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Rol de Las Familias en El Acceso A La Salud de PCD - Tesina de Grado
Rol de Las Familias en El Acceso A La Salud de PCD - Tesina de Grado
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1: Discapacidad: análisis conceptual, abordajes y atravesamientos
1.1 Discapacidad desde las Ciencias Sociales: conceptualizaciones y
perspectivas. Aportes desde el Trabajo Social
1.2 Sujetos protagonistas desde un análisis interseccional
1.3 Discapacidad y cuidados. Familiarización del cuidado
1.4 Discapacidad y salud. Abordajes y campo de salud en Argentina.
Intervenciones del Trabajo Social.
CAPÍTULO II: Discapacidad, marco normativo y políticas públicas
2.1 Derechos y rol del Estado. Marco normativo en discapacidad
2.2 Derecho a la salud
2.3 Derecho al cuidado
2.4 Políticas públicas dirigidas a discapacidad en Córdoba
2.4.1 Espacios dirigidos a personas con discapacidad en Villa Dolores:
distinción ámbito público y ámbito privado
INTRODUCCIÓN
Optamos por realizar nuestro proceso de práctica en esta institución, motivadas por los
aportes que el rol del Trabajo Social (TS) puede brindar al campo de la salud. Los mismos se
inscriben dentro de debates en pugna respecto de “las conceptualizaciones sobre la salud, sus
dimensiones y perspectivas de intervención y otras definiciones acerca del lugar de las
profesiones – particularmente TS - en el sostenimiento de la salud pública” (Nucci, 2018,
p.11). En nuestra elección consideramos la importancia que adquiere incorporar el enfoque de
derechos en los procesos de salud-enfermedad en general, y en el derecho al acceso a la salud
de las personas con discapacidad (PCD) en particular. En este sentido, destacamos el rol
central del Estado en la creación de políticas sanitarias, en tanto garante y responsable
(Abramovich, 2002).
Con posterioridad, nos centraremos en los sujetos, las PCD. Reconociendo su autonomía y
protagonismo, y el conjunto de vulneraciones que los intersectan. Seguidamente,
introducimos la noción de cuidados, y la familiarización de los mismos. Por último,
desarrollamos los atravesamientos referidos a la salud en cuanto a las intervenciones del TS,
desmembrando también la composición del campo de la salud.
Dimos comienzo situando el rol del Estado como garante de derechos, para luego desarrollar
las leyes principales que regulan el marco jurídico desde el derecho internacional y el
nacional. Nos detenemos en el derecho de la salud primero, y en el derecho al cuidado
después, distinguiendo las particularidades de cada uno, y los debates vigentes en la
actualidad al respecto.
Continuamos situando en territorio las acciones estatales llevadas a cabo, las políticas
públicas presentes en Villa Dolores, para finalizar desarrollando el Programa en el cual se
inscribe nuestro centro de práctica, la Red Provincial de Rehabilitación en discapacidad de la
Provincia de Córdoba.
Un abordaje integral que incorpore las perspectivas desde las ciencias sociales, contempla los
roles que ejercen las barreras sociales, los determinantes sociales, y los entornos
discapacitantes, producto de los mecanismos de exclusión generadores de desigualdad.
- De la prescindencia
Data del período de la Antigüedad y Edad Media. Es llamado el modelo de la
prescindencia dado que desde esta perspectiva se considera a las personas con
discapacidad como prescindibles. Se las entiende como una carga para la sociedad. A
las causas de la discapacidad son asignados motivos religiosos, como consecuencia
del enojo de los dioses. Deriva en dos submodelos, el eugenésico y el de
marginalización (Cenacchi, 2018).
- Médico-rehabilitador
Surge después de la II Guerra Mundial. Atribuye el origen de la discapacidad a causas
médicas y biológicas, por lo que el énfasis está puesto en los síntomas, las
deficiencias, y en el tratamiento de rehabilitación posible. Contiene un horizonte de
normalización, de acercarse a través del tratamiento médico a un patrón de
normalidad. Por esto, el foco está en la condición individual de las personas con
discapacidad. (Cenacchi, 2018)
“Como tragedia personal, se funda en la existencia de un déficit que «enluta»
la vida del sujeto y su familia. El discapacitado está determinado a desempeñar el rol
de enfermo –aunque como enfermo atípico, ya que se parte de suponer la cronicidad
de la deficiencia y éste, por definición, no es un estado deseable– por lo que se espera
que busque ayuda profesional para recuperar su condición anterior (o adquirir un
estado de salud que nunca tuvo, en el caso de quien nació discapacitado)” (Rosato et
al, 2009, p.)
- Modelo social
Se desarrolla en la década del ’70. Representa un giro en la interpretación de las
causalidades, alegando que las causas que originan la discapacidad no son biológicas
sino sociales (Mareño Sempertegui y Masuero, 2010). Por lo tanto, tiene una
interpretación relacional, atendiendo a la interacción entre sujeto y entorno. De esta
manera, “el centro del problema son las limitaciones de la sociedad para prestar
servicios apropiados y para asegurar que las necesidades de las personas con
discapacidad sean tenidas en cuenta dentro de la organización social” (Rodríguez,
2011). Este planteo conduce a buscar soluciones colectivas.
“Los problemas que acarrea la discapacidad son producciones sociales
originadas en las relaciones de desigualdad social, y en este sentido, la noción de
adaptación como transformación hace referencia a la sociedad y no a los individuos.
La apropiación desigual de los bienes materiales y simbólicos, característica de la
organización social capitalista, genera manifestaciones distintas de la discapacidad
ante la presencia de deficiencias similares” (Rosato et al, 2009, p. 92)
- Diversidad funcional
En los últimos años se ha ido potenciando el discurso de la diversidad. Plantea que la
diversidad, la diferencia, es un atributo del ser humano, y como tal, se consolida en el
encuentro de dos realidades diferentes. Se hace uso de la categoría “diversidad funcional” en
vez de discapacidad. Proclaman como tópicos centrales la autodeterminación, el respeto y la
dignidad, nutriéndose de postulados multiculturalistas y del movimiento político y social
mundial de pcd llamado Movimiento de Vida Independiente (MVI) (Rosato et at, 2009)
En la misma línea, se encuentra la corriente de los Disability Studies (DS) (en castellano,
estudio sobre discapacidad). Esta perspectiva teórica enuncia desde las voces de las personas
con discapacidad, introduce a pensar la discapacidad en tanto generada por un modo de
producción, por un modo de traducción. (Rosato et al, 2009).
También cabe mencionar a los aportes de los estudios críticos de la discapacidad. Estos
estudios se enfocan en desarrollos teóricos que privilegian las comprensiones culturales,
discursivas y relacionales de la discapacidad, articulando y estableciendo interlocución con
las teorías feministas, queer y decoloniales (Hernandez y Revuelta, 2021). Adhieren también
a premisas sobre la dignidad y la autodeterminación, y establecen un importante
reconocimiento de las condiciones singulares, cuestionando las visiones estandarizadas.
Ideología de la normalidad
Identificar los mecanismos mediante los que opera lo normal como canon, es fundamental
para analizar el contenido de las políticas públicas, las intervenciones profesionales, y poder
re-pensar y deconstruir las posiciones asumimos en tanto ciudadanía y en tanto cientistas
sociales en formación, en pos de de promover inclusividad.
Sujetos protagonistas
“Nada sobre nosotros sin nosotros” es un lema político que representa a las demandas de
participación y protagonismo de las PCD frente a la definición de políticas y modelos de
respuesta. Es menester hacer énfasis en las luchas llevadas a cabo en pos del reconocimiento
de las voces de las pcd, lo que genera movimientos disruptivos frente a una sociedad que
discrimina y que históricamente les ha situado en tanto “sujetos de tutela” y no “sujetos de
derechos”.
Reconocer como aspecto central la autonomía de las PCD significa pugnar por la igualdad de
oportunidades para elegir, así también como, por la importancia del protagonismo de sus
voces para postular sus demandas “en sus propios términos”.
Las necesidades particulares que requieren las pcd para mejorar su calidad de vida, precisan
de políticas públicas situadas y contextualizadas, que no omitan la existencia de estas
variables interseccionales que generan opresión y exclusión.
La familia como espacio social fundante en la vida de las personas, generalmente lleva a cabo
tareas de cuidado, crianza y educación de sus miembros. En ella construimos nuestras
primeras relaciones, experiencias y modos de aprender a ser, pensar, actuar y sentir
(González et al, 1999).
En tanto haya ausencia del Estado en la regulación, las tareas de cuidado se configuran de
manera diferente según la clase social y el acceso a recursos económicos. Sólo será posible
derivar las labores de cuidado a terceras personas, al ámbito privado, para quienes puedan
pagarlo. Lo mismo genera desigualdad social.
“las tareas de cuidado las realizó mayormente yo. A veces son compartidas. Mi marido
trabaja todo el día. En general recaen sobre la madre, las responsabilidades y las culpas
recaen sobre las madres” (E1, U1)
“Las tareas de cuidado de mi hijo mayor las hacemos yo y su hermana” (E2, U2)
“mi hija tiene movilidad propia y las tareas de cuidado las realizo yo porque el padre trabaja”
(E 6, U6)
“todo está a mi cargo, los trámites, las terapias a las que asiste, las tareas domésticas igual”
(E7, U7)
“hago sola la mayoría de cosas y a veces me ayuda mi madre de 77 años, ella se encarga de
todos los trámites” (E14, U14)
De esta manera, la calidad del cuidado y de la asistencia requerida para el efectivo acceso a la
salud de las PCD "se sostiene en la voluntad de los sujetos intervinientes" (Batthyany, 2020).
En donde además repercute en el desarrollo vital, las trayectorias formativas y laborales de
estas personas.
El sistema de salud en Argentina se encuentra compuesto por tres sectores, organizados cada
uno en tres niveles de complejidad.
Los tres sectores son: el público, el privado y el seguro social obligatorio (las obras sociales).
Se encuentran poco integrados entre sí y fragmentados en su interior (Cetrángolo y Devoto,
2002).
El nivel terciario está representado por hospitales de alta tecnología y complejidad (Van der
Stuyft y De Vos, 2008).
Como hemos descrito con anterioridad, las conceptualizaciones sobre discapacidad son
múltiples y fueron evolucionando de acuerdo los cambios de la sociedad y al estudio de
modelos y teorías. Incorporan, según el paradigma, aportes religiosos, científicos, médicos y
sociales. Cada enfoque resulta matriz de explicación y, también, de actuación.
De modo similar, los modelos explicativos de los procesos de salud-enfermedad han ido
modificándose en el transcurso de la historia. Se destacan dos principales, el modelo médico
hegemónico (o biomédico) y el modelo bio-psico-social (o comunitario) (Belmartino, 1988).
El modelo médico hegemónico se caracteriza por una comprensión biologicista del sujeto y la
enfermedad, por lo que no contempla factores de incidencia por fuera del organismo físico
del individuo. De carácter monocausal y reduccionista, adjudica su interpretación de la salud
a la ausencia de enfermedad (Belmartino, 1988).
“El nivel de riqueza interdisciplinaria estaría dado por el número de disciplinas involucradas
en el análisis, la ‘distancia’ teórica entre ellas, la creatividad involucrada en la combinación
de los elementos y finalmente el grado de integración alcanzado”
En el caso del abordaje en discapacidad, la interdisciplina permite atender a los factores bio-
psico-sociales que la atraviesan, distanciándose de visiones del tipo fragmentarias y
unilaterales en las estrategias de rehabilitación. La integración de disciplinas específicas
como psicología, trabajo social, psicomotricidad, fisiatría, posibilitan abordajes con
capacidad de respuestas más amplias que contemplen las múltiples aristas de un proceso de
salud-enfermedad.
La paulatina conquista de derechos de las PCD ha sido resultado de luchas históricas, que aún
hoy se siguen brindando. Interrelacionada a las disputas de sentidos sobre las concepciones
de discapacidad, sus sujetos y sus necesidades, ha pasado desde nociones de ciudadanía
restringida a una de sujetos de derechos.
Este recorrido se encuentra plasmado en el marco normativo vigente. A través de la
regulación de diferentes instrumentos jurídicos se establecen obligaciones positivas al Estado,
demandando un rol activo en tanto garante de derechos (Abramovich y Courtis, 2002).
- A la vida.
- A la educación en igualdad.
- Al empleo libre.
- A la vida independiente.
- A la capacidad jurídica.
- A la no discriminación.
- A la salud.
- Al acceso a la justicia
- Rehabilitación integral,
- Formación laboral o profesional,
- Préstamos o subsidios,
- Regímenes diferenciales en seguridad social,
- Escolarización,
- Orientación o promoción individual, familiar y social.
En el transcurso del año 2022, fue impulsado un proyecto de ley desde la Agencia Nacional
de Discapacidad (ANDIS), con el apoyo del poder ejecutivo. Para llevarlo adelante, la
ANDIS, impulsó una consulta federal hacia la nueva ley que incluyó audiencias públicas en
todas las regiones del país. A los fines de construir un proyecto de ley de modalidad
participativa, plural, inclusivo, colaborativo, federal intercultural e interseccional, teniendo
como lema del proyecto “Nada de Nosotros, sin Nosotros”
El derecho a la salud no debe entenderse como el derecho a estar sano, sino que refiere a las
obligaciones de los Estados de crear condiciones que permitan que todas las personas puedan
vivir lo más saludablemente posible. Este enfoque adhiere a la perspectiva de la salud en
tanto proceso colectivo y social, manteniendo un diálogo directo con concepciones integrales
de salud.
Art. XI. Derecho a la preservación de la salud y al bienestar. “Toda persona tiene derecho a
que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el
vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondientes al nivel que permitan los
recursos públicos y los de la comunidad”.
Art. 25. “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en
caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus
medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.
El derecho al cuidado significa reconocer el valor del trabajo, y el derecho de las personas
que proveen cuidados. En contraposición de nociones estereotipadas en el que la tarea de
cuidado es asignada exclusivamente a las mujeres, alude a la corresponsabilidad social entre
quienes lo proveen: Estado, mercado, sector privado y las familias (Guemes Gracia y Vaenza,
2022).
En Argentina el derecho al cuidado, no cuenta al día de hoy con una ley nacional que ejerza
regulación. En el transcurso del año 2022 fue presentado el proyecto de ley “Cuidar en
Igualdad”, que pugna por el reconocimiento de los cuidados como una necesidad, un trabajo
y un derecho para un desarrollo con igualdad (Ministerio de las Mujeres, Géneros y
Diversidad). Propone la creación y consolidación de un Sistema Nacional Integral y Federal
de Cuidados (SNIFC), como entidad responsable de acciones y medidas orientadas al diseño
e implementación de políticas públicas. Las mismas, destinadas a la promoción del desarrollo
de la autonomía de las personas en situación de dependencia, su atención y asistencia en
condiciones de calidad e igualdad (Proyecto de ley).
Para la confección de este proyecto de ley, fueron consultadas por la Comisión Redactora,
organizaciones interesadas y organismos de competencia, entre los cuales formaron parte
colectivos de pcd.
A un año de su presentación, continúa sin ser tratado en comisiones, pese a que desde el
Ministerio de Mujeres junto con Unicef, OIT y ONU fue promovida una campaña para pedir
su tratamiento.
Respecto a los espacios dirigidos a pcd en Villa Dolores, podemos notar una desigual
distribución entre ámbito público y ámbito privado, predominando este último. Al haber más
ofertas privadas de espacios de atención y participación, la desigualdad a las que las pcd se
encuentran expuestas recrudece. Circunscribe las posibilidades de integración a la clase social
a la que se pertenezca. Según la posición social en la que se encuentren, las opciones
disponibles. En este sentido, podemos notar la presencia de un entorno discapacitante.
Las propuestas provenientes del ámbito público por parte de la Municipalidad de Villa
Dolores son: la coordinación del Taller Protegido Amanecer, el acompañamiento a gestiones
por parte del área de acción social, la articulación con el Programa Promover Empleo por
parte de la Oficina Municipal del Empleo y orientación relacionada a A.P.S. y derivaciones
en el Centro de Salud Municipal.
Para designar los posicionamientos que han signado nuestra intervención pre profesional, es
preciso delinear algunas características del Trabajo Social en tanto disciplina. La génesis de
nuestra profesión se asienta en el marco de constitución de la llamada cuestión social, a la
que comprendemos como la expresión de la relación contradictoria entre capital-trabajo
(Rozas Pagaza, 2001), producto del establecimiento y desarrollo del sistema capitalista. Tal
como afirma Iamamoto (1998, p.41) “(...) el Servicio Social tiene en la cuestión social la base
de su fundación como especialización del trabajo”, requiriendo intervenciones del Estado,
que en sus inicios fueron absorbidas por instituciones prestadoras de servicios sociales y
asistenciales. Por lo tanto, intervención profesional, cuestión social y las formas que asume la
institucionalidad social del Estado Capitalista Argentino, son procesos intrínsecamente
imbricados. A través de determinadas políticas sociales y los derechos que el Estado reconoce en
un momento histórico particular, es el medio en el que la profesión se inserta.
Dentro de este marco, el proyecto profesional del TS integra tres dimensiones inherentes e
indisolubles entre sí: la dimensión teórica metodológica, la operativa instrumental y la ética
política (Iamamoto, 1998). Las contemplamos articuladas completamente entre sí en una
constante retroalimentación mutua.
En tanto al vínculo con las formas de conocer, es decir, la perspectiva epistemológica, nos
orientamos hacia las posibilidades que otorga el conocimiento situado, en tanto reconoce las
voces de los protagonistas. En este sentido, los postulados de las Epistemologías
Decoloniales y las Epistemologías del Sur, destacan la importancia de reconocer saberes que
han quedado por fuera de la hegemonía, recuperando la vida cotidiana como espacio de
producción de conocimiento (De Sousa Santos, B., 2009). En palabras de Skliar (2009):
Un saber que puede plantear una oposición crucial entre lenguajes de la ciencia y lenguajes
de la experiencia, en tanto pone en el centro de la mirada no ya lo otro desconocido, no ya lo
otro inexplorado, no ya lo otro por descubrir, sino, justamente, su propia mirada. Se trata-ría,
claro está, de un saber incómodo, inestable, fragmentario, contingente, provisorio, pues tiene
que ver, ante todo, con un cierto no-saber inicial, una cierta condición de perplejidad, una
cierta ignorancia que no es, desde ya, nihilista, ni cobarde, ni ingenua, ni escéptica. Un saber
cuya distancia está marcada no por la menor o mayor objetividad del ojo que intenta ver, sino
por la existencia misma de aquello que es mirado (...) (p.17)
En tanto a la matriz teórica, tomamos los aportes que han realizado el modelo social de la
discapacidad, y los estudios críticos, que reparan en la producción social de la discapacidad,
atendiendo a las barreras y determinantes sociales que construyen entornos discapacitantes,
desarrollando el rol que la normalidad adquiere (Gandolfo et al., 2020). Consideramos que
contribuyen herramientas para acercarnos e inmiscuirnos en una realidad compleja,
otorgando perspectivas que reflexionan en clave colectiva. También, recuperamos los aportes
del análisis interseccional, a fines de dar cuenta del entramado de vulnerabilidades
específicas que atraviesan los sujetos en el acceso a la salud (Povedano, 2022), tales como lo
son el género, la clase, y la discapacidad. Asimismo, la teoría feminista será matriz para
considerar la feminización de la tarea de cuidado.
En cuanto al proceso de inserción, refiere a un “primer acercamiento a la trama social que los
sujetos establecen en su vida cotidiana con relación a la satisfacción de necesidades” (Rozas
Pagaza, 1998, p.77). Asimismo, siguiendo a la autora, la inserción es el primer momento
metodológico en el que se inicia el conocimiento del contexto particular, a fin de establecer
una ubicación profesional y una mirada estratégica de dicha ubicación.
El primer acercamiento a nuestro centro de práctica, es decir, el Área de Rehabilitación en
Discapacidad del Hospital Regional de Villa Dolores, se llevó a cabo en septiembre, en el
cual nos reunimos con la trabajadora social, quien fue nuestra referente, y allí nos comentó
acerca del funcionamiento de la institución y su rol como profesional en la misma.
Este proceso de inserción de la práctica preprofesional duró hasta diciembre del año 2022,
cuando comenzó el receso de nuestra participación, con motivo de las vacaciones.
Todo momento fue crucial, ya que la instancia inicial significó comenzar con la construcción
de nuestro objeto de intervención, diversas actividades que nos permitieron darle
direccionalidad a la intervención, poder elegir y planificar en conjunto con la referente.
En relación a las tareas desarrolladas por la profesional en su oficina, pudimos observar que
recibe en ella a las PCD y sus familiares, donde se llevan a cabo gestiones para el acceso al
CUD. También, se reciben consultas de otro orden, relacionadas con el acceso a turnos con
diferentes especialistas/estudios, gestiones para acceder a distintos elementos ortopédicos
tales como, silla de ruedas, grúas, etc., acondicionamiento de vivienda para PCD, cuidadora
domiciliaria, transporte; así como también se realiza la articulación con otras instituciones
para efectuar el acceso a derechos.
En cuanto al CUD, este es un documento público y gratuito, que tiene por objetivo promover
la protección integral de las PCD, permite ejercer los derechos e incorporarlas al sistema de
prestaciones, el mismo es emitido por una junta certificadora interdisciplinaria. Posibilita la
cobertura del 100% de las prestaciones básicas, acceso a asignaciones familiares para PCD,
acceso a transporte público de corta, mediana y larga distancia (pase libre), eximición de
tasas municipales, entre otros. (Dirección Nacional de Abordaje Integral de Salud Mental y
Consumos Problemáticos, 2021)
La oportunidad de presenciar las consultas en la oficina de la trabajadora social nos hizo
adentrarnos en la búsqueda de información respecto a leyes que regulan los derechos de las
PCD. Entre ellas, la LEY N° 22.431 “Sistema de protección integral de los discapacitados”
(Buenos Aires, 16 de marzo de 1981), la ley 24.901 “Sistema de prestaciones básicas en
habilitación y rehabilitación integral a favor de las personas con discapacidad” y la ley
26.378 que refiere a la “Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad”,
promulgada en junio de 2008.
Del mismo modo, presenciamos las reuniones del equipo interdisciplinario del centro de
rehabilitación, desarrolladas cada día jueves al comienzo de la jornada laboral. En la misma
comentan, entre los distintos profesionales, situaciones de usuarios que todos atienden en
común, se realiza a fines de que todos estén al tanto del estado de cada uno de ellos y, si es
necesario, proponer y efectuar distintas acciones.
“Yo en mi experiencia lo que más veo son madres que acompañan, tías, hermanas, mujeres
por lo general y menos varones”. (E2, P2)
A su vez, resaltamos que los cuidados prestados por uno o más familiares de las PCD se
llevan a cabo sin ningún tipo de remuneración y sin ser profesionales en la materia. Del
mismo modo, la vida cotidiana del familiar que se encuentra al cuidado se ve afectada en
ámbitos diferentes entre los que mencionamos la calidad de vida, su desarrollo personal y su
posición de supeditado a la necesidad que manifieste la PCD.
En este sentido, citamos lo manifestado por uno de los profesionales del centro:
Las familias tienen un rol obviamente fundamental, acá el paciente viene, como
mucho dos sesiones por semana a kinesiología, son 80min a la semana, la familia está
24\7. Entonces lo que nosotros podemos hacer acá 20 o 30 min, si después las
familias no lo apoyan o acompañan no tiene ningún sentido. Lo que yo siempre le
digo a las familias que nosotros guiamos y acompañamos el rol que ellos tienen. Que
lo traigan acá una vez por semana a psicología, kine o fono no le va a cambiar nada si
ellos no tienen un cambio de conducta terapéutico lo que sea desde el domicilio. Si o
si hay que trabajar con las familias. (E 2, profesional 2).
Como parte del plan de práctica, hemos planificado acciones que fundamentan el
relevamiento que nos permitió dar cuenta de la existencia de la familiarización de los
cuidados. La llevada a cabo de estas acciones fueron posibles ya que en nuestro escenario de
intervención son usuarias las PCD y sus familiares y las mismas asisten al centro, más allá
del motivo de realizar rehabilitación, a realizar alguna gestión necesaria para el posible
acceso a derechos y también se brinda información y acompañamiento frente a diversas
dificultades que se les presentan.
Durante el trabajo realizado, perseguimos una perspectiva que nos permita realizar una
práctica en conjunto con los sujetos de nuestra intervención, poniendo el foco en sus
necesidades, sus condiciones de vida y sus posibilidades, llevando adelante así, una
intervención con la participación del “otro”.
Con esta finalidad, hemos planificado una actividad de indagación acerca del rol de las
familias en el acceso a la salud de las PCD, y sus diferentes conjugaciones. Mediante la
realización de encuestas en la sala de espera, nos hemos acercado a la voz de los usuarios y
sus familiares.
Teniendo en cuenta este escenario, fue que definimos nuestra estrategia de intervención a
partir de dos objetivos particulares, desglosando en cada uno de ellos líneas de acción con sus
respectivas actividades.
- Objetivo particular:
Indagar acerca del rol de las familias en el acceso a la salud de las PCD.
- Objetivo particular:
Contribuir al acceso a la información de los usuarios del centro y sus familiares respecto a
acceso a derechos.
● Indagación acerca de los derechos que otorgan y las gestiones que requieren el CUD
(pase libre y asignación por discapacidad), la pensión no contributiva (prestación
económica y afiliación a incluir salud), el retiro por invalidez (beneficios de seguridad
social).
● Realización de dos talleres dirigidos a los equipos de profesionales del área del centro
y del área de salud mental
4. 4 Implementación de estrategia
Pensamos las preguntas del cuestionario alrededor de 5 ejes, que consideramos permitían dar
cuenta de un estado de situación:
- Cuidado
- Redes de apoyo
Alrededor de estos ejes establecimos 7 preguntas que permitieran acercarnos a plasmar las
voces de los protagonistas en torno a su experiencia y sentires en relación al acceso a la salud
y la implicancia de la familiarización de los cuidados en la misma.
Realizamos la encuesta en la sala de espera los días lunes, durante el transcurso de dos meses.
Decidimos hacerlas los lunes ya que es el día en la semana en que se realizan los trámites
para gestionar y renovar CUD. Por lo tanto, la actividad fue realizada en ese rango horario, de
7am a 8am. En la sala de espera reconocimos predominancia de familiares de PCD, y entre
ellos, predominancia de identidades feminizadas. Realizamos la encuesta a 15 personas en
ese espacio. Las características de las interacciones, dadas las condiciones del contexto,
resultaron de respuestas cortas y rápidas, aunque en ocasiones la conversación se extendía si
eran expresadas dudas específicas sobre acceso a derechos.
“Aprendí sobre los cuidados acá en el centro y especialmente con Gabi”. (E9, U9)
En simultáneo, establecimos contacto personalizado con 5 usuarios, con quienes nos
encontramos en sus domicilios particulares. Estos encuentros, al realizarse con más tiempo
disponible, nos permitieron mayor profundización en el intercambio.
“Partimos del diagnóstico y no hay una guía. No tenes ni idea de lo que implica. La
neuróloga me dio un libro para que lea. Yo no entendía nada, no hay un acompañamiento”.
(E1, U1)
“Mi mamá no recibió información, aprendió por experiencia” “le dijeron que busque
información pero no le explicaron cómo”. (E12, U12)
Para sistematizar la información recabada, confeccionamos una matriz de análisis, lo que nos
permitió ordenar y clasificar los datos según los ejes que estructuraron la encuesta.
Durante todo el transcurso de nuestra asistencia al centro, notamos que parte del rol
adjudicado al TS consistía en proveer de la información necesaria para la gestión de los
diferentes trámites que posibilitan el acceso a derechos. Asimismo, nuestra interacción con
las familias nos permitió atender a las dudas y dificultades relacionadas a dichas gestiones.
También notamos, que esta situación sucedía dentro del mismo hospital en el área de salud
mental, con la cual se articula mucho.
Para la materialización de insumos informativos en pos de la difusión social de derechos,
comenzamos en principio instruyéndonos sobre las prestaciones básicas y las leyes que las
regulan. Esto significó para nosotras un proceso de estudio, que fue acompañado por la
referente y el equipo docente de la materia Intervención Pre Profesional (IPP) y de
Orientación temática. Luego, contactamos a la directora de la delegación de Villa Dolores del
ANSES, para averiguar sobre especificidades del funcionamiento de dicho organismo en el
territorio. También, indagamos acerca de los espacios dirigidos a PCD en Villa Dolores,
realizando especial distinción entre espacios públicos y espacios privados. Para esto último,
buscamos información en internet, en entrevistas realizadas al equipo de profesionales, y nos
contactamos telefónicamente con algunos espacios. En ocasiones pudimos pactar encuentros
presenciales, como fue el caso de la Escuela Especial Dra. Telma Reca de Acosta, el Taller
Protegido Amanecer, y el Centro de Salud Municipal, de Villa Dolores. Además, pudimos
conversar de manera presencial con referentes de espacios de municipalidades aledañas, tales
como el Área de discapacidad de la Municipalidad de San Pedro, la Oficina Municipal de
Atención para la Accesibilidad y Discapacidad de Mina Clavero, y el Dispensario de salud de
la comuna de Los Hornillos. Lo mismo nos dio perspectiva de territorio respecto a las
políticas públicas locales en materia de discapacidad, amén de que en los dos últimos
espacios mencionados pudimos conversar con las Trabajadoras Sociales, lo cual nos permitió
indagar sobre el rol del TS en estas áreas.
Luego realizamos el diseño de los diversos insumos: por un lado, una cartografía social de los
espacios dirigidos a pcd, mediante un mapeo; por otro, una cartilla informativa que detalla los
derechos que otorgan y las gestiones que requieren el CUD, la pensión no contributiva y el
retiro por invalidez. Esta misma información la replicamos en formato tríptico, y en power
point. Realizamos la impresión de la cartografía social y lo pegamos en la sala de espera.
Para llevar a cabo los dos talleres realizados a los equipos de profesionales, utilizamos los
insumos informativos en formato cartilla, tríptico y power point. En ambos la exposición de
información fue mediante la presentación oral. Cada taller tuvo una duración de dos horas
aproximadamente.
En el primer taller, hicimos énfasis en los aportes de las ciencias sociales y del trabajo social
a los abordajes de la discapacidad en salud. Dado que la mayor parte de los profesionales del
equipo proviene de formación en ciencias médicas, las reflexiones colectivas que se
desplegaron en tanto las diferentes perspectivas, fueron muy enriquecedoras. Como
estudiantes este acercamiento a una visión que nos resultaba ajena, nos ha aportado
profundizar en el conocimiento.
El taller realizado con los profesionales del área de salud mental estuvo enfocado, a demanda
del equipo, en los beneficios y requisitos del CUD, la pensión no contributiva y el retiro por
invalidez. Ellos habían manifestado algunas dudas y confusiones al respecto, y el taller fue un
espacio para disipar estas ambivalencias.
Descripción de actividad
El cierre de práctica se llevó a cabo el 1 de junio de 2023, un día jueves a las 7:30hs, lugar
donde comúnmente se realizan las reuniones de equipo en el centro de rehabilitación. Fue una
instancia que reunió a los docentes de la materia intervención pre profesional, y a los
profesionales. Allí realizamos una presentación oral socializando la temática elegida para la
tesina: “Rol de las familias en el acceso a la salud de las pcd: familiarización de los
cuidados”. Para lo mismo, proyectamos un power point que incluía insumos teóricos sobre la
difusión social de derechos, muestra de actividades implementadas y compartimos los
insumos informativos realizados por nosotras, trípticos y cartilla informativa.
Reflexiones
Por otro lado, este proceso que hemos atravesado como grupo nos ha llevado a la conclusión
de que pese a las particularidades y complejidades que cada problemática y escenario de
actuación contiene, hay un eje central transversal nodal que compete a nuestra profesión que
es siempre en relación al acceso a los derechos, y las estrategias brindadas desde el TS en pos
de este fin.
Así también, nos ha representado desafíos tanto grupales como personales atravesar los
diferentes obstáculos que se han ido presentando. Lo mismo, ha desencadenado múltiples
interrogantes acerca de nuestro capital adquirido en tanto estudiantes y de qué manera
retribuir un aporte a la institución que nos brindó su espacio.
Por otra parte, identificamos que la interrupción de algunas familias para con el tratamiento
de rehabilitación resultó un impedimento para darle continuidad a actividades acordadas con
la referente, tales como entrevistas, visitas domiciliarias y acompañamiento y seguimiento de
las familias.
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Entrevistas
Registros de campo
*CC 1. Cuaderno de campo 1, septiembre 2022.