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Condromalacia Rotuliana

La condropatía o condromalacia rotuliana es la degeneración del cartílago articular localizado en la cara


posterior de la rótula, lo que puede llevar a un inicio de una osteoartrosis.
El cartílago, a causa de su reblandecimiento, pierde sus propiedades de distribución de las presiones de manera
uniforme, y de reparación, lo que da lugar a establecer una lesión que puede agravarse por otros factores. Se ve
un cartílago más áspero, suave o fibrilado, sobre todo en la parte de la faceta medial con la “odd facet” o
faceta impar en la superficie articular de la rótula.
Cursa con dolor localizado en la parte anterior de la rodilla, en la rótula, habitualmente bilateral y a veces, poco
definido. Suele iniciarse en el borde rotuliano externo, y a veces con afectación de la zona posterior de la rodilla.
Este dolor aparece por permanecer con las rodillas flexionadas durante largos periodos de tiempo y desaparece
con leves movimientos tras abandonar esa postura. A medida empeora esta patología, el dolor se presenta
también durante la actividad: sobre todo al bajar escaleras, y en flexión máxima (cuclillas) donde la articulación
se ve sometida a mayores cargas.

Según Outerbridge, los grados de la condromalacia, según las características del cartílago son tres. De hecho es
la escala más sencilla y utilizada. No obstante, Goodfellow y Hungerfood, fijándose en la artroscopía, dividen los
estadios también en cuatro, al igual que Bentley, quien lo modificó a cuatro teniendo en cuenta la extensión de
la fibrilación.
Grado I: reblandecimiento del cartílago articular, con pequeñas áreas con edema. 0,5 cm de afectación.
Grado II: fisuración y fragmentación en un área menor de 1,3 cm. (Según Bentley entre 0,5-1 cm).
Grado III: fisuración y fragmentación en una zona mayor de 1,3 cm. (Entre 1-2 cm).
Grado IV: fisuración que excede los 2 cm y exposición del hueso subcondral. (Para Bentley sólo cuenta el tamaño
de la superficie afectada).

Tratamiento
Los objetivos se orientarán a disminuir el dolor, flexibilizar la musculatura acortada, fortalecer las debilidades
musculares, recuperar la funcionalidad y reeducar posturalmente al paciente con una buena alineación del
miembro inferior.
http://www.revistareduca.es/index.php/reduca-enfermeria/article/view/999/1011

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