Está en la página 1de 268

RAMÓN DANIEL PIZARRO

CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

MANUAL DE
RESPONSABILIDAD
CIVIL

Tomo 11

RuBINZAL - CuLZONI EDITORES


Talcahuano 442 - Tel. (011) 4373-0544 - Cl013AAJ Buenos Aires
Salta 3464 - Tel. (0342) 401-9300 - S3000CMV Santa Fe
ÍNDICE SUMARIO

CAPÍTULO XV
Pizarro, Ramón Daniel TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
Manual de responsabilidad civil : tomo 11 / Ramón Daniel Piza­ (CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD
rro ; Carlos Gustavo Vallespinos. - 1 D ed. revisada - Santa
Fe : Rubinzal-Culzonl, 2020. EXTRACONTRACTUAL DEL PRINCIPAL
v. 2, 544p.; 23 x 16cm POR EL HECHO DEL DEPENDIENTE
ISBN 978-987-30-1427-7
1. Derecho. l. Vallespinos, Carlos Gustavo. 11. ntulo. § l. Régimen legal . ..... . ..... . . ...... . . ............ ......... 1
CDD 346.002
§ 2. Fundamento . . . . . .. ...... . . ..... . ... . . . .. . .... . . . .... . . . 3
a) Teoria de la obligación legal de garantía ..... . . . .. . .... . . . . 3
ISBN 978-987-30-1415-4 (obra completa) b) La doctrina del riesgo creado ........................ . . .. 3
§ 3. Requisitos de la responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente. .... . . .. ....... . . . ..... 4
§ 4. Relación de dependencia entre el autor
material del hecho y el principal ........... . . .. ... .......... 4
a) Concepto de dependencia. . . ...... . ... . ..... . . . . ........ 4
b) La dependencia supone el ejercicio de una función
RUBINZAL - CULZONI EDITORES realizada en interés (no necesariamente exclusivo)
de quien da las órdenes.. . .. . . . . .. . .... . ... . . . . ......... 6
de RUBINZAL Y ASOCIADOS S. A.
Talcahuano 442 -Tel. (011) 4373-0544-CIOI3AAJ Buenos Aires c) Quid del poder de elección circunstancial
del auxiliar por el principal. ..... . ..... . . . . ............. . 7
d) La dependencia en los supuestos de
conocimientos especiales del dependiente . ..... . ..... . ..... 7
e) Aspectos irrelevantes para la configuración
de la dependencia civil..... ....... . ... .... .. ........... 8
Queda hecho el depósito que dispone la ley 11.723 f) Subdependencia y dependencia
IMPRESO EN ARGENTINA
indirecta o mediata ............ . . ......... ......... . ... 9

VII
g) Dependencia compartida ............................... 10 2) Menor que ya ha cumplido los diez años de edad ......... 26
h) Daños causados por el hecho del dependiente anónimo ..... .. 10 3) Menores emancipados..................... . . ........ 26
§ 5. Debe mediar vinculación causal 4) Menor que trabaja o que ejerce una
suficiente entre la función y el daño..... ..................... 11 profesión que requiere título habilitante............... . . 27
a) Daños causados en ejercicio 5) Hijos mayores de edad .............................. 28
de la función encomendada ..................'........... 12
c) Titularidad de la responsabilidad parental ....... . . . ........ 28
b) Daños causados con ocasión de las funciones ... . . ... .... . .. 14
I) Planteo de la cuestión ... ....................... ..... 28
c) La doctrina de la razonable relación
2) Privación de la responsabilidad parental ................ 30
entre la función y el daño ... ............................ 16
3) Suspensión del ejercicio de
§ 6. Carácter inexcusable de esta responsabilidad ... ............... 17 la responsabilidad parental ........................... 31
§ 7. Falta de discernimiento del dependiente ...... ..... ........... 17 4) Progenitores adolescentes. ................ . .......... 31
§ 8. Carácter de la responsabilidad d) El menor debe habitar con el progenitor responsable.
del principal y del dependiente.. . .. ......................... 17 El inexplicable requisito de convivencia ........... ....... . 32
§ 9. Acción de regreso en la responsabilidad § 6. Cesación de la responsabilidad de los progenitores.............. 34
del principal por el hecho del dependiente. .......... ..... .... . 17
§ 7. Acción recursoria ..... . ... ...................... . . ....... 36
§ 10. Responsabilidad del principal y del dueño..................... 17
B) RESPONSABILIDAD DE TUTORES, CURADORES
Y DELEGADOS EN EL EJERCICIO DE LA
CAPÍTULO XVI RESPONSABILIDAD PARENTAL
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL § 8. El marco normativo ....... . .............................. 37
(CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD DE § 9. Responsabilidad del tutor ........................ . .. ... ... . 38
LOS PADRES, TUTORES, CURADORES § 10. Responsabilidad de los curadores... . ........................ 39
Y DELEGADOS EN EL EJERCICIO DE § 11. Responsabilidad de los delegados en el
LA RESPONSABILIDAD PARENTAL ejercicio de la responsabilidad parental .. . .......... . ......... 39
§ 12. Responsabilidad de los encargados de personas
A) RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES internadas para vigilancia y control ... . ...................... 40
§ l. Introducción .........' ....... ... ......................... 19
§ 2. La responsabilidad de los padres en el código civil y comercial.... 20
CAPÍTULO XVII
§ 3. Fundamento de esta responsabilidad ..... .................... 22
§ 4. Legitimación pasiva .... ........................... ..... .. 23 TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD
CIVIL (CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD
§ 5. Requisitos ...... ............ .......... .................. 23
DERIVADA DE LA INTERVENCIÓN DE COSAS
a) Daño resarcible injustamente
causado por el hijo a un tercero .......... ... ............. 23 § l. La distinción "hecho del hombre"
b) Minoridad del hijo que causa el daño...................... 25 y "hecho de la cosa" .......... . ................... ........ 43
1) Menor que todavía no ha cumplido a) Los orígenes de la distinción ..... . ...... . ............... 43
los diez años de edad ... ............................ 25 b) El hecho de la cosa .. . .... ............................ . 44

VIIl IX
CAPÍTULO XVIIl
§ 2. Eclipse de la distinción entre hecho
del hombre y hecho de la cosa .............................. 45 TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
§ 3. La responsabilidad derivada de la intervención (CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD CIVIL
de cosas en el código civil y comercial ....................... 46 POR ACTIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS
§ 4. La responsabilidad por el hecho de las las cosas se apljca
cualquiera sea la fuente de la obligación de resarcir ............. 47
§ 5. Legitimación pasiva ...................................... 48
1
§ l. La resp���d por actividades riesgosas
o peligrosas en código civil y comer�ial ..............••.... 61
§ 2. El concepto de actividad riesgosa o peligrosa .................. 62
a) El dueño ................................... ••••••••• 48 § 3. Legitimación pasiva .......................... •••• ••••• ••• 65
1) Aspectos generales. Inmuebles ........................ 48 § 4. Eximentes ............................••••••••••••······ 67
2) Cosas muebles registrables y no registrables ............. 49 § 5. Supuestos específicos de responsabilidad
3) Condominio ...................................... 50 por actividades riesgosas ......................•••• • • • • • ••• 68
4) Carga de la prueba ................................. 50 § 6. Exclusión legal ..............................••••••••• ••• 69
b) Guardián ............................................ 50
i
1) Caracterización normativa de la figura ................. . 50
CAPÍTULO XIX
2) Prueba de la calidad de guardián ...................... 51
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
c) Carácter de la responsabilidad
(CONTINUACIÓN). PRINCIPALES SUPUESTOS

l
del dueño y del guardián ................................ 52
DE APLICACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
§ 6. Fundamento ............................................ 52
POR EL HECHO DE LAS COSAS Y
§ 7. Carga de la prueba ....................................... 52
§ 8. Eximentes .............................................. 53
l POR ACTIVIDADES RIESGOSAS

a) Aplicación de las eximentes generales.Hecho de la A) ACCIDENTES DE AUTOMOTORES


víctima, hecho de un tercero extraño y caso fortuito ......... . 53
§ 1. El marco normativo de los accidentes de la
b) El uso de la cosa contra la voluntad circulación de automotores en Argentina ............. - ..•• • ••• 71
expresa o presunta del dueño o guardián ................... 53 § 2. Los accidentes de tránsito en
c) Autorización administrativa ............................. 55 el código civil y comercial .........� ..... • ••..•••••• • · •• • · • 72
d) Consagración del principio in dubio pro § 3. Legitimación pasiva en
victimce. Las eximentes deben ser objeto los accidentes de tránsito ............................••• • •• 73
siempre de interpretación estricta ........................ . 56 a) El conductor del vehículo ...................... - ..• •• • • • 73
§ 9. Exclusiones específicas de responsabilidad b) Responsables por el hecho ajeno ................... - • - . - - 74
por el hecho de las cosas................................... 56 c) Responsabilidad del titular registra! de un automotor ......... 74
§ 10. Acción de contribución ................................... . 57 d) Guardián del automotor ..........................•••••• 77
a) Acción de reembolso del dueño contra el guardián ........... 57 e) El asegurador ............................ •••••••••••• 77
b) Acción ejercitada por el guardián contra el dueño ............ 57 f) El fabricante. Remisión .......................... - . • - .. 77
c) Acción ejercitada por el dueño g) El transportista. Remisión . ....... 78
o el guardián contra un tercero ............................ 59
XI
X
§ 4. El hecho o culpa de la víctima
en los accidentes de tránsito ................................ § 3. Responsabilidad contractual por
78 daños derivados de productos..................... .......... 87
a) Accidentes de tránsito en los
a) Cuándo se configura ....... . ..... . .. ............. ...... 87
que sufren daños los peatones ........................... 78
b) Otros supuestos.Omisión de b) Distintos supuestos que pueden presentarse en la
· utilizar el cinturón de seguridad ............... , ........ . . 79 responsabilidad contractual por productos defectuosos........ 88
c) Accidentes protagonizados por motociclistas. 1) Responsabilidad por daños derivados de
Omisión de utilizar el casco protector .. . .... . ............. 79 lesión al interés de prestación del consumidor ......... . .. 88
d) Accidentes protagonizados por 2) Responsabilidad por daños derivados de
ciclistas.Culpa de la víctima ............................ 80 lesión a intereses del adquirente o del
§ 5. Colisión de dos o más automotores.
consumidor distintos de los de prestación ........ ....... 90
Riesgo recíproco ............... ....................... ... 80 § 4. Responsabilidad extracontractual por productos ................ 91
a) Cuándo se configura ........................... ..... . .. 91
B) ACCIDENTES FERROVIARIOS b) Marco normativo ........................ ............. 91
§ 6. Responsabilidad contractual y extracontractual ................. 81 c) El presupuesto fáctico: el riesgo
§ 7. Régimen legal de la responsabilidad o vicio de la cosa (producto) ............................ 92
extracontractual por accidentes ferroviarios. ............. ...... 82 d) La legitimación activa ................... .... . . ..... .. . 93
a) El cruce de las vías férreas por peatones e) La legitimación pasiva .. ............................... 94
y automovilistas.La prioridad de paso.... ................. 83 f) Eximentes.El riesgo de desarrollo ........................ 95
b) Eximentes.Aplicación de los
principios generales.Remisión. .... . ..................... 83 B) RESPONSABILIDAD POR SERVICIOS
c) Responsabilidad contractual en el transporte.Remisión ....... 84 EN EL DERECHO DEL CONSUMIDOR
§ 5. La prestación de servicios en el código
C) DAÑOS CAUSADOS POR ANIMALES
civil y comercial y en la ley 24.240 .......................... 98
§ 8. Régimen legal y fundamento ............................... 84 § 6. Responsabilidad por daños causados


por servicios defectuosamente prestados ...................... 100
a) Responsabilidad contractual por daños derivados
CAPÍTULO XX de servicios defectuosamente prestados .............. . ..... 101
RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS 1) Responsabilidad contractual por daños derivados
Y POR SERVICIOS EN LA LEY DE de lesión al interés de prestación del consumidor ......... 101
DEFENSA DEL CONSUMIDOR 2) Responsabilidad contractual por daños
derivados de lesión.a intereses del
§ 1. Introducción ................ . .......................... . 85 usuario distintos de los de prestación ................... 103
b) Responsabilidad extracontractual por
A) LA RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS servicios defectuosamente prestados ...................... 104
EN EL DERECHO ARGENTINO
§ 7. Legitimación activa y pasiva ........................... .... 105
§ 2. Régimen normativo ............................ ......... . 86
§ 8. Eximentes .............................................. 105
XII
XIII
-f \

CAPÍTULO XXI
2) Prestar diligentemente sus servicios .................... 117
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS 3) Confidencialidad. Secreto profesional .................. 118
PROFESIONALES LIBERALES
4) Obligación de informar .............................. 119
A) ASPECTOS GENERALES 5) Deber de llevar en debida forma
y de conservar la historia clínica ...................... 119
§ l. El concepto de profesional liberal ........................... 107 § 9. El deber de requerir el consentimiento
§ 2. La responsabilidad de los profesionales en el código informado del paciente a determinada práctica .... ..... ........ 121
civil y comercial y normativa complementaria ................. 109 a) Caracterización. Marco normativo ........................ 121
§ 3. Naturaleza de la responsabilidad profesional liberal , ............ 110 b) Obligatoriedad ....................................... 122
§ 4. Deberes y obligaciones profesionales ........................ 111 c) El consentimiento del paciente debe estar
a) Actuación profesional diligente .......................... 111 precedido de información suficiente ...................... 122
b) Información.....................: .................... 111 d) Contenido ........................................... 123
c) Confidencialidad ...................................... 111 e) Sujeto que debe emitir el consentimiento informado .......... 123
d) Deberes de seguridad .................................. 112 t) Carácter revocable del consentimiento informado ............124
§ 5. Requisitos de la responsabilidad g) Forma ..............................................124
del profesional liberal . . ............... . ........... . ....... 112 § 10. El factor de atribución en la
a) Aplicación de los principios generales responsabilidad de los médicos ............................. 125
de la responsabilidad civil .............................. 112 a) Obligaciones de medio y de resultado ..................... 125
b) La antijuridicidad en la responsabilidad § 11. La responsabilidad por el hecho
del profesional liberal .................................. 113 de las cosas en el acto médico .............................. 126
. -¡
c) Factor de atribución. Importancia del distingo § 12. La carga de la prueba de la culpa médica ...................... 128
entre obligaciones de medios y de resultado. § 13. Actuación médica plural independiente ....................... 129
La cuestión en la cirugía estética ......................... 113
§ 14. Actuación médica plural (continuación).El
1) Responsabilidad subjetiva ........................... 113 equipo médico y la responsabilidad civil ...................... 129
2) Responsabilidad objetiva ............................ 114 a) Caracterización e importancia del equipo médico ............ 129
b) Caracteres de la actuación de quienes integran
B) RESPONSABILIDAD DE LOS MÉDICOS el equipo médico. Indivisibilidad impropia ................. 131
§ 6. La relación entre el médico y su paciente ..................... 114 c) Modalidades del equipo médico.
§ 7. Naturaleza de esta responsabilidad ........................... 115 Responsabilidad contractual ......................... .... 131
§ 8. El contrato médico ....................................... 116 1) Acuerdo suscripto por el paciente con cada
uno de los integrantes del equipo médico ................ 131
a) Naturaleza ........................................... 116
2) Acuerdo suscripto entre el paciente
b) Caracteres ... . ....................................... 116
y el jefe del equipo médico ........................... 132
c) Principales obligaciones del médico ...................... 116
3) Contratación propiamente "por equipo" ................. 134
1) Asistir al paciente sin discriminaciones.
4) Modalidades del equipo médico (continuación).
Trato digno y respetuoso ...... . . ........... . ... ..... 117
Responsabilidad extracontractual ...................... 135
XIV
XV
§ 15. Responsabilidad colectiva cuando interviene una § 25. Naturaleza jurídica de la responsabilidad
pluralidad de médicos que no forman un equipo ................ 136 del notario de registro .................................. . .. 151
a) La c_uestión desde la perspectiva de la
C) RESPONSABILIDAD CIVIL DE ARQUITECTOS, INGENIEROS doctrina que proclama que el notario
Y DEMÁS PROFESIONALES DE LA CONSTRUCCIÓN de registro es un funcionario público ...................... 152
§ 16. Sujetos involucrados en la b) El enfoque desde la perspectiva que
construcción inmobiliaria ................................. 136 rechaza el carácter de funcionario
público que se predica del notario ........................152
§ 17. La responsabilidad de los profesionales de
la construcción en el código civil y comercial. 1) Relación entre el escribano y el cliente ................. 152
Su naturaleza predominantemente contractual.................. 138 2) Relación entre el escribano y terceros .................. 152
§ 26. La antijuridicidad en la responsabilidad notarial ................ 153
D) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ABOGADOS a) Aspectos generales .................................... 153
§ 18. La esfera de actuación del abogado y su
b) Deberes esenciales .................................... 153
proyección hacia la responsabilidad civil...................... 139 § 27. Deberes en la realización de actos
complementarios de las escrituras
§ 19. Naturaleza jurídica de la relación
públicas. Solicitud de certificados
entre el abogado y su cliente................................ 141
registrales de dominio e inhibiciones ......................... 154
§ 20. Ámbitos de actuación ..................................... 141
§ 28. El ejercicio por parte del notario de la
a) Planteo de la cuestión .................................. 141 actividad autenticante.La fe pública ......................... 155
b) La actuación del abogado como letrado patrocinante ......... 141 § 29. El estudio de títulos y antecedentes dominiales ................. 156
c) La actuación del abogado como apoderado ................. 142 § 30. El factor de atribución en la
§ 21. El factor de atribución en la responsabilidad responsabilidad del notario.................................156
del abogado.Vigencia del distingo entre § 31. Responsabilidad del notario de registro
obligaciones de medios y de resultado para por el hecho del escribano adscripto ......................... 157
su determinación en materia contractual ...................... 143
§ 22. El daño en la responsabilidad F) RESPONSABILIDAD CIVIL DE
profesional del abogado ................................... 145 LOS PROFESIONALES DE LAS
CIENCIAS ECONÓMICAS

E) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS § 32. Profesionales nucleados en derredor


ESCRIBANOS PÚBLICOS O NOTARIOS de las ciencias económicas . ............................. . .. 158
§ 23. Escribanos de título y de registro ............................ 146 § 33. Deberes del profesional de ciencias económicas ................159
§ 24. Naturaleza de la función notarial. ¿Es el § 34. Responsabilidad contractual y extracontractual................. 160
notario de registro un funcionario público? .................... 148 § 35. La naturaleza jurídica de las actividades de
a) El escribano es funcionario público ....................... 148 los profesionales de las ciencias económicas ................... 160
b) El notario es un profesional liberal del derecho.............. 149 a) Prestaciones de asesoramiento ........................... 161
c) El notario es un profesional del derecho b) Elaboración y presentación de dictámenes.................. 161
que desempeña una función pública....................... 150 c) Elaboración y presentación de laudos arbitrales ............. 162

XVI XVII
§ 10. La responsabilidad del Estado y del
§ 3 6. Responsabilidad frente al Estado ....................... • • • • • 163 funcionario público en la ley 26.94 4 ......................... 173
§ 3 7. Responsabilidad frente a terceros ....................... • • • • • 163 . a) Una fuerte regresión en esta materia ...................... 173
b) Lineamientos generales del sistema
consagrado por la ley 26.944 ............................ 17 4
CAPITULO XXII
§ 11. ¿Cómo queda estructurado el régimen
RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA de responsabilidad del Estado y del
funcionario público luego de la sanción del
A) RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA código civil y comercial y de la ley 26.944? ................... 17 7
JURÍDICA (EN GENERAL)
a) Responsabilidad del Estado ............................. 17 7
§ 1. La responsabilidad contractual (o por b) Dudas y perplejidades.................................. 182
actos de gestión) de la persona jurídica ................... •. • • 16 5 1) Las funciones preventiva y punitiva.................... 182
§ 2. Responsabilidad extracontractual 2) Desprotección de los consumidores y usuarios ........... 183
de la persona jurídica ....................... • .... • • • • • • • • • 16 6
3) Desnaturalización del federalismo ..................... 184
§ 3. Requisitos para que se configure la
4) Responsabilidad internacional del Estado argentino ....... 186
responsabilidad de la persona jurídica
prevista en el artículo 17 63................... • .... • • • • • • • • • 16 6 5) Responsabilidad del funcionario público ................ 187
a) Daño injustamente causado por quien § 12. Responsabilidad contractual
dirige, administra o representa a la y extracontractual del Estado ............................... 188
persona jurídica. El factor de atribución ................... 16 7 § 13. Distintas tipologías de responsabilidad
b) Debe mediar vinculación causal extracontractual del Estado ......................... . ...... 189
suficiente entre la función y el daño ................... • • . • 16 8 § 14. Responsabilidad del Estado por omisión ...................... 190
§ 4. Carácter y fundamento de esta responsabilidad .... '. ............ 16
8
a) Planteo de la cuestión .................................. 190
§ 5. Responsabilidad de la persona jurídica por los b) Marco normativo ..................................... 192
hechos ilícitos cometidos por sus dependientes ............. • • • • 16 8
c) La cuestión en la ley 26.944 ............................. 192
§ 6. Responsabilidad de la persona jurídica por
el hecho de las cosas y por actividades § 15. El factor de atribución en la
riesgosas o peligrosas.Remisión .................. • • • • • • • • • • 16 9 responsabilidad del Estado ......... . ................ ....... 195
§ 16. La falta de servicio .......................................
· 196
B) RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL a) Caracterización ....................................... 196
DEL ESTADO. NOCIONES GENERALES
b) Alegación y prueba ..._.........._ ....................... 197
§ 7. Introducción ............................. • • • • • • • • • • · · · • · 16 9 c) ¿Es la doctrina de la falta de servicio el único
§ 8. La responsabilidad del Estado en el Anteproyecto fundamento en materia de responsabilidad
de código civil y comercial de 20 12..................... • • • • • 17 0 del Estado por actividad ilegítima? ....................... 198
§ 9. La responsabilidad del Estado y de d) La responsabilidad por falta de servicio en la ley 26.94 4 ...... 198
los empleados y funcionarios públicos § 17. Sacrificio especial........................................ 199
· ·1 y comerci· a1.............. • • • • • • • • • • • • · · · · · 172
en el co'd.1go c1v1
XIX
XVIII
CAPÍTULO XXIII § 6. La responsabilidad en el transporte benévolo .................. 217
RESPONSABILIDADES ESPECIALES a ) El tra nsporte benévolo. Nociones básica s .................. 217

b) Fundamento ......................................... 218


RESPONSABILIDAD EN EL TRANSPORTE § 7. Prescripción de la a cción resarcitoria......................... 219
TERRESTRE DE PERSONAS Y COSAS

§ 1. Modalidades del transporte


y del contrato de transporte ................................ 201 CAPÍTULO XXIV
§ 2. El contrato de tra nsporte en el código RESPONSABILIDADES ESPECIALES
civil y comercial. Nociones básica s.......................... 204 (CONTINUACIÓN)
a ) Método seguido ...................................... 204
A) RESPONSABILIDAD POR
b) Disposiciones generales del código ACCIDENTES DEPORTIVOS
en materia de transporte ... ..................... . . ...... 204
1) Cara cteriza ción del contrato de transporte............... 204 § 1. Planteo de la cuestión..................................... 221
2) Responsa bilidad del transportista...................... 206 § 2. Responsa bilida d del deportista con
l. Responsabilida d por retraso....................... 206 rela ción a otros pa rticipantes del juego ....................... 221
II. Daños causa dos a las personas § 3. Responsa bilidad del deportista
y cargas transporta das............................ 207 frente a terceros.......................................... 224
c) Naturaleza de esta responsa bilida d........................ 209
d) Legitima ción a ctiva ................................... 210 B) RESPONSABILIDAD DEL ORGANIZADOR DE
ESPECTÁCULOS PÚBLICOS EN GENERAL
e) Legitima ción pasiva................................... 210 Y DEPORTIVOS EN PARTICULAR
§ 3. Responsabilida d del tra nsportista por
§ 4. Introducción ............................................ 225
daños a las personas transporta das........................... 211
§ 5. El contrato de espectáculo
a ) El daño resarcible..................................... 211
público. Nociones generales................................ 226
b) Los daños deben ocmrir durante el transporte............... 212 a ) Cara cteriza ción............................
........... 226
c) Los daños deben provenir del riesgo b) Obliga ciones y derechos del organizador................... 227
de la a ctividad desplegada por el
c) Derechos y obliga ciones del espectador.................... 229
transportista o de la cosa por él utilizada................... 214
§ 6. El contra to de espectáculo público deportivo..................
§ 4. Responsabilida d del tra nsportista . 229
en el tra nsporte de cosa s................................... 214 a) Cara cterización. Aplicación de los principios generales ....... 229
a) Daños a la carga transportada............................ 214 b) El marco norma tivo ................................... 23 0
b) Daños derivados de otros incumplimientos................. 215 1) El período anterior.a la sanción de la ley 23.184 .......... 23 0
§ 5. Eximentes .............................................. 216 2) La eta pa posterior a la sanción de la ley 23.184. La s
a) Eximentes propias de un sistema de reformas introducidas a esta última por la ley 24.192 ...... 23 1
responsabilida d objetiva. Aplica ción § 7. La obliga ción de segurida d en el
de los principios generales. Remisión ..................... 216 contrato de espectáculo deportivo ........................... 23 3
b) Prohibición de eximentes convencionales.................. 217 a ) En qué consiste............................
........... 23 3

XX XXI
b) Extensión y límites de la obligación de § 4. Legitimación pasiva ...................................... 257
seguridad. Ámbito temporal y espacial .... .. .............. 234
§ 5. El factor de atribución .................................... 258
1) La cuestión en la redacción originaria de la ley 23.184 ..... 234
§ 6. Requisitos .............................................. 259
2) La cuestión en la ley 24.19 2 .......................... 234
a) Daño causado o sufrido por un alumno .................... 259
3). La cuestión luego de la sanción de la ley 26.358 .......... 237
1) Daños causados por los alumnos ...................... 259
c) La prueba del incumplimiento de la obligación de
seguridad. La prueba fílmica (art.44, ley 24.19 2) ............ 238 2) Daños sufridos por alumnos .......................... 260
b) Minoridad del alumno dañador o dañado ................... 261
d) El factor de atribución. La obligación de
seguridad como obligación de resultado ................... 239 c) El daño debe producirse durante una
§ 8. La acción resarcitoria ..................................... 239
actividad realizada bajo situación de
control de la autoridad educativa ......................... 261
a) Legitimación activa ................................... 239
1) Importancia de este requisito.
b) Legitimación pasiva ................................... 240 Críticas a la terminología legal ........................ 261
1) Las entidades o asociaciones participantes. 2) ¿Quiénes revisten calidad de "autoridad
Alcance de esta expresión ............................ 240
escolar" a los fines del artículo 1767 del
2) Responsabilidad del Estado .......................... 245 código civil y comercial? ............................ 262
3) La responsabilidad de los autores materiales del daño...... 246 3) ¿Cuándo comienza y cuándo concluye
4) Responsabilidad por el hecho de las cosas y de terceros .... 246 el control de la autoridad educativa? ......... -� ........ 262
5) Responsabilidad colectiva ........................... 246 4) Ámbito espacial de la responsabilidad del
§ 9. Eximentes .............................................. 247 propietario del establecimiento educativo ............... 264
a) Aplicación de los principios generales ..·................... 247 § 7. Eximentes .............................................. 266
b) Hecho o culpa de la víctima ............................. 247 a) La responsabilidad objetiva agravada.
El caso fortuito como eximente .......................... 266
c) Hecho o culpa de un tercero extraño ...................... 248
d) Caso fortuito o fuerza mayor ............................ 249 b) La culpa o hecho del damnificado ........................ 267
c) El hecho del tercero extraño ............................. 268
d) Cláusulas de eximición de responsabilidad ................. 268
CAPÍTULO XXV § 8. El seguro obligatorio contra responsabilidad civil. .............. 269
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN) § 9. Responsabilidades concurrentes ............................. 269
§ 10. Acción de recursoria ...................................... 270
A) RESPONSABILIDAD DEL TITULAR DE
ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS B) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ESTABLECIMIENTOS
§ l. Régimen normativo ...................................... 25 1 SANITARIOS EN GENERAL. HOSPITALES, CLÍNICAS
Y SANATORIOS. MEDICINA PREPAGA
§ 2. Establecimientos comprendidos ............................. 253
§ 3. Establecimientos excluidos................................. 254 § 1 1. Introducción ............................................ 27 1
a) Establecimientos de educación superior y universitaria ....... 254 § 1 2. Responsabilidad del hospital, sanatorio o
clínica por daños causados por un médico
b) Quid de la pretendida exclusión de los independiente que le alquila un consultorio
establecimientos públicos educativos ...................... 255
o el quirófano adonde opera ................................ 271

XXII xxm
§ 6. Tutela supranacional, constitucional
§ 13. Responsabilidad del hospital, sanatorio
o clínica por daños causados por un y legal de la intimidad .................................... 288
médico que integra su plantel permanente ..................... 273 § 7. Titulares del derecho a la intimidad .......................... 288
§ 14. Responsabilidad del médico dependiente a) Personas humanas. Quid de las
de un establecimiento asistencial ............................ 274 personas o figuras públicas.............................. 288
§ 15. Responsabilidad concurrente b) Los muertos ......................................... 290
del establecimiento y del médico ............................ 274 c) Las personas jurídicas............ ... ................... 290
§ 16. Daños derivados del incumplimiento de § 8. Distintas maneras de atentar contra la intimidad ................ 290
la obligación de seguridad que gravita
a) Publicación de retratos ................................. 291
sobre los establecimientos asistenciales ....................... 274
§ 17. Responsabilidad personal de las autoridades
b) Difusión de correspondencia ............................ 291
del establecimiento asistencial .............................. 275 c) Mortificación en las costumbres o los sentimientos.
§ 18. Situación de los establecimientos estatales .................... 275 Otros posibles modos de perturbar la intimidad.............. 292
§ 19. Responsabilidad civil en la medicina prepaga .................. 276 § 9. Las modernas formas de agresión
al derecho a la intimidad ................................... 292
a) Nociones generales .................................... 276
§ 10. Los límites del derecho a la intimidad ........................ 294
b) Responsabilidad civil de la
empresa de medicina prepaga ............................ 278 a) Aspectos preliminares.................................. 294
§ 20. Responsabilidad de las obras sociales ........................ 278 b) El consentimiento del propio interesado ................... 294
a) Aspectos generales .................................... 278 c) El ejercicio regular del derecho de informar
b) Responsabilidades concurrentes .......................... 281 y el interés público prevaleciente ......................... 295
§ 11. Daños a la intimidad por la prensa. Intimidad
y libertad de expresión. Remisión ...........................295
CAPÍTULO XXVI § 12. La publicación de la sentencia como modo
RESPONSABILIDAD POR DAÑOS DERIVADOS DE de reparación del daño. Remisión ........................... 295
LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS
C) DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN AL HONOR
A)ASPECTOSGENERALES § 13. El honor. Concepto subjetivo y objetivo ...................... 295
§ 1. Introducción ............................................ 283 § 14. Titulares del derecho al honor .............................. 296
§ 2. Implicancias constitucionales ............................... 284 a) Personas humanas ..................................... 297
§ 3. La dignidad de la persona en los pactos b) Los muertos ......................................... 297
internacionales sobre derechos humanos
c) Las personas jurídicas........ .......................... 297
y en las nuevas constituciones provinciales .................... 285
§ 15. Tutela supranacional del derecho al honor ..................... 298
§ 4. La inviolabilidad de la persona humana
en el código civil y comercial............................... 285 § 16. La tutela jurídica del honor
en el derecho argentino.................................... 298
B) DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A LA INTIMIDAD § 17. La calumnia ....... . .................................... 300
§ 5. El derecho a la intimidad .................................. 286 § 18. La injuria ............................................... 301

XXV
XXIV

J
§ 19. La acusación calumniosa .................................. 302
F) DAÑOS DERIVADOS DE MINORACIÓN DEL
a) Concepto ............................................ 302
DERECHO A LA IDENTIDAD PERSONAL (O A LA
b) Requisitos ........................................... 302 FIEL REPRESENTACIÓN DE LA PERSONALIDAD)
c) La sola absolución del imputado no compromete § 32. El derecho a la identidad personal
la responsabilidad del denunciante ................ - ....... 303 como bien jurídicamente protegido .......................... 312
,
d) Cómputo del plazo de prescripción ....................... 303 § 33. Caracteres especiales .................... : ................ 313
§ 20. Los límites del derecho al honor ............................. 303 a) Totalidad ............................................ 313
a) La exceptio veritatis ................................... 303 b) Exterioridad .... . ........................ . ........... 313
b) Otros límites al derecho al honor ......................... 305 c) Dinamismo .......................................... 314
§ 21. Daños al honor causados por la actividad de d) Comprende las facetas sustanciales de
los medios de comunicación social.Remisión.......... . ....... 306 la personalidad que hacen a su esencia..................... 314
§ 22. El daño resarcible ....... . ....... ... ...................... 306 § 34. Bases normativas ........................................ 315
§ 23. Forma y modo de efectuarse la reparación ..................... 306 § 35. Los límites del derecho a la identidad personal ................. 316
§ 24. La retractación del ofensor.Sus implicancias jurídicas ........... 307 § 36. Resarcimiento de daños ................................... 317

D) DAÑOS QUE DERIVAN DE LA LESIÓN G) DAÑOS QUE DERIVAN DE LA LESIÓN


AL DERECHO A LA IMAGEN DEL DERECHO A LA IGUALDAD
§ 25. El derecho a la imagen ....................................308 § 37. El derecho a la igualdad ................................... 317
§ 26. El derecho a la imagen en la legislación argentina .............. 308 § 38. La ley 23.592 de discriminación
§ 27. Supuestos en los cuales la ley permite y persecución racial y religiosa ............................. 318
captar o reproducir la imagen ajena .......................... 309 § 39. Daños y perjuicios que derivan de
a) Cuando medie consentimiento del titular...................309 la lesión al derecho a la igualdad ............................ 319
b) Participación en actos públicos .......................... 310
c) Interés científico, cultural o educacional prevaleciente ........ 31 O
CAPÍTULO XXVII
d) Ejercicio regular del derecho de informar .................. 310
§ 28. Prevención y reparación del daño derivado SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIl,
de la lesión al derecho a la imagen ........................... 311
RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS
§ 29. Daños derivados de la lesión al derecho MASIVOS DE COMUNICACIÓN
a la imagen causados por la actividad
de los medios de prensa.Remisión ........................... 311
A) ASPECTOS GENERALES. LOS
VALORES COMPROMETIDOS
E) DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN
AL DERECHO A LA VOZ § l . El sistema de la prensa liberal .............................. 321
§ 30. El derecho a la voz como derecho § 2. El advenimiento de la prensa comercial.
Los medios de comunicación social .......................... 323
personalísimo autónomo.................................... 311
§ 31. La cuestión en el código civil y comercial ..................... 312 § 3. Libertad de prensa en la Constitución Nacional................. 327
§ 4. El conflicto de derechos constitucionales ..................... 328
XXVI
XXVII
B) RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS MASIVOS
§ 4. Responsabilidad de los buscadores por
DE COMUNICACIÓN POR INFORMACIONES contenidos publicados en Internet ........................... 355
INEXACTAS O AGRAVIANTES a) Qué son los buscadores................................. 355
§ 5. La información.La noticia. Hechos, ideas y opiniones ........... 330 b) Los buscadores de imágenes ............................ 356
§ 6. Daños derivados de la lesión a la intimidad ............, ........ 332 § 5. La responsabilidad personal de quien
emite información por Internet.............................. 357
§ 7. Daños derivados de la lesión al honor.
Responsabilidad del medio que reproduce § 6. La responsabilidad del titular del buscador por los contenidos
injurias dichas por otro.La doctrina "Campillay" ............... 333 indebidos publicados en Internet por terceros .................. 358
§ 8. El factor de atribución en la responsabilidad a) Planteo de la cuestión .................................. 358
de los medios de comunicación social por daños b) Responsabilidad de los buscadores.Distintas
causados por noticias inexactas o agraviantes .................. 337 tendencias.El factor de atribución ........................ 358
§ 9. El factor de atribución en los daños provenientes 1) El buscador nunca responde .......................... 358
de la expresión de ideas y opiniones agraviantes ................ 342 2) Responsabilidad objetiva ............................ 358
3) Responsabilidad subjetiva ........................... 359
C) LA PREVENCIÓN DEL DAÑO Y I. El factor de atribución es la culpa .................. 359
LA ACTIVIDAD DE LOS MEDIOS II. Una cuestión controvertida: cómo
§ 1O. Actividad judicial y censura previa .......................... 343 debe realizarse la notificación ..................... 360
§ 7. Nuestra opinión .......................................... 361
D) EL DERECHO DE RÉPLICA, RECTIFICACIÓN § 8. Responsabilidad de las redes sociales ........................ 362
O RESPUESTA. NOCIONES BÁSICAS a) Caracterización ....................................... 362
§ 11. Caracterización .......................................... 346 b) Régimen de responsabilidad en el derecho argentino ......... 364
§ 12. Naturaleza jurídica ....................................... 348
§ 13. Bases normativas ........................................ 348 CAPÍTULO XXIX
§ 14. Legitimación activa y pasiva ............................... 349 RESPONSABILIDADES ESPECIALES
§ 15. Publicaciones que dan lugar a réplica, rectificación o respuesta .... 349 (CONTINUACIÓN)
§ 16. Negativa del medio a publicar la respuesta .................... 350
RESPONSABILIDAD COLECTIVA, ANÓNIMA Y
POR LA ACTIVIDAD RIESGOSA DE UN GRUPO
CAPÍTULO xxvm § l. Introducción ............................................ 367
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS § 2. Las distintas formas que puede adoptar
PROVEEDORES DE SERVICIOS EN la intervención plural en la é:ausación
INTERNET. NOCIONES GENERALES del resultado dañoso ...................................... 367
§ 3. Responsabilidad por autoría anónima (o causado
§ l. Los proveedores de servicios de Internet ...................... 351 por un miembro no individualizado dentro de
un grupo determinado de personas) .......................... 369
§ 2. Los intereses comprometidos ............................... 353
a) Caracterización ....................................... 369
§ 3. Régimen aplicable en el derecho argentino .................... 354
XXIX
xxvm
1
1
§ 5. Daño ambiental de incidencia colectiva o puro ................. 389
b) Su emplazamiento en nuestro sistema de derecho de daños .... 370
§ 6. Daño ambiental individual ................................. 391
· c) Requisitos para que se configure la
§ 7. Los presupuestos de la responsabilidad civil en el daño ambiental ... 391
responsabilidad por autoría anónima ...................... 371
a) Antijuridicidad ....................................... 392
1) Existencia de un grupo de personas
como autores posibles del daño ............., .. ...... 371 b) La relación causal. ¿Sirve en esta temática
: la teoría de la causalidad adecuada?....................... 392
2) La relación causal adecuada entre
la acción grupal y el daño ....................... • • • • • 372 c) El factor de atribución en la
responsabilidad por daño ambiental ....................... 393
3) Quid de la falta de individualización del autor del daño .... 373
§ 8. Principios que consagra la LGA relacionados
4) Factor de atribución ................................ 374 con la reparación del daño ambiental ......................... 394
d) Eximentes ............................... • • • ... • • • • • • 374 a) El principio de prevención .............................. 394
e) Forma de responder ............................... • • •. 375 b) El principio precautorio ................................ 395
f) Principales aplicaciones ........................... • . • •. 376 c) Principio de responsabilidad............................. 396
§ 4. Responsabilidad por cosa suspendida o arrojada ........... • • • • • 376 § 9. Prevención del daño ambiental.............................. 397
§ 5. Daños causados por la actividad peligrosa de un grupo........ • • • 377 § 10. Reparación del daño ambiental de incidencia colectiva........... 398
a) Régimen normativo ............................. • • • • • • 377 a) Aplicación de los principios generales ..................... 398
b) Caracterización de esta responsabilidad.................... 378 b) Reparación en especie ................................. 399
c) Casos especiales de responsabilidad c) Indemnización pecuniaria............................... 399
por actividades peligrosas de grupos ...................... 379 § 11. Legitimación activa.La cuestión en materia de prevención
d) Diferencias con la responsabilidad por daño y de reparación del daño ambiental colectivo .................. 400
causado por un miembro no identificado dentro a) La normativa vigente y las acciones que emergen de ella ...... 400
de un grupo determinado (autor anónimo) .................. 380
§ 12. Legitimación activa en la acción de cesación
del daño ambiental. El amparo ambiental ..................... 402
§ 13. Legitimación activa en la acción de
CAPÍTULO XXX reparación del ambiente dañado .............................403
RESPONSABILIDAD POR DAÑO § 14. Legitimación pasiva en materia resarcitoria .................... 404
AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES a) El marco normativo ................................... 404
b) Legitimación pasiva en los casos de daños
A) DAÑO AMBIBNTAL
causados por un agente individualizado y
§ l. El ambiente ................................. • • ... • • • • • • • 383 cuando hay pluralidad de responsables .................... 404
§ 2. Carácter científicamente multidisciplinario c) Responsabilidad de las autoridades y de
de la cuestión que nos ocupa ................... • • ... • • • • • • • 384 los profesionales de las personas jurídicas
que causan daño ambiental colectivo.
§ 3. El derecho frente al daño ambiental. .................. • • • • • • • 384 La responsabilidad de los socios ......................... 406
§ 4. La noción de daño ambiental ................... • •... • • • • • • • 387 § 15. Eximentes .............................................. 406
a) Las dos especies de daño ambiental.
a) Rigen eximentes propias de un sistema
Importancia de la distinción ..................._... • • • • • • • 387 de responsabilidad objetiva ............................. 406
b) Importancia de la distinción ...................... • • • • • • · 388
XXXI
XXX
b) ¿Culpa del damnificado en el daño ambiental colectivo? ...... 407 § 4. Uniones convivenciales ................................... 423
c) Hecho de un tercero extraño ............................. 407 § 5. Compensaciones económicas y responsabilidad civil ............ 424
d) El caso fortuito ....................................... 407 § 6. Responsabilidad
_ de los padres por daños causados a los hijos ..... 425
e) La falta de culpabilidad carece de virtualidad eximitoria ...... 407 a) Falta de reconocimiento
§ 16. Prescripción ............................................ 408 voluntario de los hijos ................................. 425
b) Daños causados por la obstaculización
B) DAÑO NUCLEAR. NOCIONES BÁSICAS de la comunicación entre parientes,
respecto a los niños y adolescentes ....................... 427
§ 17. Caracterización .......................................... 408 c) Transmisión de enfermedades ........................... 427
§ 18. Legitimación pasiva ...................................... 409
§ 19. Fundamento de esta responsabilidad ......................... 411
§ 20. Eximentes ............. , ................................ 411 CAPÍTULO XXXII
§ 21. Indemnización limitada y régimen de seguro obligatorio ......... 412 LAS ACCIONES (PRETENSIONES)
DE RESPONSABILIDAD
CAPÍTULO XXXI
A) LA ACCIÓN PREVENTIVA
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
§ 1. Remisión ............................................... 429
RESPONSABILIDAD POR DAÑOS
EN LAS RELACIONES FAMILIARES B) LA ACCIÓN RESARCITORIA
§ l. Introducción ............................................ 413 § 2. Introducción ............................................ 429
§ 2. El vínculo de familia no justifica un acto lesivo ................ 414 § 3. La acción (pretensión) resarcitoria ...........................431
§ 3. Matrimonio y daños ...................................... 415 § 4. Legitimación activa y pasiva. Caracterización.................. 431
a) Principios generales ................................... 415 § 5. Legitimación activa ...................................... 432
b) Daños derivados de la declaración § 6. Damnificados directos e indirectos .......................... 432
de nulidad del matrimonio .............................. 415 § 7. Legitimación activa del damnificado directo ................... 433
c) Daños derivados del divorcio ............................ 416 a) Daño patrimonial ..................................... 433
1) Planteo de la cuestión. Supuestos que pueden presentarse... 416 1) Daños a las personas ................................ 433
2) Daños sufridos a consecuencia del divorcio .............. 418
2) Daños a las cosas .................................. 433
3) Daños derivados de la violación 3) Incumplimiento obligacional y contractual ... : ..........434
al deber moral de fidelidad ........................... 418
b) Daño extrapatrimonial o moral ........................... 434
l. Doctrina favorable a la reparación .................. 419
§ 8. Legitimación activa de los damnificados indirectos ............. 434
II. Doctrina que sostiene que la violación
del deber moral de fidelidad no genera a) Daño patrimonial ..................................... 434
de por sí daño resarcible .......................... 420 1) Régimen aplicable.................................. 434
4) El daño moral causado a los hijos, 2) Damnificados indirectos por daño patrimonial
proveniente del divorcio de sus padres ..................423 en caso de homicidio.Remisión .......................435

XXXII XXXIII
b) Daño extrapatrimonial ................................. 435 CAPÍTULO XXXIII
1) Régimen legal.Remisión ............................ 435
RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN
2) Legitimación activa en el daño CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL
extrapatrimonial o moral colectivo .....................435
l. Precisiones conceptuales ..............., ..........435 § l. Acción civil y acción penal ................................ 451
II. Tutela judicial por daño derivado de lesión a § 2. Independencia de ambas acciones ........................... 453
derechos individuales homogéneos. La doctrina § 3. Ejercicio de la acción civil en sede penal...................... 454
de la Corte Suprema de Justicia.El caso "Halabi" ..... 440 a) Efectos que produce el acogimiento de la
§ 9. Transmisibilidad de la acción ............................... 443 pretensión resarcitoria articulada en sede penal ..............454
a) Daño patrimonial .....................................443 b) Efectos que produce el rechazo de la pretensión
b) Daño extrapatrimonial o moral...........................443 resarcitoria en sede penal. Imposibilidad de
renovar la cuestión en la jurisdicción civil .................. 455
§ 10. Legitimación pasiva ...................................... 443
§ 4. Efectos que produce la extinción de la acción
a) Autor del hecho ...................................... 444
penal y la absolución del acusado con relación
b) Pluralidad de responsables .............................. 444 a la pretensión resarcitoria allí deducida.Otros
1) Coautores ........................................ 444 supuestos_ de extinción de la acción penal ..................... 455
2) Consejeros y cómplices ............................. 444 § 5. El ejercicio de la acción resarcitoria en
sede civil independiente de la acción penal .................... 456
3) Encubridor........................................ 445
a) Planteo de la cuestión ..................................
· 456
c) Responsabilidad por hecho ajeno ......................... 445
b) Efectos del proceso penal sobre el proceso civil ............. 457
d) Responsabilidad por el hecho de las cosas .................. 445
1) Presencialidad penal.Suspensión
e) Responsabilidad por actividades riesgosas o peligrosas ....... 445 del dictado de la sentencia ........................... 457
f) Responsabilidad derivada de productos y de servicios 2) Requisitos ........................................ 458
defectuosamente prestados en las relaciones de consumo ...... 446 l. Pendencia de la acción penal ..................... 459
g) Responsabilidad colectiva y anónima ..................... 446 II. Identidad de hechos fundantes de ambos procesos ..... 459
h) Legitimación pasiva del responsable directo e indirecto ....... 446 ID. Excepciones al principio de suspensión
i) Beneficiario del delito ................................. 446 del dictado de la sentencia ....................... 461
j) Sucesores universales del responsable ..................... 447 (i) Extinción de la acción penal ................. 461
§ 11. La legitimación pasiva en la responsabilidad colectiva ........... 447 (ii) Frustración efectiva del derecho a ser
indemnizado del damnificado por
§ 12. Impedimento de reparación del daño ......................... 447
dilación del procedimiento penal ..............461
a) La prueba de la verdad en (iii) Supuesto ·en que la acción civil se funda
el hecho reputado calumnioso ........................... 448
en factores objetivos de atribución ............ 463
b) Indignidad del coautor y cómplice (iv) Suspensión del proceso penal
de delitos contra la vida y de quien a prueba (probation)........................ 464
pudiendo impedir el hecho no lo hace ..................... 448
(v) Inaplicabilidad en materia
§ 13. Extinción de la acción resarcitoria ........................... 448 de derechos intelectuales .................... 464

XXXIV XXXV
c) Procesos a los que se aplica ............................. 464
§ 7. Sentencia penal posterior a la sentencia civil ................... 476
d) Cese de la suspensión .................................. 465
1) Revisión de la sentencia penal que hizo
e) Carácter de la norma ................................... 465 cosa juzgada sobre la sentencia civil ...................... 477
§ 6. Efectos que produce la sentencia 2) Supuestos de responsabilidad objetiva ..................... 478
penal sobre la sentencia civil ...................., .......... 466 3) Otros supuestos admitidos por el legislador. ................ 478
a) La normativa del código civil y comercial .................. 466 4) Quid de la aplicación del artículo 1780 al
b) Influencia de la sentencia penal supuesto previsto en el artículo 1775, inciso b ............... 478
condenatoria sobre el juicio civil ......................... 467
1) El artículo 1776 del código
civil y comercial .................................. 467 BIBLIOGRAFÍA ................................................ 481
2) ¿Qué se entiende por "hecho principal"? ............... 468
3) ¿Qué alcance tiene la expresión
"culpa del condenado"? ............................ 468
4) Extensión de los efectos con relación
al tercero civilmente responsable ..................... 469
5) Cuestiones extrañas a la preeminencia del
decisorio penal y reservadas al juez civil ............... 469
c) Efectos que produce la sentencia penal que
declara inexistencia de responsabilidad criminal ............. 470
1) El sistema del código civil y comercial ................ 470
2) Alcance y contenido de la expresión
"inexistencia del hecho" y de "autoría" ................ 470
3) Inexistencia de responsabilidad penal ................. 471
4) Causas de justificación ............................. 471
5) Absolución o sobreseimiento por no
constituir delito el hecho imputado ................... 472
6) Excusas absolutorias penales ........................ 472
7) Absolución del imputado por aplicación
del principio in dubio pro reo........................ 472
8) Absolución del imputado y
factores objetivos de atribución ...................... 473
9) Efectos de la declaración de inculpabilidad
del imputado dictada en la sentencia
penal absolutoria .................................. 474
10) Especies de resoluciones judiciales
alcanzadas por la norma ............................ 475
11) Carácter de la norma ............................... 476

j
XXXVI
XXXVII
CAPÍTULO XV
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
(CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL DEL PRINCIPAL
POR EL HECHO DEL DEPENDIENTE

§ l. Régimen legal1
Dispone el artículo 1753: "Responsabilidad del principal por
el hecho del dependiente. El principal responde objetivamente
por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o
las personas de las cuales se sirve para el curnplirrúento de sus
1 Para un estudio con mayor profundidad, ver PIZARRO, Ramón Daniel, Tratado
de la responsabilidad objetiva, t. II, Cap. 20. Bibliografía complementaria sugerida:
KEMELMAJER DE CARLUCCI, en BELLUSCIO y ZANNONI, Código civil y leyes
complementarias, t. 5, art. 1113, n. 4, ps. 430/431; AGOGLIA, BORAGINA y MEZA,
Responsabilidad por hecho ajeno, ps. 33 y ss.; VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A.,
en BUERES y IITGHTON, Código civil y nonnas complementarias, t. 3-A, art. 1113,
n. 1, b) 1), 4, p. 477; AZAR, Aldo M. y OSSOLA, Federico, en SÁNCHEZ HERRERO
(dir.), Código, t. m, ps. 666/667; ORGAZ, Responsabilidad por hecho ajeno, en LL
50-260; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, La responsabilidad del principal por
el hecho del dependiente; ídem, Responsabilidad por riesgo; BUERES, Alberto, El
fundamento de la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente, en
Revista de Derecho de Daños, n. 2003-1, ps. 34/35; MOSSET ITURRASPE, Jorge,
La actuación del dependiente "dentro" y ''fuera" de la función encomendada. La
fórmula del artículo 43: "En el ejercicio o con ocasión de sus funciones", en Revista
de Derecho de Daños, n. 2003-1, p. 47; MAYO, Jorge, Dos aspectos de la respon­
i
sabilidad por los hechos de los dependientes, en BUERES (dir.), Responsabilidad
¡ por daños. Homenaje a Jorge Bustamante Alsina, t. II, p. 88.
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GusTAYO V ALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio o con § 2. Fundamento


ocasión de las funciones encomendadas.
La falta de discernimiento del dependiente no excusa al prin­ El fundamento de la responsabilidad del principal por el hecho
cipal. del dependiente transita, en nuestro sistema, por carriles similares
La responsabilidad del principal es concurrente con la del a los tratados al considerar la responsabilidad del deudor por el
dependiente". hecho de sus auxiliares, colaboradores o sustitutos.
La norma trata de manera uniforme dos supuestos diferen­ Dos son las teorías que se disputan la primacía. En nuestra
ciables: a) la responsabilidad del principal por el hecho de sus opinión, no son incompatibles entre sí y rectamente interpretadas
dependientes, y b) la del deudor por el incumplimiento producido se complementan.
por la acción u omisión de las personas de las cuales se sirve
para el cumplimiento de sus obligaciones, que hemos estudiado a) Teoría de la obligación legal de garantía
en el capítulo anterior. Conforme a ella, "el verdadero fundamento de la responsa­
La primera tipología es, esencialmente, de naturaleza extra­ bilidad del comitente, estaría en la idea de 'garantía' hacia los
contractual. La segunda de corte netamente obligacional o con­ terceros" (Bustamante Alsina, López Mesa-Trigo Represas, Ke­
tractual y guarda estrecha concordancia con la regla del artícu­ melmajer de Carlucci).
lo 732 en materia de actuación de auxiliares y con el principio La ley convertiría al principal en garante de la actividad de
de equiparación que dicha norma consagra. sus subordinados frente a terceros damnificados, por razones de
Habría sido preferible, desde el punto de vista técnico, tratar utilidad social e interés general, siendo dicha atribución formu­
ambos supuestos en normas separadas. lada con total abstracción de la idea de culpabilidad y en base
La principal diferencia entre uno y otro anida en lo siguiente: a un factor objetivo de atribución que sería la garantía.
en tanto en la responsabilidad extracontractual del principal por La doctrina de la garantía, sin ser inexacta, es pasible de
el hecho del dependiente es menester que exista dependencia crítica, pues se limita a "describir lo que pasa sin suministrar
para que aquélla se configure, tal exigencia no rige en la res­ la razón de por qué la ley ha instituido tal garantía" (Llambías).
ponsabilidad obligacional producida por la acción u omisión de En otras palabras: comprueba una realidad, mas no la explica
las personas de las cuales se ha servido el deudor para cumplir. ni fundamenta, con lo cual, en verdad, aporta poco.
Sea o no técnicamente un dependiente, la conducta del auxiliar,
colaborador o sustituto compromete la responsabilidad contrac­ b) La doctrina del riesgo creado
tual u obligacional del deudor.
De acuerdo con otra orientación, que nosotros compartimos, el
En uno y otro supuesto la responsabilidad es objetiva y con­
fundamento de la responsabilidad del principal por el hecho del
currente.
dependiente radica en el riesgo creado: quien se vale de depen­
Asimismo, en ambos la falta de discernimiento del depen­ dientes para desplegar sus actividades debe asumir el riesgo de las
diente, o del tercero introducido por el deudor para cumplir con contingencias dañosas que la conducta de éstos genere con rela­
su obligación, no excusa al principal. ción a terceros, en ejercicio o con ocasión de sus funciones (Borda,
2
3
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PiZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

rárquica" (Zavala de González. Conf.: Bueres, Alterini-Ameal­


Mosset Iturraspe, Zavala de González, Lorenzetti). Tal situación López Cabana, Parellada). O, más precisamente, una mera au­
supone, necesariamente, la necesidad de que el comitente asuma torización para obrar proveniente del principal y a condición
el riesgo de la actividad por él creado frente a ter�eros. de .que éste detente un poder efectivo o potencial de impartir
órdenes al autorizado.
§ 3. Requisitos de la responsabilidad del
La dependencia requiere para su configuración:
principal por el hecho del dependiente
1) El ejercicio de una función por cuenta ajena, lo cual supone
Son los siguientes: a) Relación de dependencia entre al autor una ampliación de la esfera de la propia esfera de acción
material del hecho dañoso y el principal; b) daño injustamente (y de control) del comitente y conduce, necesariamente,
causado por el dependiente a un tercero, y c) vinculación causal a elongar su responsabilidad por los daños que causen los
suficiente entre la función y el daño. dependientes, bajo ciertas condiciones.
Los analizaremos seguidamente. La dependencia y el encargo que ella contiene no presupone
la existencia de un contrato, ni se conectan necesariamente
§ 4. Relación de dependencia entre el autor con éste, sino que importan una situación de hecho, fáctica,
material del hecho y el principal fluida, flexible, que puede ser jurídica, técnica o económica
Es menester que exista dependencia entre el principal y el (Mosset Iturraspe, Mayo, Bueres). Es suficiente para que se
dependiente autor material del hecho dañoso. Así lo exige ex­ configure con que haya una autorización expresa o tácita
presamente el artículo 1753 del código civil y comercial. para actuar dentro de la esfera propia de control del principal,
en su interés. Para comprobar su existencia (o inexistencia)
La dependencia supone un requisito básico para que opere
deben, de tal modo, interpretarse los hechos, a la luz de las
la responsabilidad extracontractual del principal pues aneja a
circunstancias de persona, tiempo y lugar.
ella se encuentra el riesgo creado por la actividad desplegada
por aquél y, para quienes siguen la tesis de la garantía, el fun­ Como puede advertirse, estamos frente a una noción "que
damento de esta última. no se identifica con la subordinación laboral", toda vez
que "es mucho más amplia y la excede" (Kemelmajer de
. Es, de tal modo, una condición objetiva para que funcione
Carlucci).
la responsabilidad que nos ocupa.
2) Quid del poder de control y de impartir órdenes (o de
a) Concepto de dependencia injerencia ) por parte del principal.
La doctrina dominante señala que no basta la existencia
La doctrina dominante la concibe corno una situación fáctica de una autorización expresa o tácita para obrar en su interés
de encargo, realizada en interés de otro (aunque no necesaria­ proveniente del principal: es preciso además que éste tenga
mente exclusivo), que requiere de una posibilidad potencial de un poder efectivo o potencial de impartir órdenes o ins­
ordenar u organizar la actividad encomendada, o lo que es igual, trucciones al autorizado acerca de la manera en que deben
un poder de injerencia para supervisar "los medios y métodos ejecutarse las funciones (Kemelrnajer de Carlucci, Ago-
empleados, aunque no concurra una estricta subordinación je-
5
4
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

glia-Meza-Boragina, Bueres). De esta situación fáctica di­ c) Quid del poder de elección circunstancial
mana la autoridad y la subordinación civil. Lo relevante del auxiliar por el principal
es el derecho a dar órdenes y no el ejercicio real y efectivo
del mismo. Es suficiente con que exista la posibilidad po­ ¿Es necesario, para que haya dependencia, que el principal
tencial de dar las órdenes o instrucciones al autorizado, tenga poder de elección del dependiente?
sin que sea determinante en lo más mínimo que éste ejer­ El tema es controvertido y, por sobre todo, opinable.
cite o no debidamente esa prerrogativa (Mosset Iturraspe, Conforme un criterio, la respuesta afirmativa se impondría,
Lorenzetti, Visintini, Viney). aunque bajo parámetros de máxima flexibilidad: "la autorización
-dice Bueres- descuenta que quien la imparte tuvo como núnimo
un ocasional poder de elección y un virtual poder de control y
b) La dependencia supone el ejercicio de una función de impartir órdenes".
realizada en interés (no necesariamente exclusivo) De acuerdo con otra orientación, ampliamente mayoritaria,
de quien da las órdenes que nosotros compartimos, no es necesario que el dependien­
te haya sido libremente elegido por el comitente, toda vez que
Es preciso que la función sea realizada para satisfacer una
son numerosos los supuestos en los cuales el dependiente es
necesidad (interés) del comitente, por cuya cuenta obra. Dicho
impuesto al comitente (Kemelmajer de Carlucci, Llambías, Al­
interés puede ser exclusivo de éste, o compartido con el depen­
terini-Ameal-López Cabana, Zavala de González). Esto condu­
diente o con un tercero (Zavala de González). Por tal motivo,
ce, necesariamente, a eliminar el requisito de la elección o a
si la relación de encargo se realiza en interés exclusivo del de­
considerarlo absorbido por el de subordinación. Bastaría, de tal
pendiente, no habría, en puridad, "...encargo alguno por parte
modo, con la mera aceptación o "aquiescencia con la actividad
del coherente de la autorización no obstante que éste se hubiere
del agente, el dejarla obrar, lo haya o no designado el comitente"
reservado la facultad de dirigirla (por ignorancia o incompetencia
(Zavala de González).
del autorizado) en ocasional subordinación jurídica" (Agoglia­
Boragina-Meza).
d) La dependencia en los supuestos de
Por lo expresado, no hay dependencia entre el sargento que conocimientos especiales del dependiente
da las órdenes y los soldados que deben cumplirla; entre el capataz
y los albañiles; entre el obispo y los sacerdotes. En dichos su­ No hay duda alguna de que puede haber dependencia aun en
puestos existe subordinación pero la función es realizada en interés los supuestos de autonomía jurídica o económica del dependiente.
de otro, que es quien verdaderamente la dirige y es principal, En cambio, es controvertido si la autonomía científica o técnica
que son la institución militar, el empresario que ejecuta la obra del encargado (médico, abogado, ingeniero) obsta a que pueda
y la iglesia, respectivamente; entre el director técnico y los ju­ ser considerado jurídicamente como dependiente.
gadores de un equipo de fútbol profesional. Ello, por cierto, sin Aquí también las opiniones están divididas.
perjuicio de la responsabilidad personal que pueda corresponder Conforme una orientación, la respuesta debería ser afirma­
a aquellos sujetos por aplicación de los principios ordinarios. tiva: la autonomía científica o técnica del encargado -tal lo que
6 7
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

sucede, por ejemplo, en la relación entre los médicos y las 2) No es indispensable que medie relación contractual entre
empresas de salud- impediría que pueda ser reputado depe:ri­ el principal y el dependiente, aunque a menudo ello así
diente (Bueres). suceda.
De acuerdo con otro criterio, que compartimos, "no empece
3) Es irrelevante que la dependencia sea permanente, tem­
a la materialización del lazo de dependencia, la falta de cono­
poral o, inclusive, ocasional.
cimientos técnicos acerca del modo de desempeño de la incum­
bencia, por parte del patrón, en la medida en que esa carencia 4) Es indiferente que la dependencia sea onerosa o gratuita.
no impide la virtual posibilidad de ordenar, organizar, dirigir o
controlar la tarea" (Agoglia-Meza-Boragina. Conf.: Kemelmajer
de Carlucci, Zavala de González). Es una solución razonable, f) Subdependencia y dependencia
que guarda armonía con el fundamento objetivo, basado en el indirecta o mediata
riesgo creado que tiene la responsabilidad del principal por el
hecho del dependiente (que no varía por la circunstancia con­ Puede ocurrir que el vínculo de dependencia no se establez­
tingente de que el dependiente tenga mayor. o menor autonomía ca en forma directa o inmediata entre el comitente y el comi­
científica o técnica) y con los estándares de protección del dam­ sionado, "sino a través de una cadena, en que cada parte del
nificado que dimanan del mismo. eslabón es subordinado de los superiores y principal en cuanto
La autonomía técnica o científica del encargado no obsta a a los inferiores" (Zavala de González). Tal lo que sucede en
que pueda ser considerado dependiente y en modo alguno resulta caso de subdependencia, en donde el dependiente realiza la fun­
incompatible con la noción de dependencia civil que emerge del ción encomendada valiéndose de la intervención de otro sujeto
'i que es, a su vez, dependiente suyo. La cuestión, excepcional en
artículo 1753 del código civil y comercial. La conclusión es más
i otra época, deviene frecuente y más aún ordinaria en los tiempos
evidente para quienes piensan que la subordinación no es un i que corren, particularmente dentro del ámbito empresarial, en el
elemento indispensable para la dependencia civil y que lo ver­
daderamente trascendente es la facultad de actuar por cuenta e contexto de una economía de producción de bienes y servicios
interés de otro. Va de suyo que, conforme a ese enfoque, nada a gran escala.

agrega o quita la autonomía científica del dependiente civil para En este supuesto, la regla es clara: "el dependiente de mi
que se configure la responsabilidad del principal. dependiente es también dependiente mío" (Zavala de González).
Es una solución lógica, pues si un sujeto reviste calidad de prin­
e) Aspectos irrelevantes para la configuración cipal con relación a otro, su prerrogativa de ingerencia se extiende
de la dependencia civil hasta alcanzar a los subdependientes de este último en los as­
pectos atinentes, claro está, a la función encomendada. Por tal
Existen otros aspectos que son irrelevantes para la configu­ motivo, debe responder frente a terceros damnificados por los
ración de la dependencia a los efectos civiles: daños que tales subdependientes causen en ejercicio o con oca­
1) Poco importa que el dependiente (o el comitente) sea una sión de sus funciones (Trigo Represas, López Mesa, Llambías,
persona física o jurídica. Kemelmajer de Carlucci).
8 9

'
.
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

g) Dependencia compartida al que sólo tienen acceso los dependientes del principal; no se
sabe cuál de ellos es quien ha cometido el ilícito, aunque sólo
Puede suceder que un mismo sujeto sea, al mismo tiempo,
uno de ellos pudo haber sido con alto grado de probabilidad
dependiente de varios comitentes.
objetiva; o en los casos en los cuales una persona es muerta en
Dentro de este contexto, se encuentran los siguientes supuestos: una balacera, emanada de autoridad policial, sin que pueda de­
1) Varias personas emplean juntas, sim.ultáneamente, a un terminarse cuál fue el autor material del homicidio. "Se conoce
dependiente para el cumplimiento de una tarea de interés la causa del daño, dice Kemelmajer de Carlucci, pero no se
común, tal lo que ocurre -por ejempl0c- cuando alguien puede identificar al autor".
transporta productos para más de una empresa. La solución En tal supuesto, hay consenso doctrinario en que la respon­
es evidente: todas responden concurrentemente frente al sabilidad del principal queda comprometida.
damnificado por los daños causados por su encargado co­ La solución es clara cuando todos los que han participado
mún, en ejercicio o con ocasión de sus funciones. en el evento dañoso son dependientes del principal, pues es evi­
2) El encargado ejerce sus funciones de modo sucesivo para dente que el autor material del perjuicio por cuyo hecho debe
distintos comitentes (v. gr., empleada doméstica que según responder inexorablemente debe ser un dependiente suyo. Su
las horas del día trabaja en una casa o en otra). En tal responsabilidad no varía por la circunstancia puramente contin­
supuesto (dependencia alternativa) se considera que <;:ada gente de que no logre individualizarse al mismo.
empleador es principal o comitente únicamente durante el El criterio no varía cuando la víctima es menoscabada en un
tiempo que pasa en su casa. hecho en el cual han participado dependientes y terceros extraños
3) El encargado cumple sus funciones para varios principales, al principal, toda vez que rigen en dicho ámbito las reglas de
no en forma sucesiva sino simultánea. Tal lo que sucede la solidaridad, sin perjuicio de las acciones de regreso que puedan
cuando un dependiente es puesto temerariamente a dispo­ corresponder. Tal lo que sucede, por ejemplo, cuando en el marco
sición de otro comitente y, muy particularmente, en los de un tiroteo entre dos grupos armados (una comisión policial
supuestos en los que dicha actividad se canaliza a través y una banda de delincuentes), un tercero resulta alcanzado y
de empresas de servicios temporarios o eventuales. En herido por un disparo. La víctima no está llamada a investigar
este caso ambos principales responden frente al tercero la mecánica del hecho, ni a deslindar las responsabilidades que
damnificado, sin perjuicio de las acciones de regreso que en el suceso le quepan a unos y otros entre sí, ni a hurgar las
puedan corresponder. culpas que, como eximentes de las responsabilidades atribuidas
por los daños causados, cada imputado atribuya al otro prota­
h) Daños causados por el hecho gonista.
del dependiente anónimo
§ 5. Debe mediar vinculación causal
Puede suceder que el daño haya sido necesariamente causado
suficiente entre la función y el daño
por un dependiente, aunque se desconozca su identidad. Tal lo
que sucede, por ejemplo, cuando se hurtan valores de un lugar Es preciso que medie un nexo causal adecuado suficiente

10 11
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

entre la función del dependiente y el daño para que el principal en ejerczczo regular de la función, los que dimanan del mal
pueda ver comprometida su responsabilidad. Esta exigencia mar­ ejercicio de la misma, del abuso de la función y del ejercicio
ca un fµerte contraste con la responsabilidad de los padres por aparente de esta última.
los daños causados por sus hijos menores de edad que convivan Hay mal ejercicio de la función cuando ésta es realizada de
con ellos, quienes responden por todos los actos dañosos que manera indebida, ya sea porque el dependiente obra irregular­
éstos realicen y que generen una obligación resarcitoria; en el mente, o con torpeza, o utilizando medios inadecuados, dolosa,
supuesto que nos ocupa, importa la naturaleza del hecho que se culposa o riesgosamente. El mal ejercicio de la función no im­
ejecuta, el cual debe estar ligado razonablemente al ejercicio de porta negación sino tan sólo una deformación de ésta (Orgaz).
la función. Como bien se ha dicho, "el hijo es en todo momento Tal lo que sucede, por ejemplo, con el dependiente que en cum­
hijo, pero el patrón no es en toda circunstancia comitente" (Ke- plimiento de su función se desplaza en un vehículo y embiste
melmajer de Carlucci). a un peatón que cruza la calzada en senda de seguridad, con
Así las cosas, el problema se centra en determinar cuál debe luz de semáforo en rojo, o con el empleado que al tiempo de
ser la relación entre la función y el daño, cuestión que aparece efectuar tareas de quita de malezas de un campo enciende fuego,
hoy resuelta en el artículo 1753 del código civil y comercial. que se propaga a otros inmuebles, etcétera.
Dispone dicha norma: "El principal responde objetivamente por Hay ejercicio abusivo de la función cuando el dependiente
los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las se extralimita en la misma, ya porque actúe contrariando ins­
personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obli­ trucciones recibidas, o bien porque realiza una tarea que no le
gaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio o con competía pero que en apariencia comprendía el encargo realizado.
ocasión de las funciones encomendadas". El abuso "engloba todo exceso en el despliegue del cometido,
La ley determina de modo preciso los parámetros con arreglo aunque persiga fines exclusivamente personales y hasta delicti­
a los cuáles debe modularse la vinculación causal entre la función vos", tal lo que sucede con "el chofer que utiliza el automóvil
el daño y requiere que los mismos se produzcan en ejercicio o en interés suyo, en contra de la prohibición del patrón" o con
con ocasión de las funciones. "el empleado de una agencia de venta de automotores, que se
Analicemos los distintos supuestos que pueden presentarse. apropia del vehículo entregado por el cliente en forma de pago"
(Zavala de González).
a) Daños causados en ejercicio Finalmente, hay ejercicio aparente de la función cuando frente
de la función encomendada a la vista de terceros se presentan como reales elementos carac­
El daño es causado en ejercicio de la función encomendada terizantes de la dependencia, que son, en verdad, ficticios (López
cuando se produce en el desempeño del cometido que le ha sido Mesa, Trigo Represas). El principal que contribuye a crear esa
ordenado y dentro del ámbito de la actividad indicada. El acto puesta en escena, permitiendo que alguien se muestre frente a
dañoso es congruente o compatible con la función y se ejecuta terceros bajo apariencia de desempañar funciones en su beneficio,
practicando el encargo recibido. sin adoptar controles o medidas para impedirlo, no puede menos
Quedan incluidos dentro de la categoría de daños causados que asumir las consecuencias dañosas que cause el dependien-

12 13

J
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

te aparente con motivo de sus funciones, salvo que el tercero I. De acuerdo con un enfoque, sólo quedan comprendidos den­
damnificado conociera o hubiera podido conocer obrando dili­ tro de los daños causados con ocasión de la función "aquellos
gentemente de la real situación de inexistencia de dependencia actos ajenos o extraños a la función, pero que únicamente pu­
(Vázquez Ferreyra, Zavala de González). dieron ser llevados a cabo por el dependiente en tal calidad y
por mediar esas funciones". Va de suyo que la función "no deb�
b) Daños causados con ocasión de las funciones ser respecto del daño un mero elemento favorecedor o facilitante
Se afirma, con sentido general, que "los hechos en ocas1on del acto dañoso, ni alcanza tampoco con que exista una simple
de la función son los sucesos extraños a la actividad encomen­ coetaneidad entre la función y el daño, para obligar al principal
dada, pero que mantienen alguna vinculación con ésta" (Zavala por el hecho del dependiente" (López Mesa).
de González). Por esta vía se exige que la función haya facilitado extraor­
¿ Cuándo el daño es causado en ocasión de la función? dinariamente el daño, o más aún que haya sido indispensable
1) Una corriente extrema sostiene que para configurar la res­ para su producción.
ponsabilidad del principal por el hecho del dependiente basta
II. Conforme otra orientación, más amplia, el daño es causado
con que la función sea una mera condición del daño, aunque
con ocasión de la función cuando ésta le ha dado una mera
no asuma papel causal adecuado relevante alguno, lo cual sitúa
la cuestión en un terreno que es más propio de la doctrina de oportunidad al hecho dañoso, posibilitando su realización que
la equivalencia de condiciones que de la relación causal adecuada de otro modo no hubiera podido concretarse, lo cual marca una
que sigue el código civil. Tal planteo ha generado fundadas ob­ diferencia perceptible con la tesis anteriormente. analizada: En
jeciones, por cuanto tiene una amplitud desmedida "que termina la ocasión, la función únicamente brinda la oportunidad al hecho
proyectando sobre el principal consecuencias dañosas que no dañoso; no es indispensable que lo determine; basta con que
resultan adecuadas a la función y que, por ende, únicamente sólo lo facilite causalmente (Kemelmajer de Carlucci, Zavala de
guardan entre sí una relación circunstancial" (Agoglia-Boragi­ González, Mosset Iturraspe).
na-Meza). No parece razonable que el principal deba responder No es preciso que los actos se correspondan por su naturaleza
si un chofer de ómnibus que ha jurado matar a su enemigo, lo con la función encomendada, por lo que quedan incluidos tam­
encuentra en el vehículo y cumple con su amenaza, pues es bién aquellos ajenos a ésta, que sólo hayan podido ser razona­
evidente que no existe vinculación causal adecuada suficiente
blemente llevados a cabo por el dependiente en tal condición y
alguna entre la función y el daño, aunque aquélla haya sido una
por mediar las funciones que desplegaba.
condición de este último.
2) La mayor parte de la doctrina nacional ha intentado asignar En consecuencia, si el dañador se vale de la oportunidad que
un sentido más limitado, razonable-y. sensato a esta locución, le brindan circunstancias espaciales y temporales causalmente
admitiendo que no cualquier ocasión de la función es apta para relevantes que razonablemente proporciona la función, aunque
comprometer la responsabilidad del principal. La búsqueda de ésta no sea indispensable para cometer el ilícito, el principal
criterios restrictivos se ha canalizado de distintas maneras. responde.

14 15
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL

c) La doctrina de la razonable relación


entre la función y el daño § 6. Carácter i,nexcusable de esta responsabilidad
Probados los extremos de su configuración, la responsabilidad
Borda considera que la formulación estricta qe las doctrinas
del principal es inexcusable. La doctrina es unánime. Va de suyo
antes indicadas conduce a resultados insatisfactorios y por ello que no puede liberarse de su obligación resarcitoria demostrando
ha intentado reducir el ámbito de conflictividad existente en esta la imposibilidad de su parte para impedir el daño. Es la única
materia, antes y después de la reforma de 1968 al código civil solución que condice con el fundamento objetivo de la institución
anterior, señalando que para que se configure la responsabilidad y la que brinda mejor protección al damnificado.
del principal por el hecho del dependiente es suficiente con que
exista una "razonable relación entre las funciones Y el daño". § 7. Falta de discernimiento del dependiente
Ello conduce a una noción abierta, sumamente flexible, que de­
manda atender detenidamente a todas las circunstancias del caso. La falta de discernimiento del dependiente no excusa al prin­
cipal. Así lo dispone expresamente el artículo 1753 del código
Se le ha reprochado, a nuestro modo de ver injustificadamente,
civil y comercial. Es una regulación lógica, compatible con el
que se trata "de un criterio impreciso, ya que no orienta ��erca
carácter objetivo que tiene la responsabilidad que nos ocupa.
del sentido en que se ha de apreciar la relación de razonab1hdad,
permitiendo las comprensiones más dispares al respecto" (Lóp�z
§ 8. Carácter de la responsabilidad
Mesa. Conf.: Llambías, Agoglia-Boragina-Meza). Ello conduci­
del principal y del dependiente
ría a la inseguridad jurídica.
La crítica no parece decisiva y es tributaria de un excesivo El principal y el dependiente responden en forma concurrente
rigor dogmático. Es verdad que estamos frente a una �oción frente al damnificado (art. 1753, Cód.Civ.Com.).
abierta, flexible, dinámica, que requiere atender a las circuns­
tancias particulares de cada caso. Como bien se ha señalado, § 9. Acción de regreso en la responsabilidad
este tipo de nociones son frecuentes en el derecho de nuestro del principal por el hecho del dependiente
tiempo. Conceptos como orden público, moral, buenas costum­ Ver supra Capítulo XII.
bres, buena fe, equidad, sentencia arbitraria, traducen también
nociones elásticas que no impiden su comprensión, ni menos § 10. Responsabilidad del principal y del dueño
aún su aplicación sin desmedro de la seguridad jurídica (Kemel­
majer de Carlucci). Como agudamente se ha señalado, "el pro­ Puede suceder que el dependiente cause daños con o por
_ cosas de propiedad del principal o que se encuentran bajo la
blema sobre la ocasión que responsabiliza queda supeditado a
la prudente valoración judicial, sobre pautas de razonabili�ad Y guarda de este último. Es lógico que, en tal caso, el damnificado
acorde con las circunstancias del caso" (Zavala de Gonzalez), pueda valerse de forma conjunta e indistinta de todas las pre­
sunciones legales que favorecen su situación.
realidad que no puede ser eludida ni ocultada bajo la sombra
de prejuicios excesivamente conceptualistas. Las diferencias entre uno y otro régimen son evidentes:
a) La responsabilidad del dueño y del guardián no está re-
16
17
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS

lacionada con el ejercicio de función alguna, por lo que


responden en cuanto tales. La del comitente, en cambio,
presupone una relación causal adecuada r� zonable entre
la función y el daño.
b) En materia de daños causados por el hecho de las cosas,
CAPÍTULO XVI
el dueño y el guardián se liberan probando que la cosa
fue usada contra su voluntad expresa o presunta. Esta exi­ TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
mente no rige en la responsabilidad del principal por el (CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD DE
hecho del dependiente. LOS PADRES,TUTORES,CURADORES
Y DELEGADOS EN EL EJERCICIO DE
LA RESPONSABILIDAD PARENTAL
A) RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES

§ l. Introducción1
La responsabilidad de los padres por los daños causados por
los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y
habitan con ellos (art. 1754, Cód.Civ.Com.) se· inserta dentro de
una temática más amplia y compleja, que no es otra que la de
los daños causados por menores de edad. El tema, delicado y
sensible, cala hondo en la sociedad, pues afecta intereses indi­
viduales y comunitarios relevantes: por un lado, aquellos ligados
a la reparación del daño injusto, que reclaman una tutela enérgica
a favor de los damnificados, la cual sólo puede ser alcanzada a
través de un sistema que de modo categórico emplace la res­
ponsabilidad en derredor de los progenitores del menor, sin per­
juicio de la que pueda pesar sobre éste; por otro, aquellos de
carácter individual y social ligados a una razonable tutela del
núcleo familiar, que pueden verse comprometidos si esta res­
ponsabilidad es determinada sin la mesura y equilibrio que su
particularidad impone.
1 Para un estudio con mayor profundidad, ver PIZARRO, Ramón Daniel, Tratado
de la responsabilidad objetiva, La Ley, Buenos Aires, 2016.

19
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

§ 2. La responsabilidad de los padres


parental que regulan los artículos 638 y siguientes con la
en el código civil y comercial2
responsabilidad de los padres.
La responsabilidad de los padres por el hecho de sus hijos b) La responsabilidad de los pr�genitores es indirecta y ob­
está reglada en los artículos 1754 y 1755 del �ódigo civil y jetiva.
comercial.
c) Se mantiene, de manera poco coherente con el fundamento
El artículo 1754 dispone: "Hecho de los hijos. Los padres
objetivo que se proclama, el requisito de convivencia del
son solidariamente responsables por los daños causados por los
hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que menor con el progenitor responsable. Es, sin duda alguna,
habitan con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad personal y el mayor defecto que tiene la solución normativa prevista
concurrente que pueda caber a los hijos". en los artículos 1754 y 1755. Si esta exigencia, propia de
un régimen de responsabilidad basado en la idea de culpa
Por su parte, el artículo 1755 establece: "Cesación de la res­
ponsabilidad paterna. La responsabilidad de los padres es ob­
presumida (y resabio de éste), no es calibrada con flexi­
jetiva, y cesa si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia bilidad, el mentado carácter objetivo de la responsabilidad
de otra persona, transitoria o permanentemente. No cesa en el se diluye sensiblemente.
supuesto previsto en el artículo 643. d) La responsabilidad de los padres es sin perjuicio de la
Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no que concurrentemente pueda pesar sobre el hijo.
conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que e) La responsabilidad paterna cesa cuando el hijo menor de
les es atribuible. edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, perma­
Los padres no responden por los daños causados por sus hijos nentemente, como decía el régimen anterior, o en forma
en tareas inherentes al ejercicio de su profesión o de funciones transitoria. No así en el supuesto previsto por el artícu­
subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco responden lo 643, al que haremos referencia más adelante.
por el incumplimiento de obligaciones contractuales válidamente
f) Los padres no responden por los daños causados por el
contraídas por sus hijos".
incumplimiento de obligaciones contractuales contraídas
El régimen estatuido tiene estas características: válidamente por sus hijos, ni por los menoscabos causados
a) Estrecha e inescindible relación entre la responsabilidad por éstos en tareas inherentes al ejercicio de su profesión
2 Bibliografía complementaria sugerida: BOSSERT, Gustavo y ZANNONI, Eduar­
o de funciones subordinadas encomendadas por terceros.
do A., Manual de derec';o de familia, Astrea, Buenos Aires; AZAR, Aldo M�
La solución es la misma cuando el daño es causado por
OSSOLA, Federico, en SANCHEZ HERRERO (dir.), Tratado, t. ID, p. 707; LLOVE­ el menor a un tercero con motivo del ejercicio de una
RAS, Nora y MONJO, Sebastián, Responsabilidad de los padres por el hecho de los actividad profesional para la cual ha obtenido un título
hijos en el Proyecto de Código, en LL 2013-E-1078, n. IV.2.1; ZAVALA DE GONZÁ­
LEZ, Resarcimiento de daños, t. 4, n. 140, ps. 655 y ss.; LÓPEZ HERRERA, Edgardo, habilitante. Ello es así porque el desarrollo de dicha ac­
Responsabilidad civil de los padres, tutores y curadores en el Proyecto de Código Civil tividad no requiere de autorización ni del control de los
y Comercial unificado, en RCyS 2012-IX-5, n. ID; PLOVANICH, Cristina, Responsa­ progenitores, porque el menor tiene la habilitación que le
bilidad de los padres en el Código Civil y Comercial, en RCyS 2014-4-173.
otorga el título habilitante.
20
21
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTA YO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

§ 3. Fundamento de esta responsabilidad de reembolso que puedan luego articularse entre los legitimados
pasivos cuando uno de ellos hubiese tenido que afrontar el pago
El código civil y comercial ha producido un ,cambio drástico de toda la indemnización por causas atribuibles al otro.
en esta materia calificando a la responsabilidad que nos ocupa El Anteproyecto de reforma parcial al código civil y comer­
de "objetiva". Rige, por ende, la previsión normativa del artícu­ cial, elaborado por Julio C. Rivera, Diego Botana y Ramón Daniel
lo 1722 del código civil y comercial. Pizarro justificadamente suprime este requisito.
¿Cuál es el factor de imputación objetivo aplicable a la res­
ponsabilidad de los padres? § 4. Legitimación pasiva
Conforme un criterio, el fundamento anidaría en los deberes La responsabilidad de los padres por el hecho de los hijos
y cargas que impone el instituto de la responsabilidad parental que se encuentren bajo responsabilidad parental y que habitan
(López Herrera, Silvestre). No importa cuánta diligencia el pro­ con ellos es solidaria. Poco importa que la filiación sea por
genitor ponga, siempre responderá. naturaleza, mediante técnicas de reproducción humana asistida
Según otro enfoque, el factor de atribución objetivo es la o por adopción (arts. 558, Cód.Civ.Com.). En todos los casos
garantía, que se deriva de deberes fundantes de la responsabi­ el régimen legal es el mismo.
lidad parental: educar y cuidar a los hijos (Azar-Ossola). En cambio, el progenitor afín al cónyuge o conviviente
En nuestra opinión, se trata del riesgo creado. Específicamente (art. 672), que vive con quien tiene a su cargo el cuidado personal
del riesgo que genera la conducta de los hijos menores mientras del niño o adolescente, está excluido del supuesto que nos ocupa.
se hallan bajo responsabilidad parental. Dicho riesgo se sustenta
y modula en derredor del cúmulo de derechos, potestades y de­ § 5. Requisitos
beres que configuran el instituto de la responsabilidad parental. Para que opere la responsabilidad que prevén los artícu­
Advertimos, sin embargo, una llamativa incoherencia del le­ los 1754 y 1755 del código civil y comercial es menester la
gislador: si en verdad la responsabilidad de los padres é� objetiva, presencia conjunta de estos requisitos: Daño resarcible injusta­
como se declama en el artículo 1755, el requisito de que los mente causado por el hijo a un tercero; minoridad del hijo; que
hijos menores habiten con ellos es inadmisible. Dicha exigencia el hijo se encuentre bajo responsabilidad parental del demandado
podía ser justificable en un régimen de responsabilidad subjetiva, y que habite con éste.
por culpa, con inversión de carga probatoria, ámbito en el cual
parecía lógico subordinar la legitimación pasiva al requisito de a) Daño resarcible injustamente
la convivencia. No así en un régimen de responsabilidad objetiva, causado por el hijo a ·un tercero
cualquiera sea el factor de atribución aplicable, en donde debería
ser indiferente a los fines de la responsabilidad el hecho de que Es preciso que el hijo menor de edad cause injustamente un
el menor conviva o no con sus padres (Azar-Ossola). En todos daño a un tercero. La exigencia parece obvia, pues a partir de
los casos, el riesgo y el deber de garantía son los mismos y no ese perjuicio se desencadena la posible proyección de la respon­
deberían variar frente al damnificado, sin perjuicio de las acciones sabilidad a sus padres.

22 23
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

La conducta del menor debe ser objetivamente antijurídica, culpa) u objetivo (equidad, riesgo creado, etc.), según la natu­
cuestión que requiere ser valorada con arreglo a las pautas ge­ raleza de la- responsabilidad comprometida.
nerale¡;¡ que hemos tratado en el Capítulo IV de. esta obra. Lógicamente, es preciso, además, que haya relación causal
¿Debe haber culpa en la conducta del menor? adecuada entre la conducta del menor y el daño cuya reparación
El tema presenta importancia cuando la responsabilidad que se pretende.
se le endilga a éste (y que se extiende reflejamente al progeni­
tor) es subjetiva. No así en los casos de responsabilidad objetiva b) Minoridad del hijo que causa el daño
(v. gr., por riesgo creado o por equidad), ámbito en el cual la
imputación al sindicado como responsable -sea mayor o menor Es necesario que éste sea menor de edad, o sea, que no haya
de edad- se realiza con total abstracción de la idea de culpa, cumplido los dieciocho años (art. 25, Cód.Civ.Com.). Alcanza­
pudiendo ver comprometida su obligación de resarcir un menor da la mayoría de edad se extingue la responsabilidad parental
de diez años o un demente declarado. (art. 699, inc. c, Cód.Civ.Com.), y se desvanecen los poderes
jurídicos de los padres sobre sus hijos, cuya inobservancia da
Volvamos a la responsabilidad subjetiva. Tratándose de daños sustento a esta responsabilidad.
causados por menores que no han cumplido diez años la respuesta
negativa a aquel interrogante se impone, habida cuenta de que La minoridad se computa al momento de producción del
la falta de imputabilidad de aquél impide que pueda configurarse
f
.l hecho dañoso, sin que tenga relevancia que el autor material
juicio de reproche subjetivo alguno. Basta con que exista una del daño llegue a la mayoría de edad durante la tramitación del
conducta objetivamente antijurídica del menor que sea causa ade­ juicio.
cuada de un daño injusto para que se configure el presupuesto Cabe distinguir según el menor tenga diez años ya cumplidos
que nos ocupa. La irresponsabilidad del autor material del per­ o no (argum. art. 261, Cód.Civ.Com.).
juicio (y con mayor razón, su eventual obligación de resarcir
por aplicación del art. 1750, Cód.Civ.Com.), en nada gravita 1) Menor que todavía no ha cumplido
para la responsabilidad de los progenitores. los diez años de edad
Más controvertida es la cuestión cuando el menor que causa Tratándose de menores que todavía no han cumplido los diez
el daño ya ha cumplido los diez años. años, en principio, los únicos responsables por los daños que
Una calificada doctrina se inclina por la afirmativa, por con­ generen a terceros son sus progenitores. El acto ilícito del menor
siderar que tratándose la de los padres de una responsabilidad es reputado involuntario (art. 261, inc. a, Cód.Civ.Com:) y, como
refleja, ella requiere la previa configuración de todos los presu­ regla, no compromete su responsabilidad personal. Lo dicho vale,
puestos de la obligación de resarcir en cabeza del hijo autor del lógicamente, cuando se trata de una responsabilidad subjetiva.
hecho, entre los que estaría naturalmente el factor subjetivo de Distinta es la solución cuando la responsabilidad que se endilga
atribución (Bustamant� Alsina). al menor de diez años es objetiva, tal lo que sucede en el supuesto
Nosotros creemos que es suficiente con que exista un factor de indemnización de equidad previsto por el artículo 1750 del
de atribución contra el menor, que puede ser subjetivo (dolo o código civil y comercial, o en los casos en los que la obligación
24 25
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

de resarcir de aquél se funde en otro factor objetivo de atribución los padres ser responsabilizados a partir de ese momento por
(v. gr., responsabilidad por las cosas de las cuales el menor es los daños que causen sus hijos a terceros.
dueño, arts. 1757 y 1758, Cód.Civ.Com.). No cabe duda de que
en estos casos responde personalmente.
4) Menor que trabaja o que ejerce una
profesión que requiere título habilitante
2) Menor que ya ha cumplido los diez años de edad
La ley autoriza a las personas desde los dieciséis años a
El menor que ya ha cumplido diez años también puede ver celebrar toda clase de contratos de trabajo, con autorización
comprometida su responsabilidad subjetiva, pues tiene discer­ de sus padres, responsables o tutores. Se presume tal autoriza­
nimiento para los actos ilícitos (art. 261, inc. b, Cód.Civ.Com.) ción cuando el adolescente viva independientemente de ellos
y está en condiciones de responder por los daños que cause a (arts. 32 y 187, ley de contrato de trabajo).
un tercero por su culpa o dolo.
A partir de los catorce años pueden también ser ocupados,
En tal caso, la responsabilidad de los progenitores por los bajo ciertas condiciones, en empresas cuyo titular sea su padre,
daños que éstos causen es solidaria y concurrente con la del hijo madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las tres (3)
(Lloveras-Monjo). horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre que
no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que
3) Menores emancipados cumplan con la asistencia escolar (art. 189 bis, ley de contrato
de trabajo).
La emancipación determina la extinción de la titularidad de
la responsabilidad parental (art. 699, inc. d, Cód.Civ.Com.) y De igual modo, la persona menor de edad que obtiene título
enerva el presupuesto básico de esta última (art. 638). En el habilitante para el ejercicio de una profesión está legitimada para
plano de la responsabilidad por daños, la situación del emanci­ hacerlo, sin necesidad de previa autorización, supuesto en el
pado es asimilada totalmente a las personas mayores de edad. cual tiene la libre administración y disposición de los bienes que
Va de suyo, entonces, que los progenitores no responden por obtiene con el producto de su profesión (art. 30, Cód.Civ.Com.).
los daños que éstos causen a terceros (Bustamante Alsina, Bue-. ¿ Qué sucede, en estos casos, con la responsabilidad de los
res-Mayo). padres por los daños que estos menores causen a terceros?
Es indiferente que el matrimonio se haya celebrado con o Cabe distinguir dos supuestos diferenciables:
sin autorización de los padres, pues ésta no incide en la eman­ l. Tratándose de daños causados por los hijos en tareas inhe-•
cipación del hijo, que opera igualmente y es irrevocable (art. 27). rentes al ejercicio de. su profesión o de funciones subor­
La nulidad del matrimonio tárnpoco afecta la emancipación, dinadas encomendadas por terceros, los padres no respon­
excepto respecto del cónyuge de mala fe, para quien cesa a partir den. Ello surge claramente del último párrafo del artícu­
del día en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada lo 1755 del código civil y comercial. Así, por ejemplo,
(art. 27, Cód.Civ.Com., tercer párrafo). En tal caso, revive la si el hijo comete una estafa abusando de su profesión u
responsabilidad parental y todas sus consecuencias, pudiendo oficio.

26 27
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS ÜUSTAVO VALLESPlNOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

II. El mismo criterio se aplica para la responsabilidad que deriva Adviértase que son dos nociones distintas (argum. arts. 640,
del incumplimiento de obligaciones contractuales válida­ inc. a; 641, incs. b, y e, 642, 643 y eones., Cód.Civ.Com.). Se
mente contraídas por sus hijos (art. 1755, Cód.Civ.Com.). puede ser titular de la responsabilidad parental y tener ejercicio
Eri todos los demás supuestos se aplican los principios ge­ efectivo de la misma, o ser titular de la responsabilidad parental
nerales que rigen la responsabilidad paterna (arts. 1754 y eones., pero carecer de este último, por ejemplo, por estar suspendido
Cód.Civ.Com.). en virtud de alguna de las causales previstas en el artículo 702
del código civil y comercial, o por haber delegado su ejercicio
5) Hijos mayores de edad en los términos del artículo 643 del código civil y comercial.
Los padres no responden por los daños que causen sus hijos El tema presenta especial importancia a los fines resarcitorios,
mayores de edad. Es una solución lógica, pues no existe razón pues no es lo mismo que responda quien tiene la titularidad de
alguna que derive del solo hecho de la paternidad para imponerles la responsabilidad parental, que quien tiene su ejercicio efectivo.
responsabilidad. Nosotros creemos que la responsabilidad objetiva de los pro­
genitores está ligada a la titularidad de la responsabilidad parental
e) Titularidad de la responsabilidad parental y no a su ejercicio. Dicho de otra manera: como regla respon­
de frente al damnificado quien es titular de aquélla, tenga o no
1) Planteo de la cuestión su ejercicio. Es, nos parece, la única respuesta coherente con
Este requisito es, sin duda alguna, el más complejo de todos, el estándar de responsabilidad objetiva que proclama el artícu­
particularmente a la luz del cambio normativo operado con la lo 1755. Se responde por el hecho de ser progenitor y titular de
sanción del nuevo código civil y comercial. la responsabilidad parental (allí anida el basamento del factor
El tema en debate es el siguiente: la responsabilidad de los objetivo de atribución) y no como consecuencia del buen o mal
progenitores, ¿está ligada a la titularidad de la responsabilidad ejercicio de esta última (que era un criterio sustentable en un
parental? ¿O a su ejercicio? régimen de responsabilidad subjetiva presumida, como el ante­
Dicho de otro modo: quien es titular de la responsabilidad rior). Esto explica que la responsabilidad de los padres no cese
parental, pero está privado (art. 700) o suspendido de su ejercicio en el supuesto previsto en el artículo 643, de delegación tem­
(art. 702), ¿responde frente al damnificado por los daños que poraria del ejercicio de la responsabilidad parental a un pariente.
éstos causen? A la luz de este razonamiento queda patentizada la incohe­
Algo está claro: para que los padres respondan por los daños rencia que tiene con un régimen de responsabilidad objetiva la
causados por sus hijos es preciso que éstos se encuentren "bajo exigencia de que los hijos habiten con los padres.
su responsabilidad parental" y, además, "que habiten con ellos". Conforme lo expresado, todo progenitor que sea titular de la
Analicemos la primera exigencia. responsabilidad parental -tenga o no su ejercicio- responde frente
Cuando 'la ley requiere que los hijos estén bajo responsabilidad al damnificado por los daños causados por sus hijos menores
parental, ¿hace referencia a la titularidad de la misma? ¿O a su de edad, cuando concurran los requisitos previstos en los artícu­
ejercicio? los 1754 y 1755.
28 29
RAMÓN DANIEL PIZAR.RO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

Sólo deja de responder, en tal carácter, cuando opere alguna deberes inherentes a la patria potestad (hoy, responsabilidad pa­
causal de extinción de la responsabilidad parental prevista en el rental) jamás puede justificar la exoneración de sus progenitores.
artículo 699: muerte del progenitor o del hijo, profesión del pro-
. genitor en instituto monástico, mayoría de edad del hijo, eman­
3) Suspensión del ejercicio de
cipación ( excepto lo dispuesto por el art. 644) y adopción del
la responsabilidad parental
hijo por un tercero, salvo que se trate de adopción del hijo del
cónyuge o del conviviente. ¿Qué sucede cuando el ejercicio de la responsabilidad parental
se encuentra suspendido?
La situación de suspensión está contemplada en el artícu­
2) Privación de la responsabilidad parental
lo 702 del código civil y comercial y subsiste mientras dure la
¿Qué sucede cuando alguno de los progenitores (o ambos) declaración de ausencia con presunción de fallecimiento, el plazo
queda privado de la responsabilidad parental? de condena a reclusión y la prisión por más de tres años, la
Se trata de supuestos de extrema gravedad, contemplados por declaración por sentencia firme de la limitación de la capacidad
los artículos 700 y 700 bis, que incluyen la condena como autor, por razones graves de salud mental que impiden al progenitor
coautor, instigador o cómplice de un delito doloso contra la per­ dtcho ejercicio o la convivencia del hijo con un tercero, separado
sona o los bienes del hijo de que se trata; su abandono, dejándolo de sus progenitores por razones graves, de conformidad con lo
en un total estado de desprotección, aun cuando quede bajo el establecido en las leyes especiales.
cuidado del otro progenitor o de un tercero; haber puesto en En nuestra opinión, se mantiene incólume la responsabili­
peligro la seguridad, la salud física o psíquica del hijo, o haberse dad del progenitor suspendido en el ejercicio de la responsabi­
declarado el estado de adoptabilidad del hijo. lidad parental por los daños que el hijo menor cause a terce­
ros. No se advierte razón alguna que pueda justificar, dentro
Una respuesta ligera podría conducir a pensar que privado el
de un régimen de responsabilidad objetiva, una solución dife­
progenitor de la responsabilidad parental se desvanecería el pre­
rente.
supuesto de su responsabilidad frente a terceros. Pero una solu­
ción semejante sería absurda y reñida con el buen sentido jurídico,
pues terminaría premiando a quien incurrió en tan graves incon­ 4) Progenitores adolescentes
ductas, eximiéndolo de responsabilidad frente al damnificado. Los progenitores adolescentes, estén o no casados, ejercen la
Nosotros creemos que quien está privado de la responsabilidad responsabilidad de sus hijos y pueden decidir y realizar por sí
parental lo está fundamentalmente en el ejercicio de sus derechos mismos las tareas necesarias. para su cuidado, educación y salud.
frente al hijo, pero no en el cumplimiento de sus deberes con Va de suyo que pesa sobre ellos la responsabilidad objetiva
relación a éste y de sus responsabilidades frente a terceros por regulada en los artículos 1754 y 1755.
los daños que el menor cause. Es la única respuesta coherente ¿Qué responsabilidad tienen, en tal caso, las personas que
con un régimen de responsabilidad objetiva como el que se pro­ ejercen la responsabilidad parental de un progenitor adolescente
clama. Como bien ha señalado Salas, la infracción radical a los que tenga un hijo bajo su cuidado?
30 31
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

En nuestra opinión, no rige con relación a ellos lo dispuesto sentido más flexible y realista, mucho más dentro de un contexto
en los artículos 1754 y 1755 por defecto de los presupuestos de responsabilidad objetiva como el que inequívocamente con­
normativos que contemplan dichas normas. sagra el artículo 1755 del código civil y comercial, ligado a la
No obstante ello, pueden ver comprometida su responsabilidad titularidad de la responsabilidad parental.
por incumplimiento de los deberes de prevención que emergen La convivencia de los padres con sus hijos menores tiene
del artículo 1710, incisos a, y b, del código civil y comercial. una dimensión más importante, que significa lo siguiente: con­
A tal fin, deberá ponderarse muy especialmente que el artícu­ vivir es compartir la vida, lo cual supone que aquéllos participen
lo 644 les reconoce el derecho y el deber de "oponerse a la en los hechos cotidianos del hijo, sin que sea determinante que
realización de actos que resulten perjudiciales para el niño" y éste pueda vivir o dormir en una casa distinta, pero más o menos
para "intervenir cuando el progenitor omite realizar las acciones cercana, como para no quebrantar dicha convivencia con sus
necesarias para preservar su adecuado desarrollo". padres.
El factor de atribución aplicable, en este caso, es subjetivo. Así entendida la cuestión, la convivencia asume un valor re­
lativo, que requiere de ciertas matizaciones según las circuns­
tancias, toda vez que ponderada con rigidez puede conducir a
d) El menor debe habitar con el proge ·tor responsable. resultados notoriamente injustos.
El inexplicable requisito de convivencia Debe, de tal modo, ser entendida con criterio razonable, fle­
Es preciso que el hijo menor habite con el progenitor titular xible, basándose en que ella sea habitual, y no necesariamente
de la responsabilidad parental. Dicha exigencia aparece en el permanente.
artículo 1754 y se reitera en el artículo 1755, cuando establece En la previsión normativa del segundo párrafo del artícu­
que "los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no lo 1755 se ha querido mitigar el sinsentido de la exigencia que
conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que nos ocupa, cuando se sostiene: "Los padres no se liberan, aunque
les es atribuible". el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta circunstancia
Se trata de una exigencia desacertada, incompatible con un deriva de una causa que les es atribuible".
régimen de responsabilidad objetiva como el que se declama, "Atribuible" significa, conforme al Diccionario de la Real
apta inclusive para desvirtuarlo si no es interpretada razonable­ Academia Española, "que se puede atribuir". "Atribuir" es "apli­
mente. Si la responsabilidad de los progenitores es objetiva, el car, a veces sin conocimiento seguro, hechos o cualidades a
hecho de que el menor conviva o no con aquéllos debería ser alguien o algo" o "señalar o asignar a alguien como de su com­
absolutamente irrelevante. El Anteproyecto de 2018, con buen petencia".
criterio, la suprime. Una interpretación flexible de ese dispositivo, a la luz del
Una interpretación literal de la norma puede llevar a sostener significado que tienen las palabras, conduce a lo siguiente: en
la necesidad de que convivan bajo un mismo techo, en la misma la mayoría de los casos, cuando el menor no habite con el pro­
casa o departamento. genitor, lo será por causas total o parcialmente "atribuibles" al
Nosotros creemos que cabe asignar a aquella locución un mismo, de manera directa o indirecta, inmediata o mediata. Causa

32 33
RAMÓN DANIEL P!ZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

atribuible al progenitor no significa causa imputable al mismo. edificado sobre la titularidad de la responsabilidad parental. De
Menos aún que la misma denote necesariamente antijuridicidad allí que quepa formular interpretaciones restrictivas (Azar-Osso­
o culpabilidad alguna en su conducta. El juicio de valoración la). El hecho de que el menor sea puesto bajo la vigilancia
es allí axiológicamente neutro. de otra persona, quienquiera sea la misma (un amigo, un pa­
De tal modo, habrá causa de no convivencia atribuible al riente, el titular de un establecimiento educativo, o de un se­
progenitor cuando el menor no viva con él y sí lo haga con el minario, etc.), transitoria o permanentemente, no debería mo­
otro, en virtud de un acuerdo o por resolución judicial, o en dificar en lo más mínimo el régimen de responsabilidad paterna
aquellos casos en los cuales viva solo, con o sin autorización frente al damnificado, sin perjuicio de las acciones de regreso
de sus padres. Con mayor razón cuando el progenitor se haya que puedan corresponder. Éste es el criterio que propone el
desentendido de su cuidado y deje al menor a la deriva. Anteproyecto de 2018.
Conforme a esta interpretación los progenitores responderán Sin embargo, no ha sido ése el temperamento seguido por el
en la inmensa mayoría de los casos por los daños que causen legislador, que desplaza la responsabilidad hacia el tercero, con
los hijos menores de edad que no vivan con ellos, porque cual­ virtualidad eximitoria para los progenitores.
quier causa de no convivencia, que no configure la causal de Para que ello ocurra es preciso que el menor sea puesto
cesación de responsabilidad prevista en el artículo 1755, termi­ bajo vigilancia de otra persona, de manera permanente o tran­
nará siéndoles "atribuible". sitoria.
Sólo cuando el menor haya sido puesto bajo la vigilancia de La transferencia de la guarda debe ser legítima y responder
otra persona, transitoria o permanentemente, cesará la responsa­ a la finalidad de cuidado, formación, educación, rehabilitación
bilidad paterna. Adviértase que también en ese supuesto la causa o seguridad del menor.
de la no convivencia es atribuible al progenitor. Sin embargo,
La persona a la cual se transmite la guarda del menor no
el legislador ha puesto un límite, por razones de política legis­
puede ser un dependiente del progenitor, pues en tal caso, éste
lativa, bastante opinable por cierto y de dudosa compatibilidad
la mantendría a través de su colaborador.
con un régimen de responsabilidad objetiva. De ello nos ocu­
pamos seguidamente. Es necesario que haya un guardador responsable, que ejerza
·· una vigilancia activa, como ocurre cuando es puesto en un co­
§ 6. Cesación de la responsabilidad de los progenitores legio, en una institución religiosa o militar. En tal supuesto, en
defecto de previsión normativa especial, la responsabilidad de
Dispone el artículo 1755, primer párrafo, código civil y co­ los padres se traslada a la persona bajo cuya vigilancia el hijo
mercial: "La responsabilidad de los padres es objetiva, y cesa ha sido puesto, transitoria o permanentemente, por causas no
si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra imputables a los progenitores, o en beneficio de la salud o edu­
persona, transitoria o permanentemente. No cesa en el supuesto cación del menor.
previsto en el artículo 643". En caso de progenitores no convivientes, ¿puede uno de ellos
La solución adoptada -por su amplitud- tampoco parece la alegar la casual de cesación de responsabilidad que nos ocupa
más compatible con un régimen de responsabilidad objetiva, invocando haber puesto al menor bajo vigilancia del otro?
34 35
f

RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

La respuesta negativa se impone. El artículo 1755 establece progenitor que pagó la indemnización tiene acción de regreso
que la responsabilidad de "los padres" cesa "si el hijo menor contra el otro, conforme lo dispuesto por los artículos 840 a 843
de e1ad es puesto bajo la vigilancia de otra persona". Otra persona del código civil y comercial.
significa alguien distinto a "los· padres". Va de suyo que la res­ La solución es a simple vista razonable, porque debe ser el
ponsabilidad de ambos subsiste frente al damnificado, solidaria­ hijo, como regla, quien deba soportar las consecuencias perju­
mente, cuando el menor está bajo la guarda o cuidado exclusivo diciales de su obrar. Sin embargo, a poco que se profundice la
de uno de ellos, ya sea de manera permanente o transitoria. Ello, cuestión, podrá advertirse que en la mayoría de los casos, par­
por cierto, sin perjuicio de las acciones de· regreso que puedan ticularmente cuando la responsabilidad del menor es subjetiva,
luego corresponder. la culpa del progenitor no es ajena a la producción del daño por
el cual el tercero perjudicado obtuvo resarcimiento. Una suerte
§ 7. Acción recursoria de responsabilidad compartida. Por tal motivo, la acción de re­
greso prosperará con deducción de la parte proporcional que
¿ Tiene el progenitor que ha pagado la indemnización que . corresponda a la incidencia de su propia falta en la causación
deriva del daño producido por su hijo menor, acción de regreso del perjuicio.
contra este último?
Cabe formular aquí algunas distinciones.
B) RESPONSABILIDAD DE TUTORES, CURADORES
a) Si el daño ha sido causado por un hijo menor que no ha Y DELEGADOS EN EL EJERCICIO DE LA
cumplido todavía diez años, como ya se ha dicho, en principio RESPONSABILIDAD PARENTAL
el único responsable es el progenitor que tiene a su cargo el
ejercicio de la patria potestad. La solución es distinta si el menor § 8. El marco normativo
es también responsabilizado objetivamente por equidad en los
términos previstos por los artículos 1742 y 1750. Dispone el artículo 1756: "Otras personas encargadas. Los
delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, los tu­
No hay, de tal modo, acción recursoria, salvo que con el
tores y los curadores son responsables como los padres por el
hecho se hubiere enriquecido el autor. En tal caso tendrá una
daño causado por quienes están a su cargo.
acción fundada en el enriquecimiento sin causa. La doctrina es
unánime. Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido imposible
evitar el daño; tal imposibilidad no resulta de la mera circuns­
b) La cuestión es diferente si el perjuicio es obra de un hijo
tancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia.
menor que ya ha cumplido diez años, con lo que adquiere dis­
cernimiento y aptitud para que su obrar pueda ser reprochable El establecimiento que tiene a su cargo personas internadas
a título de dolo o culpa, o por un factor objetivo de atribución responde por la negligencia en el cuidado de quienes, transitoria o
(v. gr., por ser dueño de una cosa riesgosa en los términos de permanentemente, han sido puestas bajo su vigilancia y control".
los arts. 1757 y 1758, Cód.Civ.Com.). En tal caso procede la El legislador ha regulado la responsabilidad de los delegados
acción de contribución contra el hijo en los términos del artícu­ en el ejercicio de la responsabilidad parental (art. 643, Cód.Civ.
lo 851, inciso h, código civil y comercial. De igual modo, el Com.) y la de los tutores y curadores bajo estándares distintos

36 37
r

RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS


TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

de la que pesa sobre los padres. No obsta a esta conclusión la conducta de aquél cuando el daño causado por el pupilo es atri­
redacción equívoca de la norma, cuando dispone que ellos ''son buible a su mala educación. No siempre el tutor es el culpable
responsables como los padres por el daño causado por quienes de que ello así suceda. De igual modo, debía tenerse en consi­
están· a su cargo", pues a tenor de lo que señala en los párrafos deración que el requisito de la convivencia se relativiza en grado
siguientes es claro que existen evidentes disimilitudes entre am­ sumo en este caso, pues resulta frecuente que el tutor no con­
bas, lógicas y justificables. viviera con el pupilo.
La diferencia más importante transita por el factor de atribu­
ción: en tanto la responsabilidad de los padres es objetiva (así § 10. Responsabilidad de los curadores
lo señala el art. 1755), la de los sujetos contemplados en el
artículo 1756 es claramente subjetiva, basada en la culpa probada Las mismas conclusiones valen para la responsabilidad de
y de tono muy similar al régimen que el código anterior fijaba los curadores por los hechos de las personas que están a su
para la responsabilidad de los padres y de los tutores y curadores cargo.
(Azar-Ossola). Son aplicables, de tal modo, las consideraciones vertidas para
Están al margen del régimen estatuido las personas que in­ la responsabilidad de los tutores.
tegren sistemas de apoyo al ejercicio de la capacidad (art. 43),
toda vez que se trata de "personas de confianza cuya función § 11. Responsabilidad de los delegados en el
es la de promover la autonomía del sujeto en el ejercicio de su ejercicio de la responsabilidad parental
capacidad, y facilitar la comprensión, comunicación y su mani­
festación de voluntad, todo lo cual -en definitiva- se emplaza Dispone el artículo 643 del código civil y comercial: "Dele­
en el ten-eno de la capacidad para otorgar actos lícitos" (Azar­ gación. del ejercicio. En el interés del hijo y por razones sufi­
Ossola). Ello, por cierto, sin perjuicio de la responsabilidad que cientemente justificadas, los progenitores pueden convenir que
a título personal pueda corresponderles en caso de mal cumpli­ el ejercicio de la responsabilidad parental sea otorgado a un
miento de dichas funciones. pariente, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 674. El
acuerdo con la persona que acepta la delegación debe ser ho­
mologado judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo.
§ 9. Responsabilidad del tutor
Tiene un plazo máximo de un año, pudiendo renovarse judicial­
La responsabilidad del tutor por los daños que cause el pupilo mente por razones debidamente fundadas, por un período más
está alcanzada por un régimen de culpabilidad presumida, con con participación de las partes involucradas. Los progenitores
inversión de la carga de la prueba. En esta materia se exhiben conservan la titularidad de la responsabilidad parental, y man­
criterios más flexibles con respecto a la apreciación de la prueba tienen el derecho a supervisar la crianza y educación del hijo
de la ausencia de culpa, pues se pondera que muchas veces el en función de sus posibilidades.
tutor puede verse obligado a asumir la guarda de un menor huér­ Igual régimen es aplicable al hijo que sólo tiene un vínculo
fano maleducado, o de carácter difícil, lo cual requiere que se filial establecido".
determine en su justa medida cuál es la incidencia que tiene la El delegado en el ejercicio temporario de la responsabilidad
38
39
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

parental está alcanzado por los deberes que surgen del artícu­ Cualquiera sea el criterio que se siga, es dable propiciar que
lo 646 del código civil y comercial y normativa concordante, y la existencia de culpabilidad a la que hace referencia la norma
su responsabilidad por los daños que el menor cause a terceros que nos ocupa deberá ser ponderada con criterio afinado, de
emplazada en el terreno de la culpa presumida. suerte que la más mínima falta comprometa. Y que en una futura
Rigen las reglas estudiadas anteriormente para la responsa­ reforma al código se establezca un estándar de responsabilidad
bilidad del tutor. Remitimos a lo allí expuesto. objetiva para uno y otro supuesto controvertido.

§ 12. Responsabilidad de los encargados de personas


internadas para vigilancia y control
Dispone el artículo 1756, última parte: "El establecimiento
que tiene a su cargo personas internadas responde por la negli­
gencia en el cuidado de quienes, transitoria o permanentemente,
han sido puestas bajo su vigilancia y control".
a) Conforme un criterio, la norma sólo regula el supuesto de
daños que sufra la persona internada por la negligencia
en su cuidado de quienes, de manera transitoria o perma­
nente, la tenían bajo su vigilancia, cuidado y control. Tal
lo que sucedería en caso de pacientes internados en ge­
riátricos, o en institutos de salud para atención de personas
con trastornos en su personalidad, drogodependencia, et­
cétera (Azar-Ossola). El factor de atribución sería subjetivo
con relación a quien está al cuidado de las personas in­
ternadas y objetivo respecto a terceros.
b) De acuerdo con otra posición, que nosotros compartimos,
el artículo 1756, último párrafo sólo es aplicable a los
daños que las personas internadas causen a terceros, pero
no a los perjuicios que ellos sufran durante la internación,
pues ellos se rigen por las reglas de las relaciones del
derecho del consumidor, que estatuyen un factor objetivo
de atribución (argum. arts. 40 y eones., ley 24.240) (Sáenz).
El factor de atribución es subjetivo, con relación a terceros,
y objetivo respecto de la persona internada.
40 41
i

CAPÍTULO XVII
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD
CIVIL (CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD
DERIVADA DE LA INTERVENCIÓN DE COSAS 1

§ l. La distinción "hecho del hombre"


y "hecho de la cosa"2
a) Los orígenes de la distinción
Suele distinguirse, tanto en el derecho argentino como en el
comparado, entre el hecho del hombre y el hecho de la cosa.

1 Para un estudio con mayor profundidad de esta temática, remitimos a PIZARRO,


Tratado de la responsabilidad objetiva, t. I, Caps. 9 a 12, ps. 423 y ss., n. 60 y ss.
� Bibliografía complementaria sugerida: BIANCHI, Enrique T., Daños "por el
hecho del hombre" y "por el hecho de las cosas", en JA Doctrina, 1973-262; ZAVALA
DE GONZÁLEZ, Matilde, Daños con las cosas y por el riesgo o vicio de la cosa,
en JA 1983-IV-634; ídem, Responsabilidad civil del patrón y del dueño o guardián
de una cosa inanimada, en JA 1980-IV-749; KEMELMAJER DE CARLUCCI, en
BELLUSCIO y ZANNONI, Código civil y leyes complementarias, t. 5, art. 1113;
CERUTTI, María del Carmen, La responsabilidad por el hecho de las cosas y por
actividades riesgosas, en Revista de Derecho de Daños, n. 2012-3, p. 307, en esp.
n. ID, p. 317, a); AZAR, Aldo M., en SÁNCHEZ HERRERO (dir.), Tratado, t. III,
ps. 731 y ss.; GALDÓS, Jorge M., El artículo 1757 del Código Civil y Comercial
(el anterior art. Jll3, Código Civil), en RCyS 2015-IV-176; GALDÓS, Jorge M. y
V ALICENTI, Ezequiel, Principios generales de la responsabilidad objetiva, en LL
2016-F-975; CALDERÓN, Max:imiliano y MÁRQUEZ, José F., Responsabilidad por
actividades riesgosas, en MÁRQUEZ (dir.), Responsabilidad civil en el Código Civil
y Comercial, Zavalía, Buenos Aires, 2015, t. 2, p. 126; OSSOLA, Federico, Respon­
sabilidad civil, p. 303; LÓPEZ MESA, en TRIGO REPRESAS y LÓPEZ MESA,
Tratado de la responsabilidad civil, 2ª ed., t. V, p. 810; PIZARRO, Ramón Daniel,
Causalidad adecuada y factores extrai'ios, en Derecho de daños. Primera parte, La
Rocca, Buenos Aires, 1989, p. 255; ídem, Responsabilidad civil por actividades ries­
gosas, en LL 1989-C-936; ídem, Responsabilidad civil por el riesgo o vicio de la
cosa, Universidad, Buenos Aires, 1983; ídem, Responsabilidad civil por riesgo creado
y de empresa. Contractual y extracolltractual, La Ley, Buenos Aires, 2006.

43
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

Se ha dicho que nos encontramos ante un "hecho del hombre" ducida por el hombre? La solución es la misma: hay hecho de
en todos aquellos supuestos en donde hay "un agente que obra, la cosa. En el caso del automóvil, por ejemplo, es menester tener
un autor del hecho dañoso que no deja de ser tal por la circuns­ presente que, frente a la víctima, desde la óptica de la respon­
tancia de haberse él valido de cosas exteriores que ha instru­ sabilidad civil, lo único que tiene relevancia es la participación
mentado para el logro de sus fines" (Llambías). activa del vehículo en la producción del resultado. El error en
la conducción resulta, en gran medida, intrascendente a esos
Tradicionalmente los daños causados por el "hecho del hom­
fines y aparece relegado en algunos casos a un segundo plano,
bre" cayeron bajo la órbita del factor subjetivo de atribución de
que es cuando se ventila la cuestión de una posible acción de
responsabilidad civil, es decir, la culpa (art. 1109, Cód. Civ.
regreso. En consecuencia, siempre habrá hecho de la cosa.
anterior y arts. 1717 y 1724, Cód.Civ.Com.). El panorama ha
cambiado radicalmente en nuestro tiempo, pues son numerosos
los supuestos de hechos del hombre en los que se aplica un § 2. Eclipse de la distinción entre hecho
parámetro objetivo de responsabilidad: es el caso de las activi­ del hombre y hecho de la cosa
dades riesgosas, sobre las que habremos de volver más adelante. Durante décadas, la distinción entre responsabilidad por el
Tal cosmovisión tiene ahora expreso basamento normativo luego hecho del hombre y por el hecho de la cosa se utilizó para trazar
de las reformas introducidas por la ley 24.999 al artículo 40 de la línea divisoria de los ámbitos en donde regía el factor de
la ley de defensa del consumidor 24.240 y, sobre todo, con la atribución objetivo, el cual, en una primera etapa, se circunscribía
sanción del código civil y comercial, que en sus artículos 1757 principalmente a esta última tipología.
y 1758 regula la responsabilidad por actividades riesgosas o pe­ El panorama cambió. Luego de la sanción del código civil y
ligrosas, por su naturaleza, por los medios empleados o por las comercial la distinción entre hecho del hombre y hecho de la cosa
circunstancias de su realización. ha perdido buena parte de la importancia que otrora pudo haber
tenido. Ello por cuanto dicho cuerpo normativo regula bajo el
b) El hecho de la cosa prisma de responsabilidad objetiva supuestos de daños causados
por el hecho del hombre (por ej.: arts. 1753, 1757 y eones.) y por
Hay hecho de la cosa cuando ésta interviene de manera cau­ el hecho de la cosa (arts. 1757, 1758 y eones.). La conclusión
salmente activa en la producción del resultado dañoso (Llam­ deviene más categórica cuando se concuerdan las normas del
bías, Trigo Represas, Mazeaud). código civil y comercial con lo establecido en el artículo 40 de la
Remarcamos que no basta con cualquier tipo de intervención ley de defensa del consumidor, que sigue igual temperamento.
de la cosa en la producción del daño. Es menester que dicha En nuestra opinión, sólo subsiste interés en precisar cuándo
participación sea "activa", es decir, que medie un vínculo de existe hecho de la cosa, para determinar el ámbito de aplicación
causalidad adecuada entre la intervención de la cosa y el daño de una de las tipologías contenidas en los artículos 1757 y 1758,
producido. más precisamente la de los daños causados por el riesgo o vicio
¿Qué sucede cuando el daño ha sido provocado por la inter­ de la cosa (o por las cosas), y también para diferenciarla de la
vención activa de una cosa que era manejada, controlada o con- responsabilidad por actividades riesgosas que también regula di-

44 45
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

cha normativa, la mayoría de las cuales son emplazables dentro pretaba con sentido amplio el artículo 1113 del código civil
de lo que en otro tiempo se denominó hecho del hombre. anterior (t. o. ley 17.711), incluyéndolas en su seno.
De_ todos modos, el tratamiento conjunto y amalgamado, bajo En el artículo 1758 se determinan los legitimados pasivos,
un prisma unitario de responsabilidad objetiva que el nuevo có­ en uno y otro supuesto: "Sujetos responsables. El dueño y el
digo realiza de ambas diluye el sentido que otrora tuvo la dis­ guardián son responsables concurrentes del daño causado por
tinción. Ya no sirve para delimitar el ámbito de la responsabilidad las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por
subjetiva y objetiva (en ambos casos, la responsabilidad puede terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien
ser objetiva) y sólo conserva alguna utilidad a la hora de dividir obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden
las aguas de una manera más o menos depurada, entre las dos si prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa
tipologías de responsabilidad objetiva que regulan aquellos ar­ o presunta.
tículos. En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la
realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros,
excepto lo dispuesto por la legislación especial".
§ 3. La responsabilidad derivada de la intervención
de cosas en el código civil y comercial Finalmente, en el artículo 1759 se regula la responsabilidad
por el daño causado por animales: "El daño causado por animales,
La responsabilidad derivada de la intervención de cosas está cualquiera sea su especie, queda comprendido en el artículo 1757".
reglada en la Sección 7\ Capítulo 1, Título V del Libro Tercero Los daños causados por animales, cualquiera sea su especie,
del código civil y comercial, en los artículos 1757 a 1759. son considerados como supuestos específicos de riesgo de la
El primero dispone: "Hecho de las cosas y actividades ries­ cosa y atrapados por las previsiones del artículo 1757.
gosas. Toda persona responde por el daño causado por el riesgo En el código vigente no hay, de tal modo, diferencia alguna
o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o de régimen normativo entre daños causados por el riesgo o vicio
peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por de cosas inanimadas o por animales. Ambos quedan atrapados
las circunstancias de su realización. por lo dispuesto en los artículos 1757 y 1758.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autori­
zación administrativa para el uso de la cosa o la realización de § 4. La responsabilidad por el hecho de las
la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención". las cosas se aplica cualquiera sea la
Con metodología objetable, se tratan de manera conjunta dos fuente de la obligación de resarcir
tipologías de responsabilidad objetiva distintas: la responsabili­
dad por el riesgo o vicio de las cosas o por la cosa (la ley utiliza El régimen normativo previsto en los artículos 1757 a 1759
distintas terminologías en los artículos 1757 y 1758), por un para la responsabilidad objetiva por el hecho de las cosas se
lado, y por actividades riesgosas, por otro. La recepción norma­ aplica de manera indistinta tanto para los daños causados por la
tiva de esta última categoría -altamente elogiable- representa la violación del deber de no dañar a otro, como por incumplimiento
consolidación normativa de una prestigiosa doctrina, que inter- obligacional y contractual. Es consecuencia lógica de la unifi-

46 47
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

cación relativa de ambos regímenes de responsabilidad civil._ Lo Tratándose de inmuebles debe ser considerado dueño a los
señalado, empero, no obsta a la existencia de algunas especifi­ fines de responder frente a la víctima por los daños causados
cidades en ciertas tipologías, tal lo que sucede en materia de por la cosa, quien figure inscripto como titular registral (argum.
responsabilidad de los profesionales liberales, ouando la obliga­ arts. 1892, 1893, Cód.Civ.Com., arts. 2º y 20, ley 17.801). Éste
ción de hacer se presta con cosas. En tal supuesto no rige lo no puede pretender exonerarse de responsabilidad civil frente a
dispuesto por los artículos 1757 y 1758, excepto que el daño la víctima, aduciendo que ha enajenado el bien a un tercero, en
causado derive del "vicio" de la cosa (art. 1768). virtud de una escritura pública no inscripta, seguida de la co­
rrespondiente tradición, dado que dicha transmisión es inoponible
§ 5. Legitimación pasiva al damnificado. La conclusión no varía cuando el bien es com­
¿Quiénes deben resarcir el daño causado por las cosas? prometido en venta por boleto de compraventa. El titular registral
debe responder frente a la víctima, sin perjuicio de que los ad­
El artículo 1757 del código civil y comercial es claro Y de­
quirentes de derechos sobre el inmueble antes citados puedan
termina expresamente la legitimación pasiva del dueño y
ser considerados guardianes de la cosa y ver, naturalmente, com­
del guardián de la cosa que intervino activamente en su produc­
prometida su responsabilidad por los daños que ésta hubiere
ción. Es materia opinable si la enumeración contenida en la norma
causado.
es taxativa o meramente ejemplificativa. Nos inclinamos por esto
último, con criterio que en su ámbito específico de aplicación
se ha visto robustecido luego de la sanción de la ley 24.999 que
2) Cosas muebles registrables y no registrables
modifica el artículo 40 de la ley 24.240 de defensa del consu­
midor. Tratándose de cosas muebles, cabe distinguir según sean o
no registrables.
a) El dueño
En el primer supuesto la situación es asimilable a la del titular
1) Aspectos generales. Inmuebles registral de un inmueble, conclusión que se potencia en los casos
El dueño es el titular del derecho real de dominio sobre la cosa de inscripción registral constitutiva.
cuya intervención activa produjo el daño (art. 1941, Cód.Civ. El tema presenta algunas particularidades en materia de res­
Com.). No se trata, empero, de una obligación de las llamadas ponsabilidad del titular registral de un automotor, cuyo trata­
propter reni, razón por la cual será menester individualizar al miento realizamos en otra parte de esta obra (ver infra Cap. XIX,
propietario de la cosa que causó el daño al momento en que § 3, c).
éste se produjo. Quien asuma tal condición verá comprometida Si, en cambio, se tratare de cosas muebles no registrables,
su responsabilidad, no pudiendo liberarse de la misma transmi­ es dable presumir la titularidad del dominio de quien tiene la
tiéndola a un tercero. : ' posesión de la cosa, salvo que ésta fuere robada o perdida (argum.
Poco importa que sea una persona física o jurídica, y en este arts. 1892, 1893, 1895, 2258 a 2260, Cód.Civ.Com.) (Zannoni,
último caso de derecho público o privado. Kemelmajer de Carlucci).
48 49
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS

3) Condominio Obtiene provecho de una cosa quien tiene la posibilidad de


valerse o servirse de ella para su uso, y emplearla útilmente,
Puede suceder que la cosa que intervino en la producción logrando utilidad de cualquier índole, que no necesariamente
del daño pertenezca a varias personas, en condo�inio (art. 1983, deben asumir contenido económico. Quien tiene la posibilidad
Cód.Civ.Com.). de obtener un beneficio de ella.
Por aplicación de los principios analizados precedentemente, Por lo general, la persona que se sirve de la cosa es también
la obligación de resarcir el daño se extiende a todos los con��­ quien tiene sobre ella un poder efectivo de vigilancia, gobierno
minos, quienes responden concurrentemente frente al �ammf1- y control. Pero, a veces, ello puede no ser así.
cado, sin perjuicio de las acciones que puedan ultenormente Nuestro código civil y comercial brinda dos directivas fun­
corresponder entre ellos. Es aplicación lógica de lo dispuesto damentales que no necesariamente tienen que coincidir, pudiendo
por el artículo 1758 del código civil y comercial. admitirse que en ciertas hipótesis una cosa tenga dos guardianes,
con total independencia, por cierto, de la obligación de resarcir
4) Carga de la prueba que pesa sobre el propietario. Ellos son el que se sirve de la
cosa y el que sin hacerlo tiene su custodia.
La prueba de la calidad de dueño al momento de producirse
el daño incumbe a quien la alega. El propietario de la cosa o titular del dominio perfecto
(art. 1941, Cód.Civ.Com.) es su guardián por naturaleza y pesa
sobre él una presunción iuris tantum en tal sentido. Desde el
b) Guardián momento en que tiene el derecho de poseer la cosa, de usar,
1) Caracterización normativa de la figura gozar y disponer material y jurídicamente de la misma, dentro
de los límites fijados por la ley (art. 1941, Cód.Civ.Com.), es
El artículo 1758 del código civil y comercial dispone que razonable inferir que tiene a su cargo la guarda, salvo que ul­
"se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el teriormente la transmita a un tercero o la pierda por alguna de
uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un las circunstancias que analizaremos luego. También es guardián
provecho de ella". de la cosa el locatario, el comodatario, el depositario, el trans­
Con claro sentido normativo determina dos pautas de gran portador de cosas sujetas a su cuidado; el tomador en el contrato
importancia; debe responder tanto aquel que ejerce, por sí o �or de leasing (art. 1243, Cód.Civ.Com.); el acreedor que ejercita
terceros, el uso, dirección y el control de la cosa, como qmen derecho de retención; el acreedor prendario y el anticresista que
obtiene un provecho de ella. tienen una cosa en su poder, entre otros.
El primero tiene el poder de mando sobre la cos�, pues ejerce,
por sí o por terceros (por ej.: a través de un dependiente), el uso, 2) Prueba de la calidad de guardián
la dirección y el control. Ello le impone el deber de guardarla, de
custodiarla, pues el empleo de ella determina implícitamente esa La prueba de la calidad de guardián al momento de producirse
carga. Pero, y esto es muy significativo, ello no siempre importará el daño incumbe a quien la alega. Cabe insistir en que resulta
que real y efectivamente la tenga bajo su custodia o guarda. dable presumir, hasta que se demuestre lo contrario, que el dueño

51
50
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

es el guardián de la cosa. Tratándose de cosas muebles no re­ Acreditada la intervención activa de la cosa y su conexión
gistrables es suficiente con demostrar que el demandado se servía causal con · el daño, es dable presumir, hasta que se pruebe lo
de la cosa o la tenía a su cuidado al momento de producirse el contrario, que el detrimento se ha generado por la cosa. De tal
hechó dañoso, para que se presuma la calidad :de guardián. modo, incumbirá al dueño o guardián demostrar lo contrario.
Existe en esta materia absoluta libertad de medios probatorios,
c) Carácter de la responsabilidad incluido el indiciario. Por lo general, la prueba pericial suele
del dueño y del guardián constituir un medio idóneo para esos fines; es frecuente, además,
La responsabilidad de dueño y guardián tiene carácter con­ acudir a presunciones hominis que prestan gran utilidad a los
currente (art. 1758). Nosotros creemos que hubiera sido prefe­ magistrados, no siendo descartable que por aplicación de los
rible asignarle carácter solidario, pues la solidaridad protege principios generales de la prueba, ciertos hechos puedan ser con­
mejor al damnificado por el hecho de la cosa, habida cuenta siderados "notorios", resultando innecesario incorporar al proceso
de la propagación de los efectos de la interrupción y de la una actividad probatoria vinculada con ellos.
suspensión de la prescripción que la ley consagra, la cual no
rige en las obligaciones concurrentes (arts. 851, inc. e; 2540 § 8. Eximentes
y 2549, Cód.Civ.Com.). Esta última es la solución correcta que a) Aplicación de las eximentes generales. Hecho de la
propicia el Anteproyecto de 2018. víctima, hecho de un tercero extraño y caso fortuito
Tratándose de daños causados por el riesgo o vicio de la
§ 6. Fundamento
cosa, las eximentes generales admisibles son las propias de
El código civil y comercial correctamente emplaza la respon­ un sistema de responsabilidad objetiva: hecho del damnificado
sabilidad del dueño y guardián en el terreno de la responsabilidad (art. 1729), hecho de un tercero (art. 1731) y el caso fortuito o
objetiva (art. 1757). de fuerza mayor (art. 1730). Nos hemos ocupado de dichas exi­
En nuestra opinión, el fundamento de esa responsabilidad mentes supra, Capítulo VII, adonde remitimos.
anida en el riesgo creado en todos los casos. Conviene recordar que rige en esta materia un criterio estricto
en lo que hace a la valoración de las eximentes, debiendo estarse,
§ 7. Carga de la prueba ante la duda, por mantener la presunción que pesa sobre el le­
gitimado pasivo.
La carga de la prueba de los extremos que hacen a la pro­
cedencia de la figura pesa sobre el actor que reclama el resar­
cimiento de los daños sufridos. Ello surge claramente de los b) El uso de la cosa contra la voluntad
artículos 1734 y 1736 del código civil y comercial, en conso­ expresa o presunta del dueño o guardián
nancia con lo dispuesto por los artículos 377 y concordantes del Dispone el artículo 1758: "El dueño y el guardián no res­
código procesal civil y comercial de la nación y normativas pro­ ponden si prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad
cesales provinciales concordantes. expresa o presunta".
52 53
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

La eximente que nos ocupa se vincula exclusivamente. con presunta del dueño o guardián, sobre quienes pesa la prueba en
la responsabilidad derivada de daños causados por las cosas. Tal contrario. Esta actividad debe ser valorada restrictivamente.
lo que resulta de la letra del artículo 1758 del código civil y En consecuencia, quien se desprende voluntariamente de una
comercial. Va de suyo que no es aplicable para ia responsabilidad cosa Y la transmite a un tercero, debe extremar los recaudos
por actividades riesgosas o peligrosas. para que no sea utilizada por éste, siendo razonable inferir que,
como regla general, el uso ha sido realizado conforme a la vo­
¿Cuándo una cosa es utilizada contra la voluntad expresa o luntad del dueño o guardián; y que, aun mediando prohibición
presunta del dueño o guardián? al r�s�e�to, el dueño o guardián es quien debe acreditar que
Nosotros creemos que es necesario distinguir tres supuestos obro d1hgentemente adoptando las medidas necesarias para im­
diferentes, en donde la solución que se propicie no puede ser pedir la utilización de la cosa por parte del tercero (Kemelmajer
la misma. de Carlucci, Trigo Represas).
1) Aquellos en los cuales el dueño o guardián ha sido privado 3) Finalmen te, encontramos el uso de la cosa sin autorización
de la cosa contra su voluntad por el obrar de un tercero (robo, · del dueño o guardián, el cual no implica por sí solo que se lo
hurto, apropiación indebida, desapoderamiento). En este caso, haya realizado contra la voluntad tácita del dueño o bouardián ,
.
la eximente prevista en el artículo 1758 se configura y aquél m es suficiente por sí solo para eximirlo de responsabilidad. No
queda eximido de responsabilidad, siempre y cuando aquella basta, pues, con que el agente utilice la cosa sin autorización
circunstancia no le sea imputable. Dado que no se trata de la del dueño o guardián o en ausencia de éstos. Es menester que
eximente basada en el hecho de un tercero extraño por quien haya sido diligente en la guarda y que medie una oposición
no se debe responder (art. 1731), sino de otra distinta (uso de expresa o presunta, cuya alegación y carga de la prueba pesará
la cosa contra la voluntad expresa o presunta de dueño o guar­ so�re quie� l� invoca y deberá ser siempre objeto de interpre­
_
tac10n restr1ct1va.
dián), no rige para su configuración la exigencia de que el hecho
del tercero reúna los caracteres del caso fortuito. Es suficiente
para su configuración con que el mismo no sea imputable a e) Autorización administrativa
quien lo invoca. Conforme lo establece el artículo 1757, segundo párrafo, "no
2) Cuando el dueño o guardián hubiere transmitido volunta­ son eximentes la autorización administrativa para el uso de la
riamente la cosa a un tercero. En este caso debe presumirse que. cosa o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de téc­
ha autorizado o consentido el uso de la cosa por parte del tercero nicas de prevención".
(López Mesa). No basta, de tal modo, con que el agente lo haya Es una solución razonable, pues la autorización administrativa
usado sin autorización del dueño o guardián, o en ausencia de constituye un simple permiso que confiere la facultad de usar
éstos. Debe haber oposición, expresa o tácita. Mientras ella no una cosa, pero no confiere un derecho a dañar. Aun cuando ella
se configure, subsiste la responsabilidad. Por tal motivo, debe se conceda, si la cosa causa un daño, el dueño o guardián deben
presumirse que el tallerista, el garajista o el dependiente que responder (Ossola).
utilizan el vehículo no lo hacen contra la voluntad expresa o El cumplimiento de técnicas de prevención tampoco consti-

54 ss
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

tuye una eximente invocable, pues la responsabilidad por el hecho b) El fiduciario no responde por el riesgo de la cosa trans­
de las cosas y por actividades riesgosas es objetiva y rige con mitida por el fideicomiso, salvo "cuando no haya contra­
abstracción del cumplimiento o incumplimientq de los estándares tado seguro o cuando éste resulte irrazonable en la cober­
de prevención del daño. tura de riesgos o montos" (art. 1685).

d) Consagración del principio in dubio pro § 10. Acción de contribución


victimre. Las eximentes deben ser objeto
siempre de interpretación estricta Admitida la responsabilidad concurrente del dueño y del guar­
dián frente al damnificado, en materia de daños causados con
La doctrina y jurisprudencia dominantes entienden, con razón, la cosa, puede suceder que uno de ellos deba hacer efectiva la
que rige en esta materia el principio in dubio pro victinue, que indemnización a un tercero. ¿ Tendrá acción de contribución con­
es "derivación de uno más amplio y abarcador -débil jurídico, tra el otro responsable en los términos del artículo 851, inciso
profano, hiposuficiente o necesitado del Derecho- que predica. h, código civil y comercial?
que en la duda de la apreciación de los hechos o del derecho
Se trata de una materia en la que no es posible formular
aplicable debe afianzarse la tutela de la víctima" (Galdós).
soluciones de carácter absoluto, por lo que es conveniente brindar
Esto explica que el tema de las eximentes deba ser valorado algunas distinciones según la acción sea ejercitada por el dueño
siempre con criterio estricto, evitando darles una extensión des­ contra el guardián o viceversa.
medida, que exceda los límites que la propia ley le ha fijado.
De allí que, ante la duda, se deba estar siempre por mantener
la responsabilidad del dueño o guardián de la cosa por cuyo a) Acción de reembolso del
riesgo o vicio se produjo el daño o de quien generó, controló dueño contra el guardián
o potenció la actividad riesgosa causante del mismo. El dueño de la cosa que causó el daño tiene, en principio,
acción de contribución contra el guardián que se servía de ella
§ 9. Exclusiones específicas de responsabilidad o la tenía a su cuidado en el momento del hecho (art. 851,
por el hecho de las cosas inc. h). A tales fines, deberá acreditar que el hecho le es impu­
Existen algunas normas que modulan de modo particular la table al guardián. y la entidad del perjuicio experimentado, que
responsabilidad derivada de la intervención de cosas, excluyendo estará dado por el monto desembolsado y los restantes daños
o limitando la que gravita sobre el dueño o guardián. que ello pueda haberle generado.
Mencionamos, entre otras, las siguientes:
a) El profesional liberal no responde por el riesgo de la cosa b) Acción ejercitada por el
que utiliza, salvo que dicho riesgo obedezca a un vicio guardián contra el dueño
de la misma. Así lo dispone el artículo 1768. La mayoría de nuestros autores señalan que el guardián de
Nos ocupamos del tema infra Capítulo XXI, adonde remitimos. una cosa ajena carece de acción de contribución contra el dueño
56 57
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
(CONTINUACIÓN)

de la cosa, por considerar "que es una conclusión impuesta por c) Acción ejercitada por el dueño
la naturaleza del daño que se trata" (Llambías). o el guardián contra un tercero
En nuestra opinión, no es descabellado .concebir ciertas hi­
pótesis en las que el guardián pueda intentar una acción de con­ Nada obsta a la posibilidad de que el dueño o el guardián
tribución contra el propietario, de manera especial en aquellos que afrontó el pago de la indemnización, accione contra un ter­
supuestos en los que no le fue posible demosti;ar ante la víctima cero cuando éste sea total o parcialmente responsable del daño.
que no hubo culpa de su parte. En todos estos supuestos, la carga de la prueba de la imputabi­
lidad del tercero y de los demás presupuestos de la obligación
Es cierto que por el solo hecho de ser guardián, esa persona de resarcir pesa sobre el actor y se rige por los principios ge­
tiene un deber particularizado de mayor envergadura, que debe nerales.
concretarse en la adopción de todas las precauciones necesarias
para que la cosa no cause un daño a terceros. Es él quien se
sirve de ella o la tiene a su cuidado, por lo que tiene el deber
de extremar los recaudos para evitar que ésta pueda causar daño
a terceros. Su situación es diferente de la del propietario que ha
transmitido la guarda a un tercero, pues éste carece de tales
prerrogativas de dirección y gobierno de la cosa, y por ello le
es más difícil -aunque no imposible- el ejercicio de aquellas
facultades sobre la cosa.
Sin embargo, no siempre que se ha transmitido la guarda el
titular del dominio se desentiende del estado material de la cosa.
Existen numerosos supuestos en los cuales el propietario tiene
el derecho y el deber de cuidar el estado material de la cosa, a
punto de ser responsabilizado por los daños causados por cons­
trucciones arruinadas, cuando ellas estaban arrendadas o dadas
en usufructo.
Por eso pensamos que es posible distinguir aquellos casos en
los cuales el dueño se ha visto privado de la "guarda natural"
que tiene sobre la cosa en virtud de una relación jurídica legítima,
en donde puede concebirse sin inconvenientes la existencia de
una acción de contribución, de otros supuestos en donde el dueño
fue privado ilegítimamente de la cosa por un tercero (ladrón,
usurpador, etc.) y la acción de contribución no puede ser ejer­
citada por el guardián contra aquél.

58
59
CAPÍTULO XVIII
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
(CONTINUACIÓN). RESPONSABILIDAD CIVIL
POR ACTIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS1

§ l. La responsabilidad por actividades riesgosas


o peligrosas en el código civil y comercial2
El código regula la responsabilidad por actividades riesgosas
o peligrosas en los artículos 1757 y 1758, junto con la respon­
sabilidad por el hecho de las cosas.
El primero dispone: "Toda persona responde por el daño [... ]
de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su natu­
raleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su
realización.

1 Para un estudio con mayor profundidad, ver PIZARRO, Tratado de la respon­


sabilidad objetiva, t. I, n. 84 y ss., ps. 565 y ss.; ídem, Responsabilidad civil por
actividades riesgosas o peligrosas en el nuevo Código, en LL 2015-D-993.
2 Bibliografía complementaria sugerida: AZAR, Aldo M.; OSSOLA, Federico,

en SÁNCHEZ HERRERO (dir.), Tratado, t. ID, ps. 764/765; CALDERÓN, Maxi­


rniliano y MÁRQUEZ, José Femando, Responsabilidad por actividades riesgosas, en
MÁRQUEZ {dir.), Responsabilidad civil en el código civil y comercial, t. 2, p. 127;
GALDÓS, Jorge, Riesgo creado y actividad riesgosa en el Proyecto de 2012 de
Código Civil y Comercial de la Nación, en Revista de Derecho de Daños, n. 2012-3,
p. 345; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, La noción de actividades riesgosas en
el Proyecto de Código Civil, en JA 1988-1-901; ídem, Responsabilidad por riesgo.
El nuevo artículo 1113, 44, p. 200; ídem, Resarcimiento de daños. Presupuestos y
funciones del derecho de daños, t. 4, n. 132, p. 610; CERUTTI, María del C., La
responsabilidad por el hecho de las cosas y por actividades riesgosas, en Revista de
Derecho de Daños, n. 2012-3, p. 330, n. VI.

61
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS ÜUSTAVO VALLESPJNOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autori­ La ley utiliza una doble adjetivación ("riesgosa" o "peligro­
zación administrativa para [ ...] la realización de la actividad, ni sa"). Pese a ello, se trata de una figura única (actividad riesgosa
el cumplimiento de técnicas de prevención". o peligrosa), a la que puede aludirse utilizando alguno de esos
·El segundo prescribe: "Sujetos responsables [...] En caso de adjetivos o ambos de manera conjunta.
actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve El carácter riesgoso o peligroso de la actividad deviene de
u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo su relevante y especial peligrosidad intrínseca o de circunstancias
dispuesto por la legislación especial". extrínsecas, instrumentales, de persona, tiempo y lugar. Puede
vincularse, de tal modo, con su propia naturaleza, con los medios
§ 2. El concepto de actividad riesgosa o peligrosa o elementos utilizados y con las metodologías empleadas para
desplegar ciertas actividades, las cuales deben ser gobernadas
Una actividad es riesgosa cuando por su propia naturaleza por su titular.
(esto es, por sus características propias, ordinarias y normales), Las actividades riesgosas por su naturaleza son aquellas que
por los medios empleados, o por las circunstancias de su reali­ conforme al curso normal y ordinario de las cosas resultan in­
zación (v. gr.: por algún accidente de lugar, tiempo o modo) trínsecamente peligrosas por sí mismas, cualesquiera sean las
genera una significativa probabilidad de riesgo o peligro para circunstancias bajo las cuales se realizan (v. gr., explotación o
terceros, ponderable conforme a lo que regularmente sucede se­ transporte de energía nuclear, de gas, de electricidad; los ban­
gún el curso normal y ordinario de las cosas. Se trata de acti­ cos de sangre, hemoderivados y hemodiálisis; etc.) (Azar-Ossola,
vidades que por lo general (no siempre) son consentidas por la Calderón-Márquez). La peligrosidad intrínseca excluye a la ac­
utilidad social que representan, pero que devienen dañosas para tividad que se erige en una simple ocasión del daño, "como
terceros. La responsabilidad que dimana de las mismas es propia la bancaria en cuyo ámbito se producen robos a los clientes"
de "un sistema de responsabilidad por exposición al peligro", (Azar-Ossola).
pues está ligada al ejercicio de una actividad peligrosa y no al
Las actividades peligrosas por las circunstancias de su rea­
deber de diligencia o de prevención.
lización son aquellas que, pese a no revestir ordinariamente un
No es esencial que en la actividad riesgosa o peligrosa (y en peligro regular o constante, las modalidades de tiempo, modo y
el daño que de ella deriva) intervenga una cosa, activa o pasi­ lugar la toman especialmente peligrosa. Por ejemplo, el trabajo
vamente. en la construcción o en obra, o la manipulación de cosas pesadas
El vocablo actividad denota la existencia posible de uno o o de gran porte que demanda esfuerzos significativos (Calde­
más hechos humanos, aislados o "combinados con otros elemen­ rón-Márquez).
tos mecánicos e inmateriales. La empresa puede ser uno de los Finalmente, la actividad es riesgosa por los medios empleados
ámbitos de actividad riesgosas en el sentido de entidad que or­ cuando normalmente es inocua, pero adquiere tal peligrosidad
ganiza capital y trabajo como factores de producción y con fines relevante por la utilización o empleo que una persona "hace de
lucrativos (por ejemplo, para elaborar bienes destinados a con­ mecanismos, instrumentos, aparatos o sustancias que son peli­
sumo)" (Zavala de González). grosas por la velocidad que desarrollan, por su naturaleza ex-
62 63
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

plosiva o inflamable, por la energía que contienen, por el. lugar 3) En aquellos casos en los cuales, a través del marco nor­
anómalo en que se encuentran o por otras causas análogas, o mativo que regula y reglamenta la actividad, se determinan
bien si han sido los medios utilizados los que han aumentado" controles especiales (tal como ocurre en materia de pro­
ducción, distribución y comercialización de gas, electrici­
(Galdós).
dad, en las actividades mineras, de fabricación, transporte,
La ponderación de esas circunstancias y su incidencia en la comercialización y uso de armas, municiones, artículos
riesgosidad de la actividad debe realizarse en abstracto, con pirotécnicos, etc.; actividad realizada por empresas mine­
total prescindencia del juicio de reprochabilidad que podría me­
ras, o vinculadas a la producción y utilización de la energía
recer la conducta del sindicado como responsable en concreto.
nuclear, etc.). Las mismas consideraciones valen para la
Coincidimos con Zavala de González en cuanto a que el en­ circulación de vehículos de motor y trenes.
tendimiento del riesgo circunstancial "no puede partir cie la sim­
plista concepción de que toda actividad dañosa sea riesgosa". 4) Atendiendo razonablemente a las reglas de la experiencia.
Desde el punto de vista lógico y valorativo, "la noción de riesgo Estamos, de tal modo, frente a una noción jurídica abierta,
no puede ser un posterius sino un prius, aunque se indique genérica y flexible (sin que ello obste a la determinación y re­
retrospectivamente luego de producido el daño" (Zavala de Gon­ gulación normativa que en diferentes supuestos pueda realizarse
zález). de determinadas actividades riesgosas).
Adviértase que el carácter riesgoso o peligroso se predica de P�a ser considerada actividad riesgosa es indispensable que
una actividad, por lo que el criterio de imputación habrá de la rmsma tenga una notable intrínseca potencialidad de daño­
requerir en cada caso la determinación cualitativa y cuantitativa sidad para terceros, o lo que es igual, que sea especial o par­
del grado de peligrosidad ínsito en aquélla. Una peligrosidad ticularmente riesgosa. Por tal motivo, una actividad normalmente
ínsita que debe ser buceada en la naturaleza de esta última, en inocua, que se tome riesgosa o peligrosa por la conducta de
la peligrosidad de los medios empleados, o en las circunstancias quien la ejerce, no entra en el estándar normativo que nos ocupa.
de su realización. Con ello se quiere significar que no cualquier riesgo que dimane
de una actividad será apto para generar la aplicación del régi­
Dicha peligrosidad puede ser detectada:
men de responsabilidad objetiva estatuido por los artículos 1757
a) Siguiendo un criterio cuantitativo o estadístico, concer- Y 1758. Una interpretación en contrario llevaría a incluir en esta
niente a la peligrosidad de los diversos tipos de actividades. tipología la casi totalidad de los supuestos de responsabilidad
b) Ponderando los propios estándares fijados por el legislador. civil, pues casi no hay actividad que de uno u otro modo no
Esto ocurre: genere riesgos o peligros para terceros.
1) Cuando la propia ley califica a la actividad como riesgosa
(art. 40, ley 24.240). § 3. Legitimación pasiva
2) Cuando se imponen deberes u obligaciones expresas de
Conforme lo dispone el artículo 1758 responde quien realiza,
seguridad, que ponen en evidencia, implícitamente, ese
se sirve u obtiene provecho de la actividad riesgosa o peligrosa,
carácter riesgoso o peligroso; tal lo que sucede en el ámbito
por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por legislación es-
del derecho del consumidor (art. 5º).
65
64
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

pecial. La norma designa a distintos posibles legitimados pasi­ La actividad riesgosa puede presentar una proyección espacial
vos, quienes deben responder de manera concurrente frente al y temporal suficiente como para posibilitar la imputación a más
damnificado. de un posible obligado a resarcir, en forma concurrente. Todo
·a) Realiza la actividad riesgosa o peligrosa quien de manera aquel que en el carácter antes señalado interviene activamente
autónoma la lleva a cabo o ejecuta por sí o por terceros en la realización de la actividad riesgosa, sea o no su último
( Calderón-Márquez). ejecutor, o que se sirve u obtiene provecho de aquélla, debe
b) Se sirve de la actividad riesgosa o peligrosa quien, sin responder frente al damnificado.
realizarla o ejecutarla materialmente, utiliza en beneficio Puede suceder que la legitimación pasiva sea plural, operando
propio la acción del tercero ejecutor de la misma. Tal lo de modo simultáneo o compartido o de manera cronológicamente
que sucede en los casos de delegaciones, intermediaciones, sucesiva. En tal caso, como regla, todos responden concurren­
subcontrataciones, dependencias económicas y funciona­ temente frente a la víctima (argum. art. 1758, Cód.Civ.Com.),
les, etcétera (Azar-Ossola). salvo cuando la ley establezca la solidaridad (art. 40, ley 24.240,
c) Obtiene provecho de la actividad riesgosa o peligrosa t. o. ley 24.999).
quien se beneficia con la misma, satisfaciendo un interés
El artículo 1758 exceptúa su aplicación en los casos de "ex­
patrimonial o extrapatrimonial. El mero provecho, en prin­
cusiones legales". Se refiere con ello a regímenes especiales que
cipio, es insuficiente por sí solo para generar responsabi­
amplían o reducen el elenco de legitimados pasivos. Tal lo que
lidad; para que esto último suceda, es preciso que el agente
sucede, por ejemplo, con la ley 23.184 de espectáculos públicos
tenga alguna posibilidad de dirección, control o fiscaliza­
deportivos, con la ley 24.804 (art. 9º) de actividad nuclear; con
ción sobre la actividad riesgosa o peligrosa.
la ley de defensa del consumidor 24.240 (art. 44), con la ley de
A menudo quien realiza la actividad riesgosa es quien se protección del medioambiente 25.675, y con lo dispuesto por el
sirve u obtiene un provecho de ella. Pero puede ello no ser así artículo 1762 del código civil y comercial con respecto a la
y aparecer ambas calidades disociadas. En tal caso, ambos res- actividad riesgosa de un grupo.
ponden.
Si bien la responsabilidad por actividades riesgosas tiene como
paradigma la figura de la actividad empresarial riesgosa que da § 4. Eximentes
lugar al denominado riesgo de empresa, ello no es una condición
o exigencia indispensable para que configure el presupuesto de Las eximentes son las propias de un sistema de responsabi­
hecho que nos ocupa. La razón es simple: la ley no distingue lidad objetiva: hecho de la víctima, hecho de un tercero extraño
entre quien ejerce una actividad empresarial riesgosa o peligrosa o caso fortuito.
y un privado que organiza una actividad de similares caracte­ Conviene precisar aquí algunos aspectos puntuales que se
rísticas, sin fines de lucro. vinculan específicamente con el tema:
Por tratarse de una responsabilidad objetiva, es intrascendente a) El uso de la cosa contra la voluntad expresa o presunta del
que el legitimado pasivo sea o no persona capaz. dueño o guardián sólo constituye una eximente aplicable en
66
67
:-:"
:t
-�'� ;ii'..:-.
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

materia de responsabilidad por el hecho de las cosas. No ;


e) La responsabilidad de los medios masivos de comunica­
-,' -·' ción por noticias e informaciones inexactas.
rige en materia de responsabilidad por actividades riesgosas.
b) Acreditado que el daño fue causado en �l curso de una ac­ f) La responsabilidad en el transporte de personas y cosas
tividad riesgosa y que guarda relación causal adecuada su­ (arts. 1286, 1289, inc. e, 1291 y eones.).
ficiente con la misma, la causa desconocida no exime. g) La responsabilidad por actividad peligrosa de un grupo
(art. 1762).
e) Siendo la responsabilidad de naturaleza objetiva, no con­
figura eximente la prueba por parte. del sindicado como h) La responsabilidad por daño nuclear (ley 24.804).
responsable de haber ajustado su conducta a las reglas de i) Daños causados por el accionar riesgoso de un grupo. Tra­
diligencia que imponía la actividad, sea o no la misma tamos este supuesto en el punto siguiente.
reglada por normativas generales o especiales; tampoco la
acreditación de cumplimiento de las técnicas de preven­ § 6. Exclusión legal
ción. El artículo 1757 del código civil y comercial consagra.
expresamente esta solución en su último párrafo. Dispone el artículo 1768: "La actividad del profesional liberal
no está comprendida en la responsabilidad por actividades ries­
gosas previstas en el artículo 1757".
§ 5. Supuestos específicos de responsabilidad El legislador ha creído conveniente dejar expresamente de­
por actividades riesgosas terminado que la actuación de tales profesionales no puede ser
La normativa general del código civil y comercial en materia encuadrada en el estándar de responsabilidad objetiva prevista
de responsabilidad por actividades riesgosas (arts. 1757 y 1758) en dicha normativa. Como regla, dicha responsabilidad es sub­
se complementa con disposiciones que regulan tipologías espe­ jetiva, salvo cuando se haya comprometido un resultado concreto,
cíficas de dicha especie. en cuyo caso está atrapada por un estándar objetivo de atribución.
Esta exclusión tiene incidencia en la praxis de distintos pro­
Mencionamos, entre otras:
fesionales, particularmente médicos cirujanos, hematólogos, bio­
a) La responsabilidad por servicios defectuosamente pres­ químicos, etcétera.
tados que regula el artículo 40 de la ley 24.240 (t. o. Nosotros creemos que se trata de una exclusión de dudosa
ley 24.999). justificación por el carácter generalizado con que ha sido plasma­
b) La responsabilidad por contaminación ambiental que emer­ da. Coincidimos con Calderón y Márquez en que se ha escogido
ge de las disposiciones de la ley general de ambiente un criterio de selección equivocado, pues "si lo que se quiso fue
25.675 y normativa concordante. evitar que ciertas prácticas necesarias para la comunidad caigan
e) La responsabilidad del organizador de espectáculos públi­ siempre bajo una tacha de peligrosidad y provoquen responsabili­
cos deportivos (art. 33, ley 23.184, t. o. ley 24.192). dad objetiva; ante ese objetivo, hubiera sido más razonable fijar
d) La responsabilidad del titular de establecimientos educa­ algún criterio genérico de atenuación o morigeración, pero no un
tivos (art. 1767, Cód.Civ.Com.). deslinde basado en la mera posesión de un estatus profesional".

68 69
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

De todos modos, la exclusión del régimen de la responsabi­


lidad por actividades riesgosas prevista en el artículo 1768 tiene
carácter personal y únicamente alcanza al profesional. Va de
suyo que ningún otro sujeto podrá amparars� en la misma. Así,
por ejemplo, el cirujano no está alcanzado por el régimen previsto
para las actividades riesgosas o peligrosas (arts. 1757 y 1758),
por expresa exclusión del artículo 1768. Pero no puede ampararse
en esta situación de excepción el centro médico o clínica en
donde trabaja y que obtiene provecho de su actividad.
CAPÍTULO XIX
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL
(CONTINUACIÓN). PRINCIPALES SUPUESTOS
DE APLICACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
POR EL HECHO DE LAS COSAS Y
POR ACTIVIDADES RIESGOSAS

A) ACCIDENTES DE AUTOMOTORES

§ l. El marco normativo de los accidentes de la


circulación de automotores en Argentina 1
El marco normativo de los accidentes de automotores debe
ser buscado esencialmente en el código civil y comercial y en
el decreto-ley 6582/58 (t. o. ley 22.172). También, de modo
complementario, en la ley de tránsito 24.449 del año 1995 y
sus modificatorias, en particular la ley 25.465, aplicable en ju­
risdicción nacional y en las leyes provinciales y normas muni­
cipales que regulan la cuestión. Estas últimas disposiciones tienen

1 Para un estudio del tema co"n mayor profundidad, ver PIZARRO, Tratado de
la responsabilidad objetiva, t. II, Cap. XIV, n. 92 y ss., ps. 597 y ss. Bibliografía
complem entaria sugerida: Ver, asimismo: LÓPEZ MESA, en TRIGO REPRESAS y
LÓPEZ MESA, Tratado de la responsabilidad civil, 2° ed., t. V, Cap. 17, ps. 473
y ss.; ídem, Responsabilidad civil por accidentes de automotores, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2005, ps. 18 y ss.; TRIGO REPRESAS, en CAZEAUX y TRIGO REPRE­
SAS, Derecho de las obligaciones, 4ª ed., t. V, n. 2769 y ss., ps. 296 y ss.

70 71
RAMÓN DANIEL PIZAR.RO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

por finalidad reglamentar la circulación vehicular en las dife­ § 3. Legitimación pasiva en


rentes jurisdicciones. Dado su carácter local, no pueden enervar los accidentes de tránsito
ni modificar el régimen previsto por la ley federal de fondo. Sin
embargo, tienen un valor significativo desde el punto de vista Distintos sujetos pueden ver comprometida su responsabilidad
de la responsabilidad por daños, por cuanto frecuentemente de­ en el marco de un accidente de tránsito. Procuraremos analizar
terminan modelos de conducta a seguir por los automovilistas los diferentes supuestos.
y prescriben infracciones a quienes los infrinjan, cuya compro­
bación trae aparejada y revela la presencia del presupuesto de a) El conductor del vehículo
antijuridicidad en la conducta del conductor y, en muchos casos,
La obligación de resarcir que pesa sobre quien conduce el
a veces expresamente determinados por esas leyes, rigurosas pre­ automotor al momento de producirse el daño debe ser valorada
sunciones de culpabilidad.
con independencia de su eventual calidad de dueño o guardián
En todos los casos, la presunción legal o jurisprudencia! de del rodado.
culpa es iuris tantum, por lo que admite prueba en contrario, Tradicionalmente se entendió que el conductor respondía por
De más está señalar que para que se configure la responsabilidad
un hecho personal y que, en consecuencia, el factor de atribución
será menester que la infracción imputable sea causalmente rele­
debía ser subjetivo, basado en la idea de culpa. Dentro de dicho
vante, conforme los parámetros que rigen la materia y que haya contexto, doctrina y jurisprudencia pusieron énfasis en la forma
daño resarcible. y modo en que debía apreciarse la culpabilidad del conductor,
señalando la necesidad de exigir un nivel mayor de diligencia,
§ 2. Los accidentes de tránsito en superior al corriente, o lo que es igual, de afinar ese concepto para
el código civil y comercial brindar protección adecuada a la víctima (Brebbia, Llambías).
En numerosos supuestos es dable presumir la culpabilidad
Los daños causados por la circulación de vehículos, cual­ del conductor del vehículo cuando su conducta ha sido violatoria
quiera sea la forma y modo en que se producen, están atrapados de las disposiciones de tránsito vigentes en el orden nacional,
por el régimen normativo previsto en los artículos 1757 y 1758 provincial o municipal aplicables.
para los daños causados por las cosas. Así lo dispone expresa­ El tema presenta importancia tanto para quienes encuadran la
mente el artículo 1769: "Accidentes de tránsito. Los artículos responsabilidad del conductor en estándares de culpabilidad, como
referidos a la responsabilidad derivada de la intervención de para quienes pensamos que ella resulta atrapada por lo dispuesto
cosas se aplican a los daños causados por la circulación de en los artículos 1757, 17�8 y 1769 (responsabilidad objetiva).
vehículos". Los primeros ponen énfasis en la relevancia de las presun­
La remisión ha sido incompleta, pues, en verdad, la respon­ ciones para la configuración de la culpa y para el funcionamiento
sabilidad por daños causados por la circulación de automotores de importantes inversiones de carga probatoria; los segundos,
constituye un típico supuesto de responsabilidad por actividades en cambio, aun admitiendo que la responsabilidad era objetiva,
riesgosas o peligrosas, prevista también en dichos artículos. asignan importancia al tema no en el plano del fundamento de
72 73
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

la responsabilidad sino en el de las eximentes. Ello por_ una teria de dominio de automotores, apartándose del principio ge­
razón evidente: la llamada culpa de la víctima actúa corno exi­ neral del código civil y comercial, según el cual la posesión de
mente de responsabilidad civil. una cosa vale por título (arts. 1909, 1911, 1916 y eones.). Esto
Conforme otra orientación, la responsabilidad del conductor surge con precisión de su artículo 1 º, cuando dispone que "La
queda también atrapada por la doctrina del riesgo creado, sólo transmisión del dominio de los automotores deberá formalizarse
pudiendo operar la liberación del sindicado corno responsable por instrumento público o privado, y sólo producirá efectos entre
si acredita la causa ajena. El conductor de un automotor realiza las partes y con relación a terceros desde la fecha de su inscripción
una actividad riesgosa o peligrosa por su naturaleza y por los en el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor". Como
medios empleados y queda también atrapado bajo el estándar pre­ lógica consecuencia de lo expresado, todo contrato que se realice
visto por los artículos 1757 y 1758 del código civil y comercial. con el objeto de transferir el dominio de un automotor no pro­
ducirá el efecto deseado por las partes hasta tanto no se cumpla
b) Responsables por el hecho ajeno con dicha exigencia registra!.
La realidad muestra, sin embargo, que frecuentemente el ti­
A veces la conducta del conductor del vehículo puede resultar tular del dominio compromete en venta un automóvil mediante
decisiva para comprometer la responsabilidad de ciertos sujetos, un simple instrumento privado o público, entregando su posesión,
por mediar una relación de dependencia voluntaria o legal. pero sin realizar la transferencia en el Registro. Esto genera gra­
Quedan comprendidas dos hipótesis diferenciables: por un ves problemas y riesgos para las partes, que tienden a agravarse
lado, la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente en la medida en que el vehículo es objeto de sucesivas promesas
(art. 1753, Cód.Civ.Corn.) y, por otro, la responsabilidad de los de venta, vinculando así a toda una cadena de sujetos.
padres, tutores y curadores por los daños causados por los me­ Desde el punto de vista de la responsabilidad civil la cuestión
nores de edad sujetos a responsabilidad parental o por las per­ adquiere relevancia, ya que el automóvil puede causar daños a
sonas que están a su cargo (arts. 1754 a 1767, Cód.Civ.Corn.) terceros cuando está en circulación. En tal supuesto: ¿ Quién debe
Nos hemos ocupado de estas cuestiones supra Capítulo XIV, responder? ¿El titular inscripto en el Registro, pese a que com­
adonde remitirnos. prometió en venta el automotor y se desprendió de su guarda,
aunque sin realizar la transferencia registra!? ¿O, acaso, será el
e) Responsabilidad del titular registra! de un automotor adquirente quien deba resarcir el daño causado?
Por aplicación de los artículos 1757 y 1758, también el dueño Nos apresuramos a señalar que, por el momento, nos limita­
del automotor debe responder frente al damnificado por los daños mos al problema de la resp_onsabilidad del dueño del automotor
causados por éste. El tema ha dado lugar a importantes contro­ en cuanto tal, dejando de lado todo lo referido a la obligación
versias doctrinarias y a una jurisprudencia que exhibe criterios de resarcir que pesa concurrentemente sobre el guardián.
muchas veces encontrados. Luego de la reforma introducida por la ley 22.977 el régimen
La normativa vigente (decreto-ley 6582/58, t. o. ley 22.977) legal es el siguiente: Hasta tanto se inscriba la transferencia, "el
establece un régimen de inscripción registra! constitutiva en ma- transmitente será civilmente responsable por los daños y perjui-

74 ,•
75
.1"
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTA YO V ALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

cios que se produzcan con el automotor, en su carácter de <;l.ueño La ley nada dice al respecto, por lo que será menester acudir
de la cosa" (art. 27). La solución guarda armonía con lo dispuesto a los principios que rigen la materia para brindar una respuesta
por los artículos 1757 y 1758, que responsabiliza de manera razonable.
concurrente al dueíio y al guardián del automotor que causa el Pensamos que, como regla, deberá responder el titular registra!
daño, sin perjuicio de las acciones de regreso que puedan luego por aplicación del artículo 27, sin perjuicio de la acción de regreso
corresponder entre ellos. que pueda ejercitar ulteriormente contra el adquirente (guardián).
Esa razonable directiva, sin embargo, se desvirtúa con la in­ Sin embargo, es dable formular una excepción a dicho criterio:
fortunada causal de liberación prevista en la última parte del cuando con anterioridad al hecho generador del daño se hubiere
mismo artículo 27 que dispone lo siguiente: " ... No obstante, si solicitado y expedido el certificado previsto por el artículo 16
con anterioridad al hecho que motive su responsabilidad, el trans­ del decreto-ley 6582/58 (texto según ley 22.977) y efectuado la
mitente hubiere comunicado al Registro que hizo tradición del tradición del automotor al adquirente, el titular registra! se libe­
automotor, se reputará que el adquirente o quienes de este último rará de toda responsabilidad si la inscripción se produce dentro
hubiesen recibido el uso, la tenencia o la posesión de aquél; del plazo de vigencia del certificado. Es una consecuencia lógica
revisten con relación al transmitente el carácter de terceros por de la reserva de prioridad que consagra el artículo 16 y del
quienes él no debe responder, y que el automotor fue usado en carácter retroactivo que en tales supuestos asume la inscripción
contra de su voluntad. La comunicación prevista en este artículo, registra!.
operará la revocación de la autorización para circular con el
automotor, si el titular la hubiese otorgado, una vez transcurrido d) Guardián del automotor
el término fijado en el artículo 15 sin que la inscripción se hubiere
peticionado, e importará su pedido de secuestro, si en un plazo También responde concurrentemente frente al damnificado el
de treinta días el adquirente no iniciare su tramitación..." guardián del automotor. Nos hemos ocupado de la noción de
guardián supra § 3, c, adonde remitimos.
La "denuncia de venta" efectuada por el transmitente, antes
de que se produzca el siniestro, permite su liberación.
e) El asegurador
Se trata de una modificación lamentable, absolutamente re­
gresiva, que trastoca la rigidez aparente del sistema y deja pe­ De igual modo, puede verse comprometido el asegurador en
ligrosamente desprotegida a la víctima. De allí la necesidad de aquellos accidentes de tránsito en los que el conductor, el prin­
una interpretación restrictiva de la norma como único modo de cipal, el dueño o el guardián de la cosa que causó el daño se
protegerla adecuadamente y de evitar que en una materia tan encuentran amparados por una relación asegurativa que los pon­
relevante como es el daño causado por automotores se diluya ga a cubierto de la responsabilidad civil por daños causados a
la tutela de los artículos 1757 y 1758 del código civil y comercial. terceros.
¿ Qué sucede si durante el transcurso del plazo de diez días
que dispone el adquirente para efectuar la transferencia (conf. f) El fabricante. Remisión
art. 15) se causa un daño a un tercero coh el automotor? Ver infra Capítulo XX.

76 77
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

g) El transportista. Remisión Por nuestra parte nos enrolamos dentro de otra corriente de
opinión, más flexible, por entender que "...el peatón distraído, in­
Ver infra Capítulo XXIII. clusive imprudente, es un riesgo común inherente al tránsito y,
por lo mismo, todo conductor de un rodado está obligado a
§ 4. El hecho o culpa de la víctima permanecer atento a las evoluciones imprevistas de la circulación,
en los accidentes de tránsito entre las que se cuenta una conducta tal de los transeúntes"
La eximente basada en el hecho o culpa de la víctima tiene (Mosset Iturraspe). Ésta es la regla general, que guarda armonía
un importante ámbito de aplicación en los accidentes de auto­ con la realidad que se advierte en nuestras calles y con el rieso-o
motores. de la actividad que surge de la circulación de automotores. º
Habrá que valorar si la irrupción del peatón ha sido súbita,
a) Accidentes de tránsito en los y si se realizó en una zona en la cual el conductor razonablemente
que sufren daños los peatones podía esperar o presuponer que dicho tramo no sería invadido
por transeúnte alguno.
¿Qué sucede cuando el peatón sufre un daño al ser embestido Frente a la duda, siempre se debería estar por una interpre­
por un automotor, en momentos en que cruza la calzada? tación favorable al peatón: in dubio pro peaton.
Se ha dicho al respecto que debería distinguirse según el cruce
se haya realizado o no por la senda peatonal. En el primer supues­
b) Otros su uestos. Omisión de
to, la solución es obvia pues el peatón-víctima que goza de una
utilizar el cinturón de seguridad
prioridad de paso absoluta es embestido al tiempo de transitar por
un sector de la calzada reservado prioritariamente para su circula­ Se ha juzgado, con razón, que en caso de comprobarse que
ción. La doctrina y la jurisprudencia son prácticamente unánimes. el damnificado no tenía puesto el cinturón de seguridad al mo­
La respuesta es más complicada cuando el peatón cruza fuera mento de protagonizar el accidente, tal circunstancia puede operar
de la zona de seguridad. En tal caso: ¿tiene derecho a ser resarcido como causa o concausa de las lesiones sufridas (SCJ de Mendoza,
en forma plena? O, por el contrario, ¿se configura el hecho de sala I, 15-6-2006, RCyS 2006-663).
la víctima y la eximente prevista por el artículo 1758 del código
civil y comercial? c) Accidentes protagonizados por motociclistas.
Algunos tribunales, con excesivo rigor y desconociendo una Omisión de utilizar el casco protector
realidad inocultable de nuestras ciudades, han considerado que
el peatón que cruza la calzada por lugares extraños a la senda Una cuestión de importancia se plantea en los accidentes pro­
de seguridad incurre en imprudencia grave, siendo esto deter­ tagonizados por motociclistas, en caso de falta de utilización del
minante para eximir de responsabilidad al presunto responsable, casco protector que exige la normativa vigente para sus tripu­
total o parcialmente. Así concebido, el uso de la calzada fuera lantes.
de la zona de seguridad peatonal es prioridad exclusiva de los ¿Cuál es la incidencia causal que tiene tal omisión? ¿Cons­
vehículos. tituye inexorablemente un supuesto de culpa de la víctima?

78 79
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

La jurisprudencia exhibe criterios prudentes y moderados al


o no (recíprocamente) las presunciones de responsabilidad pre­
respecto, asignando relevancia a dicha omisión en tanto en cu�to
vistas en los artículos 1757 y 1758 del código civil y comercial
tenga incidencia causal en la producción del daño y en la medida
(y en el art. 1113 del código civil anterior, segundo párrafo,
de la misma.
última parte)?
La no utilización del casco por parte de un motociclista debe El tema dio lugar a opiniones encontradas y a una polémica
ponderarse a la hora de analizar las l�siones sufridas por l': víc­ que hoy parece superada.
tima en tanto guarde relación causal directa con el hecho <lanoso,
incidiendo sobre la indemnización a otorgar que deberá ser in­ La doctrina más moderna (Kemelmajer de Carlucci, Zavala
ferior al haber contribuido a causar su propio daño. de González, A. Alterini), avalada por la jurisprudencia domi­
nante, incluida la de la propia Corte Suprema de Justicia de la
Nación (CSJN, 22-12-87, LL 1998-D-296), proclama que la idea
d) Accidentes protagonizados por de una neutralización o compensación de presunciones carece
ciclistas. Culpa de la víctima de sustento normativo en nuestro sistema. Constituye, si se quiere,
También la falta de utilización de casco protector por el ci­ un argumento endeble en procura de limitar injustificadamente
clista damnificado plantea problemas similares a los de las mo­ los alcances de la doctrina del riesgo creado, a la que procura
tocicletas, aunque debe tenerse en cuenta que no siempre la nor­ reducir a su mínima expresión. Ello no se compadece con la
mativa aplicable impone su utilización y que la índole de �stos amplitud de los términos de los artículos 1757 y 1758 del código
vehículos los coloca en un plano de riesgosidad (para el piloto civil y comercial.
y para terceros) mucho menor que el de aquéllas. La bicicleta El riesgo creado es el factor de atribución que debe regular
es un medio de transporte impulsado por el esfuerzo humano la responsabilidad civil por el hecho de las cosas y en materia
de su conductor, que desarrolla una velocidad limitada, con gran de actividades riesgosas. Éste es el principio rector de la materia,
movilidad de maniobra y sin estructura defensiva para su con­ siendo dable propiciar interpretaciones extensivas, amplias, para
ductor. Va de suyo que su potencialidad dañosa para terceros cubrir todo supuesto en el cual se controvierta su aplicación.
es muy inferior a la de los vehículos de motor. Va de suyo que el dueño o guardián de cada uno de los vehículos
Esto explica que en no pocos pronunciamientos, en la coli­ que intervino en la colisión debe responder por los daños cau­
sión entre un automotor y una motocicleta, el ciclista haya sido sados al otro, salvo que acredite una eximente idónea para des­
equiparado al peatón, a nuestro modo de ver, equivocadamente. virtuar la presunción de causalidad en su contra.

§ 5. Colisión de dos o más automotores. B) ACCIDENTES FERROVIARIOS


Riesgo recíproco § 6. Responsabilidad contractual y extracontractual
Frente a una colisión entre dos automóviles: ¿Los riesgos Tratándose de accidentes ferroviarios en el régimen anterior
recíprocamente introducidos se neutralizan, compensan o con­ era menester realizar una diferenciación de importancia, según
trarrestan o, por el contrario, subsisten y se acumulan? ¿Rigen los daños hubieran sido causados a los pasajeros, en el mar-
80
81
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPlNOS TIPOLOGÍAS DE RESPONSABILIDAD CIVIL (CONTINUACIÓN)

co de un contrato de transporte, o a terceros no ligados al sin­ Rige, por ende, un estándar de responsabilidad objetiva, con
dicado como responsable por un vínculo contractual de esa na­ basamento en el riesgo creado.
turaleza. Lo señalado anteriormente es sin perjuicio de la aplicación de
La misma distinción puede hacerse luego de la sanción del las disposiciones de la ley de defensa del consumidor, cuando el
código civil y comercial, aunque las diferencias entre una y otra transporte constituya una relación de consumo (arts. 40 y eones.),
órbita de responsabilidad se han eclipsado de modo muy signi­ que conduce a idéntico estándar de responsabilidad objetiva.
ficativo (ver supra Cap. 11, §§ 6 a 8).
En el primer supuesto, la obligación de resarcir tiene natu­ a) El cruce de las vías férreas por peatones
raleza contractual, pues el transportista asume una obligación y automovilistas. La prioridad de paso
de resultado, consistente en conducir al pasajero en condiciones
de indemnidad al punto de destino. El convoy ferroviario circula, como regla, con prioridad ab­
soluta de paso sobre automovilistas y peatones.
En el código civil y comercial la responsabilidad del trans­
Quien deba cruzar las vías férreas, sea a pie o conduciendo
portista por daños a las personas transportadas se rige por lo
dispuesto por los artículos 1757 y siguientes. Idéntica respon­ un rodado, tiene el deber de verificar previamente si viene un
convoy, adoptando todas las precauciones necesarias a tal fin,
sabilidad gravita en el transporte de cosas (art. 1286). Su res­
debiendo en tal caso detenerse y darle paso. Lo señalado se
ponsabilidad es contractual, directa y objetiva.
potencia en aquellos lugares en los que existen barreras bajas o
Tratándose de una relación de consumo también rige lo dis­ señales luminosas que alertan sobre la presencia del convoy, o
puesto en el artículo 40 de la ley 24.240, que hemos estudiado personal de la empresa que franquea el paso o advierte sobre la
en el capítulo anterior. presencia inminente del mismo.
Nqs ocupamos con detenimiento de la responsabilidad con­ Lo dicho no obsta a que sea dable exigir a las empresas
tractual del transportista infra Capítulo XXIII, adonde remitimos. ferroviarias la adopción de medidas de seguridad y de preven­
Cuando el daño es causado a un tercero, no ligado por vín­ ción del daño, que pueden variar en función de circunstan­
culo contractual alguno, rigen las normas del código civil y cias de tiempo y lugar. Así, por ejemplo, se imponen mayores
comercial que regulan la responsabilidad por el hecho de las deberes de cuidado y prevención en cruces emplazados en zonas
cosas (arts. 1757 y 1758). Su responsabilidad es extracontratual urbanas o suburbanas densamente pobladas o de intenso tránsito
y objetiva. vehicular.
A este supuesto nos circunscribimos en lo que sigue.
b) Eximentes. Aplicación de los
§ 7. Régimen legal de la responsabilidad principios generales. Remisión
extracontractual por accidentes ferroviarios Las eximentes que se aplican en esta materia son las propias
La responsabilidad se regula por lo dispuesto en los artícu­ de un sistema de responsabilidad objetiva (hecho del damnifi­
los 1757 y 1758. cado, art. 1729), hecho de un tercero extraño (art. 1731) y caso

82 83
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

fortuito o fuerza mayor (art. 1730, Cód.Civ.Com.), su conside­


ración en la materia que nos ocupa impone ponderar algunas
particularidades.

c) Responsabilidad contractual
en el transporte. Remisión
Los accidentes ferroviarios pueden, también, dar lugar a res­
CAPÍTULO XX
ponsabilidad contractual en el ámbito del contrato de tr�nspor­
_
te. Nos ocupamos del tema supra apartado B, adonde rermtimos. RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS
Y POR SERVICIOS EN LA LEY DE
DEFENSA DEL CONSUMIDOR 1
C) DAÑOS CAUSADOS POR ANIMALES

§ 8. Régimen legal y fundamento


§ l. Introducción
Dispone el artículo 1759: "Daño causado por ani�nales. El
daño causado por animales, cualquiera sea su especie, queda Los productos y los servicios llegan al consumidor luego de
comprendido en el artículo 1757". intensas campañas de publicidad y de minuciosos "estudios de
En consecuencia: mercado", que procuran determinar los mayores márgenes de
utilidad posible en esa despiadada competencia que se entabla
a) La responsabilidad del dueño y del guardián de un animal,
con otros elaboradores.
cualquiera sea su especie, queda atrapada por el estándar
de responsabilidad objetiva que prevé el artículo 1757 para Frecuentemente ellos resultan aptos para satisfacer en mayor
los daños causados por el riesgo o vicio de la cosa y, en o menor medida las necesidades y exigencias de los consumi­
ámbitos específicos, por actividades riesgosas o peligrosas. dores, que siempre tendrán un margen muy subjetivo para aprobar
o no la elección realizada al tiempo de adquirirlo. En otras opor­
b) Resulta también aplicable lo dispuesto por el artículo 1758,
tunidades, en cambio, la expectativa del consumidor puede verse
que determina los legitimados pasivos y recepta la exi­
frustrada en razón de presentar, el producto o el servicio adqui­
mente basada en el uso de la cosa contra la voluntad ex­
rido, deficiencias que lo toman inepto para su destino. La situa­
presa o presunta del dueño o guardián.
ción cobra mayor gravedad cuando, como consecuencia de aque­
c) El sindicado como responsable se libera probando la causa
llas deficiencias, se generan daños al consumidor o a un tercero.
ajena.
Dentro de este contexto, toda la problemática de los daños
Dado que el tema no presenta ninguna particularidad, son
.
aplicables las normas y principios generales que hemos estudiado
1 Para un estudio del tema con mayor profundidad, remitimos a PIZARRO, Tratado
supra, Capítulo XVII, adonde remitimos.
de la responsabilidad objetiva, t. I, Caps. 15 y 16; ídem, Responsabilidad por pro­
ductos y por servicios en la ley de defensa del consumidor, en STIGLITZ, G. Y
HERNÁNDEZ, C., Tratado de derecho del consumidor, t. ill, ps. 323 y ss.

84
85
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPlNOS RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

causados por productos defectuosos puede circunscribirse, en En �o� dos primeros supuestos encontramos un producto que
.
gran medida, a estos interrogantes: ¿quién debe indemnizar?, ¿a tiene v1c1bs o defectos de calidad por inadecuación mate1ial de
qu_ién?, ¿en qué supuestos y con arreglo a qué criterios? lo debido a lo prometido (falta de calidad). El producto no tiene
la perfonnance que de él se espera; en el segundo la inadecuación
cualitativa proviene de su falta de seguridad para la integridad
A) LA RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS física o patrimonial del consumidor o de terceros.
EN EL DERECHO ARGENTINO

§ 2. Régimen normativo § 3. Responsabilidad contractual por


daños derivados de productos
Dispone el artículo 40 de la ley 24.240 (t. o. ley 24.999):
"Responsabilidad. Si el daño al consumidor resulta del vicio o a) Cuándo se configura
riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, responderán el El régimen de responsabilidad contractual presupone la exis­
productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el pro­ tencia de una vinculación de esa naturaleza entre el adquirente
veedor, el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o o el consumidor y el empresario demandado (fabricante, vende­
servicio. El transportista responderá por los daños ocasionados dor, etc.).
a la cosa con motivo o en ocasión del servicio.
El código civil y comercial regula los contratos de consumo
La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las acciones en el Título III del Libro Tercero (arts. 1092 a 1122), reiteran­
de repetición que correspondan. Sólo se liberará total o parcial­ do, en lo sustancial, las previsiones normativas contenidas en la
mente quien demuestre que la causa del daño le ha sido ajena". ley 24.240, muchas de las cuales son mejoradas significativa.,
La norma se aplica tanto en materia contractual como extra­ mente.
contractual. Se define al contrato de consumo en el artículo 1093: "Con­
Básicamente, la cuestión se circunscribe a la reparación de trato de consumo es el celebrado entre un consumidor o usuario
diferentes daños causados por el riesgo o vicio de un producto: final con una persona humana o jurídica que actúe profesional
a) Los daños que derivan de la inadecuación del bien a su u ocasionalmente o con una empresa productora de bienes 0
destino por defecto de calidad, que conlleva la frustración prestadora de servicios, pública o privada, que tenga por objeto
de las expectativas legítimas que tenía el consumidor en la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte
cuanto a su utilización. de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o
b) Los daños derivados de vicios ocultos en el producto al social".
tiempo de su adquisición, que la toman impropia para su La responsabilidad contractual por productos se configura
destino y disminuyen su valor. cuando:
c) Los daños causados a la persona o a otros bienes del con­ 1) El adquirente o el consumidor adquiere el producto de­
sumidor o de un tercero por el producto defectuoso por fectuoso directamente del proveedor profesional.
deficiencias de seguridad. 2) En aquellos supuestos en los cuales, habiendo una cadena

86 87
RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTA YO VALLESPINOS

de eslabones en el proceso de comercialización, el adqui­ por lo que quedan incluidos en su seno tanto el consumidor
rente o el consumidor final damnificado pretende el re­ propiamente dicho o consumidor directo, como quienes son equi­
sarcimiento por parte de quien contrató, con él (v. gr., el parados al consumidor en dicha normativa.
vendedor). Se trata de detrimentos que provienen de deficiencias en el
3) Cuando los daños los experimenta un intermediario, que producto objeto de la contratación, que lo toman inapto para el
dirige su acción contra quien contractualmente le sumi­ uso o finalidad para el cual está destinado, aspecto que debe ser
nistró la cosa (Tinti). ponderado atendiendo a su naturaleza, al uso que razonablemente
era dable esperar del mismo conforme al curso normal y ordinario
La responsabilidad contractual que nos ocupa se enmarcará
de las cosas, a las condiciones de la oferta y a las precisio­
en las previsiones de la ley de defensa del consumidor 24.240
nes efectuadas en la publicidad, anuncios, prospectos, circulares
cuando concurran los requisitos previstos por los artículos 1º
y 2° de la misma y por los artículos 1092 y 1093 del código u otros medios de difusión (arts. 7º , 8º y eones., ley 24.240 y
civil y comercial. En caso contrario regirán las normas del de­ arts. 1100 a 1122 y eones., Cód.Civ.Com.) y naturalmente a los
propios términos de la contratación.
recho común. Así, por ejemplo, cuando el contrato se realice ·
entre dos proveedores profesionales o entre un proveedor pro­ Nos hallamos aquí frente a un incumplimiento negocial por
fesional y otra persona que adquiere el producto para integrarlo defectos o deficiencias de calidad por inadecuación del producto
a procesos de producción, comercialización, transformación o a lo prometido, lo cual conlleva la frustración total o parcial,
prestación a terceros (argum. art. 2º, ley 24.240). absoluta o relativa, según los casos, del interés que el acreedor
procuraba satisfacer a través de la prestación. Tal como lo que
sucede, por ejemplo, cuando se adquiere un televisor y éste viene
b) Distintos supuestos que pueden presentarse en la
con defectos en la pantalla, o con deficiencias en su sistema de
responsabilidad contractual por productos defectuosos audio; o una heladera cuyo freezer presenta defectos que no le
Dentro de ese contexto, es posible distinguir dos situaciones permiten alcanzar o mantener las temperaturas mínimas que son
claramente diferenciables, según que el daño causado por el pro­ dables de esperar conforme a su naturaleza y destino.
ducto derive de la lesión del interés de prestación o de otro Se insertan dentro de esta temática las siguientes cuestiones:
distinto del acreedor. l. La responsabilidad contractual por incumplimiento del ré­
gimen legal obligatorio de garantías convencionales o le­
1) Responsabilidad por daños derivados de gales de calidad, inocuidad y buen funcionamiento
lesión al interés de prestación del consumidor para bienes de uso durables (arts. 959, Cód.Civ.Com.; 12,
ley 22.802 de lealtad comercial y 14 y ss. in fine, ley
El supuesto se configura cuando el defecto del producto objeto
24.240) y también por aquellas que la ley impone en ám­
de la contratación lesiona el interés de prestación del consumidor, bitos específicos (v. gr., arts. 11 y eones., ley 24.240).
provocándole un daño. La expresión "consumidor" debe ser en­
tendida con los alcances que determinan los artículos 1º de la II. La responsabilidad por vicios redhibitorios (arts. 1051
ley 24.240 (t. o. ley 26.994) y 1092 del código civil y comercial, y ss., Cód.Civ.Com. y arts. 18 y eones., ley 24.240).

89
88
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

2) Responsabilidad por daños derivados de contra de otros legitimados pasivos no vinculados a él contrac­
lesión a intereses del adquirente o del tualmente (v. gr., el fabricante, el _importador, etc.).
consumidor distintos de los de prestación Dicha responsabilidad es de naturaleza extracontractual y de
ella nos ocupamos en los números siguientes.
También pesa sobre el proveedor profesional una obligación
de seguridad y garantía respecto del adquirente o del consumidor
con el que ha contratado, que le impone suministrar productos § 4. Responsabilidad extracontractual por productos
que no causen daños a este último en su persona o en sus a) Cuándo se configura
bienes.
La responsabilidad por productos puede también ser de na­
Dispone el artículo 5º de la ley 24.240 que "Las cosas y turaleza extracontractual.
servicios deben ser suministrados o prestados en forma tal que,
Tal lo que sucede cuando:
utilizados en condiciones previsibles o normales de uso, no pre­
senten peligro alguno para la salud o integridad física de los 1) El consumidor damnificado reclama la reparación del daño
consumidores o usuarios". Se impone, de tal modo, una obliga­ en su persona o en sus bienes contra algún legitimado
ción expresa de seguridad, de resultado, de mantener la persona pasivo con quien no está ligado por vínculo contractual
alguno (v. gr., acciona contra el fabricante o contra el
y bienes del cocontratante en condiciones de indemnidad, la cual
importador, no vendedores del producto).
no se cumple cuando el producto, a raíz de sus deficiencias,
ocasiona un perjuicio a su persona o a sus bienes. 2) El damnificado es un tercero extraño a cualquier relación
contractual con el productor (un automóvil adquirido pocos
A diferencia de los supuestos antes considerados, no esta­ días atrás experimenta la rotura de su barra de dirección
mos aquí frente a daños intrínsecos sino extrínsecos, que de­ por defectos de fabricación y a raíz de ello su conductor
rivan de la lesión a intereses no ligados al objeto mismo de embiste a un peatón).
la obligación sino a otros bienes materiales o inmateriales del Éste es, sin duda alguna, el supuesto más importante y a él
acreedor. nos circunscribimos estrictamente en los números siguientes.
La responsabilidad por incumplimiento de la obligación de
seguridad que expresamente determinan los artículos 5º, 6º y b) Marco normativo
concordantes de la ley 24.240 y de modo implícito por el ar­
tículo 961 del código civil y comercial tiene -en el supuesto es­ Está compuesto por:
pecífico que analizamos- naturaleza contractual, y es en to­ 1) Las normas del código civil y comercial que regulan la
dos los casos alcanzada por un factor objetivo de atribución responsabilidad por el hecho de las cosas, en particular
(art. 1723, Cód.Civ.Com.). los artículos 1757 a 1759 que se aplican -por ser derecho
Por aplicación del artículo 40 de la ley 24.240 (t. o. ley 24.999) común- a todo supuesto no reglado por normas especiales.
el consumidor damnificado también tiene acción resarcitoria en 2) En su ámbito específico de aplicación (arts. 1º y 2º), las

90 91
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

disposiciones de la ley 24.240, en particular su artículo 40 Entendemos que en el marco de una normativa especial, des­
(t. o. ley 24.999) y demás normativa concordante. tinada a la defensa del consumidor, quizás hubiese sido preferible
3) Otras leyes especiales que regulan en áµibitos específicos seguir los lineamientos dominantes en el derecho comparado, y
dicha obligación de resarcir (v. gr., ley: 24.051 de los re­ utilizar, de tal modo, el producto, definiendo normativamente el
siduos peligrosos). concepto y precisando sus eventuales exclusiones si las hubiere.
Dentro del riesgo o vicio de la cosa quedan comprendidos
c) El presupuesto fáctico: el riesgo los defectos de fabricación, de diseño y las deficiencias en las
o vicio de la cosa (producto) instrucciones.

La ley argentina de defensa del consumidor no hace rderencia


d) La legitimación activa
a los daños causados por productos defectuosos (ni menos aún
define qué se entiende por producto y qué por producto defec­ Cabe formular esta distinción:
tuoso), sino que utiliza otra terminología, menos depurada pero 1) Dentro del régimen del código civil y comercial son apli­
fuertemente emparentada con el artículo 1757 del código civil y cables las reglas generales que rigen la legitimación activa de
comercial: daños resultantes del riesgo o vicio de la cosa (o de los damnificados directos e indirectos, según que . el daño sea
la prestación del servicio). patrimonial (arts. 1738, 1739 y eones.) o extrapatrimonial o moral
Se utiliza el vocablo "cosa" en lugar de "producto". Conforme (art. 1741).
al Diccionario, "cosa" significa todo aquello que "existe en la 2) Veamos qué sucede en la ley 24.240.
realidad o en la imaginación; objeto que no tiene vida". Jurídi­
camente, en nuestro sistema, tiene un sentido todavía más preciso: Tanto el consumidor propiamente dicho como el consumidor
Son "cosas" los bienes materiales susceptibles de valor econó­ equiparado están alcanzados por la previsión normativa del ar­
mico (art. 16, Cód.Civ.Com.). tículo 40.
La noción de producto, en cambio, es más restringida, pues ¿ Qué sucede con quienes integran su grupo familiar o social?
significa "cosa producida" o "resultado del proceso de produc­ Nosotros creemos que a los fines de la tutela normativa por
ción" o "caudal que se saca de una cosa que se vende o el que daños causados por el riesgo o vicio del producto deben ser
ella reditúa". tratados como consumidores, pues están dentro de la esfera de
La normativa argentina se caracteriza por su amplitud, protección legal y, consecuentemente, legitimados activamente
pues engloba a toda cosa mueble -cuya contratación no esté para accionar en los términos del artículo 40 de la ley 24.240.
excluida expresamente de la ley 24.240 (argum. art. 2º)- e in­ Es una interpretación finalista, que atiende al sentido protector
clusive a los inmuebles nuevos destinados a vivienda, cuando la de la norma y, esencialmente·, a la finalidad del acto de consumo '
oferta sea pública y dirigida a persona indeterminada (art. 1º, que no es otra que satisfacer un interés del consumidor (contra-
inc. c, ley 24.240). No hay exclusión alguna de materias primas tante) y también de su grupo familiar o social. La satisfacción
agrícolas ni de los productos de caza, que quedan incluidos dentro de dicho interés sólo puede lograrse, sensatamente, considerán­
de la normativa vigente·. dolos también como destinatarios finales del producto dentro de

92 93
RAMÓ;., DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

un marco de estricta indemnidad por los daños que dimanen del de la responsabilidad por daños resultantes del riesgo o vicio de
riesgo o vicio del mismo. Tal premisa luciría, por cierto, reñida la cosa y de la prestación de servicios.
con la eventual exclusión de su legitimación activa de la ley de
2) El fabricante, expresión que en nuestra opinión comprende
defensa del consumidor.
no sólo al fabricante real o material del producto final, sino
Los artículos 1757 y 1758 del código civil y comercial y el también al fabricante parcial de cualquier elemento integrado en
artículo 40 de la ley 24.240 conducen exactaniente al mismo un producto terminado e inclusive al que produce la materia
resultado, pues ambos plasman una responsabilidad por activi­ prima.
dades riesgosas, se rigen por análogos principios y están al­
Si el daño proviene del vicio o riesgo de un elemento integrado
canzados por similares eximentes.
a un producto final, debidamente acreditado, responderán como
No obstante ello, hay una diferencia significativa que deriva legitimados pasivos tanto el fabricante del producto terminado
del emplazamiento de la legitimación activa en uno u otro ré­ cuanto el del elemento integrado al mismo de carácter defectuoso.
gimen: en los artículos 1757 y 1758 la responsabilidad de los
_ 3) El importador. Es quien, en el ejercicio de su actividad
legitimados pasivos tiene carácter concurrente, lo que detemuna;
profesional, introduce el producto en Argentina para su ulterior
entre otras cosas, que la interrupción y la suspensión de la pres­
comercialización (venta, arrendamiento, leasing o cualquier otra
cripción no propague sus efectos. En cambio, en el artículo 40
forma de distribución).
de la ley 24.240 rige la regla de la solidaridad pasiva, con la
consiguiente propagación de efectos de la interrupción de la pres­ 4) El distribuidor, el proveedor y el vendedor. Estos sujetos
cripción. son emplazados en la misma condición que el fabricante o pro­
ductor. Su responsabilidad no tiene carácter subsidiario y se con­
El tercero ajeno al acto de consumo que no forme parte del
figura aun estando individualizados los sujetos que produjeron
grupo familiar o social del consumidor no puede ampararse en
(real o aparentemente) o importaron la cosa que produjo el daño
el art. 40 de la ley 24.240 (aunque sí en los artículos 1757
en la relación de consumo.
y 1758, Cód.Civ.Com., que consagran una responsabilidad por
actividades riesgosas). 5) El transportista, quien sólo responde por los daños oca­
sionados con motivo o en ocasión del transporte del producto.
6) El proveedor aparente, que es aquel que se presenta ex­
e) La legitimación pasiva ternamente al público como fabricante o productor poniendo su
Conforme al esquema normativo específico previsto por el nombre, denominación social, su marca o cualquier otro signo
artículo 40 de la ley 24.240 (t. o. ley 24.999), responden soli­ o distintivo en el producto o en el envase, el envoltorio o cual­
dariamente frente al consumidor por los daños resultantes del quier otro elemento de protección, de presentación o en la pu­
riesgo o vicio de la cosa (o de la prestación del servicio): blicidad.
1) El productor. Es una locución amplia, en la que se en­
cuentra incluido también el fabricante, al que la ley menciona f) Eximentes. El riesgo de desarrollo
por separado, seguramente como fruto del tratamiento conjunto En nuestro sistema legal, las eximentes admisibles en materia
94
95
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

de responsabilidad por productos guardan estricta coherencia con de su introducción era considerado inocuo, a la luz del esta­
el carácter objetivo que fundamenta la misma. De allí que sólo do de los conocimientos técnicos y científicos existentes a ese
se admita el hecho del damnificado (art. 1729, Cód.Civ.Com.), momento, resultando su peligrosidad indetectable, pero cuya no­
el hecho de un tercero extraño (art. 1731) y el caso fortuito o cividad es puesta de manifiesto por comprobaciones posteriores.
de fuerza mayor extraño al riesgo de la actividad desplegada El estado de conocimientos científicos y técnicos denota una
(arts. 1730 y 1733, inc. e). noción que, además de compleja, es dinámica; de allí que a los
Sin perjuicio de ello, conviene remarcar: fines de la pretendida eximente que nos ocupa sea menester
1) Que debe tenerse muy en cuenta, a la hora de ponderar la establecer un momento temporal relevante a tal fin. Ése no puede
incidencia del hecho o culpa de la víctima, que éste debe tener ser otro que el de puesta en circulación del producto de que se
incidencia causal en la producción _ del resultado y, sobre todo, trate. El producto es puesto en circulación cuando el proveedor
que no debe serle imputable al sindicado como responsable. Tra­ abandona el poder de hecho que tiene sobre el mismo, pierde
tándose de daños causados por productos, dicha exigencia debe el control que ejercía sobre él y lo introduce en el mercado. No
ser ponderada con criterio muy estricto, atendiendo, entre otros · se tiene en cuenta ningún momento anterior (v. gr., ideación,
aspectos, a la naturaleza del producto, a su uso normal y previsible, diseño, elaboración de prototipos, pruebas) o posterior al antes
a las condiciones personales de su destinatario (v. gr., por razones indicado, sin perjuicio de que, según veremos luego, tenga im­
de edad, condición cultural, etc.) y a los mensajes contenidos en portancia la actitud del productor una vez detectado el defecto
la publicidad y en la información brindada al consumidor. para la cesación de la acción dañosa y para la prevención de
En el ámbito de los daños causados al consumidor, las exi­ nuevos perjuicios.
mentes se valoran con criterio restrictivo, particularmente el he­ ¿Debe el proveedor profesional responder por los daños en
cho de la víctima, pudiendo la misma ser circunscripta, en casos tales circunstancias? ¿Debe asumir las consecuencias de dicho
de especial vulnerabilidad de aquél, a la culpa grave del dam­ riesgo de desarrollo? ¿O, por el contra1io, puede dicha situación
nificado. ser considerada como circunstancia eximente?
2) En lo que hace a la eximente basada en el hecho de un El tema, complejo y opinable, trasunta en esencia un problema
tercero extraño, cabe remarcar que no revisten tal carácter entre de política legislativa y ha dado lugar a una ríspida controversia
sí quienes intervienen en la cadena de producción, comerciali­ todavía no agotada en Europa y también en los Estados Unidos
zación y distribución del producto (argum. arts. 40, ley 24.240 de América, y desde allí se ha proyectado a nosotros.
y 1757 y 1758, Cód.Civ.Com. in fine).
Nosotros creemos que en nuestro sistema no rige esta exi­
3) El caso fortuito no puede, en principio, ser alegado como mente, por cuanto es claramente incompatible con el carácter
eximente pues debe ser extraño al producto o cosa defectuosa. objetivo que tiene la responsabilidad del productor (Mosset Itu­
El tema tiene estrecha vinculación con la eximente basada en rraspe-Piedecasas, Goldenberg, López Cabana, Trigo Represas,
el riesgo del desarrollo que tra�amos seguidamente. López Mesa). El defecto existe al momento de la introducción
4) El riesgo de desarrollo (o por el desarrollo). Se entiende del producto en el mercado, sin que en nada modifique dicha
por tal al que deriva del defecto de un producto que al tiempo conclusión el hecho de que el estado de los conocimientos téc-
96 97
RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GusTAvo VALLESPINOS

nicos o científicos no permita detectarlos. De allí que deberían inepto para satisfacer el interés del acreedor. Estamos frente a
distinguirse dos realidades que no pueden ser confundidas: una vicios de calidad por inadecuación.
cosa es la existencia del defecto y otra, muy distinta, la posibi­ La ponderación de esa desarmonía entre la prestación com­
lidad de conocerlo. Esto último, dentro de un contexto de res­ prometida y la cumplida debe ser efectuada con criterio riguro­
ponsabilidad objetiva, nada agrega o quita a la defectuosidad so, tomando en consideración la naturaleza de la obligación, las
genética del producto. características de los servicios comercializados, las expectativas
Un sistema de responsabilidad objetiva -coherentemente sus­ despertadas en el usuario a través de la publicidad y la diferente
tentado- lleva necesariamente a incluir en su seno a los deno­ posición que ocupan en el mercado el profesional y el usuario.
minados riesgos de desarrollos. Su pretendida exclusión impor­ El servicio prestado por el proveedor puede, en ciertos casos,
taría una seria claudicación ideológica y, al mismo tiempo, una resultar riesgoso para la persona del usuario o para otros bienes
fuerte contradicción entre los fundamentos de la responsabilidad del mismo.
que en el plano de la teoría se declaman y las eximentes. Como A veces, el riesgo proviene de la propia naturaleza del ser­
bien se ha dicho, la substracción de los riesgos de desarrollo, vicio, tal como sucede, por ejemplo, con la prestación de servicios
de los defectos imprevisibles, destruiría el principio de la res­ de seguridad personal a empresarios, políticos, figuras públicas,
ponsabilidad objetiva, al terminar admitiendo como eximente a o en materia de servicios públicos domiciliarios, con los servicios
una circunstancia que se orienta a revelar exclusivamente la au­ de provisión de gas y energía eléctrica.
sencia de reproche subjetivo. En otras oportunidades, el riesgo del servicio obedece a cir­
cunstancias instrumentales y se relaciona, principalmente, con
B) RESPONSABILIDAD POR SERVICIOS
la naturaleza peligrosa de los medios empleados (por ej.: el
EN EL DERECHO DEL CONSUMIDOR servicio de transporte de personas) o con otras modalidades,
relativas a personas, tiempo y lugar (así, el servicio de cuidado
§ 5. La prestación de servicios en el código de niños de corta edad en guarderías).
civil y comercial y en la ley 24.240 Encontramos supuestos en los que el carácter riesgoso del
servicio deviene lisa y llanamente de la existencia de defectos
Los servicios colocados en el mercado, al igual que los pro­ o vicios, que potencian el peligro y convierten en riesgoso a un
ductos, deben cumplir no sólo con una función económica es­ servicio que ordinariamente no lo es (la utilización de productos
pecífica, acorde a su naturaleza y destino, sino también un ob­ tóxicos en una tintorería al tiempo de limpiar una prenda, que
jetivo de seguridad. provoca luego daños en la p�el del usuario del servicio). Estamos,
Las expectativas del usuario, respecto de la calidad, eficacia en tal caso, frente a un servicio que presenta una peligrosidad
y seguridad esperadas del servicio pueden verse defraudadas por no ya inherente sino adquirida, en razón, precisamente, del de­
distintas razones. fecto. Tanto uno como el otro representan un riesgo para la
En primer término, por la presencia de deficiencias en su seguridad del consumidor que toma necesaria la consagración
ejecución que, sin convertir al servicio en riesgoso, lo toman de normas tuitivas en caso de daño.

99
98
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

Del mismo modo, la inadecuada información, o el incorrecto por daños derivados de la prestación de servicios en el marco
suministro de mecanismos o instrucciones orientados a prevenir el de la ley de defensa del consumidor.
usuario respecto de los daños que puede generar el servicio, en Si bien el código civil y comercial ha uniformado significati­
condiciones de previsibilidad objetiva, son idóneos para configu­ vamente los regímenes de responsabilidad contractual y extracon­
rar un defecto de prestación y para tomar riesgoso a este último. tractual, a punto de que la inmensa mayoría de sus diferencias de
En suma: un servicio es riesgoso cuando por su propia na­ otrora se han desvanecido, todavía subsisten algunos matices entre
turaleza, o por las circunstancias de su realización, o por de­ una y otra órbita, que pueden justificar un tratamiento separado.
ficiencias en la infonnación o por presentar defectos o vicios,
presenta potencialidad dañosa para terceros. a) Responsabilidad contractual por daños derivados
El servicio riesgoso queda ciertamente vinculado a la respon­ de servicios defectuosamente prestados
sabilidad civil por actividades riesgosas que en forma expresa
regula ahora el código civil y comercial en sus artículos 1757 El régimen de responsabilidad contractual presupone la exis­
y 1758 (ver supra, Capítulo XIV). tencia de un contrato de consumo en los términos del artícu­
lo 1093 del código civil y comercial, celebrado entre el proveedor
Advertimos, sin embargo, algunos matices de importancia.
profesional y el consumidor o usuario.
En nuestra opinión, lo que se pondera aquí no es solamente la
actividad que despliega el proveedor profesional, sino también La responsabilidad contractual que nos ocupa se enmarca en
el servicio defectuosamente prestado, considerado en sí mismo. las previsiones de la ley 24.240 de defensa del consumidor y
Es posible, de tal modo, que la actividad del proveedor profe­ en el marco normativo previsto en el Título 111, del Libro Tercero
sional no pueda ser calificada, como tal, intrínsecamente, de del código civil y comercial cuando concurren los requisitos
riesgosa o peligrosa, pero que la prestación del servicio en el previstos por los artículos 1º y 2º de la primera que reproduce
caso concreto asuma tal carácter. y reitera el artículo 1093 del nuevo código. En caso contrario
rigen las normas del derecho común.
El riesgo se predica del servicio prestado y no tanto de la ac­
tividad desplegada por el proveedor, integralmente considerada. Es posible distinguir dos situaciones claramente diferencia­
bles, según el daño causado por el servicio defectuosamente pres­
Esta conclusión se impone como consecuencia de la obliga­
tado derive de la lesión del interés de prestación o de otro distinto
ción expresa de seguridad que consagra el artículo 5º de la
del acreedor.
ley 24.240, que conduce a un criterio sensiblemente más laxo
que el que emerge de los artículos 1757 y 1758 a la hora de
modular el presupuesto fáctico de aplicación de la norma. 1) Responsabilidad contractual por daños derivados
de lesión al interés de· prestación del consumidor

§ 6. Responsabilidad por daños causados Se configura cuando el defecto del servicio objeto de la con­
por servicios defectuosamente prestados tratación lesiona el interés de prestación del acreedor contractual
damnificado, provocándole un daño. Se trata de detrimentos que
Ingresamos ahora al tratamiento de la responsabilidad civil provienen de deficiencias en el servicio objeto de la contratación,
100 101
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

que lo tornan inapto para el uso o finalidad para el cual está 2) Responsabilidad contractual por daños
destinado, aspecto que debe ser ponderado atendiendo a su na­ derivados de lesión a intereses del
turaleza, a las expectativas del consumidor <;:onforme al curso usuario distintos de los de prestación
norinal y ordinario de las cosas, a las condiciones de la oferta
y a las precisiones efectuadas en la publicidad, anuncios, pros­ También pesa sobre el proveedor profesional una obligación
pectos, circulares u otros medios de difusión (arts. 7º, 8º y eones., expresa de seguridad y garantía respecto del usuario con el que
ley 24.240) y naturalmente a los propios términos de la contra­ ha contratado, que le impone prestar el servicio sin causar daños
tación. Estamos frente a un incumplimiento negocial por defectos a este último en su persona o en sus bienes (arts. 5º, 6º y 40,
o deficiencias de calidad por inadecuación del servicio a lo pro­ ley 24.240).
metido, lo cual conlleva la frustración total o parcial, absoluta Se impone, de tal modo, una obligación expresa de seguridad
o relativa, según los casos, del interés que el acreedor procuraba de mantener la persona y bienes del cocontratante en condiciones
satisfacer a través de la prestación; tal es lo que sucede, por de indemnidad, la cual no se cumple cuando el servicio, a raíz de
ejemplo, cuando se contrata un servicio de mensajería que de-. sus deficiencias, ocasiona un perjuicio a su persona o a sus bienes.
viene incumplido al no ser entregada la correspondencia en el Respecto de la obligación de seguridad en el ámbito de las
lugar de destino, en tiempo propio. relaciones de consumo, . cabe señalar lo siguiente:
Se insertan dentro de esta temática: l. Que en la inmensa mayoría de los casos es de resultado.
l. La responsabilidad contractual por incumplimiento de las En tal supuesto, el factor de atribución es objetivo, basado,
oblig;icimJ.�_s asumidas por el. proveedor profesional del según los casos, en el riesgo creado, en la garantía, etcétera.
servicio, relativas "a los términos, plazos, condiciones, II. Que en el marco de los artículos 5 º y 6º de la ley argen­
modalidades, reservas y demás circunstancias conforme tina 24.240 de defensa del consumidor, la obligación de
a las cuales hayan sido ofrecidos, publicitados o conve­ seguridad que pesa sobre el proveedor de bienes y servicios
nidos" (art. 19, ley 24.240). puede surgir, expresa o tácitamente, de la publicidad efec­
II. La que dimana de los contratos de prestación de servi­ tuada.
cios cuyo objeto es la reparación, mantenimiento, acon­ Estamos aquí frente a daños extrínsecos, que derivan de la
dicionamiento, limpieza o cualquier otro similar, en cuan­ lesión a intereses no ligados al objeto mismo de la obligación
to consideran implícita la obligación del prestador del sino a otros bienes materiales o inmateriales del acreedor.
servicio de emplear materiales o productos nuevos o ade­ El servicio es defectuoso cuando no ofrece la seguridad que
cuados a la cosa de que se trate, salvo pacto escrito en el consumidor razonablemente podía esperar, atendiendo a su
contrario (arts. 20, 21, 22, 23 y 24, ley 24.240). naturaleza y destino, al modo en que fue publicitado, ofrecido
ID. Las que establece específicamente el marco vigente y suministrado, a los resultados y riesgos razonablemente espe­
para las empresas prestadoras de servicios públicos do­ rados del mismo, conforme al curso normal y ordinario de las
miciliarios (arts. 25 a 31, ley 24.240 y normativa con­ cosas y a las circunstancias de persona, tiempo y lugar.
cordante). La responsabilidad por incumplimiento de la obligación de
102 103
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR PRODUCTOS Y POR SERVICIOS

seguridad que expresamente determinan los artículos 5º, 6º y 40 II. En su ámbito de aplicación (arts. l ° y 2º), las disposiciones
de la ley 24.240 y de modo implícito los artículos 9º, 729 y 961 de la ley 24.240, en particular su artículo 40 (t. o. ley 24.999)
del código civil y comercial tiene -en el supuesto específico que y demás nomiativa concordante.
analizamos- naturaleza contractual, y está alcanzada en todos III. Otras leyes especiales que regulan en ámbitos específicos
los casos por un factor objetivo de atribución (riesgo creado, dicha obligación de resarcir (v. gr., ley 25.612 de gestión integral
riesgo de empresa o garantía, según los autores). de residuos industriales y de actividades de servicios).
Insistimos en que por aplicación del artículo 40 el consumi­
§ 7. Legitimación activa y pasiva
dor damnificado también tiene acción resarcitoria en contra
de otros legitimados pasivos no vinculados a él contractualmen­ Son aplicables en esta materia las consideraciones vertidas
te (v. gr., el franquiciante). Dicha responsabilidad es de natura­ en cuanto a legitimación activa y pasiva a la hora de tratar la
leza extracontractual; de ella nos ocupamos en los números si­ responsabilidad por productos. Remitimos a lo allí expuesto.
guientes.
§ 8. Eximentes
b) Responsabilidad extracontractual por Tratándose de supuestos de responsabilidad objetiva, las exi­
servicios defectuosamente prestados mentes vinculadas con el factor de atribución y la relación causal
son el hecho de la víctima, el hecho de un tercero extraño y el
La responsabilidad derivada de servicios defectuosamente caso fortuito. Cabe admitir también la prueba del no riesgo de
prestados puede también ser de naturaleza extracontractual. la actividad desplegada. En materia de responsabilidad subjetiva
Tal lo que sucede cuando: (presumida), en cambio, alcanza con la prueba del obrar diligente,
1) El consumidor damnificado reclama la reparación del daño esto es, de la no culpa.
en su persona o en sus bienes contra algún legitimado Son también aplicables las consideraciones vertidas supra
pasivo con quien no está ligado por vínculo contractual § 4, f, al tratar las eximentes en materia de responsabilidad por
alguno (v. gr., acciona contra el franquiciante que a través productos, adonde remitimos.
de un contrato de franquicia ha posibilitado al franquiciado
la prestación del servicio defectuoso).
2) El damnificado es un tercero extraño a cualquier relación
contractual con el proveedor profesional del servicio.
El marco normativo que la regula está constituido básica­
mente por:
l. Las normas del código civil y comercial que regulan la res­
ponsabilidad extracontractual por el riesgo de la actividad des­
plegada, con cosas o sin ellas, en particular los artículos 1757
y 1758.

104 105
CAPÍTULO XXI
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS
PROFESIONALES LIBERALES

A) ASPECTOS GENERALES 1

§ l. El concepto de profesional liberal


Según el Diccionario de la Real Academia Española, "pro­
fesional" es quien ejerce una profesión, practica una actividad
de la cual vive, o sea, una persona "que ejerce su profesión con
relevante capacidad y aplicación". Por "profesión" se entiende
"empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe
una retribución".
El concepto de profesional, así concebido, engloba en su seno
a una multiplicidad de supuestos y situaciones fácticas, hetero­
géneas y disímiles, y abarca no sólo a los llamados profesionales
liberales universitarios (médicos, abogados, ingenieros, etc.) sino
a toda persona física o jurídica que ejerza un empleo, facultad,
oficio o actividad remunerada, con capacidad y aplicación, ha­
bitualmente o aun de manera ocasional (gasistas, electricistas,
agentes de bolsa, prestadores de servicios informáticos, empresas
de transporte, etc.) (López Mesa, Le Tourneau).

1 Bibliografía complementaria sugerida: MOSSET ITURRASPE y PIEDECASAS,


Responsabilidad por daños, t. VID, ps. 13 y ss.; VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto,
La responsabilidad civil profesional en el nuevo Código, en LL 2015-B-834; ídem,
Responsabilidad de los establecimientos de salud, en Revista de Derecho de Daiios,
n. 2017-2, ps. 85 y ss., en esp. ps. 93 y ss.; HERNÁNDEZ, Carlos, Régimen de la
responsabilidad civil de los profesionales liberales (Antijuridicidad, factores de atri­
bución, prueba y eximentes), en Revista de Derecho de Daños, n. 2016-3, p. 135;
VALLESPINOS, Carlos Gustavo y OSSOLA, Federico, La obligación de informar

li
en los contratos, p. 335.

,,
107
¡¡,
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

Las notas salientes de dicho profesional son las siguientes: La terminología "profesional liberal" debe ser entendida en
a) Realiza una actividad lícita, en forma habitual o meramente el sentido que le asigna la cuarta acepción del Diccionario de
ocasional, generalmente a cambio de una remuneración. la Real Academia Española a la voz "liberal": "Dicho de un
Su actividad se presume onerosa. arte o de una profesión: que ante todo requiere el ejercicio del
b) Tiene competencia y conocimientos particulares en el ám­ intelecto". Ello guarda armonía con el concepto antes formulado.
bito de su incumbencia, propios de un experto, que genera A esta tipología hace expresa referencia el artículo 2º in fine
una expectativa de confianza en quienes, como profanos, de la ley 24.240 para determinar el ámbito de los profesionales
se relacionan con él en búsqueda de satisfacer intereses excluidos del referido régimen normativo, salvo en aspectos ati­
ligados a dicha sapiencia. nentes a la publicidad de sus servicios.
c) Goza de autonomía técnica, la cual debe, en principio, Los profesionales universitarios pueden desempeñar su acti­
ajustarse en su actividad a parámetros reglamentarios, que vidad de manera independiente o como dependiente de terceras
muchas veces imponen una habilitación previa e inclusive personas, sean estas últimas del derecho público o privado, per­
controles ulteriores por parte de la autoridad competente. sonas físicas o ideales.
d) Gravitan sobre él los mismos deberes profesionales con­
cretos, variables por cierto, según el tipo de profesión de § 2. La responsabilidad de los profesionales en el código
que se trate, la mayoría de los cuales hunden sus raíces civil y comercial y normativa complementaria
en el principio de la buena fe.
Puede ser una persona física o jurídica. El régimen normativo de la actividad del profesional liberal y de
Veamos ahora qué se entiende por profesional liberal. Esta­ su responsabilidad civil se compone de la siguiente manera:
mos ante una especie dentro de un género más amplio. Como a) Por las disposiciones que regulan las obligaciones de hacer
toda especie, participa de los caracteres generales del género al (arts. 773 a 777) y, en su caso, del contrato en particular
que pertenece, pero tiene peculiaridades propias. que vincule al profesional con su cliente.
1) Es una persona humana. b) Cuando es de naturaleza contractual, como ordinariamente
2) Ha obtenido un título universitario expedido por univer­ sucede, su actividad no puede quedar enmarcada rígida­
sidad pública o privada que lo habilita para el ejercicio mente en ninguno de los tipos contractuales clásicos (con­
profesional y que certifica un bagaje mínimo de conoci­ trato de servicios, de obras, mandato). Tiene una naturaleza
mientos especiales necesarios para ello. atípica, proteiforme, a la que le serán aplicables las reglas
establecidas en el código civil y comercial para los ser­
3) Debe matricularse ante un colegio profesional, que controla vicios y las obras (arts. 1251 a 1261), y también, en su
y regula la matrícula y la disciplina de los profesionales caso, las correspondientes a otros contratos que puedan
en el ámbito de su incumbencia. resultarles aplicables (por ejemplo, el mandato).
4) Goza de autonomía científioa y técnica en el ámbito de c) Las normas jurídicas y deontológicas que rigen en cada pro­
su actividad. fesión liberal, que modelan los estándares de conducta es-
108
109
RAMÓN .DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

perables (lex artis), cuya inobservancia tiñe de antijuridicidad sucede si por causa de una mala praxis médica el paciente fallece
el obrar positivo o negativo del profesional. y demandan la reparación su cónyuge e hijos menores; o en el
d) El artículo 1768 del código civil y comercial, que analiza­ caso del menoscabo sufrido por un tercero, por omisión del es­
r�mos más adelante, que establece un principio de respon­ cribano interviniente, en un acto que resulta ineficaz por causas
sabilidad subjetiva, salvo cuando, en consonancia con lo dis­ imputables a este último.
puesto por los artículos 774, incisos b, y c, y 1723, se haya
comprometido un resultado concreto, o cuando la obligación § 4. Deberes y obligaciones profesionales
de hacer se preste con cosas y el daño derive de su vicio. Pesan sobre el profesional liberal deberes y obligaciones cuya
No rige, con relación a los profesionales liberales, el ré­ inobservancia puede comprometer su responsabilidad.
gimen de responsabilidad por el hecho de las cosas que
no presenten vicios; tampoco el previsto para la respon­ a) Actuación profesional diligente
sabilidad por actividades riesgosas que regulan los artícu­
los 1757 y 1758. El profesional debe diligentemente ajustar su conducta estricta
y celosamente a las reglas jurídicas y deontológicas que rigen
e) Las normas generales de responsabilidad civil.
su actividad profesional. Su conducta debe ser modulada, en
f) No se les aplican las disposiciones de la ley 24.240 de
función de tales parámetros, atendiendo a los estándares que
defensa del consumidor, salvo en lo atinente a la publici­
emergen de los artículos 1724, 1725, 1728 y concordantes del
dad que realicen de sus servicios. Es una solución inad­
código civil y comercial.
misible, que erige al profesional liberal en una categoría
de dañador privilegiado.
b) Información
§ 3. Naturaleza de la responsabilidad profesional liberal El profesional tiene la obligación de suministrar al clien­
te información adecuada, objetiva, veraz, comprensible y sufi­
Como regla, la responsabilidad que nos ocupa es de natura­ ciente para la toma de una decisión y de alcanzar por dicha vía
leza contractual (Mosset Iturraspe, Lorenzetti, Bustamante Alsi­ el consentimiento informado.
na, Bueres). En tal caso, habrá que ponderar todos los aspectos
En algunos casos, debe ir más allá de la mera información
que hacen a dicho vínculo negocia!, a su objeto, contenido y
y proyectarse hacia el terreno del consejo (López Mesa). Ello
causa final, que pueden tener incidencia decisiva a la hora de
supone que, una vez suministrada la información sobre la situa­
calibrar el fenómeno resarcitorio que deriva de un incumplimien­ ción o estado de su cliente o paciente, el profesional deba expresar
to. Se admite que excepcionalmente dicha responsabilidad pueda
cuál es su opinión sobre la mejor alternativa que se le presenta
ser extracontractual cuando el servicio se presta sin previo acuer­
a este último y brindarle su recomendación.
do entre ambas partes, tal es lo que sucede cuando un médico
atiende espontáneamente a una persona que se ha desmayado
e) Confidencialidad
en la vía pública, o en los supuestos en los cuales el damnificado
resulta ser un tercero ajeno a la relación contractual; tal lo que Consiste en la no revelación de todo lo que hace a la situación

110 111
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

personal de su cliente o paciente, o a las confidencias que éste haya antijuridicidad, daño resarcible, relación causal adecuada
le hubiese efectuado en ocasión de su consulta, o en todo otro y factor de atribución suficiente.
acto profesional. Quien lo transgrede, sin causa de justificación,
incumple gravemente el contrato y puede dar lugar a responsa­ b) La antijuridicidad en la responsabilidad
bilidad civil y penal (art. 156, Cód. Pen.). del profesional liberal
Existen causas de justificación que legitiman la violación del
La antijuridicidad se configura no sólo por violación por parte
deber de secreto profesional. Tal lo que sucede con los médicos,
del profesional de lo convenido con el cliente, de las normas
sobre quienes pesa el deber de poner en conocimiento de la
jurídicas de carácter general y de aquellas que específicamente
autoridad competente cualquier delito de acción pública; o cuan­
rigen su actividad, sino también por las de carácter deontológico,
do el propio cliente lo releva del secreto profesional, o en aque­
que en buena medida modulan los estándares esperables de su
llos casos en los cuales la ley permite que se lo releve del mis­
actuación (lex artis).
mo por resolución judicial. De igual modo, la ley 25.246 (art. 20)
ha puesto en crisis la vigencia misma del secreto profesional,
c) Factor de atribución. Importancia del distingo
particularmente en lo que respecta a contadores y escribanos.
entre obligaciones de medios y de resultado.
La cuestión en la cirugía estética
d) Deberes de seguridad
La responsabilidad de los profesionales liberales puede ser
Debe arbitrar las medidas para que el resultado de su actividad subjetiva u objetiva.
llegue sin causar daño a la persona, o a los bienes del cliente.
Su fundamento anida en el principio de la buena fe y en el 1) Responsabilidad subjetiva
orden público de protección.
Tratándose de obligaciones de medios, está alcanzada por el
principio de la culpa probada o presumida iuris tantum, según
§ S. Requisitos de la responsabilidad los casos (art. 1768).
del profesional liberal En materia de responsabilidad subjetiva rigen las siguientes
directivas:
a) Aplicación de los principios generales
l. No existe un concepto de culpa profesional distinto del
de la responsabilidad civil
que emerge de los artículos 1724 y 1725. El estándar de
La responsabilidad de los profesionales requiere para su con­ comportamiento a computar es el de un profesional di­
figuración de los mismos requisitos de la responsabilidad civil ligente, y debe delinearse atendiendo a las circunstancias
en general que hemos estudiado en otra parte de esta obra. Ello, de persona, tiempo, lugar y a la confianza desplegada.
por cierto, sin perjuicio de ciertas peculiaridades que pueda pre­ II. En los casos de especialización profesional los criterios
sentar con relación a alguno de ellos, particularmente el atinente de apreciación de la culpa son más estrictos en función
al factor de atribución aplicable. De tal modo, será menester que de las reglas establecidas por el artículo 1725.

112 113
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPJNOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

III. Nada impide que el daño sea causado dolosamente por Es directa cuando el paciente requiere al galeno sus servicios
el profesional, supuesto en el cual su responsabilidad que­ profesionales sin la intervención de terceros. Este contrato puede
dará atrapada por el artículo 1724 y en el ámbito con­ ser discrecional o por adhesión a condiciones generales.
tractual por lo dispuesto en el artículo 17Q.8. Es indirecta cuando la vinculación con el paciente se lleva
a cabo con un galeno que se encuentra obligado a prestar el
2) Responsabilidad objetiva servicio médico requerido merced a un compromiso anterior que
tiene con una obra social o con una empresa médica de cualquier
La responsabilidad del profesional liberal también puede ser
índole y naturaleza (entidad de medicina prepaga, hospital pú­
objetiva.
blico, sanatorio, etc.).
Ello sucede: La relación médico-paciente también puede nacer de manera
l. Cuando asume obligaciones de resultado, por ejemplo, en espontánea, tal lo que sucede cuando el profesional actúa en
los casos de transfusiones de sangre, o de cirugía estética el ejercicio de la medicina sin requerimiento previo (enfermo
embellecedora, o sea, aquella orientada exclusivamente a en estado de inconsciencia es atendido en la vía pública por
embellecer a una persona, corrigiendo una imperfección un galeno). En esta hipótesis el médico interviene en virtud tan­
física cualquiera (art. 1723), ciertos tratamientos odonto­ to de su juramento hipocrático como en atención a las normativas
lógicos, etcétera (Ossola). .1 éticas o jurídicas que lo obligan frente a tales circunstancias. Su
II. Cuando el daño causado en el cumplimiento de una obli­ responsabilidad eventual es de naturaleza extracontractual.
gación de hacer se causa por un vicio de la cosa (art. 1768).
§ 7. Naturaleza de esta responsabilidad
B) RESPONSABILIDAD DE LOS MÉDICOS2
Como regla, la responsabilidad que nos ocupa tiene naturaleza
§ 6. La relación entre el médico y su paciente contractual, sin perjuicio de que puedan configurarse hipótesis
excepcionales de responsabilidad aquiliana, alcanzados por las
La relación médico-paciente puede presentar diferentes mo­ reglas de la responsabilidad extracontractual (Bueres, Mosset ltu­
dalidades: directa o indirecta; espontánea o requerida; contractual rraspe, Lorenzetti).
o extracontractual. Se mencionan como supuestos de responsabilidad médica ex­
tracontractual:
2 Bibliografía complementaria sugerida: BUERES, Alberto J., Responsabilidad
civil de los médicos, 2º ed. corregida y ampliada, Hamrnurabi, Buenos Aires, 1992; a) Cuando el servicio médico es requerido por un tercero
BUSTAMANTE ALSJNA, Jorge, Responsabilidad civil de los médicos en el ejercicio
de su profesión, en LL 1976-C-64; Responsabilidad profesional del médico por el gación de informar en los contratos; Hammurabi, Buenos Aires, 2010; VÁZQUEZ
hecho ajeno, en Las responsabilidades profesionales. Libro homenaje a Luis O. An­ FERREYRA, Roberto, La obligación de seguridad en la responsabilidad civil y Ley
domo, Platense, La Plata, 1992, p. 401; MOSSET ITURRASPE, Jorge, Deberes emer­ de Contrato de Trabajo, Vélez Sársfield, Rosario, 1988; Prueba de la culpa médica,
gentes de la relación médico-paciente, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, Hammurabi, Buenos Aires, 1991; Daiios y perjuicios en el ejercicio de la medicina,
n. 2010-3; MOSSET ITURRASPE, Jorge y LORENZETTI, Ricardo, Contratos mé­ 2ª ed., p. 257; MAYO, Jorge, Derechos y deberes del médico en la ley 26.529, en
dicos, La Rocca, Buenos Aires, 199_1; Los derechos de los médicos y los pacientes, Revista de Derecho Privado y Comunitario, n. 2010-3, p. 33; GHERSI, Carlos, Res­
en Daiios, Rubinzal-Culzoni, 2000, t. II, p. 11; V ALLESPINOS y OSSOLA, La obli- ponsabilidad por prestación médico asistencial, 2º ed., p. 27.

114 115
.., ,
,,
_

·
·.·
:•·r
...·.
·

. • ..

RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES


RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

que no obliga al paciente, o cuando hay una intervención en los diferentes ámbitos (así, por ejemplo, la ley 17.132 en el
espontánea del médico, o la atención se presta a un incapaz, ámbito de Capital Federal y territorios nacionales) y muy espe­
sin contacto con el representante o apoyo. cialmente por las disposiciones de la ley 26.529, del año 2009,
b) Cuando el servicio médico le es impuesto a1 paciente por sobre "Derechos del paciente en su relación con los profesionales
una disposición legal o administrativa. e instituciones de la salud", que es de orden público (art. 23).
c) Cuando el daño infligido se sitúa fuera del ámbito del
contrato. 1) Asistir al paciente sin discriminaciones.
Trato digno y respetuoso
§ 8. El contrato médico Los médicos tienen el deber de asistir a los pacientes, prio­
ritariamente a niños, niñas y adolescentes, "sin menoscabo y
a) Naturaleza
distinción alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas,
El contrato que nos ocupa presenta características propias que políticas, condición socioeconómica, raza, sexo, orientación se­
impiden ubicarlo en cualquiera de las figuras tipificadas por el xual o cualquier otra condición" (art. 2º, inc. a, de la ley 26.529).
código civil y comercial. En nuestra opinión, el contrato de servicio Están obligados, además, a brindar al paciente un trato digno y
profesional es innominado (art. 970) y "multiforme" o "proteifor­ respetuoso, con respeto a sus convicciones personales y morales,
me" (Bueres). La relación contractual entre el médico y el paciente principalmente las relacionadas con sus condiciones sociocultu­
puede presentar múltiples variantes, ligadas al hecho de que las rales, de género, de pudor y a su intimidad, cualquiera sea el
prestaciones pueden consistir en actos de distinta naturaleza. padecimiento que presente (art. 2º, inc. b, ley 26.529).

b) Caracteres 2) Prestar diligentemente sus servicios


El contrato médico es consensual, oneroso, conmutativo y no El médico debe ejercitar su actividad profesional empleando
formal. Excepcionalmente, puede ser gratuito, circunstancia que la diligencia que el caso particular requiera. Estas previsiones
en nada modifica la posible responsabilidad médica que even­ se encuentran en tres ámbitos diferentes: la denominada lex artis,
tualmente se configure en caso de mala praxis. las indicaciones dispuestas en protocolos médicos y en reglas
Algunos contratos médicos son de ejecución inmediata, en deontológicas.
tanto otros pueden proyectar sus efectos en el tiempo, escalo­ La !ex artis está constituida por los usos, métodos o técnicas
nadamente o a través de una ejecución continuada. adoptados por la práctica médica a los que debe ajustarse el
profesional por encontrarse ·aprobadas por las más altas autori­
c) Principales obligaciones del médico dades científicas. Es un cartabón insustituible para calibrar las
conductas médicas debidas y efectivamente prestadas.
Veamos ahora cuáles son las principales obligaciones de los
médicos, la mayoría de las cuales están expresamente impuestas Los protocolos médicos son documentos emitidos por con­
por las normas que regulan el ejercicio de la actividad profesional senso o juicio de expertos o especialistas, producto de una va-

117
116
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

lidación técnica que contienen directrices y recomendaciones a_ 4) Obligación de informar


fin de orientar la labor médica y de mejorar y asegurar una
buena praxis médica. Describen la secuencia del prqceso de aten­ La ley 26.529 dispone que el paciente tiene derecho de con­
º
ción de un paciente en relación con una enfermedad o estado � con la información sanitaria vinculada a su salud (art. 2 ,
ar
de salud, para mejorar la rapidez y eficacia en el diagnóstico, mes. f, Y g). A tales fines se entiende que este tipo de comuni­
efectivizar el tratamiento y hacer económicamente más eficiente cación es aquella que "de manera clara, suficiente y adecuada
el proceso de atención, tanto para el paciente como para la entidad a la capacidad de comprensión del paciente, informe sobre su
\ estado de salud, los estudios y tratamientos que fueren menester
¡
prestadora de salud. Su mejor cualidad es que se basan en una
revisión exhaustiva y un análisis crítico de la actividad científica. realizarle y la previsible evolución, riesgos, complicaciones o
Sus limitaciones principales resultan, en ocasiones, de la falta secuelas de los mismos" (art. 3º, ley 26.529).
de flexibilidad para adaptarse a distintos contextos sanitarios, de C?mo se advierte,
_ dicha caracterización tiene su correspon­
su coste y de la dificultad y complejidad de realización. dencia con los lmeamientos del artículo 4° de la ley 24.240 de
Las normas deontológicas imponen deberes éticos o morales defensa del consumidor.
que deben inspirar la conducta de los médicos. Son variables, La información que se suministre al paciente referida a su
con pretensión de universalidad y regulan la relación del galeno estado, pronóstico y terapéuticas aplicables debe ser clara, com­
con su paciente y también con sus colegas. pleta, objetiva, inteligible y comprensible (López Mesa).
Debe tenerse en cuenta que la información sanitaria del pa­
3) Confidencialidad. Secreto profesional .
ciente no puede ser suministrada a terceras personas, sin su au­
En su relación con el paciente, el médico puede tomar co­ torización (art. 4º , ley 26.529). Sin embargo, en caso de inca­
nocimiento de aspectos vinculados con su intimidad y está obli­ pacidad o imposibilidad del paciente de comprender la informa­
gado a preservarla (art. 11, ley 17.132 y art. 2º, incs. e, y d, de ción sanitaria a causa de su estado físico o síquico, la misma
la ley 26.529). podrá ser brindada a su representante legal o, en su defecto, al
cónyuge o a la persona que conviva o esté a cargo de su asistencia
Corolario de este deber es que pueda legítimamente rehusarse
o cuidado y los familiares hasta el cuarto grado de consangui­
a evacuar cualquier pedido de información que se le sea formu­
nidad (art. 4º , ley 26.529).
lado, salvo disposición legal en contrario o autorización del pro­
pio paciente (art. 2º, inc. d, ley 26.529). Tal es lo que sucede,
por ejemplo, con el deber de denunciar cualquier delito de acción 5) Deber de llevar en debida forma
pública (art. 31, CN y 52 CP), aun cuando a partir de la sanción y de conservar la historia clínica
de la ley 25.246 (art. 20) ello haya sido puesto en crisis. El
médico también puede legítimamente develar el secreto profe­ _ La historia clínica es un documento plasmado en cualquier
sional en casos excepcionales, tales como cuando denuncie una tipo de soporte, que contiene todo la información médica de
enfermedad infectocontagiosa o conteste una demanda de res­ una persona determinada. La ley 26.529, en su artículo 12 lo
ponsabilidad civil. define como "el documento obligatorio, cronológico, foliad� y

118 119
·.1·•
\·:
._.-: _
··)
,·'O
,.-.•
·:

RAMÓN DANIEL P!ZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

completo en el que conste toda la actuación realizada al paciente �ción asistencial, dentro de las cuarenta y ocho horas de soli­
por profesioi:iales y auxiliares de la salud". citada, salvo caso de emergencia (art. 14, ley 26.529).
Su contenido puede confeccionarse en sopor�e magnéti­ �n caso de sile�c�o o negativa del depositario, los sujetos
-
co, siempre que se arbitren todos los medios que :aseguren la legitimados para solicitar la historia clínica disponen de la acción
preservación de su integridad, autenticidad, inalterabilidad, per­ de habeas data a fin de asegurar el acceso y obtención de aquélla
durabilidad y recuperabilidad de los datos allí consignados. (art. 20, ley 26.529).
a historia clínica es un elemento de prueba esencial en los
La historia clínica debe ser única dentro de cada estableci­ _ _�
JUICIOS de mala �raxis. Las omisiones u otras irregularidades que
miento asistencial público o privado, identificar al paciente la afe�ten const�tuyen grave prueba en contrario respecto del
con una clave uniforme, que deberá ser comunicada al mismo P��fes1onal particularmente en lo atinente a la falta de informa­
(art. 17, ley 26.529) y obligatoriamente contener como mínimo: '.
c10n al paciente, y a la determinación de relación de causalidad
la fecha de inicio de su confección; datos identificatorios del entre el actuar édico y el daño sufrido por el paciente y a su
paciente y de su grupo familiar y del profesional interviniente _ _
culpabilidad (Andomo, �hersi, Vázquez Ferreyra, Trigo Repre­
y su especialidad; registros claros y precisos de los actos reali­ sas). Ella genera presunciones hominis, a favor o en contra del
zados por los profesionales y auxiliares intervinientes; antece­ galeno, por lo que su extravío crea una presunción desfavorable
dentes genéticos, fisiológicos y patológicos si los hubiere; todo p�a el médico o establecimiento asistencial demandado, de ca­
acto médico realizado o indicado, sea que se trate de prescripción racter no absoluto, por cierto.
y suministro de medicamentos, realización de tratamientos, prác­
ticas, estudios principales y complementarios afines con el diag­ § 9. El deber de requerir el consentimiento
nóstico presuntivo y en caso de certeza, constancias de inter­ informado del paciente a determinada
vención de especialistas, diagnóstico, pronóstico, procedimiento, práctica3
evolución y toda otra actividad inherente, en especial ingresos a) Caracterización. Marco normativo
y altas médicas (art. 15, inc. g, ley 26.529). Los consentimientos
informados, las hojas de indicaciones médicas, las planillas de �na vez cumplidaJa obligación de informar, y de manera
previa a la realización del tratamiento aconsejado, el profesional
enfermería, los protocolos quirúrgicos, las prescripciones dieta­
rias, los estudios y prácticas realizadas, rechazadas o abandona­
_ 3 Biblio g_rafía �ompleme�taria sugerida: LÓPEZ MESA, M arcelo, Los médicos y
das, deben también formar parte de la historia clínica. En cada _
la mfonnacwn debida al paciente en el código civil y comercial, en LL 2016-A-102 ¡
caso, se deberá hacer un breve sumario del acto de agregación n. IV; �COLAU, No�nú, Acerca de los derechos del paciente y de la relación mé�
.
y desglose autorizado con constancias de fecha, firma y sello d1co-pac1ente: en Revista de Derechó de Daños, n. 2011-3, p. 81; CROVI, Daniel,
El deber de mfonnar al paciente. Origen, contenido y régimen legal en Revista de
del personal actuante (art. 16, ley 26.529). Derect1� Privado y Comunitario, n. 2010-3, p. 93; MAYO, Jorge, Der�chos y deberes
El paciente es el titular de la historia clínica. Consecuente­ del m':d1co en la ley 26.529, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, n. 2010-3,
P· 33, PREVOT, Juan M., Consentimiento infonnado y responsabilidad civil en LL
mente, a su simple requerimiento, debe serle suministrada copia �006-E-96; VALLESPINOS, Carlos Gustavo y OSSOLA, Federico, La obligdción de
de la misma, autenticada por autoridad competente de la insti- mfonnar en los contratos, p. 335.

120 121
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

debe requerir el consentimiento informado de su paciente. En constituir título suficiente de imputación de responsabilidad civil,
principio, dice Bueres, "el médico no puede efectuar ningún tipo al lesionar y restringir el poder del paciente de autodeterminación,
de tratamiento sin recabar el consentimiento del pac;:iente", o lo derivado del libre desarrollo de la personalidad, siempre que se
que es igual, sin contar con la voluntad del enfermo. Es una conjugue, además, con los restantes presupuestos de la obligación
solución lógica, que se edifica sobre uno de los aspectos más de resarcir (Vázquez Ferreyra, Mosset lturraspe-Piedecasas).
salientes de la libertad personal y en el derecho del enfermo de La información debe ser brindada oportunamente, aspecto que
disponer de su propio cuerpo. debe ser ponderado en términos de razonabilidad, atendiendo a
La figura está reglada en los artículos 59 del código civil y las particularidades del caso. Una vez cumplidos estos extremos,
comercial y 6º de la ley 26.529 de derechos del paciente en su el paciente estará en condiciones de emitir la declaración de
relación con los profesionales e instituciones de salud, promul­ voluntad que referencia la norma, respecto de los actos médicos
gada el 19 de noviembre de 2009. que habrán de serle realizados.

b) Obligatoriedad d) Contenido
El consentimiento informado es un requisito de legitimidad El consentimiento informado debe referirse a la realización
para la realización de todo acto médico. Se trata de una exigencia de una determinada práctica médica lícita y no a la utilización
imperativa, que rige para "toda actuación profesional en el ámbito de una cierta técnica.
médico-sanitario, sea público o privado", y que impone, "con El consentimiento del enfermo es inoficioso tratándose de un
carácter general y dentro de los límites que se fijen por vía cometido médico reprobado por el ordenamiento jurídico (aborto,
reglamentaria, el previo consentimiento informado del paciente" eutanasia, etc.) (Bueres, López Mesa). Va de suyo que no exime
(art. 6º, ley 26.529). la responsabilidad civil y penal del médico.
El consentimiento informado legítima intervenciones médicas
en el cuerpo de las personas que, de otro modo, podría constituir e) Sujeto que debe emitir el consentimiento informado
un delito ya sea de lesiones o de coacciones (Cifuentes).
El consentimiento informado debe emanar del enfermo, si es
una persona capaz y está en condiciones de manifestar su vo­
c) El consentimiento del paciente debe estar
luntad. Es el propio paciente quien debe personalmente emitir
precedido de información suficiente la declaración de voluntad que plasma el consentimiento infor­
El consentimiento que se emite debe ser informado. Ello su­ mado. En tanto esté en condiciones de hacerlo, auxiliado cuando
pone que, previo a su emisión, el paciente haya recibido infor­ sea necesario por los apoyos que necesite (arts. 43 y 59), ninguna
mación clara, precisa, oportuna y adecuada respecto de los dis­ otra persona podrá tener injerencia en el tema. En ningún sentido.
tintos aspectos que se mencionan en los incisos de la norma Salvo, claro está, previsión normativa en contrario.
antes transcripta. Excepcionalmente, si la persona se encuentra absolutamente
La ausencia o deficiencia del consentimiento informado puede imposibilitada para expresar su consentimiento libre e informado

122 123
RAMÓN DANlEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

al tiempo de la prestación médica, no la ha expresado anticipa� § 10. El factor de atribución en la


<lamente, y se trate de una situación de emergencia, con riesgo responsabilidad de los médicos4
cierto e inminente para la vida o la salud del paciente, el con­ a) Obligaciones de medio y de resultado
sentimiento informado puede ser otorgado por ciertos terceros:
el representante legal, el apoyo, el cónyuge, el conviviente, el El ejercicio de la medicina permite distinguir dos modali­
pariente o el allegado que acompañe al paciente. Más aún: en dades: la medicina curativa o asistencial, que procura curar o
casos de gravedad, en ausencia de todos ellos, el médico puede mejorar la salud del paciente, y la denominada medicina volun­
prescindir del consentimiento si su actuación es urgente y tiene taria o de satisfacción cuyo fm es actuar en un cuerpo, sano o
por objeto evitar un mal grave al paciente. Es aplicación clara no, para mejorar su aspecto estético o para complementar la
de la doctrina del estado de necesidad (art. 1718, inc. c). medicina curativa.
Tratándose de medicina curativa o asistencial, la doctrina
f) Carácter revocable del consentimiento informado dominante proclama, con razón, que como regla el médico asume
obligaciones de medios, sin asegurar al enfermo un resultado
El consentimiento informado es revocable por el paciente o exitoso, por cuanto su actividad se realiza en un marco de in­
por su representante legal (arts. 10, ley 26.529 y 55, Cód.Civ. definición dentro de la ciencia (Bueres, Trigo Represas, Busta­
Com.). Esta disposición debe ser asentada en la historia clínica mante Alsina). La conducta del médico se orienta a la realización
y acatada de inmediato si se mantienen las condiciones de salud de todos aquellos actos que diligentemente corresponda, confor­
del paciente que en su oportunidad aconsejaron el tratamiento me a la ciencia, para la consecución de un resultado que, aunque
que se abandona. En tal caso deben tomarse los recaudos para sea querido y perseguido por el plan prestacional, en modo alguno
acreditar tal manifestación de voluntad y que la misma fue adop­ puede ser asegurado en su obtención. En consecuencia, la sola
tada en conocimiento de los riesgos previsibles que ella implica. no consecución del resultado deseado no acarrea la responsabi­
lidad civil del médico. Para ello será menester alegar y probar
g) Forma su culpabilidad, o lo que es igual, que el médico no obró con
la adecuada diligencia e idoneidad que las circunstancias reque­
El consentimiento informado debe exteriorizarse. Está alcan­ rían (argum. arts. 774, inc. a, y eones.).
zado por el principio de libertad de formas (art. 284) y puede
La culpa de los profesionales en general, y del médico, en
ser prestado verbalmente, con los riesgos de prueba que ello
particular, está gobernada por las reglas generales de concep­
conlleva. La regla reconoce importantes excepciones, plasmadas
tuación y apreciación que rigen la especie (Bueres, Trigo Re­
en el artículo 7º de la ley 26.529, en donde se exige que sea
presas, Bustamante Alsina).. Por lo tanto, el juez habrá de valorar
instrumentado por escrito: en casos de internación, intervención
la conducta del profesional en el caso concreto, atendiendo a la
quirúrgica, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos
y procedimientos que impliquen riesgos, según lo determine la 4 Bibliografía complementaria sugerida: LÓPEZ MESA, Marcelo, La. apreciación
reglamentación de aquella normativa. de la conducta de los profesionales según su capacidad y circunstancias y la lex
Debe descartarse en esta temática el consentimiento tácito. artis, en LL 2016-D-1147, n. III.

124 125
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

naturaleza de la obligación y a las circunstancias de persona, referente a la prestación de salud propiamente dicha; en la otra,
tiempo y lugar (arts. 1721 y 1724), en consonancia con la di­ bastará para comprometer dichas responsabilidades que no se
rectiva del artículo 1725 que permite mensurar el mayor deber obtenga el resultado asegurado mediante el empleo de cosas"
de previsión e incluir en el cálculo la incidencia de las condi­ (Bueres). En la prestación galénica y en el ejercicio de la me­
ciones externas y de las condiciones internas o personales. Esas dicina, lo verdaderamente trascendente es el acto humano, o sea,
condiciones personales deben ser siempre tenidas en cuenta, pues el acto médico-científico, en sí propio considerado, que no deja
el contrato médico es, en esencia, un contrato de confianza. de ser tal por el hecho puramente circunstancial o contingente
El galeno también puede asumir obligaciones de resultado. de que el profesional se valga de una cosa para su concreción.
El tema presenta especial relieve en la medicina voluntaria o de Éstas juegan un papel meramente instrumental, por lo que los
satisfacción, ámbito en el cual el profesional garantiza la obten­ daños que se causen por mala praxis resultan del hecho humano
ción de un resultado concreto, cuya no concreción frustra irre­ del médico actuante y no de la participación de las cosas que
versiblemente el interés del paciente. Se trata de una modalidad utilizó como meros instrumentos.
excepcional, planteada normalmente en las denominadas cirugías En cambio, la situación es radicalmente distinta cuando, en
estéticas embellecedoras, al igual que para otros actos médicos el marco de la actividad médica, el daño es causado por la in­
en los que se emplean elementos técnicos o procedimientos que tervención activa de una cosa viciosa en la producción del re­
no admiten márgenes de error y en los que resulta plenamente sultado dañoso.
posible y necesario asegurar un resultado, como por ejemplo un
análisis de laboratorio, una transfusión de sangre, una radiografía El artículo 1768 dispone, en tal caso, que cuando la obliga­
o un estudio histológico. ción de hacer se preste con cosas, la responsabilidad no
está comprendida en la Sección 7ª del Capítulo 1, del Título V,
La no obtención del resultado deja patentizado el incumpli­
del Libro Tercero, "excepto que causen un daño derivado de
miento y su imputabilidad objetiva, admitiéndose como eximente
su vicio".
únicamente la causa ajena (art. 1723). Ver supra§ 7, c.
Ello significa que en la responsabilidad de los profesionales
§ 11. La responsabilidad por el hecho 1 liberales sólo hay responsabilidad derivada de la intervención
.i activa de cosas en la producción del resultado, cuando se utilizan
de las cosas en el acto médico ., cosas con vicios que las tornan peligrosas para terceros (v. gr.:
Es frecuente que se utilicen cosas para la realización de un ·I bisturí eléctrico en cortocircuito que al ser conectado provoca
acto médico. 1 un arco voltaico que descerebra al paciente; uso de hilo de su­
1
Cabe distinguir el daño causado por un médico como corolario i tura contaminado con tétanos, etc.), transfusión de sangre con
de la actividad científica pura (aunque intervenga una cosa en 1 virus HIV, etcétera.
el despliegue de la actividad), del daño que fue provocado por 1 La previsión normativa de los artículos 1757 y 1758 no rige
los aparatos médicos "independientemente de la libre investiga­
1
cuando se utilizan cosas riesgosas o peligrosas, que no presentan
ción y el hecho intelectual galénico. En la primera hipótesis vicios, pero que intervienen activamente en la causación del daño
subsistirá la obligación de medios del médico o del sanatorio !
(rayo láser, comba de cobalto, eximer lasik para operaciones de
1
126 ·,
i 127
i
·1

RAMÓN DANlEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO Y ALLESPlNOS RESPONSABILIDAD ClVlL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

miopía y astigmatismo, etc.). En estos casos, se aplican los es- . procesal oportuna, que les pennita a éstas saber a qué atenerse
tándares ordinarios anteriormente analizados, según se trate de respecto de los extremos probatorios que deberán acreditar. Va
una obligación de medios o de resultado. de suyo que ello debe ser realizado antes de que la causa sea
abierta a prueba.
§ 12. La carga de la prueba de la culpa médica5
§ 13. Actuación médica plural independiente
La carga de la prueba de la culpa médica pesa, como regla,
sobre el actor-damnificado que alega su existencia (art. 1734), Puede suceder que un paciente sea atendido en forma simultánea
lo cual se justifica por tratarse, en la mayoría de los casos, de o sucesiva por varios médicos que actúan independientemente, o
deberes u obligaciones de medios (Mosset Iturraspe-Piedecasas, s�a, sin formar un equipo.
Bustamante Alsina). En caso de producirse un daño por mala praxis y que se
La regla, sin embargo, no es absoluta y se flexibiliza a tenor determine su origen, responde quien lo causó. Se trata de un
de lo dispuesto por el artículo 1735: "Facultades judiciales. No supuesto de responsabilidad directa (o por hecho propio), alcan­
obstante, el juez puede distribuir la carga de la prueba de la zada por los principios generales que hemos estudiado en otra
culpa o de haber actuado con la diligencia debida, ponderando parte de esta obra. En el supuesto de haber coautoría de dos o
cuál de las partes se halla en mejor situación para aportarla. Si más profesionales, la responsabilidad será concurrente o solidaria,
el juez lo considera pertinente, durante el proceso debe comunicar según los casos (art. 1751).
a las partes que aplicará este criterio, de modo de permitir a los De no poderse determinar la autoría del daño, por defecto de
litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que identificación del causante del mismo dentro de un grupo de­
hagan a su defensa". terminado de profesionales, estaremos en principio ante un su­
Esta norma representa una importante excepción al princi­ puesto de responsabilidad anónima. En tal caso, todos responden
pio general que enuncia el artículo 1734 y lleva de manera frente al damnificado hasta que demuestren que no han contri­
natural a que el juez pueda, fundadamente, distribuir la carga buido a su producción (art. 1761). El factor de atribución es
de la prueba de la culpa y del obrar diligente, atendiendo a subjetivo (argum. art. 1768).
cuál de las partes está en mejores condiciones de aportarla. Es
aplicación concreta de la teoría de las cargas probatorias di­ § 14. Actuación médica plural (continuación). El
námicas, frecuente en el ámbito de juicios de mala praxis pro­ equipo médico y la responsabilidad civil6
fesional.
a) Caracterización e importancia del equipo médico
Es indispensable que el tribunal haga saber a las partes que
aplicará el criterio previsto en el artículo 1735 en una etapa Puede ocurrir que la actividad individual del galeno resulte

5 Bibliografía complementaria sugerida: BORAGINA, Juan C. y MEZA, Jorge, 6 Bibliografía complementaria sugerida: BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Res­

C-ar.ga probatoria de la culpa en el artículo 1735 del Proyecto de Código Único ponsabilidad civil en caso de pluriparticipaci6n profesional en acto médico, en LL
de 2012, en DHm del 28-5-2014, p. 89, n. Y; YÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, 1983-B-314; Responsabilidad médica. Pluriparticipaci6n por equipo y asistencia múl­
Prueba de la culpa médica, Hammurabi, Buenos Aires, 1991. tiple de pacientes, en Zeus 20-D-91.

128 ! 129
i
1
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

insuficiente para atender los requerimientos que trae aparejada la_ b) Caracteres de la actuación de quienes integran
dolencia del paciente. Esta circunstancia, sumada a los múltiples el equipo médico. Indivisibilidad impropia
y complejos avances de la ciencia médica, conduce a la necesidad·
Los integrantes del equipo médico asumen frente al paciente
de participación de distintos profesionales de la medicina (ciru­
una obligación indivisible irregular o impropia. Recordemos que
jano, cardiólogo, neurólogo, anestesiólogo, etc.). Cuando ello
son obligaciones indivisibles irregulares o impropias aquellas
ocurra, y la actividad de los galenos se realice coordinadamente, que sólo pueden ser satisfechas por entero (de allí su indivisi­
de manera conjunta o sucesiva, bajo la dirección y supervisión bilidad), a través de una actuación conjunta de las pares (de allí
de otro profesional, estaremos en presencia de un equipo médico. su irregularidad).
Son requisitos para su configuración: 1) La participación efec­
tiva de varios profesionales del arte de curar en un determinado c) Modalidades del equipo médico.
acto médico; 2) la coordinación de esfuerzos y 3) la presencia Responsabilidad contractual
de un jefe de equipo médico, generalmente el cirujano, que dirige,
orienta y coordina la labor de los demás integrantes del grupo. Las relaciones entre el paciente y los integrantes del equipo
El jefe del equipo médico actúa secundado por otros médicos, médico pueden presentarse de distinta manera y asumir conte­
nidos variables.
que pueden ser especialistas, con autonomía científica, y por
paramédicos. Rige en esta temática el principio de división del Conviene tener en cuenta que, por lo general, la elección de
trabajo. Cada miembro del grupo está capacitado para cumplir quienes integran el equipo médico no recae sobre el paciente,
con una función específica, para la cual es requerido, general­ ya porque aquél está constituido de antemano, o porque es lisa y
llanamente gestado por el médico tratante, o por el propio no­
mente en virtud de su especialidad, de sus conocimientos espe­
socomio donde se realiza la práctica médica.
ciales, que no tienen muchas veces los demás miembros del
grupo, incluido el propio jefe del equipo médico. Es menester Sólo muy ocasionalmente se da el hecho de que la elección
valorar con detenimiento las funciones que cada uno de los in­ incumba al paciente, particularmente cuando éste llama a pro­
fesionales de distintas áreas de su confianz; contratando con
tegrantes del grupo desempeña y a partir de allí establecer cuáles
cada uno de ellos separadamente.
son los deberes y obligaciones que pesan individualmente sobre
ellos y también como integrantes del grupo. La ponderación de Cuando su conformación es resultado de un acuerdo de vo­
estos extremos debe hacerse atendiendo a los parámetros y es­ luntades previo, pueden darse tres supuestos diferenciables:
tándares que establece la normativa sanitaria aplicable (Vázquez
Ferreyra). 1) Acuerdo suscripto por el paciente con cada
uno de los integrantes del equipo médico
La cuestión que nos ocupa debe ser calibrada teniendo en
cuenta, también, la incidencia que pueden tener las . frecuentes Puede suceder que el paciente contrate directamente con cada
vinculaciones entre los servicios hospitalarios o de las entidades uno o con algunos integrantes del equipo médico. En tal caso,
asistenciales con el acto médico de equipo. cada uno de los profesionales intervinientes es considerado como

130 131
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

un tercero en relación con los contratos celebrados por el paciente_ mas se destaca la de conformación del equipo; su coordinación,
con los restantes integrantes del equipo médico. dirección, supervisión, y la mayoría de las veces, realización de
El integrante del equipo que cumpla con la pr�stación a su la prestación principal (operar al paciente), según veremos. Estas
cargo no· será responsable del incumplimiento en: que incurra conductas a cargo del jefe del equipo médico se justifican por
otro integrante del equipo. Habrá, en todos los casos, que apreciar cuanto, como hemos dicho, la actuación individual resulta insu­
circunstanciadamente la importancia y autonomía de la labor ficiente para lograr la finalidad del contrato médico en cuestión.
que cada uno de ellos desarrolla y el vínculo que los une al De allí que la primera actividad que debe realizar el jefe del
enfermo. equipo médico es precisamente la de conformar su equipo de
El paciente damnificado por el incumplimiento puede recla­ trabajo, en el que intervendrán tanto personal médico como pa­
mar la reparación integral del daño no sólo al galeno o auxiliar ramédicos de los que también será responsable.
incumplidor sino también al jefe del equipo médico, en la medida La segunda prestación a cargo del jefe del equipo médico es
que incun-a en inobservancia de sus deberes de la coordinación la coordinación, para lo cual puede impartir órdenes e instruc­
y supervisión. Se trata, en nuestra opinión, de una responsabilidad ciones a cada integrante del grupo y supervisar su ejecución.
obligacional por hecho propio, fundada sobre la omisión de rea­ Finalmente, el jefe del equipo médico también asume un acto
lizar de manera adecuada las tareas de coordinación, instrucción médico en particular, normalmente el más importante (cirugía)
o de supervisión que pesan sobre todo jefe de equipo médico. y el que resulta convocante con relación a los restantes integrantes
Puede que no sea posible individualizar al culpable directo del equipo (anestesista).
del perjuicio sufrido por el paciente en el supuesto que nos ocupa. Los integrantes del equipo asumen también prestaciones mé­
En tal caso, si el enfermo contrató individualmente con cada dicas que inclusive pueden llegar a tener autonomía científi­
uno de los profesionales, la responsabilidad recaerá presunta­ ca. Sin embargo, todas esas conductas tienen una característi­
mente sobre todos ellos, solidariamente, pudiendo cualquiera de ca fundamental, que nace precisamente de la naturaleza jurídi­
los integrantes del grupo exonerarse mediante la pertinente prue­ ca que tiene un equipo de trabajo: están supeditadas a las ins­
ba de descargo (Bueres, Bustamante Alsina). trucciones, órdenes y sometidas a la supervisión del jefe del
equipo.
2) Acuerdo suscripto entre el paciente Cabe preguntamos si, en el caso que nos ocupa, sólo responde
y el jefe del equipo médico el jefe del equipo o también sus integrantes; y en su caso, en
En este caso existe una contratación única e integral, en la qué medida y con arreglo a qué criterio.
que cada una de las prestaciones necesarias para satisfacer el La repuesta a estos interrogantes puede sintetizarse de la si­
interés del paciente se encuentran en cabeza de distintos profe­ guiente manera:
sionales pero conformando todas un objeto único e indivisible. I. El jefe del equipo médico responde de manera directa,
Para la realización de ese objeto único e indivisible, el jefe del por el hecho propio, cuando su actuar medico (cirugía)
equipo médico asume personalmente la realización de una serie o la inobservancia de los deberes propios de jefe médico
de diligencias düigidas a obtener dicha finalidad. Entre las mis- (coordinación, instrucción, supervisión) sea causa ade-

132 133
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

cuada del daño sufrido por paciente. De igual modo, si nes componen el equipo, todos responderán de ese modo frente
su intervención fue requerida íntuítu personce y la delega al paciente damnificado, sin perjuicio de las acciones de regreso
en sus colaboradores (Bueres). que puedan corresponder.
II. También responde por el hecho de los integrantes del En caso contrario, en defecto de solidaridad, la obligación se
equipo cuando el daño lo hubiere causado el galeno du­ juzgará simplemente mancomunada y la situación de cada uno de
rante la vigencia del equipo médico, esto es, mientras los integrantes del grupo "habrá de resultar sustancialmente simi­
esté conformado. En estos casos la responsabilidad del lar a la del supuesto de contrataciones separadas y distintas"
médico jefe se asienta en la existencia de una obligación (Tiigo Represas). Identificado quien ha incurrido en mala praxis
tácita de seguridad, siempre y cuando el acto dañoso del y causado el perjuicio, al igual que en el supuesto de contratacio­
médico integrante del equipo lo hubiera podido supervisar nes separadas, él será el único responsable de la indemnización
o advertir la mala praxis. Esta limitante se basa en la frente al damnificado, la cual deberá ser satisfecha íntegramente.
circunstancia de que no se lo puede responsabilizar por También en este caso el jefe del equipo médico podría incurrir en
el solo hecho de revestir la calidad de jefe médico res­ una responsabilidad de carácter concmTente en la medida en que
pecto de los errores de sus auxiliares con autonomía cien­ haya incurrido en culpa en sus deberes de contralor y vigilancia de
tífica (Zavala de González). los demás integrantes del grupo, que son inherentes a su función.
III. El jefe del equipo médico responde por el hecho de sus Por último, en caso de existir un daño provocado por una
auxiliares, colaboradores o sustitutos por aplicación de actuación grupal, en el que no estuviese determinado quién o
los principios ordinarios que Iigen dicha materia. quiénes fueron sus verdaderos causantes, iige un estándar de
IV. Cada integrante del equipo sólo responde directamente responsabilidad de autor anónimo que gravita solidariamente so­
en la medida en que el perjuicio le sea imputable, ya en bre todos quienes componen el grupo (Vázquez Ferreyra). Ellos
forma exclusiva o concurrente con otros integrantes o pueden eximirse de responsabilidad demostrando que no han
con el jefe de equipo médico. contribuido a su producción (art. 1761).
V. Si no fuese posible individualizar al responsable directo
del perjuicio, el jefe del equipo médico responde frente 4) Modalidades del equipo médico (continuación).
al damnificado. Responsabilidad extracontractual
Puede suceder que un equipo médico intervenga sin que haya
3) Contratación propiamente "por equipo" mediado un contrato previo con el paciente o que, habiéndolo,
el mismo sea inválido. En e�tos casos, de ocurrir una mala praxis
En este supuesto intervienen en la celebración del contrato estaríamos frente a una responsabilidad extracontractual apoyada
todos los integrantes del equipo médico, de manera personal o de sus integrantes.
a través de apoderados.
A su vez, la responsabilidad del jefe del equipo puede sus­
La responsabilidad dependerá del tipo de mancomunación tentarse en su calidad de piincipal por el hecho de sus depen­
convenida entre las partes. De pactarse la solidaridad entre quie- dientes (art. 1753).

134 135
RAMÓN DANIEL PrZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

El paciente puede dirigir su accionar tanto contra el jefe del liberales, particularmente arquitectos e ingenieros, quienes cum­
equipo médico como contra el autor material de la mala praxis, plen distintos roles: constructor, proyectista, director de la obra,
en cuyo caso ambos responderán de manera concurrente. conductor técnico, representante técnico, etcétera.
El jefe del equipo médico también responde extnicontractual­ La responsabilidad debe ser calibrada teniendo en cuen­
mente cuando no se pueda individualizar el autor material de la ta cuál es el papel que cada uno de ellos desempeña en la
mala praxis. En este caso será el único responsable frente al ejecución de una obra, lo cual conduce a determinar de ma­
paciente en función de la garantía que se encuentra al servicio nera precisa el ámbito de sus respectivas actuaciones e incum­
del afectado. bencias.
Finalmente, si los daños son extraños al objeto contractual o Abordamos el tema a nivel de nociones básicas, ya que el
éstos fueren sufridos por terceras personas o si el incumplimiento estudio de la problemática específica de los daños en el contra­
contractual derivare en la comisión de un delito del derecho to de obras (arts. 1251 y ss.) se efectúa en el derecho de los
criminal, será aplicable la normativa que disciplina la responsa­ contratos.
bilidad extracontractual. Los principales sujetos que intervienen en el contrato de cons­
trucción, que el código civil y comercial regula como una especie
§ 15. Responsabilidad colectiva cuando interviene una de contrato de obra, son los siguientes:
pluralidad de médicos que no forman un equipo a) El dueño de la obra, comitente o locatario. Es quien la
encomienda al profesional, tiene interés en su resultado
Puede suceder que un paciente sea atendido en forma simul­ final y debe pagar el precio de la misma (Ossola).
tánea por varios médicos que actúan independientemente, o sea,
b) El constructor, empresario o locador de la obra material,
sin formar un equipo.
que es el sujeto que ejecuta la obra. No necesariamente
En caso de producirse un daño por mala praxis, y que se debe ser un profesional. Puede ser una persona física o
determine su origen, responderá quien lo causó. jurídica. Nada impide, por lo demás, que un arquitecto o
De no poderse determinar la autoría del daño, estaremos, en ingeniero puedan ser titulares, a su vez, de una empresa
principio, ante un supuesto de responsabilidad colectiva, por lo dedicada a la construcción inmobiliaria. Lógicamente que
que todos responderán frente al damnificado hasta que demues­ si el constructor, empresario o locador de obra material
tren un límite de responsabilidad civil (Bueres). no reviste el carácter de profesional de la construcción,
deberá valerse de estos últimos para llevar adelante efi­
C) RESPONSABILIDAD CIVIL DE ARQUITECTOS, INGENIEROS cientemente su actividad.
Y DEMÁS PROFESIONALES DE LA CONSTRUCCIÓN c) El proyectista. Proyecta o planea la obra, asumiendo un
resultado intelectual. Debe tratarse necesariamente de un
§ 16. Sujetos involucrados en la profesional liberal (arquitecto o ingeniero).
construcción inmobiliaria d) El calculista. En trabajos que requieren gran especializa­
En la construcción pueden intervenir diferentes profesionales ción, suele intervenir un calculista, generalmente un inge-

136 137
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

niero, que tiene a su cargo efectuar los cálculos de la obra.. trato de obra material, en virtud del cual éste se compromete a
Cuando no hay calculista, esta tarea queda absorbida por alcanzar un resultado material (opus), asumiendo el riesgo técnico
el proyectista. o económico, sin subordinación jurídica, a cambio de un precio
e) El director de obra. Debe ser un profesional {ingeniero o determinado o determinable.
arquitecto) y tiene a su cargo la defensa y la protección La relación del comitente con el proyectista y con el director
de los intereses del dueño frente al empresario. Su tarea de la obra suele transitar por un contrato de obra intelectual,
es relevante: suple la falta de conocimientos técnicos que conforme al cual el primero se obliga a pagar un precio a cambio
tiene quien le encarga la obra y debe controlar que la del proyecto de la obra y la entrega de planos pertinentes que
ejecución se adecue al proyecto y se realice conforme los satisfagan el resultado esperado, y el segundo a controlar que
términos del contrato de construcción y las reglas que rigen la obra se ejecute de conformidad con el proyecto.
dicha actividad. Para ello tendrá que verificar la calidad Insistimos en que la actividad del proyectista y del director
y adecuación de materiales al proyecto, la ejecución de de la obra debe ajustarse también, en forma plena, a la normativa
la obra, certificar sus avances, procurando la estricta ar­ de derecho público, en particular urbanística, que rige en cada
monía entre lo convenido y la obra finalmente ejecutada. ámbito. La responsabilidad de estos profesionales que nos ocupa
En ese contexto, deberá informar en forma regular sobre es, por lo general, de naturaleza contractual, derivada de un
todos los aspectos relevantes atinentes a su actuación y contrato de obra. Sin embargo, excepcionalmente, puede ser ex­
advertirlo respecto de irregularidades y deficiencias que tracontractual, cuando a raíz del incumplimiento se causen daños
detecte, dejando a salvo su responsabilidad si el dueño a terceros.
insistiere en proceder del modo no aconsejado. La irimensa mayoría de las obligaciones que asumen dichos
protagonistas, particulaimente las vinculadas con la preparación
§ 17. La responsabilidad de los profesionales de del proyecto de construcción y con la ejecución de la obra, son
la construcción en el código civil y comercial. de resultado y están alcanzadas, consecuentemente, por un factor
Su naturaleza predominantemente contractual objetivo de atribución (Ossola).

La responsabilidad de los profesionales de la construcción


tiene en el código civil y comercial un marco normativo que D) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ABOGADOS7
se compone no sólo por las reglas generales que rigen la res­ § 18. La esfera de actuación del abogado y su
ponsabilidad civil (contractual y extracontractual), sino también proyección hacia la responsabilidad civil
por disposiciones específicas plasmadas en el contrato de obra,
particularmente en los artículos 1267 a 1277. Esta normativa El abogado se mueve dentro del ámbito de las ciencias ju-
se complementa, como hemos señalado anteriormente, con re­
7 Bibliografía complementaria sugerida: ALTERINI, Atilio A., La responsabilidad
glamentaciones de derecho público que rigen la actividad cons­
civil del abogado en el marco de la teoría de las obligaciones de resultado atenua­
tructiva. das, en RCyS 2001, año III, n. 2, p. 83; BORAGINA, Juan Carlos y MEZA, Jorge,
El comitente se vincula con el empresario mediante un con- Naturaleza de la relación elltre abogado y cliente, en Rel'ista de Derecho de Da,ios,

138 139
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

rídicas, que pertenecen al género de las llamadas disciplinas § 19. Naturaleza jurídica de la relación
blandas, lejos del terreno de las exactitudes absolutas. El derecho entré el abogado y su cliente
no pertenece al género de las ciencias exactas, sino que es una
ciencia soéial, "gobernada por el razonamiento de tipo aporético, La relación del abogado con su cliente puede enmarcarse en
para cuyo estudio el único método susceptible de ser aplica­ el ámbito contractual o extracontractual.
do es el dialéctico" (Mosset Iturraspe). La dialéctica se basa en a) Es contractual cuando se despliega en el marco de un
el diálogo, la argumentación, la discusión y el método de su contrato de servicio profesional, de carácter atípico, cele­
razonamiento se desarrolla a partir de reglas y principios. En brado con el cliente.
la tradición filosófica platónica, la dialéctica es un proceso in­ b) Es extracontractual cuando no existe convención alguna
telectual que permite llegar, a través del significado de las pa­ al respecto entre el abogado y su cliente. Tal lo que sucede,
labras, a las realidades trascendentales o ideas del mundo inte­ por ejemplo, cuando dicha actuación se realiza en cum­
ligible. plimiento de deberes legales (nombramientos de oficio,
La tarea del abogado -sea que se la considere como ciencia patrocinio letrado gratuito).
o como arte (nosotros nos inclinamos por lo primero)- impo­
ne interpretar el derecho aplicable integralmente considerado y § 20. Ámbitos de actuación
los hechos que modulan y condicionan su aplicación, y formular
a) Planteo de la cuestión
un juicio de predictibilidad que necesariamente debe efectuar a
la hora de acometer su actuación profesional, judicial o extra­ El abogado tiene un amplio campo de actuación para de­
judicial. sempeñar sus tareas. En este sentido su trabajo puede tener
distintas aristas, según se despliegue en el ámbito extrajudicial
n. 2005-1, p. 129; Responsabilidad del abogado frente al cliente en el nuevo código o judicial.
civil y comercial de la Nación, en Revista de Derecho de Daños, n. 2016-3, p. 208; En el ejercicio de su función puede desempeñar extrajudi­
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, Daiios causados por abogados y procu1'a­
dores, en JA 1993-III-705; Reflexiones sobre las nom1as deontológicas y la respon­ cialmente una actividad propia de un consultor, que se exterioriza
sabilidad del abogado, en Revista de Derecho de Daiios, n. 2005-1, p. 69; MORELLO, "en el consejo legal o asesoramiento jurídico, en la intervención
Augusto M., La responsabilidad civil del abogado (Perspectivas modernas desde la directa en la formulación jurídica de un negocio o en los arreglos
óptica procesal), en Revista de Derecho de Daiios, n. 2005-1, p. 27; MOSSET ITU­
RRASPE, Jorge, Las dificultades de la ciencia jurídica para concluir en la respon­
y transacciones que ponen fin a cuestiones litigiosas o dudosas"
sabilidad de quienes ejercen profesiones vinculadas a ella, en Revista de Derecho de (Bustamante Alsina).
Daños, n. 2005-1, p. 7; PARELLADA, Carlos, Daiios en la actividad judicial e in­ El abogado litigante puede realizar su cometido actuando
formática desde la responsabilidad profesional, Astrea, Buenos Aires, 1990; TRIGO como apoderado de su cliente o como simple letrado patroci-
REPRESAS, Félix A., Responsabilidad civil del abogado, en BUERES, Alberto (dir.)
y HIGHTON, Elena (coord.), Código civil y normas complementarias, Hammurabi,
nante.
Buenos Aires, 2007, t. 4B, p. 552; Los distintos roles del abogado: apoderado, con­
sultor, patrocinante. Deberes y responsabilidad en cada caso, en Revista de Derecho
de Daíios, n. 2005-1, ps. 69 y ss., en esp. ps. 82 y 83; V ÁZQUEZ FERREYRA,
b) La actuación del abogado como letrado patrocinante
Roberto, Responsabilidad ci¡,i/ de los abogados, en JA IV-616.
El abogado puede intervenir en un proceso judicial como
140
141
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

mero letrado patrocinante de alguna de las partes. En tal caso, na, Bustamante Alsina, López Mesa). Se reducen en este caso
no tiene la representación de su cliente, quien debe intervenir sensiblemente, los deberes de cooperación por parte del cliente'
personalmente en la causa, circunscribiéndose la ac;tuación del quien a través del acto de apoderamiento a su mandatario 1�
letrado al patrocinio en sede judicial, lo cual lleva ihcluido, ló­ habilita para actuar lisa y llanamente en su nombre y represen­
gicamente, la asistencia jurídica plena de aquél. tación, sin necesidad alguna de intervención personal de aquél,
En cumplimiento de esas tareas, debe estudiar el ca,so, infor­ salvo en actos procesales específicos en los que la ley disponga
mar apropiadamente al cliente, elaborar los escritos pertinentes, lo contrario, tal lo que sucede por ejemplo con la absolución de
desplegar la actividad pertinente para que éste realice todos los posiciones.
actos procesales que correspondan, en función de su interés. Tie­
ne, de tal modo, la plena dirección jurídica de la causa, hasta § 21. El factor de atribución en la responsabilidad
la conclusión de su actuación. del abogado. Vigencia del distingo entre
Adviértase que la intervención activa y personal del cliente obligaciones de medios y de resultado para
es muy significativa en este supuesto, toda vez que el abogado su determinación en materia contractual
patrocinante carece de facultades de representación y no pue­
La responsabilidad del abogado se inserta, como regla, dentro
de actuar por sí solo. Va de suyo, entonces, que necesitará de de la tipología de responsabilidad por hecho propio o personal
la intervención personal y efectiva de aquél para impulsar el
y está atrapada, como regla, por el principio de la culpa.
proceso y para efectuar la inmensa mayoría de los actos pro­
La mayoría de sus obligaciones son de medios, conclusión
cesales.
que se potencia si se tiene en cuenta que todas las normas deon­
De tal modo, el cliente, debidamente informado por su abo­ tológicas que rigen esa profesión prohíben asegurar el resultado
gado, tiene el deber jurídico de prestar los actos de cooperación de un pleito. Rige, de tal modo, el estándar previsto en el ar­
pertinentes para que su letrado patrocinante pueda desplegar la tículo 1768 del código civil y comercial. Su responsabilidad es
conducta comprometida. En caso de no hacerlo, el abogado no subjetiva, con basamento en la culpabilidad.
puede, en principio, ser considerado responsable del daño que
Ello no obsta, empero, a que excepcionalmente encontremos
derive de la no realización de tales actos.
supuestos de responsabilidad objetiva del abogado.
La culpa debe ser valorada a tenor de lo dispuesto por los
c) La actuación del abogado como apoderado
artículos 1724 y 1725. Habrá que ponderar, para apreciar si hubo
Cuando el abogado recibe un poder de su cliente para que culpa del abogado, si el comportamiento desplegado en el caso
lo represente en un determinado conflicto judicial se constituye concreto fue el que diligentemente habría seguido un profesional
en apoderado y mandatario del mismo. En este caso, el abogado, prudente, con aptitud y bagaje de conocimientos apropiados, co­
además de las conductas que debe efectuar como letrado patro­ locado en las mismas circunstancias de modo, tiempo y lugar.
cinante, tiene la obligación de resultado de impulsar la causa Y, claro está, computar las condiciones personales del letrado
realizando todas las presentaciones judiciales que fueren menester cuando, por su especialidad, sea dable esperar de él una mayor
(Trigo Represas, Mosset lturraspe, Alterini-Ameal-López Caba- aptitud de previsión.

142 143

1-'-',
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAva VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

El abogado no puede desconocer, so riesgo de incurrir en por el abogado puede ser considerada de resultado y atrapada
mala praxis, el panorama existente en doctrina predominante o por un factor objetivo de atribución. Tal lo que sucede si el
en la jurisprudencia más afianzada, o el que resulta de normas abogado se obliga a redactar el estatuto de una sociedad, o un
legales claras. contrato. En el ámbito judicial, el letrado que asume la calidad
El abogado es, si se quiere, el "primer juez de la cau­ de apoderado se encuentra obligado a una prestación de resultado
sa", pues luego de escuchar a su cliente y estudiar el caso, antes con relación concreta y específica a cada uno de los actos pro­
de realizar el primer escrito judicial, debe efectuar un juicio cesales específicos de su incumbencia que deben realizarse. Así,
de predictibilidad y determinar si en términos de razonabilidad por ejemplo, responde objetivamente por la no presentación de
la pretensión es o no verosímil y si tiene o no posibilidades de la demanda, teniendo instrucciones y poder para hacerlo, si opera
éxito. la prescripción de la acción por dicho motivo; por la perención
Durante la tramitación del juicio debe obrar con diligencia, de la instancia, cuando esté en sus manos impulsar el procedi­
realizando todos los actos procesales conducentes para la satis­ miento; por la omisión de ofrecer y diligenciar prueba en tiempo
facción del interés de su cliente. y forma; o de articular recursos ordinarios.
La culpa del abogado, de tal modo, se configura cuando causa En tales supuestos, la no consecución del resultado deja pa­
perjuicios a su cliente con su actuación, su dirección o sus con­ tentizado el incumplimiento hasta tanto acredite la ruptura del
sejos, en virtud de no haber sabido o hecho lo que un profesional nexo causal. Repárese en que hacemos referencia a la realización
de su categoría debería haber sabido o hecho. Lo comprometen, de actos materiales y no al resultado del pleito que pueda derivar
de tal modo, el desconocimiento inexcusable del derecho, la erró­ de esa actuación.
nea apreciación de los hechos, la falta de información al cliente
de los riesgos que la actuación profesional implicaba, las omi­ § 22. El daño en la responsabilidad
siones incurridas durante la tramitación del proceso, tales como profesional del abogado
omisión de ofrecimiento y diligenciamiento de prueba relevante,
o de articulación en tiempo propio de recursos ordinarios, o de El profesional debe indemnizar el daño patrimonial y mo­
instar el proceso que culmina en la declaración de perención de ral que cause con su inconducta al cliente o, en su caso, a
la instancia. terceros. Son aplicables los p1incipios generales que rigen
Nada impide, por lo demás, que la responsabilidad del abo­ la responsabilidad civil contractual y extracontractual, según
1.
gado pueda ser atribuida a dolo, particularmente cuando ella se trate.
derive de consejos maliciosos dados por el mismo a su cliente, Puede ocupar un capítulo muy importante en esta temática
que puedan derivar en daños a terceros. O, con mayor razón, la indemnización del cliente por la pérdida de chances o de
cuando traicionando los intereses de su comitente, con total des­ oportunidad de obtener un resultado favorable en el pleito o de
lealtad acuerda con la contraria y realiza acciones u omisiones llevar el negocio jurídico a buen término en el ámbito extraju­
que conducen a un resultado adverso. dicial, cuando ella se frustra a raíz del indebido proceder del
Existen casos, sin embargo, en donde la obligación asumida abogado.

144 145

1
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

E) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS


ESCRIBANOS PÚBLICOS o NOTARIOS8
para dar carácter de autenticidad a los hechos, declaraciones y
_
c?nvenciones que ante él se desarrollaren, formularen o expu­
§ 23. Escribanos de título y de registro sieren, cuando fuese requerida su intervención.
Dentro del sistema argentino, cabe distinguir entre escribano La fe pública notarial, dice Bueres, "es la convicción o cre­
de título y de registro. El primero es un profesional liberal del encia, impuesta por la autoridad o el Estado en relación a ciertos
derecho, con título universitario habilitante, que no se encuentra documentos". O lo que es igual, "un atributo, una calidad de
certeza que posee el Estado y que delega en el notario".
habilitado para actuar en un registro notarial como titular o ads­
cripto. Su campo de actuación es bastante limitado: puede realizar La �utenticació� es el acto del escribano interviniente que
_
funciones jurídicas de asesoramiento legal de terceros (consultas, comumca esa fe publica al documento. Corolario de ello es la
dictámenes, asesoramiento y elaboración de contratos, estudio autenticidad d �l instrumento, que no es otra cosa que la aptitud
_
de títulos, realización de tramitaciones ante organismos públicos que tiene el mismo de revelar por sí mismo su contenido sin
y privados, etc.), pero no actividades protocolares, propias del necesidad de reconocimiento de parte interesada o de com'pro­
escribano de registro. Para poder hacerlo, debe obtener uno de bación judicial alguna.
los Registros creados por el Poder Ejecutivo Nacional o una El ámbito de actuación notarial comprende, fundamentalmente:
adscripción y cumplir con las restantes exigencias que prevén a) El asesoramiento de las partes intervinientes, el cual lleva
las leyes notariales en cada jurisdicción. ínsito la obligación de información.
El escribano de registro es el profesional del derecho, con b) La confección del instrumento, que lleva ínsita la necesaria
título universitaiio habilitante, que, además, se encuentra legiti­ realización del estudio de títulos.
mado por la autoridad c::ompetente para el ejercicio de la función c) El otorgamiento de escrituras públicas en su libro de pro­
pública de dar fe (o de fe pública notarial). O lo que es igual, tocolos, respetando las reglas dispuestas por las normas
legales que regulan su actividad, particularmente en lo
atinente a la competencia del otorgante y a las formas y
8
Bibliografía complementaria sugerida: BUERES, Alberto J., Responsabilidad
civil del escribano, Hammurabi, Buenos Aires, 1984; Responsabilidad civil de los solemnidades aplicables.
escribanos, en BUERES (dir.) y HIGHTON (coord.), Código civil y normas comple­ d) Conservación de protocolos y expedición de testimonios
mentarias, Hammurabi, Buenos Aires, 2007, t. 4B, ps. 721 y ss.; BUERES, Alberto J.
y CALVO COSTA, Carlos A., La responsabilidad de los escribanos por infracción a
certificados, relacionados con las escrituras matrices co­
la fe de conocimiento, en Revista de Derecho de Daíios, n. 2005-1, p. 185; HIGHTON, rrespondientes a los actos autorizados por el notario.
Elena, Responsabilidad del Estado por los escribanos. Por quien no es propietario. El e) Realización de actos complementarios a las escrituras pú­
caso de enajenación, en LL 1977-C-965; Responsabilidad del Estado por los escri­
banos, en LL 1977-C-97 I; LLOVERAS DE RESK, María Emilia, La responsabilidad blicas que autorice y que sean necesarios según su índole,
civil del escribano público, en ED 105-925; MORELLO, Augusto M., Responsabilidad lo cual comprende los trámites de inscripción en el Registro
contractual del escribano, en Revista notarial, 789-1759; MOSSET ITURRASPE, de la Propiedad.
Jorge, Responsabilidad por daños, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2001, t. VIII, Res­
ponsabilidad de los profesionales; DÍAZ DE GUIJARRO, Enrique, ¿Son funcionarios f) Realización de otros actos en que sea requerida su interven­
públicos los escribanos?, en JA 31-256; TRIGO REPRESAS, Félix A., Responsabi­ ción, sin actuación notarial en el protocolo (redacción de
lidad del abogado y los escribanos, p. 6 l. documentos, estudios de títulos, consultas jurídicas, etc.).
146
147
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

§ 24. Naturaleza de la función notarial. ¿Es el Estado delegante no excluye la calidad de funcionario pú­
notario de registro un funcionario público? blico· de éste, toda vez que puede existir ejercicio de una
función estatal gratuita (Highton).
Se ha- controvertido si el notario de registro es ;o no un fun­
3) Algunas leyes que regulan la actividad notarial expresa­
cionario público y, en su caso, cuáles serían las consecuencias
mente consignan el carácter de funcionario público del
jurídicas que, tanto con relación a aquél como al Estado, generaría
escribano de registro. Así, por ejemplo, la ley 4183 de la
una respuesta afirmativa.
Provincia de Córdoba (art. 10), y la ley 12.990 de la Pro­
Las opiniones están profundamente dividas.. vincia de Buenos Aires (t. o. ley 14.054).
4) Por ser un funcionario público no puede negarse a pres­
a) El escribano es funcionario público tar sus servicios. Algunas de las leyes que reglamentan
Conforme una orientación, el escribano de registro es un fun­ el ejercicio profesional lo obligan a ello (así, por ejem­
cionario público (Mosset lturraspe, Llambías, Borda, Boffi plo, art. 131, ley 9020 de la Provincia de Buenos Aires;
Boggero, Highton, Morello, Borda, Aguiar, Spota, Colombo, art. 11, inc. d, de la ley 4183 de la Provincia de Córdoba,
Mustapich, Radkievich). entre otras).
5) Consecuencia lógica de la naturaleza asignada a la función
En apoyo de estas ideas se sostiene:
notarial es que el Estado sea responsable por los actos del
1) La seguridad jurídica requiere que ciertos actos gocen de escribano que importen irregular cumplimiento de aquélla,
presunción de autenticidad y se prueben por sí mismos. con basamento en la falta de servicio.
Por tal motivo, el Estado atribuye a ciertas personas, los
6) De igual modo, los notarios de registro resultarían alcan­
notarios con registro, la potestad de dar fe de aquellos
zados por todos los tipos delictuales que tienen como agen­
actos correspondientes a la competencia que se les asigna,
te a un funcionario público (por ej., arts. 247 a 249, 252,
previo cumplimiento de estrictos recaudos normativos. De­
259 a 268, Cód. Pen., entre otros).
lega en ellos la relevante función "fedeante" o "fedataria"
o "fideifaciente" (Boffi Boggero), que es inherente a la
soberanía estatal. De ello se infiere que al dar fe, el es­ b) El notario es un profesional liberal del derecho
cribano ejerce una función pública que únicamente el Es­ Una posición radicalmente opuesta a la anterior, proclama
tado puede atribuirle, por lo que es un representante del que el notario es un profesional liberal del derecho, que se di­
mismo, expresamente investido de funciones que son pro­ ferencia de otros profesionales liberales por el mayor control
pias del ente delegante. Se darían, de tal modo, con relación que sobre su actividad ejerce el Estado. El nombramiento del
al notario, todos los requisitos que hacen a la conceptuación escribano de registro no lo convierte en funcionario público por­
de la figura del funcionario público. La Corte Suprema que la actividad encomendada no sería, por su naturaleza, una
de Justicia de la Nación registra algunos antecedentes de función pública. Tampoco representa al Estado, ni forma parte
importancia en este sentido (13-8-92, Fallos: 315:1634). de la organización estatal, ni cumple una función delegada por
2) La ausencia de remuneración del notario por parte del la ley específicamente o por otro funcionario jerárquicamente

148 149
RAMÓN DANIEL P!ZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

superior, por lo que su actuación tampoco puede comprometer la . dablemente,funciones públicas por delegación del Estado.
responsabilidad patrimonial de la administración pública (Allen­ Como también es la labor que la ley 17.801 asigna al
de, l., -Díaz de Guijarro, Bielsa, Martínez Segovia). notario, en relación con la organización y funcionamiento
Se trataría, en definitiva, de un profesional liberal, como del sistema registra!, cuestión que afecta directamente al
cualquier otro, conclusión que no variaría por el hecho de que orden público (Bueres).
pudiere existir a su respecto un mayor control estatal, justificado Por tratarse, entonces, de un profesional del derecho que
por la enorme importancia social que tiene su labor de dar fe con su actuación satisface una función pública trascen­
pública. dente, no puede negarse injustificadamente a prestar su
ministerio.
c) El notario es un profesional del derecho 3) El notario no es técnicamente un funcionario público, pues
que desempeña una función pública no concurren respecto suyo aspectos básicos para la con­
Encontramos, finalmente, una tesis intermedia o ecléctica, que figuración de la relación de subordinación jerárquica, que
compartimos, según la cual el notario de registro es un profesional es inherente a dicha calidad. El escribano no es un "órgano"
del derecho que desempeña una función pública (Bueres, Trigo del Estado que actúa su voluntad. No forma parte de la
Represas, Bustamante Alsina, Couture, Lloveras de Resk, Alte­ administración pública centralizada, ni descentralizada. No
rini, Ameal, López Cabana, Cifuentes, Pelosi). La actual juris­ pertenece a sus cuadros.
prudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se inclina 4) Sin desconocer que la actividad del funcionario público
decididamente por estas ideas (CSJN, 18-12-84, "Vadell, Jorge F. puede ser gratuita, ordinariamente no lo es. Y en este con­
e/Provincia de Buenos Aires", Fallos: 306:2030). texto, a diferencia de lo que sucede con los funcionarios
En apoyo de estas ideas se sostiene: públicos rentados, los importes para atender a su remune­
ración no se reflejan en el presupuesto. No cobra sueldo,
1) El notario es un profesional del derecho en cuanto goza
de un bagaje de conocimientos en dicho ámbito de in­ ni viáticos, ni gastos de representación, ni tiene derecho
a vacaciones, etcétera.
cumbencia reconocido por el Estado al tiempo de otorgarle
el título habilitante. Está, por ende, alcanzado, desde esa El cliente, por lo demás, puede elegirlo libremente, ya que
perspectiva, por todos los deberes y obligaciones que son el mismo no le es impuesto, a diferencia de lo que ocurre
propios de quienes ostentan tal condición. con el funcionario público (Trigo Represas, Bueres, Ci­
2) No es, sin embargo, un simple profesional liberal, que fuentes, Alterini-Ameal-López Cabana).
realiza una actividad netamente privada, como lo proponen
minoritariamente quienes propician esquemas antifuncio­ § 25. Naturaleza jurídica de la responsabilidad
nalistas puros. Como bien lo remarca Bustamante Alsina, del notario de registro
la tarea de dar fe que cumple el notario cuando confecciona
un documento incorporado a su protocolo, y la de ser El debate anteriormente expuesto tiene evidentes proyecciones
depositario y custodio de los registros, constituyen, indu- en esta temática.

150 151

'
•-"-k·
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES
RAMÓN DANIEL PJZARRO - CARLOS GUSTAVO YALLESPINOS

a) La cuestión desde la perspectiva de la § 26. La antijuridicidad en la responsabilidad notarial


doctrina que proclama que el notario a) Aspectos generales
de registro es un funcionario público
La conducta de los notarios está reglada por las normas del
Conforme a esta orientación su responsabilidad es extracon- código civil y comercial y por las leyes provinciales que regulan
tractual en todos los casos. Dicha obligación de resarcir se con­ la actividad notarial en su ámbito específico. Vale, en este último
figuraría, sin perjuicio de la responsabilidad que de manera con­ sentido, remarcar que "la regulación de la actividad notarial, por
currente pueda pesar sobre el Estado. efecto de la organización federal de nuestro país, es tema local"
(Orelle).
b) El enfoque desde la perspectiva que Se ha entendido, partiendo de la base del distingo entre obli­
gaciones de medios y de resultado, que por lo general, frente a
rechaza el carácter de funcionario ·
su cliente, el escribano de registro asume una obligación de re­
público que se predica del notario
sultado "en razón de que se compromete a otorgar un instrumento
Para quienes rechazan que el notario de registro sea funcio­ válido en cuanto a la observancia de las formalidades legales
nario público, la cuestión debe transitar por carriles diferentes, exigidas, idóneo para el logro de la o las finalidades perseguidas
que conducen a distinguir tres supuestos diferenciables. por su o sus otorgantes, como así también adecuado en su caso
para su inscripción en el registro que corresponda, a los efectos
de que el negocio en cuestión pueda adquirir oponibilidad erga
1) Relación entre el escribano y el cliente
omnes" (Trigo Represas. Conf.: Bueres, Llaveras de Resk).
Es de naturaleza contractual, por lo que los daños que derivan
del incumplimiento absoluto o relativo de las obligaciones asu­ b) Deberes esenciales
midas por el notario quedan, en principio, emplazados en el
Son deberes esenciales del escribano de registro:
ámbito de ese tipo de responsabilidad (Trigo Represas, Busta­
mante Alsina). La doctrina mayoritaria considera que se trata 1) Cumplir con las directivas de actuación de carácter formal
de un contrato de obra (Bustamante Alsina, Trigo Represas), que disponga la normativa vigente que reglamenta su ac­
aunque no faltan voces minoritarias que proclaman que es un tuación.
contrato de servicios (Colombo). 2) Conservar y custodiar en perfecto estado los actos y con­
tratos que autoricen, así como los protocolos y libros de
registros de intervendones respectivos mientras se hallan
2) Relación entre el escribano y terceros en su poder.
Cuando el damnificado es un tercero, o sea, una persona que 3) Expedir a la parte interesada, los testimonios, copias, cer­
no requirió los servicios del notario y con relación al cual no tificados y extractos de las escrituras por él otorgadas en
existe ningún vínculo contractual u obligacional preexistente, la su registro y de las actas obrantes en el libro de interven­
responsabilidad de aquél es extracontractual. ciones.

153
152
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO YALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

4) Guardar el secreto profesional sobre los actos en que in-. rizar la escritura del respectivo acto dentro de dicho término de
tervengan en el ejercicio de sus funciones y exigir igual vigencia, tal como lo prescribe el artículo 17 de la mencionada
conducta a sus colaboradores. ley, y de presentar ulteriormente el correspondiente título para
5) Intervenir en los asuntos en que le sea requerido, siempre su inscripción registra! dentro de los cuarenta y cinco días si­
que dicha actuación no sea contraria a la ley, la moral y guientes a la fecha de su otorgamiento (art. 5º, ley 17.801), a
las buenas costumbres. efectos de que éste conserve la prioridad reservada como con­
secuencia de la anotación preventiva resultante de aquella cer­
6) Informar adecuadamente al cliente.
tificación (art. 25, ley 17.801, in fine).
7) Observar estrictamente las exigencias normativas en el La omisión de cumplimiento de tales obligaciones, que son
otorgamiento de escrituras públicas, según la distinta na­ de resultado, compromete la responsabilidad civil del notario
turaleza de los actos jurídicos celebrados con su interven­ (Bueres, Trigo Represas, Orelle) y tiene también graves proyec­
ción, particularmente las vinculadas con la competencia ciones en el plano disciplinario.
territorial del notario y demás solemnidades que deben
observarse (arts. 279, 284, 285, 289, 290, 299, 300, 301
§ 28. El ejercicio por parte del notario de la
y eones. del Cód.Civ.Com. y normas que rigen la actuación
actividad autenticante. La fe pública
del notario en su respectiva jurisdicción).
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española,
una de las acepciones de la voz "fe" significa "seguridad, ase­
§ . 27. Deberes en la realización de actos complementarios
veración de que algo es cierto".
de las escrituras públicas. Solicitud de certificados
Al otorgar una escritura pública y en la mayoría de las actas
registrales de dominio e inhibiciones
notariales, el escribano ejerce la potestad delegada por pa1te del
Cuando el escribano deba autorizar escrituras públicas Estado de dar fe de lo que sucede ante él, o sea, de todo aquello
que tengan por finalidad constituir, transmitir, modificar dere­ que percibe y luego narra en el texto que autoriza. Esto explica
chos reales, o cesión de derechos reales sobre inmuebles, tiene que dicho instrumento haga plena fe, "en cuanto a que se ha
que tener a la vista la certificación del estado jurídico de di­ realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el ofi­
chos bienes y de las personas titulares de los derechos en cues­ cial público enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que
tión, expedidas por el registro general de la propiedad pertinente sea declarado falso en juicio civil o criminal" (art. 21'6, inc. a),
(aits. 23, ley 17.801). De allí que la solicitud de certificaciones y en cuanto "al contenido de las declaraciones sobre convencio­
previas de doniinio e inhibiciones constituye un acto notarial de nes, disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones
cumplimiento insoslayable. de hechos directamente relacionados con el objeto principal del
Vale tener en cuenta que dichos certificados expedidos acto instrumentado, hasta que se produzca prueba en contrario"
por el registro de la propiedad inmueble tienen plazos variables (art. 296, inc. b).
de validez, de 15, 20 o 30 días, conforme al artículo 24 de la Remarcamos que de lo único que el escribano da fe es de lo

l
ley 17.801, por lo que el escribano tiene la obligación de auto- que él realiza o de hechos ocurridos en su presencia. De sus

154 155
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

percepciones sensoriales. De lo "visto y oído", y también de lo te son de aquellas denominadas de resultado, y están consecuen­
que ha podido apreciar por su olfato, tacto o gusto. Dichas per..: temente atrapadas por un factor objetivo de atribución.
cepciones pueden estar referidas a múltiples aspectos: al com-:
portamiento ajeno, a un hecho de la naturaleza, ;o un resulta­ § 31. Responsabilidad del notario de registro
do material, y también a los propios actos del notario (lectura y por el hecho del escribano adscripto
autorización de la escritura, entrega de sobre que contiene una no­
tificación, restitución de documentación a una de las partes, etc.). En nuestro sistema notarial se admite el instituto de la ads­
El notario que transgrede los deberes propios de su actividad cripción notarial, que ha sido elaborado teniendo en cuenta fun­
autenticante puede lógicamente ver comprometida su responsa­ damentalmente el sentido social que tiene la función del escribano
. bilidad civil, penal y disciplinaria. de registro. En efecto, puede ocurrir que éste necesite, en de­
terminadas situaciones, de un colaborador, ayudante o sustituto,
que permita la eficaz atención del registro, en igualdad de con­
§ 29. El estudio de títulos y diciones en que correspondía lo hiciera el titular. La situación
antecedentes dominiales contrasta con el panorama que se advierte en la mayoría de los
Es el análisis de los antecedentes jurídicos, personal, crítico países, donde el régimen de adscripciones virtualmente ha de­
y circunstanciado, de los antecedentes jurídicos dominiales, di­ saparecido.
rigido a la validez y eficacia del negocio que se quiere autorizar. En lo que ahora nos interesa, a los fines de nuestro tema,
Se realiza mediante un examen exhaustivo de todos los títulos vale tener en cuenta:
anteriores hasta hallar un título traslativo desde cuya fecha haya a) Que el escribano adscripto es notario de registro.
transcurrido el término prescriptivo veinteañal. b) Que es nombrado de la misma forma y tiene que reunir
La omisión de realizar estudio de títulos importa incumpli­ idénticos requisitos que el titular del registro.
miento del escribano de sus deberes y obligaciones y puede c) Que actúa, como dependiente del titular, en forma simul­
acarrearle responsabilidad civil no sólo frente a su cliente sino tánea e indistinta y lo reemplaza o sustituye en caso de
también ante terceros. vacancia temporaria o definitiva.
d) Que tiene una responsabilidad propia, que se rige por las
§ 30. El factor de atribución en la reglas que hemos estudiado precedentemente.
responsabilidad del notario e) Que el escribano titular es responsable directo del trámite
Rigen los principios generales atinentes a la cuestión en ma­ y conservación del protocolo.
teria contractual y extracontractual. f) Que el escribano titular responde contractual y extracon­
Tratándose de deberes y obligaciones de medios, el factor de tractualmente, según los casos, por los daños y perjuicios
atribución es subjetivo, con basamento en la culpa. que cause el adscripto, en ejercicio o con ocasión de sus
Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, buena parte de funciones.
las obligaciones que asume el notario de registro frente a su clien- La solución está expresamente consagrada en algunas le-

156 157
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

yes que regulan la actividad notarial (arts. 23, ley 12.990; 21, a materia penal tributaria, así como los artículos 300, inciso 3º,
ley 9020 de la Provincia de Buenos Aires): 301 y normativa concordante del código penal.
En materia de responsabilidad contractual, rigen los principios Existe, además, un relevante plexo de normas deontológicas
generales que regulan la responsabilidad del deudor por el hecho que, al igual de lo que sucede en otras profesiones, tienen pro­
de sus auxiliares, colaboradores y sustitutos que hemos estudiado yección jurídica en cuanto modulan estándares a los que debe
en otra parte de esta obra, adonde remitimos. ajustar su conducta el profesional, cuya inobservancia lo hace
incurrir en conducta antijurídica y culpable.
F) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES
DE LAS CIENCIAS ECONÓMICAS9 § 33. Deberes del profesional de ciencias económicas

§ 32. Profesionales nucleados en derredor Entre los principales deberes que pesan sobre todos los pro­
de las ciencias económicas fesionales de las ciencias económicas, mencionamos por su im­
portancia:
Las ciencias económicas constituyen objeto de estudio de nu­ a) Atender los asuntos que le sean encomendados, en el ám­
merosas profesiones liberales vinculadas a ellas: contador públi­ bito de sus respectivas incumbencias, con diligencia y
co, licenciado en administración de empresas, licenciado en eco­ preocupación por los legítimos intereses de las personas
nomía y actuario. que se los confían y de los terceros.
La actividad de todos estos profesionales se encuentra regida b) Actuar con integridad, veracidad, independencia de criterio
en todo el país por la ley nacional 20.488 del año 1973 y por y objetividad, ajustando su conducta a las normas legales
distintas disposiciones de forma, de carácter local. Así, por ejem­ y deontológicas que rijan su actividad.
plo, en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires la ley 10.620 c) Suministrar al cliente información clara, suficiente, obje­
de 1987 y, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la ley tiva y comprensible sobre la gestión a desplegar, que le
466 del año 2000. Repercuten también, sobre la misma, las permita calibrar la misma y los riesgos que ella conlleva.
leyes 23.771, 24.769, 25.874 y la reciente ley 26.735 referidas d) Expresarse en forma clara, precisa, objetiva, completa y
9 Bibliografía complementaria sugerida: CHAPMAN, William, Responsabilidad
de acuerdo con las normas legales, en toda opinión, cer­
del profesional en Ciencias Económicas, Macchi, Buenos Aires, 1979; GHERSI, Car­ tificación, informe, dictamen y en cualquier otro docu­
los, Responsabilidad de los profesionales en Ciencias Económicas, en Revista de mento que emitan. Su responsabilidad por la documenta­
Derecho de Daños, n. 2004-1, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe; Responsabilidad profe­ ción que firmen es personal e indelegable.
sional, Astrea, Buenos Aires, 1995; LORENZETII, Ricardo, Responsabilidad de con­
tadores y auditores; MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad de los profesio­ e) Abstenerse de aconsejar o intervenir cuando la actuación
nales de las Ciencias Económicas; MARTORELL, Ernesto, De auditores, auditorías profesional permita, ampare o facilite actos contrarios a
y escándalos corporativos: visión actual de la actividad desde la perspectiva del
derecho; RINESSI, Antonio, Los profesionales de Ciencias Económicas como peritos;
la ley, la moral y las buenas costumbres.
TRIGO REPRESAS, Félix, Responsabilidad civil de los contadores, todos en Revista f) Comunicar, con antelación razonable, a quien corresponda
de Derecho de Daños, n. 2004-1, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe. la interrupción de sus servicios profesionales.
158 159
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

g) Realizar la supervisión personal de lo realizado en asuntos A tal fin, conviene tener en cuenta las tres grandes tipologías
que requieran la intervención de auxiliares o colaboradores. de actividades precedentemente señaladas.
h) Guardar el secreto profesional. La relación del profesiorn;ll
con su cliente debe desarrollarse dentro de la1 más absoluta a) Prestaciones de asesoramiento
reserva. Excepcionalmente, están relevados de guardar di­
cho secreto cuando imprescindiblemente deban expresar El asesoramiento es el consejo profesional brindado sobre
su conocimiento para su defensa personal y en la medida una cuestión específica. Se trata claramente de una obligación
en que ello resulte estrictamente necesario. de medios.
El consejo, en lo que atañe a lo aconsejado en sí mismo,
§ 34. Responsabilidad contractual y extracontractual constituye una prestación de esta naturaleza, por cuanto el cliente
tiene siempre libertad para seguirlo o no, conclusión que no
La responsabilidad de los profesionales de las ciencias eco­ varía cuando el consejero tome decidida postura respecto de un
nómicas ordinariamente es contractual, por inejecución o mal temperamento a seguir y lo incite a adoptar tal o cual actitud
cumplimiento de las obligaciones asumidas. (Trigo Represas).
Tratándose de obligaciones de medios, su responsabilidad es
subjetiva. En las de resultado, como hemos visto en otra parte b) Elaboración y presentación de dictámenes
de esta obra, rige un estándar de responsabilidad objetiva.
La responsabilidad del profesional de las ciencias económicas El dictamen es la emisión de un juicio u opinión técnica
puede también ser extracontractual, tal lo que sucede en caso fundada acerca de una determinada gestión realizada en base a
de nulidad o anulabilidad del contrato de servicios profesionales, la documentación e información habida. Se trata, en consecuen­
o cuando el perjudicado es un tercero extraño a la relación con­ cia, de una típica obligación de hacer que se traduce en un examen
tractual. cuidadoso del contenido de la documentación contable, en es­
pecial de sus asientos, que el profesional debe procurarse a fin
de que su opinión sea veraz y completa. Para ello deberá emplear
§ 35. La naturaleza jurídica de las actividades de las normas de auditoría aprobadas por los organismos profesio­
los profesionales de las ciencias económicas nales pertinentes.
Debemos ahora indagar en tomo a la naturaleza jurídica de las El profesional debe realizar los actos necesarios a fin de que
principales actividades que desarrollan los profesionales de las su trabajo tenga suficiente respaldo documental. Por tal motivo,
ciencias económicas. Para ello acudiremos, una vez más, a la debe emitir su dictamen no sólo en base a la documentación
distinción entre obligaciones de medio y resultado, pues la aplica­ aportada por el cliente sino ·también considerando todo elemento
ción de la teoría del cumplimiento o incumplimiento obligacional objetivo que crea oportuno para que su trabajo se adecue a los
dependerá de cuál de estas categorías jurídicas ·corresponda a la estándares de calidad pertinentes.
actividad específica en análisis, que puede presentar distintas Esta exigencia asume mayor rigor si se pondera que para la
peculiaridades que emplacen 1a cuestión en una u otra tipología. elaboración del dictamen el profesional frecuentemente debe se-
160 161
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTA.YO VALLESPINOS
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROFESIONALES LIBERALES

guir procedimientos técnicos preestablecidos, que imponen dis­ arbitral colegiado, realizado por el profesional de ciencias eco­
poner de toda la documentación e información necesaria y con­ nómicas que ha sido designado árbitro en una cuestión contro­
ducente a tal fin. Es tarea del profesional de las ciencias eco­ vertida.
nómicas solicitar la documentación que le será . indispensable Tiene indudable carácter de obligación de resultado.
para cumplir debidamente con su tarea.
¿Cuál es la naturaleza jurídica de esta prestación?
§ 36. Responsabilidad frente al Estado
Conforme un criterio, el profesional de las ciencias econó­
micas que se obliga a realizar un dictamen asume una obligación Cuando la actividad negligente del profesional hubiere cau­
de medios. En apoyo de tal conclusión se afirma que aquél realiza sado o contribuido a causar con su intervención un supuesto de
una actividad básicamente intelectual, pues se limita a corrobo­ evasión tributaria será responsable de manera autónoma, tal cual
rar aquello que los estados contables señalan (Trigo Represas­ surge del juego normativo sentado en los artículos 13, 14 y 15
López Mesa). de la ley 26.735. En este supuesto el profesional podrá ser de­
Otros, en cambio, piensan que se trata de una típica obligación mandado por el Estado con independencia de las responsabili­
de resultado, cuando implica elaborar un informe expresando su dades directas que les pueden corresponder al contribuyente y
opinión sobre la información sometida a su control (Martorell). a los demás partícipes en el delito de evasión.
El resultado consiste en la buena ejecución técnica de la labor De igual modo, en dicho supuesto, el profesional podrá ser
encomendada y no necesariamente en la obtención de la finalidad demandado por el Estado y no usar las acciones de regreso que
perseguida, si ella no es asegurada. solamente podrán estar referidas a los intereses punitorios y mul­
Nosotros creemos que debe distinguirse el hecho de la emisión tas en virtud de las previsiones.
o presentación del dictamen o informe en el tiempo convenido,
lo cual constituye una obligación de resultado, de su contenido. § 37. Responsabilidad frente a terceros
"La veracidad o exactitud de lo expresado en los mismos, como
igualmente su idoneidad para el logro de los fines procurados La actividad negligente del profesional de las ciencias eco­
[ ... ] sólo implica una obligación de medios, atento a que todo nómicas también puede causar daños a terceros. Tal lo que sucede
ello resulta aleatorio, contingente, potencial o eventual, por lo si una entidad crediticia otorga un crédito a un cliente, en base
que el deudor cumple con su prestación aplicando de su parte a una determinación de situación patrimonial, económica y fi­
su esfuerzo e idoneidad a la actividad debida, pero sin compro­ nanciera equivocadamente realizada por aquél.
meter para nada la obtención de ningún resultado concreto" (Tri­ De igual modo, el profesional puede ver comprometida su
go Represas). responsabilidad frente al tercero que sufre un daño, víctima de
un engaño que se llevó a cabo con la complicidad de aquél. En
e) Elaboración y presentación de laudos arbitrales estos casos juega la previsión del artículo 1751, por lo que ambos
partícipes en la maniobra responden de manera solidaria por el
El laudo es un pronunciamiento definitivo dictado de manera daño causado que se extiende al extrapatrimonial en virtud de
personal, a título individual o como integrante de un tribunal lo dispuesto en el artículo 17 41.
162 163
CAPÍTULO XXII
RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

A) RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA
JURÍDICA (EN GENERAL)

§ l. La responsabilidad contractual (o por


actos de gestión) de la persona jurídica
Se admite, pacíficamente, que las personas jurídicas de ca­
rácter público o privado son responsables por los actos de gestión
de sus representantes o administradores, cuando éstos actúan
dentro de los límites de las facultades que les confieren los es­
tatutos y la ley (arts. 141, 366 y eones., Cód.Civ.Com.). Es una
solución lógica, pues aquéllas tienen capacidad de derecho para
obligarse por medio de sus órganos, por lo que sus acreedores
están legitimados para ejercer todos los derechos que el orde­
namiento jurídico les confiere para satisfacer su interés, que no
varían por el hecho de ser su deudor una persona física o jurídica.
Tales actos la comprometen y resultan aptos para generar
responsabilidad por incumplimiento obligacional o contractual.
Es una solución que fluye nítidamente de los artículos 141, 143
y 359.
En cambio, si los administradores o representantes actúan
fuera de los límites de su poder, realizando actos que sean ex­
traños al objeto social, la persona jurídica no responde y sólo

165
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

aquéllos resultan alcanzados de modo personal frente a terce­ administrador o representante, que exista un factor de atribución
ros de buena fe. Va de suyo que los administradores o repre­ subjetivo u objetivo y que medie vinculación causal suficiente
sentantes no responden cuando el tercero conocía o podía co­ entre la función y el menoscabo.
nocerlo actuando con la debida diligencia que ellos carecían de Analicemos detenidamente estos requisitos.
poderes suficientes para realizar el acto en cuestión (art. 361,
Cód.Civ.Com.).
a) Daño injustamente causado por quien
La misma solución campea en el artículo 58 de la ley 19.550,
dirige, administra o representa a la
que establece el límite de la responsabilidad societaria en los
persona jurídica. El factor de atribución
actos de gestión de sus administradores que sean "notoriamente
extraños al objeto social". En primer lugar, es menester que el daño sea injustamente
La responsabilidad por incumplimiento obligacional o con­ causado a un tercero por quien dirige, administra o representa
tractual de la persona jurídica se rige por las reglas generales del a la persona jurídica (Azar-Ossola). La determinación de esa
código civil y comercial (arts. 730, 732, 886 y ss., 1716 y ss.). calidad varía según el tipo de persona jurídica de que se trate.
No obstante ello, la regla general para las personas jurídicas de
§ 2. Responsabilidad extracontractual carácter privado está plasmada en el artículo 158 del código
de la persona jurídica civil y comercial.
Si se trata de órganos colegiados, la responsabilidad se ex­
Dispone el artículo 1763 del código civil y comercial: "Res­ tiende al hecho de cualquiera de los miembros que lo componen,
ponsabilidad de la persona jurídica. La persona jurídica responde actúen de manera conjunta o individualmente, siempre que in­
por los daños que causen quienes la dirigen o administran en tegren la dirección o administración de la persona jurídica. En
ejercicio o con ocasión de sus funciones". la responsabilidad por hechos ilícitos es indiferente, a tales fines,
La norma se aplica a las personas jurídicas privadas. En cam­ que el director o administrador sea o no representante legal de
bio, atento a lo dispuesto en los artículos 1764 y 1765, las dis­ la persona jurídica.
posiciones del código civil y comercial no son aplicables a la
¿ Qué sucede con los hechos ilícitos causados por órganos
responsabilidad del Estado, ni de manera directa ni subsidiaria,
deliberativos (asambleas) o de control (por ej., sindicatura, con­
y se rige por normas y principios de derecho público nacional
sejo de vigilancia)?
o local, según corresponda.
Nosotros entendemos que aquéllos están incluidos en el ré­
gimen de responsabilidad .en éste previsto, como lógica conse­
§ 3. Requisitos para que se configure la responsabilidad cuencia de la teoría del órgano que da sustento a la solución
de la persona jurídica prevista en el artículo 1763 normativa.
Para que resulte comprometida la responsabilidad de la per­ El hecho dañoso debe ser imputable al agente a título de dolo
sona jurídica en el supuesto que nos ocupa, es preciso que haya o culpa, o por un factor objetivo de atribución, y guardar relación
daño resarcible causado injustamente a un tercero por el director, causal adecuada con el menoscabo producido.
166 167
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

b) Debe mediar vinculación causal § 6. Responsabilidad de la persona jurídica por


suficiente entre la función y el daño el hecho de las cosas y por actividades
riesgosas o peligrosas. Remisión
Es preciso que medie un nexo causal adecuado suficiente
De igual modo, la persona jurídica responde por los daños
entre la función de quien dirige o administra la persona jurídica causados por el hecho de la cosa de la que es dueña o guardián
y el daño, para que ésta pueda ver comprometida su responsa­ y por actividades riesgosas en los términos previstos por los
bilidad. artículos 1757 a 1759 y por el artículo 40 de la ley 24.240 y la
El artículo 1763, en consonancia con el artículo 1753, esta­ normativa concordante. Nos hemos ocupado del tema supra Ca­
blece una responsabilidad objetiva por los daños causados en pítulos XVII y XVIII, adonde remitimos.
ejercicio o con ocasión de las funciones. Nos hemos ocupado
de los conceptos de daño causado "en ejercicio" y "con ocasión" B) RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
de las funciones supra Capítulo XV, § 5, al tratar la responsa­ DEL ESTADO. NOCIONES GENERALES1
bilidad del principal por el hecho del dependiente. Lo allí seña­ § 7. Introducción2
lado resulta plenamente aplicable en el tema que nos ocupa.
Remitimos a lo allí expuesto. En este apartado tratamos algunas cuestiones generales vin­
culadas con la responsabilidad del Estado. Se trata de una te­
mática apasionante, que ha sido excluida por el legislador del có­
digo civil y comercial y emplazada, equivocadamente en nuestra
§ 4. Carácter y fundamento de esta responsabilidad
opinión, en derredor de normas y principios de derecho público.
La responsabilidad de la persona jurídica por los daños que 1 Bibliografía complementaria sugerida: PIZARRO, Ramón Daniel, Responsabi­
causen sus administradores, directores y representantes es directa lidad del Estado y del funcionario público, 2ª ed., Astrea, Buenos Aires, 2016.
y objetiva, con basamento en el riesgo creado (art. 1763). Ella 2 Bibliografía complementaria sugerida: AZAR, Aldo M. y OSSOLA, Federico, en
SÁNCHEZ HERRERO (dir.), Tratado, t. III, p. 911; SÁNCHEZ TORRES, Julio,
no excluye, por cierto, la que a título personal pueda incumbir Responsabilidad de la persona jurídica, en MÁRQUEZ (dir.), Responsabilidad civil en
a estos últimos (argum. arts. 160 y eones.). el código civil y comercial, t. 2, p. 168; RAMOS MARTÍNEZ, María Florencia y MÁR­
QUEZ, José Femando, La supresión por el Poder Ejecutivo nacional de la disciplina de
la responsabilidad del Estado y del funcionario en el marco del Derecho Privado:
¿Constituye una cuestión ajustada a derecho?, en Revista de Derecho de Daíios, n.
§ 5. Responsabilidad de la persona jurídica por los 2012-3, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, ps. 473 y ss.; IBARLUCÍA, Emilio, El derecho
constitucional a la reparación en el Proyecto de Código Civil 2012, en RCyS 2013-1-5;
hechos ilícitos cometidos por sus dependientes GHERSI, Carlos, Responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos en el Pro­
yecto de Código, en LL 2013-A-532; CASSAGNE, Las grandes líneas de la evolución
La persona jurídica responde también por los daños causados de la responsabilidad patrimonial del Estado en la jurisprudencia de la Corte Suprema,
por sus dependientes en ejercicio o con ocasión de las funciones. en LL 2000-D-1233, y Derecho administrativo, t. 1, p. 504; ANDRADA, Alejandro,
Responsabilidad del Estado; ALTAMIRA GIGENA, Julio, Responsabilidad del Estado,
Nos hemos ocupado del tema supra Capítulo XV, adonde remi­ Astrea, Buenos Aires; CASIELLO, Juan José, Responsabilidad del Estado y de los
timos. agentes públicos en el Proyecto de Código, en LL 2013-E-833.

168 169
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

Procuraremos efectuar un análisis muy breve y panorámico de prudencia de la Corte Suprema en esta temática; esto es, una
los aspectos generales que hacen a esta delicada temática, remi­ responsabilidad directa y objetiva del Estado por el ejercicio
tiendo para un estudio con mayor profundidad a la obra espe­ irregular de sus funciones, con basamento en la falta de servicio,
cífica sóbre el terna que ha publicado uno de los· autores. sin que sea menester identificar al autor.
Una fórmula normativa impecable, sin duda alguna.
§ 8. La responsabilidad del Estado en el Anteproyecto En el artículo 1766, el Anteproyecto regulaba la responsabi­
de código civil y comercial de 2012 lidad del Estado por actividad legítima que sacrifica intereses
El Anteproyecto de código civil y comercial elaborado individuales con desigual reparto de cargas públicas. Disponía
por la Comisión integrada por los doctores Ricardo Luis Loren­ que "el Estado responde, objetivamente, por los daños derivados
zetti, Aída Kemelmajer de Carlucci y Elena Highton reguló or­ de sus actos lícitos que sacrifican intereses de los particulares
gánicamente la responsabilidad patrimonial del Estado y de los con desigual reparto de las cargas públicas. La responsabilidad
empleados y funcionarios públicos en los artículos 1764 a 1766. sólo comprende el resarcimiento del daño emergente; pero, si
es afectada la continuación de una actividad, incluye la com­
En el artículo 1764, el Anteproyecto establecía que "el Estado
pensación del valor de las inversiones no amortizadas, en cuanto
responde, objetivamente, por los daños causados ·en el ejercicio
hayan sido razonables para su giro".
irregular de sus funciones, sin que sea necesario identificar a su
autor. Para tales fines se debe apreciar la naturaleza de la acti­ La norma proyectada destacaba, acertadamente, los requisitos
vidad, los medios de que dispone el servicio, el lazo que une a que la jurisprudencia de la Corte Suprema exige para que se
la víctima con el servicio y el grado de previsibilidad del daño". configure esta responsabilidad objetiva de excepción: licitud de
La Comisión plasmó en una norma excelentemente elabora­ la conducta estatal y sacrificio especial del particular afectado,
da la sustancia de la doctrina de la falta de servicio sólidamen­ con desigual reparto de las cargas públicas. Todo con basamento
te acunada por la Corte Suprema desde la causa "Vadell" (CSJN, evidente en la garantía de igualdad constitucional.
18-12-84, "Vadell, Jorge F. e/Provincia de Buenos Aires", Fa­ Finalmente, en el artículo 1765 del Anteproyecto se regulaba
llos: 306:2020, y LL 1985-B-3), del año 1984, con los aditamen­ la responsabilidad del funcionario y del empleado público en
tos que el alto tribunal formulara en "Mosca" (CSJN, 6-3-2007, términos similares al actual artículo 1112 del código civil. "El
"Mosca, Hugo A. e/Provincia de Buenos Aires y otros", Fa­ funcionario y el empleado público son responsables por los daños
llos: 330:563), a la hora de definir la responsabilidad por falta de causados a los particulares por acciones u omisiones que impli­
servicio derivada de omisiones estatales. can el ejercicio irregular de su cargo. Las responsabilidades del
La fórmula proyectada permitía dar explícito marco normativo empleado o funcionario público y del Estado son concurren­
de derecho común a un criterio sustentado desde hace casi treinta tes". El Anteproyecto mantenía de tal modo, en su esencia, una
años, basado en principios de derecho público, que eran extraídos de las mejores normas del código civil, corno lo es el citado
"con fórceps" del texto del artículo 1112 del código civil anterior; artículo 1112, que tanta utilidad ha reportado a la doctrina y a
por cierto, haciéndole decir, incluso, lo que su letra no decía. la jurisprudencia.
Reflejaba los grandes ejes que actualmente dimanan de la juris- Si algo había que elogiarle al Anteproyecto en este tema era

170 171
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

su realismo y pragmatismo, pues volcaba en textos legales, de se rigen por las normas y principios del derecho administrativo
derecho común (público y privado), en letra y espíritu, casi toda nacional o· 1ocal, según corresponda".
la doctri�a judicial de la Corte Suprema de Justicia vigente eri La normativa sancionada no sólo emplaza la responsabilidad
la actualidad. del Estado en el terreno del derecho público nacional o provincial,
sino que va mucho más lejos, pues veda lisa y llanamente la
§ 9. La responsabilidad del Estado y de
aplicación directa o subsidiaria del código civil y comercial en
esta materia. Algo que no tiene precedentes en el derecho ar­
los empleados y funcionarios públicos
gentino y que es claramente inconstitucional.
en el código civil y comercial
El Poder Ejecutivo nacional descartó drásticamente estos tres § 10. La responsabilidad del Estado y del
artículos del Anteproyecto y los sustituyó por otros que lucen funcionario público en la ley 26.9443
oiientados lisa y llanamente al objetivo de impedir la aplicación
a) Una fuerte regresión en esta materia
de las normas del código civil y comercial a la responsabilidad
del Estado, de manera directa o subsidiaria, dejándola regida Poco después, también por iniciati va y fuerte presión del Poder
por normas de derecho administrativo nacional o local, según Ejecutivo de la Nación, el Congreso de la Nación sancionó la
corresponda, y de obstruir la aplicación de las normas del men­ ley 26.944 de responsabilidad del Estado Nacional.
tado código a la responsabilidad del funcionario público derivada Buena parte de la doctrina, particularmente la administrati­
de la omisión de cumplimiento de sus obligaciones legales, ri­ vista, está fascinada con la nueva ley que representa la conso­
giéndose también por normas y principios del derecho adminis­ lidación de la concepción normativa publicista pura sobre res­
trativo. ponsabilidad del Estado.
Los textos del Proyecto, enviados al Congreso de la Nación, Otro sector, en cambio, en el que militan administrativistas,
que sustituyeron a los elaborados por la comisión redactora del constitucionalistas y civilistas miran con estupor y preocupación
Anteproyecto son los siguientes. la normativa sancionada, a la que tildan de inconveniente, re­
"Art. 1764 - Inaplicabilidad de normas. Las disposiciones gresiva y, en muchos aspectos, inconstitucional.
del Capítulo 1 de este Título no son aplicables a la responsabi­
lidad del Estado de manera directa ni subsidiaria". 3
Bibliografía complementaria sugerida: GELLI, María Angélica, Lectura consti­
tucional de la ley de responsabilidad del Estado, en LL 2014-E-659; ABERASTURY,
"Art. 1765 - Responsabilidad del Estado. La responsabilidad Pedro, La nueva ley de responsabilidad del Estado, en ADLA 2014-25-18; PARE­
del Estado se rige por las normas y principios del derecho ad­ LLADA, Carlos, La prescripción del reclamo de daños contra el Estado y funciona­
rios públicos, en RCyS 2014-XII-54; ZAV ALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Respon­
ministrativo nacional o local, según corresponda". sabilidad por omisión frente a víctimas de violencia familiar, en LL 2014-E-276;
"Art. 1766 -Responsabilidad delfuncionario y del empleado CASIELLO, Juan José, Responsabilidad del Estado y de los agentes públicos en el
público. Los hechos y las omisiones de los funcionarios públicos Proyecto de Código, en LL 2013-E-833; CASSAGNE, La responsabilidad del Estado:
fundamento constitucional y su regulación por una ley administrativa, en ABERAS­
en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una TURY (dir.), Responsabilidad extracontractual del Estado. Ley 26.944, ps. 61 y ss.,
manera irregular las obligaciones legales que les están impuestas, en esp. n. Ill y IV, ps. 66 y ss.

172 173
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO YALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

Queda la sensación de que se ha ido demasiado lejos. Inclusive 2) Se otorga carácter iuspublicístico a la responsabilidad del
autores como Cassagne, quizás el jurista que más bregó entre Estado, considerando que no es correcto someter al régimen ju­
nosotros. por la tesis publicista, se muestran preocupados y de­ rídico de la responsabilidad de los sujetos privados, conforme
sencantados por la solución normativa que se ha' adoptado. El lo normado en el código civil y comercial.
eminente profesor capitalino ha reivindicado la conveniencia y 3) En ese contexto, el marco normativo sancionado, en con­
utilidad de que la materia de la responsabilidad estatal sea abor­ sonancia con lo dispuesto por los artículos 1764 a 1766 del
dada en el código civil y comercial que permitirían mantener la código civil y comercial, prevé que las disposiciones del código
coherencia y unidad del sistema jurídico. Se trataría de normas contenidas en el Capítulo 1, Título V, Libro Tercero (Respon­
de derecho público puestas en el código. Normas de derecho
sabilidad civil), no son aplicables a la responsabilidad del Estado,
común, que regirían paritariamente en todo el país. Este último
de manera directa, ni subsidiaria. Algo francamente escandaloso,
es el criterio que promueve el Anteproyecto de reforma parcial
que no reconoce ningún antecedente en el derecho argentino.
al código civil y comercial de 2018, elaborado por Julio C. Ri­
vera, Diego Botana y Ramón Daniel Pizan-o, que propicia volver 4) El sistema elaborado no es cerrado, sino de presupuestos
a los textos originarios que proponía el Anteproyecto elaborado mínimos o básicos. No comprende todos los casos de respon­
por los doctores Kemelmajer de Carlucci, Lorenzetti y Highton. sabilidad estatal, ni los agota. Por tal motivo, conforme lo expresa
Nosotros compartimos estas ideas. Poco importa que la res­ el Mensaje de elevación del Poder Ejecutivo a la Cámara de
ponsabilidad del Estado sea emplazada en el código civil y co­ Diputados, la prohibición de aplicar de manera directa o subsi­
mercial o en una ley especial de derecho público común. Lo diaria las normas del código civil y comercial no obsta a que
importante es que tenga una regulación uniforme en todo el puedan ser aplicadas por analogía (arts. 2°, Cód.Civ.Com. y 16,
territorio nacional, al menos en lo que hace a sus presupuestos Cód. anterior) (Aberastury, Cassagne).
mínimos. El debate entre civilistas y administrativistas debe dar 5) Se regulan específicamente las dos grandes tipologías de
paso a otro mucho más serio: aquel que mantienen quienes que­ responsabilidad extracontractual del Estado: por falta de servicio
remos un sistema de responsabilidad estatal E¡ustentado en normas (art. 2º) y por actividad legítima que sacrifica intereses indivi­
de fondo y quienes pretenden el mosaico normativo al que con­ duales en beneficio del interés general (art. 4º). Ambas tienen
duce el marco normativo recientemente sancionado. carácter directo y objetivo. En el primer caso, se siguen los
lineamientos de la jurisprudencia actual de la Corte Suprema de
b) Lineamientos generales del sistema Justicia de la Nación, sentados a partir de la causa "Vadell".
consagrado por la ley 26.944 Sin embargo, en materia q_e responsabilidad por omisiones, se
Los lineamientos generales de la ley son básicamente los si­ establece un régimen mucho más acotado que el hoy vigente,
guientes: al prescribirse que ésta sólo se configura cuando se viola un
1) El Estado nacional en su ámbito específico, la Ciudad Au­ deber concreto y determinado (art. 3º, inc. d). Ello excluye la
tónoma de Buenos Aires y las provincias en el suyo propio tienen responsabilidad cuando la omisión "transgrede algún principio
facultades para regular su responsabilidad y la de sus agentes. general del derecho, estén o no regulados en la Constitución o

174 175
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS ÜUSTA YO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

en Tratados internacionales" (Cassagne), lo cual, además de ser 7) La ley hace referencia a la responsabilidad contractual del
altamente criticable por regresivo, es inconstitucional. Estado, disponiendo que en ausencia de normas específicas que
En el segundo, se advierte un fuerte apartamiento de los cri­ la regulen, se aplican sus disposiciones en forma supletoria. De
terios rectores del más alto tribunal de la Nación, particularmente todos modos, como lo que dice la ley 26.944 sobre dicha materia
en materia de las rigurosas exigencias para acreditar el daño por es muy poco, casi nada, terminará aplicándose por analogía el
la actividad legítima (art. 4º, incs. e, y e), en la exclusión de código civil y comercial.
responsabilidad por actividad legítima emanada del Poder Judi­ 8) Se dispone, también, que el Estado no responde, de manera
cial (art. 5º, último pá..rrafo) y en la muy acotada extensión del directa o subsidiaria, "por los perjuicios ocasionados por los
resarcimiento, que excluye al lucro cesante y al daño extrapa­ concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cua­
trimonial. les se les atribuya o encomiende un cometido estatal, cuando
Existen también diferencias de regulación .del nexo causal, la acción u omisión sea imputable a la función encomendada"
que redundará en un retroceso institucional. En materia de res­ (art. 6º).
ponsabilidad del Estado por actividad ilegítima se exige el re­ 9) Se regula la responsabilidad del funcionario y empleado
quisito de la casualidad adecuada. En cambio, tratándose de res­ público frente al Estado (art. 9º), en una fórmula muy similar
ponsabilidad por actividad legítima que sacrifica intereses indi­ al anterior artículo 1112 del código civil.
viduales, se requiere, además, que la misma sea directa, inmediata 10) Se establecen plazos de prescripción extintiva (arts. 7º
y exclusiva "lo cual, como es obvio, limita sobremanera y en y 9º), que guardan armonía con los parámetros establecidos por
forma injusta la reparación de los daños provocados por el ac­ el código civil y comercial.
cionar estatal. En especial, la exigencia de exclusividad hace 11) Se guarda deliberado silencio en derredor de una temática
que bastaría que un tercero intervenga en el suceso dañoso para fundamental del sistema de derecho de daños, edificado en base
excluir la responsabilidad del Estado, lo que viola el principio a la Constitución Nacional (arts. 41, 42 y eones.) y del nuevo
de razonabilidad de las leyes (art. 28, CN), alterando el contenido código civil y comercial en consonancia con aquélla (arts. 1710
del derecho esencial, como es el de la propiedad (art. 17, CN)" y ss.): la función preventiva de la responsabilidad por daños.
(Cassagne).
6) No se han contemplado otros factores de atribución, § 11. ¿ Cómo queda estructurado el régimen
como el riesgo creado (arts. 1757 y ss., Cód.Civ.Com. y eones.), de responsabilidad del Estado y del
la garantía (art. 1723, Cód.Civ.Com.), la equidad (arts. 1750 y funcionario público luego de la sanción del
eones.). Tampoco la responsabilidad que puede alcanzar a la código civil y comercial y de la ley 26.944?
administración pública centralizada o descentralizada cuando ac­
túe como proveedor profesional en una relación de consumo a) Responsabilidad del Estado
(arts. 40 y eones., ley 24.240). Al no ser la responsabilidad estatal un instituto reglado por
Frente a este silencio, dicha normativa deberá ser aplicada el código civil y comercial (derecho común), ni por normas de
en forma supletoria, por analogía. derecho público común, sino por disposiciones y principios de
176 177
RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS

derecho administrativo, la Nación en su ámbito, a través de leyes. gitimación activa y pasiva, extensión del resarcimiento, supuestos
nacionales federales, las provincias y -¿por qué no?- también específicos de responsabilidad por el riesgo o vicio de la cosa,
algunas municipalidades, en el suyo propio, contarían con fa­ responsabilidad por hecho ajeno, relaciones entre acción civil y
cultades �uficientes para legislar sobre dicha materia. Y estaría acción penal).
vedada la aplicación directa o subsidiaria del código civil a la Nosotros entendemos que el derecho público nacional y pro­
responsabilidad del Estado. Una solución escandalos(l que tras­ vincial no puede establecer normas que regulen la responsabilidad
pasa las posiciones más radicales que sobre el tema han exhibido por daños del Estado, particularmente en materia extracontrac­
algunos sectores del derecho administrativo y que no se supera tual, sobre la base de parámetros resarcitorios más laxos que los
por el hecho de que, resignadamente, se admite la aplicación establecidos en el derecho de fondo, so riesgo de incurrir en
del código por analogía cuando haya laguna normativa. notoria inconstitucionalidad.
Tal posición conduce a un verdadero mosaico normativo, en La Corte Suprema de Justicia de la Nación se ha mantenido
el que las soluciones para supuestos similares de daños causados invariable en este punto, sosteniendo que no basta apelar a la
por la actividad ilegítima o legítima del Estado podrían variar autonomía del derecho público "para desconocer la uniformidad
radicalmente de una provincia a otra, según lo que ellas regulen de la legislación de fondo perseguida mediante la atribución que
sobre el particular. No habría, de tal modo, una normativa de se confiere al poder central para dictar los códigos, según el ar­
derecho común, de fondo, que estatuya en parámetros unitarios tículo 67, inciso 11, Constitución Nacional [actual art. 75, inc. 12,
la responsabilidad del Estado. La respuesta debería ser buscada luego de la reforma de 1994]; uniformidad ésta que no sería
en derredor de preceptos constitucionales pretendidamente fun­ tal si las provincias pudieran desvirtuarla en su esencia, legis­
dantes de aquélla, todos ellos de gran laxitud, pero siempre en lando con distinto criterio instituciones fundamentales de carác­
el marco del derecho público federal o provincial aplicable, con ter común, so color del ejercicio de los poderes que les están re­
anclaje final, claro está, en la Constitución Nacional. servados" (CSJN, 10-8-56, "Liberti, Atilio C. [suc.]", Fa­
La responsabilidad de un Estado provincial o del nacional llos: 235:571, y LL 84-469).
causada por una ambulancia pública podría ser distinta -según No ignoramos que las normas provinciales pueden tener im­
cuál sea la regulación normativa de cada uno de aquéllos- de portancia en esta materia, no para reglar las consecuencias que
la generada por una ambulancia particular; las mismas conclu­ emergen de la causación del daño y las atinentes a su regulación
siones valen para una mala praxis en un hospital público o pri­ (que es resorte exclusivo de la legislación de fondo), sino a la
vado, o para cualquier ilícito causado por el Estado por medio hora de brindar parámetros normativos a la luz de los cuales
de sus agentes (dependientes). Un auténtico despropósito. pueda comprobarse, por ej«?mplo, si hubo o no falta de servicio,
Lo grave no es sólo eso, sino la escasa regulación en el de­ o modularse si la actividad dañosa de la administración puede
recho público de la responsabilidad del Estado, particularmente o no ser reputada legítima. La doctrina de la falta de servicio,
en los aspectos específicos que atañen a la aplicación de la figura consagrada por la Corte Suprema, y receptada ahora explícita­
(v. gr., determinación y requisitos del daño resarcible, extremos mente, en su ámbito específico, por el artículo 3º, inciso d, de
que rigen la relación causal, factor de atribución aplicable, le- la ley 26.944, conduce necesariamente a eso. Ponderar si hubo

179
178
RAMÓN DANlEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPlNOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

o no falta de servicio, supone -en la mayoría de los casos­ que la Corte Suprema ha emplazado con rango constitucional
indagar sobre una gran diversidad de aspectos fácticos y jurídicos desde "Santa Coloma" en adelante, pasando por "Aquino" y
concernientes a la responsabilidad patrimonial de los Estados de "Ontiveros" (ver supra, Cap. 1), son las llaves para esa declaración
provincia derivada de aquélla, o regulados por el derecho común de inconstitucionalidad.
y el derecho público local, lo cual puede tomar aplicable, en Habrá que ponderar, igualmente, la lectura en clave consti­
esta materia, la normativa provincial, imponiendo someter dichas tucional de tales normativas, particularmente cuando su aplica­
cuestiones a los tribunales competentes. ción se halle en pugna con los estándares de protección igualitaria
Nos parece que ése es el sentido que tiene la actual jurispru­ que surgen de los tratados sobre derechos humanos y los prin­
dencia de la Corte nacional, a partir de la doctrina sentada en cipios y valores coherentes con todo el ordenamiento jurídico,
el citado caso "Barreto", en cuanto admite la aplicación de nor­ tal como lo impone el magnífico artículo 2º del nuevo código,
mas de derecho público local a la responsabilidad del Estado, emplazado en el título preliminar.
al tiempo de acortar la noción de causa civil y de restringir su
La solución propiciada, destinada inexorablemente a ser in­
competencia originaria. Pero, una vez producido el daño, su re­
constitucional en casos como el que analizamos, conduce a que
paración debería regirse por las normas y principios de derecho
los damnificados tengan que acudir a la justicia para obtener
común que deben ser aplicadas paritariamente en todo el territorio
dicha declaración. Y es aquí donde radica la mayor insensatez
de la Nación, salvo -claro está- que una disposición de derecho
y falta de sentido común de esta doctrina; en forzar al ciudadano
público igualmente común disponga lo contrario.
al perverso mensaje que desde hace tiempo el Estado y sus fun­
El código civil y comercial, al igual que la ley 26.944 que cionarios emiten a la hora de justificar sus arbitrariedades: "Si
se sancionó asimismo a instancias del Poder Ejecutivo, cierran no le gusta, vaya a la justicia, recorra el camino empedrado de
también esta posibilidad, pues vedan no sólo la aplicación directa obstáculos, supere todos los vallados (los existentes y también,
del código, sino también la subsidiaria. tenga la seguridad de ello, los que le pondremos en el futuro)".
¿Qué hacer frente a este panorama? Años y años de litigio. "Dejad los que aquí entráis toda espe­
Nosotros creemos que las normas de derecho público federal ranza", eso decía la inscripción en las puertas del infierno, en
o local que regulen la responsabilidad del patrimonial del Estado, la Divina comedia de Dante. A eso puede compelerse al ciuda­
particularmente en materia extracontractual, consagrando están­ dano con construcciones como las que analizamos y rechazamos
dares de protección inferiores a los que dispense el derecho co­ enfáticamente.
mún a los damnificados, son inconstitucionales. Por lo demás, nos preguntarnos cómo buscar argumen­
El despropósito legislativo que se ha sancionado en materia tos "constitucionales" a una tesis que desde su misma formula­
de responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos, le ción degrada groseramente la garantía de igualdad ante la ley,
hace mucho daño a la república y sumerge a los ciudadanos en generando arbitrariamente distintas categorías de dañados, dis­
un clima de desesperanza. tinguiendo -en lo que atañe al derecho a la reparación de daños
La garantía de igualdad ante la ley (art. 16, CN), el derecho idénticos-, según el dañador haya sido un particular o el Estado
de propiedad de los damnificados y el derecho a la reparación nacional o provincial.

180 181
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

La otra solución es que -como seguramente ocurrirá en la ley 26.944, no está tanto en lo que esta ley dice, sino en lo que
mayoría de los casos- cuando las provincias no regulen especí� no dice. En sus silencios que, a no dudarlo, son tan deliberados
ficamente las cuestiones resarcitorias derivadas del obrar estatal, como perversos.
lícito o ilícito, se producirá un vacío normativo, una laguna del
derecho, que llevará esforzadamente a aplicar, por analogía, las 2) Desprotección de los consumidores y usuarios
disposiciones del código civil. Con lo cual, lo que no entra por
la puerta, ingresa por la ventana. Un absurdo total. ¿Se aplicará al Estado la normativa de la ley de defensa del
consumidor cuando la administración pública centralizada o des­
b) Dudas y perplejidades centralizada asuma el cada vez más creciente rol de proveedor
profesional? ¿Quedarán los establecimientos públicos educativos
El código civil y comercial y la ley 26.944 generan otros excluidos del régimen de responsabilidad previsto en el artícu­
interrogantes. lo 1767 del código cuando se configure una relación de consu­
mo? (Márquez).
1) Las funciones preventiva y punitiva Destacamos que en todos estos casos -y en tantos otros que
La ley 26.944 ha guardado silencio en torno a la función podrían concebirse por aplicación de la ley 24.240- las dispo­
preventiva y disuasiva del derecho de daños, plasmada en los siciones aplicables, en el supuesto de daños producidos en el
artículos 171O y concordantes del código civil y comercial y 52 marco de una relación de consumo, son las del código civil y
bis de la ley 24.240, en su ámbito específico. comercial, pues aquélla no regula la cuestión resarcitoria y remite
¿Significa ello que el Estado y sus funcionarios están al mar­ a este último.
gen de los deberes de prevención que la ley exige a cualquier El tema asume especial dimensión en materia de daños pu­
particular? O, lo que es igual, ¿que la denominada "responsabi­ nitivos (art. 52 bis, ley 24.240), también denominados "sanción
lidad civil preventiva" no rige en materia de responsabilidad pecuniaria disuasiva" en la redacción originaria del artículo 1714
estatal? del Anteproyecto de código civil y comercial.
Una respuesta afirmativa llevaría a una solución aberrante, El artículo 1º de la ley 26.944 expresamente dispone que "La
claramente inconstitucional. Conspiraría, además, en muchos ca­ sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado,
sos, contra estándares mínimos de eficiencia en la prestación del sus agentes y funcionarios".
buen servicio por parte de la administración.
Lo hace de manera absolutamente genérica.
¿El silencio del legislador tiene algún sentido? ¿Por qué tener
que recurrir a la analogía cuando, por tratarse de un tema medular, ¿Es la sanción pecuniaria disuasiva la misma figura que "los
que hace a la esencia misma de la función estatal, debería haber daños punitivos" del artículo 52 bis de la ley 24.240?
sido expresamente establecido? La respuesta afirmativa parecería imponerse, pues de lo con­
En nuestra opinión, los mayores problemas que genera el trario la normativa no tendría sentido, ya que haría referencia a
sistema concebido, en particular a partir de la sanción de la una figura inexistente.

182 183
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

Si esta interpretación es correcta, la norma deviene inconsti­ El federalismo, en una sociedad moderna, democrática y re­
tucional por varias razones. publicana, sólo puede ser invocado para ampliar derechos y
En primer lugar, porque vulnera la garantía de igualdad cons­ garantías de los ciudadanos y no para sustraerse de la respon­
titucional al consagrar una categoría de proveedore� profesionales sabilidad estatal y de los funcionarios. No debe ser enarbolado
privilegiados en una relación de consumo. para justificar constitucionalmente la degradación de los derechos
En segundo término, porque, · como consecuencia directa de y garantías de los ciudadanos que se deberían proteger en tér­
ello, lesiona en su substancia los derechos del consumidor que minos de igualdad constitucional (art. 16, CN). Eso es lo que
reconoce la Constitución Nacional (arts. 41, 42 y eones.), exce­ impone rectamente un sistema federal mixto, de corte fuertemente
diendo la normativa sus potestades reglamentarias desde la pers­ Alberdiano, como el que tenemos. Un sistema en el cual el de­
pectiva constitucional (art. 28). recho a la reparación se regula en normas de derecho común
Nosotros creemos que la normativa que nos ocupa denota un (público o privado, tanto da), aplicables estable y paritariamen­
grave retroceso institucional y pone en evidencia las verdaderas te a lo largo y ancho del país, sin reconocer categorías de da­
finalidades que ha tenido la ley 26.944: generar un ámbito de ñadores privilegiados y, correlativamente, de damnificados dis­
irresponsabilidad creciente para el Estado nacional y de impu­ criminados (Gelli).
nidad para sus funcionarios. El federalismo no puede (ni debe) ser seriamente invocado
Cuando la administración pública, centralizada o descentra­ para que el Estado nacional, provincial o municipal se exima
lizada, y, en su caso, sus funcionarios públicos responsables, de sus responsabilidades, particularmente de aquellas que surgen
asumen el rol de proveedor profesional en una relación de con­ del bloque de constitucionalidad.
sumo, deben quedar alcanzados, como cualquier otro, por el mar­ Las provincias y los municipios no pueden ampararse en sus
co normativo de orden público que contempla la ley 24.240, pretendidas competencias para reglamentar su propia responsa­
dentro del cual están los daños punitivos o sanción pecuniaria bilidad civil, ni alegar que obligarlas a resarcir basadas en es­
disuasiva. Una solución contraria es inconstitucional, por las ra­ tándares que surgen de normas de derecho común -incluso con
zones antes señaladas. jerarquía constitucional- implicaría avasallar su autonomía local.
El verdadero reto es, entonces, rebelarse contra esta aberración
3) Desnaturalización del federalismo
jurídica que se ha sancionado y enarbolar las banderas de la
Bajo la desnaturalizante invocación del federalismo se pre­ igualdad real, contenida en los artículos 16, 75, inciso 23, y
tende cobijar la indemnidad del Estado y la impunidad de sus concordantes de la Constitución Nacional, que conducen nece­
funcionarios y justificar la desigualdad de tratamiento de los sariamente a una cosmovisión paritaria y estable del derecho a
damnificados por el obrar de aquéllos. la reparación de los damnificados, a lo largo y ancho de todo
Decimos que es desnaturalizante porque el reclamo de fede­ el país, sin importar quién sea el dañador, si un particular o el
ralismo no legitima ni justifica que el Estado nacional, provincial Estado, nacional, provincial o municipal. Es, por lo demás, la
o municipal se sustraiga de un régimen unitario de responsabi­ solución que fluye de la Constitución y de los instrumentos in­
lidad por daños. ternacionales sobre derechos humanos.

184 185
I
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

4) Responsabilidad internacional del Estado argentino 5) Responsabilidad del funcionario público


(
El sistema proyectado conduce a que haya fuertes asimetrías i ¿ Qué decir de la responsabilidad del funcionario y del em­
¡
en el derecho resarcitorio de los damnificados de! obrar estatal, pleado público en el código civil y comercial y en la ley 26.944?
según quién haya sido el dañador y el dañado. Y ello determinará
El Anteproyecto reproducía, en lo sustancial, el excelente texto
que, tarde o temprano, el Estado nacional sea internacionalmente del artículo 1112 del código civil, cuya interpretación dio lugar a
condenado por organismos supranacionales de derechos huma­ un interesante debate doctrinal que no viene al caso reproducir.
nos, por falta de regulación y operatividad de la responsabilidad Una disposición que dio anclaje en derecho público común a la
estatal de manera paritaria para los ciudadanos del país (Gelli). responsabilidad del Estado, cualquiera sea el acie1to o crítica que
A quien es aplastado por un automóvil le importa poco que el mereciera tal interpretación. Y permitió una elaboración pacífica,
vehículo fuese manejado por un particular o por un empleado estable, seria y consolidada de la responsabilidad del Estado, a
de la administración pública nacional, provincial o municipal. través de la jurisprudencia de la Corte Suprema.
Su derecho a la reparación no debería variar por cualquiera de
Dicha norma fue reemplazada por otra que alcanzó concre­
dichas circunstancias.
ción legislativa y prescribe que "los hechos y las omisiones de
Pasar a un sistema como el que se ha adoptado llevará se­ los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones por
guramente a la condena internacional del Estado nacional por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones legales
incumplimiento de sus deberes de respetar, garantizar y proteger. que les están impuestas, se rigen por las normas y principios
El artículo 28 de la Convención Americana ---cláusula federal­ del derecho administrativo nacional o local según corresponda"
es claro en delimitar que el Estado nacional es responsable por (art. 1766).
el cumplimiento de las obligaciones que surgen de ésta. El Estado Una vez más el derecho administrativo nacional o local es
nacional no puede oponer como eximente de dicha responsabi­ erigido en la vía de indemnidad (o de impunidad) de los fun­
lidad internacional el pueril argumento de que, en el diseño de cionarios y agentes de la administración.
derecho constitucional interno de distribución de competencias Consideramos que la única interpretación razonable del texto
entre la Nación y las provincias, es posible que éstas regulen a proyectado es que sólo regula la responsabilidad del funcionario
su antojo su responsabilidad, con fuertes asimetrías que terminen público frente al propio Estado, al que está ligado por una re­
degradando el derecho de los ciudadanos, o dándoles un trato lación de derecho público. En ese contexto, puede ser entendible
arbitrariamente desigual. que se rija por disposiciones de esa naturaleza. Pero, aun en tal
La norma antes citada le impone al Estado nacional dos de­ caso, las normas del código civil y comercial serán aplicables
beres específicos. En primer lugar, ser él quien deba responder de manera supletoria (o por analogía), pues no media prohibición
por las violaciones, sin importar si el acto u omisión es de origen alguna para esto último.
nacional o provincial; en segundo término, adoptar las medidas Lógicamente, si el damnificado es un particular, no hay mo­
pertinentes para el cumplimiento de la Convención. tivo para que el funcionario o empleado no responda a tenor de

186 187
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

las reglas y principios del código civil y comercial, de manera § 13. Distintas tipologías de responsabilidad
concurrente con la administración pública (Ghersi). extracontractual del Estado
La responsabilidad civil de los funcionarios pú,blicos y agentes
de la administración debe estar sujeta a las mismas reglas que La responsabilidad extracontractual del Estado puede ser di­
se aplican para los particulares. Ello ha constituido un avance vidida, para su tratamiento sistemático, según provenga de la
republicano y democrático significativo. La fórmula normativa, actividad ilegítima de la administración o de su obrar legítimo.
si no es rectamente interpretada, vuelve a tiempos primitivos y En el primer supuesto, el menoscabo es causado por una
sienta estándares de protección a favor de los funcionarios pú­ conducta estatal objetivamente antijurídica, o sea, contraria al
blicos, propios de regímenes autoritarios, que resguardan a sus ordenamiento jurídico integralmente considerado.
funcionarios -directa o indirectamente- ante los reclamos de los La doctrina de la falta de servicio responde plenamente a
particulares darrmificados. esta idea, pues el funcionamiento defectuoso del servicio, pon­
derado en función de las leyes y reglamentos administrativos y,
en defecto de ellos, de los estándares objetivos de diligencia
§ 12. Responsabilidad contractual
debida, traduce en esencia una conducta antijurídica y objetiva­
· y extracontractual del Estado mente apartada del estándar de diligencia esperable.
La responsabilidad del Estado puede ser contractual (o por Naturalmente, para que se configure la responsabilidad no
incumplimiento obligacional) o extracontractual. La clasificación basta con la sola antijuridicidad de la conducta estatal. Es me­
que nos ocupa tiene, de lege lata, claras proyecciones al derecho nester, además, que haya daño resarcible, relación causal ade­
administrativo, con matices y variantes, cuyos alcances debemos cuada y un factor de atribución que es de naturaleza objetiva
ahora desentrañar. La ley 26.944 de responsabilidad del Estado (art. 3º, ley 26.944).
nacional la recepta expresamente (arts. 1º, 3º, 4º y 10). La responsabilidad extracontractual por actuación estatal ile­
La llamada responsabilidad contractual (obligacional) del Es­ gítima puede subdividirse según provenga de hechos o actos u
tado, como es obvio, se vincula, por lo general, a la temática del omisiones de la función administrativa propiamente dicha, le­
acto administrativo y específicamente de los contratos adminis­ gislativa (normativa) o judicial, lo cual supone un tratamiento
trativos, por lo que su estudio corresponde, en principio, al derecho diferenciado de· cada uno de estos supuestos que permita cali­
administrativo, sin que obste a esta conclusión el hecho de que brar las peculiaridades que presenta allí la problemática que nos
puedan ser aplicables supletoriamente, por analogía, según algu­ ocupa.
nos, o de modo directo y subsidiario, de acuerdo con la opinión De igual modo, la respqnsabilidad por el hecho de la cosa
de otros, las normas y principios establecidos en el código civil de la que el Estado es dueño o guardián o por actividades ries­
que rigen la responsabilidad por daños, en todo aquello que no gosas (arts. 1757, 1758 y eones., Cód.Civ.Com.; 40, ley 24.240),
haya sido reglado por normas de derecho público común o, claro se insertan en el terreno de la actuación estatal ilegítima, habida
está, por los propios términos de la contratación administrativa cuenta de existir un momento de antijuridicidad objetiva en la
(arg. arts. 2º, Cód.Civ.Coni. y 16, Cód. Civ. anterior). causación del daño.
188 189
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

En materia de responsabilidad por actos ilegítimos del Esta­ daños que experimenta el hombre de nuestro tiempo suelen ser
do rige el principio de reparación plena o integral del daño oca­ atribuidos "aomisiones de los gobernantes encargados de velar
sionado. para que todos los ciudadanos puedan disfrutar las mejores con­
La responsabilidad extracontractual del Estado'puede provenir diciones de vida, protegiendo su seguridad, salud, propiedad y
también de una actividad legítima, de naturaleza administrativa, libertad de locomoción, entre otros derechos y valores indivi­
legislativa o judicial, que sacrifica intereses particulares en be­ duales y colectivos".
neficio del interés general (arts. 4º y 5 º, ley 26.944). Se trata Es cierto, evidentemente, que el Estado no puede garanti­
de una cuestión relevante, que ha adquirido significativa dimen­ zar que con su actividad podrá impedir que los ciudadanos sufran
sión en el terreno del derecho administrativo, a la luz de la daños, ni dar satisfacción a reclamos que muchas veces suelen
doctrina del sacrificio especial, con sólido sustento en la garantía ser inviables de satisfacer por imposibilidad económica y por
de igualdad ante las cargas públicas (art. 16, CN). Es a todas luces carencia de medios humanos. No obstante ello, resulta indudable
razonable que, si el Estado adopta medidas legítimas, en aras que, en muchos casos, la no adopción de medidas en ejercicio
del interés general, que repercuten de modo desproporcionado de poder de policía administrativa, por ejemplo, de naturaleza
en ciertos particulares, no pueda exigírsele a éstos que soporten preventiva o de fiscalización, idóneas para evitar la producción
estoicamente el perjuicio en beneficio comunitario. Elementales de un suceso dañoso, puede devenir apta para tornar su proceder
razones de justicia conmutativa conducen a la reparación. antijurídico, configurar una falta de servicio y abrir las puertas
Se ha controvertido, sin embargo, acerbamente, si la extensión a la responsabilidad patrimonial y, en su caso, del funcionario
del resarcimiento que corresponde atribuir al damnificado en público involucrado.
tales supuestos debe ser integral o limitada al valor objetivo del Las omisiones del Estado aptas para comprometer su respon­
derecho sacrificado, con exclusión del lucro cesante y del daño sabilidad requieren, por ende, de una cuidadosa modulación, que
moral. El debate ha tenido un nuevo elemento de valoración, evite, por un lado, convertirlo en una suerte de asegurador de
luego de la sanción de la ley 26.944 que se inserta decididamente los riesgos que todo ciudadano corre por el hecho de vivir en
en esta última orientación (art. 5º). comunidad, en una sociedad plagada de asechanzas, y, por otro,
Cada una de estas tipologías, si bien reconocen un sustrato
común, presentan peculiaridades que toman conveniente -incluso Miguel, Tratado de derecho administrativo, t. IV, ps. 740 y ss.; LÓPEZ MESA,
desde el punto de vista didáctico- la metodología propuesta. Marcelo, en TRIGO REPRESAS, F. A. y LÓPEZ MESA, M., Tratado de la respon­
sabilidad civil, t. IV, ps. 120 y ss.; RAMOS MARTÍNEZ, María Florencia, La nueva
ley de responsabilidad del Estado y el interés público, en RCyS 2014-IX-26; ZAVALA
§ 14. Responsabilidad del Estado por omisión4 DE GONZÁLEZ, Matilde, Responsabilidad por omisión frente a víctimas de violencia
familiar, en LL 2014-E-276; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, La responsa­
a) Planteo de la cuestión bilidad del Estado por omisión en la experiencia jurisprudencia/, en BUERES, A. y
Ha señalado Cassagne, con razón, que buena parte de los KEMELMAJER DE CARLUCCI, A. (dirs.), Responsabilidad por daños en el tercer
milenio, p. 487. Cfr. LORENZETTI, Ricardo, Notas sobre la responsabilidad civil
por omisión, en Zeus 33-D-55; PIZARRO, Ramón Daniel, Algunas reflexiones en
4 Bibliografía complementaria s.ugerida: RAMOS MARTÍNEZ, María Florencia, tomo a la responsabilidad del Estado por inactividad ilegítima, en JA del 8-10-2014,
Responsabilidad del Estado por omisión, Astrea, Buenos Aires, 2019; MARIENHOFF, ps. 14 y ss., en esp. n. IV, ps. 18/19.

190 191
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

permitirle que alegremente se desentienda, por vía omisiva, del mente restrictiva y luce en pugna con los criterios más flexibles
cumplimiento de deberes que ineludiblemente pesan sobre él. que ha modulado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a
partir del caso "Mosca".
b) Marco normativo El legislador ha tenido la intención evidente de generar un ám­
bito ultraprotector del Estado y de sus funcionarios públicos,
Hasta la sanción de la ley federal 26.944, aplicable únicamente circunscribiendo la responsabilidad por omisión únicamente a
a la responsabilidad del Estado nacional, no encontrábamos en aquellos casos en los cuales exista un deber normativo de ac­
el derecho administrativo una normativa específica que regulara tuación expreso y determinado. Una responsabilidad que luce
la responsabilidad del Estado por omisión, razón por la cual se asociada, ligada, anclada a lo que se denomina derecho admi­
acudió al código civil (de manera supletoria; por analogía, según nistrativo reglamentario. Sólo cuando una norma le imponga ac­
algunos, o por aplicación directa e integrativa de sus normas, tuar de manera determinada y no lo haga, podrán ver compro­
en opinión de otros), que contenía disposiciones relevantes en metida su responsabilidad. Va de suyo que, en defecto de tal
esta materia: los artículos 1074 y 1112, en el caso del código previsión normativa, la responsabilidad por omisión no se con­
anterior, y los ya referenciados artículos 1710, 1717 y 1749 del figura. Con ello ha reducido arbitrariamente la antijuridicidad a
nuevo código civil y comercial. la ilegalidad (omisión contraria a un mandato normativo expre­
La necesidad de acudir al código civil y comercial, por vía so), dejando de lado de modo intolerable "los principios gene­
de analogía, subsiste después de la sanción de la ley 26.944, rales, con relevante contenido axiológico, que también pueden
toda vez que esta normativa se aplica exclusivamente a la res­ fundamentar la responsabilidad del Estado o de cualquier otro
ponsabilidad del Estado nacional (y a aquellas provincias que sujeto" (Zavala de González).
adhieran a la misma, art. 11). Va de suyo que en defecto de Nosotros creemos que tal solución es regresiva y claramente
previsión normativa de derecho público, habrá que aplicar ana­ inconstitucional, pues deja al margen de reparación los daños
lógicamente las normas del código civil y comercial oportuna­ provenientes de omisiones antijurídicas en situaciones discrecio­
mente estudiadas (argum. art. 2º). nales, en las que se abre un abanico de opciones y no un camino
protocolar exclusivo, expreso y determinado. Si bien en estos
c) La cuestión en la ley 26.944 casos los criterios deben ser razonablemente más estrictos, no
parece admisible descartar que pueda configurarse la responsa­
La responsabilidad del Estado nacional por falta de servi­
bilidad estatal por omisión antijurídica. Aquí también operan los
cio consistente en una omisión irregular ha sido reglada en el ar­
principios de razonabilidad y de no dañar (arts. 28 y 19, CN).
tículo 3º, inciso d, de la ley federal 26.944 en términos muy res­
trictivos. Sólo se configura cuando se verifique la inobservancia La norma bajo análisis termina inclusive consagrando un cri­
de un deber normativo de actuación expreso y determinado. terio de prevención del daño por parte del Estado más flexi­
Llama la atención que no se haya regulado expresamente la ble y distendido que el que el código civil y comercial determina
responsabilidad del Estado por inactividad legítima. para los particulares en su artículo 1710, lo cual es absurdo.
La solución adoptada es, al menos en apariencia, extremada- Admitimos que, como principio, el Estado debe responder

192 193
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA

en aquellos casos en los cuales exista un deber normativo de la ley, sino también sus finalidades, los principios y valores ju­
actuación determinado y expreso. Sin embargo, la ponderación rídicos de modo coherente con todo el ordenamiento, nacional
de esto último no puede estar sujeta a parámetros rigurosamente y supranacional, a la luz del principio de la buena fe y el ejercicio
formales, pues, de lo contrario, bastaría con no reglamentar la regular de los derechos (arts. 2º, 9º, 12 y eones.).
actividad estatal, o hacerlo de manera muy vaga y genérica, para Volvamos a la ley 26.944. La regulación normativa es igual­
enervar la existencia de una norma que imponga actuar en sentido mente restrictiva en materia de relación de causalidad, por cuanto,
específico. La omisión de legislar cuando corresponda hacerlo sin razón valedera, exige que la relación causal adecuada sea,
y de establecer deberes específicos, cuando éstos resulten indis­ además, directa, irunediata y exclusiva, todo lo cual limita en
pensables para el buen cumplimiento de las funciones del Estado, forma significativa la reparación de los daños provocados por
importa inobservancia de un deber normativo de actuación ex­ el accionar estatal legítimo.
preso y determinado impuesto por la propia Constitución Na­ Es particularmente criticable la exigencia de exclusividad, que
cional (art. 43), por los Tratados de Derechos Humanos (art. 75, lleva al siguiente absurdo: basta con que un tercero intervenga
inc. 22, CN), y por los principios y fines del Estado de Derecho. concausalmente junto al Estado en la producción de un daño,
Habrá que ponderar, a la luz de los estándares que la Cor­ para excluir la responsabilidad de este último. Algo que está en
te lúcidamente ha fijado en el caso "Mosca" (CSJN, 6-3-2007, pugna con todos los principios más elementales que rigen la
"Mosca, Rugo A. e/Provincia de Buenos Aires y otros", Fa­ causalidad concurrente. Tal solución· viola el principio de razo­
llos: 330:563), la responsabilidad que puede caberle al Estado nabilidad de las leyes (art. 28, CN), pues altera el contenido
por omisión de mandatos jurídicos indeterminados, con criterio esencial de los derechos, en particular de la propiedad (art. 17,
estricto, valorando los bienes jurídicos protegidos y las conse­ CN). Quebranta, también, la garantía de igualdad ante la ley,
cuencias generalizables de la decisión a tomar. dando al Estado nacional un trato privilegiado a la hora de de­
El deber de actuar omitido deberá ser determinado ponderando linear los estándares que rigen su responsabilidad por omisión,
todo el ordenamiento jurídico integralmente considerado, lo cual y el derecho a la reparación de los damnificados por tales in­
incluye a los principios generales del derecho, estén o no regu­ conductas.
lados en la Constitución o en Tratados Internacionales. A tal
fin, se deberá apreciar si se dispusieron los medios razonables § 15. El factor de atribución en la
para el cumplimiento del servicio, el lazo que une al damnificado responsabilidad del Estado
con este último, el grado de previsibilidad y evitabilidad del Dos son los factores de atribución específicos de la temática
daño, conforme a la capacidad razonable de prever el curso nor­ que nos ocupa, que se suman a otros tratados con anterioridad
mal y ordinario de las cosas, y los medios que se disponen. (riesgo creado, garantía, equidad): la falta de servicio (en la res­
El plexo normativo contenido en el "Título preliminar" del ponsabilidad estatal por actividad ilegítima) y el sacrificio es­
nuevo código civil y comercial es claro y categórico en tal sentido pecial (en la responsabilidad del Estado por actividad legítima
y obliga al intérprete a ponderar, a la hora de formular un juicio que sacrifica intereses individuales).
de juridicidad-antijuridicidad, no sólo las palabras formales de Los analizaremos brevemente.
194 19S
F

RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA


RAMÓN DANIEL PtZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS

§ 16. La falta de servicio personas que se hallan transitoriamente detenidas en comisarías;


deficiente prestación del servicio de salud en establecimientos
a) Caracterización asistenciales estatales; falta de control por parte del Estado de
l
establecimientos sanitarios privados; actividad irregular de la
Esta doctrina goza de enorme prestigio y predicamento, tanto Administración Nacional de Aduanas por interdicción de ma­
en Francia como entre nosotros, particularmente luego de su quinarias por ella decretada, y por exceso en la adopción de
recepción por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia medidas precautorias y de prevención legalmente autoriza­
de la Nación a partir de la causa "Vadell" del año 1984. das; defectuoso funcionamiento de la Inspección General de Jus­
Ha sido receptada en forma expresa, en fecha reciente, por ticia; la falta de servicio atribuible a la Dirección Nacional de
el artículo 3 º, inciso d, de la ley 26.944 de responsabilidad del Migraciones; inadecuado ejercicio del poder de policía en es­
Estado nacional. pectáculos públicos; deficiencias en el servicio de policía de
tránsito vehicular; falta de servicio de registro de personas; fallas
Conforme a su formulación más difundida, la noción de falta en el ejercicio del poder de policía sanitaria, entre otros su­
de servicio debe ser edificada poniendo la mira en la adminis­ puestos.
tración pública y en el incumplimiento por parte de ella de las
normas del servicio que lo gobiernan y que prescriben la manera
como debe funcionar y ser organizado. Hay falta de servicio b) Alegación y prueba
que compromete la responsabilidad del Estado cuando un ser­
vicio no funciona, o cuando funciona mal o tardíamente. La Quien pretenda ser indemnizado debe dar cumplimiento a la
ley 26.944, en su artículo 3 º, inciso d, la define como "una carga procesal de individualizar cuál ha sido la actividad que
actuación u omisión irregular de parte del Estado", precisando específicamente se reputa como irregular, sin que baste a tal efecto
que "la omisión sólo genera responsabilidad cuando se verifica con hacer referencia a una serie genérica de actos y hechos sin
la inobservancia de un deber normativo de actuación expreso calificarlos singularmente. Se tiene que decir cuál era el servicio
y determinado". que correspondía ser prestado por el Estado y probar que éste no
Es una construcción que modula el estándar de responsabi­ funcionó, o que funcionó mal o tardíamente, debiendo valorarse
lidad estatal con base en uno de diligencia objetivada, muy útil la relación causal entre la mala organización del servicio y el daño
en ciertos ámbitos de aquélla, pero absolutamente insuficiente infligido, siendo dicha responsabilidad objetiva. Dicho de otro
en otros. modo, tiene que alegar y, en principio, probar en qué consistió la
falta de servicio o, lo que es igual, su defectuosa, irregular o
Se inscriben dentro de esta doctrina abierta, entre otros, los anómala prestación o funcionamiento.
siguientes supuestos de responsabilidad estatal por falta de ser­
vicio: inadecuado funcionamiento del servicio de justicia, irre-• Lógicamente, pesa también sobre el actor la demostración
gularidades en los registros de la propiedad; deficiente ejercicio del daño patrimonial o moral derivado de la falta de servicio y
del poder de policía edilicio, irregular prestación del servicio la conexión causal entre ambos extremos, siendo aplicables los
penitenciario en establecimientos carcelarios o en el cuidado de principios generales.
197
196
t
!
¡
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD DE LA PERSONA JURÍDICA
t.
¡
c) ¿Es la doctrina de la falta de servicio el único b) Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un
fundamento en materia de responsabilidad órgano estatal.
del Estado por actividad ilegítima? c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o inac­
Así parece entenderlo una calificada doctrina, que sostiene en­ tividad del órgano y el daño cuya reparación se persigue.
fáticamente dicha aseveración. Tratándose de responsabilidad por d) Falta de servicio consistente en una actuación u omisión
acto ilícito o ilegítimo, el único factor de atribución aplicable irregular por parte del Estado; la omisión sólo genera la respon­
sería la falta de servicio, en tanto que, en materia de responsa­ sabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber nor­
bilidad por actos lícitos, el factor de atribución anidaría en la mativo de actuación expreso y determinado".
idea de sacrificio especial, corolario necesario del principio de La regulación normativa se ajusta, salvo en materia de falta
igualdad constitucional frente a las cargas públicas. de servicio por omisión estatal ilegítima, a los parámetros juris­
Concebida de tal modo la cuestión, el artículo 1757 del nuevo prudenciales modulados por la Corte Suprema de Justicia de la
código no sería aplicable, ni siquiera por analogía, por lo que Nación anteriormente indicados.
también los daños causados por el riesgo o vicio de la cosa de
la que el Estado es dueño o guardián (v. gr., un automotor)
§ 17. Sacrificio especial
debería resolverse por aplicación de la mencionada doctrina de
la falta de servicio. Constituye el factor objetivo de atribución emblemático en
Nos parece una idea absolutamente inaceptable, que ha sido la responsabilidad del Estado por actividad legítima que sacrifica
descalificada por la propia jurisprudencia de la Corte Suprema, intereses individuales en beneficio del interés general.
que vieiie aplicando sin vaciiaciones dicha normativa para con­ Su fundamento anida en la garantía de igualdad o proporcio­
denar al Estado (Andrada). No hay razón alguna para no hacerlo. nalidad constitucional ante las cargas públicas.
Reconocer que la falta de servicio sea factor de atribución de Para que opere la responsabilidad del Estado basada en este
responsabilidad del Estado por actividad ilícita o ilegítima no factor de atribución, es menester que éste, obrando legítimai;nen­
significa, en modo alguno, que sea el único posible. te, cause un daño a un particular, que ese menoscabo sea expe­
rimentado por éste de manera injusta y desigual, imponiéndole
d) La responsabilidad por falta de servicio en la ley 26.944
de tal modo un sacrificio especial que no está obligado por ley
Está receptada en el artículo 3 º, que regula la responsabilidad a soportar y que la equidad no tolera (Altamira Gigena). Se trata
del Estado por actividad y por inactividad ilegítima, con basa­ de un sacrificio calificado, que coloca al damnificado en una
mento en la falta de servicio. situación de grave desigualdad como para dar lugar a la tutela
Dispone dicha norma: constitucional que emerge del artículo 16 de la Constitución Na­
"Son requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad cional. Para que tal situación se configure, es indispensable que
e inactividad ilegítima: el sacrificio haya sido hecho en beneficio de toda la comunidad
a) Daño cierto, debidamente acreditado por quien lo invoca o, lo que es igual, que haya respondido a finalidades de interés
y mensurable en dinero. general o colectivo (art. 4º, ley 26.944).

198 199

j
RAMÓN DANIEL PIZAR.RO - CARLOS GusTAYO VALLESPINOS

Entre los principales supuestos de aplicación de la tipología


que nos ocupa, mencionamos:
a) Los daños derivados de ejecución de obras públicas legí­
timas, en particular en los casos que provocaban inunda­
ciones, afectando a sus propietarios.
b) La responsabilidad por actos normativos, que tiene carácter
CAPÍTULO XXIII
excepcional. Cuando se trata de una actividad lícita el
principio es la no responsabilidad. Sólo cabe apartarse de RESPONSABILIDADES ESPECIALES
esa premisa en supuestos específicos que deben ser rigu­
rosamente calibrados. RESPONSABILIDAD EN EL TRANSPORTE
c) Revocación legítima de actos administrativos por razones TERRESTRE DE PERSONAS Y COSAS
de oportunidad, mérito o conveniencia.
d) Son también hipótesis de responsabilidad del Estado por § l. Modalidades del transporte
actividad lícita la ocupación regular y temporánea de bie­ y del contrato de transporte
nes de particulares, o su requisición en tiempos de guerra.
El transporte es una actividad "que tiene por finalidad el des­
plazamiento geográfico de cosas y personas, por medios terres­
tres, aéreos o navieros" (Lorenzetti). Su importancia es enorme
en el plano de las relaciones sociales que son inconcebibles sin
él. La vida cotidiana impone la necesidad de que millones de
personas deban movilizarse desde y hacia distintos lugares para
dar satisfacción a necesidades de distinta índole. Sin el transporte,
ello devendría virtualmente ilusorio.
El transporte puede ser realizado bajo distintas modalidades
cuya ponderación genera importantes consecuencias jurídicas y
regímenes no siempre coincidentes.
Atendiendo al interés involucrado, puede dar lugar a un con­
trato privado o a un servicio público, tal lo que sucede con el
transporte automotor de pasajeros. El emplazamiento del trans­
porte dentro de este parámetro determina que el servicio deba
ser prestado de manera obligatoria, igualitaria y regular, lo cual
impide que el transportador pueda negarse a transportar a un
pasajero si se reúnen los requisitos exigidos por el ordenamiento
jurídico.
200 201
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES

Ponderando la causa que lo genera, el transporte puede ser como hemos señalado anteriormente, por el código civil y co­
contractual o no contractual. Dentro de este último supuesto mercial y por la normativa especial, según el mismo se realice
una calificada doctrina incluye al transporte benévolo, realizado por vía ferroviaria o por automotor.
por quien no está organizado profesionalmente y. con ánimo de El transporte ferroviario está regulado por las disposiciones
favor o gentileza, sin contraprestación alguna. de la ley 2873 de 1891, complementada por el reglamento general
El contrato de transporte, como ya se ha dicho, es habitual­ de ferrocarriles del año 1939.
mente oneroso. Dicha modalidad es la que regula el código civil El transporte automotor puede ser de pasajeros o de cargas.
y comercial en sus artículos 1280 y siguientes. Nada impide, El de pasajeros está regulado por decreto 958/92, en el ámbito
sin embargo, que pueda ser gratuito. En tal caso, la causa fin de la jurisdicción nacional y por diversas normativas provinciales.
del contrato está ligada a un propósito concreto de liberalidad Suele ser clasificado en transporte de servicio público, de tráfico
o al ánimo de beneficiar a alguien. El mismo no está regido por libre, para el turismo y ejecutivo. El de cargas está reglado por
las reglas del Capítulo 7, Sección 3\ Título IV del Libro Tercero, la ley 24.653, que estableció normativa para el transporte de
excepto cuando es "efectuado por un transportista que ofrece cargas automotor, con finalidad de alcanzar plena libertad de
sus servicios al público en el curso de su actividad". Tal lo que contratación y tráfico, aplicándose a todo traslado de bienes en
sucede con los escolares autorizados a viajar sin cargo. automotor.
Conforme habremos de verlo más adelante, la responsabilidad
Ninguna de las normativas antes citadas ha sido derogada
del transportista por los daños sufridos por las personas trans­
por la ley 26.994, por lo que continúan rigiendo y deben ser
portadas no varía por el hecho de la gratuidad del transporte
armonizadas con las disposiciones del código civil y comercial.
(argum. arts. 1286, 1753, 1757 y 1758, Cód.Civ.Com.).
El transporte puede ser de personas o de cosas. El transporte marítimo es regulado por la ley 20.094, con
excepción de las pequeñas embarcaciones, referidas en el artícu­
El primero está reglado por el código civil y comercial en
lo 206 del código de comercio.
sus artículos 1288 a 1295. El segundo en los artículos 1 . 296
a 1318 del mismo cuerpo normativo. Para el transporte aéreo rigen internamente las disposiciones
Las normas del código se aplican cualquiera sea el medio del código aeronáutico (ley 17.285).
empleado para el transporte, con excepción de lo que dispongan Finalmente, atendiendo a su conexidad con otros contratos,
las leyes especiales (art. 1281, Cód.Civ.Com.). Tal lo que sucede el transporte puede ser calificado o multimodal. En el primer
con las disposiciones del código aeronáutico (ley 17.285) y de caso, el contrato se halla inserto dentro de una estructura negocia!
la ley de la navegación (ley 20.094). El transporte multimodal más amplia, que lo altera y modifica en algunos aspectos. Así,
se rige por una ley especial (ley 24.921). por ejemplo, el transporte escolar, el de personas en ambulancias,
El transporte de personas, por su parte, está regulado según el de caudales, frecuentemente están conectados con un contrato
el medio que se utilice, por el código civil y comercial, el código de educación ai que le sirve el transporte, con un plan prestacional
aeronáutico y la ley de la navegación. de salud o con un contrato de depósito.
Dentro del transporte terrestre de personas y cosas, se rige, El transporte multimodal se caracteriza -como su nombre lo

202 203

o
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPINOS

indica- por la conexidad de contratos de transporte por distintos curso de su actividad" (art. 1282). Dicha relación se rige por las
medios y está reglado por las disposiciones de la ley 24.921. normas del contrato de los servicios gratuitos (arts. 1251 y ss.).
Son partes en el contrato de transporte, por un lado, el trans­
portista o porteador, y, por otro, el pasajero o cargador.
§ 2. El contrato de transporte en el . código
civil y comercial. Nociones básicas El contrato de transporte ordinariamente da lugar a una re­
lación de consumo y puede ser tipificado en tales casos como
a) Método seguido c?�trato de consumo. En tal supuesto son aplicables las dispo­
La figura que nos ocupa ha sido reglada en el Capítulo 7, s1c1one� de los artículos 1092 y siguientes del código civil y
Título IV, Libro Tercero, entre los artículos 1280 y 1318. comercial, de la ley 24.240 y en materia de transporte público
de pasajeros las normas de derecho administrativo nacional y
El mismo se divide en tres secciones: la primera, disposiciones
local que regulan la prestación de servicios públicos.
generales (arts. 1280 a 1287), la segunda, dedicada al transporte
de personas (arts. 1288 a 1295) y la tercera al transporte de Corolario de lo señalado anteriormente es la disposición con­
cosas (arts. 1296 a 1318). tenida en el primer párrafo del artículo 1283 del código civil y
comercial: "El transportista que ofrece sus servicios al público
En la primera se inserta la normativa de carácter general,
está obligado a aceptar los pedidos compatibles con los medios
aplicable al transporte de personas y de cosas. En las dos res­
ordinarios de que dispone, excepto que exista un motivo serio
tantes, las disposiciones específicas relativas a cada una de estas
de rechazo; y el pasajero o el cargador están obligados a seguir
tipologías.
las instrucciones dadas por el transportista conforme a la ley o
los reglamentos".
b) Disposiciones generales del código El contrato requiere para su configuración:
en materia de transporte I. Que el transportista se obligue a trasladar personas o
1) Caracterización del contrato de transporte cosas desde un punto geográfico a otro, en las condiciones
establecidas y, en defecto de las mismas, conforme a los
La actividad del transporte de personas y cosas se canaliza usos y costumbres del lugar donde debe iniciarse el trans­
jurídicamente, por lo general, a través de un contrato de trans­ porte, en un marco de indemnidad (arts. 1284, 1286, 1289
porte. "Hay contrato de transporte cuando una parte llamada y eones., Cód.Civ.Com.).
transportista o porteador se obliga a trasladar personas o cosas
Salvo supuestos de excepción, se trata de una obligación
de un lugar a otro, y la otra, llamada pasajero o cargador, se
de resultado, alcanzada, veremos luego, por las reglas
obliga a pagar un precio o flete". Tal es la definición normativa
que hemos estudiado en el Capítulo XXI de esta obra.
contenida en el artículo 1280 del código civil y comercial, que
únicamente contempla el transporte oneroso. II. Que el traslado asumido pc¡r el transportista se realice
por el medio acordado.
El transporte gratuito no está regido por las reglas del Ca­
pítulo 7, Título IV, Libro Tercero, excepto cuando es efectuado ill. El pago de un precio en dinero.
"por un transportista que ofrece sus servicios al público en el IV. La garantía de indemnidad respecto de las personas y

205
204

,(;·
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES

cosas transportadas por los daños que puedan producirse de una parte del flete proporcional al retraso, de modo tal que
en ocasión del transporte (arts. 1289, inc. e, 1306 y eones.; pierde el total si el tiempo insumido es el doble del plazo en �l
Cód.Civ.Com.). El tema que nos interesa, a los fines de que debió cumplir (art. 1285). Esto último, insistimos, "no impide
nuestra obra, se vincula con esta última c4estión. reclamar los mayores daños causados por el atraso" (art. 1285,
Tal como está reglado en el código civil y comercial, el con­ último párrafo).
trato de transporte es consensual, bilateral, oneroso, conmutativo,
de ejecución continuada y no formal. Generalmente se realiza 11. Daños causados a las personas y cargas transportadas
por adhesión a cláusulas generales predispuestas (arts. 984 y ss.); El transportista se obliga a trasladar al pasajero a destino,
en importantes sectores de la actividad económica puede ser un junto con su equipaje (transporte de personas) o a la carga (trans­
contrato de consumo alcanzado por lo establecido en los artícu­ porte de carga) por el medio acordado, en las condiciones y
los 1092 y siguientes del código civil y comercial y por las tiempo fijados (arts. 1284, 1289, 1291, 1293 y eones.).
disposiciones de la ley 24.240 de defensa del consumidor, con
Ahora bien, el transportista no solamente se obliga a trasportar
excepción del transporte aéreo a tenor de lo dispuesto por el
al pasajero o a la carga a destino, en la forma, modo y tiempo
artículo 63 de esta última normativa. Tratándose de un contrato
establecidos, sino que debe hacerlo en condiciones de indemni­
de consumo, se patentiza y potencia el carácter profesional de
dad. Asume, de tal modo, una obligación expresa de seguridad.
la actividad, que contrapone a un experto frente a un profano,
Así lo establece el código civil y comercial en sus artículos 1286,
con todo lo que ello implica en su proyección jurídica.
1289, inciso c, 1291 y concordantes. La normativa coincide con
lo dispuesto por el artículo 65 de la ley 2873 de transporte fe­
2) Responsabilidad del transportista rroviario, por los artículos 139, 140, 142, 143 y concordantes
del código aeronáutico (ley 17 .825), por los artículos 330, 331
l. Responsabilidad por retraso
y concordantes de la ley de la navegación 20.094 y -muy es­
El transportista responde objetivamente por los daños y per­ pecialmente- con lo prescripto en los artículos 5º, 6º y 40 ·de
juicios moratorios que el retraso en el cumplimiento de su obli­ la ley 24.240 de defensa del consumidor.
gación genere a la otra parte. Su obligación de cumplir en tiempo La solución se justifica acudiendo al sentido común: el trans­
propio es de resultado, por lo que sólo se libera probando la portista asume la obligación de conducir a destino al pasajero
causa ajena (art. 1285). y a la carga en condiciones de indemnidad. Es evidente que no
Tratándose de retraso imputable en el cumplimiento del con­ cumple con lo ¡1'actado contractualmente cuando con motivo del
trato de transporte de personas rigen los principios ordinarios transporte aquél sufre daños en su persona o en sus bienes, o
de la responsabilidad civil moratoria. el porteador experimenta un perjuicio por la destrucción o de­
En caso de retraso imputable en el cumplimiento de las obli­ terioro de la carga transportada, supuestos que comprometen ob­
gaciones emergentes del contrato de transporte de cosas, el prin­ jetivamente la responsabilidad civil, a menos que acredite la
cipio es el mismo, sólo que la ley fija un "piso" indemnizatorio, ruptura del nexo causal.
presumiendo el daño de manera ÜTefragable: el transportista pier- En ambos casos la responsabilidad del transportista es obje-

206 207
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
REsPONSABILIDADES ESPECIALES

tiva. Así lo dispone el artículo 1286 del código civil y comercial:


de esa conclusión, máxime teniendo en cuenta que el transportista
"Responsabilidad del transportista. La responsabilidad �el trans­
"sólo se exime probando la causa ajena", eximente propia y
portista por daños a las personas transportadas está suJeta a lo
característica de un régimen ordinario de responsabilidad objetiva
dispuesto en los artículos 1757 y siguientes.
(art. 1722).
Si el transporte es de cosas, el transportista se excusa probando
La naturaleza, esencia y fundamento de la responsabilidad
la causa ajena. El vicio propio de la cosa transportada es con­
del transportista no muta, de tal modo, por el hecho de que lo
siderado causa ajena".
transportado sean personas (pasajeros) o cosas (mercaderías), sin
La norma distingue la responsabilidad del transportista en el perjuicio de algunas particularidades que el régimen resarcitorio
transporte de personas y de cosas, con una redacción cuanto pueda presentar en una y otra tipología.
menos poco depurada.
En el primer caso, deja claro que la responsabilidad por daños
a las personas transportadas, que incluye su equipaje de mano e) Naturaleza de esta responsabilidad
(rut. 1293), es objetiva, y regida por lo dispuesto en los artícu­
los 1757 y siguientes. En nuestra opinión, la responsabilidad del transportista por
La remisión normativa que realiza el artículo 1286 es incom­ daños causados a las personas transportadas y por menoscabos
pleta, pues debió haber sido efectuada también con relación al a la carga transportada, frente a su cocontratante, tiene naturaleza
artículo 1753, que regula la responsabilidad del principal por el contractual. Es la solución que fluye de los artículos 1280, 1286
hecho del dependiente y del deudor por los auxiliares, colabo­ y concordantes del código civil y comercial. Por tal motivo, en
radores o sustitutos de los que se vale para cumplir. estos supuestos podrá ser de aplicación la regla de previsibili­
dad contractual agravada para el caso de dolo que contempla
La norma es menos clara a la hora de calibrar la responsa­
el artículo 1728, última parte, que hemos estudiado en otro
bilidad del transportista de cosas por daños a la carga transportada
capítulo.
(art. 1286, segundo párrafo), donde se limita a señalar: "Si el •
transporte es de cosas, el transportista se excusa proband� la Si quien resulta perjudicado es un tercero, la responsabilidad
causa ajena. El vicio propio de la cosa transportada es conside­ tiene naturaleza extracontractual.
rado causa ajena". Remarcamos que, en lo sustancial, en uno y otro caso el
A diferencia del supuesto anterior, no se indica cuál es la marco normativo es el mismo.
normativa a la que está sujeta esta responsabilidad, lo cual llama 1) Rige un estándar de responsabilidad objetiva, con basa­
poderosamente la atención. mento en el riesgo creado.
Creemos que el régimen normativo aplicable es el mismo 2) Es aplicable el régimen de responsabilidad por actividades
y que también la responsabilidad del transportista de cosas es,
riesgosas y por el hecho de las cosas que prevén los ar­
como regla, objetiva, basada en lo dispuesto por los artículos
tículos 1757 y 1758 del código civil y comercial, y en su
1753, 1757 y siguientes, y en su ámbito específico en el artícu­ ámbito específico las previsiones del artículo 40 de la ley
lo 40 de la ley 24.240. No hay razón alguna que permita apartarse
de defensa del consumidor.
208
209
f-
t
¡ RESPONSABILIDADES ESPECIALES
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

3) El transportista sólo se excusa probando la causa aj�na 4) El dueño y el guardián del vehículo (arts. 1757 y 1758,
(arts. 1286, 1722, 1723, 1557 y 1758, Cód.Civ.Com.). Cód:Civ.Com.) cuando dichas calidades recaigan sobre una
El vicio propio de la cosa transportada es considerado persona distinta del transportista.
causa ajena (art. 1286). 5) En su caso, el asegurador de cualquiera de dichos legiti­
mados pasivos (argum. art. 118, ley de seguros).
4) El plazo de prescripción es idéntico: dos años (art. 2562,
inc. d, Cód.Civ.Com.). 6) El Estado por omisión de los deberes de poder de policía,
cuando la empresa de transporte carece de seguro obligatorio.

d) Legitimación activa § 3. Responsabilidad del transportista por


Rigen los principios generales en materia de daño patrimonial daños a las personas transportadas1
y extrapatrimonial (arts. 730, 1738 a 1741, 1745, 1746 y eones., a) El daño resarcible
Cód.Civ.Com.).
El transportista responde objetivamente por los daños sufridos
por las personas transportadas, con sujeción a lo dispuesto por
e) Legitimación pasiva
los artículos 1757 y siguientes del código civil y comercial. Si
¿ Quiénes deben responder frente al pasajero damnificado (y en el transporte se enmarca en el ámbito de una relación de consumo,
caso de muerte, a los legitimados activos indirectos) en el supuesto su responsabilidad se sustenta, además, en lo dispuesto por los
previsto por el artículo 1286 del código civil y comercial? artículos 5º y 40 de la ley 24.240.
1) En primer lugar, el transportista, cuya responsabilidad En todos los casos, la responsabilidad es objetiva, basada en
es contractual con relación al pasajero y extracontrac­ el riesgo creado por la actividad desplegada y por las cosas de
tual cuando quienes demanden sean damnificados indirec­ las cuales aquél es dueño o guardián.
tos que accionan iure propio reclamando la reparación de Las eximentes, como no puede ser de otra manera, son las
los daños y perjuicios que derivan de la muerte de aquél. propias de un régimen de responsabilidad objetiva.
2) Si el transporte es sucesivo o combinado, ejecutado por Quedan comprendidos en este supuesto los daños que deri­
varios transportistas, cada uno de ellos responde por los van de:
daños producidos durante su propio recorrido. Sin embar­ 1) Minoraciones a la integridad psicofísica y espiritual del
go, cuando el transporte es asumido por varios transpor­ pasajero.
tistas en un único contrato o no se puede determinar dónde 1 Bibliografía complementaria sugerida: LORENZEITI, Ricardo L., Tratado de
ocurre el daño, todos ellos responden solidariamente frente los contratos. Parte especial, t. ill,' ps. 711 y ss.; SAGARNA, Femando, Responsa­
al damnificado, sin perjuicio de las acciones de regreso bilidad civil por el transporte terrestre de personas, p. 119; VÁZQUEZ FERREYRA,
(art. 1287, Cód.Civ.Com.). Roberto, Responsabilidad civil en el transporte oneroso de personas, en JA 1992-
IV-812; BREBBIA, Roberto H., La responsabilidad civil en el transporte automotor,
3) También responde el chofer o conductor. Es materia lar­ en Estudios en homenaje al Dr. Guillermo Borda, p. 41; ZANNONI, E., su voto en
gamente controvertida si su responsabilidad frente al pa­ CNCiv., sala A, 30-6-86, JA 1987-II-297; PIZARRO, Ramón D., Tratado de la res­
sajero es contractual o extracontractual. ponsabilidad objetiva, t. II.

211
2IO
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES

2) Muerte del pasajero, en cuyo caso la legitimación activa ¿Cuándo comienza y termina dicho transporte? Conforme lo
se desplaza a los damnificados indirectos, conforme las dispone el artículo 1288, el transporte comienza con las opera­
reglas antes estudiadas. ciones de embarco y concluye con las de desembarco.
3) Pérdida o deterioro del equipaje que el pasajero lleva con­ La ponderación de cuándo se inician tales operaciones es una
sigo (art. 1293). cuestión de hecho que debe ser sopesada atendiendo a las cir­
Tratándose de equipaje despachado por el pasajero y trans­ cunstancias particulares del caso concreto.
portado en compartimentos destinados a tal fin del medio de
Quedan comprendidos no sólo los daños experimentados du­
transporte, la empresa responde como un apéndice del contrato
rante el viaje en sí, sino también el período inmediato anterior
de transporte. Su obligación es de resultado y alcanzada por un
al traslado, el cual se inicia cuando el pasajero se dispone a
factor objetivo de atribución (riesgo creado).
subir al vehículo. Este supuesto aparece hoy claramente contem­
Sin embargo, el transportista no responde por pérdida o daños plado por el artículo 1288 del código civil y comercial. Con
experimentados por objetos de valor extraordinario que el pasa­ mayor razón, cuando el pasajero asciende al mismo, poniendo
jero lleve consigo, que no hayan sido declarados antes del viaje un pie en el estribo. En tal caso se lo considera embarcado, pues
o al comienzo de éste. a través de esa acción de subir acepta la oferta abierta al público
Más delicada es la cuestión vinculada con el equipaje de por la empresa, sin que sea necesario que haya sacado boleto.
mano que el pasajero lleva consigo. En principio, su guarda y Por esta vía se ha responsabilizado al transportista por los daños
custodia pesa sobre el viajero. causados a un pasajero que cae al pavimento por el brusco arran­
El código civil y comercial dispone en su artículo 1294 que que del vehículo, en momentos en que se disponía a subir.
el transportista no es responsable por dicho equipaje, a menos Tratándose de transporte ferroviario o subterráneo, las ope­
que el pasajero pruebe la culpa del transportista. raciones de embarco comienzan desde el mismo momento en
Consideramos equivocada la solución adoptada. Creemos que que el pasajero transpone los molinetes de acceso a plataformas
aun respecto de este equipaje pesa sobre el empresario transpor­ y concluyen una vez que egresa de las mismas. Va de suyo que
tista un deber de seguridad, que en las relaciones de consumo una caída a las vías o en las escaleras mecánicas de una estación
tiene sustento expreso en el artículo 5º de la ley 24.240. ferroviaria o de subterráneos, por deficiencias de estas últimas,
Esto nos lleva a pensar que en dicho ámbito específico, si el compromete la responsabilidad del transportista.
equipaje de mano resulta dañado en el marco de un accidente, o es Tampoco ha sido pacífico determinar cuándo termina el trans­
objeto de sustracciones por terceros, la responsabilidad del trans­ porte.
portista queda comprometida, salvo que acredite la causa ajena.
De acuerdo con una orientación, esto se produce cuando el
pasajero desciende completamente del vehículo.
b) Los daños deben ocurrir durante el transporte
Según otro enfoque más amplio, que compartimos, el viaje no
Es indispensable que el daño haya sido sufrido por el pasajero concluye sino hasta que el pasajero se dirige por sus propios
durante el transporte. medios, no sólo fuera del vehículo, sino también de los lugares
212 213
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

destinados al arribo de los mismos, cuando por cuyas instalaciones rrafo del artículo 1286 del código civil y comercial, in fine, en
la empresa deba responder. Recién allí concluye el desembarco. cuanto determina que aquél se excusa probando la causa ajena.
La .empresa responde, de tal modo, si el pasajero sufre daños El legislador considera, con buen criterio, que el vicio propio
al descender de un ómnibus, si éste continúa su· marcha sin ha­ de la cosa transportada se considera causa ajena.
berse asegurado el descenso de aquél, sano y salvo en el lugar
de destino. b) Daños derivados de otros incumplimientos
De todos modos, vale señalarlo, la modulación temporal pre­
El transportista asume la obligación de transportar la carga
vista en el aitículo 1288 para el comienzo y fin del transporte
en la forma, modo y tiempos acordados con el porteador y su­
de personas debe ser calibrada en armonía con las disposiciones
pletoriamente dispuestos por la ley.
de la ley 24.240 de defensa del consumidor cuando el contrato
de transporte de personas, como sucede habitualmente, configure Sus obligaciones son, como regla, de resultado y atrapadas
una relación de consumo. por un factor objetivo de atribución.
En ese contexto, el deber de seguridad que impone dicha Debe, por ende:
normativa (art. 5º) puede conducir a una responsabilidad espacial 1) Poner la carga transportada a disposición del destinata­
y temporalmente más elongada. rio, en el lugar, plazo y con las modalidades convenidas
en el contrato o, en su defecto, por los usos (art. 1305,
c) Los daños deben provenir del riesgo Cód.Civ.Com.). En caso de impedimento o retardo exce­
de la· actividad desplegada por el sivo en el comienzo o en la ejecución del transporte, por
transportista o de la cosa por él utilizada causas no imputables al transportista, éste debe informar
al cai·gador y requerirle instrucciones (art. 1307). Subsiste,
Es necesario que el daño provenga del riesgo de la actividad en tal caso, la obligación de custodiar la carga.
desplegada por el transportista o, con mayor razón, de la culpa La ley prevé que en caso de que las circunstancias imposi­
o dolo de sus dependientes. La exigencia está explícita en el biliten el pedido de instrucciones, el transportista pueda de­
artículo 1286 del código civil y comercial y se verifica por su positar la cosa y si ésta está sujeta a deterioro o es perecedera,
remisión a lo dispuesto en los artículos 1757 y siguientes del puede hacerla vender para que no pierda su valor (art. 1307).
mismo cuerpo normativo.
El mismo temperamento rige cuando existan otros impe­
dimentos para la entrega de la cosa transportada, por ejem­
§ 4. Responsabilidad del transportista plo, cuando el destinatario no puede ser encontrado, o se
en el transporte de cosas demora o se niega a recibirla (art. 1308).
a) Daños a la carga transportada 2) Entregar la carga en el mismo estado en que la recibió,
La responsabilidad del transportista por daños a la carga trans­ excepto causa ajena (art. 1306, Cód.Civ.Com.). Salvo reserva
portada es objetiva y con sustento en el riesgo creado por la en contrario, se presume que el cargador la ha recibido sin
actividad desplegada. Es la solución que fluye del segundo pá- vicios aparentes y bien acondicionada para el transporte.

215
214
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

Excepcionalmente la responsabilidad del transportista �s Son aplicables todas las consideraciones generales vertidas
subjetiva, con basamento en la culpa: cuando se trata de supra Tomo I, Capítulo VII, adonde remitimos.
cosas frágiles, mal acondicionadas para el, transporte, su­
jetas a fácil deterioro, animales o de transpórtes especiales. b) Prohibición de eximentes convencionales
En -tales supuestos las partes pueden pactar que el trans­ Conforme surge del artículo 37 de la ley 24.240 y del ar­
portista sólo responda si se prueba su culpa, siempre que tículo 1292 del código civil y comercial, son nulas las cláusulas
dicho pacto no esté incluido en una cláusula general pre­ que anticipadamente limiten o exoneren la responsabilidad del
dispuesta (art. 1310). transportista por él contemplada.
La recepción por el destinatario de las cosas transportadas Y El mismo temperamento rige en el transporte de cosas, con
el pago de lo adeudado al transportista extinguen las acciones relación a quienes realizan habitualmente servicios de transpor­
derivadas del contrato, excepto dolo (art. 1314). En tal caso, te, salvo el supuesto contenido en el artículo 1310 (art. 1313,
sólo subsisten las acciones por pérdida parcial o por avería que Cód.Civ.Com.).
no pudiesen ser reconocibles en el momento de la entrega, las
cuales deben ser deducidas en el plazo de caducidad de cinco § 6. La responsabilidad en el transporte benévolo2
días contados a partir de dicha recepción (art. 1315). a) El transporte benévolo. Nociones básicas
Existe transporte benévolo o de complacencia cuando el con­
§ 5. Eximentes ductor o responsable de un vehícul9 invita o acepta conducir a
a) Eximentes propias de un sistema de una persona o a un objeto, de un lugar a otro, por simple acto
responsabilidad objetiva. Aplicación de cortesía o solidaridad y sin que se otorgue, realice u obtenga
de los principios generales. Remisión contraprestación por el traslado. Se trata de una práctica solidaria
frecuente en ciudades y rutas, que ha merecido múltiples deno­
Conforme lo señalado anteriormente, las eximentes que rigen minaciones.
en materia de responsabilidad del transportista por daños a las
personas o a la carga transportada son las propias de un sistema 2 Bibliografía complementaria sugerida: BIANCHI, Enrique T., Encuadre jurídico
de responsabilidad objetiva: es necesario probar la causa ajena del transporte benévolo, en JA 29-1975-821; LÓPEZ DE ZAVALÍA, Femando, Teoría
(arts. 1286, 1722 y eones., Cód.Civ.Com. y 5 º, 40 y eones., de los contratos (parte general), ps. 27/28; MOSSET ITURRASPE, Jorge, ¿El trans­
ley 24.240). portado gratuitamente viaja a riesgo y ventura? (La asunción o aceptación de riesgo
como falacia jurídica), en LL 1991-E-440; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída,
La alegación y prueba de dichas eximentes pesa sobre la Naturaleza de la responsabilidad derivada del transporte benévolo de personas, en Es­
empresa demandada (art. 1734, Cód.Civ.Com.) y su interpreta­ tudios de derecho civil en homenaje a Luis Moisset de Espanés, ps. 280 y ss.; ídem,
en BELLUSCIO y ZANNONI, Código civil y leyes complementarias, t. 5, p. 343;
ción es siempre estricta. Como bien se ha señalado en reiterados LLAMBÍAS, Jorge J., Responsabilidad civil originada en el transporte benévolo, en
pronunciamientos, la prueba de la eximente debe ser "asertiva, LL 150-938; SAGARNA, Femando, Responsabilidad civil por el transporte terrestre
categórica y dotada de suficiente fuerza" para generar la con­ de personas, p. 3; ZANNONI, E., su voto en CNCiv., sala A, 30-6-86, JA 1987-ll-297;
PIZARRO, Ramón D., Tratado de la responsabilidad objetiva, t. II.
vicción moral de que ella ha sido la causa del siniestro.
217
216
RAMÓN DANIEL P!ZARRO - CARLOS GUSTA YO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES

Para que se configure es menester la presencia de estos requisitos: de la sanción del código civil y comercial, cuyas normas rec­
1) Una manifestación de voluntad del transportista, que invita tamente interpretadas, conducen indudablemente a aplicar ;l su­
o acepta conducir a un tercero o a cosas de él hasta un puesto que nos ocupa el régimen de responsabilidad objetiva
· 1ugar determinado. Debe existir, ciertamente, un acuerdo con basamento en el riesgo creado que emerge de los artícu­
para que se produzca el transporte hasta el lugar deseado, los 1757 y 1758 del código civil y comercial.
pero el mismo no apunta en absoluto a crear derechos y Rigen, por ende, los estándares previstos para la responsabi­
.
obligaciones entre las partes. hd�d por el hecho de las cosas y por actividades riesgosas 0
2) El traslado debe ser realizado en interés exclusivo del via­ peligrosas que prevé dicha normativa.
jero, con ánimo de beneficiarlo. Esto último no se da cuan­
do el transportista lo traslada con otra intención, por ejem­ § 7. Prescripción de la acción resarcitoria
plo, para turnarse con él en el manejo del vehículo, o para
que atienda a un familiar, etcétera. El artículo 2562, inciso d, dispone que prescribe a los dos
años "el reclamo de los daños derivados del contrato de transporte
3) No debe existir relación jurídica alguna entre las partes, de personas o cosas".
pues de ocunir esto así el transporte se considera accesorio
La redacción es poco depurada, pues lo que prescribe, en
de la relación principal (así, por ej.: el empleador que
verdad, es el derecho de reclamar (acción en sentido sustancial)
lleva a su empleado a su casa o a otro lugar);
la reparación del daño que deriva del contrato de transporte de
4) Es menester, finalmente, que no exista intención de cele­ personas o cosas.
brar un contrato, pues en tal caso habría contrato gratuito
Queda comprendida dentro de la norma la pretensión resar­
de transporte, exigencia claramente justificable en quienes
citoria por incumplimiento del contrato de transporte de perso­
niegan que exista una relación contractual en la figura que
nas o cosas, articulada por cualquiera de los contratantes contra
nos ocupa. Allí anidaría la diferencia con el transporte
el otro.
gratuito, toda vez que éste es el que se realiza a favor de
otra persona, sin recibir retribución de ésta, en base a una No cabe distinguir según se trate o no de una relación de
relación jurídica anterior o de un interés del transportador consumo, pues la modificación. del artículo 50 de la ley 24.240
(v. gr., menores de edad que viajan gratuitamente, fami­ por la ley 26.994 priva a la ley de defensa del consumidor de
liares de empleados del transportista, etc.). un plazo de prescripción específico para las acciones judiciales
5) Debe haber ausencia de contraprestación por parte de la que de ella emergen.
persona benévolamente transportada. En uno y otro caso, de tal modo, el plazo es el mismo:
dos años.
El plazo de prescripción en el tema que nos ocupa es más
b) Fundamento
acotado que el que el código fija para "el reclamo de la indem­
El tema fue objeto de viva controversia en el reg1men del nización de daños derivados de la responsabilidad civil", que es
código civil derogado. El debate ha perdido todo interés luego de tres años (art. 2561).

218 219
CAPÍTULO XXN
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
(CONTINUACIÓN)
A) RESPONSABILIDAD POR
ACCIDENTES DEPORTIVOS1

§ l. Planteo de la cuestión
La actividad deportiva puede resultar apta para generar daños
tanto a quienes la practican como a terceros. Es posible que en
tal caso se susciten cuestiones de responsabilidad civil.
Conviene distinguir distintos supuestos que pueden presen­
tarse:
a) La responsabilidad del deportista, con relación a otros par­
ticipantes en el juego.
b) La responsabilidad del deportista frente a terceros.
c) La que gravita sobre el organizador del espectáculo público
deportivo (ver infra, § 7).
Centramos ahora nuestro enfoque en los dos primeros su­
puestos.

§ 2. Responsabilidad del deportista con


relación a otros participantes del juego
En todos los deportes existen reglas que hacen a la esencia .

1 Bibliografía complementaria sugerida: BREBBIA, Roberto H., lA responsabi­


lidad en los accidentes deportivos, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1962; LLAMBÍAS,
Jorge J., Responsabilidad civil proveniente de accidentes deportivos, en ED 47-947;
ORGAZ, Alfredo, lA ilicitud, Lemer, Córdoba, 1973.

221
RAMÓN ÜANlEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

de éstos cuya observancia hace a las referidas prácticas. También desempeño que por sí propio entraña riesgo de daños y que por
los usos deportivos suelen tener relevancia para delimitar el ám­ lógica consecuencia debería extenderse a las consecuencias da­
bito de lo permitido y de lo prohibido. ñosas de esa práctica. Dicho de otro modo, la aludida autorización
Es ·posible que en el marco de una justa deportiva los pro­ tomaría ajustada a derecho la conducta del deportista, aunque
tagonistas puedan experimentar daños. El tema asume especial transgreda un reglamento de juego, y lo eximiría de responsa­
relieve en aquellas prácticas que se caracterizan por el contacto bilidad por los perjuicios que en ese marco pudiere ocasionar a
físico entre los competidores, tales como el fútbol, el rugby, el otro competidor (Orgaz). No habría, de tal modo, ilicitud alguna
boxeo y las artes marciales, aunque también en otras que no en la conducta del dañador, ni responsabilidad derivada de dicho
presentan dicha propiedad (golf, esquí). perjuicio. Están, finalmente, quienes piensan que la solución debe
¿Son resarcibles dichos perjuicios? ser buscada en derredor de la noción de culpabilidad, que debería
No hay duda alguna de que si el daño es causado actuando ser flexibilizada y modulada en función de las particulares mo­
dentro de las reglas del juego, en principio la responsabilidad dalidades de cada práctica deportiva.
no se configura por defecto de antijuridicidad en la conducta Cualquiera sea el criterio que se siga, el deportista que en
del dañador. Tal lo que sucedería, por ejemplo, si a raíz de un tales circunstancias causa un daño a otro competidor, ajustando
tackle en un partido de rugby, un jugador sufre fractura de su su conducta al reglamento del deporte y, más aún, cometiendo
nariz (Alterini-Ameal-López Cabana). una falta o infracción al mismo, resultante del ardor del juego,
Más delicada es la cuestión cuando el daño es causado por en principio no ve comprometida su responsabilidad civil.
un participante a otro obrando fuera de las reglas de juego co­ La solución es radicalmente distinta en caso de dolo delictual,
rrespondientes a la práctica deportiva que desarrolla. supuesto en el cual la lesión es causada con intención de dañar,
El tema ha dado lugar a opiniones encontradas. tal lo que ocurre cuando un jugador le propina un golpe de
Conforme un criterio, mayoritario, que tiene matices y va­ puños en la cara a otro, o le pisa deliberadamente la cabeza en
riantes según los autores, si el daño es causado por una falta un scrum de rugby. Algunos autores propician similar conclusión
cometida por un competidor contra otro, configurativa de una para los casos de menoscabos producidos po·r una conducta an­
mera infracción del reglamento deportivo, la responsabilidad no tirreglamentaria gravemente culpable.
se configura, salvo que haya mediadq dolo en la conducta del Hasta aquí los daños causados entre competidores durante
dañador. La simple transgresión culpable de las reglas de juego, una justa deportiva, que tiene como paradigma la práctica de
aunque cause un daño, no compromete la responsabilidad del deportes en equipo o en los que hay una confrontación más o
dañador. menos directa, con posibilidad de roce o contacto físico, entre
Algunos autores justifican este criterio invocando la existencia los participantes.
de aceptación de riesgos por parte del competidor, quien volun­ Puede ocurrir, empero, que la práctica de un deporte pueda
tariamente se expone a los mismos (Savatier, Lalou); otros es­ provocar daños a otros deportistas sin que se den los extremos
grimen la existencia de una causa de justificación, basada en la antes indicados. Tal lo que sucede, por ejemplo, con la práctica
autorización estatal del deporte en cuestión, que legitimaría un del esquí sobre nieve o con el vuelo en parapentes o ala delta.
222 223
REsPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
B) RESPONSABILIDAD DEL ORGANIZADOR DE
Nosotros creemos que en tales supuestos pueden aplicarse ESPECTÁCULOS PÚBLICOS EN GENERAL
las reglas que regulan la responsabilidad civil por el hecho de Y DEPORTIVOS EN PARTICULAR2
la cos� o por actividades riesgosas que consagran los artícu­
los 1757 y 1758 del código civil y comercial. :Pensamos que § 4. Introducción3
nada permite prescindir de su aplicación por el mero hecho La responsabilidad civil del organizador de espectáculos pú­
puramente circunstancial y contingente de que el menoscabo .
blicos, en general, y deportivos, en particular, es materia de
haya sido causado durante una práctica deportiva (v. gr., con
quien practicando esquí embiste y lesiona a otro esquiador, o �ons�te preocupación. La realidad de nuestros días, penosa e
mqmetante, muestra la proliferación de sucesos violentos en
con el parapentista que practicando ese deporte choca a otro ámb�to� que deberían estar destinados a la recreación y el es­
que está en pleno vuelo y lo hace precipitar a tierra, con graves parc1m1ento, fruto de la barbarie, la intolerancia y la falta de
daños para este último). educación.
Pese a todos los esfuerzos que se han realizado, y al grado
§ 3. Responsabilidad del deportista de e�olución alcanzado en las soluciones normativas y jurispru­
frente a terceros denc1ales, no cesan los acontecimientos de violencia en los dis­
tintos estadios del país, con grave secuela de dañosidad para
¿ Qué sucede cuando el deportista causa un daño al público
espectador o a un tercero? 2 Para u estudio de esta cuestión con mayor profundidad, remitirnos a PIZARRO,

La mayoría de la doctrina nacional considera aplicables a _
Rarn on Daruel, Tratado de la responsabilidad objetiva, La Ley, Buenos Aires, 2016,
este supuesto las reglas de la responsabilidad del deportista por t. ll.
daños ocasionados a sus contendientes. De tal modo, en tanto
3 Bibliografía complementaria sugerida: MÜLLER, Enrique, La obligación de
_
seg�ridad en los espectáculos públicos, en LL Supl. Esp., Obligación de seguridad,
el jugador haya ajustado su conducta al ejercicio normal de la septiembre de 2005, p. 32, n. I; CSJN, 24-4-98, LL 1998-C-322 y JA 1999-1-360·
práctica deportiva, guardando el nivel habitual de conducta pre­ ARGERI, Saúl, Contrato de espectáculo público, en LL 1986- B-1009, n. ID; TRIGO
dicable del deporte en cuestión, no incurrirá en responsabilidad REPRESAS, Félix A., El caso "Zacarías": un fallo con importantes aportaciones,
pero no obstante deficitarias, en JA 1991-1-380; BUSTAMANTE ALSINA, Jorge,
alguna (Trigo Represas, Borda, Brebbia, Llambías. En contra: ¿Es resf:�nsable la Asociación del Fútbol Argentino por los daños que se generan
Boffi Boggero). en ocaszon de las competencias que organizan sus entidades afiliadas? en LL 1998-
Nosotros creemos que si el damnificado es un tercero -no­ C-317; Lt:s co�currentes a los partidos de ftítbol están amparados por la obligación
de seguridad impuesta a los orgt;nizadores del espectáculo por el artículo 33 de la
ción que incluye al público espectador- rigen las reglas ordi­ !
ley 23. 83, en LL 1994-D-426; VAZQUEZ FERREYRA, La violencia en espectáculos
narias de la responsabilidad civil por hecho propio y de las deportivos: responsabilidad civil en la ley 23.184, en LL 1985-E-581; MAZZINGIIl
cosas en toda su plenitud. No hay motivo alguno para apartarse (h), Jorge, La responsabilidad de los organizadores de un espectáculo deportivo, en
LL 1995-B-969; PREVOT, Juan M., Daños y perjuicios acaecidos durante un es­
de ellas. pe_ctáculo deportivo. Responsabilidad de la Asociación del Fútbol Argentino, en LL
Lo señalado precedentemente es, por cierto, sin perjuicio de L��oral, �006 (febrero), p. 1; WEINGARTEN, Celia, Accidentes deportivos. /ntegra­
la responsabilidad que pueq,a pesar sobre el organizador del even­ czon horizontal de empresas y beneficios mutuos. Responsabilidad solidaria: grupos
económicos accidentales, en JA 2001-ill-550.
to deportivo que se rige por otras reglas.
225
224
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

espectadores, protagonistas, organizadores e, inclusive, para_ el inciden en su estructuración y funcionalidad (v. gr., asignación de
personal de seguridad contratado a tal fin. La reparación de daños un lugar específico en el estadio, ubicación numerada o no, pres­
producidos en espectáculos deportivos forma parte de una pro­ tación de servicios adicionales tales como estacionamiento, etc.).
blemática más amplia, que no es otra que aquella que dimana Es un contrato innominado, bilateral, generalmente oneroso
de la organización de espectáculos públicos de distinta naturaleza y conmutativo (aunque nada impide que pueda ser gratuito), de
en general (musical, cinematográfico, circense, etc.). Sin embar­ consumo, al que se accede por adhesión a condiciones generales.
go, por sus particularidades, frecuencia y previsibilidad estadís­
El organizador ofrece a los consumidores interesados presen­
tica con que se producen hechos de violencia, requieren de so­
ciar un espectáculo a celebrarse en cierto día, hora y lugar, desde
luciones normativas específicas y eficaces, las cuales deben tran­
una determinada ubicación, sea sectorizada y numerada o no, y
sitar mucho más allá de la responsabilidad individual de los
organiza las cuestiones relativas al desarrollo normal del espec­
autores materiales del perjuicio, cuya responsabilidad, aunque
táculo (por ej.: comodidades del estadio, contratación de opera­
indiscutible, es muchas veces dudosamente concretable por múl­
tivos de seguridad, etc.). Repárese en que el objeto del contrato
tiples motivos (anonimato, insolvencia, etc.). Es por eso que,
no anida en locar un espacio o butaca al espectador, porque ésta
tanto en nuestro país, como en el derecho comparado, el sistema
es un simple medio de utilización para presenciar el espectáculo.
pone énfasis particular en otros parámetros relevantes para de­
"Por ello, por las particularidades de su funcionalidad, sin tratarse
terminar responsabilidades frente a los damnificados, emplazan­
concretamente de locación de obra, son de aplicación por vía
do, en primer lugar, a quien organiza el espectáculo público, sin
analógica los principios propios a esa institución" (Argeri). En
perjuicio de la de otros sujetos a los cuales, por distintos motivos,
contraprestación, cuando el contrato es oneroso, el espectador
se los obliga solidaria o concurrentemente.
abona una entrada o ticket, que le otorga derecho a presenciar
ese espectáculo, con las comodidades asignadas, debiendo guar­
§ S. El contrato de espectáculo dar el comportamiento exigido por las reglamentaciones vigentes
público. Nociones generales y las indicaciones de los organismos de seguridad.

a) Caracterización
b) Obligaciones y derechos del organizador
Es el contrato que se formaliza entre el organizador de un
espectáculo público y el espectador, en virtud del cual el primero El contrato de espectáculo público impone al organizador obli­
se obliga a hacer ejecutar una obra intelectual, en las condiciones gaciones específicas, que surgen no sólo de los términos de la
ofrecidas y publicitadas a la otra parte, generalmente a cambio propia oferta contractual y de la publicidad, sino también de
de una contraprestación (entrada o derecho de admisión) que el reglamentaciones emanadas de la administración pública, las que
último debe pagar, para ingresar al estadio o lugar donde habrá se asientan, a su vez, en el poder de policía estatal. Dichas obli­
de desarrollarse y así poder presenciarlo (CSJN, 24-4-98, LL gaciones van más allá de aquellas específicas que hacen a la
1998-C-322 y JA 1999-1-360). Puede presentar distintas varian­ esencia del contrato, relativas al espectáculo en sí mismo y al
tes, a tenor de la diversidad de situaciones que habitualmente interés de prestación, y se proyectan también al plano del deber

226 227
RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

de seguridad, y de la preservación de la persona y bienes del c) Derechos y obligaciones del espectador


cocontratante durante la ejecución negocia!. El espectador tiene derecho a utilizar las comodidades del
Son obligaciones del empresario organizado� del espectáculo local que dimanen del contenido de las prestaciones profesionales
público, entre otras: asumidas implícita o expresamente por el empresario; de gozar
1) Dar cumplimiento a las prestaciones específicas asumidas regularmente de la totalidad del espectáculo anunciado, en la
en virtud del contrato de espectáculo P,úblico, de hacer forma, modo y tiempo pactados y publicitados; de rescindir el
gozar de la prestación prometida al espectador, en la forma, contrato cuando el empresario incumpla la prestación; de exte­
modo y tiempo estipulados. Ello supone facilitar el regular riorizar regularmente su beneplácito o disconformidad con el
ingreso y egreso del local, posibilitar al espectador el lugar, espectáculo.
comodidades y visibilidad normal pertinentes, en sli caso, Son obligaciones a cargo del mismo pagar el precio de la
reservarle el asiento o butaca cuando las entradas son nu­ entrada, responsabilizarse por los daños que ocasione en las ins­
meradas, etcétera. talaciones del local, por hecho propio o de terceros que actúan
2) Mantener el local o estadio donde habrá de realizarse el bajo su incitación y cumplir con todas las reglamentaciones nor­
espectáculo público en condiciones reglamentarias de se­ mativas, expresas o implícitas, como aquellas que derivan de la
guridad e higiene, necesarias para evitar riesgos al espec­ convivencia social normal.
tador (Müller, Trigo Represas, Argeri).
3) Garantizar al espectador su seguridad personal por los da­ § 6. El contrato de espectáculo público deportivo
ños que puedan originarse durante el desarrollo del espec­
a) Caracterización. Aplicación de los principios generales
táculo, por las cosas o personas puestas por el empresario
al servicio del público. El contrato de espectáculo público deportivo es una especie,
Se trata de una obligación de resultado, cuyo incumplimien­ dentro del género más amplio antes estudiado, que tiene por
to genera responsabilidad objetiva, con basamento en el riesgo objeto, precisamente, la ejecución de un espectáculo deportivo
creado. por el organizador a cambio, generalmente, de una contrapres­
Son derechos del organizador: tación que debe pagar el espectador.
1) Percibir el precio estipulado ("entrada" o "ticket"), que No presenta, desde el punto de vista negocia!, ninguna par­
importa la constancia de su pago y otorga derecho a quien ticularidad, por lo que le son aplicables las reglas legales y con­
lo posea a ingresar al local y gozar del espectáculo. tractuales antes indicadas.
2) Reservarse el derecho de admisión y, consecuentemente, Sí las tiene, en cambio, en materia de responsabilidad por
excluir a personas "que, conforme, a la calidad del espec­ daños sufridos por los concurrentes al mismo, en donde, conforme
táculo y demás circunstancias de hecho, podrían afectar lo analizaremos seguidamente, existe un régimen legal específico
su desarrollo o realización e incluso incomodar a la con­ que se hace eco de la proliferación de hechos de violencia, sobre
currencia por la vestimenta, actitudes, conducta o perturbar todo en el fútbol, y que luce orientado a proteger a los consu­
el orden" (Argeri). midores y a sancionar civil y penalmente a los responsables.

228 229
¡
T

RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

b) El marco normativo Todo ello, por cierto, sin perjuicio de la posible responsabi­
lidad del Estado cuando mediaba incumplimiento de sus deberes
El tratamiento normativo de la cuestión que nos ocupa muestra de poder de policía.
dos etapas bien definidas: la anterior y la posterior a la sanción
de las ·leyes 23.184 y 24.192, modificatoria de aquélla.
2) La etapa posterior a la sanción de la ley 23.184. Las
reformas introducidas a esta última por la ley 24.192
1) El período anterior a la sanción de la ley 23.184
En el año 1985 se sancionó la ley 23.184 de violencia en los
Durante todo ei' largo período transcurrido hasta la san­ espectáculos deportivos, que regula, con rasgos de especificidad,
ción de la ley 23.184, en el año 1985, la cuestión fue resuelta por la responsabilidad penal y civil en caso de daños provocados en
aplicación de los principios generales de la responsabilidad civil espectáculos deportivos. En el año 1993 ella fue objeto de una
contractual y extracontractual, según los casos, que lucían orien­ importante reforma por la ley 24.192 y en 2008 por la ley 26.358.
tados, en forma clara y evidente, a responsabilizar al organizador Las tres leyes lucen 01ientadas a una finalidad común, que
de espectáculos deportivos por los daños experimentados por los no es otra que "garantizar un mejor resguardo a los bienes ju­
espectadores y protagonistas del espectáculo o por terceros. rídicos que se encuentran en mayor riesgo ante la realización
Tratándose de daños sufridos por espectadores, con motivo de un espectáculo deportivo realizado en lugares de concun-encia
o en ocasión. del espectáculo público en general, y deportivo en pública, con el fin primario de prevenir la violencia en el deporte
particular, se admitía ampliamente la responsabilidad del orga­ y -si ésta se verifica- establecer un sistema de responsabilidad
nizador sobre bases netamente contractuales, derivada de un con­ penal y civil más severo que el previsto por el ordenamiento
trato de espectáculo público o deportivo, atípico o innominado, común" (TSJ de Córdoba, Sala Penal, 3-9-97, LLC 1997-874).
que generaba, además de las prestaciones específicas atinentes En estricta coherencia con dicho objetivo, establecen un régimen
al mismo, una obligación de seguridad de mantener indemnes penal y contravencional para la prevención y represión de la
a los espectadores durante la ejecución contractual (Bustarnante violencia en espectáculos deportivos, al tiempo que regulan la
Alsina, Vázquez Ferreyra). Hemos hecho amplia referencia a responsabilidad civil de las entidades y asociaciones participantes
esta obligación de seguridad, en general, en un capítulo anterior, en tales circunstancias.
y habremos de volver sobre ella más adelante, con particular A la luz de dicho panorama normativo, es posible proclamar
referencia al terna que ahora nos ocupa (ver supra Tomo I, Ca­ lo siguiente:
pítulo IV, §§ 24 y ss.). l. La ley 23.184 y sus modificatorias, 24.192 y 26.358,
En materia de daños experimentados por terceros, no ligados ciñen su ámbito a los espectáculos deportivos. Sus dis­
por relación contractual alguna con el organizador, eran aplicables posiciones no son proyectables a otros espectáculos pú­
los principios generales de la responsabilidad aquiliana por el blicos de concun-encia masiva que generen riesgos simi­
hecho propio, por el hecho de terceros (art. 1113, primer párrafo) lares para los asistentes -verbigracia: recitales de rock,
y por el hecho de las cosas de las que éste era dueño o guardián festivales folklóricos, etcétera-, sin perjuicio de lo cual
(art. 1113, segundo párrafo) (Trigo Represas y López Mesa). se alcanzan en materia civil las mismas soluciones por

230 231
RAMÓN DANIEL Plz.ARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABIL!DAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

aplicación de los principios generales y de las disposi­ Por ende:


ciones de la ley 24.240 (arts. 5º, 6º, 40 y eones.) (Trigo (i) Rige el deber de seguridad que imponen los artículos 5º,
Represas-López Mesa, Mazzinghi [h]).. 6º y concordantes, ley 24.240.
II. En materia de responsabilidad civil por daños sufridos (ii) Es aplicable la atribución objetiva de responsabilidad por
por concurrentes, organizadores y protagonistas, se con­ servicios defectuosamente prestados, la cual gravita sobre
sagra en forma inequívoca la existencia de una obligación todos aquellos que han intervenido en la organización
de seguridad, de resultado, que gravita solidariamente del espectáculo deportivo, incluido quien se presenta en
sobre "las entidades o asociaciones participantes" en el apariencia como organizador o responsable ante los ojos
espectáculo deportivo (art. 51, ley 24.192). de la comunidad.
III. Dicha responsabilidad es objetiva, basada en la idea de (iii) Son nulas las cláusulas abusivas o vejatorias para los de­
riesgo de empresa, por lo que las eximentes son limitadas: rechos del consumidor (argum. arts. 36 y 37, ley 24.240),
hecho o culpa de la víctima, hecho o culpa de un tercero las cuales se tienen por no escritas.
extraño (aunque esto ha sido materia opinable) y el caso (iv) Debe estarse, ante la duda, por la interpretación más fa­
fortuito o fuerza mayor. vorable al consumidor (argum. art. 3º, ley 24.240).
IV. La responsabilidad contractual de las entidades o asocia­ (v) Rigen los procedimientos y sanciones previstas en dicha
ciones participantes del espectáculo deportivo se confi­ normativa para los casos de incumplimiento de las obli­
gura sin perjuicio de la que, en forma concurrente o so­ gaciones del proveedor profesional de servicios.
lidaria, pueda pesar extracontractualmente sobre el autor (vi) Es aplicable el plazo de prescripción de tres años que
material del daño, o sobre el principal de este último, o prevé el artículo 50 de la ley 24.240, salvo en aquellos
sobre el dueño o guardián de la cosa con la que aquél casos en los cuales por aplicación de normas del derecho
produjo el perjuicio. común rija un plazo más favorable al consumidor.
V. La responsabilidad es igualmente sin perjuicio de la que
pueda pesar sobre el Estado por incumplimiento de los § 7. La obligación de seguridad en el
deberes de poder de policía y sobre otros posibles legi­ contrato de espectáculo deportivo
timados activos, como es el caso de las Asociaciones o
Federaciones que agrupan a los clubes organizadores y a) En qué consiste
participantes del espectáculo, que tienen injerencia clara Pesa sobre el empresario organizador del espectáculo depor­
en el mismo. tivo y sobre las entidades o. asociaciones participantes en el mis­
VI. La normativa vigente en materia de espectáculos públi­ mo una obligación expresa de seguridad, de resultado, conforme
cos debe ser complementada con las disposiciones de la a la cual debe garantizar al espectador o asistente que aquél se
ley 24.240 de defensa del consumidor, cuya normativa desarrollará sin peligro para el asistente y en condiciones de
es aplicable al espectáculo público, a tenor de los artícu­ indemnidad para su persona y bienes. La obligación asumida de
los 1 º, 2º, 3º y concordantes. realizar el espectáculo conlleva, de tal modo, una prestación com-
232 233
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIOAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

plementaria de seguridad, de tanta importancia en la hora actual, de concurrencia pública en que se realizare o en sus inmedia­
que resulta virtualmente imposible concebir el contrato sin tal ciones antes, durante o después de él".
garantía. En materia de espectáculos deportivos, la obligación A la luz de la nueva normativa, el ámbito espacial y temporal
de seguridad alcanza específicamente a las entidades o asocia­ de la obligación de seguridad que pesa sobre las entidades o
ciones participantes, que pueden (o no) ser técnicamente orga­ asociaciones participantes es sensiblemente más amplio y puede
nizadoras del suceso deportivo. llegar a comprender daños sufridos fuera del estadio, antes y
Ahora bien: la ley no impone al organizador de un espectáculo después del espectáculo público, en tanto en cuanto, nos parece,
público o deportivo, o a los participantes de este último, la carga guarden razonable relación causal adecuada con este último. La
de asumir cualquier contingencia, sino solamente aquellas que ponderación de tal circunstancia debe ser realizada con prudencia
son propias del riesgo que dicha actividad entraña. Ello conduce y sensatez.
necesariamente a modular cualitativamente la entidad de tal deber El deber de seguridad obliga "antes, durante y después de
específico de seguridad. concluido el espectáculo" a que los asistentes no sufran daños
en su persona o bienes, con lo que se prolonga su entidad cua­
b) Extensión y límites de la obligación de litativa y cuantitativa, en el tiempo y en el espacio. Desde el
seguridad. Ámbito temporal y espacial momento previo al ingreso al estadio hasta su posterior egreso.
1) La cuestión en la redacción Así concebida la cuestión, el deber de seguridad gravita sobre
las entidades participantes desde la etapa preliminar o precon­
originaria de la ley 23.184
tractual (cuando el contrato aún no se ha celebrado -v. gr., zona
La ley 23.184 limitaba su ámbito de aplicación a los daños de boleterías para compra de entradas, accesos al estadio, playas
sufridos por los espectadores a los acaecidos "en los estadios y de estacionamiento-); se prolonga durante la realización del es­
durante su desarrollo, si no ha mediado culpa por parte del pectáculo deportivo comprometido en el lugar determinado a tal
damnificado", excluyendo de tal modo, a los producidos inme­ fin, y se extiende a las inmediaciones del estadio en la etapa de
diatamente antes o después del espectáculo. Se quería con ello desconcentración (por ej., salidas, playas de estacionamiento, pa­
circunscribir la responsabilidad contractual a los hechos come­ radas de ómnibus ubicadas dentro de la propia área del estadio).
tidos dentro del estadio y con motivo o en ocasión del espectáculo Para determinar la real entidad de esta obligación de segmi­
deportivo (art. 1 º). dad, amplia y elongada que dimana de la ley 24.192, es preciso
atender a las circunstancias particulares del caso concreto, de
2) La cuestión en la ley 24.192 persona, tiempo y lugar, _coherente con la letra de la ley que
La ley 24.192, modificatoria de aquélla, consagró una solución habla de "con motivo o en ocasión de un espectáculo deportivo".
mucho más amplia, toda vez que no contiene en su artículo 51 ¿Dónde fijar el límite de la obligación de seguridad del or­
esas expresiones, y sólo incluye una previsión temporal en su ganizador cuando se trata de daños que sufre el espectador en
artículo 1 º , cuando alude a los hechos que "se cometan con las inmediaciones del estadio? ¿Significa que aquél debe garan­
motivo o en ocasión de un espectáculo deportivo, sea en el ámbito tizar la seguridad no sólo dentro del mismo sino, quizás, en un

234 235
RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL P!zARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

radio de varias cuadras a la redonda? ¿Es razonable imponerle 3) La cuestión luego de la sanción de la ley 26.358
tamaña extensión de responsabilidad? La ley 26.358 ha introducido modificaciones muy importantes
La solución, como antes se ha dicho, depende de las circuns­ al artículo 1º de la ley 23.184, modificada por ley 24.192, agre­
tancias· de cada caso concreto. Existen estadios, domo por ejem­ gando una última parte al articulado que requiere de una cuida­
plo, el Estadio Mario Alberto Kempes, en la ciudad de Córdoba, dosa interpretación.
en donde los controles de ingreso vehicular y peatonal se realizan La norma dice ahora: "El presente capítulo se aplicará a los
aproximadamente doscientos metros antes de los portones de hechos previstos en él, cuando se cometan con motivo o en
ingreso y de las boleterías. Se crea una suerte de "cerco" o ocasión de un espectáculo deportivo, sea en el ámbito de con­
"vallado" que permite en gran medida cerrar o delimitar el ámbito currencia pública en que se realizare o en sus inmediaciones,
de control del organizador o participante en el espectáculo de­ antes, durante o después de él...", hasta aquí se mantiene la
portivo. Los lugares de estacionamiento, las boleterías y distintos redacción anterior (t. o. ley 24.192) y se agrega ahora: "como
puestos de ventas ambulantes, están "dentro" de dicho ámbito así también durante los traslados de las parcialidades, tanto sea
aunque, técnicamente, fuera del estadio propiamente dicho, ya hacia o desde el estado deportivo donde el mismo se desarrolle".
que a éste se accede únicamente después de traspasar los portones La norma deja claro su ámbito de aplicación espacial y tem­
de ingreso. Si una persona sufre daños luego de haber ingresado poral, y lo extiende a los "traslados de las parcialidades, tanto
al área de control del estadio, antes o después del partido, la sea hacia o desde el estadio deportivo donde el mismo se desa­
responsabilidad del organizador queda comprometida. rrolle".
Desde el punto de vista de la sanción penal -la ley 23 .184
Pero ¿qué sucedería en otros estadios, emplazados en el co­
es, en esencia, una norma penal y contravencional para la pre­
razón de populosos barrios, cuyas salidas dan directamente a vención y represión de la violencia en los espectáculos depor­
calles públicas, como ocurre con la mayoría de los estadios en tivos- se elonga sensiblemente su campo de aplicación al abarcar
nuestro país? ¿El deber de seguridad del organizador, anterior en su seno, ahora, a los hechos ocurridos durante los traslados
o posterior a la conclusión del espectáculo debe extenderse a lo de las parcialidades, sea hacia o desde el estadio deportivo donde
que suceda en calles aledañas al estadio? En caso afirmativo, se desarrolle el espectáculo. Los delitos y contravenciones tipi­
¿hasta qué distancia del estadio? ficados por la ley que se produzcan en este último contexto,
Se trata de cuestiones que deben ser ponderadas en base a también son ahora atrapados por ella (argum. arts. 45 bis y eones.,
criterios de razonabilidad y con mucha prudencia, so riesgo de ley 26.358). La solución normativa, más allá de su pobre redac­
desvirtuar el sistema e imponer a las entidades y asociaciones ción, no merece objeciones, insistimos en ello, desde la pers-
participantes una responsabilidad desmedida que no se compa­ pectiva penal.
dece con ningún estándar de corte objetivo o subjetivo. La obli­ Sin embargo, el artículo 1º también tiene enormes implican­
gación de seguridad que pesa sobre estos últimos no sustituye, cias civiles, pues esta norma ha servido también para determinar
excluye o se superpone con el deber de seguridad que pesa sobre el ámbito espacial y temporal de la obligación de seguridad que
el Estado, a través de la policía. pesa sobre las entidades participantes del espectáculo deportivo.

237
236
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS
RESPONSABILIOAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

Y desde esa perspectiva, la redacción de la ley es poco menos mados por la autoridad competente", a los que atribuye carácter
que absurda, pues no parece en modo alguno razonable, ni sen­ de "plena prueba". Dispone que a tal fin, previo al espectáculo
sato, imponerles a dichas entidades una obligación de seguridad deportivo, "la cámara de filmación será sellada por el juez de
tan amplia, que comprenda "los traslados de las; parcialidades, instrucción de tumo" y que "las imágenes que tomarán otros
tanto sea hacia o desde el estadio deportivo donde el mismo se organismos públicos o particulares podrán ser tenidas en cuenta
desarrolle". Traslados que comprenden a miles de personas (no corno medios de prueba o interpretados conforme a las reglas
sólo a los "barrabrava"), que pueden insumir tiempos prolonga­ de la sana crítica".
dos y que se realizan, también, en lugares tan variados y hete­ Los hechos filmados por cámaras selladas, cqnforme a la ley,
rogéneos que son imposibles de controlar por las entidades par­ son considerados documento comunicacional público que hacen
ticipantes, toda vez que carecen de potestades para hacerlo (pién­ plena prueba, salvo redargución de falsedad.
sese, por ejemplo, en un partido de fútbol entre Boca Juniors y
River Plate, en Mendoza, y en el enorme traslado de personas d) El factor de atribución. La obligación de
desde distintos lugares del país para verlo). seguridad como obligación de resultado
Así las cosas, pensarnos que el agregado al artículo 1º que
introduce la ley 26.358 tiene implicancia en materia penal, pero Como se ha señalado anteriormente, no se discute que la
no en materia resarcitoria, al menos en lo que hace estrictamente obligación de seguridad que pesa sobre el organizador de un
a la responsabilidad que pesa sobre las entidades participantes, espectáculo público, en general, y deportivo, en particular, es
que se modula en función de la primera parte de la norma, tal de resultado y está, por ende, alcanzada por un factor objetivo
como estaba redactada según ley 24.192. de atribución (riesgo creado, garantía- o deber calificado de se­
guridad) (TSJ de Córdoba, Sala Penal, 3-9-97, LLC 1997-874).
c) La prueba del incumplimiento de la obligación de La imputación se realiza, de tal modo, con total abstracción
seguridad. La prueba fílmica (art. 44, ley 24.192) de la idea de culpabilidad y sobre módulos objetivos. Ello sig­
nifica que la prueba de la no culpa o del obrar diligente no
Cuando el espectador sufre daños generados en los estadios alcanzan para eximir de responsabilidad.
o en sus inmediaciones, antes, durante o después de concluido Las eximentes son las propias de un sistema de responsabi­
el espectáculo, con motivo o en ocasión de este último, queda lidad objetiva: hecho de la víctima, hecho de un tercero extraño
configurado e_l incumplimiento contractual y la antijuridicidad en o caso fortuito extraño al riesgo empresarial.
la conducta de las entidades o asociaciones participantes del mis­
mo y patentizada, de tal modo, su responsabilidad presumida. § 8. La acción resarcitoria
El actor debe probar: 1) Que ha sufrido un daño; 2) que el
mismo se produjo en un estadio, con motivo o en ocasión de a) Legitimación activa
un espectáculo deportivo. Están legitimados activamente para reclamar la indemniza­
Es muy importante tener en cuenta que la ley 24.192, en su ción:
artículo 44, otorga fuerte eficacia probatoria a los "hechos fil- 1) El concurrente a un espectáculo deportivo, definido por
238 239
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS Rf:SPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

el artículo 45, inciso a, de la ley 24.192 como todo aquel entidades o asociaciones participantes, a quienes el artículo 51
que "se dirigiese al lugar de realización de un espectáculo de la �e� �4.192 responsabiliza de manera solidaria por los daños
deportivo, el que permaneciese dentro de aquél y el que Y pe1Jmc1os que se generen en los estadios.
· lo abandonara retirándose". ¿ Quiénes quedan comprendidos en tal categoría?
¿Debe acreditar haber pagado su entrada para tener tutela P articipar significa, conforme al Diccionario de la Real Aca­
normativa? La respuesta negativa se impone. La ley pro­ _
derma Española, "tomar parte en algo", "recibir una parte de
tege a todo concurrente, haya o no pagado la misma, por ,,
a1g� o "tener parte en un negocio". "Participante" es quien
lo que aun quienes acceden gratuitamente están legitima­ .
participa.
dos para accionar. La solución se justifica, por lo demás,
si se tiene en cuenta que la responsabilidad del organizador Nosotr?s pensamos que la noción que nos ocupa tiene una
se extiende inclusive a etapas previas a la posible adqui­ gran amphtud Y comprende en su seno a una pluralidad de sujetos
responsables, emplazados solidaria o concurrentemente frente al
sición del ticket de ingreso (v. gr., daños sufridos por el
damnificado.
concurrente en zonas de boleterías).
2) Los protagonistas del espectáculo (v. gr., deportistas, téc­ L En primer lugar, "las entidades o asociaciones participantes"
_
nicos, árbitros y todos aquellos cuya participación es ne­ en el espectaculo (art. 51, ley 24.192), expresión que alcanza
cesaria para la realización del espectáculo deportivo de tanto al local como al visitante, cualquiera sea la intervención
que se trata -artículo 45, inciso c, ley 24.192-). que en el plano organizativo pueda corresponder a cada uno 0
en la distribución de utilidades o beneficios que deriven del
3) Los miembros de comisiones directivas, dirigentes, em­ espectáculo. Esto, por cierto, sin perjuicio de las acciones . de
pleados o dependientes de las entidades participantes o regreso que puedan operar entre ellos, una vez afrontada la in­
que organicen los espectáculos deportivos, sean oficiales den_miz�ción frente a la víctima, por aplicación de los principios
o privados (organizadores en la terminología del art. 45, ordmanos.
inc. b, ley 24.192). Son aplicables las mismas conside­
raciones vertidas anteriormente respecto de la posible exis­ II. !ambié� queda alcanzado el organizador del espectáculo
tencia de relación laboral. deportivo, calidad que puede no coincidir con la de las entidades
que :p_articipan deportivamente en el evento; tal lo que sucede,
4) Todo otro damnificado directo o indirecto que conforme
por eJ_emp�o, cuando un partido amistoso de fútbol profesional
a los principios generales pueda estar activamente legiti­
-verb1gr�cia, un torneo de verano- es organizado por una em­
. mado para accionar.
presa pnvada o por el propio Estado provincial o municipal,
que contrata Y paga a ambos clubes por la presentación de sus
b) Legitimación pasiva r�spectivos equipos en un estadio alquilado. La solución se jus­
1) Las entidades o asociaciones participantes. tifica atento a ser él quien genera de modo directo el riesgo de
em�res�, a la participación que tiene en el negocio y al interés
Alcance de esta expresión
ordmanamente económico que procura satisfacer a través de di­
La legitimación pasiva descansa en primer lugar sobre las cha actividad.

240 241
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

En otras palabras: quien organiza un espectáculo público de­ Varias razones sustentan esta convicción:
portivo es participante del mismo, a los fines previstos por la ley.
(i) Quién determina las condiciones de seguridad de los es­
III. Por análogas razones, también el club o entidad que alquila tadios, designa canchas neutrales -cuando razones de se­
su estadio, para que jueguen en él otros equipos, queda emplazado guridad así lo aconsejen- y fija el día, hora y lugar de
en calidad de "entidad participante" del espectáculo y atrapado realización de los partidos es también "participante" en
por la legitimación pasiva de la ley vigente (Vázquez Ferreyra). los términos previstos por las leyes 23.184 y 24.192,
Cabe señalar, sin embargo, que la jurisprudencia exhibe a este toda vez que tiene una intervención activa y determinante
último respecto criterios encontrados, habiéndose sostenido que en el suceso deportivo. Esta conclusión se potencia si se
"la circunstancia de que la sociedad locadora de un estadio de tiene en cuenta que parte de su patrimonio se confor­
fútbol dependa del Poder Ejecutivo provincial no permite en­ ma con un porcentual de la recaudación bruta de los par­
cuadrarla como responsable en los términos del artículo 51 de tidos oficiales y amistosos, amén de los ingresos de te­
la ley 24.192 por los daños que sufra un espectador de un es­ levisión que percibe. Quien comparte tales beneficios es
pectáculo deportivo -en el caso, falleció a causa de heridas por técnica y jurídicamente participante en la organización
arma blanca- por falta de adopción de los recaudos efectivos y ejecución del espectáculo. Lo es a los fines positivos
de seguridad, ya que del contrato celebrado con el club de fútbol (la percepción de ingresos por los conceptos antes indi­
locatario surge que ésta asumió la obligación exclusiva de con­ cados) y negativos (afrontar las consiguientes responsa­
trolar el acceso y el comportamiento del público, así como la bilidades).
contratación del personal de seguridad" (TSJ de Córdoba, Sala
(ii) Como bien dice Bustamante Alsina, la AFA, como órgano
Penal, 30-5-2003, Responsabilidad Civil y Seguros 2003-V-138
rector del deporte, no puede permanecer extraña al deber
y LL de Córdoba, 2003-1253).
de seguridad que tácitamente está a cargo de las entidades
IV. Elongación del aparato organizador del espectáculo de­ afiliadas o asociaciones, que son sus afiliados. Dicho de­
portivo. La responsabilidad de la Asociación del Fútbol Argen­ ber de seguridad le viene impuesto implícitamente en
tino. Se controvirtió durante años si cabía extender la cali­ relación con todos los convocados como protagonistas
dad de participante en el espectáculo deportivo (y la consiguien­ del espectáculo, aunque no medie con ella ningún vín­
te legitimación pasiva) a las asociaciones que nuclean a las culo jurídico preexistente. Tanto es así que el contrato
entidades participantes, con particular referencia a la Asocia­ de seguro colectivo del espectador tiene por parte a dicha
ción del Fútbol Argentino y en la actualidad también a la Su­ entidad.
perliga Profesional del Fútbol Argentino, con fuerte aval doc­
(iii) Si la AFA o la Super.liga Profesional del Fútbol Argentino
trinario.
no es responsabilizada, carecen de toda relevancia las
La respuesta afirmativa se impone, en consonancia plena con facultades que tiene de verificar, por medio de la comisión
el criterio sentado por la Corte Suprema de Justicia· de la Nación de estadios de fútbol, el fiel cumplimiento de las dispo­
a partir del caso "Mosca, Hugo A. e/Provincia de Buenos Aires siciones que prevé el artículo 74 del Reglamento general,
y otros" (6-3-2007, Fallos: 330:563). máxime cuando los dispositivos en vigencia están para
242 243
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

ser acatados por sus destinatarios y para hacer que sean . 2) Responsabilidad del Estado
cumplidos por quienes tienen a su cargo la responsabi­
lidad. Puede también ser responsable el propio Estado por los daños
(iv) La AFA y en su ámbito la Superliga' Profesional de causados a los asistentes cuando, en función del poder de policía
Fútbol Argentino obtiene provecho económico, ejerce que le corresponde, omite o ejerce inadecuadamente alguna de
control sobre la actividad deportiva y debe por ello res­ las actividades que le son impuestas.
ponder. La Ley 20.655 de Fomento y Desarrollo del Deporte pone a
(v) Aun excluyéndose la AFA y la Superliga de la ley 24.192, su cargo la fiscalización de la actividad deportiva, imponiéndole
su responsabilidad concurrente quedaría patentizada el deber de velar, a través de los órganos competentes, por la
por aplicación de lo dispuesto en el artículo 40 de la seguridad y corrección de los espectáculos públicos (art. 4º).
ley 24.240. El solo hecho de que el contrato de seguro La solución guarda armonía con el artículo 49 de la ley 24.192,
colectivo del espectador sea contratado por ella o a través que dispone la clausura temporaria o definitiva de los estadios
de ella, y que en los tickets aparezca impreso su nombre, cuando éstos no ofrezcan seguridad para la vida o integridad
la erige en productor aparente del servicio y compromete física del público o para el desarrollo normal del espectáculo,
su obligación de resarcir. El producido de la entrada que sea por deficiencias de locales o instalaciones, sea por las fallas
abona el espectador tiene, entre otros destinos determi­ de organización, control o vigilancia.
nados por la AFA (arts. 128, 142, 143, 149, 150 del ¿A quién corresponde dicho poder de policía de seguridad?
Reglamento General de la AFA y disposiciones regular­
mente contenidas en el Reglamento de cada torneo que La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la causa "Za­
carías" (CSJN, 28-4-98, LL 1998-C-322), ha sostenido que el
ella organiza), la contratación de un seguro obligatorio
poder de policía de seguridad corresponde a la provincia y no
de espectadores. "Así las cosas, trátase de una 'estipu­
a los municipios. Nosotros creemos que la solución no es correcta
lación a favor de terceros' que vincula irrevocablemente
y que, en determinados casos, también puede mediar responsa­
a las partes" (Prevot). bilidad del municipio. En este sentido es siempre recordado el
(vi) La responsabilidad en la organización del espectáculo de­ caso de la Puerta 12 en el estadio de River Plate, donde se
portivo debe ser ponderada más allá de la singularidad de responsabilizó a la Municipalidad de Buenos Aires por el in­
las distintas relaciones que se despliegan, atendiendo a la cumplimiento de los deberes de control y vigilancia a su cargo,
actividad empresarial y al interés económico que su ejer­ que resultó determinante para la muerte de decenas de personas
cicio satisface. Cabe poner énfasis, de tal modo, en la (ver LL 148-464 y JA 15-i972-392).
actividad empresarial organizada como sistema, que abar­ Quien alegue tal omisión deberá acreditar la "falta de servi­
ca y se extiende en forma solidaria a todas las empresas cio", esto es, "que no se obró con diligencia y previsión adecuadas
que interactúan a los fines de un mismo complejo eco­ a las circunstancias de tiempo y lugar". En otras palabras: tienen
nómico (argum. art. 40, ley 24.240) (Weingarten). que probar el deficiente o indebido ejercicio del poder de policía
244 245
RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

estatal, sea por omisión, precariedad en la prestación del servicio lidad colee tiva y anónima (art. 1761) cuando el daño es causado
o inclusive por accionar abusivo. por un miembro no individualizado dentro de un grupo deter­
De.lo expuesto surge que el Estado es responsable civilmen­ minado de personas.
te siempre que se acredite una relación causal : adecuada entre La obligación de resarcir que pueda generarse en tal supuesto
el incumplimiento de su obligación de seguridad y el daño pro­ no obsta a la que pesa sobre las entidades participantes.
ducido.
Son aplicables las consideraciones vertidas en otra parte de § 9. Eximentes
esta obra, adonde remitimos (ver supra Capítulo XXIII). a) Aplicación de los principios generales
Las eximentes admisibles son las propias de un sistema de
3) La responsabilidad de los autores materiales del daño
responsabilidad objetiva: hecho o culpa de la víctima, hecho o
De más está señalarlo, también responden concurrentemen­ culpa de un tercero extraño y el caso fortuito ajeno al riesgo
te frente a la víctima los autores, coautores, consejeros, cóm­ empresarial (Müller). Son aplicables los principios generales que
plices del daño, siendo aplicables las reglas ordinarias de la hemos estudiado supra Tomo I, Capítulo VII, adonde remitimos.
responsabilidad civil. Dentro de esta categoría pueden incluirse El artículo 3 3 de la ley 23.184 disponía la responsabilidad
los dirigentes, miembros de comisiones directivas, subcomisio­ solidaria de las entidades o asociaciones participantes en un es­
nes, empleados o demás dependientes de la entidad deportiva, pectáculo público deportivo por los daños sufridos por los es­
o personal contratado, cuando, por ejemplo, consientan que se pectadores de los mismos, en los estadios y durante su desarrollo
guarden en el estadio armas de fuego, artefactos explosivos, "si no ha mediado culpa por parte del damnificado".
etcétera (arts. 4º ; 45, inc. b, y eones., ley 24.192). La norma dio lugar a interpretaciones disímiles, pues en tanto
Cabe insistir en que la identificación de estos legitimados algunos se ceñían estrictamente al texto de la ley, otros, con
pasivos no libera de responsabilidad a las entidades participantes · criterio más amplio, también admitían que el caso fortuito podía
u organizadoras, sin perjuicio de las acciones de regreso que eximir, por ejemplo, de un terremoto que provoca el derrumbe
puedan corresponder. de una tribuna o un proyectil de un arma de fuego disparado
desde un inmueble vecino (Trigo Represas-López Mesa).
4) Responsabilidad por el hecho de las cosas y de terceros La ley 24.192 ha consolidado esta última orientación, al eli­
Son aplicables en esta materia todas las consideraciones ver­ minar toda mención a las eximentes invocables, por lo que ésta
tidas con relación a la responsabilidad por el hecho de las cosas se configurará siempre que se produzca una causa extraña (hecho
y de terceros (auxiliares o dependientes), en materia contractual o culpa de la víctima, de uh tercero extraño o el casus).
y extracontractual (arts. 1753, 1754, 1757, 1758 y eones.).
b) Hecho o culpa de la víctima
5) Responsabilidad colectiva El hecho de la víctima exime por cuanto el daño no es pro­
Pueden aplicarse en este ámbito las reglas de la responsabi- ducido por el riesgo del espectáculo deportivo, sino por la propia

247
246
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

conducta del damnificado, que incide causalmente, de modo total causal en la conducta, que se trate de un tercero extraño y que
o parcial, en la producción del resultado; tal lo que sucede, por -por expresa exigencia normativa, según artículo 1731- revista
ejemplo, en caso de daños experimentados por ,un espectador al los caracteres del caso fortuito. El hecho que interrumpe el nexo
caer desde lo alto de una torre de iluminacióá, a la que había causal, por decirlo de otro modo, debe ser inequívocamente ex­
trepado indebidamente, o desde un alambrado olímpico, al que traño_ al organizador. No son terceros extraños los empleados y
_
se había montado para ingresar al campo de juego, o por quien aux1hares, el personal contratado, incluido el policial, los con­
participa de una gresca entre barrabravas utilizando armas blancas cesionarios y los jugadores y deportistas que participan en el
u otros elementos contundentes, etcétera. mismo.
Es importante recordar que en todos los casos, para que el · Es menester, además, que el hecho no sea imputable al or­
hecho o culpa de la víctima exima totalmente al sindicado como ganizador, por su asiduidad o por su carácter previsible y evi­
responsable, no debe ser imputable. table, dentro del marco de la obligación de seguridad que pesa
sobre él.
e) Hecho o culpa de un tercero extraño Por tal motivo, no constituyen hecho de un tercero extraño
los provocados por asistentes al espectáculo, tales como los da�
Conforme a una orientación, la eximente basada en el hecho ños causados con proyectiles, instrumentos explosivos (bengalas,
de un tercero extraño sería inadmisible en el ámbito que nos bombas de estruendo, etc.), armas de cualquier tipo, ni aquellos
ocupa. Quienes participan de estas ideas señalan que el ejercicio que se produzcan por disputas entre hinchas, o por "avalanchas".
del derecho de admisión en los espectáculos deportivos es in­ Cabe reiterar que la ley emplaza como legitimados pasivos a
compatible con esta causal, toda vez que estándole permitido al todos los que se benefician con la organización del espectáculo
organizador limitar el ingreso a un determinado espectador o deportivo, no pudiendo liberarse ni siquiera probando que los
grupo de espectadores al Estadio, mal podría sustraerse de la daños fueron provocados por un sujeto concreto e individualizado
obligación de seguridad por el obrar de estos grupos. De aceptarse (v. gr., barrabrava, otro espectador, un policía, etc.).
la eximente basada en el hecho de estos terceros, se diluiría su
En cambio, sí constituye hecho de un tercero extraño el del
responsabilidad. fotógrafo de un medio de prensa independiente situado detrás
Nosotros pensamos que la eximente es procedente, sólo que de un arco, que agrede al arquero, o el del piloto de un avión
requiere de una adecuada conceptuación. Dentro de un sistema que cae sobre el estadio.
de causalidad adecuada no debe haber inconveniente en admitir
generalizadamente eximente, sea la responsabilidad contractual
d) Caso fortuito o fuerza mayor
o extracontractual, objetiva o subjetiva. En todos los casos se
configura una causa ajena que desvirtúa la autoría y la empla­ Conforme lo hemos señ�lado anteriormente, también el caso
za en tomo al tercero. Para que no juegue la causal, debería fortuito o la fuerza mayor extraño al riesgo del espectáculo de­
haber expresa previsión normativa, que no se advierte en la actual portivo exime de responsabilidad, siempre que no sea imputable
ley 24.192. al obligado. Tal lo que sucede en caso de terremoto, o de un
Para que ella se configure es preciso que medie incidencia atentado terrorista lanzado desde el exterior.

248 249
RAMÓN ÜANIEL P!ZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPIN0S

En cambio, "la imprudencia o temeridad del público concu­


rrente a las juntas deportivas no constituye un hecho imprevisible,
dado su notorio entusiasmo por un espectáculo de esa naturaleza"
(Bustámante Alsina).
Son aplicables las consideraciones vertidas supra Tomo I,
Capítulo IV adonde remitimos. CAPÍTULO XXV
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
(CONTINUACIÓN)
A) RESPONSABILIDAD DEL TITULAR DE
ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS 1

§ l. Régimen normativo2
Dispone en su artículo 1767 el código civil y comercial: "Res­
ponsabilidad de los establecimientos educativos. El titular de un
establecimiento educativo responde por el daño causado o sufrido
por sus alumnos menores de edad cuando se hallen o deban
hallarse bajo el control-de-la autoridad esc-olar. La-responsabilidad
�s objetiva y se exime sólo con la prueba del caso fortuito.

1 Para un estudio del tema con mayor profundidad, remitimos a PIZARRO, Ramón
Daniel, Tratado de la responsabilidad objetiva, La Ley, Buenos Aires, 2016, t. II.
2 Bibliografía complementaria sugerida: ANDRADA, Alejandro, Responsabilidad

civil de los propietarios de establecimientos educativos, en LL 1998-E-1242; SA­


GARNA, Femando, Responsabilidad civil de los establecimientos educativos. Dife­
rencias con el régimen anterior, en Revista de Derecho de Daños, n. 2017-2, ps. 129
y ss.; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, La responsabilidad civil de los esta­
blecimientos educativos en Argentina después de la refonna de 1997, en LL 1999-
B-1047, en esp. n. IV, b; REYNA, en BUERES y HIGHTON, Código civil y nonnas
complementarias, t. 3-B, art. 1117; NOVELLINO, Responsabilidad de los estableci­
mientos educativos; GALDÓS, Jorge ·M. y VALICENTI, Daños causados y sufridos
por alumnos menores de edad durante la actividad educativa, en LL 2016-E-727;
LÓPEZ MESA, Marcelo, La responsabilidad de los propietarios y directivos de es­
tablecimientos educativos, sus luces y sombras, en elDial - DC124F; LÓPEZ HE­
RRERA, Edgardo, en RIVERA, J. y MEDINA, G. (dirs.), Código, t. V, p. 14; ZAVALA
DE GONZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de daños, t. 4, Presupuestos y funciones
del derecho de daños.

250 251
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

El establecimiento educativo debe contratar un seguro de res­ f) La responsabilidad del titular del establecimiento educativo
ponsabilidad civil, de acuerdo a los requisitos que fije la autoridad es sin perjuicio de la que pueda pesar, de modo concu­
en materia aseguradora. rrente, sobre otros legitimados pasivos.
Esta norma no se aplica a los establecimientos de educación g) Las normas de la ley 24.240 de defensa del consumi­
superior o universitaria". dor y las previsiones contenidas en el código civil y co­
El régimen estatuido presenta algunos rasgos característicos mercial respecto de las relaciones y contratos de consumo
que conviene puntualizar: (arts. 1092 a 1112 y eones.) son plenamente aplicables en
a) En primer lugar, con criterio sensato y realista, desplaza esta temática (Sagarna).
el epicentro de la cuestión, en materia de legitimación
pasiva, desde el director o maestro artesano (criterio del § 2. Establecimientos comprendidos
código de Vélez) hacia el propietario o titular del estable­
cimiento educativo (criterio adoptado por la ley 24.830, La norma habla de "establecimientos educativos" y deja so­
que mantiene y consolida el nuevo código). La responsa-· lamente una cuestión en claro: no están incluidos en ella los
bilidad como contrapartida de la titularidad del estableci­ establecimientos de educación superior o universitaria.
miento o, lo que es igual, del riesgo creado y, en su caso, ¿Cuáles son los establecimientos educativos comprendidos
de empresa, que dimana de tal calidad. por la norma? ¿Son solamente aquellos que se encuentran con­
b) Quedan comprendidos en la norma los daños causados y templados en la ley de educación nacional 26.206 (que sustituyó
sufridos por alumnos menores de edad cuando se hallen a la ley 24.195)?
o deban hallarse bajo el control de la autoridad educativa, Por la respuesta afirmativa se inclina Sagama, quien infiere
lo cual plasma un ámbito de aplicación muy amplio, abar­ tal solución de la referencia que el artículo 1767 hace a la "au­
cativo de responsabilidades contractuales y extracontrac­ toridad escolar", expresión que no podría ser entendida en un
tuales, que excede largamente el modelo edificado en de­ sentido distinto del antes apuntado. Sólo quedarían comprendidos
rredor de los daños causados por los alumnos y aprendices. en esta norma, de tal modo, los establecimientos de educación
c) La responsabilidad del titular del establecimiento es ob­ inicial, primaria y secundaria caracterizados por la ley 26.206.
jetiva; más aún: es una responsabilidad objetiva agrava­ Nosotros sustentamos una posición más amplia. Desde el punto
da que sólo admite como eximente la prueba del caso de vista gramatical son establecimientos educativos "los institutos
fortuito. donde un menor aprende una lengua extranjera, un deporte, cómo
d) Implementa un régimen de seguro obligatorio contra res­ ejecutar un instrumento mus_ical, cómo manejar una computadora;
ponsabilidad civil, a los fines previstos por el artículo 1767, también lo es uno donde un joven de dieciocho años aprende a
de acuerdo a los requisitos que fije la autoridad en materia manejar un vehículo, etcétera" (Kemelmajer de Carlucci).
aseguradora. El artículo 1767 del código civil y comercial contempla todos
e) Los establecimientos de educación superior o universitaria los supuestos en los cuales la enseñanza es impartida a meno­
están excluidos de la norma. res a través de una organización privada de índole empresarial
252 253
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

o estatal, caracterizada por el control de una autoridad, estén o del nivel educacional al que se dedican y, fundamentalmente,
no encuadradas dentro de la ley de educación nacional 26.206 atendiendo al hecho de que quienes asisten a esas entidades "lo
(Kemelmajer de Carlucci, Trigo Represas-Lóp�z Mesa, Ossola, hacen para adquirir una cultura científica, filosófica o artística
Loizaga). por su propia iniciativa, reteniendo una completa independencia
La norma no formula ninguna exigencia en tal sentido, pese personal en relación a los propietarios o a las autoridades de los
a haber sido sancionado cuando ya se encontraba vigente la institutos" (Novelino).
referida ley de educación. El intérprete no puede, de tal modo,
establecer limitaciones allí donde no las ha• formulado el legis­ b) Quid de la pretendida exclusión de los
lador, tanto más cuando ellas conducen a desproteger a la víctima.
establecimientos públicos educativos
Así, quedan comprendidos no sólo los establecimientos edu­
cativos de educación inicial, primaria y secundaria, colegios u ¿Se aplica la normativa antes analizada a la responsabilidad
otras instituciones equivalentes, sino también los institutos or­ del Estado, cuando éste es titular de un establecimiento educativo
ganizados bajo forma de empresa, que tienen un fondo de co­ de los incluidos en el artículo 1767?
mercio y una dirección, en los cuales se imparta algún tipo de Conviene tener en cuenta que el sistema implementado por
instrucción, cualquiera sea su contenido, tal lo que sucede con el código civil y comercial y por la ley 26.944 de responsabilidad
los que enseñan idiomas extranjeros o música. del Estado nacional está estructurado de la siguiente manera:
Por no tratarse de establecimientos educativos, están al margen 1) El Estado nacional en su ámbito específico, la Ciudad
de la disposición del artículo 1767 del código civil y comercial Autónoma de Buenos Aires y las Provincias en el suyo
(y sujetos al régimen ordinario de responsabilidad civil) las guar­ propio tienen facultades para regular su responsabilidad y
derías de niños, las colonias de vacaciones y los centros de prác­ la de sus agentes.
tica deportiva. 2) Se otorga carácter iuspublicístico a la responsabilidad del
Estado, considerando que no es correcto someterla al ré­
§ 3. Establecimientos excluidos gimen jurídico de la responsabilidad de los sujetos priva­
a) Establecimientos de educación superior y universitaria dos, conforme lo normado en el código civil y comercial.
La responsabilidad del Estado es concebida, de tal modo,
Detengámonos ahora en los establecimientos excluidos del como una institución del derecho público.
artículo 1767 del código civil y comercial. Ellos son los de 3) En ese contexto, el marco normativo sancionado, en conso­
educación superior y universitaria. nancia con lo dispuesto por los artículos 1764 a 1766 del
De haberse guardado armonía con la ley federal de educa­ código civil y comercial prevé que las disposiciones del có­
ción 24.195 la norma debería haber hecho referencia a estable­ digo civil contenidas en el Capítulo 1 (Responsabilidad civil),
cimientos de educación superior, universitarios o no. Título V, Libro Tercero, no son aplicables a la responsabi­
Parece lógico que también se encuentre excluido el nivel de lidad del Estado, de manera directa, ni subsidiaria.
posgrado. La exclusión en estos casos está determinada en razón 4) Concebida de tal modo la cuestión, la normativa que es-
254 255
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPlNOS RESPONSABlLIDADES ESPEClALES (CONTlNUAClÓN)

tamos analizando no se aplicaría a la responsabilidad. del en�e el Estado, ti�lar de establecimientos educativos, y
Estado titular de establecimientos educativos, la cual que­ qmenes son usuanos de dichos servicios. En tal caso, la
. daría atrapada por las previsiones de la ley 26.944 en su aplicación del artículo 1767 del código civil y comercial
ámbito específico y por las distintas legi�laciones provin­ encuentra sustento también en el artículo 42 de la Cons­
ciales que pudieran dictarse sobre aquella cuestión. titución Nacional y en las previsiones de la ley 24.240
Nosotros creemos, en cambio, que el artículo 1767 del código d � defensa del consumidor. Una interpretación que pres­
civil y comercial es aplicable a la responsabilidad del Estado cmda de la aplicación del artículo 1767 a la responsabi­
titular de establecimientos educativos por las siguientes razones: lidad del Estado violaría, además de la garantía de igual­
dad ante la ley, los derechos fundamentales que la pro­
l. En defecto de previsión normativa específica sobr� dicha
pia Constitución reconoce a los consumidores y usuarios
temática en normas de derecho público -la ley 26.944
(art. 42), al tiempo que generaría un tratamiento irrazo­
no regula esta tipología- las disposiciones del código
nablemente diferente para personas que se encuentran en
civil y comercial se aplican por analogía.
similar situación.
II. No hay principio alguno de derecho público que esté En resumidas cuentas: la responsabilidad del Estado titular
reñido con la solución normativa del artículo 1767, que de establecimientos educativos se rige por lo dispuesto en el
pueda llevar a aplicar un criterio de responsabilidad dis­ artículo 1767 del código civil y comercial, complementado con
tinto del allí establecido. Una solución contraria sería lo dispuesto en la ley 24.240 y en otras normas y principios de
inconstitucional por quebrantar, entre otras, la garantía derecho público.
constitucional de igualdad ante la ley (art. 16, CN), tanto
con relación a los damnificados, cuanto para los sindi­ § 4. Legitimación pasiva
cados como responsables.
ID. La responsabilidad prevista en el artículo 1767, proyec­ La legitimación pasiva recae sobre el titular del estableci­
tada al terreno de la responsabilidad estatal, es plenamente miento educativo, sea o no propietario del inmueble donde fun­
compatible con la falta de servicio que prevé el artícu­ ciona el mismo y se dictan las clases.
lo 3º, inciso d, de la ley 26.944. La determinación del La locución utilizada ("titular") es más amplia que la de
estándar de servicio que debe prestarse, y de sus even­ "propietario". Conforme el Diccionario de la Lengua de la Real
tuales falencias ( que configurarían la falta de servicio), Academia Española, en su segunda acepción ("dicho de una
debe ser realizada teniendo en cuenta lo dispuesto por persona"), significa "que tiene a su nombre un título o docu­
la primera de las normas antes citadas. Una responsabi­ �ento jurídico que la ident�fica, le otorga un derecho o la pro­
lidad estatal que no respete dichos parámetros sería cla­ piedad de algo o le impone una obligación".
ramente inconstitucional por violar la garantía de igualdad El propietario es el titular por naturaleza del establecimiento.
ante la ley ( art. 16). Pero pueden serlo también otras personas: el arrendatario, el
IV. La solución devi�ne más nítida si se admite -como lo usufructuario, fiduciario, etcétera.
hacemos nosotros- que existe una relación de consumo Todo aquel que tiene a su nombre un título suficiente que le

256 257
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

otorga un derecho sobre un establecimiento educativo, ejercite edad son confiados a una entidad pública o privada para que
o no la dirección efectiva del mismo, es titular a los fines de la les sea prestado un servicio de modo organizado, en condiciones
norma y responde objetivamente por el riesgo ,creado y de em­ de indemnidad para su persona y para terceros.
presa que dimana de su actividad (Ossola, Sagama, Galdós-Va­ En el ámbito de la responsabilidad del Estado, también es
licenti, López Mesa). aplicable la doctrina de la falta de servicio, de corte netamente
En el ámbito del derecho del consumidor, es también titular objetivo, que ha tenido importantes desarrollos en la jurispru­
quien pone su nombre o marca en el establecimiento educativo, dencia de la Corte Suprema.
presentándose pública y ostensiblemente como proveedor pro­
fesional de dicho servicio (art. 40, ley 24.240). § 6. Requisitos
§ 5. El factor de atribución Para que se configure la responsabilidad que nos ocupa es
menester la presencia de ciertos requisitos: daño causado o su­
La responsabilidad del titular de establecimientos educativos frido por un alumno, minoridad del alumno dañador o dañado
contemplada por el artículo 1767 del código civil y comercial y que el daño se haya producido durante una actividad realizada
es indudablemente objetiva. Más aún: es ultraobjetiva, pues sólo bajo control de la autoridad educativa.
admite como eximente al caso fortuito. Los analizaremos seguidamente.
Conforme un criterio, el fundamento anida en la idea de ga­
rantía, en razón de la indemnidad que se ofrece al cocontratante a) Daño causado o sufrido por un alumno
en la órbita negocia! y también en la esfera aquiliana por los
daños causados por los alumnos a terceros (Sagama, Trigo Re­ La ley contempla dos supuestos claramente diferenciables que
presas-López Mesa, Sáenz). trataremos por separado: los daños causados por los alumnos me­
De acuerdo con otro enfoque, el fundamento es el riesgo nores de edad y los sufridos por ellos cuando se hallen o deban
creado o de empresa (Mosset Iturraspe, Kemelmajer de Carlucci, hallarse bajo el control de la autoridad educativa. Se engloba,
López Herrera). de tal modo, el tratamiento conjunto de supuestos de responsa­
En verdad, ambas doctrinas no son incompatibles pues, como bilidad civil contractual y extracontractual, asignándole idéntico
lo hemos señalado en otra parte de esta obra, la idea de garantía régimen.
sólo sirve para describir superficialmente una realidad externa,
sin explicar su fundamento, el cual reside, en última instancia, 1) Daños causados por los alumnos
en el riesgo creado o de empresa. Se debe la mentada "garantía" El titular del establecimi�nto educativo responde por los daños
por el hecho de haber generado la actividad riesgosa que la causados por alumnos menores de edad mientras estén confiados
impone. En otras palabras: una garantía impuesta por la ley con al control de su autoridad educativa.
fundamento en el riesgo. Quedan comprendidos dentro de este supuesto los detrimentos
El riesgo no anida en impartir educación, sino en las circuns­ producidos al personal docente o no docente del establecimiento,
tancias que están anejas a dicho proceso cuando menores de a otros alumnos y a terceros ajenos al instituto, sean dolosos,
258 259
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

culposos o meramente accidentales siempre que en este último b) Minoridad del alumno dañador o dañado
supuesto no se configure el casus. En los dos primeros supuestos, Es menester que el alumno que causa o sufre el daño sea
la responsabilidad es contractual, derivada del, incumplimiento menor de edad, esto es, que no haya cumplido dieciocho años.
de la ·obligación de seguridad, de resultado, que pesa en cabeza Resulta indiferente que tenga o no discernimiento, o que se
suya. En el segundo, la responsabilidad es de naturaleza extra­ halle emancipado; en uno y otro caso la solución normativa
contractual. El fundamento, en ambos casos, anida en el riesgo no varía, por lo que quedan alcanzados por la normativa los
creado por los centros educativos. hechos dañosos provenientes de menores de corta edad y tam­
bién los de aquellos que están próximos a alcanzar la mayoría
de edad.
2) Daños sufridos por alumnos Los daños causados y sufridos por alumnos mayores de edad
están al margen del régimen estatuido por el artículo 1767 del
Se insertan dentro de este capítul los daños sufridos
código civil y comercial y resultan alcanzados por el régimen
por alumnos menores de edad por accionar del personal directivo,
general de la responsabilidad civil.
docente o no docente del establecimiento, por el hecho de las
cosas, por el de terceros extraños y, más todavía, por el propio
hecho perjudicial del damnificado. c) El daño debe producirse durante una
actividad realizada bajo situación de
La responsabilidad del titular del establecimiento educativo control de la autoridad educativa
es de naturaleza contractual, derivada del incumplimiento de la
obligación de seguridad, de resultado y del riesgo de la actividad 1) Importancia de este requisito.
desplegada. Críticas a la terminología legal
No es requisito indispensable identificar al autor del perjuicio, Es preciso, finalmente, que el daño causado o sufrido por el
por lo que el titular del establecimient9 responde aun cuando la menor se haya producido mientras éste se halle o deba hallarse
causa del mismo permanezca ignorada, siempre que el detrimento bajo "el control de la autoridad educativa". La exigencia nor­
se produzca cuando el alumno menor de edad se halle bajo el mativa tiene por finalidad determinar el ámbito cualitativo de la
control de su autoridad educativa. obligación de seguridad y del riesgo de la actividad desplegada
Quedan comprendidos todos los daños que el menor experi­ por el propietario del establecimiento educativo cuando se trata
mente, patrimoniales o morales. En caso de muerte del alumno, de daños causados y sufridos por menores. Es obvio que no
sólo existen damnificados indirectos, en particular los padres; responde por todos esos daños, sino por aquellos que se pro­
en dicho supuesto la expresión "daños sufridos por alumnos" duzcan mientras el alumno menor de edad esté bajo su control.
debe interpretarse en el sentido amplio y material, como alusiva La referencia legal sirve para delimitar su esfera de control y la
a "las víctimas inmediatas del hecho" (Zavala de González). La consiguiente responsabilidad objetiva y no impone ninguna co­
legitimación activa de estos últimos se rige por los principios nexión necesaria o contingente con la idea de culpabilidad, de
generales. la que aquí se prescinde totalmente.

261
260
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

Quedan comprendidos dentro de la fórmula legal no sólo los te, atendiendo a las particularidades de cada caso y teniendo
supuestos en los que hay una efectiva vigilancia por la autoridad, en cuenta un dato de la realidad: los padres delegan las fun­
sino también aquellos casos en los cuales la vigilancia debida ciones de cuidado, control y vigilancia de sus hijos desde el
era inexistente. De allí que es acertada la reda'pción del artícu­ momento en que los menores acceden al centro de enseñanza
lo 1767 del código civil y comercial cuando exige que el alumno hasta que se produce su salida ordenada.
se halle o deba hallarse bajo la autoridad escolar, pues si de Está fuera de toda duda que los daños que el alumno menor
hecho no se encuentra bajo control porque la autoridad no lo de edad cause o sufra durante el horario de jornada escolar están
cumple, la responsabilidad subsiste (por ej., daño causado o su­ comprendidos dentro del artículo 1767, sea que se encuentre
frido por el menor que se escapa del establecimiento por falta desarrollando actividades escolares propiamente dichas, extraes­
de control). colares o complementarias, organizadas o controladas por el ti­
tular del establecimiento y su personal.
2) ¿ Quiénes revisten calidad de "autoridad El horario de ingreso tiene gran importancia pues marca de
escolar'' a los fines del artículo 1767 del modo indudable el momento de inicio del deber de vigilancia,
código civil y comercial? claro está, si el educando se pone a disposición e ingresa al
ámbito espacial designado a tal fin, con independencia de que
Se trata de una noción amplia, en la que quedan comprendidos
el propietario del establecimiento lo ejerza o no, tal lo que su­
el propietario del establecimiento educativo, todos los que ejercen
cedería si el alumno no puede ingresar al establecimiento por
funciones directivas o docentes, en contacto directo con los alum­
hallarse las puertas cerradas.
_nos (v. gr., director, profesor, maestro, celador, etc.), de modo
permanente, ocasional o accidental, y también "los que integran Cabe señalar, sin embargo, que la determinación del horario
el plantel administrativo del establecimiento: portero, bibliote­ escolar debe ser realizada de modo flexible, comprendiendo los
cario, etcétera, porque cualquiera de ellos puede impartir direc­ momentos previos al horario de ingreso y ulteriores a la salida
tivas a los educandos en los ámbitos que les conciernen, controlar del establecimiento, aunque esto se produzca con posterioridad
su conducta, cuidarlos si es necesario o informar a los directivos a la hora en que finalice la- jornada escolar. Quedan compren­
ante situaciones de riesgo" (Zavala de González). Todos ellos didos, dentro del mismo, los daños sufridos por alumnos que se
son, por lo demás, auxiliares de los que se vale el propietario encuentran en el patio del colegio, a la espera del inicio de las
del establecimiento para cumplir con sus obligaciones contrac­ actividades o después de haber concluido las mismas, mientras
tuales y, además, dependientes suyos en el sentido que emerge aguardan que los vengan a recoger sus padres.
del artículo 1753 del código civil y comercial. El mismo criterio se sigue para la finalización del deber de vi­
gilancia, el cual debe ser ponderado con suficiente flexibilidad
3) ¿ Cuándo comienza y cuándo concluye en función de las circunstancias de cada caso en particular. En
el control de la autoridad educativa?
principio, dicho deber concluye cuando finaliza el horario de cla­
se estipulado y el alumno sale del establecimiento. Ello no obsta
Es una cuestión que debe ser ponderada circunstanciadamen- a que pueda flexiblemente ser prorrogado, por ejemplo, cuando

262 263
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

sea habitual que los alumnos esperen algunos minutos, en un actividad en un ámbito especial distinto al de la sede de la ins­
patio del establecimiento, hasta que sus padres los retiren. titución educativa no altera en lo más mínimo el deber de control
que pesa sobre su propietario y el riesgo que dimana de tal
4) Ámbito espacial de la responsabilidad del situación; más bien, todo lo contrario.
propietario del establecimiento educativo Las mismas conclusiones valen para los casos de viajes de
Veamos ahora cuál es el ámbito espacial dentro del cual puede estudio, de esparcimiento o de recreo, campamentos, participa­
plasmarse la responsabilidad del propietario del establecimien­ ción en competencias deportivas con otros colegios, etcétera,
to educativo reglada por el artículo 1767 del código civil y co­ organizados o supervisados por el establecimiento educativo, par­
mercial. ticularmente cuando los alumnos van acompañados con instruc­
También aquí rige la pauta de razonable laxitud señalada tores, maestros o directivos de este último.
anteriormente para la determinación temporal de su deber de La situación es evidentemente distinta cuando se trata de viajes
control. de estudio o de esparcimiento que se realizan sin la supervisión,
Una cosa es clara: todos los daños ocurridos dentro del es­ organización o control por parte de la autoridad educativa. En
tablecimiento educativo, en horarios de aprendizaje o recreación, tal caso, ninguna responsabilidad pesa sobre esta última estando
o al tiempo de ingresar y egresar del mismo, se consideran el supuesto al margen del artículo 1767 del código civil y co­
acaecidos mientras el alumno se hallaba bajo el control de la mercial.
autoridad educativa (Kememajer de Carlucci, Zavala de Gon­ El propietario del establecimiento educativo responde igual­
zález). mente por los daños causados o sufridos por el alumno me­
La misma conclusión se impone en los casos de daños cau­ nor de edad cuando el daño se produce fuera del establecimien­
sados fuera del establecimiento pero que tienen su causa en una to educacional, en un horario en el que éste debería estar den­
actividad desplegada desde su interior. Así, por ejemplo, el ex­ tro del colegio si se ha escapado por falta de control; con ma­
perimentado por un transeúnte que camina por la vía pública al yor razón, cuando circula por las calles durante una "hora
ser alcanzado por una piedra lanzada por un alumno desde el
libre", con consentimiento expreso o tácito de la autoridad edu­
interior del establecimiento edµcacional.
cativa.
¿ Qué sucede con los daños causados o sufridos por alumnos
fuera del establecimiento educacional? ¿Debe el propietario del establecimiento educativo responder
No hay duda de la responsabilidad del propietario cuando por los daños sufridos por el alumno in itinere, por ejemplo, al
aquéllos se producen en el marco de actividades complementa­ tiempo de ser transportado desde o hacia el colegio?
rias, escolares o extraescolares, bajo control del establecimiento La respuesta, en principio, es claramente negativa, salvo que
educativo (v. gr., visita a un zoológico para una clase de zoología, el establecimiento educativo organice o proporcione el transporte,
o a una universidad, para asistir a un curso complementario de en cuyo caso su responsabilidad queda atrapada en su doble
orientación vocacional, etc.). El mero hecho de desplegarse la carácter de centro educativo y de transportista escolar.
264 265
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

§ 7. Eximentes sufridos por alumnos durante un recreo, mientras juegan, por


ejemplo, un partido de fútbol u otros deportes que suponen cierta
a) La responsabilidad objetiva agravada.
posibilidad de contacto físico, sin asumir riesgo extraordinario
El caso fortuito como eximente
alguno (Kemelmajer de Carlucci).
A diferencia de lo que sucede en la inmensa mayoría de los Conforme a otra cosmovisión, correspondería efectuar una
supuestos de responsabilidad objetiva, el artículo 1767 del có­ interpretación extensiva para admitir a las hipótesis antes seña­
digo civil y comercial únicamente admite como eximente al caso ladas como eximentes, hasta tanto se reforme el artículo 1767

1
fortuito. del código civil y comercial. Se procura, de tal modo, mitigar
De más está decir que la demostración del obrar diligente el rigor intolerable de la solución legal que convierte al propie­
(no culpa) del sindicado como responsable carece de toda inci­ tario del establecimiento educativo en un garante absoluto y ob­
dencia liberatoria. jetivo de daños sufridos por menores que son fruto de la fatalidad
La solución normativa ha causado cierta perplejidad a buena (Zavala de González).
parte de la doctrina nacional, que la juzga demasiado dura. Nosotros participamos de la primera de las opiniones vertidas,
El hecho del damnificado o de un tercero extraño naturalmente no sin reconocer que conduce a soluciones demasiado rigurosas
eximen por su carácter imprevisible, inevitable y ajeno a la auto­ que pueden mitigarse, ciertamente, a través del seguro. El sis­
ridad educativa; pero, claro está, en tal supuesto la eximente será tema, hasta tanto no sea reformado, se asienta sobre tales pará­
el casus y no la culpa de la víctima o el hecho del tercero extraño. metros -responsabilidad objetiva agravada y seguro obligatorio­
y no puede ser mitigado a través de una interpretación flexible
Por tratarse de hechos objetivamente previsibles o evitables
de su eximente, criterio que, por otra parte, estaría reñido con
y externos al riesgo de empresa, no constituye caso fortuito, los
los principios básicos que la rigen. En materia de responsabilidad
daños sufridos por alumnos a raíz de la conducta de terceros
objetiva no hay interpretación extensiva de sus eximentes.
que ingresan al colegio durante un recreo, o las peleas o agre­
siones entre estudiantes, o los malos tratos o vejaciones que
pueda el alumno experimentar a raíz de la conducta dolosa o b) La culpa o hecho del damnificado
culposa de un miembro del personal docente o no docente de Esta eximente típica de los sistemas de responsabilidad ob­
la institución, etcétera. jetiva no estaba mencionada en el artículo 1117 del código civil
¿Qué sucede con los accidentes ocurridos en el desarrollo de anterior, ni tampoco lo está en el artículo 1767 del código civil
actividades habituales de recreación (v. gr., práctica de deportes, y comercial.
ejercicios de educación física, etc.) o de educación? ¿La obli­ ¿Qué valor cabe asignar.al silencio del legislador? Es evidente
gación de seguridad que pesa sobre el propietario del estableci­ que tratándose de daños sufridos por alumnos el hecho del dam­
miento educativo comprende tal garantía de indemnidad? ¿Puede nificado carece de toda virtualidad eximitoria, salvo que por sus
configurarse en dicho supuesto el casus? caracteres de extraordinariedad, imprevisibilidad e inevitabilidad
De acuerdo con un criterio, de lege lata, tales infortunios no pueda configurar un casus. El sistema pergeñado pone sobre las
constituirían caso fortuito, como tampoco lo serían los daños espaldas del propietario del establecimiento educativo el riesgo

266 267
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

económico y jurídico de la culpa de la víctima, imponiéndole del propietario del establecimiento educativo y las que conten­
su asunción, aunque mitigando el rigor de la carga con la im­ gan cualquier precepto que imponga la inversión de la carga
plementación del sistema de seguro obligatorio. La contingencia de la prueba en perjuicio de aquél (argum. art. 37, incs. b, y c,
del hecho o culpa de la víctima está "dentro1' del ámbito de ley 24.240).
riesgo que la ley pone en cabeza del propietario del estableci­
miento educativo; constituye una cuestión "interna", inherente § 8. El seguro obligatorio contra responsabilidad civil
al mismo, que es incompatible con el carácter externo del casus.
Se impone al titular del establecimiento educativo el deber
La situación es evidentemente distinta cuando el damnificado de contratar un seguro contra responsabilidad civil, "de acuerdo a
es un tercero extraño al establecimiento educativo. En tal caso los requisitos que fije la autoridad en materia asegurativa". La
la norma debe ser objeto de una interpretación sistemática, pues norma no condiciona la responsabilidad que nos ocupa a la con­
"no hay razón alguna que justifique que un principal o comitente tratación del seguro; tampoco prevé sanciones para el caso de
(aún más, el dueño o guardián de una cosa) se libere total o incumplimiento del deber de asegurarse, lo cual es censurable.
parcialmente frente a la culpa causal de la víctima y que, en
El deber de contratar el seguro recae "sobre el establecimiento
cambio, el propietario de un establecimiento educativo deba asu­
educativo", tal la redacción impropia del segundo párrafo del
mir un daño que es causalmente atribuible a una persona extraña
artículo 1767. Quien debe asegurarse es una persona, física o
al sector" (Kemelmajer de Carlucci).
jurídica, titular del establecimiento y no este último como sujeto
de derecho.
c) El hecho del tercero extraño El seguro debe ser contratado de acuerdo con los requisitos
Las mismas reflexiones vertidas para la culpa de la víctima que fije la autoridad en materia asegurativa.
valen para la eximente basada en el hecho de un tercero extraño,
que frente a daños sufridos por alumnos no tiene virtualidad § 9. Responsabilidades concurrentes
liberatoria, salvo que por sus características configure un casus
La responsabilidad del titular del establecimiento educativo
(v. gr.: atentado terrorista). Es, por lo demás, una exigencia nor­
que prevé el artículo 1767 del código civil y comercial, directa y
mativa que fluye del artículo 1731 del código civil y comercial.
objetiva, no implica en modo alguno que la obligación de resarcir
no pueda serle también atribuida a otro título, particularmente por
d) Cláusulas de eximición de responsabilidad los daños causados por el hecho de los terceros de los que se vale
para cumplir con sus obligaciones, por el hecho de los dependien­
Tratándose de relaciones de consumo, se tienen por no con­
tes y por el hecho de las cosas de las que es dueño o guardián.
venidas las cláusulas que limiten o eximan la responsabilidad
contractual prevista en el artículo 1767 del código civil y co­ Pueden, además, ver comprometida concurrentemente su res­
mercial (argum. art. 37, inc. a, ley 24.240) (Ossola). El mismo ponsabilidad los maestros, profesores, directores y otros agentes
criterio se aplica a aquellas que importen renuncia o restric­ de educación (que no sean propietarios del establecimiento edu­
ción de los derechos del consumidor, o que amplíen los derechos cativo) quienes responden frente a la víctima por su hecho per-

269
268
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

sonal siempre que haya culpa o dolo en su conducta, o que el dencia laboral, por aplicación del artículo 87 de la LCT demuestre
daño pueda serles imputado en virtud de un factor objetivó de que el res �on �a?le ha obrado con dolo o culpa grave. Son aplica­
atribución (v. gr.: menoscabos causados a los alumnos por cosas bles los pnnc1p10s generales que rigen la materia.
de las que son dueños o guardianes). La aleg�ción y carga de
la prueba de la culpa pesa sobre el damnificado, sin perjuicio
de que puedan aplicarse las reglas de las cargas probatorias di­ B) RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ESTABLECIMIENTOS
námicas, de tanta importancia en esta materia. Tratándose de SANITARIOS EN GENERAL. HOSPITALES, CLÍNICAS
Y SANATORIOS. MEDICINA PREPAGA
una responsabilidad subjetiva, el docente no responde cuando
se comprueba que ha obrado con la diligencia debida, pondera­ § 11. Introducción3
bles en función de las circunstancias del caso concreto. En los
casos de responsabilidad objetiva del docente, se aplican las exi­ La atención médica del paciente se lleva normalmente a cabo
mentes generales, liberándose el mismo si alega y acredita la en los centros asistenciales por tres razones:
causa extraña. a) Allí se encuentran los aparatos de alta tecnología que en
La responsabilidad del docente frente al alumno, en tal caso, la actualidad son indispensables para las distintas etapas
es extracontractual, al igual de la que pesa sobre el docente en del quehacer médico (diagnóstico-tratamiento) y cuyos ele­
los casos de daños sufridos por terceros por el accionar de los vados costos no están al alcance de los profesionales de
alumnos. la medicina.
También el autor del hecho dañoso, particularmente cuando b) Están en condiciones de prestar servicios médicos y de
sea un tercero, tendrá que responder frente a la víctima por apli­ internación con mayor eficacia.
cación de los principios generales de la responsabilidad por da­ c) Son pocos los médicos que desarrollan su actividad en
ños, subjetiva u objetiva, contractual o extracontractual, por he­ consultorios particulares por la imposibilidad de brindarle
cho propio o ajeno y por el hecho de las cosas. Entre estos al paciente un servicio profesional completo.
supuestos cabe mencionar muy especialmente la responsabilidad
del transportista escolar por los daños sufridos por los menores § 12. Responsabilidad del hospital, sanatorio o
transportados, cuestiones todas que hemos estudiado en capítulos clínica por daños causados por un médico
anteriores, adonde remitirnos. independiente que le alquila un consultorio
o el quirófano adonde opera
§ 10. Acción de recursoria Un primer supuesto a considerar es éste, en el cual el médico
Se admite pacíficamente que el titular del establecimiento 3 Bibliografía complementaria sugerida: BUERES, Alberto J., Responsabilidad civil
docente puede tener acción de recursoria en contra del docente que de los médicos, 2" ed. corregida y ampliada, Hammurabi, Buenos Aires 1992· TRI­
por su culpa o dolo causó el daño. Para que proceda la acción es GO REPRESAS, Félix A., Reparación de daños por mala praxis médica, '2• ed.,' n. 54,
ps. 325 Y ss.; LORENZETTI, Ricardo, La empresa médica, ps. 417 y ss.; TOBÍAS, José,
preciso que el responsable haya pagado la indemnización, acredite Elftmdamento de la responsabilidad civil de las clínicas y establecimientos asistenciales
la atribución del daño al dependiente y, en los casos de depen- Y su responsabilidad por el hecho de las cosas, en LL I 983-B-1143.

270 271
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABlLIDADES ESPEClALES (CONTINUACIÓN)

simplemente arrienda un consultorio en un esta?lecimiento s�­


_ del profesional a su plantel estable y de vinculación frente a
natorial o un quirófano donde va a operar al paciente, con o si!1
el instrumental necesario o la colaboración del personal adnn­ los consumidores que no puede ser soslayada a la luz de los
nistrativo o paramédico del nosocomio. principios que rigen el derecho del consumo y del principio de
la buena fe. Lo mencionado asume mayor relieve si se tiene en
Ello, por cierto, no obsta a que el centro asi�tencial �ueda
cuenta que para que dicha prestación médica se concrete el centro
aportar, sobre todo en caso de internaciones o de mtervenci�n�s
asistencial debe desplegar conductas orientadas a tal finalidad,
quirúrgicas, alojamiento, alimentación, medicamentos, servic10
que contribuyen a potenciar la apariencia y la generación de
de enfermería, personal paramédico, supuesto en el cual se for­
confianza que mencionamos anteriormente. La índole del vínculo
maliza un contrato de internación, de carácter innominado, que
negocia! que eventualmente une al médico con el centro asis­
guarda proximidad con la locación de obra.
tencial (v. gr., un contrato de locación) nada agrega o quita a.
¿Responde la institución sanatorial en caso de mala praxis la existencia de una relación de consumo entre éste con el pa­
atribuible exclusivamente al galeno? ciente, ponderable a la luz del principio de confianza en la apa­
La doctrina dominante se inclina por la negativa, en razón riencia desplegada (art. 1067, Cód.Civ.Com.), todo lo cual toma
de no mediar subordinación jurídica del médico con el estable­ encuadrable en las previsiones de la ley 24.240 a su responsa­
cimiento sanatorial (Trigo Represas, Bueres). La responsabili­ bilidad.
dad por mala praxis recaeria, en tal caso, únicamente sobre el Vale remarcar que la ley de defensa del consumidor excluye de
médico. su seno a los profesionales liberales que requieren de título univer­
Lógicamente, la solución es distinta si el �año provien� de sitario para ejercer su profesión, pero no a los centros médicos o
una conducta imputable a la clínica con relación a las obliga­ asistenciales que están atrapados por sus normas y principios.
ciones que pesan legal o contractualmente sobre ella, supues­ Una solución contraria abre fácilmente las puertas a la irres­
to en el cual esta última podría ver comprometida su responsa­ ponsabilidad del centro asistencial y deja libre el camino para
bilidad. Asume especial relieve, dentro de este contexto, la obli­ mecanismos operativos en fraude a la ley, que en los hechos
gación del establecimiento asistencial de garantizar "las �reven­ terminan descargando la responsabilidad en el médico, dejando
_
ciones y cuidados destinados a conjurar los nesgos propi�s que indemne al más poderoso económicamente.
acechan a quienes, por tener su salud· quebrantada, confian en
esas instituciones" (Trigo Represas), todo lo cual pone en cabeza § 13. Responsabilidad del hospital, sanatorio
de ellas una obligación de seguridad que es de resultado. Por o clínica por daños causados por un
esta vía se ha responsabilizado a los centros médicos por daños médico que integra su plantel permanente
causados por deficiente asepsia.
Nosotros creemos que este enfoque es insostenible en el ám­ La solución no puede ser distinta cuando el daño es causado
bito del derecho del consumidor. Quien permite que un médico por mala praxis de médicos integrantes del plantel estable del
atienda pública y ostensiblemente en sus instalaciones, alquil�­ sanatorio, hospital o centro asistencial, con o sin relación de
dole un espacio para ello, genera una apariencia de pertenencia dependencia en sentido estricto. La existencia de una vinculación
jurídica previa justifica plenamente la responsabilidad del noso-
272
273
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

comio por los daños que sufran los pacientes por mala praxis Se discute si dicha obligación de seguridad es de medios o
de dicho personal o por deficiente prestación de otros servicios de resultado. La cuestión tiene enorme importancia en orden a
comprometidos. la determinación del factor de atribución, que sería subjetivo en
Si el contrato de con.sumo de prestación médico asistencial el primer caso y objetivo en el segundo.
se ha concertado directamente entre el establecimiento y el pa­ Nosotros creemos que, salvo previsión normativa en contrario
ciente, la responsabilidad de aquél será directa, de naturaleza (como la contenida en el art. 1756), la obligación de seguridad
contractual y quedará atrapada por la ley de defensa del consu­ que pesa sobre el establecimiento asistencial, en el caso que nos
midor 24.240. ocupa, es de resultado. Su responsabilidad es objetiva, con ba­
samento en el riesgo creado.
§ 14. Responsabilidad del médico dependiente
de un establecimiento asistencial
§ 17. Responsabilidad personal de las autoridades
El médico dependiente de un establecimiento asistencial res­ del establecimiento asistencial
ponde frente al paciente damnificado por los daños causados
por su mala praxis. Es lógica consecuencia de aplicar los prin­ Como regla, no responden por la mala praxis del médico,
cipios generales de la responsabilidad civil por el hecho propio, pues ellas no garantizan el accionar del galeno, ni tienen pre­
con basamento en la culpabilidad. rrogativas de control sobre cuestiones que hacen a la autonomía
científica de este último.
§ 15. Responsabilidad concurrente La cuestión puede ser distinta cuando la mala praxis guarda
del establecimiento y del médico vinculación causal con cualquiera de los deberes que les impone
su función (Ossola). En tal caso, su responsabilidad es directa
La responsabilidad del médico, en los casos que nos ocupan, y con basamento en la culpa.
es concurrente con la que pueda gravitar sobre el establecimiento
asistencial.
§ 18. Situación de los establecimientos estatales
§ 16. Daños derivados del incumplimiento de La responsabilidad del Estado titular de establecimientos sa­
la obligación de seguridad que gravita nitarios se rige por normas y principios de derecho administra­
sobre los establecimientos asistenciales tivo nacional o local, según corresponda. Ello como consecuen­
El titular del establecimiento asistencial asume una obligación cia de la inaplicabilidad de las normas del código civil y co­
de seguridad con relación a los pacientes, respecto de daños que mercial, en materia de responsabilidad por daños, prevista en
pueda éste sufrir por situaciones ajenas al acto médico. Dentro el artículo 1764, y de lo dispuesto por el artículo 1765. Nos
de este ámbito asume especial relieve la problemática de las hemos ocupado del tema supra Capítulo XXI, B, § 8, adonde
infecciones intrahospitalarias, frecuentes y muchas veces inevi­ remitimos.
tables. En el ámbito nacional rige lo dispuesto por la ley 26.944.
274 275
RAMÓN DANIEL P:rZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDADES ESPECIALES. (CONTINUACIÓN)

§ 19. Responsabilidad civil en la medicina prepaga ropajes jurídicos diversos, cuya consideración en profundidad
a) Nociones generales excede los límites de nuestra obra.
Comenzaron a proliferar sistemas alternativos a los que de­
D�ante mucho tiempo la atención médica 1se realizó sobre sarrolla el Estado o la seguridad social, de prestación de servicios
parámetros muy distintos a los que hoy campean y se desenvolvió médicos brindados por personas privadas. Su actividad se ase­
en base a un sistema netamente liberal, en el cual el médico y meja a la de las obras sociales, pero difiere de ellas en un aspecto
el enfermo celebraban un contrato atípico, de asistencia médica, fundamental: en estas últimas, la afiliación es compulsiva, regida
que daba nacimiento al vínculo individual entre ambas partes. por normas de derecho público; eri la medicina prepaga, es vo­
La libertad era la nota saliente del sistema: libertad para elegir luntaria y alcanzada por las disposiciones del código civil y co­
al galeno, libre elección del médico del lugar donde ejercer su mercial y por la ley 26.682 del año 2011, que regula su actividad.
profesión, libre determinación del tratamiento a seguir, de los
En el artículo 2º de esta ley se conceptúa normativamente a la
medicamentos a prescribir, etcétera.
empresa de medicina prepaga en estos términos: es "toda persona
En la segunda mitad del siglo XX comenzaron a operar cam­ física o jurídica, cualquiera sea el tipo, figura jurídica y denomi­
bios muy profundos dentro del sistema, que se potenciaron en nación que adopten, cuyo objeto consista en brindar prestaciones
los últimos treinta años. Mutaciones que fueron de la mano de de prevención, protección, tratamiento y rehabilitación de la salud
las profundas transformaciones sociales, económicas y científicas humana a los usuarios, a través de una modalidad de asociación
que se operaron, con relación a las cuales el ejercicio de la voluntaria mediante sistemas pagos de adhesión, ya sea en efecto­
_
medicina y el suministro del servicio de salud no fueron aJenas. res propios o a través de terceros vinculados o contratados al
Cambió la forma de ejercer la medicina, para mejor en algunos efecto, sea por contratación individual o corporativa".
aspectos y para peor en otros. En nuestros días, la medicina ha Quedan incluidas, de tal modo, las sociedades, cooperativas,
alcanzado un alto grado de especialización y complejidad, que mutuales, asociaciones civiles y fundaciones cuyo objeto to­
la convierten en más costosa, pues resulta indispensable disponer tal o parcial consista en la realización de dichas prestaciones
de instrumental sofisticado para el diagnóstico y tratamiento de (art. 1º, ley 26f682).
muchas enfermedades. Sin infraestructura apropiada no es posible
hoy ofrecer un servicio adecuado de salud, ni menos aún obtener Más allá de sus matices, variantes y diferencias, todos ellos
tienen una característica en común: ofrecen atención médica de
réditos económicos derivados de esa actividad.
distinta entidad y calidad a sus afiliados o adherentes, a cambio
Para poner la medicina al alcance de la mayor parte de la de una contraprestación pecuniaria periódica permanente (cuota,
población, sobre todo de los sectores medios y de menores re­ aporte, canon o contribución). Mientras mayor sea el flujo de
cursos, con finalidad social en muchos'casos y con la motivación dinero que pueda mensualmente disponer una entidad de estas
de relevantes apetencias económicas, en otros, comenzó a ges­ características, mejores serán sus posibilidades de brindar un ser­
tarse una nueva cosmovisión del fenómeno y que condujo a vicio de atención médica adecuado a sus aportantes, sea que
diversas formas de socialización de la medicina. Se desarrollaron éste se brinde de manera directa o indirecta, a través de noso­
otras formas de atención inédica, bajo estructuras económicas y comios y profesionales contratados a tal fin.
276 277
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

La prestación del servicio de salud puede ser realizada . de afiliado y la obra social se rige, básicamente, por normas y prin­
manera directa, en sus propios centros asistenciales, o en esta­ cipios de la seguridad social. Sin perjuicio de ello, en numerosos
blecimientos de terceros contratados a tal fin,. o mediante un aspectos, las normas del código civil y comercial resultan apli­
sistema de reintegros. cables de manera supletoria.
La relación que se plasma con los afiliados o adherentes es Las prestaciones vinculadas con el servicio de salud que brinda
netamente de consumo y está atrapada por lo dispuesto en el la obra social pueden ser canalizadas por distintas vías: atención
artículo 42 de la Constitución Nacional y por las reglas y prin­ directa al afiliado por médicos en relación de dependencia con
cipios del derecho del consumidor (ley 24.240, arts. 1092 a 1122 la obra social; atención por prestadores externos, con listados
y eones., Cód.Civ.Com. y normativa concordante). abiertos o cerrados; pago por prestación médica; sistema de "ca­
pitación"; sistema de reintegro, etcétera.
b) Responsabilidad civil de la Desde la perspectiva de la responsabilidad civil de la obra
empresa de medicina prepaga social resulta absolutamente irrelevante el sistema de contrata­
ción, pues el afiliado es siempre un extraño a dicho contrato.
Dado que la ley 26.682 no tiene una regulación específica
sobre responsabilidad civil, rigen las previsiones normativas con­ La prestación del servicio de salud puede ser efectuada a
tenidas en la ley 24.240 de defensa del consumidor y en el través de sistemas abiertos o cerrados.
código civil y comercial. La responsabilidad de la empresa d� Son abiertos aquellos en los cuales el afiliado o adherente
medicina prepaga frente a su afiliado o adherente es contractual, puede elegir con total libertad el galeno o sanatorio. Son cerrados
directa y objetiva. cuando sólo pueden recibir asistencia médica de galenos que
son dependientes de la obra social o que integran una lista de
§ 20. Responsabilidad de las obras sociales4 prestadores con los cuales la prestadora ha contratado.
Conforme una calificada doctrina, tratándose de sistemas
a) Aspectos generales
abiertos, la obra social no responde por los actos dolosos o cul­
Su actividad está regulada por la ley 23.660 de obras sociales, posos del médico o de los integrantes de las clínicas, limitándose
y por la ley 23.661 de seguro nacional de salucf. Su funciona­ su deber a reparar las consecuencias dañosas derivadas de la
miento está indirectamente confiado a los sindicatos y su actua­ omisión o denegatoria del servicio en límites no autorizados
ción debe ajustarse a los lineamientos que determina el Ministerio (Bueres, Mosset Iturraspe, Lorenzetti). La solución sería distinta
de Salud de la Nación. cuando se trate de sistemas cerrados, ámbito en el cual la obra
La afiliación tiene carácter compulsivo y la relación entre el social o empresa de medicipa prepaga contrata con médicos y
nosocomios la atención médica de sus adherentes Ó afiliados,
4 Bibliografía complementaria sugerida: BUERES, Responsabilidad civil de los por lo que debe responder por la conducta de sus prestadores.
médicos, p. 377; VÁZQUEZ VIALARD, Antonio, Relaciones entre las obras sociales Nosotros creemos que el interés social que impregna lo re­
y los prestadores de servicios médicos, en JA, Doctrina, 1974, p. 144; MOSSET lacionado con la salud y, en su ámbito específico, los principios
ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad civil del médico, p. 114; LORENZETTI, Ri­
cardo, La empresa médica, 2• ed., ps. 113/116.
fundamentales que rigen el derecho del consumidor, que tam-

279
278
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

bién se aplican en esta materia, impiden formular distinciones b) Responsabilidades concurrentes


entre sistemas abiertos y cerrados a la hora de dilucidar la res­ La responsabilidad de las obras sociales y de las empresas
ponsabilidad de la empresa de medicina prepaga y de las obras de medicina prepaga se configura sin desmedro de la que también
sociales. pueda pesar sobre el efectivo prestador del servicio de salud
La solución que propiciamos es la única compatible con un frente al paciente. Se trata de responsabilidades concurrentes o
sistema de responsabilidad objetiva, como el que rige en este indistintas, por lo que el damnificado puede accionar por el todo
ámbito, el cual luce disociado de estándares de diligencia en la contra cualquiera de ellos, o contra algunos o contra todos. Ello,
elección y control del prestador efectivo del servicio de salud. por cierto, sin perjuicio de las acciones de regreso que puedan
La entidad que brinda a sus afiliados o adherentes la posibilidad corresponder.
de elegir libremente al prestador de salud (obligándose a pagarle
sus servicios), asume los riesgos de la eventual mala praxis y
debe responder por los daños que en tales circunstancias se cau­
sen, sin perjuicio de las acciones de regreso que pueda luego
articular.
Se trata de responsabilidad directa por el hecho de terceros
introducidos por el deudor de la prestación de salud para cumplir
con las obligaciones legales o convencionales que pesan con
relación al afiliado o adherente, y que están dentro de su ámbito
de injerencia.
En la inmensa mayoría de los casos, se trata de supuestos de
responsabilidad por incumplimiento obligacional o contractual,
que -más allá de algunos matices y variantes según los casos­
está atrapada por reglas similares a las que hemos señalado pre­
cedentemente al estudiar la responsabilidad de los hospitales y
centros asistenciales.
Por lo general, son también aplicables las disposiciones de
la ley de defensa del consumidor 24.240 particularmente cuando
se configura una relación de consumo entre el proveedor profe­
sional, prestador del servicio de medicina y el consumidor o
usuario.
Lo señalado no obsta en lo más mínimo a la regulación de
algunas de estas cuestiones, particularmente en materia de obras
sociales, por normas de derecho público (Lorenzetti).
280 281
CAPÍTULO XXVI
RESPONSABILIDAD POR DAÑOS DERIVADOS DE
LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS1

A) ASPECTOS GENERALES

§ l. Introducción2
La dignidad de la persona humana, como valor supremo a
tutelar por la comunidad, asume un rol protagónico en nuestro
tiempo.
Esa dignidad está indisolublemente asociada a valores e in­
tereses fundamentales de la persona, como la imagen, la intimi­
dad, el honor, la identidad personal, el derecho a profesar las
ideas y convicciones religiosas y políticas que crea adecuadas.
El Estado debe respetarla, creando un marco adecuado para su
plena vigencia y protegerla frente a agresiones arbitrarias, cual­
quiera sea su origen.
1 Para un estudio con mayor profundidad de estas cuestiones, remitimos a PIZA­

RRO, Ramón Daniel, Responsabilidad de los medios masivos de comunicación. Daños


., por noticias inexactas o agraviantes, 2" ed., Hammurabi, Buenos Aires.
2 Bibliografía complementaria sugerida: GONZÁLEZ PÉREZ, La dignidad de la
persona, Cap. II, n. I, ps. 23 y ss.; La degradación del derecho al honor (honor y
libertad de información), ps. 11/13; CIFUENTES, Santos, Derechos personalísimos,
Astrea, Buenos Aires; BIDART CAMPOS, Lafilosofía de los derechos humanos en
la Constitución de 1853-1860, en ED 106-821; Tratado elemental de derecho cons­
titucional argentino, t. I, p. 213; RIVERA, Julio C., El derecho privado constitucional,
en Revista de Derecho Privado y Comunitario, n. 7, p. 33; La constitucionaliz;ación
del derecho privado en el Proyecto de Código Civil y Comercial, en RIVERA (dir.),
Comentarios al proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación de 2012, Abe­
ledo-Perrot, Buenos Aires, p. l; TOBÍAS, José, en ALTERINI, J. (dir.), Código, t. I,
ps. 559 y ss.; ZAV ALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de daños. Daños
a las personas, t. 2d, Integ,idad espiritual y social.

283
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

El siglo XX fue rico en declaraciones de diferente índole, "silencios" tengan, a veces, un sentido elocuente y positivo, que
que reconocen corno valores superiores a los derechos inherentes exija debida ponderación en estrecha armonía con el espíritu de
a la dignidad humana. Tanto en tratados internacionales, cuanto aquélla.
en normas locales, inclusive de orden constitucional, se han con­
sagrado enfáticamente tales derechos, corno una verdadera con­ § 3. La dignidad de la persona en los pactos
quista de la humanidad. Sin embargo, en penoso contraste, el internacionales sobre derechos humanos
siglo XX se caracterizó por las más groseras afrentas a esos
y en las nuevas constituciones provinciales
derechos.
El gran desafío de nuestro tiempo no consiste en determinar La incorporación a nuestro derecho interno de importan­
cuáles y cuántos son estos derechos, su naturaleza y fundamentos, tes pactos internacionales, tales corno la Convención Americana
si son derechos naturales o históricos, absolutos o relativos, sino sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica
en alcanzar las vías más idóneas para garantizarlos e impedir (arts. 5º, 6º, 11 y eones.), representa un significativo avance en
que sean violados. esta batalla que día a día se libra por la dignidad humana.
También las más recientes constituciones provinciales dicta­
§ 2. hnplicancias constitucionales das en nuestro país asignan a esta delicada cuestión importancia
prioritaria.
Nuestra Constitución Nacional reconoce, declara y tutela los
derechos fundamentales de las personas. Corno fiel exponente
§ 4. La inviola ilidad de la persona humana
de las constituciones de los siglos XVIII y XIX, muestra una
marcada tendencia a jerarquizar los derechos individuales frente en el código civil y comercial
al Estado, cuyos límites procura trazar. El nuevo código, con excelente criterio, consagra una regu­
Algunos de esos derechos están expresamente enumerados lación completa, orgánica y muy apropiada de los derechos per­
por la Constitución, sea en su parte dogmática, sea a través de sonalísirnos (y de los actos de esa naturaleza), que es digna de
su expreso reconocimiento en tratados internacionales sobre de­ elogio (arts. 51 y ss.).
rechos humanos que gozan de jerarquía constitucional (art. 75, El corazón de todo el sistema normativo implementado está
inc. 22, CN). Otros, en cambio, sólo aparecen implícitamente en su artículo 51, que de manera tajante declara que "la persona
consagrados, tal lo que sucede con los aludidos en el artículo 33 humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho
de la Constitución Nacional. Por tal motivo, "todo derecho fun­ al reconocimiento y respeto de su dignidad". La norma encierra
damental o primario del hombre puede y debe considerarse in­ una verdadera profesión de fe y pone en evidencia que el eje
cluido en la constitución esté o no reconocido expresamente" central de todo el sistema implementado, en plena armonía con
(Bidart Campos). la Constitución Nacional y los pactos internacionales sobre de­
La filosofía de la Constitución Nacional es ampliamente fa­ rechos humanos, se edifica en derredor del ser humano, del hom­
vorable a los derechos humanos, en tomo a los cuales aparece bre en toda su dimensión, corporal y espiritual.
edificado nuestro sistema· jurídico y político. De allí que sus En ese contexto, el código establece en su artículo 52: "Afec-
284 285
RAMÓN DANIEL PJZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS
DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

taciones a la dignidad. La persona humana lesionada en su _in­ ser preservada de intromisiones exteriores. Se trata de un derecho
timidad personal o familiar, honra o reputación, imagen o iden­ personalísimo · de amplio contenido y de manifestaciones suma­
tidad, o que de cualquier modo resulte menoscabada en su dig­
mente variadas. Está integrado por tres aspectos fundamentales:
nidad · personal, puede reclamar la prevención y reparación de
tranquilidad (derecho a ser dejado en paz), autonomía (libertad
los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en el Libro Tercero,
Título V, Capítulo F. de tomar las decisiones relacionadas con las áreas de nuestra
propia existencia) y control de la información personal (Ferreira
Las funciones preventivas y resarcitorias de la responsabilidad
civil rigen plenamente en nuestra temática y se complementan Rubio).
con normas particulares, que consagran tratamientos específicos La intimidad comprende no solamente aquellas conductas y
para ciertas tipologías, como, por ejemplo, el derecho a la ima­ situaciones que, por su naturaleza y por desarrollarse en un ám­
gen (art. 53), actos de disposición sobre el propio cuerpo en bito netamente privado, no están destinadas razonablemente al
seres humanos (arts. 56 y eones.), protección de la intimidad conocimiento de terceros, o a su divulgación, sino también ciertas
(art. 1770) y del honor ante la acusación calumniosa (art. 1771). acciones que, aun desplegadas en medios no privados, presentan
un contenido netamente privado y, por ende, no susceptible de
B) DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A LA INTIMIDAD intrusión o de divulgación. Quedan comprendidos, de tal modo,
importantes aspectos de la existencia humana, como los relacio­
§ 5. El derecho a la intimidad3 nados con la salud, con la vida familiar, afectiva o íntima, con
Romero Coloma lo concibe como "el derecho de toda persona eventos puramente personales (entre los que se computan cua­
a tener una esfera reservada en la cual desenvolver su vida, sin lidades, hábitos, defectos o anomalías físicas o psíquicas no os­
que la indiscreción ajena tenga acceso a ella". Esta definición tensibles, hechos penosos o mortificantes, flaquezas, miserias
-que consideramos bastante apropiada- pone de relieve que el humanas, enfermedades, etc., o con su vida profesional). Asi­
derecho a la intimidad (o a la vida privada) abarca y pi;otege mismo, las opiniones políticas de un ciudadano, sus creencias
una esfera discreta de la existencia de toda persona, que debe religiosas o de otra índole, que constituyan sus convicciones
, íntimas y que el individuo desee sustraer del conocimiento ajeno.
3 Bibliografía complementaria sugerida: FERREIRA RUBIO, Delia Mati!de, El Se acepta pacíficamente que la tutela jurídica de la vida pri­
derecho a la intimidad, ps. 39 y ss.; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Derecho vada comprende, también, una suerte de intimidad familiar, que
a la intimidad. Resarcimiento de daños, t. 2d, Daños a las personas. bitegridad
espiritual y social, n. 1 y ss., ps. 24 y ss.; TOBÍAS, en ALTERINI, J. (dir.), Código, t. I,
se extiende a ascendientes, descendientes y cónyuge. El artícu­
ps. 451 y ss.; CIFUENTES, Santos, Derechos personalísimos, n. 109 y ss., ps. 543 lo 53 del código civil y comercial, fuertemente inspirado en la
y ss.; RIVERA, Julio C., Derecho a la intimidad, en LL 1980-D-912; GOLDENBERG, doctrina de la Corte Suprema de Justicia en la causa "Pon­
Isidoro H., La tutela de la vida privada, en LL 1976-A-588; KEMELMAJER DE
CARLUCCI, Aída, Código Civil, comentado, anotado y concordado, t. 5, art. 1071
zetti de Balbín", de manera expresa reconoce el derecho a la
bis, ps. 7 y ss.; CARRANZA, Jorge A., Los medios masivos de comunicación y el intimidad familiar (CSJN, 11-12-84, "Ponzetti de Balbín, Indalia
derecho privado, ps. 43 y ss.; PIZARRO, Ramón D., Responsabilidad civil de los e/Editorial Atlántica SA", Fallos: 306:1892; LL 1985-B-120; JA
medios masivos de comunicación, n. 39 y SS., ps. 230 y SS.
1985-1-513).
286
287
DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

§ 6. Tutela supranacional, constitucional


mérica, la tutela de la vida privada de estas personas sufriría
una minoración sustancial o resultaría casi inexistente. Se nos
y legal de la intimidad
dirá que todo o casi todo lo concerniente a estos sujetos interesa
ED'nuestro país, las bases normativas del derecho a la intimidad al público: sus vidas, sus pasiones, sus debilidades; que los hom­
surgen implícitamente de los artículos 14 bis, 18 y 19 de la Cons­ bres de Estado no tienen vida privada; que ellos se exponen
titución Nacional, y de manera expresa, de los artículos 11, in­ voluntariamente con su actividad a la curiosidad e indiscreción
cisos 2º y 3º de la Convención Americana sobre Derechos Hu­ de terceros y que por esa razón pueden ser desnudados en sus
manos (Pacto de San José de Costa Rica, aprobado por ley 23.054) aspectos más íntimos e inclusive atacados y agraviados; que res­
y 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, pecto a ellos la comunidad tiene el derecho de conocerlo todo.
aprobado por ley 23.313, que tienen, después de la reforma de la Y que lo expresado se potencia a medida que nos acercamos a
Constitución Nacional de 1994, jerarquía constitucional (art. 75, los hombres de Estado y decrece cuando se trata de figuras
inc. 22, CN). Asimismo, de todo un plexo normativo que se conocidas, que no inciden en el manejo de los asuntos de gobierno
asienta en los artículos 52, 1770 y concordantes del código civil (deportistas, escritores, artistas).
y comercial, en las disposiciones de la ley 23.798 que declara Habremos de volver sobre este tema al tiempo de analizar la
de interés nacional a la lucha contra el síndrome de inmunode­ tutela jurídica del honor frente a la actividad de los medios.
ficiencia adquirida (SIDA) y en las normas del código penal que Por el momento nos limitaremos a señalar:
sancionan la violación de domicilio (arts. 150 y ss.), de corres­
pondencia (arts. 153 y ss.) y del secreto (arts. 156 y ss.). 1) Que los denominados hombres públicos o personajes tie­
nen, como cualquier persona, derecho a la vida privada y
Cabe señalar, finalmente, que son numerosas las constitu­
ciones provinciales que expresamente reconocen el derecho. a la gozan de tutela jurídica de su intimidad.
intimidad. 2) Que solamente son revelables los aspectos que hacen a esta

última, en tanto en cuanto guarden una razonable relación
con la función social que cumplen, y su divulgación responda
§ 7. Titulares del derecho a la intimidad
a un interés general prevaleciente en el caso concreto. La
a) Personas humanas. Quid de vida afectiva o familiar de un funcionario público, siempre
las personas o figuras públicas que no se vincule con aspectos propios de su actividad, está
En nuestra opinión sólo la persona humana es titular del de­ al margen de la curiosidad malsana de terceros, y debe ser
recho a la intimidad (argum. art. 52). celosamente protegida por el ordenamiento jurídico.
Las personas que han alcanzado cierta fama o notoriedad, 3) La relación entre los actos que hacen a la vida privada
debido a su actividad pública, cualquiera sea la índole de esta del funcionario que se pretenden publicar y la función que
última (política, sindical, artística, literaria, deportiva, etc.), tam­ éste cumple es determinante para fijar el umbral de pro­
bién tienen derecho a la intimidad. tección y requiere prudencia y realismo por parte de nues­
Según cierta doctrina, de gran predicamento en el derecho tros jueces al tiempo de ponderar los hechos. Ella debe
comparado, particularmente en los Estados Unidos de Nortea- ser determinada caso por caso y de manera circunstanciada.
289
288
RAMÓN DANIEL PIZAR.RO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

b) Los muertos tratos, difunde correspondencia, mortifica a otros en sus costum­


Los muertos no gozan de intimidad, ni de ningún otro derecho bres o sentimientos, o perturba de cualquier modo su intimidad,
persqnalísimo. Es lógica consecuencia del carácter vitalicio que debe ser obligado a cesar en tales actividades, si antes no cesaron,
tienen estos últimos. Ello, por cierto, no impide :que los parientes y a pagar una indemnización que debe fijar el juez, de acuerdo
puedan invocar una lesión a un interés propio cuando la reve­ con las circunstancias. Además, a pedido del agraviado, puede
lación de aspectos que hacen a la vida privada del difunto, con ordenarse la publicación de la sentencia en un diario o periódico
agravio a su memoria, pueda repercutir disvaliosamente sobre del lugar, si esta medida es procedente para una adecuada re­
la intimidad personal o familiar del demandante (Tobías, Zavala paración".
de González). La ley sanciona la intrusión arbitraria en la intimidad de otra
persona, circunstancia que permite inferir la existencia de en­
trometimientos que no son arbitrarios: aquellos que tienen una
c) Las personas jurídicas
causa de justificación.
Por su carácter personalísimo, el derecho a la intimidad sólo El entrometimiento en la esfera de la intimidad puede operar
es compatible con personas humanas que, por otra parte, son de distintas maneras: por mero conocimiento, por difusión o por
las únicas que pueden resultar mortificadas "en sus sentimientos" conocimiento agravado por difusión.
(art. 1770, Cód.Civ.Com., en consonancia con lo que disponía El ordenamiento jurídico argentino prevé, en forma absolu­
el art. 1071 bis del código civil derogado) y, eventualmente, tamente ejemplificativa, las principales maneras en que pue­
experimentar un daño extrapatrimonial o moral. de operarse el atentado contra la intimidad. Procuraremos ana­
Las personas jurídicas, en consecuencia, carecen de intimidad lizarlas.
aun cuando puedan tener ciertas zonas restringidas a la intromi­
sión ajena y merecer tutela jurídica por los daños materiales
a) Publicación de retratos
que puedan derivar de actos de intrusión (Tobías, Zavala de
González). La publicación de retratos, fotografías o filmes puede resultar
idónea para lesionar la intimidad. Ello sin perjuicio, por cierto,
§ 8. Distintas maneras de atentar de la tutela del derecho a la imagen que es autónoma e inde­
contra la intimidad4 pendiente de aquel derecho.

Dispone el artículo 1770: "Protección de la vida privada. El b) Difusión de correspondencia


que arbitrariamente se entromete en la vida ajena y publica re-
También la difusión de correspondencia u otros conteni­
4
Bibliografía complementaria sugerida: GOLDENBERG, Isidoro H., La respon­ dos simbólicos similares operados mediante diferentes soportes
sabilidad civil derivada de la lesión del derecho a la intimidad, en LL 1985-B-114,
en esp. n. II, 6, b); RIVERA, Julio C., Libertad de prensa y derecho a la intimidad.
(teléfono, fax, radiotelegrafía, e-mails) puede resultar atentatoria
Un co11flicto pennanente, ps. 544-545; CIFUENTES, Santos, Derechos perso11alísimos, contra la intimidad de una persona. Para ello será necesario que
n. 109, p. 545. el contenido de aquello que es materia de difusión sea confi-
290 291
DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS ÜUSTA YO VALLESPINOS

dencial y contenga aspectos relativos a la intimidad del emisor, tros días por nuevas e ingeniosas maneras de lesión en las que
o del destinatario o, eventualmente, de un tercero. permanentemente incurren el Estado o ciertos particulares. La
lucha entre la intimidad cercenada y los derechos de aquellos
que pretenden avanzar sobre ella parece ser una constante de
c) Mortificación en las costumbres o los sentimientos.
nuestro tiempo que obliga a extremar los recaudos para su justa
Otros posibles modos de perturbar la intimidad
protección.
La ley utiliza el verbo "mortificar", que significa "afligir, La gravedad de la invasión se acentúa por la presencia de
desazonar, causar pesadumbre o molestia". Este tipo de intrusión cuatro elementos:
tiene alcances sumamente amplios y comprende toda forma de
a) La posibilidad prácticamente ilimitada de recolección de
turbación, molestias, bromas, chanzas que resulten idóneas para
datos e informaciones personales por parte de instituciones
lesionar la intimidad de una persona.
públicas y privadas.
La valoración del agravio debe ponderarse en forma circuns­
tanciada, teniendo en cuenta el sentido tuitivo de la norma y la b) Rápido acceso a dicha información mediante procedimien­
personalidad de quien resulte afectado. tos electrónicos de computación de datos.
El artículo 1770 hace referencia, además, a quien "perturba c) Elevada circulación de esa información a través de los
de cualquier otro modo" la intimidad de un tercero, con lo que medios masivos de comunicación.
pone en evidencia el ya mentado carácter enunciativo que asumen d) Insuficiente esquema normativo, substancial y procesal,
las posibles formas de agresión contempladas. para prevenir daños, hacer cesar actividades dañosas y re­
La jurisprudencia nacional registra _antecedentes interesantes parar perjuicios causados.
en tal sentido. Así, se ha considerado atentatorio contra la inti­ La intimidad aparece, de tal modo, peligrosamente jaqueada
midad la publicación de un aviso fúnebre invitando a una misa por los más sofisticados medios técnicos de captación de la voz
de cuerpo presente en conmemoración de una persona que no y de la imagen, idóneos para efectuar intrusiones en la esfera
había fallecido; incluir en una publicación de supuestos deudores reservada de una persona, en la forma más subrepticia e imper­
morosos a un comerciante; la utilización de un apellido para ceptible.
designar a un personaje de fantasía, etcétera.
Lo expresado asume contornos más graves cuando dicha in­
trusión, por conocimiento, es potenciada por la difusión que rea­
§ 9. Las modernas formas de agresión
lizan los medios masivos de comunicación.
al derecho a la intimidad5
El detrimento que puede causarse a una persona, en estos
La existencia del derecho a la intimidad está signada en nues- supuestos, puede ser gravísimo. Cuando esto sucede, múltiples
interrogantes se precipitan sobre el hombre de derecho: ¿Cuáles
5 Bibliografía complementaria sugerida: LLOVERAS DE RESK, María Emilia, La son los límites razonables del derecho a la intimidad? ¿Hasta
intrusión a la intimidad a través de la informática, en JA 1989-II-916; PARELLADA, dónde pueden avanzar los medios masivos de comunicación in­
Carlos A., Daños en la actividad judicial e informática desde la perspectiva profesional,
p. 247; CIFUENTES, Santos, Derechos personalísimos, n. 115, ps. 587 y ss. vocando el interés social por conocer los hechos?

292 293
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

§ 10. Los límites del derecho a la intimidad Quien consiente voluntariamente una intrusión en la intimidad
a) Aspectos preliminares no puede pretender reparación de los daños que se produzcan
en tales circunstancias (art. 1720).
El derecho a la intimidad, como todos los d,erechos consti­
tucionales, no es absoluto; por el contrario, tiene ciertos límites c) El ejercicio regular del derecho de informar
que deben ser razonablemente determinados. y el interés público prevaleciente
Anticipamos que se trata de una cuestión compleja, que no El derecho a la intimidad puede ceder cuando se trate de
es susceptible de ser resuelta en abstracto, prescindiendo del garantizar o defender un interés público prevaleciente. Señala
momento histórico de una comunidad, en un espacio y tiempo en tal sentido Cifuentes que "...el interés público exige a menudo
determinados. que las autoridades intervengan en la esfera privada...", espe­
Las limitaciones del derecho a la intimidad deben ser razo­ cialmente en cuestiones atinentes a la seguridad nacional, a la
nables, como todas las restricciones de derechos constitu­ seguridad pública y a situaciones de necesidad en tiempos de
cionales (arts. 14, 28 y eones., CN), sin llegar al extremo de paz, de guerra o ante catástrofes naturales y también en los su­
desvirtuar su esencia, con inevitable menoscabo de la dignidad puestos en los que el bienestar económico del país, la lucha
de la persona. contra el crimen y la protección de la salud así lo impongan.

b) El consentimiento del propio interesado § 11. Daños a la intimidad por la prensa. Intimidad
y libertad de expresión. Remisión
El derecho a la intimidad es relativamente disponible y en
Ver infra Capítulo XXVII.
forma parcial. Por lo tanto, y en principio, el titular del derecho
a la intimidad puede consentir y autorizar la intrusión de terceras
§ 12. La publicación de la sentencia como modo
personas en ámbitos que le son privativos, e inclusive, la divul­
de reparación del daño. Remisión
gación de aspectos atinentes a su vida privada. Ello en tanto en
cuanto no importe contradicción con la ley, la moral, las buenas Ver infra Capítulo XXVII.
costumbres o con los derechos de un tercero.
Se trata de un aspecto ciertamente excepcional que de con­ C) DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN AL HONOR
figurarse impone un límite al derecho a la intimidad y, al mismo
tiempo, una causa de justificación que enerva la ilicitud de la § 13. El honor. Concepto subjetivo y objetivo6
intromisión por el tercero.
Pocos bienes espirituales tienen tanta trascendencia para el
Para que esta limitación opere es indispensable que el con­ hombre como el honor. Buena parte de lo que es y puede llegar
sentimiento del titular del derecho a la intimidad sea inequívoco,
expreso o tácito. De allí que no pueda ser deducido de la simple 6 Bibliografía complementaria sugerida: SOLER, Sebastián, Derecho penal ar­
tolerancia de la víctima ante indiscreciones anteriores. gentino. Parte especial, 3° ed., t. III, ps. 184/185.

294 295
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

a ser depende de su autoestima y de la fama que goce o merezca a) Personas humanas


dentro de la comunidad. Hablar del honor importa hacer refe­
rencia a la valoración integral de la persona, en todas sus pro­ Toda persona humana tiene derecho al honor, en cualquiera
yecciones, individuales y sociales. de sus manifestaciones (art. 52). Tratándose de un derecho propio
de la naturaleza humana, imprescriptible e inalienable, no se
Esa valoración puede asumir diferentes aspectos, que llevan
alcanzaría a comprender que hubiera personas privadas de él.
a la doctrina dominante a distinguir un concepto subjetivo y otro
objetivo de honor.
b) Los muertos
El concepto subjetivo de honor, también denominado honra,
es "el aprecio de la propia dignidad", o sea, la autovaloración Por carecer de personalidad jurídica, los muertos no pueden
que cada uno "tiene de sí mismo en cuanto sujeto de relaciones ser sujetos pasivos de hechos ilícitos contra el honor. Esto no
ético-sociales" (Soler). Así concebido, el honor es un estado de importa desconocer que los agravios inferidos a su memoria pue­
conciencia individual, un sentimiento de autovaloración, justifi­ den provocar una lesión al honor de ciertas personas, ligadas a
cable en el hombre, corno ser hecho a la imagen y semejanza aquél por lazos .de familia (v. gr., padres, cónyuge, hijos sobre­
de su Creador. vivientes). En todos los casos, no es el honor del muerto el que
El concepto objetivo de honor, en cambio, se refiere a "la resulta comprometido, sino el de estos últimos.
valoración que otros hacen de la personalidad ético-social de un
sujeto" (Soler); importa referirnos a la reputación, a la buena o c) Las personas jurídicas
mala fama, a la estima y al respeto que el sujeto puede merecer
frente a terceros. De la fama de una persona dependen sus po­ Las personas jurídicas no tienen subjetividad y, por ende,
sibilidades de éxito. Quien es bien valorado por sus semejantes carecen de honor en sentido subjetivo (autoestima). Sin embargo,
es merecedor de confianza, de crédito moral, de oportunidades en el ámbito y con la finalidad para las que han sido creadas,
en lo económico y en lo social. En cambio, aquella persona que tienen una reputación (derecho al honor objetivo) que puede
socialmente es sospechada o tenida por deshonesta sufre una resultar afectada por ofensas de distinta índole y a la que es
minoración de sus posibilidades objetivas, con inevitables se­ posible defender.
cuelas espirituales y patrimoniales. Las personas jurídicas pueden tener prestigio y una posición
Se comprende, entonces, que el honor, en cualquiera de sus en el mundo de los negocios susceptibles de ser afectados por
manifestaciones, represente para el hombre sinónimo de dignidad conductas ofensivas como, por ejemplo, que le imputen arbitra­
y que su pérdida pueda importar -más allá de las mortificaciones ria y falazmente procederes deshonestos, quebrantos financieros,
espirituales posibles...:.. casi una muerte civil. conductas ineficientes, etcétera. Aun cuando no se trate, respecto
de ellas, de un derecho personalísimo, es evide:µte que merecen
la tutela del ordenamiento jurídico y la protección de sus legí­
§ 14._ Titulares del derecho al honor
timos intereses.
Veamos a continuación quiénes son titulares del derecho al Reconocer este derecho al honor objetivo a las personas ju­
honor. rídicas importa extender a ellas las medidas preventivas tendien-
296 297
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

tes a evitar la lesión y el daño y, además, conferirles plenas po­ ni el derecho a la dignidad, ni el derecho al honor: ellos surgen
sibilidades de resarcimiento del daño patrimonial experimentado. implícitamente del artículo 33 y encuentran sólido apoyo en la
En cambio, las personas jurídicas no pueden �er damnificadas filosofía de los derechos humanos que nutre a la Constitución,
por daño extrapatrimonial o moral, por las raúmes que hemos según. la feliz expresión de Bidart Campos.
expuesto supra § 7, adonde remitimos. Luego de la reforma constitucional de 1994 y de la incorpo­
ración, como hemos visto, de ciertos pactos internacionales sobre
§ 15. Tutela supranacional del derecho al honor derechos humanos como tratados con jerarquía constitucional,
la tutela jurídica del honor en nuestra Carta Magna deviene sen­
El derecho al honor goza de amplia protección en el ámbito siblemente más explícita.
supranacional.
Ese panorama es también el que presentan las más recientes
El artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Hu­ constituciones provinciales sancionadas en nuestro país, que, si­
manos de 1948 prescribe: "Nadie será objeto de injerencias ar­ guiendo el criterio predominante en las constituciones, consagran
bitrarias en. su vida privada, su familia, su domicilio o su co­ expresamente el derecho al honor, como esencial para la dignidad
rrespondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda de la persona, admitiendo en algunos casos de manera específica,
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales al derecho de rectificación y respuesta.
injerencias o ataques" (lo destacado es nuestro). Esta formula­
i El honor es protegido por el Código Penal, que en su Título II
ción amplia, comprensiva del honor en su sentido subjetivo y .,
.. 1
(Delitos contra el honor, arts. 109 a 117) sanciona diferen­
objetivo, no reconoce discriminaciones de ninguna índole, ba­ !
----- 1i··· tes conductas delictivas, como la calumnia (art. 109), la inju­
sadas en raza, nacionalidad, sexo, trabajo, religión, ideas políti­ ·,./
ria (art. 110), y la publicación o reproducción por cualquier
cas, o posición económica o social.
medio de injurias o calumnias inferidas por otro (art. 113). Los
Similar amplitud tiene el artículo 17 del Pacto Internacional delitos contra el honor son de acción privada (arts. 71 y 73),
de Derechos Civiles y Políticos de 1966, y el artículo 11 de la la que sólo puede ser ejercitada por el ofendido y después de
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San
José de Costa Rica), de 1969, que por aplicación del artículo 75, r
1
su muerte, por el cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes
(art. 75).
inciso 22 de la Constitución Nacional tienen jerarquía constitu­ ·I
cional. El código civil y comercial expresamente regula su tutela
normativa en el artículo 52, anteriormente analizado, recono­
ciendo el derecho a reclamar la prevención y la reparación de
§ 16. La tutela jurídica del honor los daños sufridos.
en el derecho argentino
Tratándose de acusación calumniosa los umbrales de protec­
La Constitución Nacional es ampliamente favorable a la tutela ción descienden, pues sólo se compromete la responsabilidad
del honor de la persona, y de todos los demás derechos que del agente en caso de obrar con dolo o culpa grave, o cuando
hacen a su dignidad. No obsta a esta conclusión que en su de­ no tuviere razones justificables para creer que el damnificado
claración de derechos no haya independizado con nombre propio estaba implicado (art. 1771).

298 299
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

Tratándose de daños derivados de un hecho reputado calum­ § 18. La injuria


nioso, la prueba de la verdad impide la reparación (art. 1779,
inc. a). Ver infra § 19. La injuria comprende todo otro atentado contra el honor, sea
considerado en su aspecto subjetivo como objetivo.
Se comete injuria cuando se deshonra, desacredita o me­
§ 17. La calumnia nosprecia a otra persona, mediante palabra oral o escrita, ges­
tos, dibujos, representaciones, difusiones, o por cualquier otro
A diferencia de la legislación penal, el código civil y comercial medio.
no define a la calumnia, limitándose a mencionarla bajo la de­ Deshonrar es "ofender a una persona mediante una referencia
nominación "hecho calumnioso" en el artículo 1779, inciso a. hiriente" (Soler). Importa una conducta lesiva de la autovalora­
La calumnia es la "falsa imputación de un delito que dé lugar ción y, en rr;mchos supuestos, es independiente de que lo imputado
a la acción pública" (art. 109, Cód. Pen.). Imputar significa "atri­ sea o no verdadero y del honor realmente merecido o disfrutado
buir algo a otro". No cualquier imputación da lugar a la calumnia: por esa persona.
es menester que ella esté calificada por su falsedad y por la Desacreditar, en cambio, significa "tratar de restar crédito y
materia endilgada, que debe ser un delito de acción pública. reputación" (Soler) a una persona, lo que pone de manifiesto
que el bien jurídicamente protegido (y lesionado) es el honor
La falsedad debe ser valorada objetivamente, con absoluta
en su sentido objetivo.
independencia de la intención del autor. Falso es todo aquello
que resulta inexacto, no verdadero y, en nuestro caso, se da Para que este último ilícito se produzca basta con que la ac­
cuando la persona a quien se atribuye el delito de acción pública ción tenga idoneidad para poner en peligro la reputación de
una persona, sin que sea necesario que efectivamente la al­
no lo ha cometido.
cance.
No cualquier imputación de un delito puede dar lugar a ca­ Es necesario, asimismo, que la actividad trascienda pública­
lumnia. La ley es muy clara, a este respecto: debe tratarse de mente, esto es, que sea percibida por otras personas. Un agravio
un delito (penal) de acción pública. No constituyen calumnias que sólo es captado por el damnificado, sin proyecciones a ter­
la imputación de contravenciones, o de delitos que no sean de ceros, no es idóneo para comprometer su reputación o el crédito
acción pública o de delitos penales culposos. Ello, por cierto, que merece social o profesionalmente.
sin perjuicio de la posible existencia de injurias. La injuria puede ser directa o indirecta, según haga referencia
Penalmente, el único factor de atribución admisible es el inmediata al ofendido o repercuta sobre su honor a través de un
dolo. Más aún, se requiere un dolo específico, consistente menoscabo a otra persona� y explícita, cuando se trate de una
"...en la voluntad de dañar, derivado del conocimiento positivo ofensa manifiesta, clara, inequívoca, o implícita, en aquellos ca­
de que se acusa a un inocente" (Soler). Civilmente, en cambio, sos en que derive del sentido dudoso que bajo ciertas circuns­
puede generarse responsabilidad mediando culpa grave o dolo tancias se asigne a determinadas expresiones o actitudes.
(art. 1771). En lo que hace al factor de atribución, el mismo puede ser

300 301
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESP!NOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

subjetivo u objetivo, particularmente cuando la injuria se plasme ma diligencia la que cabe esperar de un funcionario público 0
en el marco de una actividad riesgosa efectuada por quien agravia de un profesional de la abogacía a la hora de evaluar los ante­
(argum. arts. 1757 y 1758). cedentes fácticos sobre la base de los cuales promueve la de­
nuncia, que aquella requerible a una persona que no tiene co­
§ 19. La acusación calumniosa nocimientos experimentados o específicos con relación a aquello
que es materia de esta última (por ej.: los avatares de una sociedad
a) Concepto
comercial en el caso de denuncia por falsificación de documentos
En consonancia con la terminología que utilizaba el artícu­ al presidente de una sociedad de la que se es accionista).
lo 1090 del código civil derogado, el nuevo código regula la La prueba de la culpa grave o del dolo pesa sobre quien ale­
figura de la acusación calumniosa en su artículo 1771: "Acusa­ ga su existencia, pudiendo su existencia ser inferida de las
ción calumniosa. En los daños causados por una acusación ca­ propias circunstancias del caso, tal lo que sucede cuando no
lumniosa sólo se responde por dolo o culpa grave. se advierten razones, legales o fácticas, que justifiquen la de­
El denunciante o querellante responde por los daños derivados nuncia.
de la falsedad de la denuncia o de la querella si se prueba que
no tenía razones justificables para creer que el damnificado estaba c) La sola absolución del imputado no compromete
implicado". la responsabilidad del denunciante
La prueba de la verdad del hecho reputado calumnioso impide
La absolución del imputado no significa por sí sola que el
la reparación (art. 1779, inc. a).
qu_erellante o denunciante vea comprometida su- responsabilidad,
Se trata de una modalidad especial de la calumnia, que se debiendo probarse el elemento subjetivo al que hemos hecho
plasma en una acusación ante la justicia penal y tiene como referencia anteriormente.
rasgo común con aquella que existe una falsa imputación de un
delito. La diferencia con la calumnia, que es la que la torna más d) Cómputo del plazo de prescripción
dañina, anida en que a través de la acusación calumniosa se
pone en marcha el aparato represivo. El curso de la prescripción liberatoria de la acción que nos
ocupa se cuenta desde que el imputado en sede penal es sobre­
b) Requisitos seído definitivamente o absuelto. Es una solución lógica, pues
sólo a partir de ese momento se configura uno de los presupuestos
Para que la acusación calumniosa se configure es menester fácticos esenciales para que la denuncia criminal pueda ser con­
la imputación de un delito penal de acción pública, que se formule siderada calumniosa.
la correspondiente denuncia ante la autoridad (o se deduzca una
querella criminal), falsedad del acto imputado y que el denun­ § 20. Los límites del derecho al honor
ciante haya obrado con dolo o culpa grave (Llambías).
a) La exceptio veritatis
La culpa grave debe ser valorada teniendo en cuenta las con­
diciones personales del denunciante (Azar-Ossola). No es la mis- La tutela jurídica del honor debe ser enmarcada dentro del

302 303
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

contexto del interés social que detennina que aquél no resulte contra él. En estos casos, si se probare la verdad de las imputa­
"indistinto, indiferenciado e igual en todos los casos" (Soler). ciones, el acusado quedará exento de pena".
Sostener que toda persona tiene derecho al honor no importa La solución se funda en el artículo 19 de la Constitución
admitir que todos los hombres lo tengan cuant;itativamente en Nacional que deja reservadas sólo a Dios y exentas de la autoridad
igual medida o proporción. de los magistrados las acciones privadas de los hombres que no
Ese límite, en la mayoría de los casos, está dado por el derecho ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen los intereses
a la verdad. Lo que equivale a decir que, en principio, el honor de terceros. Admitir la procedencia de la exceptio veritatis como
es tutelable frente a palabras, conductas o hechos que deno­ regla en materia de injurias importaría aceptar que el juez pudiese
ten falsedad. De allí que, en numerosos supuestos, la prueba investigar las acciones privadas que están al margen de toda
de la verdad de los hechos imputados puede impedir la confi­ posibilidad de injerencia.
guración del ilícito y las consecuentes responsabilidades civiles Veamos a continuación cuál es el panorama en el código
y penales. civil y comercial.
¿ Cuándo la prueba de verdad exime de consecuencias penales El nuevo código sólo admite la prueba de la verdad tratándose
y civiles por atentados contra el honor? de hechos reputados calumniosos (comprensivos de la llamada
Nuestra ley penal distingue dos supuestos distintos. acusación calumniosa que se legisla en el art. 1771). Es la solución
Tratándose del delito de calumnia, la exceptio veritatis es que expresamente consagra en el artículo 1779, inciso a. La prueba
siempre procedente en razón de existir un interés social preva­ de la verdad del hecho reputado calumnioso impide la reparación.
leciente por sobre el derecho al honor: desenmascarar al delin­ En ningún otro supuesto se admite la exceptio veritatis. Sin
cuente. Este criterio es claramente receptado también en materia embargo, como hemos señalado anteriormente, ella también debe
civil, en el artículo 1779, inciso a, en materia de acusación ca­ proceder tratándose de injuria en los supuestos excepcionales
lumniosa. que prevé el artículo 111 del código penal. Admitir la prueba
En cambio, en el delito de injuria, el papel de la exceptio indiscriminada de la verdad en otros supuestos de injuria -dis­
veritatis es más modesto, pues el artículo 111 del Código Penal tintos de los previstos en esta norma- llevaría, frecuentemente,
consagra como regla general su improcedencia, admitiéndola sólo a que las acciones privadas de los hombres, que no ofendan la
en los tres supuestos de excepción allí contemplados: "... l) si la moral y el orden público o los derechos de terceros, queden
imputación hubiere tenido por objeto defender o garantizar un bajo la autoridad y juzgamiento de los magistrados. Ello, de más
interés público actual (la protección del honor, en estos supuestos, está recordarlo, es claramente inconstitucional por violar el ar­
cede ante un interés público prevaleciente en el caso concreto. tículo 19 de la Constitución Nacional.
Interés público significa interés razonable del Estado o de la
comunidad en la verdad o falsedad de la afirmación); 2) si el hecho b) Otros límites al derecho al honor
atribuido a la persona ofendida, hubiere dado lugar a un proceso Deben tenerse en cuenta, además, que el consentimiento del
penal (en cuyo caso existe también un interés público prevalecien­ propio interesado y el ejercicio regular del derecho de informar,
te); 3) si el querellante pidiere la prueba de la imputación dirigida se erigen en límites de significación del derecho al honor.
304 305
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GusTAYO V ALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

§ 21. Daños al honor causados por la actividad de § 24. La retractación del ofensor.
los medios de comunicación social. Remisión Sus implicancias jurídicas

Ver· infra Capítulo XXVII. Se entiende por retractación la manifestación que realiza el
ofensor en la cual admite públicamente la existencia de la ofensa
y la revoca. Retractarse importa, de tal modo, desdecirse y arre­
§ 22. El daño resarcible pentirse de lo dicho. Conviene señalar que no supone admitir
La lesión al derecho al honor puede generar en el damnificado que se mintió o que no existió voluntad de ofender, pues la
distintos daños cuya reparación procede si se dan las condiciones negativa no se admite como retractación.
que fija la ley. Así concebida, la retractación supone admitir la preexistencia
Son resarcibles el daño patrimonial emergente y el lucro ce­ de la ofensa y revocarla. Por tal motivo, el mero reconocimiento
sante. Se incluyen de modo específico los gastos de defensa, del error no importa tal calidad.
comprensivos de los honorarios del abogado que defendió al La retractación debe ser categórica, aunque no está sujeta a
actor, los de asesoramiento contable cuando corresponda, hono­ términos formales ni a solemnidades especiales, lo cual supone
rarios de peritos de control, tasas de justicia, etcétera. cierto grado de mediatez entre el momento en que se formula
Es igualmente susceptible de reparación del daño extrapatri­ la injuria y el de retractación.
monial o moral que deriva de la lesión al derecho al honor Para que opere es menester que sea efectuada en forma vo­
(art. 1741). luntaria, oportuna y de manera pública (arg. art. 117, Cód. Pen.).
La prueba del perjuicio pesa, como regla, sobre el actor. La única publicidad que exige la ley es la que emana de cual­
quier acto procesal. La publicación por impreso o periódico
no es procedente, salvo el supuesto del artículo 114 del mismo
§ 23. Forma y modo de efectuarse la reparación código.
La forma usual de reparar el daño patrimonial y moral en el Penalmente, la retractación actúa como excusa absolutoria,
caso que nos ocupa es mediante el pago de una indemniza­ determinando la extinción de la acción penal y que el imputado
ción dineraria. Son aplicables las consideraciones vertidas supra, quede libre de toda pena. Presupone, por ende, que se ha cometido
Tomo I, §§ 16 y siguientes, adonde remitimos. un delito. El contenido subjetivo de dicha excusa absolutoria es
el que guarda correspondencia con la figura del arrepentimiento
Nada impide que la reparación del daño moral pueda ser
activo.
alcanzada, de manera exclusiva o en forma complem�ntaria con
el pago de una indemnización, mediante la publicación de la En materia civil, en carribio, la retractación no libera de la re­
sentencia. Nos ocupamos del tema infra Capítulo XXVII, adonde paración de los daños y perjuicios que se han producido, aunque
remitimos. tiene plena eficacia para la neutralización de daños futuros.
Ello pone en evidencia que los diferentes sistemas de repa­ Se admite, sin embargo, que la publicación de la retracta­
ración son compatibles entre sí. ción puede constituir un modo de reparación por equivalente no

306 307
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTA YO VALLESPINOS
DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

pecuniario o in natura (según la corriente que se siga en esta reproducir la imagen o la voz de una persona, de cualquier
cuestión terminológica, antes analizada). Tratándose de agravios modo que se haga, es necesario su consentimiento, excepto en
cometidos a través de medios de comunicación �ocial, para que los siguientes casos:
la retractación pueda asumir algún sentido resarcitorio es me­
a) que la persona participe en actos públicos;
nester que alcance suficiente difusión a través de vías similares
a las que se consumó el agravio. b) que exista un interés científico, cultural o educacional prio­
ritario, y se tomen las precauciones suficientes para evitar
un daño innecesario;
D) DAÑOS QUE DERIVAN DE LA LESIÓN
AL DERECHO A LA IMAGEN
e) que se trate del ejercicio regular del derecho de informar
sobre acontecimientos de interés general.
§ 25. El derecho a la imagen En caso de personas fallecidas pueden prestar el consenti­
miento sus herederos o el designado por el causante en una
La imagen es la reproducción identificable de los rasgos fí­ disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos
sicos de una persona sobre cualquier soporte material. de un mismo grado, resuelve el juez. Pasados veinte años desde
La existencia del derecho sobre la propia imagen es inde­ la muerte, la reproducción no ofensiva es libre".
pendiente del honor y de la intimidad; de allí que pueda ser le­ La solución normativa da un marco amplio a la tutela jurídica
sionado sin que ello necesariamente importe minoración de la de la imagen y también del derecho personalísimo a la voz.
intimidad, del honor o del derecho a la identidad personal.
Ella se complementa también con las disposiciones de la
ley 11.723, sobre utilización de la imagen con fines comerciales
§ 26. El derecho a la imagen (arts. 31 y eones.).
en la legislación argentina
No importa cuál es el soporte material sobre el que se difunde
En nuestro país, la tutela jurídica de la imagen se asienta la imagen (fotografías, films, videos, dibujos, pinturas, esculturas,
sobre distintas bases normativas. impresos, etc.). Lo verdaderamente trascendente es la captación
La Constitución Nacional, como todas las de su época, no o reproducción de la imagen o de la voz de una persona, sin su
hace referencia expresa a este derecho; sin embargo, al igual consentimiento, y no el soporte material a través del cual se
que muchos otros que hacen a la esencia de la personalidad, se realiza.
encuentra alojado en el amplio espectro de los derechos implícitos
del artículo 33. § 27. Supuestos en los cuales la ley permite
En cambio, la mayoría de las constituciones provinciales captar o reproducir la imagen ajena
más recientes reconoce expresamente el derecho a la propia
imagen. a) Cuando medie consentimiento del titular
El código civil y comercial lo regula ahora de manera or­ Es lícita la captación y reproducción de la imagen de una per­
gánica en el artículo 53: "Derecho a la imagen. Para captar o sona cuando ésta preste su consentimiento expresamente. Este
308
309
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GusTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

tipo de contratación es muy frecuente en el mundo del deporte información, tomando legítima la captación y reproducción de
profesional, del espectáculo y de la publicidad. la imagen o· 1a voz de una persona.
Trat;índose de personas fallecidas, el conse1;1tirniento debe
ser prestado por sus herederos. En caso de desacuerdo entre § 28. Prevención y reparación del daño derivado
herederos del mismo grado, resuelve el juez. Una vez transcu­ de la lesión al derecho a la imagen
rridos veinte años desde la muerte, la reproducción rio ofensiva Rigen los principios generales en materia de prevención y
es libre (art. 53, último párrafo). reparación del daño derivado de la lesión a la imagen.
El mero hecho de otorgar consentimiento para que se exhiba, La publicación de la sentencia como modo de neutralización
difunda o comercialice la imagen no confiere a la otra parte un de los efectos de una acción dañosa ya iniciada y, en su caso,
derecho absoluto, irrestricto o ilimitado. Consentir no importa de reparación del daño es procedente por aplicación analógica
autorizar cualquier tipo de publicación. del artículo 1770.

b) Participación en actos públicos § 29. Daños derivados de la lesión al derecho


Se considera libre la captación y reproducción de la imagen a la imagen causados por la actividad
de la persona que participa en actos públicos. La publicación de los medios de prensa. Remisión
debe guardar relación con las circunstancias fácticas de ocasión, Ver infra Capítulo XXVII.
tiempo y lugar.

c) Interés científico, cultural E) DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN


AL DERECHO A LA VOZ
o educacional prevaleciente
También es legítima la captación y la reproducción de la § 30. El derecho a la voz como derecho
imagen de una persona cuando existe un interés científico, cul­ personalísimo autónomo
tural o educacional prevaleciente en el caso concreto y se tornen
Con el derecho a la voz ha sucedido algo similar que con el
las precauciones adecuadas para evitar la causación de un daño
de la imagen, aunque con efectos más retardados en el tiempo.
innecesario (art. 53, inc. b).
Durante años la doctrina no le prestó mayor atención, valoran­
Es una solución lógica que pondera de manera equilibrada do los atentados contra ella sólo cuando pudieren derivar en le­
los intereses individuales y sociales involucrados. siones a la intimidad o al honor. En la actualidad, en cambio, pa­
rece consolidarse definitivamente su reconocimiento como de­
d) Ejercicio regular del derecho de informar recho personalísimo autónomo, que junto con la imagen es de­
La misma solución rige cuando se trate del ejercicio regular terminante para configurar la identidad personal externa de una
del derecho de informar sob.re acontecimientos de interés general persona. Esta orientación alcanza máxima concreción en el có­
(art. 53, inc. c). En tal caso, puede prevalecer el derecho a la digo civil y comercial que en su artículo 53 lo reconoce como

310 311
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

tal y le brinda una tutela normativa idéntica a la que dispensa El �erecho � la_ identidad personal es el interés jurídicamente
al derecho a la imagen. Esto permite trasladar todo el análisis proteg1d_o a exigir que la personalidad no sea representada de
formulado anteriormente al considerar dicho tema. manera infiel, desnaturalizada o alterada a través de la atribución
de co�d_uctas o calidades que no guardan relación con ella O por
§ 31. La cuestión en el código civil y comercial la ��s1ón de aquellas que son determinantes para su configu­
El nuevo cuerpo normativo regula de manera orgánica la tutela rac10n. El derech� a no ve� des�aturalizado o alterado el propio
_
normativa del derecho a la voz, determinando las condiciones p�rfil �xtemo, ps1cosomat1co, mtelectual, político, social, reli­
_ _
en que puede captarse o reprodu cirse la voz de una persona e n gioso, 1deolog1co y profesional, es decir, lo que uno es exter­
términos absolu tamente exactos a los establecidos para el derecho namente ante los ojos de todos.
a la imagen (art. 53). Son, por lo tanto, válidas todas las con­ Se n:ata de un derecho personalísimo, ahora expresamente
sideraciones efectuadas en números anteriores. reco_n�c1do en el artícu lo 52 del código civil y comercial, que
�'":11c1pa _ de los c�a�t�res generales que son propios de aquellos
F) DAÑOS DERIVADOS DE MINORACIÓN DEL �lt1mos: mnato, v1tahc10, necesario, esencial, su objeto es interior,
DERECHO A LA IDENTIDAD PERS NAL (O A LA mherente a la p�rsona, extrapatrimonial, relativamente disponi­
FIEL REPRESENTACIÓN DE LA PERSONALIDAD)7 ble, absolu to, pnvado y autónomo.

§ 32. El derecho a la identidad personal § 33. Caracteres especiales


como bien jurídicamente protegido
V�amos cuáles son los caracteres especiales del derecho a la
Toda persona es portadora de un bagaj e de atributos y ca­ .
identidad personal.
racteres psicosomáticos, espirituales y sociales que, debido a su
exteriorización, permiten su individu alización en sociedad y que
a) Totalidad
hacen que cada cual sea "uno mismo" y "no otro" (Femández
Sessarego). El derecho a la identidad personal tiene carácter de totalidad
La identidad de una persona constituye una realidad dinámica · pues comprende todos sus atributos y cualidades, siempre qu�
y cambiante, como la persona misma, que se despliega en el se trad�zcan en comportamientos intersubjetivos que se proyec­
tiempo a través de las distintas etapas de su existencia. Pasado, ten �ocia!me�te <?ornprende, en principio, cualquier faceta del
:
presente y futuro están estrechamente asociados a ella; como patnrnomo b1olog1co, psíquico y espiritual de la persona.
también lo está la natural tendencia del hombre a cambiar, para
bien o para mal, lo que lleva frecuentemente a que operen ine­ b) Exterioridad
vitables mu taciones en aquellos atributos.
Sólo la verdad objetivamente exteriorizada hacia la comuni­
El interés comprometido es la verdad personal.
dad, socialmente perceptible a través de realidades verificables
7 Bibliografía complementari¡i. sugerida: FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos, El (hechos realizados, opiniones concretadas, ideas expresadas), es
derecho a la identidad personal, Astrea, Buenos Aires. la que resulta tutelada por este derecho. Ciertamente, se trata de
312
313
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

una realidad no siempre fácil de valorar, que puede ser real o, lleres (o es, lisa y llanamente, el presidente de la institución).
inclusive, aparente, ficticia, simulada. Quien asume una identidad Atribuirle en tales circunstancias, falsamente, haber sido socio
aparente tiene derecho a que sea respetada y no, falseada. o dirigente de Belgrano, importaría una seria alteración de su
identidad personal deportiva, susceptible de generar consecuen­
cias jurídicas.
c) Dinamismo
Nada agrega o quita a esta conclusión el hecho de que esa "ver­ § 34. Bases normativas
dad personal" sea, por lo general, dinámica y que pueda mutar con
el tiempo. Como hemos visto, lo natural es que ello suceda así, al ¿Cuáles son las bases normativas que sustentan el derecho a
menos, en importantes ámbitos de la existencia humana. En tal la identidad personal en nuestro país?
caso, dichos cambios también deben ser debidamente reflejados a Además de la previsión normativa contenida en el artículo 52
la hora de representar la persona ante terceros. del código civil y comercial, este derecho surge de manera im­
Corresponde, en definitiva, al juez valorar flexiblemente estos plícita de un relevante plexo normativo integrado por:
aspectos, sobre la base de pautas objetivas suministradas por la a) El artículo 33 de la Constitución Nacional, cuya interpre­
realidad. tación histórica y finalista permite alojarlo sin mayores
dificultades.
d) Comprende las facetas sustanciales de b) El ru.tículo 43, párrafo 3º de la Constitución Nacional, que
la personalidad que hacen a su esencia reconoce el instituto del hábeas data como especie de
acción de amparo, al disponer: "Toda persona podrá in­
Existe consenso en que no cualquier deformación de la per­
terponer esta acción para tomar conocimiento de los datos
sonalidad es apta para provocar la reacción jurídica. Debe tratarse
a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros
de una alteración que sea razonablemente idónea, por su entidad,
o bancos de datos públicos, o los privados destinados a
para distorsionar la identidad de la persona ante terceros, pro­
proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación,
yectando una imagen distinta a la real.
para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o
El tema, sin embargo, no puede ser tratado abstractamente y actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto
requiere de una ponderación particularizada caso por caso. Vea­ de las fuentes de información periodística".
mos un ejemplo: presentar a una persona que es "hincha" y
socio del Club Talleres de Córdoba como simpatizante o socio Esta norma lleva implícita la existencia del derecho a la
de un tradicional adversario, el Club Belgrano, en principio, no identidad personal, que al igual que otros derechos esen­
debería constituir una distorsión de relevancia idónea para ge­ ciales de la persona, como la identidad, pueden resultar
nerar una lesión al derecho a la identidad personal. La conclusión, afectados por amenazas provenientes de la informática.
sin embargo, podría ser distinta si quien resulta falsamente pre­ c) La Convención Americana sobre Derechos Humanos, que
sentado de tal modo es, verbigracia, una persona que aspira, goza de rango de tratado internacional con jerarquía cons­
durante un proceso electoral a convertirse en presidente de Ta- titucional (art. 75, inc. 22, CN), contiene varios disposi-

314 315
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

tivos que en forma implícita importan reconocimiento del También el ejercicio regular del derecho de informar y el
derecho a la identidad personal. El artículo 5º, inciso ·1° interés público prevaleciente en el caso concreto pueden actuar
expresa que "Toda persona tiene derecho a que se respete como límites para este derecho.
su integridad física, psíquica y moral"; el �rtículo 11 pro­
clama: "1º. Toda persona tiene derecho al [... ] reconoci­
miento de su dignidad [... ] 3º [... ] a la protección de la § 36. Resarcimiento de daños
ley contra esos ataques" y, muy especialmente, el artícu­ Es plenamente resarcible el daño patrimonial y extrapatrimo­
lo 14, que consagra el derecho de rectificación o respuesta nial moral que deriva de dicha minoración, debiendo aplicarse
frente a informaciones "inexactas o agraviantes", institu­ los principios generales que hemos estudiado.
ción que, conforme habremos de verlo más adelante, está
La publicación de la sentencia y de la retractación del ofensor
sólidamente edificada en tomo � la existencia del derecho
tienen en esta materia enorme importancia, siendo aplicables las
a la identidad personal (y a otros derechos esenciales, como
consideraciones vertidas supra, al tiempo de analizar el derecho
el honor, la imagen y la intimidad).
al honor y a la intimidad.
§ 35. Los lúnites del derecho a la identidad personal
G) DAÑOS QUE DERIVAN DE LA LESIÓN
Como todo derecho constitucional, el derecho a la identidad DEL DERECHO A LA IGUALDAD
personal no es absoluto y está sujeto a ciertos límites, que guardan
fuerte similitud con los que asumen otros derechos personalísi­ § 37. El derecho a la igualdad
mos, como la intimidad y la imagen, y que se encuentran al­
Nuestra Constitución Nacional consagra en su artículo 16 la
canzados por la regla de la razonabilidad del artículo 28 de la
garantía de igualdad entre todos los habitantes.
Constitución Nacional.
El principio de igualdad constituye uno de los pilares funda­
Entre esos límites destacamos, por su importancia, el con­
mentales sobre los que se asienta todo sistema democrático. Esa
sentimiento del propio interesado, consecuencia inevitable del
garantía importa que "todos los hombres participan de una igual­
carácter relativamente disponible, que tiene este derecho y que
dad elemental de estatus en cuanto persona. Tal es el concepto
actúa como causa de justificación.
básico de la llamada igualdad civil, consistente en eliminar dis­
El titular del derecho a la identidad personal puede consentir criminaciones arbitrarias entre las personas" (Bidart Campos).
y autorizar la distorsión pública de su imagen, en tanto ello no
El carácter arbitrario de las discriminaciones es fundamental
importe una contradicción con la ley, el orden público, la moral
a los fines de calibrar este 9erecho; la igualdad constitucional
y las buenas costumbres.
no importa un mero igualitarismo, sino un abierto rechazo a la
Al igual que lo que sucede en materia de intimidad, el con­ existencia de privilegios o excepciones que excluyan a unos de
sentimiento del titular debe ser inequívoco, expreso o tácito, no lo que se concede a otros en iguales circunstancias. Una i�ualdad
pudiendo el mismo ser deducido de la simple tolerancia de la entre los iguales. Por eso no se atenta contra esta garantia cons­
víctima frente a conductas anteriores de similar calibre. titucional cuando, ante la diversidad de circunstancias económi-
316
317
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS DAÑOS DERIVADOS DE LA LESIÓN A DERECHOS PERSONALÍSIMOS

cas, sociales o culturales, el legislador formula criterios discri­ Son muchos los aspectos de interés que tiene esta importante
minatorios no arbitrarios, en aras de tutelar realidades diferentes legislación, dictada en un país que desde sus orígenes rechazó
que no pueden ser tratadas de manera uniforme. formalmente cualquier tipo de discriminación arbitraria entre las
También la Convención Americana sobre Derbchos Humanos personas, pero que en los hechos frecuentemente se apartó de
(arts. 1 º y 24) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y tan importante ideal. De otra forma, no se explica el sentido y
Políticos (arts. 2º, 3º, 24, 26 y 27) consagran expresamente este la necesidad de esta ley.
derecho.
§ 39. Daños y perjuicios que derivan de
§ 38. La ley 23.592 de discriminación la lesión al derecho a la igualdad
y persecución racial y religiosa El derecho a la igualdad puede ser aminorado por conductas
La ley 23.592, de 1988, sanciona penal y civilmente a de­ antijurídicas im utables a título de dolo o de culpa al agente y,
terminadas conductas que arbitrariamente impidan, obstruyan, o más aún, en ciertos supuestos de responsabilidad objetiva por
de algún modo menoscaben "...el pleno ejercicio sobre bases riesgo creado o de empresa, particularmente la desplegada por
igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconoci­ medios de comunicación social.
dos en la Constitución Nacional" (art. 1 º). A efectos de dicha Cabe señalar que los actos discriminatorios pueden provocar
norma, "...se considerarán particularmente los actos u omisiones no sólo un atentado contra el derecho a la igualdad del damni­
discriminatorios determinados por motivos tales como raza, re­ ficado, sino también contra otros derechos personalísimos como
ligión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, el honor, lá. imagen o la intimidad.
posición económica, condición social o caracteres físicos". El Es plenamente resarcible el daño patrimonial y extrapatrimo­
artículo 2º eleva las penas de todo delito reprimido por el Código nial que se genere en tales circunstancias, siendo aplicables los
Penal o leyes complementarias, " ... cuando sea cometido por per­ principios generales de la responsabilidad civil.
secución u odio a una raza, religión o nacionalidad, o con el
objeto de destruir en todo o en parte a un grupo nacional, étnico,
racial o religioso..." Finalmente, el artículo 3º sanciona con pri­
sión de un mes a tres años a "...los que participaren en una
organización o realizaren propaganda basados en ideas o teorías
de superioridad de una raza o de un grupo de personas de de­
terminada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto
la justificación o promoción de la discriminación racial o reli­
giosa en cualquier forma. En igual pena incurrirán quienes por
cualquier medio alentaren o incitaren a la persecución o al odio
contra una persona o grupos de personas a causa de su raza,
religión, nacionalidad o ideas políticas".

318 319
CAPÍTULO XXVII
SUPUESTOS ESPECIALES DE
RESPONSABILIDAD CIVIL
RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS
MASIVOS DE COMUNICACIÓN 1

A) ASPECTOS GENERALES. LOS


VALORES COMPROMETIDOS

§ l. El sistema de la prensa liberaP


Las democracias liberales de los siglos XVIII y XIX conci­
bieron idealmente a la libertad de expresión (y, en particular, a

1 Para un estudio en profundidad de la responsabilidad de la prensa, remitimos


a PIZARRO, Ramón Daniel, Responsabilidad civil de los medios masivos de comu­
nicación. Daños por noticias inexactas o agraviantes, Hammurabi, 2ª ed., Buenos
Aires, 1999 y Tratado de la responsabilidad objetiva, t. II.
2 Bibliografía especial: CARMONA SALGADO, Concepción, Libertad de expre­
sión e infonnación y sus límites, Edersa, Madrid, 1991; CARRANZA, Jorge A., Los
medios masivos de comunicación y el derecho privado, Lemer, Buenos Aires, Córdoba,
1975; CLARK, Eric, Los creadores del consumo, Sudamericana, Buenos Aires, 1988;
CONESA SÁNCHEZ, Fernando, La. libertad de empresa periodística, Ediciones Uni­
versidad de Navarra, Pamplona, 1978; CREVILLÉN SÁNCHEZ, Clemente, Derechos
de la personalidad. Honor, intimidad personal y familiar y propia imagen en la
jurisprudencia, Actualidad Editorial SA, Madrid, 1994; DESANTES GUANTER, José
María, Fundamentos del derecho de la información, Confederación Española de Cajas
de Ahorro, Madrid, 1977; La.función de infonnar, Universidad de Navarra, Pamplona,
1976; La. información como derecho, Editora Nacional, Madrid, 1974; La. verdad en
la información, Servicios de Publicaciones de la Diputación Provincial de Valladolid,
España, 1976; DESANTES GUANTER, José María y SORIA, Carlos, Los límites de
la infonnación, Asociación de la Prensa de Madrid, Madrid, 1991; DÍEZ-PICAZO,
Luis, Derecho y masificación social, en Cuadernos Civitas, Civitas, Madrid, 1979;

321
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GusTAvo V ALLESPINOS
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

la de prensa) como uno de los derechos fundamentales de la


cación por cuanto la clase intelectual y política dominante
persona y como un instrumento indispensable para la configu­
era, a la vez, productora y destinataria de lo que se pu­
ración del Estado liberal y de la sociedad liberal.
blicaba. En los siglos XVIII y XIX la mayoría de la po­
Se trataba de una prensa de opinión más que de divulgación
blación universal era analfabeta y, consecuentemente, no
de noticias o informaciones. Lo verdaderamente importante eran
era idónea como posible receptora de lo que se publicaba.
las opiniones individuales y por eso los textos constitucionales
Esta limitación selectiva incidía no sólo en el contenido
de la época hicieron referencia al derecho de publicar ideas li­
cualitativo del mensaje, sino tanibién en su proyección
bremente por la prensa, sin censura previa.
cuantitativa.
Esto encontraba causas profundas de orden político, cultural
c) En lo económico, la libertad de publicación debía inexo­
y económico.
rablemente estar acompañada por la libertad de empresa.
a) Desde el punto de vista político, la prensa era el medio Por tal motivo, nadie que quisiera editar un periódico -y
idóneo para canalizar el pensamiento de la burguesía do­ tuviera medios económicos para hacerlo- debía estar sujeto
minante. Ella posibilitaba una activa participación del ciu­ a las inadmisibles restricciones o autorizaciones propias
dadano en la vida comunitaria y contribuía a asegurar la de tiempos sombríos.
plena emancipación del individuo frente al riesgo -enton­
Esta prensa de opinión floreció en todas las democracias li­
ces tan temido- del Estado omnipotente. A través de la
berales de los siglos XVIII y XIX, gozando de lógica y justa
libre publicación de ideas y opiniones por la prensa se
protección en las constituciones más importantes de la época.
controlaba el ejercicio del poder, de modo que no había
D�s�rnpeñó un rol protagónico, de corte principalmentepolítico,
asunto que no pudiera set discutido y sometido a la opinión
cuyos aspectos positivos permanecen profundamente arraigados
pública, verdadera destinataria final del mensaje. Se com­
en los sistemas en los que reinan la democracia y el respeto de
prende, de tal modo, que el régimen jurídico aplicable
los derechos humanos.
para aquella prensa de opinión debiera rechazar categóri­
camente la intervención de los poderes públicos -elimi­
nando toda medida preventiva que pudiera importar cen­ § 2. El advenimiento de la prensa comercial.
sura previa directa o indirectamente- y determinar con Los medios de comunicación social
criterio limitado la responsabilidad ulterior de quienes ejer­ En las primeras décadas del siglo XX se produjo una profunda
cieran indebidamente dichas libertades. transformación de los medios de comunicación social, en general,
b) En lo cultural, el fenómeno antes relatado tenía su expli- y de la prensa, en particular. El fenómeno asumió mayor di­
mensión después de la Seguq.da Guerra Mundial y adquirió ver­
DUMAS, Roland, Le droit de l'information, Presses Universitaires de France, Paris, tiginosidad incontrolable en los últimos cuarenta años.
1981; SAAYEDRA LÓPEZ, Modesto, La libertad de expresión en el estado de derecho
(entre la utopía y la realidad), Ariel, Barcelona, 1987; SORIA, Carlos, Derecho a la Es la hora de la prensa comercial, cuya historia ha sido sin­
información y teoría de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona, 1965; XIFRA tetizada (con cierta crudeza y exageración) como la "historia de
HERAS, Jorge, La información (análisis de una libertad frustrada), Hispano-Europea, una sumisión al poder económico, paralela a una emancipación
Barcelona, 1972.
del poder del Estado" (Saavedra López).
322
323
-,�':-
1

!,

SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL


RAMÓN DANIEL PrZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

del analfabetismo y de la extensión del sufragio. Ello determinó


Distintos factores fueron determinantes para este fenómeno:
una mutación no sólo cuantitativa de los potenciales consumi­
a) El advenimiento de la denominada "sociedad de masas", dores de informaciones, sino también de orden cualitativo. En
que constituye el hábitat natural de la comuni�ación social y efecto, la proliferación de lectores pertenecientes a distintas clases
de los posibles conflictos que pueden dar lugar· a la responsa­ sociales, con difererttes inquietudes, expectativas y necesidades,
bilidad civil de los medios. marcó un hito en la historia de los medios de comunicación.
Una de sus notas más salientes es la alta disponibilidad de Esto favoreció una marcada comercialización de la informa­
la población a ser movilizada por lo que se denomina "élites", ción que -cada vez con mayor frecuencia- avanza en forma
que torna a la masa muy vulnerable, no sólo frente a regímenes indebida sobre otros derechos fundamentales de la persona.
totalitarios, sino también ante la agresión implacable a que se
ve sometida a diario por los grandes factores de poder, entre los d) La inclusión de la publicidad en las páginas de los perió­
que figuran, en primer lugar, el poder económico y la publicidad. dicos -y ulteriormente en los diferentes medios de difusión de
Los medios sociales de comunicación desempeñan un papel re­ noticias e informaciones- ha sido el gran factor determinante
levante dentro de este esquema. para el proceso de transformación de éstos. En efecto, el producto
de los anuncios publicitarios está en relación directa con el nú­
b) La información en la sociedad de masas se presenta como
mero de personas que consumen la publicación. A mayor can­
un proceso de transmisión de determinados contenidos simbó­
licos, emanados de un sujeto, al que denominaremos "transmi­ tidad de receptores, mayor atractivo para quien desee publicar
sor", y dirigidos a un receptor colectivo, heterogéneo en su com­ sus productos o servicios y, consecuentemente, mejores niveles
posición y anónimo, a través de un medio técnico idóneo para de rentabilidad para el medio a través del cual dicha actividad
ello (Wright). se realiza. A la luz de esta realidad cambia la ponderación de
los esquemas de costos de los periódicos y de los modernos
Remarcamos muy especialmente la existencia de un proceso
medios masivos de comunicación. Son los anunciantes quienes
de comunicación, concepto que pone el acento en una serie de
deben pagar el producto periodístico, cuyo precio de mercado
fases, conectadas entre sí en forma muy estrecha, en las que la
tecnología y la economía juegan un papel principalísimo. debe ser lo suficientemente competitivo para asegurarse el má­
ximo número de lectores posibles (Clark). Este frío esquema
La empresa periodística de nuestro tiempo (aun cuando siga
económico -que no por ello deja de ser una realidad inocultable
teniendo entre sus objetivos principales el de brindar informa­
de nuestro tiempo- repercute negativamente, con frecuencia, en
ción) experimenta hoy necesidades y circunstancias condicio­
el contenido del mensaje periodístico, dando lugar a lo que pe­
nantes diferentes de las que tenía aquella prensa de opinión de
yorativamente se califica como "prensa amarilla", de corte sen­
los siglos XVII y XVID y que dio sustento a la primera versión
sacionalista. Cuando esto sucede, se desnaturaliza la función pe­
del modelo de la prensa liberal. Y es a partir de esta realidad
riodística; se diluyen los límites entre lo real y lo irreal, entre
que se potencia el riesgo, cada vez más frecuente, de conflicto
con los derechos del protagonista de la noticia. difundir una noticia y crearla. Se piensa en el destinatario de la
información (consumidor) porque se piensa primero en sí mismo.
c) Se produjo un formidable incremento del número de con­ Es menester darle a aquél lo que espera o quiere recibir.
sumidores de información, como consecuencia de la reducción
325
324
.. ,
• 1
· .. i

RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

e) La evolución de la tecnología en materia de comunicacio­ alejados de los medios de opinión que previeron nuestros cons­
nes, de difusión y de edición acentuó el proceso de industriali­ tituyentes (�s. 14 y 32) corno el año 2019 lo está de 1853.
zación. Todo ello exigía fuertes inversiones, que no estaban al Prescindir de _esta realidad es deformar la Constitución, traicionar
alcance. de cualquier persona. la inclaudicable dinámica histórica que nutre al fenómeno in­
El tiempo juega un papel fundamental en las comunicaciones terpretativo de sus normas y -lo que es más grave- inmolar
(el valor económico de la información depende inexorablemente frecuentemente la dignidad de los ciudadanos bajo el yugo de
de él) y la tecnología posibilita marcar las diferencias entre quien intereses corporativos que deben ser cuidadosamente sopesados.
dispone de ella y quien no.
f) Los factores antes mencionados llevaron inexorablemente § 3. Libertad de prensa en la Constitución NacionaP
a la concentración de las empresas periodísticas. La concentración Nuestra Constitución Nacional protege a la libertad de prensa
de empresas, en sus diferentes modalidades, posibilita una sen­ -corno forma más significativa de la libertad de expresión- en
sible disminución de costos y una más adecuada y rentable uti­ los artículos 14 y 32. El primero de ellos declara que todos los
lización de los bienes de producción. habitantes de la Nación gozan del derecho "...de publicar sus
Lo expresado se potencia frente a la realidad que imponen ideas por la prensa sin censura previa...", en tanto que el segundo
los modernos medios de comunicación masiva (radio, televisión, establece que "El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan
cable, agencias informativas, medios impresos, etc.). la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción
El valor de la noticia se incrementa en la medida en que se federal".
la difunde con máxima celeridad. Hay una suerte de desperso­ Los pactos de San José de Costa Rica e Internacional de
nalizacion en. éf manejo de la información, que no siempre es Derechos Civiles y Políticos reflejan en forma expresa esta rea­
debidamente confirmada o corroborada corno correspondería. Las lidad.
máquinas de informar, como algún autor las ha denominado con La doctrina constitucionalista, con sólidos argumentos, asigna
ironía, no suelen disponer de tiempo para ello (Lepri). a la expresión "censura previa" un sentido sumamente amplio,
Poco importa que en esa vertiginosidad puedan inmolarse que excede el simple y literal alcance de mero método de po­
indebida y arbitrariamente la intimidad, el honor, la identidad licía preventiva (Bidart Campos, Fayt, Linares Quintana, Sagüés,
personal o la imagen del protagonista de la noticia. Se nos dirá Gelli, Badeni).
que la noble bandera de la libertad de prensa todo lo justifica; 3 Bibliografía complementaria sugerida: BADENI, Gregorio, La libertad de prensa
que sostener lo contrario es atentar contra ella y defender ideas en el ámbito institucional, en LL 1990-D-191; Libertad de prensa, Abeledo-Perrot,
totalitarias (de extrema izquierda o de derecha); que la Consti­ Buenos Aires, 1990; Libertad de prensa y las opiniones políticas, en JA 1988-IV-744;
Reflexiones sobre la libertad de pre[lsa y la censura previa, en ED 125-675; Supre­
tución Nacional prohfbe limitar los derechos de los medios de macía constitucional, libertad de prensa y censura judicial, en LL 1992-E-769; Las
comunicación, que asumen carácter prácticamente absoluto, con dimensiones de la libertad de prensa, en LL 1992-A-246; Una libertad estratégica,
total abstracción de circunstancias de tiempo y de lugar. Nada en LL 1993-A-260; La doctrina de la real malicia, en ED 149-316; BARRA, Rodolfo
Carlos, La libertad de prensa en la reciente jurisprudencia de la Corte Suprema de
de esto es real. Justicia, LL 1994-B-l 139; BIANCHI, Enrique Tomás y GULLCO, Hemán, El derecho
Los modernos medios masivos de comunicación están tan a la libre expresión, Platense, La Plata, 1997.

326 327
RAMÓN DANIEL PlzARRO CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

La interdicción de censura previa comprende algo más que el derecho a la información con otros derechos igualmente fun­
aquellas medidas destinadas arbitrariamente a revisar, controlar· damentales p�a la persona humana, como la intimidad, el honor,
o autorizar las publicaciones o difusiones antes de aparecer, o la imagen o la identidad personal del protagonista de la noticia.
a restringir, circunscribir o limitar sus posibilidades d� circulac��n ¿Cómo resolver este conflicto? ¿Debe prevalecer el primero
y comercialización después de aparecidas. En efecto, t�b�en o, por el contrario, cabe dispensar máxima protección a estos
involucra "todas las medidas que sin incurrir en una rev1s1ón últimos? ¿Es posible propiciar soluciones de carácter general o
de contenido, restringen arbitrariamente las libertades de pren�a: las respuestas deben formularse sólo para el caso particular?
así, por ejemplo, las trabas a la instalación d� imp;entas, la �s­
Algunos autores opinan que el derecho de prensa constituye
tribución oficial de las cuotas de papel, la obligac1on de publicar
una libertad preferente, estratégica, que debería prevalecer siem­
avisos oficiales o privados, la prohibición de dar a luz dete�­
pre por sobre la intimidad, el honor y la imagen de las personas.
nadas noticias, el monopolio de los medios de difusión _Peno­
Quienes se adhieren a estas ideas proclaman la licitud de la
dística, las cauciones arbitrarias, la hostilidad y persecución de
noticia divulgada siempre que sea veraz, imparcial y presentada
los periodistas, las restricciones en el acceso a las fuentes de
en lenguaje correcto y moderado, libre de actitudes sensaciona­
información, etcétera" (Bidart Campos). listas, aun cuando pueda interferir en la vida privada de alguna
La tutela constitucional debe extenderse también a la activi­ persona o lesionar otros derechos como el honor, la imagen e
dad de prensa canalizada por vías diferentes de la palabra es�ri�a -inclusive- la propiedad. Así concebida la cuestión, bastaría con
(v. gr., radio, televisión, cable, Internet) y a toda otra �xtenon­ definir el contenido lícito del ejercicio de la libre información,
zación de la libertad de expresión, como fruto de una mterpre­ "estableciendo el marco dentro del cual las manifestaciones de
tación flexible y dinámica de la Carta Magna. j dicha libertad deben primar sobre otros derechos constitucionales,
Cabe señalar, sin embargo, que en forma excepcional nuestra 1
aunque éstos resulten sometidos o limitados" (Badeni).
legislación admite que pueden ser sometidos por �ey a �ensura Otros, en cambio, asumen una posición más moderada y ad­
previa los espectáculos públicos, "... con el exclusivo O�Jeto �e miten que la cuestión de límites no puede ser resuelta en abs­
regular el acceso a ellos para la protección mor� de la inf?-°crn tracto, debiendo dilucidarse el conflicto en cada caso concre­
_
y la adolescencia..." (art. 13, inc. 4º, Convenc1on Amencana to. Las particularidades del supuesto que se analice y la índo­
sobre Derechos Humanos). le de los intereses comprometidos determinarían, según los ca­
La prohibición de censura previa no obsta a la posible res­ sos, la preeminencia de uno u otro derecho en conflicto (CSJN,
ponsabilidad civil o penal ulterior de quien publica informa­ 26-10-93, "Granada, Jorge Horado e/Diarios y Noticias SA",
ciones falsas, inexactas o agraviantes.
la obligación de publicar y la censura, en LL 154-11; GRONDONA, Mariano F.,
§ 4. El conflicto de derechos constitucionales4 La reglamentación de los derechos constitucionales. Teoría del orden de los derechos,
Depalma, Buenos Aires, 1986; EKMEKDJIAN, Miguel Á., De nuevo sobre el orden
La problemática que nos ocupa surge de un conflicto entre jerárquico de los derechos civiles, en ED 114-945; El derecho a la dignidad en el
Pacto de San José de Costa Rica, en LL 1986-E-941; Jerarquía constitucional de
4 Bibliografía complementaria sugerida: BIDART CAMPOS, Germán J., l!fay los derechos civiles, en LL 1985-A-847; Otra vez se enfrentan el derecho al honor
un "orden jerárquico" en los derechos personales?, en ED 116-801; La prensa libre, y la libertad de prensa, en LL 1992-D-174.

328 329
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

LL 1994-A-239; íd., 19-11-91, "Vago, Jorge A. e/Ediciones de. nifestaciones presentan algunos aspectos diferenciables, que de­
La Urraca SA", JA 1992-1-559; LL 1992-B-367; ED 145-516). ben ser señalados a fin de aventar errores.
Por nuestra parte sostenemos que, si bien la valoración debe a) La información de hechos. La información relativa a hechos
efectuarse caso por caso, prescindiendo de órdend jerárquicos que se producen en el mundo exterior presupone una constatación
rigurosamente abstractos, en principio corresponde dispensar má­ (directa o indirecta, mediata o inmediata) de la realidad por el
xima protección a aquellos derechos que, como la intimidad, el informador. Para informar sobre algo que ha ocurrido es preciso,
honor y la imagen de las personas, hacen a su dignidad (González en primer lugar, tomar conocimiento de ese hecho, lo que implica
Pérez). Esta cosmovisión justifica que pueda afirmarse que, en un acto de percepción inicial por el informador.
caso de conflicto con otros derechos constitucionales -incluido Opera, de tal modo, un juicio de existencia, cuando el infor­
el derecho a la información-, deban, como regla general, pre­ mador comunica lo sucedido, que es algo distinto del juicio de
valecer estos últimos, salvo supuestos de excepción que deben valor que puede contener el mensaje informativo, cuando añade
ser rigurosamente calibrados. lo que piensa sobre dicho acontecimiento.
Cuando del juicio de existencia se trata, debe exigirse al in­
B) RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS MASIVOS formador objetividad y exactitud, tanto a la hora de aprehender
DE COMUNICACIÓN POR INFORMACIONES dicha realidad que pretende comunicar cuanto al tiempo de rea­
INEXACTAS O AGRAVIANTES5 lizar el mensaje informativo. Toda consideración subjetiva que
el hecho pueda merecer en la opinión del informador debe ser
§ 5. La i}!formación. La noticia. Hechos, ideas y opiniones cuidadosamente diferenciada de .aquel relato.
Conviene tener en cuenta las diferencias existentes entre la b) Ideas y opiniones. La información puede comprender, tam­
información de hechos, de ideas y de opiniones. Estas tres ma- bién, la difusión de ideas y opiniones, que constituyen siempre
una manifestación subjetiva de quien las emite.
5 Bibliografía complementaria sugerida: BELLUSCIO, Augusto C., Daños cau­
A diferencia de lo que sucede con la difusión de hechos, no
sados por la publicación de noticias, en Derecho de daños, La Rocca, Buenos Aires,
1989; BIANCID, Enrique Tomás y GULLCO, Hernán, El derecho a la libre expresión,
tenemos aquí un parámetro referencial externo para formular el
Platense, La Plata, 1997; BIDART CAMPOS, Germán J., El derecho de crónica contraste con lo informado. Una idea o una opinión puede ser
periodística y el honor personal, en ED 123-128; BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, calificada de acertada o de desacertada, de razonable, sensata o
Los efectos civiles de las informaciones inexactas o agraviantes (En la jurisprudencia sólida, o de lo contrario. Puede, inclusive, ser tildada de agra­
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), en LL 1989-D-885; Responsabilidad
de los órganos de prensa por informaciones inexactas, en LL 1989-B-286; El marco
viante para los derechos personalísimos de una persona. Pero
nonnativo dentro del cual debe ejercerse la libertad de prensa, en LL 1992-B-848; nunca de- verdadera o falsa.
Efectos civiles del ejercicio ilegítimo de la libertad de prensa, en ED 147-858; CI­
FUENTES, Santos, El honor y la libertad de expresión. La responsabilidad civil, en do y BÍSCARO, Beatriz, Responsabilidad de los medios de prensa, Astrea, Buenos
LL 1993-D-1161; PARELLADA, Carlos A., Daños en la act,vidad judicial e infor­ Aires; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde M., Resarcimiento de daños, t. 2a, Daños
mática desde la responsabilidad profesional, Astrea, Buenos Aires, 1990; SAUX, a las personas [Integridad psicofísica], Hammurabi, Buenos Aires, 1990; t. 2d, Daiios
Edgardo Ignacio, Responsabilidad de la empresa periodística, en Responsabilidad a las personas. (Integridad espiritual y social), Hammurabi, Buenos Aires, 1996; La
civil de la empresa, Revista Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales libertad de prensa frente a la protección de la integridad espiritual de la persona,
del Rosario de la Pontificia Universidad Católica Argentina, p. 157; ZANNONI, Eduar- en JA 1982-11-783.

330 331
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

La comunicación de ideas, que provienen del interior del el legislador puede determinar a raíz de los abusos producidos
mediante su ejercicio, sea por la comisión de delitos penales o
informador, tiene una trascendencia distinta de la de aquella que
de actos ilícitos civiles". El tribunal admite -acertadamente- la
está orient_ada a informar acerca de hechos del "muncj.o exterior",
dirigida principalmente al conocimiento. Las ideas tienen siempre aplicación de la teoría del abuso del derecho en materia iusin­
un efecto más trascendente, porque están dirigidas a la voluntad formativa. Libertad de prensa no importa, pues, impunidad de
quien utiliza a la prensa como un medio para delinquir. También
del destinatario del mensaje.
la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Hu­
La opinión se desarrolla en un campo que oscila siempre manos se orienta en tal sentido: "el funcionario público que
entre la duda y la certeza. ostentaba el más alto cargo electivo de su país está sujeto al
mayor escrutinio social, no sólo sobre sus actividades oficiales
§ 6. Daños derivados de la lesión a la intimidad o el ejercicio de sus funciones sino también sobre aspectos que,
en principio, podrían estar vinculados a su vida privada pero que
La lesión al derecho a la intimidad adquiere especial rele­ revelan asuntos de interés público" (29-11-2011, "Fontevecchia
vancia cuando resulta potenciada por la difusión que realizan y D' Amico e/Argentina", LL del 9-2-2012).
los medios masivos de comunicación.
La intimidad puede ser afectada tanto por informaciones ver­
daderas como falsas. § 7. Daños derivados de la lesión al honor.
El gran leading case de la Corte Suprema en esta materia es Responsabilidad del medio que reproduce
"Ponzetti de Balbín, Indalia e/Editorial Atlántida SA" (11-12-84, injurias dichas por otro. La doctrina "Campillay"
Fallos: 306:1892; LL 1985-B-120; JA 1985-1-513).
El caso "Campillay" constituye uno de los fallos más signi­
Los hechos eran los siguientes: en una edición correspondiente ficativos dictados hasta el presente por nuestra Corte Suprema
al mes de septiembre de 1981, la revista Gente y la Actualidad, de Justicia acerca de la responsabilidad civil de los medios ma­
de propiedad de los demandados, publicó en su portada una sivos de comunicación por noticias inexactas (CSJN, 15-5-86,
fotografía del dirigente político Ricardo Balbín, en momentos Fallos: 308:789).
en que éste se encontraba en una sala de terapia intensiva de
un hospital platense, agonizando de una dolencia que determi­ En el año 1980, los tres diarios demandados publicaron en
naría su deceso, pocas horas más tarde. La viuda y el hijo del términos asertivos una información que involucraba y calificaba
doctor Balbín promovieron demanda en contra de la editorial al actor como integrante de una asociación delictiva, dedicada
propietaria de la mentada publicación y en contra de sus edito­ al robo Y al tráfico de estupefacientes. La fuente era un comu­
res responsables, reclamando la reparación del daño moral por �i�ado de la Policía Federal, plagado de inexactitudes y subje-
ellos experimentado, a raíz de la lesión al derecho a la intimidad 1:J.v1dades respecto del actor, que los diarios se limitaron casi a
familiar. reproducir, aunque sin revelar su origen. La pretensión resarci­
toria fue acogida en primera y segunda instancias y este último
El decisorio proclama que el derecho de publicar ideas por
pronunciamiento confirmado por el más alto tribunal nacional,
la prensa "no es absoluto en cuanto a las responsabilidades que
333
332
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

en cuanto había sido materia de agravio federal, con disidencias cias SA", LL 1994-A-237; íd., 26-10-93? "Triacca, Alberto Jor­
de los ministros Caballero y Fayt. ge e/Diario La Razón y otros", LL 1994-A-246; íd., 27-10-94,
La Corte sostuvo que "el ejercicio del derecho de infor­ "Espinosa, Pedro F. e/Herrera de Noble, Emestina", JA 1995-
mar no puede extenderse en detrimento de la neces¡:¡ria armonía II-196; íd., 10-12-96, "Acuña, Carlos Manuel", JA 1997-III-61
con los restantes derechos constitucionales, entre los que se en­ Y 288; íd., 13-12-2011, "Alsogaray, Álvaro A. e/Editorial La
cuentra el de la integridad moral y el honor de las personas Página SA").
(arts. 14 y 33, CN)". Conforme a la doctrina "Campillay", la información sobre
A partir de estas premisas, se elaboró una aceptable doctrina asuntos de relevancia pública, cuyo contenido sea fiel y veraz­
que llevó, en el caso concreto, a atribuir responsabilidad a los mente atribuido a una fuente, no compromete la responsabilidad
medios involucrados en la mencionada causa. del medio. Quien reproduce los dichos difamatorios de otro es
El aspecto más trascendente de este fallo es el enfoque que un mero transmisor de aquéllos y no su generador responsable.
efectúa de la antijuridicidad de la conducta de los medios. Su actividad se limita a efectuar un reporte, que es uno de los
Adviértase que el caso presentaba sus dificultades, por cuanto aspectos fundamentales que hacen al objeto y al contenido del
los medios involucrados se habían limitado a transcribir casi ejercicio regular del derecho de informar. Adviértase que, así
textualmente un comunicado de la Policía Federal que, como entendida, la doctrina "Campillay" se ubica, con toda precisión,
dijimos, involucraba y atribuía al actor distintos ilícitos, aunque dentro del ámbito de las causas de justificación (arts. 34, inc. 4º,
sin revelar la fuente. Cód. Pen.; 1071, in fine, Cód. Civ.), como factor que enerva la
La Corte sostuvo que "un enfoque adecuado a la seriedad antijuridicidad. De allí que su aplicación, a tenor del criterio de
que debe privar en la misión de difundir noticias que puedan la Corte, pueda propiciarse tanto en materia civil como en el
rozar la reputación de las personas -admitida aun la imposibilidad ámbito penal.
fáctica -de verificar su exactitud- imponía propalar la informa­ Para que ella proceda es menester que se den estos requisitos:
ción atribuyendo directamente su contenido a la fuente perti­ a) Una fuente individualizada que emita la información.
nente, utilizando un tiempo de verbo potencial, o dejando en "Quid" del carácter público o confiable de la fuente. Debe, en
reserva la identidad de los implicados en el ilícito" (el destacado primer lugar, haber una fuente precisamente individualizada que
nos pertenece) y que "el hecho [de] que tales publicaciones se emita una información. No es suficiente una referencia vaga y
hayan limitado a transcribir un comunicado policial -al margen genérica a ella, sin precisarla con total claridad.
de la responsabilidad de dicha autoridad, extraña a este proceso­
no excusa la atribuible a los editores, toda vez que éstos hicieron b) Un medio informador que reproduce la información emi­
'suyas' las afirmaciones contenidas en aquél, dándolas por inex­ tida por la fuente. Debe haber un informador que se limita a
cusablemente ciertas". reproducir de manera objetiva y veraz la información emitida
La doctrina "Campillay" fue reiterada en otros decisorios por la fuente.
por la Corte, a veces ampliando en form a excesiva su extensión e) Adecuación objetiva, exacta y completa entre lo expresado
(CSJN, 26-10-93, "Granada, Jorge Horacio e/Diarios y Noti- por lafuente y lo informado. La ausencia de fidelidad a la hora de

334 335
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

efectuar la transmisión de lo expresado por otro, cualesquiera que


sean las causas invocables, obsta a la aplicación de la doctrina. dencia de la Corte posterior a dicho fallo. En una importante
No es aplicable la doctrina "Cam.pillay" cuando el medio que sentencia, ·sostuvo que la utilización del modo verbal potencial
reproduce· lo expresado por una fuente no se limita a �fectuar para difundir noticias que luego resultan falsas -en el caso, se
la transcripción, indicando su origen, y agrega, por eJemplo, había publicado que el imputado en proceso penal "sería uno
imputaciones delictivas propias, que no son debidamente demos­ de los cerebros" de una banda criminal- resulta insuficiente para
tradas y que resultan lesivas para el honor del afectado. En tal eximir de responsabilidad al medio periodístico -por aplicación
caso, el medio hace "suyas" las declaraciones de otro y les agrega de la doctrina "Campillay"-, si el sentido completo del discurso
nuevos contenidos. es asertivo y no conjetural -se afirmó que dicho sujeto había
sido procesado y que estaba prófugo de la Justicia-, pues de lo
d) Interés público relevante de la información. Sólo en los contrario bastaría el empleo mecánico del citado modo para atri­
casos en los cuales la información tenga un interés público re­ buir a alguien cualquier cosa sin tener que responder por ello
levante la doctrina "Campillay" es aplicable. Ello surge clara­
(CSJN, 18-2-2003, "B., F. A. e/Diario El Sol de Quilmes", LL
mente de los precedentes de la Corte antes citados. 2003-C-243). Un criterio similar se reiteró poco después en la
e) Ausencia de dolo por parte del informador. Parece obvio causa "P. C. S. y otro e/Herrera de Noble, Emestina y otro"
que la causa de justificación basada en la doctrina "Campillay" (CSJN, 21-10-2003, DJ 2004-2-396). Allí el tribunal sostuvo
no puede funcionar cuando se acredita el dolo del informador, que para eximirse de responsabilidad por la difusión de una
que reproduce una información emitida por otro, a sabiendas de noticia injuriante y difamante -en el caso, se había relacionado
su falsedad. a varias personas con el tráfico de niños-, el medio periodístico
1
La doctrina "Campillay" también admite la eximente de res­ no sólo debe emplear el modo verbal potencial, sino que el sen­
ponsabilidad del medio, a nivel de causa de justificación, cuan­ tido completo del discurso debe ser conjetural y no asertivo, ya
do la información agraviante para el honor sea efectuada man­ que de lo contrario bastaría el empleo mecánico de dicho modo
teniendo en reserva la identidad de los implicados en el he­ verbal para atribuir a cualquier persona cualquier cosa, aun la
cho. Mantener reserva de la identidad es mucho más que no peor, sin tener que responder por ello.
divulgar el nombre y el apellido del protagonista. Importa tam­
bién no aportar otros datos que por su contenido permitan in­ § 8. El factor de atribución en la responsabilidad
dividualizarlo. de los medios de comunicación social por daños
De acuerdo con la doctrina "Campillay", tampoco compro­ causados por noticias inexactas o agraviantes6
mete la responsabilidad del medio la información que pueda Existen distintas posiciones doctrinarias, al respecto.
rozar la reputación de un individuo cuando se utilice el modo
a) Doctrina de la responsabilidad subjetiva. Para una primera
potencial para los verbos y toda la información sea emitida de
modo no asertivo (CSJN, 23-8-2001, "Bruno, Amaldo L. e/La
6 Bibliografía especial: Factor de atribución: ANDRADA, Alejandro D., Respon­
Nación SA", LL 2001-E-644). 1
!
sabilidad civil de los medios de comunicación. El factor de atribución, Juris, Rosario,
Esta hipótesis ha tenido algunos desarrollos en la jurispru- 1998; BARRANCOS Y VEDIA, Femando, La doctrina de la "real malicia" en la
jurisprudencia de la Corte Suprema, en LL 1995-E-871; BUSTAMANTE ALSINA,
336
337
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

posición, ampliamente mayoritaria en la doctrina nacional (Al­ circunstancias; en cambio, a los particulares les basta, en prin­
terini, López Cabana, Belluscio, Bustamante Alsina, Zannoni, cipio, con acreditar una negligencia simple para que proceda la
Bíscaro), el factor de atribución es subjetivo y basado en la idea reparación.
de culpa o dolo. No eran pocos quienes postulaban la aplicación de estas ideas
Quienes se adhieren a estas ideas sostienen que la responsa­ también en materia de responsabilidad penal de los periodistas
bilidad derivada de la difusión de noticias inexactas sólo puede y editores responsables, criterio que ha sido consagrado norma­
tener fundamento en la culpabilidad. tivamente con la reforma a los artículos 109 a 111 del código
El sistema basado en la culpa es presentado por los autores penal introducida por la ley 26.551 del año 2009.
que lo defienden como un prudente modo de armonizar el equi­ Los fundamentos de dicha doctrina radicarían en la necesidad
librio de los intereses comprometidos: libertad de expresión y de brindar adecuada tutela a la libertad de expresión, a partir de
derechos personalísimos. una interpretación amplia y flexible de los textos constitucionales,
La culpa debería ser apreciada con criterio afinado "en es­ que permita crear un espacio donde aquélla pueda desplegarse.
pecial cuando los hechos reproducidos son de especial gravedad" En este orden de ideas se sostiene que los simples particulares
(Alterini y Filippini). son más "débiles" que los funcionarios públicos y también que
b) Doctrina de la responsabilidad subjetiva agravada (real las figuras o personajes públicos (v. gr., futbolistas, artistas, es­
malicia). Desde hace algunos años ha cobrado fuerza entre no­ critores, políticos, etc.), ya que estos últimos tienen siempre la
sotros la idea de que en materia de responsabilidad civil de los posibilidad de acceder fácilmente a los medios de comunicación
medios masivos de comunicación resultaría aplicable la doctrina social para defenderse.
estadounidense de la real malicia (actual malice). La actual ju­
La recepción de esta doctrina, como es fácil advertirlo, pre­
risprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se
senta especial importancia en dos aspectos fundamentales: la car­
inclina decididamente en tal sentido (CSJN, 24-6-2008, "Patitó,
ga de la prueba y, especialmente, el factor de atribución apli­
José Ángel y otro e/Diario La Nación y otros", Fallos: 331:1530;
íd., 10-8-2010, "Locles, Roberto Jorge e/Arte Gráfico Editorial", cable en materia de responsabilidad de los medios de prensa.
RCyS 2010-X-136; íd., "Di S., M. A. e/Diario La Mañana", LL Los simples particulares o ciudadanos comunes, en principio,
2010-C-570 y RCyS 2010-X-146; íd., 16-11-2009, "B. J. A. no están alcanzados por la doctrina de la real malicia, aun cuando
c/Lanata, Jorge y otros", LL del 14-12-2009, entre otros). se trate de particulares vinculados a un asunto de interés público.
Según ella, los funcionarios públicos y las figuras o personajes Tratándose de simples particulares, según la jurisprudencia de
públicos afectados en su honor por noticias inexactas o agra­ la Corte, basta con la acreditación de la simple culpa, aun cuando
viantes deben probar que la información fue efectuada a sabien­ se considere que el tema sobre el que versaba la nota era de
das de su falsedad o con total despreocupación acerca de las interés público o general.
Para que se configure la real malicia es preciso que el me­
Jorge, Nuestro derecho común interno frente a la doctrina jurisprudencia[ nortea­ dio o periodista demandado haya obrado con dolo o culpa gra­
mericana de la "actual matice" (A propósito de los casos "Morales Solá" y "Ge­
sualdi"), en LL 1997-A-936.
ve. La jurisprudencia de la Corte Suprema no deja lugar a dudas.

339
338
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
Es ésta una posición inconvincente, que no tiene sustento
normativo en el derecho argentino. nuevo código, en base a lo dispuesto por los artículos 1757 y 1758
c) Doctrina que funda la responsabilidad de los medios en (Cifuentes, Acciarri, Mosset Iturraspe-Piedecasas).
la culpa, pero que admite hipótesis residuales de responsabilidad Ya hemos analizado con detenimiento la forma en que operan
objetiva, por aplicación de la teoría del ejercicio abusivo de los modernos medios masivos de comunicación.
los derechos1• Una variante de la concepción anterior ha sido El ad_venimiento de la "prensa comercial" y de los modernos
propuesta por otro sector de nuestra doctrina, que, pese a admitir medios masivos de comunicación constituye un fenómeno que
el principio de la responsabilidad subjetiva antes mencionado, no puede ser pasado por alto a la hora de proyectar criterios
reconoce ciertas excepciones, con mayor o menor amplitud, en aplicables en materia de responsabilidad civil.
las que la responsabilidad de los medios sería objetiva. La ma­ Las dependencias económicas de los medios, la nueva diná­
yoría de los autores que participan de estas ideas coincide en mica informativa, la comercialización de la información, la in­
admitir la responsabilidad objetiva de los medios de prensa cuan­ dustrialización de la prensa, el rol de la publicidad, el impacto
do se ejerce abusivamente el derecho de informar (Zannoni-Bís­ tecnológico en la comunicación social y la concentración de em­
caro, Rivera). presas son aspectos decisivos para configurar una actividad tí­
En tales supuestos se aplicaría el artículo 10 del código civil picamente riesgosa para terceros.
y comercial, que según esta corriente constituiría un factor ob­ Parece conveniente insistir en algo que hemos dicho antes:
jetivo de atribución autónomo. el valor de la noticia se potencia en la medida en que se la
d) Doctrina de la responsabilidad objetivafundada en el riesgo difunde con máxima celeridad. Hay una suerte de despersona­
creado (arts. 1757 y 1758, Cód.Civ.Com.). El riesgo de la acti­ lización en el manejo de la información, que no siempre es con­
vidad. Nuestra opinión. Por nuestra parte, junto a otro sector firmada o corroborada como correspondería. A veces, por las
minoritario de la doctrina nacional, nos inclinamos por una so­ ya mentadas urgencias, y en otros casos, lisa y llanamente por
lución diferente. Sostenemos que la responsabilidad civil de los imposibilidad del medio de hacerlo, en razón de provenir la
medios masivos de comunicación (y de los periodistas), derivada información de agencias internacionales o nacionales.
de informaciones que versan sobre hechos (noticias) inexactos o Estamos en presencia de verdaderas "máquinas de informar",
agraviantes, es objetiva y basada en la idea de riesgo creado por que actúan con la vertiginosidad que imponen los nuevos tiem­
la actividad desarrollada. Se sostenía ese criterio dentro del ré­ pos. _No debe sorprender que en esa dinámica puedan inmolarse
gimen del código civil derogado, por vía de una interpretación indebida y arbitrariamente los derechos de la persona que hacen
muy flexible del artículo 1113 y, con mayor razón, ahora, en el a su dignidad.
7 Bibliografía complementaria sugerida: CIFUENTES, Santos, Derechos perso­ Negar el carácter riesgoso que representa la actividad que
nalísimos, n. 101, p. 484, en esp. ps. 500/502; ACCIARRI, Hugo, Medios de comu­ despliegan los medios cuando difunden informaciones en sentido
nicación masiva y responsabilidad civil. Protección del receptor, en LL)987-D-1020; estricto, es negar la realidad. Y, lo que es más grave todavía, pre­
MOSSET ITURRASPE, Jorge y PIEDECASAS, Miguel, Responsabilidad por daños, tender trasladar a ella construcciones jurídicas elaboradas para
t. IX, p. 517, texto y nota 54; PIZARRO, Ramón Daniel, Responsabilidad civil de
los medios masivos de comunicación, n. 84, e), ps. 391 y ss.
otra prensa, muy distinta de la actual: aquella que para su tiempo
previeron las democracias liberales de los siglos XVII y XVIII.
340
341
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

Suele sostenerse, con notorio error, que someter a los medios mación _en materia de expresión de ideas y opiniones, estimamos
a una responsabilidad objetiva en casos de noticias inexactas o que la idea de una responsabilidad objetiva por riesgo creado
agraviantes importaría aniquilar la libertad de prensa,: por cuanto �ara fu�dar una responsabilidad civil, en tal supuesto, deviene
sería imposible verificar siempre la exactitud o veracidad de msostemble. La propia índole del agravio requiere siempre de
todo lo que se publica. un componente subjetivo mínimo que le dé entidad y sentido al
mismo, desprovisto del cual aquél puede inclusive no configu­
Tales aseveraciones no pasan de ser meras declaraciones dog­ rarse. Lo expresado no obsta a que, en la mayoría de los casos,
máticas, que no resisten el menor análisis si la cuestión es tratada el s�ntid� d�l agravio pueda ser inferido, en principio, de los
sin preconceptos. prop10s tenrunos de las expresiones vertidas y de su contexto.
Bajo el ropaje de la culpa del medio, de la denominada "verdad
periodística", de la veracidad y de la objetividad de la informa­
ción no como resultados, sino como meras actitudes del infor­ C) LA PREVENCIÓN DEL DAÑO Y LA
ACTIVIDAD DE LOS MEDIOS8
mador, se esconde un privilegio económico inadmisible a favor
de los medios. § 10. Actividad judicial y censura previa
No se debe otorgar a las empresas de comunicación un trato ¿Pueden los jueces prohibir la realización total o parcial de
diferenciado en materia de responsabilidad, consistente en la no ciertas publicaciones, o impedir su circulación cuando atenten
aplicación del tipo de responsabilidad que corresponde conforme en forma manifiesta y arbitraria, contra derechos fundamentales
a la actividad que despliegan. de la persona (intimidad, honor, imagen)?
La cuestión es opinable y se inserta dentro de una temática más
§ 9. El factor de atribución en los daños provenientes amplia, cual es definir si la censura previa que rechaza el artículo
de la expresión de ideas y opiniones agraviantes 14 de la Constitución Nacional es un principio de carácter absolu­
to, que no admite excepciones o si, por el contrario, las autoriza.
Tratándose de daños derivados de la expresión de ideas y de
opiniones agraviantes, el factor de atribución no puede sino ser _ 8 Biblio�afí� complementaria sugerida: BIDART CAMPOS, Germán, La prensa
subjetivo, basado en la idea de dolo o culpa. libre, la obl1gac1ón de publicar y la censura, en LL 154-11; COLAUTrl, Carlos E.,
E� Pacto de San José de Costa Rica y la libertad de expresión, en LL 1986-B-911;
El supuesto que nos ocupa debe ser cuidadosamente diferen­ Libertad �e expresión y ce��ura cinematográfica, Fundación de Estudios Legislativos,
ciado del de daños causados por informaciones en sentido estricto Buenos Aires, 1983; Prec1s1ones sobre una tensión pemianente, en LL 1992-D-365·
(noticias), ámbito en el que rige -según nuestra opinión- la doc­ FILIPPINI, Prevención del daño y censura judicial, en LL 1992-C-978· Barra s�
voto en "Servini de Cubría, María s/Amparo", CSJN, 8-9-92, JA I992-IV�33·
trina del riesgo creado. Los deberes de exactitud y veracidad B:G�IANO, Antonio, su voto i� re ''Servini de Cubría", considerando 10, JA 1992�
_
son predicables de aquellas informaciones que se refieran a la I -72, E�KDJIAN, Miguel A., En tomo a la libertad de expresión, los programas
_
difusión de hechos y no al campo de las ideas y opiniones. hu_'!';mstzcos, las censuras previas, las injurias y otras yerbas, en ED 149-245; SA­
GUES, Néstor P., Censura judicial previa a la prensa. Posición de la Corte Jntera­
Dicha conclusión se traslada, también, al campo de la respon­ mericana de Derechos Humanos, en LL 2005-C-1279; PIZARRO, Ramón Daniel,
sabilidad civil y de los riesgos que derivan de inexactitudes. Detrás de las noticias, en BUERES, A. (dir.), Responsabilidad por da1ios (Homenaje
al profesor doctor Jorge Bustamente Alsina), Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1990.
Teniendo en cuenta cuál es el objeto del derecho a la infor-
343
342
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS ,

ciertamente restringido. Sin embargo, en supuestos de excepción,


La doctrina está profundamente dividida.
y con el propósito de evitar o de hacer cesar un atentado ma­
a) Doctrina que en forma absoluta rechaza todo tipo de me- . nifiesto, grave y arbitrario contra la intimidad, el honor o la
didas de prevención. Para un importante sector de p.uestra doc­ imagen de una persona, los jueces pueden ordenar -incluso pre­
trina y jurisprudencia, la protección constituci�nal del derecho ventivamente- la prohibición temporaria o definitiva de una pu­
de publicar ideas por la prensa sin censura preVIa (arts. 14 Y 32, blicación, o de parte de la misma, o impedir o restringir su
CN) resultaría absoluta en este aspecto, y alc�zaría a todos los circulación. Las excepciones al principio de la prohibición de
poderes del Estado, incluido el judicial (Badem, Zavala de G��­ medidas de prevención judicial -mal llamada censura judicial­
zález, Carrió, Filippini). Ello sin perjuicio de las responsabilI­ van más allá del supuesto previsto en el artículo 13, inciso 4º
dades ulteriores que pudieren corresponder. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y se ex­
b) Doctrina que como regla general rechaza todo tipo de tiende a otros posibles supuestos (Rivera, Cifuentes, Barra).
medida preventiva, salvo las contempladas expresamente ':n
.
!ª En consecuencia, puede admitirse con carácter excepcional
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Una pos1cion la adopción de medidas judiciales preventivas en esta materia,
próxima a la anterior, se pronunc�a por el re�h�� categóric� de l con suma prudencia y con criterio restrictivo:
_ i
todo tipo de medida preventiva, mclmda la J�di�i�, por _aplica­ 1) Cuando se trate de noticias o informaciones que sean ma­
ción de la regla del artículo 14 de la Constituc1on Nacional Y nifiestamente inexactas o agraviantes para el honor, la in­
del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos timidad u otros derechos esenciales que hacen a la dignidad
Humanos (CSJN, 8-9-92, "Servini de Cubría, María R. s/Am­ de la persona.
paro", Fallos: 315:1943, JA 1992-IV-18 y ED 149-245).
2) Cuando se trate de manifestaciones que impliquen apología
Quienes adhieren a estas ideas señalan que desp��s . �e la del odio nacional, racial, o religioso y, además, constituyan
reforma de 1994, el principio casi absoluto de la prohibic1on de un peligro claro y actual de incitación a la discriminación,
censura previa, encontraría una excepción, consagrada por 1� la hostilidad o la violencia (art. 20, Pacto Internacional
propia Convención en su artículo 13, inciso 4º, en cuanto preve sobre Derechos Políticos y Civiles y art. 13.5 de la Con­
expresamente que los espectáculos públi�os pu�dan ser "some­ vención Americana sobre Derechos Humanos).
tidos por ley a censura previa con el exclusivo obJeto de regu�ar �� 3) Para asegurar la seguridad nacional, el orden público o la
acceso a ellos para la protección de la moral y la adolescencia ... salud y la moral públicas (art. 19, Pacto Internacional sobre
c) Doctrina que admite de manera excepcional, con criterio Derechos Políticos y Civiles).
más flexible, otras posibles medidas preven�vas de carácter ju­ 4) Con el fin de proteger los derechos de menores de edad
dicial. Compartimos esta posición que admite que, co�o regla y adolescentes (argum. art. 13, inc. 4º, Convención Ame­
general, está vedado a los jueces la adopc�ón de re�edi?� pre­ ricana sobre Derechos Humanos; arts. 3º y 16 de la Con­
ventivos que puedan importar censura previa, por aplicac1on �el vención sobre los Derechos del Niño).
artículo 14 de la CN y del artículo 13, inciso 2º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. De allí que sus facultades 5) Cuando medie estado de sitio, en los términos y alcances
sean más limitadas que en otros ámbitos y asuman contenido que fija el artículo 23 de la Constitución Nacional (Sagüés).

345
344
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
D) EL DERECHO DE RÉPLICA, RECTIFICACIÓN
O RESPUESTA. NOCIONES BÁSICAS9 sertar �ratuitamente en el mismo, las aclaraciones o respuestas
que �stl�e conducentes para revelar la verdad objetiva y proteger
§ 11. Caracterización su d1gmdad.
Es un medio instrumental de tutela preventiva de los derechos Posibilita al afectado por la información encontrar un meca­
de la personalidad, en virtud del cual toda persona afectada por nismo idóneo para acceder con celeridad al mismo medio a
una publicación que considere falsa, inexacta o agraviante, di­ través del cual se canalizó la noticia, y brindar a la comunidad
fundida por un medio de comunicación social, puede hacer in- "su" versión de los hechos, formulando las aclaraciones' recti-
ficaciones y respuestas pertinentes.
La répl�ca también repercute favorablemente en el sujeto pa­
9
Bibliografía complementaria sugerida: BALLESTER, Eliel C., Derecho de res­ .
puest a, 2• ed., Astrea, Buenos Aires, 1987; La verdad en los d erechos de crónica y
s�vo de la mformación, que tiene posibilidades de formar su jui­
de respu esta, en JA 1988-III-680; El d erecho d e respuesta a la luz de la experiencia �10 e�cuchando _ al protagonista de la noticia (CSJN, 16-4-98,
extranjera, en LL 1992-A-900; BIANCHI, Alberto B., Un fallo sobre derecho de Petnc DomagoJ, Antonio e/Diario Página 12", Fallos: 321:885).
réplica qu e pone en mora al Congreso, en ED 148-339; BIDART CAMPOS, El
derecho d e réplica, en ED 115-829; El "adentro" y el "afuera" d el derecho d e
El efecto de este tipo de publicación o difusión está estre­
réplica, en ED 148-349; BIDART CAMPOS, Germán J. y HERRENDORF, Da­ chamente ligado al factor tiempo. Una rectificación difundida
niel, El d erecho de réplica ante el juicio de la Corte Suprema, en ED 131-526; tardíamente ve seriamente aminoradas sus posibilidades de ac­
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, El d erecho d e rectificación o respuest a como de­
recho individual de jerarquía consti tucional no es directamente operativo, en LL ceder eficazmente a la comunidad, con lo que se diluye el sentido
1986-E-21 l; El derecho de réplica debe ser reglamentado solamente por el Congreso Y alcance de la tutela preventiva y su idoneidad para neutralizar
de la Nación, en LL 1986-E-978; El derecho d e réplica está vi gente con norma
los efectos futuros de la.acción. dañosa.
operativa en el derecho argentino, pero no cubre la réplica i deológica, en ED 128-294;
CIFUENTES, Santos y FERNÁNDEZ, Marta, Rectificació n. Respuesta. Réplica, en La réplica o respuesta tiene carácter compulsivo, por cuanto
LL 1990-E-872; COLAUTTI, Carlos, Más allá del derecho d e respuesta: el derecho no depende de la voluntad del editor o propietario del medio.
a contraopinar, en LL 1992-D-907; EKMEKDJIAN, Los casos "Birt" y "Sánchez
Abelenda ", a propósito de la integración humanitaria latinoamericana, en LL l 990-
De allí que ante la negativa injustificada a la publicación, deban
B-1024; HITTERS, Juan Carlos, Algo más sobre el llamado Pacto de San José de quedar expeditas las vías judiciales más sumarias posibles.
Costa Rica y su influe ncia en el dereclw argentino, en LL 1990-D-1059; La autoe­ Además de ser compulsiva, la rectificación o respuesta es
jecuti vidad d el sistema americano de protección de los derechos humanos, en ED
136-976; La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en ED 132-901; Pro­ gratuita para quien la ejercita. En consecuencia, el costo inicial
tección de los Derechos H umanos, en ED 135-941; LINARES QUINTANA, Segundo de la publicación debe estar, en principio, a cargo provisoria­
V., El derecho de réplica ante la Constitución Nacional, en JA 1988-11-406; LOÑ, me�t � ?el medio de comunicación. La gratuidad asegura plenas
Félix R., Derecho de réplica, en JA 1986-ID-796; LÓPEZ ALFONSÍN, Marcelo
Alberto y DE SIMONE, Osvaldo, Pacto de San José de Costa Rica: su aplicación pos1b1hdades de eficacia a este remedio, evitando su frustración
al derecho público y privado, en JA 1990-1-976; MOSSET ITURRASPE, Jorge, La por carencia de recursos materiales del agraviado para ejercitar
sentencia de la Corte Suprema en el tema " d erecho de réplica" y el "d año a la su derecho.
identidad", en LL 1992-D-1023; RIVERA, Julio C., Admisión del d erecho de réplica
como d erecho subjetivo implícito en la Constitu ción Nacional, en ED 123-114; El Es un remedio distinto (e independiente) de las acciones ci­
derecho d e réplica, rectificación o respu esta, en LL 1985-E-786; ¿Hacia la i mpunidad viles y penales que puedan derivar de la publicación agraviante.
de la prensa ? (Respuesta a la tesis d e la inconstituci onalidad de la rectificació n o

respuesta), en ED 151-705.
Por tal motivo su ejercicio no es incompatible con éstas, ni im­
porta renuncia a ellas.
346
347
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

§ 12. Naturaleza jurídica tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su
rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley.
En nuestra opinión el derecho de réplica constituye un medio
2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de
instrum�ntal de tutela preventiva de los derechos personalísimos
otras responsabilidades legales en que se hubiese incurrido.
que posibilita eficazmente acceder a los medios de :comunicación
a fin de contrarrestar los efectos de una publicación falsa, inexacta 3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación,
o desnaturalizada. Importa, por lógica consecuencia, un meca­ toda publicación o empresa periodística, cinematográfica, de ra­
nismo idóneo para neutralizar los posibles efectos futuros de la dio o televisión tendrá una persona responsable que no esté pro­
acción dañosa. tegida por inmunidades ni disponga de fuero especial".
Sin perjuicio de lo expresado, se presenta también como una Dicha norma es directamente operativa (Bidart Campos,
institución con idoneidad para posibilitar un mejor desarrollo Morello, Sagüés, Rivera, Zavala de González, Cifuentes,
del derecho a estar informados que tienen todos los integrantes Ekmekdj�an, Smania, Puccinelli; CSJN, 7-7-92, "Ekmekdjian,
de una comunidad. Miguel A. c/Sofovich, Gerardo y otros", Fallos: 315:1492 y
LL 1992-C-543; 16-4-98, "Petric Domagoj, Antonio e/Diario
Página 12", Fallos: 321:885).
§ 13. Bases normativas
En el año 1984, por ley 23.054, nuestro país aprobó la Conven­ § 14. Legitimación activa y pasiva
ción Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de El derecho de réplica es reconocido a toda persona que se
Costa Rica), y reconoció la competencia de la Comisión Interame­ encuentre en condiciones objetivas de ejercitarlo, sin discrimi­
ricana de Derechos Humanos por tiempo indefinido, y de la Corte naciones de ningún tipo.
Interamericana de Derechos Humanos sobre todos los casos rela­ Por no tratarse de un acto personalísimo, su ejercicio puede
tivos a interpretación o aplicación de dicha Convención. Con ello, ser realizado por el representante legal o convencional.
adquirió y asumió la calidad de "Estado-parte" de dicho tratado
internacional, con todos los derechos y deberes que ello importa. El requerimiento debe articularse contra el director respon­
sable de la publicación, el periodista, el editor y, eventualmente,
La ratificación del Pacto de San José de Costa Rica ha sig­ contra el propietario del medio.
nificado su incorporación a nuestro derecho interno. Este proceso
Las agencias informativas también pueden ser sujetos pasivos
se ha visto solidificado en forma notable luego de la reforma
del derecho de réplica, en cuyo caso deberán publicar la respuesta
constitucional de 1994, que ha asignado a dicho Pacto carácter
a todos los medios de información a los que les fue transmitida
de tratado internacional con jerarquía constitucional.
la noticia que dio origen a _aquélla.
El artículo 14 del Pacto de San José de Costa Rica consagra
expresamente el derecho de réplica, al disponer:
§ 15. Publicaciones que dan lugar a
"1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agra­ réplica, rectificación o respuesta
viantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión
legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, Para que proceda el derecho de réplica debe tratarse de no-

348 349
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

ticias e informaciones en sentido estricto, que constituyen -si


se admite la expresión- la materia sobre la cual se ejerce la
réplica. La réplica pertenece al mundo de lo fáctico, cuya exis:­
tencia o inexistencia puede ser objeto de prueba judicial.
Quedan al margen de este derecho las ideas y opiniones dado
CAPÍTULO XXVIII
que su inclusión desnaturalizaría el sentido de la institución e
importaría un grave peligro para la libertad de prensa. Tener RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS
una opinión diferente no importa atacar la personalidad de quien PROVEEDORES DE SERVICIOS EN
pretende ejercer la réplica. INTERNET. NOCIONES GENERALES 1
No existe, de tal modo, una réplica ideológica, cuya acepta­
ción importaría un grave quebrantamiento de la libertad de pren­ § l. Los proveedores de servicios de Internet
sa. La doctrina dominante se inclina por estas ideas (Zavala de
González, Bustamante Alsina, Bidart Campos). También la más Son aquellas personas que proveen una plataforma tecnológica
reciente jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la para que otros usuarios intercambien información. Ellos ponen
Nación parece orientarse definitivamente hacia esta conclusión a disposición de terceros servicios, aplicaciones o recursos tec­
(CSJN, 16-4-98, "Petric Domagoj, Antonio e/Diario Página 12", nológicos que permiten el aprovechamiento en las redes que
Fallos: 321:885). componen Internet y de los contenidos, servicios y aplicaciones
disponibles en la misma.
§-16. Negativa del- medio a publicar la respuesta - Se entiende por "contenido" a toda-inform:ación-digitaliZada,
que se encuentre disponible en la red.
En caso de negativa del medio a publicar la respuesta, expresa
Entre otros, se consideran proveedores de servicios de In­
o tácita, el perjudicado está facultado para accionar judicialmente
ternet:
por la vía más sumaria posible, entre las que cabe computar a
la acción de amparo. a) Los proveedores de acceso, interconexión, transmisión y/o
direccionamiento de contenidos. Son aquellos que operan una
El pronunciamiento judicial que declare procedente el derecho
de respuesta será ejecutable de la misma forma que los decisorios red propia o ajena o que proveen servicios de acceso o interco­
que ordenan publicaciones en materia de atentados contra el ho­ nexión a su red o a otras redes, así como la transmisión y/o
nor o la intimidad.
1 Bibliografía complementaria sugerida: MOLINA QUIROGA, Eduardo, El de­
Sería conveniente que por una ley especial se reglamente este recho a la imagen y la responsabilidad de los buscadores. Una nueva sentencia de
procedimiento judicial. º
la Corte, en LL 2017-E-388, n. ill; BORDA, G. J. y PEREIRA, Carlos R. (h), El
fallo de la CSJN sobre la información por Internet y la libertad de expresión, en LL
2014-F-158, n. VII; GONZÁLEZ ZUND, Ricardo, Daños a la persona causados por
el uso de Internet, en DJ del 4-2-2015, p. 24, n. 1; GIL DOMÍNGUEZ, Andrés,
Derecho a la comunicación viral. Internet y responsabilidad civil de los buscadores,
en LL 2017-E-319; PIZARRO, Ramón Daniel y VALLESPINOS, Carlos Gustavo,
Tratado de responsabilidad civil, t. III.

350
351
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET

direccionamiento de contenidos generados o provistos por ter-: ble en los tiempos que corren- puede, en ciertos casos, dar lugar
ceros y la operación y resolución de direcciones IP y nombres a situaciones de dañosidad de los derechos que hacen a la dig­
de dominio. Así, por ejemplo, Fibertel, Amet, Spe�dy, Telecen-' nidad de la persona humana (intimidad, honor, imagen, identidad
tro, etcétera. personal, igualdad, etc.) de las personas que aparezcan en los
b) Los proveedores de servicios de almacenamiento auto­ contenidos que se difunden en la web.
mático o memoria temporal (caché) de contenidos. Son aquellos ¿Cuál es la responsabilidad que puede pesar sobre ellos?
que almacenan en sus sistemas los contenidos provistos o so­ El tema, polémico, complejo y opinable, requiere de algunas
licitados por terceros de forma automática, provisional y tem­ consideraciones previas para su adecuada ponderación.
poral, con la única finalidad de hacer más eficaz la transmisión
ulterior de dichos contenidos a otros destinatarios del servicio.
Así, por ejemplo, Dropbox, Google Drive, iCloud, Onedrive y § 2. Los intereses comprometidos
Dataprius. La problemática que nos ocupa tiene algunos puntos de con­
e) Proveedores de servicios de publicación y alojamiento de tacto con la analizada al tratar la responsabilidad de los medios
contenidos. Son quienes, por sí o por intermedio de terceros, de prensa, pero en modo alguno se identifica con ella.
almacenan contenidos a requerimiento de terceros, o ponen a Para calibrarla adecuadamente no se debe perder de vista la
disposición plataformas tecnológicas que permiten la publicación importancia y entidad de todos los derechos e intereses compro­
y/o el almacenamiento de contenidos de terceros para su posterior metidos, la mayoría de los cuales tienen, inclusive, emplaza­
acceso o transmisión a través de las redes. Así, por ejemplo, miento consti cional.
Facebook, Instagram, WhatsApp, Twitter, YouTube, Google +
Por un lado, el relevante derecho a la información, no sólo
y QZone.
de los intermediarios en Internet, sino de toda la comuni­
d) Proveedores de servicios de comercio electrónico. Son dad, que comprende tanto la emisión como la recepción de con­
aquellos que mediante la utilización de diversos recursos tecno­ tenidos por dicha vía. Por otro, los derechos personalísimos esen­
lógicos ponen a disposición, intermedian u operan un ámbito o ciales para proteger la dignidad de la persona humana (intimidad,
plataforma que permite la realización de operaciones y activi­ honor, imagen, identidad personal, igualdad, etc.) de quienes re­
dades comerciales entre terceros. Así, por ejemplo, Amazone, sulten protagonistas de informaciones lesivas para su dignidad
Linio, Mercado Libre y OLX. por aquellos contenidos (arts. 51, 52 y eones.., Cód.Civ.Com.).
e) Proveedores de servicios de enlace y búsqueda de conte­ La búsqueda de soluciones para la problemática de la pre­
nidos. Son los que brindan servicios de indexación, direcciona­ vención y de la reparación <;lel daño, en tales supuestos, requiere
miento, enlace y búsqueda de contenidos generados por terceros, de equilibrio y de mucha prudencia, que permitan armonizar
disponibles en la red, mediante la utilización de diversos recursos delicadamente los relevantes intereses comprometidos. Es nece­
tecnológicos. Así, por ejemplo, los motores de búsqueda, como sario brindar una tutela jurídica preventiva y resarcitoria ade­
Yahoo y Google. cuada, que respete la plena vigencia y operatividad de los de­
La actividad de estos intermediarios -relevante e indispensa- rechos que hacen a la dignidad de la persona humana, pero que
352 353
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTA YO VALLESPINOS

al mismo tiempo proteja el derecho a la información de toda lé;t § 4. Responsabilidad de los buscadores por
comunidad, hoy estrechamente ligado a la operatoria de los pro­ contenidos publicados en Internet
veedores de servicios informáticos en Internet. a) Qué son los buscadores
Nos apresuramos a señalar que no nos intereski. aquí la res­
ponsabilidad de quien publica a través de Internet contenidos Internet se ha convertido en una herramienta indispensable
injuriantes o agraviantes para terceros. El tema es otro: determinar para la búsqueda de información. Para ello han surgido los bus­
si se puede extender o no esa responsabilidad en forma concu­ cadores (o motores de búsqueda), que son sistemas informáticos
rrente a quienes operan como intermediarios, en calidad de pro­ que buscan archivos almacenados en servidores web, que facilitan
veedores de servicios de Internet, en cualquiera de sus posibles encontrar información rápida sobre cualquier tema de interés,
modalidades. en cualquier área y de cualquier parte del mundo.
Los buscadores brindan servicios de indexación, direcciona­
miento, enlace y búsqueda de contenidos generados por terceros,
§ 3. Régimen aplicable en el derecho argentino disponibles en la red, mediante la utilización de diversos recur­
sos tecnológicos. Entre los principales motores de búsqueda
En Argentina, aún no contamos con un marco normativo es­ mencionamos a Google, Yahoo, MSN (Microsoft), Safa­
pecífico que regule la responsabilidad civil de los proveedores ri (Apple), Wikipedia, Bing, Alpha, Wolfram, Baidú, Alibaba,
de servicios en Internet, lo cual conduce a que su tratamiento Yandley, MSN, Network, entre otros. La mayoría tienen sus
de�a_ r�ajizarse a la luz_ de _ las reglas y principios generales de bases en Estados Unidos, pero también tienen sus filiales en
la responsabilidad por daños. numerosos países. Baidú y Alibaba la tienen en China; Yandey,
en Rusia.
Vale señalar que, de todos modos, la Corte Suprema de Jus­
Los buscadores utilizan una araña web (spider), que es un
ticia de la Nación ha clarificado en buena medida el panora­
robot que recorre las páginas recopilando información sobre los
ma en dos relevantes precedentes, dictados en las causas "Ro­
contenidos publicados en ellas. Dichos robots recorren de manera
dríguez, María Belén" (CSJN, 28-10-2014, "Rodríguez, María
permanente los contenidos de la web, buscando información, y
Belén c/Google Inc.", Fallos: 337:1174) y "Gimbutas" (CSJN,
extraen de ellos una clasificación que permite individualizarlos.
12-9-2017, "Gimbutas, Carolina del V. c/Google Inc.", LL 2017-
Luego la indexan, clasifican y almacenan.
E-266), donde fijó algunos estándares jurídicos. La jurisprudencia
de la Corte Suprema se ha referido a la responsabilidad de los Los motores de búsqueda hurgan la red y construyen índices;
motores de búsqueda (Google, Yahoo), pero en algunos aspectos con ello proporcionan respuestas mediante un cálculo de rele­
puede resultar aplicable, también, a los demás proveedores de vancia, mostrando resultados óptimos.
servicios de Internet. La búsqueda se efectúa por medio de palabras claves o con
árboles jerárquicos por temas.
Nos circunscribiremos, en lo que sigue, a la responsabilidad
civil de los buscadores por contenidos publicados en Internet y Resultado directo de esa búsqueda es la confección de un
de las redes sociales. listado de direcciones. web (URL), que es puesto fácilmente al
355
354

-�fu �..
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET

alcance del usuario. Se comprende, de tal modo, que los bus-_ imágenes y que permiten mostrar reducciones de las mismas
cadores faciliten enormemente la navegación en la web y la obrantes en-otros sitios, sin necesidad de que el buscador participe
búsqueda de contenidos, a punto que hoy sería qtsi imposible en el armado del sitio original.
hacerlo s·in ellos, dada la enorme cantidad de material que ingresa Las imágenes reducidas se denominan "thumbnails". Ellas
a la web segundo a segundo. son cargadas rápidamente y usuales para publicar galerías de
Existen tres grandes tipos de buscadores: los motores de bús­ imágenes.
queda o buscadores por contenidos (spiders); los directorios ín­ Al usuario se le muestra una copia de la imagen original,
dices, que son catálogos que agrupan sus enlaces por categorías, pero en menor tamaño en pixeles y en bytes.
y los sistemas mixtos spiders, que tienen un directorio, además Para crear "thumbnails" se requiere un software editor de
de su motor de búsqueda. imágenes que reduce el tamaño de la original.
La titularidad de los buscadores suele pertenecer a megaem­
presas que brindan el servicio de facilitar enlaces a otros con­ § 5. La responsabilidad personal de quien
tenidos, o que incluyen en los suyos directorios o instrumentos emite información por Internet
de búsqueda de aquéllos.
Si se asigna a la expresión de "información por Internet"
El usuario ingresa al buscador una o varias palabras que se
una protección normativa próxima o similar a la que se brinda
vinculan con aquello que busca y éste le brinda un listado de
sitios web que contienen las palabras por él ingresadas o imágenes a cualquier otro medio comunicacional, en principio serán vá­
lidos y aplicables todos los estándares normativos que rigen esa
relacionadas con ellos.
materia, por los contenidos publicados por quien realiza esa
Dicho procedimiento se efectúa por vías informáticas abso­ difusión.
lutamente automatizadas, prácticamente sin intervención directa
En tal sentido, la ley 26.032 sobre servicios de Internet dispone
del ser humano.
que "la búsqueda, recepción y difusión de información e ideas
Por lo general, no hay vínculo entre el motor de búsqueda de toda índole, a través del servicio de Internet, se considera
y el sitio linkeado. Sin embargo, ello no siempre es así, pues comprendido dentro de la garantía constitucional que ampara la
nada impide que pueda existir una vinculación contractual previa libertad de expresión" (art. 1 º).
entre el motor de búsqueda y el sitio vinculado o linkeado, tal
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el
lo que sucede cuando los enlaces son patrocinados. En este último informe de la Relatoría Especial para la libertad de expresión
supuesto, quien contrata el servicio logra que su página web del año 2013, señaló con énfasis esa relación.
aparezca entre los primeros lugares de los resultados de las bús­
quedas. Ello implica:
a) Que rige en esta materia la interdicción de censura previa,
al menos como regla que reconoce pocas excepciones.
b) Los buscadores de imágenes b) Ello sin perjuicio de responsabilidades ulteriores, que son
Los motores de búsqueda tienen también sistemas que buscan muchas veces moduladas en base a particulares estándares

356 357
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET

constitucionales opinables, que suelen terminar generando . amplificación de la difusión dañina. Regiría en este tema un
privilegios sectoriales y una categoría de dañador privile­ estándar de responsabilidad objetiva por el riesgo de la actividad,
giado, muchas veces de muy dudosa justific�ción. con basamento, entre nosotros, en el riesgo creado o de empresa
(arts. 1757 y 1758).
§ 6. La responsabilidad del titular del La Corte Suprema ha desechado dogmáticamente esta con­
buscador por los contenidos indebidos cepción por reputarla impracticable e incompatible con el fun­
publicados en Internet por terceros cionamiento y viabilidad de los motores de búsqueda. Ha dicho,
a) Planteo de la cuestión en tal sentido, que los buscadores no crean ni modifican la in­
formación que otros publican en la web, a la que únicamente
El problema que ahora abordaremos, y que constituye sin
indexan a través de sus programas de rastreo, razón por la cual
duda alguna el eje temático principal, pasa por la responsabilidad
no pueden ser considerados autores ni editores. Responsabilizar­
civil del titular del buscador por los daños resultantes de con­ los por esa difusión equivaldría a sancionar a la biblioteca que,
tenidos publicados en Internet por terceros.
a través de sus ficheros y catálogos, facilita y permite la loca­
Se discute: lización de un libro de contenido dañino. Una solución contraria
1) Si responden o no, y, en caso afinnativo, cuándo, cómo conduciría a la autocensura y a una fuerte restricción indebida
y con arreglo a qué criterios. del derecho a la información. Generaría, al mismo tiempo, pocos
2) Si son dables las medidas de prevención en estos casos incentivos para los intermediarios, a quienes se les impondría
y, en tal caso, cuándo, cómo y con arreglo a qué criterios. por vía directa o indirecta una conducta de prevencicSn imposible
de ser llevada adelante desde una perspectiva económica.
b) Responsabilidad de los buscadores. Distintas
tendencias. El factor de atribución
Existen tres grandes líneas de pensamiento tanto en el derecho 3) Responsabilidad subjetiva
comparado como en Argentina.
l. El factor de atribución es la culpa
1) El buscador nunca responde Finalmente, una tercera postura, mayoritaria, que nosotros
Conforme a la primera, los buscadores nunca responden por compartimos, sostiene que los buscadores, en tanto intermedia­
los daños derivados de los contenidos perjudicial�s a los que se rios y no productores de los contenidos, como regla no responden
acceda mediante su utilización. Cuestión distinta, claro está, es por dichos contenidos, salvo cuando debidamente notificados no
la responsabilidad de quien efectúa tales contenidos. actúen con la diligencia para bloquear el acceso a éstos. El factor
de atribución es la culpa.
2) Responsabilidad objetiva
Esta orientación prevalece de manera absoluta en el derecho
Según otro criterio, los buscadores son objetivamente respon­ comparado y también entre nosotros, de la mano de la jurispru­
sables por el riesgo de su actividad, ya que ella permite una dencia de la Corte Suprema antes citada. El despacho mayoritario
358 359
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS

de las XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil, Bahía Blanca,, la ley y no ser conceptos abiertos" (Malina Quiroga, Ló­
2015, comisión número diez, se inclinó en este sentido. pez Herrera y Calvo Costa).
Conforme a ella, los buscadores no tienen deber u obligación (iv) Una variante de la posición anterior sostiene que la regla
alguna de supervisar o vigilar los contenidos que �e indexan en debe ser la notificación judicial, pero admite con mayor
la red, lo cual, por otra parte, es algo imposible de realizar en flexibilidad el bloqueo preventivo por simple notificación
términos de razonabilidad. Va de suyo que, como regla, son privada (extrajudicial), en razón de lo previsto en los
irresponsables por el daño que causen dichos contenidos no crea­ artículos 171O y siguientes, no sólD cuando el contenido
dos por ellos. de la publicación sea expresamente prohibido, sino tam­
bién cuando resulte una palmaria ilicitud, aun en defecto
de una interdicción formal y tipificada (votos de Loren­
11. Una cuestión controvertida: cómo zetti y Maqueda en los fallos de la Corte Suprema antes
debe realizarse la notificación referenciados).
Dentro de esta corriente de opinión, se discute cómo debe (v) Lógicamente, quienes sustentan un estándar de respon­
operar el mecanismo de notificación por parte de los usuarios sabilidad objetiva no requieren de notificación alguna
afectados. Gudicial o extrajudicial) al motor de búsqueda para que
se configure su responsabilidad preventiva y resarcitoria.
(i) Algunos, en posición que nosotros compartimos, admiten
que la simple notificación privada a cargo del afectado
es suficiente a tal fin para generar el deber preventivo § 7. Nuestra opinión
de bloquear el acceso a los contenidos por el titular del Nosotros pensamos que si la responsabilidad es emplazada
motor de búsqueda (argum. arts. 1710 y ss.). La notifi­ en el plano de la culpabilidad, deberían regir los estándares pre­
cación debe siempre indicar el sitio (URL). Es el criterio vistos en los artículos 1724 y 1725. Esta normativa debe nece­
que campea claramente en el derecho estadounidense en sariamente ser relacionada con lo dispuesto en los artículos 171O
materia de propiedad intelectual: Notice and take down. y siguientes del código civil y comercial. O sea, con la tutela
(ii) Otros, en cambio, requieren que esa medida de bloqueo preventiva y con la importancia que tienen esos dispositivos para
sea ordenada exclusivamente por la autoridad judicial edificar la figura del ilícito por omisión antijurídica.
competente, de manera cautelar o definitiva, criterio que Los deberes de prevención del daño gravitan sobre "toda per­
siguen la mayoría de las legislaciones europeas. sona", en cuanto de ella dependa, e imponen no sólo evitar causar
(iii) Una posición intermedia proclama que "la regla debe ser un daño no justificado, sino adoptar de buena fe y conforme a
la notificación judicial, sin perjuicio de un bloqueo pre­ las circunstancias las medidas razonables para impedir que se
ventivo ante notificación privada, en razón de lo previsto produzca un daño o disminuir su magnitud, ya se trate de un
en los artículos 1710 y concordantes del Código Civil y daño propio o de un tercero (art. 1710, incs. a, y b). Y de no
Comercial. Excepcionalmente, basta la notificación pri­ agravar el daño si ya se produjo (art. 1710, inc. c). No hay razón
vada en casos que deben estar claramente tipificados por alguna que permita o justifique excluir a los titulares de motores

361
360
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPJNOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET

de búsqueda, o a otros proveedores de servicios en Internet de Se persigue intercambiar contenidos entre personas que se
dicha normativa. Lo contrario importaría una grave claudicación relacionan libremente en el espacio virtual.
lógica e ideológica, que tomaría en letra muerta a la normativa Las redes sociales son espacios de comunicación, expresión
que regula la responsabilidad civil preventiva. y poder, esto último en cuanto influencian directamente en las
El tema pasa, en esencia, por determinar cómo y con arreglo preferencias y opiniones de consumidores y usuarios.
a qué criterio edificamos los estándares de conducta exigibles a Su poder en materia de comunicación, marketing y tendencias
la empresa titular del motor de búsqueda. es incontrolable. Facebook es, sin duda alguna, un símbolo em­
¿ Un criterio laxo, distendido, que no lo incentive a prevenir blemático de la primera parte del siglo XXI, con más de 450
y poner fin a acciones dañosas de terceros manifiestamente evi­ millones de usuarios, que día a día se incrementan.
dentes que pueden ser fácilmente percibidas? Esto favorecería su El usuario cede a Facebook el derecho de uso sobre cualquier
economía, pero resulta gravemente injusto para los damnificados. contenido de propiedad intelectual (información, opiniones, imá­
¿ O un criterio más estricto que se oriente a una mejor tutela genes, etc.) con carácter permanente.
de todos los intereses comprometidos? La plataforma establece la cláusula "Best Efforts", a fin de
Creemos que debe distinguirse según haya o no vinculación que se la considere un ámbito seguro para la privacidad de los
contractual previa entre el motor de búsqueda y el sitio vinculado usuarios pero no se otorgan garantías al respecto. En el punto 3
o linkeado. de la contratación se afirma: " ...Hacemos todo lo posible para
Si hay un enlace patrocinado, el motor debe responder de hacer que Facebook sea un sitio seguro, pero no podemos ga­
manera-más estricta, a tenor de la.regla del.artículo 1725, porque rantizarlo..."
mayor es su deber preventivo de calibrar el contenido lesivo de La red compromete al usuario a no crear ningún contenido
la publicación. que implique violentar derechos de terceros.
Esto constituye un punto importante a la hora de deslindar
§ 8. Responsabilidad de las redes sociales responsabilidades. Al respecto se consagra que "...No publicarás
contenido que resulte hiriente, intimidatorio, pornográfico o que
a) Caracterización
contenga desnudos o violencia gráfica o injustificada...." (pun­
Las redes sociales son sitios de Internet (plataformas infor­ to 3.7); "...No utilizarás Facebook para actos ilícitos, engañosos,
máticas) que permiten a los usuarios mostrar su perfil, subir malintencionados o discriminatorios..." (punto 3.10); "...No pro­
fotos, contar experiencias personales, chatear con sus amigos y, porcionarás información personal falsa en Facebook, ni crearás
en general, compartir e intercambiar contenidos de todo tipo una cuenta para otras personas sin su autorización..." (punto 4.1);
(información, opiniones, comentarios, fotos y videos). con cláusulas amplias de carácter tuitivo que refieren que " ...No
El usuario comparte con distintas personas contenidos de todo utilizarás Facebook si eres menor de 13 años..." (punto 4.3);
tipo mediante aplicaciones especialmente diseñadas por cada red, "...No publicarás contenido ni realizarás ninguna acción en Fa­
bajo un régimen de condiciones jurídicas estandarizadas mediante cebook que infrinja o viole los derechos de otros o que viole la
contrato de adhesión. ley de algún modo..." (punto 5.1) y que "...Podemos retirar cual-

362 363
. 1

RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS EN INTERNET

quier contenido o información que publiques en Facebook si .,1 La cuestión que nos ocupa transita por carriles similares a
consideramos que viola esta Declaración..." (punto 5.2). la responsabilidad de los buscadores de Internet y de otros pro­
Facebook ha instrumentado un aplicativo para d�nunciar con- · veedores, siendo por ende aplicables las consideraciones antes
tenidos de tipo difamatorio o ilegales que son dados de baja, vertidas.
previa verificación y moderación. También contiene otros que Cabe distinguir:
permiten promover la baja de perfiles falsos o sostenedores de 1) Supuestos en los cuales la red social no fue notificada de
publicidad engañosa. la existencia de los contenidos ilegales alojados en su plataforma.
Como consecuencia de la normativa legal y contractual, re­ En tal caso, lógicamente, no responde. Las redes sociales no
sulta aplicable un procedimiento de notificaciones denominado tienen el deber de monitorear y moderar los millones de conte­
"notice and take down", instituto previsto en el artículo 512 de nidos que se publican, bajo forma de imágenes, opiniones, no­
la "Digital Millenium Copyright Act" (DMCA) del año 1998 ticias y comentarios, muchos de ellos emitidos en tiempo real,
de los Estados Unidos que constituye un mecanismo extrajudicial ni de otros contenidos enlazados, como videos o fotos que per­
1
que implica quitar (take down) de Internet los contenidos que manentemente se suben a las mismas. Una solución contraria,
se denuncian como ilegales luego de recibida la notificación ¡ en principio, tomaría imposible su funcionamiento y en muchos
pertinente (notice). 1
casos podría importar una fuerte e indebida restricción a la li­
1
Cuando la red social recibe esta notificación debe actuar rá­ bertad de expresión.
pidamente y dar de baja o bloquear un contenido que le sea
notificado como difamatorio, que atente contra un derecho per­
., 2) Supuestos en los cuales la red social es notificada extra­
judicialmente de la existencia de contenidos ilegales y se reclama
sonalísimo y/o de propiedad intelectual y/o sea ilegal. Sin per­ su eliminación. En tal caso, ésta debe proceder a darla de baja
juicio de ello, con mucha frecuencia, la red social actúa de oficio cuando aquéllos son ostensible y manifiestamente ilegales pues
y bloquea o da de baja contenidos impropios. cuenta con elementos y herramientas técnicas necesarias para
En materia de derechos de propiedad intelectual se consagra detener los efectos de una acción dañosa ya iniciada.
la obligación de cumplir la ley con especial referencia a la ya Tanto el comportamiento del afectado por la difusión impro­
mencionada "DMCA" y a la "Video Privacy Protection Act" pia, como de la red social, debe ser calibrado a la luz del principio
(VPPA) -ley de protección de la privacidad de video- de los de la buena fe y de la regla que veda el ejercicio abusivo de los
EE. UU. (punto 9.20). derechos.
Es importante señalar que Facebook tiene aplicaciones de
b) Régimen de responsabilidad en el derecho argentino moderación que posibilit� a los usuarios denunciar un comen­
La responsabilidad de las redes sociales por daños derivados tario, una página o un grupo.
de contenidos lesivos para la dignidad de la persona humana, 3) Supuestos en los que se ordene judicialmente a la red
generados o publicados por terceros, no tiene una regulación social dar de baja o bloquear un contenido determinado. En tal
específica. Se aplican, de tal modo, las reglas generales de la caso, ella debe cumplir con la orden judicial en forma inmediata.
responsabilidad civil. Si no lo hace, puede ver comprometida su responsabilidad.

364 365
CAPÍTULO XXIX
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
(CONTINUACIÓN)
RESPONSABILIDAD COLECTIVA, ANÓNIMA Y
POR LA ACTIVIDAD RIESGOSA DE UN GRUPO 1

§ l. Introducción
Abordamos en este capítulo la responsabilidad por el accionar
dañoso de los grupos, expresión que ha sido objeto de desen­
cuentros terminológicos y conceptuales.
El código civil y comercial ha regulado esta temática distin­
guiendo tres tipologías:
a) Los daños causados por cosas suspendidas o arrojadas
(art. 1760).
b) Los daños causados por un miembro no identificado de
un grupo de personas (autor anónimo), artículo 1761.
c) Los daños causados por la actividad peligrosa que realiza
un grupo (art. 1762).

§ 2. Las distintas formas que puede adoptar


la intervención plural en la causación
del resultado dañoso2
El daño puede derivar de la actuación individual del agente
1 Para un estudio con mayor profundidad, ver PIZARRO, Ramón Daniel, Tratado
de la responsabilidad objetiva, La Ley, Buenos Aires, 2016, t. II, ps. 531 y ss.
2 Bibliografía complementaria sugerida: LORENZE1TI, Ricardo, Responsabilidad
colectiva, de grupos y bienes colectivos, en LL 1996-D-1058; MOSSET ITURRASPE,
Jorge, Responsabilidad por daños, t. VI, Responsabilidad colectiva, p. 170; LÓPEZ
CABANA, en LÓPEZ CABANA (dir.), Responsabilidad civil objetiva, p. 181; ZA-

J
367
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

o de la concurrencia de actividades subjetivas de varios sujetos que pueda suponerse que éste hubiera existido igualmente
que con su intervención coadyuvan a su producción. en ausencia de su hecho individual, pues si no fuera así
La intervención plural puede realizarse de distinta manera: la mutua alegación de esa circunstancia por parte de cada
a) Es conjunta o común cuando varios sujetos individualmente uno de los autores determinaría la irresponsabilidad de
determinados cooperan o toman parte en la producción del todos" (López Cabana). La causalidad (y la responsabilidad
resultado dañoso, en calidad de coautores, consejeros, cóm­ que dimana) es concurrente.
plices o auxiliares de un acto ilícito. Si varias personas par­ c) Finalmente, encontramos el supuesto de intervención al­
ticipan en la producción del daño que tiene una causa única, ternativa o disyunta, en donde el daño es atribuible a una
la responsabilidad es solidaria. Si la pluralidad deriva de persona o a otra, pero de manera alternativa o excluyente.
causas distintas, salvo disposición legal en contrario se apli­ Se trata de figuras en las cuales el menoscabo es causado
can las reglas de las obligaciones concurrentes (art. 1751). por un miembro no identificado dentro de un grupo cir­
Se dice que la relación de causalidad aquí es conjunta pues cunstancial dañoso individualizado de posibles responsa­
son varios los sujetos que de un modo u otro toman parte bles. Frente a esa situación opera la siguiente disyuntiva:
o cooperan en la producción del menoscabo. De ahí su res­ ¿Debe dejarse a la víctima .librada a su suerte, por la sola
ponsabilidad por el todo (López Cabana). circunstancia de que no pueda probarse cuál de los miem­
b) Es concurrente cuando el daño es producido por la acción bros del grupo causó el daño? ¿O, por el contrario, resulta
independiente entre sí de dos o más personas, con la par­ razonable responsabilizarlos a todos, aunque se tenga la
ticularidad de que, aun sin mediar el hecho de la otra, el íntima convicción de que sólo uno o varios de ellos han
resultado se habría producido igualmente (A. Alterini, Bus­ causado el daño? La denominada responsabilidad colectiva
tamante Alsina). Tal lo que sucede cuando dos fabricantes o por autoría anónima se inclina por esto último y conduce
individualmente determinados arrojan a un lago desechos a que se mantenga la responsabilidad de todos los impu­
industriales, incurriendo en conductas contaminantes ais­ tados hasta que no se acredite su exclusión. Adviértase
ladamente consideradas; o en el supuesto en que dos per­ que no hay coactuación de los agentes en este supuesto,
sonas, separadamente, suministran veneno a otra. También ni menos aún actividades independientes de los mismos
aquí, cada agente "responde por la totalidad del daño, aun- productoras, por sí propias, de la totalidad del perjuicio.
La relación de causalidad es alternativa o disyunta.
V ALA DE GONZÁLEZ, Matilde, El daño colectivo, en Derecho de daños. Homenaje
a Jorge Mosset Iturraspe, p. 441; PICASSO, Sebastián y SÁENZ, en LORENZETTI
(dir.), Código, t. VIII, p. 607; SAGARNA, Femando, Responsabilidad civil directa
y por el hecho de terceros, en RIVERA, J. (dir.) y MEDINA, G. (coord.), Comentarios
§ 3. Responsabilidad por autoría anónima (o causado
al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, por un miembro no· individualizado dentro de
2013, ps. 934 y ss., n. 6; TANZI y CASAZZA, Responsabilidad colectiva, anónima un grupo determinado de personas)
y.por la actividad peligrosa de un grupo en el Código Civil y Comercial, en LL del
30-1-2015, p. 1, n. IV; AZAR, Aldo y OSSOLA, Federico, en SÁNCHEZ HERRERO a) Caracterización
(dir.), Tratado, t. m, p. 792; GARRIDO CORDOBERA, Lidia, Los daños colectivos
y la reparación, ps. 70 y ss. Conforme lo señalado anteriormente, es aquella que se con-
368 369
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

figura sobre todos los integrantes de un grupo determinado de allí que revelada la identidad del causante del daño se desvanezca
personas, por el daño causado por uno de sus miembros, cuando la imputación colectiva a los demás integrantes del grupo, pues
no ha podido individualizarse al autor. queda patentizada que éstos no han contribuido a la producción
Está regulada en el artículo 1761 del código civü y comercial: del perjuicio.
"Autor anónimo. Si el daño proviene de un miembro no iden­ Claramente se consagra en el artículo 1761 un régimen de
tificado de un grupo determinado responden solidariamente todos responsabilidad colectiva por autoría anónima, de carácter ge­
sus integrantes, excepto aquel que demuestre que no ha contri­ neral, que tiene una aplicación particularizada en el supuesto
buido a su producción". previsto por el artículo 1760 (Picasso-Sáenz).
La responsabilidad es utilizada como una técnica de imputa­ La norma se aplica tanto en materia extracontractual como
ción grupal del daño que se mantiene en tanto en cuanto el contractual; en este último ámbito permite responsabilizar a un
integrante del grupo no demuestre que no contribuyó a la pro­ grupo de médicos por el daño experimentado por un paciente a raíz
ducción del daño (Sagarna, Azar-Ossola). de la mala praxis de alguno de ellos, cuya identidad se desconoce.
La víctima tiene frente a sí a un grupo de personas sospechosas
de su autoría. Un grupo cuyos integrantes aparecen determinados, e) Requisitos para que se configure la
aunque no se conozca quién de ellos causó el perjuicio. responsabilidad por autoría anónima
La índole o clase de grupo puede ser muy variada: los que
Analicemos los requisitos que permiten estructurar la respon­
viven en un mismo edificio (supuesto contemplado por el
sabilidad que nos ocupa.
art. 1760, Cód.Civ.Com.); quienes practican-cierto deporte; los
que cumplen determinada actividad profesional; una manifesta­
ción política o gremial; etcétera. 1) Existencia de un grupo de personas
como autores posibles del daño
b) Su emplazamiento en nuestro Debe existir un grupo de personas, cuyos integrantes sean
sistema de derecho de daños posibles autores del daño (Bustamante Alsina, Azar-Ossola).
Conforme al Diccionario de la Real Academia Española, gru­
En nuestro sistema, el principio está dado por la responsabi­ po significa "pluralidad de seres o cosas que forman un conjunto
lidad individual y la excepción por la denominada responsabi­ material o mentalmente considerado". Con sentido de pertenen­
lidad colectiva que nos ocupa en este parágrafo. cia, se lo define como "grupo social al que se adscribe un in­
Dado su carácter subsidiario y excepcional, no puede asig..: dividuo para compartir comportamientos, valoraciones, etcétera".
nársele similar plano de relevancia que a la responsabilidad in­ Plasma una noción que supone, por definición, una pluralidad
dividual. Ella constituye, si se quiere, un segundo momento, al de miembros, aun accidental o circunstancial, que debe ser pon­
que se llega por vía de una técnica de imputación, que se basa, derada con flexibilidad y realismo. El grupo requiere de algún
sustancialmente, "en una prudente apreciación de los hechos pro­ grado de interacción, o de conexidad o de intercomunicación
bados, presidida por el buen sentido jurídico" (Llambías). De entre sus miembros.
370 371
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

El grupo constituye algo más que una realidad numérica y_ Cabe insistir aquí en que nos encontramos dentro del terreno
presupone un basamento cualitativo, que excede la mera yuxta­ de la causalidad alternativa y no en el de la causalidad conjunta
posición de sujetos. La pertenencia al mismo se con,creta a través o en el de la causalidad acumulativa.
de un cierto lazo o vínculo de adhesión, que puede ser más o La solución clásica llegaba, frente a una relación de causalidad
menos intenso, consciente o inconsciente. Encontramos, de tal no demostrada, al rechazo de la pretensión resarcitoria. La res­
modo, grupos concertados (jugadores, vecinos) y otros que se ponsabilidad colectiva propone un prisma distinto de valoración,
gestan espontáneamente (manifestantes, espectadores). Grupos a través de la idea de causalidad alternativa o disyuntiva: el
lícitos (policías, bomberos) e ilícitos (delincuentes). Grupos ra­ daño es atribuible a una u otra persona de manera excluyente.
cionales y sentimentales. La causalidad alternativa conduce a la responsabilidad de todos,
La ponderación de esta realidad debe hacerse atendiendo a con prescindencia de cualquier investigación sobre la culpa, en
las circunstancias de persona, tiempo y lugar y, sobre todo, con base a un esquema de corte netamente objetivo del que sólo se
criterio realista. liberan si prueban que no han contribuido a su producción. Esto
El grupo no es una persona en sí, sino un grupo de hecho, significa, en otras palabras, poner en evidencia un nexo causal
sin personalidad. No hay en él una jefatura que permita distinguir diferente, o sea, patentizar la vinculación entre el hecho de ese
entre un principal o comitente y otros miembros dependientes; individuo identificado y el perjuicio producido.
la situación es en gran medida igualitaria.
La actividad del grupo puede ser riesgosa para terceros (v. gr., 3) Quid de la falta de individualización
participantes en la circulación de automotores en "picadas"; in­ del autor del daño
tervinientes en partidas de caza; manifestaciones multitudinarias) Es preciso, finalmente, que no se identifique al autor del daño,
o no (asistentes a un espectáculo musical, teatral o cinemato­ por hallamos ante un perjuicio de procedencia individual de ca­
gráfico; procesión religiosa; personas que se encuentran como rácter anónimo, o lo que es igual, de autoría no dilucidada
huéspedes de hotel; intervinientes en una operación o acto médico (Mosset Iturraspe-Piedecasas).
quirúrgico). Dicho anonimato es básico y esencial para que proceda la
En el caso que nos ocupa, la actividad que realiza el grupo atribución colectiva a los restantes miembros del grupo (Azar­
no debe ser "peligrosa para terceros", pues en tal caso, la res­ Ossola). Va de suyo que conocida la autoría, o identificado el
ponsabilidad queda atrapada bajo el parámetro normativo más agente dañador, se diluye este requisito y cesa la responsabilidad
estricto que prevé el artículo 1762. de los demás miembros del grupo. Demostrado quién es el autor
del daño, ya no hay anonimato, ni razón alguna para mantener
2) La relación causal adecuada entre la imputación de responsabilidad a quienes integran el grupo.
Probada la autoría individual, queda patentizado que los demás
la acción grupal y el daño
no intervinieron en la producción del daño.
Debe existir relación causal adecuada entre el accionar del La ley requiere para que opere la causal de liberación que el
grupo y el perjuicio (Bustarriante Alsina, Llambías). integrante del grupo "demuestre que no ha contribuido en su
372 373
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

producción". Contribuir significa, conforme al Diccionario de_ el integrante del grupo que acredita la imposibilidad de
la Lengua de la Real Academia Española, "ayudar y concurrir haber causado el daño (v. gr., por no haber estado presente
con otros al logro de algún fin" (tercera acepción) o "atribuir a al momento de ocurrir el hecho generador).
una persona o cosa hechos o cualidades". 4) Eximentes que destruyen el nexo causal. También la ale­
La individualización del autor del daño, en un contexto de gación y prueba de las eximentes que destruyen el nexo
causalidad alternativa, pone en evidencia que los restantes inte­ casual entre el accionar del grupo y el daño enervan la
grantes del grupo no han contribuido a su producción. De haberlo responsabilidad colectiva (v. gr., hecho o culpa del dam­
hecho, estarían emplazados también en calidad de autores, coau­ nificado, de un tercero extraño, o el caso fortuito).
tores o cómplices, y su responsabilidad sería individual y no
colectiva. Desaparecen, entonces, las razones que justifican la
procedencia de la atribución colectiva a los restantes miembros e) Forma de responder
del grupo (Bueres, Bustamante Alsina). Se revela la autoría ajena
El código civil y comercial resuelve una añeja controversia
y queda en evidencia la no autoría propia.
suscitada en el código anterior y establece, con buen criterio, la
regla de la solidaridad de todos los integrantes del grupo.
4) Factor de atribución
Es la solución que mejor posibilita una reparación plena y
Para la orientación prevaleciente en Argentina, que nosotros que evita que todo aquello que hermosamente se declama en el
compartimos, el fundamento de la responsabilidad colectiva que plano de los principios, se diluya a la hora de su aplicación
nos ocup-a es objetivo y con basamento en el riesgo creado (Bus­ práctica.
tamante Alsina, Zavala de González, Ossola). Es el criterio que Repárese en que rige en la materia el principio de repara­
se desprende del artículo 1761 del código civil y comercial. ción plena o integral del daño injustamente causado y que el
fraccionamiento o división que dimana de la mancomuna­
d) Eximentes ción constituye un mecanismo que conduce a limitar el resar­
Son eximentes en materia de responsabilidad colectiva: cimiento.
1) Demostración de que el sujeto no contribuyó a su pro­ Cuando los miembros del grupo dañador son numerosos, el
ducción. Ver supra Capítulo VII. reclamo resarcitorio deviene imposible o, peor aún, absurdo. Por
2) Falta de integración del grupo. La prueba por parte del lo demás, muchas veces obsta al fraccionamiento la posibilidad
sindicado como responsable de su no integración o per­ de determinar, a ciencia cierta, cuántos son los miembros del
tenencia al grupo también lo exime de responsabilidad grupo; o quiénes son los mismos, particularmente cuando sólo
colectiva (Trigo Represas-López Mesa). Es lógica conse­ se ha identificado a uno o varios.
cuencia de la desvirtuación de otro de los requisitos de la Por lo demás, quien satisface la reparación tiene acción de
figura que analizamos. regreso contra los otros miembros del grupo. En principio, nadie
3) Imposibilidad de haber causado el daño. Se exime también mejor que él para identificar a los componentes del grupo.

374 375

:.:-, '"': "


_.,;·· ,.....
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

f) Principales aplicaciones
_El nuevo código la regula ahora como un supuesto particu­
La figura que analizamos ha sido utilizada en doctrina y ju­ lanzado de· dicha tipología, por lo que son aplicables, en lo
risprudencia para resolver importantes cuestiones de derecho de sustancial, las consideraciones precedentemente vertidas (Azar­
daños, cuya consideración en profundidad excede 16s límites de Ossola).
esta obra. El daño debe ser causado por una cosa que cae o es arrojada
Entre ellas, destacamos por su importancia, la responsabilidad de una parte de un edificio, sin que pueda individualizarse al
por daños derivada de la actuación de un grupo de manifestantes autor responsable del mismo (agente, dueño, guardián).
en ejercicio de derechos constitucionales, la que pesa sobre gru­ El grupo de legitimados pasivos está conformado por quienes
pos cohesionados de huelguistas cuando el menoscabo es causado son dueños y ocupantes de la parte del edificio de la cual la
por un miembro no determinado de aquél; aquella que gravita cosa cae o es arrojada. Estamos, de tal modo, lo reiteramos, ante
sobre un grupo de espectadores, "hinchas" o "simpatizantes" de un supuesto específico de daño causado por un miembro no
una institución que participa en un espectáculo público deportivo, identificado dentro de un grupo determinado de personas, al que
a la que hemos hecho amplia referencia en otro capítulo de esta el legislador ha creído conveniente regular de modo específico.
obra, al tiempo de considerar las leyes 23.184 y 24.192, y sobre La responsabilidad por daños de los integrantes del grupo es
equipos de profesionales liberales que cumplen su actividad gru­ objetiva y solidaria.
palmente, etcétera. La ley determina que "sólo se libera quien demuestre que no
participó en su producción".
§ 4. Responsabilidad por cosa suspendida o arrojada Los integrantes del grupo (dueños y ocupantes de la parte
del edificio de la cual cayó o fue arrojada una cosa que causó
Dispone el artículo 1760: "Cosa suspendida o arrojada. Si daño) se liberan si se individualiza al autor del daño. Esa sola
de una parte de un edificio cae una cosa, o si ésta es arrojada, circunstancia pone en evidencia que no hubo participación en
los dueños y ocupantes de dicha parte responden solidariamente la producción del resultado.
por el daño que cause. Sólo se libera quien demuestre que no Pe_ro pueden, también, hacerlo de �tra manera, por ejemplo,
participó en su producción". acreditando a través de prueba pericial que la cosa no pudo caer
La norma reproduce, con mejor técnica legislativa, la solu­ de determinada altura, o que por las características de la misma
ción que contenía el artículo 1119 del código anterior, inspira­ no podría corresponder a la unidad de la cual él era dueño u
do en la actio de deiectis vel effusis y actio de positis vel suspendis ocupante, etcétera (Sagama).
del derecho romano (lnst. Lib. 4, Tít. 5, § 1), en las Partidas (LL
25 y 26, Tít. 15, Parte 7) y en el Código de Austria (art. 1318). § S. Daños causados por la actividad
En derredor de esta figura se gestó y desarrolló modernamente peligrosa de un grupo
la responsabilidad colectiva o por daño causado por un miembro
no identificado de un grupo determinado de personas, que hemos a) Régimen normativo
analizado anteriormente. Dispone el artículo 1762: "Actividad peligrosa de un grupo.
376 377
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

Si un grupo realiza una actividad peligrosa para terceros, todos imputable a todos los integrantes del grupo, por el solo hecho
sus integrantes responden solidariamente por el daño causado de pertenecer al mismo, se confunde en buena medida con la
por uno o más de sus miembros. Sólo se libera quien demuestra autoría del daño. El daño se atribuye al grupo y se responde
que no integraba el grupo". por el solo hecho de pertenecer al mismo (Azar-Ossola). Va de
La norma guarda concordancia estrecha con lo dispuesto en suyo que la conducta próxima o decisivamente lesiva de uno
los artículos 1757 y 1758, en cuanto regulan la responsabilidad de los miembros del grupo, · o más aún, su identificación plena,
por actividades riesgosas o peligrosas, por su naturaleza, por los no interrumpe la cadena causal. De allí que sólo se admita como
medios empleados o por las circunstancias de su realización. El causal de liberación la demostración de que el sujeto no integraba
supuesto contemplado en el artículo 1762 constituye una tipo­ el grupo.
logía específica de dicha responsabilidad por actividades riesgo­ Como no se trata de una responsabilidad subsidiaria a otra
sas o peligrosas. de corte individual, sino lisa y llanamente grupal, a través de
una imputación conjunta a todos sus integrantes, el hecho del
b) Caracterización de esta responsabilidad autor inmediato o directo del daño no opera como causa ajena,
ni actúa como eximente. Es una conclusión lógica de que el
Se trata de supuestos de particular gravedad, en donde el daño es grupal y no individual, y de que el autor individual del
riesgo creado que justifica la imputación de responsabilidad asu­ daño no es la causa exclusiva de ese resultado. De allí que se
me carácter extraordinario y está referido al grupo en sí pro­ hable de una causa conjunta de la cual es responsable el grupo
pio considerado y no al anonimato en la causación del daño y todos sus integrantes.
(Bueres).
El juicio de causalidad común -se sostiene- se refiere al ries­
Repárese en que no estamos aquí frente a un supuesto de
go, que es lo que se juzga importante, y no a la producción di­
daños causados por el riesgo de la actividad individual de una recta del daño que se estima indiferente (Zavala de González).
o varias personas, regulado por los artículos 1757 y 1758 del
código civil y comercial y, en su ámbito específico, por el ar­
tículo 40 de la ley 24.240 (t. o. ley 24.999), sino del riesgo que c) Casos especiales de responsabilidad
dimana de un grupo considerado riesgoso por la actividad que por actividades peligrosas de grupos
realiza. El riesgo grupal en cuanto tal, diferenciado del riesgo
que emerge de la actividad individual, da lugar a una imputación Dentro del régimen normativo vigente encontramos algunos
de responsabilidad que también es grupal. supuestos específicos de actividades riesgosas grupales que han
merecido regulaciones especiales.
Se pretende con esta construcción, interesante e inteligente,
generar herramientas jurídicas más estrictas frente al accionar 1) La responsabilidad gtupal por contaminación al ambiente
de estos grupos que causan daños que en la mayoría de los (art. 31, ley 25.675).
casos devienen difusos (v: gr., patotas, grupos de agentes con­ 2) La responsabilidad de los participantes en la organización
taminantes, personas que participan en una "picada" de autos, de espectáculos púbiicos deportivos, reglada por las le­
"barras bravas", etc.). La autoría del riesgo, que es objetivamente yes 23.184, 24.192 y 26.358.

378 379
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDADES ESPECIALES (CONTINUACIÓN)

3) La responsabilidad en el derecho del consumidor en caso del grupo es causa del daño; en la responsabilidad por
de fabricación, importación, distribución, provisión y venta autoría anónima, la actividad grupal es sólo un antecedente
de cosas o servicios riesgosos que causen un daño al con- del daño.
sumidor. 5) En la responsabilidad por riesgo grupal la causa del daño
es compleja y está emplazada en derredor del riesgo creado
por el grupo; en cambio, en la responsabilidad por autor
d) Diferencias con la responsabilidad por daño
anónimo, la causa del daño es única y no deja de serlo
causado por un miembro no identificado dentro
por la circunstancia del anonimato que justifica la impu­
de un grupo determinado (autor anónimo) tación objetiva.
Existen claras diferencias entre ambos. 6) Las eximentes en la responsabilidad por accionar riesgoso
1) En tanto aquí la autoría individual es irrelevante (pues de un grupo son en extremo limitadas: sólo se libera quien
estamos ante un supuesto de autoría grupal como conse­ prueba que no integró el grupo.
cuencia de un riesgo también grupal), en la responsabilidad
colectiva la autoría individual es trascendente, toda vez
que se trata de una responsabilidad por un daño de pro­
cedencia individual no dilucidada (autoría anónima). La
determinación del autor del daño puede ser decisiva para
la acreditación por parte del demandado de la causal de
cesación consistente en no haber contribuido a la produc­
ción del daño.
2) En la responsabilidad por riesgo grupal el anonimato del
miembro del grupo que efectivamente sea autor material
del daño es irrelevante; su individualización no ll:bera a
los demás miembros del grupo, porque, en verdad, el daño
siempre es causado por el grupo, más allá de que alguno
de sus miembros sea su ejecutor directo (Azar-Ossola);
en la responsabilidad por -autor anónimo, la individualiza­
ción del autor del daño puede tener virtualidad para liberar
a los demás miembros del grupo, cuando ella trasunte la
no contribución del demandado al resultado dañoso.
3) La causalidad es conjunta o común en un caso (y referida
al riesgo) y alternativa en el otro (derivada del anonimato).
4) En la responsabilidad que analizamos la actividad riesgosa
380 381
CAPÍTULO XXX
RESPONSABILIDAD POR DAÑO
AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

A) DAÑO AMBIENTAL1

§ l. El ambiente
Se entiende por ambiente "la sistematización de distintos va­
lores, fenómenos y procesos naturales, sociales y culturales, que
condicionan en un momento 'Y espacio-determinados, la vida y
el desarrollo de los organismos y el estado de los elementos
inertes, en conjunción integradora, sistemática y dialéctica de
relaciones de intercambio entre el hombre y los diferentes re­
cursos" (Mosset Iturraspe).
Se trata de una noción amplia, que incluye en su texto no
sólo a los recursos naturales y ecosistemas, sino también a los
bienes o valores colectivos, patrimonio histórico y cultural, en
un todo de acuerdo con los lineamientos que traza la Constitución
Nacional (art. 41).
El ambiente no se reduce estrictamente a lo físico, a las re­
laciones que se establecen·entre los seres vivos y el medio en
el que habitan, sino que también se proyecta al elemento cultural

1 Para un estudio en mayor profundidad de esta cuestión, remitimos a PIZARRO,


Ramón Daniel, Tratado de la responsabilidad objetiva, cuyos desarrollos seguimos
en lo sustancial en este capítulo.

383
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. AsPECTOS GENERALES

como integrativo del concepto. Plasma, de tal modo, un complejo_ años atrás y, como se ha dicho, requiere de nuevas soluciones
de bienes naturales y culturales, relevantes para la calidad de jurídicas para dar respuestas adecuadas a ese fenómeno. Finalidad
vida, a l�s que están ligados intereses difusos e individuales. perseguida: proteger el ambiente y, sobre todo, cuidar al hombre
' y afianzar su dignidad.
§ 2. Carácter científicamente multidisciplinario Se trata de una problemática que desborda todos los moldes
de la cuestión que nos ocupa tradicionales y que requiere de una cosmovisión rigorosa y cohe­
rente en todos sus niveles, tanto internacional como interno de
La problemática del daño ambiental tiene como rasgo distin­ cada país.
tivo su carácter científicamente multidisciplinario. El derecho es
El marco normativo en materia de prevención y repara­
sólo una de las distintas disciplinas que tiene mucho que aportar,
ción del daño ambiental es muy importante y cada vez más
pero de ningún modo la única y, ni siquiera, la más importante amplio.
(Mosset Iturraspe). Hay otras ciencias que formulan aportes re­
Entre las principales normas encontramos, en primer lugar,
levantes a nuestra temática. Entre ellas, la biología (que engloba
a todas las disciplinas científicas cuyo objeto son los seres vivos, a la Constitución Nacional (arts. 41, 43 y eones.), a los Pactos
Internacionales sobre derechos humanos que gozan de jerarquía
entre las que se incluyen la biofísica, la botánica, la ecología
constitucional (art. 75, inc. 22, CN) y a otros numerosos tratados
-relaciones de los seres vivos entre sí o con el ecosistema-, la
etología -que estudia el comportamiento animal-, la zoología, y documentos internacionales, entre los que se destaca el Tratado
etc.); la biogeografía (síntesis de los conocimientos biológicos de Asunción del año 1991, instrumento básico del Mercosur,
y geográficos que estudia la distribución de las especies bioló­ cuyo preámbulo hace expresa referencia a esta cuestión. Allí se
gicas en el planeta, y las causas de su dispersión y extinción), consignó que sólo se podrá alcanzar la ampliación e integración
la medicina, la antropología, la sociología, la psicología, la po­ de los Estados miembros preservando el medioambiente. De igual
lítica, la economía, la educación y la historia, entre otras. Todas modo, numerosas constituciones provinciales contienen disposi­
ellas brindan, desde sus particulares puntos de vista, contri,bu­ ciones expresas en este sentido.
ciones esenciales, que conducen a una visión conjunta, armónica El daño ambiental no aparece expresamente previsto en el
e integradora. PARKINSON, Aurora, Responsabilidad por daño ambiental, Hamrnurabi, Buenos
Aires, 2005; LORENZETTI, Ricardo L., Teoría general del derecho ambiental, La
§ 3. El derecho frente al daño ambientaP Ley, Buenos Aires, 2008; Las normas fundamentales del derecho privado, Rubinzal­
Culzoni, Santa Fe, 1995; Reglas de solución de conflictos entre propiedad y medio
El denominado daño ambiental genera problemas impensados ambiente, en LL 1998-A-1026; La nueva ley ambiental, en LL 2003-C-1332; La
protección jurídica del ambiente, en LL 1997-E-4; Las reglas de solución de conflictos
entre propiedad y medio ambiente, en LL 1998-A-1026; ZAVALA DE GONZÁLEZ,
2 Bibliografía complementaóa sugerida: BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Dere­ El daño colectivo, en Derecho de Daños. Primera parte (Homenaje a Jorge Mosset
cho ambiental. Fundamentación y normativa, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995; lturraspe), ps. 438 y ss., en esp. ps. 448 a 453; ALTERINI, Atilio A. y LÓPEZ
CAFFERATTA, Néstor, en TRIGO REPRESAS, F. y LÓPEZ MESA, M., Tratado CABANA, Roberto M., Los daños al medioambiente en el marco de la realidad eco­
de la responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires, 2007, t. 111, ps. 533 y ss.; nómica, en LL 1992-C-1029; GOLDENBERG, Isidoro y CAFFERATTA, Néstor,
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, t. m, El acto iUcito, 1998 Daño ambiental. Problemática de su determinación causal, Abeledo-Perrot, Buenos
y t. IX, Responsabilidad de la empresa, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003; BESALÚ Aires, 2001.

384 385
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

código civil y comercial, pero muchas disposiciones de este éuer­ § 4. La noción de daño ambientaP
po normativo tienen gran utilidad interpretadas flexiblemen­ a) Las dos especies de daño ambiental.
te. Entre ellas, mencionamos por su importancia a los artícu� Importancia de la distinción
los 171O y siguientes, en materia de prevención : del daño, los
artículos 1970 a 1982, dentro de las normas referentes a restric­ Existen dos grandes tipos o clases de daño ambiental, que
ciones y límites del dominio; artículo 2238 (acción de daño te­ deben ser cuidadosamente distinguidas. Se ha dicho, por ello,
mido) y, muy especialmente, los artículos 1757 y 1758 que cons­ con razón, que tiene carácter bifronte o dual (Cafferatta):
tituyen el eje central del sistema, inclusive después de la sanción 1) Por un lado, el daño ambiental de incidencia colectiva,
de las más recientes leyes ambientales, toda vez que de modo también denominado daño ambiental puro, daño ecológico
directo o indirecto, remiten muchas veces a él. o daño al ambiente en sí mismo, en el que el perjuicio
recae sobre el patrimonio ambiental que es común a toda
La ley general del ambiente 25.675 (LGA) consagra un ré­ una comunidad (G. Stiglitz). Está expresamente regula­
gimen de responsabilidad especial por daño ambiental de inci­ do en los artículos 27 y siguientes de la LGA.
dencia colectiva (arts. 27 a 33).
2) Por otro, el daño ambiental individual o particular, que
La ley 25.612 de gestión integral de residuos industriales se produce cuando el menoscabo al medioambiente pro­
y de actividades de servicio también contiene dispositivos de voca una minoración sobre los intereses legítimos de una
gran importancia, a los que haremos breve referencia más ade­ persona determinada o de un grupo de personas determi­
lante. nado, daño particular que puede dar lugar a un detrimen­
La ley 25.916 de gestión integral de residuos domicilia­ to patrimoriiaf o moral (corif: Kemelinajei- de CarlÜcci,
rios, que en buena medida complementa la anterior, regula di­ Mosset lturraspe, Andomo, Goldenberg-Cafferatta). Este
cha actividad, da forma a un esquema bastante sustentable menoscabo, ante la ausencia de una normativa específica,
de prevención y neutralización de daños producidos por aqué­ está regulado por las disposiciones del código civil y co­
llos y se integra "a la batería de leyes de presupuestos míni­ mercial en todo aquello que no esté previsto por la LGA.
mos dictadas en los últimos años que vienen a establecer los li­ Adviértase que la propia LGA, en su artículo 28, deja a
neamientos básicos para la gestión ambiental en toda la Repú­
blica". 3 Bibliografía complementaria sugerida: MOSSET ITURRASPE, Jorge, Daño am­
biental en el derecho privado, en la obra colectiva Daño ambiental, Rubinzal-Culzoni,
Estas tres últimas normativas plasman dispositivos específicos Santa Fe, 1999, t. 1, p. 72; ANDORNO, Luis, La responsabilidad por daño al medio
que permitan una regulación más eficaz. No bastan las declara­ ambiente, en JA 1996-IV-877; MÜLLER, Enrique y SAUX, Edgardo, El daño am­
ciones más pomposas: es preciso alcanzar vías eficaces, con me­ biental. Requisitos, en LORENZETTI, Ricardo (dir.), Derecho ambiental y daño, La
Ley, Buenos Aires, 2009; GOLDENBERG, Isidoro H. y CAFFERATTA, Néstor,
canismos procesales idóneos para posibilitar en corto tiempo la Daño ambiental. Problemática de su detenninación causal, Abeledo-Perrot, Buenos
neutralización y reparación del daño. Aires, 2001; STIGLITZ, Gabriel, El daño al medio ambiente en la Constitución Na­
cional, en la obra colectiva en homenaje al Dr. Atilio Alterini, Responsabilidad por
El marco normativo se completa con otras disposiciones de daños en el Tercer Milenio, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1987; LORENZETTI,
distinta índole, de orden nacional, provincial y municipal. Ricardo, Teoría general del derecho ambiental, La Ley, Buenos Aires, 2008.

386 387
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

salvo "otras acciones judiciales que pudieren correspon-: no así en el otro supuesto, en donde ha dispuesto que sean re­
der", lo cual da sustento a la aplicación del código civil sueltos en las instancias inferiores (CSJN, 20-6-2006, "Mendoza,
y comercial y legislación complementaria ei;i. materia am""' Beatriz S. y otros e/Estado Nacional y otros", LL del 11-7-2006;
biental. íd., 13-7-2008, "Plá, Rugo A. e/Provincia de Chubut y otros",
LL 2008-D-526; íd., 9-12-2009, "Municipalidad de Rosario
e/Provincia de Entre Ríos", LL Online).
b) Importancia de la distinción
El distingo entre daño ambiental de incidencia colectiva y § 5. Daño ambiental de incidencia colectiva o puro4
daño ambiental particular tiene enorme importancia. Está expresamente reconocido en el artículo 41 de la Cons­
En tanto el daño ambiental puro o de incidencia colectiva titución Nacional, cuando dispone que "el daño ambiental ge­
está reglado en la LGA (arts. 27 y eones.) y sólo supletoriamente nerará prioritariamente la obligación de recomponer según lo
se le aplican las reglas del código civil y comercial, el daño establezca la ley". De igual modo, reglamentando el mandato
ambiental individual queda atrapado principalmente por las dis­ constitucional, el artículo 27 de la LGA 25.675 lo define como
posiciones de este último. "toda alteración relevante que modifique negativamente el am­
La indemnización pecuniaria, en los casos en que resulte pro­ biente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los bienes
cedente en materia de daño ambiental colectivo, se destina al o valores colectivos".
Fondo de Compensación Ambiental que crea la LGA, que tiene Conforme lo señalado anteriormente, cuando hablamos de
por objeto garantizar la calidad del ambiente (art. 34). Tratándose daño ambiental en sentido amplio, en los términos del artículo 27
de daño ambiental individual, el monto indemnizatorio se destina de la LGA, hacemos referencia concreta a la minoración de cier­
a cada damnificado. tos bienes, específicamente a la alteración relevante que de modo
La legitimación activa en materia de daño ambiental de in­ negativo modifica el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los
cidencia colectiva queda atrapada por el artículo 30 de la ecosistemas o los bienes o valores colectivos. O lo que es igual,
LGA, que analizaremos más adelante. La situación contrasta con a la lesión (o daño en sentido amplio) que experimenta el medio
el daño ambiental individual, con relación al cual rigen los prin­
cipios ordinarios del código civil y comercial en materia de le­ 4 Bibliografía complementaria sugerida: KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída,
Estado de la jurisprudencia nacional en el ámbito relativo al daño ambiental colectivo
gitimación activa, según el menoscabo sea patrimonial o moral. después de la sanción de la ley 25.675, ley general de ambiente (LGA), Academia
El daño ambiental individual se rige por los artículos 1757, Nacional de Derecho,julio de 2006, p. 1; HUTCIIlNSON, Tomás, ]!:l daño ambiental
1758 y concordantes del código civil y comercial; en cambio, colectivo, en LL del 23-11-2009, p. 1; CAFFERATTA, Néstor, Naturaleza del daño
moral ambiental colectivo, en LLC-2006-1; CASSAGNE, Juan C., El daño ambiental
en el daño de incidencia colectiva, se aplica el artículo 27 de colectivo, en LL del 14-9-2004, p. 1; GARRIDO CORBERA, Lidia, Daño ambiental
la LGA. colectivo e individual, en LL 2007-A-865; SABSAY, Daniel y DI PAOLA, María E.,
El daño ambiental colectivo y la nueva ley general del ambiente, en ADLA, 2003-
En materia jurisdiccional, la actual jurisprudencia de la Corte D-4865; PARELLADA, Carlos A., Breve reflexión sobre la noción de daño ambiental,
Suprema de Justicia de la Nación admite su competencia origi­ en LL 2003-A-872; REY, Rosa Nélida y RINESSI, Antonio, Daño ambiental: factor
naria solamente en materia de daño moral de incidencia colectiva, de atribución, en LL 1996-D-1012.

388 389
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

ambiente en sí mismo, sin una específica referencia a un sujeto lú Parkinson, Lorenzetti, Cafferatta, Trigo Represas y Ló­
titular del bien lesionado, ajeno a cualquier connotación personal: pez Mesa). La normal tolerancia constituye una premisa básica
Se trata de un perjuicio de carácter expansivo, difuso, que pro­ para la conceptuación e interpretación de la noción de daño
yecta sus secuelas negativas en el espacio y en el tiempo. ambiental.
El damnificado por este daño colectivo es la comunidad toda,
o una parte significativa de la misma, cuyos intereses suprain­ § 6. i>año ambiental individual
dividuales o difusos resultan conculcados (Lorenzetti, Zavala de
González, Agoglia-Boragina-Mesa, Cafferatta, Galdós). En pa­ Es el que sufre individualmente cualquier persona como con­
labras de nuestra Corte Suprema, "el bien jurídico ambiental secuencia de la lesión a intereses económicos o espirituales li­
comprometido es colectivo, supraindividual, indivisible, imper­ gados al medioambiente. Tal lo que sucede, por ejemplo, con
sonal y no fraccionable en cuotas adjudicables a cada uno de sus el perjuicio patrimonial y moral que experimenta el propietario
titulares, tratándose, pues, únicamente de aquellos casos en que de un fundo ribereño de un río contaminado, o quien a raíz de
los derechos cuya tutela se persigue corresponden a un bien que la contaminación atmosférica padece de asma, etcétera.
pertenece a la esfera social y transindividual" (CSJN, 10-11-2009, Adviértase que una misma acción lesiva al ambiente puede
"Mendoza, Beatriz Silvia e/Estado Nacional y otros", LL del generar tanto un daño ambiental puro o colectivo, como un daño
14-12-2009). individual, que no deja de ser tal por el hecho de afectar en
Para que se configure debe haber una alteración negativa del forma simultánea o sucesiva, a una multiplicidad de damnificados
ambiente, lo cual conduce a marginar del concepto que nos ocupa di_!e_ct9s o imJ.ir:ectos q1Je �xperimentan 1.m perjuicio pr:opio a
a· las muta.dones positivas, aspecto éste que debe ser ponderado raíz del hecho contaminante y sufren un daño igualmente propio,
en función de los intereses sociales comprometidos (v. gr., la patrimonial o moral, derivado de esa situación.
construcción de un túnel debajo de una montaña puede generar En este supuesto no puede perderse de vista cuál es la con­
un impacto ambiental, que no es considerado negativo si lo que secuencia que produce la acción dañosa, pues ella marca el límite
se pretende mediante el mismo es permitir la construcción de de la obligación de resarcir.
una autovía que pase a través de aquél y facilite significativa­ Son aplicables los principios generales que hemos estudiado
mente la circulación de numerosas personas y la conexión de en otras partes de esta obra.
dos centros urbanos separados por el macizo).
La modificación negativa debe, además, ser relevante. Ello
impone que la lesión al ambiente sea importante, significativa § 7. Los presupuestos de la responsabilidad
y que impacte gravemente sobre el equilibrio del sistema am­ civil en el daño ambiental
biental. Para que se configure la responsabilidad por daño ambiental,
Existe una evidente relación entre lo dispuesto por el artícu­ es menester que concurran los presupuestos de la obligación de
lo 27 de la LGA y el artículo 1973 del código civil y comer­ resarcir que hemos estudiado en otra parte de esta obra: antiju­
cial que consagra el estándar de la normal tolerancia (Besa- ridicidad, daño, relación causal adecuada y factor de atribución.
390 391
··T
>1

RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

Conviene detenernos brevemente en los mismos, a fin de ca,­ mencionan también como técnicas complementarias, las presun­
librar si presentan o no particularidades en esta delicada cuestión. ciones de causalidad, la inversión de carga probatoria, la res­
ponsabilidad civil alternativa, la teoría basada en lá participación
en el mercado, la flexibilización de la teoría de la causalidad
a) Antijuridicidad
adecuada, la teoría de la causalidad inmediata y otros criterios
Si hay un ámbito en el cual no se duda de que la antijuridicidad que con matices y variantes lucen próximos a la teoría de la
está presente en materia resarcitoria, es éste del denominado equivalencia de condiciones.
daño ambiental. La afectación del medioambien,te constituye una
actividad contraria a derecho objetivamente considerado, lo cual
resulta inclusive de modo explícito del propio texto del artícu­ c) El factor de atribución en la
lo 41 de la Constitución Nacional, en consonancia con lo dis­ responsabilidad por daño ambiental
puesto por el artículo 1717 del código civil y comercial.
No existe un derecho de contaminar, ni menos aún de con­ La inmensa mayoría de los supuestos de responsabilidad por
taminar y pagar. El principio es otro: prohibición de contaminar daño ambiental son atrapados por factores objetivos de atribu­
y asunción de todas las consecuencias que dimanan de dicha ac­ ción, con basamento en el riesgo creado y de empresa.
tividad por el responsable. Excepcionalmente, puede caber tam­ La aceptación de una responsabilidad objetiva por daño am­
bién la configuración de una responsabilidad por actos lícitos, biental campea largamente en el derecho comparado y también
tal lo que sucedería si el Estado implementa un plan de escu­ en Argentina, por aplicación de los artículos 1757 y 1758 del
rrimiento de aguas contaminadas, que afecta a vecinos ribere­ código civil y comercial, artículo 40 de la ley 25.612 de gestión
ños que padecen inundaciones nacidas de esos emprendimientos integral de residuos industriales y actividades de servicio y, muy
(Mosset Iturraspe). especialmente, de los artículos 28 y 29 de la ley 25.675, en ma­
teria de daño ambiental de incidencia colectiva. Nuestra doctrina
b) La relación causal. ¿Sirve en esta temática y jurisprudencia son unánimes en tal sentido (Besalú Parkinson,
la teoría de la causalidad adecuada? Cafferatta, Lorenzetti, Bustamante Alsina, Cassagne, Trigo Re­
presas).
Es necesario que medie relación causal adecuada entre el
hecho generador y el perjuicio ambiental, aplicándose los prin­ Tratándose de responsabilidad del Estado por daño ambiental,
cipios que hemos estudiado en otra parte de esta obra. campea la idea de sustentar la misma en la doctrina de la falta
de servicio, que analizaremos en otra parte de esta obra, y que
La prueba de la relación causal suele ser de difícil realización, conduce a una responsabilidad que se declama igualmente ob­
máxime si se tiene en cuenta la perdurabilidad de los efectos jetiva (ver infra Cap. XXII, § 17).
nocivos de inquinamento y la posibilidad de su expansión y
propagación a grandes distancias del sitio de su generación. De Salvo previsión normativa en contrario, las eximentes son las
allí que se admita que en esta materia la relación causal pueda propias de un sistema de responsabilidad objetiva: hecho o culpa
ser probada por presunciones (Cafferatta, Besalú Parkinson). Se de la víctima, hecho o culpa de un tercero extraño o el casus.

392 393
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

§ 8. Principios que consagra la LGA relacionados Silvia e/Estado Nacional s/Daños derivados de la contaminación
con la reparación del daño ambiental del Río Matanza Riachuelo", de fecha 20 de junio de 2006 (Fa­
La LOA consagra una serie de principios de polí�ica ambiental llos: 329:2316), dejó claro que en el daño ambiental primero
que presiden su interpretación y aplicación, "y de toda otra norma está la prevención, luego la recomposición y, finalmente, cuando
a través de la cual se ejecute la política ambiental" (art. 4º). el daño resulte irreversible, la indemnización.
Entre ellos destacarnos los principios de prevención, precau­
b) El principio precautorio6
torio y de responsabilidad.
Conforme al mismo, "cuando haya peligro de daño grave o
a) El principio de prevención5 irreversible la ausencia de información o certeza científica no
deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de me­
Conforme al mismo, "las causas y las fuentes de los problemas
didas eficaces, en función de los costos, para impedir la degra­
ambientales se atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando
dación del medio ambiente" (art. 4º, LGA). Está dirigido tanto
de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se pueden
al Estado como a los administrados.
producir" (art. 4º, LGA).
Su vigencia conduce a la aplicación de medidas de urgencia,
El principio de prevención hunde sus raíces en la denomi�ada
de carácter inmediato, que tengan por finalidad impedir la crea­
función preventiva del derecho de daños, que hemos estudiado
ción de un riesgo de efectos todavía desconocidos, aun en aque­
en otra parte de esta obra. Remitirnos a lo allí expuesto.
llos casos en los cuales hubiera ausencia o insuficiencia de prue­
Constituye un principio general del derecho de daños y com­ bas, o de elementos -científicos, referidos -al comportamiento de
prende, entré otros aspectos, el deber de evitaci?n der perjuicio, la naturaleza (CSJN, 29-12-2008, "Salas, Dino y otros e/Provin­
la acción preventiva y los efectos de la sentencia que ordena la cia de Salta y Estado Nacional", LL 2009-A-420). Ante el dilema
prevención. El deber de prevención del daño involucra la adop­ entre una acción temprana -pero quizás intempestiva- y los ries­
ción de recaudos razonables para evitar su acaecimiento, la ce­ gos de cualquier demora, el principio de precaución se orienta
sación de la acción dañosa ya iniciada y la de inhibir su agra­ a lo primero. Por eso se ha dicho, con buen criterio, que con el
vamiento. principio precautorio ingresa al derecho de daños la incerteza,
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la resolución con lo cual se rompe toda la lógica tradicional. Esto explica que
de apertura de la tantas veces citada causa "Mendoza, Beatriz se trate de un principio al que sólo cabe recurrir con muchísima
prudencia y siempre que los antecedentes del caso así lo ameriten.
s Bibliografía complementaria sugerida: MORELLO, Augusto M. Y STIGLITZ,
Gabriel, Responsabilidad civil y prevención de daños. Los interese� difusos � el com­
promiso social de la justicia, en LL 1987-E-364; STIGL11Z, Gabnel, El dano al me­ 6 Bibliografía complementaria• sugerida: GOLDENBERG, Isidoro y CAFFE­

dioambiente en la Constitución Nacional, en Responsabilidad por daños en el tercer RATTA, Néstor, El principio de precaución, en JA 2002-IV, fase. 6; ORONA, Claudia;
milenio. Homenaje a Atilio A. Alterini, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1997, p. 320; GIARDINA, Ernesto y CIMATO, María del P., Viabilidad de la aplicación del prin­
MESSINA DE ESTRELLA GUTIÉRREZ, Graciela N., La responsabilidad c�vil en cipio de precaución en nuestra actividad jurisdiccional y como elemento integrante del
la era tecnológica. Tendencia y prospectiva, p. 208; ZAV ALA 1:'� GOJ-:�ALEZ, proceso de toma de decisiones, en LL Supl. de Derecho Ambiental, FARN, 26-12-2003,
Matilde, Tutela inhibito,ia contra daños, en Revista de Responsabtl,dad Civil Y Se­ año X, n. 5, p. 5; ANDORNO, Roberto, El principio de precaución: un nuevo estándar
guros, n. 1, enero-febrero, 1999. jurídico para la era tecnológica, en LL 2002-D-1326.

394 395
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

Lo contrario conduciría inexorablemente a la inercia y a vulnerar puede obtener réditos o beneficios económicos derivados de su
los niveles de desarrollo sustentable deseables en una sociedad accionar, aun después de haber pagado las indemnizaciones per­
moderna. Será menester, de tal modo, que se acredite riesgo; tinentes.
amenaza o peligro de grave daño e irreversible y la incertidumbre El desmantelamiento de estos efectos puede alcanzarse por
o ausencia de información científica a ese respecto. distintas técnicas legislativas, ya por vía de sanciones penales o
Las medidas precautorias que se adopten deberán satisfacer administrativas de tipo económico (multas), ora por la aplicación
suficientemente las exigencias de proporcionalidad, transparen­ de indemnizaciones punitivas por normas de derecho privado
cia, provisoriedad y eficacia en función de los costos (CSJN, (bases normativas de por medio, claro está) o bien flexibilizando
26-3-2009, "Salas, Dino y otros e/Provincia de Salta y Estado la figura del enriquecimiento sin causa, lo cual conduce, como
Nacional", L. L. del 8-4-2009, p. 11). hemos visto en otra parte de esta obra, en estos casos, a restar
toda importancia al requisito de correlatividad entre el enrique­
e) Principio de responsabilidad cimiento y el empobrecimiento que proclamó durante años la
doctrina clásica.
Luce orientado a alcanzar el pleno restablecimiento del equi­
librio preexistente alterado por el hecho ilícito contaminante Y
por vía indirecta a fomentar la intemalización de los costos am­ § 9. Prevención del daño ambiental
bientales y el uso de instrumentos económicos idóneos que per­ La LGA consagra a la prevención como instrumento funda­
mitan racionalmente cargar los costos de contaminación en aque­ mental para la evitación del daño ambiental. En pocos ámbitos
llos que la generan. Conduce a consagrar la regla "quien con­ como en este que nos ocupa las soluciones preventivas tienen
tamina paga", la cual descarga sobre el responsable de la con­ tanto valor, habida cuenta del carácter comprobadamente relativo
taminación o degradación del ambiente todos los costos que tienen los mecanismos resarcitorios. El ambiente degradado,
económicos necesarios para prevenir o corregir el deterioro am­ sólo en muy pocos casos, puede ser recompuesto a su estado
biental, sin perjuicio de otras sanciones retributivas que puedan anterior, y las indemnizaciones pecuniarias que puedan mandar
corresponderle. a pagarse -por importantes que sean- sólo constituyen paliativos
Por aplicación de este principio, "el generador de efectos de­ frente a una situación grave e irreversible.
gradantes del ambiente, actuales o futuros, es responsable de los En materia ambiental, de modo explícito y con carácter ope­
costos de las acciones preventivas y correctivas de recomposi­ rativo, la LGA recepta el principio de prevención no sólo como
ción, sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de responsa­ objetivo de política ambiental (art. 2º, incs. g, y k), sino también
bilidad ambiental que correspondan" (art. 4º, LGA). como criterio de interpretación y aplicación de las normas de
El principio de responsabilidad debe estar asociado a otro, esta materia (art. 4º).
no contemplado expresamente por la LGA, pero que surge como Es, por lo demás, la solución que campea largamente en el
colofón lógico de todo su plexo normativo: el principio de des­ derecho comparado y la que goza del beneplácito de toda la
mantelamiento pleno de los efectos del ilícito ambiental. doctrina nacional (Alterini, López Cabana, Lorenzetti, Besalú
Este último supone que quien causa un daño ambiental no Parkinson, Bustamante Alsina, Cafferatta).
396 397
RAMÓN DANIEL FIZAR.RO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

Cabe señalar que la prevención del daño no puede ser sus-. b) Reparación en especie
tentada en base a alegaciones puramente abstractas, o de carácter
general, y que requiere necesariamente de una coµtroversi� en La LGA privilegia la reparación in natura del daño ambiental
colectivo, que consiste en el "restablecimiento al estado anterior
la que el reclamante alegue y demuestre verosímilmente el peligro
o existencia de daño ambiental (CSJN, 4-5-2010, "Schoder, Juan a su producción". La solución guarda estricta armonía con lo
dispuesto en el artículo 41 de la Constitución Nacional, cuyo
c/Invap S. E. y E. N.", LL Supl. de Derecho Administrativo del
texto reglamenta, y con el artículo 1740 del código civil y co­
22-6-2010, p. 50; íd., 26-5-2010, "Asociación Multisectorial del
mercial.
Sur en Defensa del Desarrollo Sustentable e/Comisión Nacional
de Energía Atómica", LL Supl. de Derecho Administrativo del La recomposición de las cosas al estado anterior al hecho con­
22-6-2010, p. 52). taminante, cuando ella sea técnicamente posible, permite un me­
jor restablecimiento del hábitat afectado. Así, por ejemplo, sa­
La tutela preventiva sustancial inhibitoria en materia ambien­
near un río o lago contaminado; la creación de un parque en
tal se fundamenta en el artículo 41 de la Constitución Nacional
zonas próximas a los lugares afectados; la realización de obras
y en los artículos 2º, 4º y concordantes �e la LGA. �l a�pa­
. que favorezcan la recomposición del equilibrio afectado del eco­
ro ambiental cuenta con expreso reconocmuento const1tuc10nal
sistema.
(arts. 41, 43 y eones.) y en la LGA (arts. 28 y eones.).
La reparación en especie debe, en materia de daño ambiental,
La tutela preventiva procesal inhibitoria se plasma en la acción
ser ordenada aunque resulte antieconómica. Es consecuencia di­
de amparo (arts. 43, CN y 30, infine, LGA), en las "medidas de
recta de la gravedad del perjuicio, de su incidencia colectiva y,
urgencia'', inclusive_ de carácter precautorio_ o cautelar _q_u_e se
sobre todo, del carácter intoletal:51<:f que tiene el daño ambiental.
prevén en el artículo 32 in fine y también e� las de carácter
autosatisfactivo a las que hemos hecho referencia en otras partes
de esta obra y que encuentran aplicación plena en este ámbito. c) Indemnización pecuniaria
La LGA no introduce mayores novedades en este punto. Lo expresado anteriormente no impide, por cierto, que dicha
Se inserta dentro de la tutela preventiva, en forma comple­ reparación pueda ser complementada con una indemnización pe­
mentaria, la denuncia de daño temido, la acción negatoria Y la cuniaria.
normativa que veda el ejercicio abusivo del derecho (art. 10). En caso de que no sea posible el restablecimiento del hábitat
afectado (daño ambiental irreversible), la reparación del daño se
§ 10. Reparación del daño ambiental realiza mediante el pago de una indemnización pecuniaria sus­
de incidencia colectiva titutiva, destinado al Fondo de Compensación Ambiental que
prevé el artículo 28 de la LGA. Dicho fondo tiene carácter público
a) Aplicación de los principios generales y su finalidad no es otra que el cuidado, protección y restauración
Salvo previsión normativa en contrario, rigen en esta materia del ambiente.
los principios generales que hemos estudiado en otra parte de Las mismas consideraciones valen para la reparación del daño
esta obra, adonde remitimos. moral colectivo.

398 399
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

§ 11. Legitimación activa. La cuestión en Por nuestra parte, nos inclinamos por ideas diferentes y con­
materia de prevención y de reparación sideramos que las acciones que emergen del artículo 30 de la
del daño ambiental colectivo LGA son dos: la de cesación o neutralización de los efectos de
a) La normativa vigente y las la acción dañosa y la de reparación del daño ambiental de in­
acciones que emergen de ella7 cidencia colectiva, a través de la recomposición o de la indem­
nización sustitutiva o complementaria. Creemos que es la in­
Dispone el artículo 30 de la LGA: "Producido el daño am­
terpretación que mejor se adecua con el sistema implementa­
biental colectivo, tendrán legitimación para obtener la recompo­
do por la LGA, no sin reconocer que la poco depurada redac­
sición del ambiente dañado, el afectado, el Defensor del Pueblo
y · las asociaciones no gubernamentales de defensa ambiental, ción del artículo 30 permite cualquier interpretación. El
conforme lo prevé el artículo 43 de la Constitución Nacional, artículo 28 de la LGA autoriza a solicitar la recomposición y,
y el Estado Nacional, provincial o municipal; asimismo, quedará en caso de que ésta no sea técnicamente factible, la indemni­
legitimado para la acción de recomposición o de indemnización zación sustitutiva. Si esto es así, no hay razones para que la
pertinente, la persona directamente damnificada por el hecho legitimación activa para efectuar el reclamo sea idéntica en uno
dañoso acaecido en su jurisdicción. Deducida la demanda de y otro caso.
daño ambiental colectivo por alguno de los titulares señalados, En nuestra opm1on, "afectado" y "persona directamente
no podrán interponerla los restantes, lo que no obsta a su de­ damnificada por el hecho dañoso acaecido en su jurisdicción"
recho a intervenir como terceros. son categorías idénticas, sólo que denominadas de modo no
Sin perjuicio de lo indicado precedentemente, toda persona coincidente por el legislador, en una de sus tantas muestras
podrá solicitar mediante acción de amparo, la cesación de ac­ de falta de prolijidad. Así concebida la cuestión, la conclusión
tividades generadoras de daño ambiental colectivo". es obvia: la acción de recomposición y la acción · de indem­
La primera duda que surge, a la luz de la muy pobre redacción nización tienen idéntica legitimación activa. En todos los casos
de la norma, es la siguiente: ¿cuántas acciones consagra la ley el artículo 30 hace referencia al daño ambiental colectivo, sól�
general del ambiente?
al daño ambiental colectivo y nada más que al daño ambiental
Según una opinión, ellas serían tres: la acción de cesación
colectivo, conclusión que se potencia si se tiene en cuenta
de daño ambiental de incidencia colectiva (acción de amparo
que se trata de la indemnización de un daño colectivo, ámbito
colectivo), la de recomposición del ambiente y la de indemni­
zación (Kemelmajer de Carlucci). en el cual la exigencia de que el afectado viva en la jurisdicción
donde se produjo el hecho no parece ser determinante, pues
7 Bibliografía especial sugerida: SAGÜÉS, Néstor P., El amparo ambiental. Ley
el producido de la misma se canaliza a un Fondo de Com­
25.675, en LL 2004-D-1195; ROSALES CUELLO, Ramiro y GUIRIDLIAN LARO­ pensación ambiental y entra en sustitución de la recomposi­
SA, J., Las acciones colectivas y la Constitución Nacional, en LL 2006-B-1238; ción. No parece razonable establecer diferencias en el plano
SAISSAC, Alberto, La demanda por daño ambiental colectivo en la ley 25.675. Trá­
mite, competencia y legitimación, en Revista de Derecho Ambiental, LexisNexis, Bue­ de la legitimación activa, que en uno y otro caso debe ser
nos Aires, 2004, n. O, en esp. ps. 221 y ss. idéntica.

400 401
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

§ 12. Legitimación activa en la acción de cesación La solución normativa del código civil y comercial puede
del daño ambiental. El amparo ambiental8 aplicarse sin inconveniente alguno en el ámbito específico de la
amenaza de daño ambiental.
La norma es categórica y legitima a "toda persqna" a deducir
acción de amparo con la finalidad de obtener la cesación de § 13. Legitimación activa en la acción de
actividades generadoras de daño ambiental colectivo. Se trata reparación del ambiente dañado
de una acción pública, cuya legitimación activa es otorgada con
amplitud. Puede, por lo tanto, ser articulada por cualquier persona Están activamente legitimados para articular la acción de re­
física o jurídica, de derecho público o privado: composición e indemnización sustitutiva o complementaria, en
Aunque la ley habla de "acción de cesación" del daño am­ su caso, del daño ambiental colectivo:
biental, lo cual supone una conducta contaminante que tiene a) En primer lugar, el afectado, que es aquel que resulta
curso de ejecución, el remedio procede también en aquellos casos perturbado, de manera directa o personal, en el disfrute
en los que se pretenda impedir el inicio de aquélla. De allí que, de sus intereses colectivos ligados al ambiente. Basta, a
quizás, sería preferible hablar de acción de neutralización de los tal fin, con que "acredite interés razonable y suficiente en
efectos de una acción contaminante. la defensa de aquellos intereses colectivos que, por ello
¿Debe la acción de cesación o neutralización de daño am­ mismo, son supraindividuales" (Cafferatta).
biental ser canalizada necesariamente por la vía del amparo? Afectado es, de tal modo, quien puede acreditar un inte­
El texto de la ley parecería imponer, en principio, la respuesta rés razonable en la prevención del daño. Tal la solución que
afiima.tiva. Sin embargo, pueden darse casos en los que fa acción consagra el artículo 1712 del código civil y comercial.
no resulte la vía más adecuada, particularmente cuando el tema No es condición de legitimación activa que el sujeto viva
presente un grado de complejidad tal que imponga un ámbito en la jurisdicción donde se produce el hecho que motiva
de mayor debate y prueba. En tal caso, el tribunal puede con­ su intervención. Así, una persona que vive en Córdoba
vertir el trámite de la causa en un proceso ordinario o de cono­ podría demandar la recomposición del daño ecológico pro­
cimiento pleno. ducido en San Juan.
La respuesta deviene todavía más evidente cuando se interpreta b) El defensor del pueblo, cuya legitimación activa era re­
armónicamente la LGA con el nuevo código civil y comercial, que conocida jurisprudencialmente antes de la sanción de la
reconoce acción preventiva "cuando una acción u omisión antiju­ ley general del ambiente, que ahora expresamente le re­
rídica hace previsible la producción de un daño, su continuación conoce dicha prerrogativa.
o agravamiento" (art. 1711), otorgando legitimación a quien acre­ c) Las asociaciones no gubernamentales de defensa ambien­
dite un interés razonable en la prevención del daño (art. 1712). tal que propendan a la tutela y protección del ambiente y
estén registradas conforme lo prevé el artículo 43 de la
8 Bibliografía complementaria sugerida: CAFFERATA, Néstor, Amparo ambiental
Constitución Nacional.
y contencioso administrativo, en Revista de Derecho Ambiental, LexisNexis, Bue­
nos Aires, n. 1, 2005; LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Daño ambiental. Análisis de la d) El Estado nacional, provincial y municipal, en el ámbito
ley 25.675, en JA 2006-1-1087. de sus respectivas jurisdicciones.
402 403
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS REsPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

§ 14. Legitimación pasiva en materia resarcitoria9 daño, que tiene una causa única (art. 1751, Cód.Civ.
a) El marco normativo Com.). Todos los que toman parte en la ejecución del
hecho ilícito responden solidariamente frente a la víctima.
Dispone el artículo 31 de la LGA: "Si en la lcomisión del
2) Daños producidos por una pluralidad de causas distintas.
daño ambiental colectivo, hubieren participado dos o más per­
En este supuesto varias personas participan en la produc­
sonas, o si no fuere posible la determinación precisa de la medida
ción de un daño, pero por causas distintas. En tal caso,
del daño aportado por cada responsable, todos serán responsables
todos responden concurrentemente.
solidariamente de la reparación frente a la sociedad, sin perjuicio,
en su caso, del derecho de repetición entre sí para lo que el juez 3) Causalidad acumulativa. El daño es producto del actuar
interviniente podrá determinar el grado de responsabilidad de independiente, esto es, no común o conjunto, de dos o
cada persona responsable. más agentes. La particularidad reside en que cada acción,
En el caso de que el daño sea producido por personas jurídicas tomada aisladamente, tiene aptitud causal suficiente para
la responsabilidad se hace extensiva a sus autoridades y profe­ provocar el daño in totum (v. gr., dos empresas vuelcan
sionales, en la medida de su participación". desechos o efluentes de sus procesos productivos en un
La ley consagra en forma implícita el principio "quien con­ río, contaminando sus aguas y generando un supuesto de
tamina, paga" y pone a cargo del contaminador la asunción de daño ambiental). En tal caso, ambos responden sin que
los costos que dicha actividad genera. obste a tal conclusión el hecho de que los efluentes vertidos
por cualquiera de ellas fueran suficientes por sí solos para
b) Legitimación pasiva en los casos de daños provocarlo.
causados por un agente individualizado y 4) Causalidad alternativa o disyunta. Se da cuando "el daño
cuando hay pluralidad de responsables se produce como efecto de una acción que han realizado
Cuando el daño es causado por un agente individualizado, la dos o más personas sin que sea posible individualizar a
responsabilidad recae sobre éste de modo individual. quién de todos ellos ha sido el efectivo autor. Se dice que
Es posible que el daño pueda resultar de la acción u omisión hay causalidad alternativa o disyunta, porque aunque sólo
de más de un sujeto, o lo que es igual, de una pluralidad de uno, entre varios agentes, sea el autor singular del daño,
responsables. dicho autor no puede ser individualizado o identificado
Pueden aquí presentarse tres tipos de causalidad: en razón de haber concurrido varias personas a su pro­
1) Daños producidos por una causa única. En este supues­ ducción" (Zannoni). Tal lo que sucede en los casos de
to, varias personas participan en la producción del daños causados por un miembro no identificado de un
grupo determinado de personas (art. 1761, Cód.Civ.Com.).
9 Bibliografía complementaria sugerida: ZANNONI, Eduardo A., Cocausación de
En tal supuesto todos responden solidariamente, excep­
daños (Una visión panorámica), en Revista de Derecho de Daños, n. 2003-2, p. 18;
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, La responsabilidad colectiva en el resarcimiento
to aquel que demuestre que no ha contribuido a la pro­
de daños, en LL 142-976; ZAV ALA DE GONZÁLEZ, Matilde, El daño colectivo, ducción del daño. Nos ocupamos del tema supra Capítu­
en TRIGO REPRESAS y STIGLITZ (dir.), Derecho de daños, p. 437. lo XXIX, adonde remitimos.
404 405
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

c) Responsabilidad de las autoridades y de b) ¿Culpa del damnificado en el daño ambiental colectivo?


los profesionales de las personas jurídicas
Se ha observado, con razón, que la culpa de la víctima no
que causan daño ambiental colectivo. tiene cabida tratándose de daño ambiental colectivo -único su­
La responsabilidad de los socios puesto que habría reglado la ley-, pues difícilmente podría ha­
Cuando el daño es producido por personas jurídicas, la res­ llarse una "víctima" de quien predicar una conducta apta para
ponsabilidad se ·hace extensiva a sus autoridades y profesionales, excluir la obligación de recomponer o, en su caso, de indemnizar
"en la medida de su participación" (art. 31, LGA). El criterio del responsable.
guarda armonía con la previsión normativa del artículo 1758 del
código civil y comercial, que responsabiliza por actividades ries­ c) Hecho de un tercero extraño
gosas o peligrosas a quien la realiza, se sirve u obtiene provecho
de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legis­ La eximente tiene plena aplicación en materia de daño am­
lación especial. biental colectivo, siempre que concurran los extremos previstos
en el artículo 1731 del código civil y comercial. Son aplicables
los principios generales que hemos estudiado en otra parte de
§ 15. Eximentes esta obra (ver, t. I, Capítulo VII, § 10).
a) Rigen eximentes propias de un sistema Para que exima de responsabilidad la culpa del tercero extraño
de responsabilidad objetiva debe ser exclusiva. Si, por el contrario, ella concurre con la
conducta del demandado, ambos· deberán responder solidaria­
Responsabilidad objetiva significa, conviene insistir en ello, mente, sin perjuicio de las acciones de regreso que puedan co­
imputación del daño con abstracción de la idea de culpabilidad, rresponder.
con basamento en este caso en el riesgo creado y de empresa,
que admite eximentes limitadas, las cuales deben orientarse a
d) El caso fortuito
demostrar la ruptura del nexo causal. Precisamente el artículo 29
de la ley, en consonancia con el anterior, resuelve esta última Si bien la norma -de muy pobre redacción- no menciona al
cuestión: "La exención de responsabilidad sólo se producirá acre­ caso fortuito, no cabe dudas acerca de su virtualidad eximitoria'
ditando que, a pesar de haberse adoptado todas las medidas des­ siempre que sea externo a la actividad desplegada. La exclusión
tinadas a evitarlo y sin mediar culpa concurrente del responsable, de la eximente -si ésa hubiese sido la pretensión del legislador­
los daños se produjeron por culpa exclusiva de la víctima o de debería haber estado consagrada de modo más categórico, cosa
un tercero por quien no debe responder. que no se advierte en la LGA.
La responsabilidad civil o penal, por daño ambiental, es in­
dependiente de la administrativa. Se presume iuris tantum la e) La falta de culpabilidad carece de virtualidad eximitoria
responsabilidad del autor del daño ambiental, si existen infrac­
ciones a las normas ambientales administrativas". La demostración de falta de culpabilidad no actúa como exi-
406 407
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPlNOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

mente. Es una solución lógica, coherente con la naturaleza ob� porales y los daños y perjuicios materiales que se produzcan
jetiva de la responsabilidad que regula esta ley. como resultado directo o indirecto de las propiedades radiactivas
o de su combinación con las propiedades tóxicas, explosivas
§ 16. Prescripción u otras propiedades peligrosas de los combustibles nucleares o
de los productos o desechos radiactivos que se encuentren en
La LGA no tiene plazos específicos de prescripción para la una instalación nuclear o de las sustancias nucleares que proce­
reparación del daño ambiental de incidencia colectiva, razón �or dan de ella, se originen en ella o se envíen a ella; o de otras
la cual se aplican supletoriamente las disposiciones del código radicaciones ionizantes que emanen de cualquier otra fuente de
civil y comercial: tres años (art. 2561). radiaciones que se encuentren dentro de una instalación nuclear".
El comienzo del curso de la prescripción, cualquiera sea el Queda comprendido dentro del concepto de responsabilidad
tipo de daño, ambiental o no, en palabras de la Corte Supre­ de daño nuclear, a cargo de un explotador de una instalación
ma de Justicia de la Nación, "debe ubicarse en el momento nuclear, lo relativo a: "i) Los daños que se produjeren sobre el
a partir del cual la responsabilidad existe y ha nacido la ac­ personal del explotador así como sobre el personal de sus con­
ción para hacerla valer, hecho que acontece, como �e�la gen:­ tratistas y subcontratistas con motivo del accidente nuclear de
ral cuando sucede el hecho que origina la responsab1hdad, mas una instalación nuclear que opere dicha sociedad; ii) Los per­
ex�epcionalmente, si el daño aparece después, la acción resar­ juicios que se causen con motivo del accidente nuclear a los
citoria nace recién en ese segundo momento, pues no hay re­ funcionarios de organismos internacionales de energía atómica
sarcimiento si el daño es inexistente" 1 º. que se encontraren desarrollando tareas referentes a la aplicación
de salvaguardias previstas en acuerdos internacionales suscriptos
B) DAÑO NUCLEAR. NOCIONES BÁSICAS por la República Argentina; iii) Los accidentes que se produjeren
con sustancias nucleares fuera de la instalación o fuera del trans­
§ 17. Caracterización porte, cuando al momento de ocurrir el accidente nuclear tales
Es aquel que proviene directa o indirectamente de las pro­ sustancias hubieren sido objeto de robo, pérdida, echazón o aban­
piedades tóxicas, explosivas u otras de carácter peligroso d� los dono" (art. 9º, ley 24.804).
combustibles nucleares, o de los productos o desechos radioac­ La normativa se circunscribe a los perjuicios ocasionados por
tivos que se encuentran en la instalación nuclear, o de sustancias la utilización pacífica de la energía nuclear y comprende tanto
nucleares que procedan de ella, se originen en ella o se envíen el daño patrimonial como el daño moral.
a ella (art. I, párrafo 1º, inc. k, de la Convención de Viena).
La ley 24.804, en su artículo 9°, expresamente determina: § 18. Legitimación pasiva·
"Entiéndase por daño nuclear, conforme lo define la Convención
La responsabilidad recae sobre el explotador de la instalación
de Viena sobre Responsabilidad Civil por daño nuclear, ratificada
nuclear donde se produzca el accidente. Se entiende por tal a la
por ley 17 .048, la pérdida de vidas humanas, las lesiones cor-
persona designada o reconocida por el Estado como explotador de
to CSJN, 4-11-97, LL 1998-A-281; íd., 26-10-99, LL 2000-D-504. la instalación (art. I, párrafo 1º, inc. c, de la Convención de Viena).
409
408
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL. ASPECTOS GENERALES

La obligación de resarcir se configura siempre que se acredite: de ser expedidas desde el territorio de un Estado que no
a) Que el accidente ha ocurrido en la instalación nuclear. sea parte contratante, cuando esas sustancias hayan sido
enviadas con el consentimiento escrito del explotador por
b) O que han intervenido sustancias nucleares; procedentes u
una persona que se encuentre en el territorio de dicho
originadas en ella (art. I de la Convención de Viena), cuan­
Estado (art. II, 1) (Trigo Represas-López Mesa).
do el accidente acaezca antes de que el explotador de otra
instalación nuclear haya expresamente asumido la respon­ Quedan comprendidos los daños que derivan de materiales
sabilidad de los accidentes nucleares por contrato escrito, radioactivos o los que se producen cuando se trabaja con ellos
o se haya hecho cargo de las sustancias nucleares, si la para producir otro tipo de bienes.
obligación de resarcir no se ha asumido de modo expreso Como regla, también responde durante el transporte de las
por escrito; antes de que la persona que se encuentre de­ sustancias nucleares, salvo que el transportista, de modo expreso,
bidamente autorizada para tener a su cargo un reactor nu­ hubiera asumido dicha responsabilidad, cuando deban ser des­
clear que se utilice como fuente de energía en un medio cargadas en un Estado no contratante.
de transporte, para su propulsión o para otros fines dife­ Habiendo pluralidad de explotadores, y no pudiendo deter­
rentes, se haya hecho cargo de las sustancias nucleares si minarse el grado de responsabilidad de los intervinientes, todos
estaban destinadas para ser utilizadas en dicho reactor nu­ quedan solidariamente obligados a resarcir el perjuicio.
clear y antes de que las sustancias nucleares hayan sido
descargadas del medio de transporte, cuando esas sustan­ § 19. Fundamento de esta responsabilidad
cias hayan sido enviadas a una persona que se encuentre
La responsabilidad· es objetiva, con basamento en el riesgo
en el territorio de ese Estado.
creado por la actividad desplegada y en el carácter de cosa ries­
c) O que han intervenido sustancias nucleares enviadas a su gosa que tiene la energía nuclear (argum. arts. 1757 y 1758,
instalación nuclear cuando el accidente se produzca des­ Cód.Civ.Com.) (Llambías, Trigo Represas-López Mesa). Es la
pués de que el explotador haya asumido de modo expreso solución que expresamente consagra el artículo IV de la Con­
y por escrito la responsabilidad de los accidentes nucleares vención de Viena.
en que intervengan las sustancias nucleares que recaía en
el explotador de otras instalaciones nucleares; o se pro­ § 20. Eximentes
duzca después de que se haya hecho cargo de dichas sus­
tancias nucleares, si la responsabilidad no se ha asumido Las eximentes admisibles son muy limitadas: dolo o culpa
expresamente por escrito; después de que se haya hecho grave del damnificado y daño originado por conflicto armado o
cargo de esas sustancias nucleares la persona que tenga a hecho semejante (Llambías).
su cargo un reactor nuclear que se utilice como fuente de En cambio, es causal de exoneración el hecho de que el daño
energía en un medio de transporte para su propulsión o derivado del accidente nuclear tenga su causa en una catástrofe
para otros fines; o después de que las sustancias nucleares natural, aunque ésta revista carácter excepcional.
hayan sido cargadas en el medio de transporte en que han Es importante señalar que el explotador puede eximirse par-
410 411
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

cialmente de responsabilidad cuando el accidente nuclear co1_1-


curra con otra causa adecuada de dañosidad de origen no nuclear.
En tal caso, únicamente responderá por las que fueren conse­
cuencia: de aquél. Si no fuese posible diferenciar: los daños nu­
cleares de los producidos por el otro evento, el explotador res­
ponde por el todo. Se ha visto aquí una aplicación concreta de
la teoría de la indiferencia de la concausa.

§ 21. Indemnización limitada y CAPÍTULO XXXI


régimen de seguro obligatorio
SUPUESTOS ESPECIALES DE
La Convención de Viena autoriza a los Estados signatarios
RESPONSABILIDAD CIVIL
a poner un límite o tope resarcitorio de hasta 5 millones de
dólares estadounidenses por cada accidente nuclear. El dólar es­ RESPONSABILIDAD POR DAÑOS EN
tadounidense al que hace referencia la Convención de Viena es LAS RELACIONES FAMILIARES1
una unidad de cuenta equivalente al valor oro del dólar de ese
país al 29 de abril de 1963, que era de 35 dólares por onza trío § l. Introducción
de oro fino. Son aplicables en esta materia todas las conside­ Abordamos en este capítulo la responsabilidad civil por daños
raciones vertidas sobre la constitucionalidad de dichos límites causados entre familiares. Se trata de una temática que ha po­
indemnizatorios al tiempo de tratar la problemática de la ley de tenciado su importancia en los tiempos que vivimos, de la mano
riesgos del trabajo y de los accidentes aéreos. de situaciones cada vez más frecuentes de violencia familiar que
Se impone al explotador de una instalación nuclear el deber cobran fuerte notoriedad, muchas veces, por la difusión que se
de contratar un seguro u otra garantía financiera que cubra su realiza a través de los medios de comunicación social. La sanción
responsabilidad por daños nucleares (art. VTI de la Convención de leyes contra la violencia familiar (ley 24.417) y de protección
de Viena). ., integral de mujeres (ley 26.485) se inserta dentro de esta temática.
Ellas tienden a evitar las lesiones o el maltrato físico y psíquico

1 Bibliografía complementaria sugerida: ZANNONI, Eduardo, Repensando el tema


de los daños y perjuicios derivados del divorcio, en JA 1994-II-823; ZAVALA DE
GONZÁLEZ, Matilde, Daños entre familiares, en LL 2015-A-562; PARELLADA,
Carlos, Daños en las relaciones de familia, en LL 2015-E-981; CÓRDOBA, Marcos,
Daños y familia, en LL 2016-A-1159; BOSSERT, Gustavo y ZANNONI, Eduardo,
Manual de derecho de familia, 7ª ed., Astrea, Buenos Aires; SAUX, Edgardo, Res­
ponsabilidad por transmisi6n de enfermedades, en ALTERINI y LÓPEZ CABANA,
La. responsabilidad. Homenaje a Isidoro H. Goldenberg, p. 634; PIZARRO, Ramón
Daniel, Daño moral, 2ª ed.

412 413
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar, me­ § 3. Matrimonio y daños
diante la adopción de medidas protectoras . y, al mismo tiempo,
a proteger a la mujer frente a actos de violencia que, por lo a) Principios generales
general, son fruto de una relación desigual de podey, que terminan Son resarcibles los daños causados. entre cónyuges por todo
afectando de manera disvaliosa sus derechos más esenciales: vida, hecho o acto que lesione su dignidad, en tanto persona humana,
libertad, dignidad, integridad psicofísica y espiritual, y su segu­ con absoluta independencia de su calidad de cónyuge. Quedan
ridad personal. incluidos los supuestos de resarcimiento por daños derivados de
El derecho de la responsabilidad civil no puede permanecer violencia familiar y de género. El matrimonio nada agrega o
ajeno a esta realidad pues tiene mucho que aportar, tanto en el quita al carácter antijurídico que tiene el daño causado en tales
plano preventivo como resarcitorio, para el logro de aquellos circunstancias, ni obsta a su reparación. Rigen, de tal modo, en
objetivos. esta temática, los principios generales de la responsabilidad civil
que hemos estudiado en capítulos anteriores.
La situación es distinta cuando se trata de reparación de daños
§ 2. El vínculo de familia no justifica un acto lesivo derivados del incumplimiento de deberes típicamente conyugales.
Volveremos más adelante sobre este tema.
Las relaciones de familia no constituyen un ámbito ajeno a
la aplicación de las normas y principios de la responsabilidad
b) Daños derivados de la declaración
civil. Un vínculo familiar no justifica por sí solo un acto lesivo,
de nulidad del matrimonio
ni--enerva· la injusticia· ·del ·da:ño causado: "Resulta ingenuo y
contradictorio aludir a un mantenimiento de la paz familiar cuan­ El código legitima al cónyuge de buena fe al contraer un
do, precisamente, ya no existe, porque ha sido destruida por el matrimonio, que resulta anulado, a "demandar por indemnización
dañador; según es innegable ante actos de violencia doméstica, de daños y perjuicios al cónyuge de mala fe y a los terceros que
máxime de carácter reiterado" (Zavala de González). hayan provocado el error, incurrido en dolo o ejercido la violen­
El régimen de responsabilidad civil (preventiva y resarcitoria) cia". "Evidentemente -dicen. Bossert y Zannoni- quien contrae
es, de tal modo, aplicable en las relaciones de familia y en los matrimonio a sabiendas de la existencia de un impedimento diri­
daños entre familiares, en todo aquello que no encuentre limi­ mente, comete un acto antijurídico. Al cónyuge de mala fe se le
tación en norma expresa en contrario (Córdoba, Parellada). imputa o atribuye subjetivamente, por tanto, la obligación resarci­
toria por los daños y perjuicios de su obrar antijurídico. Idéntica
Lo señalado anteriormente en modo alguno impide compati­ obligación asume el tercero que provocó la celebración del matri­
bilizar los imperativos resarcitorios con la especificidad de los monio mediante inducción a errar, obrando dolosamente o, en su
vínculos familiares, particularmente a la hora de ponderar el caso, provocando la violencia que obligó al otro a contraer".
interés patrimonial o extrapatrimonial conculcado, todo lo cual La legitimación activa recae exclusivamente sobre el cónyuge
puede determinar soluciones que requieran de algunos matices de buena fe, o sea, aquel que concurre a la celebración del ma­
de importancia. trimonio en la ignorancia o con error de hecho excusable y con-
414 415
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

temporáneo a dicho acto respecto de la circunstancia que provoca. El tema fue objeto de viva controversia en el código civil
tal nulidad, o que resulta víctima de la violencia del otro con­ anterior, dentro de un régimen jurídico del matrimonio y del

trayente de un tercero, en los términos establecidos por el· divorcio marcadamente diferente del que consagra el código civil
y comercial.
artículo 427.
La legitimación pasiva gravita sobre el cónyuge de mala fe Conviene tener presente que el régimen estatuido se asienta
y los terceros que han provocado el error, incurrido en dolo o sobre premisas muy claras, cuya ponderación es de enorme im­
ejercido violencia. portancia para el terna que nos ocupa:
La responsabilidad es eminentemente subjetiva y la extensión del l. El matrimonio es eminentemente disoluble por voluntad
resarcimiento se rige por lo dispuesto en los artículos 1740 y 1741. de cualquiera de los cónyuges. No se requiere de la con­
Se resarcen los daños patrimoniales y extrapatrirnoniales que formidad del otro a tal fin.
sean consecuencia inmediata y mediata previsible de la decla­ II. Se establece un régimen de divorcio-remedio, que supri­
ración de nulidad de matrimonio. Por lo general, los daños pa­ me toda causal basada en la culpa de uno de los cónyuges
trimoniales pueden ser de menor entidad que el perjuicio extra­ y también las causas objetivas que había incorporado la
patrimonial o moral. Entre aquéllos pueden incluirse los gastos ley 23.515 al código anterior. El régimen de divorcio es­
y erogaciones realizadas en ocasión de la celebración del ma­ tatuido es absolutamente incausado. Al divorcio se accede
trimonio, los perjuicios sufridos por el contrayente de buena fe por la sola petición formulada por el cónyuge interesado
que en ocasión del matrimonio hubiese renunciado a su trabajo ante el juez competente (o por ambos conjuntamente),
remunerado, etcétera. sin explicitar las causas que lo llevan a esa decisión. Poco
La acción prescribe a los tres años, que se computan desde importa a tal fin que el otro esté o no de acuerdo con
el momento en que queda firme la sentencia que declara la nu­ dicha petición. El divorcio se decretará igualmente.
lidad. del matrimonio. Sin embargo, cabe la posibilidad de que III. Se impone el deber jurídico de asistencia mutua entre
el plazo de prescripción se extienda a diez años cuando el cón­ cónyuges, creándose un vínculo análogo al del parentes­
yuge de buena fe sea un menor de edad o una persona incapaz, co. La asistencia comprende la prestación de recursos
si el matrimonio ha sido empleado como un medio para concretar económicos, la solidaridad afectiva, los cuidados recí­
un abuso sexual (argum. art. 2561, segundo párrafo). procos y la mutua ayuda.
IV. La obligación alimentaria entre cónyuges constituye una
e) Daños derivados del divorcio manifestación del deber asistencial y se traduce en pres­
taciones económicas que atañen a la manutención mate­
1) Planteo de la cuestión. Supuestos rial (art. 432). Los cónyuges se deben alimentos entre sí
que pueden presentarse durante la vida en común y la separación de hecho. Y
con posterioridad al divorcio, sólo en los supuestos pre­
Más delicado es el problema relativo a la reparación del daño
vistos por la ley o por convención de las partes.
moral causado como consecuencia del divorcio en sí mismo (y, en
el régimen derogado, de los hechos constitutivos del divorcio). V. La cohabitación o convivencia de los cónyuges está pre-

416 417
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

supuesta en diversas normas (aunque sin mencionarla) Dicho deber moral de fidelidad sólo está previsto normati­
pero no tiene carácter coactivo. El matrimonio no exige vamente para el matrimonio, no así para las uniones conviven­
convivencia en un mismo domicilio. ciales, aunque no vemos ningún obstáculo para considerarlo tam­
VI. El deber de fidelidad es considerado como un deber moral bién ínsito en esta institución.
y no como un deber jurídico. El deber moral de fidelidad, como todo deber moral, es, por
naturaleza, incoercible e incapaz de determinar lo que jurídica­
2) Daños sufridos a consecuencia del divorcio mente debe hacerse.
Dentro de un régimen como el estatuido, el divorcio, en sí La violación al deber moral de fidelidad por parte de uno de
mismo, no puede ser considerado jamás como una situación da­ los cónyuges, ¿puede legitimar al otro a reclamar la reparación
ñosa, apta para legitimar a ninguno de los cónyuges la reparación de los daños sufridos?
del daño derivado del mismo. El tema divide a nuestra doctrina.
No es resarcible, de tal modo, cualquiera sea la causa o moti­
vo que pueda haber conducido al divorcio, por ejemplo, el daño l. Doctrina favorable a la reparación
experimentado por el detrimento espiritual por la soledad que afecte
al cónyuge, después de haber vivido varios años en matrimonio, o Conforme una orientación, la violación del deber de fideli­
los temores y miedos que se puedan derivar de tal situación, o la dad, no obstante su carácter moral (art. 431), configura un
frustración de expectativas de una vida matrimonial plena, o la falta obrar antijurídico (art. 1717) y un daño resarcible en los términos
de · asistencia y apoyo espiritual para la educación de los hijos; del artículo 1737 del código civil y comercial (Azar-Ossola,
etcétera. Mazzinghi, Cossari, Medina).
En apoyo de estas ideas, se afirma lo siguiente.
3) Daños derivados de la violación (i) Las normas concernientes a la responsabilidad civil y
al deber moral de fidelidad sus efectos son aplicables a los daños causados en el
marco de las relaciones de familia.
Uno de los aspectos más controvertidos, luego de la sanción
del código civil y comercial, es el vinculado con la reparación (ii) La eliminación del divorcio por causales subjetivas no
de daños derivados de la violación del deber moral de fidelidad tiene proyección alguna en materia resarcitoria, sino que
que estatuye el artículo 431 de dicho cuerpo normativo. se limita exclusivamente a esa cuestión puntual.
Adviértase el significativo cambio que ha tenido el deber de (iii) Conforme surge del_ artículo 1717, "cualquier acción u
fidelidad, que ha mutado de ser un deber jurídico (art. 198, Cód. omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no
Civ. derogado) a un mero deber moral (art. 431, Cód.Civ.Com.). está justificada". Aunque se trate de un deber moral, los
Esta norma dispone categóricamente que los esposos "se com­ cónyuges tienen un interés jurídico no ilegítimo protegido
prometen a desarrollar un proyecto de vida en común, basado por el derecho, cuya minoración configura daño en sen­
en la cooperación, la convivencia y el deber moral de fidelidad". tido amplio (art. 1741).

418 419
SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

(iv) El deber moral de fidelidad impuesto a los esposos de Derecho Civil" (Bahía Blanca, 2015), "en virtud del principio
necesariamente contiene consecuencias jurídicas a partir de reserva (art. 19, CN), las directivas de interpretación estable­
. del momento en que en el complejo jurídjco del código cidas en el artículo 2º del código civil y comercial, y el carácter
civil y comercial ha sido sancionado. moral del deber de fidelidad (art. 431, código citado), anudados
a los fundamentos del código civil y comercial, la infracción
(v) Si hay infidelidad y se causa un daño, éste debe ser
del precitado deber no es antijurídica (art. 1717). Por tal motivo,
resarcido.
no existe en este caso un daño resarcible" (Picasso, Parellada,
(vi) El consentimiento del damnificado (art. 1720) es la úni­ Zavala de González).
ca causa de justificación, que en este· ámbito se veri­
En apoyo de estas ideas se afirma:
fica en los vínculos matrimoniales abiertos, en los que
se ha pautado la ausencia de exclusividad sexual o en (i) Los daños que pueden ser indemnizados a través del sis­
las relaciones swingers o de parejas compartidas, entre tema general de la responsabilidad son aquellos que no
otros. tienen su causa en el vínculo matrimonial en sí mismo,
(vii) Obviamente no podría invocarse como eximente el ejer­ ni en los deberes que de él emanan, sino en su condición
cicio regular de un derecho, pues nadie tiene derecho de persona. Esto último determina que, si un hecho de
a ser infiel. uno de los cónyuges causa un daño al otro por violen­
cia, malos tratos, lesi9n al honor o la intimidad, el per­
(viii) El factor de atribución es el dolo. Aquí es impractica­
juicio pueda ser resarcido por aplicación de los principios
ble la responsabilidad objetiva y no existe la infidelidad
gener es.
culposa.
(ii) El deber de fidelidad es solamente un deber moral. En
(ix) La sola infidelidad revela en sí misma, in re ipsa, una
ausencia de un deber jurídico (y de un correlativo dere­
conducta dolosa, se pretenda o no causar un daño con­
cho), su transgresión no importa antijuridicidad.
creto a una persona. El dolo se configura cuando se
causa un daño de manera intencional o con manifiesta El régimen estatuido descarta, de tal modo, la antijuri­
indiferencia por los intereses ajenos. El interés ajeno dicidad objetiva derivada de la violación a la fidelidad.
aquí es el interés no reprobado por el ordenamiento (iii) La fidelidad queda reservada al ámbito de la intimidad
jurídico derivado del deber moral bajo análisis. de las personas, estrechamente ligada a su derecho a la
libertad.
JI. Doctrina que sostiene que la violación (iv) El mero acto físico de la infidelidad se identifica con un
del deber moral de fidelidad no genera dilema fundamentalmente moral o ético, perteneciente a
de por sí daño resarcible la esfera íntima y privada de los particulares.
De acuerdo con otra posición, ampliamente mayoritaria, que (v) Los jueces no pueden, ni deben, entender en cuestiones
nosotros compartimos, y que se vio reflejada en el despacho morales que están en la esfera exclusivamente privada
mayoritario de la Comisión n. 3 de las "XXV Jornadas Nacionales de los cónyuges, a los que el derecho no puede ingresar

420 421
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

en virtud de la intimidad familiar. El artículo 19 de la que se juzgan prevalecientes en el caso concreto, muchas veces
Constitución Nacional lo prohíbe. por imperativo constitucional.
(vi) Dentro del régimen estructurado no puede decirse que En el caso que nos ocupa no hay un interés jurídico no re­
el sistema reconozca a los cónyuges un interés jurídico probado por el ordenamiento jurídico integralmente considerado
de hecho no reprobado por el ordenamiento jurídico, vin­ y, por ende, protegido por éste. A lo sumo hay un interés moral
culado con la fidelidad (entendida en sentido amplio y conculcado que no puede ser invocado para alegar la existencia
no sólo de exclusividad de trato sexual) que le debe mo­ de un daño resarcible.
ralmente el otro cónyuge, cuya minoración pueda con­
figurar un daño. 4) El daño moral causado a los hijos,
La cuestión radica en calibrar qué se entiende por interés de proveniente del divorcio de sus padres
hecho no reprobado por el ordenamiento jurídico, expresión
poco feliz que utiliza el código. Decimos esto porque en puri­ El divorcio es inidóneo, por sí mismo, para comprometer la
dad técnica debería haber hecho referencia a intereses aprobados responsabilidad civil de los padres frente a sus hijos. El divorcio
(o protegidos) por el ordenamiento jurídico -utilizando una ex­ no releva a los progenitores de los deberes y obligaciones que
presión en términos positivos y no negativos- (categoría que emergen de la responsabilidad parental para con aquéllos, entre
engloba y comprende por cierto a simples intereses de hecho los que destacamos, por su importancia, la obligación alimentaria
no ilegítimos). y el deber (y derecho) de contacto.
E_Lcwª'c:t�rprnt{!gj<;l9 d� diQbO int�rés no se determina por el El incumplimiento de la obligación alimentaria es idóneo
simple hecho de que no estéformalmente prohibido. Ello llevaría para configurar la responsabilidad civil por dafío patrimoniai y
a sostener, con criterio propio de antijuridicidad formal, que está moral del progenitor. Es una conclusión razonable, que valora
protegido porque no está expresamente prohibido. el carácter antijurídico e imputable que tiene dicha conducta
dañosa.
El carácter de interés aprobado o protegido por el ordena­
miento jurídico, cuya minoración puede dar lugar a un daño Similares conclusiones pueden extraerse del incumplimiento
resarcible, requiere de una ponderación más profunda, que va del derecho-deber de contacto, que minora el derecho de todo
mucho más allá de la alegación formal de su existencia por parte menor a mantener una comunicación con sus progenitores, con­
del pretendido perjudicado y de la mera ausencia de una norma sagrado por el artículo 9º de la Convención sobre los Derechos
que formalmente lo repruebe. Va mucho más allá de una con­ del Niño, que tiene jerarquía constitucional.
ceptuación voluntarista y naturalística del supuesto daño, y re­
quiere de una ponderación más profunda, integral y abarcativa § 4. Uniones convivenciales
de todo el sistema, con prisma valorativo. Lo señalado precedentemente para el matrimonio rige tam­
La desprotección jurídica de un interés de hecho en el plano bién, con mayor razón, para las uniones convivenciales. Lo dicho
resarcitorio puede provenir de la existencia de otros intereses asume mayor relieve si se tiene en cuenta que en la unión con­
igualmente no ilegítimos con los que pueda entrar en conflicto, vivencial la ley no menciona el deber moral de fidelidad.
422 423
RAMÓN DANIEL PrzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

De tal modo, son resarcibles entre convivientes los daños de:­ No se trata de prestaciones resarcitorias sino de compensa­
rivados de todo hecho o acto que lesione su dignidad en tan­ ciones económicas de otra naturaleza, con sustento en la equidad
to persona humana. La infidelidad no constituye d�o resarcible. y en la solidaridad familiar, orientadas a paliar situaciones de
No se indemnizan, en cambio, los daños que 'derivan de la desequilibrios económicos entre los cónyuges o convivientes re­
ruptura de la unión convivencia!. sultantes de la ruptura.
La compensación económica procede, de tal modo, con ab­
§ 5. Compensaciones económicas y responsabilidad civil soluta independencia y abstracción de las razones que puedan
haber motivado la ruptura del matrimonio o de la unión convi­
El código civil y comercial reconoce en su artículo 441 el vencia!. Lo señalado reconoce una excepción: cuando se trata
derecho del cónyuge a quien "el divorcio produce un desequi­ de nulidad de matrimonio. En tal caso, sólo tiene derecho a ella
librio manifiesto que significa un empeoramiento de su situación el cónyuge de buena fe (art. 428).
y que tiene por causa adecuada el víncul matrimonial y su
ruptura" a obtener "una compensación" que puede consistir en
§ 6. Responsa ilidad de los padres
una "prestación única, en una renta por tiempo determinado o,
por daños causados a los hijos
excepcionalmente, por plazo indeterminado". La misma puede
ser pagada "con dinero, con el usufructo de determinados bienes" a) Falta de reconocimiento
o por cualquier otro modo "que acuerden las partes o decida el voluntario de los hijos
juez". El mismo criterio se prevé para las "uniones conviven­
ciales" (art. 524). Toda persona tiene derecho a conocer su identidad personal,
una de cuyas facetas más significativas se relaciona con el origen
En ambos casos, la fijación judicial de la compensación eco­
biológico: saber quiénes son sus padres y quiénes integran su
nómica, a falta de acuerdo, se determina atendiendo al estado
familia (Parellada, Bossert-Zannoni).
patrimonial de cada uno de los cónyuges o convivientes al inicio
y a la finalización de la vida matrimonial, a la dedicación que Tanto el código civil y comercial, como los pactos interna­
cada cónyuge o conviviente brindó a la familia y a la crianza cionales sobre derechos humanos suscriptos por nuestro país,
y educación de los hijos durante la convivencia y a la que debe que gozan de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN) con­
prestar con posterioridad al divorcio, a la edad y estado de salud sagran y consolidan definitivamente ese derecho.
de los cónyuges o convivientes y de los hijos, a la capacitación El código civil y comercial legitima activamente para articular
laboral y a la posibilidad de acceder a un empleo del cónyuge la acción de reclamación de filiación a quien no ha sido reco­
o conviviente que solicita compensación económica, a la cola­ nocido como hijo, trátese de la filiación matrimonial o extrama­
boración prestada a las actividades mercantiles, industriales o trimonial (art. 582).
profesionales del otro y a la atribución de la vivienda familiar En ese orden de ideas, en el artículo 587 expresamente se
(arts. 442 y 525). contempla la reparación de los daños patrimoniales y extrapatrimo­
Las prestaciones compensatorias son propias de regímenes niales producidos por la falta de reconocimiento espontáneo por el
de divorcio no dependientes de la culpa. progenitor contra el cual se acciona, o sea, por el padre alegado:

424 425
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS SUPUESTOS ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

"Reparación del daño causado. El daño causado al hijo por b) Daños causados por la obstaculización
la falta de reconocimiento es reparable, reunidos los requisitos de la comunicación entre parientes,
previstos en el Capítulo 1 del Título V del Libro Tercero de respecto a los niños y adolescentes
este Código".
Quien tiene a su cargo el cuidado de una persona menor de
El no reconocimiento de un hijo representa una conducta an­ edad, con capacidad restringida, enferma o imposibilitada tiene
tijurídica, con idoneidad para generar daño patrimonial y moral, el deber de permitir la comunicación de éstos con sus ascen­
siempre que medie culpa o dolo en su conducta. dientes, descendientes, hermanos bilaterales o unilaterales, pa­
El elemento subjetivo de la responsabilidad· requiere que el rientes por afinidad en primer grado y con quienes justifiquen
progenitor tenga conocimiento de la probabilidad del vínculo. un interés afectivo legítimo (arts. 555 y 556).
En este orden de ideas, es muy importante ponderar la conducta El incumplimiento de dicho deber por causas imputables a
asumida por éste durante el proceso de filiación. El solo hecho aquél (dolo o culpa) es apto para comprometer su responsabilidad
de no reconocer voluntariamente al hijo, hasta tanto, por ejemplo, civil, tanto con relación a la persona que tiene a su cuidado,
no se realice la prueba biológica, como regla no importa pre­ como ante los terceros a quienes la ley reconoce el derecho de
sunción de culpabilidad, salvo que se probase que el demandado comunicación (Parellada, Medina).
sabía positivamente que era el padre y que se negó a reconocerlo
espontáneamente; o cuando en juicio negare la paternidad y no c) Transmisión de enfermedades
obstante ello no colaborase con la realización de las pruebas
¿Responden los padres frente a sus hijos por el daño causado
biológicas que --de modo -- preciso permitirían - determinar - o des­
por la transmisión de enfermedades genéticas o infecciosas de­
cartar la filiación alegada.
rivadas de la procreación natural?
El menoscabo espiritual surge in re ipsa de la omisión im­ El tema ha dado lugar a enfoques encontrados.
putable de reconocimiento espontáneo por el progenitor y se
Cierta doctrina se inclina por la respuesta afirmativa, pero
traduce, entre otros aspectos, en el hecho de no poder contar exige que se trate de enfermedades graves, que afectan una vida
con el apellido paterno y q.e no ser considerado hijo del proge­ digna. Quienes participan de estas ideas proclaman que es in­
nitor, amén del que deriva de las carencias afectivas, y de la dispensable el conocimiento de dicha realidad por los padres,
frustración al proyecto de vida familiar ( que incluye tener una antes del acto procreacional, por lo que éstos deberían responder
familia y gozar de ella). únicamente en la medida en que, obrando diligentemente durante
También debe ser resarcido el daño material, particular­ la concepción o el embarazo, podrían haber evitado la transmisión
mente en los casos de pérdida de chances. El tema asume (Banchio).
especial relieve en aquellos casos en los cuales han mediado Otros, en cambio, se inclinan por una posición distinta y con­
muchos años entre el nacimiento y la sentencia que determi­ sideran que no hay responsabilidad paterna en los supuestos que
na la paternidad del renuente al reconocimiento espontáneo nos ocupan (Zannoni, Saux). Una solución contraria conduce,
del hijo. entre otras cosas, a restringir los derechos procreacionales que

426 427
RAMÓN DANIEL PrzARRo - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

hacen a la dignidad de la persona humana por la sola probabilidad_


de transmisión de una enfermedad hereditaria, muchas veces me­
ramente posible o contingente en grados de probabilidad esta­
_
dística. No hay antijuridicidad alguna en la conducta de qmenes,
en tales circunstancias, conciben a un hijo, por lo que no cabe
aquí hablar de culpabilidad en ningún senti_do. Sin antijuridicidad CAPÍTULO XXXII
previa, no hay culpabilidad posible predicable de la conducta LAS ACCIONES (PRETENSIONES)
del agente. DE RESPONSABILIDAD
La situación es distinta en caso de transmisión de enferme­
dades por intervención sobre los genes. En tal caso, debe res­ A) LA ACCIÓN PREVENTIVA
ponder el laboratorio y quienes interviI1ieron en �l proceso que
desencadenó la activación del gen o genes deletereos. Se trata § l. Remisión
de un típico supuesto de actividad riesgosa o peligrosa, alcanzada Nos hemos ocupado de esta acción supra Capítulo X, C, §§ 10
por el estándar normativo de los artículos 1757 y 1758. El �actor y siguientes. Remitimos a lo allí expuesto.
de atribución es, por ende, objetivo y con basamento en el nesgo
creado.
B) LA ACCIÓN RESARCITORIA

§ 2. Introducción1
En este capítulo abordamos algunas cuestiones vinculadas con
la acción resarcitoria.
Durante siglos los conceptos de acción y derecho se identi­
ficaron. La acción no era otra cosa que el derecho puesto en
movimiento o "en pie de guerra", según la concluyente expresión

1 Bibliografía complementaria sugerida: COUTURE, Eduardo, Fundamentos del


derecho procesal civil, n. 34, p. 57; AGOGLIA, M.; BORAGINA, J. C. y MEZA, J.,
La lesión a los intereses difusos. Categoría de daño jurídicamente protegib/e, en JA
1993-II-890; LORENZE1TI, Ricardo, Responsabilidad colectiva, grupos y bienes co­
lectivos, en LL 1996-D-1063; ídem, Daño moral colectivo. Su reconocimiento juris­
prudencia/, en JA 1997-ill-237; La protección del ambiente, en LL 1997-E-1463;
GALDÓS, Jorge, Daño moral colectivo, daños punitivos y legitimación procesal ac­
tiva, en Revista de Derecho de Daños, n. 6; ídem, su voto en CCCom. de Azul,
22-10-96, ED 171-378; TRIGO REPRESAS, Un caso de daño moral colectivo, en
ED 171-373; BUSTAMANTE ALSINA, El daño moral colectivo es daño jurídico
resarcible, en LL 1998-A-1033; PIZARRO, Daño moral, n. 20, b, p. 135.

428 429
1
1

RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

de Demolombe. Éste era el concepto de acción en el pensamien-_ La acción tiende, naturalmente, a la realización plena del de­
to de juristas de la talla de Pothier, Aubry y Rau y Demolom­ recho, pero no lo presupone, ni menos aún lo requiere de manera
be, que influenciaron decisivamente en el pensamiento de Vélez necesaria para su procedencia.
Sársfield: Tampoco debe confundirse la acción con la pretensión de
A mediados del siglo XIX, el concepto de acción experimentó hacer efectivo un derecho mediante una demanda judicial.
un vuelco fundamental, fruto de una célebre polémica entre Mu­ La pretensión no constituye un derecho autónomo, sino que
ther y Windscheid, _que habría de culminar con la tesis de este es un simple hecho, o lo que es igual, la afirmación que efectúa
último en el sentido de que derecho y acción difieren en su con­ un sujeto de merecer tutela jurídica. O sea, la autoatribución de
tenido y representan, en consecuencia, dos nociones diferentes. un poder jurídico. Sin embargo, la pretensión no es la acción.
Comenzó, de tal modo, a separarse el derecho de la acción. La acción es algo más: es el poder jurídico de hacer valer la
La reformulación del concepto de acción significó mucho más pretensión, que existe aun cuando la pretensión sea infundada.
que una nueva noción jurídica, pues dio lugar a la autonomía
del derecho procesal, que se desprendió del derecho común de­ § 3. La acción (pretensión) resarcitoria
finitivamente a partir de entonces.
Una vez configurados los presupuestos de la responsabilidad
La acción es hoy concebida como "el poder jurídico que tiene civil, se genera una obligación de resarcir el perjuicio causado.
todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales Dicha pretensión resarcitoria puede ser exigida judicialmente por
para reclamarles la satisfacción de una pretensión" (Couture). el damnificado, a través del ejercicio_ d� !él afcjó11 p�ftj.I_!_ent�
·· Es· urrpoder jurídico que dispone toda-persona, al - amparo- del - - - .. -
(Trigo Represa- s).
cual le es posible formular ante los jueces una pretensión. Ad­ Como puede advertirse, la locución "acción" (resarcitoria) no
viértase que poco importa para ello que el sujeto realmente tenga es utilizada aquí en sentido técnico, como derecho autónomo de
un derecho, o que la pretensión sea fundada o infundada. La acceder a la jurisdicción, sino en sentido sustancial, o sea, corno
falta de derecho no impide la posibilidad de accionar procesal­ realización a través de los organismos jurisdiccionales del Estado
rnente, pues pueden promover acción inclusive aquellos que erró­ de la pretensión resarcitoria.
neamente se consideran con razón. La acción es, de tal modo,
un poder jurídico de acudir ante los organismos jurisdiccionales
del Estado. O, lo que es igual, un derecho autónomo de acceder § 4. Legitimación activa y pasiva. Caracterización
a la jurisdicción. Se entiende por "legitimación" la habilitación para ser sujeto
Conviene, entonces, no confundir acción y derecho sustancial. activo o pasivo de una determinada pretensión en sede judicial.
Se habla de acción como sinónimo de derecho, cuando se dice Es un concepto eminentemente procesal, que plasma, en esencia,
que "el actor carece de acción", o cuando se articula la exceptio la denominada legitimatio ad causam, o lo que es igual, que
sine actione agit, todas expresiones que en verdad procuran poner quien demanda o aquel contra quien se demanda reviste la calidad
de relieve que el accionante no tiene un derecho efectivo que de persona idónea o habilitada por la ley para discutir el objeto
deba ser tutelado en sede judicial. sobre el cual versa el litigio.
430 431
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

La legitimario ad causam constituye un presupuesto indis­ a la persona de la víctima, que resulta lesionado. El daño se
pensable de la pretensión resarcitoria, ��es a �avés_ de ella �e produce, en tales circunstancias, en forma refleja o "de rebote".
_ -
determina quiénes pueden demandar (leg1trmac1on_ actJ.va) o qme­
nes pueden ser demandados (legitimación pasiva). Va de suyo § 7. Legitimación activa del damnificado directo
que el órgano jurisdiccional debe -en �rimer lugar-:- �alizar su
existencia, aun procediendo de oficio, sm que esto ultrmo afe�te a) Daño patrimonial
la garantía del debido proceso y el principio dispositivo que nge Se reconoce la legitimación activa amplia de todo damnificado
en materia procesal civil y comercial. directo en el daño patrimonial, sea la responsabilidad obligacio­
nal, contractual o por hechos ilícitos (argum. arts. 1738, 1739,
§ 5. Legitimación activa
1741 y eones., Cód.Civ.Com. y art. 29 del Cód. Pen.).

En materia de responsabilidad por daños, la legitimación ac­ 1) Daños a las personas


tiva se configura cuando el actor es titular de la relación jurídica
Tratándose de daños a la persona, la aplicación de estos
sustancial en la cual se sustenta la pretensión resarcitoria, con
principios no ofrece mayores dificultades. El artículo 1738 re­
abstracción de que ésta tenga o no fundamento.
fuerza esta conclusión en cuanto "hace referencia 'a la víctima',
Si bien, como regla, toda persona que sufre un perjuicio puede quien es evidentemente el legitimado para reclamar por el daño
pretender su reparación e� sede judici�, existe� al�nas l�ta­ patrimonial derivado de la lesión a sus derechos personalísimos,
ciones legales a ese enunciado, que restnngen el amb1to de suJetos la integridad psicofísica, sus afecciones legítimas y su proyecto
que pueden accionar en procura de obtener tal finalidad. de vida" (Ossola). La misma conclusión vale para el reclamo
por el daño extrapatrimonial o moral (art. 1741).
§ 6. Damnificados directos e indirectos
2) Daños a las cosas
Damnificado directo es quien sufre en calidad de víctima la
En cambio, en materia de daño patrimonial o extrapatrimonial
lesión de un interés patrimonial o extrapatrimonial propio, Y a
derivado del menoscabo de cosas, los conceptos tienden a oscure­
raíz de ello experimenta un perjuicio patrimonial o moral (Trigo
cerse, particularmente cuando distintas personas experimentan
Represas, Borda, Orgaz, Llambías).
lesión a sus intereses (patrimoniales o morales) a raíz de la des­
Damnificado indirecto es la persona que padece un daño pro­ trucción o deterioro de aquéllas. En efecto, tal circunstancia puede
pio, derivado de un ilícito que tiene por víctima a un ter�ero, perjudicar de manera directa no sólo a su propietario sino también
respecto de quien existía un interés patrimonial o extrapatnmo­ a otras personas que tuvieren otros derechos reales sobre la misma,
nial, que resulta conculcado (en el homicidio, ex��rimentan un o la posesión o, inclusive, la simple tenencia, tales como el
perjuicio indirecto, por ejemplo, el cónyuge y los hiJOS del _mue:­ condómino, el mero poseedor o tenedor, el nudo propietario, el
to) (Zannoni, Bustamante Alsina). Existe, de tal modo, un mteres usufructuario, el usuario, el acreedor hipotecario o prendario, el
espiritual de afección, propio del damnificado indirecto, ligado locatario, el comodatario, el depositario e inclusive el simple
432 433
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

tenedor o poseedor de buena fe de la cosa o bien. Lógicamente, en el derecho a la reparación de los damnificados indirectos. Ello
estos casos, el objeto y contenido del daño variará según el tipo de surge con claridad del artículo 1739, en cuanto establece que
interés conculcado que pueda afectar al damnificado. "para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio
Todos ellos son damnificados directos, pues experimentan de directo o indirecto", actual o futuro, cierto y subsistente. La
manera inmediata una minoración (patrimonial o moral) derivada solución normativa guarda armonía con lo dispuesto por el ar­
de una lesión de sus derechos o intereses sobre la cosa. Así lo tículo 29 del código penal.
dispone expresamente el artículo 1772: "Daños causados a cosas
o bienes. Sujetos legitimados. La reparación del menoscabo a 2) Damnificados indirectos por daño patrimonial
un bien o a una cosa puede ser reclamado por: en caso de homicidio. Remisión
a) el titular del derecho real sobre la cosa o bien; El tema que nos ocupa tiene especial importancia en materia
b) el tenedor y el poseedor de buena fe de la cosa o bien". de homicidio, hecho que únicamente afecta a damnificados in­
directos. En el homicidio no hay damnificado directo, pues el
3) Incumplimiento obligacional y contractual muerto no sufre, ni puede sufrir ningún daño patrimonial derivado
En la responsabilidad por incumplimiento bligacional y con­ del hecho que produjo su deceso.
tractual, el damnificado directo es el acreedor afectado por éste. Hemos abordado esta cuestión, supra Capítulo IX, § 2, adonde
remitimos.
Su legitimación activa resarcitoria es amplia.
b) Daño extrapatrimonial
b) Daño extrapatrimonial o moral
1) Régimen legal. Remisión
El código civil y comercial reconoce legitimación activa am­
plia al damnificado directo por daño extrapatrimonial o moral, Nos hemos ocupado de la legitimación activa de los damni­
sea la responsabilidad contractual o extracontractual. ficados indirectos por daño extrapatrimonial o moral supra Ca­
Nos hemos ocupado del tema supra Capítulo III, § 24, adonde pítulo ID, §§ 24 y 25. Remitimos a lo allí expuesto.
remitimos.
2) Legitimación activa en el daño
§ 8. Legitimación activa de los damnificados indirectos extrapatrimonial o moral colectivo2
Conviene distinguir según se trate de daño patrimonial o ex­ l. Precisiones conceptuales
trapatrimonial. El Derecho no sólo protege intereses individuales. La tutela
preventiva, resarcitoria y, en ciertos casos, punitiva tiende en
a) Daño patrimonial
1) Régimen aplicable 2 Bibliografía complementaria sugerida: SAUX, Edgardo, Acceso a la tutela de

los "derechos de incidencia colectiva" dentro del nuevo texto constitucional, trabajo
Tratándose de daño patrimonial, la ley reconoce con amplitud de sumo interés publicado en Revista de Derecho Privado y Comunitario, 1994, n. 7,

434 435
RAMÓN DANIEL f>IZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

nuestro tiempo a expandirse, alcanzando también a intereses Pª-:­ que la renuncia a la acción de unos no afecta a los demás;
trimoniales y extrapatrimoniales de carácter grupal o colectivo tampoco puede serles opuesta a éstos la transacción. De igual
(ver supra, Tomo I, § 26). modo, la condena al responsable en un juicio seguido por uno
Existe un amplio abanico de intereses, que vaii desde el es­ de los damnificados no hace cosa juzgada respecto de los otros.
trictamente individual hasta el interés público, cuya adecuada
En segundo término encontramos los denominados intereses
regulación constituye una premisa fundamental para el Derecho
colectivos, que se diferencian cualitativamente de los anteriores:
moderno.
su titular es un grupo asociativo no ocasional, gestado en razón
En primer lugar, encontramos los intereses individuales que, de la existencia de objetivos comunes, que cuenta con un ente
como su nombre lo indica, sólo comprometen a un sujeto sin­ representativo. Así, por ejemplo, una liga de consumidores o
gularmente considerado, sobre quien descansa, en principio, la una entidad orientada a combatir la discriminación arbitraria.
legitimación activa en materia preventiva y resarcitoria. Cuando La legitimación activa compete al grupo y sus efectos obligan
un mismo hecho ilícito causa varios damnificados, que sufren a éste.
un perjuicio individual (pluralidad de damnificados), cada uno
de ellos tiene legitimación activa para reclamar la reparación del Finalmente, están los intereses difusos, que son aquellos que
que ha sufrido, con independencia de la actitud que asuman los corresponden a un conjunto impreciso e indeterminado de per­
restantes damnificados. Cada uno sufre un daño distinto, el suyo sonas, no ligadas por base asociativa alguna, pero aunadas por
propio, cuya reparación no experimenta influencia alguna por la expectativas comunes por una mejor calidad de vida (derecho
suerte que corran las pretensiones resarcitorias de los otros de­ al medio ambiente, a un patrimonio histórico y cultural, a un
mandantes. En este caso no puede pensarse en la aplicación de hábitat espiritual compatible con la existencia digna de toda per­
las normas de sujeto plural porque no se está frente a una única sona, etc.). Se trata de intereses que no se singularizan en tomo
obligación conjunta (solidaria, indivisible o divisible) sino a tan­ a un determinado sujeto, y que, por el contrario, alcanzan a toda
tas obligaciones distintas como damnificados existen. Va de suyo la comunidad o a parte de ella, cuyos integrantes, individual­
mente, están interesados en preservarlos.
p. 111, en especial n. 7, ps. 133 y 134; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, El daño La tutela preventiva, resarcitoria y sancionatoria de estos in­
colectivo, en Derecho de Daños. Homenaje a Jorge Mosset Iturraspe, p. 439; Los tereses colectivos o grupales constituye uno de los grandes de­
dai'ios morales colectivos y su resarcimiento dinerario, en JA 1997-ill; MORELLO, A.
y STIGLITZ, R., Daño moral colectivo, en LL 1984-C-1198; AGOGLIA, M.; BO­ safíos de la hora actual, e imponen la necesidad de una profun­
RAGINA, J. C. y MEZA, J., La lesión a los intereses difusos. Categoría de daño da transformación de instituciones sustanciales y procesales,
jurídicamente protegible, en JA 1993-11-890; LORENZETTI, R., Responsabilidad co­ que permita su concreción con razonable grado de. seguridad y
lectiva, grupos y bienes colectivos, en LL 1996-D-1063; Daño moral colectivo. Su
reconocimiento jurisprudencia/, en JA 1997-ill-237; La protección del ambiente, en equidad.
LL 1997-E-1463; GALDÓS, Jorge, Daño moral colectivo, daños punitivos y legiti­ Asistimos a una notable expansión de la legitimación activa
mación procesal activa, en Revista de Derecho de Daños, n. 6, p. 113; íd., su voto
en CCCom. de Azul, 22-10-96, ED 171-378; TRIGO REPRESAS, Félix A., Un caso en materia de prevención del perjuicio. Existe conciencia respecto
de daño moral colectivo, en ED 171-373; BUSTAMANI'E ALSINA, Jorge, El daño de la necesidad de implementar vías de tutela colectiva de los
moral colectivo es daño jurídico resarcible, en LL 1998-A-1033; PIZARRO, Ra­ intereses grupales. El fenómeno de expansión de la legitimación
món D., Daño moral, n. 20, b, p. 135.
activa, en tales supuestos, se presenta nítidamente en la Cons-
436
437
LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

titución Nacional, luego de la reforma de 1994, que en su ar:­ (ii) Las acciones colectivas en defensa de los intereses
tículo 43 reconoce expresamente el derecho a interponer recurso del propio grupo o asociación, orientadas a la tutela de
de amparo "contra cualquier forma de discrimin�ción, y en lo los derechos que le corresponden como persona jurídica
relativo· a los derechos que protegen al ambiente� a la compe­ (v. gr., daños por incumplimiento de contratos celebrados
tencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de con ella, prevención o cesación de actividades lesivas a
incidencia colectiva en general". intereses patrimoniales o extrapatrimoniales, etc.).
Tal legitimación es conferida no sólo al propio afectado, sino (iii) Las acciones colectivas que se articulan en defensa de
también al defensor del pueblo y a las asociaciones que respondan los intereses colectivos o difusos de toda la comunidad
a esos fines. También la ley 24.240 de defensa del consumidor, o de un cierto sector de ella. Adviértase que no se ejercit�
en su artículo 52, expande la legitimación activa para tutelar los una acción en defensa de los intereses de uno o de varios
intereses amenazados o afectados de los consumidores, recono­ asociados, ni de la asociación, sino de toda la comunidad
ciendo la facultad de accionar al consumidor o usuario, a las o de un sector importante de ella, impersonal e indeter­
asociaciones de consumidores constituidas como personas jurí­ minado como categoría específica.
dicas, a la autoridad de aplicación nacional o local y al Ministerio En mateiia de intereses colectivos y difusos, cualquier persona
Público. interesada en su preservación (v. gr., tutela del medio ambiente)
Dentro de este orden de ideas es posible -teóricamente- dis­ está legitimada para accionar preventivamente, sin perjuicio del
tinguir tres tipos de acciones susceptibles de ejercicio colectivo: derecho que la Constitución reconoce al defensor del pueblo
(art.-4J). También- goza de legitimación activa, en tal caso, el
(i) Las acciones que el ·afectado iiidívidual o agrupado que defensor del Pueblo de la Nación, de las provincias y de la
demuestre un interés propio, el defensor del Pueblo de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según corresponda, las or­
la Nación, de las Provincias o de la Ciudad Autónoma ganizaciones no gubernamentales de intereses colectivos, en los
de Buenos Aires, según corresponda, y las organizaciones términos del artículo 43 de la Constitución Nacional, el Estado
no gubernamentales de defensa de intereses colectivos, nacional, los Estados provinciales, la Ciudad Autónoma de Bue­
en los términos del artículo 43, promuevan en caso de nos Aires y los Estados municipales y el Ministerio Público.
lesión a derechos individuales homogéneos. Esta situa­
Remarcamos que en su ámbito específico, la ley 24.240 de de­
ción se configura cuando media una pluralidad de dam­
fensa del consumidor concede legitimación activa al consumidor
nificados individuales, con daños comunes, pero divisi­
o usuario por derecho propio, cuando sus intereses resulten
bles o diferenciados, causados en forma indirecta por la
afectados o amenazados, a las asociaciones de consumidores 0
lesión a un derecho colectivo o provenientes de una causa
común, fáctica o jurídica. Es, sin duda, el supuesto más usuarios autorizadas en los ténninos del artículo 56 de dicha
complejo, que ha tenido un formidable desarrollo en la ley, a la autoridad de aplicación nacional o local, al Defensor
jurisprudencia de la Corte Suprema, a partir del fallo del Pueblo y al Ministerio Público Fiscal. La ley dispone también
dictado en la causa "Halabi", al que haremos referencia que "En las causas judiciales que tramiten en defensa de inte­
seguidamente. reses de incidencia colectiva, las asociaciones de consumidores

439
438
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

y usuarios que lo requieran estarán habilitadas como litisconsortes. dencialidad que, como abogado, ostenta en las comunicaciones
de cualquiera de los demás legitimados por . el presente artícu­ con sus clientes. Al producir su informe, el Estado nacional
lo, previa evaluación del juez competente sobre la. legitimación. sostuvo que la vía de la acción de amparo no era apta para
de éstas"·. debatir el planteo. La demanda fue acogida en primera instancia
y confirmada en la Alzada, decisorio en el cual se atribuyó al
II. Tutela judicial por daño derivado de lesión a fallo carácter erga omnes. El Estado demandado dirigió su im­
derechos individuales homogéneos. La doctrina pugnación a descalificar el efecto otorgado a la sentencia, que
de la Corte Suprema de Justicia. El caso ''Halabi" provocaba efectos expansivos con relación a toda la comunidad.
La Corte Suprema, en un fallo histórico, por mayoría integrada
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sentado bases por los ministros Lorenzetti, Zaffaroni, Maqueda y Highton, con­
generales para la legitimación activa en el daño colectivo, tor­ firmó el pronunciamiento, sentando jurisprudencialmente las pri­
nando operativa la garantía establecida por el artículo 43 de la meras bases de las acciones de clase, indispensables para la tutela
Constitución Nacional. De manera pretoriana, frente a la pasi­ de derechos de incidencia colectiva y difusos.
vidad del legislador, ha señalado bases relevantes que abren las
La Corte confirmó el fallo de Cámara que había atribuido
puertas a las llamadas "acciones de clase". Es, sin duda alguna,
un paso adelante muy significativo, pero dista en mucho de lo efectos erga omnes a su decisión, sosteniendo que dicha amplitud
de efectos del pronunciamiento no se halla sólo en la búsqueda,
que sería ideal. La problemática (sustancial y, sobre todo, pro­
por parte del juzgador, de arbitrios tendientes a superar el escollo
cesal) de las acciones de clase debería ser resuelta de modo
derivado de la arraigada concepción individualista en materia
categórico por el legislador, tal como ocurre en los países se­
de legitimación, sino que el verdadero sustento de la proyección
rios. La seguridad jurídica -asociada a la predictibilidad- re-
quiere de ello. superadora de la regla interpartes, determinante de la admisibi­
lidad de la legitimación grupal, es inherente a la propia naturaleza
El leading case en la materia es la causa "Halabi, Ernes­ de la acción colectiva en virtud de la trascendencia de los de­
to c/PEN. Ley 25.873, decreto 1563/04" (CSJN, 24-2-2009, Fa­ rechos que por su intermedio se intentan proteger.
llos: 322: 111 y LL 2009-B-157).
Los hechos eran los siguientes: un abogado promovió acción En ese orden de ideas, proclamó que la Constitución Nacional,
de amparo, con el objeto de que se declare la inconstitucionalidad en su artículo 43, admite una tercera categoría de derechos, con­
de la ley 25.873 y su decreto reglamentario 1563/2004. Sostuvo formada por aquellos de incidencia colectiva referentes a inte­
que dicha normativa, al autorizar la intervención de comunica­ reses individuales de carácter homogéneo, tal el caso de derechos
ciones telefónicas y por Internet, sin que una ley determine en personales o patrimoniales derivados de afectaciones al ambiente,
qué casos y con qué justificativos, violaba la garantía constitu­ a la competencia, a los derechos de usuarios y consumidores o
cional reconocida por los artículos 18 y 19, específicamente el a los derechos de quienes son víctimas de discriminaciones ar­
derecho a la intimidad de las personas. Halabi alegó que dicha bitrarias, supuestos en los cuales existe un hecho, único o con­
intromisión constituía una violación de su derecho individual a tinuado, que provoca la lesión a todos ellos y, por lo tanto, es
la privacidad, a la vez que menoscababa el privilegio de confi- identificable una evidente homogeneidad no sólo fáctica sino
441
440
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

también normativa, que conduce, razonablemente, a la realización artículo 43 de la Constitución Nacional, una acción declarativa
de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que con análogas características y efectos a la existente -class ac­
en él se dicte, salvo en lo que hace a la prueba 9-el daño. tions- en el derecho norteamericano. Para la admisión formal
La falta de un marco normativo adecuado que regule el ejer­ de una acción colectiva, según la Corte, se requeriría la verifi­
cicio de las acciones de clase (en el caso de derechos de incidencia cación de ciertos recaudos elementales, tales como la precisa
colectiva referente a intereses individuales homogéneos) no fue identificación del grupo o colectivo afectado, la idoneidad de
considerada obstáculo por la Corte, atento al carácter operativo quien asume su representación y la existencia de un planteo que
que tiene la garantía de acceso a la justicia que emerge del involucre, por sobre los aspectos individuales, cuestiones de he­
artículo 43 de la Constitución Nacional. cho y de derecho que sean comunes y homogéneas a todo el
Avanzando en su razonamiento, la Corte sostuvo que la pro­ colectivo, siendo esencial que se arbitre en cada caso un proce­
cedencia de las acciones tendientes a la tutela de derechos de dimiento que garantice la adecuada notificación de todas las per­
incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogé­ sonas que puedan tener un interés en el resultado del litigio, y
neos, o sea, las acciones de clase, requiere de la verificación de que se implementen medidas de publicidad orientadas a evitar
una causa fáctica común, de una pretensión procesal orientada la multiplicación de procesos colectivos con un mismo objeto.
en el aspecto colectivo de los efectos de ese hecho y de la
constatación de que el ejercicio individual no aparece plenamente § 9. Transmisibilidad de la acción
justificado. Ello sin perjuicio de que también proceda cuando, a) Daño patrimonial
tratándose _de _derechos individuales, exista _un fuerte interés es,..
tatal en su protección, sea por su trascendencia social o en virtud La acción resarciforia del daño patrimonial se transmite a los
de las particulares características de los sectores afectados. sucesores universales y particulares del damnificado. Es una con­
secuencia lógica del carácter resarcitorio y del contenido patri­
La Corte calificó a la pretensión del actor como un supuesto monial que asume dicha pretensión y de la aplicación.
de ejercicio de derechos de incidencia colectiva referentes a in­
tereses individuales homogéneos y consideró que la cuestión li­ b) Daño extrapatrimonial o moral
tigiosa no se circunscribía a procurar una tutela exclusivamente
para los intereses de aquél, y que alcanzaba también, por la En materia de daño moral, rige el artículo 1741, segundo
índole de los derechos en juego, a los de todos los usuarios de párrafo. De tal modo, "la acción sólo se transmite a los sucesores
servicios de telecomunicaciones y también de todos los abogados. universales del legitimado si es interpuesta por éste".
En ese contexto, la Corte dijo, con razón, que tratándose de Nos hemos ocupado del tema supra Capítulo III, § 27, adonde
acciones tendientes a la tutela de derechos de incidencia colectiva, remitimos.
referentes a intereses individuales homogéneos, es perfectamente
aceptable, dentro del esquema de nuestro ordenamiento jurídi­ § 10. Legitimación pasiva
co, que un afectado, el defensor del pueblo, o determinadas aso­ Veamos, ahora, contra quién puede articularse la acción re­
ciaciones, deduzcan, en los términos del segundo párrafo del sarcitoria:
442 443
RAMÓN DANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

a) Autor del hecho a cometer un delito. Para que haya instigador es menester que
en el hecho. concurra otro sujeto que pueda ser calificado como
En primer lugar, contra el responsable directo, o sea, contra autor.
el agente que con su acción u omisión causa el dap.o (arts. 1749, Los consejeros y cómplices responden solidariamente con el
1773 y eones.).
autor del hecho ilícito que causa un daño, aunque no se trate
En materia contractual u obligacional, el autor del hecho es de un delito penado por el derecho penal (art. 1751).
el deudor incumpliente.
3) Encubridor
b) Pluralidad de responsables
El encubridor solamente responde en cuanto su cooperación
Dispone el artículo 1751: "Si varias personas participan en ha causado daño (art. 1752). En otras palabras: no responde por
la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las las consecuencias del hecho ilícito dañoso originario, sino úni­
reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de camente por las que derivan de su propio accionar, que es. en­
causas distintas, se aplican las reglas de las obligaciones con­ cubrir.
currentes".
Quedan comprendidos:
c) Responsabilidad por hecho ajeno
1) Coautores La acción puede ser intentada, también, en contra de quien
responde por hecho ajeno, tal el caso del principal por el hecho
Coautor es quien participa con otro en la ejecución de un de su dependiente, o de los padres por los daños que causen
hecho ilícito. sus hijos menores de edad, o de los tutores y curadores por los
La coautoría es participación en el mismo nivel de los demás perjuicios generados por el pupilo o el incapaz, respectivamente.
autores, por lo que su acción no es accesoria "aun cuando con
relación al mismo hecho pueda ser integrativa" (Soler). d) Responsabilidad por el hecho de las cosas
Su situación se asimila a la de un único autor, pesando sobre
todos ellos una responsabilidad solidaria. Tratándose de daños causados por el riesgo o vicio de la
cosa, la legitimación pasiva recae sobre el dueño y el guardián
2) Consejeros y cómplices en forma concurrente (arts. 1757, 1758 y eones.).
Ver supra Capítulo XVII.
El concepto de cómplice y consejero está determinado en el
código penal (art. 45).
e) Responsabilidad por actividades riesgosas o peligrosas
Conforme al mismo, cómplices son todas las personas que
"prestasen al autor o autores un auxilio o cooperación sin los Conforme lo dispone el artículo 1758, tratándose de respon­
cuales no habría podido cometerse (el delito)". sabilidad por actividades riesgosas o peligrosas responden de
Consejero o instigador es quien determina directamente a otro manera concurrente, quien la realiza, se sirve u obtiene provecho

444 445
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legis­ Se trata de un sujeto ajeno al hecho delictivo dañoso, que
lación especial. Ver supra Capítulo XVI. obtiene beneficios a raíz de éste. En tal caso, está obligado a
restituir en la medida del enriquecimiento. Como se advierte,
O Responsabilidad derivada de productos y d� servicios no estamos aquí frente a una acción resarcitoria, sino de enri­
defectuosamente prestados en las relaciones de consumo quecimiento sin causa.
Tratándose de daños al consumidor resultantes del vicio o
riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, responden so-
j) Sucesores universales del responsable
lidariamente el productor, el fabricante, el importador, el distri­
buidor, el proveedor, el vendedor y quien haya puesto su mar­ La legitimación pasiva se transmite por vía hereditaria a los
ca en la cosa o servicio. El transportista responde por los da­ sucesores universales del responsable (herederos y legatarios de
ños ocasionados a la cosa con motivo o en ocasión del servicio cuota). Es aplicación de los principios generales que rigen esa
(art. 40, ley 24.240). Ver supra Capítulo XX. materia.
Los sucesores singulares del responsable, al igual que los
g) Responsabilidad colectiva y anónima legatarios de cosas determinadas, no quedan obligados a satis­
Ver supra Capítulo XXIX. facer la indemnización debida por el causante. Sin embargo, el
damnificado, al igual que cualquier acreedor del difunto, puede
h) Legitimación pasiva del responsable directo e indirecto
exigir que hasta tanto no se le pague la indemnización, no se
haga entrega del legado.
Dispone el artículo 1773: "Acción contra el responsable di­
recto e indirecto. El legitimado tiene derecho a interponer su
acción, conjunta o separadamente, contra el responsable directo § 11. La legitimación pasiva en la responsabilidad colectiva
y el indirecto". Nos hemos ocupado del tema supra Capítulo XXIX.
La norma reconoce al legitimado activo el derecho de accionar
contra uno u otro de manera indistinta, o contra ambos simul­
táneamente. Es una solución lógica, que guarda armonía con el § 12. bnpedimento de reparación del daño
carácter concurrente o solidario que puede tener dicha respon­ Dispone el artículo 1779: "Impedimento de reparación del
sabilidad, según los casos. daño. Impiden la reparación del daño:
a) la prueba de la verdad del hecho reputado calumnioso;
i) Beneficiario del delito
b) en los delitos contra la vida, haber sido coautor o cómplice,
Conforme lo prescribe el artículo 32 del código penal, quien o no haber impedido el hecho pudiendo hacerlo".
por "título lucrativo participare de los efectos de un delito, estará La norma -correcta en su formulación, pero indebidamen­
obligado a la reparación hasta la cuantía en que hubiere parti­ te emplazada- trata dos situaciones en las cuales excluye determi­
cipado". nadas circunstancias obstativas para el derecho a la reparación.
446
447
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS LAS ACCIONES (PRETENSIONES) DE RESPONSABILIDAD

a) La prueba de la verdad en que genera la responsabilidad civil o se incurre en el incumpli­


el hecho reputado calumnioso miento obligacional o contractual, salvo cuando el perjuicio se
manifieste con posterioridad, en cuyo caso, recién se compu­
Ver supra Capítulo XXVI.
ta desde la exteriorización de las consecuencias dañosas, o en
supuestos en los cuales el damnificado ignorare la existencia
b) Indignidad del coautor y cómplice del daño, desde que tuvo razonable posibilidad de tomar cono­
de delitos contra la vida y de quien cimiento del mismo, conforme al curso normal y ordinario de
pudiendo impedir el hecho no lo hace las cosas.
En los delitos contra la vida, el coautor, el cómplice y quien
pudiendo impedir el hecho no lo hace no tiene derecho a la
reparación del daño sufrido a raíz de la muerte de la víctima.
Quedan incluidos en la misma el consejero, el partícipe y el
encubridor.
Se trata de una lógica y justificada causal de indignidad para
ser resarcido, que estaba contenida en el artículo 1084 del código
civil derogado y que se mantiene en el nuevo código.

§ 13. Extinción de la acción resarcitoria


La acción resarcitoria se extingue:
a) Por renuncia que el damnificado haga de ella. En caso de
pluralidad de damnificados, las acciones son independien­
tes, por lo que la renuncia de uno no perjudica el derecho
de los demás.
b) Por transacción de la acción civil.
c) Por prescripción extintiva.
La acción de daños y perjuicios derivados de responsabili­
dad civil contractual y extracontractual (art. 2561, segundo pá­
rrafo).
Quedan comprendidos todos los supuestos de responsabilidad
que no tengan una regulación específica distinta.
La doctrina dominante admite pacíficamente que la prescrip­
ción comienza a correr desde el día en que se comete el ilícito
448 449
CAPÍTULO XXXIII
RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN
CIVIL Y LA ACCIÓN PENAV

§ l. Acción civil y acción penaP


Un mismo hecho puede ser idóneo para comprometer, al mis­
mo tiempo, la responsabilidad civil y penal de un sujeto. En tal
caso, se suscitan "cuestiones derivadas de la diversidad de san­
ciones que corresponden aplicar" (Bustamante Alsina), amén de
no poeas-connotaciones · de·· índole procesal. Por- una parte ·se
genera la reacción del ordenamiento jurídico frente al delito cas-

1 Para un estudio en mayor profundidad de esta temática, ver PIZARRO, Ramón

Daniel, Responsabilidad civil por riesgo creado y de empresa, La Ley, Buenos Ai­
res, 2006, t. I, Cap. VIII.
2 Bibliografía complementaria sugerida: CESANO, José, en TRIGO REPRESAS

y LÓPEZ MESA, Tratado de la responsabilidad civil, l" ed., t. IV, Cap. 17, p. 613;
BUSTAMANTE ALSINA, Acción civil y criminal (relaciones), en ALTERINI y LÓ­
PEZ CABANA (dirs.), Enciclopedia de la responsabilidad civil, t. I, ps. 91 y 92;
ídem, Relaciones entre el proceso penal y el proceso civil, en Zeus 22-D-45; NÚÑEZ,
La acción civil en el proceso penal, Lemer, Córdoba, 1982; ORGAZ, Valor de la
absolución penal en el juicio civil de indemnización de daños, en Estudios·de derecho
civil, 1948, ps. 261/262; KEMELMAJER DE CARLUCCI. El derecho a un proceso
sin dilaciones indebidas y el artículo 1101 del Código Civil, en Revista de Derecho
de Daños, n. 2002-3, p. 169; HIGHTON, La suspensión del juicio a prueba ("pro­
bation ") y el proceso civil. ¿ Cómo juega la nonnativa civil cuando en causa penal
no hay condena, ni absolución, sino suspensión del proceso a prueba?, en Revista
de Derecho de Daños, n. 2002-3, p. 134; SAUX, Edgardo, en BUERES y HIGHTON,
Código civil y nonnas complementarias, t. 3a, art. 1101, n. 7, p. 311.

451

. l.
i
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

tigado por el código penal, claramente orientada a sancionar Y, en caso afirmativo, cuándo y con arreglo a qué criterios
represivamente al culpable mediante la imposición de la pena puede dictarse en sede penal la condena a indemnizar daños
prevista en dicho cuerpo normativo; por otra, frente a la pro� y perjuicios.
ducción· de un daño injustamente causado, se legitima la confi­ c) Cuáles son los efectos que produce la coexistencia del
guración de una pretensión resarcitoria en cabeza de quien sufre proceso penal y del proceso civil cuando la pretensión
dicho perjuicio y pretende su reparación en las condiciones que resarcitoria es deducida en esta última sede.
fija la ley. d) Qué efectos produce el proceso penal sobre el curso de
Quede claro que se trata de una situación contingente y no la prescripción de la acción civil resarcitoria.
fatalmente necesaria, pues el delito penal puede o no involucrar e) Finalmente, los efectos recíprocos de la cosa juzgada, que
la responsabilidad civil (del mismo modo que puede haber ilícitos nos llevará a ponderar la influencia de la sentencia criminal
civiles que no provoquen responsabilidad penal alguna). sobre la civil y, excepcionalmente, a la inversa, de esta
Si aquél causa también un daño resarcible (y concurren, asi­ última sobre aquélla.
mismo, los demás presupuestos del resarcimiento civil), coe­
xistirán dos acciones de distinta naturaleza, alcanzadas por pre­ § 2. Independencia de ambas acciones
supuestos, principios y finalidades diferentes: por un lado, la
acción penal, estructurada sobre presupuestos de rígida tipicidad Dispone el artículo 1774: "Independencia. La acción civil y
del ilícito y de imputación rigurosamente subjetiva, que persigue la acción penal resultantes del mismo hecho pueden ser ejercidas
aplicar una pena -sanción retributiva- al delincuente para evi­ independientemente. En los casos en que el hecho dañoso con­
tar la repetición del hecho y para brindar un mensaje de tran­ figure al mismo tiempo un delito del derecho criminal, la ac­
quilidad a la sociedad toda; por otro, la acción civil, edificada ción civil puede interponerse ante los jueces penales, conforme
en derredor de un esquema de atipicidad del ilícito dañoso, de a las disposiciones de los códigos procesales o las leyes espe­
factores de atribución que pueden ser objetivos o subjetivos, ciales".
que luce claramente orientada a la reparación del daño injusta­ La acción civil y la acción penal son sustancialmente inde­
mente causado. pendientes la una de la otra.
Esto suscita varias cuestiones jurídicas, sustanciales y proce­ Cada una de ellas puede ser ejercida con independencia; la
sales, que deben ser resueltas a la luz del derecho positivo vigente: acción civil, en sede civil, y la acción penal en el ámbito criminal.
a) Si ambas acciones son o no independientes y, en su caso, Cabe también la posibilidad de que, con arreglo a lo que
cuál es la exacta dimensión de la relación existente entre prevean los códigos de procedimientos en lo penal aplicables u
ambas. otras normas especiales, á la luz de lo dispuesto por el artícu­
b) Si puede el damnificado deducir la acción civil en sede lo 1774 del código civil y comercial y por el artículo 29 del
penal para que ella sea resuelta junto con la acción penal código penal, pueda el damnificado articular su pretensión re­
o, si por el contrario, le está vedada la competencia del sarcitoria dentro del proceso penal, ámbito en el cual se diluci­
fuero represivo para articular allí su reclamo resarcitorio. darán ambas cuestiones por el juez en lo criminal.

452 453

í
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

La normativa supra referenciada atribuye competencia con-:­ La ejecución de la sentencia de condena a indemnizar dictada
currente a los jueces en lo penal para entender en las cuestiones por el juez penal debe tramitarse conforme a las leyes de pro­
civiles derivadas del delito en las condiciones que fije la nor­ cedimiento ante la justicia en lo civil, por el trámite de ejecu­
mativa procesal respectiva. El damnificado puede� a su opción, ción de sentencia prescripto en los diferentes ordenamientos pro­
optar por articular la demanda de daños ante el juez en lo civil, cesales.
en cuyo caso, como regla, no podrá dictarse sentencia hasta que
no se resuelva la cuestión penal (art. 1775), debiendo, además, b) Efectos que produce el rechazo de la pretensión
el pronunciamiento sujetarse a las reglas que s:urgen de los ar­ resarcitoria en sede penal. Imposibilidad de
tículos 1776 a 1778 según la sentencia penal sea de condena o
renovar la cuestión en la jurisdicción civil
absolutoria; o bien, siempre que los códigos de procedimiento
penal lo permitan, "elegir la jurisdicción penal siempre que ésta Del mismo modo, si el juez penal juzga y rechaza la pretensión
no se haya agotado y él pueda intervenir como damnificado civil resarcitoria por ante él deducida, el pronunciamiento hace cosa
en el juicio penal, según las normas adjetivas que rigen este tipo juzgada sustancial, no pudiendo renovarse la cuestión ante los
de proceso" (Llambías). En este último caso, el juez penal debe tribunales en lo civil. La doctrina es unánime. Debe tratarse, por
resolver con arreglo a las normas civiles que rigen en su pleni­ cierto, de los mismos daños. Nada impide que se reclame en
tud, debidamente complementadas por los artículos 29 a 33 del sede civil la reparación de daños posteriores a la decisión penal
código penal. o que se dirija la acción contra otros legitimados pasivos que
no han sido parte en el proceso penal. En tal caso, queda expedita
·-- --
la vía civil para que el damnificado pueda alcanzar la reparación
§ 3. Ejercicio de la acción civil en sede penal (Boffi Boggero).
a) Efectos que produce el acogimiento de la
pretensión resarcitoria articulada en sede penal § 4. Efectos que produce la extinción de la acción
Cuando el damnificado opta por ejercitar la acción civil en penal y la absolución del acusado con relación
sede penal y obtiene en ella la reparación del daño, la decisión a la pretensión resarcitoria allí deducida. Otros
hace cosa juzgada quedando la cuestión concluida. Va de suyo supuestos de extinción de la acción penal
que no podrá reclamar otra indemnización en sede civil por la El objeto del proceso penal es desplegar a la acción penal,
misma causa. Es aplicación de los principios ordinarios que rigen siendo indispensable para ello asignar a la acción civil deducida
la materia. dentro del mismo un carác;ter puramente accesorio y evitar con
Cabe señalar que si en sede penal el damnificado obtie­ ello que su inserción conspire contra la finalidad del principal.
ne sentencia de condena a indemnizar contra el autor del he­ El juez penal sólo puede fijar la indemnización de los daños y
cho, nada obsta a que pueda luego, en sede civil, demandar perjuicios al tiempo de dictar sentencia, no estando facultado
a los civilmente responsables, si no accionó contra ellos en para hacerlo cuando el acusado es sobreseído, o en aquellos
aquel proceso. casos en que se extingue la acción por muerte del imputado en

454 455
RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

el proceso por prescripción o por declaración de amnistía. En Por el contrario, nuestro código civil y comercial contempla
tales supuestos, la acción resarcitoria podrá ser nuevamente en­ y resuelve, a este respecto, tres problemas que pueden presentarse
tablada ante el fuero civil pertinente. y que son:
La absolución del acusado no impide que el tribimal de juicio 1) Cuál es la influencia que ejerce sobre la tramitación de
se pronuncie sobre ella en la sentencia, siempre que las normas una causa civil, la anterior o contemporánea promoción
procesales así lo autoricen y con arreglo a lo que ellas dispongan. de un proceso penal (art. 1775).
Es el criterio que prevalece largamente en los códigos procesales 2) Cuál es el valor de la sentencia dictada en lo penal con
en lo penal. Se pronuncian expresamente en este sentido, los relación al juicio civil (arts. 1776 y ss.).
ordenamientos procesales en lo penal de Córdoba (arts. 26 3) Cuál es el efecto que produce una sentencia penal posterior
y 411), Buenos Aires (art. 14, párr. 2°), Mendoza (art. 35), al a la sentencia civil (art. 1780).
igual que el código procesal penal de la Nación (art. 16, 2º párr.,
ley 23.984), entre otros. b) Efectos del proceso penal
sobre el proceso civil
§ 5. El ejercicio de la acción resarcitoria en 1) Presencialidad penal. Suspensión
sede civil independiente de la acción penal del dictado de la sentencia
a) Planteo de la cuestión Dispone el artículo 1775: "Suspensión del dictado de la sen­
tencia civil. Si la acción penal precede a la acción civil, o es
Puede suceder que la acción civil sea promovida en sede intentada durante su curso, el dictado de la sentencia definitiva
civil, ya porque el damnificado opte libremente por deducir su debe suspenderse en el proceso civil hasta la conclusión del
ejercicio en dicho ámbito (art. 1774), o porque deba litigar den­ proceso penal, con excepción de los siguientes casos:
tro de un sistema procesal que veda el ejercicio conjunto de
a) si median causas de extinción de la acción penal;
ambas acciones ante el juez en lo penal, o porque aun habiendo
tenido tal posibilidad, haya precluido el momento procesal opor­ b) si la dilación del procedimiento penal provoca, en los
tuno para efectuar la constitución de actor civil en sede penal, hechos, una frustración efectiva del derecho a ser indem­
etcétera. nizado;
c) si la acción civil por reparación del daño está fundada en
En tal caso, las dos acciones -la civil y la penal- se tra­
un factor objetivo de responsabilidad".
mitarán con una relativa recíproca independencia, ante ju­
risdicciones igualmente diferentes, persiguiendo un objeto di­ Se consagra con claridad un principio general y sus excep­
símil. ciones, a través de una normativa de orden público, aplicable
de oficio por los jueces.
Sin embargo, de ello no se sigue "que cada una de esas ac­
ciones se desenvuelva con una independencia absoluta, como si Detengámonos en el principio general.
la otra no existiese, lo cual podría ser fuente de graves dificul­ La ley determina que si la acción penal precede a la civil, o
tades" (Trigo Represas). es intentada durante su curso, se suspende el dictado de la sen-
457
456
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

tencia definitiva en el proceso civil, hasta que concluya la causa la sustanciación de esta última, identidad de hecho y que no se
penal. Adviértase que lo único que se suspende es el dictado de · configure ninguno de los supuestos de excepción que prevé dicha
la sentencia en el juicio civil mientras no haya pronunciamiento normativa.
firme en el proceso penal (sea absolutorio o de conq.ena) pasado No configurados los mismos, el juez civil puede resolver li­
en autoridad de cosa juzgada, y no la tramitación del proceso bremente, sin aguardar el decisorio penal.
civil, que sigue su curso normal hasta el momento de quedar Los analizaremos separadamente.
firme el decreto de autos para definitiva. Lo cual se explica sin
mayores dificultades si se tiene en cuenta que la finalidad del
l. Pendencia de la acción penal
artículo 1775 es salvaguardar el valor de la sentencia penal -al
menos en ciertos aspectos específicos- sobre la civil, siendo Es preciso, en primer lugar, que la acción penal se encuentre
suficiente a tal fin con suspender el pronunciamiento de este pendiente antes de la promoción de la acción civil o durante su
último. sustanciación. La suspensión del dictado de la sentencia civil
La necesidad de prelación temporal de la sentencia penal está no procede "si median causas de extinción de la acción penal"
determinada por razones estrictas de política legislativa a los (art. 1775, inc. a).
efectos de que exista una efectiva valoración, en sede civil, del La acción penal está pendiente "cuando habiendo sido pro­
carácter y contenido de aquel pronunciamiento, acatando su pre­ movida válidamente no se encuentra extinguida o agotada" (Ce­
eminencia sustancial en los extremos indicados en los artícu­ sano).
los 1776 a 1779 que analizaremos más adelante. Finalidad per­ No hay pendencia -y consecuentemente no se aplica el ar­
seguida: - evitar sentencias contradictorias que provocarían un in­ tículo 1775- cuando uria acción penai, válidamente promovida,
deseado strepitus fori entre lo resuelto en sede penal y en sede se ha extinguido por alguna de las causas previstas por el código
civil, al menos en determinados aspectos, otorgando primacía a penal (v. gr., muerte del imputado, amnistía, prescripción, re­
la primera por sobre la segunda. nuncia del agraviado en los delitos de acción privada, oblación
Si la sentencia civil se hubiere dictado y quedado firme antes voluntaria de la multa en los delitos que únicamente prevén esa
de la promoción de la acción penal, como regla, lo resuelto en sanción, suspensión del juicio a prueba cuando ella resultase
ella quedará firme por el efecto de la cosa juzgada, sin que exitosa, etc.). Tampoco cuando la acción penal se ha agotado.
pueda ser alterada en lo más mínimo por la sentencia posterior Es la solución que claramente emerge del artículo 1775, in­
en la acción penal, excepto caso de revisión en los términos ciso a.
previstos por el artículo 1780.
11. Identidad de hechos fundantes de ambos procesos
2) Requisitos
Tanto la acción penal como la acción civil deben tener como
Para que opere la presentencialidad prevista en el artícu­ presupuesto fáctico la existencia de un mismo hecho que les
lo 1775 es preciso que concurran estos requisitos: pendencia de sirva de base, no bastando a tal fin la mera conexión de los
la acción penal antes de la promoción de la acción civil o durante hechos que deben juzgarse en ambas sedes. El hecho objeto de
458 459
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPCNOS
RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CCVIL Y LA ACCIÓN PENAL

ambas decisiones jurisdiccionales debe ser el mismo. Dicho de quedando expedita la posibilidad de que el juez civil dicte sen­
otro modo: lo que se juzga en sede civil y penal es la misma tencia sin esperar al decisorio penal, que deviene en tal caso
conducta del agente. No es indispensable para que opere la pre­ indiferente. Esa realidad se refleja hoy en la excepción prevista
judicialidad que ambas pretensiones, la penal y la civil, se dirijan en el artículo 1775, inciso c.
contra la misma persona, tal lo que sucede, por ejemplo, cuando
la acción resarcitoria se deduce contra el responsable indirec­
to (padre, tutor, etc.) o contra el dueño o guardián de la cosa
m. Excepciones al principio de suspensión
del dictado de la sentencia
(arts. 1757 y 1758) (Mosset Iturraspe). En consecuencia, si el
hecho juzgado en una jurisdicción es diferente del que motiva La presentencialidad prevista por el artículo 1775 no es ab­
la intervención de la otra, no habrá prejudicialidad. soluta y reconoce varias excepciones.
Es irrelevante que en la causa penal y en la civil intervengan
las mismas o diferentes personas, lo cual determina que deba (i) Extinción de la acción penal
suspenderse el dictado de la sentencia en el juicio seguido contra
En primer lugar, cuando median causas de extinción de la
el empleador, en tanto esté pendiente la acusación criminal contra
acción penal. Conforme lo dispuesto por el artículo 59 del código
el empleado. penal, ésta se produce por muerte del imputado, por la amnistía,
El impedimento de dictar sentencia en sede civil no rige cuan­ por la prescripción, por la renuncia del agraviado en los delitos de
do ésta no tenga carácter de definitiva, tal lo que sucede en acción privada, por aplicación de un criterio de oportunidad de
materia de interdictos posesorios o en juicios ejecutivos, que conformidad con lo dispuesto en las leyes procesales, por conci­
dejan abierta la posibilidad de discutir un derecho en el proceso liación o reparación integral del perjuicio de conformidad con lo
petitorio u ordinario posterior, respectivamente. previsto en las leyes procesales y por el cumplimiento de las
La figura luce, de tal modo, edificada en torno a ideas que condiciones establecidas para la suspensión del proceso a prueba.
en su momento fueron rectoras en el código civil y que hoy ven En todos estos casos no hay técnicamente una excepción,
reducida su importancia a roles más modestos: en primer lugar, sino un caso de inaplicabilidad del artículo 1775 por defecto de
una responsabilidad civil construida sobre el paradigma de daños uno de sus presupuestos: la pendencia de la acción penal, que
causados culpablemente por la conducta propia del agente; en se ha extinguido (Llambías, Borda, Ossola).
segundo término, la simetría que desde ese punto de vista podía
trazarse entre la responsabilidad penal y civil, en cuanto a la (ü) Frustración efectiva del derecho a ser indemnizado
necesidad de antijuridicidad en la conducta (típica en un caso, del damnificado por dilación del procedimiento penal
atípica en el otro) y de culpabilidad.
Cuando la "dilación del procedimiento penal provoca, en los
Cuando la responsabilidad civil se edifica, por ejemplo, sobre hechos, una frustración efectiva del derecho a ser indemnizado"
la idea de riesgo creado u otros factores objetivos de atribución, (art. 1775, inc. b), el juez civil puede resolver la cuestión so­
alejada de la obligación de resarcir por el hecho propio culpable, metida a su jurisdicción, sin esperar hasta la conclusión del pro­
se desvanece la identidad fáctica que supone el artículo 1775, ceso penal.
460
461
i
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

Se trata de una excepción que ahora aparece expresamente . penal en términos de normalidad. Se trata de una cuestión de
consagrada en el nuevo código, pero que ya tenía sólido empla­ hecho no exenta de dificultades, que debe ser sopesada caso por
zamiento en el régimen anterior, conforme al pensamiento de caso. A tal fin puede ser útil tener en cuenta, entre otros aspectos,
una calificada doctrina y jurisprudencia. la índole del detrimento producido, la compatibilidad de la fi­
nalidad resarcitoria con los tiempos que ha insumido el proceso
Las razones que sustentan esta excepción se insertan en el
penal, el riesgo de degradación cualitativa del derecho a la re­
plano constitucional, particularmente en la garantía del acceso
paración por dicha dilación, etcétera.
a la justicia que consagra la Constitución Nacional y que también
expresamente receptan numerosos pactos y tratados internacio­
Entre los datos objetivos que también pueden ser tenidos en
nales sobre derechos human os incorporados por la reforma
cuenta -de manera flexible- están los plazos de prescripción de
de 1994 como tratados con jerarquía constitucional (art. 75, la acción penal considerados en abstracto (art. 62, Cód. Pen.)
inc. 22, CN), entre los que cabe mencionar el artículo 8º del aunque dicha ponderación deberá se r realizada siempre teniendo
Pacto de San José de Costa Rica. Su eficacia está ligada ines­ en mente los extremos supra referenciados.
cindiblemente al derecho de obtener un pronunciamiento judicial En todos los supuestos en los que se dicte sentencia civil por
en tiempo razonablemente oportuno, sin el cual se desvanece, aplicación de esta excepción, cabría la posibilidad de revisión
y la tutela normativa deviene ilusoria (Zavala de González). El de la misma en función de lo dispuesto por el artículo 1779,
escándalo jurídico que supone es mucho mayor para el hombre inciso.
común y para la sociedad que el riesgo que se corre de tener
s<:mts!Jl�i�s. �ontradictorias . en caso de que se dicte el fallo . en (iii) Supuesto en . que Ja acción civil se funda
sede civil sin continuar esperando el demorado decisorio en lo en factores objetivos de atribución
criminal.
El código civil y comercial admite como excepción a la sus­
La verificación de la dilación debe efectuarse computando pensión del dictado de la sentencia, cuando la acción civil por
todo el tiempo transcurrido desde el hecho generador del daño reparación del daño "está fundada en un factor objetivo de res­
hasta el momento en que el juez civil se encuentre en condiciones ponsabilidad" (art. 1775, inc. c). En tal caso, es innecesario es­
de dictar sentencia (Kemelmajer de Carlucci). perar el resultado de la acción penal, "pues ésta, apoyada en
No es necesario que la dilación del proceso penal sea excesiva. elementos de naturaleza subjetiva, no tendrá influencia en la
La ley no lo requiere . Basta con qu e ella provoque, en los hechos, decisión del juez civil" (Kemelmajer de Carlucci).
un a frustración efectiva del derecho a la reparación . Va de suyo, Coincidimos con Ossola en que la excepción sólo deviene
entonces, que aun un proceso penal que no haya insumido un aplicable cuando en el caso _concreto resulte evidente en función
tiempo excesivo puede quedar alcanzado por la excepción que de lo que la ley establece, que el factor de atribución es objetivo
nos ocupa, por ejemplo, en casos en los cuales el actor sea una (por ejemplo, en materia de daños causados por automotores
persona de elevada edad, o padezca una enfermedad terminal o [art. 1969] o en las relaciones de consumo por aplicación del
cuando la índole de la reparación del daño no consienta una art. 40 de la ley 24.240). Si, en cambio, se encuentra contro­
demora como la que podría derivar de la tramitación de la causa vertido, si el factor de atribución es subjetivo u objetivo (por

462 463
RAMÓN D_ANIEL PlzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

ejemplo, si detenninada obligación en materia de mala praxis íntima al resultado del proceso criminal y el peligro de sentencias
de un profesional liberal es de medios o de resultado), la excep­ contradictorias (Llambías). Así, por ejemplo, debe suspenderse
ción no se configura y rige el principio de presentencialidad. el dictado de sentencia civil hasta tanto se resuelva la cuestión
Si con ulterioridad se dicta sentencia penal que declara la penal cuando se demanda la indemnización por despido del em­
inexistencia del hecho que fundó la pretensión, el decisorio civil pleado acusado de defraudación.
no puede ser revisado.
d) Cese de la suspensión
(iv) Suspensión del proceso penal a prueba (probation)
¿Hasta cuándo dura la paralización del dictado de la sentencia
La ley 24.316 que ha regulado el instituto de la suspensión civil?
del proceso penal a prueba (art. 76 quáter, Cód. Pen.)-probation­ No hay duda de que la sentencia penal definitiva, sea de
constituye otra excepción al régimen de presentencialidad penal condena o absolutoria, pone fin al estado de pendencia y habilita
estatuido por el artículo 1775. En caso de suspensión del juicio la decisión jurisdiccional en sede civil, debiendo atenderse, en
a prueba, cuando la víctima no aceptase el ofrecimiento repara­ uno y otro caso, a las previsiones normativas de los artícu­
torio que realiza el imputado, queda habilitada la vía civil para los 1776 y 1777, que analizaremos más adelante.
el damnificado, deviniendo inaplicables, de manera irreversible,
Del mismo modo, cuando el proceso penal concluye por cual­
las reglas de prejudicialidad del artículo 1775.
quier otra causa distinta de la sentencia definitiva, la sentencia
civil queda en condiciones de ser dictada "por haber desaparecido
(v) Inaplicabilidad en materia de derechos intelectuales el motivo de la paralización consistente en una eventual contra­
El régimen normativo que nos ocupa es inaplicable en materia dicción de las jurisdicciones penal y civil sobre un mismo hecho"
de derechos intelectuales, por expresa disposición del artículo 77 (Llambías). Es evidente, en tal caso, que si la causa penal con­
de la ley 11. 723. Rige en dicho ámbito separación absoluta de cluye sin sentencia, dicho peligro se desvanece, razón por la
los alcances de la sentencia penal con relación a la civil, care­ cual no se justifica continuar con la dilación de la decisión que
ciendo de total incidencia en una sede lo resuelto en la otra. debe dictarse en sede civil. Tal lo que sucede cuando la causa
Tampoco existen prelaciones temporales entre ambos pronun­ concluye por sobreseimiento definitivo, cualquiera sea la causa
ciamientos. que lo provoque, incluida la prescripción de la acción penal; o
cuando se sanciona una ley de amnistía que favorece al imputado,
c) Procesos a los que se aplica o cuando éste satisface voluntariamente el pago máximo de la
multa correspondiente al delito que se le imputa; o, en los delitos
No obstante estar el artículo 1775 insertado en el capítulo de de acción privada, cuando media perdón del ofendido, etcétera.
la responsabilidad civil y en el título de las acciones civil y
penal, la presentencialidad penal puede ser extensiva a otros
e) Carácter de la norma
reclamos que no sean de daños y perjuicios, en tanto en cuanto
se den los requisitos antes· analizados, exista una vinculación El artículo 1775 es de orden público y debe ser aplicado de

464 465
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAYO V ALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

oficio por los jueces en lo civil desde que tengan conocimiento b) Influencia de la sentencia penal
de la existencia del proceso penal. Va de suyo que ningún valor condenatoria sobre el juicio civil
tiene el pacto o renuncia en contrario (art. 12).
La sentencia que se dicte en oposición o inaplicabilidad de 1) El artículo 1776 del código civil y comercial
la norma que nos ocupa es nula. Dispone el artículo 1776: "Condena penal. La sentencia penal
condenatoria produce efectos de cosa juzgada en el proceso civil
§ 6. Efectos que produce la sentencia respecto de la existencia del hecho principal que constituye el
penal sobre la sentencia civil delito y la culpa del condenado".
a) La normativa del código civil y comercial La norma establece con claridad los aspectos sobre los cuales
la sentencia condenatoria penal tiene preeminencia sobre la sen­
De la lectura de los artículos 1775 y siguientes del código tencia que se dicte en sede civil en el marco de la acción resar­
civil y comercial surge, claramente, una cierta subordina­ citoria allí entablada.
ción de la sentencia civil con relación a la penal. El juez en lo Mediando condena del acusado en el juicio penal el juez civil
civil debe esperar, cuando se dan los recaudos normativos per­ no puede discutir o desconocer la existencia del hecho principal
tinentes, la sentencia penal para resolver (art. 1775) y eso sólo que constituye el delito, ni impugnar la culpa del condenado.
encuentra sentido y explicación a la luz de lo dispuesto en los La sentencia firme dictada en sede penal tiene valor absoluto e
dos artículos siguientes, que regulan los supuestos de senten­ irreversible respecto de dichos aspectos, propios de la autoridad
cia penal conden�toria y absolutQri_a_y SJIS_ �foc::tos s _obre la ma­ de-cosa juzgada; ymás-aún�- pro-duce·-en· ta1-c·aso •efecto_s_ ergo.
teria civil. omnes.
Según el artículo 1776, la sentencia penal condenatoria pro­ Adviértase que la prevalencia de lo resuelto en la sentencia
duce efecto de cosa juzgada en el proceso civil respecto de la penal condenatoria sobre la sentencia civil no es absoluta, difusa,
existencia del hecho principal que constituye el delito y de la genérica, sino concreta y ceñida a dos elementos específicos:
culpa del condenado. existencia del hecho y culpabilidad del imputado. La regla es
En cambio, el artículo 1777, que prevé el supuesto de sen­ la autonomía de los fueros, en orden a la diversidad de materias
tencia absolutoria, determina que la sentencia penal hace cosa y de finalidades perseguidas en la sustanciación de las causas
juzgada e impide que esas circunstancias puedan ser discutidas que se deducen ante ellos. No hay, de tal modo, una preeminencia
en proceso civil, si decide: que el hecho no existió, o que el indiscriminada de la jurisdicción penal sobre la civil, en este
sindicado como responsable no participó en el mismo. punto, como tampoco la hay, veremos luego, cuando se trata de
Si la sentencia penal "decide que un hecho no constituye sentencia absolutoria.
delito penal, o que no compromete la responsabilidad penal La decisión penal tiene eficacia directa con relación al par­
del agente", tales cuestiones pueden ser discutidas libremente tícipe de un delito, sea autor, cómplice, instigador, etcétera, e
en sede civil. indirecta con relación a los terceros civilmente responsables del
Analicemos ambos supuestos. hecho dañoso.
466 467
RAMÓN DANIEL PrzARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

La aplicación de esta regla de orden público puede ser efec-. 4) Extensión de los efectos con relación
tuada de oficio por los jueces, aunque la defensa no haya sido de­ al terceto civilmente responsable
ducida por la parte interesada (Trigo Represas, Ll�bías, Borda). ·
El decisorio de condena en sede penal proyecta sus efec­
tos, también, con relación a los terceros civilmente responsables,
2) ¿Qué se entiende por ''hecho principal"? quienes no pueden desconocer la existencia del hecho ni la culpa
La expresión "hecho principal" se refiere exclusivamente a del condenado, sin que ello obste a su derecho, por cierto, de
la existencia o inexistencia de los elementos que tipifican la alegar todas las eximentes idóneas para desvirtuar la responsabili­
estructura del delito que se imputa al procesado. Quedan com­ dad directa o indirecta (v. gr., de terceros que responden por el
prendidos dentro de ella, la materialidad del hecho principal que hecho de aquél) que se les atribuye. En consecuencia, tratándose
constituye el delito, la calificación del mismo (v. gr., homicidio de culpa concurrente de un tercero, la sentencia penal no hace cosa
en emoción violenta, robo, etc.), sus circunstancias de tiempo y juzgada respecto de él, aunque contenga referencia a la misma. De
lugar, y la participación del imputado en ese hecho. Esto significa allí que si éste es demandado por el damnificado por indemniza­
que si el juez en lo penal tiene por acreditado, por ejemplo, que ción de daños y perjuicios, pueda dicho tercero cuestionar su
Juan es autor del homicidio, no podrá en sede civil rebatirse culpabilidad, lo cual se explica por cuanto no habiendo sido parte
esta conclusión, teniendo a otro por autor del mismo o declarando en el proceso penal no tuvo posibilidad alguna de defenderse.
su inexistencia. Las declaraciones que el juez penal realice a ese
respecto, con relación al imputado (condenado) no pueden ser 5) Cuestiones extrañas a la preeminencia del
desconocidas ni controvertidas por el juez civil (Bustamante Al­ decisorio penal y reservadas al juez civil
sina, Llambías).
Todas las demás cuestiones, cualquiera sea su índole, parti­
cularmente las relativas a la procedencia del resarcimiento, a la
3) ¿Qué alcance tiene la expresión "culpa del condenado"? configuración de responsabilidad objetiva, etcétera, son extrañas
La expresión "culpa del condenado" comprende la imputa­ a la regla del artículo 1776 y quedan reservadas a la decisión
bilidad del autor y su culpabilidad en sentido genérico a título del juez civil, sin que quepa, respecto de ellas, ninguna preemi­
de dolo o culpa (Boffi Boggero). La culpa civil y la culpa penal nencia del decisorio penal sobre la sentencia que se dicte en
son nociones conceptualmente idénticas, por lo que si existe aquella sede.
culpa en la comisión de un delito criminal, no podrá considerarse Son cuestiones revisables por el juez civil, entre otras:
lo contrario a la hora de ponderarla en el ámbito civil. La de­ l. La existencia e inci1encia concausal del hecho de la víc­
claración de culpabilidad en lo penal veda toda nueva conside­ tima o de un tercero extraño.
ración de la cuestión en lo civil. II. La relación casual adecuada entre el hecho del agente
Cualquiera sea el criterio que se siga, declarada la culpa del y el daño cuya reparación pretende el demandante, por
condenado en sede penal, la misma no podrá ser discutida en no ser éste una consecuencia inmediata o mediata pre­
la causa civil. visible de aquél.
468 469
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO V ALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

III. Los hechos admitidos en sede penal no relacionados con Conforme a lo expresado, el pronunciamiento absolutorio dic­
la condena dictada contra el imputado. tado en sede penal hará cosa juzgada en materia civil:
I. Cuando declare que el hecho sustancial que se imputa al
c) Efectos que produce la sentencia penal que: acusado no existió. De tal modo, si el juez en lo penal
declara inexistencia de responsabilidad criminal absuelve o sobresee al imputado declarando que el ho­
micidio no existió o que el hurto no fue cometido, el juez
1) El sistema del código civil y comercial en lo civil deberá atenerse rigurosamente a esos antece­
Dispone el artículo 1777: "Inexistencia del hecho, de autoría, dentes fácticos; no podrá, en consecuencia, declarar que
de delito o de responsabilidad penal. Si la sentencia penal decide hubo homicidio o hurto, esto es, que se cometió el hecho,
que el hecho no existió o que el sindicado como responsable pues ello implicaría volver sobre aspectos ya resueltos en
no participó, estas circunstancias no pueden ser discutidas en el sede penal, que hacen cosa juzgada en materia civil.
proceso civil. II. Cuando declare que el acusado no fue autor del delito.
Si la sentencia penal decide que un hecho no constituye delito
penal, o que no compromete la responsabilidad penal del agente, 3) Inexistencia de responsabilidad penal
en el proceso civil puede discutirse libremente ese mismo hecho
en cuanto generador de responsabilidad civil". Puede que en sede penal se declare que el hecho existió, pero
que no constituye delito. En tal caso, la resolución del juez no
Ello significa que la sentencia penal que declare la inexistencia
impide que el juez civil pueda declarar la responsabilidad por
dd_!_iec?_º _s�!>re �l_ gue _s� habrí� C9!l�_ütuido �l 4elito, o _q•!e _ eJ
daños eh dicha sede.
sindicado como responsable no participó, produce efecto de cosa
juzgada en el proceso civil respecto de tal cuestión.
Si se comparan las disposiciones de esta norma con la del 4) Causas de justificación
artículo 1776, que regula los efectos de la sentencia penal con­ La jurisdicción civil se halla subordinada a la penal cuando
denatoria, podremos advertir una clara diferencia entre ellas: en en esta sede la absolución se funde en que el supuesto hecho
tanto la sentencia penal condenatoria hace cosa juzgada en sede delictivo imputado no es antijurídico por mediar una causa de
civil respecto de la existencia del hecho y de la ·culpa del con­ justificación, conclusión que se explica fácilmente en virtud del
denado, el pronunciamiento absolutorio en aquella jurisdicción carácter unitario que tiene la antijuridicidad. Ello no obsta, em­
sólo produce tal consecuencia en lo atinente exclusivamente a pero, a que -sin desvirtuarse en lo más mínimo el presupuesto
la inexistencia del hecho. fáctico tenido en cuenta por el juez penal para absolver (inexis­
tencia de antijuridicidad)- ·pueda declararse procedente la res­
2) Alcance y contenido de la expresión ponsabilidad civil por actos lícitos. Tal lo que ocurre con el
"inexistencia del hecho" y de "autoría" llamado daño causado en estado de necesidad.
Son los mismos que se asignan en materia de sentencia penal Esta interpretación guarda armonía plena con lo dispuesto en
condenatoria, a los que hemos hecho referencia supra. el segundo párrafo del artículo 1777: "Si la sentencia penal decide

470 471
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

que un hecho no constituye delito penal o que no compromete 8) Absolución del imputado y
la responsabilidad penal del agente, en el proceso civil puede · factores objetivos de atribución
discutirse libremente ese mismo hecho en cuanto generador de .
responsabilidad civil". La doctrina y la jurisprudencia dominantes se inclinan por
admitir que cuando la acción resarcitoria deducida en sede civil
5) Absolución o sobreseimiento por no tiene como sustento un factor objetivo de atribución (v. gr., riesgo
constituir delito el hecho imputado creado, garantía, equidad, etc.), la absolución penal carece de
incidencia.
La absolución o el sobreseimiento del imputa.do en razón de Este criterio aparece hoy corroborado en el artículo 1775
no constituir el hecho un delito penal, lógicamente no impide
inciso c, del código civil y comercial.
al Tribunal civil apreciarlo como causa de la obligación de re­
sarcir el daño injustamente causado. Es la solución que establece Nosotros creemos que la solución se justifica porque todo el
expresamente el citado artículo 1777, segundo párrafo. régimen previsto por los artículos 1775 a 1777 luce estructurado
en base a una responsabilidad por el hecho propio, derivada del
delito, de corte marcadamente subjetivo.
6) Excusas absolutorias penales
Sin embargo, conviene no incurrir en exageraciones, pues, a
Conforme lo dispone el artículo 1778, "Las excusas absolu­ tenor de la letra de la ley, puede suceder que lo resuelto en sede
torias penales no afectan a la acción civil, excepto disposición penal sobre la existencia o inexistencia del hecho principal que
en contrario". constituya el delito pueda tener proyecciones en materia de res­
Las excusas absolutorias son aquellas que el ordenamiento ponsabilidad civil, aun siendo ésta objetiva.
penal contempla para eximir de punibilidad, pese a estar confi­
Supongamos que en sede penal se debate la responsabilidad
gurados los presupuestos del tipo penal. Así, por ejemplo, en
penal por homicidio culposo de un conductor al que se atribuye
los delitos contra el honor, constituyen excusas absolutorias las
haber embestido con su automóvil a un peatón, dándole muerte
injurias proferidas por los litigantes, apoderados o defensores en
el marco del proceso, siempre que no hayan sido dadas a pu­ (homicidio culposo). Si la sentencia penal absolutoria determi­
nare que el delito no existió o que el autor del hecho no fue
blicidad (art. 115, Cód. Pen.).
el imputado, tal decisión hace cosa juzgada en lo civil. Y la
Las excusas absolutorias admitidas en sede penal no eliminan hace, tanto si la responsabilidad por daños del conductor se
la responsabilidad civil y, por ende, carecen de toda influencia encuadra subjetivamente como si se la emplaza, como lo propone
en el proceso civil (Kemelmajer de Carlucci). correctamente cierta doctrina, bajo los parámetros de una res­
ponsabilidad objetiva con sustento en los artículos 1757 y 1758
7) Absolución del imputado por aplicación del código civil y comercial.
del principio in dubio pro reo
La existencia o inexistencia del hecho principal del delito
La absolución del imputado por aplicación del principio supra proyecta en estos casos sus efectos a sede civil, no pudiendo el
referenciado no tiene efecto alguno en materia civil. juez de esta causa desconocer lo resuelto en sede penal a la hora

472 473
RAMÓN DANIEL PlZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

de fundar la responsabilidad del demandado en base a parámetros evidentemente con la prevista por el artículo 1775 para el caso
objetivos de atribución si para ello debe sustentar su decisorio de sentencia de condena dictada en juicio penal, en donde la
en una conclusión diferente a la del juez penal re.lativa a la declaración de culpabilidad allí establecida no puede ser desco­
existencia o inexistencia del hecho y a sus alcances (V. gr., sos­ nocida en sede civil.
teniendo que el hecho existió o que el demandado fue su autor, La sentencia absolutoria en la que se declare la inculpabilidad
configurando a partir de esa premisa los presupuestos de la res­ del procesado sólo tiene efectos dentro del proceso penal y en
ponsabilidad objetiva por riesgo creado). su ámbito específico, sin proyección alguna al juicio civil; va
Las mismas conclusiones, nos parece, valen para los casos de suyo, entonces, que el magistrado interviniente en el proceso
de responsabilidad indirecta objetiva. de daños tendrá libertad absoluta para resolver, ya en sentido
similar al juez penal, ora de manera diferente, declarando la
9) Efectos de la declaración de inculpabilidad del culpabilidad.
imputado dictada en la sentencia penal absolutoria
Puede ocurrir que establecida en el juicio penal la existencia 10) Especies de resoluciones judiciales
del hecho y la autoría material del imputado, éste resulte absuelto alcanzadas por la norma
por falta de culpabilidad. ¿Qué efectos produce dicha decisión
sobre la sentencia que deba dictarse en sede civil, en el marco ¿En qué tipo de resolución penal debe plasmarse la declaración
de la pretensión resarcitoria allí deducida? de que el hecho no existió o que el sindicado como responsable
1:,a cuestión es muy clara, por cierto, en materia de delitos no ¡>articipó, para que éstas no puedan ser discutidas en el proceso
penales dolosos, en donde la constatación por el juez penal de la civil?
inexistencia del dolo no impide la condena civil por el mismo Nosotros creemos que cuando la norma vigente hace refe­
hecho, pues en este ámbito es suficiente con que haya culpa para rencia a la "sentencia penal" que decide que el hecho no existió
que proceda la reparación. La doctrina es unánime al respecto. o que el sindicado como responsable no participó, comprende:
Más delicado es el problema en los casos de delitos penales I. La sentencia definitiva que absuelve al procesado de la
culposos. Una lectura del artículo 1777 desentendida de su letra acusación que se le ha formulado.
(y de su espíritu) podría llevar a pensar -equivocadamente- que II. La sentencia (o auto) que dispone el sobreseimiento de­
absuelto el procesado en sede penal por falta de culpabilidad, finitivo del acusado, declarando que el hecho no existió
no podría el juez civil declarar lo contrario haciendo aquel de­ o que el sindicado como responsable no participó en el
cisorio cosa juzgada. mismo.
No es ése, sin embargo, el sentido que tiene dicha normativa Lo relevante no anida en que se trate de una sentencia ab­
que, tratándose de la absolución del imputado, sólo prohíbe alegar solutoria, dictada luego del plenario, o de una sentencia o auto
en juicio la existencia del hecho principal sobre el que hubiere de sobreseimiento definitivo, sino en el contenido y las razones
recaído la absolución, guardando absoluto silencio respecto del que sustentan a cualquiera de dichos pronunciamientos. En pa­
supuesto que nos ocupa. Se trata de una solución que contrasta labras de Llambías: "La autoridad de cosa juzgada del pronun-
474 475
RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS

sada respecto de esas cuestiones, excepto que derive de


ciarniento penal sobre la instancia civil -dice Llambías- no de­
un cambio de legislación;
pende de su forma -sentencia dictada en plenario o sobresei­
miento definitivo- sino de su contenido o sustancia,". b) en el caso previsto en el artículo 1775, inciso c, si quien
fue juzgado responsable en la acción civil es absuelto en
No se inserta dentro de este supuesto el sobreseimiento que se
el juicio criminal por inexistencia del hecho que funda la
dicte por la existencia de duda insuperable que prevén algunos
condena civil o por no ser su autor;
códigos procesales en lo penal, como el de la Provincia de Córdo­
ba (art. 350, inc. 5º). De igual modo, aquel que se dispone por c) otros casos previstos por la ley".
haberse producido extinción de la acción penal (v. gr., por muerte La norma regula el supuesto de una sentencia penal que se
o prescripción), o por haberse verificado la existencia de una causa dicta con posterioridad a la sentencia civil y es "producto jurídico
de inimputabilidad, o de inculpabilidad, o una excusa absolutoria. natural, ineludible, de la flexibilización de la prejudicialidad pe­
Éste no hace cosa juzgada en sede civil y no provoca el efecto nal para el dictado de la sentencia civil".
previsto por el artículo 1777. Ello es lógico, pues si esto ocurre no Como regla, aquélla no produce ningún efecto sobre ésta,
habrá una consideración sobre el fondo del asunto. excepto en los casos de revisión que dicha norma prevé.
Las vías procesales para la revisión de la sentencia civil (en
11) Carácter de la norma particular, las atinentes a condiciones de procedencia, resolucio­
nes recurribles, plazos para la interposición, forma, trámite y
Al igual que el artículo 1776, la disposición contenida en el efectos) son las previstas en los códigos de procedimientos civiles
artículo 1777 del código civil y comercial es de orden público y comerciales que resulten aplicables.
• 1
y debe ser aplicada de oficio por los jueces. Por esa razón, se
La revisión de la sentencia civil procede exclusivamente en
ha dicho que carece de relevancia que el demandado no haya
estos casos, siempre a petición de parte:
argüido en su favor las limitaciones emergentes del artículo 1776
en cuanto a la alegación del hecho principal en caso de abso­
lución, pues hallándose comprometido el orden público los tri­ 1) Revisión de la sentencia penal que hizo
bunales deben acudir al examen correspondiente de oficio. cosa juzgada sobre la sentencia civil
Cuando la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a
§ 7. Sentencia penal posterior a la sentencia civil cuestiones resueltas por la sentencia penal, y ésta es revisada
Dispone el artículo 1780: "Sentencia penal posterior. La sen­ respecto de esas cuestiones,. excepto que derive de un cambio
tencia penal posterior a la sentencia civil no produce ningún · de legislación. Tal lo que sucedería, por ejemplo, si la sentencia
efecto sobre ella, excepto en el caso de revisión. La revisión civil tuviere por configurada la existencia del hecho principal
procede exclusivamente, y a petición de parte interesada, en los que constituye el delito y la culpa del condenado, y en base a
siguientes supuestos: ello condena a indemnizar, si ulteriormente el decisorio penal
es objeto de revisión. O, a la inversa, acata lo resuelto en el
a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a
decisorio penal respecto de la inexistencia del hecho y, como
cuestiones resueltas por la sentencia penal y ésta es revi-
477
476
RAMÓN DANIEL PIZARRO - CARLOS GUSTAVO VALLESPINOS
RELACIONES ENTRE LA ACCIÓN CIVIL Y LA ACCIÓN PENAL

consecuencia de ello, rechaza la demanda resarcitoria, si ulte­ sobre el derecho a la reparación del damnificado. Supongamos
riormente la sentencia penal es revisada y se resuelve lo contrario que el juez civil acoge la demanda, tiene por configurado el
(existencia del hecho). hecho y la responsabilidad por daños del demandado y lo condena
a indemnizar, y que ulteriormente, en sede penal, se declara la
2) Supuestos de responsabilidad objetiva inexistencia del hecho o la falta de participación del sindicado
Cuando la acción civil por reparación del daño está fundada como responsable. ¿Procede la revisión de la sentencia civil'
en un factor objetivo de responsabilidad, y quien fue juzgado pese a no estar el supuesto expresamente contemplado entre las
responsable en la acción civil es absuelto en el juicio criminal excepciones que prevé el artículo 1780?
por inexistencia del hecho que funda la condena civil, o por Una calificada doctrina se inclina por la afirmativa y sostiene
falta de participación (Ossola, Sáenz, Alferillo). La norma intenta que si bien la razón del dictado de la sentencia es diferente del
flexibilizar en cierta medida la solución adoptada en cuanto al caso previsto en el artículo 1775, inciso b, cabría "aquí asimilar
régimen de excepción de presentencialidad penal previsto en el los dos supuestos en orden a lo que es la ratio legis de la norma"
artículo 1775, inciso c. Permite, de tal modo, que la acción civil (Ossola).
por reparación del daño triunfante, fundada en un factor objetivo Nosotros creemos, de lege lata, que no procede la revisión
de atribución resuelta sin esperar la sentencia penal, pueda ser de la sentencia civil. La ley es clara, en cuanto establece un
revisada si se comprueba luego la absolución del sindicado como principio ("la sentencia penal posterior a la sentencia civil no
responsable por inexistencia del hecho en que se funda la condena produce ningún efecto"), y tres excepciones taxativamente con­
civil, o por no ser su alltor. te111pJ<l.ci�§._ep. �l c:lftÍC_lllQ JiaQ,. g11�_ S_Qn la.s_únicas queJegitiman
la revisión de la sentencia ("La revisión procede exclusivamente,
3) Otros supuestos admitidos por el legislador Y a petición de parte interesada en los siguientes supuestos... ").
No estando contemplada la hipótesis prevista en el artícu­
En los demás casos que la ley prevea. En la actualidad no lo 1775, inciso b, la sentencia resuelta por aplicación de un factor
existen otras causales que las anteriormente consideradas, pero objetivo de atribución no es susceptible de ser revisada por el
nada obsta a que puedan ser incorporadas en el futuro. dictado de una sentencia penal posterior.
En caso de declararse la procedencia del recurso de revisión,
4) Quid de la aplicación del artículo 1780 al el pago efectuado por el condenado que abonó la indemnización
supuesto previsto en el artículo 1775, inciso b queda sin causa, pudiendo en consecuencia repetir lo pagado,
Llama la atención que no se haya previsto expresamente la bajo las reglas del pago indebido (art. 1796, inc. a).
revisión de la sentencia civil en el supuesto previsto en el ar­
tículo 1775, inciso b. Se trata de una grave omisión del legislador,
en un caso de máxima importancia: cuando el juez civil queda
legitimado a dictar sentencia sin esperar el pronunciamiento penal
por el impacto grave que produce la dilación de este proceso

478
479
BIBLIOGRAFÍA GENERAL

ACCIARRI, Rugo A., La relación de causalidad y las funciones del derecho


de daños. Reparación, prevención, minimización de costos sociales, Abe­
ledo-Perrot, Buenos Aires, 2009.
AGOGLIA, María Martha, El daño jurídico. Enfoque actual, La Ley, Buenos
Aires, 1999.
AGOGLIA, María M.; BORAGINA, Juan C. y l\1EZA, Jorge A., Responsa­
bilidad por hecho ajeno,. Depalma, Buenos Aires, 1995.
- Responsabilidad por incumplimiento contractual, Hammurabi, Buenos Ai­
res, 2003.
AGUIAR, Henoch D., Hechos y actos jurídicos en la doctrina y en la ley,
Tea, Buenos Aires, 1950-1951.
ALFERILLO, Pascual E., Glosa a los artículos 1708 a 1780, en ALTERINI, i.
(dir.), Código Civil y Comercial anotado, La Ley, Buenos Aires, 2015,
t. VIII.
- Prescripción del derecho para demandar la indemnización de los daños
en el código civil y en el código unificado proyectado. Estudio compa­
rativo, en Revista de Derecho de Daños, n. 2014-2, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, p. 227.
ALTERINI, Atilio A., Contornos actuales de la responsabilidad civil, Abe­
ledo-Perrot, Buenos Aires, 1987, ps. 32/33.
- Incidencia del mero hecho en la ruptura de la relación· causal, en AL­
TERINI, Atilio A. y LÓPEZ CABANA, Roberto M. (dirs.), La respon­
sabilidad. Homenaje a Isidoro H. Goldenberg, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1995, p. 389.
'
1
481

1
ANDRADA, Alejandro Dalmacio, Responsabilidad civil de los medios de
ALTERINI, Atilio A., La limitación cuantitativa de la responsabilidad, Abe­
comunicación. El factor de atribución, Juris, Rosario, 1998.
ledo-Perrot, Buenos Aires, 1997.
- La presunción legal de culpa como regla de '1avor victimre", en BUERES, - Responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos, La Ley, Buenos
Alberto J: (dir.), Responsabilidad por daños. Homenaje a '.forge Busta­ Aires, 2008.
mante Alsina, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1990, t. I, p. 195. AZAR, Aldo M., La relación causal en el Proyecto de Código Civil y Co­
- Responsabilidad civil. Límites de la reparación civil, Abeledo-Perrot, Bue­ mercial de 2012, en Revista de Derecho de Dalias, n. 2012-3, Rubinzal­
nos Aires, 1970. Culzoni, Santa Fe.
- Responsabilidad objetiva derivada de la generación de confianza, en - La relación de causalidad como presupuesto de la responsabilidad civil.
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída (dir.) y PARELLADA, Car­ Interpretación comparativa del Código Civil de 1871 con el Proyecto de
los (coord.), Derecho de daños. Segunda Parte (Homenaje al profe­ Código Civil de 2012, en Revista de Derecho de Daños, n. 2014-2, Ru­
sor doctor Félix A. Trigo Represas), La Rocca, Buenos Aires, 1993, binzal-Culzoni, Santa Fe, p. 264.
ps. 539 y SS. - Obligaciones de medios y de resultado, La Ley, Buenos Aires, 2012.
ALTERINI, Atilio A.; AMEAL, Osear y LÓPEZ CABANA, Roberto M., AZAR, Aldo M. y OSSOLA, Federico, Responsabilidad civil, en SÁN­
Derecho de obligaciones. Civiles y comerciales, Abeledo-Perrot, Buenos CHEZ HERRERO, Andrés (dir.) y SÁNCHEZ HERRERO, Pedro (co­
Aires, 1995. ord.), Tratado de derecho civil y comercial, La Ley, Buenos Aires, 2016,
ALTERINI, Atilio A. y LÓPEZ CABANA, Roberto M., Derecho de da­ t. III.
ños (y otros estudios), La Ley, Buenos Aires, 1992, y en LL 1989-E­ BANCHIO, Enrique C., Fundamento de la responsabilidad obligacional del
ll 78. deudor por el hecho de otro, en TRIGO REPRESAS, Félix A. y STIGLITZ,
- La responsabilidad profesional: el experto frente al profano. Derecho de Rubén (dirs.), Contratos. Homenaje a Jorge Mosset Iturraspe, La Rocca,
daños (y otros estudios), p. 303. Buenos Aires.
- Modernas cuestiones de responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires,
• 1
- Responsabilidad obligacional indirecta, Astrea, Buenos Aires, 1973.
1988. BELLUSCIO, Augusto C. (dir.) y ZANNONI, Eduardo (coord.), Código civil
- Presunciones de causalidad y de responsabilidad, en Cuestiones modernas comentado, anotado y concordado, Astrea, Buenos Aires, 1984, t. 5.
de responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires, 1988, p. 35. BELTRÁN DE HEREDIA Y ONIS, Pablo, El incumplimiento de las obli­
- Responsabilidad contractual y extracontractual: de la diversidad a la uni­ gaciones, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1990.
dad, en LL 1989-C-1186.
BIDART CAMPOS, Germán J., El derecho a la intimidad y la libertad de
ALTERINI, Jorge H. (dir.) y ALTERINI, Ignacio (coord.), Código civil y prensa, en ED 112-239.
comercial comentado, 1ª ed., La Ley, Buenos Aires, 2015.
- Tratado elemental de derecho constitucional argentino, Ediar; Buenos Ai­
ALTERINI, Juan Martín, Funciones de la responsabilidad civil. Prevenir y res, 1988, ts. I y II, y 1989, t. III.
resarcir, La Ley, Buenos Aires, 2017.
BOFFI BOGGERO, Luis María, Tratado de las obligaciones, Astrea, Buenos
AMEAL, Osear J. (dir.) y GESUALDI, Dora M. (coord.), Derecho Priva­ Aires, 1986.
do (Libro homenaje a Alberto J. Bueres), Harnmurabi, Buenos Aires, 2001.
BORAGINA, Juan Carlos y MEZA, Jorge, El daño extrapatrimonial en el
ANDORNO, Roberto, El principio de precaución: un nuevo estándar jurídico Código Civil y Comercial, en RCyS 2015-IV-104.
para la era tecnológica, en LL 2002-D-1326.
BORDA, Guillermo A., Fundamento de la responsabilidad extracontractual,
ANDRADA, Alejandro Dalmacio, Ley 26.944. Responsabilidad del Estado en LL 94-829.
y funcionarios públicos. La situac.ión en las provincias, La Ley, Buenos
- La reforma de 1968 al código civil, Perrot, Buenos Aires, 1971.
Aires, 2017.

483
482
BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Obligaciones, Perrot, Bue­ BUERES, Alberto J., Responsabilidad contractual objetiva, en JA 1989-
nos Aires, 1971. 11-964.
BORDA, Guillermo J. y PEREIRA (h), Carlos R., El fallo de la CSJN sobre la - Responsabilidad de las clínicas y establecimientos médicos, Ábaco, Bue­
información por Internet y la libertad de expresión, en LL �014-F-158. nos Aires, 1981.
BOSSERT, Gustavo A. y ZANNONI, Eduardo A., Manual de derecho de BUERES, Alberto J. (dir.), Responsabilidad por daños. Homenaje a Jorge
familia, 7ª ed., Astrea, Buenos Aires, 2016. Bustamante Alsina, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992.
BREBBIA, Roberto, Accidentes de automotores, Omeba, Buenos Aires, 1961. BUERES, Alberto J. (dir.) y HIGHTON, Elena (coord.), Código civil y normas
- Acerca de la llamada responsabilidad objetiva y su reparación, en ED complementarias, Hammurabi, Buenos Aires, 1998, t. 2-B; 1999, t. 3-A;
84-897. 2000, t. 3-B.
- El daño moral, Orbir, Rosario, 1967. BUERES, Alberto J. y KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída (dirs.), Res­
- Hechos y actos jurídicos, Astrea, Buenos Aires, 1979. ponsabilidad por daños en el tercer milenio. Homenaje al profesor doctor
- La relación de causalidad en el derecho civil, Juris, Rosario, 1975. Atilio Anfbal Alterini, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1997.
- Problemática jurídica de los automotores, Astrea, Buenos Aires, 1982. BUERES, Alberto J. y MAYO, Jorge, Aspectos generales de la prescripción
- Responsabilidad precontractual, La Rocca, Buenos Aires, 1987. liberatoria, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, n. 22, Rubin­
zal-Culzoni, Santa Fe, 2000, p. 350.
BUERES, Alberto J., Derecho de daños, Hammurabi, Buenos Aires, 2001.
- La responsabilidad de los padres por los hechos dañosos de sus hijos
- El acto ilícito, Hammurabi, Buenos Aires, 1986.
(algunos aspectos esenciales), en Revista de Derecho Privado y Comu­
- El daño injusto y la licitud e ilicitud de la conducta, en Derecho de nitario, n. 12, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1996, p. 293.
daños. En homenaje al doctor Jorge Mosset Iturraspe, La Rocca, Buenos
Aires, 1989. BUSSO, Eduardo B., Código civil anotado, Ediar, Buenos Aires, 1949, t. III.
- El fundamento de la responsabilidad del principal por el hecho del de­ - Responsabilidad indirecta: hecho de las cosas, relación de dependencia,
en Revista critica de jurisprudencia, 1932, p. 103.
pendiente, en Revista de Derecho de Daños, n. 2003-1, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, p. 7. BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Derecho ambiental. Fundamentación y nor­
- El futuro de la responsabilidad civil. ¿Hacia dónde vamos?, en HERRA­ mativa, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995.
DOR GUARDIA, Mariano (coord.), Derecho de daños, Asociación Justicia - Teoría general de la responsabilidad civil, 8ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos
· y opinión Sepin, Madrid, 2011, ps. 729 y ss. Aires, 1993 y 9ª ed., 2004.
- Incumplimiento de la obligación y responsabilidad, en Revista de Derecho CAFFERATTA, Néstor A., Deber de prevención en el Código Civil y Co­
Privado y Comunitario, n. 17, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1998. mercial (en relación con el derecho ambiental y los bienes y valores
- La culpa como norma de clausura. ¿Es un postulado verdadero?, en LL colectivos), en RCCyC 2016 (abril), p. 22.
2010-E-1220. - en TRIGO REPRESAS, Félix A. y LÓPEZ MESA, Marcelo, Tratado de
- La responsabilidad por daños en el Proyecto de Código Civil y Comercial la responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires, t. III, Cap. 12, p. 533.
de 2012, en RSyC, febrero de 2013, p. 5. - Naturaleza del daño moral· ambiental colectivo, en LLC 2006-1.
- La unidad sistemática del resarcimiento de daños, en Revista del Foro CALDERÓN, Maximiliano y MÁRQUEZ, José F., Responsabilidad civil del
de Cuyo, n. 4, p. 10. funcionario público, en Revista de Derecho de Daños, n. 2010-3, Rubin­
- Responsabilidad civil de los médicos, 2ª ed., Hammurabi, Buenos Aires, zal-Culzoni, Santa Fe, p. 327.
1992. - Responsabilidad por actividades riesgosas, en MÁRQUEZ, José F. (dir.),
- Responsabilidad civil del escribano, Hammurabi, Buenos Aires, 1984. Responsabilidad civil en el código civil y comercial, t. 2, ps. 125/126.

484 485

.1 .
CALVO COSTA, Carlos A., Daño resarcible, Hammurabi, Buenos Aires, COSSARI, Maxirniliano, Prevención y punición en la responsabilidad civil,
2005. El Derecho, Buenos Aires, 2017.
- Daños ocasionados por la prestación médico-asistencial, Hammurabi, DE CUPIS, Adriano, El daño, trad. de la 2ª ed. italiana por Ángel Martínez
Buenos Aires, 2007. Sarrión, Bosch, Barcelona, 1975.
CALVO COSTA, Carlos A. (dir.), Código Civil y Comercial de la Nación,
La Ley, Buenos Aires, 2015. DE LORENZO, Manuel Federico, El daño injusto en la responsabilidad civil,
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1996.
CARRANZA, Jorge A., Los medios masivos de comunicación y el derecho
privado, Lemer, Buenos Aires-Córdoba, 1975. DÍEZ-PICAZO, Luis, Derecho de daños, Civitas, Madrid, 1999.
CASSAGNE, Juan C., Derecho administrativo, 9ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos - Fundamentos del derecho civil patrimonial, 4ª ed., Civitas, Madrid, 1995,
Aires, 2008. t. ID; 5ª ed., 1996, ts. I y II.
- La responsabilidad civil hoy, en Anuario de derecho civil, 1977, t. IV.
CAZEAUX, Pedro N., Daño actual, daño futuro, d.año eventual o hipotético.
Pérdida de chance, en Temas de responsabilidad civil en honor al profesor FARINA, Juan M., Defensa del consumidor y del usuario, Astrea, Buenos
doctor Augusto M. Morello, Platense, La Plata, 1981. Aires, 1995.
CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix A., Derecho de las obli­ FERREIRA RUBIO, Delia M., El derecho a la intimidad, Universidad, Buenos
gaciones, 4ª ed., La Ley, Buenos Aires, 2010. Aires, 1982.
CERUTTI, María del Carmen, La obligación de seguridad y su aplicación GAGLIARDO, Mariano, Tratado de obligaciones según el código civil y
en el Código Civil y Comercial, en RCyS 2015-IV-129. comercial, Zavalía, Buenos Aires, 2015.
- La responsabilidad por el hecho de las cosas y por actividades riesgosas,
GALDÓS, Jorge M., Comentario a los artículos 1709 a 1715, 1721 y 1722,
en Revista de Derecho de Daños, n. 2012-3, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
1-724--y 17-25, 1737 a- 1748, 1757 a -Fl:59-y 1'769-a ·1'7· 7len-J::;0REN�
p: 307:·
ZETTI, Ricardo L. (dir.); DE LORENZO, Miguel F. y LORENZETTI,
- Responsabilidad por equidad, en Revista de Derecho de Daños, n. 2017-1,
Pablo (coords.), Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, Ru­
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, p. 118.
binzal-Culzoni, Santa Fe, 2015, t. VID.
CIFUENTES, Santos, Derecho de réplica, de rectificación o de respuesta,
- Diferencias entre la responsabilidad civil contractual y extracontractual
en Los nuevos daños. Soluciones modernas de reparación, coord. por
en el nuevo Código Civil y Comercial, en Revista de Derecho Privado y
Carlos Ghersi, Hammurabi, Buenos Aires, 1995.
Comunitario, número extraordinario, Claves del Código Civil y Comercial,
- Derechos personalísimos, 2ª ed., Astrea, Buenos Aires, 1995. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2015, ps. 267 y ss., en esp. III, f.
- El dañoworal y la pe�sona jurídica, en Derecho de daños. Primera parte. - El artículo 1757 del Código Civil y Comercial (el anterior artículo 1113,
Obra homenaje al profesor doctor Jorge Mosset lturraspe, dir. por Félix
Código Civil), en RCyS 2015-IV-176.
A. Trigo Represas y Rubén Stiglitz, La Rocca, Buenos Aires, 1989.
- La culpa como norma de clausura, en RCyS 2013-III tapa.
CIURO CALDANI, Miguel Á., Bases jusfilosóficas para la comprensión del - Las funciones de la responsabilidad civil. La supresión de la sanción
daño y la reparación, en LL 1992-D-1060.
pecuniaria disuasiva en el Código Civil y Comercial de la Nación, en
COLMO, Alfredo, De las obligaciones e/l general, Jesús Menéndez, Buenos LL Supl. Esp. Nuevo Código Civil y Comercial, 2014 (noviembre),
Aires, 1920. p. 137.
COSSARI, Maximiliano, El principio precautorio como principio general - Riesgo creado y actividad riesgosa en el Proyecto de 2012 de Código Civil
para la protección de la persona humana, El Derecho, Buenos Aires, y Comercial de la Nación, en Revista de Derecho de Daños, n. 2012-3,
2017. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, p. 345.

486 487
GOLDENBERG, Isidoro H., Indemnización por daños y perjuicios, Hammu­
GALDÓS, Jorge M. y VALICENTI, Ezequiel, Principios generales de la rabi, Buenos Aires, 1993.
responsabilidad objetiva, en LL 2016-F-975, en esp. n. IV.l.
- La relación de causalidad en la responsabilidad civil, 1 ª ed., Astrea, Bue­
GALLI, Enrique V., Culpa civil y culpa penal, Talleres Gráfic;os Olivieri y nos Aires, 1984.
Domínguez, La Plata, 1937. - La unicidad de lo ilícito. Su problemática, en Revista Jurídica de San
GARRIDO CORDOBERA, Lidia R., Casos de responsabilidad civil, La Ley, Isidro, 1967, t. I, p. 79.
Buenos Aires, 2004. GOLDENBERG, Isidoro H. y CAFFERATTA, Néstor A., Daño ambien­
- Derechos individuales y de incidencia colectiva en el Código Civil y Co­ tal. Problemática de su determinación causal, Abeledo-Perrot, Buenos
mercial, en RCyS 2015-ID-13. Aires, 2001.
- Los daños colectivos y la reparación, Universidad, Buenos Aires, 1993. IRIBARNE, Héctor Pedro, De los daños a la persona, Ediar, Buenos Aires,
GELLI, María Angélica, Constitución de la Nación Argentina. Comentada y 1993.
concordada, 2ª ed. ampl. y act., La Ley, Buenos Aires. JIMÉNEZ HORWITZ, Margarita, La imputación al deudor del (ncumpli­
- Lectura constitucional de la ley de responsabilidad del Estado, en LL miento del contrato ocasionado por sus auxiliares, McGraw-Hill, Ma­
2014-E-659. drid, 1996.
GESUALDI, Dora M., Responsabilidad civil. Factores objetivos de atribución JORDANO FRAGA, Francisco, La responsabilidad contractual, Civitas, Ma­
y relación de causalidad, Hammurabi, Buenos Aires, 1987. drid, 1987.
GHERSI, Carlos, Accidentes de tránsito. Derecho y reparación de daños. - La responsabilidad del deudor por los auxiliares que utiliza en el cum­
Parte primera, Universidad, Buenos Aires, 1996. plimiento, Civitas, Madrid, 1994.
- La causalidad adecuada. Formulaciones varias. Aplicaciones en el dere­ JUNYENT BAS, Francisco; MOLINA SANDOVAL, Carlos; GARZINO, Ma­
cho positivo argentino, en Revista de Derecho de Daños, n. 2003-2, Ru­ ría C. y HEREDIA QUERRO, Juan S., Ley de defensa del consumidor,
binzal-Culzoni, Santa Fe, p. 39. Errepar, Buenos Aires, 2013.
- Ley de responsabilidad del Estado: los funcionarios públicos, en RCyS KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, ¿ Conviene la introducción de los
2014-XI-5. llamados "daños punitivos" en el derecho argentino?, en Anales de la
- Responsabilidad de las personas jurídicas de existencia ideal en el Código Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires,
Civil y Comercial, en RCyS 2015-IV-240. año XXXVID, 2ª época, n. 31, Buenos Aires, 1993.
- Responsabilidad de los profesionales en ciencias económicas, en Revista - Daños causados por los dependientes. Modernas tendencias jurispruden­
de Derecho de Daños, n. 2004-1, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe. ciales, Hammurabi, Buenos Aires, 1992.
- Responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos en el Proyecto - El daño a la persona. ¿ Sirve al derecho argentino la creación pretoriana
de Código, en LL 2013-A-532. de la jurisprudencia italiana?, en Revista de Derecho Privado y Comu­
- Responsabilidad por prestación médico-asistencial, Hammurabi, Buenos nitario, n. 1, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1992.
Aires, 1992. - en BELLUSCIO, Augusto C. y ZANNONI, Eduardo, Código civil y leyes
- Responsabilidad profesional, Astrea, Buenos Aires, 1995. complementarias, Astrea, Buenos Aires, 1984, t. 5.
GHERSI, Carlos (dir.), Responsabilidad del contador, Astrea, Buenos Aires, - Estado de la jurisprudencia nacional en el ámbito relativo al daño am­
1995. biental colectivo después de la sanción de la ley 25.675, ley gene­
ral de ambiente (LGA), en Academia Nacional de Derecho, julio 2006,
GHERSI, Carlos y WEINGARTEN, Celia, Análisis económico del derecho. p. l.
Cuantificación del daño, La Ley,_ Buenos Aires, 2016.
- La cláusula penal, Depalma, Buenos Aires, 1981.
- Tratado de daños reparables, La Ley, Buenos Aires, 2008, t. ID.
489
488
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, La función preventiva de la respon­ LÓPEZ CABANA, Roberto M., Responsabilidad colectiva. Régimen legal
sabilidad civil en el Código Civil y Comercial de la Nación, en PEYRA­ en Argentina y Latinoamérica, en LL 1986-B-931.
NO, J. W. y ESPERANZA, S. R. (coords.), La acción preventiva en el LÓPEZ CABANA, Roberto M. (coord.), Responsabilidad civil objetiva, Abe­
Código Civil y Comercial de la Nación, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2016, ledo-Perrot, Buenos Aires, 1995.
p. 38.
LÓPEZ DE ZAV ALÍA, Femando J., Derechos reales, Zavalía, Buenos Aires,
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída y PARELLADA, Carlos (coords.), 1989.
Derecho de daños. Segunda parte (Homenaje al Prof Félix A. Trigo Re­
- Teoría de los contratos, 3ª ed., Zavalía, Buenos Aires, 1991.
presas), La Rocca, Buenos Aires, 1991.
LÓPEZ HERRERA, Edgardo, comentario a los artículos 1708 a 1762, en RIVERA,
LAFAILLE, Héctor; BUERES, Alberto J. y MAYO, Jorge A.., Derecho civil. Julio C.; MEDINA, Graciela (dirs.) y ESPER, Mariano ( coord.), Código civil
Tratado de las obligaciones, 2ª ed., La Ley-Ediar, Buenos Aires, 2009. y comercial de la Nación comentado, La Ley, Buenos Aires, 2015, t. IV.
LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P., Tratado de los contratos, La Ley, Buenos - Teoría general de la responsabilidad civil, LexisNexis, Buenos Aires, 2006.
Aires, 2017. - Tratado de la prescripción liberatoria, Abeledo-Perrot, Buenos Ai-
LEÓN, Pedro, El agravio moral, Córdoba, 1926. res, 2007.
LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilité civile, 2ª ed., Dalloz, Paris, LÓPEZ MESA, Marcelo J., Derecho de las obligaciones, B de F, Buenos
1976. Aires, 2015.
LE TOURNEAU, Philippe y CADIET, Lok, Droit de la responsabilité, Da­ - Presupuestos de la responsabilidad civil, Astrea, Buenos Aires, 2013.
lloz, Paris, 1996. LÓPEZ MESA, Marcelo J. y CESANO, José Daniel, Antijuridicidad y causas
LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de derecho civil. Obligaciones, 2ª ed., Perrot, de justificación. Contribuciones a su estudio desde las ópticas civil y
Buenos Aires, ts. I y 11 (1971), t. III (1973), t. IV-A (1976), t. IV-B penal, Edisofer, Madrid, 2010.
(198_ü). L0PEZ- OLACIREGUI, José··María, Esencia y-fundamento· de la responsa­
LLAMBÍAS, Jorge J. y colaboradores, Código civil anotado, Abeledo-Perrot, bilidad civil, en RDCO 1978-955.
Buenos Aires, 1979. LORENZETTI, Ricardo Luis, La empresa médica, Rubinzal-Culzoni, Santa
LLOVERAS, Nora y MONJO, Sebastián, Responsabilidad de los padres por Fe, 1998.
el hecho de los hijos en el Proyecto de Código, en LL 2013-E-1078. - Las normas fundamentales del derecho privado, Rubinzal-Culzoni, Santa
LLOVERAS DE RESK, María Emilia, La responsabilidad civil del escribano Fe, 1995.
público, en ED 105-917. - Responsabilidad civil de los médicos, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1997.
LOIZAGA, Eduardo, Responsabilidad civil de los establecimientos educati­ - Teoría general del derecho ambiental, La Ley, Buenos Aires, 2008.
vos, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2000. - Tratado de los contratos, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2000.
LÓPEZ, Estanislao, Responsabilidad de establecimientos educativos: La in­ LORENZETTI, Ricardo Luis (dir.) y DE LORENZO, Manuel Federico (coord.),
consciente necesidad de subjetivizar la responsabilidad objetiva, en LL Código Civil y Comercial de la Nación comentado, Rubinzal-Culzoni, San­
2005-B-473. ta Fe, 2014/2015.
LÓPEZ CABANA, Roberto M., La atribución objetiva del deber de reparar MÁRQUEZ, José Femando, Distinción entre chance y lucro cesante. Su re­
con indemnización limitada en la proyectada unificación civil y comercial, cepción en el Código Civil y Comercial, en RCyS 2015-1-5.
en Cuestiones Modernas de responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires, - La unificación de las normas de responsabilidad civil, en MÁRQUEZ,
1988, ps. 339 y SS. José Femando (dir.), Responsabilidad civil en el Código Civil y Comercial,
- La demora en el derecho privado, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1989. Zavalía, Buenos Aires, 2015.

490 491
MÁRQUEZ, José Femando, Las obligaciones concurrentes. La recepción en
el Código Civil y Comercial y su aplicación en la responsabilidad civil, MOSSET ITURRASPE, Jorge, Justicia contractual, Ediar, Buenos Aires, 1977.
en RCyS 2015-IV-58. - Responsabilidad por culpa y responsabilidad por riesgo creado, en Es­
tudios sobre responsabilidad por daños, Rubinzal-Culzorú, Santa Fe, 1980,
- Responsab.ilidad civil de los establecimientos educativos en el dereclw vi­
t. I, p. 13.
gente y en el Proyecto de Código Civil y Comercial de 20i2, en Revis­
ta de Derecho de Daños, n. 2014-1, Rubinzal-Culzorú, Santa Fe, ps. 235 - Responsabilidad por daños, Ediar, Buenos Aires, 1972.
y SS. - Responsabilidad por daños, Rubinzal-Culzorú, Santa Fe, t. I (Parte ge-
neral, 1998), t. ID (El acto ilícito, 1998), t. IV (Las eximentes, 1999),
MÁRQUEZ, José Femando (dir.), Responsabilidad civil en el código civil y
t. VI (Responsabilidad colectiva, 2003).
comercial, Zavalía, Buenos Aires, 2015.
- Servicios dependientes e independientes o autónomos, en LL 1987-
MAYO, Jorge A. y PREVOT, Juan M., Responsabilidad contractual, La Ley, E-229.
Buenos Aires, 2007.
MOSSET ITURRASPE, Jorge (dir.); KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída
MEDINA, Graciela y ROVEDA, Eduardo Guillermo, Derecho de familia, (coord.); GHERSI, Carlos A.; STIGLITZ, Gabriel; PARELLADA, Carlos
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2016. y ECHEVESTI, Carlos A., Responsabilidad civil, Harnmurabi, Buenos
MOISSET DE ESPANÉS, Luis, Automotores y motovehículos. Dominio, Za­ Aires, 1992.
valía, Buenos Aires, 1992. MOSSET ITURRASPE, Jorge y LORENZETTI, Ricardo L., Contratos mé­
- Curso de obligaciones, Zavalía, Buenos Aires, 2004. dicos, La Rocca, Buenos Aires, 1991.
- Dominio de automotores y publicidad registra!, Harn.murabi, Buenos Ai- - Defensa del consumidor, 1ª ed., Rubinzal-Culzorú, Santa Fe, 1993.
res, 1981. MOSSET ITURRASPE, Jorge; MOISSET DE ESPANÉS, Luis; PIZARRO,
MOISSET DE ESPANÉS, Luis; PIZARRO, Ramón Daniel y VALLESPI­ Ramón Daniel y GONZÁLEZ, José Eduardo, Daño moral, Córdoba,
NOS, Carlos Gustavo, La indemnización en forma de renta. Estudio de 1994.
derecho comparado, en Revista jurídica de San Isidro, diciembre-enero MOSSET ITURRASPE, Jorge y PIEDECASAS, Miguel A., Responsabilidad
de 1979-1980, n. 15. por daños, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2017.
MOLINA SANDOVAL, Carlos, Derecho del consumo, Advocatus, Córdoba, MOSSET ITURRASPE, Jorge y PIEDECASAS, Miguel A. (dirs.), Códi­
2008. go Civil comentado. Responsabilidad civil, 1ª ed., Rubinzal-Culzorú, arts.
MORELLO, Augusto M., Indemnización del daño contractual, Platense-Abe­ 1066 a 1136, Santa Fe, 2003.
ledo-Perrot, Buenos Aires, 1974. ORGAZ, Alfredo, El daño resarcible, Lemer, Córdoba, 1980.
- La terminación del proceso en un plazo razonable como manifestación - La culpa, Lemer, Buenos Aires, 1970.
concreta de la eficacia del servicio de justicia, en ED 122-887. - La ilicitud, Lemer, Buenos Aires, 1974.
- Los derechos del hombre de tercera y cuarta generación, en Estudios de - La vida humana como valor económico, en ED 56-849.
derecho procesal. Nuevas demandas. Nuevas respuestas, Platense, La Pla­ - Nuevos estudios de derecho civil, Bibliográfica Argentina, Buenos Ai-
ta, 1998. res, 1954.
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Deberes emergentes de la relación médico­
ORGAZ, Alfredo y SOLER, Sebastián, Aspectos civiles de la reforma penal,
paciente, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, n. 2010-3, Ru­
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1963.
binzal-Culzoni, Santa Fe.
- Diez reglas sobre la cuantificación del daño moral, en LL 1994-A-728. OSSOLA, Federico, La antijuridicidad, ¿presupuesto de la responsabilidad
civil?, en VALLESPINOS, Carlos G. (dir.), Responsabilidad civil. Pre­
- El valor de la vida humana, Rubinzal-Culzorú, Santa Fe, 1983.
supuestos, Advocatus, Córdoba, 1997, ps. 57 y ss.
492
493

l:
OSSOLA, Federico, Obligaciones, La Ley, Buenos Aires, 2016. PIZARRO, Ramón Daniel, Daños punitivos, en KEMELMAJER DE CAR­
- Responsabilidad civil, La Ley, Buenos Aires, 2016. LUCCI, Aída (dir.) y PARELLADA, Carlos (coord.), Derecho de daños.
Segunda parte. Homenaje al Dr. Félix A. Trigo Represas, La Rocca, Bue­
PADILLA, René, Responsabilidad civil por mora, Astrea, Bµenos Aires,
1996. . nos Aires, 1993, p. 287.
- Sistema de la responsabilidad civil, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1997, - El derecho a la reparación desde la perspectiva constitucional, en HER­
p. 74. NÁNDEZ, Antonio María (dir.) y CHIACCHIERA CASTRO, Paulina R.
(coord.), Derecho constitucional, t. 11, Cap. X, p. 858.
PALMERO, Juan C., El daño involuntario, Astrea, Buenos Aires, 1973.
- El fallo de la Corte Suprema de Justicia y la violencia en el fútbol: una
PARELLADA, Carlos A., Daños en la actividad judicial e informática desde bocanada de aire fresco, en RCyS 2007-448.
la responsabilidad profesional, Astrea, Buenos Aires, 1990. - El principio de reparación plena del daño. Situación actual. Perspecti­
PICAS SO, Sebastián, comentario a los artículos 17 I 6 a 1720, 1723, 1726 va, en Anales de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba, 1997,
a 1736, 1749 a 1750, 1760 a 1762, en LORENZETTI, R. (dir.); DE ps. 121 y SS.
LORENZO, M. F. y LORENZETTI, P. (coords.), Código Civil y Co­ - La caja de Pandara, en RCyS 2014-IX, tapa.
mercial de la Nación. Comentado, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2015, - La Corte consolida la jerarquía constitucional del derecho a la reparación,
t. VIII. en LL Supl. Especial del 27-9-2004, p. 5.
- La singularidad de la responsabilidad contractual, Abeledo-Perrot, Bue­ - La responsabilidad civil del titular registra[ de un automotor y la ley
nos Aires, 2011. 22.977, en JA 1985-11-792.
PICASSO, Sebastián y VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto (dirs.), Ley de - Manual de obligaciones, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2019.
defensa del consumidor. Comentada y anotada, La Ley, Buenos Aires, - ¿Réquiem para la obligación de seguridad en el nuevo código civil y
2009. comercial?_, en LL 2015-E�8A-0.
PITA, Enrique Máximo, La responsabilidad civil deportiva, Rubinzal-Culzoni, - Responsabilidad civil de los medios masivos de comunicación, 2ª ed.,
Santa Fe, 2015. Hammurabi, Buenos Aires, 2004.
- Responsabilidad civil del que pone la marca en un producto defectuoso y
PIZARRO, Ramón Daniel, Acerca de la obligación, el crédito y la deuda,
en Homenaje a Da/macia Vélez Sársfield, Academia Nacional de Derecho en un servicio defectuosamente prestado, en BUERES, Alberto J. y KE­
y Ciencias Sociales de Córdoba, Córdoba, 2000, p. 310. MELMAJER DE CARLUCCI, Aída (dirs.), Responsabilidad por daños
en el tercer milenio (Homenaje al Prof Atilio A. Alterini), Abeledo-Perrot,
- Actividades riesgosas, en ALTERINI, Atilio A. y LÓPEZ CABANA, Ro­
Buenos Aires, 1997, p. 378.
berto M. (dirs.), Enciclopedia de la responsabilidad civil, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1996, t. I, p. 222. - Responsabilidad civil por actividades riesgosas, en LL 1989-C-936.
- Algunas reflexiones en tomo a la relación de causalidad, a la legitima­ - Responsabilidad civil por el riesgo o vicio de la cosa, Universidad, Buenos
ción pasiva y a las eximentes en la responsabilidad civil por productos, Aires, 1983.
en Revista de Derecho de Daños, n. 2003-2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, - Responsabi[idad civil por riesgo creado y de empresa, La Ley, Buenos
p. 321. Aires, 2006.
- Causalidad adecuada y factores extraños, en TRIGO REPRESAS, F. A. - Responsabilidad de Las empresas concesionarias de peaje en un reciente
y STIGLITZ, R. (dir.), Derecho de daños. Primera parte (Homenaje a fallo de la Corte Suprema, en LL del 30-3-2006; Responsabilidad Civil
Jorge Mosset Iturraspe), La Rocca, Buenos Aires, 1989, p. 255. y Seguros, 2006-31.
- Daño moral. Prevención. Reparación. Punición, 2ª ed., Harnmurabi, Bue­ - Responsabilidad del Estado y del funcionario público, 2ª ed., Astrea, Bue­
nos Aires, 2004. nos Aires, 2015; 2016.

494 495
PIZARRO, Ramón Daniel, Tratado de la responsabilidad objetiva, La Ley, SAGARNA, Femando A., Responsabilidad civil de los docentes y de los
Buenos Aires, 2016. institutos de_ enseñanza, Depalma, Buenos Aires, 1991.
- Una eximente controvertida en materia de accidentes de automotores: el - Responsabilidad civil directa y por el hecho de terceros, en RIVERA,
hecho concausa[ del tercero extraño en la responsabilidaq por el riesgo Julio C. (dir.) y MEDINA, Graciela (coord.), Comentarios al Proyecto
o· vicio de la cosa (art. 1113, Código qvil), en Revista de Derecho de de Código Civil y Comercial de la Nación, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
Daños, n. 2, Rubinzal-Culzoni, SantaFe, 1998, p. 185. 2013, ps. 934 y ss., n. 6.
- Responsabilidad civil directa y por el hecho de terceros. En el nuevo
PIZARRO, Ramón Daniel y VALLESPINOS, Carlos Gustavo, Instituciones
código civil y comercial de la Nación, en LL Supl. Esp. Nuevo Código
de derecho privado. Obligaciones, Hammurabi, Buenos Aires, 1999.
Civil y Comercial, 2014, p. 143.
- Manual de Obligaciones, Rubinzal-Culzoni, SantaFe, 2019. - Responsabilidad civil por el transporte terrestre de personas, Depalma,
- Tratado de Obligaciones, Rubinzal-Culzoni, SantaFe, 2017. Buenos Aires, 1997.
- Tratado de responsabilidad civil, Rubinzal-Culzoni, SantaFe, 2019. SALAS, Acdeel E., Estudios sobre la responsabilidad civil, Buenos Aires,
PLOVANICH DE HERMIDA, María Cristina, Responsabilidad de los padres, 1947.
Academia Nacional de Derecho de Córdoba, Córdoba, 2010. SALAS, Acdeel E. y TRIGO REPRESAS, Félix A., Código civil anotado,
PREVOT, Juan Manuel y CHAIA, Rubén A., La. obligación de seguridad, 2ª ed., Depalma, Buenos Aires, 1972.
Hammurabi, Buenos Aires, 2005. SALVAT, Raymundo y ACUÑA ANZORENA, Arturo, Tratado de derecho
RAMOS MARTÍNEZ, MaríaFlorencia, Responsabilidad del Estado por omi­ civil argentino. Fuentes de las obligaciones (Hechos ilícitos), 2ª ed., Tea,
sión, Astrea, Buenos Aires, 2019. Buenos Aires, 1958.
SALVAT, Raymundo y GALLI, Enrique V., Tratado de derecho civil ar­
RIVERA, Julio César, La. constitucionalización del derecho privado en el
Proyecto de Código Civil y Comercial, en RIVERA, Julio C. (dir.), Co­ gentino. Obligaciones en general, 6ª ed., Tea, Buenos Aires, 1953.
mentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación de 2012, SANTARELLI, Fulvio Germán, en LÓPEZ CABANA, Roberto M. (dir.),
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, p. 1. Responsabilidad civil objetiva, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995,
Cap. I, p. 11.
RIVERA, Julio C. y CROVI, Daniel, Derecho Civil. Parte general, Abele­
do-Perrot, Buenos Aires, 2016, p. 244. - Glosa a los artículos 1781 a 1814, en ALTERINI, J. (dir.), Código Civil
y Comercial anotado, La Ley, Buenos Aires, 2015, t. VIII.
RIVERA, Julio C.; MEDINA, Graciela (dirs.) y ESPER, Mariano (coord.),
SILVESTRE, Norma (dir.); MARINO, Abel Enrique; MAGLI, María Claudia;
Código civil y comercial de la Nación comentado, La Ley, Buenos Aires, BURGOS, Débora y SILVESTRE, Norma (auts.), Obligaciones, 2ª ed.,
2015. La Ley, Buenos Aires, 2016.
SÁENZ, Luis R. J., comentario a los artículos 1751 a 1756, 1760 a 1768 y SOLER, Sebastián, Derecho penal argentino, 4ª ed., Tea, Buenos Aires, 1970.
1772 a 1780, en LORENZETTI, R. (dir.); DE LORENZO, M.F. y LO­
SPOTA, Alberto G., Absolución criminal y responsabilidad objetiva en lo
RENZETTI, P. (coords.), Código Civil y Comercial de la Nación. Co­
mentado, Rubinzal-Culzoni, SantaFe, 2015, t. VIII. civil, en JA 1955-IV-34.
STARCK, Boris; ROLAND, Henri y BOYER, Laurent, Droit civil. Obliga­
SAGARNA,Femando A., comentario al art. 1111 del código civil, en BUE­ tions, t. 1, Responsabilité délictuelle, 2ª ed., Litec-Droit, Paris, 1985.
RES, Alberto J. (dir.) y HIGHTON, Elena l. (coord.), Código civil y
normas complementarias, Hammurabi, Buenos Aires, 1999, t. 3-A, p. 417. STIGLITZ, Gabriel, Daños y perjuicios, La Rocca, Buenos Aires, 1987.
- Ley 24.830: nuevo régimen de la_ responsabilidad civil de los propietarios - La. defensa del consumidor en Argentina. 30 años de derecho, sin políticas,
de establecimientos educativos, en JA 1997-III-938. Rubinzal-Culzoni, SantaFe, 2012.

496 497
STIGLITZ, Gabriel, Protección del consumidor, 2ª ed., Depalma, Buenos
TRIGO REPRESAS, Félix A. y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Res­
Aires, 1990.
ponsabilidad civil por accidentes de automotores, Hammurabi, Buenos
- Reglas para la defensa de los consumidores y usuarios, Juris, Rosario, Aires, 1987.
1997.
TRIGO REPRESAS, Félix A. y LÓPEZ MESA, Marcelo, Responsabilidad
- Responsabilidad civil por riesgo o vicio de productos elaborados. Botellas
civil de los profesionales, LexisNexis, Buenos Aires, 2005.
que siguen explotando, consumidores cargando culpas, en Revista de Res­
ponsabilidad Civil y Seguros, 2004-466. - Tratado de la responsabilidad civil, 1º ed., La Ley, Buenos Aires, 2004;
2ª ed., 2011.
STIGLITZ, Gabriel y HERNÁNDEZ, Carlos A., Tratado de derecho del
consumidor, La Ley, Buenos Aires, 2015. VALLESPINOS, Carlos Gustavo, Del contrato de transacción a la transac­
ción legal. Un paso necesario, en Cuaderno de obligaciones, n. 3, Alve­
STIGLITZ, Gabriel y STIGLITZ, Rubén, Contrato de seguro, Buenos Aires, roni, Córdoba, 2008, ps. 34 y ss.
1988.
- El contrato por adhesión a condiciones generales, Universidad, Buenos
- Derechos y defensa del consumidor, La Rocca, Buenos Aires, 1994, ps. Aires, 1984.
327 y SS.
- El principio de equilibrio contractual en el derecho del consumo, en VA­
- Responsabilidad precontractual, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992. LLESPINOS, Carlos G. (dir.), Contratos. Presupuestos, Advocatus, Cór­
- Seguro contra responsabilidad civil, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 199L doba, 1999, p. 39.
STIGLITZ, Rubén S., Derecho de seguros, 5" ed., La Ley, Buenos Aires, - Responsabilidad civil de arquitectos, ingenieros y demás profesionales de
2008. la construcción, en Obligaciones y contratos en los albores del siglo XXI.
STIGLITZ, Rubén S. y STIGLITZ, Gabriel, Derecho de seguros, 6ª ed., La Homenaje al Prof Roberto López Cabana, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
Ley, Buenos Aires, 2016. 2001, p. 399.
TALE, Camilo, Daño moral a las personas jurídicas; en ED 155�845. - R,esp_Qnsabil(dad contractual indirecta, en VALLESPINOS,Carlos_Gus-.
tavo (dir.), Responsabilidad civil. Presupuestos, Advocatus,Córdoba, 1997.
- Derecho de las obligaciones en el Proyecto de Código Civil y Comercial.
- Responsabilidad por daños a los intereses económicos del consumidor,
Observaciones y propuestas de modificaciones, en SIL, AP/DOC/129/
en ALTERINI, Atilio A. y LÓPEZ CABANA, Roberto M. (dirs.), La
1013, n. IX.
responsabilidad (Homenaje a Isidoro H. Goldenberg), Abeledo-Perrot,
- El concepto de antijuridicidad, en ED 111-908.
Buenos Aires, 1995, p. 491.
- Elementos esenciales y requisitos de las obligaciones (varias cuestiones),
VALLESPINOS, Carlos Gustavo (dir.), Responsabilidad civil. Presupuestos,
en Anuario de Derecho Civil, Alveroni, Córdoba, 1996.
Advocatus, Córdoba, 1997.
TANZ( Silvia Y., Responsabilidad extracontractual por el hecho del depen­
diente, en AMEAL, Osear (dir.) y GESUALDI, Dora (coord.), Derecho VALLESPINOS, Carlos G. y OSSOLA, Federico A., La obligación de in­
formar en los contratos, Hammurabi, Buenos Aires, 2010.
privado (Libro homenaje a Alberto J. Bueres), Hammurabi, Buenos Aires,
2001, p. 1369. V ARIZAT, Andrés y PIZARRO, Ramón Daniel, La "desnaturalización de
las obligaciones" como instrumento de control de cláusulas abusivas en
TINTI, Guillermo P., Derecho del consumidor, 2ª ed., Alveroni, Córdoba,
los contratos de consumo ( Una interesante innovación doctrinaria argen­
2001.
tina), en LLC, n. 1, 2006, p. 10.
TOBÍAS, José W., comentario a los artículos 1º a 103, en ALTERINI, J.
(dir.), Código, t. I, ps. 1 y ss. VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A., Daños y perjuicios en el ejercicio de
la medicina, 2ª ed., Hammurabi, Buenos Aires, 2002.
TRIGO REPRESAS, Félix A., Reparación de daños por mala praxis médica, - La obligación de seguridad en la responsabilidad civil y ley de contrato
2ª ed., Hammurabi, Buenos Aires, 2008. de trabajo, Vélez Sársfield, Rosario, 1988.
498
499
VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A., Prueba de la culpa médica, Hammu­ ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de daños, t. 2-c, Daños
rabi, Buenos Aires, 1993. a las persomis (Integridad espiritual y social), Hammurabi, Buenos Aires,
1994.
- Responsabilidad por daños. Elementos, Depalma, Buenos Aires, 1993.
- Resarcimiento de daños, t. 2-d, Daños a las personas. Integridad espiritual
VÁZQUEZ. FERREYRA, Roberto A. y FISCELLA, María Ed.it, Contrato y social ( continuación), Hammurabi, Buenos Aires, 1994.
de transporte, Juris, Rosario, 1997. - Resarcimiento de daños, t. 3, El proceso de daños (Directivas para pro­
V ÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A. y ROMERA, Osear Eduardo, Pro­ mover, resistir o sentenciar una acción resarcitoria o preventiva de daños.
tección y defensa del consumidor. Ley 24.240, Depalma, Buenos Aires, Casuística), Hammurabi, Buenos Aires, 1993.
1994. - Resarcimiento de daños, t 4, Presupuestos y funciones del derecho de
VÍTOLO, Daniel R., Defensa del consumidor y del usuario, Ad-Hoc, Buenos daños, Hammurabi, Buenos Aires, 1999.
Aires, 2015. - Responsabilidad por el daño necesario, Astrea, Buenos Aires, 1985.
WAYAR, Ernesto C., Derecho Civil. Obligaciones, Depalma, Buenos Aires, - Responsabilidad por riesgo, 2ª ed., Hammurabi, Buenos Aires, 1987.
1990. ZAV ALA DE GONZÁLEZ, Matilde y GONZÁLEZ ZAVALA, Rodolfo,
- Obligaciones en general según el Código Civil y Comercial de la Nación, · La responsabilidad civil en el nuevo Código, Alveroni, Córdoba, 2016/
Bibliotex, Tucumán, 2019, t. l. 2019.
- Tratado de la mora, Ábaco, Buenos Aires, 1981.
WIERZBA, Sandra M.; MEZA, Jorge A. y BORAGINA, Juan Carlos (d.irs.),
Derecho de daños, Hammurabi, Buenos Aires, 2017.
ZANNONI, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil, 3ª ed., Astrea,
Buenos Aires, 2005.
- Responsabilidad por productos elaborados, Astrea, Buenos Aires, 1984.
ZANNONI, Eduardo A. y BÍSCARO, Beatriz, Responsabilidad de los medios
de prensa, Astrea, Buenos Aires, 1993.
ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Doctrina judicial. Solución de casos,
Alveroni, Córdoba, 1997, t. 2.
- Doctrina judicial. Solución de casos, 2º ed., Alveroni Ediciones, Córdoba,
1998.
- La responsabilidad civil en el nuevo código, con la colaboración de Ro­
dolfo González Zavala, Alveroni, Córdoba, 2016.
- La responsabilidad del principal por el hecho del dependiente, Ábaco,
Buenos Aires, 1980.
- Personas, casos y cosas en el derecho de daños, Hammurabi, Buenos
Aires, 1991.
- Resarcimiento de daños, t. 2-a, Daños a las personas (Integridad psico­
física), Hammurabi, Buenos Aires, 1990.
- Resarcimiento de daños, t. 2-b, D,años a las personas (Pérdida de la vida
humana), Hammurabi, Buenos Aires, 1993.

500 501

También podría gustarte