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Las Cinco Sabidurías Búdicas

El surgimiento de la vía positiva en el budismo

Las enseñanzas originales del Buda se pueden resumir en las Cuatro Nobles Verdades:
Hay sufrimiento en la vida. Familiarízate y conócelo plenamente.
El sufrimiento tiene causas. Familiarízate y conócelas plenamente.
Por consiguiente es posible dejar de crear sufrimiento para uno mismo.
Si aplicas este conocimiento en ocho áreas (el camino óctuple), te resultará más práctico
y efectivo llevar este conocimiento a tu vida.
El resultado de esto es el Despertar, la Iluminación.
No es difícil reconocer que el planteamiento de las cuatro nobles verdades es similar a un
tratamiento médico. Hay síntomas (el sufrimiento), un diagnóstico (las causas), un
pronóstico (se puede curar), y un tratamiento (el camino óctuple). Es la lógica de un
médico o un terapeuta.

Ahora bien, el resultado de este camino, por consiguiente, se define como algo que
desaparece: el sufrimiento (el síntoma). Cuando el resultado de un camino espiritual o de
una disciplina de la mente se define como lo que desaparece o cesa, - se le llama una
formulación en vía negativa.

A través de su desarrollo, especialmente en lo que se conoce como la escuela Mahayana


(Siglos-I a V) el budismo desarrolló una formulación en vía positiva del resultado de la
práctica. Es decir, una formulación de lo que surge o despierta en una persona. En
esencia, lo que surge en un practicante dedicado son cinco sabidurías: las cinco
sabidurías búdicas.
Estas cinco sabidurías búdicas se considera que existen latentes en los seres humanos.
Es decir, son sabidurías que en cierto sentido están disponibles a nosotros, aunque al no
estar conscientes ni familiarizados con ellas, no las reconocemos en nosotros, y por lo
tanto no vivimos desde ellas. ¿Por qué no las reconocemos en nosotros? Sencillamente
porque estamos hechizados por la realidad imaginaria de nuestra historia personal y la
carga emocional que la mantiene en el centro de nuestro sentido de ser.

Desde esta perspectiva el meollo de la práctica está en reconocer estas sabidurías,


aunque sea un atisbo de ellas a la vez, y familiarizanos cada vez más con ellas al mismo
tiempo que dejamos ir a la persona que creemos que somos. A este proceso se le conoce
en el budismo Mahayana como el despertar del Buda Interior.

Las cinco sabidurías y los skhandas

La lógica del surgimiento de las sabidurías es de gran importancia práctica. El principio


general yace en una alquimia emocional que involucra las emociones y las funciones de la
mente llamadas skhandas.

Podríamos comprender que el sufrimiento (dukkha) consiste en esencia en experimentar


las emociones como una energía dolorosa -o aflictiva- que ha dejado de cumplir su
función de ayudarnos a responder creativamente a la vida. Es decir, las emociones han
perdido su inteligencia y efectividad y se han convertido en factores de sufrimiento. Este
es el sufrimiento al que se refería el Buda. Ahora bien, ¿Cómo sucede esto? ¿Como es
que las emociones se vuelven aflictivas y pierden su efectividad? Veamos.
El proceso de la ignorancia

Cuando algo que percibimos, sentimos o pensamos (sonidos, olores, imágenes,


pensamientos, etc.) lo fijamos en la mente, en efecto estamos congelando un instante de
experiencia y convirtiéndolo en “algo” que se aloja en la memoria. Al alojarse se convierte
en un estímulo repetido hacia el cual disparan nuestras emociones. Creando un fuerte
apego hacia este estímulo. Y puesto que el estímulo es realmente una definición en la
mente (que oculta la realidad viva conectada con la naturaleza cambiante y compleja del
universo) las emociones tienden a intensificarse. La razón es clara: si el estímulo persiste,
las emociones relacionadas con el estímulo persisten. E insisten. Esta insistencia es
sufrimiento.

La alquimia que transforma la emoción en sabiduría

El surgimiento de las cinco sabidurías búdicas se basa en estas premisas: el problema no


son las emociones en sí, -pues son simplemente energía vital- sino el hecho de que se
“enredan” en un objeto congelado en la mente como “algo” que parece fijo y sustancial a
lo cual nos apegamos.

Entonces, ¿qué pasaría con las emociones si en vez de “enredarse” con un objeto fijado
en la memoria pudieran cumplir su función inicial: responder creativa y efectivamente a
una situación vital? La respuesta es: las emociones dejarían de experimentarse como una
energía intensa y aflictiva (el sufrimiento del que hablaba el Buda). De hecho, esta misma
energía emocional se canalizaría directamente hacia nuestra capacidad de responder
creativamente a la vida.

Imagínate que la energía vital que son las emociones fuera el agua de un río. Y que la
corriente en un momento dado llegara a una bifurcación hacia la derecha y hacia la
izquierda. Hacia la derecha el agua fluirá continuamente hasta desembocar al océano.
Hacia la izquierda se va hacia algunas laguna en donde se estanca y deja de fluir. En
algunas incluso se vuelve un pantano pesado.

Según esta analogía las cinco sabidurías son el agua que corre continua hasta
desembocar al océano, en el camino nutriendo una gran cantidad de seres y
contribuyendo armoniosamente con la naturaleza. Pero cuando se estanca y deja de fluir,
pierde estas propiedades y se vuelve pesada y densa. Este es el sufrimiento. El agua es,
en cierto sentido, la misma, pero la experiencia es distinta cuando fluye creativa y
contributivamente con la vida, que cuando se estanca y produce aflicción o sufrimiento.

Cinco skhandas, cinco emociones, cinco sabidurías

Las emociones pueden comprenderse como energía vital que surge naturalmente al
contacto con cualquier estímulo, exterior o interior. Esta energía vital puede adquirir cinco
coloraciones, o colores, (frecuencias de vibración) según con cuál de las cinco funciones
principales de la conciencia humana se vinculen. En el budismo estas cinco funciones se
denominan cinco skhandas.

Esta es una descripción breve de las funciones de los cinco skhandas

Skhanda de conciencia. Es el modo o manera en que que estamos conscientes. Tiene


dos modos, descritos en detalle más adelante.
Skhanda de la forma (rupa). Es la función de la mente que se relaciona con la forma de
las impresiones sensoriales. La forma inicial que toma un sonido, un olor, una sensación
corporal, etc.
Skhanda de la sensación, (vedana). Es la sensación agradable, desagradable o neutra
que experimentamos naturalmente. Todo lo que contactamos a través de los sentidos
(olor, imagen, sensación corporal, etc. ) produce una sensación. Por consiguiente se trata
de algo muy básico, espontáneo y natural en el ser humano –incluso en otros animales y
formas de vida-.
Skhanda de la percepción. Al percibir “algo” estamos contactando los dos skhandas
previos conjuntamente. Así pues, percibir es contactar conscientemente una forma y sentir
la sensación placentera o dolorosa que surge.
Skhanda de la volición. Cuando percibimos algo tenemos la opción de responder a ello.
Volición es esta capacidad de respuesta. Es la manera en que nos relacionamos
activamente hacia lo que percibimos.

Cómo interactúan los cinco skhandas

Uno domina sobre los demás. En muchos sentidos el primero de los skhandas es
determinante sobre los demás: Por esta razón se denomina en sí “conciencia”. Conciencia
es la facultad de darse cuenta, de estar conscientes momento a momento. [1]

Dos modos de operación de la conciencia. Ahora bien, este skhanda -esta facultad de la
conciencia humana- tiene dos modos fundamentales de operación. Con uno de ellos[2]
que podemos denominar la conciencia abierta podemos contactar la naturaleza dinámica,
compleja e impermanente de cada instante de experiencia. Es decir, nos conecta con lo
que podemos llamar “la dimensión abierta de la realidad” presente a nosotros en el aquí y
ahora. Mientras que con el otro modo de operación[3] -que podemos llamar conciencia
que divide- la conciencia se convierte en un filtro que define, delimita y separa los
instantes de experiencia, creando en esencia abstracciones que representan algo que no
está presente.

Cómo el modo de conciencia condiciona a los demás skhandas. Cada uno de estos
modos de operación condiciona a los siguientes cuatro skhandas.

Esto se da de la siguiente manera: cuando operamos desde el modo de conciencia B


(Vijñnana), todo lo que percibimos a través de los seis sentidos tiende a aparecer como
formas (rupa) separadas y delimitadas. Es decir, sonidos separados, imágenes
separadas, sensaciones corporales separadas, olores separados, etc. A su vez, cuando
tendemos a percibir todo como separado y finito, se condiciona el siguiente skhanda
vedana. Entonces las sensaciones aparecen también delimitadas y separadas y
tendemos a aglutinarlas con la forma. Es decir, le atribuimos la sensación (agradable,
desagradable o neutra) al sonido, el olor, la imagen, etc. y lo percibimos como algo fijo y
substancial. Decimos, ese es un sonido agradable, aquel es un olor desagradable sin
darnos cuenta que lo agradable o desagradable no es algo inherente al estímulo, sino que
es una experiencia co-creada y sin límites definidos. Y por supuesto, es así como
percibimos (samjña) aquel olor, sonido, sensación, incluso pensamiento.
Esta ilustración puede ayudar a visualizar este proceso:
Cinco Emociones y su correspondencia con los Cinco Skhandas

La tabla que se muestra abajo muestra la correspondencia entre los skhandas y las
emociones aflictivas. Es importante notar que la energía de cada sabiduría búdica,
aunque es una sola, tiene dos aspectos, el aflictivo o neurotizado, y el iluminado o
despierto. Veamos cada uno de los skhandas, la emoción que le corresponde, y el
proceso de transformación en sabiduría.

Familia

Buda

Vajra

Ratna

Padma

Karma

Buda

Vairochana

Akshobya

Ratnasambhava

Amitabha

Amogasiddi

Color

Blanco

Azul

Amarillo

Rojo

Verde
FUNCIONES DE LA CONCIENCIA Y COGNICIÓN

Función primaria

Ser

Pensar

Consumir

Relacionarse

Hacer

Skandha

(función cognitiva)

Forma

- Rupa

Conciencia

- Vijñana: Que divide:

- Jñana: Abierta:

Sensaciones

Vedana

-agradable, desagradable, neutra-

Percepción

Samjña

(distinguir)

Volición

Neurotizada: Samskara o patrón reactivo. Iluminada: respuesta creativa)

ENERGÍA NEUROTIZADA

Aflicción

Ignorancia
Ira

Orgullo

Avidez/APEGO

Envidia/celos

Estilo neurótico

Tonto y despistado

Irritable y agresivo

Territorial y sofocante

Ávido de aprobación, carente

Competitivo y peleonero

Tipo de sufrimiento

Insensible, indiferente

Frío

Sofocante

Deseos compulsivos

Batallar

ENERGÍA ILUMINADA

Sabiduría

Espacio que todo abarca

Espejo

Ecuanimidad/igualdad

Discriminativa (lo particular)

Acción infalible

Estilo iluminado

Espaciosidad, todo cabe

Claridad y precisión
Generosidad y riqueza

Aprecio y amor incondicionales

Eficiencia sin ambición

Efecto de su Accion

Darse cuenta/volverse consciente

Pacificar(paz)

Enriquecer (conciencia de abundancia)

Magnetizar(atracción)

Destruir/disolver(obstáculos engañosos)

1. El Skhanda de la conciencia cuando opera desde el modo que divide (vijñana) tiende a
disparar la emoción de la ira o aversión.

Aversión se define así: una repulsión enfadada y temerosa que busca deshacerse de un
objeto de la cognición, con la esperanza de obtener un sentido de seguridad al eliminarla
de mi sentido de ser (yo).La ira o la aversión surgen, por consiguiente cuando tomamos
como fijo un objeto de la cognición que encontramos amenazante.

kavinduEl error de comprensión detrás de la ira: No nos damos cuenta que el objeto de la
cognición que queremos eliminar, al ser una abstracción, no refleja la naturaleza
compleja, dinámica e impermanente de la experiencia que representa. Es decir, nos
relacionamos con la forma como algo fijo y substancial. No contactamos al hecho de que
forma es vacuidad y vacuidad es forma (como indica el Sutra del Corazón).

Cómo la emoción de la ira se convierte en la sabiduría “como espejo”. (el Buda Akshobya)
Cuando dejamos de rechazar o tratar de eliminar el objeto de la ira descubrimos que al
soltar el apego a nuestra idea de él, se nos revela tal como es: una metamorfosis
constante sin una esencia última. La sabiduría como espejo es ver las cosas tal como se
presentan, sin añadirles nada, sin ponerles nada, sin tratar de cambiarlas. Tal como un
espejo.

Al disolverse la ilusión de fijeza en la forma fija, la ira cede. No obstante, continúa


presente la cualidad de precisión y nitidez que ya estaba presente en la ira. Esta precisión
y nitidez son aspectos cruciales de esta sabiduría, pues es la claridad que nos permite
contactar la naturaleza abierta todo, tal como se presenta momento a momento.

El efecto de apaciguar. Cuando despierta esta sabiduría se produce un efecto de


apaciguar la mente. Por eso se dice que la acción de la sabiduría como espejo es
pacificar.
2. El skhanda de vedana, o sensación. Cuando el skhanda de vedana está “afectado” por
la ignorancia, se tiende e volver aflictivo, (Chogyam Trungpa dice “se neurotiza”). Esto
quiere decir que sólo consideramos “valiosas” las experiencias que consideramos
positivas, -ligadas a una sensación placentera- y dejamos de reconocer el valor de las
experiencias cuya coloración es negativa -ligada a una sensación desagradable- En
síntesis, nos experimentamos en un entorno polarizado en cuanto a sensaciones y
experiencias.

Cómo se convierte el Orgullo en la sabiduría de igualdad o ecuanimidad (y experiencia de


riqueza de recursos). Buda Ratnasambhava. La sabiduría de igualdad nos revela que todo
lo que experimentamos es “igual” en el sentido de que ser impermanente y carente de una
esencia sólida y fija. Esta percepción de lo que es igual en todo nos abre a considerar
igualmente enriquecedoras las experiencias positivas como las negativas, las placenteras
o las desagradables. Este es el efecto de la sabiduría de Ratnasambhava sobre el
skhandas de vedana o sensación. Ahora bien, esta sabiduría tiene una implicación
adicional muy importante.

El orgullo. Cuando no vemos con los ojos de la sabiduría de Ratnasambhava los seres
humanos tendemos a identificarnos con unos cuantos recursos, (los que nos producen
sensaciones placenteras) sean estos materiales o capacidades propias. Al relacionarnos
con ellos posesivamente nos identificamos con ellos. Esto, a su vez, nos lleva a que
perdamos de vista el hecho de que no son “nuestros” (no son cosas que pueden ser
poseídas por nadie, sino la confluencia viva de muchas condiciones dinámica “fuera de
nosotros” así como “dentro” de nosotros.)

El orgullo es el apego intenso a los recursos que percibimos como propios, buscando un
sentido de solidez al apropiarnos de ellos. Esto además nos impide descubrir que todo lo
que se nos presenta es parte de un tesoro inagotable de recursos. De esto surge una
sensación de carencia.

Al disolverse la ilusión de fijeza y posesividad de los recursos, descubrimos la plenitud de


potencial y de recursos del universo con sus seres y elementos en cada instante de vida.
Cuando contactamos la dimensión abierta de la realidad (la vacuidad) en todo,
descubrimos que nada de lo que tenemos, sabemos, o podemos hacer depende
exclusivamente de nosotros. Y definitivamente no es “algo nuestro” no puede ser una
posesión personal. Se trata de recursos que surgen interdependientemente con muchos
otros seres y contextos. Asimismo, despierta en nosotros la capacidad de ver todo lo que
surge a cada instante como un recurso. Entonces nos descubrimos inmensamente ricos,
(todo es nuestro porque justo no nos cegamos en posesionarnos de unas cuantas
cosas) . Esto a su vez nos lleva a una generosidad espléndida.

El efecto de enriquecer: Al surgir esta sabiduría nos experimentamos enriquecidos. Es


decir, reconocemos que todo lo que se presenta a cada instante (placentero o
desagradable o neutro) es un recurso si lo vemos en su naturaleza dinámica y su contexto
cambiante y complejo. Es nuestra apertura al infinito potencial de posibilidades de cada
instante.

3. El skhanda de la Percepción (Samjña). El Skhanda de la percepción (samjña) es la


función de la mente que tiende a distinguir esto de aquello, es lo que nos permite
distinguir sin esfuerzo alguno que en una totalidad sonora, por ejemplo, hay un sonido de
un pájaro cantando y otro de un avión que pasa, y también un murmullo de viento y un
coche que pasa a lo lejos. Samjña es lo que automáticamente nos presenta cada sonido
distinto entre sí. Cuando la conciencia que divide y separa domina sobre este skhanda,
entonces cuando algo que distinguimos nos atrae y nos gusta mucho, queremos poseerlo,
quedárnoslo. Queremos completarnos en ello y fijarlo en nuestra experiencia. Este es el
apego guiado por la avidez.

El apego, en este sentido, se refiere a la obsesión por poseer un objeto de la cognición


con la esperanza de que nos traiga un sentido de seguridad. Usualmente. En este caso se
trata en particular de seres humanos. Tendemos a apegarnos a seres humanos, tratando
de hacerlos nuestros porque percibimos en ellos cualidades que quisiéramos poseer y las
identificamos con el objeto o la persona.

Como se convierte el apego en aprecio de lo que es único. (Amitabha). La sabiduría de


Amitabha se conoce como Sabiduría Discriminativa. Samjña, como hemos visto es la
función de la mente que distingue. Esta función, cuando es iluminada nos lleva a percibir
que todo aquello que distinguimos es único e irrepetible y por lo tanto apreciable tal como
es, al mismo tiempo reconocemos que por bello y atractivo que sea, no es “algo” fijo y
permanente, y ciertamente no podemos “llevárnoslo a casa”.

El efecto es de magnetizar. Magnetizar quiere decir sentir la atracción que todo ejerce
sobre nosotros -y nosotros sobre todo- Es una percepción que distingue y aprecia, pero
sin avidez y sin engaño.

4. El Skhanda de la acción volitiva (usualmente denominado samskara, aunque samskara


se refiere solamente a la volición cuando es una tendencia kármica, o un patrón
condicionado.)

Así pues, Cuando este skhanda está dominado por la ignorancia en efecto nuestras
respuestas -acciones de cuerpo, habla y mente- son aquellas dictadas por los patrones de
respuesta condicionados establecidos a través de acciones previas en esta u otras vidas.
Es en esencia, una mente reactiva. Cuando reaccionamos con estos patrones hacia lo
que se nos presenta a través de los sentidos tendemos a alimentar el mismo patrón, es
decir, a crear nuevo Karma. El meollo de la práctica de la meditación y del budismo
estriba precisamente en entrenarnos a reconocer nuestro potencial de responder
creativamente, fuera de los patrones condicionados. , cuando está dominado por la
ignorancia, son de celos y envidia. Estas emociones surgen justamente porque al estar
actuando desde nuestros patrones reactivos, la efectividad de nuestras acciones es
limitada y poco efectiva, aún cuando es intensa. De tal manera que surge envidia de lo
que otros pueden lograr a través de sus acciones. Perdemos contacto con nuestro
potencial ilimitado de actuar y crear. Los celos son el otro lado de la envidia: es apegarnos
a lo que ya tenemos, temerosos de que nos lo quiten y no podamos conseguir nunca más
lo que necesitamos. Cuando la sabiduría de Amogasiddhi despierta, la energía de las
emociones de envidia y celos se libera y se convierte en capacidad infalible de acción.
Esta capacidad no tiene nada que ver con lograr las metas egocéntricas hechas en
desconexión con los demás seres. La sabiduría de acción infalible surge siempre en el
contexto de las otras cuatro sabidurías. Por consiguiente, las acciones infalibles se dan
siempre en consciencia de la vasta red de seres, vida y elementos que se involucran en
cada acción. Asimismo, el fruto de la acción se realiza en consciencia de que sea de
beneficio para toda esta red. La acción infalible no es una acción desconectada y
separada de una persona, sino una acción conectada con la red de condiciones
cambiantes, seres y vida en que ocurre cada instante. Es justamente en el reconocimiento
de que la acción infalible surge en red, donde yace su infalibilidad.
Las emociones que están involucradas con este skhanda

Cómo se convierte el samskara la sabiduría de la acción infalible Amogasiddhi.

5. El Skhanda de la Forma. El texto del sutra del Corazón (un escrito seminal budista de
cerca del siglo VI, que explica contundentemente en qué consiste la sabiduría) dice:

“Cuando el Bodhisattva de la compasión

meditaba profundamente,

contempló la vacuidad de los cinco skhandas

y rompió las ataduras que le ocasionaban sufrimiento.”

Así pues, la forma es vacuidad, la vacuidad sólo forma.(…)[4]

Luego dice:

“Así, pues, conoce que el Bodhisattva,

sin nada a lo que aferrarse,

y morando en la sabiduría Prajña únicamente,

se ve liberado de los obstáculos engañosos

y del temor por ellos engendrado,

alcanzando el más puro nirvana”.

Estos fragmentos nos revelan la esencia de la sabiduría de Vairochana: la forma es


vacuidad, la vacuidad es forma.

Cuando el skhanda de la forma está dominado por la ignorancia, todo lo que contactamos
a través de los seis sentidos toma la apariencia de formas fijas, estables, aisladas.
Ignorancia es dejar de contactar la naturaleza cambiante de las formas: la metamorfosis
natural de cada instante y de todos los fenómenos internos y externos. El efecto que la
ignorancia tiene sobre este skhandas es el de hacernos insensibles o indiferentes. Es
decir, estar desconectados y superficiales. Por consiguiente, la ignorancia es en sí la
aflicción que se transforma con la sabiduría de Vairochana.

Cómo se convierte la indiferencia en sabiduría (Buda Vairochana). Cuando despierta esta


sabiduría, contemplamos la vacuidad de todas las formas que se nos presentan a los
sentidos. La indiferencia se convierte en la sabiduría de la espaciosidad que todo lo
abarca Entonces no hay superficialidad sino plenitud de conocimiento de la naturaleza de
la realidad.

Siendo Rupa (forma) el skhanda más “cercano” a la energía de todo lo que contactamos a
través de los sentidos, al liberarse de la ignorancia su energía potencia a los otros cuatro
budas.
Aspiración de los 5 Budas

Habiendo cruzado el círculo de lotos blancos

Ha surgido en mi la aspiración hacia el despertar.

Habiendo cruzado el círculo de relámpagos diamantinos

Ha despertado en mi la determinación inquebrantable.

Habiendo cruzado el círculo de fuego

Me entrego sin miedo a las llamas de la transformación

Que revelan la naturaleza despierta de todos los seres

Desde el centro de este mándala sagrado

La morada universal de los cinco Budas

La fuente de luz de la mente despierta

Donde brota sin límites la sabiduría y el amor

Contemplando la textura abierta del universo

Expreso sin reservas lo siguiente:

Que el relámpago pacificador del Buda Akshobya

Me permita ver la vacuidad de aquello que me enfada

Y descubrir así su ligereza y transparencia

Cual espejismo vacío y pasajero.


Que la sabiduría como espejo se manifieste

Libre y espontánea

Y que al disolver la fuerza de la ira

Transforme la aversión en claridad

Y la mente en un espejo diáfano y lúcido.

Que la espléndida joya dorada el Buda Ratnasambhava

Me permita ver la riqueza ilimitada de la existencia

Y descubrir su espléndida generosidad


Donde todo es igual: abierto e interconectado.

Que la sabiduría de la ecuanimidad se manifieste

Libre y espontánea

Y que al disolver la ilusoriedad de carencia

Transforme la avidez temerosa del orgullo

En conocimiento directo de la plenitud.

Que los lotos rojos del Buda Amitabha

Me permitan abrir el corazón y amar a todo y a todos

Tal como son: seres y momentos únicos e irrepetibles

Cual joyas singulares en un universo sin fin.

Que la sabiduría discriminativa se manifieste

Libre y espontánea

Y que al disolver la compulsión de la avidez

Transforme el apego en amor incondicional

Revelando la fuerza magnetizadora del corazón .

Que el doble relámpago del Buda Amogasiddhi

Me permita destruir los obstáculos ilusorios

Que puedan mis acciones dar siempre el fruto preciso

En cada instante y cada lugar en esta red de seres sensibles .

Que la sabiduría de la acción infalible se manifieste

Libre y espontánea

Y que al disipar el velo innecesario del temor

Transforme la envidia en capacidad infalible de actuar

Para el beneficio de todos los seres sin excepción.

Que la luz blanca del Buda Vairochana

Me permita ver la realidad tal como es:


Y descubrir la textura preciosa de todo:

Abierta, clara y compasiva.

Que la sabiduría de la realidad se manifieste

Libre y espontánea

Y que al disolver la fuerza del engaño

Transforme la confusión en serenidad

Y la ignorancia en conocimiento.

Habiendo expresado esta aspiración

Dedico las consecuencias de tan noble fin

A todos los seres, cercanos y lejanos

Que podamos todos compartir el gozo y la libertad

De la joya de la mente que yace en cada corazón.

Nota: esta aspiración la puedes leer todas la mañanas antes de meditar

Meditación: Conciencia de tres campos sensoriales/Con variante de Cinco energías

Esta meditación enfatiza tres esferas sensoriales, aquellas en las que usualmente
experimentamos más textura: sonidos, sensaciones táctiles y pensamientos. El trabajo en
esta práctica consiste en integrar y equilibrar la apertura de estas tres esferas sensoriales
junto con las sensaciones de la respiración en un entorno de receptividad amorosa.

Línea de tiempo (min.) Acción sutil/principio

1-5 Sólo sentados. No hay nada que hacer, sólo estar. Todo lo que está pasando es como
es, recíbelo tal cual, sin interferir ni controlar. Baja las defensas.

Receptividad incondicional. Establece una actitud de dejar ser, dejar ir y mantenerte


lúcidamente conectado con lo que tienes enfrente a cada instante. No hay nada que
rechazar, nada que retener, y nada que perseguir.

5-10 Abrir el sentido del oído. Escucha global y lúcidamente. Deja entrar los sonidos
cercanos y lejanos, intensos o sutiles. Percibe el silencio que rodea e impregna a los
sonidos. Experimenta la textura cambiante de las sensaciones auditivas.

10-15 Abrir el sentido del cuerpo. Siente tu cuerpo globalmente y a profundidad. Contacta
especialmente las sensaciones táctiles de temperatura, tensión, movimiento y contacto.
Experimenta lúcidamente la textura cambiante de las sensaciones táctiles.

15-20 Integra tu de atención en un área de experiencia. Toma conciencia de las


sensaciones de la respiración (contacto, temperatura, movimiento, tensión) en todo el
cuerpo. Integra la respiración con las sensaciones del cuerpo y los sonidos.

20-35 Abrir el sentido de la mente. Mientras mantienes contacto con el cuerpo y el sentido
del oído, toma conciencia del momento en que aparecen pensamientos en la mente.
Déjalos ir sin enfrascarte con su contenido. Contempla su disolución natural en el espacio
lúcido de la conciencia plena.

30-35 Continúa la meditación con los ojos abiertos, sin fijar la vista en nada. Permite que
la mirada se expanda en el espacio.

35-40 Período de asimilación. Puedes relajar la postura y ponerte cómodo. No hay nada
que hacer, mantén la mente desocupada y no salgas de prisa.

Durante la práctica: Relaja lo que estés apretando. Suelta lo que estés agarrando, permite
que se disuelvan los pensamientos y percibe la energía de tensión que se libera y relaja.

Cinco energías y sabidurías: Durante la meditación toma conciencia de: a) El espejo


apacible de la mente, b) La experiencia ecuánime de diversidad y abundancia, c) aprecio
amoroso hacia todo, d) las fuerzas presentes con audacia y sin temor, e) la espaciosidad
luminosa de la conciencia, la quietud primordial.

1. Las cinco sabidurías/puertas son:

1) Sabiduría como un espejo: refleja nítidamente todo tal como es, sin quitarle ni ponerle
nada, sin huir de ello. (Buda Akshobya, azul).

2) Sabiduría de aprecio/amor hacia lo particular e irrepetible de cada instante instante de


experiencia. (Buda Amitabha, rojo)

3) Sabiduría de ecuanimidad. Reconoce la igualdad en todo (su ausencia de límites y


solidez);

Experimenta la abundancia ilimitada del universo y del mundo tal como se te presenta a
traves de las sensaciones. (Buda Rantasmabhava, amarillo dorado)

4) Sabiduría de “acción infalible”. Al ver la realidad desde los tres budas anteriores, toda
acción se vuelve infalible y se percibe como un juego que beneficia a todos los seres en el
universo. (Buda Amogasiddhi, verde)

5) La sabiduría de la realidad que todo lo impregna. Te revela la dimensión abierta de la


realidad como un vasto espacio de claridad donde eres todo y no eres nada. (Buda
Vairochana, blanco)

6)

UNA DESCRIPCIÓN DEL PROCESO

Desde esta perspectiva, el trabajo de transformación que se da a través de la práctica del


Dharma tanto en la meditación como fuera de ella puede verse de la siguiente manera:

1) A través de la mente como espejo (Akshobya) sueltas la aversión o rechazo hacia


alguna lo que percibes, sientes o piensas, (sea algo de tu entorno, o algo que surge de la
mente, como reflejo de una persona, idea o cosa), liberando la cualidad mental de
precisión y claridad (que estaba ligada a la aversión). Puedes estar lúcidamente presente
a todo lo que surge sin rechazar ni agarrar nada. Esto es claridad. Claridad te conecta con
la siguiente sabiduría.

2) A través de reconocer la naturaleza abierta de todo (Ratnasambhava) descubres que


no existen identidades fijas, sólidas y aisladas en las personas, ideas, cosas o
situaciones. Todo es igual. Todo está en constante cambio, incluyéndote a ti. Al mismo
tiempo experimentas una mente enriquecida y abierta al infinito potencial de recursos de
cada instante.

3) A través de apreciar y amar lo que se te presenta (Amitabha) sueltas la avidez hacia


aquello que te atrae. De manera que lo puedes apreciar tal como es, único e irrepetible,
sin tratar de apropiártelo. Puedes amar sin temor a que se acabe lo que amas, puesto que
amas cada instante y a cada ser sabiendo que es irrepetible. Hay aprecio sin avidez.

4) Al actuar (Amogasiddhi) desde las tres sabidurías anteriores te das cuenta que no
existe “fallar” o “fracasar”, sino la expresión constante de creatividad en el entorno de una
red de seres y condiciones abiertas que aprecias. Reconoces que todos y todo son a la
vez tu equipo y los receptores de la creación. Sueltas la envidia y los celos, pues
reconoces que no tienes que tratar de agarrar lo que alguien más tiene ni temer que
alguien te quite lo que tienes, puesto que tú puedes crear lo que necesitas.

5) Aprovechas cada instante de la vida para vivir desde las cuatro puertas anteriores.
(Vairochana). Te das cuenta que no se trata de ir a buscar la sabiduría “allá afuera” sino
en lo que se te presenta a cada instante en la conciencia. Sueltas la ignorancia, el miedo,
la confusión y la indiferencia, puesto que reconoces que absolutamente todo es una
puerta. Es decir, no hay nada que no te sirva para darle vida a las cuatro sabidurías
anteriores. Cada instante, cada situación es una oportunidad para reconoce que la forma
es vacuidad y la vacuidad sólo forma.

6) Akshobya:

Buda Azul de la sabiduría de espejo.

Acción: pacificadora:

Transforma la ira en claridad y nitidez ecuánimes.

Distorsión: Devaputra mara.

Uno intenta aferrarse a la pacificación como un punto de referencia fijo, y a rechazara lo


que es desagradable. “Mi espacio apacilble.”

Ratnasambhava:

Buda Amarillo de la sabiduría de igualdad.

Acción: enriquecedora:

Transforma el orgullo y la avaricia en conciencia de abundancia de recursos y


generosidad.
Distorsión:Skandha Mara.

Trata de convertir la riqueza y abundancia en un territorio propio, aferrándose a ella. “Mi


abundancia”

Amitabha:

Buda Rojo de la sabiduría discriminativa.

Acción: magnetizadora

Transforma el apego en amor incondicional.

Distorsión: Klesha Mara

Uno trata de usar el poder de atracción para alimentar el ego con lo que considera
deseable. Surgen celos y posesividad. “Mi objeto/persona precioso”

Amogasiddhi:

Buda Verde de la sabiduría de la acción infalible.

Acción: destruir, atravesar:

Transforma celos y envidia en capacidad infalible de acción.

Distorsión: Yama Mara

Destruye indiscriminadamente. En vez de destruir obstáculos ilusorios, lastima y daña a


situaciones, objetos o personas.

Vairochana:

Buda Blanco de la sabiduría trascendental.

Acción: revelar la naturaleza de la realidad:

Transforma la ignorancia: en la percepción (confusión), y en la cognición (dualismo).

Pregúntale a los budas

Una práctica muy poderosa puede ser la siguiente: escribe tu duda, pregunta o atorón en
un papel. Siéntate a meditar. Después de una buena sesión de conciencia plena visualiza
a un buda, o a cada uno de ellos en orden. Si deseas canta el mantra y haz el mudra un
rato. Incluso consigue una imagen bella de ese Buda –o de todos- Y pregúntales qué
hacer, o por qué está pasando lo que está pasando. Probablemente te respondan primero
con preguntas. Luego te aconsejarán algo.

El Buda Akshobya te pregunta:

- ¿puedes reconocer la tendencia a la agresividad y la ira?

- ¿Qué es lo que le estás añadiendo o quitando a esta situación?

- ¿Puedes reconocer el engaño?

- ¿Puedes ser un espejo e incluir todo lo que habías visto antes?

- ¿Puedes reconocer la claridad y precisión en la cognición?

Y te aconseja:

- Contacta la ira, el enfado y la agresividad en la situación.

- Realmente lo que estás agrediendo es una construcción de la mente, no es “alguien” allá


afuera.

- Contacta la precisión y claridad detrás de la ira. aún dentro, descubrirás un espejo.

- Date cuenta cómo se pacifica la mente.

Percatación:

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a esta situación, objeto o persona?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a ti mismo?

- ¿Qué se abre a partir de estos conocimientos?

Ratnasambhava te pregunta:

- ¿Puedes reconocer el orgullo o arrogancia ?

- ¿Hay necesidad obsesiva de ser reconocido y aprobado?

- ¿Puedes reconocer la tendencia a ser sofocante y territorial con otros?

- ¿Qué recursos o cualidades estás tomando como fijas, etc., y como que “son tuyas”.

- ¿Puedes reconocer el engaño?


- ¿Puedes reconocer la riqueza y abundancia en todo y todos?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a esta situación, objeto o persona?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a ti mismo?

Y te aconseja:

- Contacta el orgullo.

- Reflexiona: Los recursos o cualidades con las que te identificas realmente no son tuyos
ni son permanentes. Dependen de muchos otros seres y muchas otras condiciones.

- Realmente no hay nada fijo y sólido que pueda ser aprobado o admirado en ti,

- Y realmente no hay nadie allí que pueda ser reconocido y aprobado.

- Contacta la ecuanimidad que surge.

- Contacta la visión de riqueza de recursos que surge de la red de seres y condiciones.

Percatación:

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a esta situación, objeto o persona?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a ti mismo?

- ¿Qué se abre a partir de estos conocimientos?

Amitabha te pregunta:

- ¿Puedes reconocer la avidez?

- ¿Puedes reconocer el deseo intenso?

- ¿Puedes reconocer la tendencia a necesitar a alguien que te “complete”?

- ¿Qué persona, cosa o cualidad estás tratando de poseer?

- ¿Puedes contactar el engaño?

Y te aconseja:

- Contacta la capacidad de apreciar lo que es particular de cada ser

- Aprende a apreciar y amar sin tratar de poseer.

- Contacta la capacidad de amar incondicionalmente


- Permite que tu percepción se impregne de aprecio hacia todo y todos

Percatación:

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a esta situación, objeto o persona?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a ti mismo?

- ¿Qué se abre a partir de estos conocimientos?

Amogasiddhi te dice:
- ¿Puedes reconocer los celos y la envidia?

- ¿Puedes reconocer tus acciones y palabras y pensamientos competitivos?

- Qué acciones o poderes de otros estás deseando?

- ¿Qué acciones o poderes temes no poder conjurar?

- ¿Puedes contactar el engaño en la acción?

- Contacta el miedo que no te permite actuar creativamente

- Reconoce las acciones habituales o patrones que estás dejando que se disparen

- Reconoce los poderes de acción infalible que surgen cuando abres los ojos y ves
muchas condiciones detrás de las cosas.

- Aprende a pensar en equipo, en red. Piensa en el beneficio de muchos.

Percatación:

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a esta situación, objeto o persona?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a ti mismo?

- ¿Qué se abre a partir de estos conocimientos?

Vairochana te pregunta:

- ¿Puedes reconocer la confusión y la ignorancia?

- ¿Puedes contactar el engaño en la forma? (la tomas como fija, sólida)

- ¿Puedes reconocer que no eres espacioso sino despistado?

- ¿Puedes darte cuenta que no es que veas el espacio “en todo”, sino que le das el avión
y eres indiferente a todo?”

Y te aconseja:

- ¡Abre los ojos!


- Mantente en contacto lúcido con todo y todos

- Abre la mente como un gran cielo ilimitado donde todo cabe

- No pierdas de vista que nada es sólido, fijo, ni está aislado de condiciones.

Percatación:

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a esta situación, objeto o persona?

- ¿Qué conocimiento nuevo surge con respecto a ti mismo?

- ¿Qué se abre a partir de estos conocimientos?

Mantras:
Akshobya: Om akhobya hum

Ratnasambhava: Om Ratnasambhava Trang

Amitabha: Om Ami Deva Hri

Amogasiddhi: Om Amogasiddhi Hum

Vairochana: Om Vairochana Hum

Bibliografía:

“The Secret of the Vajra World” Reginald Ray. Shambala Publications. (La sección de “The
World Beyond Thought”
Las cinco familias energéticas. Irine Rockwell. Editorial ED

[1] Ciertamente es necesario una aclaración. En la tradición budista el skhandas de la


conciencia se denomina Vijñana. Sin embargo esta es solamente una de las modalidades
de la conciencia. La otra, jñana y su aplicación como Prajñna son la otra modalidad de la
misma función.

[2] Este corresponde a Jñana –en sánscrito- y a Prajña, que es su expresión activa. En
ocasiones lo denominaremos Conciencia A). Por supuesto, Prajña es la sabiduría que se
menciona en el Sutra del Corazón.

[3] Este modo de operación corresponde a Vijñana –en sánscrito- y en ocasiones lo


denominaremos Conciencia B).

[4]La forma es vacuidad, la vacuidad es forma. Esto quiere decir que todas las formas que
nos surgen en la mente a través de los seis sentidos carecen de solidez, aislamiento y
fijeza; su naturaleza es abierta.

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