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Otra vuelta de tuerca a la historia del

mundo
Existe una técnica de ventas que se utiliza mucho en marketing y
publicidad. Se trata crear en el consumidor la falsa idea de que ha
sido voluntariamente como ha escogido un producto frente a otro,
pero en realidad simplemente ha sido dirigido de forma subliminal
a tomar esa decisión.
Una de las formas claves para realizar este tipo de operaciones es
a través de la psicología inversa, donde no se insiste en los
beneficios de una opción en concreto, sino en hacer una crítica
despiadada sobre las demás posibilidades. Cualquier persona que
ha sido expuesta a este tipo de información, no solo va a rechazar
las opciones que han sido criticadas, sino que va escoger
convencido de que ha sido una elección basada en su buen criterio,
volviendose incluso en la mayoría de los casos un acólito que hará
publicidad gratuita de las dadivas que genera su opción contra las
demás.
Traspolemos de este modo nuestras convicciones a nivel moral,
político, económico y social. Podemos estar seguros que todo
aquello que damos por descontado que pertenece de una forma
intrínsica a nuestra personalidad, no es más que una programación
predictiva a la que hemos sido expuestos desde nuestra más tierna
infancia.
No se trata de hacer relativismo moral en cuanto a las conductas,
dando por sentada la errónea hipótesis de que todos somos una
tabla rasa, que ha sido víctima de un condicionamiento social.
Existe en nosotros una serie de valores que se pueden indentificar
en todas las culturas, por muchas diferencias que existan, sean
temporales, étnicas, religiosas o sexuales. Pero a nivel histórico, y
es en lo que se basa mi reflexión, hemos sido adoctrinados bajo
unos críterios en los que la posición neutral nunca ha existido,
dejando muy claro que debe y existe una polarización entre el bien
y mal, haciendo énfasis en quienes son los buenos, y quienes son
los que se han dedicado a generar el caos y el mal ¿Pero estamos
seguros de que esos aspectos deleznables, que todos
comprendemos que son inaceptables, han sido en realidad
cometidos por quienes dicen?
Mi duda no es en si existe el bien y el mal, pues tengo claro que en
la realidad física que compartimos, nos encontramos en una
naturaleza dual que necesita en estado de equilibrio de su
contrario. Pero mi duda está en si en los libros de historia, en los
que tanto se deja claro quienes se arrogan el protagonismo de
luchar en el bando correcto, no habremos sido engañados
constantemente, generando para su conclusión, no solo falsos
ídolos, sino que se han aventurado a esconder aquellos
protagonistas que lucharon por el bien de la humanidad, y que
ahora, tanto su pensamiento, como sus simbolos, han sido
satanizados hasta el punto de dejarlo incrustado en nuestra
memoria colectiva, hasta llegar a sentirnos incomodos ante la
posibilidad de cuestionar unas ideas que no son más que un juego
de espejos, donde lo que vemos es el reflejo invertido de la
realidad.
Y para que no quede ninguna duda, no hablo de nada que tenga
que ver con la historia reciente o contemporánea, donde ya doy
por hecho que tanto en un bando como en el otro, se trabaja para
el bien de esos que nos tienen sometidos. Sino que me refiero a
una historia arcaica, de la que solo nos quedan huellas a modo de
simbolos y monumentos, que nos hablan de otro mundo que nada
tenía que ver con el nuestro, y donde aquellos que de verdad se
enfrentaron al mal, fueron vencidos y exterminados.
O tal vez solo estemos emboscados, esperando el gran momento
de la batalla final y de nuestra victoria.

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