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Ensayo Jominy

Javier Palazón Pacheco

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Objetivo
En esta práctica vamos a realizar un ensayo jominy de dos aceros diferentes, por
un lado, tendremos el acero F-143 y por otro el acero F-114, los dos serán
denominados “G” Y “R” y vamos a determinar su templabilidad para poder
identificarlos. Lo más sencillo y accesible para determinar su templabilidad, y
por tanto el diámetro crítico ideal, es el ensayo Jominy ya que podemos
mantener constantes todos los factores que influyen en la profundidad del
endurecimiento de la pieza, excepto la composición, que en nuestro objetivo no
nos influye.

Método experimental

Para empezar, calentaremos las probetas de acero en el horno, que con su


atmósfera protectora evitará la descarburación superficial de las probetas. Para
provocar que las probetas entren en el campo austenítico prefijaremos una
temperatura en el horno, en este caso a 845º. La diferencia residirá en el tiempo
que será austenizada cada una de ellas, en un primer caso durará 25 minutos y
por la otra parte estará 35 minutos. Cuando pasen los 25 minutos sacaremos la
probeta y la introduciremos en el dispositivo de temple y se iniciara el temple
con agua. Como se muestra en la imagen de arriba, se mantendrá el agua
dirigiéndose hacia la probeta durante unos 10 minutos, y pasado este tiempo la
sacaremos del dispositivo y la introduciremos en agua para terminar el proceso.
Después, procederemos con los mismos pasos con la segunda probeta, y una vez
realizadas las dos tendremos que lijarlas por las dos caras para poder realizar un

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estudio de su dureza. Realizaremos una medida de dureza Rockwell C con una
carga de 150 kg y un penetrador cónico de diamante. Los puntos de medida en
las caras que escogeremos serán: 1,5 – 3 – 5 – 7 – 9 –11 – 13 – 15 mm, después
de esta última medida cogeremos puntos con una distancia de 5mm.

Estos son los resultados recopilados:

 Probeta “G”

G
cara 1 cara 2
mm dureza mm dureza media
1,5 70 1,5 90 80
3 90 3 91 90,5
5 93 5 92 92,5
7 93 7 91 92
9 89 9 98 93,5
11 94 11 91 92,5
13 88 13 89 88,5
15 86 15 87 86,5
20 82 20 75 78,5
25 76 25 70 73
30 69 30 69 69
35 71 35 68 69,5
40 62 40 62 62
45 91 45 58 74,5
50 58 50 55 56,5

Por un lado, tenemos la distancia de medida, por otro la dureza y por último su
media.

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Representación gráfica de cada cara:

G CARA 1
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60
(No se tendrá en cuenta el primer punto)

G cara 2
120

100

80

60

40

20

0
0 10 20 30 40 50 60

Podemos apreciar una bajada constante de dureza y destacando la curva de la


cara 1 donde podríamos interpretarlo con la templabilidad de ese punto

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 Probeta “R”

R
cara 1 cara 2
mm dureza mm dureza media
1,5 85 1,5 88 86,5
3 87 3 99 93
5 71 5 72 71,5
7 69 7 58 63,5
9 67 9 56 61,5
11 56 11 55 55,5
13 57 13 62 59,5
15 52 15 54 53
20 50 20 50 50
25 49 25 49 49
30 46 30 47 46,5
35 47 35 56 51,5
40 46 40 46 46
45 45 45 59 52
50 45 50 59 52

Representación gráfica de cada cara:

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R cara 1
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60

R cara 2
120

100

80

60

40

20

0
0 10 20 30 40 50 60

Podemos observar una bajada muy brusca de dureza en las dos caras

Resultados

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Ahora mediante una gráfica para hacerlo más visible, podremos visualizar la
diferencia entre la probeta “R” y la probeta “G”.

DUREZA
100
90
80
70
60 G
R
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60

Como podemos observar en el caso de la probeta “R” vemos una bajada brusca
de la dureza. Sabiendo que la velocidad de enfriamiento es máxima en el
extremo de la probeta y disminuye a lo largo de ella, podemos entender que la
probeta con peor templabilidad tendrá una bajada más radical de dureza y la
probeta con mejor templabilidad tendrá una bajada de dureza más suave.
Por tanto, la probeta “R” tiene una peor templabilidad que la probeta “G”, que
por el contrario, tiene una bajada más suave por tanto una mejor templabilidad.
Teniendo conocimiento de esto podremos identificar que acero es cada uno.

Conclusión

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Sabemos que en un acero cuanto más aleantes, mejor templabilidad tenemos,
pero en este caso no será el factor determinante, sino una de eso aleantes. Si
repasamos los dos aceros hay uno de ellos que destacará por la posesión de
Cromo. El Cromo nos proporciona unas velocidades de enfriamiento más
lentas, lo que provocará más distancia entre las fases del acero, lo que producirá
más posibilidades de obtener la martensita. De manera más literal, desplazara
más las otras transformaciones como la perlita o la bainita, lo que hará que
pueda llegar a la martensita. Lo que concluye en que mayor cromo, mayor
temperatura, mayo templabilidad.
Para concluir, podremos identificar la probeta “G” como el acero F-143 y la
probeta “R” como el acero F114.

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