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Traducción de la doctora
DERECHO CIVIL
SEGUN EL TRATADO DE PLANIOL
por
TOMO II
Volumen I
LA LEY
BUENOS AIRES
LAS PERSONAS
Primera Parte
Sección 1
LA PERSONALIDAD
§ 1. — Duración de la personalidad
§ 2. — Protección de la personalidad
831. Protección de la persona física. — La protección de la
persona física está asegurada en primer término, por las leyes pe
nales que consideran como delitos o crímenes los atentados contra
la persona y castigan del mismo modo el homicidio o las lesiones
por imprudencia.22^ Está también asegurada por las leyes civiles
que permiten obtener daños y perjuicios, en el caso de atentados
contra la integridad corporal.
El atentado contra la integridad física sólo puede ser justifi
cado si está destinado a proteger la persona. Es así- que la ley
prescribe las vacunaciones (L. 7 de setiembre de 1948, arr. 19 de
enero de 1949; D. 28 de febrero y l9 de setiembre de 1952, 3 de
julio de 1955). En virtud de la misma idea, se consideran válidas
las convenciones relativas a la persona física cuando tienen como
fin conservar el cuerpo en buen estado o mejorar su estado físico;
la cuestión se ha planteado particularmente para la cirugía llamada
estética (Ver A. Jack, Des conventions relatives a la personne
humaine, Rev. critique, 1933, p. 362; tesis; Nerson, Lyon, 1939;
Nordmann, París, 1939; Baudrand, París, 1939).
Las operaciones quirúrgicas en principio sólo pueden hacerse
con consentimiento del enfermo interesado. El médico no tiene de
recho de dar muerte a un enfermo para abreviar su sufrimiento:
la eutanasia es condenable. Igualmente las amputaciones de órganos
en un cuerpo humano.
La legislación reciente ha admitido la extracción de sangre
para obtener una prueba de la no paternidad (L. 16 de julio de
1955), pero el consentimiento previo del interesado es necesario
para hacer la extracción (Carbonnier, nota al D. 1947, 507).223 224
En cuanto al empleo del penthotal, llamado suero de la verdad,
para el descubrimiento de la verdad ante la justicia es muy discu
tido (Ver Voirin, L’emploi de la narco-analyse en medicine légale J
Sección 2
EL ESTADO
§ 1. — Determinación del estado
834. Definición. — Se llama estado de una persona (sta
tus o conditio) a ciertas cualidades que la ley tiene en cuenta
10 Determinación del estado
§ 2. — Acciones de estado
2
18 Determinación del estado
Sección 3
LA AUSENCIA
235 El nuevo Código civil italiano (arts. 45 a 71) abrevia todos es
tos plazos.
La ausencia 25
F Declaración de ausencia
§ 3. — Cesación de la ausencia
872. Prolongación indefinida de la ausencia. — La con
cepción de la ley francesa es que la ausencia, por larga que
sea, jamás da seguridad del fallecimiento. Indudablemente,
a medida que transcurre el tiempo, aumenta la probabilidad
de muerte, y la misma ley tiene en cuenta este hecho. Así,
durante los primeros años, la ley niega a los interesados el
derecho a hacer declarar en estado de ausencia a la persona
desaparecida; se debe esperar a que la falta de noticias se
haya prolongado durante un tiempo suficiente. Además, la
ley'que autoriza a los presuntos herederos del ausente a to
mar provisionalmente posesión de sus bienes, les confiere
derechos más amplios cuando el estado de ausencia declarada
dura más de treinta años (art. 129). Pero la ley no llega
jamás a considerar al ausente como muerto, y en consecuen
cia no permite el nuevo matrimonio del cónyuge presente. Si
guiendo la expresión de Tronchet, por extraordinaria que
pueda parecer la cosa, el ausente no está “ni muerto, ni vivo”.
Se propuso considerar al ausente como muerto cuando hubie
sen transcurrido cien años desde su nacimiento. Existen, efectiva
mente, grandes probabilidades de que ya no esté vivo, pero la
vida humana no tiene término fijo. Se descartó con razón esta
cifra que es completamente arbitraria. Subsiste alguna huella del
sistema que se rechazaba asi en principio, en el art. 129 (Ver
supra., núm. 870).
3
Capítulo II
EL NOMBRE Y EL DOMICILIO
Sección 1
A. Efectos de la filiación
895 bis. USO DEL APELLIDO DEL MARIDO POR PARTE DE LA MUJER.
— El art. 39 de la ley del 11 germinal, año XI, modificado por
la ordenanza del 23 de agosto de 1958, se refiere a este uso cuando,
en previsión de un cambio de nombre por vía administrativa (núm.
883), ordena la mención del nuevo nombre en el acta de nacimiento
del interesado y, llegado el caso, de su cónyuge.
4
50 El nombre y el domicilio
una tierra llevado por una persona. Esta forma de designar a las
personas, según los señoríos que poseían, debía conducir, fatalmente,
a error, confundiendo el nombre y la propiedad. Cuando una per
sona tomaba el nombre de una tierra que no le pertenecía usurpaba
al menos exteriormente, el señorío de otro.
El nombre de las personas 55
4
58 El nombre y el domicilio
nos, pero los títulos de nobleza han sobrevivido como accesorios ho
noríficos del nombre.
Los títulos de nobleza existentes en el derecho moderno son
los siguientes: príncipe, duque, marqués, conde, vizconde, barón y
caballero. Están clasificados jerárquicamente en el orden en que
terminan de ser enumerados (como. Ord. del 25 de agosto de 1817,
art. 12). La calificación de escudero (“écuyer”) se considera abolida;
antes de la Revolución, pertenecía de pleno derecho a todo miembro
de una familia noble carente de título. Vemos en consecuencia, que
los simples nombres de tierra que no tienen títulos usados como pa
tronímicos no están regidos por la legislación propia de los títulos
de nobleza.
Sección 2
EL DOMICILIO
§ 1. — Definición y caracteres
6
76 El nombre y el domicilio
§ 4. — De la elección de domicilio
7
92 Las actas -del estado civil
Sección 1
una partida del estado civil; puede ser hecho de un modo general
por un acto auténtico (art. 334), y algunas veces es recibido por un
notario, en cuyo caso permanece secreto.
Todos los demás hechos de la vida civil, tienen sus modos de
prueba especiales y no son inscriptos en los registros municipales.
La emancipación es comprobada por el actuario en los registros de
la justicia de paz. La interdicción, el nombramiento de un consejo
judicial, la separación de cuerpos, la separación de bienes son el
resultado de sentencias o de decretos judiciales que son conservados
por el actuario del tribunal o de la Corte y reciben una publicidad
particular.
Si los registros del estado civil son tan incompletos, se explica
por su historia (núm. 982). Nos hemos limitado a secularizar los
registros llevados en las parroquias católicas para confiarlos a los
oficiales municipales.
§ 5. — Libreta de familia
1002. Práctica de la libreta de familia. — En París, a partir
de 1875, y más tarde en todas las comunas, se entrega a los espo
sos, en el momento de su matrimonio, una libreta donde están
inscriptos los nombres de los esposos y la fecha de su matrimonio
y contiene casilleros destinados a la inscripción posterior de los
nacimientos y de las defunciones de los padres y de los hijos. La
ley municipal del 5 de abril de 1884 (art. 136) hizo que los
gastos de confección de estas libretas fuesen obligatorios para
las comunas. La libreta prestaba grandes servicios, pero solo tenía
valor como referencia. Una circular del 30 de setiembre de
1950, erróneamente ha pretendido dar a las enunciaciones de la libre
ta la misma fuerza probatoria que a los extractos de las actas del
estado civil.
259 Esta libreta debe llevar los extractos y las menciones que
llevaba la primera. Se prevé un procedimiento para esto (art. 9).
250 Se ha previsto la forma de reconstrucción para el caso de pér
didas, robo o destrucción (art. 10). .
106 Las actas del estado civil
Sección 2
mismo incendio sin que sea posible reconocer los Cuerpos car
bonizados. En todos esos casos, las circunstancias que acompañaron
o siguieron a'L fallecimiento no permiten redactar un acta del
estado civil en las formas ordinarias; sin embargo se posee la
certeza absoluta del fallecimiento y por esto esas hipótesis difieren
de la ausencia que es la incertidumbre sobre la vida o la muerte.
Sería irrazonable decidir que las partes interesadas están
privadas de todo medio de prueba, ya que no cabe duda sobre la
realidad del hecho. Se trata solamente de crear una forma legal
apropiada. No se puede recurrir al oficial del estado civil, porque
hay hechos que deben ser apreciados, lo que supone un cierto
poder jurisdiccional. Será entonces el tribunal civil el encargado
de esta tarea. Se llega así a la idea de una verificación de las
defunciones por los magistrados que actúan en virtud de su poder
de jurisdicción voluntaria,
2.70 Una ley del 30 de abril de 1946 (mod. art. 90) se refiere a los
movilizados, prisioneros, refugiados, deportados, requisados para tra
bajos obligatorios, miembros de las fuerzas libres o de la resistencia.
En el caso en que una de esas personas haya desaparecido entre el
6 de setiembre de 1939 y el 1? de julio de 1946 sin que se tengan
noticias de ella, cualquier persona interesada puede hacer declarar
judicialmente el fallecimiento sin que haya necesidad de recurrir al
procedimiento de presunción de fallecimiento de los arts. 87 y 89. El
cónyuge, en este caso, recién podrá contraer nuevo matrimonio a la
expiración del plazo de tres años después de la sentencia declarativa
del fallecimiento.
126 Las actas del estado civil
Sección 3
Sección 4
§ 1. — De las nulidades
1054. Silencio voluntario de los textos. — El Código en nin
guna parte pronuncia la nulidad de las actas irregulares del estado
civil. Esto no es un olvido, las opiniones expuestas en las dis
cusiones del Consejo de Estado, en los discursos y en los in
formes muestran que el legislador no ha querido pronunciarse,
excepto para el matrimonio, respecto del cual existen varios casos
de nulidad reglamentados por los textos. Para el resto, ha prefe
rido remitirse a los jueces (Ver Instruction genérale, arts. 136—141).
§ 2. — De la rectificación
1059. Casos en que debe procederse a la rectificación.
— Hablando con propiedad, rectificar un acta es realizar
cambios, adiciones o supresiones para hacerla concordar con
la verdad. La rectificación supone por lo tanto que existe un
acta inscripta en los registros y que se la modifica. Los casos
en que es necesaria, son los siguientes:
l9 El acta es incompleta. No contiene todas las enuncia
ciones que debiera y corresponde realizar una o varias adi
ciones (Trib. Bordeaux, 13 de mayo de 1931, Gaz. Palais,
13 de junio);
2? El acta es inexacta. Hay errores de ortografía en los
nombres, o bien enuncia hechos falsos (ver para un caso
de error sobre el sexo de un niño en un acta de nacimiento,
Trib. civ. Soissons, 25 de julio de 1945, Gaz Pal., 30 de octu
bre) . Poco importa que esto haya sido conscientemente o por
error; se debe hacer la corrección (Trib. Toulouse, 6 de julio
de 1927, La Loi, 29 de agosto). Entran dentro de esta catego
ría las rectificaciones que resultan de un cambio de nombre
autorizado por decreto;
*
Anulación y rectificación de las actas ... 139
10
140 Las actas del estado civil
Sección 5
11
156 Las actas del estado civil
EL MATRIMONIO
Capítulo I
NOCIONES GENERALES
12
172 Nociones generales
1114.
♦ Carácter contractual del matrimonio. — Puesto
que los autores del Código civil no quisieron ocuparse de la
unión sexual, el único elemento importante que quedaba
en el matrimonio era el intercambio de los consentimientos.
Sección 2
§ 2. — La unión libre
1125. Bibliografía: Josserand, Chronique, D. H., 1932, p. 48. —
ÉJesiry, Rev. critique, 1932, p. 488. — P. Esmein, L’union libre, D. H.
1935, Chronique, p. 49; Le probléme de Vunion libre (Rev. trimes-
trielle, 1935, p. 747. — Savatier, Le droit, Vamour et la liberté,
1937. — Nast, Vers Vunion libre ou le crépuscule du mariage legal,
D. H., 1938; Chronique, p. 374. Tesis: Peytel, París, 1904. —
Benoit Cattin, Grenoble, 1922. — Denoix de Saint-Marc, Bordeaux,
1927. — Guinard, París, 1933. — Jourdan, Lille, 1923. — Mongex,
Lyon, 1938. Conditions de 1’épouse et de la concubine dans la lé
gislation frangaise, Recopilación de estudios diversos, pref. Pernot,
1956. — Granier, Epouse, concubine ou compagne, J. C. P., 1956,
1299. — Théry, Le concubinage en F ranee (Recherche de sociologie
juridique), Rev. trim. dr. civ., 1960, p. 33. — Noirel, Le droit civil
cantemporain et les situations de fait, 1959.
13
188 Condiciones de fondo del matrimonio
Sección 1
§ 1. — La aptitud física
1134. Diferencia de sexo. — Esta condición es tan evidente
que la ley no habla de ella. Es evidente que el matrimonio
supone la diferencia de sexo en las dos personas que se unen. Sin
embargo, en jusrisprudencia se ha planteado la cuestión en el
caso en que los órganos de un sexo faltan totalmente o están
tan mal conformados que el sexo se hace dudoso. Volveremos a
hablar de este caso en la teoría de las nulidades.
§ 2. — El consentimiento
P — La violencia
1145. Caracteres de la violencia. — A falta de una defi
nición de la violencia en materia de matrimonio, se aplican
los arts. lili y 1114, relativos a los contratos. La violencia es
toda coacción, material o moral que impide que, el consenti
miento sea libre, por ejemplo, ios malos tratos o las amena
zas de muerte. Con las formalidades actuales del matrimonio,
la celebración por la violencia parecería ser casi imposible.
Condiciones naturales de aptitud 195
2Q — El error
1148. Error sobre la persona. — El art. 180 no permite
más que una sola especie de error: el error sobre la persona.
Este artículo proviene del tratado de Pothier sobre el Ma
trimonio (núms. 308 a 314), donde se distinguen dos clases de
errores: 1Q el error sobre la persona, que destruye completamente
el consentimiento y que impide la realización del matrimonio;
29 el error sobre las cualidades de la persona, que no impide la
Condiciones naturales de aptitud 197
239 El primer cónsul hizo esta observación muy justa: “el error
no puede recaer sobre la persona física; sólo puede referirse a las
cualidades” (Thibaudeau, Mémoires sur le consulat, p. 429). Se cita
el ejemplo de Jacob, que quería casarse con Rachel, y que en cambio
se casó con Lía por efectos de una sustitución fraudulenta realizada
durante la noche por su suegro Laban (Génesis, 29).
198 Condiciones de fondo del matrimonio
Sección 2
CONDICIONES DE MORALIDAD
292 El nuevo código Italiano (art. 120) da, sin embargo, una so- < •
lución restrictiva: el error sobre las cualidades del cónyuge no es
una causa de nulidad a menos que resulte un error sobre la iden
tidad de la persona.
202 Condiciones de fondo del matrimonio
hijo. Del mismo modo, cuando un viudo con un hijo se casa con
una viuda que tiene una hija, el hijo de uno puede casarse con
la hija de la otra.
B. Plazo de viudez
1167. Carácter temporario de la prohibición. — Siem
pre que la mujer sobrevive a la disolución de su matrimonio,
la ley le impone un plazo de 300 días 297 que debe dejar
transcurrir antes de casarse nuevamente. La prohibición se
impone a la mujer en el caso de muerte del marido por el
art. 228 y para el caso de divorcio por el art. 296. Se lo ex
tiende por analogía al caso en que el matrimonio ha sido
anulado. Así, la expresión, plazo de viudez que se emplea ha
bitualmente, para calificarlo, es demasiado limitada, porque
sólo se adecúa a un caso sobre tres.
Sección 3
§ 1. — Generalidades
1172. Protección debida a los menores. 298 — El hombre
y la mujer contraen al casarse los compromisos más graves
de toda su vida: deben ser capaces de comprender su alcan
viembre de 1940 que dictaba esta medida, fue anulado por la Ord. del 2
de noviembre de 1945). Durante mucho tiempo, la necesidad de auto
rización se aplicaba aun a los hombres de la reserva que estaban en
sus hogares. En la actualidad está suprimida (ley del 31 de marzo de
1928, art. 58). El oficial del estado civil que celebraba a sabiendas el
matrimonio de un oficial, suboficial o soldado sin exigir el documento
con la autorización o sin agregarlo al acta de matrimonio, incurría en
la pena de destitución (Dec. de 1808, art. 3). El matrimonio de los
funcionarios del servicio exterior está sometido a las condiciones fija
das por el decreto del 15 de julio de 1938 (D. del 4 de setiembre de
1947 anulando el D. del 18 de julio de 1941 y el D. del 19 de setiembre
de 1951).
214 Condiciones de fondo del matrimonio
15
220 Condiciones de fondo del matrimonio
B. Hijos adoptivos
1196. Consentimiento del adoptante. — El Código civil au
torizaba sólo la adopción de mayores; por lo tanto, no había pre
visto la cuestión del consentimiento para el matrimonio del hijo
adoptivo. La ley del 19 de junio de 1923 permitió la adopción
de menores y a partir de entonces se planteó un grave problema.
El hijo, aun quedando en su familia natural, está bajo la patria
potestad del adoptante. La ley concede al adoptante el derecho
de consentir en el matrimonio del adoptado (art. 351 mod. dec.-ley
del 29 de julio de 1939). No era posible exigir varios consenti
mientos, por lo tanto se debía elegir. El adoptante parece estar
más en condiciones de estimar el valor del matrimonio proyectado;
además, los padres, al consentir en la adopción, han renunciado
en alguna forma a ejercer su derecho ele consentir en el matri
monio.
C. Hijos naturales
302 La fórmula está dada por la Instruction générale sur Vétat civil,
art. 304.
Consentimientos requeridos para el matrimonio ... 227
Sección 1
§ 1. — Los esponsales
1215. Definición. — Se llama “esponsales” al compromi
so que contraen dos personas entre sí para casarse más ade
lante.
El verbo “desposarse” tenía antiguamente el sentido ge
neral de prometer comprometiendo la fe; sólo se conservó
en la práctica, para las promesas de matrimonio. Y en la
terminología jurídica todavía se prefiere esta última expre
sión.
Ver Ambroise Colín, Des fiangailles, tesis, 1887; A. Esmein,
Le mariage en droit canonique, 2 vol, in-8Q, nueva edición por
Genestal du Chaumeil y Dauvilliers; de Suret, Les fiangailles et
le mariage, Bruxelles, 1914; Kaoüchawsky, La pro mes se de ma
riage en droit comparé, Rev. critique, 1913, p. 31; J. Carbonnier,
Terre et ciel dans le droit de mariage, Études Ripert, t. I, p. 329,
y sigts.; Travaux de la Commission de revisión du Code civil, 1946,
4? ed. p. 450.
A. Nociones históricas
1216. Sistema romano. — Los esponsales, sponsalia, eran com
pletamente distintos al matrimonio en el derecho romano clásico:
232 Celebración del matrimonio
B. Derecho actual
1221. Carácter no obligatorio de los esponsales. — En
la actualidad se ha consumado la ruina de los esponsales
como institución jurídica. Toda promesa de matrimonio ca
rece de valor civil. Las partes deben presentarse ante el
oficial del estado civil gozando de su plena independencia a
fin de que el consentimiento que dan entonces, sea realmente
libre; la ley no conoce otro. Asimismo el hecho de casarse
no puede ser objeto de una obligación válida: está fuera
del comercio jurídico.
Esta última consideración impone descartar el argumen
to de analogía que Josserand pretendió extraer del art. 1780
para reconocer a los esponsales el carácter de un verdadero
contrato (Josserand, Le probléme juridique de la raptare des
■fianqailles, D. H. 1927, p. 21): los esponsales de ningún modo
podrían ser colocados en un lugar paralelo con el contrato
de locación de servicios que puede cesar por voluntad unila
teral de cada una de las partes, dado que se celebra para un
plazo indeterminado. Los esponsales crean graves compro
misos, pero esos compromisos son de orden puramente moral.
234 Celebración del matrimonio
§ 2. — La publicación
1225. Definición y motivos. — El matrimonio debe ser
precedido por una publicación, es decir, por un anuncio pú
blico y debe transcurrir un cierto plazo entre esa publica
ción y la celebración del matrimonio. El legislador por ese
medio intenta desbaratar los posibles fraudes: debió prever
que ciertas personas tratarían de casarse sin reunir las con
diciones exigidas, ocultando su situación. La publicación tiene
indirectamente otra ventaja, pues da a los futuros esposos
tiempo para reflexionar e impide un matrimonio decidido sú
bitamente.
Es difícil el engaño por la falta de edad o por la falta de
consentimiento de los ascendientes, porque los oficiales del Registro
civil se hacen entregar las actas de nacimiento de las partes. Pero
es posible engañarlos sobre otros puntos, tales como el parentesco,
la afinidad, o la existencia de un primer matrimonio. Sobre todo
en las ciudades, los oficiales municipales no conocen a las partes;
ignoran si existen impedimentos y podrían prestarse de buena
fe a uniones ilícitas. Por lo tanto, para asegurar el respeto de
la ley, existe un gran interés en que el oficial público sea ad
vertido de la existencia del inmpedimento. La publicación está
destinada precisamente a obtener ese resultado, provocando las
oposiciones (núm. 933) o por lo menos, suscitando avisos oficiosos
(núm. 950); divulga el proyecto y se espera que, si existe un im
pedimento, éste sea conocido por algunas personas, y que éstas
se apresuren a notificarlo a la alcaldía.
238 Celebración del matrimonio
§ 1. — Lugar de celebración
1237. Obligación de casarse en una comuna determina
da. — El matrimonio no puede celebrarse en cualquier lu
gar; el derecho de contraer matrimonio es uno de aquellos
cuyo ejercicio está localizado. La ley quiere que las perso
nas se casen en la comuna donde tienen su domicilio, o su
residencia, porque allí son más conocidos que en otra parte
y sobre todo porque es allí donde existen más probabilidades
de que aparezcan las oposiciones, sí existe algún impedi
mento.
Esta regla moderna procede del principio fundamental pro
clamado por el Concilio de Trento, cuando se exigió la interven
ción del párroco, no fue la de un cura cualquiera, sino la dei
propio párroco, es decir, del propio párroco de uno de los cónyuges
estando determinada la competencia a ese respecto, por el domi
cilio de los esposos. Para la determinación del domicilio del
menor que está bajo tutela o administración legal, después del
divorcio de sus padres, ver Trib. civ. Seine, 29 de junio de 1948,
D. 1948, 545.
§ 2. — Forma de la celebración
1242. Publicidad de la celebración. — Los matrimonios
deben hacerse pilblicamente, y las puertas de la alcaldía
(o de la casa) deben permanecer abiertas, de modo que el
público pueda entrar y asistir.
308 Este favor fue ampliado en primer término para los trabaja
dores en Alemania (L. 9 de diciembre de 1943 y 20 de julio de 1944,
anulados por la Ord. de 2 de noviembre de 1945). Luego a toda persona
que, como consecuencia de la guerra, se encontrase en la imposibilidad
de comparecer personalmente (L. 4 de marzo de 1944, ratificada por Ord.
del 9 de octubre de 1945 y dejó de producir efecto el 1 de noviembre
de 1946, D. 25 de setiembre de 1946). Ver igualmente, para las perso
nas residentes en Indochina, D. 31 de diciembre de 1947; y para la guerra
de Corea, L. del 5 de abril de 1953.
309 El Código civil exigía cuatro, como el Concilio de Trento; la
ley del 9 de agosto de 1919 redujo el número modificando el art. 75.
La ley del 7 de febrero de 1924 que suprimió los testigos en las actas
del estado civil no comprende a los testigos del matrimonio.
248 Celebración del matrimonio
17
252 Celebración- del matrimonio
Sección 3
18
268 Sanción de las reglas relativas al matrimonio
Sección 1
OPOSICIONES AL MATRIMONIO
311 En. la redacción del art. 173 por la ley del 21 de junio de 1907,
antes de la palabra abuelo, se omitió decir, como lo decía el texto
anterior, a falta de la madre, el resultado.de esto era que los ascen
dientes del segundo grado tenían derecho a formular oposición con
currentemente con la madre. La ley del 9 de agosto de 1919 corrigió el
texto.
Oposiciones al matrimonio 271
312 Esto se ha hecho aún más cierto desde que todo mayor de 21
años puede casarse libremente
272 Sanción- de las reglas relativas al matrimonio
Sección 2
19
284 Sanción de las reglas relativas al matrimonio
315 La ley inglesa, del 30 de julio 1937 aumentó, sin embargo, los
casos de nulidad de matrimonio y las causas de divorcio. Sobre la ley
alemana del 6 de julio de 1938, ver Vovin, Dworce et nullité du, mariage
en études de droit Memand (Mélanges Oflag II B), 1943, p. 357.
Nulidades del matrimonio 285
§ 4. — Nulidades absolutas
A. Causas de nulidad absoluta
1323. Enumeración. — Las causas de nulidad absoluta
de un matrimonio son seis: 1- la falta de consentimiento; 2°
la bigamia; 3? el incesto; 49 la impubertad; 5° la clandestini
dad; 6o la incompetencia del oficial del Registro civil.
El particularismo de la reglamentación se manifiesta en
que las tres últimas causas pueden desaparecer.
las formas cuando éstas han sido establecidas solo para asegurar
el respeto de las reglas de fondo? La observancia de la ley
está suficientemente garantida por las sanciones penales previstas
en el art. 193.
20
300 Sanción de las reglas relativas al matrimonio
321 La nulidad del matrimonio debe ser demandada por vía de ac
ción principal y no podría ser opuesta como medio de defensa a una
acción de divorcio (Req., 7 mayo 1932, D. H. 1932, 263; S. 1933, 1, 97,
nota de Béquignon-Lagarde) .
Nulidades del matrimonio 303
§ 5. — Nulidades relativas
1354. Causas de nulidad. — Las causas de nulidad relati
vas del matrimonio, son las mismas que las de los contratos
ordinarios: un vicio del consentimiento (arts. 180-181) y la
incapacidad (arts. 182-183); pero en ambos casos existen
reglas propias para el matrimonio.
29 — Régimen de la acción
1364. Prescripción anual. — Cualquiera sea la persona
que ejerce la acción (ascendiente o esposo menor), la acción
Nulidades del matrimonio 313
A. Efectos de la sentencia
1369. Principio. — Cuando un matrimonio se declara nu
lo o es anulado, ya no puede producir ningún efecto; y desapa
recen todos los que pudo producir hasta entonces, porque
se considera que nunca existió. La apariencia de legitimidad
que el hecho de la celebración había prestado a la unión
de esas dos personas, se destruye retroactivamente por la
sentencia judicial que declara la nulidad. Quod nullum est
nullum producit effectum.
B. Autoridad de la sentencia
1371. Importancia de la cuestión. — El principio de la autori
dad relativa de la cosa juzgada ha sido aplicado como hemos visto,
a las sentencias referentes al estado de las personas (núm. 847).
Pero se plantea la cuestión de saber si no existe alguna razón parti
cular para admitir una excepción para las nulidades del matrimonio.
En los asuntos de interés pecuniario, las personas interesadas son
siempre pocas, frecuentemente son solo dos, el demandante y el de
mandado. Aún cuando hubiese más personas, es fácil hacer interve
nir a todas y terminar la cuestión en una sola instancia de modo que
no pueda volver a plantearse en el futuro. En las cuestiones de ma
trimonio, no sucede lo mismo: el estado de una persona casada la
sigue en todas sus relaciones con todas las demás. Existe por lo tan
to un gran interés en que el estado de los esposos sea fijado de una
manera absoluta, es decir, que seo el mismo respecto a todo el
mundo. Es una condición para la seguridad de los negocios.
Ver Dufnoir, tesis, París; 1893 y Chéneaux, tesis, Bordeaux,
1895.
cial para esta materia; se funda sobre una idea general, a saber:
que no se presume que nadie contravenga a sabiendas la ley.
Pero los jueces tienen un poder soberano para apreciar la mala
fe (Req., 19 de octubre de 1927, S. 1927. I. 383) y las circunstancias
de la causa en la práctica ejercen una gran influencia (ver sobre
este punto, las observaciones de M. Geny, nota citada). Se obser
vará además, que si la presunción de buena fe permite obtener con
mayor facilidad el beneficio del matrimonio putativo, este benefi
cio debe ser reclamado (núm. 1377).331
332 La cuestión no ofrece dudas después del fallo de' las cámaras
reunidas del 8 de marzo de 1939. D. H. 1939, 193. Todos los hijos que
nacen del matrimonio son legítimos, por ejemplo un hijo nacido de un
matrimonio que estaba viciado-por bigamia, es legítimo, aunque por
hipótesis sea fruto de un adulterio. Ver una solución expresa en este
sentido en la ley del 22 de setiembre de 1942 (art. 10), convalidada
por la Ord. del 5 de abril de 1944.
Nulidades del matrimonio 329
22
332 Sanción de las reglas relativas al matrimonio
EL DIVORCIO
Sección 1
EL DIVORCIO EN LA LEGISLACION
§ 1. — Evolución de la legislación
333 Esta parecería ser la verdadera razón, más bien que la inter
pretación de los textos sagrados.
339 La tesis que citamos de Fr. Olivier - Martin da, sobre estos
abusos del divorcio, indicaciones que necesitan ser apoyadas en refe
rencias a documentos de la época para ser creíbles.
338 El divorcio
341 Según lo que se dijo anteriormente (núm. 298 (t. I}, la aplicación
inmediata de las nuevas leyes a los matrimonios celebrados anterior
mente no ofrece dudas. A partir de la puesta en vigor de la ley de
1941 los jueces sólo pudieron pronunciar el divorcio por las causas de
finidas por los nuevos artículos 229 y 232, aunque los hechos alegados
fuesen anteriores a la ley. Ver también para el plazo de tres años del
art. 223, derogado en la actualidad (Seine, 5 de mayo de 1941, D. A.
1941, 206; Marsella, 2 de mayo de 1941, ibíd., 2 de julio).
340 El divorcio
342 Planiol (t. I, núms. 1140 y sigts.) presentó una defensa bastante
vigorosa del divorcio y la atenuó en seguida (núm. 1146).
343 No creemos que pueda aceptarse la proposición hecha por M. L.
Mazeaud (Chronique, D. 1945, p. 11) y retomada por M. H. Mazeaud
ante la comisión de revisión del Código civil (Travaux, 1947, p. 498 y
sigts.), que consistiría en dar a los esposos al casarse la elección entre
el matrimonio indisoluble y la posibilidad de un divorcio eventual. In
dependientemente de la consideración de que la opción por el matri
monio indisoluble muy a menudo podría acompañarse en uno de los
esposos por una restricción mental, seguida de una compulsión moral,
se atentaría contra el principio esencial de nuestro derecho laico, según
el cual no pueden contraerse compromisos válidos por un plazo indefi
nido. Además, un católico, puede tener necesidad de suplir con el divor
cio la rareza de las causas de nulidad del matrimonio civil.
342 El divorcio
Sección 2
CAUSAS DE DIVORCIO
23
348 El divorcio
l9 — Adulterio
2* — Condena criminal
1426. Motivo del divorcio. — La deshonra resultante de
una condena a una pena grave, recae indirectamente sobre el
cónyuge del condenado; la ley reconoce a ese cónyuge, herido
en su honor, el derecho de obtener la ruptura del matrimo
nio.353
Esto supone que el cónyuge no aprobó la actividad criminal
del condenado (Trib civ. Seine, 5 de febrero de 1947, D. 1947. 175,
J. C. P. 1947. 3501, nota de A. S.; Trib. civ, Toulouse, 22 de diciem
bre de 1947, Gaz. Palais, 1948. 1. 157; contra: Lyon, 27 de mayo de
1947, D. 1947. 410). Del hecho que la condena criminal es una
condena perentoria de divorcio, no podría deducirse que el juez no
tenga que investigar si uno de los esposos ha cometido una falta
hacia el otro (Comp. lo que se dijo en el núm. 1425 respecto al
adulterio). Ver Lagarde, Rev. trimestrielle, 1947, p. 181.
24
364 El divorcio
Sección 3
ACCION DE DIVORCIO
1441. Reglamentación del procedimiento de divorcio en el Có
digo civil. — El procedimiento de divorcio, que debía figurar en
el Código procesal, está regulado por el Código civil, porque en
1803 no se sabía si el Código procesal se haría rápidamente, y
no se quería esperar su terminación para reprimir los abusos que se
venían produciendo en los últimos diez o doce años. En 1884 y en
1886 cuando el divorcio fue restablecido, no se creyó prudente su
primirlas del Código civil donde era habitual ir a buscar las reglas
procesales de divorcio, para incluirlas en el Código de procedi
mientos.
1886, inserta en el Código civil, cuyos arts. 234 a 253 fueron alterados
por aquella ley que derogó los arts. 253 al 274 sin haberlos substitui
do. La simplificación del procedimiento de divorcio, fue el principal
objetivo de la ley de 1886. En 1803, se estableció un procedimiento
lento y complicado, a fin de que en la práctica, los divorcios fuesen
escasos y más difíciles de obtener. En 1884, esas demoras, por los gas
tos que acarreaban tantas formalidades, parecieron al contrario, tra
bas inútiles. Otra causa más motivó la reforma, y fuen que en el pri
mitivo sistema del Código, la investigación (declaración de los tes
tigos) se hacía en la audiencia, es decir, ante el tribunal completo.
Con la afluencia de causas que se produjo fue necesario simplificar
el procedimiento; se llegó a esto por diversos medios y particular
mente sustituyendo la forma corriente de investigación por la for
ma especial establecida en el Código civil. De este modo se gana
mucho tiempo; pero las partes han perdido también las garantías
resultantes de la forma antigua que hacía que todo el tribunal fuese
juez de la declaración de los testigos.
La ley del 2 de abril de 1941 cuyas disposiciones fueron repro
ducidas, con excepción de una, por la ordenanza del 12 de abril
de 1945, dio una nueva orientación a la reglamentación: con la mo
dificación de los arts. 238, 239, 248 y 249, aportó reformas impor
tantes al procedimiento con el propósito de restringir la excesiva
facilidad del divorcio.
§ 1. — Ejercicio de la acción
1«? — Prescripción
1456. Diversas soluciones propuestas. — ¿Existe una prescrip
ción extintiva de la acción de divorcio? Toullier quería aplicar por
analogía el art. 957 que limitaba a un año la duración de la acción
de revocación de una donación por ingratitud; pero esta extensión
en este caso de un artículo escrito para una materia completamen
te diferente, es demasiado arbitraria para que pueda ser admitida.
4° — Reciprocidad de agravios
25
380 El divorcio
§ 2. — Demanda de divorcio
A. Competencia
1464. Competencia exclusiva de los tribunales civiles. — La
demanda de divorcio entra naturalmente en la competencia de los
tribunales civiles. Solo ellos pueden conocer de ella. En consecuen
cia, un tribunal represivo, que interviene con motivo de un hecho
que constituye una causa de divorcio, no podría pronunciar el di
vorcio en forma accesoria a la pena: las jurisdicciones represivas
pueden pronunciarse sobre la acción civil que nace de un crimen
o de un delito (art. 3 del C. instr. crim.), pero esa acción civil tie
ne como único objeto la demanda de una indemnización pecuniaria
destinada a reparar el perjuicio.
B. Introducción de la demanda
l9 — Demanda previa
original del art. 239, se indica que el Presidente hará a los esposos
“las observaciones que considere adecuadas para obtener una re
conciliación”.
Los procuradores y abogados comienzan su actuación con las
medidas provisorias que contiene la providencia donde consta la
no conciliación.
A. Generalidades
1° — Separación de residencia
29 — Pensión alimentaria
26
396 El divorcio
B. Pruebas
1° — Pruebas normales
1502. Aplicación del derecho común. — Cuando la demanda
se funda sobre hechos puros y simples, tales como violencias, inju
rias, adulterio, puede admitirse la prueba por todos los medios del
derecho común. (Cass., 13 de noviembre de 1889, D. 90. 1. 36; 90.
1. 388; 17 de marzo de 1924, D. H. 1924. 286; 27 de noviembre de
1935, D. H. 1936. 37; Pau, 27 de febrero de 1952, J. C. P. 1952, 7165,
nota de Brunet). Para la prueba por presunciones: Cass. civ., 29
de marzo de 1949, Gaz. Palais, 25 de mayo. Como. Trib. Seine, 28
de junio de 1939, Gaz. Palais, 1939, 2. 253, sobre la imposibilidad de
usar un fonógrafo que hubiese registrado las palabras injuriosas.
Ver Plaisant, De la preuve testimoniales et de Venquéte en ma-
tiére de divorce, tesis, Poitiers, 1930.
Para el adulterio, puede emplearse a veces el acta policial o la
constancia de la que hemos hablado en el núm. 1424. En cuanto a
las condenas penales, se prueba normalmente por un certificado del
actuario, pero el antiguo art. 261 que prescribía este medio de prue
ba fue derogado y la prueba podría resultar de un simple extracto
del registro de condenas penales.
402 El divorcio
33 * * * * * 9 — Pruebas prohibidas
1506. Confesión del demandado. — En cualquier otra materia,
la confesión de la persona acusada de un hecho se considera como
la mejor de las pruebas, más aún, ya no hay necesidad de suminis
trar una “prueba” porque ya no hay más discusión. No obstante,
en materia de divorcio, la confesión del demandado no se admite
como prueba. Esto es porque su confesión puede no serle totalmente
desfavorable, si desea el divorcio, en cuyo caso puede confesar qui
méricos agravios para obtenerlo: como la ley prohíbe el divorcio
por mutuo consentimiento, no es posible dejar a los esposos un
medio indirecto de obtenerlo acusándose de faltas imaginarias que
el pretendido culpable confesaría ante la justicia; su confesión es
sospechosa, porque puede ser interesada. Sin embargo, cuando
Acción* de divorcio 405
C. Recursos
1® — Apelación
2° — Recurso de casación
1510. Procedimiento de urgencia. — En virtud de la ley del
27 de julio de 1947. que modificó la organización y el procedimien
to de la Corte de casación (núm. 173 [t. I]), el recurso de casación
contra una decisión dictada en materia de divorcio, es objeto de un
pro ce di miento de urgencia (art. 34). Es decir, que salvo el plazo de
dos meses previsto para la presentación del recurso (art. 17) y el
plazo de tres días previsto para la presentación de las piezas antes
de que la causa sea llevada a la audiencia (art. 26, inc. 2), todos
los plazos fijados para el procedimiento ordinario (art. 15 y sigts.)
son reducidos a la mitad (art. 34).
3° — Oposición
1513. Plazos especiales. — Se presentaba un grave peligro
respecto al divorcio cuando la sentenica se dictaba en rebeldía: se
podía temer que el vencido no hubiese tenido conocimiento de la
demanda entablada contra él. El art. 247, inc. 2 prescribe en conse
cuencia que la sentencia sea notificada a la parte vencida por un
ujier delegado por el tribunal, y esta notificación hace correr los
distintos plazos que se le. conceden para formular oposición y que
son diferentes de los plazos del derecho común, a saber:
l9 Un mes, a contar de la notificación hecha personalmente;
29 Ocho meses, a contar desde el último acto de publicidad
cuando la notificación no pudo hacerse al mismo esposo (art. 247,
último inciso). Se teme que la notificación, aún entregada en el
domicilio del esposo, en manos de un criado o de un portero pueda
no llegar a su destinatario.
408 El divorcio
D. Consentimiento y desistimiento
1516. Consentimiento: distinción hecha por la ley. — Se lla
ma “consentimiento'’ a la aceptación por una parte de la decisión dic
tada, aceptación que le quita el derecho de impugnarla. La cues
tión de saber si es posible el consentimiento en materia de divor
cio, era antes controvertida; la ley del 18 de abril de 1886 ha hecho
una distinción. Prohíbe consentir la sentencia que pronuncia el di
vorcio (art. 249), queriendo así reservar hasta último momento el
ejercicio de un recurso que tendrá tal vez el efecto de impedir el
divorcio conduciendo a modificar la decisión que lo admitió. Pero
permite al demandante consentir la sentencia que rechaza la deman
da de divorcio. En los dos casos, la solución se inspira en el deseo
de obstaculizar el divorcio (Nancy, 17 de julio de 1891, D. 92. 2.
56, S. 91. 2. 112; Nancy, 12 de febrero de 1903, S. 1903. 1. 189; Cass.,
16 de febrero de 1916, D. 1916. 1. 251, S. 1917. 1. 21).
362 La nueva regla del art. 158 del C. proc. civ. (mod. por el decreto-
ley del 30 de octubre de 1935) según la cual el ujier debe recordar
al vencido el plazo de oposición y mencionar el cumplimiento de esa
formalidad, no es aplicable a la notificación de la sentencia de divorcio
en rebeldía (Req.. 30 de enero de 1939, D. P. 1939, I, 45, sobre París,
24 de febrero de 1938, D. H. 1938, 281).
Acción' de divorcio 409
§ 5. — Ejecución de la sentencia
27
412 El divorcio
Sección 4
EFECTOS DEL DIVORCIO
Esa distinción hecha por la ley entre las partes y los ter
ceros, no es feliz. Es admitida en el derecho francés para las
consecuencias pecuniarias de un acto jurídico, pero la sen
tencia de divorcio crea para la persona un nuevo estado que
difícilmente puede ser dividido: no puede admitirse enton
ces que hasta la transcripción se tenga como no producido
el divorcio respecto de los terceros y que éstos no puedan,
si tienen interés, prevalerse de él. La fórmula legal debe
interpretarse en un sentido que resulte exclusivamente favo
rable a los terceros: lo que significa que los esposos no pue
den oponer su divorcio a los terceros, mientras no esté trans
cripto. Conviene además restringir la reserva de la ley a los
efectos del régimen matrimonial (Ver Traite predique, I,
núm. 624; Rouast, nota D. 1924. 2. 113).
vil, pero, de acuerdo a los términos mismos del nuevo art. 216,
esta capacidad sufre limitaciones que resultan del régimen matri
monial adoptado. Basta por lo tanto con aplicar la solución anterior:
la mujer no puede invocar contra los terceros una limitación de ca
pacidad, con el pretexto de que el divorcio no ha sido transcripto.
28
428 El divorcio
LA SEPARACION DE CUERPOS
Bibliografía: Massol, De la séparation de corps, 2* ed., 1875, —
H. Coulon, La séparation de corps et le divorce, 1890-1897, 5 vol. —
K. Zarzycki, Le divorce et la séparation de corps compar és dans
leusr causes, tesis, París, 1903. — A. Tissier, Revue critique, 1901, p.
577 y sigts. — Van Dleevoet, La séparation de corps et la loi (belge)
du 20 de mars 1927, Louvain, 1918. — Le Picard, La communauté de
vie conjúgale, obligation des époux, tesis, París, 1929. — Richardot,
Les pactes de séparation amiable entre épousc, tesis, Dijon, 1930. —
Ver en otro Traite pratique, t. II, núms. 658 y sigts.
Sección 1
§ 2. — Ejercicio de la acción
A. Atribución de la acción
1565. Necesidad de una sentencia. — La separación de
cuerpos debe ser pronunciada por la justicia. Se requiere una
sentencia, porque los esposos no pueden por su autoridad
privada, dispensarse de las obligaciones nacidas del matri
monio. Toda separación voluntaria, consentida voluntaria
mente entre los esposos, es nula y de ningún efecto;370 371
puede suceder que ambos esposos consientan en respetarlas
(Req., 22 de octubre de 1945, S. 1947. 1. 53, nota de Delaume).
Sin embargo, en la práctica, hay muchas separaciones amiga
bles, Ver, Richardot, Des pactes de séparation amiable entre
époua:, tesis, Bijón, 1930; Savatier, Rev, trimestrielle, 1931.
C. Procedimiento
Sección 2
29
444 La separación- de cuerpos
A. Separación de bienes
1584. Disolución de la comunidad. — La separación de
cuerpos acarrea como consecuencia la separación de bienes
(art 311, inc. 2). Si existe una comunidad de bienes entre los
esposos, se liquida esa especie de sociedad; cada uno toma su
parte del activo y del pasivo, y ya no hay bienes comunes
entre ellos.
Sección 3
A. Forma de la reconciliación
374 Se debe agregar que sigue siendo posible una demanda prin
cipal de divorcio (Cass., 13 de abril de 1921, D. 1923. I. 206).
Cesación de la separación de cuerpos 451
B. Efectos de la reconciliación
1604. Efectos sobre las ralaciones personales de los
esposos. — Cuando los esposos se reconcilian, el régimen que
resultaba de la sentencia cesa de pleno derecho. La vida en
común retoma su curso, y el marido se encuentra de nuevo
en posición de ejercer en toda su plenitud, las prerrogativas
de jefe de la familia y este carácter le es devuelto, si lo había
perdido (núm. 2150 y sigts. [t. III]); la mujer ya no tiene
domicilio separado; los hijos vuelven bajo la autoridad exclu
siva del padre; desaparecen las caducidades legales (Civ., 13
de abril de 1929, D. H. 1929. 298, S. 1929. 1. 305; para el dere
cho a pensión).
A. Demanda de conversión
1610. Quien puede pedir la conversión. — El Código Na
poleón solo acordaba esta facultad al cónyuge culpable, aquél
contra quien se había pronunciado la separación.379 Se veía
en ese artículo el pensamiento de los redactores del Código,
que admitieron a regañadientes la separación de cuerpos.
Quisieron hacer una situación provisional, esencialmente tem
poraria, que debía terminar necesariamente por la reconci
liación o por el divorcio. Era, según la expresión de Jules
Simón, tres años de penitencia con el divorcio al final.
Semejante sistema tenía un inconveniente grave, ponía al
esposo inocente a merced del culpable. Tal vez el demandan
te se abstuvo de pedir el divorcio porque su fe religiosa se
lo prohibía y al cabo de tres años su cónyuge se lo imponía.
Esta perspectiva podía llegar a impedir la demanda de se
paración, por el temor de más tarde verse frente a un divor
cio no querido.
En 1884 se adoptó un sistema diferente: el derecho a pe
dir la conversión fue acordada igualmente a ambos cónyuges.
Se propuso en la discusión apartarse aún más del Código
civil reservando ese derecho exclusivamente al esposo ino
cente. Esta sugestión fue descartada con el pretexto de que
la separación es una situación antisocial y que debe cesar
por un interés superior, cuando la reconciliación es decidi
damente imposible.
30
460 Separación de cuerpos
B. Efectos de la conversión
LA FILIACION
Cuarta Parte
LA FILIACION
REGLAS GENERALES
LA FILIACION LEGITIMA
Sección 1
31
476 La filiación legítima
pero se Ies había pedido que extrajeran una consecuencia del prin
cipio afirmado en el citado fallo del 8 de enero de 1930. Admitieron
esa consecuencia, y al mismo tiempo, confirieron una autoridad par
ticular al principio. “El hijo nacido durante el matrimonio es legíti
mo, declara el fallo de las cámaras reunidas, y posee, desde la época
de su concepción, aunque ésta sea anterior al matrimonio vocación
a la renta atribuida a los hijos legítimos por la ley del 9 de abril de
1898”. No podría haberse precisado con más nitidez que la legitimi
dad puede preexistir al matrimonio.
Sección 2
§ 1. — El acta de nacimiento
§ 2. — La posesión de estado
Sección 3
§ 1. — Desconocimiento de paternidad
1664. Definición. — Se llama “desconocimiento” a la ac
ción que tiene como fin hacer caer la presunción de paterni
dad establecida contra el marido en caso que éste no pueda
ser el padre del hijo.
Cuando es el marido quien niega la paternidad, se comprende
el nombre de desconocimiento; este nombre es mucho menos exacto
cuando son los herederos del marido quienes, después de su muerte,
impugnan la filiación del hijo. En realidad, éstos no tienen nada
que “reconocer” o “desconocer”. Sin embargo, el art. 318 continúa
492- La filiación legítima
A. Casos de desconocimiento
1668. Las dos variedades de desconocimiento. — Los ca
sos en que está permitido al marido declinar la paternidad de
un hijo, caen dentro de dos clases:
l9 Cuando la concepción del hijo tuvo lugar durante el
matrimonio y en un momento en el que nada dispensaba a los
esposos de su obligación legal de cohabitar, la presunción
de paternidad del marido tiene toda su fuerza que es muy
grande. En efecto, en ese caso, los esposos se encontraban en
las condiciones normales de la vida conyugal y la presunción
está establecida principalmente para esa situación. En conse
cuencia, solo puede caer frente a úna prueba segura de la no
paternidad del marido.
29 Por el contrario, cuando la concepción del hijo se ubica
en un momento en que el matrimonio no existía o aún en
un momento en que los esposos estaban dispensados de su obli
gación legal de cohabitación, la fuerza de la presunción de
paternidad contra el marido es mucho más débil. Falta su
fundamento (núm. 1644) y si la ley la mantiene, a pesar de
ello, también permite que caíga frente a la simple negativa
del marido. Si el marido afirma que no es el padre del hijo
concebido antes del matrimonio, o durante una separación
regular, se estará a su palabra salvo el derecho de sus adver
sarios a oponerle ciertas excepciones previstas y determina
das por la ley.
Para indicar el carácter de excepcional que tiene en ese caso el
desconocimiento, muchos autores lo llaman desconocimiento peren
494 La filiación- legítima
33
508 La FILIACIÓN' LEGÍTIMA
§ 3. — Impugnación de legitimidad
1714. Definición. — La acción de impugnación de legiti
midad es aquella por la que se discute a un hijo el carácter
de legítimo. Supone que la filiación del hijo no está en juego,
y que el litigio planteado recae exclusivamente sobre su le
gitimidad o ilegitimidad.
Impugnación- de la filiación legítima 517.
A. Casos de impugnación
1715. Sobre qué puede recaer la impugnación. — Como
la cuestión de la paternidad del marido de la madre interesa
a una cuestión de filiación (núm. 1652) y sólo puede ser re
suelta en un sentido contrario a la presunción del art. 312,
por la acción de desconocimiento (núm. 1664), la impugna
ción solo puede recaer sobre dos elementos constitutivos de
la legitimidad: V la existencia del matrimonio de los padres;
29 la concepción o el nacimiento del hijo durante el ma
trimonio.
Se comprueba sin embargo que en ciertos casos la im
pugnación plantea indirectamente la cuestión de la paternidad
porque ésta está entonces supeditada exclusivamente a la
cuestión de la legitimidad.
B. Ejercicio de la acción
1722. Personas que pueden ejercer la acción. — La acción de
impugnación de legitimidad está abierta a toda persona interesada.
Siempre que una persona tenga un interés nacido y actual en hacer
verificar que el hijo nacido de una determinada mujer no es legíti
mo, este derecho le será reconocido simplemente porque la ley no
ha restringido el ejercicio de la acción. Así, podrán establecer la
ilegitimidad del hijo:
l9 Los parientes del marido que quieren eliminar al hijo de su
sucesión o de la sucesión de otro representante de la rama paterna;
2Q Los parientes de la madre muerta que quieren reducir la
parte sucesoria del hijo a la cuota atribuida a los hijos naturales, o
eliminar al hijo de la sucesión de un miembro de la rama materna,
ya que el hijo natural no sucede a los parientes de su madre;
39 El marido puede tener interés, después del divorcio, en im
pugnar la legitimidad de un hijo de su mujer nacido después de
haber transcurrido más de 300 días de la disolución del matrimonio;
49 El hijo mismo, en el caso en que un ascendiente de su ma
dre entablase contra él una demanda de alimentos; no le debe nada
debido a su carácter de hijo natural.
Sección 4
3S8 El art. 323 contempla el caso en que el hijo hubiese sido ins
cripto “como hijo de padre y madre desconocidos”. Esta mención está
prohibida a partir de la ley del 7 de febrero de 1924.
Investigación judicial de la filiación legítima 523
§ L — Atribución de la acción
§ 2. — Prueba de la filiación
1737. Objeto de la prueba. — El reclamante no solo debe
probar su filiación; debe además establecer la legitimidad.
Como la cuestión de la legitimidad estuvo siempre reglada en la
forma que hemos expuesto anteriormente (núm. 1630), el Código
sólo se ocupó de la prueba de la filiación. En realidad, el recla
mante sólo tiene que probar la maternidad: dado que se trata por
hipótesis de un caso de filiación legítima, la paternidad se establece
por vía de presunción. El reclamante no necesita probar que su padre
es el marido de la madre. Pero la presunción no tiene aquí su
fuerza habitual.
•<■
1738. Diferencia entre la prueba de la filiación y el estable
cimiento de la genealogía. — Se admite que cuando una persona
pretende establecer su genealogía para determinar su parentesco
con otra, puede producir libremente esa prueba, de la que resultará
su vocación sucesoria (Req., 28 de julio de 1885, S. 87. 1. 261;
9 de abril de 1894, D. 94. 1. 401; Civ., 8 de marzo de 1904, D. 1904.
1. 246; Req., 24 de febrero de 1908. D. 1908. 1. 254). Por lo tanto es
necesario distinguir nítidamente esta acción para el establecimiento
de la genealogía de la acción de reclamación de estado que exige
la presentación de pruebas determinadas por la ley. Pero la distin
ción no es fácil ya que en ambos casos se plantea una cuestión
de filiación. Consideramos que debe hacerse la siguiente diferen
ciación: cuando una persona establece su genealogía, se atiene a las
situaciones aparentes y no discute la filiación: por el contrario,
la acción de reclamación de estado tiende a rectificar una situa
ción aparente por la prueba de la verdadera filiación (Vqf civ.,
9 de marzo de 1926, D. 1926. 1. 225, nota de Rouast, S. 1926. 1. 337,
nota de Vialleton).
INVESTIGACIÓN JUDICIAL DE LA FILIACIÓN LEGÍTIMA 537
A. Prueba de la maternidad
1739. Condición requerida para la admisión de la prue
ba testimonial. — Se trata de probar dos hechos puros y
simples: el parto de la pretendida madre y la identidad del
hijo. En las condiciones en que se intenta la acción, el recla
mante recurrirá naturalmente a la prueba por testigos. Pero
los redactores del Código que recordaban ciertos preceden
tes judiciales del antiguo derecho, especialmente el sonado
caso Choiseul (núm. 1751, nota 390) desconfiaron de los tes
timonios: los intereses en juego son considerables, y bien valen
algunos sacrificios en dinero: por lo tanto, es de temer la
presentación de testigos comprados. Así se explica que la
prueba testimonial no sea admisible si nada corrobora esos
testimonios. El reclamante, no podrá pedir que se abra la
información si su pretensión no es apoyada por un principio
de prueba, es decir, por algo que apoye su demanda aunque
por su naturaleza no pueda eliminar todas las dudas y produ
cir la convicción de los jueces (art. 323, inc. 2). La prueba
así comenzada, podrá ser completada por las declaraciones
de lo» testigos. Los "principios de prueba” (son llamados
también adminicules) que dan lugar a la prueba por testigos
son de dos clases: sea escritos sea hechos materiales o indicios.
3S
544 La. filiación legítima
1751. Discusión de los motivos del art, 326. — Ante los tribu
nales criminales, antiguamente era admisible la prueba por testigos,
sin condición ni garantía alguna. Como se acababa de ordenar una
medida de precaución exigiendo un principio de prueba por escri
to o indicios materiales serios, para evitar los fraudes en las accio
nes de investigación de la filiación, se quiso retirar a los tribunales
criminales la competencia en esas acciones. Se temía que un indivi
duo, formulando la cuestión ante esos tribunales, eludiese la ley y
pudiese presentar testigos sin ningún principio de prueba. Los re
dactores del Código quisieron poner fin a los abusos cometidos bajo
el antiguo derecho (Fenet, t. X, p, 229).
La jurisprudencia admitía, de acuerdo a las conclusiones del
abogado general Gilbert Des Voisins en el caso Choiseul en 1724
que cuando se trataba de perseguir en lo criminal una supresión de
estado, la disposición, de la ordenanza civil no era un obstáculo para
la admisión de la prueba por testigos: se daba como razón para esto
que en materia de crímenes, la justicia, no rechaza ninguna clase
de pruebas.
396 Se trata de un proceso celebrado en 1723 por una señorita lla
mada Saint-Cyr contra el duque de Valliére: era hija adulterina de la
duquesa de Choiseul que la había alumbrado clandestinamente el 8 de oc
tubre de 1697; en el proceso, se presentó un cuaderno del partero Leduc,
fallecido hacía 10 años, que relataba el hecho. La acción intentada por
ella en lo criminal fue rechazada, pero se la autorizó a recurrir a la
justicia civil, y un fallo del 18 de julio de 1726 la declaró legítima.
Tronchet y Portalis se refirieron a este caso (Fenet, t. X, ps. 34 y 37),
que está relatado en forma completa en el Dictionavre des Arréts, de
Brillos (t. III, V9 Grossesse, p. 541; t. V, V<? Registre, ps. 731-745, y t VI.
V? Temoin, p. 519-549). También en el Nauveau Denizart, V? État, t. VIII,
p. 6 y sigts. y p. 17 y sigts. Ver igualmente, Baraduc, op. cit., p. 73 y
sigts.
Investigación judicial de la filiación legítima 545
391 Esta nota tenia por objeto fijar la jurisprudencia sobre las
cuestiones prejudiciales, que se plantean frecuentemente ante las ju
risdicciones represivas, cuando un punto de derecho civil, comercial
o administrativo se presenta y debe ser resuelto previamente a la
cuestión de derecho criminal que le está sujeta y que es la única que
es de ^u competencia. El texto fue publicado por Mancin, Traite de
Vactión publique et de Vaction civile, 1?- ed„ 1837; 3? ed., 1876, t. I,
núm. 2,40. Se encuentra en Dalloz, Jur. gén., V? Question prejudicielle,
núm. t; merece llamar la atención no sólo por su importancia, sino
por su carácter que la aproxima en forma singular a los antiguos fallos
reglamentarios prohibidos por el art. 5.
546 La filiación legítima
392 El Código civil parecería que hace alusión aquí a un delito parti
cular que tuviese como efecto privar al hijo de la prueba regular de su
filiación y llevaría el nombre de supresión de estado. Este delito existía
en el Código penal de 1791 (segunda parte, tít. II, sec. I, art. 32), pero
no figura en el Código penal de 1810. Esto no hace que la supresión
de estado quede impune, pero no puede ser atacada en virtud de una
incriminación general que engloba todos los casos en que se produce.
En la actualidad, está contemplada por textos variados y calificada por
los medios que sirvieron para perpetrarla. Es a veces una falsificación
de escritura (arts. 145, 146 y 147 del C. pen.) o una omisión de decla
ración (art. 346 del C. pen.) o una inscripción del acta en hoja suelta
(art. 192 del C. penal.), una destrucción de registros del estado civil
(art. 439 del C. pen.) o, finalmente, un acuitamiento, una suposición o
una substitución, de hijo (art. 345 del C. pen,).
Investigación judicial de la filiación legítima 547
cuestión llega ante el tribunal civil sin haber sido prejuzgada por
otros (Cass. crim., 5 de noviembre de 1921. D. 1922. 5. 8; París,
4 de marzo de 1941, Gaz. Palais, 1941. 1. 375).
La cuestión de la filiación forma así, en relación al proceso
crifninal, lo que se denomina una cuestión prejudicial. Ahora bien,
hay dos clases de cuestiones prejudiciales. Unas, no impiden que el
juez criminal sea regularmente competente en el proceso; solamente
le impiden pronunciarse antes que la cuestión prejudicial sea
resuelta por el tribunal competente: estas son las cuestiones pre
judiciales a la sentencia. Los otras impiden aún el ejercicio de la
•acción, que no puede ser intentada válidamente antes de su propia
solución: son las cuestiones prejudiciales a la acción. Es entre estas
últimas que debe colocarse la cuestión prejudicial que recae sobre
la filiación, ya que el texto expresa que la acción pública “sólo po
dra comenzar” después que haya recaído sentencia sobre ella. Ver,
Garlón, étude doctrínale de la question préjudicielle de suppression
d'état (Journal des Parquets, 1905) y Code penal annoté, art. 345,
núms. 134 y siguientes.
c
LAS PERSONAS
Primera Parte
Pág.
Capítulo I. — Determinación del Estado .............. ........................ 3
cSección 1. — La -personalidad ................................................ 3
§ 1. Duración de la personalidad ........................................ 3
§ 2. Protección de la personalidad ...................................... 7
Sección 2. — El estado ............................................................ 9
§ 1. Determinación del estado ............................................ 9
§ 2. Acciones de estado ...................................................... 13
(S- 3. Autoridad de la cosa juzgada en materia de estado 15
Pag.
Sección 2. — El domicilio .......................................................... 62
§ 1. Definición y caracteres .................................................. 62
§ 2. Importancia práctica del domicilio ............................... 68
§ 3. Determinación del domicilio ......................................... # 71
A. Determinación voluntaria del domicilio ................ 71
B. Determinación legal del domicilio ......................... 75
1° Domicilio del menor no emancipado ................ 75
2Q Domicilio de la mujer casada ........................... 77
3? Domicilio de los interdictos ............... fc. 79
49 Domiciliode los servientes y empleados -. 80
5° Domicilio de los funcionarios vitalicios ...82
6Q Domicilio de los barqueros ...................... 83
§ 4. De la elección de domicilio ........................................... 85
Pag,
§ 1. Causas que hacen necesarias pruebas excepcio
nales ............................................................................ 147
§ 2. Medios de suplir ios registros ...................................... 150
# § 3. Autoridad de las sentencias que reemplazan las
actas del estado civil ................................................... 154
§ 4. Actas del estado civil de los franceses en países
extranjeros .................................................................. 155
r
Segunda Parte
EL MATRIMONIO
o
Pág.
Sección 3. — Consentimientos requeridos para el matri
monia de los menores ............................................................ 212
§ 1. Generalidades ................................................................. 212
§ 2. Personas cuyo consentimiento se requiere .................... 216
A. Hijos legítimos ........................................................ 216
P Consentimiento del padre y de la madre .. 217
29 Consentimiento de los ascendientes .................. 220
39 Consentimiento del consejo de familia .... 222
B. Hijos adoptivos ..................................................... t- 223
C. Hijos naturales ........................................................ 224
D. Pupilos del estado ................................................... 225
§ 3, Formas y caracteres del consentimiento ........................ 226
A. Consentimiento dado por un ascendiente................ 226
B. Consentimiento dado por el consejo de familia
o el consejo de tutelas............................................. 228
Pag.
§ 3. Efecto de las oposiciones ............................................. 278
§ 4. Levantamiento de las oposiciones ................................ 280
Sección 2. — Nulidades del matrimonio .................................. 283
§ 1. Del principio: “No hay nulidad sin texto” .................... 284
§ 2. Reglas legales cuya violación no importa nulidad 287
A. Impedimentos que no producen nulidad................. 287
B. Reglas de forma que no acarrean nulidad .... 290
§ 3. De los matrimonios inexistentes .................................. 290
f § 4. Nulidades absolutas ......................................................... 293
Tercera Parte
Pag.
§ 2. Diferentes causas de divorcio .............................,......... 352
A. Causas perentorias de divorcio .......................... 353
l9 Adulterio ............................................................. 353
29 Condena criminal .............................................. ?;56
B. Causas facultativas de divorcio .......................... 359
<•
Sección 3. — Acción de divorcio ............................................... 367
§ 1. Ejercicio de la acción ................................ ................... 368
A. Atribución del derecho de accionar ...................... t 368
B. Capacidad para actuar ...........................•................ 371
C. Excepciones de improcedencia del juicio................ 373
l9 Prescripción ........................................................ 375
29 Reconciliación de los esposos ........................... 376 y*
39 Fallecimiento de uno de los cónyuges................ 378
49 Reciprocidad de agravios .................................. 379
§ 2. Demanda de divorcio .................................................... 380
A. Competencia ........................................................... 380
B. 'Introducción de la demanda .................................... 383 ♦
l9 Demanda previa ................................................. 383
9
2 Tentativa de conciliación .................................. 385
§ 3. Medidas provisionales durante la instancia .................. 387
A. Generalidades ......................................................... 387
B. Objeto de las medidas provisionales ...................... 390
P Separación de residencia .................................... 390
29 Pensión alimentaria ......................................*r- . • 392
39 Medidas relativas al patrimonio de la mujer 394
49 Guarda provisional de los hijos y derecho
de visita ............................................................ 395
§ 4. Procedimiento de la acción de divorcio ........................ 397
A. Reglas especiales de procedimiento ....................... 397
B. Pruebas .................................................................... 401
l9 Pruebas normales ........................................... 401
29 Pruebas admitidas a titulo excepcional ... 402 v
39 Pruebas prohibidas ......................................... 404
C. Recursos .................................................................. 405
l9 Apelación ...............................;........................... 405
29 Recurso de casación .......................................... 406
39 Oposición ........................................................... 407
49 Revisión (Requéte Civile) ............................... > 408
D. Consentimiento y desistimiento .............................. 408
§ 5. Ejecución de la sentencia ............................................ 409
A. Publicidad del divorcio ........................................... 409
B. Transcripción en los registrosdel estado civil' 411
Indice 555
Pag.
Sección 4. — Efectos del divorcio ........................................... 416
§ 1. Disolución del matrimonio .......................................... 416
A. Consecuencias de la disolución del matrimonio 416
® 1Q Independencia recíproca de los esposos ... 416
29 Situación de los hijos ....................................... 418
B. Fecha de la disolución del matrimonio ................. 419
§ 2. Sanciones que entraña el divorcio ............................... 422
A. Pensión alimentaria y daños y perjuicios .... 424
B. Pérdida de los beneficios derivados del ma
trimonio ...................................... . ........................ 426
Cuarta Parte.
LA FILIACION
Pág.
La filiación. - Reglas generales ....................................................... 465
Pág*
2Q Caso en que la cuestión de legitimidad
plantea una cuestión de paternidad .................. 518
B. Ejercicio de la acción .............................................. 520
Sección 4. — Investigación judicial de la filiación legítima 521
§ 1. Atribución de la acción ................................................ 524
A. Solución del Código: atribución exclusiva de
la acción al hijo ..................................................... 524
B. Innovación de la jurisprudencia: atribución de
la acción a los padres del hijo ........ ....................... 528
§ 2. Prueba de la filiación ....................... ,....................... 536
A. Prueba de la maternidad ........................................ 537
B. La cuestión de la paternidad: el “desconoci
miento” del art. 325 .............................................. 540
§ 3. Reglas especiales para la acción de reclamación de
filiación legítima ......................................................... 543
ESTE LIBRO SE TERMINO DE
IMPRIMIR EN LA SEGUNDA
QUINCENA DE JULIO DE 1963
EN LOS TALLERES GRAFICOS
DE *’LA LEY S. A. EDITORA
E IMPRESORA". — BRASIL 139