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BUDA
ANALISIS FILOSOFICO DE SU VIDA
Y su esencial legado
REALIZADO POR:
Dr. Juan Miguel Soto Sedek
BUDA
BUDA, DHAMMAPADA
“Toda enseñanza es como una balsa: hecha para hacer una travesía, pero a la
que no hay que atarse.”
BUDA
INTRODUCCION
Pasa siete días Gotama, ahora Buda (el Iluminado), sentado al pie de
la higuera, con las piernas cruzadas, gozando del deleite de la redención. ¿Y
después? Habiendo alcanzado por la iluminación la certidumbre de la
liberación, se propone guardar silencio. Lo que ha llegado a conocer es ajeno
al mundo. ¿Cómo iba a entenderlo el mundo? Quiere “evitarse un esfuerzo
inútil”. El mundo sigue su marcha y en su tremendo y inexorable curso a
través de períodos de cíclica destrucción y renacimiento, los ciegamente
impulsados, que no saben, son arrastrados irresistiblemente por la rueda de
las reencarnaciones, pasando por sucesivas formas de existencia. Lo que se
hace en cada existencia determina, como karma, la forma de la
reencarnación siguiente, habiendo sido determinada aquélla, a su vez, por la
existencia precedente. El mundo no cambia jamás, pero es posible la
salvación para el que sabe; el cual; liberado de ulteriores reencarnaciones,
ingresa en el nirvana. El nirvana es definido por el Maestro de Budismo Zen
Taisen Deshimaru como: “es difícil de comprender que es el nirvana con su
cerebro. El nirvana es la vuelta a la condición normal, original. Es la
condición del niño. Cristo dijo lo mismo: hay que volver a la verdadera
condición normal, original, sin karma, sin complicaciones. Contrariamente a
lo que piensen algunos, no se trata de una condición especial, particular, sino
la vuelta a las condiciones originales. Ni el chimpancé ni el niño pueden
encontrar el nirvana. El niño nace en su estado original, pero el karma lo
oscurece. Por eso tenemos que encontrar dicho estado. El chimpancé no lo
necesita, él vive también en su estado original. Únicamente el hombre, que
lo ha perdido, se vuelve complicado y debe volver a conquistarlo. Este
estado original es el espíritu de Dios o la naturaleza de Buda”.
Recta comprensión.
Recto modo de pensar.
Rectas palabras.
Recta acción.
Rectos medios de vida.
Recto esfuerzo.
Recta atención.
Recta concentración.
Y también:
“Hay, monjes, algo no nacido, no originado, no creado, no
constituido. Si no hubiese, monjes, ese algo no nacido, no originado, no
creado, no constituido, no cabría liberarse de todo lo nacido, originado,
creado y constituido. Pero puesto que hay algo no nacido, no originado, no
creado, no constituido, cabe liberarse de todo lo nacido, originado, creado y
constituido.”
ANÁLISIS FILOSÓFICO
Esto conduce a la Cuarta Noble Verdad- que más bien son ocho
verdades más presentadas como una. La cura para el sufrimiento,
caracterizada en la Tercera verdad como no apego, tiene ocho pasos o
estadios de realización practica, a la que el Buda se refiere como El Óctuple
Noble sendero. El cual es un conjunto de actitudes y actividades prescritas
que conducen a la extinción del sufrimiento es el sendero a la realización.
Las facetas de este sendero.
1. Comprensión correcta.
2. Intención correcta.
3. Habla correcta.
4. Acción correcta.
5. Forma de vida correcta
6. Esfuerzo correcto.
7. Atención correcta.
8. Concentración correcta.
Buda ha sido, sin duda, uno de los maestros más grandes y sagaces de
todas las épocas. Investigo como nadie, en la mente humana, y lo hizo a
través de la indagación de su propia mente. Sus valiosísimas enseñanzas
siguen siendo tan aplicables hoy en día como lo fueran hace dos mil
quinientos años, cuando las impartió incansablemente a todo lo largo de la
cuenca del Ganges. Tras su iluminación definitiva, a la edad de treinta y
cinco años, el príncipe Siddharta Gotama, ya convertido en Buda
(perfectamente realizado), movido por infinita compasión hacia todos los
seres, emprende un ministerio que se prolongará a lo largo de cuarenta y
cinco años, formando una vasta y sólida comunidad (Sangha) de monjes que
propagarán la Doctrina (Dharma). Buda, Dharma y Sangha conforman las
tres joyas, o triple gema, que sirve de refugio al que sigue la senda.