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AMOR OBSESIVO

El enamoramiento es uno de los estados emocionales más positivos que puede vivir una
persona; por supuesto, éste tiene que ser recíproco para que se dé la felicidad. En este
estado emocional, la persona se encuentra invadida por un conjunto de sensaciones positivas
como son la alegría, emoción, excitación, sensualidad etc.
Distintos estudios e investigaciones han demostrado que, cuando nos enamoramos, en
nuestro cerebro se produce una combinación de hormonas similares a las que se produce en
un trastorno obsesivo compulsivo o en una adicción. Por un lado, aumentan los niveles de
dopamina y norepinefrina (produciendo efectos similares al de las anfetaminas) y por otro,
disminuyen los niveles de serotonina (estos bajos niveles nos llevan a un pensamiento
repetitivo, que explicarían la obsesión por el otro).
Se podría decir que el enamoramiento es un estado obsesivo transitorio en el que:

 El pensamiento en la persona amada se vuelve incontrolable.


 Hay una tendencia a idealizar a la persona, obviando cualquier aspecto negativo; se
produce una distorsión de la realidad.
 Existe una pérdida de concentración, ya que todo el pensamiento está focalizado en el
objeto de deseo.
 A nivel fisiológico pueden aparecer síntomas de ansiedad, insomnio, pérdida de apetito,
energía desbordante etc.
El enamoramiento produce entusiasmo, alegría, optimismo; en definitiva, produce una especie
de adicción. Si la relación evoluciona, de este enamoramiento transcurrido un tiempo, se
pasaría a la etapa de amor donde el vínculo se vuelve más seguro y racional y donde aparece
un afecto más sólido y sincero.
Hasta aquí todo se puede considerar “normal”. Pero ¿qué ocurre si en lugar de evolucionar
hacia un amor sano, éste se convierte en una obsesión?
El amor obsesivo.
Lo primero que hay que tener claro es que el amor nos hace sentir felices, la obsesión no. En
la mayoría de los casos, es difícil para la persona reconocer que su amor es obsesivo;
normalmente la tendencia es a manifestar que se trata de un amor puro y verdadero, pero
existe una serie de características que nos pueden hacer ver que nos encontramos ante un
problema.
En este amor patológico se produce una pérdida de control absoluto, los pensamientos
intrusivos invaden la mente y el estado de ánimo puede fluctuar desde la euforia y la alegría, a
la tristeza y desesperación, en función de cómo perciban la relación con la otra persona.
Existe también una gran necesidad de estar en contacto permanente con la otra persona y se
produce una gran sensación de vacío ante la ausencia del ser amado. Suele aparecer
ansiedad, preocupación y desasosiego cuando se está lejos de la pareja. Hay una pérdida de
interés por actividades de ocio que antes eran placenteras y puede haber un distanciamiento
hacia los amigos y familiares.
Pueden aparecer sentimientos de celos, desconfianza y mucho miedo al abandono. La
persona presenta sentimientos de indefensión al no poder controlar unas emociones tan
intensas. A nivel conductual se suelen producir comportamientos de control obsesivo como
demanda de atención constante, llamadas, mensajes continuos e intentos de manipulación
hacia la pareja.
Frecuentemente hay un intento de aislar a la otra persona de amigos, compañeros de trabajo,
familia etc. En definitiva, la persona pierde su individualidad y la pareja se convierte en el eje
de su existencia; todo ello impedirá disfrutar del verdadero amor creando sufrimiento y
malestar.
Normalmente, todo esto hará que la pareja empiece a sentirse mal con la relación y se
distancie, haciendo que la persona sienta más ansiedad, más inseguridad y más obsesión,
creando así un círculo vicioso difícil de romper. Cuando la persona busca ayuda psicológica
suele ser o porque ha recibido un ultimátum en su relación o porque la relación ha fracasado y
se encuentran en un estado de desesperanza y tristeza importantes.
El tratamiento psicológico es fundamental de cara a superar un problema. Si la relación ha
terminado, habrá que ayudar al paciente a superar el duelo por la pérdida de una forma sana
y a no recaer en este tipo de vínculos obsesivos en posibles relaciones futuras.
Según los expertos, este tipo de conductas pueden originarse en la infancia o en los primeros
años de la adolescencia. Factores como el abandono, el abuso físico o emocional, el
descuido, la falta de afecto o la baja autoestima, pueden conducir a la persona a desarrollar
este tipo de comportamientos.
El vacío emocional los lleva a la búsqueda desesperada de amor y aceptación, con la falsa
creencia de que solo pueden ser felices si están correspondidos por la persona objeto de su
obsesión. Crean una ilusión que los lleva cada vez más lejos de la verdad y que les genera
sufrimiento y decepción.
La inseguridad, la auto percepción de vulnerabilidad y la creencia de ser poco afortunado en
el amor, son factores que alimentan el trastorno del amor obsesivo y que obliga a quienes lo
padecen, a aferrarse a la pareja de manera patológica. Sin embargo, se ha observado que las
personas egocéntricas, individualistas y con ínfulas de superioridad, también son susceptibles
de padecer este tipo de compulsiones, pues su idea de que son superiores a los demás, les
impide aceptar el rechazo o el abandono.
Hay varios signos y síntomas que permiten a los especialistas establecer si un individuo está
padeciendo el trastorno de amor obsesivo. Estos deben ser evaluados por un experto para
diagnosticarlo y para definir el tratamiento.

 Fijación de que solo estando con la pareja se está pleno y feliz.


 Visión de túnel. La persona no puede abstraerse de la imagen y recuerdo de la persona a la
que aman, al grado de afectar sus actividades diarias y capacidad de concentración.
 Conductas neuróticas y compulsivas como llamadas o visitas continuas.
 Acecho para ejercer control, ya sea físico, a través de amigos y conocidos, o por medio de
las redes sociales.
 Peleas por celos infundados o acusaciones falsas que se tornan cada vez más violentas.
 Indagatorias extenuantes.
 Monitoreo físico de las actividades de la pareja.
 Manipulaciones económicas o afectivas.
 Amenazas.
 Control excesivo de la apariencia, amistades y actividades del otro.
 Masoquismo y violaciones.
 Depresión y pensamientos suicidas.
 Pérdida de la autoestima, sentimientos de culpa y odio hacia sí mismo.
 Negación de que la relación llegó a su fin.
 Ira intensa y deseos de venganza.
 Adicción a drogas, alcohol, sexo, comida o juego.

Las intervenciones de los especialistas dependen de qué tan afectado está el individuo, y van
desde pequeñas instrucciones para cambiar algunas actitudes nocivas, hasta el uso de
medicamentos y la hospitalización.
La persona afectada por este trastorno debe romper el círculo vicioso de la obsesión. El
tratamiento debe estar enfocado a buscar las causas que generaron este
comportamiento. Identificar el origen y entender los factores que lo causan conducirá a
resolverlo definitivamente.
Los psicólogos observamos que el amor obsesivo-compulsivo normalmente implica que el
amante mantenga con firmeza las siguientes creencias irracionales:

 “Debo” “tener la reciprocidad de mi amado/a o de lo contrario soy un sujeto inadecuado


e indigno”
 “Es terrible perder a mi amado/a ¡No puedo soportarlo!“
 “Si mi amado/a no se interesa por mi o desaparece, la vida no tiene valor y más vale
que este muerto/a!”
 “¡Mi amado/a es el único del mundo para mí, y solo su amor puede hacer que yo y mi
vida tengan sentido!”
 “¡Como tengo que gozar del favor de mi amado/a y debo sentirme desgraciado, merece
hacer cualquier cosa, incluyendo el arriesgar seriamente mi vida para lograrlo/a!”.

La terapia de los psicólogos de Psicólogo Barcelona emplea métodos cognitivos para ayudar
a superar los trastornos obsesivo-compulsivo respecto al amor, incluyendo los siguientes:
1. Les enseña como disputar de manera activa y persistente sus creencias irracionales y
cambiarlas por preferencias relativistas.
2. Les enseña como emplear creencias racionales o afirmaciones de afrontamiento y
como pensar en ellas y seguir repitiéndolas hasta que verdaderamente las sientan. Las
auto afirmaciones racionales típicas son:
 “¡Me gustaría lograr la reciprocidad de mi amado/a pero no la necesito para ser
feliz!”
 “¡Seria desafortunado si perdiera a mi amado/a pero no sería horrible y podría
soportarlo!”
 “Mi amada/o no es el/la único/a a quien podría querer y podría tener una
existencia digna aunque él o ella no me amara”.

3. Muestra como emplear técnicas de distracción cognitiva como el método de relajación


progresiva de Jacobson, o el yoga o técnicas de meditación, para desviar los
pensamientos intrusivos a cerca de su amada/o.
4. Enseña a los amantes obsesivo-compulsivos cómo pueden también querer a otros
además de su único y “verdadero” amado/a y pueden por lo tanto ser menos obsesivos.
5. Ayuda a hacer un listado y revisar concienzudamente algunas de las desventajas de su
excesivo apego a su amado/a y algunas ventajas de querer a otros, tener otros
intereses y compromisos hasta que se vuelvan menos obsesivos con un amado/a
especial.
6. Enseña especialmente a los amantes obsesivo-compulsivos (o acaramelados) como
trabajar los síntomas secundarios de su perturbación. A nivel primario, se vuelven
obsesionados y compulsivos, y después, a nivel secundario, se dan cuenta de esto y se
repiten creencias irracionales como:
 “¡no debo estar obsesionado!”,
 “es estúpido estar tan irracionalmente enamorado, y por lo tanto soy una
estúpida y despreciable”.

7. Enseña a disputar estas creencias irracionales auto-desvalorizantes preguntándose a


sí mismos:
 “¿Por qué no he de estar obsesionado?”
 “¿Dónde está la evidencia de que yo soy estúpido/a y despreciable por estar
compulsivamente enamorado/a?
CELOTIPIA
Los celos forman parte de la relación de pareja en mayor o menor medida. Estos, que podemos
llamar celos adaptativos tienen que ver con el apego y el vínculo con la persona amada y el miedo
a perderla. Estos celos no generan distorsiones ni pensamientos suspicaces sobre la persona amada
y su entorno ni generan sospechas con respecto a las relaciones que mantiene con otras personas
más allá de la relación sentimental.

Los celos patológicos o celotipia se caracterizan por ser preocupaciones excesivas y reiteradas
sobre la fidelidad y lealtad de la pareja. Estas preocupaciones generan una elevada ansiedad y un
estado de hipervigilancia que lleva a desarrollar conductas de control sobre la pareja orientadas a la
disminución del malestar emocional derivado de estas preocupaciones.

Los celos son una emoción que surge por querer poseer en exclusiva a la persona amada. El miedo a
la pérdida, real o no, planea como una amenaza. Normalmente asociamos este sentimiento a las
relaciones de pareja, pero también puede darse en otro tipo de relaciones.

Los celos y la envidia, tienen el mismo motivo: la necesidad de poseer. El celoso manifiesta su miedo a
perder su posesión, es decir, considera que es suyo y no quiere que nadie se lo quite. El envidioso en
cambio quiere lo que no tiene. Los celos pueden ser una manifestación de amor, pueden ser positivos
mientras se respeten las normas aceptadas por la pareja.

El celoso se siente mal cuando ve o imagina a su pareja con otras personas. Siente ansiedad y
nerviosismo cuando sucede. Es frecuente la comparación constante (“soy más bajo que…”, “soy
menos simpático que…”), facilitando la minusvaloración y la necesidad de demostración de afecto por
parte de la otra persona. Los comentarios y los gestos del otro son analizados exhaustivamente
buscando indicios. Actúa motivado por la desconfianza, se niega a salir con otras personas y se
enfada si su pareja comparte su tiempo con otros. El estado de vigilancia es continuo, llevándole a
espiar a su pareja, las llama con el fin de asegurar la fidelidad o encontrar pruebas que demuestren
una posible aventura.

Los celos cuando superan una dosis razonable, destruyen la pareja. Por ejemplo, es razonable que
nos podamos sentir celosos cuando una persona de nuestro mismo sexo habla regularmente con
nuestra pareja. Pero a la larga los celos pueden llegar a destruir la relación: la amenaza constante,
sentir que se está observando cada comportamiento, hará tarde o temprano que la pareja cambie su
forma de comportarse, que se destruya la posibilidad de diálogo y finalmente, el miedo a perder al otro,
acaba llevando la relación a su fin. Sería la profecía autocumplida.

Para superar los celos, lo primero de todo es darse cuenta de que lo eres. Hay que intentar descubrir
en qué momentos uno se comporta de manera celosa. Anotar lo que se hace, lo que se siente y lo
que se piensa en esos momentos ayudará a entender y razonar mejor su origen. Por supuesto,
hay que hablarlo abiertamente con la pareja. Quizás los celos tengan fundamento, pero quizás no sea
así, si se analizan pensamientos, sentimientos y conductas, es probable que puedan hallarse muchos
errores de interpretación. Habría que decirle al celoso, que si su pareja está con él será porque le
quiere como es, no es necesario competir. Es mejor dedicar las energías a fortalecer y no a destruir la
relación. Es necesario mejorar el diálogo, el respeto y la confianza. Para conseguir todo esto, lo mejor
es planificar nuevas actividades juntos buscando disfrutar con ello.

Los celosos extremos, pueden llegar a tener peticiones absolutamente exageradas que aun siendo
aceptadas no calman el sentimiento de inseguridad. Limitan de tal manera la vida de la pareja que no
les permiten salir de casa, hablar con los demás, arreglarse. Es más fuerte el miedo que el amor. La
celotipia suele estar muy asociada a relaciones tormentosas en donde los conflictos son la forma
principal de relación.

SÍNTOMAS DE LOS CELOS

La sintomatología de los celos patológicos o celotipia no siempre es vista como un problema por la
persona que lo sufre ya que en muchos casos se interpreta como una conducta demostrativa de
preocupación y amor hacia el otro. No obstante, la sintomatología de los celos patológicos es clara y
se manifiesta en diferentes niveles.

1. A nivel cognitivo.
 Las personas que sufren celotipia tienen habitualmente, pensamientos distorsionados e
intrusivos sobre la posibilidad de infidelidad por parte de su pareja.
 Tienden a procesar los estímulos ambiguos cómo muestras inequívocas de infidelidad cómo
pueden ser sonreír o mirar a otra persona, llamadas o mensajes de amigos o compañeros de
trabajo que interpretan cómo señales o pruebas de una infidelidad real.
 Suelen realizar comparaciones personales con respecto a otras personas con las que se
relaciona su pareja, focalizando estas comparaciones en los aspectos positivos del otro y
negativos de sí mismo.
 Valoran la conducta de la pareja cómo muestras de amor y fidelidad. Por ejemplo, sí la pareja
desea quedar con otra persona para hacer algún plan, la persona celosa lo interpretará cómo
prueba de infidelidad o como mínimo como muestra de falta de interés en la relación.
 Percepción exagerada de las amenazas que acechan a su relación. Interpreta como amenazas
a otras personas con las que se relaciona su pareja. Percibe los deseos y necesidades
personales de su pareja cómo prueba y amenaza de pérdida de interés en la relación. Incluso
en algunos casos la vida sentimental anterior de la pareja se percibe como una amenaza para
la relación.

2. A nivel conductual.
 Conductas de control y supervisión del comportamiento de la pareja cómo son la revisión del
móvil, preguntas frecuentes sobre quiénes son las personas con las que se relaciona y el tipo
de relación mantienen con ellas. Qué actividades realiza cuando no está con ella y cómo
gestiona el tiempo para verificar si esos tiempos se respetan y si no son respetados por
cualquier circunstancia se interpretará como muestra de infidelidad por ejemplo sí
habitualmente se llega a una hora y un día la pareja se retrasa esto se interpretará como señal
de infidelidad.
 Conductas que les permitan el acceso continuo a la persona amada. Necesitan mantener el
contacto de forma constante por ejemplo a través de llamadas telefónicas y si la pareja no
responde a las llamadas, este silencio será interpretado cómo señal y amenaza de infidelidad.
 Conductas negativas en la interacción hacia el otro cuando sienten celos por ejemplo lanzan
reproches sobre su manera de comportarse, critican a las personas con las que se relacionan o
emiten juicios negativos sobre la pareja.

3. A nivel emocional.
 Sentimientos negativos hacia el entorno con el que se relaciona la pareja, es decir, sus amigos,
sus familiares, compañeros de trabajo, hacia sus gustos y aficiones personales.
 Sienten desconfianza y suspicacia sobre aspectos de su pareja y su manera de comportarse.
 Trastornos como ansiedad, depresión y la irritabilidad continua con explosiones de ira
incontenible.

Características de un celoso:

 Inseguridad en uno mismo.


 Codependencia emocional. TODOS LOS CELOSOS SON DEPENDIENTES.
 Miedo a ser abandonado.

Síntomas principales de los celos patológicos:

 Miedo intenso y permanente a perder a la otra persona o a ser abandonado, humillado socialmente.
 Pensamientos obsesivos y hostigantes relacionados con la infidelidad o deslealtad de su pareja.
 Las ideas sobre el engaño suelen ser fantasiosas y cuando la razón evidencia que no hay motivo
para preocuparse, la persona afectada mantiene su desconfianza contra toda lógica.
 Conductas obsesivas dirigidas a comprobar el engaño: La persona celosa busca muestras de la
infidelidad y para ello llega a vigilar a su pareja o a violar su intimidad registrando sus bolsillos,
teléfono en busca de pruebas que confirmen sus sospechas de engaño. También tiene conductas
donde vigila a la pareja, le llama, la busca etc.
 Exigencias de exclusividad hacia la pareja: La persona celosa puede llegar incluso a tener rabia o
envidia hacia los compañeros de trabajo, amigos o familiares de su pareja.
 Estado de ánimo bajo llegando incluso a tener cuadros depresivos leves e intermitentes o una
depresión.

Se trabaja con los aspectos que están generando los celos a nivel integral:

 Identificando el origen de la celotipia que suele estar en experiencias de la infancia o en situaciones


traumáticas o humillantes
 Aumentando la autoconfianza y seguridad personal
 Eliminando los pensamientos irracionales sobre el engaño
 Aprendiendo a controlar los impulsos y a gestionar las emociones de una forma más constructiva
 Mejorando la autoestima y la autoimagen
 Desarrollando habilidades sociales y aprendiendo a comunicar con asertividad no sólo con la pareja
sino a nivel general con cualquier persona.
Se debe diferenciar entra los celos normales y la sospecha:

 Celos: Creencia irracional que parte de un sentimiento de no merecimiento, o que alguien puede
quitarte a tu pareja.
 Sospecha: Encontrar evidencias y el conjunto de evidencias que vas almacenando por un
determinado de tiempo para después armar tu caso y exponerlo ante la pareja.

Técnicas
Se necesita aumentar la autoestima ya que los celos parten de
Quiérete a ti mismo una inseguridad de uno mismo por el temor de que alguien mejor
podría quitarle a su pareja.
Se necesita aumentar la vida social de la persona para que su
Ten tu propia vida seguridad y confianza en el mismo se fortalezca y cree un nuevo
personal ritmo de vida que evite que solo se centre en la preocupación de
qué estará haciendo la pareja.
Calma antes de celar Mantener la calma, hacer ejercicios de respiración. Buscar si los
celos tienen fundamento o solo son producto de nuestra
imaginación e inseguridades.
No hablar con reproches hacia la pareja, por el contrario debemos
Explica y no reproches hablar solo sobre nuestros sentimientos, como nos sentimos y
qué conductas lo hacen sentirse de esa manera.
Debe haber una comunicación constante y mantener un vínculo
Dialogo continuo y de confianza como para hablar sobre nuestros sentimientos e
escucha activa inseguridades. También se debe aprender a escuchar a la otra
persona sin interrumpirle o sacar conclusiones sin tener toda la
información necesaria para emitir una opinión.
Se debe aceptar que se tiene un episodio de celos e identificar si
los celos se deben a:
 La comparación con otras personas (soy menos que la otra
Aceptar los celos persona, tengo menos cualidades físicas y de la personalidad)
 Por miedo a perder la confianza y el trato de afecto que la otra
persona tiene con el (ella).
Se debe llevar un registro de los episodios de celos para darse
cuenta de las propias conductas y creencias que se tienen.
Identificar la frecuencia Verificar:
de los episodios de  ¿Cuándo aparecen?
celos  ¿Qué conductas de la otra persona o propias generan los
episodios de celos?
Los celos permanentes generan un desgaste de la relación.
Estar atento a las Se debe poner atención a si se está teniendo señales alarmantes
señales de alarmas que pudieran empeorar la relación, como controlar sus conducta,
llamadas, seguirla, etc.
Normalmente los episodios de celos constantes generan
Atraemos lo que exactamente lo que la persona quiere evitar: el alejamiento y
tememos perder a la otra persona.
Busca ayuda Buscar ayuda de un profesional para lograr encontrar la raíz de la
conducta de celotipia y comenzar a cambiar hábitos, conductas y
creencias que la persona tiene y le están ocasionando problemas.

Tipos de Celos:

1. Celos Patológicos: Son causados por el miedo y la inseguridad de perder a alguien. Dentro de los
patológicos, encontramos tres tipos más:
 De carácter obsesivo: Paranoicos y obsesivos, la propia persona sabe que son absurdos y que
no son reales porque carecen de pruebas, sin embargo, no pueden evitar tener esos
pensamientos. Estos celos pueden generar ansiedad y problemas de pareja, no obstante, son
aquellos que tienen un mejor tratamiento psicológico puesto que la persona sabe que no son
reales.
 De carácter delirante: Pueden distorsionar la realidad y las personas que los sufren están
convencidos de que sus celos están fundamentados en pruebas y argumentos reales. Por lo
general, este tipo de celos está relacionado con otros trastornos psicológicos como depresión o
trastorno delirante.
 De carácter pasional: Se caracterizan por un estado emocional que tiene una duración variable
en función de la persona y, por lo general, están vinculados con las relaciones de pareja. A
diferencia de los delirantes, las personas que sufren celos de carácter pasional consiguen darse
cuenta de que esas ideas no son reales.

2. Celos Vitales: Son los únicos que no están relacionados con otras personas sino con uno mismo.
Es decir, están relacionados con la autoestima y con la imagen que cada uno tiene de sí mismo.
Normalmente, estas personas sienten que los demás pueden lograr éxitos profesionales sin apenas
esforzarse y de manera más atractiva. Dentro de los vitales, encontramos dos tipos de celos:
 Celos laborales: Están relacionados con la imagen que las personas tienen de sí mismas en
relación con el resto de sus compañeros de trabajo. Aquellos que experimentan este tipo de
celos sienten que están en desventaja y ven una injusticia cuando alguien consigue el trabajo
que querían, el ascenso que se estaban deseando obtener o cuando creen que el trabajo del
resto está mejor valorado que el suyo.
 Celos de autorrealización: Están directamente relacionados con las ideas de autorrealización y
felicidad. Las personas que los padecen tienden a comprar sus propios logros vitales con los
demás y adquieren los modelos de vida de otros como los suyos propios. Esto, generalmente,
los lleva a no encontrar la felicidad por tener falsas ideas y modelos a seguir.

3. Celos de relación concreta: Nacen de la relación con determinadas personas y pueden ser:
 Celos infantiles: Entre hermanos generalmente en niños de corta edad y en adolescentes. Es
muy común que muchos niños se sientan emocionalmente frustrados al pensar que sus
progenitores prestan más atención cuando llega un hermano pequeño a la familia y piensan que
sus padres le ofrecerán más cariño. Por tanto, es una demanda de atención a los padres que
puede ser frustrante para los niños.
 Celos de pareja: Son habituales en las parejas y se dan cuando uno de los miembros desconfía
de su pareja. Cuando los celos se dan en menor medida, son considerados como algo normal en
una relación. Sin embargo, la persona con celos puede tornarse en un celópata, con un
componente posesivo y agresivo.

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