Está en la página 1de 5

UNIDAD EDUCATIVA MUNICIPAL ´´SAN FRANCISCO DE ASÍS´´

TEMA:

EXTRACCIÓN DE ALMIDÓN DE YUCA COMO MATERIA PRIMA PARA

LA PRODUCCIÓN DE BIOPLÁSTICO.

INTEGRANTES:

KEVIN GUAILLAS.

SEBASTIAN MENDOZA.

BRITANY CEDEÑO.

CRISTHOFER SANTOS.

SHANIA CALLE.

BRYAN TORRES.

CURSO:

3RO BGU

DOCENTE:

LIC. KARLA OBACO.

ING. RICHARD SALAZAR.

QUIM. SERGIO REVELO.

Sucumbíos – Shushufindi – Ecuador.

2023 – 2024.
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo académico abordaremos el tema sobre la extracción de

almidón de yuca como materia prima para la producción de bioplástico con los

estudiantes de bachillerato de la Unidad Educativa Municipal “San Francisco de Asis”.

Los bioplásticos surgieron como respuesta a los productos elaborados a partir de

polímeros derivados del petróleo, con el objetivo de eliminarlos a nivel mundial y frenar

su peligrosa propagación que contamina la flora y la fauna del planeta. Prestamos

atención a medidas que no perjudiquen a los consumidores y respeten el medio

ambiente. La investigación tiene como meta explorar la posibilidad de crear bioplásticos

a partir del uso de almidón de yuca y desarrollar un proceso para su producción. El

objetivo es mantener las propiedades del producto para que pueda sustituir a los vasos

desechables tradicionales ya que se han identificado problemas, como la menor

resistencia mecánica y térmica del polímero, que pueden restringir su uso en áreas

específicas. La producción de polímeros biodegradables podría ofrecer un sustituto

sostenible de los polímeros convencionales fabricados a partir de combustibles fósiles.

En resumen, la extracción de almidón de yuca como materia prima para la producción

de bioplástico busca fomentar una iniciativa prometedora y sostenible en respuesta a la

creciente necesidad de encontrar alternativas ecológicas a los polímeros convencionales

por ello es fundamental llevar a cabo esta investigación para abordar el problema de la

contaminación ambiental causada por polímeros derivados del petróleo y al mismo

tiempo utilizar la abundancia de yuca, una planta rica en almidón, como recurso

renovable, considerando el problema ambiental que plantea el consumo de plástico en la

sociedad, así como la explosión demográfica que ha incrementado la demanda de

productos transformados y procesados que deben ser envasados en materiales a base de


polímeros, el desconocimiento del tema puede tener un impacto negativo en la

comunidad educativa.

Si no se aborda adecuadamente este tema en la búsqueda de soluciones

innovadoras y respetuosas con el medio ambiente, pueden incluir un mayor deterioro en

el uso y elaboración de los bioplástico los mismos que pueden aumentar el riesgo de

contaminación en el medio ambiente con el propósito de contribuir significativamente a

la transición hacia prácticas más sostenibles en la industria de los materiales. En primer

lugar, la falta de conciencia y acción en torno a alternativas sostenibles a los plásticos

convencionales contribuiría al continuo deterioro del medio ambiente. Los plásticos

derivados del petróleo persistirían como la opción dominante, llevando consigo una

carga ambiental cada vez más insostenible. La acumulación de desechos plásticos en los

océanos, su impacto devastador en la vida marina y la persistente contaminación del

suelo se intensificarían, exacerbando la crisis medioambiental que enfrentamos.

Además, la falta de iniciativas para adoptar prácticas más sostenibles en la

industria de los materiales podría llevar a un aumento en la demanda de plásticos

tradicionales. Esto no solo agravaría el problema de la contaminación, sino que también

perpetuaría la dependencia de recursos no renovables y contribuiría al agotamiento de

los combustibles fósiles.


ANTECEDENTES

La extracción de almidón de yuca como materia prima para la producción de

bioplástico es un tema que emerge como respuesta a una problemática ambiental y

social que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Para comprender plenamente el

origen de este problema y su relación con nuestro entorno, vida, familia y comunidad,

es esencial explorar sus antecedentes históricos y su impacto en diferentes aspectos de

nuestra sociedad.

La historia de este problema se remonta al auge de la industrialización y la

globalización, cuando la demanda de plásticos derivados del petróleo experimentó un

crecimiento exponencial. La versatilidad y durabilidad de estos plásticos los

convirtieron en una opción atractiva para una amplia gama de aplicaciones, desde

envases hasta productos manufacturados. Sin embargo, este auge no estuvo exento de

consecuencias negativas para el medio ambiente.

Con el tiempo, la proliferación de plásticos no biodegradables condujo a la

acumulación masiva de desechos, especialmente en los océanos y en entornos naturales.

La yuca, una planta que ha sido una fuente esencial de alimento en diversas culturas,

entró en escena como una posible solución a esta creciente crisis. Su abundancia,

facilidad de cultivo y alto contenido de almidón la convirtieron en un candidato

prometedor para la producción de bioplásticos.

La conexión con nuestro entorno se hace evidente al observar cómo la

contaminación plástica ha afectado directamente nuestros ecosistemas locales. Ríos

contaminados, playas llenas de desechos plásticos y la amenaza constante para la vida


marina han despertado una conciencia urgente sobre la necesidad de cambiar nuestras

prácticas en relación con los plásticos convencionales.

En el ámbito familiar, la conciencia ambiental ha permeado nuestras vidas

cotidianas. Desde las conversaciones en la mesa sobre la importancia de reducir el uso

de plásticos hasta la participación activa en campañas comunitarias de limpieza, las

familias han comenzado a comprender la magnitud del problema y la necesidad de

encontrar alternativas sostenibles.

La comunidad, como un conjunto de individuos que comparten un entorno

común, ha sentido los impactos de manera colectiva. La contaminación plástica ha

afectado la calidad de vida, la salud y la estabilidad de los ecosistemas locales. En

respuesta a esta amenaza, comunidades de todo el mundo han buscado soluciones que

no solo aborden el problema, sino que también generen un impacto positivo en la

economía local y la sustentabilidad a largo plazo.

La historia del problema de la contaminación plástica y la búsqueda de

alternativas como la extracción de almidón de yuca para la producción de bioplástico

refleja la evolución de nuestra conciencia ambiental y la necesidad de encontrar

soluciones arraigadas en la sostenibilidad. Este camino hacia la adopción de prácticas

más responsables no solo tiene implicaciones a nivel individual y comunitario, sino que

también señala la importancia de abordar los desafíos ambientales a través de la

innovación y la colaboración. La extracción de almidón de yuca como materia prima

para bioplásticos representa un capítulo crucial en esta historia, ofreciendo esperanza y

una alternativa tangible para construir un futuro más sostenible.

También podría gustarte