La Capitis Deminutio
Causas: esta se producía cuando se caía en
esclavitud, cuando se perdía la ciudadanía o
cuando se cambiaba la familia, o por
emancipación. La Capitis Deminutio podía ser
máxima, media o mínima.
Efectos: La capitis Deminutio implica siempre que
se extingue la personalidad civil, por lo tanto, su
efecto será la pérdida de los derechos propios de
la persona civil.
Consecuencias: Máxima, cuando se perdía la
ciudadanía y la libertad a la vez, como
consecuencia de no inscribirse en el censo.
Media, cuando se perdía la ciudadanía, pero no la
libertad, como consecuencia de la interdicción del
agua y el fuego. Mínima, cuando no se perdía ni
la ciudadanía ni la libertad, pero cambiaba el
estatus de la persona. Esto sucedía en los
adoptados, los mancipados y los manumitidos.
Cuadro comparativo
La infamia
Causas: Las leyes Julia Repetudarum y Julia Deví,
al final de la República, inicio del imperio,
reglamentaron la infamia. Según estas leyes,
todos los condenados en materia criminal eran
tachados de infame, privándoseles del Jus
Honorum, es decir, el derecho a ocupar cargos
públicos, no pudiendo, además, ser senadores,
decuriones, jueces ni testigos.
Efectos: - El edicto del Pretor, a las personas
tachadas de infamia, como consecuencia de
condenas criminales o ciertas condenas civiles
que implicaban inmoralidad, les impedía postular
por otro en justicia, no podía constituirse en
cognador o procurator, ni ejercer acciones
populares.
Consecuencias: La infamia disminuía, pero no
extinguía la capacidad jurídica. La infamia
contemplada en la ley o en los edictos de los
magistrados perduraba hasta la muerte; sin
embargo, podía ser levantada por decisión del
senado o del emperador.
La persona acusado y sentenciado por infamia
perdía sus privilegios, por lo tanto, no podía votar
en los comicios ni podía ocupar cargos de
elección popular, tampoco podía ser tutor ni
curador. Sin embargo, la infamia no elimina a la
persona civil.