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La educación sexual en colegios y liceos del país ha sido un tema controversial, debido a que se
asume que debe ser enseñados por los padres, en un circuito íntimo, sin que los profesores ni los
agentes de salud se involucren. Existe también el mito que si un estudiante sabe más de ITS
(infecciones de transmisión sexual), anticoncepción, relaciones de pareja, tiene más
probabilidades de iniciar antes su vida sexual y adquirir una infección o desarrollar un embarazo.
Al revisar los antecedentes históricos se encuentra que en 1970 aparece en Chile la primera
publicación oficial de Gobierno en Educación Sexual. Se publica en la Revista de Educación una
propuesta curricular elaborada por una comisión del Ministerio de Educación (Vida Familiar y
Educación Sexual). En 1973, con el golpe militar se produce la intervención de una serie de
documentos educacionales, entre los cuales estuvo esta propuesta. Desde 1973 a 1989 se produce
un vacío institucional en esta materia, que es ocupado por variadas experiencias, principalmente a
cargo de Universidades y de Organizaciones No Gubernamentales. Se destaca la Asociación
Chilena de Protección de la Familia, que desarrolla un proyecto de capacitación a monitores en
paternidad responsable y CEMERA en la Universidad de Chile (5)
Los registros respecto de la historia reciente se remontan al año 1993 en que se formula una
Política de Educación Sexual en Chile, pero que no fue explícitamente obligatoria dentro del
ordenamiento jurídico chileno. La implementación de los programas quedó a merced de la libertad
de enseñanza de cada escuela. En los años 1990 y 1996 se implementaron las Jornadas de
Conversación sobre Afectividad y Sexualidad, JOCAS. Apoyada técnica y financieramente por
UNFPA, que tuvo un gran impacto a nivel cultural, social y mediático. A pesar de las dificultades y
resistencia por los sectores más conservadores, las JOCAS se mantuvieron hasta el 2000. Su
cobertura había superado los 600 liceos en el país. (3)
En 2005 el Ministerio de Educación creó una comisión especial para implementar el Plan de
Educación en Sexualidad y Afectividad 2005-2010 el cual consideró el tema de Afectividad y
Sexualidad dentro de los Objetivos Fundamentales Transversales a nivel del Marco Curricular
Obligatorio. Estos objetivos ya habían sido insertos tanto en la Educación Básica en 1996, como en
la Educación Media en 1998, y posteriormente en las Bases Curriculares para la Educación
Parvularia en 2002. Sin embargo, el cumplimiento de estos objetivos no tuvo el impacto esperado
ni la cobertura del plan anterior. En 2010 recién se implementó por ley la obligatoriedad de la
Educación Sexual Escolar, aunque solo para la enseñanza media. Es importante destacar que el
cumplimiento de la Ley 20.418, compromete tanto al Ministerio de Educación como al de Salud en
materia de educación sexual (3)
En octubre de 2011 se promulga el decreto N° 49 que aprueba el Reglamento para el ejercicio del
derecho a recibir educación, información y orientación en materia de regulación de la fertilidad, el
cual es publicado en el Diario Oficial el 28 de marzo de 2013. Para dar cumplimiento a la citada ley,
en 2013, el Mineduc diseñó e impartió el documento Orientaciones para el Diseño e
Implementación de un Programa de Educación en Sexualidad, Afectividad y Género para que los
establecimientos educacionales reconocidos por el Estado implementaran Programas de
Educación en Sexualidad (PES). Estas Orientaciones, no son vinculantes, pero están basadas en las
recomendaciones de la Unesco que indica que la educación en sexualidad escolar debe basarse en
un enfoque culturalmente relevante y apropiado a la edad del participante, que enseñe sobre la
sexualidad y las relaciones interpersonales a través del uso de información científicamente
rigurosa, realista y sin prejuicios de valor (1)
Resulta lamentable esta situación, dado los beneficios de esta práctica para los niños y jóvenes, y
además se podrían tratar temas importantes como la violencia en las relaciones de pareja y un
enfoque de género, que resulta indispensable.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS