El pensamiento acerca de lo místico y la noción de lo que no se puede hablar, en particular

en contextos filosóficos y teológicos, a menudo comparten una conexión con el apofatismo

metaontológico. Tanto en la filosofía como en la teología mística, hay un reconocimiento de
la limitación del lenguaje para expresar o comprender completamente ciertas experiencias o
realidades trascendentes.

El apofatismo metaontológico, también conocido como vía negativa, sostiene que podemos
hablar sobre lo divino o lo último solo mediante la negación, es decir, describiendo lo que no
es en lugar de afirmar positivamente lo que es. Esta perspectiva se basa en la idea de que la
realidad última trasciende las categorías y conceptos humanos, y cualquier afirmación
positiva estaría limitada y distorsionada.

En el contexto de lo místico, la experiencia mística a menudo se percibe como algo que

escapa a la capacidad del lenguaje para describirlo adecuadamente. Los místicos han
hablado de experiencias que van más allá de las categorías ordinarias de la experiencia
humana, y a menudo recurren a la negación o al silencio para transmitir la naturaleza de
estas experiencias.

La conexión entre el pensamiento acerca de lo místico y el apofatismo metaontológico

radica en la dificultad de expresar con precisión y completamente las experiencias y
realidades que trascienden los límites de la experiencia común. Ambos abogan por
reconocer la limitación del lenguaje y la necesidad de utilizar enfoques más negativos o
indirectos para acercarse a estas dimensiones más allá de lo ordinario.

Es importante tener en cuenta que estas son áreas complejas y diversas, y no todos los
enfoques místicos o filosóficos comparten la misma visión. Sin embargo, la conexión entre el
apofatismo metaontológico y la dificultad de hablar sobre lo místico se basa en la idea
compartida de que hay aspectos de la realidad que trascienden las capacidades del lenguaje
humano.