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La personalidad jurídica, teoría de la inoponibilidad de la persona jurídica

(art.54, 3º Ley 19.550) e ilícitos en la registración laboral.

Autores: PRONO Javier R. Y PRONO Patricio M.


Temas societarios, nº 5.

Iº) PERSONALIDAD JURÍDICA


1º) a)Es principio de nuestro ordenamiento argentino que toda persona jurídica al ser
tal es autónoma, manteniendo -como sujeto de derecho- independencia jurídica,
siendo titular de derechos y obligaciones.
La sociedad comercial es persona jurídica de derecho privado (art.33 C.Civil), y la
“personalidad jurídica” es una calificación formal por efecto del cual un ente se
considerará “sujeto de derecho”. El art.2 de la L.S.C. también pregona que la
sociedad es pues sujeto de derecho.
En consecuencia la sociedad es una entidad jurídica distinta de los miembros que la
componen (39 CC).La personalidad jurídica crea un centro de imputación
diferenciado, que produce como efecto natural la separación patrimonial entre el
sujeto de derecho y sus integrantes, y que podrá luego tener la limitación de
responsabilidad de los socios, según el tipo social.
Este es el eje sobre el que debemos construir toda interpretación y herramienta para la
solución de los conflictos que a diario se plantean en el derecho societario.
El otorgamiento de personalidad en la ley societaria siempre se conferirá de acuerdo a la
norma del art.2º, es decir, que “la sociedad es un sujeto de derecho con el alcance fijado en
la ley”. Como sostenía SUÁREZ ANZORENA, la personalidad es este recurso técnico
instrumental que permite a los socios actuar como unidad en el mundo jurídico, y a través de
la actividad de la persona societaria y del mecanismo interno de participación en utilidades
y pérdidas, obra a los efectos del fin común que los motiva y lleva a anudar el vínculo
social1; y en relación al artículo referido, sustento también de la elaboración de la teoría de
la desestimación, la expresión “esta” ley indica la aplicación prioritaria que debe darse a las
normas y fundamentos de la Ley de Sociedades Comerciales, 19.550, sobre toda otra
disposición integrativa de la disciplina general de la persona societaria. Por lo que debemos
tener mucho cuidado en traer normas y/o reglas extrañas para ampliar el espectro de la
figura. El efecto personalidad requerirá del sustrato “relación societaria” del art.1º, que es lo
que da materia al sujeto de derecho –sociedad-.
b)La contracara de esto es el abuso de la personalidad, es decir cuando ese beneficio
otorgado por el legislador se aplica con fines no queridos, y en los supuestos
estructurados por la norma del artículo 54, 3º párrafo de la LSC.
La jurisprudencia ha ido elaborando progresivamente casos específicos en los que se
supo demostrar dicho abuso (actuación de sociedades creadas con la finalidad de
evasión de leyes antimonopólicas, de evasión fiscal, violatorias de normas de orden

1
SUAREZ ANZORENA, Carlos, en “Cuadernos de derechos societario”, Vol.I, Zaldívar Enrique y otros,
Ab.Perrot, Bs.As., p.133.
público –del derecho sucesorio o de la sociedad conyugal), en los cuales
efectivamente podrá aplicarse la teoría de la desestimación de la personalidad
jurídica.
Con este trabajo pretendemos tender ciertas pautas para la interpretación del ámbito
de aplicación de la figura, cuestionando los casos en que su aplicación se amplía
infundadamente, como se ha venido haciendo en algunos tribunales del fuero laboral.
2º) Entendemos que la desestimación de la personalidad jurídica debe ser utilizada
cuidadosamente, pues su aplicación irrestricta llevaría a consagrar la excepción como
regla.
La doctrina y jurisprudencia en general han enseñado este alcance, con expresiones
como éstas: “El mero incumplimiento de normas laborales y previsionales no
implica el uso ilegal del negocio jurídico societario, que es lo que sanciona el art.54
tercer párrafo de la ley de sociedades........una cosa es que la sociedad haya
incumplido con la ley laboral, fiscal o previsional, y otra que el recurso técnico
personalidad jurídica en una sociedad se haya utilizado como instrumento para
perjudicar a socios o terceros”2; “la aplicación del art.54 de la ley de sociedades
exige la existencia de pruebas concluyentes respecto de las situaciones
excepcionales que la mencionada legislación contempla a fin de prescindir de la
personalidad jurídica” 3.
IIº)
Muchos autores siguiendo también gran cantidad de precedentes jurisprudenciales,
especialmente de la Cámara Nacional del Trabajo, han sostenido la aplicación de la
teoría.
A partir de “Duquelsy c/Fuar” y los fallos que le sucedieron, la contratación de
trabajadores en negro (el incumplimiento de normas laborales) quedó como supuesto
de hecho de la norma por lo que han utilizado expansivamente quizas el texto del
párrafo 3º del art.54 citado, cuando dice “constituya un mero recurso para violar la
ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros”
Si hay violación de la ley, no es la consecuencia ni el aprovechamiento abusivo del
tipo societario y mucho menos que tanto la sociedad como su actuación puedan
calificarse de meros recursos para violar la ley laboral, pues para violar la legislación
laboral o frustrar derechos de terceros, no se necesita de ningún tipo societario, ni de
ninguna limitación de responsabilidad; es un dato de la realidad que un empresario
individual o las personas jurídicas que utilicen cualquier forma asociativa
(cooperativas, asociaciones civiles, fundaciones, etc) pueden incurrir o incurren
también en actos de violación de la ley, y ello no configuran meros recursos sino
actos que deben sufrir los efectos propios de su violación (sanción específica prevista
por el ordenamiento jurídico y eventualmente la responsabilidad de quienes han

2
ROMANO Alberto A. “Uso de sociedades -con particular referencia a los “fines extrasocietarios”-, La Ley,
16/3/2001, p.1.
3
CNCom., Sala A, “Apalategui Alberto c/D¨Angelo Roberto suc”. LL, tº 1992-C, p.330.
administrado la sociedad) pero no la sanción vía inoponibilidad de las personas
jurídicas y sus consecuencias.
La ley societaria ha sido prolija al referirse al concepto de actuación, pues no refiere
a actos sino “actuación”. Es importante también definir con precisión el concepto,
que sólo puede interpretarse en el contexto de la norma y del instituto, siendo
imposible hacerlo separadamente pues se lo desnaturaliza.
Con el recurso de interpretar fraccionadamente la norma se logran efectos no
queridos.
***Defendiendo el instituto de la PERSONALIDAD JURÍDICA, pero sin llegar al
extremo de no reconocer situaciones excepcionales en que la misma debe caer,
considerando también la regla importante del art.2º citado, pretendemos ser
cuidadosos ante los embates de los precedentes del fuero laboral, que al interpretar la
figura de la desestimación de la personalidad lo hacen de una manera parcial,
fragmentada, y con el único objetivo de procurar aplicar la teoría a situaciones
puntuales de incumplimientos de normas laborales, forzando el texto legal y
ampliando peligrosamente el espectro del instituto.
Es que en la generalidad de los casos no nos encontramos frente a una sociedad
creada ex profeso con el fin de defraudar derechos de terceros, violar la ley o las
normas de orden público.
IIIº) ANTECEDENTES
a) Antecedentes en que se ha aplicado el instituto.
Uno de los primeros antecedentes fue “DELGADILLO LINARES Adela
c/SHATELL SA y otras s/despido”, del 11/2/1997; TySS, 2000, p.667, donde la
Sala III de la Cámara Nacional del Trabajo condenó, aplicando el 3º parrafo del
art.54 a la sociedad, y acreditado que la misma abonaba parte de las remuneraciones
sin la debida registración, a otras dos personas como directores, socios, gerentes,
administradores o controlantes de aquella; el otro conocido ha sido “DUQUELSY
c/FUAR SA. y otro” (DT, 1998-A, 715; LL, tº 1999-B,2), en el que la misma Sala,
ante la situación acreditada de incumplimiento de normas laborales, no aplicó el
último párrafo del art.54 sino que extendió la responsabilidad al presidente del
directorio de la sociedad demandada aplicando las normas relativas al régimen de
responsabilidad de los administradores. El fallo es confuso pues la vocal interpretó
que estarían dados los elementos para la aplicación de la figura, pero no lo hizo pues
no se probó en la causa que la accionada fuera socia de la sociedad demandada Fuar
SA, responsabilizándola sólo a título de administradora. La doctrina que surge de
este antecedente provocó luego sucesivas interpretaciones de los jueces laborales que
comenzaron a utilizar la figura amplificamente, del modo que criticamos.
Similar criterio en “CINGIALE Marta c. c/POLLEDO AGROPECUARIA
SA s/despido (2/3/1999); “LUZARDI Natalia c/INSTITUTO
OFTALMOLÓGICO SRL” (17/12/98); y la Sala VII de dicha Cámara, en
“VILLAFAÑE Evelina c/MIRMAR s/despido” (16/6/1999); “MORALES
TORRAZAS Neis c/ARISTE SA s/despido”, (19/10/1999); todas sosteniendo que
“no registrar ni documentar una parte del salario efectivamente convenido y
pagado, práctica comúnmente denominada pago en negro y prohibido por el art.140
LCT y por el art.10 de la Ley de Empleo” constituye un típico fraude laboral y
previsional, que tiene normalmente por objeto y efecto disminuir ilegítimamente la
incidencia del salario normal en las prestaciones complementarias o indemnizatorias
y en los aportes al Sistema de Seguridad Social (fundamentos del fallo Delgadillo)
La Sala VIII –en la misma línea-, en “LENCINAS José F.
C/INTERCAMBIO SRL s/despido”, en que la sociedad de responsabilidad
limitada había retenido aportes jubilatorios del actor sin depositarlos en los
organismos previsionales, sostuvo que “El art.54 de la ley ....es aplicable a los
créditos de naturaleza laboral adeudados por el ente en virtud de la retención de
aportes previsionales” 4
NO tenemos dudas de que tal conducta constituirá un grave incumplimiento
de normas laborales, esta expresión no está en la descripción de la figura, el tribunal
trae conceptos ajenos; con esto sólo pretendemos resaltar que de la propia
expresiones utilizadas se realiza un esfuero para incorporar el incumplimiento a la
figura normativa de la ley societaria.
b) Antecedentes en que se ha rechazado su aplicación.
Por otra parte, en sentido contrario a esta corriente, referimos en primer lugar
a lo dicho por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ha sentado el criterio
correcto, dando así una opinión relevante por la jerarquía del tribunal, en el fallo
“PALOMEQUE Aldo c/Benemeth SA. y otro (Rev.de Sociedades y Concursos,
Nº 21, año 2003, p.183) sosteniendo que “es improcedente la resolución que
extendió solidariamente la condena a los directores y socios de la sociedad anónima
empleadora por la falta de registración de una parte del salario convenido y pagado
a un trabajador, si no fue acreditado que se trataba de una sociedad ficticia o
fraudulenta, constituida en abuso del derecho y con el propósito de violar la ley y
que, prevaleciéndose de la personalidad, afecta el orden público laboral o evade
normas legales”.
Pero también la Cámara Nacional del Trabajo, en autos “BENGOLEA
GUTIÉRREZ Elizabeth c/GANON S.RL. y otros” (LL, tº 2001-B, p.536) sostuvo
el criterio anterior de la Corte –al que adherimos-, expresando que la figura no se
aplicará a los créditos de naturaleza laboral adeudados por la sociedad en razón de un
despido sin causa. En palabras literales de esta Sala VIII: “Cuando dicho dispositivo
–art.54, 3º párrafo LSC- establece la inoponibilidad a terceros de la personalidad
jurídica de las sociedades, no define el presupuesto de hecho, la fattispecie, como la
comisión de actos ilícitos aislados –como la omisión de registración- de algún
trabajador o algunos trabajadores. Lo hace utilizando términos inequívocos: la
actuación de la sociedad, esto es, del ente colectivo como tal que: a) encubra la
4
LL, tº 2001-B, p.540.
consecución de intereses extrasocietarios; o b) constituya un mero recurso para
violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros. El
primer supuesto es evidente por si mismo y no tiene relación con el presente debate.
El segundo supone que el verdadero objeto de la sociedad –necesariamente- desde
la perspectiva formal, de objeto lícito –de lo contrario es nula-, es la violación de las
leyes, el orden público o la buena fe, o la frustración de derechos de terceros”; y la
C.N.Comercial, Sala B, en autos “ALARCÓN Miguel c/Distribuidora Juárez SRL
y otros” (LL, 11/9/2003, p.9), en que sí se extiende responsabilidad de la sociedad
demandada a sus administradores –solidariamente- vía arts.59 y 274 LSC, pero se
aclara que “la falta de registración de la relación laboral NO autoriza per se la
desestimación de la personalidad jurídica de la sociedad empleadora, extendiendo la
responsabilidad a los socios según lo previsto por el art.54 de la ley de sociedades
comerciales, pues no resulta suficiente para acreditar la creación de la figura
societaria como medio para violar la ley;
La Sala I de la Cámara Laboral adhirió al criterio anterior en la causa
“VITALE PEDRO F. C/SALA EULALIA”5.
Para culminar con esta reseña encontramos en la causa “FERREYRA
Francisco A. c/METRO MEDICINA SA y otros”, 6 muy importantes comentarios
que hace la propia Sala I de la C.N:Trabajo, al rechazar la pretensión de extender
solidariamente la sentencia a socios de la sociedad empleadora, por el pago de parte
del salario fuera del recibo correspondiente. (“La intención del legislador al
sancionar la ley 19.550 ha sido regular las relaciones societarias de los socios y de
los terceros con éstos, pero no la relación laboral, ni los trabajadores, regidos por
otras leyes.....La teoría de la desestimación de la persona jurídica se ha aplicado
como remedio excepcional, tanto en el ámbito del Derecho del Trabajo, como del
Derecho Civil, Comercial y fiscal, tendiente siempre a desentrañar la realidad de los
hechos encubiertos en figuras jurídicas simuladas o fraudulentas, lo que no acontece
en este juicio”, agregando que “El principio general es que la personalidad jurídica
no debe ser desestimada sino cuando se dan circunstancias de gravedad
institucional que permitan presumir fundadamente que la calidad de sujeto de
derecho fue obtenida al efecto de generar el abuso de ella o violar la ley, debiendo
ser aplicada restrictivamente y sólo en casos de existir pruebas concluyentes de que
la actuación de la sociedad encubre fines extrasocietarios, lo que no se da en autos,
pues no se ha creado la figura societaria como medio para violar la ley mediante el
pago de una parte del salario sin el correspondiente registro”
El problema ha quedado planteado con posiciones divergentes, tanto en la
jurisprudencia, especialmente en el seno de la misma Cámara laboral, como en la

5
LL, tº 2001-B, p.537
6
LL, 20/9/2002, p.5
doctrina, por lo que, sin perjuicio del relevante antecedente de la Corte, no sería
inútil la resolución a través de un fallo plenario7
c) Caso en que –a nuestro parecer- se ha aplicado la figura fundadamente
En “IBELLI Emilio c/DAM SRL s/despido (C.N.Trabajo, Sala III, 4/1/97)
y “DOLDAN Héctor c/SALVIA Antonio s/despido”, Juzg.Nacional del Trabajo
y MIGUEZ GABRIEL c/GORDON JUAN C. (C.N.Trabajo, Sala VI, 28/2/00)
(publicado en Segundo Seminario Anual sobre análisis crítico de jurisprudencia,
Doctrina y Estrategias Societarias, D.T., 2000-A,1258). Comenta PALACIO 8 que en
el primero de ellos al ser demandada por un crédito laboral la empresa DAM SRL
fabricante de zapatillas marca Stirling, la esposa e hijos de los socios de dicha
sociedad constituyen una nueva persona denominada STIRLING SA,
desprendiéndose la anterior de su marca y transfiriéndola a la nueva, restulando –sí-
posible en dicho caso, y conforme los antecedentes concretos de dicha causa,
extender la responsabilidad de Dam SRL. a Stirling SA.
Del mismo modo ROMANO9 dice que esto no significa descartar la posibiliad
de que frente a la utilización ilegal del negocio jurídico societario, ante el fraude
laboral y consiguiente perjuicio para los empleados (como ante el trasvasamientos
societario) se pueda recurrir al art.54 de la ley societaria.
IVª) CONCLUSIONES.
Para poder aplicar esta teoría hay que tener fundamentos serios y
convincentes, suficientemente demostrativos del fraude y de la “actuación” con tales
miras de parte de la sociedad. La desestimación debe aplicarse con sumo cuidado,
valorando las circunstancias especiales de cada caso en particular, pero siempre con
el especial cuidado en no desnaturalizar el principio jurídico fundamental de nuestro
derecho argentino que es el de la personalidad jurídica y sus efectos, pues una
aplicación irrestricta por los jueces de la teoría podría llevar a consagrar la excepción
como regla, lo que seguramente no fue la intención del legislador al consagrar el
instituto.
La solución más clara ante el grave incumplimiento de las obligaciones
laborales por la sociedad sería extender la responsabilidad de ésta a sus
administradores –solidariamente- vía arts.59 y 274 LSC, en la medida en que el actor
demuestre la responsabilidad de éstos utilizando el presupuesto de dichas normas y el
“mal desempeño en el cargo” de los directores de la sociedad anónima o gerentes de
la sociedad de responsabilidad limitada.

Patricio M.PRONO Javier R.PRONO

7
Ver comentario en nota de redacción, al fallo “Bengolea Gutiérrez Elizabeth G. c/Ganon SRL. y otros”, LL,
8
PALACIO Lino A., “La responsabilidad de los socios por multas laborales a la sociedad: una peligrosa
generalización”, LL, 21/5/2002, p 3.
9
ROMANO Alberto, en “Codigo de Comercio Comentado y Anotado”, dirigido por A.ROUILLON, LL, tº
III, Sociedades Comerciales,p. 117.

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