Está en la página 1de 1

CONCEPTO DE DEMOCRACIA

La democracia es un término político, jurídico, social y filosófico. Por lo tanto, forma parte del
discurso público y es en sí misma una historia "controvertida" que, por tanto, necesita ser
interpretada, analizada, criticada y tratada. A menudo partimos inocentemente de una
construcción teórica o conceptual o del desarrollo de argumentos a partir de fundamentos
supuestamente indiscutibles para una comprensión compartida del concepto de democracia.

Sin embargo, no existe un concepto único y sus límites no son tan claros ni compartidos. Así, la
forma en que entendemos el alcance, el carácter y el propósito de una institución determinará sin
duda los efectos indirectos, ya sean positivos o negativos, sobre otros argumentos que se derivan
de nuestra actitud hacia ella. Desde una perspectiva tradicional y simplista, la democracia se
entiende como "el gobierno de la mayoría simple basado en el principio de 'una persona, un
voto'". Esto incluye la democracia "representativa" e incluso la "directa". En este contexto, la
democracia también se propone como forma de gobierno.

En este sentido, la Encyclopedia Britannica define el término como una forma de gobierno basada
en el autogobierno popular, hoy en día en órganos representativos libremente elegidos, una
administración responsable ante el pueblo, una forma de vida, basado en el supuesto fundamental
de la igualdad de los individuos y el igual derecho a la vida, la libertad (incluida la libertad de
pensamiento y expresión) y la búsqueda de la felicidad.

Este tipo de desapego de la realidad no es ajeno a los dogmáticos del derecho constitucional,
quienes generalmente abordan esta cuestión teorizando o conceptualizando un concepto tan
importante para nuestra vida política y jurídica demasiado displicente en el tratamiento de la
cuestión. Por tanto, según Bidart Campos (2005: 431), la democracia es una forma de gobierno que
respete la dignidad y las instituciones de las personas y reconozca sus derechos y libertades.

Otros escritores más cercanos a la realpolitik se apresuraron a describir la democracia como un


conjunto de reglas para resolver conflictos políticos y sociales sin derramamiento de sangre. Desde
esa perspectiva, la devolución de poderes (una máxima que se repite a menudo en todo el
espectro ideológico sin ningún apoyo teleológico o moral cuando se trata de democracia) se
presenta como una mera posibilidad, no es una necesidad ni un objetivo que alcanzar.

Pero sucede que, cuando se analiza en profundidad, la democracia comienza a entrar en conflicto
con la forma organizativa de administración y el Estado. Así, se reconoce la tensión existente entre
constituciones y democracia: las constituciones limitan la capacidad de la mayoría para gobernar
(especialmente a través de la legislación y su estructura rígida). Conflictos en los que el perdedor,
después de observar el resultado de las elecciones, ha decidido históricamente si acata los
resultados electorales o utiliza la fuerza física (militares, milicias o fuerzas civiles rebeldes), todo
ello basándose en una evaluación de esas fuerzas como una oportunidad real de llegar al poder.

También podría gustarte