cer esa función. Ya que de alguna forma es el sín-
toma el que lo logra al mantener un equilibrio
que evite que la situación sea peor. Aquí se nos
presenta el hecho de que si bien los síntomas son
un problema y pueden complicarle la vida a una
persona, consideremos que se constituyeron por-
que podría ser peor que no se hubiesen configu-
rado. En ese sentido se considera la formación del
síntoma como aparición de la “enfermedad”, ya
que el síntoma emerge como egodistónico, refrac-
tario e incongruente. Sabemos que si apareció, re-
solvió algún tipo de conflicto entre tendencias,
pulsionales y deseantes, con relación a la condi-
ción subjetiva que la persona había logrado hasta
ese momento.

Una vez establecido el síntoma tuvo como “ga-


nancia” poder dirimir el conflicto condensándolo
metafóricamente en esa formación del incons-
ciente. A ese hecho lo denominamos beneficio pri-
mario, es un cierto equilibrio que beneficiaría, ya
que indica un equilibrio estabilizante. En términos
de la desorganización que produce la falta de límite
de un conflicto, la aparición del síntoma psicoana-
líticamente denota el arreglo que logró el incons-
ciente. Es decir, que algún inquietante conflicto
psíquico que generalmente produce angustia logra
un equilibrio a costa de esa formación o deforma-
ción que es el síntoma. En las descripciones de
Lacan en el Seminario X (La angustia) el sujeto
pudo moverse de casillero eludiendo la actuación o
el pasaje al acto consiguiendo establecer el síntoma
como ganancia merced al trabajo del inconsciente.
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Entre los usos del síntoma está el denominado Hay una contraposición analista-analizante que absorbido, abolido tras ellos (“ Seminario 2, clase 13
beneficio secundario que Freud, en el artículo Inhi- Lacan aborda al afirmar como manejo de la trans- del 9 de marzo de 1955, p. 241).
bición, síntoma y angustia, agrupa junto a la repre- ferencia que termina siendo una suerte de aforismo
sión y a la transferencia como resistencias del Yo. De en el seminario 19, Te pido que rechaces lo que te Todos ilusionamos realizar con un sueño el “ma-
paso consideremos que este mecanismo de utiliza- ofrezco porque no es eso; lo trabaja exhaustivamente ravilloso traveling” interpretativo que hizo Freud en
ción del síntoma está siempre en correlación con las como una formulación lógica que está implícita en el “sueño de la inyección a Irma”, que comienza en
otras dimensiones resistenciales que Freud describe la posibilidad de ubicarse en el lugar del analista. A las capas mundanas del Yo, y después de atravesarlas
como compulsión a la repetición, como resistencia este “pedido” permanente del analista, estaría uno se sumerge en las profundidades de la garganta, pa-
del Ello y resistencia del Superyó como expresiones del analizante que tendría que plantearse como un sando por la galería de la feminidad y la muerte. En
de la culpa inconsciente y el fracaso ante el éxito. Si “No me des lo que te pido porque no es eso”. En- ese fondo aparece la fórmula de la sexualidad, la
bien en una disección descriptiva separamos y des- tiendo que es un modo de ubicar con cierta claridad “TRIMETILAMINA”. Siguiendo a Lacan, que a su
cribimos cada una de estas tendencias en su parcia- el no hacer operar el beneficio narcisista en la rela- vez siguió a Erickson y a todos los analistas de la his-
lidad, todas interactúan y buscan expresarse ción analítica, implicando a ambas partes. toria del psicoanálisis que se asomaron por encima
aprovechando lo más manifiesto por vía del Yo. Es Aprovechemos un párrafo de Lacan del Semina- del hombro de Freud, para comprender cómo hizo
así que la propia transferencia, tan buscada en un rio 10 (Clase 4, 5 de diciembre de 1962) donde nos el Yo de un genio para no despertar allí donde co-
inicio, puede ponerse al servicio de la repetición y relata de un modo dramático cómo se funda el uso mienza para cualquiera la pesadilla, lo insoportable
también operar como expresión del beneficio se- de la transferencia y probablemente se hace posible del sueño.
cundario, un ejemplo clásico y siempre en mayor o la fundación misma del psicoanálisis.
menor medida presente; es la erotización de la Con estos ejemplos estoy mostrando cómo hay
transferencia. En ese sentido veremos que las reglas Felizmente, Freud era neurótico. Y como al que lograr superar los intereses imaginarios yoicos
del beneficio secundario en la vida, haber aprendido mismo tiempo era inteligente y valiente, pudo ser- para alcanzar otras dimensiones. Y es a partir de
a sacar provecho de la enfermedad, se despliegan en virse de su propia angustia ante su deseo —angus- esos intereses imaginarios yoicos que se construye
la transferencia como demanda exagerada de amor tia que se hallaba en el origen de su apego ridículo el beneficio secundario del que estamos hablando.
y reconocimiento, que en algunos casos impide la a esa imposible buena mujer que, por otra parte, lo Tanto en un analista como en cualquier sujeto
propia tarea analítica. enterró y se llamaba Sra. Freud—. existe la tentación de darse el gustito alcanzable
Pudo servirse de ella para proyectar sobre la antes de renunciar a esa satisfacción inmediata en
Hay una observación de Freud en su artículo pantalla radiográfica de su fidelidad a eobjeto fan- la búsqueda de otra solución. Entendemos que el
El Yo y el Ello que nos puede ilustrar estas tenden- tasmático, y pudo reconocer allí, sin parpadear un que aprende a “comer” de la enfermedad lo hace
cias tan propias del narcisismo, cuando dice que solo instante, para qué servía todo eso, hasta admi- en buena medida a partir del diseño yoico, bajo
el Yo se ofrece al Ello para que lo tome a él en tir enteramente que Ana O.apuntaba perfectamente influencias del Ello y el Superyó. El servidor de
lugar del objeto de satisfacción que el Ello re- a él, Freud. Pero él era un poco más duro de pelar tres amos como define al Yo Freud en el Yo y el
clama. Por supuesto que este es el modo como se que el otro, Breuer. A esto, ciertamente, le debemos Ello, termina siendo el que dificulta ver y afrontar
funda el narcisismo, al ser investido el Yo como el haber entrado a través del fantasma, en el meca- de otra forma la solución posible de los conflic-
objeto, pero este logro es a la vez lo que impide se- nismo del análisis y en un uso racional de la trans- tos.
guir buscando un objeto menos engañoso. Es un ferencia (p. 61). El Yo no sería el que decide, sino que es el ve-
tema complejo, porque si no se inviste el Yo, no hículo o el complemento para sostener el deter-
hay cómo salir al mundo, pero si se lo inviste de- Lacan no solo nos plantea un modo de entender minismo gozoso pulsional. Y aun sin capacidad de
masiado, esta satisfacción ilusoria no deja salir al cuándo un analista puede ver el fenómeno que se darse cuenta se vuelve cómplice de sostener cual-
mundo. Estamos en la dramática propia del amor, le presenta, sino cierta referencia al uso de su an- quier deriva que la pulsión haya determinado. Si
y sabemos que todo enamoramiento enceguece y gustia e incluye algunas referencias al diseño fan- consideramos que el Yo y todo el aparato narci-
no permite avanzar hacia un objetivo que salga de tasmático que le supone a Freud con relación a su sista buscan siempre un supuesto bienestar
ese circuito de satisfacción. esposa, lo que le permite dar este paso. En el modo afronta con dificultad cualquier desilusión o cual-
Esto lleva a que por un lado el analista se un tanto sarcástico como Lacan describe su vínculo quier obstáculo que no permita un supuesto pla-
ofrezca aceptando el papel de soporte del supuesto con su mujer, daría a entender que aun los rasgos cer. Y siguiendo a Lacan, la función más
saber de la transferencia, pero es inevitable que sea que él considera ridículos, tomémoslos como neu- significativa del Yo es el desconocimiento, afronta
idealizado como objeto del amor. En esta línea po- róticos, le sirven para conservar su posición de ana- muy mal la ignorancia, es decir, la incertidumbre
demos decir que toda entrada en análisis, es decir lista. Lo que a Breuer lo traiciona el puede que mueve la acción analítica.
de instalación del la transferencia, desencadena en afrontarlo. Hay otros datos biográficos que no voy
cualquier caso de que se trate una dinámica histe- a desarrollar acera de que Breuer huye por cuestio- Por último, voy a describir una variedad de be-
riforme. Y esta dinámica conlleva una demanda de nes vinculadas a su esposa y ciertas consecuencias neficio secundario si se quiere “logrado”; es el que
amor, como borde erotómano propio de lo histé- en su vida posterior. observamos en todos los pacientes que habiendo
rico, que lo que como sabemos trata de cubrir la Otro momento donde Lacan lo reconoce a atravesado alguna enfermedad, puede ser orgánica
carencia que como necesaria castración no se to- Freud pudiendo atravesar situaciones donde otro o psíquica, se dedican a trabajar con otros que la
lera aceptar. hubiera desfallecido es cuando comenta el sueño de padecen. Serían, en términos de la jerga terapéu-
Freud que inaugura el psicoanálisis; se trata del tica, “los recuperados”, que se dedican a trabajar
Con esta dinámica amorosa el analista debe con- sueño de inyección a Irma. Es en el Seminario 2 que en diferentes niveles, a tratar a aquellos que pade-
vivir y por eso es tan importante que no utilice esa toma el análisis que hizo Erikson para demostrar cen el problema. Sería el caso de los que, por
idealización que origina la expectativa amorosa de cómo para llegar al descubrimiento del inconsciente ejemplo, fueron adictos y luego trabajan en los
los pacientes para engordar su narcisismo. Que no tuvo que atravesar las capas yoicas y superar la an- grupos de tratamiento de adictos. Esto se observa
crea que esos amores irreales se consideren amores gustia. Dice en un párrafo: en quienes consolidan una salida a algún pro-
reales, aunque sea valioso genuinamente para sus blema asumiendo algún papel activo frente a lo
pacientes. Esta es una advertencia de lo que podría La estructura del sueño nos muestra con claridad que padecieron pasivamente. Por supuesto que
ser pensado como beneficio secundario de la posi- que el inconsciente no es el ego del soñante, que no es todo dependerá de cómo lograron elaborar lo que
ción del analista, que si “se la cree”, abandona el sen- Freud en tanto Freud prosiguiendo su diálogo con subyace como beneficio primario de lo que pade-
tido de estar ahí para poner en acción el deseo del Irma. Es un Freud que ha atravesado ese momento de cieron, pero el dedicarse a asistir a otros puede
analista. En esta línea el analista está tan expuesto angustia capital en que su Yo se identificó al todo bajo significar cierto camino de redención placentera.
como cualquier neurótico a fascinarse con su pro- su forma más inconstituida. Él, literalmente, se ha La redención auténtica la da la reparación de
pio narcisismo para evitar asumir sus carencias y no evadido; ha apelado, como Freud mismo escribe, al aquello que se expresó en la enfermedad, aunque
transformarlas en plenitudes narcisistas. congreso de todos los que saben. Se ha desvanecido, re- el montaje que se construye sobre este posible
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logro de fondo saca placer de poder asistir a otros. la teoría de Lacan que es el Sinthoma, como la 14). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Todo esto es difícil de instrumentar y evaluar que particular forma en que el síntoma asumiría el - (1920g) 1976. Más allá del principio de placer.
no caiga en un valor moral, ya que muchas veces lugar de una subjetividad que pueda sostenerse en En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol.
hacer el bien no es lo que desde nuestra perspec- esta identificación. ¿Incluiría este “logro” posible 18). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
tiva resuelva psicoanalíticamente un problema. de refundación de la subjetividad la inclusión del - (1923b) 1976. El Yo y el Elio. En J. L. Etcheverry
Veremos todo tipo de situaciones donde la dedi- beneficio secundario? Quizá los ejemplos que di (Trad.), Obras Completas. (Vol. 19). Buenos Aires,
cación devota a una causa muchas veces se apoya acerca de los que en la consolidación de la supe- Argentina: Amorrortu.
en sostener mecanismos gozosos que pueden estar ración de una adicción se dedican al tema y tra- - (1925d [1925]) 1976. Inhibición, síntoma y an-
al servicio de la neurosis. Algunas veces el alivio bajan como “recuperados”, serían un ejemplo para gustia. En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas.
de la culpa con alguna práctica benéfica permite reflexionar sobre este tema. Algunos temas como (Vol. 20). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
seguir sosteniendo una práctica de otro orden que el Yo (Moi en Lacan, narcisismo en Freud), el ima- - (1937) 1976. Análisis terminable e interminable.
puede ser contraria a la apariencia. Es como esas ginario en general y quizás el beneficio secundario En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol.
empresas que haciendo beneficencia encubren las tuvieron mala prensa en psicoanálisis, general- 23). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
peores prácticas de explotación y enriqueci- mente por cuestiones ideológicas, ya sean morales Lacan, J. (1954-55) 1983. El Seminario, Libro 2, El
miento. Entonces en lo social y nivel de nuestra por la cultura que vería mal adecuarse a un pro- yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica.
tarea como analistas la lectura deberá eludir las blema, o teóricas dentro del psicoanálisis al pre- Buenos Aires, Argentina: Paidós.
apariencias y dirigirnos más a la capacidad del su- tender cambios trascendentales. Tendríamos que -(1959-60) 1988. El Seminario. Libro 7, La ética.
jeto de haber afrontado la raíz pulsional y dese- revisar estos excesos que pueden dejar de ver la ri- Buenos Aires, Argentina: Paidós.
ante de sus motivaciones. Así, arribar al aforismo queza que cada formación psíquica incluye, ya sea - (1962-63) 2006. El Seminario. Libro 10. La an-
freudiano de que lo saludable implicaría la capa- formación del inconsciente, yoico-narcisista o so- gustia. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
cidad de amar y trabajar. Lo que abre el comenta- cial cultural, en la medida en que todas se organi- - (1971) 2012. El Seminario. Libro 19. …o peor.
rio de que el amor sea el que puede reconocer el zan alrededor de un núcleo de goce que siempre Buenos Aires, Argentina: Paidós.
mundo, el prójimo y trabajar como el logro de al- es real. Y es lo real que puja desde “dentro” y desde - (1975-76) 2006. El Seminario. Libro 23: El Sint-
canzar las habilidades para modificar el mundo y “fuera” de la subjetividad lo que se buscaría resol- homa. Buenos Aires, Argentina: Paidós,
vincularse con el prójimo. Para terminar se nos ver. Siempre tengamos en cuenta un par de máxi- Peskin, L. (2003 y 2008). Los orígenes del sujeto y su
abre una pregunta que de algún modo es inquie- mas éticas, quizás un tanto médicas, ante todo no lugar en la clínica psicoanalítica, Buenos Aires, Ar-
tante en cuanto a la crítica general del beneficio dañar en la intención de curar y tenemos que evi- gentina: Paidós.
secundario; podremos considerar el beneficio de tar que el remedio sea peor que la enfermedad. (2015). La realidad, el sujeto y el objeto. Buenos
la enfermedad como un Nombre del padre, dentro Aires, Argentina: Paidós.
de la pluralización. ¿Podrán las ventajas que se Bibliografía
constituyen “alrededor de la enfermedad” elevarse
a la función de padre? Freud, S. (1914c) 1976. Introducción del narcisismo.
Esto nos llevaría a un tema más complejo en En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol.
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La “La investigación de las enfermedades ha avan-


zado tanto que cada vez es más difícil encontrar a al-
guien que esté completamente sano”
cuerpo en tanto significantes, sino también del
goce que habita en el mismo; un goce mudo que
no le dice nada a nadie pero que se abraza al
Aldous Huxley cuerpo. Es la palabra la que resuena en él y puede
provocar un goce que engendra una satisfacción

enfermedad 1- Un mundo que no funciona. desconocida. Es decir que, las palabras, contor-
nean una especie de caldo de afectos que pueden

L
a enfermedad es una cuestión que resultar enigmáticos. El sufrimiento corporal -a
está muy presente en el discurso veces- puede crear una consistencia que se man-

como refugio social; incluso puede llegar a plan-


tearse que el padecer resulta natu-
ral en una sociedad que se
tiene intocable debido a esa satisfacción descono-
cida e intangible, lo cual da lugar a interrogarnos:
¿por qué hablar de beneficios en la enfermedad?
encuentra enferma por diferentes motivos. Lo Algo que resulta tan paradójico e impensable, co-
simbólico que tiene, como nos enseñó Lacan, una nociendo las dolencias que puede producirse en
Gisela Calderón función creadora, inventa un mundo donde las una enfermedad, cómo es posible que se encuen-
cosas no funcionan, crea un sujeto afectado, que tre en ello un beneficio, cómo es que alguien
padece. Es en un sufrir de más donde se requiere puede obtener una satisfacción en el malestar.
en algunas ocasiones la presencia de un analista.
Luis Darío Salamone Ya Freud en 1905 desarrollaba el estudio de las
Conocemos los distintos fenómenos de afec- relaciones del síntoma patológico con ciertas ideas
ción que son parte de la nueva era y como éstos que resultaban patógenas. Lo hacía mediante his-
vienen determinados por significantes que se toriales clínicos, tratando de lograr cierta cura-
prestan a dar consistencia a los ropajes del cuerpo. ción por medio de la terapia psicoanalítica en la
El acelere en el mundo ha llevado a que el terreno que los enfermos comenzaban a comunicarle sus
sea propicio para diversas dolencias, para auto dolencias, entre otros fenómenos psíquicos. Él
percibirnos como seres atravesados por afecciones captaba que aquello guardaba un enlace especial
que puede equiparase a la idea de enfermedad, en con cierto material psíquico que, a causa de la re-
tanto altera el bienestar. Una trampa cuyo fin es sistencia provocada por su contenido, quedaban
el encierro cada vez más solitario en el propio reprimidas y confinadas fuera de la conciencia,
goce. consecuentemente, adquiriendo un valor pató-
¿A que remite el término enfermedad? geno. El desconocimiento se hacía evidente.
Podemos pensar que se conceptualiza como
una desviación o alteración que irrumpe en el es- Comenzaba solicitando el relato de la historia
tado físico y también altera el estado anímico en de la paciente y de la enfermedad, encontrando
general. que los mismos resultaban poco exactos, se ago-
Hay enfermedades que se expresan silenciosa- taban y planteaban enigmas que carecían de una
mente, mediante algunos indicios o señales que aclaración suficiente. De ello derivaron una serie
pueden no ser percibidos; otras manifestaciones de consecuencias que arrojan luz a este paradojal
corresponden a los síntomas que son los primeros suceso. Por un lado, la cuestión estaba centrada en
en emerger a cara descubierta, se trata de una ma- que el enfermo silenciaba intencionalmente una
nifestación que revela a la enfermedad en sí. Las parte de lo que sabía y oponía impedimentos poco
afecciones pueden ser graves, arraigarse cada vez precisos y, por otro lado, más allá de las dificulta-
más en un pulular sintomático y que logran pro- des que surgieran en el relato, algo escapaba al do-
ducir un malestar en demasía. El cuerpo es la sede minio del enfermo. Tales consecuencias no
de aquello que emerge en nombre de la enferme- llegaban a impedir lo que en el transcurso del tra-
dad. Un cuerpo que puede recordarnos, parafra- tamiento se ofrecía a una lectura del historial pa-
seando a Sigmund Freud, que uno no es amo en tológico, prestando suma atención no solo a los
su propia casa. síntomas sino también a las circunstancias fami-
liares de los enfermos. Esto incluía -en algunos
2- Cuando el cuerpo levanta casos- la posibilidad de un desprecio que existía
campamento. frente a los esfuerzos de los médicos, al punto de
renunciar por completo al auxilio de la medicina
Al cuerpo se creé tenerlo, pero como menciona a pesar del malestar.
Jacques Lacan, éste puede levantar campamento
en cualquier momento. Hay múltiples señales de Ciertas ideas resultaban de gran utilidad para
ello. Cuántas veces puede surgir el temor cuando el enfermo en vías de encubrir otras de las que in-
el cuerpo comienza a hablar solo, cuando el ser tentaban suprimir cualquier crítica posible, in-
humano se percata de que, lo que ocurre en su cluso reproches que eran proyectados a los
cuerpo, puede traspasar los límites y no encontrar vínculos familiares, le hacían sospechar a Freud,
ningún dominio sobre el mismo. El cuerpo en- que eran del mismo contenido de reproches que
fermo causa temor y nos anoticiamos de lo que se harían a sí mismos los propios enfermos; una
significa estar vivo cuando la afección adviene. La conducta indeseada que era inherente a los pa-
incerteza que acompaña en estas circunstancias cientes. Los ejemplos más conocidos de los histo-
puede colaborar con los factores cualitativos y riales clínicos han sido los casos de histeria donde
cuantitativos de la enfermedad. existían identificaciones que reforzaban un sín-
toma particular. Freud pudo percatarse de esa lec-
Desde el psicoanálisis se plantea una clínica del tura cuando descubría el anverso de su reverso
parlêtre, del ser hablante, que abarca no sólo la por una analogía sospechosa.
idea de cómo las palabras pueden morder el El resultado de sus investigaciones pululaba en
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una colaboración de tipo somática que era facili- das con ese tenor, al contrario, ocupan un lugar tas dolencias y afecciones corporales, donde el en-
tada por contenidos psíquicos, es decir, existían y esencial en la vida de alguien. El síntoma puede fermo se percata de que su buena voluntad resulta
perduraban de manera repetitiva los síntomas, comenzar siendo un intruso indeseable y volverse impotente.
pero sin un sentido; sentido que le es prestado y el amigo más íntimo. El síntoma mismo se constituye por una satis-
que podía ser diverso en distintos casos, según facción denegada que despierta repugnancia y
cuales fueran las ideas reprimidas a las que se en- Servirse de la enfermedad y de los síntomas, muchas veces, el cuerpo actúa como una defensa
contraban en especial conexión. Algo pugnaba no es sin cierta satisfacción y puede estar presente de esa satisfacción, produciendo un sufrimiento
por expresarse y lo hacían mediante el cuerpo, desde la infancia de muchas personas. Los moti- en demasía. Esta clase de síntomas es la que burla
siendo el fin del análisis, investigar la significación vos sobran… desde hacerse un ser a través de ésta, a la etiología misma, a la medicina de forma pa-
psíquica. hasta lograr un reconocimiento del Otro a partir radójica.
de ella. Un reconocimiento significante que lo
3- Conquistar una ventaja. nombra y desde el que supura una satisfacción, El enfermo puede beneficiarse de su condición
donde el producto a cierto no-ser en el que se en- en la medida en que la satisfacción continúa ope-
Un hábil artificio da cuenta de esa amalgama trampaba, llega a ser, aunque lo sea mediante la rando a pesar de él, son aceptados porque puede
que se conforma con la expresión sintomática y enfermedad. Los beneficios pueden ser insólitos, no sospecharse de la intención o finalidad que al-
un contenido ideacional inconsciente. Estos his- múltiples y tienen su funcionamiento, aunque no berga la enfermedad misma. Puede bien tratarse
toriales clínicos de los que hablaba Freud daban se los conozca. Cada caso será de una singularidad de ciertos aspectos ligados a la dependencia hacia
cuenta de cómo las simulaciones de las enferme- única, será de cómo se enlaza la enfermedad al los otros, a la falta de recursos económicos, al
dades se abrían paso para conseguir ciertos fines, cuerpo. lugar que llega a ocupar en un contexto familiar
por la que entonces resultaba difícil perturbar ese o social debido a su condición, a las cuestiones
estado, renunciar a la enfermedad. Por ello nos Freud ponía en cuestión de que la sola desapa- afectivas que pudieran serles atribuidas en su es-
hacemos conocedores de los motivos desconoci- rición de síntomas indicara la curación de una en- tado, en fin, resultan ser variadas y en cada caso
dos; “El motivo que lleva a enfermar al sujeto es fermedad, al contrario, quedaba el terreno árido habría que considerar cuales son. El hecho es que
siempre el propósito de conquistar una ventaja”. para la nueva formación de síntomas y por lo su renuncia puede parecer algo más grave que la
(Freud, 1905.p.955) tanto había que analizarlos para llegar a compren- enfermedad en sí.
derla, y qué se beneficiaba de tal estado. Adverti-
A veces -no en todos los casos- la enfermedad dos de que muchas veces es contra la voluntad del Esas singularidades engendran una extrañeza
ahorra otras dolencias y puede resultar una solu- padeciente, una fuerza inagotable opera en silen- que se vuelve inherente a su modalidad de gozar
ción accesible ante ciertas problemáticas de orden cio para incapacitar la vida de una persona. ya que no se goza sino de un cuerpo. Atrinche-
psíquico; la enfermedad puede ser un refugio que rarse y refugiarse en la enfermedad para no sopor-
se prolongue mucho tiempo. Cada vez más hay La idea de que una parte del cuerpo entra en tar la realidad que puede resultar insatisfactoria y
casos en donde se puede palpar que las mejorías a consonancia con un quantum afectivo por medios frustrante, es un habito que -cada vez más- parece
nivel psíquico y corporal, pueden no ser registra- psíquicos, puede ser causa de promoción de cier- imperar en la sociedad.

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4- El cuerpo es para gozar. elucubración de lo que subyace en ese estado de un significante que marcó un punto del cuerpo”.
enfermedad, con el embrollo que implica las vuel- (Lacan, 2012) Es este el movimiento, uno que
Jacques Lacan sostenía que el cuerpo no es solo tas dichas. Hay que liberar la insistencia que existe apunta a comprender lo que se desconoce y otro
su dimensión de extensión, está presente el hecho en el síntoma. que produce desconocimiento en lo que, de la
de que el cuerpo es para gozar y sobre todo para propia enfermedad, se podría dar por conocido.
gozar de sí mismo. Ante ello podemos deducir que Particularmente, hay que tener en cuenta un Desmalezar lo que encubre el goce es la apuesta
la ciencia y la medicina podrán desarrollar ciertos incurable que habita en los seres hablantes, pero del psicoanálisis. Que no se reproduzca un cierre
saberes, pero desconoce al igual que un sujeto, qué es necesario pensar en el tratamiento que se le de las representaciones patógenas que va desple-
es lo que ese cuerpo quiere. Tener el cuerpo no es pueda dar al goce para reducir esa cuota de penar gando la idea de enfermedad, sino que se pueda
sin la articulación significante, y esa relación trae de más que conlleva la enfermedad y que el bene- abrir el camino a un tratamiento del padecer del
la mortificación propia del lenguaje. “Es absoluta- ficio sea cuestionado. La satisfacción podría virar cuerpo y lo que a ella se enlace.
mente extraño estar localizado en un cuerpo, y a hacia lo vital sin necesidad de atrincherarse en el Ese malestar puede ser encausado cuando la
esa extrañeza no sería posible minimizarla, a pesar malestar que puede ocasionar la vida en la civili- medicina no alcanza a remar en el mar de quejas
de que nos lo pasamos jactándonos de haber rein- zación y con el cuerpo que se porta. La vida se provenientes de lo que interroga en el cuerpo. En
ventado la unidad humana” (Lacan, 2019.p116). trata de ese rodeo obstinado que no parece tener el mejor de los casos ya que, a veces, no hay que-
ningún sentido pero que nos esforzamos en meter jas, simplemente se ha internalizado el estado de
Este puede estar regulado y ser fuente de pla- un orden, insistimos en hacer entrar el sentido enfermedad a modo de una adopción. Entonces
cer, pero no olvidemos que este goce que se obs- para que no sea un drama. se entiende que en estos casos hay mayor predis-
tina en el cuerpo, aparece como aberrante, posición a obtener beneficios de la enfermedad
desregulado y que no responde a la vitalidad del Ante la necesidad de introducir un arreglo di- porque forma parte del funcionamiento del su-
mismo. De aquí se desprende la idea de que hay ferente a cada solución fallida, la posibilidad de jeto. No hay quejas, quizás sí, haya aún una espe-
cierta emancipación cuando el cuerpo se enferma, un análisis abre las vías para que la comodidad de cie de saber respecto de la misma que puede
una especie de auto boicot que sin mediaciones la que se empalman, deje de estar ligada al sufri- causar asombro; es lo que mejor se conoce.
puede proliferar. miento, a un beneficio primario en que la pulsión
Esos efectos se verifican a diario en la clínica, se regodea, y también al beneficio secundario que La idea de consentimiento está ligada a la po-
incluso en su versión más mortífera. Personas con se pretende obtener a costa del malestar y de la sa- sición subjetiva, es decir, el relato causal como su-
problemáticas de consumo resultan una especie tisfacción desconocida que puede comandar la cedía en los historiales clínicos de Freud, daba
de zombis que goza aun pareciendo muertos; el vida de una persona. Teniendo en cuenta lo que cuenta del testimonio también de cierta partici-
empuje de ese goce hace que los cuerpos parlantes planteaba Lacan al decir que, “la función del in- pación de aquello de lo que se queja; no siempre
vivencien desregulaciones que llevan a los puntos consciente no deja de tener referencia al cuerpo”, consciente para no caer inmediatamente en la su-
de angustia más extremos y, sin embargo, se atan es por ello que la palabra se presenta como un ac- posición de cierta maleficencia de parte de los que
con firmeza a esa especie de conservación. El ceso a producir un saber -dentro del dispositivo padecen. Por ello se le da lugar a esa causalidad,
penar de más y la vida normal caminan uno junto analítico- donde se pone en juego lo que duele en se la aloja desde un psicoanálisis y para dejar de
al otro y con posibilidades de influenciarse per- el cuerpo, cuando las afecciones en muchas opor- lado la ceguera de lo que nos causa, es imprescin-
manentemente. tunidades ya han recorrido diversos tratamientos. dible consentir a ello.

De hecho, existen casos en los que los mismos 5- Desmalezar lo que encubre el goce. La medicina hará su lectura, desde tratamien-
pacientes -con su enfermedad como carta de pre- tos farmacológicos hasta todo tipo de aparatología
sentación- vienen a demandar que se autentifique Sin las palabras, sin el significante, no podría- que está destinado al cuerpo en tanto objeto de
ese estado, que sea tenida en cuenta más allá de mos acceder al cuerpo sede de goce. Desanudar estudio, y el ser que habla tampoco puede escapar
cómo se presenta. Es muy común que lleguen a los embrollos que los propios actos y pensamien- de ello. La ciencia hace su trabajo y el cuerpo da
nombrarse con ella antes que, con su nombre pro- tos pueden ocasionar, mortificando, es ante lo muestras de que no es mudo, habla y lo hace a tra-
pio, dando cuenta de esa especie de petrificación cual el analista pone el cuerpo, pone su escucha y vés de sus afecciones. Los psicoanalistas allí no te-
encarnada en el cuerpo con la que llevan una vida. su deseo. nemos nada para decir, pero en nuestra clínica,
Por ejemplo, “soy asmática/o, soy alérgica/o”. Nos remitimos a una cita de Lacan donde da cuando esa queja y dolor demanda ser escuchada
Todos modos de nombrarse a partir de la enfer- la pauta de lo que interesa en este tema, si pensa- más allá de una lectura desde la medicina, es allí
medad y que muestran una división tajante mos que lo que se enferma, y se afecta con dolen- cuando formalizamos lo que ese dolor intenta
cuando se intenta perturbar ese estado. Por su- cias, es el cuerpo. “El psicoanálisis, ¿qué es? Es la transmitir. Formalizar es darle forma a esa de-
puesto hay razones ocultas que habrá que interro- localización de lo oscurecido que se comprende, manda para comenzar a desmalezar el demasiado
gar, que cada quien puede dar rienda suelta a la de lo que se oscurece en la comprensión, debido a que oscurece el cuerpo, transformándolo en un
completo extraño. A pesar de la dimensión que
pueda cobrar cada síntoma para una persona es
posible que, en la experiencia analítica, ese sín-
toma sea puesto a trabajar en el desciframiento
para que pueda ser interpretado.
Si hay desconocimiento del propio cuerpo y se
sumerge a la enfermedad, es porque se desconoce
el goce. La medicina se confronta con esta inquie-
tud, muchas veces el cuerpo esta fragmentado y
divorciado de la función de sus propios órganos.
El ser humano desde que entra al mundo del len-
guaje -significante- ya no puede identificarse a su
propio cuerpo y desde entonces todas las afeccio-
nes están enlazadas a la imagen que creemos tener
del mismo.

En palabras de Jacques Alain Miller (2016), “el


psicoanálisis se ubica en la falla de esta identifica-
ción subrayando que la relación que el sujeto
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posee con el cuerpo es de tener”, el ser humano resultado llamativo que muchos sujetos se sintie- tras ese huésped indeseado decide permanecer en
cree tener un cuerpo, y éste, cada tanto levanta ran bien ante la necesidad del aislamiento como nuestro cuerpo.
campamento y no sabemos a dónde nos arrastra. forma de evitar la posibilidad de contagio. Se puede procurar mantener al goce a raya,
La satisfacción permanece, aunque no nos anoti- con el aislamiento o la religión, pero quizás sólo
ciemos de ella, y el goce encierra ese riesgo de En realidad, no se trata de algo que resulte tan es una cuestión de tiempo, o de una determinada
muerte que puede volverse la exigencia misma extraño, ya que Freud entrevió al aislamiento circunstancia, para que él mismo irrumpa. Sólo el
para el ser humano. como una de las salidas que las personas suelen psicoanálisis apunta a un tratamiento para con-
tener frente al malestar en la cultura. Para aquellos vertir la naturaleza del mismo en otra cosa, para
Existen inscripciones que pueden obrar en sujetos que las relaciones con el otro siempre pue- abrir la posibilidad de que ese goce, indomable
nombre de la enfermedad como sucede con el fe- den llegar a resultar problemáticas, el encierro, por naturaleza, sufra una metamorfosis.
nómeno psicosomático que, en sí mismo carece lejos de ser un motivo de malestar, se ha prefigu-
de una dimensión de significación, y a diferencia rado como una posible solución. Esto -siempre y 8- Un refugio diferente.
de los síntomas conversivos que pueden ser des- cuando- se encuentren en cuarentena en una si-
cifrados, la enfermedad psicosomática implica tuación de soledad. Allí es donde unos pueden en- Allí donde otros tratamientos pueden llegar a
una especie de escritura con tinta indeleble y contrarse con la angustia, incluso con la arrojar el guante, el psicoanálisis opera con la es-
desde allí produce lesiones en el cuerpo a partir desesperación, otros llegan a dar cuenta de un be- cucha para localizar esos significantes que contor-
de algo que Jacques Lacan denominaba “holo- neficio que han obtenido de forma inesperada. nean el goce, convirtiendo esa satisfacción de la
frase”; refiere a un tipo de encadenamiento de pa- Pueden llegar incluso a plantear que su vida no pulsión en un síntoma analítico. Pero también re-
labras que parecen haberse impregnado entre ellas difiere de la que tenían antes, o de que hubieran velando lo inútil que puede resultar ese beneficio
e impide una dialéctica. Se tratará entonces de querido tener. secundario para que el sujeto se abra en el campo
crear un espacio en eso compactado que se aglu- de su deseo. El psicoanálisis está para despejar ese
tina, produciendo una fijación especifica que no 7- Una parábola del goce. camino a transitar de las malezas que han sem-
deja de afectar lo que hace de soporte al ser que brado síntomas y fantasmas, para revelar aquello
habla, es decir, el cuerpo. Apagar esa insistencia La religión es otra de las soluciones que Freud que termina resultado inútil, para localizar lo que
será crucial. señaló, es lo que suelen buscar los sujetos frente le conviene al sujeto para su realización.
al malestar en la cultura. Existe una figura donde
En un análisis se apuesta a que cobre sentido la religión se cruza con el aislamiento, estamos ha- Los beneficios de la terapia psicoanalítica
una dolencia y se crea ese espacio para elucubrar blando de la figura del ermitaño. Hay una pará- ponen en cuestión los beneficios de la enferme-
un saber respecto del cuerpo, de manera que la re- bola cristiana que muestra esta conexión. Se trata dad, en tanto apunta a saber dónde se goza y cuál
lación con el goce sea abordada singularmente, de un viejo ermitaño que se retiró a la soledad de es el deseo más íntimo de cada sujeto. La curación
conocer qué del cuerpo atemoriza y su posible tra- las montañas para dedicarse a la penitencia y la solo tiene un lugar bajo el registro de lo que su-
mitación, de modo que el sufrimiento deje de so- oración. Sin embrago, cada vez que alguien subía cede por añadidura. El psicoanálisis se vuelve -
cavar -aún más-, lo que se presenta como a la montaña para visitarlo, con un gesto de des- cada vez más- un refugio contra el malestar de la
insoportable para cada quien. Subjetivar el dolor preció se quejaba que tenía demasiado trabajo vida humana.
y hacer una lectura de lo que se está atravesando como para atender visitas. Un día alguien le pre-
es parte fundamental para que los beneficios sean guntó cómo era que tenía tanto trabajo si vivía en
otros. Dependerá en todo momento de la singu- medio de una montaña desierta. El ermitaño le Bibliografía de referencia
laridad de cada caso, aquí no hay recetas univer- contestó que tenía que entrenar dos halcones, dos
sales, nadie padece lo que el otro. águilas, mantener tranquilos dos conejos, vigilar Freud, S. (1981 [1905]). Sigmund Freud. Obras completas,
la serpiente, cargar el asno y domar un león. El vi- Tomo I. Madrid: Biblioteca Nueva.
6- ¿Beneficios secundarios sitante no vio animales a su alrededor y le pre- Lacan, J. (2019) El seminario, Libro 2, El Yo en la teoría de
de la pandemia? guntó sorprendido e imaginando un cuadro Freud y en la técnica psicoanalítica. Buenos Aires: Paidós.
delirante, donde se encontraban. El ermitaño le Lacan, J. (2012) El Seminario, Libro 19, O peor…Buenos
La pandemia que nos ha tocado vivir, en sí, no contestó que los animales estaban en su interior. Aires: Paidós.
es una enfermedad, sino más bien una amenaza Lacan, J. (2006) El Seminario, Libro 23, El sinthome. Buenos
de que uno o un ser querido puede enfermarse. Se Los halcones eran sus ojos capaz de lanzarse Aires: Paidós.
trata de una amenaza que se ha prolongado en el sobre cualquier presa que se le cruzara; las águilas Miller, J-. A. (2015) Seminarios en Caracas y Bogotá. Buenos
tiempo poniendo al sujeto a prueba de una ma- eran sus manos capaces de destrozar y que tenía Aires: Paidós.
nera realmente inédita. que entrenar para que no hieran al otro; los cone- Miller, J-. A. (2019) Causa y consentimiento. Los cursos psi-
jos son sus pies siempre dispuestos a escapar, la coanalíticos de Jacques Alain Miller. Buenos Aires: Paidós.
Resulta difícil imaginar que de contagiarse uno serpiente es su lengua y sus dientes, que puede
pretendiera obtener un beneficio secundario, aun- hacer mucho daño, siempre preparados para en-
que sabemos que alguien puede llegar a creer ob- venenar; el burro es su cuerpo, que en su necedad ASOCIACIÓN ARGENTINA
tener un rédito de cualquier situación. Pero lo que no quiere cumplir con lo necesario, siempre can- DE PSICODIAGNÓSTICO
hemos podido observar es algunos fenómenos que sado no quiere cargar con las responsabilidades; DE RORSCHACH

se asemejan estructuralmente a lo llamado por el león es el corazón que quiere ser siempre rey y CURSO DE PSICODIAGNÓSTICO DE RORSCHACH
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Freud “beneficio secundario de la enfermedad” con su narcisismo se pone en riesgo a sí mismo o ABIERTA LA INSCRIPCION 2021
como consecuencia del encierro al que hemos sido a los otros. Esta parábola que muestra que el ene- • SEMINARIOS: Z TEST(ESC. ARGENTINA), TEST DE WARTEGG,
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de trabajo virtual, la falta de escansiones que ga- sente en su cuerpo. Esa es la topología de un goce Aclaración: Por no ser esta Asociación una institución universitaria habilitada para dictar cursos de especialización, maestría

rantizaban el ir o venir a otro lugar, más allá de del cual no puede escaparse, entonces se procura ni doctorado, de acuerdo con la Ley de Educación Superior Nº 24.521 y normas reglamentarias, los certificados que extiende acre-
ditan la realización de cada programa de estudios en particular.

que puede escucharse cómo en muchos casos el al menos obtener algún beneficio secundario. Es Uriarte 2221, (1425) Capital. T.E. 4777-4927/0351(FAX)
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Transferencia Introducción medad”: tecnociencia y neocapitalismo confluyen


en codificar -y por tanto coagular- algunos “trastor-

D
esde el inicio de su obra Freud nos”, como dieron en llamarlos, acompañados de
deja planteado con claridad específicos fármacos que los alivian. Así obturan
que la neurosis es la artimaña cualquier pregunta por parte del sujeto sufriente. Ni

y beneficios de con la que un sujeto se las arre-


gla para soportar la pérdida de
satisfacción que su inserción en la cultura produce,
hablar de las prácticas de diagnóstico exprés en la
clínica de la infancia. Es por ello que celebro esta
convocatoria a tratar un tema tan rico en la clínica
y va desarrollando teórica y clínicamente la ince- psicoanalítica, y al mismo tiempo, bastardeado.

la enfermedad sante búsqueda de aquella primera satisfacción.


Dentro de esta línea conceptual, esboza en su obra
muy tempranamente los beneficios de la enferme-
El estatuto del yo en los beneficios
del síntoma
dad o, como lo llama en “Inhibición, síntoma y an-
gustia”, la ganancia de la enfermedad. En “Inhibición, síntoma y angustia” (1925)
Gabriela Abad Es nuestro propósito interrogar este concepto, Freud específica quién se beneficia: “el síntoma ya
que destacamos como uno de los temas eminente- está ahí y no puede ser eliminado; ahora se impone
mente clínicos, y por lo tanto se juega en la transfe- avenirse a esta situación y sacarle la máxima ventaja
rencia. Por eso es fundamental considerarlo al posible. Sobreviene una adaptación al fragmento
momento de plantear la dirección de la cura, y ana- del mundo interior que es ajeno al yo y está repre-
lizar las tácticas y las estrategias que allí se ejecutan. sentado por el síntoma, adaptación como la que el
A pesar de ser poco trabajado en la bibliografía ac- yo suele llevar a cabo normalmente respecto del
tual, consideramos muy valioso despejar su especi- mundo exterior objetivo (real)” (pág. 95). El yo
ficidad porque es uno de los obstáculos clínicos por toma el síntoma como propio y lo fusiona para
excelencia; es aquello de lo que nadie se libra. Vamos gozar de sus ventajas; va encontrando satisfacción
a abordar esta articulación conceptual en la obra de allí. De esta forma la ganancia de la enfermedad es
Freud con una viñeta clínica. la estrategia del yo para soportar el síntoma, y así
refuerza su fijación; pagando un precio muy alto,
De los beneficios a los beneficiados incluso el riesgo de quedar allí sitiado.
En una nota al pie agregada en 1923 al análisis
Analizamos es uno de los conceptos más adul- del caso Dora, Freud afirma: “El enfermarse ahorra,
terados de la obra freudiana, al punto de que casi ante todo, una operación psíquica: se presenta
pierde especificidad; tanto es así que si ponemos como la solución económicamente más cómoda en
“beneficios de la enfermedad” en el “dios Google” caso de conflicto psíquico (refugio en la enferme-
las respuestas son de variadas disciplinas, funda- dad), por más que la mayoría de las veces se revele
mentalmente de la psiquiatría, y ninguna se conecta después inequívocamente el carácter inadecuado de
en línea directa con la acuñada por Freud. esa salida. Esta parte de la ganancia primaria de la
¿De qué hablamos? Podemos plantear la hipóte- enfermedad puede llamarse interna, psicológica; es,
sis de que resulta muy fácil y tentador, haciendo una por así decir, constante.” (pág. 39) Una peligrosa ga-
lectura banal, calificar el beneficio de la enfermedad nancia podríamos afirmar sin lugar a equivocarnos.
como una simple y voluntaria estrategia de los en- ¿Es la ganancia es algo calculado por el yo? Lo
fermos para estar fuera de toda responsabilidad, trabajado hasta aquí nos muestra que en el con-
amparados en su condición. cepto de yo que propone la teoría psicoanalítica no
Freud usa como recurso de escritura ubicarse hay nada de locación racional, cognoscente, cons-
como “abogado del diablo” frente a sus propios ar- ciente, que calcula beneficios; por el contrario, lleva
gumentos; va debatiendo consigo todo el tiempo al como germen la cicatriz del complejo de castración,
respecto, y pone de ejemplo al inválido de guerra que dejó un resto pulsional, tema que trabaja mi-
que goza de una pensión por discapacidad (y este nuciosamente Juan Carlos Cosentino en Las resis-
lucro económico lo fija en ese lugar), o a la mujer tencias en la práctica freudiana. El yo termina
maltratada por el marido que permanece en esa hu- esclavizado en sus supuestos beneficios.
millación sin cuestionar para no perder los benefi-
cios económicos que le provee. En ambos casos un Los beneficios en la transferencia
supuesto fruto monetario justifica una doliente po-
sición subjetiva. La clínica psicoanalítica de las neurosis se juega
Pero claramente Freud concluye que los benefi- por los desfiladeros de la transferencia, y para ello
cios son de otra índole. ¿De qué economía nos está se torna indispensable direccionarla según los indi-
hablando? ¿De la de goce? Desde ya que no; por el cios de la demanda, el establecimiento de la trans-
contrario, advierte que lo que se procura es no re- ferencia, la presencia del analista y el camino
nunciar a la satisfacción pulsional que el síntoma represivo que da lugar a las formaciones del incons-
provee. El neurótico, para protegerse de un sufri- ciente.
miento, termina ofreciendo mucho más de aquello Este recorrido esperable en la travesía de una
a lo que estaba dispuesto, pagando con sangre el cura no es el más frecuente; por el contrario, sabe-
goce que no quiere perder. Ya nos detendremos en mos que desde 1920, con “Más allá del principio del
este punto específico; ahora lo dejamos sólo plan- placer”, Freud advierte de los serios escollos con los
teado. que este camino nos enfrenta.
También estimamos que esta encrucijada clí- Partimos explicitando que el manejo de la trans-
nica, que de una forma u otra toda dirección de la ferencia será la pieza clave para afrontar el combate
cura enfrenta, se ve hoy más dificultada por el lugar clínico con los beneficios de la enfermedad. Y a
de la neurociencia y de la industria farmacológica pesar de ser algo que Freud plantea con claridad, no
en el horizonte. Eso sí que es “ganancia de la enfer- ha sido recogido, ni se ha trabajado de manera es-
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pecífica la articulación de los beneficios de la enfer- dedicada. Nada conmueve esta posición. El yo tomó cuenta que sus padres eran dueños, cuando ella era
medad en el campo de la transferencia. Allí nos in- al síntoma y usufructúa los beneficios haciendo de niña, de una estación de servicios en una ruta. La
teresa detenernos e indagar la pasión de algunas él virtud. madre atendía el bar, y ella recuerda que siendo pe-
neurosis por tomar el cuerpo como recurso final Hay muchas dificultades en el establecimiento queña, quizás 5 años, la sentaba en bombacha en el
para condensar goce. de la transferencia; claramente la dirección de la mostrador, y que a ella le daba mucho pudor esa si-
cura procura conmover algo allí, pero María no está tuación. Se pregunta por qué exhibirla de esa ma-
María es una muchacha de treinta pocos años; dispuesta a ceder. nera en lugar lleno de hombres toscos, y relanza la
llega a consulta manifestando malestar por no pregunta sobre si se trata de indolencia o hay una
poder concluir sus estudios. Enredada entre los que- En la “24° Conferencia de Introducción al Psi- voluntad de ofrecerla, de exponerla. Se pregunta sí
haceres domésticos y la maternidad, permanece to- coanálisis” Freud se extiende en este tema: afirma la madre habrá sido consciente de eso, o sólo no
mada por la angustia y por un profundo odio que que el yo aspira a la defensa y a sacar provecho de la podía dejar de hacerlo. Todo –dice- bajo la mirada
se dirige a blancos indiscriminados: su pareja, sus neurosis. No puede crear la enfermedad, pero sí “distraída de su padre”.
padres, los suegros y, por momentos, su anterior te- aprobarla y conservarla una vez establecida. Es el yo Peligroso el derrotero fantasmático que toman
rapeuta, sin reparar que su presa predilecta es ella el que con la neurosis intenta lograr una ganancia. las sesiones que siguen, sobre todo porque la trans-
misma. La escisión del yo se debate entre sostenerse en ese ferencia se debate siempre bajo sospecha.
Ha decidido suspender toda actividad al mo- lugar “confortable” que la enfermedad le procura,
mento de embarazarse, porque este proyecto así lo aun a costa de profundo sufrimiento, o procurar li- Junto con esto comienza a quejarse de un ma-
requería: había decidido plantear una crianza en el berarse de la, situación que sólo será viable por el lestar en el cuerpo: está cansada, le duelen los mús-
apego, bajo estrictas pautas de lo que ella llama camino de la transferencia. “Si ustedes, en calidad culos, las articulaciones, y decide que está enferma.
“crianza respetuosa”. de médicos, tratan con neuróticos, pronto dejarán Recorre muchos médicos preguntando por sus do-
Llora mucho; se queja de que nadie la entiende de pensar que los que más se quejan y lamentan de lencias sin obtener las respuestas esperadas; con
ni repara en que todo esto es mucho; reniega por- su enfermedad serían los más dispuestos a aceptar mucha bronca imita a los profesionales que afirman
que su pareja, a pesar de ser un padre muy dedi- un remedio y les opondrían las menores resistencias que está todo bien.
cado, no se hace cargo de la niña como ella espera. –escribe-. Es al contrario. Y comprenderán fácil- Nuevamente el dilema que se planteaba con la
Refiere que forman un buen matrimonio, que se mente que todo lo que contribuye a la ganancia de maternidad: la madre, la suegra, a veces su pareja le
quieren mucho, pero que él no logra entenderla y la enfermedad reforzará la resistencia de la repre- quitan gravedad a su padecimiento, afirman que
apoyarla lo suficiente para que ella pueda por fin sión y aumentará la dificultad terapéutica” (pág. debe ser estrés, que necesita descansar. De alguna
“hacer lo suyo”. 349). Agrega que sobre este beneficio se sumará, a manera todos son negligentes o indolentes frente a
Tienen un buen pasar económico; no faltan ni- lo largo del tiempo, lo que da en llamar un modus la desmesura de su sufrimiento.
ñeras ni selectos maternales, pero aun así su pe- vivendi, que se vigoriza encontrando ganancias se- Es muy transparente el goce que le despierta la
queña hija y el manejo de la casa la mantienen cundarias funcionales a la enfermedad. posibilidad de estar enferma. Quizás es una autoin-
atrapada. mune, repite solazándose.
La analista decide tomar una dirección que bor-
La analista escucha; sólo interviene para hacer dee el núcleo duro de la maternidad; las interven- La analista aloja el sufrimiento y le dice que se-
preguntas y puntuaciones. Resulta llamativo el ciones comienzan a abrir un interrogante alrededor guramente hay mucho para decir sobre este males-
monto de angustia que acompaña su queja. Nadie del vínculo amoroso, y frente a la repetición de la tar, más allá de su estatuto orgánico. Quizás es
la entiende; todos le dicen lo que parece una verdad queja - él no me escucha- referidas a la pareja, se efecto de algo de lo que tiene que hablar. Se decide
de Perogrullo: que ya es hora de despegarse de la abre la pregunta acerca de qué hará una mujer para no negar ni afirmar la causa orgánica.
niña; que se ponga a estudiar si es lo quiere, y si no, ser escuchada, qué hacen las otras. Se trabaja en esta
que busque algo que desee hacer. Resulta tentador dirección bajo el convencimiento de que la pregunta El saber médico, en este caso, no diagnostica el
marcar que este apego sólo le sirve de excusa para ¿qué quiere una mujer? puede ser un buen tópico malestar; por el contrario, deja el interrogante
obturar alguna pregunta; que a la niña le vendría para conmover el vallado defensivo. abierto. Un diagnóstico médico podría ser muy pe-
muy bien que ella pudiera mirar hacia otros lugares. Efectivamente, permite que algo de la división ligroso, porque coagularía y obturaría toda pre-
Pero es lo que le remarca su entorno, logrando sólo subjetiva se haga presente. Cede un poco el recelo gunta, que lo que María busca.
reforzar sus defensas. bajo el que se planteaba la transferencia, y clara- Si su cuerpo está enfermo, no hay nada que in-
Diseña espacios en el hogar para hacer de ellos mente abre la posibilidad de empezar a desplegar la terrogar; puede tirarse en una cama, empastillada,
su escritorio, pero la niña se engripa, o hay que ocu- novela familiar. Vía la demanda a su pareja, puede y ver pasar su vida. Cuantos diagnósticos de las lla-
parse de contingencias domésticas… Hay mil y una ceder algo su lugar materno. madas fibromialgias están abonando estas posicio-
razones para suspender su proyecto; siempre se nes...
frustran sus planes por causas que le son ajenas. Lo traumático en los beneficios.
Dice estar segura de que ella hace algo mal, palabras El superyó y los beneficios
que esboza como un enunciado general, pero nada Como era de esperar, y luego de un intenso tra-
la interroga; o quizás, cuando más obscenidad de bajo anudando feminidad y maternidad, María En su libro Las voces del superyó, Marta Gerez
goce hay en su posición, más blindado está el yo por toma un significante que insistirá en esta travesía: Ambertín aborda el tema de la reacción terapéutica
sus razones. No hay un sujeto dividido, y toda in- afirma que su madre fue como minino indolente en negativa (RTN) y se pregunta por los efectos que
tervención que pretenda horadar esa armadura es la crianza. La analista decide guardar silencio frente produce en algunas curas el levantamiento de sín-
tomada como agresión. a la obviedad de sus palabras. No se remarca lo que tomas, aclarando que estos no son ajenos al fan-
se desprende claramente: Crianza indolente vs
En “Inhibición síntoma y angustia” Freud ad- crianza responsable. Pesada carga la de pagar con
vierte que en algunas neurosis, fundamentalmente tanto esfuerzo por los pecados genealógicos. Atención
en las neurosis obsesivas, estos síntomas primarios El silencio de la analista va delineando la dialéc- psicológica
toman la forma de virtud y de los defiende como el tica transferencial que tendrá que soportar (en el online
tesoro más preciado. María levanta con orgullo su sentido de soporte o ¿de falso enlace?): estar bajo
manera de ser madre. Toda vez que la analista pre- sospecha de indolencia. Y desde esta fantasmática, Psicólogos UBA
tende interrogar algo allí, se enoja aunque no con- intervenir extremando cuidados, porque la transfe- Buenos Aires - Argentina
fronta, y regresa prolijamente a su próxima sesión. rencia se presenta como un campo minado.
La niña devenida falo materno tapa toda falta, y
el síntoma es para María casi el logro más grande María trae una escena, de cuyo estatuto duda: no Whatsapp:
que pretende esgrimir, ser una madre respetuosa y sabe bien si es recuerdo, sueño o fantasía, pero +54 9 11 3049 1305
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tasma. “Es en relación con esta faz que Freud la enfermedad y al padecimiento? El sujeto está obsti- La transferencia fluctúa, como es de esperar. Por
ubica como beneficios primarios de la enfermedad, nado en mantener el sufrimiento y hace de eso su momentos el cansancio y el dolor se reeditan en el
esto es, agravamiento del síntoma en histeria y ob- bandera. cuerpo: ella dice que mantiene la esperanza de que
sesión que está precisamente ahí donde se produce El trauma insiste intramitable, inasimilable; hay “algún análisis”, siempre referido a lo biológico, re-
una declinación del sufrimiento” (pág. 256). Gerez algo que no tiene palabras. Y será el dispositivo del velará el motivo de su malestar. El significante “aná-
Ambertín lo ubica decididamente en el costado au- análisis el que procurará ligar aquello que no tiene lisis” no se escucha todavía, pero por lo menos ya
topunitivo, vinculado con lo que en 1920 Freud forma de ser dicho. María permanece en análisis, está dicho…algún ¿psico? análisis… encontrará las
conceptualizó como “Compulsión de repetición”, goza y rechaza la cura, y pretende tentar a la analista razones del mal…
ese resto de lo traumático que no cesa de no inscri- en ese goce. Es uno de esos casos en los cuales, por Hasta acá la viñeta.
birse, inercia del fantasma. Podemos agregar, si- momentos, un analista se pregunta si no sería mejor
guiendo esta línea, que ya en la 24° Conferencia de cortar el análisis… pero eso sería dejarla a merced Para concluir con los beneficios
1917 Freud había introducido el tema de los bene- de su “castigo” y empeoraría más en tanto perdería y los beneficiados
ficios primarios de la enfermedad desde las neurosis la referencia a Otro. Es una encrucijada que toca la
traumáticas (específicamente se refiere a las neuro- posición ética del deseo del analista, quien apela a Cuando hablamos de beneficios de la enferme-
sis de guerra). Destaca en esos casos las dificultades todos los recursos posibles para que ese goce con- dad siempre pensamos en un sujeto usufructuando
del trabajo terapéutico por presentar un apego al- descienda al deseo. Y como bien señala Gerez Am- de las prerrogativas que esta posición le otorga. In-
tamente sospechoso al padecimiento que los sínto- bertín en “Las voces…”, por las vías de la cluso si lo vemos por fuera de la clínica, o sea en ins-
mas procuran. culpabilidad inconsciente y del amor convocamos tancias sociales, salta a vista la supuesta ganancia.
al sujeto. Nadie da crédito del padecimiento que acompaña
Y en “Más allá…” afirma que cuando lo traumá- esta posición subjetiva; por el contrario, despierta
tico deja marcas en el cuerpo, (heridas, déficits, etc.) Cuando en 1950 Lacan entrecruza ley, crimen y rechazo e indignación del entorno, incluso del en-
el sufrimiento psíquico parece morigerarse: queda castigo propone el concepto de “asentimiento sub- torno terapéutico. Por eso es un aspecto que abor-
inferir que lo fundamental es asegurarse el sufri- jetivo”, en el que articula la responsabilidad del su- dan la psiquiatría y muchas de las ramas de “las
miento. Por eso resulta tan difícil soportar los me- jeto frente a su falta y el goce concomitante por su psicologías”. Pero lo que Freud logra revelar, luego
joramientos que la cura procura y se la ataca como crimen. de un arduo desarrollo metapsicológico, es que el
al enemigo más próximo. Buscar el asentimiento subjetivo será una direc- sujeto está prisionero en ese lugar pagando una
ción posible para que esta muchacha pueda trami- condena. Se disfraza de ganancia aquello que más
Vamos arribando a la conclusión de que el único tar el odio y la violencia que sólo se descargan sobre lo daña: está atrapado en una culpa de sangre, culpa
y verdadero beneficiado es el superyó, que con la sí, y por esa vía, también sobre esa niña que esgrime muda que actúa en silencio. Nada revela su presen-
voracidad que lo caracteriza esclaviza al yo. Este cree como falo. Odio mudo, sin palabras y sin senti- cia, sólo el sufrimiento, que para colmo se viste de
gozar de alguna ganancia, pero sólo cumple con el miento, sólo manifestado en la pulsión. beneficio. Una trampa mortal.
cometido de satisfacer la necesidad de castigo. “Fi- Será la transferencia, como apelación al Otro,
nalmente, la necesidad de castigo revela el vínculo En el Seminario X La angustia Lacan propone el único camino para conmover posiciones de
erótico del yo con lo destructivo del superyó ali- que es un error desculpabilizar a los sujetos, porque tanta fijeza, blindadas, como decíamos. El “bene-
mentado en una importante dosis pulsional. Inci- lejos de amenguar sus angustias los somete más a ficiado” se queja de aquello que defiende con todas
dencia catabólica de la pulsión de destrucción que las culpas oscuras e innombrables. Decirle que ella sus fuerzas.
deja sus huellas en los trazos del masoquismo inma- no tiene por qué cargar los pecados de sus padres, La instancia más catabólica anida en el yo atra-
nente.” Gerez Ambertin ( 257) que basta de tapar las “negligencias” con sus excesos pándolo en las paradojas de las supuestas ganancias.
de cuidados… nada de esto funciona. Desde la transferencia se puede intentar una ma-
Sabemos que en el caso de las histerias la nece- La culpa que compulsa a María no tiene pala- niobra para que la división subjetiva interrogue la
sidad de castigo no salta a vista, sino que está en- bras, no hace síntomas, no provoca sueños; o sea, complicidad de goce y algún síntoma se torne men-
cubierta tras los reproches al Otro; se ubica en el no toma las formas de ficción y sustitución propias saje. Pero esto supone una larga travesía que hay que
lugar de ser castigada y con ello sostiene su igno- de las formaciones del inconsciente; sólo aparece soportar.
rancia acerca del crimen. Busca una reivindicación como compulsiones que proponen caminos mortí-
que nunca llega y en ese padecer se refuerza un os- feros. El análisis tendrá que buscar la manera de ir Psicoanalista.
curo goce. dibujando algún rostro a este horror. Profesora e investigadora UNT
Señala también Lacan que desplegar las culpas abadgabriela63@gmail.com
La coartada del analista: una en el análisis es trabajar aquello de lo único de lo
apuesta posible que un sujeto es culpable, de ceder en su deseo. Se
trabaja sobre el discurso tomando todas aquellas Bibliografía
¿Cómo poner a hablar lo que sólo se repite con banales situaciones en las que María cede, sobre
la inercia de la pulsión? ¿Cómo parar la repetición todo aquello que toca su lugar de mujer en la pareja. Abad, Gabriela. Escena y escenarios en la transferencia. Buenos
incesante del lugar de “la ofrecida” en el que se Esto abre el juego para que ella pueda desplegar Aires/Los Ángeles: Ed. Argus-a 2015
ubica? Culpa muda que la compulsa a ofrecerse en ocurrencias en torno del significante “ofrecida” Cosentino, Carlos. Las resistencias en la práctica freudiana. Ed.
el altar sobrevalorado de “crianza responsable” para frente a los pedidos, requerimientos y expectativas Manantial 1987
tapar los pecados maternos y reparar el daño per- de su pareja, y en paralelo continúa desplegando el Freud, Sigmund: (1905). “Fragmento de análisis de un caso de
petrado, al precio de su deseo y de entregarse como mito familiar. Se intenta dejar algunas de estas cues- histeria” (Dora) Bs.As. Amorrortu. 1986
tapón, como un objeto, en esta vil tarea. tiones en suspenso; la estrategia es no sumergirnos Freud, Sigmund: (1917). “24° Conferencia. El estado neurótico
No hay registro de culpa alguna; sólo el sufri- en lo fantasmático hasta que ella no esté más soste- común”. Bs. As. Amorrortu. 1986
miento tiende el hilo de esta lógica maligna. “El pa- nida, trasferencia mediante, en algunas formaciones Freud, Sigmund: (1920). “Más allá del principio del placer”. Bs.
ciente no se siente culpable sino enfermo”, afirma del inconsciente. As. Amorrortu. 1986
Freud en El yo y el ello”. Los apegos a la condición El estudio empieza a desplegarse con algún sín- Freud, Sigmund: (1925-1926)” Inhibición, Síntoma y Angustia”
de enfermo develan una agresión internalizada o toma, ya puede sostener el cursado de algunas pocas Bs. As. 1986
una necesidad de castigo que está fundamental- materias a condición de…; puede empezar a apelar Freud, Sigmund: (1923). “El yo y el ello”. Bs. As. Amorrortu.
mente silenciada, y cuya única manifestación es el a su pareja en demandas que se despegan de las an- 1986
sufrimiento por la enfermedad. tiguas y monótonas quejas. Gerez-Ambertín, Marta: (1993). Las Voces del Superyó. Bs. As.
Se va haciendo cargo de aquellas cosas que no Manantial.
¿Cómo abordar esta fijeza de algunos neuróticos logra pedir, y junto con esto, la división subjetiva Lacan, Jacques: Seminario X. (1962-63). La Angustia. Bs. As. Ed.
ubicados en posiciones de puro goce, aferrados a la aparece tibiamente en el análisis. Paidós.
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Pandemonium “Una mañana Isidro Vidal, un tranquilo


Jubilado, es testigo de los primeros ataques de
pandillas juveniles envalentonadas contra ancianos
líptico, el del fin del mundo, el de la revelación gra-
cias a un líder mesiánico que nos podría salvar “a
los mejores” y nos ayudaría a cosechar el beneficio
lentos y debilitados.” de ser “de los buenos”.
(Bioy Casares, “La Guerra del cerdo”)
y beneficio El Apocalipsis

E
n este trabajo analizamos la crea-
ción de un “preconciente apocalíp- Un poco de historia. Hace 100 años, en 1918, el
tico” en la pandemia, como fin de la Gran Guerra había dejado a Europa con 10

imaginario. profecía de una catástrofe comuni-


taria, a partir de una amenaza, que
recae especialmente sobre los adultos mayores, de
millones de muertos, a los que hubo que agregar
100 millones por pandemia. Se llamó gripe española
porque todos ocultaban que se estaban muriendo
corte caótico en la cadena generacional. El análisis las tropas, menos aquel Madrid neutral que no cen-
advierte sobre los “iluminados”, que se benefician suró las noticias. Luego los años 30, con una crisis
Osvaldo Bodni con el miedo a la intrascendencia de los vulnerables, que castigó los alegres 20, y devastó a lo que que-
y la facilidad de la coyuntura para crear liderazgos daba de Alemania; y después el liderazgo mesiánico
peligrosos. de un loco desatando otra guerra y masacrando a
Europa con una teoría racial absurda. En 1935, el
Introducción Congreso de la IPA se reunió en Alemania, dónde
ya se preveía un ataque contra la Unión Soviética, y
Desde que se describió la pandemia de Covid 19, Freud firmó, como muchos otros, su acuerdo con
los adultos mayores fueron identificados como un llamado a los médicos “para que alertaran contra
grupo de riesgo, y comenzaron a padecer el miedo un nuevo baño de sangre internacional…” Pasarían
mas un largo proceso que se llamó cuarentena. La 50 años para que la IPA se reuniera nuevamente en
tendencia porteña a naturalizar casi cualquier cosa Alemania, y el psicoanalista de N.York, Mortimer
no fue excepción respecto de la pandemia y su cua- Ostow, empezó su ponencia señalando a algunos
rentena. Primero fueron los chistes, el Himno, y los colegas alemanes ·”que no habían terminado de
aplausos al personal de salud, hasta que un día todo lavar su pasado”. Llamó a su trabajo “Psicodinámica
cambió y el humor empezó a desgarrarse, reempla- de lo Apocalíptico”, en referencia al proceso político
zado por el clima de temor e incertidumbre. Los que llamó “Apocalipsis Nazi”.
vulnerables callaban, cundía el silencio, y los inte-
rrogantes angustiaban. Pero no a tantos, porque al- Ostow desplegó una erudita historia del apoca-
gunos suponían que estaban viviendo una lipsis bíblico, señalando que el Eclesiastés revelaba
oportunidad y que luego iba a ser “distinto”. Este que “los enemigos de Israel serían expulsados por
deseo de “un mundo mejor” es la contracara de lo los ángeles” …”y que solamente los justos serían
siniestro, que al fin y al cabo, es lo que quedó ins- preservados, conducidos por un Mesías”. Añadió
cripto en la historia de todos los apocalipsis. que el texto sagrado creaba un efecto culposo sobre
el masoquismo de los mas débiles, que desde enton-
No dejamos de lado la economía, como sensa- ces concibieron la ilusión de esperar al Mesías,
ción de amenaza que se extiende sobre la clase media como un líder que los fortalecería y los conduciría
de nuestro país y del mundo, y la vulnerabilidad de al triunfo sobre el mal. Al decir de Ostow, los apo-
la vejez y de la pobreza. Pero señalamos con énfasis calipsis son revelaciones dualistas que en todas las
que la muerte se hace oír mucho mas, aun con gritos persecuciones desde la antigüedad, y desde las epi-
lejanos. La noticia del contagio de un conocido, o demias de peste de la edad media y de la moderni-
peor aun, la muerte de una amistad querida, se ubi- dad, aludieron a las fuerzas opuestas del bien y del
can en el extremo de un dibujo oscuro que nos im- mal, encarnado éste especialmente en los judíos. La
pide abrazar seres queridos, que nos priva de festejos espera del Mesías debía ser paciente, esperando los
familiares, y que nos lleva a desarrollar nuestro tra- designios de Dios: “…todo tiene su tiempo, para
bajo con sesiones virtuales. La realidad no es amena cada experiencia bajo el cielo”…(Eclesiastés)
ni local, y el fantasma mundial se muestra con muy
poca narrativa, ni siquiera con la ajenidad que nos El fascismo, a pesar de reunir distintas significa-
hacía sentir tan lejanos y seguros. ciones, prometió un renacimiento poderoso de los
países empobrecidos, inducido por una propaganda
Pronto estuvimos sumergidos como todo el muy intensa, novedosa y manipuladora utilizando
mundo, en cifras, gráficos y comparaciones del pro- el cine y la radio. Después de un período de desor-
ceso mundial. Esta invasión de lo numérico nos den y violencia, como una liberación mesiánica, Hi-
condujo a recordar un desarrollo de David Mal- tler imitó los modos de Mussolini, y agregó una
davsky acerca de la regresión a un proceso mental “visión apocalíptica”, que requirió la proyección del
cuantitativo, muy temprano, de sumación traumá- mal sobre los judíos y otras minorías, el rechazo de
tica y de descarga ineficaz, propio del funciona- los pueblos eslavos, y la demonización de las ideo-
miento del Yo de Realidad Primitivo. Este logías de equidad social que presentaba como an-
funcionamiento otras veces puede ser mas proyec- tialemanas, vociferando en su lugar una ideología
tivo, con tensiones pulsionales hostiles apuntando de derechos coloniales. Ostow agregó que la expe-
a buscar responsables del sufrimiento. “Que los pe- riencia nazi fue un verdadero apocalipsis conside-
riodistas que hablaban demasiado fuerte, que usa- rado como fenómeno de la vida grupal. “…”el
ban demasiados números, que se volvían tóxicos!”. apocalipsis de una persona es el Holocausto de
En general se siente la necesidad de una presenta- otra”, dijo, entendiendo que debía estudiarse el fe-
ción mas cualitativa, con relatos, con personas, con nómeno desde el punto de vista de las víctimas.
sentimientos. Pero ahí aparece el fantasma apoca-
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Revelación y Profecía afiliación, la salida o la expulsión. Pero además una mordiales que deben desplegarse para tener alguna
ideología, que D.M. consideraba imprescindible eficacia. La trasmisión es el dispositivo imprescin-
Sabido es que para Occidente el Apocalipsis para compensar la falta de homogeneidad del con- dible para transferir un legado de sabiduría, que
quedó subsumido en el Nuevo Testamento, con la junto y evitar fracciones. debía ser aceptado y replicado para una sucesiva
liberación violenta de la Nueva Jerusalem del Cielo. transmisión entre las generaciones, evitando el
David Maldavsky (1991) llamó “Presentación del De acuerdo a este análisis, entre psicoanalítico y corte de la cadena. Por eso presenta el descubri-
pensar apocalíptico” a un acápite de su libro “Pro- literario, para Maldavsky el novelista había encarado miento de Weisman como la revelación de lo in-
cesos y Estructuras Vinculares”, enmarcando el fe- el libro “... en relación con el rechazo de ciertos sectores mortal en cada ejemplar de la vida, pero apela a un
nómeno en una pérdida de la estabilidad social. de la sociedad respecto de la producción de una cultura ejemplo equivocado: la metáfora del mayorazgo,
Citó en primer lugar a Mortimer Ostow, con quién de masas, a la que tienden a considerar en términos de (omitida en una traducción de Ballesteros), que en
coincidió en la tendencia apocalíptica a buscar un una pérdida de sus valores esenciales, y ello como con- realidad es paradigma de una transmisión cultural
líder, por la conjunción de un ataque del Superyó secuencia de que han debido ceder un lugar hegemó- identificatoria y emblemática, que puede realizarse
sobre sujetos cargados por un fuerte masoquismo nico”. Y aclara: “cuando un grupo pierde un lugar o no, y que sirve de soporte a una institución fami-
moral, proclives entonces a dejarse guiar, como se social con privilegios, la situación es habitualmente liar de conservación del poder económico, social y
configuraba para la nación vencida en 1918. traducida como “descomposición social”. Aludía a de dominación.
momentos sociales en los que el disconformismo
A diferencia de la vivencia de fin de mundo, gana las calles y se expresa, sobre todo en el arte, ha- La transferencia generacional
consecuencia de algo sucedido, señaló que este pen- ciendo público el rechazo a las concesiones e indul-
sar es una vivencia de profecía, acerca de caos o pan- gencias que detentan las minorías poderosas. En “Más allá del principio del placer” (1920),
demónium por venir. Mas cercano a nosotros, citó Freud aplicó el concepto pulsional a la reproduc-
a Discépolo en la crisis del 30, cuando decía : “el Recordamos que esta novela giraba alrededor del ción de la especie, para contrarrestar el principio
mundo fue y será una porquería”; a Roberto Arlt, descubrimiento de un texto perdido de Aristóteles de inercia, de retorno a lo inanimado, con tenden-
con el Rufián Melancólico y otros personajes deses- sobre la risa. Y en seguida pensamos en el texto de cia a la disolución. El recambio periódico de todos
perados; recordó la serie de “pinturas de la guerra” Freud sobre el chiste, un libro dedicado a esta creati- los ejemplares vivos exige una memoria de las es-
de Goya, que exponían la misma tendencia de de- vidad con la que el humor permite la descarga y alivia tructuras, los procedimientos fisiológicos y los
nuncia; y extrajo por fin un párrafo de la novela “El la tensión de las pulsiones. Este es probablemente el comportamientos, impresa en el código genético
Nombre de la Rosa”, de Umberto Eco, en el que su terreno resbaladizo que denuncia Jorge de Burgos correspondiente, y la supervivencia de la especie se
personaje Jorge de Burgos auguraba una “descom- como líder jaqueado. La risa corrompe las jerarquías, relaciona con su capacidad de producir réplicas,
posición social”: “… todo se hundirá en la arbitra- despoja de solemnidad los privilegios de sangre, y en- mediante el pasaje de esta memoria a las nuevas ge-
riedad, los hijos levantarán la mano contra sus tonces el gran abad comienza a encontrar una fisura neraciones. El argumento sobre la supervivencia de
padres, la mujer urdirá intrigas contra el marido, el en la transmisión de sus valores, los que había soste- las destrezas mas útiles como “unidades culturales”,
marido acusará a la mujer ante la justicia, los amos nido toda su vida para que cada generación duplicara equivalentes a los genes, necesarias para la adapta-
serán inhumanos con los sirvientes y los sirvientes de- la anterior. El Apocalipsis se le anticipa cómo la caída ción de las réplicas humanas, tiene un paralelo con
sobedecerán a los amos, ya no habrá respeto por los inevitable de una cultura, como “el resquebrajamiento la supervivencia darwiniana de la especie más apta,
ancianos…,! de un sistema social que ya no podrá replicarse en las es decir de los genes mas fuertes, por eso su inves-
generaciones”. (Maldavsky). tigador, Richard Dawkins, (1976), las llamó
David Maldavsky agregaría que la desestabiliza- “memes”, por analogía y homofonía. Más útil, más
ción actual no se ha producido solo por la pande- Visto desde la obra de Freud, y desde nuestra fuerte, mayor probabilidad de supervivencia. El
mia, sino por el terreno social en que esta se propia investigación acerca de los legados genera- autor fue titular en Oxford de una cátedra dedicada
produjo. Gran crecimiento de la población mun- cionales, estas reflexiones nos remiten sobre todo al a la divulgación científica, e investigaba las condi-
dial, concentración de riqueza e inequidad, inmo- ejemplo freudiano del “mayorazgo”, la institución ciones de la propagación y aceptación de conoci-
vilización social, despoblación del campo, aristocrática que él utilizó para una extensión ex- mientos nuevos.
migraciones, concentración urbana, consumismo, plicativa del concepto de “existencia doble”. (Intro-
multiplicación de rezagados expulsados del sistema, ducción del Narcisismo, 1914). Es decir, una Freud leyó cierta vez un texto de Darwin seña-
no son fenómenos coyunturales sino de estructura, existencia de cada uno para sí, y otra para la especie, lando su placer al advertir la difusión de sus descu-
mundial y globalizada. Todo ello con robotización, siempre representada por la familia o el grupo. brimientos. Aquello le confirmó a Freud una
es decir, una concentración artificial de procesos en Freud fue impresionado por Darwin y también por tendencia epistemofílica hacia una selección libidi-
una sola herramienta reemplazando enormes can- el biólogo darwinista August Weisman, a quien citó nal de la información, como un proceso metafórico
tidades de trabajo humano. Y al mismo tiempo una con insistencia en “Introducción del narcisismo”, a respecto de la selección natural biológica. Una con-
aceleración sin precedentes en el flujo de renova- propósito del descubrimiento del “’plasma germi- cepción de saberes que ingresan a la circulación cul-
ción técnica, induciendo una obsolescencia biblio- nal” (primera observación de una partícula celular tural, modifican el entorno, se replican y se
gráfica y de saberes, dejando un tendal de hombres repetible en todas las generaciones eslabonadas, propagan con un destino exitoso, como los memes,
descalificados. Ortega agregaría que vivimos una considerada antecedente del ADN), para confir- que tienen el destino de la supervivencia del mas
entrada en modo caos, a partir de un sistema de cre- marlo luego en “Más allá del principio de placer”, apto, a diferencia de otros productos de la cultura
encias agotado. (Ortega Y Gasset. 1934) (Freud 1920). Su planteo fue simple: la transmisión que sucumben al olvido. Si el modelo de Dawkins
del plasma germinal (hoy ADN) aseguraba el futuro funciona, la evolución cultural avanza a partir de
Maldavsky tomó para su análisis la novela citada de la especie en términos biológicos, incentivado una selección comparable con la selección natural
analizando la trama en relación con el poder y los por un “premio de placer”, pero el futuro cultural de Darwin. Una descripción fenoménica que pro-
intereses políticos dentro de la abadía : “una convi- requería el traspaso generacional de los mas viejos curaba no teorizar sobre las condiciones sociales de
vencia de individuos y grupos, cuyos proyectos, inte- a los mas jóvenes mediante un lenguaje. (Bodni, la producción del conocimiento: bellas unidades de
reses y deseos entran en pugna en un creciente 2013) Así se puede explicar la relación entre un blo- información que se transmiten de individuo en in-
desenfreno”. Agregó que para el líder de un grupo de queo del traspaso generacional, y la aparición de un dividuo, de generación en generación, o de cultura
tipo institucional, los procesos se rigen por exigen- pensar apocalíptico. en cultura, y que cobran relevancia para proseguir
cias: que clasificó como de la realidad, de la propia su replicación. Años mas tarde, cuando un perio-
historia y de la tradición, y de los distintos compo- La cultura implica una magnitud de informa- dista le preguntó por el papel que daba a la sexuali-
nentes del conjunto. Remarcó otros componentes ción que no cabe en la memoria comportamental. dad, Freud contestó: “ ahora yo estoy trabajando
como los libidinales, con la ilusión de jefes que re- Y esta última, disminuida, está apenas insinuada sobre el conflicto entre la tendencia a repetir y lo
parten su amor, y por fin alguna clase de organiza- cómo atavismo en los comportamientos emociona- nuevo.”
ción coercitiva, para controlar el ingreso, la les básicos del ser humano, o en las fantasías pri- Así, investir un sucesor es buscar un buen anfi-
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trión para nuestro replicador inmortal, o sea, nues- vido, sabiendo que no estaremos, pero disfrutando aprender a amasar como las abuelas”. El Pensar
tro legado. El sucesor natural de los genes es bioló- de imaginar nuestro recuerdo honrado por los seres Apocalíptico surge entonces como una profecía de
gico, pero el de la cultura puede ser biológico, queridos. En todo caso, se trata de un fenómeno caos, sostenida por los mayores que protagonizan
adoptivo, discipular, institucional, o incluso un ig- transicional que permite contrarrestar las asperezas su destitución como un corte con el futuro, como
noto lector futuro de viejas memorias perdidas. de la muerte, pero cuando la sociedad claudica de una ruptura en la cadena generacional, y muchas
(Bodni, 2013). Dawkins estudió las religiones, los sus supuestos y solo supone legar instituciones in- veces como una imagen de disolución social. Así
sistemas políticos, y las teorías y paradigmas cientí- ciertas y vacilantes; cuando ni siquiera se puede va- entra en escena un líder mesiánico, suficientemente
ficos, como grandes conjuntos de memes coadap- lorar la experiencia de vida y se pierde el sentido de carismático, manipulando la ira del grupo para in-
tados para apoyarse, con mejores probabilidades de la transmisión, entonces el futuro se revela como fundir las acciones apocalípticas que pondrán el fu-
supervivencia que los memes aislados. una amenaza de vacío y olvido, que induce el pre- turo en su lugar.
conciente pesimista que nos ocupa. Pero la delegación tiene un fuerte carácter pul-
Recordemos cómo Freud se refirió a la transmi- sional, por eso a veces el transmisor apela a recursos
sión en su texto “Introducción del narcisismo” (1914): La Paradoja del valor para estimular un deseo receptivo y luchar contra
“[…] El individuo lleva realmente una “existencia el olvido. Por ejemplo la seducción del dinero, que
doble”, …El tiene a la sexualidad por uno de sus pro- Trabajando en la clínica de adultos, en cierto también se acumuló a lo largo de una historia, y que
pósitos, mientras que otra consideración lo muestra momento pusimos el acento en el temor a pasar por sostiene un gran valor como capital líquido. (Bodni,
como apéndice de su plasma germinal, a cuya disposi- la vida desapercibido y ser rápidamente olvidado. 2013). Una decepción que induce la neurosis actual
ción pone sus fuerzas a cambio de un premio de placer; La necesidad de transmitir la memoria puede en- y el discurso cuantitativo y desubjetivado de la li-
es el portador mortal de una sustancia- quizás- inmor- tonces destacarse, y hacerse notar en una experien- bido intrasomática. Un ejemplo son las viejas iden-
tal, como un mayorazgo no es sino el derecho habiente cia transicional. La hipótesis nos habla de un relator tidades industriales, fundadoras de marcas
temporario de una institución que lo sobrevive”… fundamental, que sostiene una ilusión de perdura- prestigiosas, ahora fragmentadas y vendidas por la
Dentro de la pulsión de vida, la pulsión de conser- ción en la memoria del grupo. Así un punto duro familia, algo que popularmente se llama “vender las
vación de la especie tiende a la supervivencia de en este desarrollo es la contradicción entre la trans- joyas de la abuela”, Bauman denunció este fenó-
nuestro plasma germinal, (los genes), pero además, misión activa y su recepción difícil en este flujo ac- meno como una liquidación de identidades, y habló
a la supervivencia de nuestra cultura y nuestro lugar tual de cambio vertiginoso. En este sentido se trata de una “sociedad líquida”. Un paciente me dijo, en
social, (los memes). Por qué Freud eligió como de encontrar destino para los regalos, los recuerdos, una oportunidad, que la realidad actual le parecía
ejemplo una institución que asegura la superviven- las narraciones, la docencia y los libros, o simple- destinada a la “liquidación de los viejos”. Me hizo
cia del capital, las tierras, los apellidos y blasones en mente la fortuna, aunando actos de sentido legata- recordar a Bioy Casares y “La guerra del Cerdo”. No
las futuras generaciones.? (Un extraordinario estu- rio para producir la ilusión de futuro imaginario al lo interpreté.
dio sobre la existencia doble es el libro “Los dos cuer- que será trasportado algo del ser.
pos del Rey”, del medioevalista Kantorowicz.) Médico Psiquiatra UBA
Hoy sabemos que los proyectos humanos exce- Doctorando UCES; Ex. Pfsor. Tit. Psicopatología U.B.;
Volviendo al ser humano de hoy, nunca fuimos den la generación propia, porque la especie es capaz Ex. Director de la Carrera de Psicología UHABI
tan rápido de una renovación a otra, quizás por eso de crear e imaginar el futuro, y hasta de morir por M. Titular APA, IPA, FEPAL
la capacitación metódica tiende a ceder su lugar a él. La transmisión habitualmente inviste a un suce- Coordinador Capítulo Envejecimiento Humano APA;
la audacia. Para algunos el ritmo del ensayo-error sor, que acepta los legados, se convierte en un anfi- ExCoordinador del Dpto. Adultos Mayores APA
se adecua mas al dispositivo actual que la herencia trión hospitalario para recuerdos e identificaciones, Coordinador del Grupo de Autor “David Maldavsky”, APA
de sabiduría. Dicho de otra manera, para aprender y es sostén del recuerdo de alguien que no vivió en bodniosvaldojacobo@gmail.com
a manejar aparatos nuevos pocos leen los manuales vano. Para no devaluar el futuro se crea este sucesor,
con prolijidad. Curioso lugar el de los viejos como real o imaginario, que lo realizará y lo cuidará, pero Bibliografía
los vulnerables del riesgo pandémico: con una iden- hoy cada vez mas al costo de descualificar la historia
tidad devaluada, convertidos en relatores aislados convertida en cantidad. La liquidación del legado Bauman, Z. (2000) Modernidad líquida. Fondo de Cultura Eco-
sin sucesores ni escuchas ni discípulos. Quizás reducido a un valor monetario brinda ayuda para nómica Argentina.
abiertos al “futuro exitoso” que un “mesías” les po- solucionar la paradoja pero al precio de perder la ocasión del premio Paul Hoch. Asociación Americana de Psico-
dría prometer. historia. patología.
Bioy Casares, M. (1951) : “La guerra del Cerdo”, Ed. B.
La fragilidad y el colapso de Adam Smith, el filósofo de la moral que se Bodni, O. (1992) Psicopatologia General. Editorial Psicoteca,
la experiencia ocupó de analizar el precio de la cosas, fundó una Buenos Aires. [1998]
teoría acerca de dos valores: el valor de uso, deter- Bodni,O. (2013) La delegación del poder en el envejecimiento hu-
La trasmisión generacional oscila entre dos ex- minado por la necesidad o deseo de la cosa, y el mano. Ed. Paidos.
tremos, uno es la producción de un doble especular. valor de cambio, determinado por las horas de tra- Dawkins, R. (1976) The Selfish Gene. Oxford University Press,
Sirven como ejemplo las comunidades ortodoxas. bajo humano invertidas para su acopio o su pro- Oxford.
Pero en el otro extremo están las comunidades ju- ducción. Así, la experiencia implica un gran valor Eco, U. (1980) “ El Nombre de la Rosa”, Ed. Ateneo.Bs. As.
veniles de autogestión cultural, cada vez mas afuera de cambio, porque tanto en un científico como en Freud, S. (1905c) El chiste y su relación con lo inconsciente. VIII,
del sistema. Alguna vez hemos procurado ver que un trabajador, por ejemplo, insumió toda una vida. Amorrortu editores, Buenos Aires.
tanto la producción de un “doble” como la de un Cuando el sujeto humano actual llega a este ciclo Freud, S. (1914c) Introducción al Narcisismo. XIV, Amorrortu
“lumpen” se caracterizan por su incapacidad de re- vital nunca acumuló tanto conocimiento, y su ex- Editores, Buenos Aires.
conocer en el otro a un “semejante”. La semejanza periencia es inestimable. Pero he aquí la paradoja: Freud, S. (1920) Mas allá del principio del placer. XVIII,Amo-
renuncia al duplicado estéril porque el semejante es la aceleración de cambios produce una caída brutal rrortu Editores, Buenos Aires.
distinto al doble. Es decir, se trata de alguien que de la demanda de experiencia, requiriendo en su Kantorowicz, E. “Los dos cuerpos del Rey”, Ed. Akal
puede ser diferente pero que sin embargo es capaz lugar una rápida capacidad de adaptación a lo Maldavsky D. (1991) Teoría y clínica de los procesos tóxicos. Amo-
de aceptar algún aspecto de una transmisión, que nuevo. Esta paradoja funda una psicopatología de rrortu Editores, Buenos Aires.
en última instancia va a ser siempre un fenómeno colapso del sentimiento de sí. (Bodni, 2016). Maldavsky, D. (1991) Procesos y Estructuras Vinculares. Nva.
transicional. El mismo Winnicott formuló el objeto Visión. Bs. As.
transicional como un fenómeno de espacio tercero, Destituido el transmisor, su delegación encuen- Roussillon, R. : Paradojas y situaciones fronterizas del psicoa-
distinto al inconsciente y a la conciencia, que tenía tra obstáculos, porque el joven rehúsa aceptar un nálisis, Amorrortu Ed., Bs.As.,. 1995.
sus equivalentes en la vida adulta. Roussillon agregó discurso que contiene saberes “viejos”. El ritmo ace- Weisman, A. (1893) The germ-plasm, a theory of heredity. Londres.
lo que llamó un “aparato de fantasmar”, que en este lerado marca la incapacidad de absorción de las ge- Winnicott, D.W.: Realidad y Juego, (1971), Instar, Barcelona,
caso permitiría imaginar un futuro y combatir el ol- neraciones receptoras, porque no hay tiempo “para 1979
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Síntoma. Introducción representación del malestar de la persona que con-


sulta, tiene un lugar de encuentro con el ser ha-

S
e puede leer en Freud que la enfer- blante donde dicho encuentro es transformado en
medad aparece y se mantiene por la ganancia. ¿Qué quiere decir esto? Que no cede es-
“satisfacción” que le aporta al indivi- pacio y queda capturado en el terreno de lo imagi-

Beneficio duo. Sostiene lo siguiente “…quien


quiere curar al enfermo tropieza,
nario, no permite que lo simbólico ingrese y horade
la firmeza de su presencia.
para su sorpresa, con una gran resistencia, que le
enseña que el enfermo no tiene la intención de re- Estos momentos resistenciales de quien con-

secundario. nunciar a su enfermedad, por más formal y seria


que parezca su propósito…”
sulta, solo están al servicio del robustecimiento
yoico y como consecuencia nada cede, impide el
acotamiento del padecer por vía de la palabra plena.
Tomando estas líneas del padre del psicoanálisis, Esta característica sintomática es nomenclado por
me propongo recurrir al diccionario de la Real Aca- Freud S. como beneficio secundario del síntoma.
Auto demia Española para determinar el significado de
tres conceptos que posteriormente desarrollaré en
¿Por qué? Porque no solo se sufre por el padecer sin-
tomático, también se toma ganancia del mismo.
términos netamente psicoanalíticos.
Beneficio —- Bien que se hace o percibe Si el síntoma hace un beneficio será porque

afirmación Utilidad (//provecho)

Entonces, cada vez que mencione el concepto de


quien lo porta no permite, no puede, no quiere,
ceder algo de su sufrimiento. Curarse significaría
dejar algo de lo propio sufriente para enfrentarse
beneficio estará íntimamente vinculado al del sín- con la verdad de su deseo, pero no todo es tan sim-
toma, pensándolo en tanto algo percibido para su ple por parte de nuestro neurótico; porque como
Jorge Marincioni provecho y/o utilidad. dije al comenzar, la neurosis aspira a no ceder nada.
Sufre, pero también goza por ese sufrir. Un neuró-
Ganancia ——Acción y efecto de ganar tico goza porque aspira a todo, tiende a lo imposi-
Utilidad que resulta del trato, del comercio o de ble, sin ponerle palabras que puedan nombrar lo
otra acción inefable, que como tal, impide ser dicho.
Añadidura, especialmente la que se da como
propina y/o regalo De esta forma el sujeto en análisis intentará, por
medio del buen actuar del analista, poner cierto
Afirmación ——- Afirmar acotamiento al gozar. Y quien funciona como limite
Poner firme – dar firmeza a ese gozar será el principio del placer.
Asegurar o dar por cierto algo
Dicho de una persona: ratificase en lo dicho o ¿Que se propone el goce? ¿Qué es gozar?
declarado Siguiendo a la Dra. Ana M. Gómez diremos
acerca del goce “…el concepto es estrictamente
Solo me aventuro a pensar lo siguiente, en tér- Freudiano, pero el nombre (goce) es lacaniano…”
minos de hipótesis en mi escrito, que finalmente y Antes que nada, goce es sufrimiento, pero es
posterior al desarrollo del artículo, contrastaré en también satisfacción paradójica que obtiene por ese
mi conclusión, diciendo que será condición del su- sufrimiento. Entonces goce implica una doble con-
jeto neurótico ratificarse en su decir, dar firmeza, ceptualización que lo defina, a saber: satisfacción –
afirmarse, porque eso lleva implícito siempre algo sufrimiento.
del orden de la ganancia; claro esta para nosotros
los psicoanalistas, esta ganancia se lee en el devenir Con respecto a lo que se propone el síntoma, solo
de un análisis, tal cual Freud S. nos lo manifiesta. diremos por ahora que, a mantener sus beneficios,
Para todo sujeto que consulta y se atreve a vérselas entendiendo que los mismos se inscriben en tanto
consigo mismo en la dinámica de un análisis bajo ganancia ¿De qué? De la enfermedad que portan.
dispositivo transferencial, dicha ganancia le propi-
cia una satisfacción constitutiva a su subjetividad. Retornando a la idea de ganancia secundaria, S.
Habrá algo de esa ganancia que se sostiene en la Freud propone conceptualizarlo desde dos indica-
neurosis, eso siempre será defendido por cada pa- dores. Por un lado, lo que denomino ganancia pri-
ciente, nada se quiere perder, porque si algo de la maria de la enfermedad que se debe a la
perdida surgiera, si algo se resignara, perdería po- constitución misma del síntoma como formación
tencia su afirmación sintomática. sustitutiva.
La segunda tendrá relación con el llamado be-
Neurosis y síntoma. neficio secundario del síntoma que apela a otras
consideraciones en las cuales intervienen formas y
El síntoma como lugar medular –junto a otros modos de vida que se verían alterados al cancelar
aspectos – de la escucha psicoanalítica en la neuro- dicha satisfacción.
sis, se nos impone desde dos aspectos fundamenta- Nos dice S. Freud “…al liberarlo de su enferme-
les, por un lado, desde la enunciación con su dad, le privareis ante todo de sus medios de subsis-
correlato imaginario y por otro, donde ese lugar tencia, puesto que entonces tendría que preguntarse
imaginario es interpelado simbólicamente, o sea si todavía es capaz de reemprender (o afrontar uno
cuando la escucha desaparece del semejante encar- nuevo) su antiguo trabajo…”
nado por ese otro con minúscula, y aparece el Otro
(con mayúsculas) como tesoro de los significantes Entonces en la escucha pormenorizada de suje-
– tal en la concepción que Lacan nos propone-. tos neuróticos que atraviesan estos momentos de
Ahora bien, ese síntoma que se presenta como goce, nos encaminamos ante la posibilidad – si el
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sujeto así se atreve- de un cambio de posición sub- cuerpo y en su actitud, pero solo con nombrar ello perdido, esa ganancia tampoco cederá, porque si
jetiva. Vuelvo a citar a la Dra. Ana M. Gómez “… retoma sus vivencias actuales, y así actualiza su ma- ello sucediera, sería una herida en lo más propio y
aventura no exenta de riesgos…” lestar y nuevamente su enojo se hace presente dis- originario de su ser, en su narcisismo.
cursivamente. Desapasionarse del síntoma, que pierda consis-
Antes de intentar graficar con una viñeta clínica En este malestar, en este reiterado número de tencia esa relación con su yo, es tarea del analista.
los aspectos teóricos resumidos líneas arriba, agre- acusaciones y reproches se sostiene y los repite se- Trabajo laborioso, cauteloso y siempre atento a la
gare algunos aspectos complementarios al concepto sión a sesión. De esa posición no quiere, no puede, irrupción del inconsciente en el decir descriptivo y
síntoma. no sabe salir y se sostiene. Se afirma. reiterado del consultante. Porque es allí en los tras-
Correrse de este aspecto implicaría un cambio piés discursivos, en los olvidos, los cambios de
El neurótico se apropia del síntoma, lo hace en su subjetividad, una posición diferente, algo de humor, sus silencios, etc., donde entonces se produ-
suyo, lo defiende –con los mecanismos de defensas él cedería para encontrarse no ya con un discurso cirán cortes, pequeñas fluctuaciones del decir y la
propios- porque su síntoma es producción y pro- consciente y solidificado del momento actual, sino verdad del inconsciente puede darse a ver, entonces
ducto de su yo, y así lo toma como elemento com- para atreverse a otra cosa, a la verdad inconsciente esa firmeza pierda consistencia, otra escena pueda
plementario de su narcisismo. de su deseo, pero esto sí, a condición de ceder algo inaugurarse, la resistencia pierda efectividad, y el su-
Bajo esta presentación se muestra en lo que lla- de eso que se lo impone y lo afirma, el goce. jeto pierda ese amor narcisístico por la satisfacción
mamos su cara signo del cual nos lo muestra a tra- Los significantes traccionan a otros para que tra- sustitutiva que la posición sintomática le propiciara.
vés de su yo con la fuerza de su sufrir y su ganancia bajen, laboren. Algunos surgen por propia asocia-
concomitante. La escucha, las intervenciones, las in- ción y otros a través de construcciones propiciadas Bibliografía
terpretaciones –si fueran necesarias /o pertinentes- por el proceso del análisis, pero algo se le impone
intentaran ingresar en ese entramado yoico para ac- cuando esto asoma, eso es afirmarse en algo que Freud S., “La pérdida de realidad en la neurosis y psicosis”, 1924.
ceder paulatinamente, como dijimos en otro pá- tiene que ver con el no cambio, entonces nada habrá Freud S., “Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis”, 1932.
rrafo, a otro aspecto del síntoma, que será su cara para ceder. El goce resiste, el síntoma no deja de pre- Lacan J., “Seminario VII. La ética del psicoanálisis”, 1959-1960.
significante, que interroga, apela e interviene en los sentificarse, los beneficios se renuevan. Lacan J., “Seminario XVII. El reverso del psicoanálisis”, 1969-
aspectos que nos acercan a la verdad del deseo in- 1970.
consciente. Sera entonces el de un ingreso simbólico A modo de conclusión Gómez Ana M., “El analista no sabe lo que dice, pero debe saber
en un conglomerado imaginario que se sostiene a lo que hace”, 2006.
costa del dolor. Entonces “…el síntoma como sig- El beneficio que el síntoma le aporta al neuró- Gómez Ana M., “Historias de vida en la clínica: el goce”, 2018.
nificante pone en juego el goce… dolor y satisfac- tico se le impone, como tal, se le instala, se repite, Diccionario de la Real Academia Española.
ción son dos caras de una misma moneda que se con insistencia. Cada repetición discursiva de nues-
llama goce…” tro paciente impide que recuerde, y en ese recordar
El síntoma es un goce sustitutivo, al sustituir, lo paralizado, las asociaciones no advienen dificul-
que sustituye es otro goce, mejor diremos Otro tando la construcción de otra escena, en el cual el
goce, que este interdicto (goce del Otro —-instancia yo y el síntoma puedan desprenderse, despegarse,
propia del goce como significante) aunque mas no sea por ese momento en el cual
transitaría discursivamente en consulta.
Volvamos nuevamente a S. Freud en su artículo
de 1932 donde nos propone la siguiente afirmación Recordé una frase que suelo escuchar en mi per-
“…la pulsión de autoafirmación –una forma posi- manente formación, donde se decía que el neuró-
ble de goce-intentará sacar partido de cada situa- tico ama a su síntoma como a sí mismo. Me
ción, el yo querrá sacar ventaja también de la pregunté entonces, porque dijo como a sí mismo,
condición de enfermo. En el psicoanálisis se llama luego concluí que ese amor a lo sintomático solo
a esto ganancia secundaria de la enfermedad…” podría llevarse adelante a efectos de sostener y ro-
Afirmamos entonces que una forma de goce y bustecer su narcisismo, y esto con la complicidad
un motivo claro de sostenimiento del síntoma será inconsciente de la resistencia que se impone con
entonces Autoafirmarse (pulsionalmente) toda firmeza. Si nada del amor narcisista quiere ser

Carlos se beneficia

Carlos asiste hace años al espacio analítico. Se


reitera, se repite, insiste y se queja. Entiende que su
mujer no le propicia la satisfacción anhelada, ni en
lo cotidiana de la vida diaria, ni específicamente en
lo que se refiere a sus necesidades sexuales.

Se enoja mucho por ello, se torna molesto y por


momentos agresivo.

Ella, su mujer, se convierte –en el espacio de se-


sión- dueña de un sinnúmero de acusaciones y epí-
tetos con claros signos de degradación. Carlos se
enoja mucho, dice no soportar más dicha situación
y trae discursivamente escenas del pasado con otras
mujeres, en las que estaba muy bien y se sentía
acompañado y reconocido. Interrogar sobre estos
aspectos, es apaciguar sus conductas hostiles para
transitar discursivamente en recuerdos donde se lo
evidencia con una sonrisa y un dejo de alivio que
reposa en su actitud menos querellante.
Marco el cambio evidente que se produce en su
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Homo
L
a pregunta que nos enfrentamos es Pero el saber hacer con el síntoma, se volvió en
que sucede con los pacientes, que su- una imposibilidad para algunos, y para otros en una
cede con nosotros mismos, que su- zona de refugio y consolidación.
cede con la naturaleza humana. El mundo del Antropoceno es marcadamente dis-
Estamos en territorio del dominio de tinto a la época estable del Holoceno de los últimos

Predator. la naturaleza, de un virus, que como cualquier otro,


se impone, con sus condiciones y con un índice muy
bajo de letalidad, pone en jaque a toda la humanidad
11 700 años que permitieron que la civilización hu-
mana se desarrollara.
Estas variaciones, son las que podemos incluir ya
y cuestiona su futuro. desde el modernismo, el postmodernismo y el hiper-

Destino y La pandemia, es un síntoma del mal funciona-


miento humano, puede ser, puede ser que no.
Pero que al barbijo, lo llamemos tapaboca,
modernismo, todas formas válidas filosóficas, de ob-
servar los desatinos de la razón instrumental
científica, claro está en su vertiente negativa de apo-
mientras que no es lo único que debe tapar, no es deramiento del planeta y de las formas de existencia.
una cuestión menor, el síntoma se siente igual, aun- Pero estos discursos corren por caminos separa-

Sentido. que de ello, no se pueda hablar, no hace falta taparse


la boca.
dos, como solicita el pensamiento científico, y así de
desentienden de realidades ajenas, paralelas.
La angustia, de la enfermedad, y particularmente Hay una enfermedad colectiva de la sociedad, de
de esta, es la caída del sentido, tantas veces difícil de las diferentes culturas, hay un beneficio, o un goce en
lograr, en análisis, debido a las constelaciones de desentenderse del futuro de la humanidad, la psico-
Eduardo Burga Montoya redes que mantienen al síntoma. logía, la psiquiatría y el psicoanálisis, quizás deban ha-
Ahora, esas redes se ven cuestionadas y desar- cerse cargo de esta situación, como los sujetos son
madas solas, sin interpretaciones certeras ni fulgu- contribuyentes a un mundo enfermo, que ha acor-
rantes o enamoramientos de intervenciones y tado drásticamente su supervivencia, mientras que no
escansiones mágicas, o de ilusiones de manejo del es solo responsabilidad de los sujetos, estar atentos a
tiempo. su propio bienestar, a costa del de todos.
La muerte, se hace con la baja letalidad de este Pero claro, el análisis, no es didáctico. Así dicen.
virus, sumamente presente, porque pensamos al La falta de conciencia del síntoma colectivo, no
virus como traicionero, pero somos nosotros los nos desimplica como sujetos vivientes.
que podemos dar cualquier batalla, y que resulta del Hemos ya advertido, lo que hemos bautizado
combate frente a un contagio, puede ser desde inad- como Homo Predator : es cada época geológica y cul-
vertido hasta mortal. tural, va precedida por una característica central del
Entonces, cuando el encierro, no puede ser eter- ser humano.
namente preventivo, vamos a quedar expuestos a la Y es así, que el ser humano, tendría que ser cons-
buena de Dios, del Otro, en realidad, expuestos a ciente que es un ser para la muerte, y también la vida,
nosotros mismos. destinado al humus, pero deja de ser cada vez más hu-
Es allí, que descubrimos, lo que nuestra sinto- mano, y pierde sentido y destino, anagrama, sobre el
matología, nos impide ver, que podemos morir, en que volvemos una vez más a poner de manifiesto y
cualquier momento. llamar la atención.
Ahora vemos, en este Antropoceno, por primera La peste, nos invade, con una letalidad muy baja,
vez a los animales recuperando terreno, y algunos no a la forma de las pestes de los siglos anteriores,
prestan atención al cambio climático. pero justamente esta angustia, es síntoma de la glo-
El resultado de esto, es el incremento de la an- balización inconsciente de la finitud próxima de
siedad depresiva, la angustia misma y la depresión. nuestro sistema.
Entonces, observamos el beneficio de la enfer- Actualmente un virus, muestra jaqueada, nuestra
medad, disfrutamos y gozamos de una vida, a costa forma de enfermedad y dominio, que no hemos que-
de nuestra misma negación y de la destrucción del rido abandonar.
mundo, en medio de un antropocentrismo en- Pero que conexión tiene esta enfermedad colectiva
fermo, del cual nos desentendemos. con un virus, algo más letal que la neumonía viral gri-
Estábamos enfermos y desmentíamos la enfer- pal, y que puede desaparecer o no, en breve, en el
medad, y ahora se hace presente. 2021, con un conjunto de vacunas experimentales, de
Se hace presente el universo de construcciones rápida factura.
imaginarias fantasmáticas y culturales como socia- Seguramente ninguna conexión, o relacionando
les, que sostienen el síntoma, para poder vivir. la tecnología al capitalismo, es decir la invención de
Pero resulta que no es para poder vivir, que que es un virus creado en laboratorio para que flo-
poder vivir, puede ser de muchas más variadas ma- rezca la industria de las farmacéuticas, o de los orien-
neras, y que las actuales, parece que nos angustian tales, para al fin alzarse con la supremacía del imperio
y deprimen, ya que solo estamos más estáticos, ob- mundial.
servando nuestra propia vida. Pero de una u otra manera, estamos sujetos, como
Diferente es la situación de los que han quedado bien lo somos, y nunca tomamos esta acepción de su-
sin posibilidad de trabajo, subsanable con la mejora jeción a que un virus mute a una variante más letal, y
de protocolos especiales en algunos casos. que las vacunas terminen una y otra vez de ir tardía-
El beneficio de la enfermedad, es la forma que mente sobre la respuesta.
gozamos de nosotros mismos, con y de los otros, y Dicho de otro modo, estamos sujetos a la transi-
del mismísimo mundo. toriedad, a la impermanencia de la existencia, y este
El síntoma ocupa el lugar de una gran dificultad, síntoma, bien real, amenaza nuestro sentido imagi-
que se representa para el sujeto, como muy difícil- nario de proyecto vital.
mente modificable. Las fijaciones y la vulnerabili- Hay un sinsentido, que desenmascara el beneficio
dad biológica, dan la pauta, de que algo hay de de la enfermedad, impuesto desde quien tiene la co-
cierto, en ello. rona, la Naturaleza.
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La transformación a partir de le era industrial, ha De esta manera, el fin de la historia no es una en- Por, ello, en lugar de en su exterior, u Holoceno u
creado la entrada en esta era, Moderna y Contempo- telequia intelectual, discutible e ideológica strictu Antropoceno, Homo Predator, describe a un Homo
ránea, que se redefine, que se define entre esa época y sensu, sino que ahora estamos frente a la concretiza- que de Sapiens, no tiene nada, dejo de hacer gala a su
mediados del Siglo 20, con la contaminación de la era ción de lo que parecía un vaticinio de una hecatombe nombre.
industrial, explorada por los métodos estratigráficos planetaria irreal. Los geólogos investigadores, descubrieron marcas
en los polos, donde era máxima ya, en contenido de El mundo presenta la mayoría de los líderes faltos estratigráficas que eran o bien completamente nuevas
plomo a comienzos del siglo 20. de conciencia completos, de todos los síntomas de la o caían sustancialmente fuera del nivel de variación
enfermedad planetaria, y de la desaparición agigan- del Holoceno. A finales de agosto de 2016, el AWG
Particularmente ubico la consonancia del co- tada de especies, pérdida de espacios naturales, y ca- presentó su resumen de la evidencia y recomendacio-
mienzo del Antropoceno y de mi postulación el tástrofes ambientales. nes provisionales, como consenso de expertos cientí-
Homo Predator, reemplazante del homo Sapiens, en El capitalismo predador, no puede abandonar sus ficos geólogos, sus 35 miembros, con una sola
cuatro momentos, que son una unidad biopsicoso- raíces de apoderamiento de la naturaleza, sin freno al- abstención, estuvieron de acuerdo en que el concepto
ciocultural. guno, y los sujetos humanos son colmados por la ig- de Antropoceno “es geológicamente real” y el fenó-
Los cuatro momentos, el primero de pasaje de un norancia del beneficio de la enfermedad. meno de escala suficiente para considerarlo parte de
homo sapiens sin conciencia de la era industrial, a la La desaparición acelerada de especies, la homoge- la Escala de Tiempo Geológico oficial. La mayoría de
irrupción de la voluntad de poder francamente im- neización debido a la agricultura y la cría de animales, miembros del AWG también está de acuerdo en la
buida de la pulsión de muerte, es la primera guerra y la transformación de los ecosistemas, establecida asignación de una época que signifique que el Holo-
mundial. Ahí comienza el afianzamiento, en el por las especies invasoras introducidas por humanos. ceno ha terminado.
mundo europeo, del máximo exponente de la racio- Science, presenta la respuesta preliminar de los inves- Desde los años, 80, que comenzaron las adverten-
nalidad de la razón, quizás eso es lo único justificable tigadores del Antropoceno a esta cuestión: “el Antro- cias, hemos sido partícipes propios y sentido como
para subrayar lo contemporáneo, de un presente poceno es funcional y estratigráficamente distinto del agoreros, de un fin del mundo, inexistente, como tan-
mortífero, plasmar, la conciencia de nuestro tiempo, Holoceno”, pero la falla del estudio estratigráfico, en tas veces se predijo, con fecha. Ahora sabemos, que
ya que todos los tiempos son contemporáneos, y de geología, como indicador para la ciencia, para votar nos milenios ya creemos que es demasiado lejos, más
este fracaso la razón tropieza, en modernismo, post- en colegio científico y aprobar, el cambio de nombre bien éramos heliocentristas, este planeta acabaría
modernismo e hipermodernismo, cuando lo quieren del período, es la forma escolástica de Santo Tomás, cuando el sol dejara de brillar, pero no es así, es drás-
dar por muerto, vuelve agigantado, por la adicción li- tocar una evidencia, de otras muchas peores, es vali- ticamente antes.
quida predatoria. dar con un concepto geológico antiguo, el cambio. Al pensar en Edad Moderna, la idea de progreso

Aquí se produce la entrada dentro del Holoceno,


al Antropoceno, el hombre generando un evento, que
por su capacidad destructiva, abre la puerta para una
nueva era, asoma así el Homo Predator.
El compás de espera hasta el segundo momento,
no hace más que definir, si el primer momento, fue
una crisis aislada con posibilidades superadoras, o
la entrada, a una época destructiva de falta de con-
ciencia.
La Segunda Guerra Mundial, como segundo mo-
mento, floreció como el momento más devastador y
destructivo para el ser humano, culminando en la
más grave utilización de la energía atómica, por la
raza humana, la rosa de Hiroshima, como reza Ney
Matogrosso.
Esta tercera decisión, marca un continuo con la
capacidad destructiva del Homo Predator, dejando en
claro, que el mal, lo que menos es banal, sino mortí-
fero.
No pudiendo limitar la escalada, se vivió una gue-
rra fría, que culminó en un desastre nuclear pacífico,
que es el cuarto hito, el desastre atómico de Cher-
nobyl.
La debilidad de las naciones unidas, se mantuvo
en paralelo, con las limitaciones de la carrera arma-
mentista, y recrudecimiento de males extremistas ra-
dicales, y la escasa capacidad de transformación
generada por el protocolo de Kyoto.
Los avances devastadores del cambio climático,
son similares al tiempo posterior a la primera guerra
mundial, un Hitler copiando y tratando de superar a
Napoleón, el ser humano, con el Panteón grandioso
jamás visto.
La Paranoia etnocéntrica homicida de Hitler, llevó
al holocausto, y sin este genocidio atroz, probable-
mente sería admirado como el Napoleón del siglo 20,
inclusive muy superior y letal.

Sin embargo, el cambio climático, que genera el


Homo Predator, no puede ser asimilado como el ver-
dadero fin de la Historia, que ya comenzó.
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nos encandiló, caída de Constantinopla, descubri- Hipermodernismo la idolatría por la forma y el almacenamiento, más
miento de América, hasta la Revolución francesa, pe- que por la comunicación misma, la comunicación es
ríodo en que se destacan los valores de la modernidad, No se trata del fin de la modernidad, refiere Mar- secundaria, de la misma manera, que lo son las redes
el progreso, la comunicación, la razón, frente al perí- tín Pigeon, “por eso no uso el término posmoderni- sociales, otro beneficio de la desestructuración del
odo anterior, la Edad Media, que es generalmente dad), sino de su aceleración en una dirección donde mensaje, en tanto forma, la foto es de la opulencia de
identificado como una edad limitada, teocéntrica, en la autonomía también es generadora de alteración. la comida, más que del momento vivido.
su faz más negativa, no en desarrollo del espíritu, dog- “ La hipermodernidad del carburo es la negación El goce de la futilidad es una banalidad tolerable
mática. El espíritu de la Edad Moderna buscaría su de la otredad radical, la negación de lo incompleto del frente al vacío de la destrucción, de la enfermedad que
referente en un pasado anterior, la Edad Antigua, al Otro. Esta negación es parte del movimiento de re- ocurre allí afuera, hablar de enfermedad planetaria,
igual que la contemporánea, observara, en las prime- ducción de la otredad, inaugurado por la moderni- no es demasiado tolerable, para un organismo tan
ras preguntas la verdadera filosofía, es decir que en dad, que se vuelve “excesivo” en la hipermodernidad. grande como la tierra, a la que solo los antiguos, la
este sentido no hay progreso. Todo lo que se puede presentar como una figura de consideraban, mucho más que eso, una Diosa, Gaia.
otredad pasa allí: autoridad, jerarquía, sacralidad, Solo las culturas originarias, la dotaban de las carac-
Podemos pensar si la Edad Contemporánea es cuerpo, tiempo, deseo, finitud, presencia, diferencia terísticas de la madre, y la querían bien viva.
una superación de las fuerzas rectoras de la moder- … La alteridad no desaparece, por supuesto, es más El centro del pensamiento filosófico racional, la
nidad o más bien significa el periodo en que se hiper- bien su reconocimiento social el que tiende a desapa- dejo sin existencia, solo bajo la forma de apodera-
desarrollan y alcanzan todo su potencial de desarrollo recer. Más bien, la autonomía es sinónimo de inde- miento, tecnológico y negación de sistema viviente,
las fuerzas económicas y sociales que durante la Edad pendencia. La promoción contemporánea de la bajo las redes de la ciencia y su amo la epistemología.
Moderna se iban gestando lentamente: el capita- autonomía evacua lo más posible el encuentro con la Pero la enfermedad, es el retorno de lo desaten-
lismo y la burguesía; y las entidades políticas que lo alteridad, el encuentro conflictivo con el Otro, de ahí dido, de lo alterado, de lo destruido, el beneficio, es la
hacían de forma paralela: la nación y el Estado, al ser- la multiplicación de las auto-modalidades (autoeva- era industrial, empoderada por el sujeto autónomo
vicio de un orden pacífico de expoliación del ser hu- luación, autolimitación, autogestión, autorreferencia, del hiperconsumo.
mano y la naturaleza. autosatisfacción …). El problema es que no hay hu- Pandemia, globalización, sinsentido, la anticipa-
Fue también visto, como crisis de la conciencia manización sin alteridad, tampoco autonomía”. ción de la hipertecnología que recién empieza, ya
europea, que posibilitó la Revolución científica new- habló, el Virus.
toniana, la Ilustración, la Crisis del Antiguo Régi- La hipermodernidad, presenta una hipertrofia de
men y la que propiamente puede llamarse Era de las la forma como atributo, que lo convierte en necesi- El Hipermodernismo, vuelve e resucitar, no fina-
Revoluciones, cuyo triple aspecto se categoriza como dad, y termina siéndolo. liza con el postmodernismo, y la deconstrucción de
la Revolución industrial (en el desarrollo de las fuer- Una instrumentación de la modernidad en la que todos los espacios, sino que reduplica su potencia de
zas productivas, lo tecnológico y lo económico inclu- la función de un objeto tiene su punto de referencia consumir al sujeto, frente al intento valedero de de-
yendo el triunfo del capitalismo), la Revolución en forma de un objeto en lugar de la función como el construcción, que ya se ha desvalorizado.
burguesa (en lo social, con la conversión de la bur- punto de referencia de la forma. El hipermodernismo Frente al vacío, denunciado por la lógica budista,
guesía en nueva clase dominante y la aparición de su estipula un mundo en el cual el objeto ha sido reem- la filosofía solo cree que el pensamiento, es lo que úni-
nuevo antagonista: el proletariado) y la Revolución li- plazado por los atributos del objeto. El nuevo mundo camente queda circunscripto a sus conceptos tauto-
beral (en lo político-ideológico, de la que forman impulsado por los atributos está impulsado por el au- lógicos de definición, que una y otra vez vuelven a la
parte la Revolución francesa y las revoluciones de in- mento de la tecnología y aspira a una convergencia antigüedad, y los físicos, filósofos presocráticos, re-
dependencia entre la tecnología y la biología y, lo que es más im- cuerdan la metafísica, anterior al parto occidental.
portante, la información y la materia.
Postmodernismo La muerte por la idea, revela el totalitarismo al
Mientras que el modernismo se centró en la cre- cual llegan las creencias, la postverdad, mentira pura
El proyecto modernista fracasó en su intento de ación de grandes verdades y la posmodernidad se de una grieta de odio, y de negación de la otredad
lograr la emancipación de la humanidad, terminó concentró en la deconstrucción); la hipermodernidad como existentes, mentida como negación de la otre-
siendo una forma de teología autoritaria, y su crítica revela lo que siempre fue, la verdad construcción de dad política, violencia de desintegración sutil, un raro
el posmodernismo defendió el descentramiento de la remiendo estructural del sujeto, como creencia, como beneficio de la vanidad ideológica y del odio.
autoridad intelectual. representación, adherida a un goce y a la destrucción Por supuesto, que esto ha generado, una radicali-
Los postmodernos aseveran que la filosofía occi- de la alteridad, es decir lo llamo a su punto máximo zación del mal terrorista, en mostrar, face, enrostrar
dental creó dualismos y así excluyó del pensamiento de conexión, con la pérdida de realidad neurótica, y a el degüello, al enemigo. El Homo Predator, llega a los
ciertas perspectivas. Por otro lado, el posmodernismo su mayor época de apropiamiento, lo cual lo hace más niveles más altos de tecnologización de la violencia,
valora y promueve el pluralismo y la diversidad. perverso, en ello de distingue la hipermodernidad. por eso prefiero la descripción más del hombre, actual
Los posmodernos también afirman que los textos El concepto de postverdad, suena como otro desliz como Homo Predator, de su enfermedad destructiva
históricos, literarios o de otro tipo no tienen autori- de la razón moderna, algo así como el perro que se y beneficios, que de la descripción de atributos de su
dad u objetividad propia para revelar la intención del quiere morder la cola, o leer los filósofos, que el época, Antropoceno, e Hipermodernismo, que ambas
autor, ni pueden decirnos “qué sucedió en realidad”. mundo, que adhiero como creencia me presenta, toman de características, geológicas, socio culturales,
Más bien, estos textos reflejan los prejuicios y la cul- claro, lo que genera de nuevo una creencia, que actúa y económicas, pero no advierten el pronóstico de la
tura particular del escritor. como síntoma para el ego, una caracteropatía filosó- enfermedad.
El posmodernismo argumenta que el lenguaje fica, que me impide ver lo que el homo Predator, hace
forma nuestro pensamiento y que no puede haber con nuestro mundo, por supuesto, no es nuestro ob- Bibliografía
pensamiento sin lenguaje. Así que el lenguaje crea li- jeto de conocimiento
teralmente, realidad. Pero lleva a la falta de creencia, justamente a la Bauman, Zygmunt, Modernidad líquida, fondo de Cultura Eco-
La verdad es cuestión de perspectiva o contexto pérdida de referencias sociales y morales colectivas e nómica, 2003.
más que algo universal. No tenemos acceso a la reali- individuales donde los cuerpos intermedios iglesias, Burga Montoya, Eduardo, Las Creencias son un síntoma, Contra-
dad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a sindicatos, partidos políticos pierden su legitimidad. punto entre Sócrates y Galileo, Actualidad Psicológica, Julio 2006.
lo que nos parece a nosotros. El beneficio de la autonomía, destaca siempre el El Antropoceno, ¿un concepto geológico o cultural, o ambos? SA-
Pero esta era increíblemente, fue en extremo triunfo de la razón libertaria y la irrupción del signi- BERES Y RAZONES, Desacatos no.54 México may./ago. 2017
fugaz, pero valiosa, mostró, el comienzo de una aper- ficante de empoderamiento, pone de relieve, el lento Habermas, Jurgen, El discurso filósofico de la modernidad, en El
tura, filosófica, literaria y en el arte, que se la tragó la avance de los derechos humanos y de la mujer, y de pensamiento posmetafísico. Taurus. Madrid, 1990. ISBN 84-306-
razón de devorar todo a su paso del Homo Predator, los pueblos, frente al aceleradísimo avance del hiper- 1300-5
que no en vano Sidharta Gautama, denominó dor- consumo y del triunfo de la tecnología como el nuevo Hipermodernidad – HiSoUR Arte Cultura Historia.
mido y generador de sufrimiento. Dios, el ídolo es el celular, cuyos atributos muestran Lipovetsky, Gilles, Editorial Anagrama 2006.
Actualidad Psicológica Octubre 2020 • Página 21

Síntoma y sólo es posible ‘escucharlo’ en el seno de un discurso,


en las inconsistencias de un relato” Nussbaum de Mo-
guillansky (2005, p. 25).
tegia elegida para definir el comienzo del tratamiento
(p. 182).
Esta diferenciación permite distinguir, en los tiem-
Un síntoma puede definirse como “todo aquello pos de constitución del sujeto psíquico, las formacio-
por lo cual consulta un paciente porque provoca su- nes de compromiso que dan cuenta de un conflicto
beneficios. frimiento a él mismo y/o a los que lo rodean” (Aven-
burg, 2005, p. 2). Por su parte, Freud en las Nuevas
intersistémico, de aquellas emergencias patológicas
que se generan en tiempos anteriores a las diferencia-
conferencias de introducción al psicoanálisis (1933) ciones entre los sistemas, a la instauración de la repre-
había definido a los síntomas como el resultado del sión originaria (Tkach, 2016).

A propósito de retorno de lo anteriormente reprimido por la repre-


sión primaria, y desde el punto de fijación por ella ori-
ginado. De este modo se realiza una formación de
En coincidencia con los planteos de Rojas
(1999), se puede afirmar que en la consulta por el
niño, debe reconocerse su posición en cuanto es un
compromiso entre el Yo y la pulsión. En consecuencia, integrante de una trama familia. Trama que organiza
la pulsión se expresa de modo sustitutivo y con cierto una de las apoyaturas centrales de su productividad
la enuresis grado de acción. El Yo preconsciente la siente como
extra-territorial, resulta angustiante para el Yo, y en
psíquica y en la que se destaca el discurso parental por
su eficacia, ligada a la trascendental asimetría del vín-
modo preventivo (antes de sentir la angustia como culo parento-filial. Esto, a su vez, comprende un des-
síntoma), el Yo elabora inconscientemente los meca- centramiento en torno a la consideración de la madre

nocturna. nismos de defensa. El síntoma es entonces una forma


de defensa contra la angustia (Valls, 2000).
como causa suficiente, a la vez que se abre a nuevas
formas de inclusión de los otros adultos en la confi-
guración familiar.
¿Beneficios del síntoma?
Sobre la enuresis nocturna
Elizabeth Jorge Freud (1916-1917) había planteado que todo sín-
toma tiene distintos tipos de ganancias o beneficios La enuresis puede definirse como aquella micción
paradojales, dado que implican displacer o sufri- activa, completa y no controlada que persiste, o que
miento y, por lo tanto, la persona no reconoce las ga- vuelve aparecer después de la edad de la madurez de
nancias que ese padecer pueda tener. Pero también la función (normalmente adquirida alrededor entre
implica una satisfacción para algún sistema. los 3 y 4 años). Se produce de manera habitual du-
Se puede hablar de dos tipos de ganancias: rante el sueño, de curso evolutivo más o menos habi-
primaria y secundaria. El beneficio primario, es el tipo tual, y es singular por su desencadenamiento, ya que
de solución a la que arriba el Yo ante un conflicto psí- es involuntario, aunque normal en su desarrollo fi-
quico. Generalmente es una solución económica. De siológico (Ajuriaguerra, 2007; Marcelli, 2007; Olvera
esta manera el Yo se libera del conflicto entre la exi- Ortíz & Lucio Gómez-Maqueo, 2014).
gencia pulsional y las aspiraciones provenientes del Se puede distinguir entre enuresis primaria y se-
SuperYo. Mientras que el beneficio secundario no está cundaria. En la enuresis primaria se da antes del con-
en la base de la causación del padecimiento, pero con- trol esfinteriano. Mientras que la secundaria puede
tribuye a sostenerlo. Se basa en una integración del aparecer o reaparecer, tras un intervalo más o menos
síntoma al Yo, dado que mediante su padecimiento largo de limpieza (un año o más).
obtiene ciertos logros que no hubiera tenido de otra En general, la aparición de la enuresis se relaciona
manera (Valls, 2000). principalmente con dos conjuntos de factores: de in-
terrelación familiar, y del desarrollo psicoafectivo del
Definir el síntoma Los síntomas en la infancia niño (cuando se descartan causas orgánicas). Deter-
minadas situaciones familiares o ambientales, pueden

A
ntes de conceptualizar qué se en- En el caso de los niños se pueden escuchar, apre- provocar en el niño inseguridad o inestabilidad emo-
tiende por síntoma y cuál es su hender e interpretar los síntomas no sólo en lo que cional o física. Además, si a esto se suma que la familia
especificidad dentro del psicoa- ellos dicen, sino también en la acción desplegada den- reaccione en una forma pasiva, o falte la mirada hacia
nálisis, se retoman los interro- tro del espacio terapéutico, los juegos y los dibujos. ese hijo, se genera una sensación de “falta de amor”.
gantes planteados por Nussbaum Tal como pasa con los adultos, aquí también el profe- La influencia del ambiente, sea por carencia o so-
de Moguillansky (2005): “¿qué es un síntoma?, ¿sín- sional se encuentra con preguntas sin respuesta. Es brevaloración, tiene un impacto en el niño. La fre-
toma de quién?, ¿quién lo define?” (p. 24), dado que necesario sostener esos interrogantes que trae el sín- cuencia de conflictos familiares o la sobre-exigencia
guiarán algunas reflexiones teóricas sobre el tema de toma, y junto al niño buscar sentidos y hacer inter- de toda la función esfinteriana, suele intervenir en la
este escrito. pretaciones. aparición de la enuresis. Por otra parte, la existencia
Desde la fenomenología, el síntoma es la expre- En las consultas por los niños, los padres (o los de la enuresis genera un impacto en el sistema fami-
sión de una variación de una función, o la realización adultos responsables) suelen plantearlo como “algo liar que puede presentar diversos matices. Las res-
de una operación nueva en ella. Tiene la característica ajeno”, distónico con el entorno. De esta manera, el puestas pueden relacionarse con la agresividad
de la compulsión, es decir, no es manejable por la vo- problema estaría en el niño y la familia no suele reco- (castigos, amenazas, burlas, violencia física) o con ac-
luntad consciente del yo, que es propia de los proce- nocerse como uno de los determinantes en la emer- titudes más protectoras.
sos pulsionales (Valls, 2000). gencia de ese síntoma. A pesar de ello, la posición del Los factores psicológicos influyen tanto en el
Desde el Psicoanálisis se pudo ver al síntoma profesional debe contemplar no dejar de lado lo que niño como en su familia. Los profesionales deben
como una formación de compromiso entre el deseo sucede tanto en la familia como en la escuela, dadas atender a la relación entre la aparición (o desapari-
inconfesable y las ideas que se contraponían a éste. las múltiples transferencias en juego. ción) de la enuresis con algunos episodios relevantes
De esta manera, era un enigma a descifrar. Pero tam- Por otra parte, siguiendo los aportes de Bleichmar (divorcios o separaciones parentales, nacimiento de
bién eran la vía donde se intenta significar algo que (2001) es útil poder diferenciar entre síntoma y tras- un hermano, mudanzas, cambios en la escolaridad,
no tenía significación, al modo de una pregunta sin torno en la consulta por los malestares en la infancia: entre otros).
respuesta (tal como ocurre en los sueños de los even- La diferencia entre síntoma y trastorno en el
tos traumáticos). Sea cual sea su expresión, “en el sín- marco estructural en los tiempos de constitución de En coincidencia con los planteos de Olvera Ortíz
toma encontramos lo más particular que cada la tópica sirve, precisamente, para poner en juego el et al (2014), se puede afirmar que el síntoma de la
individuo tiene… o no tiene, pero eso no descifrable tipo de elección que voy a hacer en relación a la estra- enuresis puede tener diversos significados. Es necesa-
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rio atender a la singularidad del caso, y analizar de las diecinueve horas, establecían rituales de visita al fueron sus comportamientos agresivos: más abiertos
acuerdo a las características de la historia personal y baño antes de dormir, e incluso se ponían alarmas en en el seno de la familia, y camuflados en el espacio del
familiar. Para ello es importante caracterizar el mo- el despertador para levantarse a la madrugada, y lle- consultorio. Cuando se enojaba frente a su familia,
mento y los eventos significativos que ocurrieron en varlo al baño. Sin embargo, no podían anticiparse, pateaba cosas, gritaba y lloraba. En el consultorio no
la época en que se originó el síntoma, así como lo que dado que ya se había producido la micción nocturna. quería hablar de esos episodios y los minimizaba. A
ocurrió después. Manifestaron que, cuando lo despertaban para cam- partir de los distintos juegos pudo expresar con dis-
biar la ropa de la cama y que se bañe, Felipe lloraba y tintos niveles hasta llegar a plantear aquellos temas
En la misma línea que se viene planteando el se sentía avergonzado. En su entrevista con la profe- que le molestaban. Felipe pudo pasar de la negación
tema, debe destacarse que existen factores psicológi- sional, Felipe cuenta con mucha vergüenza que se y el responder desde el deber ser (no hay que enojarse
cos que originan la enuresis y otros que la mantienen hace pis, siente que es grande y no puede invitar ami- porque podemos herir a las personas y te quedás mal),
y modifican el síntoma con el paso del tiempo. Diver- gos a dormir por si descubren lo que le pasa. a camuflar su enojo con la terapeuta cuando jugaba y
sos autores psicoanalíticos concuerdan en que el sín- Sus padres lo describían como muy obe- perdía (vos ganas porque tuviste suerte o me hiciste
toma se inclina por el cumplimiento de una demanda diente, sin problemas en la escuela. Muy tímido y ca- trampa, no sos buena, en cambio yo sí), a mostrar su
a nivel inconsciente. El significado se relaciona con el llado, no se hace notar en los grupos. Al mismo enojo más abiertamente (no quiero venir más a esta
punto de fijación del desarrollo psicoafectivo al que tiempo, se enoja mucho si lo apuran y protesta. Busca hora, quiero cambiar de horario para poder salir a jugar
corresponde el síntoma. La micción se enriquece con la aprobación de todo lo que hace en forma constante. con mis amigos), hasta encontrar otros modos de ex-
un simbolismo sexual, es decir, la utilización autoe- Tiene una hermana de tres años de edad, con quien presar aquello que le molestaba, sin que significase
rótica de la excitación uretral, equivalente masturba- compartía la habitación al momento de la consulta. sentirse herido o creer que lastimaba a otros.
torio, agresividad uretral, afirmación viril en el niño, Sus padres comentan que últimamente Felipe se queja
etc. (Marcelli, 2007). De todas formas, el profesional que le prestan mucha atención a ella. Esta situación Comentarios finales
debe considerar cómo se modifica según el paso del es reconocida y agregan que la niña es muy graciosa y
tiempo, teniendo en cuenta las experiencias que el hace monerías con las que toda la familia se divierte. En este escrito se realizó un recorrido desde lo más
niño tiene a lo largo de su desarrollo. Son padres que se reconocen como presentes, exigentes general, desde aquello que se concibe como síntoma
En relación con las ganancias de la enuresis en con las tareas escolares y con los tiempos en que se soli- dentro del psicoanálisis y sus ganancias, para luego
cuanto síntoma, pueden enunciarse dos tipos. En los citan las actividades diarias. Pueden preguntarse, aun- especificar en las características de los síntomas en la
beneficios primarios se pueden reconocer aquellos que sin poder anticipar una respuesta, sobre lo que infancia. A partir de allí se hizo foco en la enuresis
derivados de manera directa de las sensaciones que está sucediendo y en qué están fallando o qué es lo que nocturna y algunas reflexiones a partir de una viñeta
provoca la micción. Sin intenciones de establecer ge- no alcanza para ayudar a su hijo. de un niño.
neralizaciones, se ha encontrado que algunos de los Se destaca que el síntoma en la infancia es la res-
beneficios se vinculan a tendencias regresivas ligadas Desde el primer encuentro se abrió el espacio para puesta del sujeto a una situación difícil, no aceptable,
a la pasividad y a la erotización cutánea. En otros alojar el sentimiento subjetivo de malestar de los pa- y que le produce angustia. En el niño con enuresis se-
casos, el placer del síntoma está asociado a aspectos dres de Felipe. Las voces de los adultos fueron dibu- cundaria aquí presentado, el síntoma fue el modo que
del orden masturbatorio, donde se pueden describir jando el perfil de su hijo. Voces que lo condujeron encontró de expresar su sufrimiento en relación a lo
conductas que dan cuenta de una fijación al erotismo durante todos estos años, las que vehiculizaron el nar- que no funcionaba entre sus padres y él, o como una
uretral. Por último, también se pueden encontrar sen- cisismo, los enunciados identificatorios, y que dan forma de preguntar con su cuerpo aquello que no está
timientos de placer ante sensaciones difusas, ligadas cuenta del Yo Ideal parental. recibiendo respuesta con palabras de parte de los
a la percepción de que el cuerpo se llena y vacía de A partir de estos primeros contactos, las preguntas adultos referentes. La “falta de atención” y la “falta de
agua (Olvera Ortíz et al, 2014). que orientaron la exploración fueron ¿Por qué deci- amor” vivida por Felipe era compensada con la aten-
Por otro lado, en cuanto a los beneficios secunda- dieron consultar ahora?, ¿Qué ha sucedido para que ción que le prodigaban durante las noches, ambos pa-
rios, se pueden reconocer aquellos que se generan a Felipe haga este síntoma?, ¿Cómo se representan ellos dres, ante su enuresis nocturna.
partir de los cambios que el síntoma provoca en el en- el problema por el cual generan la consulta?, ¿A qué
torno familiar y social, así como de la utilización que se lo atribuyen?, ¿Coincidirá esta percepción con la de Bibliografía
permite en las relaciones interpersonales. Se ha en- Felipe?, ¿Con cuáles me siento más cerca?, ¿Qué lugar
contrado que en algunos niños, la ganancia del sín- ocupa este síntoma en la economía psíquica de Fe- Ajuriaguerra, J. (2007). Manual de Psiquiatría Infantil. (Reimp.).
toma se relaciona con una regresión que facilita un lipe?, entre otros. España: Elsevier Masson.
contacto más estrecho con la madre y las satisfaccio- Partir de estos interrogantes implica un posicio- Avenburg, R. (2005). El síntoma en el tratamiento psicoanalítico.
nes eróticas que le provee la madre mediante los cui- namiento para entender el síntoma en la infancia Actualidad Psicológica, XXX (331), 2-3.
dados cutáneos y corporales. Sin embargo, también desde dos vertientes: desde la circulación de signifi- Bleichmar, S. (2001). Clínica psicoanalítica y neogénesis. Buenos
se ha encontrado por algunos aspectos ligados al ma- cados generacionales, la transmisión, la repetición de Aires: Amorrortu Editores.
soquismo del niño, como los castigos y los conflictos encrucijadas que determinan el modo en que cada Cosentino, J. C. (1999). Construcción de los conceptos freudianos.
familiares en torno a la enfermedad. Incluso, también persona se constituye dentro de la trama familiar. Tomo II. Buenos Aires: Ediciones Manantial S.R.L.
se pueden vislumbrar ventajas en un registro edípico Pero también, comprender que Felipe modeló y mo- Freud, S. (1916-1917). 24° Conferencia. El estado neurótico
por la complicidad con uno de los padres en contra dela, de acuerdo a sus propias circunstancias, el pa- común. Obras Completas, Tomo XVI. Bs. As. Amorrrortu Ed.
del otro (Olvera Ortíz et al, 2014). quete identificatorio con el que se encuentra. Es Marcelli, D. (2007). Manual Psicopatología del Niño. España: Else-
decir, se reconoce la historia familiar e individual al vier Masson.
Felipe: entre la vergüenza y mismo tiempo. Nussbaum de Moguillansky, S. (2005). Síntoma en la infancia y
la ganancia adolescencia. Actualidad Psicológica, XXX (331), 24-26.
A lo largo de los encuentros con Felipe, aparecie- Olvera Ortíz, G. & Lucio Gómez-Maqueo, E. (2014). Enuresis y
Los papás de Felipe me consultan cuando tiene ron aspectos de gran dependencia y comportamien- Encopresis: tratamiento a través de la psicoterapia de juego. En
ocho años. El motivo que desencadenó la consulta fue tos de apego excesivo a los padres, especialmente a la Lucio Gómez-Maqueo, E. & Heredia y Ancona, M. C. (Comp.).
una enuresis nocturna sostenida en el tiempo y que madre. La mamá de Felipe trabajaba por la tarde, que (2014). Psicopatología. Riesgo y Tratamiento de los problemas infan-
había comenzado dos años antes. Los padres mani- era el horario en que su hijo no asistía a la escuela. Por tiles. México: Editorial El Manual Moderno.
festaron que habían agotado todos los recursos y con- su parte, el papá tenía actividades de recreación y al- Rojas, M. C. (1999). Perspectivas vinculares en psicoanálisis de
sultas médicas, y que se sentían cansados de levantarse gunas académicas, que lo mantenían ocupado y ha- niños. Revista de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia
de noche. En los exámenes pediátricos no se encon- cían que se ausentase también en esas horas. Las pocas de Grupo, XXII (2), 129-152
traron indicadores de causas orgánicas. A pesar de im- horas que compartía con ellos, sentía que el tiempo Tkach, C. E. (2016). Síntomas en los niños: Neurosis infantil y Neu-
plementar distintas estrategias, siempre llegaban tarde, era poco y que además su hermana se llevaba a la rosis de angustia. Buenos Aires: Eudeba Editorial.
porque ya se había hecho pis y seguía durmiendo mo- atención generalmente. Valls, J. L. (2000). Diccionario Freudiano. Buenos Aires: Julián Ye-
jado. Sus padres le daban menos líquido a partir de Otro aspecto que se trabajó durante el tratamiento benes S.A. Editorial.
Actualidad Psicológica Octubre 2020 • Página 23

El enigma del
E
n las Lecciones de Introducción al sables tenerlos en cuenta considerando el aspecto eco-
Psicoanálisis (1916/17), en la nómico que el mismo posee, por lo tanto, es necesa-
Lección XVIII, La fijación al trau- rio su conceptualización para un adecuado trabajo
ma, lo inconciente, Freud al referir- analítico.
se a los neuróticos, afirma que viven Freud, ya lo había señalado en “Análisis

beneficio en un claustro, encerrados, alejados así de los infortu-


nios que la vida les ofrece, y se encuentran fijados a
fragmentos del pasado.
Terminable e Interminable” (1937), que había deja-
do en algún momento de lado a la “bruja metapsico-
lógica”, refiriéndose obviamente a la economía libidi-
Se refiere a que están “aferrados “a la enfermedad, nal y el gasto psíquico que se genera en relación al
esa fijación a momentos anteriores de la constitu- sostenimiento del síntoma y el alivio que se produce
Inés V. Negreira ción, es uno de los puntos a tener en cuenta en la con la atenuación del mismo.
consideración de la neurosis. Pero la clínica nos presenta que el neurótico es
¿La pregunta que se plantea es qué beneficio le da renuente a abandonar posiciones, que, aunque displa-
al neurótico ese refugio en la enfermedad? ¿Qué cientes le otorgan un padecimiento gozoso, muchas
obtiene, qué sigue sosteniendo ese lugar, incluso más veces difíciles de arrebatar, asegurándole una posi-
allá del principio de placer? ción difícil de conmover.
Pensamos que ese beneficio que le otorga, es uno En Las Lecciones de Introducción al Psicoanálisis
de los puntos a desplegar en el dispositivo analítico, (1916/17), en la Lección XXIV, Freud se refiere a la
ya que creemos, que es una posición asegurada en persistencia del síntoma neurótico.
relación al sufrimiento, al padecimiento. En los Escritos Técnicos, en Iniciación al
Freud ya había planteado que esa fijación de la Tratamiento (1913) al referirse la técnica psicoanalí-
vida psíquica a traumas tempranos, patógenos, es tica se refiere a las dos fuerzas en juego en el disposi-
una característica importante en la Neurosis. tivo analítico: el deseo de curación y las dolencias del
Creemos pertinente entonces, referirnos al con- paciente. ¿Y alude a la ventaja secundaria de la enfer-
cepto de fijación. En la Lección XXII, de las Lecciones medad, preguntándose cuál es el beneficio que le
de Introducción al Psicoanálisis (1916/17) al referir- otorga al paciente esa situación?
se a la etiología de la neurosis, alude al concepto de Freud se va a referir en una nota anexa (1923) a
fijación, manifestando la tenacidad con la cual la libi- pie de página en el Fragmento de análisis de un caso
do se adhiere a determinados objetos y situaciones, de histeria (1905), afirmando que “El motivo para
incluso dice: “o sea lo que pudiéramos llama su vis- enfermar es en todos los casos el propósito de obte-
cosidad, se nos muestra como un factor independiente ner una ganancia”. 2 (las bastardillas son personales)
que varía en cada sujeto”1 (las bastardillas son per- y describe la tendencia primaria y secundaria de la
sonales). enfermedad. En relación a la tendencia primaria, se
Considera a dicho concepto, la fijación un factor refiere a la misma como factor interno y el secunda-
interno, aludiendo así a la predisposición, dándole rio, como externo. Factor interno, constante dice, pero
un lugar de importancia en la etiología de las neuro- no podemos dejar de señalar, la insistencia pulsional
sis. Lo describe como un estancamiento de la libido de dicho elemento.
a una etapa temprana del desarrollo. Pensamos que esa ganancia obtenida, no puede
El concepto de Beneficio primario y secundario desligarse de aquello planteado en “Mas Allá del
de la enfermedad, también llamado según la traduc- principio del placer” (1920) en relación a la satisfac-
ción Ganancia primaria y secundaria son indispen- ción en el displacer, al referirse a las enigmáticas ten-

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Página 24 • Octubre 2020 Actualidad Psicológica

Sumario I 500 dencias masoquistas del Yo. Es decir, aludiendo a lo


que luego será comprendido a la luz del concepto de
masoquismo, tal como es presentado en el “Problema
económico del masoquismo “(1924) al retomar el
bles del mismo, teniendo en cuenta la dimensión de
la subjetividad, es decir pensar cual podría ser el des-
tino de dicha fijación.
Retomando la lectura que hacíamos del maso-
planteo del mismo como un enigma. quismo en párrafos anteriores, lo enigmático del
En Las Lecciones de Introducción al Psicoanálisis mismo nos convoca, a intentar dar cuenta de una
(1915/16), en la Lección XXIV afirma que “El Yo lógica en la cual se sostienen esos fenómenos resisten-
querría liberarse de este displacer de los síntomas, ciales, destructivos o de inercia, que se nos presentan
pero sin resignar la ganancia de la enfermedad, justa- en la clínica y que nos interrogan a seguir ampliando
mente es lo que no puede lograr” 3 (las bastardillas dicha lógica, lo cual permite que no sea una carga a
son personales). nuestras posibilidades tal como se sostiene en Análisis
Y refuerza esta posición afirmando que: “Todo lo Terminable e Interminable.
que contribuye a la ganancia de la enfermedad refor-
zara la resistencia de la represión y aumentara la difi- Licenciada en Psicología (UBA), Doctora en Psicología,
cultad terapéutica ……, “ganancia intrínseca al sínto- Especialista en Psicología Clínica, Profesora de
ma”4, (las bastardillas son personales) aludiendo a la Enseñanza Media y Superior en Psicología.
ganancia primaria del mismo, al cual se le agrega
luego la ganancia secundaria. Notas
Esa ganancia intrínseca, primaria en la enferme-
dad es un obstáculo en la dirección de la cura, y ese 1
Freud. S. (1915) Lección XXII; Algunas perspectivas sobre el
factor resistencial, será uno de los puntos más difíciles desarrollo y la regresión. Etiología, en Obras Completas,
de atravesar en el devenir de un análisis. Volumen II, (Pag.2339) Madrid, Biblioteca Nueva, 3° edición
Octubre 2020 En “Análisis terminable e interminable”(1937), 1973.
vuelve a retomar el concepto de la adhesividad de la 2
Freud S. (1905) Fragmento de análisis de un caso de Histeria en
Ilustración de tapa:
Rodolfo López Martino libido”, y nos advierte de las fuentes resistenciales pro- Volumen VII (Pág. 39), Buenos Aires, Amorrortu, 3°reimpresion
Distribución en Interior: D.I.S.A venientes del superyó, que aparecen en el tratamien- 1991.
Imprenta: Mundo Gráfico S.R.L.
to, frente a pacientes que “ se defienden con todos los 3
Freud S. (1915) Lección XXIV; El estado neurótico común en
medios posibles contra la curación y que se hallan Obras Completas, Volumen XVI (pag.349), Buenos Aires,
Los artículos firmados son de exclusiva completamente resueltos a aferrarse a la enfermedad Amorrortu, 3°reimpresion 1991.
responsabilidad de sus autores,
y no reflejan necesariamente la opinión
y al sufrimiento”5, (las bastardillas son personales) 4
Freud S. (1915) Lección XXIV; El estado neurótico común en
de la dirección. aludiendo así al masoquismo, el sentimiento incons- Obras Completas, Volumen XVI (pág. 349), Buenos Aires,
ciente de culpa y la reacción terapéutica negativa. Amorrortu, 3°reimpresion 1991.
Manifestaciones que son expresión de la pulsión 5
Freud S. (1937) Análisis terminable e Interminable en Obras
agresiva. Completas, Tomo III (pág. 3357) Madrid, Biblioteca Nueva, 3°
En el Compendio del Psicoanálisis (1938), Freud edición 1973.
2 Beneficios de la enfermedad.
al referirse a los pacientes neuróticos, retoma este 6
Freud. S. (1938) Compendio de Psicoanálisis en Obras
Leonardo Peskin
señalamiento de las fuentes resistenciales, aludiendo a Completas, Tomo III (pag.3402) Madrid, Biblioteca Nueva, 3°
la necesidad de castigo, el sentimiento inconsciente de edición 1973.
6 La enfermedad como refugio.
culpa, la necesidad de estar enfermo, y se refiere a estos 7
Freud. S. (1938) Compendio de Psicoanálisis en Obras
Gisela Calderón, Luis Darío Salamone
factores para decidir el “carácter leve o grave de un Completas, Tomo III (pag.3402) Madrid, Biblioteca Nueva, 3°

10 Transferencia y beneficios de la enfermedad. caso” 6 (las bastardillas son personales). edición 1973.

Gabriela Abad Nos advierte que esa necesidad de castigo es el 8


Freud. S. (1938) Compendio de Psicoanálisis en Obras
peor enemigo a nuestro empeño terapéutico, se refie- Completas, Tomo III, (pág. 3403) Madrid, Biblioteca Nueva, 3°

13 Pandemonium y beneficio imaginario. re así a la satisfacción en el padecimiento que conlleva edición 1973
Osvaldo Bodni la neurosis y como el neurótico se aferra a esa condi-
ción.
16 Síntoma. Beneficio secundario. Auto afir- En el trabajo del Compendio en Psicoanálisis Bibliografía
mación . (1938) alude a, “ cierta inercia psíquica, cierta viscosi-
Jorge Marincioni dad de la libido, reacia abandonar sus fijaciones”7 (las Freud S. (1905) Fragmento de análisis de un caso de Histeria en
bastardillas son personales). No podemos dejar de Volumen VII, Buenos Aires, Amorrortu, 3° reimpresión 1991.
18 Homo Predator. Destino y Sentido. señalar acá el concepto de goce, es decir “satisfacción Freud S. (1913) Iniciación al tratamiento en Obras Completas,
Eduardo Burga Montoya en la insatisfacción”, al referirse a esos puntos de fija- Tomo II, Madrid, Biblioteca Nueva, 3° edición, 1973.
ción. Freud S. (1915) Lección XVIII “El Trauma, lo inconciente “en
21 Síntoma y beneficios. A propósito de la Ya nos señala en dicho texto, que en nuestro que- Obras Completas, Volumen XVI, Buenos Aires. Amorrortu, 3°
enuresis nocturna. hacer nos la teníamos que ver con esas distribuciones reimpresión 1991.
Elizabeth Jorge energéticas, cuya magnitud de tensión no es medible Freud S. (1915) Lección XXIV; El estado neurótico común en
cuantitativamente, pero ocupan un lugar en la eco- Obras Completas, Volumen XVI, Buenos Aires, Amorrortu, 3°
23 El enigma del beneficio. nomía psíquica que hay que tenerla siempre presente reimpresión, 1991.
Inés V. Negreira en el dispositivo analítico, ya que en algunas oportu- Freud. S. (1915). Lección XXII; Algunas perspectivas sobre el
nidades daba lugar a la aparición de manifestaciones desarrollo y la regresión. Etiología, en Obras Completas, Tomo II,
intensas y en algunos casos auto destructivas, las cua- Madrid, Biblioteca Nueva, 3° edición, 1973.
les teníamos que tener en consideración en nuestra Freud. S. (1920) Mas Alla del Principio de placer en Obras
práctica. Completas, Tomo III, Madrid, Biblioteca Nueva, 3° edición, 1973.
Por eso afirma que “ las disarmonías cuantitativas Freud. S. (1924) Problema económico del masoquismo en Obras
dan cuenta de las inadecuaciones y de los sufrimientos Completas, Tomo III, Madrid, Biblioteca Nueva 3° edición, 1973.
de los neuróticos” 8.(las bastardillas son personales). Freud S. (1937) Análisis terminable e Interminable en Obras
Es decir, nuestro quehacer se deberá tener en Completas, Tomo III, Madrid, Biblioteca Nueva, 3° edición, 1973.
Próximo número: Noviembre 2020
consideración el aspecto económico que se moviliza Freud. S. (1938) Compendio de Psicoanálisis en Obras
Instinto materno?
en el devenir de un análisis y las resoluciones posi- Completas, Tomo III, Madrid, Biblioteca Nueva, 3° edición, 1973.

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