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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANÍSTICAS Y SOCIALES

TRABAJO SOCIAL

ESTUDIANTE:

DENISSE MARIBEL RIVADENEIRA VÁSQUEZ

MATERIA:

TALLER DE PRAXIS I

DOCENTE:

LIC. LOYOLA GARCÍA

SEMESTRE:

SÉPTIMO
Tema: Diseño de un proyecto de Desarrollo Social Estudio de caso.

Introducción:

Los proyectos son considerados herramientas de toma de decisiones tanto por


organizaciones públicas como privadas. Son soluciones tecnológicas a problemas que
atraen a muchas personas y una forma de convertir problemas o cuestiones en un
buen entorno para el beneficio de las personas.

En la organización del trabajo social se analizan las mejores posibilidades para


alcanzar las metas y objetivos a alcanzar, la estrategia del proceso y los medios para
alcanzarlos. Se elaboran planes para satisfacer las necesidades de la sociedad y
mejorar las condiciones de vida de las personas para mejorar la vida diaria de la
sociedad en su conjunto o al menos de grupos de personas con problemas en un
esfuerzo por beneficiarse de su vida, su trabajo y su entorno general.

Colaborar en investigaciones económicas sobre el número de grupos vulnerables. Los


colegas de la sociedad a gran escala, aunque comprometidos con aún no establecer
metas para la escuela y el trabajo, promover la salud, promover la cultura y la
extensión del alivio tradicional y consuetudinario como una alternativa a las actividades
ecológicas y ambientales. ¿Pero cómo lo construiste fuera del pueblo?

Desarrollo:

Los proyectos sociales son una herramienta que nos permite impulsar el cambio a
partir de la iniciativa de actores que se comunican en determinados ámbitos o áreas.
Cambio social a través de proyectos de gestión local que creen nuevos modelos de
oportunidades y más espacio libre para los residentes, lo que creará un mejor entorno
para el uso de parches de capacidad espacial. Se trata, por tanto, de revertir las
condiciones negativas que inhiben el desarrollo local, el cual es interpretado como una
capacidad endógena de crear bienestar económico y social.

Por lo tanto, se supone que los cambios estructurales desde la base social pueden
partir de proyectos estratégicos integrales, que incluyan la participación de diversos
actores en los procesos de creación de valor y generación de bienestar económico y
social. Se trata de una perspectiva micro social y regional, que puede crecer en
diferentes niveles territoriales de acuerdo con la evolución del proceso de gobernanza
local.

Los proyectos aquí enumerados se refieren a pequeños proyectos sociales ubicados


en el espacio local, que pueden manifestarse en pequeñas empresas, unidades de
producción familiar, microempresas y otras iniciativas locales que, agrupadas, pueden
detonar esquemas de desarrollo local para zonas rurales y marginadas. Se trata de
proponer estrategias productivas en momentos en que la globalización económica
impone una cultura centrada en el consumo, que puede inhibir las capacidades
emprendedoras de la población en general.

Un objetivo de proyecto que tiende a la integridad. Añade diversos aspectos


determinantes para su eficacia con este Intenta desde un punto de vista metodológico,
dar respuesta a un problema, comunidad o región.

Cabe destacar, que con frecuencia se confunde proyecto social o comunitario con
proyecto de investigación social; sin embargo, se trata de conceptos diferentes, según
observa. El primero tiene que ver con intervención, con actuación que pretende
generar soluciones o respuestas a un problema social que se aborda, mientras que el
segundo, tiene como objetivo encontrar alternativas a una laguna del conocimiento y
responder a una inquietud científica o problema de investigación. No obstante, en
ambos casos se observa un elemento en común, como lo es el interés por la solución
de los problemas que afectan a las comunidades (Crespo, 2011).

Elaboración de diagnóstico para la producción de proyectos sociales. Adquieren una


percepción pública muy importante en la población rural. Por lo tanto, la planificación
del proyecto, desde sus etapas iniciales, debe estar integrada participación ciudadana,
es decir priorizar un método de planificación participativo, e incorpora las ideas,
intereses y expectativas de la población.

En el enfoque participativo, el diagnóstico inicial es también un instrumento de


concientización y movilización de la gente; se inscribe en la acción y no puede ser
totalmente disociado de ella; esto significa también que crea mayores expectativas que
un diagnóstico tradicional. El diagnóstico participativo también es un proceso iterativo,
es decir, que no termina con el inicio de la implementación, sino que requiere ser
completado y ajustado durante todo el proceso, según las necesidades de la gente y
del proyecto. Los diagnósticos pueden ser muy amplios o temáticos (Geilfus, 2009).

Todo proyecto necesita un análisis del perfil de sus beneficiarios, quienes en primera
instancia se clasifican como beneficiarios directos, y en segunda instancia entre los
beneficiarios indirectos.

Además, no puedes perder de vista que, si bien las personas pueden ser beneficiarias
de un proyecto, antes no son sujetos de derechos humanos, están dotadas de
inteligencia y tienen dignidad, no son simples datos estadísticos que ayuden a cumplir
los objetivos.

La gestión de empresas sociales requiere el diseño y aplicación de una serie de


métodos, técnicas y en ocasiones algoritmos para sustituir una estrategia dentro de un
territorio o sector. La gestión, en este sentido, implica la integración de esfuerzos de
los actores en un proyecto de gestión para alcanzar los objetivos planteados y lograr el
impacto esperado en el sector o sociedad rural.

Cabe señalar que, tradicionalmente, la metodología ha sido una fase o componente de


los proyectos que recibe poca atención a pesar de la importancia estratégica que
representa, tanto en proyectos aplicados como en investigaciones realizadas en
contextos rurales. Sin embargo, la omisión metodológica es un error que puede
resultar fatal para el proyecto; ya que la metodología es el vínculo principal entre teoría
y práctica; puedes tener ideas brillantes, pero si no sabes ponerlas en práctica el
proyecto no llegará a buen puerto.

Esta estructuración metodológica en fases o etapas de implementación del proyecto,


como se señaló anteriormente, encuentra sus bases teóricas en la filosofía del
proyecto para desencadenar las acciones programadas. Esto implica una combinación
de valores, herramientas técnicas y procedimientos que guían el proyecto.

La gestación y gestión de proyectos sociales para el desarrollo local y rural son parte
de la actividad de gestores, promotores comunitarios, prestadores de servicios
profesionales del sector, funcionarios públicos y otros actores.

Conclusiones:

Diseñar y gestionar proyectos de desarrollo regional y rural es parte del trabajo de


administradores, organizaciones de la sociedad civil, trabajadores de campo,
funcionarios públicos y otras personas.

El proyecto no tiene por qué ser un evento individual que los expertos aíslen e
individualicen, porque la idea es explicar los esfuerzos y crear alternativas en conjunto
con la comunidad, lo que pretende establecer un diálogo entre los conocimientos de
los residentes y el científico o expertos.

En cualquier caso, su razón de ser va más allá del simple cumplimiento de metas y
objetivos; Su evaluación también debe evaluar los resultados de proyectos en
diferentes niveles y sectores. Su preparación debe realizarse escuchando los detalles
del trabajo y los métodos descritos por la organización o los ciudadanos.
Recomendaciones:

Garantizar la cohesión de los actores involucrados en los proyectos sociales es un


desafío que pasa por mejorar los mecanismos de competencia y la articulación de
esfuerzos y recursos dirigidos al medio rural.

Contribuye a mejorar las condiciones de vida de las personas, contribuyendo así a la


mejora de la pobreza con muchas otras acciones estructurales.

En el ámbito de la gestión social, es crucial superar la burocratización en el diseño y


operación de proyectos, que reduce el dinamismo y la versatilidad. Es importante
avanzar hacia esquemas de gestión de proyectos con mayor flexibilidad, pero al
mismo tiempo garantizar su continuidad y autosostenibilidad a través de modelos de
seguimiento innovadores.

Bibliografía
Crespo, M. (Noviembre de 2011). Guía de diseño de proyectos sociales comunitarios
bajo el marco lógico. Compendio de conceptos esenciales y aplicaciones.
Obtenido de www.eumed.net/libros/2009/575

Geilfus, F. (2009). 80 herramientas para el desarrollo participativo: diagnóstico.

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