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CARACTERIZACIÓN DEL BRUXISMO

Revisión de literatura UCC 2022

Luis Andrés Gaviria Arenas, Odontólogo CES, Residente Posgrado Ortodoncia UCC

RESUMEN

Definir el término bruxismo ha sido objeto de diferentes enfoques investigativos con


el fin de dar respuesta al factor etiológico como a encontrar la mejor alternativa de
tratamiento. De forma simple, el bruxismo hace mención al hábito que tiene el
hombre moderno que se caracteriza por la hiperfunción muscular masticatoria que
conlleva a apretar y rechinar los dientes evidenciándose facetas de desgaste y
alteración de la relación oclusal; siendo así, el objetivo de esta revisión de literatura
es caracterizar los aspectos más relevantes del bruxismo y la aplicación del
tratamiento de ortodoncia como alternativa terapéutica. Para lograr este resultado,
se desarrollará y se buscará profundizar en todo lo relacionado al bruxismo como
definición, prevalencia, clasificación, etiología, diagnóstico y protocolos de
tratamiento. (Rev. Literatura UCC, 2022)

PALABRAS CLAVE

Bruxismo, ortodoncia, apnea del sueño, rechinar dientes, disfunción de articulación


temporomandibular.

DEFINICIÓN

Definir el término bruxismo ha sido objeto de diferentes enfoques investigativos con


el fin de dar respuesta al factor etiológico como a encontrar la mejor alternativa de
tratamiento.

Frohman lo describe como una alteración funcional que se refleja en el apretamiento


y rechinamiento a nivel dental, en contraste a Black quien lo asocia al desgaste
anormal de los dientes relacionado a una actividad no funcional.

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De forma simple, el bruxismo hace mención al hábito que tiene el hombre moderno
que se caracteriza por la hiperfunción muscular masticatoria que conlleva a apretar
y rechinar los dientes evidenciándose facetas de desgaste y alteración de la relación
oclusal; acción que es regulada por el sistema nervioso central y
autónomo.(1)(2)(3)(4)(5) Sin embargo, es destacar que, se han utilizado otros
términos para denominar el rechinamiento dental no funcional, tales como, neuralgia
traumática (Karolyi), efecto de Karolyi (Weski), neurosis del hábito oclusal (Tishler)
y más recientemente parafunción (Drum). Miller apuntó a diferenciar el término de
bruxismo que hace relación al hábito de rechinar los dientes por la noche, a
diferencia de bruxomanía que es el apretamiento diurno.(1)(6)(7)(3)(5) Esta
definición ya está avalada por la Asociación Americana de Medicina del Sueño;(8)
por lo tanto, se identifica como una actividad parafuncional diurna o nocturna de
movimientos reiterativos rítmicos o no rítmicos que implican el contacto dental
sostenido y /o empuje de la mandíbula. Se establece más durante el sueño cuando
los mecanismos de protección neuromuscular están ausentes.(6)(7)(3)(5).

Lo anterior, lleva a diferenciar el bruxismo diurno (vigilia) del bruxismo nocturno. El


primero hace relación al contacto reiterado y sostenido; el segundo, se relaciona
con una actividad oromandibular con un patrón rítmico o no rítmico conocido, tónico,
ambos se asocian con el apretamiento.

La prevalencia es amplia en función a los criterios diagnósticos utilizados a partir de


criterios clínicos no instrumentales a los instrumentales que incluye las
electromiografías y/o polisomnografía. La literatura reporta rangos entre 8-31% en
adultos a diferencia en menores de edad que oscila entre 6 al 50%, valor que tiende
a disminuir una vez se establece la oclusión dental. Es importante anotar, que el
bruxismo nocturno prevalece de forma similar en hombres como en mujeres con
menor proporción en edades avanzadas, a diferencia del bruxismo diurno que afecta
más a las mujeres, asociándose a factores psicosociales, como la ansiedad, estrés
y la hipervigilancia, lo que llega a generar desgaste dental, síntomas de dolor

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orofacial, enfermedad periodontal, fractura de dientes y/o rotura de prótesis dentales
.(7)(10)

PREVALENCIA E INCIDENCIA

El bruxismo está incluido en la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño


(ICSD) donde se reporta que entre el 85% y el 90% de la población general rechina
los dientes hasta cierto punto en algún momento de su vida, y solo el 5% presenta
signos clínicos.(9) Adicionalmente, este tipo de trastorno del sueño en niños y
adolescentes también puede considerarse un comportamiento fisiológico, ya que el
crecimiento normal del esqueleto facial necesita actividad muscular, y los individuos
con función muscular reducida pueden presentar alteraciones faciales en el
desarrollo óseo.(3). En la literatura se encuentra que la prevalencia del bruxismo
fluctúa entre el 8 y el 31% para la población adulta y 6 a 50% para niños.(3)(16)(17)

En un estudio donde evaluaron a 387 estudiantes de la Escuela de Medicina Dental


Goldschleger de la Universidad de Tel Aviv, todos estudiantes universitarios de
pregrado, se observó que estos eran más propensos a condiciones estresantes,
logrando desarrollar más probabilidades de tener un alto riesgo de trastornos
clínicos relacionados con la ansiedad y la depresión. Uno de los efectos
secundarios de estos trastornos ya mencionados es el bruxismo del sueño (BN) con
una prevalencia del 13% entre la población adulta pero su ocurrencia es más alta
en la niñez, 14-20%, y disminuye con la edad, y/o el bruxismo despierto (BD) con
una prevalencia del 20% entre la población adulta; ambos son actividades de los
músculos masticatorios que se producen durante el sueño (caracterizado como
rítmico o no rítmico) y/o vigilia (caracterizado por contactos dentales repetitivos o
sostenidos). contacto dental o empuje de la mandíbula), respectivamente.
Cunmara-Souza et al. mostró que los estudiantes de preparación universitaria
evidenciaron una frecuencia moderada de BD, que se correlacionó
significativamente con factores psicosociales.(18)

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En esta investigación encontraron que los estudiantes de odontología hombres y
mujeres reaccionaron de manera diferente a la carga de trabajo en las diferentes
etapas del programa. Se logra observar que al iniciar los estudios se evidencian
niveles semejantes de estrés, ansiedad, depresión y somatización; pero durante la
fase de estudios manuales, los hombres presentan un aumento llamativo en todos
los indicadores emocionales medidos, mientras que las mujeres no presentaron
cambios significativos, pero disminuyó durante la fase de estudio clínica y se niveló
con las estudiantes mujeres.(18)

Otros hallazgos en este estudio fue la mayor incidencia de BD en la fase de estudio


manual, principalmente en las mujeres, observando así que el BD ocurrió
significativamente más a menudo que BN, de acuerdo con el estudio de Glaros. A
pesar de esta diferencia conceptual, se ha demostrado que su presencia está
asociada frecuentemente y que BN puede aumentar las probabilidades de BD y
viceversa.(18)(19)(20)(21)

Muchas investigaciones se han enfocado en el estudio del bruxismo del sueño o


nocturno (BN), mientras que con respecto al bruxismo despierto (BD) son pocos los
estudios. La BD tiene mayor prevalencia en la población adulta que la BN; pero la
evidencia científica, en su mayoría está más enfocada en el BN. La prevalencia de
BN que se encuentra en estudios en niños de 7 a 12 años de edad varía entre el 3
y el 40%,(8) mientras que la prevalencia de BD en adultos varía de 22% a 30% y
BN de 1% a 15%. Esta alta prevalencia de BD afecta a más de un tercio de la
población, especialmente a adultos jóvenes, lo que se considera un grupo de edad
frecuentemente presente en las prácticas de ortodoncia. (9)(10)(3)(16)(17)

CLASIFICACIÓN

La literatura propone ciertos esquemas de clasificación para el BN soportados en


diferentes criterios. Si el BN se clasifica según la etiología, este podría tener o más
bien dividirse en dos categorías: BN primario o idiopático, el cual no presenta causa

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identificable ni problema sociopsicológico o médico relacionado; por otro lado está
el BN secundario, que está asociado o es secundario a una afección médica o
sociopsicológica (p. ej., trastorno del sueño o del movimiento, incluido el trastorno
del movimiento periódico de las extremidades y trastornos del movimiento rítmico,
como golpearse la cabeza, trastornos respiratorios durante el sueño como la apnea-
hipopnea). eventos, condición neurológica o psiquiátrica, relacionados con
drogas/químicos).

El bruxismo se puede clasificar según varios criterios.(9) (Ver tabla 2)

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Tabla 2. Clasificación del bruxismo. Modificado de(9)

La literatura propone ciertos esquemas de clasificación para el BN soportados en


diferentes criterios. Si el BN se clasifica según la etiología, este podría tener o más
bien dividirse en dos categorías; BN primario o idiopático, el cual no presenta causa
identificable ni problema sociopsicológico o médico relacionado; por otro lado está
el BN secundario, que está asociado o es secundario a una afección médica o
sociopsicológica (p. ej., trastorno del sueño o del movimiento, incluido el trastorno
del movimiento periódico de las extremidades y trastornos del movimiento rítmico,
como golpearse la cabeza, trastornos respiratorios durante el sueño como la apnea-
hipopnea). eventos, condición neurológica o psiquiátrica, relacionados con
drogas/químicos).

También, desde un enfoque mucho más clínico, el BN puede clasificarse como no


riesgo o factor protector, cuando el bruxismo es una conducta inofensiva; un factor
de riesgo, cuando el bruxismo se asocia con uno o más resultados negativos para
la salud; y un factor protector, cuando el bruxismo se asocia con uno o más
resultados positivos para la salud.(14)

Existe otra clasificación, la cual es mucho más reciente y avalada por un panel de
expertos internacionales sobre el tema, la cual propone una clasificación de
diagnóstico que puede ser empleada en la parte clínica como en la parte
investigativa, en esta se emplean términos como posible (cuando el diagnóstico es
basado en el auto-reporte, obtenido por los padres de los niños), probable (cuando
el diagnóstico de bruxismo, además de considerar el reporte de rechinamiento
dental durante el sueño, está acompañado de uno o más signos clínicos, como
desgaste dental, indentaciones en mucosas y/o trastornos de ATM) y definitivo
(cuando tanto el reporte como los signos clínicos, están asociados al bruxismo del
nocturno evidenciado en el examen polisomnográfico (PSG), que es considerada
actualmente como el estándar de oro). Ver tabla 3. Adicional, se encuentra en la

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literatura, una guía diagnóstica para identificar signos clínicos del bruxismo. Ver
tabla 4.(8)(11)

Tabla 3. Clasificación de diagnóstico para el BN y BD. Modificado de(11)

Tabla 4. Guía diagnóstica para identificar signos clínicos del bruxismo. Modificado de(11)

Actualmente los criterios están categorizados y validados para adultos (los criterios
para niños no se encuentran disponibles en la literatura). Estos criterios son los
siguientes:(8)

1. Más de 4 episodios de bruxismo por hora.

2. Más de 6 activaciones musculares por episodio de bruxismo y/o 25 activaciones


musculares por hora de sueño.

3. Por lo menos, dos episodios con sonidos de rechinamiento.

Basado en esta clasificación, se han identificado diferentes niveles de BS10

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- baja frecuencia de AMMR – 2 episodios /h de sueño

- Alta frecuencia de AMMR – + 4 episodios /h de sueño

ETIOLOGÍA

Anteriormente, el bruxismo del sueño era considerado como una parasomnia, pero
en la actualidad se afirma que su etiología está basada en factores
neurofisiológicos.(8) Su etiología ha sido muy discutida en muchas revisiones
bibliográficas debido a su origen multifactorial, que abarca factores biológicos,
psicológicos y exógenos. En la literatura encontramos bruxismo del sueño o
nocturno (BN) en el cual las mujeres y los hombres se afectan por igual, con menor
proporción a personas mayores(9) y bruxismo despierto o diurno (BD),(3) afectando
más a las mujeres que a los hombres (9), ambos tienen mucha relación con factores
psicosociales, como la ansiedad, estrés y la hipervigilancia, y sus efectos más
importantes son el desgaste de dientes, síntomas de dolor orofacial, enfermedad
periodontal, fractura de dientes y/o rotura de prótesis dentales.(7)(10)

El comportamiento del BN no es rítmico, ya que éste no ocurre en intervalos


regulares, pero si puede ser secuencial, como se describe en algunas
investigaciones polisomnográficas. Según la literatura, tampoco puede catalogarse
como un hábito oral, debido a que el BD ocurre de manera involuntaria. Desde otro
punto de vista, si fuera visto como una parafunción, se supondría que fuese una
disfunción, con resultados sólo negativos. Así como existen resultados negativos,
secundarios de la gravedad del BN, puede tener funciones fisiológicas positivas,
como se describen en la literatura, estas son algunas, facilitar el flujo aéreo sin
obstrucciones durante el sueño y lubricar el tracto alimentario superior.(8)

Inicialmente los odontólogos creían que la etiología para el BN estaba más


relacionada con factores o influencias periféricas, como los factores oclusales, con
el desgaste dental que se confirmaba por medio de un diagnóstico clínico, llevando

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a éstos a pensar que la maloclusión, definida como una alteración en el desarrollo
del sistema maxilofacial podía conllevar a variaciones estéticas y funcionales, y que
era uno de los factores que podían conducir al bruxismo. Todo este concepto de
oclusión se viralizó en un artículo del autor Ramfjord en el año 1961 y tuvo
investigaciones que apoyaron este concepto, ya que en ese entonces se informó
que las correcciones oclusales disminuyen o detienen esta actividad del sueño. Pero
ya más recientemente, estudios mucho más minuciosos mostraron que el artículo
original de Ramfjord tenía ciertos sesgos metodológicos, y cuestionaron la
desarmonía oclusal o los contactos dentales prematuros como factor etiológico
principal y anunciaron que la actividad del BN no se eliminaba con la terapia de
ajuste oclusal.(11)

Un estudio logró corroborar que se reportaba BN en personas con y sin


interferencias oclusales, esto se hizo con la toma de modelos de estos pacientes y
no lograron diferenciar cuales eran los pacientes con BN y los que no.(11) Sin
embargo, el papel de ortodoncista no resta importancia para el tratamiento de la
maloclusión, ya que el éxito de la terapia depende de la eliminación de los factores
que pueden causar la maloclusión dental.(7)

Figura 1. Relación entre parafunción y alteraciones del sistema estomatognático. Modificado de(6)

Actividad motora del Bruxismo Nocturno

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En una de las investigaciones se ha logrado observar que muchos de los episodios
de bruxismo del sueño-actividad muscular masticatoria rítmica (RMMA) ocurren
durante el despertar transitorio que va de 3 a 10 segundos, relacionado con la
actividad cerebral y cardíaca, ya que se evidencia un alza de la frecuencia cardíaca,
lo que podemos llamar, como taquicardia. Durante el sueño también se evidencian
microdespertares los cuales son actividades naturales durante el sueño que
consisten en un aumento repetitivo de la frecuencia cardíaca, el tono muscular y la
actividad cerebral de 8 a 15 veces por hora de sueño.(11)

El sueño se puede dividir aproximadamente en 3 a 5 movimientos oculares no


rápidos (REM) y períodos REM de 90 a 110 minutos. El sueño no REM se divide en
sueño más ligero, que son las etapas 1 y 2 y sueño profundo que son las etapas 3
y 4; muchos de los episodios de BN se observan durante el sueño ligero no REM
más comúnmente en la etapa 2, mientras que aproximadamente el 10 % ocurre
durante el sueño REM en asociación con el despertar del sueño. El BN por lo
general ocurre con microdespertares seguidos dentro del llamado patrón alternante
cíclico, que se repite cada 20 a 60 segundos durante el sueño no REM. En un
episodio de BN vemos como signo inicial, se da un aumento de la actividad cardiaca,
seguido del aumento de la frecuencia cardiaca hasta finalmente lograr evidenciar el
resultante que es el bruxismo. Ver tabla 1.(11)

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Tabla 1. Etapas en la génesis del BN. Modificado de(11)

La evidencia de la importancia de la respiración en la génesis del BN-RMMA


muestra que puede ser relevante en algunos pacientes. La RMMA ocurre con
respiraciones profundas, y todos los aparatos orales que se utilizan para ayudar a
la permeabilidad de las vías respiratorias permiten reducir la frecuencia del BN-
RMMA.(11)

El Estrés y los factores psicológicos


El estrés se puede definir como “una condición o sentimiento que se experimenta
cuando una persona percibe que las exigencias que se le imponen superan los
recursos de los que dispone”.(1)
El estilo de vida estresante es considerado como unos de los factores de riesgo
psicosocial para padecer de bruxismo, y éste se observa en aumento.(9) Las
reacciones de estrés excesivas o prolongadas pueden sobrepasar la capacidad de
adaptación natural del organismo y afectar de forma permanente las respuestas a
éste. El impacto que tiene el estrés en los procesos fisiológicos y psicológicos está
determinado por las características del estímulo estresante, pudiendo

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desencadenar cambios en varias funciones del organismo, repercutiendo en el
aparato estomatognático.(5)(9)
En un estudio se observó que la función muscular masticatoria y en ocasiones el
dolor durante el sueño (ambos en un tiempo se catalogaron como factores
importantes en la etiología del BN) aumentaba en los momentos más estresantes
entre los que manifestaban BN; pero a diferencia, en otras investigaciones,
resaltaron que si era válido, pero en un bajo porcentaje de personas; ya que estos
estudios muestran que las personas, tanto escolares como adultos que relatan estar
conscientes de rechinar los dientes son más ansiosos, agresivos e hiperactivos.
Aunque esto puede ser muy subjetivo debido a que las personas pueden negar el
impacto de los eventos de la vida debido a su estilo de afrontamiento o
personalidad.(11)

En una investigación epidemiológica donde se utilizó polisomnografía, no


encontraron relación entre el BN y la ansiedad o la depresión, pero sí hallaron una
conexión importante entre BN y las quejas de insomnio; esto nos muestra que puede
existir grupo de pacientes con BN cuya respuesta psicosocial a los factores
estresantes de la vida o experimentales se manifieste mediante la actividad motora
mandibular durante el sueño.(11)

Es importante tener en cuenta ciertas condiciones sistémicas de los pacientes que


pueden llevar a sufrir de estrés y por consiguiente padecer bruxismo, como por
ejemplo el asma. Este se considera un trastorno inflamatorio crónico de las vías
respiratorias similar a la rinitis alérgica en el sentido de que se desarrolla
hiperactividad de las vías respiratorias, lo que provoca cambios en el tono de estas,
y, por lo tanto, en el flujo de aire. Como consecuencia de la respuesta inflamatoria
y el aumento de la resistencia de las vías respiratorias en el sistema respiratorio, los
sujetos que padecen asma experimentan dificultad para respirar. Para superar esta

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dificultad, su modo de respiración cambia de respiración nasal a oral. Este cambio
de función puede desencadenar modulaciones en los patrones de crecimiento
craneofacial. La tendencia a desarrollar asma está determinada tanto por
influencias genéticas como ambientales. Entre las influencias ambientales, se
encontró que el estrés agudo y crónico en los niños estaba relacionado con los
síntomas del asma y el momento de las exacerbaciones del asma. Los niños que
experimentan estrés agudo tienen un mayor riesgo de exacerbación del asma, y si
hay estrés crónico, la exacerbación ocurre antes que si no hay estrés crónico. Se
espera que los niños asmáticos tengan mayores efectos negativos sobre las
características morfológicas y funcionales del sistema estomatognático, como
maloclusiones y disfunciones orofaciales, como consecuencia de la respiración
bucal; y concentraciones más altas de cortisol salival y alfa-amilasa como resultado
del estrés asociado con las limitaciones de la enfermedad.(29)

En este estudio, la muestra estuvo compuesta por 104 niños de ambos sexos en el
rango de edad de siete a nueve años, 52 con asma y 52 controles, donde se
encontró que el BN fue más frecuente en niños con asma que en los controles (47,2
% frente a 27,3 %). Los niños asmáticos presentaron más signos y síntomas de BN,
percepción negativa de las funciones sensoriales, masticatorias y deglutorias, y
mayores concentraciones de cortisol salival los fines de semana.(29)

Calidad de vida (estratos sociales)

La disminución de la calidad de vida (DCV) es definida por la Organización Mundial


de la Salud como las percepciones de los individuos sobre su posición en la vida en
el contexto de la cultura y los sistemas de valores en los que viven y en relación con
sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones. Está influenciado por varios
factores, como la salud física y psicológica de un individuo, así como características
sociales (p. ej., ingresos familiares, nivel de educación) y demográficas (p. ej., edad,

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género, raza/etnicidad), todas estas condiciones sociodemográficas y psicológicas,
así como una DCV, ya mencionadas en la literatura se relacionan con el BN.(12)

Factores genéticos

La investigación sugiere que puede haber un grado de susceptibilidad heredada


para desarrollar BN. Aproximadamente entre el 21 al 50% de las personas con BN
tienen un familiar directo que tuvo BN durante su infancia, sugiere que hay factores
genéticos involucrados.(9) Sin embargo, la evidencia muestra que no hay estudios
suficientes que respalden la teoría de que el bruxismo tenga un componente
genético.

Neuroquímicos y medicamentos

Existen sustancias que pueden tener cierto grado de relación con el bruxismo, entre
ellas se encuentran: (9)

- Agonistas de la dopamina
- Antagonistas de la dopamina
- Antidepresivos tricíclicos
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
- Alcohol
- Cocaína
- Anfetaminas
De la literatura se extrae un informe de un caso donde se logra evidenciar que en el
rechinamiento de los dientes puede estar involucrada una sustancia química en el
cerebro observada en un paciente que padecía de Parkinson y éste fue tratado por
bruxismo con l-3,4-dihidroxifenilalanina (l-DOPA), una catecolamina precursora. En
varios ensayos controlados en pacientes jóvenes y sanos con BN, se transmitió que
la l-DOPA produce una reducción ligera pero significativa en la frecuencia del BN-
RMMA en comparación con el grupo control o placebo.(11)(9)

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Adicionalmente, se han realizado otros ensayos experimentales con otras
sustancias como son el propanolol y la clonidina; esta última, es un agonista alfa
que actúa sobre el sistema nervioso central, se logró mostrar una disminución
significativa del índice RMMA de BN en comparación con el grupo control (este
experimento se reprodujo con una dosis más baja, 0,1 mg, en el laboratorio del Dr.
K. Baba, Japón, información no publicada). Se debe de tener en cuenta que este
efecto se relacionó con una reducción concomitante en el dominio simpático
autonómico cardíaco que precede a la RMMA. Importante tener en consideración
que la clonidina se asocia con hipotensión grave por la mañana, y darle uso para la
terapia del BN, debe ser con cautela.(11)

Dieta

Durante la infancia, el desgaste de los dientes aumenta con la edad, hasta alcanzar
una prevalencia del 80 % al final de la dentición temporal, mientras que disminuye
hasta alrededor del 30 % en los adolescentes con dentición permanente. Los
dientes desgastados son la consecuencia de la progresión combinada de desgaste,
abrasión y erosión; este último se ha relacionado con ácidos intrínsecos o
extrínsecos. A manera de ejemplo, la literatura resalta, que las personas que
ingieren grandes cantidades de dulces, jugos no naturales, frutas cítricas y bebidas
carbonatadas tienen un mayor riesgo de desarrollar erosión dental. Sin embargo,
los hallazgos de este estudio no evidenciaron asociación entre la dieta y el BN con
el desgaste de los dientes en la dentición mixta de niños sanos, pero en las personas
con degastes dentales, la dieta si interfiere de forma negativa ya que puede
aumentar la gravedad de éstos.(13)

Tiempo de pantalla y consumo de azúcar

En la actualidad, la ingesta excesiva de azúcares añadidos y el tiempo dedicado


frente a las pantallas, como celulares, tabletas, computadores y televisión, en los
niños y adolescentes, han sido muy comunes, y se ha visto, según la literatura que

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afectan la neurotransmisión de dopamina, la cual también está implicada como una
de las posibles etiologías del BN.(14)

En ocasiones en las que el BN no se considera una patología o un trastorno en sí


mismo, se debe de tener en cuenta y ser cautelosos al momento de abordar el
paciente ya que puede ser un signo alarma respecto a condiciones de salud o
hábitos que pueden afectar el sistema nervioso central, más específicamente, los
polimorfismos en DRD2 que se relacionan con fenotipos de bruxismo en niños que
es una variación genética en el receptor de dopamina D2 (DRD2) que puede alterar
la señalización de dopamina y modificar los efectos gratificantes de los alimentos y
jugar videojuegos.(14)

También en este punto podemos traer a colación temas anteriores como lo es la


calidad de vida, las alteraciones de ésta, se han relacionado con BN en niños; más
puntualmente, en la afectación de la función escolar (memoria de trabajo) y la
función emocional (sentirse triste); el tiempo de pantalla excesivo y el consumo de
azúcar añadido son factores de riesgo para problemas de calidad de vida ya
mencionados, ya que estudios e Investigaciones recientes incluyendo este estudio,
probaron la asociación entre el tiempo de pantalla y dieta adversa; pues estos en
conjunto conllevan a alteraciones en el sueño, falta de homeostasis del cortisol,
depresión, hostilidad y trastornos por déficit de atención e hiperactividad
relacionados con los síntomas, entre otros.(14)

En Colombia, existen familias de niños de dos tipos, los que estudian en colegios
privados y los que estudian en colegios públicos y son de bajos recursos
económicos; los primeros tienen una mejor situación económica, por ende los niños
que están en colegios privados por lo general son niños más sedentarios y
acumulan mayor tiempo de pantalla (celulares, tabletas y computador) comparado
con las pautas de la OMS y la Academia Estadounidense de Pediatría mayor a 2
horas por día, mientras que ver televisión antes de ir a dormir, es más frecuente en

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niños de escasos recursos, los niños de colegios públicos. Debido a todos estos
hallazgos, este estudio observó que el BN es más frecuente en niños de escuelas
públicas que en escuelas privadas, lo que también está respaldado por los hallazgos
de investigaciones previas. Todas estas asociaciones pueden llevar a indagar en la
posibilidad de considerar el BN como un indicador de alteraciones en los hábitos de
vida que podrían afectar a la calidad del sueño y al rendimiento cognitivo y
conductual.(14)

Acumulo de placa y enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal como el bruxismo, tiene una etiología multifactorial, con


la placa dental como factor iniciador. Adicional, el inicio y la progresión de la
enfermedad periodontal están condicionados por factores microbiológicos,
sistémicos, genéticos y conductuales, como la parafunción y el trauma; este último,
que se puede definir como “traumatismo a nivel periodonto por fuerzas no nocivas
o nocivas que causan daño al periodonto al sobrepasar las capacidades
reparadoras y adaptativas”, y se puede dividir en trauma oclusal primario (donde las
fuerzas oclusales patológicas son el principal factor etiológico de los cambios en el
periodonto) y secundario (ocurre cuando el periodonto ya está comprometido por la
inflamación y la pérdida ósea).(15)

La literatura relata que en un periodonto sano, el BN puede no causar cambios en


los tejidos periodontales, pero en un periodonto disminuido o peor aún con
enfermedad periodontal activa, este si puede afectar los tejidos de soporte y el
diente, y si como agregado existe la presencia de placa bacteriana como cofactor
ya que parece considerarse un prerrequisito para la aparición de lesiones
periodontales también en presencia de trauma oclusal.(15)

Los profesionales de la salud dental deben de estar actualizados con respecto a los
conceptos sobre BN, ya que se están obteniendo nuevos y actuales conocimientos
sobre el tema, por eso es importante reconocer y comprender los nuevos

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paradigmas, ya que esto puede orientar a mejores diagnósticos y tratamientos para
los pacientes que merecen la mejor atención disponible basada en la evidencia.(11)

Fisiopatología (Ver figura 2)

Figura 2. Secuencia temporal de fenómenos fisiológicos de microexcitación con actividad


muscular masticatoria rítmica que precede a un episodio de bruxismo. Modificado de(9)

DIAGNÓSTICO

Para lograr un adecuado tratamiento o abordaje del paciente se requiere acertar


con un adecuado diagnóstico, para esto existe literatura que propone un protocolo
de evaluación, pero antes es importante comprender que el BN es un síntoma, por
ende, la evaluación debe de realizarse indagando los síntomas que conlleven a un
diagnóstico adecuado.(8) Ver tabla 5.

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Tabla 5. Sugerencia de protocolo para evaluación del BN. Modificado de(8)

El diagnóstico oportuno del bruxismo tiene sus ventajas, por los posibles daños que
se pueden producir y el efecto perjudicial sobre la calidad de vida. Este se puede
hacer clínicamente, y se basa principalmente en la historia de la persona (por
ejemplo, informes de ruidos de rechinamiento) y la presencia de signos y síntomas
típicos.(9)

Síntomas

- Rechinar de dientes
- Dolor en la ATM
- Dolor en los músculos masticatorios y cervicales
- Dolor de cabeza (especialmente en la zona temporal cuando el paciente se
despierta por la mañana)
- Dientes hipersensibles
- Movilidad dental excesiva
- Mala calidad del sueño: Cansancio
Señales

- Desgaste anormal de los dientes


- Hendiduras en la lengua

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- Línea alba a lo largo del plano de mordida
- Recesión de las encías
- Presencia de torus maxilar y/o mandibular
- Aumento de la actividad muscular (esto lo registra la polisomnografía)
- Hipertrofia de los músculos maseteros
- Reducción del flujo salival
- Rotura de empastes y/o dientes
- Limitación de la capacidad de abrir la boca

Las características de diagnóstico comprenden las siguientes

- Sonidos oclusales durante el sueño


- Desgaste dental
- Cambios periodontales
- Patrón de movilidad dental
- Espacio del ligamento periodontal ensanchado
- Trabeculación del hueso alveolar
- Formación de exostosis
- Cansancio de los músculos masticatorios
- Migraña recurrente
- Relleno fracturado o dientes partidos
- Dolor de la mucosa oral debajo de la dentadura
- Surcos de la mucosa de la lengua y las mejillas
- Aumento de tamaño de temporal y masetero, pterigoideo externo
- Desviación mandibular, apertura limitada
- Mayor movilidad de los dientes

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PROTOCOLOS DE TRATAMIENTO

Hoy en día, no se sabe de tratamientos eficaces para el BN y que sobre todo sean
de larga duración, o mejor aún tratamientos con resultados duraderos. Sin embargo,
existen opciones de tratamiento disponibles que ayudan al paciente en mejorar
eficazmente las consecuencias o efectos secundarios causados por el BN. Estas
opciones de tratamiento pueden ser manejo de conducta del paciente (evitar fumar,
alcohol, cafeína, consumo de drogas psicoactivas, etc), educación del paciente
(control de las parafunciones orales), terapias de relajación, higiene del sueño,
psicoterapia, biorretroalimentación, entre otros. Una investigación reciente donde se
puede evidenciar como un dispositivo de biorretroalimentación el cual lo que hace
es aplicar pulsos eléctricos que ayudan a inhibir la actividad EMG de los músculos
temporales durante el sueño sin tener efectos nocivos en el sueño.(11)

Existen una serie de pasos que pueden ser de ayuda al momento de realizar la
atención del paciente(9)

Primer Paso:

Eliminar los factores causales tales como

- Cigarrillo
- Alcohol
- Café

Segundo Paso:

Discusión con los pacientes

Tercer paso:

Si hay desarmonía oclusal positiva

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El bruxismo diurno puede controlarse mediante el entrenamiento del hábito de dejar
voluntariamente los dientes separados sin ocluir, para esto puede ser de ayuda
dejar un pequeño trozo de goma de mascar pegado a lo largo de la superficie oclusal
de los molares, mientras que para el BN puede reducirse durmiendo boca arriba sin
almohada, por autosugestión de que “no apretaré los dientes mientras duermo” o
por sugestión pos-hipnótica positiva.(9)

Programa de control de tensión que incluye:(9)

- Terapia con medicamentos en forma de tranquilizantes (es decir, una dosis


de 25 mg de hidroxizina 1 hora antes de acostarse)
- Atención psicológica asesoramiento, autosugestión, hipnoterapia o
psicoterapia
- Técnicas de relajación, manejo del estrés, modificación del comportamiento,
inversión de hábitos e hipnosis (autohipnosis o con un hipnoterapeuta
- Algunos han recomendado la terapia cognitivo-conductual para el tratamiento
del bruxismo
- Técnica de biorretroalimentación
- Comprensión y empatía genuinas

El tratamiento del Bruxismo también se realiza clasificando a los pacientes en


reversibles e irreversibles.(9)

Irreversible

- Ajuste oclusal solo en etapas iniciales (mediante pulido selectivo,


rehabilitación oclusal, ortodoncia)
- Rehabilitación oral
Reversible

Factores de control contribuyentes – control de factores psíquicos:

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- Psicoterapia
- Relajación
- Yoga
- Medicamentos

Intervención farmacológica

Hay investigaciones que evidencian como algunos medicamentos se pueden


relacionar con la disminución o el aumento en la actividad del BN, lo que corrobora
que los mecanismos centrales estén involucrados en la génesis del B; sin embargo,
se recomienda búsqueda de más evidencia que nos muestre la eficacia y sobre todo
la seguridad de los medicamentos para pacientes con BN para saber así posibles
efectos secundarios. Recientemente, un estudio controlado con placebo demostró
una reducción del 40 % en la actividad del bruxismo del sueño con una dosis de
clonazepam (1 mg). Algo importante a tener en cuenta para el manejo de estos
pacientes, es que los tratamientos farmacológicos deben recomendarse solo en
pacientes sintomáticos gravemente afectados y solo como terapia a corto plazo.
(11)(3)
En varias investigaciones se realizaron pruebas con medicamentos para el manejo
del bruxismo, entre ellos se mencionan 5 medicamentos.

El primero fue el Flurazepam (15 mg/día) el cual se comparó con un placebo en un


ensayo clínico cruzado(22), y las personas informaron una disminución en la
aparición de bruxismo a través del autoinforme; el segundo medicamento fue la
hidroxizina (25– 50 mg/día y 5–25 mg/día) utilizada durante 4 semanas muestra una
reducción en la puntuación de bruxismo informada por los padres(23). Sin embargo,
una disminución en la puntuación de gravedad clínica global fue más significativa
para la hidroxizina que para el placebo(23). El tercer medicamento fue la Trazodona

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(0,5 mg/kg/día) la cual presentó una reducción significativa en la frecuencia de
bruxismo y dolor matutino a las 2 y 4 semanas de intervención(3). El cuarto
medicamento fue la imipramina (25 mg/día) que se informó un caso clínico, se usó
durante 1 mes y mostró una reducción en el bruxismo informado por los padres a
través de la escala analógica visual(24). Por último, el quinto medicamento fue el
diazepam (2,5 y 5 mg/día) que también se probó y no mostró una diferencia
estadística con el placebo en un ECA, a pesar de que tanto el placebo como el
diazepam pudieron disminuir el bruxismo auto informado(3).

Al igual en las investigaciones se informaron varios efectos secundarios de estos


medicamentos, que incluyen somnolencia, náuseas, vómitos, irritabilidad, boca
seca, insomnio, confusión, agresión, dolor de cabeza y disminución del
apetito.(3)(22)(23)(24)

Intervención psicológica

En uno de los estudios se evaluaron dos perspectivas psicológicas de como


intervenir en la reducción del bruxismo. Las técnicas utilizadas fueron la relajación
muscular dirigida y la competencia de reacción, que se aplicaron a 33 niños en un
ensayo clínico no aleatorizado(25). Los autores informan que ambos enfoques
pudieron reducir el bruxismo informado por los padres, aunque no se realizaron
comparaciones entre las dos técnicas(25). Estas terapias no presentaron
contraindicaciones ni efectos secundarios.

Intervención de fisioterapia

Quintero et al.(26) realizaron un ensayo clínico aleatorizado, evaluando en 26 niños


(de 3 a 6 años) la efectividad de la fisioterapia para reducir el bruxismo. Se observó
una reducción en la incidencia de rechinar o apretar los dientes durante el sueño
informada por los padres en un 77 % en el grupo de intervención de fisioterapia y
en un 15,38 % en el grupo de control. Los autores sugirieron que la intervención de

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fisioterapia puede considerarse eficaz para reducir el bruxismo auto informado en
niños pequeños, sin efectos secundarios informados.(3)

Lobezooet al. (1997). Los autores estudiaron si las alteraciones en el sistema central
de neurotransmisores pueden estar involucradas en la etiología del BN. El papel
putativo del sistema dopaminérgico en el BN se estudió en un ensayo clínico doble
ciego mediante el uso de dosis bajas de L-dopa a corto plazo en combinación con
benserazida. Se seleccionaron diez pacientes con BN (cinco hombres y cinco
mujeres, edad media, 27,5 años; SD, 5,4 años) utilizando criterios de selección
publicados previamente. Estos pacientes fueron evaluados en un laboratorio de
sueño durante tres noches consecutivas, con registros polisomnográficos (PSG)
durante toda la noche y también electromiograma (EMG). La primera noche fue para
la habituación al ambiente del laboratorio, durante la segunda y la tercera noche,
los pacientes recibieron dos dosis de Prolopa (100 mg de L-dopa y 25 mg de
benserazida, un inhibidor de la descarboxilasa periférica) o un placebo
farmacológicamente inerte de forma cruzada: la primera dosis 1 hora antes de
acostarse y la segunda, 4 horas después de la primera (el paciente se despertó
brevemente para tomar la segunda dosis). El orden de administración se invirtió en
la mitad de los pacientes. La eficacia de la L-dopa se analizó utilizando modelos
multinivel. La L-dopa resultó en una disminución significativa en el número promedio
de episodios de bruxismo por hora de sueño, así como en una reducción
significativa en el valor promedio del nivel EMG de la raíz cuadrada media (RMS)
por brote de bruxismo. Esto indica que la L-dopa ejerce un efecto atenuante sobre
la BN, lo que sugiere que la L-dopa normaliza los patrones de actividad EMG
asociados con la BN. Los autores razonaron que el uso crónico a largo plazo de
agonistas dopaminérgicos como la L-dopa en la enfermedad de
Parkinson.(4)(27)(28)

Otro de las opciones de tratamiento para el BN son las placas oclusales, maxilares
o mandibulares, las cuales han sido ampliamente utilizadas y su fin es eliminar

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interferencias oclusales, proteger las superficies dentales y relajar los músculos
masticatorios, aunque, sus mecanismos exactos de acción aún están bajo
discusión, y no hay evidencia que respalde su papel para detener el BN. Sin
embargo, la literatura nos resalta que, en muchas de las investigaciones realizadas
por expertos, es evidente una disminución en la actividad del BN en las primeras 2
semanas de tratamiento, independientemente del diseño del aparato oral. En otros
estudios, se observa que aproximadamente el 20% de los pacientes muestran un
aumento en la actividad EMG durante el sueño cuando usan un aparato oclusal,
especialmente el tipo de protector bucal blando.(11)
Las placas oclusales, aunque están bien documentadas en la literatura como se
mencionó anteriormente, no hay muchos estudios en niños. Restrepo y col, en un
ensayo clínico controlado, en niños, utilizaron la placa oclusal rígida para el
tratamiento del bruxismo y donde obtuvieron como resultado que no fue eficiente en
la reducción de los síntomas de bruxismo. Sin embargo, aunque no tiene influencia
con los parámetros fisiológicos de esta condición, la placa oclusal es útil para el
tratamiento de disfunciones de ATM. El uso de placas oclusales en la dentición
decidua es más restringido, excepto en casos extremos donde el desgaste puede
ocasionar daño biológico para el niño, lo cual es muy escaso; ya en la dentición
mixta, si está contraindicado por completo, debido a la posible restricción del
crecimiento de los arcos. Según investigaciones todas basadas en la evidencia
científica disponible, los ajustes oclusales no están indicados como técnica
terapéutica clínica para el BN.(8) Se puede concluir que los aparatos oclusales
pueden ayudar en los efectos secundarios del BN mas no en la eliminación total de
éste.

Se encontraron cuatro estudios que evaluaron las férulas oclusales. El uso de la


férula oclusal se correlacionó con una reducción del bruxismo auto informado en
una escala analógica visual, en 30 niños (7 a 10 años). El bruxismo auto informado
por los padres disminuyó en un 76,7%, adicional, se observó una reducción

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significativa en los signos de bruxismo (dolor de cabeza y molestias musculares)
con el uso del protector de mordida. Resultados similares se observaron en un caso
clínico de una niña de 5 años con cefaleas crónicas por bruxismo. El bruxismo de la
niña informado por los padres se detuvo durante el uso de la férula oclusal y los
dolores de cabeza también disminuyeron.(3)

En otro estudio, Restrepo et al. evaluaron a niños más pequeños (3 a 4 años) y


observaron que, después del uso de férulas oclusales rígidas, hubo una reducción
del 20 % en el bruxismo informado por los padres. Aunque la mayoría de los
estudios solo utilizaron el autoinforme para observar la reducción del bruxismo, un
estudio aleatorizado cruzado investigó el uso de un dispositivo de avance
mandibular en tres posiciones diferentes (férulas neutras/avanzadas/libres) durante
1 semana, evaluando la reducción de bruxismo del sueño medido por un dispositivo
polisomnográfico, encontrando una reducción en la intensidad de los dolores de
cabeza en el 57% de los adolescentes.(3)

ORTODONCIA Y BRUXISMO

Los aparatos termoformados han sido utilizados por los ortodoncistas desde la
década de 1940. En la actualidad, ha aumentado el uso de alineadores de
ortodoncia (AO) para realizar tratamientos de todo tipo de maloclusiones logrando
resultados en lo posible predecibles y satisfacer la demanda de pacientes adultos
jóvenes con grandes necesidades estéticas. La eficiencia clínica de estos aparatos
asociada al confort en relación a los aparatos fijos (AF) tradicionales han sido
identificados como factores contribuyentes para su uso a gran escala. Existen
estudios donde se ha informado que los alineadores de ortodoncia podrían ser una
opción alternativa para el tratamiento de ortodoncia en pacientes con trastorno
temporomandibular (TMD) y BN. Sin embargo, una investigación donde se

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realizaron análisis electromiográficos para evaluar las contracciones de músculo
masetero mostró un aumento en la actividad muscular lo cual conllevó al
apretamiento dental en el sueño y en la vigilia en pacientes tratados con AO. Hay
que tener en cuenta que la actividad muscular en pacientes que se someten a
tratamientos con AO no está muy clara y los estudios siguen siendo limitados y
controvertidos. Opuesto a esto, en otro de los estudios donde se analizaron 19
pacientes los cuales usaban retenedores transparentes tipo ESSIX y no encontraron
cambios relevantes a nivel de la actividad de los músculos masticatorios.(10)(30)
No obstante, los hallazgos deben verse con cautela y como una advertencia sobre
el uso de alineadores en pacientes que tienen riesgo potencial de desarrollar dolor
en los músculos masticatorios.(31)
La poca evidencia científica disponible sobre la influencia del tipo de tratamiento de
ortodoncia en la frecuencia de BN hace imposible tener parámetros de comparación.
Con base a los efectos de los alineadores con episodios de BN, se ha reportado
una tendencia al aumento después del primer y tercer mes de tratamiento, a
diferencia de otro estudio que reveló que, después del primer mes de tratamiento,
los pacientes mostraron una reducción significativa en el número de episodios, y
después de tres meses los valores volvieron a los niveles basales.(10)

En un estudio, de los tipos de comportamiento en los pacientes que iniciaron


tratamiento de ortodoncia, el hábito de tocarse ligeramente los dientes y apretar los
dientes fueron las condiciones más reportadas, con una frecuencia total de 40,1%
y 9,5% en el grupo AO, y 38,4% y 7,6% en el grupo AF. Comparado con pacientes
que no tenían tratamiento de ortodoncia se observan valores de prevalencia más
bajos (14,5% para tocar los dientes y 3,7% para apretar los dientes). El análisis en
cada grupo mostró una disminución significativa con respecto a la frecuencia
inmediatamente después del inicio del tratamiento de ortodoncia, del 45,1% al
25,6% en Grupo AF, debido a que el estímulo que generan los brackets y alambres
en el sistema estomatognático hace que se altere la percepción sensorial de los

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pacientes, llevando a una protección natural e inconsciente, lo que da como
resultado disminución del comportamiento, en este caso el apretar los dientes. Este
aspecto cambia después de que el paciente se acostumbra a la nueva condición
intraoral, volviendo a los parámetros iniciales, antes de la colocación del aparato.
En cambio, los pacientes con AO mostraron una frecuencia de hábito constante
durante todo el estudio.(10)

De este estudio se puede concluir que el tipo de aparato de ortodoncia (alineadores


de ortodoncia o aparatos fijos convencionales) no influyó en la frecuencia del
comportamiento de BN durante las etapas iniciales del tratamiento de ortodoncia,
aunque el comportamiento de tocar ligeramente los dientes parece reducirse
inmediatamente después de la colocación de AF.(10)

En otra investigación donde los pacientes padecían de BN, fueron tratados con AO,
férulas placebo placas oclusales, estos se observaron durante 6 meses observando
que los AO no influyó en cambios positivos en contra del BN. Los autores deducen
o concluyen que estos no pueden ser comparables con las placas oclusales
convencionales debido a que estas últimas son rígidas a excepción de los AO.(31)

CONCLUSIONES

- El bruxismo es un desorden oclusal, que afecta a personas de cualquier


edad, sexo y ocupación.

- Los factores de riesgo más importantes son: el estrés, la ansiedad emocional,


medicamentos.

- Un adecuado diagnóstico clínico inter y multidisciplinario nos lleva a


identificar la terapéutica más acertada para cada paciente con bruxismo.

- Es importante para el ortodoncista tener en cuenta que la detección de


pacientes con signos clínicos de bruxismo, al momento de realizar las

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evaluaciones pretratamiento de ortodoncia, puede ser una estrategia
razonable para determinar si se debe realizar antes o después del
tratamiento del bruxismo.

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