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Grecia
Para los griegos, persona era una máscara que utilizaban los acores
para aumentar su voz. Más adelante se consideraban personas a todo el
personaje y no únicamente a la máscara, y correspondería al rol que se
desempeñaba en la escena. Este concepto paso a la vida y persona era
entendida como el hombre en sus diversos roles en el ámbito social, esto
mismo lo que roma el derecho actual.
Roma
En el ordenamiento romano, no todos los serse humanos son sujetos de
derecho porque no todos los hombres lo son desde el momento en que en
Roma para ser sujeto de derecho se necesita tres los tres status, además, hay
sujetos de derecho que no son humanos, como por ejemplo las personas
jurídicas.
La persona física, para considerarse como tal, requiere el
desprendimiento del claustro materno. A pesar de ello, los límites de la
existencia humana no se confunden con los límites de la persona.
Existieron diversas corrientes para identificar la viabilidad de la persona;
Para la escuela PROCULEYANA bastaba con la emisión de algún ruido, las
SABINIANOS, se conformaban con cualquier manifestación de vida, pudiendo ser
la respiración.
A pesar de que el sujeto debe estar vivo, el ordenamiento jurídico
reconoce al concebido determinados derechos, especialmente en materia
sucesoria, aunque estos derechos se van a fijar cuando el individuo nazca.
Para regular el status del individuo nacido, algunas veces se tuvieron en cuenta
presupuestos que se retrotraen al tiempo de la concepción; por ejemplo para
determinar si un individuo era esclavo o no.
En principio la personalidad jurídica termina con la muerte.
En nuestro derecho el nacimiento de un hombre basta para que surja un
nuevo sujeto de derecho, ello no es así en el derecho romano dominado por la
distinción entre libres y esclavos. Para que un hombre sea sujeto de derecho
pleno debe reunir los tres status; “STATUS LIBERTATIS”, “STATUS CIVITATIS”,
“STATUS FAMILIAE”.
Status Libertatis
Es necesario que el hombre sea libre. En el derecho clásico el esclavo
era objeto de dominio y de contratación entre los libres. Tenía el nombre del
“HOMO” es decir, de hombre, tiene una posición particular entre las cosas. El
esclavo realiza válidamente actos de adquisición de dominio, y de derechos
reales. Para el amo ello no significa que esta posición sea inconciliable con la
inclusión del esclavo entre las cosas. La inclusión entre las cosas es
contradictoria cuando el esclavo es considerado destinatario de las normas
penales. Puede que el esclavo sea quien cometa un delito, y como
consecuencia se le aplicarán las normas penales pertinentes. Ello es
contradictorio porque el derecho penal se dirige a las personas y no alas cosas.
Por lo tanto, se debe contar con el STATUS LIBERTATIS, se debe ser hombre libre.
Status Civitatis
El ser ciudadano. Esta condición de ciudadano sufre alteraciones, debe
considerarse vigente en todas las épocas. El Estado de los pueblos clásicos se
identifica con la ciudad y sus alrededores. En la primera época subsiste una
distinción entre os mismos habitantes de la ciudad, en base a la cual los que
pertenecen a la clase u orden dominante con los únicos ciudadanos de pleno
derecho, o al menos les están reservados los derechos políticos. Es la
distinción entre Patricios y Plebeyos.
Cuando Roma logra la primacía sobre Italia, los Estados itálicos
aspiraban a obtener la ciudadanía romana, lográndolo en el 89 a.C., en la
época de los Gracos, e Italia Septentrional, de la dictadura de César.
El ser ciudadano tiene importancia, en tanto que se tienen derechos
políticos y privados. Los derechos políticos se conforman por el “IUS SUFRAGAII”
y el “IUS HONORUM”. El “IUS SUFRAGAII” consistía en el derecho a tomar parte y a
votar en los Comicios o el derecho a ser elector y elegible. El “IUS HONORUM”, es
la posibilidad de ser elegido como magistrado y de servir en las legiones.
Dentro de los derechos privados se encuentran el “CONNUBIUM” , el
“COMERCIUM” y la “LEGIS ACTIO”. El “CONNUBIUM” es el derecho a contraer
matrimonio válido, el “COMERCIUM” es el de intervenir en asuntos jurídicos (tal
como el derecho de adquirir y trasmitir la propiedad, o de disponer por causa
de muerte), la “LEYES ACTIO” era la facultad de obtener justicia en un juicio
regular.
La ciudadanía se puede perder a título de pena o por la renuncia
voluntaria. A título de pena se pierde por las mismas causas que hacen perder
la libertad. Y por renuncia voluntaria, la ley no impide que alguien renuncia a la
ciudadanía, pero es preciso que adquiera una nueva que sustituya a aquella
que perdió.
Status Familiae
Es esencial pertenecer a una familia. Para la existencia de una
capacidad jurídica patrimonial se debe pertenecer a una familia, además se
debe ser el jefe de esa familia, dado a que dentro de una misma familia están
los llamados “SUI IURIS” y los “ALIENI IURIS”.
Los “SUI IURIS” son los que no tienen ascendientes sobre su cabeza,
nadie que ejerza potestad sobre ellos. Los “ALIENI IURIS” son los hijos de familia,
los descendientes legítimos o adoptivos de un padre vivo, sin limitación de
edad. Son ALIENI IURIS las mujeres “IN MANU”, es decir las mujeres que hubieren
contraído matrimonio “CUM MANUM”. Los ALIENI IURIS tienen derechos políticos al
igual que el pater, pero no capacidad jurídica patrimonial, no adquiere para sí
sino par su pater.
Para renunciar el carácter de persona en roma es necesario ser hombre
libre, ser ciudadano romano y pertenecer a una familia; pero para que la
capacidad jurídica sea completa se debe ser, sui iuris, o sea que no ha ya
nadie que ejerza potestad sobre el individuo.
Esclavitud
Para el derecho se nace esclavo, o el ser humano se puede volver
esclavo a partir de un hecho superveniente o posterior.
Fuentes de la Esclavitud
Para el derecho se nace esclavo o ingenuo (que nunca ha sido sometido
a esclavitud), hay que tener en cuenta la condición de la madre. Si el padre es
esclavo y la madre libre, el hijo nace libre. En cambio, si el padre es libre y la
madre esclava, en principio, el hijo será esclavo, porque para el derecho
clásico el hijo nace esclavo si la madre era esclava en el momento del parto.
Se aplica aún cuando la madre hubiere sido libre en el momento de la
concepción. En la época del Emperador Adriano, se admitió que el hijo sería
libre siempre que la madre lo hubiere sido en algún momento de la gestación.
Esta solución fue recogida por Justiniano en su compilación. Este sería el caso
del nacimiento de un esclavo.
Por hechos posteriores al nacimiento, por ejemplo, en la antigüedad, la
enajenación a un extranjero de una persona libre le hacía perder la libertad,
pero esa enajenación no se podía hacer en Roma ni en ninguna de las
ciudades aliadas del Lacio, sino que se debía llevar a cabo en Eturia, más allá
del Tiber.
La enajenación de una persona libre se podía hacer ya fuere por un
magistrado o por un particular. Se hacia por magistrado cuando un ciudadano
ofendía a un Estado extranjero, se entregaba al Estado ofendido para que allí
recibiera el castigo correspondiente a la ofensa. El magistrado enajenaba como
esclavo a aquel que no cumplía con la obligación de empadronarse en el censo
o con la del reclutamiento para las legiones.
Por parte de un particular, por ejemplo, el pater familias es propietario de
los hijos, y como tal puede venderlos en el extranjero.
Se podía enajenar a quien fuere sorprendido in fraganti de un delito de
hurto, pero esta sanción desapareció al final de la República.
Un hombre libre también podía convertirse en esclavo a título de pena.
Tanto en el alto como en el bajo Imperio, se previeron específicamente las
formas de caer en la esclavitud a título de pena. Así, por ejemplo, caía quien
fuere condenado a trabajar en las minas o a morir por las bestias.
En el derecho imperial, existía el caso de esclavitud a título de pena
cuando el liberto culpable de ingratitud respecto a su antiguo amo.
Existía también el caso de dos estafadores asociados, donde uno se
hacía pasar por el propietario del otro quien se hacía pasar por esclavo. Una
persona libre se dejaba vender como esclavo a otra persona. El comprador de
buena fe, una vez que hubiera pagado el precio nada podía hacer, porque el
pretendido esclavo reclamaba su libertad y, como la libertad era inalienable, su
reclamo triunfaba. Para prevenir estos casos de fraude, se admitió que el
comprador se convirtiera en propietario de la persona vendida, laque perdía de
este modo su libertad como castigo a la estafa en que había incurrido.
La persona se vuelve esclava, también, como consecuencia de la
captura por el enemigo .Los prisioneros de guerra se convertían en esclavos
del vencedor. Comprendiendo a aquellos casos en que hubiera habido una
guerra formalmente declarada por Roma, como aquellos en que las personas
hubieran sido aprehendidas por Estado que no estuvieran en guerra declarada
por Roma.
Para evitar las consecuencias jurídicas a estas personas que caían en
manos del extranjero como cautivos, los romanos elaboraron dos teorías: una
es la llamada “IUS POSTLIMINIUM” y la otra “LEY DE CORNELIA CAPTIVIS”.Por la
primera, el prisionero que pierde su libertad junto con su personalidad jurídica,
en caso de que recupere su libertad y vuelva al territorio romano, recupera al
mismo tiempo el ejercicio de sus antiguos derechos. POST LIMINIUM, proviene de
límite; por lo tanto una vez que la persona traspasa los límites de Roma, va a
recuperar todos sus derechos. Recupera las relaciones jurídicas de derecho y
no aquellas tuteladas por el derecho que son las relaciones de hecho. Va a
recuperar su patrimonio pero no recuperará la posesión, porque la posesión
supone un contacto con un objeto si se encuentra en otro lugar. Va a haber una
interrupción del a posesión que el sujeto no podrá restablecer.
Otro caso en que no se recupera porque se considera una relación de
hecho, es el del matrimonio “ SINE MANUS”, que reposa en la cohabitación, y
ésta no se puede llevar a cabo si el individuo se encuentra prisionero, el cautivo
disuelve el matrimonio SINE MANUS.
Frente a este derecho surge la “LEY CORNELIA DE CAPTIVIS”, la IUS POST
LIMITIUM tenía efecto cuando el prisionero podía regresar a Roma; pero si moría
en cautiverio, sus derechos se iban a perder definitivamente. Por eso se dicta
la LEY CORNELIA DE CAPTIVIS, basada en una ficción. La jurisprudencia clásica
dice que se basa en la ficción de que se supone o finge que el individuo muere
en el momento de caer prisionero, lo que produce todos los efectos jurídicos tal
como si el individuo hubiese muerto libre, porque evidentemente, antes de caer
prisionero es libre y todas sus relaciones jurídicas se van a regular por su
situación de hombre libre; o son que su sucesión se va a abrir como la de
cualquier hombre libre y su testamento va a tener validez. Esta ley se va a
dictar para proteger los derechos que surgen del testamento. Es otra de las
formas en que se trató de evitar las consecuencias de la esclavitud.
Formas de Manumisión
En Roma se puede nacer esclavo, pero ello no trae como corolario que
necesariamente el que nazca esclavo tenga que morir esclavo. La esclavitud es
una situación jurídica de la cual se puede salir. La libertad adviene mediante
un negocio jurídico por el cual el amo proclama o permite que se proclame libre
a un esclavo. A este negocio jurídico se le llama manumisión.
La manumisión tiene un triple efecto, en primer lugar, libera al esclavo
del derecho de propiedad que otra persona tiene sobre él, en segundo lugar, da
personería o libertad jurídica al esclavo, y por último, le otorga un status
jurídico que generalmente es la adquisición dela ciudadanía romana o dela
categoría de liberto.
De estos tres efectos, sólo el primero, la liberación del esclavo del
derecho de propiedad, depende de la voluntad del amo, porque los otros dos
no dependen de ella, dado a que no se puede disponer por un particular dela
libertad ni de los derecho dela ciudadanía, ya que éstos son tutelados por el
derecho público y no por el privado.
En Roma existieron diversas formas de manumisión, las formas más
antiguas aparecen en la época de la república, son la manumisión “vindicta”, y
la manumisión por censo y la testamentaria.
La manumisión vindicta era un procedimiento o una causa liberal ficta;
se sostenía ante la justicia que el esclavo que se quería manumitir era un
hombre libre. El propietario del esclavo se presentaba ante el magistrado
conjuntamente con u amigo suyo, a quien se daba el nombre de “ ADSERTOR
LIBERTATIS”, y que iba a afirmar ante la justicia que el esclavo era libre. El amo
podía hacer dos cosas, consentir efectivamente diciendo que era un hombre
libre, o callar. Como consecuencia de quien calla otorga, al no contestar la
afirmación de ADSERTOR LIBERTATIS el esclavo se transformaba en un hombre
libre. Se llamaba vindicta porque tenían una vara en la mano con la que
tocaban al esclavo y le hacían la “VINDICATIS” y la contra “VINDICATIO”.
La manumisión por censo, consistía el mismo en el empadronamiento
de hombres libres cada cinco años. Lo que hacía el amo era inscribir a ese
esclavo en el censo y por ese hecho quedaba libre en virtud de que en el censo
sólo se inscribían hombres libres. Esta forma de manumisión tenía algunos
inconvenientes, tales como que se realizaba cada cinco años y el censo duraba
dieciocho meses y recién en esa oportunidad se podía hacer. Además esto no
podía funcionar en las provincias romanas porque en ellas no había
empadronamiento y tampoco podía beneficiar a las mujeres y a los niños
porque éstos no se inscribían en el censo.
La manumisión testamentaria, desde el momento en que el testamento
cobraba efecto, una vez muerto el testador, si decía que el esclavo quedaba
libre, dicho esclavo se transformaba en un hombre libre.
Persona Jurídica
Se considera como un apersona jurídica a todo ente diverso del hombre,
al cual el ordenamiento jurídico reconoce la capacidad de derechos y
obligaciones.
La existencia de éstos entes parece estar en contradicción con la
máxima romana de que todo derecho está constituido por causa del hombre.
Pero lo que hace esta máxima es constatar simplemente que el derecho sirve
para alcanzar los fines que el hombre se propone en la vida social pero que, sin
embargo, no son necesariamente fines de carácter individual, que no son
posibles de alcanzar en el ámbito de la actividad de un individuo. Para la
obtención de determinados fines, es necesaria la actividad conjunta o asociada
de más hombres, por un tiempo más o menos largo. En ocasiones se necesita
que un patrimonio quede destinado a un fin social que vaya más allá de la vida
de las personas físicas.
Para satisfacer tales exigencias el ordenamiento jurídico dispone de un
aparato de normas tales que permita alcanzar aquellos resultados prácticos
que no son posibles para un hombre solo o si detrás de un patrimonio
destinado a un fin quedase siempre la persona del fundador. Precisamente,
como la persona jurídica es el resultado de un proceso de abstracción, no
aparece tan inmediatamente y notoriamente como la persona física en el
ordenamiento jurídico.
La persona jurídica es le fruto de una evolución. El primer
reconocimiento de la persona jurídica está limitado a aquellas para las cuales
se presenta más fácil el acercamiento a la persona humana, ya sea en el
sentido de que la diferenciación de las personas jurídicas como tales y las
personas físicas a través de la cual se desenvuelve su actividad se opera
gradualmente y sólo en épocas muy posteriores se va a distinguir netamente la
persona moral de las personas que la componen.
En la jurisprudencia clásica romana, el ordenamiento jurídico no supo
personificar sino los entes resultantes del agrupamiento de hombres
pertenecientes a la categoría que la doctrina civilista da el nombre de
corporaciones, mientras las fundaciones tienen, sólo en el derecho justinianeo
una vida bastante incierta. El concepto mismo de corporación se tuvo que
desarrollar a través de la lucha con una concepción elemental y particularista
según la cual los derechos y obligaciones del grupo eran derechos y
obligaciones parciales de cada uno de los componentes, no diverso de lo que
sucede en las relaciones actuales de condominio. Por lo tanto, debemos
distinguir entre las personas jurídicas, las corporaciones, llamadas
“UNIVERSITATEM PERSONARUM”.
Las corporaciones resultan de la agrupación voluntaria o necesaria de
varios hombres que se unen en virtud de un fin. Los romanos no adoptaron una
terminología ni desarrollaron un reglamento práctico que se refiriera a ellas. En
el lenguaje de Justiniano l apalabra “universitas” sirve para indicar a todas las
personas jurídicas que llamamos corporaciones a excepción del POPULUS
ROMANUS. Ello no basta para que las reglas dictadas para cada uno de estos
tipos coincidan en muchos puntos y que la organización del pueblo romano
sirviera de modelo a las otras corporaciones con las modificaciones necesarias
para cada caso.