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ANÁLISIS SOCIOLÓGICO: LA

DESIGUALDAD Y SUS
CONSECUENCIAS.
Richard Wilkinson y Kate Piquet
“Desigualdad”: Un análisis de la (in)felicidad colectiva.

“Igualdad”: Cómo las sociedades más igualitarias mejoran el bienestar colectivo.

UCM, grupo 2.2


Natalia Arias Herranz
Kate Piquett y Richard Wilkinson, ambos epidemiólogos, son los autores de lo libros sobre las

consecuencias sociales de la desigualdad “Desigualdad: Un análisis sobre la infelicidad colectiva”

e “Igualdad: Cómo las sociedades igualitarias mejoran el bienestar colectivo”.

El ensayo de “ Desigualdad” se publicó en 2009 con el fin de satisfacer a la ciudadanía de una

información verídica de las consecuencias de las desigualdades socioeconómicas en la salud de

la población. Posteriormente los autores publicaron el “Igualdad” en 2019 , que basándose en

numerosos estudios optan por dar un análisis más exhaustivo y empírico sobre las preocupantes

consecuencias que ha tenido la desigualdad en las sociedades. Sin embargo, ambos ensayos

tratan de demostrar como el sufrimiento social es la consecuencia de las desigualdades.

El primero de ambos ensayos se aborda el tema de la desigualdad desde una perspectiva

sociológica y se centra en los impactos negativos que esta tiene en diferentes aspectos de la vida

social.

En primer lugar, los autores presentan evidencia empírica que demuestra una fuerte correlación

entre la desigualdad de ingresos y una serie de problemas sociales, como el aumento de los

indicadores de malestar y enfermedades mentales. Utilizan datos de diversos países y estados

de Estados Unidos para respaldar sus argumentos, mostrando que en los estado donde existe

una desigualdad social mayor, se relaciona con los estados con unas tasas de delincuencia,

enfermedades mentales, sufrimiento infantil y falta de participación política, notablemente

elevadas.

Además, los autores exploran el impacto mental de las desigualdades, destacando que vivimos

en sociedades altamente jerarquizadas y estratificadas, haciendo referencia a las teorías de la

estratificación social (Karl Marx, 1848) (Max Weber, 1946) donde las personas constantemente

se sienten evaluadas por aquellos que ocupan posiciones sociales superiores. Esta evaluación

jerárquica y la sensación de inferioridad personal que resulta de ella generan ansiedad y

disminuyen la confianza en la propia inteligencia y capacidad.


El libro también analiza cómo la desigualdad no solo afecta la salud mental, sino también los

comportamientos sociales y los valores que prevalecen en la sociedad. Por ejemplo, señala que

en sociedades más desiguales, las personas tienden a adoptar comportamientos narcisistas y a

menospreciar los vínculos sociales, lo que reduce la empatía y dificulta la promoción de la

cooperación y la sociabilidad. Esto ocurre por una falta de autoestima y confianza en si mismo,

lo que provoca un egocentrismo e individualismo que afecta a las relaciones sociales.

Otro aspecto importante abordado en el libro es la crítica a la noción de meritocracia y la idea

de que las desigualdades existentes reflejan el mérito individual. Los autores argumentan que

las diferencias de habilidad y éxito no son simplemente el resultado del mérito personal, sino

que están influenciadas por el entorno y el contexto social. Además, destacan cómo las

desigualdades impregnan los procesos educativos y cómo la presunción meritocrática camufla

la desigualdad, convirtiéndola en mérito individual.

Por último, el libro plantea la cuestión de las alternativas y propone un modelo social más

igualitario como camino hacia un mejor bienestar colectivo. Los autores argumentan que la

desigualdad no es necesaria para promover el crecimiento económico y el bienestar, y señalan

la importancia de abordar las desigualdades como impulsoras de pautas de consumo

insostenibles.

Ambos ensayos poseen una fuerte correlación ya que “Igualdad” se podría explicar como una

argumentación más detallada de las tesis y los resultados obtenidos en el anterior libro

“Desigualdad”.

Los autores argumentan que existe una fuerte correlación entre los niveles de desigualdad de

ingresos y diversos problemas sociales, estas correlaciones se basan en una amplia gama de

investigaciones científicas y evidencias empíricas. Para ello, en forma de argumentación

empírica de los resultados de su anterior trabajo, se muestra una gráfica que ilustra la

correlación positiva entre los niveles de desigualdad y los problemas sociosanitarios, siendo
Estados Unidos el país con mayor desigualdad y por ende, mayores tasas de problemas sociales,

seguido de Japón y España.

Además, el texto critica el paradigma del racionalismo individualista, que tiende a pasar por alto

aspectos clave del comportamiento humano que no son considerados en el análisis económico

tradicional. Los autores, especialistas en salud pública y epidemiología, ofrecen una mirada

distinta y multidisciplinaria que permite comprender mejor las dimensiones de la desigualdad y

sus impactos en la sociedad.

Por otro lado, al igual que en el primer ensayo se destaca cómo las sociedades altamente

jerarquizadas y estratificadas generan ansiedad y evaluación constante entre las personas. Se

discuten los comportamientos humanos en contextos de desigualdad, utilizando el modelo del

Dominance Behavioral System desarrollado por la psicóloga Sheri Johnson. Se argumenta que

las personas atrapadas en situaciones de subordinación son más propensas a enfermedades

mentales, y se evidencia la correlación entre desigualdad de ingresos, enfermedades mentales

y participación social.

Sim embargo, según varios estudios que estos autores realizaron estudios que demostraron que,

más allá de ciertos niveles, no hay una correlación fuerte entre el nivel del PIB y el bien.

Estos ensayos se encuentran contextualizados en la época contemporánea, donde el concepto

de pobreza es un problema social real que necesita solución. De hecho, Wilkinson y Piquet tratan

de explicar varios acontecimientos históricos durante las obras, como la industrialización y

cuales fueron las consecuencias de pasar de una sociedad de trueque de tierras y herencias, a

una sociedad comuna nueva forma de organización social y económica.

En conclusión, las desigualdades sociales son un problema de la sociedad que se perpetúa con

las décadas y, con la creación de las multinacionales y el capitalismo, estas aumentan a pasos

agigantados.
Las conclusiones de los autores son una realidad innegable, las desigualdades económicas

generan un sufrimiento poblacional que en muchos casos no permite el desarrollo de la

población de una forma normalizada. Por ejemplo, con la educación, si un menor convive en un

hogar con un nivel de pobreza y exclusión social alto, su futuro estará regido por este factor, al

no poder acceder a una escolarización completa, por carencia material o incluso por la baja

intensidad del trabajo de sus progenitores que creará la necesidad de que ese menor comience

su vida laborar cuando debería estar aprendiendo a multiplicar.

Existen varias teorías que a mi parecer poseen similitudes con las tesis de estos ensayos. El

sociólogo francés Bourdieu abordó la desigualdad desde una perspectiva multidimensional,

destacando cómo el capital cultural, social y económico se distribuye de manera desigual en la

sociedad. Sus conceptos de habitus, campo y reproducción social son relevantes para

comprender cómo la desigualdad se perpetúa y afecta a diferentes aspectos de la vida, de la

misma forma que los autores argumentan que las desigualdades sociales no solo se basan en las

situaciones económicas, sino que conlleva muchos más factores.

Por otro lado los autores tienen una relación estrecha en cuanto al análisis de la desigualdad y

sus implicaciones en la sociedad contemporánea con Zygmunt Bauman.

Bauman, en su concepto de "modernidad líquida", sostiene que vivimos en una sociedad

caracterizada por la volatilidad y la fragmentación. Bauman argumenta que la desigualdad es un

resultado de esta modernidad líquida, donde las estructuras sociales se vuelven cada vez más

inestables y las relaciones sociales se debilitan. Wilkinson y Pickett también examinan las

consecuencias de la desigualdad en diferentes aspectos de la sociedad, desde la salud hasta la

educación y la criminalidad. Los autores sostienen que la desigualdad económica tiene un

impacto perjudicial en la sociedad y contribuye a una serie de problemas sociales.

Todos estos autores, destacan la importancia de reconocer cómo la desigualdad afecta a la vida

de las personas y cómo se perpetúa en la sociedad. Bauman proporciona una perspectiva teórica
más amplia sobre los aspectos de la modernidad que influyen en la desigualdad, mientras que

Wilkinson y Pickett ofrecen evidencia empírica detallada sobre los efectos negativos de la

desigualdad en la salud, la educación y otros ámbitos sociales.

Sin embargo, las diferencias sociales no solo provocan o provocaron un efecto sobre la clase con

menores posibilidades, ya que, como ocurrió en la dictadura nazi. La población alemana poseía,

por lo general, de pocos recursos ya que los judíos poseían toda la red de comercio de Alemania.

De esa forma, Hitler lo tuvo muy fácil para culpar a la población judía como culpable de robo de

sus pertenencias y economía. Con este ejemplo se explica que las desigualdades sociales son un

problema para toda la población (Es cierto, que mayormente es un problema para la población

con un alcance económico y sociocultural bajo).

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