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La ciudad, desde los albores de la civilización, ha sido un crisol donde las voluntades
humanas se han manifestado en formas variadas y complejas. Nos sumergiremos en
"La Emergencia del Fenómeno Urbano: Ciudad e Historia", explorando la evolución del
fenómeno urbano a lo largo del tiempo. Desde una perspectiva histórica, ya que la
ciudad no es simplemente un entorno físico; es un escenario en el que la voluntad
organizativa de la humanidad qué ha dejado una huella indeleble. Instituciones,
símbolos y formas de conducta social específicas de la ciudad son expresiones
tangibles de la voluntad humana organizativa. En períodos como la Antigüedad y el
Medievo, la ciudad se asocia con prácticas sociales y valores que abrazan la
racionalidad, el pragmatismo y la apertura espiritual. En el Neolítico, la ciudad emerge
como respuesta a la tensión entre la necesidad de movimiento y el deseo de
asentamiento. Mumford destaca la ciudad como fenómeno social y espiritual,
vinculándola con la tradición y el culto a los muertos. La caverna, lugar de
congregación para rituales y manifestaciones estéticas, es esencial para la identidad
del grupo y la sociedad, propiciando la reflexión y la introspección.
En conclusión, la ciudad, a lo largo de la historia, ha sido más que edificios, más que
un reflejo de la voluntad humana organizada, donde las complejidades sociales se
desarrollan y transforman. A través de revoluciones urbanas, avances tecnológicos y
cambios en la mentalidad, la ciudad ha evolucionado, dejando una huella inconfundible
en la historia de la humanidad. La comprensión de esta evolución requiere un enfoque
interpretativo que considere las múltiples dimensiones de la ciudad como fenómeno
social y espiritual.
Referencias: file:///C:/Users/hp/Downloads/2210.-Teoria-social-espacio-y-ciudad-
Lezama%20(1).pdf
20/11/23